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José de Nazaret (heb.

‫הקדוש‬ ‫ )יוסף‬fue, en el cristianismo y según diversos textos


neotestamentarios, el esposo de María, la madre de Jesús de Nazaret y, por tanto, padre
putativo de Jesús. Según el Evangelio de Mateo, era de oficio artesano (en el original griego,
«τεχτων»; Mateo 13:55a), lo que ya en los primeros siglos del cristianismo se concretó
en carpintero, profesión que habría enseñado a su hijo, de quien igualmente se indica que era
"artesano" (Marcos 6:3a). Era de condición humilde, aunque las genealogías de Mateo 1:1-
17 y Lucas 3:23-38 lo presentan como perteneciente a la estirpe del rey David. Se ignora la
fecha de su muerte, aunque se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya
más de 12 años pero antes del inicio de su predicación. En efecto, el Evangelio de
Lucas menciona a «los padres» de Jesús cuando éste ya cuenta con 12 años (Lucas 2:41-50),
pero no se menciona a José de Nazaret en los evangelios sinópticos durante el ministerio
público de Jesús, por lo que se presume que murió antes de que éste tuviera lugar. Las
Escrituras señalan a José como «justo» (Mateo1:19), que implica su fidelidad a la Torá y su
santidad.
La figura de José fue contemplada y admirada por diversos Padres y Doctores de la Iglesia y
es hoy objeto de estudio de una rama particular de la Teología, la Josefología. La exhortación
apostólica Redemptoris custos, escrita por Juan Pablo II y publicada el 15 de agosto de 1989,
es considerada la carta magna de la teología de San José.1

José de Nazaret en el Nuevo Testamento


Detalle de José de Nazaret en elDescanso en la huida a Egipto (1517), óleo sobre lienzo de Antonio
Allegri da Correggio.

El Evangelio de Mateo 1:18-24 muestra parte del drama que vivió José de Nazaret al saber
que María estaba embarazada. Iba a repudiarla, en secreto porque era justo, porque no quería
que fuera apedreada según lo dispuesto en la Torá (Deuteronomio22:20-21). La Escuela
bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén interpreta que la justicia de José consistió en no
querer encubrir con su nombre a un niño cuyo padre ignoraba, pero también en que,
convencido de la virtud de María, se negaba a entregarla al riguroso procedimiento de la ley
de Moisés.2 Según el Evangelio de Mateo, el ángel del Señor le manifestó en sueños que ella
concibió por obra del Espíritu Santo y que su hijo «salvaría a su pueblo de sus pecados», por
lo que José aceptó a María (Mateo 1:20-24).
Luego, antes que Herodes I el Grande ordenara matar a los niños menores de dos años
de Belén y de toda la comarca, José tomó al niño Jesús y a su madre y huyó
a Egipto (Mateo 2:13-18). Al morir Herodes, José entró nuevamente con el niño y su madre en
tierra de Israel pero, al enterarse de que Arquelao, hijo de Herodes el Grande, reinaba
en Judea, tuvo miedo de ir allí y se retiró a la región de Galilea, a Nazaret (Mateo 2:19-23).Nota
1 Según el Evangelio de Lucas, Nazaret había sido el lugar de residencia de María, ya

desposada con José, cuando acaeció la Anunciación (Lucas 1:26-38).

Significado del nombre, y oficio de José


San José carpintero, de Georges de La Tour. Óleo sobre lienzo pintado en la década de 1640. Museo
del Louvre,París.

José (o Joseph en su transcripción arcaica al español, usada hasta inicios del s. XIX) es un
nombre masculino de origen hebreoque deriva de yôsef (‫« )יוסף‬añada», del
verbo lehosif (‫« )להוסיף‬añadir». La explicación del significado de este nombre se encuentra en
el libro del Génesis.
Entonces se acordó Dios de Raquel. Dios la oyó y abrió su seno, y ella concibió y dio a luz a un hijo. Y
dijo: «Ha quitado Dios mi afrenta.» y le llamó José, como diciendo: «Añádeme YHWH otro hijo.»
Génesis 30,22-24

.
El hecho de que José de Nazaret sea mencionado como padre putativo de Jesús,Nota 2 habría
dado lugar en castellano al acrónimoPepe, resultante del conjunto de ambas iniciales.3 4 Sin
embargo otros piensan que se trata de una versión reducida de Jusepe (antigua versión del
nombre en español).5
El Evangelio de Mateo en griego señala que Jesús de Nazaret era «hijo del artesano» (Mateo
13:55a) y el Evangelio de Marcos expresa que a Jesús mismo le hacían de ese oficio: «¿No
es éste el artesano?» (Marcos 6:3).
El término griego usado en ambos casos, «τεχτων», no corresponde específicamente a
«carpintero», sino a «artesano», a «obrero»,6aunque más frecuentemente se diga de José que
era carpintero. De hecho, así se lo suele traducir en la mayoría de las Biblias, incluyendo
la Biblia de Jerusalén: «¿No es éste (Jesús) el hijo del carpintero?» (Mateo 13:55a).7

José de Nazaret en la Patrística


Los Padres de la Iglesia fueron los primeros en retomar el tema de José de Nazaret. Ireneo de
Lyon señaló que José, al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso
empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia,
de la que la María es figura y modelo.8 A Ireneo se sumó Efrén de Siria con un sermón
laudatorio,9 Juan Crisóstomo,10 Jerónimo de Estridón,11 y Agustín de Hipona, quien apuntó de
forma taxativa refiriéndose a José y a María:
Lo que el Espíritu Santo ha obrado, lo ha obrado para los dos. Justo es el hombre, justa es la mujer. El
Espíritu Santo, apoyándose en la justicia de los dos, dio un hijo a ambos.
San Agustín, Serm. 51, c. 20.

Según la tradición apostólica, José nació en Belén. Los padres de José eran Santiago y Santa
Juana. Santiago (cuyo nombre original es Jacob) era natural de Belén. Sus padres eran
Mathan y Estha. Su genealogía es la del Evangelio de San Mateo. Santa Juana (cuyo nombre
original es Abdit), llamada por algunos Abigail, era de Belén. Sus padres eran Eleazar y Abdit.
Además, José podría haber tenido un primo hermano de nombre Cleofás, quizá padre
de Santiago el Menor, José Barsabás, Simón El Celote, Judas Tadeo, Lidia y Lisia. Todos
ellos fueron conocidos como hermanos de Jesús, aunque la interpretación tradicional católica
considera que serían sus primos segundos.

San José en la Iglesia católica


Guido Reni, José de Nazaret.

Numerosos autores cristianos, varios de ellos doctores de la Iglesia, se refirieron a lo largo de


la historia a José de Nazaret (Beda el Venerable, Bernardo de Claraval, Tomás de Aquino en
su Summa Theologiae, 3, q. 29, a. 2 in c.).12 Sixto IV (1471-1484) introdujo la festividad de
San José en el Breviario romano, e Inocencio VIII (1484-1492) la elevó a rito doble.
También desde el comienzo de la Orden de Frailes Menores, los franciscanos se interesaron
en José de Nazaret como modelo único de paternidad. Distintos escritores franciscanos desde
el siglo XIII al XV (Buenaventura de Fidanza, Juan Duns Scoto, Pedro Juan Olivi,Ubertino da
Casale, Bernardino de Siena, y Bernardino de Feltre) fueron sugiriendo progresivamente cómo
José de Nazaret podría convertirse en un modelo de fidelidad, de humildad, pobreza y
obediencia para los seguidores de Francisco de Asís.13
Sin embargo, fue Teresa de Ávila quien dio a la devoción a San José el espaldarazo definitivo
en el siglo XVI. Esta mística española relata su experiencia personal referida a José de
Nazaret en el Libro de la Vida:
Y tomé por abogado y señor al glorioso san José, y encomendéme mucho a él. [...] No me acuerdo
hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes
mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha
librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en
una necesidad; a este glorioso santo tengo experiencia que socorre en todas, y que quiere el Señor
darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra (que como tenía nombre de padre siendo ayo,
le podía mandar), así en el cielo hace cuanto le pide. [...] Paréceme, ha algunos años, que cada año en
su día le pido una cosa y siempre la veo cumplida. Si va algo torcida la petición, él la endereza para más
bien mío. [...] Sólo pido, por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el
gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción. En especial personas de
oración siempre le habían de ser aficionadas, que no sé cómo se puede pensar en la Reina de los
Ángeles, en el tiempo que tanto pasó con el Niño Jesús, que no den gracias a san José por lo bien que
les ayudó en ello. Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso santo por
maestro, y no errará en el camino.14
Teresa de Ávila, Libro de la Vida, cap. 6, nn. 6-8.

Lienzo cuzqueño que representa a San José con el Niño Jesús. Perú es uno de los países de los cuales
José de Nazaret fue proclamado santo patrón.

Por la fidelidad a su esposa con la que, según la Iglesia católica, consumó el matrimonio
manteniéndose casto, debido a que María estaba profundamente entregada al amor de su
padre divino, San José recibió el don divino de la paternidad aún siendo verdadero esposo
virginal, de ahí su dignidad y santidad. San José fue declarado patrono de la familia y es por
antonomasia el patrono de la buena muerte, atribuyéndosele el haber muerto en brazos de
Jesús y de María.
El papa Pío IX lo proclamó en 1870 patrono de la Iglesia universal. Debido a su trabajo de
carpintero es considerado patrono del trabajo, especialmente de los obreros, por dictamen
de Pío XII en 1955, que quiso darle connotación cristiana a la efeméride del Día internacional
de los trabajadores.
La Iglesia católica lo ha declarado también protector contra la duda y el papa Benedicto XV lo
declaró además patrono contra elcomunismo y la relajación moral. La Acción Católica
Argentina lo considera su patrono.15 En 1889, el papa León XIII publicó la encíclicaQuamquam
pluries acerca de él, y en 1989, al cumplirse su centenario, el papa Juan Pablo II le dedicó la
exhortación apostólicaRedemptoris custos.16 Ha sido proclamado patrono
de América, China, Canadá, Corea, México, Austria, Bélgica, Bohemia, Croacia, Perú,Vietnam
.

José en la Sagrada Familia


José constituye uno de los tres pilares que componen la familia cristiana modelo, tanto en su
aspecto interno (en las relaciones entre los distintos miembros que la integran) como en el
externo (la familia en la sociedad).
Se puede afirmar que José no era padre adoptivo en sentido estricto pues no hubo ninguna
adopción, ningún negocio jurídico equivalente a ello. José fue la persona que, según la
tradición cristiana, Dios eligió para constituir una familia para Jesús. Y tal familia se caracterizó
por sólo tres elementos, destacando que de ellos, José asumió el rol paterno.
José, un hombre justo, se caracterizó en sus relaciones familiares, por dar un trato de máximo
respeto y apoyo a María y por servir de modelo, por voluntad de Dios, a Jesús. Son estas
notas las que constituyen el aspecto fundamental de la familia cristiana vista internamente. Y
nos llevan a afirmar que José es una de las figuras centrales del cristianismo, un hombre
excepcional.

San José en el inicio del ministerio petrino del papa


Francisco
En ocasión del inicio de su ministerio petrino en la solemnidad de san José de 2013, el papa
Francisco refirió en su homilía los alcances de la custodia que caracteriza a este santo:
¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia
constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el
episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero
y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en
el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático
de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana
en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús.17
Papa Francisco

Posteriormente, hizo referencia en la misma homilía a la vocación de custodiar que han de


tener los seres humanos.

Josefología
San José, retratado como un hombre joven, con una vara florida. Oratorio del Hospital Universitario
Austral, Pilar, Argentina.

San José de la Hermandad de los Desamparados (San Fernando,España). En la imagen se observa la


vara florida, uno de los símbolos de José de Nazaret a partir del siglo V.

En el presente, algunos teólogos católicos sostienen que José subió al cielo en cuerpo y
alma.;18 incluso algunos sostienen que José fue inmaculado desde su concepción. La
«Josefología», como rama de la Teología que estudia a José de Nazaret, está en constante
evolución.19

Iconografía
La iconografía paleocristiana mostró a José de Nazaret como un hombre joven. Así se
presenta en una lápida del siglo III ubicada en lascatacumbas de san Hipólito, en Roma, y
también en el sarcófago de san Celso datado del siglo IV y situado en Milán.20 Asimismo,
losPadres de la Iglesia concordaron en que se trataba de un hombre joven.
Muchos artistas posteriores lo presentaron como un anciano.20 A fines del siglo XVI, Johannes
Molanus (1533–1585) alentó un cambio en la forma de representar a san José, argumentando
que las diferentes experiencias de vida relatadas por los evangelios (incluyendo lahuida a
Egipto y la manutención de su familia en tierras extrañas) sugerían que se trataba de un
hombre joven, capaz de enfrentar tales situaciones.21 Después de Molanus, muchas imágenes
abandonaron la representación tradicional de san José como un hombre anciano, calvo o
canoso, y dieron al santo una apariencia externa juvenil. Mayormente se lo representó junto a
la Virgen María, llevando ordinariamente como distintivo un cayado (bastón con el extremo
superior curvo) o un instrumento de su oficio. Así se lo contempla:

 En el sarcófago de San Celso en Milán de finales del siglo IV aparece con una destral
o hacha.
 En un díptico de la catedral de dicha ciudad, con una sierra (siglo VI).
 En un mosaico de Santa María la Mayor del siglo V empieza a llevar la vara florida con
que se dibujará de ahí en adelante.
 En la pila bautismal de San Isidoro de León tiene un báculo en forma de T y un libro.
Hasta el siglo V siempre se le da un aspecto joven y hasta el siglo XIII nunca figura aislado o
fuera de escena.

San José y las Fallas de Valencia


En Valencia, España, se celebran unas fiestas tradicionales llamadas Fallas de Valencia en
las que, entre otros actos, se queman unos monumentos hechos de madera y cartón en
diferentes puntos de la ciudad. Éstas se celebran en honor de San José, patrón de los
carpinteros (gremio muy extendido en la ciudad cuando empezaron a celebrarse a finales del
siglo XIX e incluso en la actualidad dada la importancia de la industria del mueble en la
región). Los principales actos de Las Fallas son:

En el Plan Reconciliador de Dios, San José tuvo un papel esencial: Dios


le encomendó la gran responsabilidad y privilegio de ser el padre
adoptivo del Niño Jesús y de ser esposo virginal de la Virgen María. San
José, el santo custodio de la Sagrada Familia, es el santo que más cerca
está de Jesús y de la Santísima de la Virgen María.

San Mateo (1,16) llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas
(3,23), su padre era Helí. Probablemente nació en Belén, la ciudad de
David del que era descendiente. Al comienzo de la historia de los
Evangelios (poco antes de la Anunciación), San José vivía en Nazaret.

Según San Mateo 13,55 y Marcos 6,3, San José era un "tekton". La
palabra significa en particular que era carpintero o albañil. San Justino
lo confirma, y la tradición ha aceptado esta interpretación.

Nuestro Señor Jesús fue llamado "Hijo de José", "el carpintero" (Jn 1,45;
6,42; Lc 4,22).

Como sabemos no era el padre natural de Jesús, quién fue engendrado


en el vientre virginal de la Virgen María por obra del Espíritu Santo y es
Hijo de Dios, pero José lo adoptó amorosamente y Jesús se sometió a él
como un buen hijo ante su padre. ¡Cuánto influenció José en el
desarrollo humano del niño Jesús! ¡Qué perfecta unión existió en su
ejemplar matrimonio con María!

Modelo de silencio y de humildad

Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los
primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. En los relatos no
conocemos palabras expresadas por él, tan sólo conocemos sus obras,
sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del
bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. Es un caso
excepcional en la Biblia: un santo al que no se le escucha ni una sola
palabra. Es, pues, el "Santo del silencio".

Su santidad se irradiaba desde antes de los desposorios. Es un


"escogido" de Dios; desde el principio recibió la gracia de discernir los
mandatos del Señor. No es que haya sido uno de esos seres que no
pronunciaban palabra, fue un hombre que cumplió aquel mandato del
profeta antiguo: "sean pocas tus palabras". Es decir, su vida sencilla y
humilde se entrecruzaban con su silencio integral, que no significa mero
mutismo, sino el mantener todo su ser encauzado a cumplir el Plan de
Dios. San José, patrono de la vida interior, nos enseña con su propia
vida a orar, a amar, a sufrir, a actuar rectamente y a dar gloria a Dios
con toda nuestra vida.

Vida virtuosa

Su libre cooperación con la gracia divina hizo posible que su respuesta


sea total y eficaz. Dios le dio la gracia especial según su particular
vocación y, al mismo tiempo, la misión divina excepcional que Dios le
confió requirió de una santidad proporcionada.

Se ha tratado de definir muchas veces las virtudes de San José: "Brillan


en el, sobre todo las virtudes de la vida oculta: la virginidad, la
humildad, la pobreza, la paciencia, la prudencia, la fidelidad que no
puede ser quebrantada por ningún peligro, la sencillez y la fe; la
confianza en Dios y la mas perfecta caridad. Guardo con amor y entrega
total, el deposito que se le confiara con una fidelidad propia al valor del
tesoro que se le deposito en sus manos."

San José es también modelo incomparable, después de Jesús, de la


santificación del trabajo corporal. Por eso la Iglesia ha instituido la fiesta
de S. José Obrero, celebrada el 1 de mayo, presentándole como modelo
sublime de los trabajadores manuales.

Amor virginal

La concepción del Verbo divino en las entrañas virginales de María se


hizo en virtud de una acción milagrosa del Espíritu Santo, sin
intervención alguna de San José. Este hecho es narrado por el Evangelio
y constituye uno de los dogmas fundamentales de nuestra fe católica: la
virginidad perpetua de María. En virtud a ello, San José a recibido
diversos títulos: padre nutricio, padre adoptivo, padre legal, padre
virginal; pero ninguna en si encierra la plenitud de la misión de San José
en la vida de Jesús.

San José ejerció sobre Jesús la función y los derechos que corresponden
a un verdadero padre, del mismo modo que ejerció sobre María,
virginalmente, las funciones y derechos de verdadero esposo. Ambas
funciones constan en el Evangelio. Al encontrar al Niño en el Templo, la
Virgen reclama a Jesús:"Hijo, porque has obrado así con nosotros? Mira
que tu padre y yo, apenados, te buscábamos". María nombra a San José
dándole el título de padre, prueba evidente de que él era llamado así por
el propio Jesús, pues miraba en José un reflejo y una representación
auténtica de su Padre Celestial.

La relación de esposos que sostuvo San José y Virgen María es ejemplo


para todo matrimonio; ellos nos enseñan que el fundamento de la unión
conyugal está en la comunión de corazones en el amor divino. Para los
esposos, la unión de cuerpos debe ser una expresión de ese amor y por
ende un don de Dios. San José y María Santísima, sin embargo,
permanecieron vírgenes por razón de su privilegiada misión en relación
a Jesús. La virginidad, como donación total a Dios, nunca es una
carencia; abre las puertas para comunicar el amor divino en la forma
mas pura y sublime. Dios habitaba siempre en aquellos corazones puros
y ellos compartían entre sí los frutos del amor que recibían de Dios.

Dolor y Alegría
Desde su unión matrimonial con María, San José supo vivir con
esperanza en Dios la alegría-dolor fruto de los sucesos de la vida diaria.

En Belén tuvo que sufrir con la Virgen la carencia de albergue hasta


tener que tomar refugio en un establo. Allí nació el Jesús, Hijo de Dios.
El atendía a los dos como si fuese el verdadero padre. Cual sería su
estado de admiración a la llegada de los pastores, los ángeles y mas
tarde los magos de Oriente. Referente a la Presentación de Jesús en el
Templo, San Lucas nos dice: "Su padre y su madre estaban admirados
de lo que se decía de él".(Lc 2,33).

Después de la visita de los magos de Oriente, Herodes el tirano, lleno de


envidia y obsesionado con su poder, quiso matar al niño. San José
escuchó el mensaje de Dios transmitido por un ángel: "Levántate, toma
contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo
te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle" (Mt 2,13).
San José obedeció y tomo responsabilidad por la familia que Dios le
había confiado.

San José tuvo que vivir unos años con la Virgen y el Niño en el exilio de
Egipto.

Esto representaba dificultades muy grandes: la Sagrada familia, siendo


extranjera, no hablaba el idioma, no tenían el apoyo de familiares o
amigos, serían víctimas de prejuicios, dificultades para encontrar empleo
y la consecuente pobreza. San José aceptó todo eso por amor sin exigir
nada, siendo modelo ejemplar de esa amorosa obediencia que como hijo
debe a su Padre en el cielo.

Lo mas probable es que San José haya muerto antes del comienzo de la
vida pública de Jesús ya que no estaba presente en las bodas de Canaá
ni se habla mas de él. De estar vivo, San José hubiese estado sin duda
al pie de la Cruz con María. La entrega que hace Jesús de su Madre a
San Juan da también a entender que ya San José estaba muerto.

Según San Epifanius, San José murió en sus 90 años y el Venerable


Beda dice que fue enterrado en el Valle de Josafat.

Patrono de la Iglesia Universal

El Papa Pío IX, atendiendo a las innumerables peticiones que recibió de


los fieles católicos del mundo entero, y, sobre todo, al ruego de los
obispos reunidos en el concilio Vaticano I, declaró y constituyó a San
José Patrono Universal de la Iglesia, el 8 de diciembre de 1870.

¿Que guardián o que patrón va darle Dios a su Iglesia? pues el que fue
el protector del Niño Jesús y de María.

Cuando Dios decidió fundar la familia divina en la tierra, eligió a San


José para que sea el protector y custodio de su Hijo; para cuando se
quiso que esta familia continuase en el mundo, esto es, de fundar, de
extender y de conservar la Iglesia, a San José se le encomienda el
mismo oficio. Un corazón que es capaz de amar a Dios como a hijo y a
la Madre de Dios como a esposa, es capaz de abarcar en su amor y
tomar bajo su protección a la Iglesia entera, de la cual Jesús es cabeza
y María es Madre.

Devoción a San José

Una de las mas fervientes propagadoras de la devoción a San José fue


Santa Teresa de Ávila. En el capítulo sexto de su vida, escribió uno de
los relatos mas bellos que se han escrito en honor a este santo:
"Tomé por abogado y protector al glorioso San José, y encomiéndeme
mucho a el. Vi claro que así de esta necesidad, como de otras mayores,
este padre y señor mío me saco con más bien de lo que yo le sabia
pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya
dejado de hacer. Es cosa tan grande las maravillosas mercedes que me
ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros
que me ha librado, así de cuerpo como de alma; de este santo tengo
experiencia que socorre en todas las necesidades, y es que quiere el
Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra, que
como tenia nombre de padre, y le podía mandar, así en el cielo hace
cuanto le pide. Querría yo persuadir a todos que fuesen devotos de este
glorioso santo por la gran experiencia que tengo de los bienes que
alcanza de Dios".

Otros santos que también propagaron la devoción a San José fueron San
Vicente Ferrer, Santa Brígida, San Bernardino de Siena (que escribió en
su honor muy hermosos sermones) y San Francisco de Sales, que
predicó muchas veces recomendando la devoción al Santo Custodio.

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