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El bambú tiene propiedades especiales.

Externamente depende de la naturaleza por lo que


puede presentar diferentes aspectos, incluso dentro de una misma especie hay diferencias
importantes. El bambú tiene irregularidades de color, manchas, rayas, formas, dimensión,
aspecto exterior...

Hay especies que son mas cilíndricas y otras que son más cónicas.., de paredes más delgadas y
paredes más gruesas… No existen dos bambús iguales.

Las cañas de bambú no tienen una corteza protectora, por lo que, una vez cortadas y durante
el transporte al secadero, es fácil que sufran algún golpe que deje marcas en el exterior de la
caña. Cuando llegan a los centros de secado, las cañas se limpian para quitarles las impurezas
del crecimiento y eliminar, en lo posible, los restos de moho propios de la caña. No hay que
olvidar que se trata de un producto natural y que es imposible eliminar totalmente las
manchas e impurezas. Posteriormente, las cañas de bambú son tratadas y desparasitadas. En
algunos casos en que las cañas están muy torcidas, se les aplica fuego para calentarlas y
enderezarlas, lo cual, también puede dejar marcas de quemaduras visibles en mayor o menor
medida. Finalmente, se clasifican y se ponen a secar.

Como norma adoptada internacionalmente, las medidas en que se expresan las cañas de
bambú, se refieren siempre al diámetro de la parte externa del extremo más ancho de los dos.
Dependiendo de la especie del bambú y la longitud de la caña, la diferencia entre los extremos
puede variar desde +/- 8% hasta algunos casos extremos del 75%.

Los tubos de bambú están formados por fibras en tensión, paralelas longitudinalmente, por lo
que pueden presentar grietas o fisuras. Estas grietas o fisuras también pueden producirse por
cambios de temperatura y/o humedad en las condiciones y están asociadas en parte con
ruidos como crujidos o pequeños estallidos. Dependiendo de la especie del bambú, el
comportamiento ante estas fisuras o grietas pueden producirse en mayor o menor medida. Los
golpes de aire seco y frio en invierno y los golpes de aire seco y caliente en verano perjudican
mucho a la caña y favorecen la aparición de grietas.

Si bien, el riesgo de que se produzcan grietas o fisuras no se pueden reducir por completo, se
pueden minimizar los efectos si conseguimos un grado de humedad del 45-55% y evitamos
cambios bruscos de temperatura.

Entre algunas de las principales especies de bambú que se comercializan y ordenadas de


mayor a menor resistencia, podemos encontrar: Guadua, Tonkin, Nigra, Boryana, Petung,
Moso amarillo, Moso natural, Wulung, Tutul y Moso Karamell.

Colocadas en el exterior, al riesgo de fisuras hay que añadir un cambio de color y un


envejecimiento prematuro ocasionado por el sol y la lluvia principalmente. Para exposiciones a
largo plazo, se recomienda aplicar algún aceite o barniz, para proporcionar protección contra
la lluvia y los rayos UV.

Tenga en cuenta que las propiedades antes mencionadas son específicas de bambú y
totalmente normales en términos de color, textura, forma, dimensión, fisuras y grietas.

Al tratarse de un producto natural secado, no se pueden garantizar las características, las


propiedades y el comportamiento de las cañas de bambú.

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