Hipótesis: El principal problema que posee Colombia hoy en día es la
corrupción, la cual se ve reflejada en la deficiente inversión en infraestructura, nivel de salud, educación entre otras necesidades básicas, generando la disminución de la calidad de vida de los colombianos.
La corrupción política consiste en el abuso del poder e influencia cometido por
funcionarios y autoridades públicas haciendo un mal uso intencional de los recursos financieros públicos y humanos a los que tienen acceso, favoreciendo sus intereses personales y los de sus allegados. Entre las más comunes formas de corrupción que se presentan son el uso ilegítimo de información privilegiada, sobornos, el tráfico de influencias, las extorsiones, los fraudes, la malversación, la prevaricación, la cooptación, el nepotismo, la impunidad, y el despotismo entre otros
En Colombia, la corrupción se ha convertido en un problema cada vez más
considerable, el cual se ha visto envuelto en graves escándalos como el Caso de odebrecht, escándalo de reficar, el cartel de la hemofilia entre otros. Según el ex contralor Edgardo Maya esta problemática le cuesta a Colombia $50 billones al año, es decir, casi un billón de pesos por semana De acuerdo con Transparencia por Colombia. Siendo La salud y la educación los sectores más afectados con el 30% de los casos, seguido por el sector de vivienda, infraestructura y servicios públicos con el 20% y los procesos de la gestión pública, con el 10%
Colombia atraviesa por uno de los momentos más críticos en materia de
corrupción, el cual ha generado el gran descontento del pueblo colombiano, generando el aumento de la percepción de corrupción, la cual se ha manifestado como “una preocupación superior frente a otros problemas graves del país”.
Según el índice de Percepción de Corrupción (IPC) emitido por Transparencia
Internacional en el año 2018, el sector público en Colombia sufrió un bache sobre las perspectivas de transparencia. El país tiene una clasificación de 36 puntos sobre 100 en ese reporte anual en el que cero es altamente corrupto y cien es muy transparente, el cual empeoro con respecto a la medición del año 2017.
Las consecuencias más graves que ha generado la corrupción en Colombia
han sido la perdida de legitimidad del sistema político, mala asignación de los recursos del país, disminuyendo la calidad de vida y aumento de la desigualdad y pobreza, destrucción del profesionalismo debido a los sobornos, los cuales reemplazan los criterios profesionales, debilita el desarrollo y causa un creciente abuso de los derechos humanos, favorecimiento de la consolidación de las elites y burocracias políticas y económicas, entre otras.
En conclusión, la corrupción en Colombia ha traspasado límites, provocando
consecuencias devastadoras para el pueblo colombiano, además de la alta tolerancia a la corrupción que aún existe en nuestro país, de modo que depende del mismo pueblo que no se sigan cometiendo más casos de corrupción, denunciando y generando conciencia ciudadana y cultural para rechazar vehementemente al corrupto.