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01 de Agosto del 2018

Cecilia Ahtziri Melgar Azanza

Mesopotamia

Cuna de una civilización iniciada hacia el V milenio a.c, delimitada por los ríos
Tigres y Eufrates, los cuales posibilitaban la vida y el asentamiento de una de
las civilizaciones más influyentes y poderosas de la antigüedad. Mesopotamia
era el actual Irak, Irán y zonas de siria. Su religión era politeísta, rendían culto a
gran variedad de dioses que tenían una apariencia antropomórfica y un
comportamiento similar al de los humanos y su diferencia fundamental entre
dioses y hombres era la inmortalidad de los primeros. Los dioses
mesopotámicos eran crueles y vengativos con poder ilimitado y sobrenatural y
los hombres habían sido creados para ser los servidores de los dioses. Se
produjeron muchas invasiones de los pueblos vecinos, pero la cultura
mesopotámica acabo siempre por imponerse a los dominantes hasta el siglo
VII d. c cuando los musulmanes consiguieron el poder político e hicieron que
los vencidos aceptasen su nueva civilización.

Los sumerios:

Fueron la primera cavilación o pueblo en instalarse en esta zona.

La arquitectura sumeria es sobre todo conocida por los templos e ladrillo,


construidos sobre terrazas para preservarlos de las inundaciones. Empezaron
a utilizar bóvedas y cúpulas y con menos frecuencia la columna encastrada y la
semicolumna, generalmente revestida de una decoración a base de mosaico y
conchas. Junto a estos templos construían torres rectangulares de varios pisos
y dimensiones llamadas Zigurats.

Esculturas de bajo relieve y escasean las estatuas de gran tamaño así como la
representación del desnudo femenino. Las obras más notables pueden ser una
serie de estatuillas de alabastro encontradas en Lagash. Apenas quedan restos
de pinturas sumerias, salvo unos frescos encontrados en el palacio de Mari que
permiten observar la destreza de este pueblo en el arte pictórico. En el arte
funerario procedente de las tumbas reales se encontraron armas, instrumentos
de música decorados y torsos de leones y estatuas de cobre encontrados en el
Obeid. La cerámica es de color rojo con motivos que evocan la fertilidad.

Acadios y neosumerios:

El arte Acadio está considerado como el más antiguo de las artes semitas y se
distingue fundamentalmente del sumerio por su fuerte realismo y sentido del
movimiento. El templo de Narán Sin, de planta cuadrada y protegido por una
fuerte muralla. También de este tiempo es el palacio de Mari, vasto complejo
de salas y lienzo amurallado., edificios públicos con patio y Zigurats. La
esultura es en donde mejor se expresan los acadios y neosumerios, pertecen a
este periodo la cabeza de cobre de Sargón, encontrada en Nínive, la estela de
Narán Sin en la que figura este monarca pisoteando a sus enemigos, la estatua
de Manishturu, procedente de Susa, el obelisco de este mismo rey y la estela
de Ur Namu.

Loa babilonios:

El arte que le corresponde a la primera dinastía de los babilonios llegas a


nosotros gracias a los monumentos encontrados en Larsa o en Susa. Uno de
los monumentos más notables de este periodo es la estela del Código de
Hammurabi que en la parte superior aparece el dios solar Sama revelando las
leyes que aparecen escritas en la columna. Unas piezas escultóricas
encontradas en el templo de Dagan (Mari) son la estatua de un perro y la de un
hombre en actitud orante.

Los asirios:

El arte asirio tiene una gran influencia del de babilonia y tiene una característica
que le distingue que es el colosalismo. Sus obras tiene un frio formalismo y
tienen escenas de caza y guerra en las que los protagonistas centrales eran los
reyes, al servicio de los cuales estaban los aristas. El arte asirio evolucionó y
alcanzó un realismo muy próximo a la naturaleza, la perfección que lograron en
la escultura de reflejo en los relieves titulados Cacerías de Asurbanipal del
palacio de Nínive. También hacían figurillas de marfil y en la pintura tenían una
aptitud espacial para el retrato.

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