Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ana Márquez
Ana Márquez
¡Claro! cuando estábamos allá, porque varias personas salieron y eso fue
muy complicado, hubo muchas masacres y ajá salimos por eso, para evitar
una mala hora. Nos amenazaron, nos dijeron que nos daban 24 horas para
la salida, nosotros salimos, no esperamos las 24 horas porque muchos
salieron así, salí yo con mi esposo, mis hijos y las nueras, y mis hijos
mayores, quedó todo allá, dejamos todo: gallinas, marranos, plátano, todo
lo que teníamos en Canalete.
No, la forma en que ellos llegaron, y nos dijeron, llegaron las calles se
pararon y nos dijeron que nos daban 24 horas para salir y salimos apenas
con los bolsos y ya nos vinimos.
No, con ellos no, porque uno ni si quiera sabia quiénes eran esas personas,
imagínese a esas horas de la noche caminando, nadie sabe quién podría
ser.
No, gracias a Dios, estamos todos bien, aunque de todas maneras no fue
muy fácil por mi esposo, los hijos míos, incluso tengo una hija que está
desempleada aquí conmigo, una nieta y el hijo mío menor de 16 años.
¡Claro! si a mí como ese día allá que llore, de todas maneras, cuando uno
recuerda esta amañado a una parte con sus hijos, su familia y la manera en
la que uno sale y lo que deja, ¡uno recuerda todo! le da mucho miedo, yo en
esos días me sentía un poco… pero como yo soy cristiana, voy a la iglesia
y ya voy olvidando todo, pero sin eso uno se acuerda.
No, no pienso volver por ahí porque de todas maneras eso me da miedo,
incluso a mí no me gusta ir ni al campo porque me da miedo cuando
oíamos en las noches los perros ladrar.
Claro que sí, la verdura no, aquí siembro la matica de berenjena, pero eso
se lo comen los animales, incluso aún tengo unos pollitos, pero ya nunca es
igual, allá uno sembraba de todo, como maíz.
No, allá nadie, toda mi familia está aquí en Montería.
Bueno entonces hasta ahora, yo le doy gracias a Dios porque aquí esta
casita la compramos con ayuda del trabajo y eso, pero claro no fue dada
del gobierno ya, sino comprada de nosotros mismos ya aquí donde
estamos.
Ya cuando regresamos después de eso nos vinimos para acá, ahora mismo
se me escapa, yo lo anoté en las hojitas que yo les di a ustedes, pero ahora
mismo no me acuerdo.
Tengo mis hijos tengo 3, no 4, los demás; unos se fueron para Medellín,
allá en Medellín hay tres y uno está en el campo, vive allá con la tía porque
no le gusta la ciudad.
Claro, estoy sola aquí con mi hija de 22 años que está desempleada, no ha
conseguido trabajo, mi hijo de 16 años, otro nieto de 10 y la niñita de ella,
mi nieta.
Ahorita ella estaba trabajando, pero ella se quedó sin trabajo, tiene como un
mes ya sin trabajo; ella trabajaba de asesora comercial puerta a puerta en
los municipios, pero la mandaban para mucha partes peligrosas, dejó ese
trabajo porque eso era como muy peligroso; la mandaban así para Nechi,
Caucasia; Tierralta; por ahí, bueno entonces ya ella no quiso seguir
trabajando.
No, porque un hijo mío, una yerna mía, dijo que aquí había un lote, este lote
aquí era agua nosotros pedíamos escombros porque esto aquí era como
una represa, como un pozo, una laguna incluso aún no estamos, mira los
techos, todavía goteras; ya porque seco, pero eso es un gotero por todas
partes no sé.
Bueno en 5 años me vería más vieja digo yo, pero siento que ahí con la
ayuda de Dios, yo si tengo fe en Dios que de pronto estemos bien y mi
familia también, estamos bien todos gracias a Dios.
¡Claro, claro que sí! usted no vio ese día que me hicieron las preguntas que
estaba llorando, yo me acuerdo y me da cosita porque de todas maneras
allá por lo cómodo que uno vivía, la comida y todo y uno compra aquí un
limoncito, compra todo, uno se acuerda de las amistades, ¡todas! porque ya
se vinieron de allá, uno aquí se la lleva bien con el otro.
Bueno, ¿una familia que recuerde allá? la familia Pérez, era una familia
muy querida con nosotros, la señora vivía por la 22, es que ya no la visito.
Claro que, si he llorado, claro! Bueno, ese día que me entrevistaron allá fue
que me puse a llorar porque yo me acuerdo de eso y le da cosita a uno,
pero tenemos que resignarnos.
Bueno, que le digo, uno siempre tiene que venirse a la ciudad por los hijos
de uno; ellos estudian ya, aunque sea con dificultad y trabajo, ellos entran a
prepararse, aunque mi hija terminó y no ha conseguido trabajo todo sea
para su bien, pero si lo recuerdo, bueno yo soy algo feliz porque gracias a
Dios estamos bien.