Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
JUNIO 2012
Cuestiones previas
-El consumidor debe acudir a nuestra sede con fotocopia de la escritura hipotecaria (no la de
compraventa de la vivienda) y, al menos, el último recibo para poder dar una información concreta.
Si fuera necesario realizar, posteriormente, algún tipo de reclamación o mediación abriríamos un
expediente con fotocopia de la documentación (no recogeremos nunca originales).
-Aunque el consumidor venga con un problema hipotecario, puede que tenga otros préstamos,
tarjetas... que puedan agravar el problema o incluso que sean el origen del mismo. Tendremos
que tener en cuenta estos productos en su conjunto y revisar las condiciones de todos ellos para
poder orientar al consumidor y llevar a cabo la mediación necesaria.
Tipo de préstamo: Préstamo o crédito hipotecario, la diferencia básica es que en caso de tener
un crédito hipotecario este no podrá subrogarse a otra entidad en ningún momento hasta que no se
haya amortizado totalmente el crédito concedido.
Capital inicial y capital pendiente de amortizar: Con ello nos haremos una idea de la deuda
pendiente.
Tipo de interés y diferencial: Para valorar el carácter usurario del préstamo y saber cuánto
podemos encarecer el préstamo a la hora de negociar.
Productos vinculados al préstamo por escritura (por si puede prescindir de alguno) y revisión de
la posible bonificación en el diferencial por la contratación de los mismos.
Otro dato importante es saber si medió engaño en la contratación: me dijeron que era avalista y le
metieron de titular, avales cruzados, etc.
Como sabéis los documentos en cuestión que pueden ayudarnos a aclarar estos puntos son además de la
escritura de préstamo si ya se ha firmado, el folleto informativo y la oferta vinculante, así como mails o
cartas que se hayan podido mantener con la entidad.
En este sentido, resulta muy útil realizar una ficha-carátula del expediente con estos
parámetros que nos servirán para tener resumido todo el problema en un folio. Para ello
contamos con un modelo de cuestionario que podemos utilizar en la práctica (documento uno).
SEGUNDA FASE.- SOLUCIONES ADAPTADAS SEGÚN TIPOS DE CASO
Lo más importante de este supuesto es que todavía no se está en un fichero de morosos (al
menos no por esta causa) con lo que el consumidor todavía tiene cierta "libertad" o
"amplitud" a la hora de negociar nuevas condiciones con la misma o con otra entidad (una vez
que estás en morosos el resto de entidades ya no te hacen ofrecimientos). La
negociación-mediación se debe realizar con la propia sucursal del consumidor.
El objetivo es reducir la cuota del préstamo que pagan, para evitar que en un futuro
próximo se vea obligado a desatender en pago.
Hay que tener cuidado con las condiciones de la concesión de la carencia ya que la
entidad va a intentar con ocasión de la misma cambiarnos las condiciones del préstamo y
casi siempre aumentarnos el diferencial (el consumidor deberá oponerse a esta situación).
Subrogar la hipoteca a otra entidad. Actualmente no es fácil que una entidad acepte conceder
una hipoteca aunque dependiendo de las características, situación actual o garantes y avalistas
del préstamo podría intentarse. Para ello, el consumidor debe acudir a distintas entidades con su
escritura de préstamo actual y solicitar por escrito las condiciones de la subrogación.
Es decir, la solución pasa por poner una reclamación por los motivos que creamos oportunos ante el
Servicio de Atención al Cliente y Banco de España (aunque no sea útil) para pelear el hecho de que a esta
persona la saquen de los registros de morosos y tenga más margen de actuación (otra cosa es que lo quiten
finalmente, pero podremos invitarle a que ponga una denuncia a la agencia de Protección de Datos).
La actitud que puede mostrar la entidad es distinta según si hay o no avalistas y según si la
vivienda ha sido sobrevalorada en la tasación o no. El escenario ideal para negociar con la
entidad es aquél en el que no hay avalistas ni una alta nómina de los titulares y la vivienda
está claramente sobrevalorada. ¿Por qué? Porque en estos casos el banco no tiene colchón (no
va a poder cobrar de ninguna forma la deuda) y tal vez le interese negociar con el consumidor,
ya que una procedimiento judicial no ayudaría a la entidad a recuperar una parte considerable
del préstamo.
Aunque como norma general el personal de ADICAE no habla con las entidades financieras, en ocasiones
excepcionales y si el resultado de la mediación inicial es infructuoso, podemos facilitarle al consumidor nuestro
número de teléfono, mail y persona de contacto para que la entidad pueda contactar con nosotros. O
bien, de forma más excepcional, que el consumidor solicite un número o mail de contacto en la sucursal
para que nosotros podamos contactar (siempre que previamente la entidad conozca que vamos a realizar
este contacto y que esta gestión cuenta con la autorización del consumidor). En algunas ocasiones, la
mediación directa puede ahorrarnos tiempo y ser una solución real pero tenemos, en cada caso
concreto, que valorar si la misma es conveniente y oportuna.
Es importante que haya buen entendimiento con la entidad. Los Bancos y Cajas valoran que los
consumidores aunque impaguen demuestren su buena voluntad por cumplir o ingresar cualquier
cantidad que puedan poco a poco.
Soluciones que podemos consequir antes de que el banco ponqa la demanda judicial
En caso de que el impago de la cuota se deba a problemas de liquidez puntual (es raro que esto sea
así), se podría plantear al banco la opción de acudir a una carencia o a un alargamiento del plazo
para que la cuota automáticamente se asiente en unos parámetros asumibles para el consumidor. Sobre
la deuda ya existente, se podría llegar a un acuerdo para el fraccionamiento o conseguir la cantidad
a través de familiares, o incluso acudir a otras fuentes de financiación "privadas" (hay que tener
cuidado y revisar en que condiciones le prestan dinero determinadas entidades o reunificadoras que
rondan la usura y en algunos casos incluso llegan a ser prácticamente fraudulentas y sólo acudir a
ellas cuando realmente vayan a solucionar el problema). Bancos y Cajas no, porque el consumidor está
en el ASNEF. En todo caso, la mejor opción es que la entidad acepte incluir la deuda actual en las
cuotas del préstamo una vez reestructurado o en las que tras la carencia puedan quedar.
En nuestra opinión es una opción posible si el resultado final es asumible por el consumidor y no
va a volver a impagar en el corto-medio plazo,.
Pero, cuidado, en este caso y en general, con las soluciones milagrosas que pasan por nuevas
tasaciones y gastos previos para el consumidor y que luego acaban en nada sin que le den el
préstamo al consumidor. Advertirlo porque puede pasar en la práctica.
DOS SUPUESTOS:
El consumidor debería acudir a su entidad para saber exactamente cuánto debe porque no sólo se
deben las cuotas sino también recargos, intereses de demora, etc.
Según la cantidad que sea, puede ser interesante pedir el dinero a un familiar y/o entidad de crédito o
que el posible avalista se haga cargo del pago ya que responde de la deuda de la misma manera que el
avalado y va a soportar el mismo perjuicio en caso de que comience la vía judicial siempre y cuando
se prevea que solicitando esa cantidad de dinero después se va a poder continuar pagando.
Lo que hay que tener muy claro es que el consumidor no debe pedir prestado dinero a ninguna
entidad, reunificadora... si corre el riesgo de que a los dos meses le puede pasar lo mismo. Sería
interesante negociar con la entidad una ampliación de plazo si ésta es posible con el fin de poner
coto a la situación de liquidez.
1. En los procedimientos a que se refiere este capítulo sólo se admitirá la oposición del ejecutado cuando se funde
en las siguientes causas:
1°. Extinción de la garantía o de la obligación garantizada, siempre que se presente certificación del Registro
expresiva de la cancelación de la hipoteca o, en su caso, de la prenda sin desplazamiento, o escritura pública de
carta de pago o de cancelación de la garantía.
2°. Error en la determinación de la cantidad exigible, cuando la deuda garantizada sea el saldo que arroje el
cierre de una cuenta entre ejecutante y ejecutado.
El ejecutado deberá acompañar su ejemplar de la libreta en la que consten los asientos de la cuenta y sólo se
admitirá la oposición cuando el saldo que arroje dicha libreta sea distinto del que resulte de la presentada por el
ejecutante.
No será necesario acompañar libreta cuando el procedimiento se refiera al saldo resultante del cierre de cuentas
corrientes u ,operaciones similares derivadas de contratos mercantiles otorgados por entidades de crédito,
ahorro o financiación en los que se hubiere convenido que la cantidad exigible en caso de ejecución será la
especificada en certificación expedida por la entidad acreedora, pero el ejecutado deberá expresar con la
debida precisión los puntos en que discrepe de la liquidación efectuada por la entidad.
3.° En caso de ejecución de bienes muebles hipotecados o sobre los que se haya constituido prenda sin
desplazamiento, la sujeción de dichos bienes a otra prenda, hipoteca mobiliaria o inmobiliaria o embargo
inscritos con anterioridad al gravamen que motive el procedimiento, lo que habrá de acreditarse mediante la
correspondiente certificación registral.
2. Formulada la oposición a la que se refiere el apartado anterior, el Secretario judicial suspenderá la ejecución y
convocará a las partes a una comparecencia ante el Tribunal que hubiera dictado la orden general de ejecución,
debiendo mediar cuatro días desde la citación, comparecencia en la que el Tribunal oirá a las partes, admitirá los
documentos que se presenten y acordará en forma de auto lo que estime procedente dentro del segundo día.
3. El auto que estime la oposición basada en las causas 1.s y 3.° del apartado 1 de este artículo mandará sobreseer
la ejecución; el que estime la oposición basada en la causa 2.° fijará la cantidad por la que haya de seguirse la
ejecución.
4. Contra el auto que ordene el sobreseimiento de la ejecución podrá interponerse recurso de apelación. Fuera de
este caso, los autos que decidan la oposición a que se refiere este artículo no serán susceptibles de
recurso alguno.
El motivo segundo es el que prevé que haya un error en el cálculo de la cuantía. Pues bien, éste es
al que nos podemos agarrar para aportar todas las cláusulas abusivas relacionadas con la cuota
mensual y el precio del préstamo para pedir la suspensión de la ejecución y, con suerte, que el Juez
acuerde su sobreseimiento.
Destacan el punto 3 y 4 que expresan que si prospera el recurso se sobresee la ejecución, que debería
comenzar de nuevo aunque con nuevos visos de ser paralizada y la posibilidad de recurso contra el
auto (situación en la que nos encontramos actualmente en Barcelona en un caso).
Estas soluciones ya exceden un poco de nuestro objetivo, pero no podemos ocultar que hay dos vías
para evitar que el banco pueda tomar posesión de la casa.
Acudir a los grupos stop desahucios con los que colaboramos y pedir que realicen una acción
directa para esta persona. Cuidado con dar datos a estos grupos porque incumpliríamos la
Protección de Datos. Tiene que ser al revés, esto es, que la persona llame a estos colectivos
voluntariamente. Además, hay que informar que en todo caso se podría conseguir una paralización
temporal del desahucio pero no evitarlo en el futuro.
Colar un contrato de arrendamiento a un familiar, que luego a su vez podría ceder en precario
la vivienda a la familia, todo ello antes que se pueda a la fecha de ejecución. Un contrato
por una renta no muy reducida ya que si no se corre el riesgo de que sea declarado en
fraude de ley. De hecho, debemos advertir que quiénes firmen estos contratos pueden ser
demandados por nulidad de contrato, con las molestias que ello conlleva para los firmantes, e
incluso realizadas acciones penales contra ellos (aún no conocemos ninguna). Sería interesante
por tanto que los dos firmantes fueran insolventes y/o con beneficio de justicia jurídica gratuita.
El procedimiento de ejecución puede tener una duración de entre seis meses y un año y medio. El
hecho de que el procedimiento judicial haya comenzado no impide, aunque si dificulta bastante, que
podamos intentar realizar una mediación entre el consumidor y la entidad.
Es habitual que el consumidor acuda a nosotros cuando ya ha recibido el auto con la demanda de
ejecución. Este auto incluye, normalmente, un requerimiento de pago (si el requerimiento no se ha
hecho ya extrajudicialmente, de acuerdo con los requisitos de la LEC). En estos 30 días el
consumidor tiene la opción (en la práctica es muy dificil) de pagar el importe pendiente y los gastos y
costas y rehabilitar el préstamo, paralizando la ejecución (es una opción de enervación que puede
ejercitar sólo una vez cada cinco años).
Este momento es el más apto, dentro de que ya ha comenzado el procedimiento, para intentar llegar a
un acuerdo con la entidad. Aún estamos a tiempo para comprobar en que medida cumple el
consumidor con los requisitos contenidos en el Real decreto (código de buena conducta) y haciendo
referencia a él, podemos intentar llegar a un acuerdo que pase por la paralización del procedimiento y
por la solicitud de una rehabilitación del préstamo o bien, por la valoración de la posibilidad de
proceder a entregar la vivienda por el importe actual de tasación (tasación que en caso de aceptar sería
realizada por la entidad) y la negociación del pago posterior de la "posible" deuda restante. Con esto
podemos evitar el procedimiento judicial y el posterior embargo.
Teniendo en cuenta que la entidad, de acuerdo a nuestra legislación, no esta obligada a aceptar la
dación en pago, ni de asumir el perjuicio que la devaluación de una vivienda haya generado,
podríamos intentar llegar a una acuerdo satisfactorio para ambas partes si la entidad acepta
quedarse la vivienda por el valor actual y proceder a realizar una quita o rebaja del importe que
pudiera quedar restante acordando las condiciones de pago de la deuda que pudiera quedar. El
consumidor se comprometería a pagar una cantidad mensual asumible hasta la finalización de la
deuda. De esta forma el perjuicio para ambos será menor que el ocasionado por un procedimiento
judicial. Además, si el consumidor no cumple con los requisitos del Real decreto (actualmente, con
los datos que tenemos sólo un 20% los cumple) no habría otra opción para evitar la vía judicial, que
aceptar la deuda que pudiese quedar tras la entrega. Otro ofrecimiento que podría ser interesante según
la política de la entidad, sería el de continuar en la vivienda en régimen de arrendamiento.
Hacer referencia al Real decreto en nuestros escritos de mediación puede ser, no obstante, interesante
ya que el artículo cinco del mismo prevé que los bancos potestativamente podrán aplicar las medidas
previstas en el mismo a consumidores que no cumplan estrictamente con lo requisitos
establecidos para considerarse dentro del umbral de exclusión.
Una vez que el juzgado ya ha puesto fecha para subasta es más difícil que el banco quiera
negociar cualquier opción, pero no es imposible.