Cuando hablamos de recursos humanos nos referimos al manejo de personal,
dentro de una empresa, que realizan un cierto trabajo o labor necesaria para la empresa. Este personal tiene necesidades, tanto fisiológicas, económicas como emocionales y el trabajo satisface una porción de estas. Cada persona tiene una forma distinta de actuar y de ser, y es esto un factor que determina la actitud que puedan tomar en un ambiente laboral. Una persona a la que le gusta su trabajo, se lleva bien con sus compañeros y tiene iniciativa generalmente es compensada económica y a nivel personal se siente realizada: por otro lado una persona que no le gusta su trabajo y solo lo hace por necesidad suele sentir nula superación. Abraham Maslow estableció una jerarquía de las necesidades de las personas a la que se le denomina “pirámide de Maslow”. Esta está compuesta por cinco niveles: Necesidades fisiológicas, estabilidad/seguridad, Identificación grupal, autoestima y autorrealización personal. Cada una de ellas describe un proceso en este orden a la cal las personas están sujetas, es decir una persona primero debe satisfacer las necesidades fisiológicas en orden de abordar cada una de las siguientes. Cada trabajador deberá conocer la importancia del trabajo debido a que las necesidades de la empresa lo demandan para ser productivo. Este último término es muy importante ya que la productividad de los recursos humanos depende completamente de como el trabajador se siente y como se desempeña. Generalmente la satisfacción que el trabajo le proporciona a los recursos humanos, como lo puede ser en el lado económico, intelectual y desarrollo personal, conlleva a grandes logros por parte de la empresa ya que sus recursos humanos se sienten felices y productivos con su trabajo. Los grupos de trabajo que se organizan en un ambiente laboral deberán tener cohesión, un líder o supervisor y un grupo de subordinados cuyo objetivo es el de realizar un trabajo en conjunto lo mejor posible. Si todo esto se satisface se podrá garantizar que la empresa está bien encaminada a desarrollarse más ampliamente. La buena comunicación, la homogeneidad entre sus miembros y la actitud de los mismos son elementos de éxito que se pueden encontrar en los grupos de trabajo laborales. Sin embargo hay que recordar que cada grupo está conformado por seres humanos y por lo tanto cuando se ven amenazados por presione exteriores, el grupo suele unirse para sus intereses propios (sindicatos, conciliación, etc.)