Diego Andrés Caicedo Ospina.

LA TRASCENDENCIA DE LOS CIRCUITOS

Un robot, según el diccionario, es una maquina automática programable capaz de realizar

determinadas operaciones de manera autónoma. Un androide es una variante de un robot, este se
caracteriza por tener una apariencia humanoide, sin embargo, es completamente artificial, a
diferencia de un ciborg quien es una criatura compuesta de elementos orgánicos y cibernéticos.
Conociendo la diferencia entre estos términos, podremos discutir los diversos pensamientos
existenciales que frecuentan estos términos.
El alma es considerada la parte inmaterial del cuerpo y del humano, según los pensamientos
religiosos y espirituales, todos poseemos una, y cuando estornudas es que tu alma trata de
escapar y cuando dices salud se vuelve a meter. El alma en la antigua Grecia era llamada psique,
hoy en día el psique es considerado como la conciencia o el “alma humana”. La conciencia es
referida como la percepción que el humano tiene sobre sí mismo, en un concepto moral, filosófico
y psicológico. Muchas personas se refieren al alma o a la conciencia como sinónimo de vida o de
ser (de esencia) humano. Como por ejemplo en la biblia se refiere al alma a la vida de alguien.

Una persona (en un contexto ficticio y futurista) con implantes o reemplazos cibernéticos, es
considerado un ciborg, pese a ello seguiría siendo la misma persona antes de sus implantes y
reemplazos, y por tanto se podría decir que seguiría teniendo su alma. Pero la metafísica nos haría
cuestionarnos este hecho. La paradoja de Teseo cuestiona si a un objeto al cual se le reemplaza
todas sus partes seguiría siendo el mismo objeto. Entonces si una persona se le reemplazan todos
sus miembros y órganos, ¿seguiría siendo la misma persona? O por el contrario sería distinto,
perdería su esencia y por lo tanto su alma. En la película Robocop de 1987, se plantea un dilema
similar; el oficial Alex Murphy es reemplazado casi completamente por partes cibernéticas
después de un violento accidente, la película cuestiona si Alex Murphy sigue siendo la misma
persona después de volverse Robocop.

En Blade Runner 2049, el agente K, es un policía replicante (androide) quien trabaja retirando a
replicantes renegados. El agente K es enviado a “retirar” a un niño nacido de dos padres
replicantes, él se cuestiona sobre orden, pues considera que nacer es tener un alma.
En ambas películas exploran otro pensamiento existencial sobre el alma y el ser, se propone que el
alma es algo que se construye. En Blade Runner de 1982, los replicantes buscan a su creador para
que este les de inmortalidad. Sin embargo, su creador es incapaz de cumplir esta tarea, lo cual
frustra al replicante. Luego este replicante se da cuenta que la muerte es parte de la vida, y supera
esta fase existencial, aceptando la muerte, como en la epopeya de Gilgamesh, el replicante, al
igual que Gilgamesh, comprende que la muerte es inevitable, y es que no podemos definir la vida
sin la muerte. El miedo a la muerte es parte de ser humano, este miedo es el que lo hace
preguntarse el “por qué”. Por qué tienen que morir, y hacerse estas preguntas, es cuestionarse su
propia existencia, es parte de filosofar, que es considerado por muchos filósofos como algo
humano, pues un dios no filosofa, es una característica de la mortalidad humana. Podría decir que
al final el replicante cumple su objetivo, y consigue la inmortalidad por medio de su alma. En Blade
Runner 2049, K también consigue su propia humanidad, su propia alma al morir por una buena
causa, afirmando que este pensamiento de que el alma o la humanidad se gana.
La conciencia es algo que solo podemos comprobar en una medida personal, no podemos
comprobar la conciencia de otro, no podemos comprobar la conciencia de otro, pues solo
podemos vivir una vida, y basarnos en nuestros propios pensamientos. Si un robot o androide
muestra indicios de ser consciente, no podríamos saber si este no está programado para simular
serlo, al igual que no podemos comprobar si otra persona también simula tener conciencia. Por
otro lado el alma es algo aún más complicado, pues no podemos siquiera probar la existencia de
nuestra propia alma, por lo que ni siquiera podríamos comprobar la existencia del alma ajena. No
podemos saber si algún día el ser humano alcanzara la iluminación, y descubra la respuesta a
todos estos pensamientos existenciales, o si algún día una súper computadora nos dará la
respuesta numérica al universo, el tiempo y a todo, o si por lo menos vale la pena la respuesta.

Bibliografía

Wikipedia.org
www.jw.org
cerebrodigital.org
ivoox.com
Filosofía aquí y ahora – Emiliano Ciliberti (2008 - )
La Negación de la Muerte - Ernest Becker (1973)
Person and Object: A Metaphysical Study – Roger m. Chisholm (1976)
The Epic of Gilgamesh: A spiritual Biography (2100 a.C)
In Search of the Distinctively Humanity: Filosophy of Blade Runner (2018)