El maltrato infantil según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como los

abusos y la desatención padecidos por menores de 18 años, que puedan causar daños a su
salud, dignidad y desarrollo así como poner en peligro su supervivencia. Las víctimas de ello
tiene mayores riesgos de sufrir problemas como: actos de violencia (como víctimas o
perpetradores), depresión, tabaquismo, obesidad, comportamientos sexuales de alto
riesgo, etc.
En México 6 de cada 10 niños y adolescentes han experimentado algún método violento de
disciplina infantil, 1 de cada 2 ha sufrido alguna agresión psicológica por un algún miembro
de su familia y según el INEGI, Nuevo León muestra una tasa de 23.4 a 36.4 menores de
edad lesionados intencionalmente por cada 100 mil personas menores de 18 años.
En el desarrollo infantil repercute negativamente en la flexibilidad cognitiva, la capacidad
de adaptar nuestra conducta ante los cambios de nuestro alrededor, la inhibición, nos
permite controlar nuestras acciones impulsivas y, la atención sostenida, nos permite
permanecer concentrados específicamente en una tarea
La OMS recomienda la implementación de talleres preventivos que presten apoyo a los
padres y les aporten conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos, dado que son
eficaces, para reducir el riesgo de la repetición del maltrato y minimiza sus consecuencias.
Apelando a ello se decidió impartir un taller de parentalidad positiva, que es la relación de
los padres en el cuidado, protección y educación de los hijos, a través del buen trato y sin
el uso de la violencia en una población de riesgo, y de acuerdo a la evidencia impactar desde
la neuropsicología en las variables del desarrollo infantil mencionadas anteriormente.