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Para concluir la parte teórica, debemos destacar que en materia de asilo existe el
asilo activo, es decir el derecho que tiene un Estado a otorgarlo (sin tener que dar
explicaciones) y el asilo pasivo, que es la tolerancia del ejercicio del asilo por parte
del estado receptor de la misión diplomática permanente.
Una vez se otorgue el Asilo, el asilado deberá en el mismo acto y bajo su firma
comprometerse a respetar las normas que regulan el asilo en las misiones
diplomáticas del Uruguay
Hasta aqui lo que puedo decir de momento, el proceso se encuentra en las primeras
etapas, quiero dejarles para culminar una copia de la carta que realizo Alan Garcia
para solicitar el Asilo.
Toda la atención fue puesta en mí, a la espera de que, las delaciones acordadas
entre la empresa y la Fiscalía de la Nación del Perú, arrojaran alguna prueba de
pago o soborno. Pero por el contrario, en todas sus declaraciones durante dos años
y bajo juramento, tanto Marcelo Odebrecht como sus más altos funcionarios,
reiteraron: “Jamás se habló con Alan Garcia de nada ilícito” y jamás mencionaron,
como en todos los otros casos, montos, números de cuentas, lugares o
conversaciones. Todo ello a pesar de las especulaciones gratuitas o rumores que
los adversarios y los agentes del gobierno difundieron. No existe pues ni una sola
declaración, delación o prueba de ilícito, mencionados por ningún declarante
peruano o brasilero. Más aún, el Congreso aprobó por mayoría de 65 a 18, el 9 de
Noviembre de este año, un amplio informe de la Comisión multipartidaria Lava Jato,
elaborado en dos años, en el cual se precisa que “No existe ningún elemento,
delación o prueba que vincule a Alan Garcia con los temas investigados”.
Sin embargo, aunque el fondo y la conclusión son claros; en mi país, la guerra por
copar las instituciones y la Fiscalía de la Nación ha creado un clima de indefensión
jurídica, donde ni la verdad ni la ausencia de pruebas valen ante el afán de usar los
procedimiento investigatorios extremando abusivamente sus ilícitas atribuciones.
Hoy, y con propósito político y persecutorio, se mezclan y confunden tipos penales
para extender los plazos. Una sospecha no comprobada sirve para iniciar un
procedimiento por enriquecimiento ilícito, luego se añade a este la figura del Lavado
de Activos para aumentar el plazo investigatorio de ocho a doce meses, y finalmente
se agrega la figura de la Organización Criminal, para que ese plazo “investigatorio”
llegue a ser de treinta y seis meses ampliable a otros treinta y seis.
Sin embargo, producida la vacancia del Presidente Pedro Pablo Kuzcinsky, por las
razones antedichas, un nuevo tipo de política se ha instaurado. Es la confrontación
y el arrinconamiento de los otros poderes. Aprovechando el antiparlamentarismo
tradicional e histórico del pueblo peruano se ha convocado a un referéndum para
establecer la No Reelección de los congresistas, como un recurso para fortalecer la
pasajera popularidad del presidente accesitario tras la vacancia. Además,
aprovechando las escuchas telefónicas practicadas contra algunos magistrados
(apenas al 0.1% del total de jueces y fiscales del Perú), se inició la batalla por
capturar la fiscalía de la Nación, en la que había sido elegido el Fiscal Pedro
Chavarry, con el propósito de destituirlo y entregar la institución a fiscales dóciles al
gobierno.
Más grave es que, cuando ese partido solicitó al Premier Cesar Villanueva una
reunión con el Jefe del Estado, este respondió que, para conversar, deberían
primero, “destituir al Fiscal Chavarry”, en una pública y escandalosa exigencia que
comprueba el interés político del régimen por cambiar de fiscal, para evitar, como
se presume, su propia investigación y enjuiciamiento por casos en los que, ex
ministros del régimen Kuczynski, como los actuales Presidente y Primer Ministro,
estarían comprometidos.
En esta situación, con el parlamento judicialmente coaccionado, una Corte Suprema
en la que renunció el Presidente y cinco vocales son investigados; con un Consejo
Nacional de la Magistratura inexistente, una Fiscalía de la Nación acosada y en
lucha con fiscales inferiores “con intereses políticos coordinados con el gobierno”
según declaración del Fiscal de la Nación; la Justicia en el Perú vive una situación
anómala, y la situación jurídica de un dirigente político opositor está gravemente
amenazada. No hay fiscales ni jueces naturales o imparciales.
Por ejemplo, uno de los casos por los que se me “investiga” a pesar de haberse
comprobado por su propia declaración, que la empresa Odebrecht jamás me pago
un centavo, es escandaloso. Una persona, a la que jamás conocí, vendió una
vivienda en un barrio popular, recibió el pago, pero después, se negó a entregar el
bien, y además, denuncio al comprador por apropiación ilícita. Rechazadas cinco
primeras denuncias fiscales por no ser racionales, la misma persona encontró como
recurso presentar una sexta denuncia señalando que el comprador es un “testaferro
de Alan Garcia”. Por tal argumento esta sexta denuncia si ha sido tramitada,
iniciándose mi investigación por “enriquecimiento ilícito y lavado de activos”. Esa,
Señor Presidente, es la situación que vivo, en un ambiente de persecución política.
Y hace unos días se difundió la infamia de que una conferencia internacional que
ofrecí a la Federación Industrial de Sao Paulo, ya como ex Presidente en el año
2,012, que fue contratada por una agencia cuyos honorarios me fueron depositados
en mi cuenta personal en Lima, pagando de inmediato el 30% de impuestos por ella,
provendría de los fondos de Odebrecht que es solo una de las miles de asociadas
de esa Federación industrial. Sin embargo, con esa sola afirmación, en el mismo
día, se ha dictado contra mí una medida de impedimento de salida del país, lo que
comprueba el uso exagerado y político de los procedimientos.
Señor Presidente: yo he sabido afrontar dentro de las leyes todas las acusaciones
o especulaciones y ya en una ocasión la Corte Suprema del Perú, en última
instancia, me exoneró de todas ellas en enero de 1992 pero, destituida esa Corte
por el Golpe de Estado de ese año, y acosado por los golpistas fui protegido por
Colombia, Patria de las Leyes. Pero hoy, la situación es similar, como se ira
conociendo paulatinamente.
Por tal causa, como Presidente electo en dos ocasiones y defensor de las libertades
democráticas, me dirijo a Usted para solicitar la protección de la República Oriental
del Uruguay, hasta que cese el clima de persecución política existente en mi país.