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Tiare Riquelme Arenas.

En el caso se presenta a Kelly, quien es estafada con la suma de cincuenta mil


dólares, ello por una transferencia equívoca que efectuó bajo el consejo de su
corredora de propiedades Property Brother y su banco HSBX Bank. Esta
situación genera inmediatamente una interrogante, en cuanto a la
responsabilidad de tales entidades. ¿El mero consejo que ellas le propiciaron a
doña Kelly Heisenbeck las hace responsables de la pérdida de su patrimonio?
Luego del análisis podremos afirmar y demostrar que se genera responsabilidad
por parte de la empresa de corredores, pero no por parte del banco HSBX Bank,
ello en base a las obligaciones que cada institución debe cumplir, conforme a la
normativa vigente y especialmente la jurisprudencia.
Habrá, para este ensayo, que analizar de forma separada ambas instituciones,
dado que la naturaleza de sus funciones les otorga atribuciones distintas de
responsabilidad.
Primero tenemos la responsabilidad de la corredora de propiedades; Property
Brother, para la cual, según la ley de transacciones financieras, tiene el deber de
‘’informar a sus ejecutivos’’1 para que ellos no incurran en error, ante ello la
jurisprudencia ha reaccionado estimando que la responsabilidad de los asesores
es evitar que incurran en prácticas perjudiciales para sus clientes. Se ha
estimado que ‘’las aseguradoras cuentan con los medios necesarios para evitar
estafas’’ 2, por lo que tienen el deber de advertir este tipo de situaciones de
riesgo. Esto se establece también porque los tribunales han entendido que existe
una situación de confianza en base a un ‘’vínculo vital que exige la diligencia de
ambas partes y un respeto por los intereses de aquel que solicita los servicios’’.
Vínculo que la empresa de corredores no respetó al primar sus propios intereses,
si bien el agente que atendió a Heisenbeck respondió a su interés individual, hay
que considerar que la Corte suprema considera en base al Art. 10 de la
Constitución de Cerulean City, que no se puede imputar ‘’responsabilidad de un
trabajador por negligencia de la compañía entera’’3 por lo que responde de tal
acto toda la corredora de propiedades, que ante la llegada de una buena oferta

1
Art. 345, Ley de seguridad de transacciones financieras.
2
Sentencia N° 211 de 2016 “Morales con Seguros Graff” (Corte de Apelaciones de Cerulean City).
3
Sentencia N° 991 de 2004 “Ortega con Díaz” (Corte Suprema de Cerulean City).
tiene como prioridad la concretización de la oferta más allá del servicio de
cuidado de patrimonio que emplea.
La corte de apelaciones confirmó este vínculo de confianza, pero con un voto
disidente, en base al rol inactivo del cliente víctima frente a una situación de
duda4. Por lo que la diligencia de ambas partes se refiere a que el cliente tiene
también un deber de informarse. En el caso objeto de este análisis Kelly
Heisenbeck cumplió con su correlativo deber por lo que es exigible la
responsabilidad de la corredora.
Respecto a la responsabilidad del banco existe una sentencia del 2018 que
indica que la obligación de los bancos tiene como límite las diligencias que deben
tomar para proteger el dinero de sus clientes5, sin embargo, esta no es la
responsabilidad esencial de un banco, la cual según el Art. 226 es ‘’asegurar que
los clientes puedan enviar dinero de forma libre e instantánea’’6 y no informar
sobre posibles estafas, lo cual está dentro de la esfera individual del cliente. Ello
lo indica también la sentencia de una demanda sobre el mismo banco en el caso
‘’ Donaire con HSBX Bank’’, según la cual ‘’ Son los clientes los encargados de
velar por sus intereses y la seguridad de las transacciones en las que
participan.’’7 Por lo que Heisenbeck habría actuado dentro de su autonomía al
tomar una decisión en base a dos recomendaciones.
En conclusión, la corredora de propiedades es responsable por su negligencia
en el cuidado de negocios de su clienta, y dentro de sus atribuciones lo necesario
era investigar a Laurie Pontier y sus antecedentes, dentro de los cuales es básica
la información del banco al cual pertenece. Mientras que el banco no tenía el
deber de informar, dado que la autonomía de cada persona engloba la libertad
de elegir sus transacciones. Por lo que no se le puede responsabilizar por no
haber investigado respecto a los peligros.

4
Sentencia N° 99 de 1996 “Cortines con Cherry Abogados” (Corte de Apelaciones Cerulean City).
5
Sentencia N° 387 de 2018 “Pérez con Banco Pato Amarillo” (Juez de Primera Instancia de Cerulean
City).
6
Art. 226, Ley de seguridad de transacciones financieras.
7
Sentencia N° 675 de 2012 “Donaire con HSBX Bank” (Juez de Primera Instancia de Cerulean City).

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