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TRABAJOS DE PREHISTORIA

60, n.O 1, 2003, pp. 183 a 194

RECENSIONES Y CRÓNICA CIENTíFICA

JOSEPBALLART HERNÁNDEZ y JORDI JUAN 1 do 10 que entiende por gestión delPC (Capítulo 4), co-
TRESSERAS: Gestión del Patrimonio Cultural. Ed. menzando ya· aquí a introducirse dentro del ámbito eu-
Ariel, S.A. Barcelona, 2001, 238 pp., ISBN: 84-344- ropeo, dando el salto a las medidas y normas internacio-
6643-0. nalesen su capítulo quinto. El conjunto de estos tres
capítulos constituye también, el grueso del libro de FR.
FRANCISCA RERNÁNDEZ RERNÁNDEZ: El Patri- Finalmente, en ambas autorías se coincide en dejar para
monio Cultural: la memoria recuperada. Ed. Trea, S.L., el final la difusión del PC (Capitulo 7 de FH y 3a parte
Gijón, 2002, 462 pp., ISBN: 84-9704-036-8. de ByT).
Contrariamente a estas primeras semejanzas en
Desde 1990, la literatura científica sobre Patrimonio cuanto a organización, la diferencia de orientación,
Cultural o Histórico (PC) no ha parado de proliferar en Como se adelantaba con el título, va a hacer que las te-
España. En la actualidad, resultan cotidianas las publi- máticassean comentadas y analizadas de una manera
caciones, congresos, cursos e incluso másteres en pe. totalmente distinta en la mayoría de los casos. En rela-
Dentro de este contexto, no es de extrañar que surjan ciónconel tratamiento histórico del nacimiento del
libros intentando abarcar la temática en suconjunto (ver concepto de pe, se puede decir que ByT hacen unresu-
Campillo 1998, González-Varas 1999 o Leguina y Ba- men bastante concreto y clarificante sobre el mismo.
quedano 2000) como es el caso de los dos que aquí se Por su parte, en FR, a pesar de que se recogen práctica-
van a reseñar. Ambos de publicación reciente y bajo tí- mente todos los aspectos sobre la temática que tratan
tulos parecidos: uno, el de Ballart y Tresseras (ByT), ByT,el texto resulta bastante más denso y extenso,
haciendo énfasis en la tan citada Gestión de este tipo de aportando mayor número de datos e informaciones, re-
Patrimonio, yel otro, de Hemández (FH), haciéndolo en marcando los círculos de poder y elites intelectuales
su revalorización, esa "memoria recuperada". donde las nociones del PC que hoy tenemos se fueron
Los títulos también reflejan el enfoque que se le da gestando. Desde esta perspectiva, podría considerarse
a los contenidos: mientras el libro deBT insiste en cómo más interesante para alguien que se inicia en estos te-
debe ser la gestión del PC en el presente y futuro, el de mas, comenzar por leer ByT, para posteriormente pro-
FH,opta por el hilo histórico, haciendo hincapié en el fundizar con la lectura, algo más compleja, de FH. Pero
nacimiento de las medidas sobre el PC, centrándose en además, FH vaa dedicar prácticamente un capítulo en-
su descripción y contextualizáción. De la misma mane- tero al S. XIX español y a la introducción y desarrollo
ra, las introducciones, prólogo breve y concreto en BT, del PC en nuestro país. Este último aspecto puede con-
síntesis de contenidos en el libro de FR, dejan dara esta siderarse una de las características constantes del libro
característica. Probablemente también sea esta diferen- de FR, donde el caso español casi siempre será protago-
cia de enfoque la que haya motivado que el libro de EH nista; en cambio, ByT prefieren Una visión más global,
tenga más del doble de páginas que el de ByT. y aunque también tratan y destacan aspectos del PC en
Apesar de algunas diferencias formales, ambos tex- España, en general, vana tener miras más internaciona-
tos van a ordenar sus contenidos de manera similar. ByT les. Tanto es así, que BT cierran su visión sobre la for-
comienzan con la definición del PC y de qué entienden mación de la concepción actual del PC en el presente,
por su gestión, para continuar con el análisis histórico recorriendo todo el S. XX e incluso añadiendo una tipo-
de su origeny evolución conceptual hasta el presente (la logía de los principales modelos de museos existentes
parte). Es en esta continuación donde se puede enlazar según materias.
con el libro de FH,que aunque va a hacer una escueta Como he adelantado, los capítulos siguientes de am-
referencia al concepto de pe, prefiere que sea lahisto- bos libros, se centran en las legislaciones, gestión y or-
ria quien lo vaya definiendo (Capítulos 1 y 2). Posterior- ganizaciones principales del PC. Mientras H comienza
mente, FH vuelve a retomar dicho concepto, pero ya con la evolución hasta la actualidad de la legislación
desde una perspectiva legal, dentro de la normativa es- española, ByT prefieren hacerlo desarrollando cuáles
pañola en lo que es su capítulo tercero. Por su parte, las son las principales instituciones representantes del PC
legislaciones también son el principio del segundo apar- en todo el mundo y qué tipo de documentos emiten. La
tado del libro de ByT, aunque éste comienza dando un esquematizaciónysfntesis de instituciones ydocumen-
marco general delos organismos que directamente afec- tos de la obra de BT se agradecen, aunque quizás haber
tana la gestión del PC, pronto se pasa a las legislacio- detallado y explicado un poco más estos aspectos hubie-
nes nacionales e internacionales. Así, ByT dedican su ra mejorado su comprensión. También es de agradecer el
segunda parte, la más extensa del libro, a lo que son las listado de legislación española sobre PC que incluyen
bases de la gestión del PC. Igualmente, FH, tras tratar la estos dos autores, pero se echa en falta un mayor deteni-
normativa española, prosigue definiendo y desarrollan- miento en estas normas e incluso mayor reflexión sobre

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las mismas, para las que se alude a otro/as autores/as. FH FH se centrará especialmente en este último caso. Aquí,
tratará un poco más el caso de la legislación estatal es- las dos obras exponen multitud de ejemplosqueenri..
pañola, pero olvida las normas desarrolladas por las Au- quecen la lectura y la comprensión del texto. No obstan-
tonomías. Al tratamiento de la faceta autonómica dedi- te, se echa en falta un mayor tratamiento de la educación
ca tan sólo un breve subapartado, donde se esquematiza reglada en PC. FH trata brevemente la necesidad de
la estructuración de organismos a este nivel. mejorar la educación y pedagogía con respectoalPC, y
El final del capítulo de instituciones deByT viene a en ByT, aunque se podría desprender de la lectura de
coincidir con uno de los primeros temas que se tratan en estos últimos capítulos, no se comenta con claridad.
el siguiente de FH, ya centrado en la gestión del PC. Como vemos, la característica principal de estos li-
Ambos libros coinciden en ver que no está bien estruc- bros es que enseñan la variedad de temas que afectan al
turada la profesión de gestor dePatrimonio Arqueológi- PC. La búsqueda de un tratamiento de conjunto hace
co y recogen recomendaciones sobre cómo debería ser. que muchos aspectos queden en el tintero. A partede las
En su capítulo siguiente, ByT van a comentar cómo diferenciasen la exposición de contenidos, podemos
son y qué tipo de organizaciones gestionan el PC. Lue- apreciar que existen informaciones que un libro señala
go se tratan las principales actividades que realizan y y otro no, e incluso otras que no desarrollan ninguno de
son necesarias para el funcionamiento de estas organi- los dos. Como olvido más importante destacan todas las
zaciones. Finalmente, se ilustra con un esquema que temáticas vinculadas al expolio de Bienes culturales,
intenta ser clarificador de las funciones de estas institu- por las que se pasa.de puntillas cuando se desarrolla la
ciones. Este apartado resulta escaso, y ya que es uno de evoluci6n hist6rica del concepto de PC o cuando se co-
los fundamentales del libro, debería haber sido trata.. menta su fragilidad. Como uno de los puntos en común
do con más detenimiento. Desde este punto de vista, de.. de ambas obras que no se ha comentado con anteriori-
bemos complementar su lectura con la de la primera dad, podemos decir que el tipo de PC más utílizado para
parte de la obra, donde se define y desarrolla lo que se ejemplificar los contenidos es el Arqueológico. Proba-
entiende por gestión de PC. Dentro de este capítulo, re- blementeesto se deba a la formaci6n de las personas
sulta también interesante su concepción de museo. Es- que los escriben (se ha de recordar que FH es profeso-
tos autores opinan que la mayoría de las instituciones ra titular del Departamento de Prehistoria de la Univer-
que se consideran como gestoras de PC pueden enten- sidad Complutense de Madrid, y que por ejemplo, Ba-
derse también como museos, pues se da una concepción Ilart tiene escrito un libro con claro protagonismo del
amplia del término. Patrimonio Arqueológico (1997) De cualquier forma,
Por su parte, y retomando el libro de FH, es ahora ambas autorías son conscientes y exponen laslimitacio-
cuando trata lo que entiende por gestión del PC, y va a nes de sus obras. En su bibliografía, separada porcapí-
definir sus principales actividades, recurriendo aejem- tulos, recogen gran cantidad de trabajos relacionados
pios y citas de documentos para comentarlas. Para ter- con el pe que muestran la multiplicidad de facetas a
minaresteapartado,FH le da bastante importancia a la contemplar.
facetaecon6mica y de. rentabilidad de la gesti6n del Aún así, y para terminar, añadir que en las dos obras
Patrimonio. La financiación privada a través de las fun- están la mayoría de las claves del presente y futuro del
daciones y la aplicaci6n de la teoría del desarrollo sos- PC: aspectos como la ampliaci6n y evolución constan-
tenible, poniendo ejemplos de modelos de gestión de te de la concepción dePC, las problemáticas legales e
PCen España, sirven para justificar el cierre del capítu-. institucionales, la necesidad de una mejor formación de
lo. Hay que anotar, que aunque se hace un tratamiento especialistasengesti6n del pe y de una mayor financia-
detallado de la Ley Española de Fundaciones de 1994, ción yparticipaci6n privada, el papel preponderante del
esta parte del libro ha quedado parcialmente desfasada, turismo en el PC, los peligros de deterioro y mala utili-
puesto que desde diciembre de 2002 existe nueva legis- zación del Patrimonio, la búsqueda de un desarrollo
lación al respecto que deroga títulos y disposiciones de sostenible para estos Bienes, el aumento de la implica-
la comentada por FH. (Legislación; 1 y 2 disposiciones ción y sensibilización sociaL.. A su vez, todas estas te-
derogatorias únicas). máticas nos muestran lo difícil y complejo que es el tra-
El siguiente capítulo de ambos libros se centra en las tamiento del PC, y la necesidad de que surjan libros que
nórmativas internacionales, aunque en el caso de ByT, 10 fomenten, 10 investiguen y lo expliquen desde la glo-
corno expone el enunciado de .su apartado, se tratan más balidad. Estas dos obras pueden considerarse como
bien las políticas culturales. Aquí las diferencias son manuales sobre el tema. Y casi podemos asegurar que
más que evidentes, mientrasFH se centra en describir surgirán bastantes más en años venideros.
documentos internacionales, medidas tomadas e institu-
ciones principales para la conservación del PC, ByT BALLART, 1. 1997: El Patrimonio Histórico yArqueo-
prefieren contar los principales programas y proyectos lógico: valor y uso. I}arcelona. Ariel.
internacionales que se desarrollan con respecto al PC. CAMPILLO GARRIGOS, R. 1998: La Gestión y el
Ambos temas son igualmente interesantes, y ambos li- Gestor de Patrimonio Cultural. Ed.KR. Murcia.
bros se caracterizan por desarrollar sólo uno de ellos, GONZÁLEZ-VARAS, l. 1999: Conservación de Bienes
cuando deberían de aparecer los dos. Culturales. Teoría, historia, principios y normas.
Por último, los dos libros cierran con la difusi6n del Ed. Cátedra. Madrid.
PC. ByT van a poner el énfasis en el concepto de inter- LEGUINA, J. y BAQUEDANO, E. (eds.) 2000: Un
pretación y su aplicación al PC y en el turismo, mientras futuro para la memoria. Sobre la administración y

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disfrute del Patrimonio Histórico Español. Ed. Vi- tivos que presenta esta obra que la hacen especialmen-
sor. Madrid. te atractiva. En primer lugar, el tema que aborda es no-
QUEROL, M.A. yMARTÍNEZ DÍAZ, B. 1996: La ges- vedoso dentro de la disciplina y en el contexto español.
tión del Patrimonio Arqueológico en España. Ed. Hay algunos rasgos comunes con el que se haconverti-
Alianza. Madrid. do de hecho en un best-seller, la obra de Nigel Barley
(1991) titulada El antropólogo inocente y sus apostillas
LEGISLACIÓN Una plaga de orugas (l995),en el ámbito antropológico
Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de fundaciones. anglosajón. Entre las características comunes se en-
BOE, 310, de 27 de diciembre. cuentran el acercamiento al público general de una dis-
Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal ciplina que resulta desconocida a la vez que genera cier-
de las entidades sin fines lucrativos y de los incenti- ta curiosidad y realizada la narración con un tono muy
vos fiscales al mecenazgo. BOE, 307, de 24 de di- irónico ya la vez muy humano, la investigación reali-
ciembre. zada por personas que durante la misma experimentan
sentimientos a veces contradictorios. Los aspectos que
Alicia Castillo Mena se enfatizan, sin embargo son diferentes, así el tipo de
Dpto. de Prehistoria soporte, tipo libro de bolsillo, de estas obras, sin imáge-
Facultad de Geografía e Historia nes, hacen recaer todo el peso discursivo en el texto.
Universidad Complutense. 28040 Madrid. Co- Barley no intenta transmitir resultados antropológicos
rreoelectrónico: aliciacast@ telefonica.net en sí, no es una monografía sobre los Dowayos, sino una
desmitificación de la metodología, una muestra del pro-
ceso etnográfico, de lo que puede ser hacer antropolo-
gía de campo en contextos no occidentales hoy, tal
MaANGELES QUEROL y ALICIA CASTILLO: Entre como el análisis de Jociles (1997) pone de manifiesto.
homínidos y elefantes. Un paseo por la remota Edad de En aquel caso el gancho era lo exótico, en éste se trata
Piedra. Madrid. Museo Arqueológico Regional. Doce del descubrimiento/valoración de lo cercano. Por otro
Calles, Madrid, 2002, 113 pp., 48 Ilustraciones color., lado el monólogo de Barley queda superado por el dis-
ISBN: 84-9744-006-4. curso polifónico que Querol y Castillo ofrecen a cuatro
voces, y hasta cinco, todas ellas con mucho que contar.
Resulta difícil colocar etiquetas a un libro, sin em- No es tanto un libro sobre uno o varios aspectoscon'-
bargoes una forma de poner orden en medio del desbor- cretos ligados a la evolución humana, como en los dife-
dante número de publicaciones que de una forma u otra rentes libros de divulgación del equipo de Atapuerca
se editan relacionadas con el mundo de la arqueología. (Arsuaga 2000,2001,2002; Arsuaga y Martínez 2000;
Así aunque sea a riesgo de simplificar un poco, Entre Corbella et al. 2000), como un acercamiento a muchos
homínidosy elefantes: un paseo por la remota Edad de de los temas fundamentales de la disciplina arqueológi-
Piedra, puede considerarse un libro de divulgaciónar- ca en conjunto tomando como hilo conductor la arqueo-
queológica, aunque no sólo es eso. Efectivamente se logía prehistórica aquí y ahora, esto es en España y en
transmiten unos conocimientos básicos sobre arqueolo- concreto en la Comunidad Autónoma de Madrid. Una
gía prehistórica a una audiencia amplia tanto especiali- elección que no es arbitraria, sino que responde a una
zadacomo no especializada. Sin embargo es una narra- finalidad superar la imagen metonímica en la que recien-
ciónen forma de historia lo que nos remite a otro temente se cae: Atapuerca igual arqueología ya la inver-
género, se podría considerar una ficción arqueológica sa, la arqueología es más que eso. En segundo lugar el
situada en la actualidad. Una serie de personajes nos estilo. Tanto en el texto como en las imágenes se opta por
acercan a la arqueología prehistórica de la Comunidad el sentido del humor. Claramente el libro no sería lo
Autónoma de Madrid a través de un viaje en cierto mismo sin ellas. De hecho su autoría recae sobre dos
modo "iniciático", geográfico e intedora través de la dibujantes ya conocidos del gran público, lo que consti-
reflexión, pasando por una experiencia difícil, conocer tuye de por sí un aliciente y una novedad. La relación
las "miserias" de la situación del patrimonio arqueoló- texto/imagen se invierte, en cierto sentido, en términos
gicoen España, de laque los propios protagonistas sa- de reconocimiento, para el público son más familiares
len renovados. Se producen descubrimientos, encuen- sus dibujos que los textos de las autoras. Se trata de más
tros inesperados y. se cuenta con excelentes ayudantes de cuarenta ilustraciones perfectamente integradas en el
para llevar a buen término el viaje. Todos estos elemen- texto, en igualdad de condiciones por su tamaño y su
tos son los que contribuyen a hacer atractivo un tema colorido, que no quedan relegadas a un segundo plano.
que podría parecer al profano difícil de digerir. La lectura de las mismas es contemporánea, no es un
Un libro de estas características no surge de la nada, sentido del humor "para arqueólogos" sino "sobre ar-
por 10 que algunos antecedentes, como son las publica- queología", con elementos que son socialmente recono-
ciones previas de una de las autoras (QueroI2001), sus cibles, que forman parte del imaginario colectivo: la
temas de investigación, su vocación didáctica y divul- presencia de Indiana Jones, Atapuerca, así como otros
gadora,su opción por el feminismo practicante, eran el referentes actuales y cercanos. Todo ello con un cierto
anuncio de lo que hoy se concreta en estas páginas e tono "iconoclasta" desde la portada el mono como refe-
ilustraciones. rente no el hombre a la inversión de roles, desaparecien-
Creo que merece la pena destacar los aspectos posi- do la imagen de la mujer prehistórica arrastrada por el

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pelo hacia ·la cueva, mostrando en su lugar una mujer Se abordan cuestiones ligadas a la arqueología prehis-
prehistórica en acción y que va por delante, frente a la tórica de la Comunidad de Madrid, a la Arqueología en
habitual posición inmóvil y semiescondida (Gifford- España, .al Patrimonio Arqueológico, a la disciplina ar-
González 1993). Tampoco aparece ninguna eSCena de queológicaen general, a la divulgación arqueológica, a
familia de las habituales en la iconografía prehistórica la museología, a la interpretación, a los investigadores
(Moser 1998), salvo la línea evolutiva del hombre. españoles frente a los del otro lado del charco y por su-
Esto no es la tónica en la divulgación arqueológica puesto a la sociedad española contemporánea.
española, pues se tiende a infravalorar el potencial di- Entre ·los aspectos negativos habría que señalar el
dáctico de la imágenes, así podemos encontrarnos con formato un libro de gran calidad y tamaño, pero poco
una reciente traducción de un libro de divulgación ar- manejable, aunque probablemente en una versión más
queológica (Bahn 1996) que se ha visto privado de todas reducida y económica los dibujos perderían parte de su
las ilustraciones "poco serias" (Bahn 1998) enla versión atractivo. La bibliografía final que se recomienda es
española. Cuando incluso la ironía como recurso litera- adecuada y breve, pero tal vez demasiado .cerrada, cir-
rioen el discurso arqueológico más especializado es cunscrita alterna de la evolución humana ¿por quétrun-
cada vez más habitual (Johnson 2000), también en este car al final las expectativas una vez suscitada la cu-
caso se han suprimido los chistes gráficos, encontrando riosidaddel lector cuando todo el texto ha sido tan
ya algunos antecedentes en la década de los ochenta (ver sugerente y aperturista temáticamente?
el monográfico sobre arqueología y humor de la revis,. Ciertamente es una visión muy personal con la que
ta Cambridge Archaeological Joumal 1992 y Femández se puede estar o no de acuerdo, pero desde luego no deja
1997). Sigue habiendo cierto recelo en la divulgación, indiferente.
tal vez por miedo a latrivialización, si bien se puede caer
igualmente en ella con un discurso aparentemente cien- ARSUAGA, J.L. 2000: El collar del neandertal. En
tífico. Los libros de divulgación arqueológica caracteri- busca de los primeros pensadores. Nuevas Edicio-
zadospor la presencia de ilustraciones y gran sentido del nes de Bolsillo. Barcelona.
humor son en su mayoría traducciones de originales in- 2001: El enigma de la esfinge: la causa, el curso y el
gleseso franceses (Farman 2000, Deary 1999) o aún proceso de la evolución. Plaza y Janés. Barcelona.
están sin traducir (Baudel 1997, ver Malam 2002). En 2002: Los aborígenes: la alimentación en la prehis-
este sentido llama la atención un interesante libro de toria. RBA.Barcelona.
reciente aparición destinado a los más pequeños, que ARSUAGA, J.L. MARTÍNEZ, I. 2000: La especie ele-
opta sin embargo por el formato de sólo texto cuando el gida. La larga marcha de la evolución humana.
propio título ya pide ilustraciones (Clottes 2002). Nuevas Ediciones de Bolsillo. Barcelona
Siguiendo con cuestiones estilísticas plantear la na- BAHN, P. 1996: Archaeology. A very short introduc-
rracióndesde un punto de vista subjetivo en concreto tion. Oxford. Oxford University Press.
desde la mirada de las arqueólogas, me parece doble- 1998: Introducción a la Arqueología. Acento. Ma-
mente rompedor, por un lado Se atribuye un sujeto a drid.
quien investiga, interpreta, divulga etc. no se trata de BARLEY, N. 1991: El antropólogo inocente. Anagra-
inercias, las cosas están ahí, sino que son personasquie- ma. Barcelona.
nes hacen posible que lleguemos a tener algunos cono- 1995: Una plaga de orugas. El antropólogo inocente
cimientos sobre las sociedades del pasado. Por otro lado regrt;saa la aldea africana. Anagrama. Barcelona.
que sean arqueólogas las protagonistas supone sacudir- BERMUDEZ DE CASTRO, 1.M. 2002: El chico de la
se algunos tópicos literarios, cinematográficos y socia- gran dolina. En los origenesde lo humano. Crítica.
les fuertemente anclados en nuestro imaginario. En éste Barcelona.
la investigación arqueológica está indisolublemente li- BOUDRAL, J. y PAUL, L. 1997: Les origines de
gada al científico de bata blanca o a su alter ego el aven- l"lwmme. e "est pas tout de faire le singe! Gallimard
turero (Zarmati 1995, Du Cross1999), cuando en la Jeunesse. France.
práctica la presencia de arqueólogas es cada vez más CONKEY, M. 2002: "Expanding the archaeological
numerosa. Esta crítica también es explícita en el texto. imagination". Reseña de A.Praetzellis, 2001: Dea-
Insistiendo como señalaba antes en el potencial di- th by theory: a tale ofmystery and archaeological
dáctico de la literatura arqueológica no sólo especiali- theory; SM. Nelson, 1999: Spirit bird ]ourney;P.
zada, tal como algunas autoras sugieren (Conkey 2002, Bleed, 2000: National treasure. American Antiqui-
Joyce 2002), este texto permite múltiples lecturas: la ty 57(1): 166-168.
lineal del texto completo, las viñetas, las cajas de infor- CLOTTES, J. 2002: La prehistoria explicada a mis nie-
mación condensada, los títulos y textos reSumen, se tos. Debolsillo. Barcelona.
convierten un instrumento de gran utilidad. Se trata de CORBELLA, J.; CARBONELL, E.; MOYÁ, S. y
poder diversificar las fuentes para conocer mejor la dis- SALA, R. 2000: Sapiens. El llarg camf cap a la
ciplina. En este sentido el público general ese término intel.lencia. Edicions 62. Barcelona.
tan vago en el que todo cabe, puede concretarse en es- DU CROSS, H. 1999: "Popular notions of Australian
tudiantes de arqueología, pero también de otras discipli- Archaeology". ]ournal of Australian Studies 62:
nas, escolares y "mayores sin reparos". 190-197; 260-261.
En cuanto al contenido supera ampliamente lo que el FARMAN, 1. 2000: La superbreve historia de la Edad
título y el subtítulo, aunque orientan bastante, sugieren. de Piedra. Molino. Barcelona.

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DEARY. T. 1999: Esa salvaje Edad de Piedra. Molino. damentado las bases para interpretar buena parte de la
Barcelona. Protohistoria de la Meseta.
FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, V.M. 1997: "Desenterran- En 1981 Y 1982, González-Tablas realiza sondeos
do la risa: una aproximación a la arqueología yel en el poblado, con los que argumenta su Tesis Docto-
humor". CompllJtum 8: 355-368. ral (1) defendida en 1983.En 1985 completa dicho tra-
GIFFORD-GONZALEZ, D. 1993: "You can hide, but bajo con una nueva campaña. Las memorias de estas
youcan't ron: representations of women'g work in tres actuaciones son las publicadas en la monografía
illustrations of Palaeolithic". Visual Antropology que ahora nos ocupa. Sus trabajos continuaron con la
Review 9(1): 23-41. excavación en 1987 y 1988 del sector necrópolis, cu-
JOCILES, M.I. 1997: "Nigel Barley y la investigación yos resultados se dieron a conocer en los años siguien-
etnográfica". Política y Sociedad, 24: tes (González-Tablas y Arias 1989; González-Tablas
JOHNSON, M. 2000: Teoría arqueológica. Una intro- 1990). Mientras, se estudian y catalogan algunos ma-
ducción. Ariel. Barcelona. terialesde las primeras actuaciones (Armendáriz 1989)
JOYCE, R.A. 2002: The languages 01 archaeology. y se dan a conocer objetos metálicos procedentes de
Blackwell.Oxford. remociones dandestinasen el sitio (González-Tablas
MALAM, J. 2002: "Turning the pages of history. Hoo- et al. 1991-92). El estudio del nivel IIl, documentado
king the children on history factsand fiction." Cu- en extensión mediante la campaña de 1985 fue reali-
rrent Archaeology 182: 77. zado, finalmente, por Domínguez para su Memoría de
MOSER, S. 1998: Ancestral images: theiconography of Licenciatura (2), defendida en 1993.
human origines. Cornell University Press. Stroud La monografía que acaba de aparecer constituye
Sutton. pues la publicación in extenso de trabajos que hanper-
QUEROL, MaA. 2001: Adán y Darwin. Síntesis. Ma- manecido largo tiemporelegados al ámbito académico,
drid. de modo que hasta el momento sólo se conocía de las
VV.AA. 1992: Archaeological ReviewIrom Cambridge modernas actuaciones en Los Castillejos la interpreta-
11 (2). ción de su secuencia (González-Tablas 1989, 1991), un
ZARMATI, L. (1995): "Populararchaeology and the perfil estratigráfico del sondeo en la muralla (González-
archaeologist as hero". En J. Balmy W. Beck (eds.): Tablas et al. 1986: 118) y la publicación del sector ne-
Gendered archaeology. The Second Australian Wo- crópolis (González-Tablas 1990).
men in Archaeology Conference. Australian Natio- El volumen se estructura así, tras una breve introduc-
nal University. Camberra: 43-47. ción (Capítulo I), como presentación de las memorias
de excavación de las campañas de 1981 y 1982 (Capí..
Ana M8 MansillaCastaño tulos n y IrI), con unas rápidas consideraciones sobre el
Dpto. de Prehistoria. material arqueológico y la estratigrafía que apoyaron el
Facultad de Geografía e Historia. trabajo doctoral del primer firmante de la obra (Capítu-
UniversidadComplute.nse. 28040 Madrid. Co- los IV y V). A continuación se presenta la documenta-
rreoelectrónico: anamansillac@hotmail.com ción de la campaña de 1985, apartado que ocupa más de
la mitad del volumen (Capítulos VIy VII), tras 10 cual
se aportan las interpretaciones de los autores sobre la
cronología del conjunto (Capítulo VIII) y unas conclu-
siones históricas (Capítulo IX).
FRAl'{CISCO JAVIER GONZÁLEZ-TABLAS y A. A partir de la documentación aportada, puede hacer-
DOMINGUEZ CALVO: Los Castillejos de Sanchorre- se una valoración crítica de los trabajos realizados, pues
ja (ÁvUa): Campañas de 1981, 1982 Y 1985. Acta Sal~ hasta ahora no se ha podido considerar la base empíri-
manticensia. Estudios Históricos y Geográficos, 117, ca con que se han construido las interpretaciones de Los
Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 2002, Castillejos.
256 pp., 84 figs., 110 gráfs., ISBN: 84-7800-776-8. La campaña de 1981 se realizó para comprobar la
lectura estratigráfica de Maluquer (1954) y consistió
Es éste un trabajo esperado desde hace tiempo, y con en un sondeo intramuros perpendicular a la muralla de
seguridad será acogido con expectación por lacomuni- 12 m2 (Sector 1) junto a otro sondeo de 16 m2 en una
dad científica, pues el yacimiento de Los Castillejos, en vivienda (Sector IV, Sa-18). En 1982 se excavaron 8
Sanchorreja, es un hito historiográfico yal mismo tiem- m2 en SR-1, mientras que la campaña de 1985 afectó
po un gran desconocido. al nivel In en extensión en unos 84 , de modo que
No es poco el trabajo realizado sobre este sitio. Des- el área total afectado por estas actuaciones no supera
cubierto en 1929 por Claudio Sánchez Albornoz durante
una cacería, realizó en él las primeras catas en 1930. De
1931 a 1934 Enrique Ma de Navascués y Emilio Camps (1) González-Tablas, F. J. (1983): Los Castillejos de Sancho-
Cazorla dirigieron las excavaciones oficiales en el ya- rreja y su incidencia en las culturas del Bronce Final y de la Edad
del Hierro de la Meseta Norte. Tesis Doctoral inédita, Oniversidad
cimiento. La publicación de dichas campañas tuvo que de Salamanca.
esperar hasta finales de los años cincuenta (Maluquer de (2) Domínguez Calvo, A( 1993): El nivel Uf de Sanchorreja:
Motes 1958) y sobre la coherente interpretación, poco Estudio del material y análisis de contexto. Memoria de Licencia-
contextualizada,que pudo realizar Maluquer se han fun- tura inédita, Universidad de Salamanca.

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188 RECENSIONES Y CRÓNICA CIENTÍFICA

los 120 m2 .Se trata de una superficie excavada muy Tras la lectura de esta obra y su integración en el
modesta, pues los trabajos se orientaron a resolver debate sobre la secuencia histórica del Bronce Final y
problemas relativos a la secuencia, no a caracterizar Primer Hierro en la Meseta, se puede concluir que tene-
cada uno de los depósitos. mos serios problemas para cotejar contextos arqueoló-
En cuanto a la lectura de la secuencia, esta no varía gicos obtenidos según distintos objetivos y con distin-
respecto aloyaconocido. La estratificación consta de tas metodologías de búsqueda. Las limitaciones del
seis niveles, desde el inferior o Nivel VI, anterior y dis- método arqueológico son patentes si pretendemos com-
tinto a Cogotas 1, al que se superponen sin ruptura los parar la información de los sondeos estratigráficos en
niveles V y IV datados en el Bronce Final, hasta los ni- Los Castillejos con otras lecturas de registros coetáneos,
veles III y II que se adscriben al Hierro Antiguo. a la escala que sea.
Dadas las características de las excavaciones, de lec- Mientras no dispongamos de más secuencias estra-
tura estratigráfica vertical en catas con testigos interme- tigráficas y dedataciones de radiocarbono para estos
dios, se carece prácticamente de referencias espaciales contextos dispares y diacrónicos, y mientras el análisis
y funcionales, y resulta arriesgado sacar conclusiones no dé el salto a la escala del poblamiento regional, será
sobre aquellos contextos de los que apenas poseemos prudente reconocer nuestra ignorancia sobre las cuestio-
información. Por ello hay un clarocantraste en la obra nes básicas que tiene planteadas la investigación de esta
entre el somero y poco documentado tratamiento de los realidad histórica.
estratos anteriores al nivel III, y el estudio exhaustivo de
este rico depósito intacto, acompañado de abundantes ARMENDÁRIZ MARTUA, J. 1989: "Estudio de los
figuras y resúmenes gráficos. materiales de Sanchorreja procedentes de excavacio-
Merece unas consideraciones especiales la interpre- nes antiguas", Cuadernos Abulenses, 12: 71-126.
tación del nivel VI, atribuido al Calcolítico Final o PABIÁN GARCÍA, J. E 1993: "La secuencia cultural
Bronce Inicial. Apesar de la parquedad de información, durante la Prehistoria reciente en el sur de la Mese-
opino que los materiales ahora publicados, con cerámi- taNorteespañola",Actas 1° Congresso de Arqueo-
cas lisas de carenas altas, labios con digitaciones y un- logia Peninsular. Trabalhos deAntropologia e Etno-
gulaciones, perfiles en 's' o fondos planos, en nada se logia, Vol. XXXIII, Fasc. 1-2: 145-76.
parecen al repertorio cerámico calcolítico, del mismo - 1999: "La transición del Bronce Pinalal Hierro 1 en
modo que el emplazamiento de Los Castillejos, a 1550 el sur de la Meseta Norte. Nuevos datos para susis-
m de altura, no responde al modelo de poblamiento cal- tematización.", Trabajos de Prehistoria 56 (2): 161-
colifico en la región. El material de este nivel, como los 80.
autores intuyen, parece concordar mejor con el del GONZÁLEZ-TABLAS, E J. 1989: "Los niveles supe-
BronceAntiguo regional, o grupo Parpantique, según el riores de Sanchorreja. La Primera Edad del Hierro en
r~gistro material reconocido en El Castillo (Cardeñosa, el borde meridional de la Meseta.", Trabajos de Pre-
Avila) publicadopor Naranjo (1984). historia 46: 117-28.
El tipo de asentamiento serrano, en ambientesinhós- - 1990: La necrópolis de "Los Castillejos" de Sancho-
pitos de altura está bien representado en )lnos cuantos rreja. Su contexto histórico. Acta Salmanticensia.
yacimientos de este grupo en la Sierra de Avila y Serro- Estudios Históricos y Geográficos 69. Salamanca,
ta, donde encont~amos alguno, así El Picote de los Mo- ~991: "Los Castillejos (Sanchorreja)", Museo de
ros (Muñotello, Avila) con una potente muralla {Fabián Avi~a 1986/1991. Exposición del Museo Provincial
1993), como parece ocurrir en esta primera ocupación de Ayila (Mayo-Julio 1991), Ávila: 28-32.
de Los Castillejos. GONZALEZ-TABLAS, E J.y ARIAS, L. 1989: "Sobre
Las fechas de l4Casociadas a ese nivel de base, las la cronología de los calderos de bronce con remaches
únicas disponibles para el yacimiento, indican además enelcentro de la Cuenca del Duero". Actas do 1 Co-
esta misma cronología de finales del tercer milenio cal loquio Arqueologico de Viseu, voL 2,Cole~ao ser e
AC. estar) Viseu: 271-274.
La estratificación en Sanchorreja, según la lectura GONZALEZ-TABLAS, EJ.;ARIAS, L. y BENITO, J.
ahora publicada, evidencia una acumulación de sedi- M. 1986: "Estudio de la relación relieve/sistema de-
mentos antropogénicos continua desde Cogatas Iavan- fensivo en los castros abulenses (fines de la Edad del
zado hasta el Hierro Antiguo pleno, por lo que no exis- Bronce-Edad del Hierro)", Arqueología Espacial 9,
te un paquete sedimentario correspondiente aese grupo 113-25.
del Soto formativo o Bronce Final local que empieza a GONZÁLEZ-TABLAS, EJ.; FANO, M.A. y MARTÍ-
detectarse en la región (Fabián 1999). Tal vez seamos NEZ, A. 1991-92: "Materiales inéditos de Sanchorre-
incapaces de detectarlo, pues nos guiamos por los ele- ja procedentes de excavaciones clandestinas: un in-
mentos minoritarios que definen esa entidad arqueoló- tento de valoración", Zephyrus XLIV-XLV: 301-29.
gicaen otros contextos. MALUQUER DE MOTES, J. 1958: El castro de Los
Puede que Los Castillejos, un enclave de considera- Castillejos de Sanchorreja. Á vila, Seminarioge Ar-
ble extensión y presencia física, un lugar central, bien queología de la Universidad de Salamanca, Avila-
permeable a los objetos e ideas orientalizantes, según se Salamanca.
argumenta en la obra, no participara de los mismos ele- NARANJO GONZÁLEZ, C. 1984: "El Castillo de Car-
mentos de cultura material depositados en las almarchas deñosa. Un yacimiento}le los inicios de la Edad del
y pequeños enclaves agrarios del valle. Bronce en la Sierra de Avila (Excavaciones realiza-

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RECENSIONES y CRÓNICA CIENTÍFICA 189

das por J. Cabré en 1939)". Noticiario Arqueológi- sencia de determinados recursos naturales con un poten-
co Hispano 19: 35-84. cial aprovechamiento económico -vegetación silvestre,
cultivos o capacidad de los suelos para los mismos, fau-
Antonio Blanco González na salvaje o existencia de pastos para ganado domésti-
Dpto. de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueo- co, recursos minero-metalúrgicos, etc.-. Se estudia la
logía. evolución del poblamiento humano, su presencia y con-
Cerrada de Serranos sIn. 37002 Salamanca. tinuidaden el espacio y el tiempo, cómo se relaciona
Correo electrónico:ablancoglez@hotmail. com con el medio a través del aprovechamiento de los recur-
sos naturales disponibles y el modo en el que lassocie-
dades se apropian del medio y de tales recursos y bus-
can su control,su territorialización. Resulta igualmente
ALONSO RODRÍqUEZDÍAZy JUAN JAVIERENRÍ- fundamental entender esta región como un sistema
QUEZ NAVASCUES: Extremadura tartésica. Arqueo- abierto, relacionado con las regiones y comarcas colin-
logía de un proceso periférico. Barcelona, Bellaterra dantes e integrándose en un marco referencial másam-
(Arqueología), 2001, 366 pp., ISBN: 84-7290-174-2. plio en el que Extremaduraconstituye una "periferia".
Pero este término no 10 entienden como una simple área
Nos encontramos ante una condensada y completa de expansión o difusión, sino como un espacio de tran-
síntesis del actual estado de las investigaciones sobre la sición y confluencia. De acuerdo con las tendencias
Protohistoria extremeña realizadas por dos reconocidos más extendidas en los estudios protohistóricos actuales,
especialistas en la materia. Sus trayectorias profesiona- pretenden analizar esta área como una "esfera de inte-
les y científicas les han conferido un bagaje de conoci- racción", una "periferia", respecto aun "centro" -el Su-
mientos y experiencias cuyas reflexiones, apuntadas en roeste- y el marco general de las relaciones atlántico-
otros trabajos anteriores, se exponen y sistematizan en mediterráneas.
este volumen. Con base en estos planteamientos, los autores nos
La obra se asienta sobre un análisis "procesual" de la ofrecen en los siete capítulos que formae1 volumen un
Prehistoria reciente y la Protohistoria de Extremadura, recorrido por el proceso de poblamiento en Extremadu..
calibrando los elementos de continuidad y ruptura que ra desde la Prehistoria reciente hasta época romana.
pueden observarse a través de fuentes arqueológicas, Comienzan con la exposición de los argumentos que, a
paleoeconómicas, escritas -cuando las hay- ode otra partir de la geografía fundamentalmente, defienden el
índole que se aprecian en las comunidades que allí ha- carácter transicional y fronterizo de la actual Extrema-
bitaron entre el III y el II milenio a.C. Aunque el obje- dura. Se definen asimismo, con argumentaciones de
tivoprimordial del estudio lo constituyen las sociedades idéntica procedencia, las dos grandes áreas geográficas
de la primera mitad del primer milenio a.C. -las desa- que pueden discernirse en las tierras extremeñas. La
rrolladasen "época tartésica"-, los autores justifican la primera, la cuenca media del Tajo, se caracteriza por
necesidad ampliar la perspectiva temporal en su inten- suelos agrícolamente pobres, adehesados, con un paisa-
ción de ponderar los diversos particularismos que obser- je de vocación agro-ganadera, desde el punto de vista
van en la Protohistoria de la región. Según ellos, la ten- económico, con accesos y comunicaciones con la Me-
dencia globalizadora enJasexplicaciones históricas han seta y con gran potencialidad de recursos minero-meta-
marginado los fenómenos particulares, produciendo en lúrgicos. La segunda, la cuenca media del Guadiana,
ocasiones visiones que a menudo son frecuentemente presenta una elevada potencialidad agraria, excelentes
contradichas por el registro arqueológico disponible. comunicaciones -sobre todo con el sur- y un elevado
Este enfoque encuentra su justificación última en la re- potencial de recursos minero-metalúrgicos.
lación que establecen entre las sociedades humanas y la Se aprecia una continuidad general en el poblamien-
relación estrecha que mantienen con el medioambien- to desde el Calcolítico, con un progresivo control del
te en el que desarrollan sus actividades y sus vidas. territorio y los recursos, sobre todo desde la Edad del
Consideran Extremadura como una tierra de contrastes, Bronce, con la plena integración en los circuitos del
de diversidades, desde el punto de vista medio-ambien- Suroeste, que acelerarán los procesos de cambio so-
tal. Las sociedades que se integran en ese medio no pue- cioeconómicos, generando la aparición de las primeras
den escapar de esta peculiaridad. Por 10 tanto, genera- sociedades de jefaturas. El aprovechamiento de los re-
lizar 10 diverso conllevaría riesgos excesivos en el cursos minero-metalúrgicos se convierten en el princi-
análisis histórico-arqueológico. Es por todo ello que pal argumento que determinará las relaciones de perife-
proponen el estudio del proceso de estas comunidades ria de estos territorios con las áreas colindantes que
en el tiempo para entender cómo se caracterizaban du- generan la demanda durante el Bronce Pleno y Final,
rante el período "tartésico". integrándose en las redes del denominado "Bronce At-
El análisis se centrará en la terna poblamiento-eco- lántico" ,con un peso predominante de las relaciones
nomía-territorialidad, desde la que se abordará igual- con el Suroeste-Atlántico, que no excluye los vínculos
mente el problema del desarrollo y evolución de las con la Meseta y el propio sur. El control sobre el terri-
desigualdades sociales. El medio ambiente se constitu- torio y los recursos se incrementa y las jefaturas se con..
ye como el marco inevitable del estudio, bien como solidan por la propia necesidad de control de aquellos,
mero relieve orográfico con determinadas característi- reflejándose arqueológicamente en las estelas -de con-
cas físicas, bien como constatación de la presencialau- trovertida interpretación-y la orfebrería.

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190 RECENSIONES y CRÓNICA CIENTÍFICA

En época tartésica se rompe definitivamente la ba- meña, integrando los hitos ineludibles de la misma
lanza Portugal/Suroeste-Atlántico y Suroeste-Medite- -como los yacimientos de Medellín y Cancho Roano y
rráneo a favor de ésta última alternativa, que ve crecer obras como las deAlmagro-- Gorbea El Bronce Final y
su peso desde el siglo VIII a.C. Las estrategias para el el Período Orientalizante en Extremadura, Madrid,
control del territorio y de los medios de producción y los 1977- con otras referencias no menos importantes y
recursos se incrementan, creciendo asimismo las des- quizás menos difundidas. Notables son los esfuerzos
igualdades en el seno de las sociedades dejefaturas por realizados por conjugar diversas fuentes de información
la cada vez más pujante posición de las edites. A raíz de disponibles para la reconstrucción del proceso históri-
la reestructuración económica que se aprecia tras la lla~ co, especialmente lasque permiten una aproximación al
mada "crisis del siglo VI a.C." se inicia el declive de las medio natural y a las estrategias económicas adoptadas
estructuras que se venían desarrollando desde el Bron- por las diferentes comunidades protohistóricas. Ponen
ce, constituyendo el germen de los distintos grupos que en evidencia muchas de las incógnitas que plantea la
encontrarían los romanos a su llegada a la Península. De Protohistoria extremeña, como los períodos "oscuros"
modo similar a como pudo ocurrir en Andalucía, los sis~ de transición al Bronce Pleno, entre el 1700 Yel 1500
temas económicos se reorientan hacia una intensifica- a.c., oel tránsito del II al I milenio a.C. Subrayan asi-
ción del aprovechamiento de los recursos agro-ganade- mismo las carencias de información sobre el pobla-
ros, en función de las posibilidades medio-ambientales. miento y las propias características del medio y sus usos
Cobra un papel importante el control de la tierra para económicos, mucha de ella perdida irremediablemente
estos usos, resultando fórmulas de apropiación diversas por la deforestación y la intensa actividad agrícola de la
que responderían a estrategias de poder igualmente di- región.
ferentes. Se forma así una especie de sistema dual de Sin llegar a unaexhaustividad que podría ser tedio-
apropiación y organización del territorio y de los recur- sa, exponen las controversias y variadas opiniones so-
sos formado por las llamadas "aristocracias rurales" bre los numerosos temas. Así la polémica sobre Cancho
frente a los oppida", fenómeno urbano que acabará
H Roano y la significación socio-cultural, económica e
consolidándose posteriormente. ideológica del complejo, las interpretaciones sobre las
La existencia de estas aristocracias rurales explican, estelas del Suroeste, la orfebrería de filiación "tartési-
según los autores, complejos arquitectónicos como el ca", son algunos de los aspectos tratados a 10 largo de
de Cancho Roano, La Mata de Campanario o las es- sus páginas.
tructuras tumulares localizadas en el entorno de La Al conocimiento de la problemática in situ, genera-
Serena y las Vegas Bajas del Guadiana. La segmenta- do por la propia actividad investigadora de los autores,
ción del poder que seguiría al fin de la demanda tar- se une una completa y selecta bibliografía que constitu-
tésica de metales tras la consabida "crisis del siglo VI ye una magnífica guía sobre la historiografía al respecto
a.C." daría lugar a la aparición de "células de poder" desde sus primeros momentos hasta la actualidad. Aun-
aristocráticas afincadas en estos "palacios rurales". que fuera del ámbito geográfico central del trabajo, se
Desde estas células se controlaría exhaustivamente la echan en falta algunos títulos y planteamientos recien-
producción y el medio, a través de fórmulas clientela- tes sobre Tartessos en Andalucía occidental, en cuestio~
res o de servidumbre, legitimados probablemente por nes más puntuales pero no exentas de polémica como la
principios ideológicos y religiosos de tradición orien- controvertida "crisis del siglo VI a.C.", el carácter de la
talizante. Esta peculiar dialéctica campo-ciudad será presencia cartaginesa en la Península Ibérica antes de
resuelta con el colapso de este sistema aristocrático y los Bárcidas o el propio uso de términos como "fenicio"
verá surgir, tras la llamada "recuperación del siglo V o "púnico".
a.C.", el mundo urbano que supone la "cultura de los A pesar de las evidentes virtudes de la obra y del tra-
castros". tamiento tan enriquecedor que aplica en servicio de la
Los cambios generados en el sistema de relaciones reconstrucción histórica, conviene observar una cierta
interregionales realimenta el carácter diverso y fronte- prudencia por la importancia considerable que se le
rizo de Extremadurapasando a ser, en palabras de los otorga al papel del medio ambiente en el desarrollo de
autores, "una 'periferia tartésica' a una atomizada 'pe- los procesos, sin negar la relevancia del mismo.
riferia céltica' ". La investigación, a partir de los tes- El panorama que presenta es, sin lugar a dudas,pro-
timonios contenidos en las fuentes clásicas -funda- metedor y alenta el desarrollo de las investigaciones
mentalmente, Estrabón y Plinio- intenta, con muchas protohistóricas en otras áreas-tanto "centrales" como
controversias y dudas, dotar de personalidad arqueoló- "periféricas"- que permitan ir completando un complejo
gica determinados grupos o "círculos culturales" -el entramado que, no nos engañemos, será difícilmente
"vettón-lusitano", el "céltico" y el "túrdulo-turdetano"- comprensible si nos empeñamos en observarlo con una
. La diversidad que ofrecen muestran elementos de con- perspectiva excesivamente acotada.
tinuidad con el pasado, pero también grandes signos de
nuevos vientos, con influencias cada vez mayores pro- .luan Ignacio Vallejo Sánchez
cedentesde la .Meseta. Constituyen el germen urbano Area de Arqueología
sobre el que Roma estableció su organización territorial Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de
y la "romanización" de las comunidades indígenas. Cádiz.
En resumidas cuentas, el libro ofrece al lector una Avenida Gómez Ulla sIn. 11002 Cádiz.
interesante y completa guía sobre la Protohistoria extre- Correo electrónico: juan.vallejo@uca.es

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GILLIAN CARR y SIMON STTODART: Celts fmm calle que en los museos yen la academia, y desde lue-
Antiquity. Antiquity Publications Ltd. (Antiquity Papers go eso tiene que ver mucho con la construcción de iden-
2). Cambridge, 2002, 338 pp., ISBN: 0-9539762-1-1. tidades en la vieja Europa. Dentro del juego identitarío
los celtas siguen ejerciendo una gran fascinación. De
La revistaAntiquity es, en mi opinión, la más influ- hecho los artículos recientes que verdaderamente abor-
yente e importante en el contexto de la arqueología eu- dan el celtismo se limitan en Antiquity a la famosa, in-
ropea - cabría añadir probablemente también en el de la teresante y orientadora, polémica ya citada de los Me-
mundial- yen sus 75 años de historia ha publicado una gaw versus eoUis y James en los años noventa, de la que
buena parte de los artículos de mayor impacto en la Pre- espero estemos simplemente en una tregua. El resto de
historia de Europa. Para conmemorar este preciadoani- contribuciones, aún tocando cuestiones célticas, se cen-
versario,por un lado se ha publicado un amplío dossier tranen temas de la Edad del Hierro
con múltiples miradas y valoraciones en la propia revis- Se reconoce incluso, en la introducción general, que
ta (Malone y Sttodart 2002) y por otro se ha iniciado una la revista británica no ha prestado demasiada atención
serie nueva, recopilando trabajos aparecidos a lo largo a la Edad del Hierro europea o para ser más exactos y
de todo ese tiempo agrupándolos por temas concretos. asépticos al primer milenio a. C. , apenas entre un 3%
El primer volumen publicado fue sobre el paisaje (Stod- y poco más del 5% según los editores de la misma. Y
dart 2000) y el segundo es el que aquí comentamos so- en los últimos J 5 años se ha producido un ligero des-
bre los celtas. Esto constituye por otra parte un indica- censo que Carr y Stoddart relacionan con la aparición
dor de la importancia creciente de la historiografía de nuevas revistas como Oxford Journal of Archaeo~
arqueológica. logy (desde 1982) y Joumal of European Archaeolo-
El título del libro juega con el doble significado, los gy (desde 1993, luego rebautizada como European
celtas de la antigüedad y los aparecidos en la prestigiosa Journal of Archaeology). Aunque en esta última tam-
revista británica, de manera acertada ya que ciertamente biénse puede constatar la escasa atención a ese perio-
Antiquity ha acogido en sus páginas trabajos relevantes do interesantísimo de la Prehistoria europea: solo un
y especialmente algunos fundamentales en el debate 20% de los artículos de Prehistoria, el 13% del total,
reciente sobre la celtidad. A pesar de la actitud crítica de tratan de la Edad del Hierro (Pearce 2002: 273). Por
los editores hacia el término celta, así como la de bas- otro lado no tranquiliza demasiado que el futuro de los
tantes de los contribuyentes, se ha sucumbido una vez celtas y el primer milenioa. C.en Antiquity dependa
más -y me temo que es inevitable- a colocar en el títu- de manera casi absoluta de la decisión del próximo
lo del libro la palabra mágica: celtas. Se han reunido 26 editor (Carr y Stoddart 2002: 368). Con todo, como
artículos ya aparecidos en la revista, trabajos antiguos veremos, son muchos los ensayos aparecidos en la re-
y recientes, para arrojar luz sobre el polémico mundo de vista sobre la Edad del Hierro europea y especialmente
los antiguos celtas. Los artículos, con un inevitable ses- interesantes por la capacidad de dar a conocer en in-
go británico, están organizados en cuatro apartados: glés trabajos relevantes en otras lenguas de más difí-
identidad céltica (5), Edad del Hierro de Europa Central cil acceso.
(7), Edad del Hierro del Sur de Inglaterra (10) y Edad El segundo bloque sobre la Edad del Hierro de Euro-
del Hierro de Escocia (4).Paracontextualizar los estu- pa continental recoge artículos ya clásicos sobre yaci-
dios los editores han escrito una introducción general mientos y materiales famosos, por un ladoasentamien-
bastante útil, sendas introducciones en cada apartado y tos como el hillfortsuizo de Wittnauer Hom (Bersu
un ensayo final,Wither Celts?, que pretende ser una 1946), el oppidum de Manching (Kramer 1960), loscé-
guía de por donde se orienta la más reciente investiga- lebres enterramientoshallstátticos de Vix (Megaw 1966)
ción de la Edad del Hierro. La introducción general y el yHochdorf (Biel1981), la estela antropomorfa de Hirs-
epílogo citado constituyen aportaciones valiosas en sí chlanden (Zürn 1964) o el caldero de Gundestrup (Ber-
mismas, aunque personalmente creo que cabía esperar gquist y Tylor 1987) Ypor último un lúcido estudio de
algo más interesante, sobre todo teniendo en cuenta el Ralston (1988) sobre la conquista romana de la Galia
sello de la publicación. Quizá parte de la explicación central incluyendo una perspectiva arqueológica.
resida en que ninguno de los dos editores es en realidad El tercer hloque recoge una decena de artículos so-
especialista en celtas. bre la Edad del Hierro del Sur de Inglaterra. Los temas
La jdentidadcéltica, con cinco trabajos, desde el abarcan desde estudios clásicos imprescindibles como
clásico delalemán Kraft(1929) alapolémica moderna el de Hawkes (1959) sobre el ABC de la Edad del Hie-
entre los Megaw por un lado yCollis y James por otro, rro Británica a otros sobre yacimientos, como el de
ofrece textos importantes y expresivos de por donde Wheeler(l932) sobre Verulamium. y desde excava-
está discurriendo el enfrentamiento entre celtófilos y ciones más recientes en sitios emblemáticos como
celtófobos. Es significativo señalar que mientras expo- Cadbury- Camelot o Gussage AH Saints a depósitos y
siciones y libros sobre celtas proliferan por casi toda atesoramientos impresionantes (Snettisham) y tumbas
Europa, los debates más fuertes parecen producirse más -siempre espectaculares- habida cuenta de su escasa
de cara al público que en el ámbito académico, en los documentación en la Edad del Hierro británica. No falta
periódicos y revistas de información general, en las algún estudio historiográfico, en concreto sobre las pri-
páginas de internet, en algunas atracciones turísticas y meras excavaciones de Bersu. Por último, es preciso
montones de festivales culturales (Biehl y Gramsch señalar que la única presencia de un estudio (McOmish)
2002: 367). Los celtas parecen estar más vivos en la sobre el ritual y la basura en la transición Bronce Final-

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192 RECENSIONES Y CRÓNICA CIENTÍFICA

Edad del Hierro no hace justicia a.lagran renovación tadas por ahora sobre los tipos de sociedad, las creencias
que los postprocesuales británicos han realizado en la religiosas, las prácticas funerarias y el significado de las
investigación de la Edad del Hierro. Quizá en ello se manifestaciones artísticas. Yen última instancia la iden-
pueda ver el carácter excesivamente tradicional deAn- tidad se podrá intentar buscaren el tratamiento de la
tiquity.Esos trabajos hay que buscarlos en revistas muerte, el ritual, la comida, el vestido y la construcción
corno Scottish Archaeological Review, con excelentes del medio físico. En fin, otros ternas que debería abor-
estudios innovadores sobre la Edad del Hierro y las ci- dar la agenda de investigación de la Edad del Hierro
tadas más arriba o en volúmenes colectivos promovidos son: el análisis de género, la identificación y estudio de
por investigadores jóvenes (Hilly Cumberpatch 1995, los segmentos de población que no corresponden alas
Gwilt y Haselgrove 1997) o seniors rebeldes (Cham- elites, la obtención y preparación de la comida, 1aalte-
pian y Collis 1996). ración del medio físico y la construcción de los paisajes,
El último apartado recoge cuatro trabajos centrados el sentido de la "domesticidad", la dimensión y sentido
en el tipo de asentamiento más característico y numero- del cuerpo humano y la significación de la cultura ma-
so de la Edad del Hierro escocesa: el broch, las impre- terial en la construcción de las relaciones sociales.
sionantes torres de piedra repartidas por las costas sep- En todo caso la inclusión de la agenda post-pro-
tentrionales del archipiélago británico. Se incluyen dos cesual en la investigación de la Edad del Hierro, aún
artículos clásicos (MacKie 1965 y Hedges-Bell 1980) aceptando que ha abierto nuevas líneas, no parece que
y dos más recientes de la "revolución" teórica de los tenga una oferta interesante en la clarificación de la
ochenta y noventa. Uno es el extraordinario estudio de cuestión céltica. Pues más allá de la reivindicación de
Foster (1989) sobre el acceso espacial a los brochs la deconstrucción de los celtas (Jones 200l),el pos-
como vía de exploración de la relación entre organiza- tprocesualismo, postceltismo en palabras de Simon
ción del espacio doméstico y tipos de sociedad y el otro James (1999), no ha sido capaz de construir una alter..,
un análisis desde el simbolismo espacial de la misma nativa operativa. Quizá no· haya habido tiempo por
cuestión (Parker Pearson et al. 1996). Como señalaba ahora más que para criticar la celtofilia y faltan esfuer,..
más arriba ninguno de ellos considera ni siquiera mar- zos para levantar una visión crítica del celtismo. Para
gina1mente el celtismo en esta región, que por otro lado ello, todos los trabajos previos, especialmente los más
seproclarna en más de un título reciente (Armit 1997). impresionantes en cuanto a visión de conjunto e inte-
En el ensayo final Carr y Stoddart dibujan los rasgos gración de mayor número de datos corno los de Cun-
básicos de la nueva "ortodoxia británica" en la investi- liffe (1991, 1997), serán necesarios. Es posible, como
gación de la Edad del Hierro (vease por otro lado para sugieren Carr y Stoddart (2002: 331), que el reto in-
un análisis lúcido: Haselgrove etal. 2001): (a) mayor mediato sea integrar esas grandes síntesis de la "vieja
atención al ritual y dimensión simbólica de las acciones ortodoxia" con las nuevas interpretaciones. Pero tam-
sociales y la correspondiente crítica al "sentido común" bién será necesario que las nuevas. interpretaciones
de las interpretaciones procesuales del registro arqueo- vayan más allá de Jos trabajos elegantes pero limita..,
lógico, (b) importancia de las identidades y su discu- dos y se propongan análisis de conjunto más ambicio-
sión/encajeen la perspectiva espacial adecuada: la re- sos y difíciles. Ya ha pasado la hora de las quejas y las
gional, (c) exclusión de cualquier intento de debate denuncias del celtismo clásico, lo que necesitarnos
sobre los celtas en las Islas Británicas porque no hay ahora es construir un nuevo discurso que no expulse
nada que decir, simplemente los celtas no vivieron en la a los celtas fuera de la protohistoria europea sino que
Edad del Hierro británica y (d) concesión a la existen- los sitúe en una nueva perspectiva. Para ello volver la
cia de cdtasen el continente, donde resulta especial- mirada a los estudios de los últimos 100 años es una
mente interesante que se intentaran aplicar Jos avances condición necesaria. Por eso esta recopilación de An-
de la arqueología británica de la Edad del Hierro, sobre tiquity es una buena ocasión para pensar históricamen-
todo en dos frentes: el estudio de la etnicidad y la com- te la investigación realizada y buscar nuevas avenidas
prensión de los paisajes. Se sostiene así que, aunque no de indagación que no desprecien la "gran tradición",
podemos encontrar "celtas" tal cual en el registro ar- los miles de datos acumulados en pacientes investiga-
queológico, sí podernos encontrar diferentes identida- ciones por varias generaciones de arqueólogos. Corno
des y etnicidades de las que hay mucho que aprender. arqueólogos deberíamos ser más respetuosos con unos
No deberíamos empezar de arriba hacia abajo, con una objetos arqueológicos muy preciados: los textos de
identidad céltica asumida que hay que buscar e intentar nuestros propios colegas.
excavar. Deberíamos, por el contrario, excavar con una
mente abierta y no limitada por las escaSaS evidencias ARMIT, L 1997: Celtic Scotland. Londres,B.T. Bats-
etnohistóricas (léase fuentes clásicas) en opinión de ford/Historie Scotland.
Carr y Stoddart (2002: 328). BIEHL,P.F. y GRAMSCH, A. 2002: "Books marks.
El estudio de los celtas de la Edad del Hierro (¿o Matters of identity". European Journal ofArchaeo-
sería más correcto decir de la Edad del Hierro con cel- logy 5 (3): 367-369.
tas?) debería pasar, en opinión de los editores, por el CHAMPION, T.C. y COLLIS, J.R. Eds. 1996: The Iron
desarrollo de una aproximación espacial completamente Age in Britain and Ireland : recent trends. Sheffield,
integrada, es decir a escala regional, comarcal y de University of Sheffield-J.R. Collis Publications.
asentamiento. Sólo en esa integración de la dimensión CUNLIFFE, B. 1991: ¡ron Age communities in Britain:
espacial será posible responder a preguntas no cantes,.. an account ofEngland, Scotland and Wales from the

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RECENSIONES V CRÓNICA CIENTÍFICA 193

7th century BCuntil the Roman Conquest. Londres, inversiones. Datos como el índice de visitas de las ex-
Routledge. cavaciones previas a la realización de la pirámide del
- 1997: The ancient Celts. Oxford, Oxford Universi- Louvre, no hacen más que corroborar las expectativas
ty Press. levantadas y llevan a que la inversión en Museos, cen-
GWILT. A. y HASELGROVE, C. (eds.) 1997: Recons- tros de interpretación y yacimientos museables, haya
tructing ¡ron Age societies: new approaches to the sido en estos últimos años de las más destacadas en el
British ¡ron Age. Oxford, Oxbow, Monograph 71. ámbito de la Comunidad europea.
HASELGROVE,C.; ARMIT, L;CHAMPION, T.; A ese esfuerzo por recuperar Patrimonio Arqueoló-
CREIGHTON, 1.; GWILT, A.; HILL, J.D.; HUN- gico,se suma la intención expresa de darle una divulga-
TER, F. YWOODWARD, A. 2001: Understanding ción científica, aspecto que además de otras considera-
the British ¡ron Age: an agendaforaction. A report ciones, genera visitas especializadas.
for the ¡ron Age Research Seminar cind the Council De ahí que se hayan impuesto presentaciones del
of the Prehistoric Society. Salisbury, Trust for Wes- calibre de la del Museo de Bougon,a la que fueron in-
sex Archaeology. vitados participantes de Dinamarca, Alemania, Gran
HILL, J.D. y CUMBERPATCH, C.O. (eds.) 1995: Di- Bretaña, Italia, España, Portugal, Bélgica o la propia
fferent ¡ron Ages: studies on the ¡ronAge in tempe- Francia, con el objeto de reflexionar sobre las noveda-
rate Europe. Oxford, British Archaeological Repor- des en la interpretación de las arquitecturas megalíticas
ts. Int. Ser. S602. de la fachada atlántica europea.
JAMES, S. 1999: The Atlantic Celts: Ancient people or Con un programa muy completo, se dio a los ponen-
modern invention? Londres, British Museum Press. tes una hora, además de opción a contestar preguntas, lo
JONES, S.D. 2001: Deconstructing the Celts: A que aleja este Coloquio de otro tipo de reuniones enca~
skeptic"'sguide to the archaeology of the Auvergne. minadas a la exposición breve. El sistema de la organi-
Oxford, British Archaeological Reports, Inl. Ser. zación permitió, pues, discusiones interesantes o, cuan-
S965. do menos, dejar esbozados algunos temas candentes que
MALONE, C. y STODDART, S. 2002: Special section: posteriormente se han recogido en discusiones por gru-
"Celebrating 75 years of Antiquity" Antiquity 76: pos que aún se siguen manteniendo mediante correo
1063-1125. electrónico.
PEARCE, M. 2002: "Editorial". European Journal of Tras las sesiones, hubo la consabida excursión que
Archaeology 5 (3): 273-274. nos permitió observar las facilidades de visitadealgu-
nos conjuntos megalíticos y, lo que es más interesante,
Gonzalo Ruiz Zapatero el estado de los trabajos que están realizando Laporte,
Dpto. de Prehistoria Joussaume yScarre en Prise-la-Charriere, explicado por
Facultad de Geografía e Historia sus autores.
Universidad Complutense. 28040 Madrid La idea es reunir en un libro, no sólo las ponencias y
Correo electrónico: gonzalor@ghis.ucm.es las comunicaciones, sino las reflexiones de cada uno de
los grupos tras el Coloquio. Estas reflexiones conjuntas
irán acompañadas de cartografía completa, de series de
fechas y de otros elementos que se consideren de inte-
ORIGINE ET DÉVELOPPEMENT DU MÉGALI- rés para generar un núcleo de trabajo en tomo al mega-
THISME DE L'OUEST DE VEUROPE. Coloquio In- litismo europeo que de seguro será fructífero e intentará
ternacional. Museo de los túmulos de Bougon (Francia). traspasar las barreras generadas ente los distintos equi-
26-30 Octubre 2002. pos de trabajo que, en muchos casos, desconocen lo que
hacen sus compañeros en otros países.
En otoño del 2002, se celebró un Coloquio Interna- Es de desear que este sistema de reflexión abierta
cional sobremegalitismo que reunió a profesionales de y puesta en común de datos, preguntas, dudas y valo-
muchos países. Esta reunión sirvió de presentación raciones sociales, sea una prirnera experiencia que ten-
científica a la recuperación global del conjunto de me- ga reflejo en otras a 10 largo de los años venideros. El
galitos de Bougon, uno de los núcleos más vistosos del Museo de sitio de Bougon, concitará así la visita de es-
megalitismo del Centro-Oeste francés, en el que el equi- pecialistas que continúen haciéndose preguntas para
po dirigido por J. P. Mohen y Chris Scarre lleva traba- acercarnos a la complejidad social que sostuvo la cons-
jando casi veinte años. trucción de las grandes arquitecturas megalíticas en
El Patrimonio Arqueológico está jugando un papel Europa.
de dinamización social y económica impensable hace Como en todas las reuniones amplias,. el tono de los
sólo 10 años. La tradición en lavisita a las cuevas paleo~ discursos fue muy desigual. Mientras que unos insistie-
líticas francesas, casi siempre de propiedad privada, dio ron más en los aspectos ergológicos y arquitectónicos,
paso a la inversión en exposiciones de carácter más otros plantearon valoraciones sociales, ideológicas o
público. El magnífico resultado que dieron en Francia económicas, reflejando el estado actual de la Prehisto~
las instalaciones de los "Archéodrome", zonas en las ria europea que se mueve entre un historicismono del
que se restituían los yacimientos documentados a 10 lar- todo abandonado y el eclecticismo propio de las últimas
go de la construcción de las autopistas francesas, aler- tendencias de la interpretación. Destacaron en el con-
tó a las autoridades políticas de la rentabilidad de estas junto de todas las exposiciones, las de los investigado-

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194 RECENSIONES Y CRÓNICA CIENTÍFICA

res ibéricos,.en conjunto más preocupados por aspectos inversiones enPatrimonio, no sólo en el planoeconómi-
sociales y económicos. co sino en la idea de crear una sociedad con mayor ac-
Habrá que esperar al volumen correspondiente, que ceso al conocimiento.
se promete de pronta aparición, para una valoración más Esperemos, por tanto, que ejemplos como la musea-
profunda da las aportaciones. lización in situ de los megalitos de Bougon y el centro
Museos como el de Bougon y sistemas de divulga- de interpretación que le acompaña, constituyan unaci-
ción científica como el que se ha iniciado con este Co- cate más para valorar estas inversiones en conjuntos
loquio, proponen esperanzas renovadas para los habi- sociales·que demandan, cada vez con más fuerza, ocio
tantes de un país comoe1 nuestro, con tanta riqueza cultural digno
Patrimonial y tan escasa voluntad política volcada en el
plano cultural. Primitiva Bueno Ramírez
Es posible que,después de la experiencia "Atapuer- Area de Prehistoria
ca" y de la apertura de la "neocueva" de Altamira, los Universidad de Alcalá de Henares. Colegios 2.
políticos sean más conscientes de la rentabilidad de las 28801 Alcalá de Henares (Madrid)

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