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Lecciones de Elocuencia Forense - Joaquín María López PDF
Lecciones de Elocuencia Forense - Joaquín María López PDF
ELOCUENCIA
FORENSE
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ÍNDICE
Elocuencia Forense.................................................................................. 58
PRÓLOGO
7
Pero no todo es actualidad y modernidad. Del mismo modo, la Biblioteca, como
nuestro Archivo Histórico, deben ser objeto de cuidado y protección, de ahí nuestro
compromiso de conseguir la digitalización total de nuestros fondos para poder
preservarlos de la forma más eficaz para el futuro. Si además se consigue recuperar, de
vez en cuando alguna obra para el conocimiento general de todos, el círculo se cierra.
Se dice que una persona no muere mientras su recuerdo permanezca. De ser eso
cierto, Don Joaquín María López, figura insigne del mundo jurídico y político del XIX,
sigue entre nosotros y será así por mucho tiempo. Pero hoy, más de 160 años después, el
ICAM trae el recuerdo de Don Jerónimo Muñoz y López, nuestro compañero anónimo
que donó este libro a nuestra Biblioteca y que gracias a este acto de liberalidad, nos
permite recuperar siquiera su nombre, para poder rendirle homenaje.
Pero volviendo a nuestra Biblioteca, siempre hay unas disponibilidades
económicas limitadas, por lo que allí donde no llega el bolsillo, debe llegar la
imaginación y la generosidad. Nuestra imaginación, mejor dicho nuestra ilusión, echó a
volar en ver la forma de poder hacer un regalo de Navidad a todos los compañeros y
nada mejor que regalar cultura y siendo quienes somos, nada mejor que la cultura
jurídica y os puedo asegurar que nuestra Biblioteca tiene de ello magníficas y
numerosísimas muestras, aquí está una de ellas.
Del equipo que han formado nuestro Diputado Bibliotecario, José Manuel
Pradas Poveda, la Directora de la Biblioteca, Charo García Paredes y nuestro Archivero
Rogelio Pérez-Bustamante, surgió este proyecto. Aperitivo, al parecer de otro futuro de
mucho mayor calado y para el que les deseo la mayor de las fortunas, pues seguro que
no tendrá otra finalidad que colocar a nuestro Ilustre Colegio en el lugar que le
corresponde dentro del mundo jurídico español. Se escogió a este autor y a esta obra
porque debemos rescatar a las figuras señeras de nuestro Colegio de Madrid que es casi
tanto como hablar de toda la abogacía española. Cuando leáis la introducción a la figura
de Don Joaquín María López, Colegiado Cronológico 3.183, que han escrito nuestros
compañeros antes citados, os daréis perfecta cuenta del por qué, pues haciéndolo ellos,
no debo ser yo quien glose al autor.
Como ya he dicho, echando mano a la imaginación, dejando volar la ilusión, nos
faltaba solventar la cuestión económica y, como tantas veces, llegó la colaboración de
Tirant Lo Blanch que se ofreció a coeditar esta obra. Ser una editorial, sea del género
que sea, no deja de ser un negocio pero, como en todo, también está la figura del editor
que no debe estar reñida, antes bien al contrario, con la generosidad, la vocación de
8
servir al libro y el sentido casi mágico que tenían antiguamente los Maestros impresores
desde los tiempos de Gutenberg. Vaya por tanto el agradecimiento de nuestra
Institución para nuestro coeditor.
Y poco más queda ya por decir. Sería muy sencillo para mí bucear en las páginas
del libro y poneros una cita más o menos larga del libro y cantar luego las excelencias
de la obra. No lo voy a hacer. Lo encontraréis de forma mucho más extensa y acertada,
en la introducción que a la persona de Don Joaquín María López se hace más adelante.
Podréis ver también como se elaboró su expediente de incorporación al Colegio, con esa
curiosa prueba de pureza de sangre en vigor hasta bien entrado el siglo XIX y que se
encuentra en nuestro Archivo histórico Finalmente una breve glosa de otros libros sobre
elocuencia forense que reposan a buen recaudo en nuestro Fondo Antiguo, escritos por
figuras de la Abogacía española y que quién sabe si no será alguno de ellos el “dulce
navideño” del 2014.
Confío haber podido motivaros lo suficiente para provocar la lectura de este
libro. Espero haberlo conseguido y que podáis realizar un alto en el quehacer diario para
degustar, sino con la boca con el intelecto, este “bocado de mazapán” que ahora
ofrecemos.
Este año que se nos va, ha sido un año duro, pero también, no lo dudes, seguro
que ha tenido igualmente sus satisfacciones. 2014 se presenta complicado en lo
legislativo para la Abogacía y para toda la sociedad en general, no hablemos ya de lo
económico, con tantos compañeros en situación difícil, pero también os digo, lleno de
proyectos ilusionantes a los que hacer frente. Debemos afrontarlo con valentía, porque,
no olvidéis, lo mejor está siempre por venir.
En nombre de la Junta de Gobierno, de los empleados del Colegio y en el mío
propio, os deseo unas felices fiestas de Navidad y un venturoso año 2014.
3
PRÓLOGO
10
consejos exhaustivos que ayudan al letrado en sus quehaceres diarios. Hace suya la
máxima Kantiana de no separar Teoría y Práctica y recorre el camino que aparentemente
las separa con una elegancia y naturalidad totalmente envidiables. Ello nos sitúa en las
antípodas del libro practicón (próximo a la autoayuda) para llevarlo a un terreno mucho
más interesante de libro de referencia en la materia dotado del bagaje teórico necesario
para desarrollar un tema que resulta de interés y utilidad para su público. Al leerlo, uno
tiene la sensación de que se recupera una perla abandonada del conocimiento jurídico.
11
El lector redescubrirá lo noble, necesaria y exigente que es la profesión de
abogado. Lo estricto que ha de ser el abogado en la defensa de su independencia, cualidad
fundamental de su profesión. En éstos tiempos convulsos no parece de más que una voz
tan cualificada venga a recordárnoslo. No hay justicia sin abogados y la justicia, la justicia
plena, solo es posible contando con un cuerpo de abogados que ejerzan su profesión desde
los valores antes señalados.
Salvador Vives
12
INTRODUCCIÓN:
JOAQUÍN MARÍA LÓPEZ Y LA ELOCUENCIA FORENSE
Por:
José Manuel Pradas Poveda, Diputado-Bibliotecario
María Rosario García Paredes, Directora de la Biblioteca
Rogelio Pérez Bustamante, Catedrático de Historia del Derecho
13
Joaquín María López
14
de su mayor elevación. Se le encomendaban los pleitos de mayor cuantía y los más
complicados así como las defensas más importantes, era abogado de la mayor parte de
los Grandes. Los abogados jóvenes, tanto de Madrid
como de las provincias, consideraban como una dicha
trabajar bajo su dirección y tenerle como maestro”.
Al comienzo del Trienio Liberal Joaquín María López regresaría a su tierra para
incorporarse a la Milicia Nacional tomando parte en 1822 como Teniente, en la lucha
contra las fuerzas aliadas –Los Cien mil hijos de San Luis-, y con la derrota huyó a
Francia en 1823, exiliándose a Montpellier (Francia) huyendo de la represión de los
absolutistas. Allí pasó un año, durante el cual estudió medicina en dicha Universidad.
Poco más tarde, Joaquín María López regresaría a España con motivo de la
muerte de su madre, teniendo que volver a realizar los exámenes de grado de
licenciatura por haber sido purificado con la nulidad del título universitario, para poder
continuar su trabajo como abogado en Alicante, en donde estaría ejerciendo la abogacía
durante algunos años.
2
Francisco Pérez de Anaya, “Lecciones y modelos de elocuencia forense”, Madrid, 1848, Tomo II, págs. 27 y 28
3
Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Expediente número cronológico 3183, número 55 de 1839. Incorporación en 2 de julio de
1839. Inscripción al folio 25vº del libro VIII de Incorporaciones aprobado en Junta de Gobierno el 7 de marzo de 1839. De su
contenido se da cuenta en el anexo de esta referencia bibliográfica.
15
Recordemos que Fernando VII había muerto en 1833 y que el Rey había
nombrado en su testamento Gobernadora del Reino a María Cristina de Borbón, cargo
en el que sería confirmada por las Cortes constituyentes en 1836. Su hija Isabel II
heredera al trono contaba sólo con 3 años y por ello la Reina María Cristina actuaría
como regente del Reino durante los siguientes siete años, hasta1840.
4
Jurisconsultos españoles, biografía de los ex presidentes de la Academia y de los jurisconsultos anteriores al silgo XX inscritos en
sus lapidas, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación al Instituto de Derecho Internacional, Tomo II, Madrid, 1911.
16
Al restaurarse la regencia de Espartero, Joaquín María López fue nombrado en
1840, Alcalde de Madrid5, y Fiscal del Tribunal Supremo6. En las elecciones
parlamentarias de 1842 será elegido diputado por Madrid en la facción de los
progresistas, representando junto con Fermín Caballero la línea más radical, siendo
partidarios de una reforma social. Finalmente no aceptarían que Espartero fuera el único
regente.
El propio General Espartero se vería obligado en 1843 a disolver las Cortes, ante
la hostilidad de las mismas. Narváez y Serrano encabezaron un pronunciamiento
conjunto de militares moderados y progresistas. Espartero marcharía al exilio en
Inglaterra el 12 de agosto. Las nuevas autoridades habían ordenado que, de ser hallado
en la península, fuera "pasado por las armas" sin esperar otras instrucciones. Pero las
maniobras de Luis González Bravo y del propio Narváez contra los progresistas, en
especial contra Salustiano Olózaga, hicieron que éstos no tardaran en reclamar de
Espartero, exiliado, el liderazgo de los liberales.
Había sustituido a Joaquín María López como Presidente del Gobierno Álvaro
Gómez Becerra, Magistrado del Tribunal Supremo de 1836 y por entonces Presidente
del Senado, pero este apenas duraría dos meses en el cargo al tener que ser llevado
gravemente enfermo desde el Ministerio a su casa victima de los azares políticos.
5
Juan Guill, A. J.: “Joaquín María López alcalde de Madrid”. En Villena: Revista anual. Diciembre de 2006, nº 56. pp. 211-212.
6
Archivo General del Ministerio, Leg. 588, núm. 1067.
17
Nuevamente Joaquín María López sería nombrado Jefe de Gobierno desde del
23 de julio al 10 de noviembre de 1843 encomendándole en este gobierno provisional el
restablecimiento del orden. López, Ayllón y Serrano regresaron al poder tras haberse
reunido con Isabel II. Joaquín María López en el poder se plantea la reunificación del
partido Moderado y Progresista.
En la breve etapa de su segundo ministerio que duró cuatro meses llevó a cabo
importantes reformas en todas las ramas de la administración e hizo notar sus
admirables dotes de gobernante. Eugenio Acerborain recoge algunas de sus decisiones:
“partidario de la reconciliación de los partidos legales, libertó el 4 de agosto a los presos
y confinados por delitos de prensa, y a los procesados, dejándoles sujetos solamente a
las acciones que contra ellos pudieran intentarse por los daños causados a terceros,
recordando que esta clase de delitos estaban sujetos a la percepción moral del Jurado
por la constitución de 1837”.
18
con las amargas vicisitudes de la guerra civil y la agitación de las cuestiones políticas,
poco se ha adelantado hasta ahora en la grande obra de la Codificación; atraso
lamentable y que en gran parte se debe al sistema empleado en los trabajos
preparatorios".
19
Durante todos aquellos años Cortina ejercía su título de abogado comenzando su
especialización en causas criminales y acabando convirtiéndose en abogado de prestigio
para la nobleza terrateniente de Andalucía. En 1838 sería elegido Diputado en Cortes y
en 1840 sería designado Presidente del Congreso de los Diputados, siendo designado
Ministro de la Gobernación en el Gobierno del General Espartero. Acusado Salustiano
de Olózaga, de coaccionar a la Reina Isabel II para disolver a las Cortes haciéndola
firmar un documento, Cortina realizaría su defensa.
El autor de aquella acusación había sido Luis González Bravo quien había
presidido el Gobierno al principio del reinado de Isabel II, que comenzó el 8 de
noviembre de 1843, siendo él su primer presidente efectivo, nombrado el 5 de
diciembre, pues al iniciarse el mandato de Isabel II, del 8 al 20 de noviembre (por 13
días) lo presidió según hemos manifestado Joaquín María López con el gobierno
provisional anterior, y del 20 al 29 de noviembre (por 9 días) lo presidió Salustiano
Olózaga, descubierto de haber forzado a la reina adolescente a firmar la disolución de
las cortes siendo vicepresidente Luis González Bravo, quien entonces asume la
presidencia que había quedado vacante del 30 de noviembre al 5 de diciembre.
Las medidas represivas adoptadas por Narváez, tras sufrir un atentado con
bomba en Madrid el 15 de noviembre -entre las que se incluía el cierre de El Eco del
Comercio-, convencen al ministro de Gobernación, Fermín Caballero, de la inminencia
de un golpe de Estado moderado, por lo que decide rearmar a la Milicia Nacional y
convocar elecciones municipales.
20
La rebelión de Boné fue una sublevación surgida en la ciudad de Alicante
(España) desde el 28 de enero al 9 de marzo de 1844 contra el gobierno liberal
moderado de González Bravo que se había formado a finales de 1843, tras la caída en
julio de ese año de la Regencia de Espartero. La rebelión liderada por el coronel de
caballería y comandante de carabineros Pantaleón Boné, consistió en el levantamiento
popular de ciudadanos liberales progresistas, que exigían una serie de mejoras políticas,
económicas y sociales frente a la vuelta al poder de los moderados.
Poco después Joaquín María López decidió abandonar la política, pero más tarde
regresó para ser Senador del Reino de 1849 a 1853 y Ministro togado del Tribunal de
Guerra y Marina en 1854.
21
precisión en las citas de textos legales y la fuerza de un verbo poético, junto a ciertos
méritos en la poesía y en la novela.
Con una asombrosa memoria repetía discursos improvisados que los taquígrafos
no eran capaces de seguir. Fue un excelente orador de regular estatura, pelo lacio y
descompuesto, rostro herpético, color moreno, barba cerrada y ojos tiernos7.
***
7
“Fisonomía natural y política de los procuradores en Cortes de 1834, 35 y 36, por un asistente a las tribunas”, Madrid 1836,
atribuido por Azorín a Fermín Caballero.
8
Jurisconsultos Españoles. Biografías de los ex_Presidentes de la Academia y de los jurisconsultos anteriores al siglo XX inscritos
en sus lápidas. La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Al Instituto de Derecho Internacional. Tomo II. Madrid.
22
fatalidad, no tienen más que una pobre y miserable cama para sí y su consorte y un
pedazo de pan, las más veces negro y mal acondicionado, para sus desgraciados hijos.
Ya que no podemos remediar los males que vengan de la ingratitud del suelo, probemos
a quitarle los estorbos que añade la legislación en contra de tantos infelices que luchan a
la vez con la naturaleza y con las leyes, y que encorvados todo el año sobre sus áridos
surcos, apenas arrancan un pedazo de pan a la tierra, cuando la mano dura de los
ejecutores viene a arrebatárselo y a dejar a sus hijos sumidos en el abandono y en la más
fatigosa miseria”
Amante del ejército, unificó la bandera de los regimientos que tremolaban los
blasones y colores de los antiguos reinos, ordenando usasen la nacional de guerra que
hasta entonces sólo había utilizado la marina (13 octubre) y atendió a la ilustración
militar creando Bibliotecas especiales en Madrid y en cada uno de los trece distritos en
que aparecía dividida la nación.
Entusiasta decidido de las Bellas Artes, adelantó la construcción del Teatro Real
y dedicó cuatro millones de reales para edificar el actual Congreso de los Diputados,
cuya primera piedra puso Isabel II ( 10 octubre), dotando a la Villa y Corte de dos
hermosos edificios. Influyó favorablemente en el crédito público al declarar “la renta
del 3 por 100 sagrada de consignar determinados ingresos afectos a su pago”, como las
minas de Almadén, que hasta entonces lo estaban (5 agosto); creó una Comisión, bajo la
dirección de D. Pascual Madoz, para llevar a cumplido efecto su pensamiento de formar
la estadística de la riqueza pública (5 agosto), y atendió en lo posible a los acreedores
del Estado, siendo preferidos en el cobro de sus respectivas pensiones las religiosas y el
clero, empezando siempre su pago tan pronto como se hallasen satisfechas las clases
pasivas (27 agosto).
23
Orador de singular, de él escribía su contemporáneo D. Fermín Caballero: “No
se concibe cosa superior a sus elegantes, enérgicas y arrebatadoras frases; y cuando al
final de los periodos se agolpan en torrentoso borbotón madejas de palabras,
disputándose la coordinación, la armonía, el fuego y la propiedad, ni la tribuna pública
puede contener los aplausos, ni los Diputados alcanzan a mantenerse impasibles, ni el
Presidente mismo se atreve a ser severo con un concurso que le siente participar de los
mismos afectos que exhala…”
Escritor eminente, sus artículos publicados en El Eco del Comercio y sus folletos
políticos – Observaciones sobre la interpelación anunciada en el Congreso por D.
Joaquín María López y Exposición razonada de los principales sucesos políticos que
tuvieron lugar en España durante el Ministerio de 9 de Mayo de 1843 y después del
Gobierno provisional,- tuvieron la misma favorable acogida que sus obras literarias,
entre las que sobresalen Cuento Fantástico, escrito en elogio del amor materno; Elisa y
el extranjero, novela en defensa de los hijos naturales, y Glosa a las palabras de un
creyente, de Lamennais, en que muestra sus condiciones de poeta; profesor en sus
primero años, sus Lecciones de elocuencia , publicadas en dos tomos, interesan a todos
los amantes de la oratoria y merecen detenido estudio por parte de los legistas; su vida
puede sintetizarse en la inscripción que cubre sus restos en su pueblo natal, ella es la
crítica más acertada y su más cumplido elogio.
Aquí yace el excelentísimo Sr. Joaquín María López, orador distinguidísimo sin
pretensiones, tres veces Ministro sin quererlo, su programa y su nombre hicieron una
Revolución sin sangre.
El insigne hombre político fue en sus últimos momentos abandonando por todos,
celebrándose su sepelio entre la más fría indiferencia del pueblo y contadas muestras de
afecto de sus partidarios y amigos.
***
24
“LECCIONES DE ELOCUENCIA EN GENERAL, DE ELOCUENCIA
FORENSE, ELOCUENCIA PARLAMENTARIA Y DE
IMPROVISACIONES”
Obra editada en Madrid en 1850.
“La sección “Elocuencia forense” consta de once lecciones más un apéndice que
lleva por título “Del abogado”. Atendamos individualmente a cada una de estas
lecciones contenidas en la citada sección.
La lección XIV (Historia de la elocuencia en el foro.- Su necesidad en el estado
actual de las sociedades) (pp. 199-218) comienza indicando que el hombre ha nacido
para la sociedad civil, y añade que la sociedad no puede existir sin leyes, necesita
códigos que arreglen y determinen sus derechos, leyes que todo lo tengan previsto y
calculado.
25
La lección XV (Carácter de la elocuencia judicial, estudios y cualidades del
orador en el foro, pp. 219-238) nos informa, en primer lugar, de que el objeto de la
elocuencia judicial es hacer triunfar la verdad y la razón sobre el error y la injusticia, y
resalta que la gravedad y la severidad son su base, y su fin la demostración de lo
verdadero y lo justo. Indica el autor que la elocuencia judicial es la más difícil de todas,
pues muda continuamente su fisonomía. De ahí que reclame para el orador forense
estudios profundos y variados, pues el abogado necesita sobresalir en su especialidad.
Así ha de conocer la jurisprudencia y comprender la filosofía de la legislación.
Para ello debe estudiar filosofía, historia y ciencias sagradas, también las
ciencias naturales descendiendo a los principios de las artes liberales. Además ha de
acompañarle la oratoria, unida a la dialéctica. Y es preciso que lea a los poetas, quienes
le sirven a la imaginación. Afirma que las cualidades del orador tienen más interés que
sus estudios, y señala que primeramente han de situarse la honradez y la reputación, a
ellas se añaden la independencia del alma y la firmeza inquebrantable del carácter, la
entereza y el valor, la veracidad, la presencia de ánimo, la serenidad de espíritu, la
libertad de pensamiento, la buena memoria y la circunspección y la prudencia. Finaliza
el escritor su lección enfatizando que lo que más rebaja a un abogado es la codicia.
12
Véase p. 246.
26
comienza, en la elaboración de la mencionada defensa, con unas palabras acerca del
exordio.
13
Véase p. 261.
27
en la exposición de las pruebas, el autor resalta: “(...) nos parece preferible que siempre
que la naturaleza de la cuestión lo permita, se expongan al principio de la parte de
prueba uno ó dos raciocinios de gran peso y entidad, para que desde el primer instante
se cautive la atención y se convenza: que á seguida se ofrezcan las pruebas más
débiles, que viniendo inmediatamente después de otras poderosas, hacen poco notable
su insignificancia, y que por último se termine con las mas concluyentes y robustas,
porque así se hace una impresión honda y durable en el entendimiento, y su recuerdo
se conserva hasta estampar el fallo que viene á ser su inmediata y genuina expresión.”
(pp. 290-291)
Por otra parte, Joaquín María López abarca el ámbito de los testigos y cuándo
no pueden ser creíbles, ofreciendo tres causas a ese fin: causas físicas, causas
intelectuales y causas morales. A su vez, cita a Bentham y expone las circunstancias en
las que se le ha de dar crédito a los testigos, a saber: testimonio responsivo, testimonio
distinto, testimonio reflexivo y no sugerido de una manera indebida, e, igualmente,
enumera las garantías o medios para asegurar la veracidad del testigo, junto con las
sanciones de las que depende la fuerza del juramento (la religiosa, la legal y la del
honor).
Distingue, de otro lado, las pruebas del crimen y las pruebas de la inocencia, y
subraya que el abogado debe realzar con belleza y vehemencia las pruebas de la
inculpabilidad. Esto lo consigue mediante la figura del paralelo que recorre y compara
principios, hechos y circunstancias, concluyendo con una “proposición exclusiva y
victoriosa”. Afirma el autor que la parte de prueba no puede faltar en las defensas,
puesto que es el periodo principal del debate, y la argumentación que contiene prepara
el camino a la peroración. Lo primero -alecciona López- es probar el hecho, señalar y
demostrar la verdad, y llama la atención a que no se debe repetir una prueba ya
presentada.
Ha de ser completa, de tal modo que se cubran todos los puntos, e ingeniosa,
según Joaquín María López, “para presentar los argumentos de nuestro competidor del
modo más ventajoso a nuestro designio, por el lado que pueden recibir más fuerte y
más serio ataque.” El lenguaje debe corresponder a las impresiones y al tono, y, al
preguntarse por el método más efectivo en la refutación, nuestro autor responde: “Esto
28
depende de las circunstancias. Hay ocasiones en que conviene ir intercalando en la
serie de nuestras observaciones los argumentos contrarios, y rebatiéndolos al propio
tiempo. Esto equivale á ir marchando rápidamente y arrojando á la vez á gran distancia
las piedras que nos dificultaban el paso.
29
de un discurso nuevo, y sirve para enclavar otra vez en el alma y en el corazón la
convicción y la persuasión que han sido el objeto de todos nuestros afanes”. (p. 347)
Se nos ofrece también unas palabras sobre la conclusión, última parte del discurso.
Señala López que exige mucha observación y “gran tino”, pues el abogado
debe atender en este punto al estado de persuasión de los jueces, al asentimiento que
dan a sus palabras, al interés que en ellos produce, y cuando aprecie que el efecto es
conocido y completo, ha de finalizar su emisión. Por las razones mencionadas, la
conclusión ha de estudiarse y se añade que la entonación ha de ser la misma que la de
la parte animada del discurso.
Cuando llega al epílogo, el autor enseña que se elige más que se inventa, dado
que tomamos de todo lo expuesto aquello que se cree más fuerte y concluyente. Por su
parte la disposición ordena lo elegido en la manera más apropiada, y, finalmente, la
elocución lo viste con belleza y energía. En la conclusión, sigue informándonos
Joaquín María López, la invención se forma con ideas, ideas que se arreglan
intelectualmente en la disposición, e ideas que se adornan con formas externas
apropiadas en la elocución para convertir en permanente la impresión producida con
anterioridad.
30
discurso cierto peso y cierta autoridad, deben enunciarse con voces medidas, lentas y
cadenciosas.
Los que han de comunicarle viveza, deben expresarse de una manera rápida y
acalorada. La pasión necesita entonces desahogarse, y la palabra que revela su fuego,
debe correr y aun vagar según sus varios impulsos.” (pp. 353-354) Se añade que hay
conceptos que piden una inflexión más marcada en la voz, y si esta falta, desaparece
todo el encanto: es lo que se llama énfasis. Junto con él, las pausas dan lugar al
pensamiento, a hacer combinaciones instantáneas, y también contribuyen a que el
abogado se serene y conserve el dominio sobre sí mismo.
La lección XXIII (Del estilo en los discursos forenses) (pp. 357-364) subraya
que las cualidades principales del estilo han de ser la claridad y el ornato. La claridad
justifica el que se entienda bien todo lo que se dice, y el ornato el que guste por la
naturalidad y belleza de la expresión. A continuación el autor muestra las divisiones del
estilo de este modo: “El estilo, queriendo estar á sus fórmulas más generales de
aplicación y dejando aparte otras muchas gradaciones menos útiles, se divide en
sencillo, que sirve para instruir, medio ó florido que produce placer y deleite en los que
lo escuchan, y elevado ó sublime que es el lenguaje de la pasión con todos sus giros y
movimientos.” (pp. 358-359)
31
Pero, además, existen una serie de cualidades que el abogado debe procurar que
concurran en sus discursos, las cuales son la exactitud en los pensamientos, la
elevación en las ideas, la dignidad y el decoro en el modo de presentarlas, y la
solemnidad. Y se recomienda exponer la cuestión en términos de interés general para
conseguir el fin. A propósito del uso de las figuras, el autor informa: “Pero si el
discurso forense según dijimos antes, debe ser severo, grave y noble, cualquiera podrá
creer que en él deben proscribirse las figuras. No es así ciertamente. Las figuras y la
gravedad no son incompatibles.
Asimismo, López advierte que no se deben apiñar estos giros en las defensas.
Indica que los tropos y las figuras de naturalidad y gracia se han de acomodar a los
periodos de discurso que no tienen gran importancia, las interrogaciones han de tener
su lugar en la prueba, y aconseja cuidar mucho en la peroración el empleo del
apóstrofe y la prosopopeya. Se insiste en que las figuras no deben degenerar jamás en
vulgares ni triviales, muy al contrario se afirma que si son elevadas engrandecen el
discurso y le dan un tono y una dignidad de los cuales sin ellas carecería. Es necesario,
además, que no se prodiguen si se desea un buen resultado.
32
OBRAS IMPRESAS DE JOAQUIN MARÍA LOPEZ
- El juramento [Manuscrito]: loa. Emp.: Ya la patria sacude el oprobio (h. 2)... Fin.:
defendiendo a la patria y a Cristina (h. 11v) / por Joaquín María López 1851
Biblioteca Nacional: (MSS/14611/14)
- Memoria leída á las Cortes en la sesión del 25 de Octubre de 1836 por el Secretario
de Estado y del Despacho de la Gobernación de la Península [Texto impreso] 1836
Biblioteca Nacional: (R.MICRO/4492)
- Sin marido y sin dinero [Texto impreso]: Comedia en un acto y en verso 1863
Biblioteca Nacional: (T/2290)
OTRAS REFERENCIAS
39
En la “Colección de discursos” figuran las intervenciones parlamentarias entre
1834 y 1853, las defensas forenses como abogado, y la producción literaria, entre la que
destaca “Cuento fantástico”, “La soledad y la poesía”, “Pintura de las inmediaciones y
pueblo de Esquivas donde escribió Cervantes una parte del Quijote”, “Mi despedida de
Alicante el día 13 de agosto de 1849 por la noche”, “Mis reflexiones a la luz de la luna”,
“El mar mirado desde las montañas de los baños de Busot”, “Al Escorial”, “Mis horas
de recuerdos”, “Elisa y el extranjero”, así como discursos y oraciones fúnebres.
BIBLIOGRAFÍA
Caballero, F.: Vida del Excmo. Sr. D. Joaquín María López, Fiscal del Tribunal
Supremo de Justicia. Madrid: Manuel Minuesa, 1857.
Domene Verdú, J. F.: “Joaquín María López, tras el 150 aniversario de su
muerte”. En Villena: Revista anual. Diciembre de 2006, nº 56. pp. 207-
210.
García Martínez, S.: “D. Joaquín Mª López y La Laguna”. En Villena: Revista
anual. Septiembre de 1964, nº 14
González-Deleito y Domingo, Nicolás: “Biografías de Abogados famosos: D.
Joaquín María López”.- En Boletín del Ilustre Colegio de Abogados de
Madrid, enero-marzo, 1963
Juan Guill, A. J.: “Don Joaquín María López, los pobres y la Virgen de las
Virtudes, Patrona de Villena”. En Villena: Revista Anual. Diciembre de
2003, nº 53. pp. 107-108.
- “Joaquín María López alcalde de Madrid”. En Villena: Revista anual.
Diciembre de 2006, nº 56. pp. 211-212.
- “Joaquín María López: Estudiante y profesor de la vetusta Universidad
de Orihuela, licenciado en jurisprudencia y abogado”. En Villena:
Revista anual. Diciembre de 2008, nº 58. pp. 62-63.
López, J. Mª: Lecciones de elocuencia en general, de elocuencia forense, de
elocuencia parlamentaria y de improvisación. Madrid: Imprenta D. M.
Gabeiras, 1849. Tomo I.
López-Tarruella, A.: “Ante el primer centenario de la muerte de Don Joaquín
Mª López”. En Villena: Revista anual. Septiembre de 1954, nº 4.
Llorens Ronda, R. Mª: “Joaquín María López en la revista ilustrada El
Semanario Pintoresco Español (1836-1857)”. En Villena: Revista anual.
Diciembre de 1998, nº 48.
Marco Ahuir, R., “Apuntes sobre la vida y la época de D. Joaquín María
López”. En Villena: Revista anual. Septiembre de 1995, nº 45. pp. 44-49.
- “Algunos apuntes sobre la descendencia de Joaquín María López y
López”. En Villena: Revista anual. Septiembre de 1995, nº 45. pp. 50-52.
Moliner Prada, A.: Joaquín Mª López y el Partido Progresista: 1834-1843.
Alicante: Instituto de Estudios Juan Gilbert, 1988.
Navarro García, J.: “Joaquín Mª López: en el 150 aniversario de su muerte”. En
Villena: Revista anual. Diciembre de 2005, nº 55. pp. 158-161.
Ortega Carmona, A.: Retórica y Derecho. Tareas del abogado. Salamanca:
Servicio de Publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca,
2008.
40
Prats Esquembre, V.: “Otro aniversario”. En Villena: Revista anual. Septiembre
de 1985, nº 35.
- “Joaquín María López, nombrado hijo predilecto de su ciudad natal”.
En Villena: Revista anual. Septiembre de 1989, nº 39.
- Joaquín María López, un líder liberal para España: su vida y su obra
política. Villena: Ayuntamiento – Alicante: Caja de Ahorros Provincial
de Alicante – Valencia: Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1991.
- “El exilio en Francia de Joaquín Mª López”. En Villena: Revista anual.
Septiembre de 1993, nº 43. pp. 26-28.
- “Honrando a Joaquín María López”. En Villena: Revista anual.
Diciembre de 2005, nº 55. pp. 153-157.
Rojas, A.: “Una publicación sobre Joaquín María López”. En Villena: Revista
anual. Diciembre de 1998, nº 48.
Sevilla Merino, A.: Joaquín María López. Alicante: Instituto de Estudios
Alicantinos, 1959.
***
41
FILOSOFÍA DE LA ELOCUENCIA.
Antonio de Capmany y de Montpalau.
Referencia biográfica
42
defensor acérrimo de los derechos del pueblo.” 14
El influyente Lord Holland tuvo una relación directa con Capmany y manifiesta
haberle oído contar diversas anécdotas sobre Felipe II y singularmente describirle los
prejuicios ocasionados por los jesuitas en la literatura. En su diario español Lady
Holland manifiesta que según el historiador catalán la decadencia de las letras españolas
coincidió con el auge de la Compañía de Jesús que había marcado a España por su
profunda ignorancia y groseros prejuicios.15
Lord Holland manifestaría en su diario que para la realización de las Cortes se puede
sacar mucho del auxilio de don Antonio Capmany. “Cuando se trata de principios de
gobierno, y aún más de lengua, es algo caprichoso y muy porfiado en sus ideas; pero
prescindiendo de que es muy buen español y tiene una pluma mordaz, en cuanto los
hechos de tiempos antiguos, y a lo que llama los franceses “recherches”, me parece que
es uno de los más útiles del día y tal vez, aun cierto punto, el padre de esa ciencia en
España.”16
14
Enric Jardí: Els catalans de les Corts de Cadis, Barcelona, 1963. Guillermo Forteza: Juicio crítico de las obras de D. Antonio
Capmany, Barcelona, 1857
15
The Spanish Journal of Elizabeth Lady Holland, pg. 153
16
Carta a Jovellanos, en Cádiz, a 31 de mayo de 1809
43
Un ejemplar de la obra de Antonio Capmany “Filosofía de la Elocuencia”
publicado en Madrid, Imprenta de Sancha, 1942, se encuentra en el Colegio de
Abogados de Madrid, R. Fondo Antiguo núm. 1355. Se trata de una nueva edición
copiada literalmente conforme a la publicada por él mismo en Londres en 1812.
Dicha obra tiene un largo prólogo en el que se hace referencia a lo que Cicerón
llamaba “Eloquentia Corporis, la pronunciación con la acción, dos calidades esenciales
del orador”. Manifiesta que la filosofía de la elocuencia es la discreción en producir con
vigor, gracia y propiedad de palabras lo que se engendra en nuestro discurso.
Alude a las lecciones de retorica traducidas del francés y del inglés y manifiesta
que no hay elocuencia sin elocución, ni elocución sin retórica “la elocuencia fue antes
que la retórica, es verdad pero debe extenderse, no el estilo, no la composición, ni una
pieza elocuente, sino dichos o rasgos sueltos, breves oraciones producidas por la sola
imaginación o pasión momentánea de hombres de buen juicio movidos de un impulso
natural.
La obra queda dividida en tres partes y dos apéndices. La parte primera se refiere
a la dicción, la parte segunda al estilo y la parte tercera a la exornación (exornar:
adornar, embellecer, engalanar, hermosear, decorar, ornamentar), conteniendo los tropos
de dicción, entre ellos la metáfora; los tropos de sentencia, entre ellos la ironía y la
alegoría; las figuras retóricas y las figuras de sentencia. Completándose la obra con un
apéndice primero referido a los lugares oratorios y un apéndice segundo referido al
estilo alegórico.
***
45
ELEMENTOS DE ELOCUENCIA FORENSE
Pedro Sainz de Andino y Álvarez
Abogado de los Reales Consejos y del Ilustre Colegio de Sevilla
Referencia biográfica
Trasladada la familia a
Puerto Real estudia en Cádiz de los
12 a los 15 años en el Colegio San
Bartolomé, antiguo Colegio de los
Jesuitas ahora seminario conciliar.
En octubre de 1798 realiza los
estudios, con aplicación y
aprovechamiento, de lógica,
metafísica, física, lugares teológicos, un año de matemáticas finalizando los mismos en
el curso 1800-1801 con el de Filosofía Moral.
46
ejercicios de los alumnos recibiendo además recibe el nombramiento de Director de la
Academia Civil de Jurisprudencia en los años 1809 y 1810, constando como abogado en
ejercicio de los Reales Consejos del Ilustro Colegio de Sevilla.
47
Lo más probable es que desde este último año hasta 1827 viviera en el
extranjero, pero en tal año reaparece su figura en Cataluña protegido por Luis López
Ballesteros. El 29 de noviembre de 1827 propuso la formación de un Código de
Comercio, cosa que el Ministerio aceptó. Escribió entonces Elementos de elocuencia
forense (publicada en Madrid, 1828), obra que alcanzó cuatro ediciones, y De los
ministros sobre el curso que debe darse al juicio de purificaciones (escrita en agosto del
mismo año), obra que no llegó a editarse en aquel tiempo y que fue luego publicada por
Federico Suárez en Documentos del reinado de Fernando VII (1968).
18
Crónica de la codificación española: Codificación mercantil, Volumen 6. Escrito por Juan Francisco Lasso Gaite
50
derecho de la Real Hacienda en los autos pendientes [...] entre su fiscal más antiguo [...]
y el [...] Duque del Infantado, sobre [...] alcabalas [...] (Madrid, 1833).
Ley de liquidación del Banco de San Carlos creado en 1782 y de creación del Banco de
San Fernando y aprobación de sus estatutos. Madrid 3 de septiembre de 1829.
Precursor del Banco de España.
Ley de enjuiciamiento sobre los negocios y causas del comercio.�Real Cédula de 24 de
julio de 1830. Completa y desarrolla el Código citado.
Proyecto de organización de todos los Ministerios presentado a S.M. 21 de Noviembre
de 1830.
Proyecto de Código Criminal. Madrid 31 de mayo 1831. No llegó a ser validado por su
enemistad con algunos personajes de la época.
Ley de Bolsa. Real cédula de fundación de la Bolsa de Madrid, de 10 de septiembre
1831. Primera Bolsa de Valores de nuestro país.
Real Decreto de creación del Ministerio del Interior. Madrid 9 de Noviembre de
1832.�
Exposición reservada al Rey sobre el muy crítico y peligroso estado del reino. 14 de
noviembre de
1832.
Exposiciones a la Reina Mª Cristina. Exposiciones y dictámenes reservados sobre
asuntos de estado, fuerzas cívicas, auxilio extranjero y mejoras de Hacienda. Papeles
reservados de Fernando VII. Diciembre de 1833.
***
19
GIL NOVALES, Alberto: Las Sociedades patrióticas, Madrid: Tecnos, 1975.
RUBIO, Jesús: Sainz de Andino y la codificación mercantil, Madrid, 1950.
51
“LECCIONES Y MODELOS DE ELOCUENCIA FORENSE”.
Francisco Pérez de Anaya. Obra editada en Madrid en 1848.
52
En el tercer tomo incluye las siguientes biografías y documentos jurídicos:
Manuel Pérez Hernández, Manuel Cortina, Antonio María Rubio, Joaquín María López,
Francisco de Paula Suazo, Manuel de Seijas Lozano, Juan Antonio Rascón, Florencio
Gómez Parreño, Gonzalo Fernández de Heredia y Begines de Los Ríos.
54
Lecciones de elocuencia en general, de elo-
cuencia forense, de elocuencia parlamentaria
y de improvisación/escritas por Joaquín Ma-
ría López.- Madrid: Imprenta de M. Gabeiras,
1849-1850.- 2 v. Biblioteca del Icam20
20
De la obra reproducida a continuación, sólo se contempla la parte correspondiente a la
Elocuencia forense, lecciones XIV al final, p. 199-381, del tomo primero de dicha obra.
55