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CIRUGÍA EN ADULTOS MAYORES

En términos generales, se considera adulto mayor a una persona a partir de los 60 años. En
años recientes, una persona de esta edad puede gozar de una excelente salud si ha
procurado buenos hábitos en general. Sin embargo, las funciones del cuerpo pueden ir
disminuyendo su eficacia, y hacer necesaria una cirugía para mejorar la calidad de vida.
También pueden ocurrir situaciones de emergencia que ameriten una intervención
quirúrgica, como infartos o casos de apendicitis. Algunas de las cirugías realizadas en
adultos mayores son las siguientes:

Cirugía de rodilla y cadera, con colocación de prótesis


Cirugía por problemas de próstata
Abdominales, como vesícula biliar, apendicitis, hernias, colon
Histerectomía (quitar la matriz)
Cirugía para remover tumores cancerosos
Cirugía de cataratas, para quitar el lente dañado del ojo del paciente, y colocar un lente
artificial intraocular
Amputación de miembros, mastectomías, atención de úlceras, colocación de implantes
cardíacos, así como extirpación de venas varicosas son otras intervenciones quirúrgicas en
adultos mayores.
La medicina hoy permite que algunos procedimientos puedan realizarse por medio de
laparoscopía, una técnica que permite mínima invasión al cuerpo del paciente. Esto hace
más llevadero el proceso de recuperación, sin embargo, no todos pueden realizarse así y
requieren una cirugía mayor.
Para decidir si la intervención quirúrgica es conveniente, el médico geriatra, especialista en
la tercera edad, es quien evaluará al paciente tomando en cuenta su estado de salud en
general:

Enfermedades preexistentes y actuales, y cómo pueden desarrollarse nuevas


enfermedades a partir de la cirugía, así como el consumo de medicamentos.
Estado mental del paciente: lenguaje, memoria, ubicación en tiempo y espacio.
Desenvolvimiento en la vida diaria: desde el auto cuidado básico (bañarse, comer, vestirse),
hasta actividades más complejas como conducir un vehículo, viajar, trabajar.
Situación social: ¿cómo es el círculo inmediato de apoyo del paciente? ¿tiene ayuda? ¿con
quién se desenvuelve cotidianamente?
Una vez evaluados los riesgos y beneficios del procedimiento, el médico ofrecerá la mejor
alternativa al paciente. Asimismo, determinará cómo será su manejo después de la cirugía,
tomando en cuenta:
Manejo del dolor: en general es posible que el paciente tenga poco o ningún dolor, usando
los tratamientos adecuados.
Movilización: lo mejor es que el paciente se mueva lo antes posible, para prevenir llagas o
rigidez, entre otras complicaciones incluso de tipo mental.
Catéteres: uso y remoción oportuna para prevenir infecciones.
En ocasiones los pacientes ya mayores (80 años en adelante) presentan después de la
cirugía un estado de confusión aguda, que se resuelve conforme mejora su situación física
y médica, siempre y cuando se atienda de manera apropiada. Esto puede prevenirse, y para
ello, el médico hará la evaluación adecuada antes de la cirugía.
En caso de cirugía de adulto mayor, lo mejor es asesorarse con un geriatra, para resolver
todas las dudas que puedan surgir en cuanto a estos procedimientos que tienen qué ver
con una etapa de vida diferente, procurando así la mejor calidad de vida posible al paciente
durante y después de la intervención.
TRAQUEOTOMÍA

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Es un procedimiento quirúrgico para crear una abertura a través del cuello dentro de la
tráquea. Casi siempre, se coloca un tubo a través de esta abertura para suministrar una vía
respiratoria y retirar secreciones de los pulmones. Este tubo se llama cánula de
traqueotomía o tubo traqueal.

Descripción
Se utiliza anestesia general, a menos que la situación sea crítica. Si esto sucede, se inyecta
anestesia dentro de la zona para ayudar a que usted sienta menos dolor durante el
procedimiento. También puede recibir otros medicamentos para relajarlo o calmarlo (si hay
tiempo).

Se limpia y cubre el cuello con vendas de cirugía. Se hacen incisiones quirúrgicas para revelar
los anillos cartilaginosos duros que conforman la pared externa de la tráquea. Luego, el

cirujano crea una abertura dentro de la tráquea e introduce la cánula de traqueotomía .


Colostomía

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Es un procedimiento quirúrgico en el que se saca un extremo del intestino grueso a través
de una abertura (estoma) hecha en la pared abdominal. Las heces que se movilizan a través
del intestino salen por el estoma hasta la bolsa adherida al abdomen.

Descripción
Este procedimiento por lo regular se realiza después de:
Resección intestinal
Lesión en el intestino
La colostomía puede ser temporal o permanente.

La colostomía se lleva a cabo mientras usted está bajo anestesia general (dormido y sin
dolor). Se puede realizar ya sea con una incisión quirúrgica grande en el abdomen o con el
uso de una cámara pequeña y varias incisiones pequeñas (laparoscopia).

El tipo de método utilizado depende de qué otro procedimiento sea necesario realizar. En
general, la incisión quirúrgica se hace en la parte media del abdomen. La resección o
reparación intestinal se hace en la medida de lo necesario.

Para la colostomía, se pasa un extremo del colon sano a través de una abertura hecha en la
pared abdominal, generalmente en el lado izquierdo. Se suturan los bordes del intestino a
la piel de la abertura, llamada estoma. Se coloca una bolsa, llamada dispositivo de ostomía,
alrededor de la abertura para permitir el drenaje de las heces.

La colostomía puede ser por corto tiempo. Si usted tiene una cirugía en parte de su intestino
grueso, una colostomía le permitirá a la otra parte de su intestino descansar mientras usted
se recupera. Una vez que su cuerpo se haya recuperado totalmente de la primera cirugía,
le practicarán otra cirugía para reconectar los extremos del intestino grueso. Esto por lo
general se hace después de 12 semanas.

Próstata

La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductivo masculino. Esta ayuda
con la producción de semen, el fluido que contiene esperma. La próstata rodea el tubo que
lleva la orina fuera del cuerpo. A medida que los hombres envejecen, la próstata se va
agrandando. Pero si se agranda demasiado, puede causar problemas. Esta afección también
se conoce como hiperplasia prostática benigna. La mayoría de los hombres la padecerán al
envejecer. Los síntomas comienzan después de los 50 años. No es una afección cancerosa
y no se cree que aumente el riesgo de cáncer de próstata aunque los primeros síntomas
sean los mismos. Consulte a su médico si usted tiene:

Ganas de orinar urgentes y frecuentes, sobre todo a la noche


Problemas para comenzar a orinar o hacer sólo unas gotas
Un flujo de orina que es débil, lento o termina y comienza varias veces
Que ir otra vez al baño aunque haya ido recientemente
Pequeñas cantidades de sangre en la orina
El agrandamiento de próstata grave puede causar serios problemas más adelante, como
infecciones del tracto urinario y daño en la vejiga o en los riñones. Si se detecta a tiempo,
es probable evitar estos problemas.

Los exámenes para diagnosticar el agrandamiento de la próstata consisten en un tacto


rectal, pruebas de sangre, diagnósticos por imágenes, estudios para medir la presión del
flujo de orina y una cistoscopia, que es un examen que permite ver el interior de los órganos
por medio de un telescopio llamado cistoscopio.
FRACTURA DE CADERA EN PERSONAS MAYORES

La fractura de cadera es en realidad la rotura del cuello del fémur, que es la parte más
próxima a la cabeza de este hueso, que conforma la articulación de la cadera. Es una lesión
frecuente en las personas mayores y en especial entre las mujeres mayores de 60 años. La
osteoporosis es el principal factor de riesgo frente a este tipo de fractura, que se suele
producir como consecuencia de una presión externa, torcedura o tracción o una caída,
aunque a veces es difícil determinar si la caída se ha producido como consecuencia de la
fractura (fractura patológica) o viceversa.

Los síntomas característicos de este tipo de fractura son básicamente dos: un dolor intenso
en la cadera y la pérdida de movilidad de la articulación. Si la fractura se desplaza (los bordes
de los dos trozos del hueso resultantes se separan) se puede apreciar cómo la pierna
fracturada es más larga que la otra y se gira hacia el exterior. También es frecuente que
aparezcan otros síntomas: derrames de sangre como consecuencia de la rotura de algún
vaso sanguíneo y entumecimiento de la pierna.

Tratamiento de la fractura de cadera en


personas mayores

Las medidas terapéuticas que se adopten para tratar la fractura de cadera dependerá de
varios factores:

La edad.
El grado de desmineralización ósea (si hay osteoporosis o no).
El tipo de fractura (si es estable, limpia, desplazada, etc.).
Las características biomecánicas de la articulación.

No obstante, sea cual sea el tratamiento por el que se opte en cada caso. Si la fractura es
estable y el paciente no es de edad muy avanzada es posible optar por un tratamiento
conservador, que implica controlar el dolor, realizar ejercicios de fisioterapia y
movilización temprana.
Sin embargo, lo más frecuente es que el tratamiento sea quirúrgico, lo que se puede llevar
a cabo mediante diferentes técnicas, teniendo en cuenta el tipo de fractura, la vitalidad de
cabeza del fémur (s mantiene el riesgo sanguíneo o no), la movilidad remanente tras sufrir
la fractura, las enfermedades del paciente y, por supuesto, la edad del mismo.
Básicamente la cirugía puede implicar la utilización de placas y tornillos para fijar la
fractura o la colocación de una prótesis, que puede ser de cadera, cabeza femoral o de
disco.
Por supuesto, la cirugía para corregir una fractura de cadera o colocar una prótesis no está
exenta de riesgos, máxime al tratarse generalmente de personas de edad avanzada:

Infección.
Aparición de hematomas.
Hemorragias.
Cambio en la longitud de la pierna.
Luxacion,etc.

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