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Boletín de la Sociedad Botánica de México 58:113-127, 1996

DOI: 10.17129/botsci.1492

Bol. Soc. Bot. México 58: 113-127 ( 1996)

LA VEGETACIÓN DEL CUATERNARIO TARDÍO EN EL CENTRO DE MÉXICO:

REGISTROS PALINOLÓGICOS E IMPLICACIONES PALEOCLIMÁTICAS

MARÍA DEL SOCORRO LOZANO GARCÍA

Departamento de Paleontología, Instituto de Geología, Universidad Nac ional Autónoma de México.


Cd. Universitari a, UNAM. 0451 O México D.F., México.

Resumen. La formación durante e l Plio-Cuaternario de la Faja Volcánica Transmexicana (FVT) dio lugar al
desarrollo de varias cuencas endorréicas. Una de estas cuencas cerradas, la más ampliamente estudiada, es
la Cuenca de México. Por los extensos lagos que se desarrollaron y por su loca li zación geográfica en un a
latitud media, resulta atractiva para realizar estudios palinológicos y paleoc limáti cos. Se presenta un resu-
men de las investigaciones·palinológicas realizadas en la Cuenca de México, de manera particular en las se-
cuencias lacustres de los lagos de Chalco y Texcoco, señalando los cambios generales en los componentes
de la vegetación de los últimos 28,000 años AP; se discuten los cambios en las condiciones paleoambientales
comparándolas con otros datos existentes para los lagos de la FVT. Se analizan los datos palinológicos a la
luz de la secuencia glacial existente para la Cuenca. Se exam inan los resultados de los estudios palinológicos
con los datos de los modelos generales de circulación de la atmósfera para las edades del máximo glacial y
Holoceno temprano, propuestos para zonas tropicales y para el sudoeste de EUA.
Palabras clave: Cuenca de México, Holoceno, paleoambientes, Pleistoceno, polen.
Summary. Severa! closed basins were formed during the Plio-Quaternary volcanic activity of the Transmexi-
can Volcanic Belt (TVB). One of this is the basin of Mexico, the most studied one. Due to the extensive lake
system formed during the Pleistocene and to its latitudin al position, it is very attractive to carry on palynolo-
gical and paleoclimatic studies. Palynological research particularly lacustrin e sequences of Chalco and Tex-
coco lakes are presented, indicating the changes in vegetation during the last 28,000 years BP. Changes in
the paleoenvironmental conditions are discussed and comparison with other records from the TVB are pre-
sented. Results of the palynological research are compared with data from the general atmospheric circula-
tion models, especially for the glacial maximum and early Ho locene for tropical regions and the SW of USA
Key words: basin of Mexico, Holocene, paleoenvironments, Pleistocene, pollen.

L as investigaciones palinológicas y paleobotánicas


que se han efectuado en el país de manera siste-
mática en los últimos años, ofrecen un panorama muy
Martínez-Hernández, 1992). Todos estos estudios apor-
tan valiosos datos sobre aspectos fitogeográficos y evo-
lutivos y el estudio de la flora cuaternaria a través de
general de la evolución de la flora mexicana. Si bien análisis de polen ofrece ampli as posibilidades para
aún son insuficientes este tipo <le investigaciones, con- conocer los factores que promueven el cambio de los
siderando el tamaño del país y la complejidad de su ecosistemas. El análisis palinológico se puede conce-
historia geológica, se están realizando esfuerzos para bir como un instrumento de percepción remota di-
ampliar la disponibilidad de estos datos fundamen- sei'íado para registrar la composición de la vegetación
tales sobre la historia evolutiva de la vegetación. Di- actual y pasada. Este tipo de análisis tiene una reso-
ferentes tafofloras han sido estudiadas desde el punto lución espacial y temporal: el polen extraído de un
de vista paleobotánico (Weber y Cevallos, 1994) que sedimento contiene una huella de la vegetación de
abarcan desde el Pérmico hasta el Oligoceno-Mioce- una área, en un intervalo de tiempo (Prentice, 1988).
no. Mientras que desde el punto de vista palinológi- En el país se cuenta con un número importante
co hay datos desde floras cretácicas hasta palinofloras de estudios sobre la vegetación cuaternaria, especial-
oligocénicas-pliocénicas (Graham, 1976; Palacios, 1993, mente en su zona central. En el presente trabajo se

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Lozano-García M del S. 1996. La vegetación del Cuaternario tardío en el centro de México: registros palinológicos e implicaciones
paleoclimáticas. Boletín de la Sociedad Botánica de México 58:113-127.
MARÍA DEI. SOCORRO LOZANO GARCÍA

pretende d ar un panorama de \os avances del estu- gunas cadenas montañosas estaba aún en proceso,
dio palinológico de la vegetación cuaternaria de la como son las elevaciones de la Faja Volcánica Trans-
cuenca de México en especial datos sobre la zona sur, mexicana (FVf). Desde el punto de vista fisiográfico,
con el objeto de ejemplificar los aportes, vertientes la FVf es una meseta volcánica con altitudes que van
y dificultades de este tipo de estudios, haciendo én- de l ,000 a 5,000 msnm siendo la banda dominante
fasis en los cambios en la composición de la vegeta- la de 1,500 a 2,500 msnm. Si bien hay diferentes hi-
ción e insertándolos en un marco cronológico para pótesis sobre cuándo se inició la formación de esta
explicar l~s aplicaciones en términos de cambios provincia geológica, pues algunos autores le asignan
ambientales que tienen este tipo de análisis. una edad de Terciario medio , y otros una edad de
Plio-Cuaternaria, todos coinciden en que es durante
La región central del país el vulcanismo del Plio-Cuaternario que se forman los
grandes estratovolcanes como son el Popocatépetl,
El territorio nacional hacia el Plioceno alcanzaba ya Nevado de Toluca y el Pico de Orizaba constituídos
su configuración actual, aunque la formación de al- por lavas andesíticas-basálticas. A la par del desarro-

99°00'

CUENCA DE MÉXICO
20°00'
20°00'

- - - LÍMITE DE LA CUENCA
- - - LÍMITE DEL DISTRITO FEDERAL

/G\ GRAN CIUDAD DE MÉXICO


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Figura l. ~apa de localización de los sitos muestreados: l. Lago de Tecocomulco, cinco núcleos; 2. Laguna de
Apan, 1 sitio muestreado; 3, 4, y 5. Lago de Chalco, cinco núcleos; 6, 7, 8, y 9. Ex-lago de Texcoco, cinco núcleos.

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LA VECETAC:IÓN DEI. CUATERNARIO TARDÍO EN El. CENTRO DE M1::x1co: RECISTROS PAl. I NOl.<ÍGICOS E IMPl.I C:AC:IONES PAl.EOCl.IMÁTIC:AS

llo de estos picos, se formaron cuencas endorréicas calizas lacustres, tobas y arenas, que abarca del Plio-
que dieron lugar a extensos lagos y la acumulación ceno medio a superior, la cual está siendo analizada
de sedimentos lacustres (Ferrusquía, 1993). Debido por Lozano-García y Martínez-Hernández (en prepa-
a la gran diversidad topográfica de la FVT hay tam- ración), se identificaron varios conjuntos polínicos.
bién una variedad de condiciones climáticas impor- El polen recuperado del Plioceno medio incluye a Jos
tantes. La mayor parte de la humedad proviene de géneros Pinus, Alnus, Bursera, Engelhardtia y Quercus;
Jos vientos alisios que soplan durante el verano. La el conjunto perteneciente al Plioceno superior está
estación de lluvias es de junio a septiembre con al- compuesto por Alnus, Quercus, Pinus, Bursera, Fraxin-
gunas lluvias ocasionales durante el invierno como us Liquidambar, y e l alga Pediastum duplex. Estos resul-
consecuencia de Ja llegada de aire polar comúnmente tados preliminares indican la presencia de pino y
denominado norte. Las comunidades vegetales que encino como componentes importantes de la vegetación
se establecen en esta provincia geológica son en ge- pliocénica de la cuenca y la existencia de un lago
neral los bosques de pino, de encino, de oyamel, tro- pliocénico ya señalado anteriormente (Mosser, 1990).
pical deciduo, mesófilos y pastizales (Rzedowski, 1978).
Pleistoceno
Cuenca de México
En gran parte de los estudios sobre la diversidad de
De entre las varias cuencas endorréicas que se forma- la flora y fauna mexicana, y en particular en la FVT,
ron a lo largo del desarrollo <;le la FVT, tenemos a la se señala de manera reiterativa que buena parte de
Cuenca de México, una de las más estudiadas hasta la alta diversidad documentada, así como endemis-
la fecha desde diferentes puntos de vista. Destacan mos en algunas zonas del país, son consecuencia de
los estudios de mecánica de suelos, y geológicos en las oscilaciones climáticas ocurridas durante el Pleis-
Jos que se ha hecho énfasis en las características del toceno (Toledo, 1993; Flores-Villela, 1993; Rzedows-
subsuelo de la ciudad de México. A partir de 1985, ki, 1993; Fa y Morales, 1993; Nixon 1993), sin embargo,
se efectuaron estudios que han permitido conocer a faltan evidencias suficientes que permitan conocer y
mayor profundidad la estructura geológica y carac- evaluar tales oscilaciones. Es por este motivo, que se
terísticas de la cuenca (Mosser, 1990; Singh, et al., 1995; requiere de un mayor estudio sobre la ocurrencia de
(Urrutia-Fucugauchi y Martín del Pozzo, 1993). Des- estos eventos y sus efectos en las comunidades vege-
de el punto de vista botánico se cuenta con los tra- tales, su amplitud, y tiempo de ocurrencia; además
bajos de la Flora del Valle de México (ver por ejemplo de que es necesario establecer los patrones regiona-
Rzedowski y Rzedowski, 1979; 1985). También destacan les de evolución climática y los probables mecanismos
las numerosas investigaciones arqueológicas y antropo- asociados a éstos. La mayor parte de la información
lógicas de esta zona; en una recopilación blibliográ- paleoclimática disponible que hay sobre el último ciclo
fica de Manzanilla ( 1987) se muestra el gran número glacial/interglacial proviene de altas latitudes, mientras
de trabajos realizados que dan un panorama del de- que las investigaciones en latitudes medias y bajas son
sarrollo geológico, geomorfológico, hidrológico, edá- escasas. Por lo que evidencias provenientes de áreas
fico y arquelógico-antropológico de esta gran cuenca. como el centro de México son fundamentales para
La vegetación característica de las montañas del probar la validez de algunas de las hipótesis de cam-
centro de México, y de las elevaciones que rodean a bio en la circulación atmosférica durante estos perío-
la cuenca de México principalmente, son los bosques dos de transformación.
mixtos de pino y encino. De acuerdo con Styles (1993), El Pleistoceno se caracteriza por ser una época de
el género Pinus está presente desde el Cretácico en gran inestabilidad climática, se han detectado hasta
Norteamérica y llega a México, alrededor del Terciario 10 ciclos glacial/interglacial en los registros isotópi-
medio aunque no hay evidencia paleobotánica hasta cos de sedimentos oceánicos (Lowe y Walker, 1984).
el momento . Quercus parece ingresar a México tam- Muchos la denominan como la edad de las catástro-
bién durante esa época. Las evidencias palinológicas fes, aunque si se tienen en cuenta las diferentes po-
para ambos gén e ros, señalan su presencia en el Mio- nencias presentadas en el Simposio sobre la vegetación
ceno inferior de sedimentos marinos de Chiapas (Pa- de México: una misión histórica, durante el XIII
lacios, 1993); en los lignitos Pliocénicos de Tacolulan, Congreso Mexicano de Botánica en 1995, la caracte-
Veracruz (Martínez-Hernández, 1992), y en los de Ja rística común de esta historia es el constante cambio.
Formación Paraje Solo de Veracruz del Plioceno medio Una de las explicaciones sobre la probable causa
(Graham, 1976). del cambio climático, al menos para el Pleistoceno,
En la cuenca de México un estudio preliminar de ha sido la denominada hipótesis astronómica, la cual
una sección, constituida principalmente por margas, básicamente explica los cambios en la tempera tura

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de la superficie terrestre como consecuencia de los variaciones en la temperatura de los océanos para las
cambios periódicos de la órbita terrestre y su eje latitudes tropicales y subtropicales, sin que todavía se
(hipótesis de Milankovitch). De acuerdo con esta llegue a un consenso sobre la magnitud del cambio
teoría, los ciclos glaciales/interglaciales son causados en la temperatura.
por cambios en: la precesión de los equinoccios re- A pesar de las diferencias entre los datos disponi-
sultado del giro en su propia órbita con una perio- bles, se ha propuesto un modelo general de variaciones
dicidad de entre 19,000 a 23,000 años, de la climáticas, en el que se sugiere la existencia de cli-
oblicuidad, en que los períodos son de 41,000 años, mas áridos en las zonas tropicales durante el máxi-
y cambios en la excentricidad de la órbita, con ciclos mo glacial, la que es seguida por una etapa de mayor
de 100,000 años (Imbrie y Pa~mer lmbrie, 1979); sin humedad durante el fin del Pleistoceno y Holoceno
embargo, algunos autores mencionan el hecho de que temprano. Otros registros indican un patrón diferente
aún no se conoce cómo se traducen estos efectos, en en los niveles lacustres de los lagos del suroeste de
términos de cambios globales del clima (Dawson, EUA se detecta una etapa de mayor humedad duran-
1992). Otro aspecto importante es el hecho de que te el máximo glacial y la disminución de los niveles
otros factores, como por ejemplo la tectónica, pudie- lacustres se inicia durante el Holoceno temprano. Estas
ron influir en la temperatura global traslapando sus diferencias en la precipitación detectada en diversas
efectos a la variación de la temperatura ocasionada áreas ha sido explicada a través del desplazamiento
por los cambios astronómicos. al sur de los patrones de circulación atmosférica, como
Entre los cambios más notables, a consecuencia de son la zona intertropical de convergencia, las zonas
las variaciones en la distribución de la radiación so- de alta presión subtropical y los vientos del oeste
lar está el desarrollo de extensas masas de hielo que (Kutzbach, 1983, COHMAP, 1988). El período de ari-
causaron períodos glaciales. La última expansión gla- dez en las zonas tropicales durante el máximo glacial
ciar del Hemisferio Norte, denominada Wisconsin y los altos niveles lacustres del suroeste de EUA pudo
tardío, se inició hace aproximadamente 30,000 años deberse a la migración hacia el sur de los vientos del
AP, alcanzando la máxima extensión de hielo entre oeste y de los vientos alisios, mientras que en un
los 22,000 y 18,000 años AP, denominada máximo período posterior, durante el Holoceno temprano con
glacial; posteriormente entre los 12,000 años AP y 9,000 la migración al norte de estos patrones de circulación
años AP, se detecta una etapa de deglaciación en la atmosférica se podría explicar la aridez en el suroes-
que las temperaturas aumentan y el hielo comienza te de EUA y la humedad tropical. En la zona central
a derretirse con la consecuente elevación del nivel del del país, la existencia de lagos que registren los cam-
mar. El desarrollo de una extensa capa de hielo en bios ambientales durante estos períodos, para tradu-
el Hemisferio Norte, provocó cambios en los patro- cirlos en cambios climáticos, son sumamente atractivos,
nes de circulación atmosférica globales, los cuales, ya que la mayor parte de las evidencias existentes están
modificaron las condiciones climáticas locales de en las latitudes altas y algunos en zonas tropicales pero
extensas zonas tanto en latitudes medias como bajas. hay pocos en zonas de latitudes medias.
Los indicadores paleoclimáticos de numerosas partes Estos cambios ocurridos a nivel mundial afectaron
del mundo apoyan la hipótesis de una disminución de manera significativa los ecosistemas promoviendo
de temperaturas globales durante el máximo glacial, modificaciones en su estructura. Laas evidencias de
aunque no hay consenso en la magnitud de esto. Así la vegetación cuaternaria en Norteamérica sugieren
por ejemplo, Emiliani y colaboradores ( 1975) basán- cambios rápidos en la distribución de los tipos de
dose en análisis isotópicos en foraminíferos planctó- vegetación y en los conjuntos de especies que los
nicos sugieren una disminución de entre 6 y 7 ºC en conformaron. Hubo migración continua de especies
la temperatura del Golfo de México durante el máxi- en respuesta a estos cambios climáticos.
mo glacial, mientras que Brunner (1978) analizando Es posible estudiar estos cambios climáticos y sus
conjuntos de foraminíferos estima un descenso de tan consecuencias a través de las investigaciones palino-
sólo 1 ó 2 ºC en el máximo glacial para el mismo Golfo. lógicas del Cuaternario tardío, pues éstas ofrecen la
En los modelos generales de circulación atmosférica resolución más fina de eve ntos ecológicos durante
(Kutzbach y Ruddiman , 1993) se apoya la idea de período de cambio climático rápido. Los datos pa-

Figura 2. Polen arbóreo de los taxa más frecuentes extraídos de los sedimentos de los lagos de Chalco y Texcoco.
a. Pinussp.l; b. Picea; c. Pinussp.2 (500x); d. Tsuga.aff. cana.densis; e. Liquida.mba.r;J. Engelha.rdtia.; g. Tipo Cuju (in-
cluye los géneros Cupressus y juniperus); h. Alnus; i. Quercus; j. U/mus; k. Fra.xinus (tipo l); l. Ca.rpinus-Corylus; m.
Ostrya.; n. Fra.xinus (tipo 2); o. Ca.rya.; p. Sapindaceae; q. Fa.gus. Todas las microfotografías están a una escala de
lOOOx, donde lµ corresponde a lmm, exce pto la figura indicada.

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LA VEGETACIÓN DEI. CUATERNARIO TARDÍO EN El. CENTRO DE M1::x1co: REGISTROS PAl.INOl.ÓGICOS E IMPLICACIONES PAl.EOC l.IMÁTICAS

leoecológicos de este intervalo de tiempo pueden el punto de vista paleoecológico recuperados de los
proveer hipótesis sobre el proceso de cambio de los sedimentos lacustres de los lagos de Chalco, Texco-
ecosistemas en períodos previos, pero similares en co y Tecocomulco.
variaciones climáticas. La información con la que se cuenta se presenta
en dos tipos de diagramas polínicos: el diagrama
Palinología del Pleistoceno /Holoceno de la Cuenca regional, que incluye polen de árboles, arbustos y
de México hierbas y esporas de pteridofitas; y el local, en el que
se muestran palinomorfos de las comunidades que
El polen y esporas han probado ser los fósiles más vivían en la zona litoral y ambientes lacustres.
importantes para la reconstrucción de la vegetación Se presenta un resumen de los aspectos más im-
cuaternaria, ya que se encuentran en una gran can- portantes de los diagramas palinológicos con los que
tidad de sitios y, tal vez lo más importante, en una se cuenta hasta el momento. Algunos datos se han
secuencia estratigráfica continua que va archivando publicado con mayor detalle en otras revistas (Loza-
evidencias de cambios en la vegetación y en el entorno no-García et al, 1993; Lozano-García y Ortega-Guerrero,
(Grimm, 1988). En la Cuenca de México, la existen- 1994; Lozano-García y Xelhuantzi-López, en prensa;
cia de varios lagos permite el desarrollo de estudios Ortega-Guerrero, 1992; Caballero-Miranda, 1995).
palinológicos los cuales en combinación con otras Estudios iniciales en sedimentos lacustres del lago
técnicas aportan información fundamental para la de Texcoco, con una edad basal estimada en ca.
reconstrucción de paleoambientes. Las investigacio- 200,000 años AP, muestran la existencia de una ten-
nes palinológicas se inician en 1950 con los trabajos dencia progresiva y moderada, a condiciones secas
de Sears y Clisby (1955) y se continúan por otros au- desde el Pleistoceno medio al Pleistoceno superior.
tores (González-Quintero y Fuentes-Mata, 1980; Gon- Se observó en el estudio palinológico una disminu-
zález-Quintero, 1986) . ción en la diversidad de paleocomunidades que se
Recientemente se inició un programa multidisci- traduce en una dominancia de los bosques de pino
plinario con el objeto de documentar en detalle las y encino hacia el Pleistoceno superior. Desde el punto
condiciones paleoambientales de la Cuenca de México, de vista limnológico, Texcoco parece haberse trans-
analizando los denominados indicadores paleoclimá- formado de una lago de agua dulce, a un lago salo-
ticos (proxy data): polen, diatomeas, datos paleomag- bre hacia el Plesitoceno superior y Holoceno
néticos, químicos, etc., durante el último ciclo glacial/ (Lozano-García, 1989).
interglacial. Para ello se llevó a cabo una campaña Los datos provenientes de los registros palinológicos
de perforación obteniéndose varios núcleos continuos del lago de Chalco (Núcleo B), (figuras 6 y 8) para
de los lagos de Chalco, Texcoco y Tecocomulco y Apan el período del glacial temprano, con edades de ca.
(figura 1). Hasta el momento, se tienen resultados de 27,000 a ca. 23,000 años AP., muestran un diagrama
los estudios sobre polen, diatomeas, propiedades polínico con una baja dive rsidad dominado por po-
magnéticas, estratigrafía y cronología de cinco núcleos len de Pinu.s spp. y con proporciones bajas de Qu.er-
del lago de Chalco y Texcoco y Tecocomulco, abar- cu.s, Alnu.s, el grupo compuesto por pol e n d e
cando los últimos 40,000 años AP. Se cue nta con 25 Cu.pressus-ju.niperu.s (tipo Cu:Ju) y pastos. El registro
fechas de 14 C; 13 fueron realizadas en los sedimen- abundante de Botryococcu.s y la ausencia de otros ele-
tos lacustres y las otras 12 se obtuvieron en la Uni- mentos indican un nivel lacustre bajo. Los datos so-
versidad de Arizona por el método de acelerador de bre análisis de diatomeas efectuados en este mismo
partículas (AMS) en polen extraído de los sedimen- sondeo (Caballero-Miranda, 1995), corroboran la exis-
tos. Del análisis palinológico realizado se han regis- tencia de un nivel lacustre bajo, ya que las especies
trado un total de 234 palinomorfos que incluyen polen alcalófilas y halófilas aumentan y disminuyen las planc-
de árboles, arbustos, hierbas, acuáticas, esporas de tónicas. De acuerdo con el registro paleomagnético,
pteridofitas, briofitas, hongos y varias especies de algas. Ortega-Guerrero (1992) considera este perfodo d e
En las figuras (2, 3, 4) se ilustran algunos de los pa- gran estabilidad ambiental. En uno de los diagramas
linomorfos más abundantes, y otros significativos desde p a ra e l lago de Tex coco, el SCl (Lo za no-García y

Figura 3. Polen de hierbas y de elementos suhacuáticos extraídos de sedimentos lacustres de los lagos de Chalco
y Texcoco. a. Poace ae ; b. Chenopodiaceae-Amaranth aceae; c. Aren.aria tipo l; d. A ren. aria tip o 2; e. Aste raceae tip o
l; f, Asteracerae tipo 2; g. Sida; h. Umbelliferae tipol; i. Umbellife rae tipo 2; j. Polygonaceae; k. l. Potamogeton pec-
tinatus; o. Lamiaceae ; p. Sagi.l!aria; q. Ruppia maritima; r. Planta.go; s. Thalictrum; t. Cype raceae; u . Thypa. Tod as las
microfotografías está n a una esca la de l OOOx , dond e l µ corresponde a l mm.

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Xelhuantzi, en prensa), el cual abarca un período de años AP, haya ocurrido en otras zonas de la FVT, de-
>35,000 años a ca. 20,000 años AP, el conjunto pali- bido principalmente al escaso control cronológico en
nológico está dominado por Pinus spp. y con valores los datos disponibles.
menores de Quercus, Alnus, Poaceae, Chenopodica- Durante el período del máximo glacial , es decir
ceae-Amaranthaceae. También en este diagrama hay entre los 20,000 y 18,000 años AP los datos de polen
una clara dominancia de Botryococcus, sugiriendo ni- muestran valores de concentración polínica bajos, el
veles lacustres bajos. El conjunto de evidencias apuntan conjunto polínico del núcleo D no muestra cambios
hacia condiciones relativamente secas y frías, donde importantes en los taxa dominantes (Pinus, Quercus
posiblemente los bosques abiertos de pino domina- y Alnus), pero el polen herbáceo es abundante, cons-
ron el paisaje en las elevaciones alrededor de los la- tituido. por pastos, chenopodiaceas, compuestas, et-
gos. Datos disponibles para otras zonas de la FVT, como cétera. En el núcleo B, se observan valores semejantes
es el diagrama polínico del lago de Pátzcuaro (Watts en los conjuntos de polen. También hay una reduc-
y Bradbury, 1982) y los datos de Ohngemach ( 1977) ción de Pediastrum en ambos núcleos. El conjunto de
para Puebla-Tlaxcala muestran una clara dominancia indicadores paleoambientales sugiere un lago some-
de Pinus, con Quercus y Alnus con valores menores. ro con bosques abiertos y pastizales, probablemente
Estas condiciones frías y relativamente secas son con- las condiciones eran frías y relativamente secas. En los
sisten tes con los datos de niveles lacustres bajos dis- otros datos palinológicos de Pátzcuaro, Jalapasquillo
ponible~ para Pátzcuaro y Zacapu, en Michoacán, y Texcoco (Brown, 1985), las evidencias son similares.
durante el período comprendido entre 27,000 a 23,000 En Chalco, el período que abarca el glacial tardío,
años AP (Caballero-Miranda, 1995). de ca. 18,000 a 15,000 años AP, hay evidencias de una
Un cambio importante se detecta entre los ca. mejoría de la temperatura y se caracteriza por fluc-
23,500 años AP. En los diagramas locales de Chalco, tuaciones importantes en los diagramas polínicos, en
en los núcleos B y D (figuras 5, 6, 7), hay una reduc- parte asociados a un aumento probable de la tempe-
ción drástica en el polen de Pinus, y un aumento en ratura, pero tal vez el factor preponderante es la in-
la concentración de polen. Se registra una diversidad tensa actividad volcánica que ocurre en este período.
polínica mayor y aparecen elementos nuevos como Testigo de esto son las numerosas tefras presentes en
Picea, Podocarpus, Carpinus, Liquidarnbar, Fraxinus, y el las secuencias estratigráficas, incrementos notables en
conjunto de Cu-Ju, hay incremento de pastos y otras los valores de susceptibilidad magnética y abundan-
hierbas. En los taxa locales, el· cambio ambiental está tes restos de carbón observados en las laminillas pa-
representado por la presencia abundante de Pedias- linológicas (Lozano et al., 1993; Lozano-García y
trum, Myriophyllum, Potarnogeton, Scirpus y Thypa. Los Ortega-Guerrero; 1993, Ortega-Guerrero, 1992). El
conjuntos polínicos apuntan hacia condiciones más polen de plantas herbáceas es más abundante y en
húmedas, con un nivel lacustre alto, esto es apoyado los diagramas locales, hay un incremento de la vege-
por el registro de diatomeas conformado por espe- tación subacuática, con abundancia de polen de Scirpus
cies planctónicas dulceacuícolas (Caballero-Miranda, y Typha; aunque el conjunto polínico y altos valores
1995). Un mayor arrastre de sedimentos hacia la de calcinación indican un cambio a condiciones de
cuenca de captación se observa en los datos de sus- pantano, éstas parecen ser fluctuantes, con períodos
ceptibilidad magnética. En Texcoco, en un diagrama de mayor tirante de agua y otros con niveles menores.
polínico que se está analizando (Sandoval en prepa- Alrededor de los 14,500 años AP se detecta una
ración), se observa disminución de polen de Pinus y tendencia al aumento de precipitación, la expansión
fluctuaciones en los valores de Quercus y Alnus. En el de los bosques se inicia y se observa una reducción
diagrama de Texcoco SCl, se presentan ligeras fluc- de los pastizales. Hacia el final del Pleistoceno (ca.
tuaciones, aunque no son tan dramáticas como en los 12,000 años) ocurrieron condiciones húmedas con
diagramas de Chalco. Previo al máximo glacial hubo temperaturas posiblemente más frías. Hay en los diagra-
cambios importantes en las comunidades vegetales al- mas presencia de un conjunto polínico formado por:
rededor del lago de Chalco. Se registran valores mí- Abies, Fagus, Liquidambar, Vlmus, ]uglans y Carpinus-
nimos de pino (figura 8). No hay evidencias suficientes Cmylus; también presente, pero en muy baja propor-
hasta el momento d e que este cambio a los ca. 23,500 ción en los conteos, se encontró Tsuga aff. canadensis

Figura 4. Esporas de Pteridofitas, briofitas, algas y esporas de hongos extraídos de los sedimentos lacustres de los
lagos de Chalco, Texcoco y Tecocomulco. a. Polypodium; b. !saetes: c. Anthoceros; d. Lycopodium; e. Spyrogira tipo l; J
Debarya; g. Spyrogira tipo 2; h. Selaginella; i. Pediastrum boryanwn; j. Pediastrwn tipo 1 (500x); k. Coelastrum; l. espora
de hongo; m. Gelasinospora; n . Assulina; o. Arcella (500x); ¡;. Espora de hongo. Todas las microfotografías están a
una escala de lOOOx, donde lµ correspond e a lmm, exce plo las figuras indicadas.

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24000

25000

Figura 5. Diagrama resumido del núcleo B, Lago de Chalco. Las curvas poiínicas de los taxa señalados como regio-
nales, están expresados e n frecuencias rel ativas, mientras que los elementos locales se presentan como número de
granos contados.

(Lozano-García y Ortega-Guerrero, 1994) . En Texcoco, 1988). Sin embargo, la cronología para este período
este período no está representado en el diagrama no está bien establecida, por lo que hasta el momento
disponible, sin embargo los estudios de Bradbury las evidencias no son concluyentes. Los estudios en
(1989) en Chalco y Texcoco apoyan la suposición de la zona de Texcoco no cubren todavía los períodos
condiciones frías. del Holoceno.
Los conjuntos polínicos del Holoceno temprano Brown (1985) resume los cambios ambientales
estárr compuestos en su mayor parte por elementos holocénicos a partir de sus diagramas y de los estu-
arbóreos (figuras 6, 7, 8), los componentes son : Pi- dios palinológicos realizados por Watts y Bradbury
nus, Quercus, Alnus y Abies, éste último por primera (1982), Gónzález-Quin tero y Fuentes-Mata (1982), y
vez se presenta de manera continua en los registros. Onhngemach ( 1977) considera, que durante el Ho-
Otros taxa con valores muy bajos son Picea, Podocar- loceno temprano hubo un incremento en la tem-
pus y Carpinus-Corylus. La interpretación a partir de peratura comparándola a la del Pleistoceno. En
los componentes de los diagramas locales y regiona- relación a la humedad, lo divide en dos períodos, uno
les es de un clima subhúmedo-templado. temprano relativamente seco de 9,500 a 8,500 años
Hacia la parte terminal del Holoceno temprano y AP, y otro más húm edo de 8,500 a 6,500 años AP.
principio del Holoceno medio , los valores de Quer- Señala la aparición de polen de maíz para el Holo-
cus aumentan notablemente en los diagramas, y en ceno temprano de Texcoco. Un aspecto fundamen-
general, hay indicios de incremento en la tempera- tal en los estudios antes mencionados es el insuficiente
tura que se podría asociar al incremento en la inso- control cronológico, así el diagrama del cráter Talo-
lación que se propone para esta época (CHOMAP, qua (Ongemach, 1977) solamente cuenta con una

122
LA VEGETACIÓN IlEI. CUATERNARIO TARilÍO EN El. CENTRO IlE MI::xico: RE(;fSTROS PAl.INOI.<ÍCIC:OS E IMPl.IC:ACIO NES PAI.EOC:l.IMÁTICAS

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21000

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10SC

Figura 6. Diagrama palinológico regional del Núcleo D, Lago de Chalco. En e l extremo izqui erdo se presenta la
esca la de edad en años antes del presente; a continuac ión la esca la de profundidad expresada en centímetros. La
primera curva corresponde a la concentración polínica (granos x cm ·" x 1000). Todas las curvas polínicas están
expresadas en frecuencias relativas. (modificado de Lozano-García y Ortega-Gutierrez, 1994)

fecha de radiocarbono; el de Texcoco (González-Quin- suroeste de EUA. En el Holoceno temprano de la


tero y Fuentes-Mata, 1980) inicialmente fue publica- cuenca, la temperatura aumenta en relación al final
do como holocénico y a partir de dos fechas se del Pleistoceno, y en lo que se refiere a la humedad,
determinó que representa el Pleistoceno tardío y Ho- la presencia de polen de Abies puede interpretarse
loceno. como condiciones sub-húmedas, sin embargo los datos
Los resultados palinólogicos del Holoceno tardío, de niveles lacustres para Chalco no coin ciden con los
es decir de los últimos 3,000 años AP, muestran ge- datos palinológicos. También este período no corres-
neralmente un incremento notable de Chenopodia- ponde totalmente al patrón de aridez en el SW de EUA,
ceae-Amaranthaceae, y una reducción en el polen de ni al incremento de humedad de los trópicos. Los
árboles en particular de Pinus, mostrando claramen- resultados paleoambientales de la cuenca aunque
te el intenso impacto humano. en la cuenca, así como necesitan más refinamiento y un mejor control cro-
en otras zonas. Obtener información paleoambien- nológico, en particular para el Holoceno, presentan
tal resulta sumamente difícil en los registros del un comportamiento intermedio entre los registros de
Holoceno tardío, en una zona tan larga y ampliamente los trópicos y los del SW de EUA.
ocupada por diferentes culturas.
Comparando los cambios detectados en las cond i- Cronología glacial
ciones ambientales de la cuenca, con las tendencias
generales sugeridas por otros registros paleoambien- Los estudios de White (1962, 198la, 198lb.1987),
tales y modelos de circulación general de la atmós- White y Valastro (1984), White et al. (1990), Heine
fera, parece tener una perspectiva más global. (1973, 1975, 1984a, 1984b 1988), Nixon (1989) y
Observamos que el máximo glacial parece ser más hú- Vázquez-Selem (1991, en prensa) proporcionan in-
medo que el glacial temprano, por lo que no presenta formación sobre los avances glaciares en el Iztacci-
un patrón similar al de las zonas tropicales ni al del huátl, Popocatépetl, Ajusco y la Malinche. La secuencia

123
MARÍA DEI. SOCORRO LOZANO GARCÍA

Figura 7. Diagrama palinológico local del Núcleo D, Lago de Chalco. En el extremo izquierdo se presenta la esca-
la de edad e n años a ntes del presente, a continuación la esca la de profundidad en centímetros . Las curvas políni-
cas es tán ex presadas e n número de granos contados (modificado de Lozano-García y Ortega-Gutiérrez, 1994)

establecida por White en el Ajusco y Popocatépetl, fechados . Por lo mismo, es necesario trabajar en esta
es diferente a la propues ta por Heine para la Malin- línea para establecer una secuencia glacial en el centro
c he, Iztaccíhuatl y otros volcanes. Caballero-Miranda del país y así poder comparar con las etapas glacia-
(1995) sintetiza los resultados de estos estudios y con res de Norteamérica.
base e n las fechas de radiocarbono de estos autores
presenta una secuencia glacial para la cuenca de Consideraciones finales
México así los avances glaciares del Pleistoceno tar-
dío ocurrieron: entre 35,000 años a 25,000 años AP, El estudio del polen es de gran utilidad para docu-
en tre los 15,000 aiios y 12,000 años AP y para e l mentar la historia de la vegetación cuaternaria. Los
Holoceno hay evidencias de un avance entre los 3500 diagramas palinológicos son un banco de datos con
y 1000 a ti.os AP. A la lu z de estos períodos glaciales, niveles taxonómicos diversos, esto impon e ciertas
los registros palinológicos de Chalco y Texcoco no restricciones para las reconstruccione s de las comu-
evidencian una é poca fría y húmeda antes de los nidades vegetales. Algunos elementos de los diagra-
25,000 a1i.os AP, sino que apuntan hacia una etapa fría mas pueden representar afinidades ecológicas
pero relativa me nte seca. Mientras que un avance gla- contrastantes. Po r este motivo la reconstrucción de
cial alrededor d e los 12,500 años pudiera exp li car la paleoambientes y clima a partir de los datos palino-
prese ncia de Tsuga, Picea y Podocarpus en los diagra- lógicos debe tener e n consideración varios aspectos.
mas. Los resultados palinológicos no permiten detectar En primer término se deben buscar especies indica-
si ocurrió un e nfriami e nto hacia el Holoceno tardío doras o clave en la qu e la a utoecología está bi e n
debido a la modificación que sufrió el entorno por definida, y por otro lado se deben considerar los
el impacto humano en el área. conjuntos palinológicos. En la cu e nca de México, y
Cabe des tacar que existen probl e mas en el estable- en general e n la vege tación de la FVT la dominancia
cimie nto de un a cronología glac ial bie n definida por de el pole n de pino y e ncino en los diagramas res-
fa lta de m ás estudios, pero también d e un mejor tringe la inte rpre tación paleoecológica, por lo que se
co ntrol cronológico, ya qu e muchos de los avances requiere por una parte analizar el conjunto d e espe-
glaciares qu e se observan no es tán suficienteme nte cies presentes e n los diagramas y por otra, d e tectar

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LA VEGETAC I ÓN DEI. CUATJ-:RNARIO TARDÍO EN El. CENTRO DE M1::x 1co : RfG JSTROS PAl.INOl.ÓGICOS E IMPl.ICACIONES PAl.EOCl.IMÁTICAS

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1200 300
1300 350
400
1400 450
500
1500
550
1600 600
650
1700 700
750
1800
1900 800
2000 850
2100
900
2200 950
1000
2300 1050
1100
2400 1150
1200
2500 1250
1300
1350 20 40 60 80 100
Porcenta je

Figura 8. Diagrama palinológico de frecuencias relativas de los elementos denominados regionales del núcleo B,
lago de Chalco. En e l extremo izquierdo se presenta la esca la de edad en años antes del presente.Junto a la escala
de profundidad que se expresa en centímetros, está la columna litológica formada por lim os (///, 111) , arcillas (-),
cenizas volcánicas (vvv) y pómez(***) .

especies indicadoras. Además, en una zona activa erosión en la cuenca. Datos geoquímicos y estratigráfi-
desde el punto de vista volcánico y tectónico es re- cos, entre otros, permiten documentar con mayor
comendable la complementación de los análisis pa- precisión las modificaciones que sufrió el paisaje
linológicos, con otros estudios para contar con un durante los períodos de cambio climático. Otro as-
mayor número de indicadores paleoambientales, como pecto fundamental es el control cronológico que se
las diatomeas para definir niveles lacustres, registros debe tener para enmarcar en el tiempo los cambios
paleomagnéticos, que contribuyen a la definición de detectados, ofreciendo posibilidades para correlacio-
horizontes volcánicos y épocas de mayor o menor nes regionales y globales.

125
MARÍA DEI. SOCORRO LOZANO GARCÍA

Agradecimientos Grimm E. 1988. Data analysis and display. En: Huntley B.


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La investigación fue reali zada gracias al apoyo de la mic Publishers. pp. 43-76
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AMS. G racias al apoyo eco n ó mico d e CONACYT a tra- quio sobre paleobotá nica y palinología. Colección Cien-
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