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¿QUÉ ES CONSOLIDACIÓN?
Este fruto debe reflejarse en una vida que sea transformada, que
sea capaz de reproducir la imagen de Jesús en otros.
En el evangelio de San Mateo 28. 19 - 20, Jesucristo expresó su último deseo antes
de subir a la presencia del Padre: “Id y haced discípulos a todas las naciones”.
La responsabilidad de todo creyente está en saber qué significa ser “Discípulo” y
cumplir ese mandato divino.
Este mandato involucra a toda la iglesia de Jesucristo sin importar raza, condición
social, edad o sexo. La Iglesia como cuerpo viviente, es el único instrumento con que
cuenta Dios para llevar su Palabra por toda la tierra.
PROCESO DE CONSOLIDACIÓN
Cuando Jesús hizo el llamado a sus discípulos, les dijo a algunos que los iba a
convertir en pescadores de hombres. En el libro de Hechos capítulo 2, vemos el
primer sermón de Pedro dirigido a una gran multitud, y posteriormente vemos los
pasos que siguieron los apóstoles para mantener el fruto de ese día. Vamos a tomar
estos pasos que nos servirán de guía para el proceso de la consolidación:
En Hechos 2. 47 “...Y el Señor añadía cada día a la iglesia a los que habían de ser
salvos”, nos muestra como el crecimiento es continuo; de ahí la importancia de
aplicar estos principios para ver los resultados semejantes a los que se vieron en la
iglesia primitiva.
1. Obediencia: Cuando el Señor Jesús subió al cielo, dio un mandato de “Ir y hacer
discípulos a todas las naciones”.
2. Preparación: Todo aquel que desea tener éxito en la consolidación de igual
manera tendrá que prepararse.
3. Santidad: Dios usa vidas imperfectas, pero apartadas del mal y separadas para
servirle. (Hebreos 12. 14).
4. Compasión: El amor fue la clave del éxito de Cristo y él lo manifestó a la
humanidad
5. Amor por el Señor: El verdadero consolidador ama por encima de todo al Señor
Jesucristo. (Romanos 8. 35 - 39)
3. Intercesor: El consolidador debe ser incansable en la oración, que está
constantemente intercediendo por aquellos nuevos. (Efesios 6. 12).
4. Estudioso de la Palabra: Necesitamos estar en total conexión con la Palabrada
Dios. Debemos ser disciplinados en su lectura y anhelar vivir conforme a los
mandamientos de su Palabra. (Salmo 119. 97).
5. Disposición: Debemos colocar el máximo empeño en lo que realizamos como si
fuera él mismo quien desarrolla esa labor, con fuego, empeño y pasión, como si
de ello dependiera nuestra vida. (Colosenses 3. 23).
6. Oración: Si en algo debemos confiar es en la oración. Es por medio de ella que
ganamos las grandes batallas. (Jeremías 33. 3).
Saulo quien había sido perseguidor de la Iglesia tiene un encuentro con Jesús en el
camino Damasco mientras se dirigía a encarcelar y perseguir a los cristianos que se
encontraban allí en esa ciudad. Aquel día Saulo de Tarso recibió a Jesucristo como
su único y suficiente Salvador. Ahora estaba en una casa en Damasco, ciego en
ayuno y posiblemente esperando con mucha ansiedad cual sería el próximo paso en
su nueva vida.
Al tercer día, el Señor ordeno a Ananías, cristiano de origen judío, que se dirigiera a
Pablo y que le impusiera las manos para que recibiera la vista. Ananías dudaba, por
que temía al perseguidor. El Señor le dio seguridad, revelándole que Pablo había
sido advertido por una visión, y Ananías obedeció. Saulo confesó su fe en el Señor
Jesús, recobrando la vista y recibiendo el bautismo.
Pablo tuvo un encuentro con Jesús y de inmediato su vida fue transformada. Paso de
ser el perseguidor y asolador de la iglesia, a ser un mensajero de la Palabra de
Jesús, proclamándolo casi inmediatamente después de su conversión. (Hechos 9.
20 – 22). Esta conversión de Pablo se produjo gracias al encuentro que tuvo con
Jesús, y a la obra del Espíritu Santo en el corazón de Pablo, el cual le permitió
entender y aceptar la verdad que le había sido revelada. En fin, Dios se sirvió de
Ananías para poner al nuevo convertido en relación con la naciente iglesia. (¡Que
gran consolidador!).
Jesús que conoce muy bien nuestras necesidades, sabía que la necesidad número
uno de todo nuevo convertido es recibir el apoyo personal y cariñoso de un miembro
de la Iglesia del Señor. Por eso manda a Ananías a visitar a Saulo de Tarso.
EL RESULTADO DE LA CONSOLIDACIÓN: (Hechos 9. 20):
En seguida Pablo fue convencido de que Jesús era el único y suficiente salvador de
su vida y de la de todo el mundo, y comenzó a predicarlo en las sinagogas. Con esto
demostraba que Jesús había producido un cambio en su vida.
El proceso se inicia cuando se realiza el llamado para los nuevos, haciéndolos pasar
al frente invitándoles a recibir en sus corazones a Jesús. Se desarrolla el siguiente
proceso con los nuevos:
Después de haber realizado y llenado los requisitos espirituales para ser esos
obreros de la mies del Señor, es muy importante también haber entendido que cada
Ficha de consolidación que es puesta en nuestras manos, son Almas que el Señor
Jesucristo ha colocado en cada uno de nosotros para ser discipulados, para formar
en ellos el carácter de Cristo, como ya lo vimos al principio de este manual.
LLAMADA TELEFÓNICA
1. En oración.
2. Buscando el sitio y momento apropiado.
3. Planificando el tiempo.
5. ORE POR ÉL: Siempre termine la llamada orando por él, permitiendo ser guiado
por el Espíritu Santo.
LA VISITA
El Señor Jesucristo entendía cuán importante era la visitación, y por eso se tomó
tiempo tanto para realizarla como para enseñarla; veamos unos pocos ejemplos que
nos ilustran la importancia que le daba Jesucristo a esta visitación:
MATEO 8. 14 - 15 Aquí vemos a Jesús visitando la casa de la suegra de Pedro,
quien estaba enferma; El oró por ella y fue sana de la fiebre.
LUCAS 19. 1 - 10 Aquí vemos que Jesús visita la casa de Zaqueo, el Publicano.
Después de recibir esta visita, vemos el que no volvió a ser el mismo, y además dio
muestra de tener un verdadero arrepentimiento.
JUAN 11. 36 Aquí vemos que las visitas que realizaba Jesús a la casa de Martha,
María y Lázaro eran tan especiales, tanto que la gente comentaba cuánto amaba
Jesús a Lázaro.
PROPOSITO
REALIZANDO LA VISITA
EXITO EN SU VISITA
1. A la mente:
Renovar la mente. (Romanos 12. 2).
Sujetar los pensamientos. (2 Corintios 10. 3 – 5).
2. Al corazón:
Sentimientos. (Proverbios 4. 23; 2 Timoteo 2. 22).
Temor. (1 Juan 4. 18; Hebreos 13. 5). Y Depresión. (Jeremías 33. 3;
Mateo 11. 28).
3. Al espíritu:
Confesión y arrepentimiento. (1 Juan 1. 9; Hechos 3. 19).
Crecimiento espiritual. (Efesios 2. 20 - 22; 2 Pedro 1. 5 - 8).
4. Al Cuerpo:
Sanidad. (Isaías 53. 5; Marcos 16. 17 – 18).
Somos templo del Espíritu Santo. (1 Corintios 6. 18 – 20; 1 Corintios 3.
16 - 17; 2 Corintios 6. 16).
5. A las relaciones:
Familiares. (Efesios 5. 21; 6. 4).
Con los demás. (Efesios 6. 5-9).
Restauración. (Isaías 43. 18; Eclesiastés 3. 15).
Perdón. (Mateo 5. 21 - 26).
6. A las finanzas:
Liberación de ruina. (Gálatas 3. 13; Génesis 3. 17).
Sabiduría para el manejo del dinero. (Santiago 1. 5).
Prosperidad a través del diezmo. (Malaquías 3. 10 – 12; Mateo 23. 23).
Prosperidad a través del dar. (Lucas 6. 38).
2. Sea amable: Recuerde que nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino
contra poderes de las tinieblas. (Efesios 6. 12). La cortesía y el buen trato, harán
que la persona sienta confianza para poder hablar sincera y honestamente, y que
además sienta tranquilidad de poder abrir su corazón.
3. Responda con la Palabra: Cada “excusa” por pequeña que parezca debe ser
confrontada a la luz de la Palabra. (Juan 8. 32) “Conoceréis la Verdad y la Verdad
os hará libres”.
El amor de Dios: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna” Juan 3. 16
El plan de Dios: Cristo afirma: “...yo he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia”. Una vida completa y con propósito.
¿Por qué es que la mayoría de las personas no están experimentando esta
“vida en abundancia”?
El hombre fue creado para tener comunión con Dios, pero debido a su terca
voluntad egoísta, escogió su propio camino y su relación con Dios se
interrumpió. Esta voluntad egoísta caracterizada por una actitud de rebelión
activa o indiferencia pasiva, es evidencia de lo que la Biblia llama pecado.
El murió en nuestro lugar: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros,
en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5. 8.
Recibimos a Cristo mediante la fe: “Porque por gracia sois salvos por
medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe.” Efesios 2. 8 – 9.
Recibimos a Cristo por medio de una invitación personal: Cristo dice: “He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3. 20.