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UN NUEVO HOMBRE PARA UN MUNDO NUEVO

Transformándonos nosotros para transformar la sociedad

Hace mucho tiempo, un Maestro querido hablaba a nuestro corazón acerca del
cambio y la evolución y nos decía: “Los zapatitos que usábamos a los cinco
años eran muy lindos y confortables. Si los queremos usar ahora nos van a
apretar y resultarían disfuncionales”

Creo que esto está pasando actualmente cuando seguimos afirmando lo que
significa ser un ser humano en claves que ya son obsoletas. Las nuevas
energías y experiencias vitales cuestionan ese concepto aprendido y encarnado
de quiénes somos y piden que despertemos a una redefinición de nuestra
identidad. Como mujeres y hombres aprendiendo a visionar y vivir en el
paradigma de Unidad necesitamos asumir la responsabilidad de lo que significa
ser una partícula dentro de un universo multidimensional interconectado.

Estamos aprendiendo a pasar de la mirada egocentrada a la mirada


almacentrada, del sentirnos seres individuales y desconectados a sabernos
seres comunitarios inmersos en un Plan mayor. Al crecer nuestra conciencia de
la red de interconexión que nos une, cada vez tenemos más claridad acerca de
que sólo podemos estar en paz si estamos en armonía con el Todo.
Eudaimonia, en palabras de Platón, el estado de armonía del Alma.

 El Alma ve cosmos donde la mente lineal ve caos.


 El Alma avista evolución donde la psique siente inestabilidad e
inseguridad.

 El Alma percibe libertad donde el ego se asusta por falta de control.

 El Alma reconoce complementariedad donde la mente ve opuestos.

 El Alma recoge perlas de aprendizaje en aquello que la percepción


polarizada considera problemas o dramas.

 El Alma advierte preciosa sincronicidad en lo que la racionalidad


considera casualidades del azar.
 El Alma ve unidad en la diversidad en lugar de fragmentación y soledad.

 El Alma encuentra riqueza en el silencio y el vacío, en el encuentro


íntimo consigo mismo, en la gratitud y en el servicio.

El aprendizaje de la individualidad y el fortalecimiento de un ego sano y


maduro, autosostenedor, fue un paso importantísimo en la evolución de la
conciencia humana personal y colectiva. El movimiento que estamos haciendo
ahora como humanidad nos permite, sin menoscabar nuestra individualidad,
darnos cuenta de que pertenecemos a una unidad mayor: conciencia de “uno
mismo” y conciencia de “ser parte” simultáneamente, como la ola se sabe mar
y la hoja árbol. Nuestra identidad se expande cuando nos sentimos integrados
en la vida y esencia de un cuerpo más amplio y, finalmente, de todo lo Que Es.

Hay técnicas y herramientas que facilitan el pasaje del culto al ego al cultivo
del Alma. Y hay modos que hacen esto más accesible. Uno de ellos es transitar
el camino con compañeros en el viaje espiritual como co-responsables de la
creación conjunta del nuevo mundo.

Una comunidad del alma no es un grupo de apoyo emocional programado para


compartir las penas, ni un grupo de sostén para curarse de una determinada
enfermedad ni uno del tipo de autoayuda para sanar las adicciones. Un grupo
de desarrollo espiritual tiene como objetivos compartir despertares místicos y
experiencias trascendentes, desarrollar la propia maestría y explorar maneras
de servir al Bien Común apoyándose unos a otros en la consecución de ese fin.

Ramón Muñoz Soler dijo “La humanidad nueva va despertando a un nuevo


sentido de comunidad planetaria y cósmica, y el fundamento espiritual de esta
nueva comunidad es la reunión de almas… La nueva mística es una mística de
participación con las almas similares” y Caroline Myss “Con el acompañante de
espíritu uno comparte un vínculo de reverencia por el viaje en que ambos se
encuentran y el modo en que han escogido caminar por la Tierra. …hablan de
temas que nutren el espíritu de ambos y se ayudan uno a otro a apreciar los
regalos divinos que hay en su vida… utilizan su respectiva luz interior para
encendérsela uno a otro”

Un compañero espiritual es alguien que nos asiste a ver la vida “a través del
alma, con el alma, en el alma”. Por haberlo experimentado, puede dar
veracidad de las intuiciones, sincronicidades y experiencias transracionales.
Nos ayuda a sostener la práctica espiritual y el fuego vivo de aquello que
nuestro corazón más quiere. Alienta nuestro crecimiento a través de: 1)
compromiso de lograr el objetivo, 2) fe en el resultado, 3) confianza en el
amor y la sabiduría del grupo.

La sangha, el encuentro de almas en comunidad, en común-unión, nos ayuda


en dos movimientos de la conciencia. El primero, de tipo “horizontal”, consiste
en expandir y hacer cada vez más integradoras nuestras creencias.
En el otro movimiento de la conciencia, de tipo “vertical”, es el mismo ego
quien es examinado y cuestionado para que alcancemos una identidad más
auténtica. Esta trascendencia del ego es un salto cuántico que produce una
liberación y transformación radical. Dejamos de percibirnos y experimentarnos
como un ser individual aislado y empezamos a ver y sentir no “mi vida” sino
“la Vida” manifestándose en mí. En lugar de considerar “yo hago” reconocer
que “el Todo se moviliza a través mío”; en vez de “yo tengo una idea” la
percepción se abre a que “la Totalidad se expresa a través mío”.

Tenemos el privilegio de ser una generación “puente” entre algo que ya resulta
obsoleto y lo nuevo que estamos ayudando a surgir. Empezamos a
experimentar el pensar y sentir en clave colectiva, con valores comunitarios,
con una sabiduría vinculante basada en la ayuda mutua y la solidaridad. ¡Y sólo
podemos hacerlo juntos!

El lunes 7 comienza el entrenamiento

VIVIR DESDE EL PARADIGMA DE UNIDAD

del grupo Del culto al ego al cultivo del Alma

y el martes 8 el curso

CONSTRUCCION DE LA NUEVA CONCIENCIA Y LA NUEVA TIERRA

FUNDAMENTOS, HERRAMIENTAS Y PRÁCTICAS

coordinados ambos por Ana Inés de Avruj

Más información en 4785-9706 o conciencia@visionintegral.com.ar

www.visionintegral.com.ar

www.facebook.com/conciencia.sinbarreras

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