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Sólo hay dos legados durables que podemos

dejarle a nuestros hijos. El primero, raíces;


el segundo, alas.

Miguel de Unamuno
PROLOGO
Resulta gratificante que en estos tiempos agónicos, en
los cuales la sociedad está expuesta a la agresión cultural más severa
que registra la historia contemporánea, aparezca esta obra del Dr. Ruben
Mario De Luca que encuentra sustento en una concepción filosófica
donde la historia tiene a los seres humanos como protagonistas, porque
son ellos los que forman y le dan vida a los pueblos.

De allí la importancia de bucear el pasado frente a la


incertidumbre del presente, porque cuando se habla de una ciudad o un
país la percepción no siempre es certera. La realidad es compleja y
sistémica como lo es la relación hombre-tierra, porque los pueblos tienen
más de personas que de lugar y, en tal sentido, «refleja la unión entre el
cuerpo y el alma» (P. Randle), quedando configurados los elementos
que dan vida a la patria chica en tanto identifican una cultura influenciada
por el genio telúrico y el espíritu creativo de sus habitantes.

Desde esa perspectiva el autor, sin alardes y tras labo­


riosas investigaciones, rescata a los anónimos constructores y a todos
los que contribuyeron al desarrollo social de La Plata con su quehacer
cotidiano y solidario.

La ciudad de las diagonales ha vivido -por reflejo- mo­


mentos de auge y depresión, pues si ha tenido momentos de esplendor
también ha padecido las crisis históricas que se han desatado en el país,
repercutiendo sus efectos en sus habitantes y en las instituciones que
sustentan las actividades que se cumplen en todos estratos sociales.
Familias platenses
La ideología de la globalización muestra dos facetas:
una refleja las ventajas de la tecnología con el consecuente desarrollo de
las comunicaciones y el conocimiento; la otra pone al descubierto la
exclusión del hombre entre los objetivos centrales, propiciando una cri­
sis social en los países más desprotegidos.

La reacción mundial frente a ese proceso está en mar­


cha y en función de ella se predica la defensa de los valores culturales
vernáculos a efectos de proteger a la sociedad más expuesta frente al
poder hegemónico de los que dominan el mundo.

En esa línea de pensamiento se inscribe esta obra del


Dr. De Luca, que gana la calle para que todos los platenses sepamos de
dónde venimos y adónde vamos, porque volviendo a las fuentes podre­
mos reordenar nuestro pensamiento para acometer el desafío de sacar a
nuestra ciudad, nuestra provincia y nuestro país del estancamiento y
llevarlo a alcanzar su destino de grandeza, tal como lo soñaran Dardo
Rocha y sus colaboradores en la histórica jornada del 19 de noviembre
de 1882.

Dr. Hipólito Frangi *

* Contador Público Nacional (UNLP); miembro de una familia de hondo arraigo en La Plata que mereció el
honor de ser elegido por el voto popular para ejercer el cargo de Intendente Municipal (1958-1962), desem­
peñándose también como Subsecretario de Industria y Comercio (1970-1972), Subsecretario de Trabajo
(1971-1972) y Presidente del Banco Municipal de La Plata (1983).

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DEDICATORIA

Dicen algunos que patria es el lugar de nacimiento, el


sitio donde comienza la existencia, donde se encuentren los mayores
afectos. Otros la reconocen a través de ciertos factores emocionales que
tienen que ver con el sentimiento, es decir, allí donde el ser humano se
siente a gusto por haber concretado sus deseos en lo material y en lo
espiritual, tal vez porque logró fundar un hogar feliz, siendo -por lo tan­
to- el punto de nacimiento y/o radicación de los hijos, nietos y demás
integrantes de la familia.

En mi caso particular me une a Punta Alta lejanos y


borrosos recuerdos de una niñez agradable, porque allí se instalaron
Antonio De Luca y Julia López Camelo -mis padres- poco después de su
casamiento, siendo mi ciudad natal y mi entorno social hasta los cinco
años de edad, ya que a principios de 1945 nos radicamos definitivamente
en La Plata, la ciudad donde habían recalado Federico De Luca y María
Concepción Gárgano -mis abuelos paternos- después de cruzar el Atlán­
tico desde la lejana Italia, cuando promediaba la primera década del siglo
XX. En la hermosa capital bonaerense aprendí a gozar de la vida en el
seno de una familia de clase media que no conoció estrecheces, pues
siempre tuvimos lo necesario para alcanzar la felicidad aunque sin dar-
nos demasiados lujos.

Mi infancia transcurrió en un barrio intermedio entre el


centro y el suburbio. Como todo hijo de buen vecino realicé mis estudios
primarios en dos colegios estatales: la escuela n1 55 «Juan Vucetich» y la
n1 42 «Leopoldo Herrera». Más tarde, en 1953, comencé el secundario en
la Escuela Nacional Superior de Comercio «Gral. José de San Martín»,
ingresando finalmente a la Facultad de Ciencias Económicas de la Uni­
versidad Nacional de La Plata donde obtuve el título de Contador Públi­
co Nacional.
Familias platenses
Casi toda la actividad profesional la desarrollé en la
Administración Pública Provincial, prestando servicios en cuatro Repar­
ticiones: el entonces Ministerio de Salud Pública (luego Bienestar So­
cial), la Cámara de Diputados, la Contaduría General de la Provincia y la
Secretaría General de la Gobernación.

Mi paso por el Organismo de la Constitución me permi­


tió conocer y relacionarme con la mayoría de los funcionarios de carrera
que pasaron por casi todas las Reparticiones de la Administración Gene­
ral durante algo más de tres décadas, ya que al haber ocupado el cargo de
Contador Fiscal Delegado fui transitando por distintos Ministerios y
Entidades Autárquicas hasta ser designado Contador Mayor, cargo que
resigné en noviembre del 2000 cuando decidí acogerme a la jubilación.

Mis desempeños como futbolista, estudiante, profesio­


nal universitario, militante político, comerciante, dirigente, funcionario y
escritor me ensancharon el panorama en cuanto a las relaciones huma­
nas, de manera que puedo exponer con satisfacción una gran fortuna
personal, formada por una multitud de amigos que conseguí en el barrio,
en las aulas, en canchas de fútbol, en mesas de billar, en los clubes que
frecuenté, en oficinas públicas, en reuniones partidarias, en el comercio
familiar, en cámaras empresarias, en la dirigencia deportiva, en bibliote­
cas y archivos, en la Sociedad Argentina de Escritores, en fin, en todos
los lugares donde desarrollé mi labor profesional y pude realizarme en el
campo de la cultura.

Todas esas actividades reconocen en la ciudad de La


Plata al hilo conductor, quedando incluidas en esa localización las ve­
cinas ciudades de Berisso y Ensenada, porque en mi adolescencia per­
tenecían al medio platense y sus habitantes formaban parte de esta
comunidad que tanto quiero. Es por eso que deseo dedicar esta obra a
todos los amigos que fui recogiendo en mi paso por la vida, porque a
ellos les debo muchas enseñanzas y ejemplos, ya que han influido so­
bremanera en mi formación como ser humano, y simplemente, porque
los llevo en mi corazón.

Es poco menos que imposible hacer nombres sin caer


en la injusticia, pues el paso del tiempo va desfigurando los recuerdos y
hace olvidar personajes y acontecimientos. Sin embargo no puedo dejar
de mencionar a quienes han sido importantes en alguna etapa de mi vida,
como -por ejemplo- los amigos de la niñez y la juventud, especialmente
los del barrio de las calles 26 y 63, los de la Asociación Coronel Brandsen,
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Dedicatoria

los de la Plaza Valentín Alsina (hoy Hipólito Yrigoyen), los del querido
Club Riachuelo y los del Sauna del Club Gimnasia y Esgrima La Plata.

Mi paso por la Escuela de Comercio me dejó amigos


inolvidables, algunos de los cuales fueron condiscípulos en la Universi­
dad Nacional de La Plata, socios en el ejercicio de la profesión y compa­
ñeros de trabajo en el Ministerio de Bienestar Social, en la Cámara de
Diputados, en la Dirección Provincial de Vialidad, en la Secretaría Gene­
ral de la Gobernación y en la Contaduría General de la Provincia.

El fútbol me enseñó lo que es la camaradería, la solida­


ridad y el esfuerzo mancomunado, tanto en mi época de jugador amateur
como en la de dirigente deportivo, especialmente cuando logramos una
amplia convocatoria a través del MORRGIM (Movimiento de Renova­
ción y Recuperación Gimnasista) y nos abocamos a la conducción del
club de mis amores: Gimnasia y Esgrima La Plata, en momentos muy difí­
ciles para la institución y el país.

La militancia política también me dejó grandes amigos,


tanto en la coincidencia como en el disenso. Por eso al recordarlos en
estas circunstancias no puedo discriminarlos conforme a la pertenencia
partidaria porque considero que la amistad está por encima del pensa­
miento político.

Dejo para el final a quienes considero mis maestros en


la vida, aquellos que modelaron mi personalidad con ejemplos y ense­
ñanzas, pues no puedo olvidar la ayuda que me brindaron -a veces sin
darse cuenta- mis profesores, los contadores Manuel Eirín y Alberto
Besada en mi formación profesional, y los doctores Oscar Moviglia y
Adolfo Serrano en la dirigencia deportiva; el periodista don José María
Suárez; el escritor doctor Tomás Diego Bernard; el jurista doctor Saúl
Argeri; y mis antiguos jefes, los contadores Juan María Manganiello,
Héctor Jorge de Larrañaga, Jorge Ferrero Murphy y Angel José Sormani.

A todos ellos, a mis amigos de toda la vida, a mi esposa,


a mis hijos y -por supuesto- a mis adorados nietos: Luciana, Tomás,
Candela, Juliana y Josefina De Luca, les dedico esta obra que resume el
amor que siento por mi querida ciudad y todos sus habitantes del pasado
y del presente, algunos de los cuales aparecen reflejados en las páginas
siguientes.

Ruben Mario De Luca


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PREFACIO

El presente trabajo fue presentado al Fondo Nacional


de las Artes en el marco de un concurso público destinado a seleccionar
trabajos acordes con el interés de esa entidad en promocionar ciertos
valores de la cultura nacional y con vista a proporcionar recursos a los
autores para ser destinados a la edición de la obra.

Seguramente el origen de la ciudad de La Plata no inte­


resó a los organizadores de dicho concurso, a pesar del sacrificio que
hicieron muchos ciudadanos porteños en la fastuosa década del ochenta
del siglo XIX para apoyar el más grande emprendimiento de la historia
argentina en cuanto a obras públicas, ya que radicarse en la «nueva capi­
tal» en 1884 significaba abandonar el confort y las comodidades que
ofrecía la ciudad de Buenos Aires, cuando acababa de resolverse la cues­
tión de la capitalidad que tantos enfrentamientos armados produjo y tan­
ta sangre de hermanos hizo correr en los primeros setenta años de nues­
tra nacionalidad.

En consecuencia, habiendo realizado una profunda in­


vestigación en aquellos repositorios documentarios y bibliográficos que
informan acerca de esa epopeya y de las características de la sociedad
que se formó entre 1882 y 1890 en la nueva capital bonaerense, con
todas las particularidades que provocaron las obras fundacionales como,
por ejemplo, la llegada desde Italia de un numeroso contingente, cerca­
no al millar, contratado especialmente ante la falta de mano de obra ca­
pacitada y frente a la necesidad de acelerar los trabajos para poder insta­
Familias platenses
lar los poderes públicos antes de la expiración del mandato gubernativo
otorgado por el pueblo al Dr. Dardo Rocha, el inspirado fundador de la
ciudad que trajo la concordia que tanto anhelaban los hombres y muje­
res que -por entonces- habitaban el área metropolitana.

La fundación de la nueva capital bonaerense fue un acto


cívico trascendental, a pesar de haber sido la consecuencia de una grave
crisis político-institucional originada por los intereses sectoriales de im­
portantes grupos que dominaban el escenario económico en torno al puer­
to de Buenos Aires, pues significó -al fin y al cabo- el cese del estado de
guerra interno que se había desatado en el punto neurálgico del país
desde el momento mismo de la Revolución de Mayo.

Por esa razón me tomé el atrevimiento de asignar a La


Plata un apelativo que recoge ese efecto positivo, toda vez que en algu­
nas de mis publicaciones la denominé «ciudad de la unión nacional»,
más allá de las discrepancias que pudieran plantearse entre los estudio­
sos ortodoxos que no aceptan una definición tan tajante como la que
acabo de señalar.

En definitiva, aunque no fui premiado en dicho con­


curso decidí presentar a la consideración de mis conciudadanos esta obra
que tiene, como especial significación, un recordatorio permanente a
todos los que hicieron aportes trascendentes para la construcción y de­
sarrollo de la «ciudad de las diagonales», sea desde las jerarquías más
elevadas del gobierno como de los humildes esfuerzos laborales que hi­
cieron los obreros de la construcción, los comerciantes e industriales
que suministraron los bienes y servicios indispensables para hacer más
llevadera la vida en la ciudad naciente, los profesionales, los deportis­
tas, la gente de la cultura, en fin, todos los que creyeron en la empresa
pergeñada por Dardo Rocha y ejecutada por esos superhombres que fue­
ron Carlos Alfredo D’Amico, Pedro Simón Benoit, Vicente Villamayor,
Juan Manuel Ortiz de Rozas, Francisco Pascasio Moreno, Bernardo Cal­
derón, Jorge Coquet, Luis Monteverde, Ramón Lorenzo Falcón, Rafael
Hernández, Lisandro Olmos, Manuel Bernardo Gonnet, y tantos otros
que han sido ignorados por gobernantes y funcionarios, algunas veces
por desidia y otras por ignorancia.

La investigación la inicié teniendo en cuenta los ante­


cedentes históricos referidos a la resolución del conflicto bélico plan­
teado en 1880 entre el Gobierno bonaerense y la Presidencia de la Na­
10
Prefacio
ción, a cargo de los doctores Carlos Tejedor y Nicolás Avellaneda, res­
pectivamente. Allí surgió, precisamente, la decisión política que deter­
minó la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la consecuente
fundación de una nueva capital para la provincia homónima.

A partir de la resolución de ese conflicto empezó a des­


pejarse el camino que conducía a la normalización institucional, más
allá de algunas decisiones signadas por el autoritarismo, como lo fue la
cesión de la ciudad de Buenos Aires a la jurisdicción nacional para ins­
talar allí la Capital Federal.

Concretado ese objetivo se procedió con rapidez a la


hora de instrumentar la transferencia de las dependencias que debían
pasar a la órbita nacional en correspondencia con la ley de federalización,
efectuándose una convocatoria a elecciones para cubrir los máximos
estamentos del gobierno provincial al tiempo que se asignaban los me-
dios financieros necesarios para planificar y ejecutar las obras
fundacionales.

La consulta de importantes fuentes bibliográficas y la


revisión meticulosa de invalorables documentos, como -por ejemplo- las
actas del Concejo Deliberante de la Municipalidad de La Plata, los dia­
rios de sesiones de la Legislatura y el Registro Oficial de la Provincia de
Buenos Aires, han permitido tomar conciencia de las instituciones que
le dieron vida a la nueva capital, reconociéndose así los aspectos rele­
vantes de las actividades sociales, culturales, económicas y políticas que
se desarrollaron en el último cuarto del siglo XIX.

Sin embargo han sido la obra del Arq. Alberto S. J. De


Paula, la colección del diario «El Día» y las actas de matrimonio, naci­
miento y defunción de la iglesia San Ponciano las que mayores datos
proporcionaron para identificar y ponderar los aportes realizados por
importantes figuras del quehacer político y las actividades sociales, cul­
turales y económicas que a fines del siglo XIX desarrollaron en La Plata
los fundadores de muchas familias de hondo arraigo, aun desde las posi­
ciones más humildes, circunstancia ésta que jerarquiza en mayor medida
las trayectorias individuales de sus descendientes.

Por lo tanto, efectuada la exposición de los motivos


que fundamentan al presente trabajo y los alcances del mismo, corres­
ponde adentrarse en los resultados de la investigación para conocer en
11
Familias platenses
profundidad las características existenciales y funcionales de la socie­
dad platense, desde su origen más remoto y en función de la actividad
desarrollada por las primeras familias que se radicaron en la ciudad fun-
dada por Dardo Rocha y sus colaboradores más destacados.

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Capítulo I

INTRODUCCION
El 24 de octubre de 1580, don Juan de Garay dictaba un
bando en el que reconocía la necesidad de asignar un pedazo de tierra a
cada habitante de la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa
María de los Buenos Ayres que acababa de fundar. Se establecía, por ese
conducto, el primer sistema de defensa contra los naturales de la región
que se negaban a acatar la voluntad de los colonizadores.

Con tal propósito dividió la franja costera, al sur del


estuario del Río de la Plata, en predios denominados «suertes» o «merce-
des» que tenían unos 2.600 metros de frente por una legua y media de
fondo.

Los señores Alonso de Escobar, Baltazar de Carvajal,


Juan Fernández de Enciso, Diego de Olavarrieta, Víctor Casco, Pedro
Alvarez Gaitán, Rodrigo Ortiz de Zárate, Miguel López Madero, Bernabé
Veneciano, Francisco Bernal, Miguel Gómez y Pedro Fernández fueron
los primeros adjudicatarios de tierras en la zona donde tres siglos más
tarde se instalaría la actual capital de la Provincia de Buenos Aires (cfr.
de Paula, Alberto S. J.: «La ciudad de La Plata, sus tierras y su arquitec­
tura», pág. 15).

Esas personas y sus respectivos grupos familiares, fue­


ron -por lo tanto- los primeros habitantes de lo que -con el tiempo- sería
la ciudad de La Plata, aunque esas asignaciones de tierra se repitieron en
los años siguientes, tal como reflejan los mapas publicados en dicha
obra, donde se toma como referencia las tierras donde ahora se encuen­
Familias platenses

tra enclavada la zona que hoy se conoce con el nombre de «Gran La


Plata» e involucra a los actuales partidos de Ensenada y Berisso, además
del éjido urbano de la capital bonaerense.

Hacia 1750 la propiedad de la tierra se había concentra­


do en pocas familias, reconociéndose la titularidad del dominio a las
respectivas sucesiones de Gerónimo Benavidez, Bernardo de Lara, Luis
Pesoa de Figueroa, Juan Báez de Alpoin y Pedro de Giles, y a los señores
Sebastián de Giles, Francisco López Osornio, Ignacio Barragán, Domin­
go Pelliza, Juan Silverio Celis, Gonzalo Villoldo y Andrés Lozano (cfr. de
Paula, Alberto S.J.; op. cit., pág. 21).

El 5 de mayo de 1801 el virrey don Gabriel de Ortega,


más conocido como «Marqués de Avilés», ordenaba al ingeniero Pedro
Antonio Cerviño (1757-1816) la realización de las tareas de reconoci­
miento y delineamiento del pueblo de la Ensenada de Barragán, como
paso previo a la fundación del primer asentamiento humano importante
que tuvo el «Gran La Plata».

Entre las familias que por entonces residían en ese lu­


gar se hallaban, naturalmente, los propietarios de las mayores extensio­
nes costeras, siendo éstos los descendientes de Antonio Gutiérrez Ba­
rragán, Gerónimo Benavidez, Bernardo de Lara y Francisco López Osornio,
además de las familias encabezadas por Pedro Duval, Ventura Miguel
Marcó del Pont, Agustín Wright y Tomás Antonio Romero, por citar a los
que en esa época detentaban el mayor poder económico en la zona de
referencia.

El profesor Carlos A. Asnaghi consiguió un notable


avance al reunir valiosos antecedentes sobre las familias que habitaban
la Ensenada de Barragán entre 1801 y 1809, mencionando entre los pio­
neros a los miembros de las familias Albornoz, Arroyo, Ballesteros, Borjas,
Comas, Dovarán, Gómez de Saravia, Lozano, Llanos, Maciel, Márquez,
De la O, Olazábal, Pereyra, Ponce de León, Rojas, Sagari, Sosa, Sueldo,
Ulibarri, Uriarte, Villalba, Villamil y Zapiola, además de las ya menciona­
das (ver «Ensenada, una lección de historia»; fascículo 5, pág. 96).

El crecimiento del pueblo fue lento pero sin pausas. En


1821 fue elevado a la categoría de partido, mostrando alrededor de 1855
un considerable crecimiento demográfico, el que se incrementó después
que el ingeniero William Wheelwright hiciera realidad el proyecto que
había esbozado en 1863 y que consistía en unirlo con el barrio de La Boca
14
Introducción

(Casa Amarilla) de la ciudad de Buenos Aires por medio de una línea


férrea, emprendimiento que se concretó el 31 de diciembre de 1872 al
quedar habilitado el servicio ferroviario al público (cfr. de Paula, Alberto
S.J.; op. cit., pág. 43).

Un año antes, Martín José Iraola (1835-1877) concreta­


ba la fundación del pueblo de Tolosa en la parte norte de la estancia de
su padre, don José Gerónimo Iraola (1810-1862), situada en las cercanías
de la Lomas de Ensenada. El primer loteo que se hizo en ese lugar tuvo un
éxito notable debido al efecto que había provocado la epidemia de fiebre
amarilla que asotó a la ciudad de Buenos Aires en 1871, de manera que la
radicación en la zona tuvo singular acogida.

Entre los primeros pobladores de Tolosa figuraba Eduar­


do C. Miche, a quien el arquitecto de Paula le dedica un espacio en su
recordada obra, cuando decía que: «... se desempeñaba como mayordo­
mo general de la estancia de Iraola desde 1860 y fue el conductor de
las obras de forestación realizadas en ella ...» (cfr. de Paula, Alberto S.
J.; op. cit., pág. 46).

El mismo autor señala a Eugenio Maggi como el primer


constructor que se estableció en esa localidad y a Domingo Parodi,
Gervasio Campoamor, Francisco Alejandro Puppo y Juan B. Fachán como
colaboradores inmediatos del agrimensor Germán Kuhr en el delineado
del pueblo y en las tareas preparatorias del trazado de la nueva capital.

A mediados del siglo XIX Jorge Bell (padre) ya se había


constituído en dueño de dos importantes fracciones en la parte norte de
lo que, con el tiempo, sería el partido de La Plata, toda vez que consiguió
adquirir las propiedades pertenecientes a la Compañía de Jesús, denomi­
nando «Estancia Chica» al campo que se extendía desde el «Camino de
las Inundadas» hasta el Río San Borombón, y «Estancia Grande» al com­
prendido entre aquel deslinde y la ribera del Río de la Plata a la altura de
Boca Cerrada (cfr. De Luca, Ruben Mario: «Jorge Bell, un pionero» en
Suplemento Norte, edición del jueves 10 de julio de 1997).

Los adelantos que acompañaron a la habilitación del


ferrocarril favoreció el desarrollo del servicio telegráfico, toda vez que
gracias a la línea que se instaló en 1866 se logró una mayor fluidez en las
comunicaciones, especialmente cuando quedaron conectadas la locali­
dad uruguaya de Colonia del Sacramento y la Ensenada de Barragán.

15
Familias platenses
Esos acontecimientos favorecieron la instalación de
nuevos saladeros en las proximidades de esta última localidad, adqui­
riendo gran repercusión los establecimientos de Juan Bautista Berisso y
de Antonino C. Cambaceres, que fueron fundados en junio de 1871 y
febrero de 1872, respectivamente.

Con el tiempo, la población que se radicó en las inme­


diaciones de dichos saladeros daría lugar a la formación de sendos pue­
blos que fueron bautizados con los apellidos de esos pioneros, aunque con
diferente jerarquía si se tiene en cuenta que el primero obtuvo su recono­
cimiento como partido en 1957 mientras que el restante sigue siendo un
barrio de la ciudad de Ensenada.

De acuerdo al plano de 1850, publicado por el arquitec­


to Alberto de Paula en la pág. 23 de su recordada obra, los principales
propietarios de la zona eran Jorge Bell (padre), José Gerónimo Iraola,
Silverio Ponce de León, Ignacio Correas, José Nicasio Dibur, Justo Silva,
Crisóstomo Arroyo, Vicente M. Letamendi, José García y los sucesores
de Clemente López Osornio, José Joaquín de Arana y Baltazar Merlo,
todos ellos con importantes establecimientos agropecuarios.

El panorama era diferente hacia 1880, pues dichas


propiedades habían pasado a otras manos, ya sea por transmisión here­
ditaria o por venta, manteniendo el dominio de la zona -desde el punto de
vista territorial- las familias Iraola y Bell, ya que permanecían en poder de
la «Sucesión Martín José Iraola» alrededor de 2.800 hectáreas, las que
correspondían a lo que es hoy las zonas centro y norte de La Plata,
mientras que los herederos de Jorge Bell (padre) conservaron una exten­
sa zona al norte del radio urbano de la nueva capital a pesar de las expro­
piaciones que sufrieron Jorge Bell (hijo) y su hermano, Tomás Bell, due­
ños de las establecimientos conocidos como «Estancia Grande» y «Es­
tancia El Rincón» que, con el tiempo, se transformarían en la pujante
localidad de City Bell a través del loteo de una fracción de trescientas
hectáreas de la primera que dispusieron los descendientes del primero en
febrero de 1914.

Esa era la situación en la zona donde actualmente se asien­


ta el «Gran La Plata» al resolverse el estado de guerra interno que se había
planteado entre las autoridades de la Confederación Argentina y las de la
Provincia de Buenos Aires, debido principalmente a la cohabitación de am­
bos gobiernos en la ciudad de Buenos Aires y a los intereses económicos
resultantes del predominio en el puerto de la Santísima Trinidad.
16
Introducción
Cabe recordar que la resolución del conflicto se produ­
jo en junio de 1880, luego de un enfrentamiento armado de las fuerzas
que respondían al gobernador bonaerense, Dr. Carlos Tejedor, con las
que respaldaban al Presidente de la Nación, Dr. Nicolás Avellaneda.

El resultado final de esa contienda no fue otro que un


triunfo incuestionable del ejército confederado, precipitándose así la so­
lución favorable a la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la
consecuente decisión política de fundar una nueva capital para el primer
Estado argentino.

El triunfo electoral alcanzado por la fórmula integrada


por Dardo Rocha y Adolfo Gonzáles Cháves, en las elecciones del 5 de
diciembre de 1880, significó el punto inicial de un proceso político carac­
terizado por la ejecución de un ambicioso plan de obras para la instala­
ción de los poderes públicos de la Provincia.

A partir de entonces comienzan a llegar los fundadores


de la ciudad de La Plata, en grandes contingentes de profesionales, téc­
nicos, obreros y comerciantes que constituyeron el primer conglomera­
do social de la zona, situación ésta que será analizada en los capítulos
subsiguientes.

17
Capítulo II

LA CAPITAL BONAERENSE Y LA UNION NACIONAL

«La Provincia de Buenos Aires fue erigida por Real


Cédula del 16 de diciembre de 1617 con el nombre de Provincia del
Río de la Plata y jurisdicción sobre lo que es actualmente la región
mesopotámica, la banda oriental, territorio patagónico e islas adya­
centes. La capital se estableció en Buenos Aires y, por Real Cédula del
31 de diciembre de 1695, fue formalmente declarada como tal ...».

Con ese fragmento de Antonio Zinny iniciaba Alberto


de Paula el capítulo II de su recordada obra (op. cit., pág. 51), destacando
a renglón seguido la fuente de conflicto que significaba el doble rol de la
ciudad de Buenos Aires a partir de la creación del virreinato mediante
Real Cédula del 11 de agosto de 1776.

Esa situación no varió con la emancipación, aunque la


crisis de 1820 y la consecuente disolución del Directorio permitió a la
Provincia de Buenos Aires recuperar el protagonismo político, con la
única salvedad del período correspondiente a la gestión presidencial de
Bernardino Rivadavia que dio lugar al cese de la jurisdicción provincial
desde el 7 de marzo de 1826 hasta el 13 de agosto de 1827, fecha en que
asume la Gobernación bonaerense el Cnel. Manuel Dorrego.

Desde entonces y hasta la caída de Rosas, en febrero


de 1852, el predominio de la Provincia de Buenos Aires sobre los restan­
Familias platenses
tes Estados provinciales fue amplio, pues al haber asumido el manejo de
las relaciones exteriores imponía condiciones en cuanto a las actividades
comerciales que se desarrollaban a través del puerto metropolitano.

La posibilidad de perder esa posición dominante hizo


que la Provincia de Buenos Aires no estuviera representada en el órgano
deliberativo que sancionó la Carta Magna de 1853, a pesar de haber sido
una de las impulsoras del Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos por el
que se fijaron las bases para la convocatoria a una Asamblea General
Constituyente, ya que por ese conducto se estableció la instauración
formal de un Estado republicano, federal y democrático.

Ello fue producto de la crisis desencadenada tras la


caída de Rosas, que recrudeció cuando los legisladores bonaerenses
rechazaron toda decisión de la Convención Constituyente que no conta­
ra con la aprobación formal del cuerpo legislativo. Se planteó entonces
un grave conflicto de poderes que desembocó finalmente en la revolu­
ción del ll de setiembre de 1852 y con ella el apartamiento de la Provincia
de Buenos Aires del proceso político destinado a instituir formalmente la
Confederación Argentina. La respuesta que sus gobernantes les dieron
a las autoridades nacionales fue una Constitución paralela que consa­
graba la autonomía del Estado provincial.

Se inicia entonces un largo período de desencuentros


que se interrumpe, momentáneamente, cuando las fuerzas bonaerenses
son derrotadas en Cepeda (8 de noviembre de 1859). Ese desenlace abrió
el camino para la incorporación de la Provincia de Buenos Aires a la
Confederación por vía de un acuerdo político que se plasmó a través del
«Pacto de Unión de San José de Flores», habida cuenta que por ese
instrumento se acordaba la convocatoria de una Asamblea General Cons­
tituyente para adecuar la Carta de 1853 al nuevo «statu quo».

Sin embargo, los conflictos persistían por el doble rol


de la ciudad de Buenos Aires como lugar de asiento de las autoridades
nacionales y como sede del gobierno provincial, sin olvidar la sorda
lucha de intereses que se planteaba en torno al puerto metropolitano por
el predominio que ambas jurisdicciones trataban de ejercer para satisfa­
cer a grupos económicos poderosos e influyentes, aunque antagónicos.

El punto central de esa puja se localizaba en las inten­


ciones del gobierno nacional de propiciar la federalización de la ciudad
20
La capital bonaerense y la unión nacional
de Buenos Aires, lo cual fue resistido por los representantes de la pro­
vincia en el Congreso Nacional hasta que la minoría -instalada en la
localidad de Belgrano- tomó una decisión que sería el detonante de un
nuevo y definitivo enfrentamiento armado, ya que en la sesión del 24 de
junio de 1880 declaró vacantes los cargos de aquellos diputados y sena­
dores que habían manifestado su disidencia con dicho proyecto.

Ese episodio agudizó el conflicto, de manera que se


desencadenó el estado de guerra entre las fuerzas armadas de la Provin­
cia de Buenos Aires y las que respondían al presidente Nicolás
Avellaneda. La crisis se resolvió en la jornada del 11 de julio de 1880
cuando, luego de cruentos combates, el gobernador Carlos Tejedor re­
nunció al cargo y entregó el mando a su sucesor natural, el vice goberna­
dor José María Moreno, quedando virtualmente decretada la victoria del
ejército confederado.

El acuerdo político que siguió a ese desenlace otorgó


prioridad absoluta a la cuestión de la capitalidad, a cuyo efecto el Con­
greso Nacional dictó la ley-convenio nº 1029, llamada «ley de
federalización de la ciudad de Buenos Aires», en una decisión histórica
que tuvo lugar en la sesión celebrada el 20 de setiembre de 1880.

Sin perjuicio de ello, para cumplimentar las previsiones


de la Constitución Nacional respecto a esa materia la Legislatura debía
convalidar dicha ley-convenio para que cobrara vigencia, ya que la Pro­
vincia de Buenos Aires debía ceder previamente a la Nación el territorio
correspondiente a la jurisdicción de la ciudad de Buenos Aires, de mane-
ra que las autoridades federales se vieron obligadas a forzar la situación,
tal como se desprende del siguiente comentario:

«La legislatura bonaerense se oponía a ceder al go­


bierno federal la ciudad de Buenos Aires, consideran­
do que ésta formaba parte indisoluble del territorio
provincial y era su propia capital histórica; pero una
ley del congreso nacional impuso -pese al veto presi­
dencial del doctor Avellaneda- la disolución de aquel
cuerpo legislativo. Esta ley fue promulgada el 20 de
agosto de 1880 y el 31 de ese mismo mes, por decreto
del Poder Ejecutivo Nacional, fue convocado el elec­
torado de la provincia para elegir sus nuevas cáma­
ras; el acto se realizó el 26 de setiembre y sus resulta­
dos arrojaron mayoría absoluta en favor de los parti­
21
Familias platenses
darios de la federalización de la ciudad, con la sola
disidencia de cuatro diputados ...» (cfr. de Paula, Al­
berto S. J., op. cit., pág. 54).

No obstante la desprolijidad y el autoritarismo que se


advierte en la instrumentación de esa importante decisión política, no
caben dudas que la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la
consecuente fundación de una nueva capital bonaerense representó el
fin del estado de guerra interno, dando suficientes motivos para que La
Plata sea considerada como símbolo de la «unión nacional».

La sanción de la ley de cesión territorial que tanto an­


helaban las autoridades nacionales se logró finalmente el 24 de noviem­
bre de 1880, siendo promulgada por el Dr. Juan José Romero -en su carác­
ter de vice presidente 1º del Senado a cargo del Poder Ejecutivo provin­
cial- mediante decreto fechado el 6 de diciembre del mismo año.

Un día antes de esa importante resolución había queda­


do consagrada la dupla Dardo Rocha - Adolfo Gonzáles Cháves para
regir los destinos de la Provincia de Buenos Aires durante el período
1881-1884. Por lo tanto, a partir del 1º de mayo de 1881 comenzó una
gestión gubernativa que habría de quedar en la historia por la celeridad
que logró en la ejecución de un ambicioso plan de obras públicas, toda
vez que en el breve lapso de diecisiete meses se pudieron habilitar los
principales edificios públicos de la nueva capital bonaerense, todos ellos
verdaderos monumentos de tipo palaciego.

La ejecutividad del nuevo gobierno se puso de mani­


fiesto inmediatamente después del acto de asunción, ya que a los cuatro
días de haber iniciado su gestión el gobernador Dardo Rocha designó
por decreto una comisión de notables para decidir el emplazamiento de la
nueva capital, y dos días más tarde dictó un acto administrativo semejan­
te para llamar a concurso internacional de proyectos para la construc­
ción de los principales edificios públicos. Al mismo tiempo encomenda­
ba al Departamento de Ingenieros el diseño de la traza de la ciudad y la
confección de los planos correspondientes a los edificios públicos no
incluidos en el referido concurso.

Elegido el lugar donde se emplazaría la nueva capital


que -a instancia de José Hernández- recibiría el nombre de La Plata, las
autoridades bonaerenses aprobaron el plan de obras fundacional,
procediéndose al nombramiento de los miembros del jurado encargado
22
La capital bonaerense y la unión nacional
de evaluar los proyectos de edificios públicos en el marco del concurso
internacional convocado al efecto.

El 19 de noviembre de 1882, en un acto presidido por el


gobernador bonaerense en el que fue significativa la ausencia del titular
del Poder Ejecutivo Nacional, se colocó la piedra fundamental de la nue­
va capital bonaerense. Desde entonces, la zona fijada para su emplaza­
miento se caracterizó por una actividad febril y constante que no recono­
ció pausas en los años subsiguientes a pesar de los innumerables pro­
blemas que planteaba la insuficiencia de medios de comunicación y de
transporte, pues sólo se contaba con la línea férrea que unía La Boca
(Casa Amarilla) con el pueblo de Ensenada de Barragán, siendo precaria
la red telegráfica que conectaba a esa zona sureña con la metrópoli.

Antes de finalizar su mandato el Dr. Dardo Rocha logró


concretar su objetivo político más trascendente, pues consiguió inaugu­
rar las obras principales y, al mismo tiempo, encabezar el traslado de los
Poderes Públicos a la nueva capital, acontecimiento que tuvo lugar el 15
de abril de 1884 cuando se instalaron oficialmente las dependencias de
los tres Poderes del Estado en los edificios construidos especialmente y
que, desde entonces, constituyen las sedes naturales de la gobernación,
los ministerios, las cámaras legislativas y los tribunales de justicia.

Sólo le restaba la satisfacción de entregarle los símbo­


los del mando a su sucesor, amigo y colaborador inmediato Dr. Carlos
Alfredo D’Amico, acontecimiento que tuvo lugar el 1º de mayo de 1884
en una ceremonia cumplida en la sede del Departamento de Ingenieros,
lugar donde funcionaba provisoriamente la Legislatura provincial ya que
la construcción del Palacio Legislativo no había concluido.

Fue, entonces, el gobernador D’Amico el primer man­


datario provincial que no sólo asumió como tal en la ciudad de La Plata,
sino que fijó su residencia permanente en la nueva capital, instalándose
en un verdadero palacio que financió con su peculio. A él le correspon­
dió la responsabilidad de ejecutar las obras pendientes de la etapa
fundacional, tarea que realizó con singular éxito y dentro de los plazos
preestablecidos.

A pesar de esa encomiable labor la historia no ha reco­


nocido los valores expuestos en su gestión como Ministro de Gobierno,
primero, y como Gobernador, después, considerando que fue un prota­

23
Familias platenses
gonista de primer nivel en el período 1880-1887, cuando se cumplió el
proceso que culminó con la fundación de la ciudad de La Plata, pues
colaboró activamente en la sanción de la ley fundacional e intervino en la
ejecución de todos los emprendimientos previstos en el programa de
gobierno enunciado por el Dr. Dardo Rocha en el histórico mensaje a la
Asamblea Legislativa que pronunciara en el acto de asunción llevado a
cabo el 1º de mayo de 1881 en el recinto instalado en la legendaria «Man­
zana de las Luces» de la ciudad de Buenos Aires.

Cabe recordar que el Dr. D’Amico se había desempeña­


do como Secretario del Senado Provincial (1864-1880), pasando luego a
ejercer el cargo de Ministro de Gobierno, antes y después de la asunción
del Dr. Dardo Rocha al frente de la gobernación. Como broche final a su
actuación en el sector público, se destaca la labor desplegada como titu­
lar del Poder Ejecutivo Provincial, de manera que no sólo participó acti­
vamente en la gestación del proyecto y en la ejecución del plan de obras
fundacional, sino que tuvo la satisfacción de inaugurar los principales
edificios públicos de la nueva capital. Sirva entonces esta recordación
como un justiciero homenaje por los importantes servicios que prestó
ese calificado personaje a la patria y, particularmente, a la Provincia de
Buenos Aires.

La gran afluencia de trabajadores que se produjo a con­


secuencia de las obras fundacionales habilita el proceso de investiga­
ción que representa el «leit motiv» de este trabajo, pues a partir de la
radicación de los profesionales y técnicos que condujeron dichas obras
y los inmigrantes extranjeros que aportaron la mano de obra directa, los
servicios comerciales y productivos de apoyo, además de la necesaria
asistencia médico-sanitaria, educativa y cultural a los primeros habitan­
tes, nació una sociedad que bien pronto se caracterizó por su capacidad
creativa, constituyéndose en nervio y motor del desarrollo alcanzado
por la Provincia de Buenos Aires en todos los campos.

24
Capítulo III

LOS PRIMEROS HABITANTES DE LA PLATA


De acuerdo a lo señalado en el capítulo anterior, el 5
de diciembre de 1880 quedó consagrada la fórmula integrada por los
doctores Dardo Rocha y Adolfo Gonzales Chaves para conducir los des-
tinos de la Provincia de Buenos Aires durante el período 1881-1884.

Las nuevas autoridades se hicieron cargo de la gober­


nación provincial en un acto llevado a cabo el 1º de mayo de 1881. En
esa oportunidad ambos funcionarios prestaron el juramento de ley ante
la Asamblea Legislativa integrada por los mismos diputados y senado­
res que habían intervenido en la sanción de las leyes que autorizaron la
cesión del territorio correspondiente a la Capital Federal y la transferen­
cia de las antiguas dependencias de la provincia al orden nacional.

El Arq. Alberto de Paula, en su recordado trabajo,


rememora el acto de asunción de los mencionados estadistas y, particu­
larmente, los anuncios oficiales efectuados por el mandatario bonaeren­
se, a través del siguiente relato: «.... la ceremonia se realizó en el recin­
to parlamentario provincial de la manzana de las luces, entre cuyos
muros habían transcurrido sesenta años de discusiones protagónicas
para la historia bonaerense. En su mensaje a la asamblea legislativa
Familias platenses
determinó como sus propósitos prioritarios los concernientes a la reor­
ganización del estado provincial, incluyendo la reforma de la Constitu­
ción, el desarrollo de un plan de obras públicas que comprendía la ex­
tensión del ferrocarril, la consolidación de la deuda del Banco de la
Provincia de Buenos Aires y la erección de la nueva capital ....» (cfr. de
Paula, Alberto: op. cit., pág. 56).

A partir de ese momento histórico, comienzan a


adoptarse las primeras decisiones para la fundación de la que poco más
tarde sería la ciudad de La Plata, destacándose la labor de un hombre
que ha sido calificado como el verdadero «factótum» de ese proceso a
través de la siguiente opinión: «... La historia no ha reconocido en su
justa dimensión la actuación del Dr. Carlos Alfredo D’Amico como le­
gislador, ministro y gobernador, pues le atribuye un segundo plano si­
lencioso cuando -en realidad- debería ser considerado, al menos, co­
fundador de la ciudad de La Plata, pues tuvo a su cargo la dirección
general de todo el proceso, aun antes de que iniciara su gestión el go­
bernador Dardo Rocha, hasta su culminación: el traslado de los Pode­
res públicos a La Plata, con la salvedad de que en su gestión como
gobernador (1884-1887) se terminaron de construir y se habilitaron
todos los edificios públicos incluidos en el plan de obras de la etapa
fundacional .....» (cfr. De Luca, Ruben Mario: «Funcionarios bonaeren­
ses (1810-1899)», pág. 22).

En los primeros siete días de iniciado el período guber­


nativo el Poder Ejecutivo adoptó decisiones trascendentes, fundamenta­
les para poner en marcha el plan que se habían propuesto sus autorida­
des, a cuyo efecto procedió a nombrar una comisión de notables para
que consideren el emplazamiento de la nueva capital, toda vez que exis­
tían numerosas propuestas y ofrecimientos para instalarla en localidades
que habían alcanzado un cierto desarrollo como Ensenada, Quilmes, Ba­
rracas al Sud (actual Avellaneda), Olivos, San Fernando, Zárate,
Chascomús, Dolores, Mercedes y San Nicolás.

La presidencia de la comisión fue encomendada al Se­


nador Nacional Dr. Aristóbulo del Valle, estando integrada la misma por
el Procurador General de la Nación Dr. Eduardo Costa; el Jefe del De­
partamento de Ingenieros de la Nación Ing. Guillermo White; el Presi­
dente del Ferrocarril Oeste Dr. Faustino S. Jorge; el Presidente del Con­
sejo de Higiene de la Provincia Dr. Manuel Porcel de Peralta; el Presi­
dente de las Obras de Salubridad Dr. Eduardo Wilde; el Presidente del
26
Los primeros habitantes de La Plata

Departamento de Ingenieros Provincial Ing. Francisco Lavalle; y los


Diputados Nacionales Antonino C. Cambaceres y Saturnino E. Unzué,
actuando en calidad de Secretario el Dr. José María Ramos Mejía.

La tarea asignada a la comisión consistía en un estudio


comparativo de las localidades propuestas en función de aquellos
parámetros considerados fundamentales para el funcionamiento futuro
de la ciudad, de manera que debían tenerse en cuenta factores tales como
los que tenían que ver con la calidad de la tierra y la disposición de agua,
especialmente en las zonas aledañas por la importancia que se asignaba
a la agricultura como base de aprovisionamiento de los ciudadanos. Otros
aspectos a considerar eran las vías de comunicación con los centros po­
blados más importantes y las posibilidades de construir obras de arte
indispensables para el confort y la higiene de los habitantes.

Los detalles del referido estudio constan en la obra de


Alberto de Paula (op. cit., págs. 56/71) de manera que por elementales
razones de síntesis corresponde remitirse a su contenido, pues en el mis-
mo también se tratan los aspectos relacionados con la discusión parla­
mentaria del despacho de comisión en la que tuvieron activa participa­
ción los Senadores José Hernández y Juan Manuel Ortiz de Rozas.

A medida que culminaban las etapas preliminares co­


menzaron a prepararse los actos fundacionales, los que consistían bási­
camente en la colocación de la piedra fundamental de la nueva capital y
la realización de una gran fiesta popular. Ambos actos se llevaron a cabo
el 19 de noviembre de 1882, cumpliéndose el primero en el lugar señala­
do como el centro geográfico de la ciudad de acuerdo a su trazado origi­
nal y que corresponde a la Plaza Moreno actual, o «Plaza de la Munici­
palidad» como se la denominaba originariamente.

A pocas cuadras de ese lugar, en la manzana ubicada


en las calles 4, 5, 51 y 53 donde actualmente se asienta el estadio
polideportivo del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata, se levantó un
enorme galpón que cobijó a los asistentes a la hora del almuerzo, cerrán­
dose seguidamente la ceremonia fundacional.

Poco antes de ese acontecimiento histórico, cuando se


cumplía el primer año de su mandato, el gobernador Dardo Rocha pro­
mulgaba una ley sancionada por la Legislatura Provincial por la que se
declaraba al Municipio de Ensenada como capital provisoria de la Pro­
27
Familias platenses

vincia de Buenos Aires, ordenándose -por ese cuerpo legal- la fundación


de la ciudad de La Plata en los terrenos altos que estaban situados en las
proximidades del pueblo de Tolosa.

Inmediatamente después de la colocación de la piedra


fundamental se iniciaron los trabajos correspondientes a la planifica­
ción general de las obras y al ordenamiento urbano, a cuyo efecto fueron
designadas las personas que integrarían las comisiones encargadas de la
distribución de tierras fiscales y de las expropiaciones, las que trabaja­
ron conforme al plano oficial de la ciudad aprobado con fecha 20 de
septiembre de 1882.

Las expropiaciones que se realizaron entre agosto de


1882 y el mismo mes de 1885 comprendieron los predios ubicados en el
éjido urbano y en la zona suburbana, figurando entre los propietarios
que tenían las mayores extensiones Telésforo Ponce de León, Luis Merlo,
Jorge Bell (hijo), Dolores Armstrong de Duc, Carlos Clark, Pedro García,
Antonia C. de Drake, José María Goñi, Tomás Bell, Samuel B. Hale,
Cayetano Dantiacq y los sucesores de Martín Iraola, Martín Durañona,
María Cruz Macía y José García.

En cuanto a la construcción de los edificios públicos


incluidos en el plan general de obras se destaca la disciplina observada
en la etapa de planeamiento, pues se cumplieron inexorablemente los
plazos establecidos en el concurso internacional de proyectos para la
erección de la Casa de Gobierno, la Legislatura, el Palacio de Justicia,
la Municipalidad, la jefatura de Policía, la cárcel de detenidos, el cuartel
de bomberos y el principal templo católico.

En la recordada obra de Alberto de Paula (op. cit., págs.


89/214) figura una cronología del proceso constructivo y un minucioso
detalle de las obras fundacionales, de manera que en homenaje a la bre­
vedad y por escapar esas cuestiones al objeto central de este trabajo
corresponde remitirse a su contenido.

Por cuestiones metodológicas el análisis del proceso


de gestación de la sociedad platense se hará de acuerdo al orden de radi­
cación de los distintos grupos de personas que fueron adquiriendo el
carácter de pioneros por los obstáculos y desafíos que debieron superar
para ver cristalizados los esfuerzos por construir una ciudad que, para la
mayoría, sería el «habitat» natural de sus respectivas familias y -al mis­
28
Los primeros habitantes de La Plata
mo tiempo- el espacio ideal para la integración de nuevos linajes. Por
ese motivo el estudio se dividirá de acuerdo a la condición social de los
individuos, a saber:

1º) Personal afectado a las obras fundacionales

La primera población de La Plata estaba conformada


por los funcionarios, profesionales y técnicos afectados al plan de obras,
entre los que se contaba la autoridad civil encargada del orden jurídico,
la seguridad y las cuestiones judiciales de menor importancia.

Estas funciones fueron asignadas, desde el momento


mismo de la fundación, al notario Carlos A. Fajardo en virtud de su nom­
bramiento como primer Juez de Paz de La Plata efectivizándose su radi­
cación a principios del mes de septiembre de 1882 en el antiguo casco
de la estancia de la familia Iraola, situado en las inmediaciones del ac­
tual lago del bosque.

Cabe recordar que en esa época el ocupante de dicho


cargo era la máxima autoridad local, haciendo las veces de Intendente
Municipal, pues recién se ordenaron las funciones comunales en febrero
de 1884 cuando se constituyó la llamada «Comisión de Higiene y Vías
Públicas», la que fue sustituida a partir de 1885 en virtud de una resolu­
ción del gobierno que dispuso la designación en cada distrito de una
Comisión Municipal integrada por vecinos distinguidos.

Por elementales razones de orden práctico, las perso­


nas que encuadraban en ese estrato social no tuvieron otra alternativa
que instalarse con sus familias en la naciente urbe y lo mismo ocurrió
con los obreros que masivamente llegaron en busca de trabajo estable y
buena paga, resultando -en consecuencia- un notable aumento de las ac­
tividades productivas y comerciales para poder dar respuesta a la gran
demanda de viviendas, bienes y servicios.

La ejecución de las obras se hizo en forma acelerada,


tal como lo demuestra la habilitación de los principales edificios antes
de cumplirse diecisiete meses del acto fundacional, efectivizándose el
traslado de los Poderes Públicos a la nueva capital en la jornada del 15
de abril de 1884. Quince días después se cumplía el mandato guberna­
mental del Dr. Dardo Rocha, efectuándose la entrega de los atributos del
mando al Dr. Carlos Alfredo D’Amico, quien asumió la responsabilidad

29
Familias platenses

de continuar con la ejecución del plan general de obras de esa empresa


monumental, pergeñada en medio de una crisis institucional que culmi­
nó con la pérdida de la capital histórica de la Provincia de Buenos Aires.

El 1º de mayo de 1884 se efectuó la primera transmi­


sión del gobierno provincial en la nueva capital. El acto se llevó a cabo
en el edificio destinado al Departamento de Ingenieros, emplazado en la
avenida Independencia (actual avenida 7 «Ing. Luis Monteverde») entre
las calles 56 y 57, el cual se encuentra ocupado actualmente por el Tri­
bunal de Casación Penal después de haber sido la sede de la Dirección
Provincial de Vialidad por espacio de varias décadas (cfr. Mantjaras,
Pedro A.: «El primer edificio histórico de La Plata», Revista Todo es
historia nº 330, pág. 51/52).

Una de las primeras decisiones del nuevo mandatario


fue exigir -sin ningún tipo de concesiones- el cumplimiento de la ley de
residencia, impulsando al mismo tiempo los procedimientos estableci­
dos para la distribución de tierras fiscales a funcionarios y empleados a
fin de crear el estado de necesidad para efectivizar la definitiva radica­
ción de éstos y sustentar el desarrollo social en la ciudad.

Comienza entonces el asentamiento de familias en la


joven capital, ya sea por necesidades prácticas motivadas por la demora
que planteaban los viajes de ida y vuelta a la ciudad de Buenos Aires o
por exigencias legales, considerando que los funcionarios y agentes es­
tatales tenían la obligación de establecer su domicilio permanente en
el lugar donde prestaban servicios.

Las primeras familias que se instalaron en La Plata


correspondían a los profesionales y técnicos afectados a las obras
fundacionales, a quienes les siguieron los funcionarios que debieron ra­
dicarse como consecuencia de la instalación de los Poderes Públicos. A
ellos se sumaron aquellos comerciantes, productores y profesionales que
se sintieron atraídos por la posibilidad de una actividad rentable en vir­
tud del rápido desarrollo urbano que se avisoraba.

En el primer caso, la radicación se caracterizaba por


ser -en su mayor parte- transitoria y precaria, comprendiendo exclusiva­
mente a los hombres que desarrollaron las tareas previas de demarca­
ción y nivelación del terreno, además de los supervisores del Departa­
mento de Ingenieros y los encargados de prestar los servicios básicos y
30
Los primeros habitantes de La Plata

elementales para satisfacer las necesidades de la cuadrilla de trabajado­


res (hospedaje, alimentación, vestuario, etc.).

Sin embargo, la radicación pasaba a ser definitiva a


medida que lograban un nombramiento en los cuadros de la Administra­
ción Pública provincial o se les abrían nuevas perspectivas laborales en
el sector privado, especialmente en el caso de profesionales y técnicos
de los ramos relacionados con la construcción.

Cabe recordar, que la traza urbana de la nueva capital


había sido aprobada el 5 de junio de 1882 mediante un acto administra­
tivo por el cual se encomendaba al Departamento de Ingenieros la orga­
nización del equipo técnico responsable de la preparación del terreno,
incluyendo su amojonamiento. Por lo tanto, a fines de julio del mismo
año se iniciaban los trabajos de mensura y deslinde de los terrenos,
efectivizándose a partir de entonces el primer asentamiento humano en
lo que sería finalmente la ciudad de La Plata.

Para mayor ilustración se reproduce en parte las refe­


rencias del Arq. de Paula respecto a ese momento histórico, especial-
mente en el fragmento donde señala que «.... según informaciones pe­
riodísticas de entonces, la iniciación ocurrió el sábado 29 de julio, cuan­
do partieron hacia la localidad de Tolosa los ingenieros Carlos Glade,
Juan Rivera, Vicente Isnardi, Germán Khur, Julio Serna y Adriano Díaz,
para ejecutar tales operaciones que, se estimaba, no terminarían antes
de dos meses ....» (op. cit., págs. 90/91).

De la misma fuente, surge que «.... para la administra­


ción de los terrenos fueron creadas, por decreto del 21 de agosto de
1882, la Intendencia del Parque, confiada a Eduardo Miche -ex encar­
gado de la estancia de Iraola-, y la Comisión Administradora de Terre-
nos Fiscales en La Plata, integrada por Agustín Vidal, Alejandro Leloir
y Roberto Cano que luego renunció y fue reemplazado por Manuel S.
Aguirre; de común acuerdo, los integrantes de esta Comisión designa­
ron presidente a Vidal e incorporaron como secretario rentado a Juan
Bergeire ....» (ibídem, pág. 91).

A partir del 23 de agosto de 1882 se forma una nueva


comisión de trabajo con los agrimensores Germán Kuhr, Carlos Glade y
Miguel Rosa Pérez, a quienes se encomiendan las tareas de demarcación
y amojonamiento de las calles, plazas, secciones, solares, etc.
31
Familias platenses

A ello le siguió la designación de los miembros de dos


comisiones fundamentales para el ordenamiento futuro del espacio físi­
co: la Comisión Clasificadora de Tierras Fiscales, conformada por Car­
los A. Fajardo, Julio César de la Serna y Pedro Benoit; y la Comisión de
Distribución de Tierras que integraban Paulino Llambí Campbell, Julio
Arditi y Estanislao S. Zeballos, siendo reemplazado el último de los nom­
brados por Nicolás A. Calvo.

Por decreto fechado el 31 de octubre de 1882 se for­


maron las comisiones administradoras de los edificios públicos con las
siguientes figuras del quehacer oficial: Francisco Uriburu, Sabiniano Kier,
Emilio Bunge, Nicolás Achaval, Santiago Luro, Juan Manuel Ortiz de
Rozas, Manuel H. Langenheim, Leopoldo Basavilbaso, Tulio Méndez,
Julio Dantás, Esteban Adrogué, Aurelio Berro, Aristóbulo del Valle,
Manuel R. Trelles, Francisco P. Moreno, Manuel Porcel de Peralta, José
María Bosch, Juan A. Golfarini, Julián Aguilar, José María Cuenca,
Eustoquio Díaz Vélez, Francisco Chas -reemplazado luego por Bartolomé
Novaro-, Luis Andrade, Jorge Coquet, Francisco Lavalle y Francisco
Beuf (cfr. Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires, año 1882,
pág. 836).

A pesar de la gran responsabilidad que significaban las


funciones asignadas a esas personalidades, corresponde interpretar que
las ocupaciones oficiales y privadas que los mismos debían atender en la
Capital Federal, así como las obligaciones que les imponía la figuración
social que cada uno de ellos tenían, eran obstáculos insalvables para la
radicación de los mismos en la nueva capital. Por lo tanto, es poco pro­
bable que hayan residido -aun temporariamente- en la naciente ciudad,
aunque no caben dudas que por la índole de las tareas que les fueron
encomendadas debían hacer acto de presencia con bastante asiduidad en
el lugar de realización de las obras.

También corresponde incluir entre los primeros habi­


tantes de La Plata a las personas mencionadas en la memoria presentada
el 3 de enero de 1888 por el agrimensor Carlos Glade, donde señala al
día 15 de marzo de 1882 como fecha de iniciación de los primeros traba­
jos de mensura en las tierras destinadas a la fundación de La Plata.

En ese informe queda en claro que el firmante y su asis­


tente, el agrimensor Miguel Rosa Pérez, vendrían a ser los primeros po­
bladores de la zona, aunque esa afirmación no deja de tener un valor
32
Los primeros habitantes de La Plata

relativo, habida cuenta que ya estaban radicados en la zona algunos


puesteros de la estancia de los Iraola, el administrador de la misma Eduar­
do Miche y la población estable del pueblo de Tolosa (cfr. de Paula,
Alberto; op. cit., págs. 109/110).

Por lo tanto, es posible completar la nómina de prime­


ros pobladores apelando al contenido de ese informe, pues en el mismo
se reconoce la actuación de los ingenieros Eusebio Chacón, Alejandro
Dillon, Joaquín V. Maqueda, Saturnino Salas, Germán Kuhr, Vicente
Isnardi y los supernumerarios identificados por los apellidos Haddog,
Asencio y Otaño, ya que todos ellos estuvieron afectados a las tareas de
ubicación y nivelación del ejido. De la misma fuente se desprende la
participación de los señores Juan M. Cagnoni, José M. de las Carreras e
Isaac Villa Monte en el trazado y demarcación del terreno.

En la nómina publicada por Alberto de Paula figuran


distintos asistentes que, por el tipo de actividad que desarrollaban
(dibujantes, auxiliares e inspectores), debieron residir necesariamente
en el lugar entre 1882 y 1884. Por lo tanto, también merecen ser recono­
cidos como primeros habitantes de ciudad de La Plata los señores
Florentino Ramorino, Ramón Rezábal, Francisco Seguí, Juan B. Rivera,
Francisco Estévez, Carlos Guyot, Carlos Zaehndorf, Miguel Cuestas, Juan
Bautista Arnaldi, Luis Vigh, Pedro J. Benoit, Juan Ferrari, Francisco
Silveyra, Juan García y el Director de Planos, agrimensor Rafael
Hernández. (op. cit., págs. 127).

Realizados los trabajos preparatorios y adjudicados que


fueron los proyectos presentados en el concurso internacional, el Poder
Ejecutivo -por decreto fechado el 31 de octubre de 1882- designó titu­
lar de la Comisión Ejecutiva de Obras al Ing. Pedro Simón del Corazón
de Jesús Benoit, quien contó con la colaboración del segundo director,
ingeniero Luis Baldi, los arquitectos Domingo Renom y Alejandro
Garmendia, y los sobreestantes Casimiro Aparicio, Felipe Bianchi, Au-
gusto Duffau, Doroteo González y Angel Herrero.

Le correspondió al Ing. Luis Baldi la conducción de


los trabajos programados para la colocación de la piedra fundamental, a
cuyo efecto se afectaron nada menos que ciento setenticuatro obreros
que fueron distribuidos en siete cuadrillas, las que estuvieron a cargo de
los capataces y sobreestantes señores José Porret, Vicente Güeta, Dionisio
Fernández, José Botaro, Luis Boggi, Adán Gandolfi, Ovidio Atkins,
33
Familias platenses

Severino Navarro, José Serra, Pablo Padín, Nicolás Castro, José Calla-
da y Juan García.

A partir del 6 de marzo de 1883 se incorporaron a la


Comisión Ejecutiva de Obras el arquitecto Laurentino Sienra Carranza,
los dibujantes Felipe M. Morales, Mario Germiniani, Emilio Constant,
Emilio B. Coutaret, y los sobreestantes Miguel Villanueva, Nicéforo
Colletti, Nicanor Montes de Oca, Francisco Taylor, Isaac Villa Monte,
Alejandro Sordelli, Gustavo Duffau y Gustavo Laplane, quedando como
Inspector General el agrimensor Adán Gandolfi.

En forma paralela al cometido de ese grupo de profe­


sionales y técnicos el Poder Ejecutivo provincial encaró el embelleci­
miento de los parques y paseos públicos. Con tal propósito, por decreto
fechado el 19 de junio de 1883 quedó integrada la comisión encargada
del arreglo de las plazas de la ciudad con los señores Eduardo Botet,
Francisco Maldonado, Eduardo C. Miche, José Porret y Ramón Vento­
so, incorporándose poco después el sobreestante Ovidio Atkins.

No pueden quedar ausentes en la galería de los prime­


ros habitantes los directores de las obras civiles más importantes, es de­
cir, los arquitectos Julio Dormal, Carlos Nordmann, Adolfo Büttner,
Ernesto Meyer, Juan A. Buschiazzo, Luis A. Viglione, Ernesto
Vespigniani, Francisco Pinaroli, Enrique Aberg, Laurentino Sienra
Carranza, Juan A. Waldorp, Domingo Renom, Carlos Altgelt, Otto
Krause, Joaquín V. Maqueda, Carlos Zaehndorf, Francisco Seguí, Juan
Bautista Arnaldi y Adolfo Büttner, y los maestros mayores José Porret,
Federico Cabrera, Clemente Olivera, Pedro Cabrera, Alejandro Sordelli
y José M. Morales.

Entre los contratistas privados que tuvieron a su cargo


la realización de las obras más importantes corresponde recordar a las
empresas constructoras pertenecientes a los ingenieros José Rodrigo Botet
(Depto. de Policía, Cárcel y Cuerpo de Bomberos) y Pedro de Cousandier
(Teatro Apolo), el Arq. Leopoldo Rocchi (Teatro Argentino), y los seño­
res Luis Bianchi (Escuela Graduada, luego denominada Liceo Víctor
Mercante) y Gregorio Almaestre (Colegio Provincial, actual Ministerio
de Salud); además de las que giraban como «Santiago Bertelli y Cía.»
(Casa de Gobierno y Municipalidad); «Plou y Olivieri» (Legislatura y
Dirección General de Escuelas); «Fiorini y Ferranti» (Casa de Justicia);
«Beaumaire Hnos.» (Depto. de Ingenieros); «Luis Stremiz y Cía.» (Ban­
34
Los primeros habitantes de La Plata

co de la Provincia de Buenos Aires, casa matriz La Plata); y, finalmente,


«Visillac Hnos.» y «Sáenz, Martínez y Cía.», que tuvieron a su cargo el
embellecimiento de la Plaza de la Municipalidad (actual Plaza Moreno).

Quedan en el anonimato alrededor de cuatro mil perso­


nas que colaboraron en la ejecución del plan de obras desde las posicio­
nes más humildes, casi todas relacionadas directamente con dichos tra­
bajos, pues se trataba de albañiles, carpinteros, yeseros, frentistas, peo­
nes, techistas y otros obreros de la construcción, además del personal de
las empresas proveedoras de materiales y prestadoras de servicios de
variada naturaleza, contándose entre éstas a las casas de comida, la
hotelería, los transportistas, las empresas de seguridad, etc.

Por lo tanto, resulta poco menos que imposible identi­


ficarlos con precisión, aunque no caben dudas que muchos de ellos fue­
ron cabeza de familias que hicieron importantes aportes al desarrollo
social a través de calificados descendientes, como ocurriera con don
Gaetano Marini, cuyo nieto -el Dr. Anselmo Marini- sería elegido para
ejercer la primera magistratura a nivel provincial en el período 1963­
1967, lamentablemente interrumpido a raíz del golpe militar de 1966.

Ese antecedente justifica el esfuerzo investigativo rea­


lizado con el propósito de conocer las diferentes capas del entretejido
social de La Plata en su conformación inicial, merced al cual se ha podi­
do establecer -después de haber consultado las actas de matrimonio, bau­
tismo y defunción registradas en la Iglesia San Ponciano entre 1884 y
1889- la presencia de los primeros exponentes de conocidas familias del
medio platense que a pesar de haber comenzado desde posiciones hu­
mildes, como acontecía con casi todos los inmigrantes europeos, logra­
ron posicionarse en la sociedad a través de actividades productivas o
comerciales que fueron cobrando importancia a medida que transcurrían
los años, hasta que sus descendientes recogieron el testimonio y logra­
ron consolidar ese esfuerzo inicial.

De esa manera se ha logrado la identificación fehaciente


de los fundadores de algunas familias que lograron trascender hasta los
días que corren gracias a su esfuerzo personal y/o al prestigio alcanzado
por sus descendientes en distintas manifestaciones del quehacer econó­
mico, profesional, cultural o deportivo, tal como ha ocurrido con los
señores Ambrosio Aliverti, Máximo Anselmino, Juan Maina, Enrique
M. Curth, Eduardo Botto, Luis Cadario, Antonio Caffé, Marcos Bollini,
35
Familias platenses

José Añón Suárez, Francisco Urrutia, Angel Lombardi, Juan Delledonne,


Ernesto S. Durquet, Juan Andrés Flaqué, Ramón Gailhac, Atilio Guzzetti,
Máximo Lagrange, Baldomero Lapachet, Luis Lofeudo, Juan Narvarte,
Pascual y Pantaleón Nicoletti, Andrés Orlandi, José María Rossotti, Juan
Sangalli, Francisco Santoro, Augusto Sautel, Nicolás Soncini, Miguel
Szelagowski, Carlos Triaca, José Trueba, Augusto Vampa, Juan Uberto
Vignart, Luis Wolter, Pedro Yantorno, Tomás Zingoni, entre tantos otros.

Cabe destacar especialmente el caso de don Luis Frangi


que llegó a La Plata desde Como (Italia) para trabajar como albañil,
fundando más tarde un establecimiento industrial que todavía se mantie­
ne vigente gracias al esfuerzo de sus hijos y nietos. El mismo origen
revelaba don Francisco Antonio Varallo, cuyo nieto homónimo se con­
vertiría en una gloria deportiva al integrar los primeros equipos de futbol
de los clubes Gimnasia y Esgrima La Plata (1928-1930) y Boca Juniors
(1931-1939), además de contribuir a la obtención del título de sub cam­
peón mundial con que se coronó el seleccionado argentino en 1930.

Por lo tanto, corresponde reconocer y valorar en toda


su dimensión el aporte significativo de esos pioneros en una suerte de
homenaje simbólico que se brinda a través de este trabajo, pues ellos
contribuyeron con su esfuerzo para concretar ese milagro que fue la cons­
trucción de una ciudad monumental en menos de un año y medio, con­
tando el tiempo transcurrido desde la colocación de la piedra fundamen­
tal hasta la instalación definitiva de los Poderes Públicos.

2º ) Autoridades superiores y funcionarios

Toda empresa ambiciosa requiere una acción man­


comunada, constante y esforzada de hombres dispuestos a sacrificar ho-
ras de descanso para alcanzar el objetivo central, bajo una conducción
imbuida de la trascendencia que tendría el acto fundacional para la con-
cordia de los argentinos. Así resaltaba esa gesta el Dr. Dardo Rocha al
leer su mensaje con motivo de la instalación de los Poderes Públicos en
la ciudad de La Plata, especialmente cuando dijo:

«El hecho que recordará este día es la consumación


de uno de los actos de mayor abnegación y patriotis­
mo de la provincia de Buenos Aires en favor de la na­
cionalidad argentina. Él ha influido y ha de influir
mucho más en la prosperidad y en la estabilidad de
36
Los primeros habitantes de La Plata

nuestras instituciones; pero hechos de esta naturaleza


no se consideran consolidados sino cuando el tiempo
los consagra con su sello respetable y duradero. Las
pasiones sinceras y los sentimientos extraviados su­
gieren dudas a la opinión común, que perturban los
espiritus y demoran las consecuencias de la confianza
de estos hechos políticos. Pero de hoy en más, no hay
motivos ni pretextos para dudas fundadas, porque hoy
ratificamos en el hecho y en el derecho la cesión de la
ciudad de Buenos Aires para capital de la República
para honra y gloria de todos los argentinos, entre los
cuales nos contamos los hijos de Buenos Aires.....» (ver
fragmentos del discurso en la obra titulada «Fundación
de la ciudad de La Plata - documentos para su estu­
dio», págs. 231/234).

Con tales auspicios se iniciaba en La Plata la vida en


sociedad, contando la incipiente población con el mayor confort que se
podía aspirar en la Argentina de entonces, que se caracterizaba por una
inocultable euforia en lo económico, a su vez convertida en factor deter­
minante de una notable transformación de las estructuras sociales y cul­
turales al estilo europeo, tal como se apreciaba en todos los actos de la
llamada «generación del 80». El elemento dinamizador lo constituía -sin
duda alguna- la Administración Pública Provincial, por la atracción que
provocaba en las distintas regiones del interior bonaerense.

Al mismo tiempo, las ventajas y/o privilegios que se


concedieron a los funcionarios y empleados que accedieron a radicarse
en la nueva capital, así como las halagüeñas perspectivas que se abrían a
los jóvenes en cuanto a una carrera administrativa o judicial que propo­
nía condiciones de estabilidad y progreso constante, hicieron posible el
trasvasamiento de un importante sector de la ciudadanía porteña.

Aparecen entonces algunos apellidos -tradicionales en


el ámbito de la Capital Federal- que tendrían gran representatividad en
la naciente sociedad platense, mereciendo recordarse aquellas persona­
lidades trascendentes en la función pública que también revisten el ca­
rácter de primeros residentes de la ciudad, a saber:

1) Dr. Carlos Alfredo D’Amico (1839-1917): Se constituyó en el pri­


mer gobernador que residió permanentemente en La Plata luego de la

37
Familias platenses

instalación de los poderes públicos, toda vez que a los quince días de
ese acontecimiento asumió como titular del Poder Ejecutivo Provincial
y tuvo tal convicción en el futuro de la ciudad que no dudó en construir
la mansión más lujosa de la época, la que aún conserva su esplendor y
jerarquía por haberse convertido en sede de la Curia y del Arzobispado.

Sin embargo, mucho le costaría esa muestra de con­


fianza en la obra monumental de Dardo Rocha, ya que la deuda contraí­
da con motivo de esa construcción y los efectos de la crisis económica
que se declaró en 1890, provocaron la ruina de este personaje y su expa­
triación a Méjico, pues no pudo soportar la persecución política a que lo
sometió Máximo Paz cuando lo sucedió al frente de la gobernación.

Antes de radicarse en La Plata había desposado a


Edelmira Díaz, con la que tuvo abundante descendencia, retornando a la
ciudad cuando decidió poner fin a su exilio, aunque la intemperancia de
sus enemigos políticos lo obligaron a establecerse nuevamente en la
Capital Federal a efectos de ejercer su profesión de abogado para poder
subsistir y contribuir al sostenimiento de su grupo familiar.

La mejor prueba del amor que sentía por La Plata la


brindó al expresar su voluntad de reposar definitivamente allí después
de su deceso, conservándose actualmente sus restos en el cementerio
platense en medio de la indiferencia e ingratitud de los platenses, con la
salvedad que en el caso de los funcionarios provinciales y comunales
ello es producto de la desidia, mientras que en el de los ciudadanos co­
munes obedece al desconocimiento de su obra.

2) Cnel. Matías Cardoso (1828-1894): Asumió como vice gobernador


en la épica jornada del 1º de mayo de 1884, de manera que tuvo que
instalarse en la flamante capital conjuntamente con su esposa, Martina
Durquet, y el resto de su familia. Se desconoce el lugar de su radicación
a partir del 30 de abril de 1887, después de cumplir su mandato guberna­
tivo, aunque es muy posible que haya retornado a la Capital Federal.

3) Dr. Alberto Ugalde (1857-1908): Su presencia en la Cámara de Di­


putados provincial en calidad de presidente, significaba para el gober­
nador D’Amico la ocupación de un campo estratégico vital para el ejer­
cicio del poder, toda vez que se trataba de un hombre que estaba unido a
él no sólo por el idealismo político sino también por lazos familiares,
pues había desposado a su hija Clotilde. Al finalizar su gestión parla­
38
Los primeros habitantes de La Plata

mentaria continuó residiendo en La Plata donde desempeñó importantes


funciones, recordándose su actuación como Vocal del Consejo General
de Educación (1883-1886), Vice Presidente 1º del Banco de la Provin­
cia de Buenos Aires, casa La Plata (1886-1887), Concejal (1895) e In­
tendente Municipal (1895-1896).

4) Dr. Manuel Hermenegildo Langenheim (1832-1892): Le corres­


pondió el honor de haber sido el primer presidente de la Suprema Corte
de Justicia que tuvo su asiento en La Plata, pues ocupaba ese cargo al
momento del traslado de los Poderes Públicos. Siguió integrando el
máximo tribunal de justicia hasta noviembre de 1887 cuando se acogió a
los beneficios de la jubilación. Sin embargo, su proverbial vocación de
servicio y su amor por la docencia lo llevó a mantener su radicación en
La Plata, prestando servicios como Vocal de la Comisión Protectora de
Bibliotecas Populares (1887), Convencional Constituyente Provincial
(1889) y Consejero de la Facultad de Agronomía y Veterinaria (1889­
1892). Su radicación fue definitiva, habida cuenta que sus restos aún
descansan en la bóveda familiar del cementerio platense.

5) Dr. Pedro Passo (1843-1894): Se radicó en La Plata por haber sido


designado Ministro de la Suprema Corte de Justicia a partir del 19 de
junio de 1884, llegando a ocupar la presidencia del cuerpo en 1886. Se
mantuvo en funciones hasta el 30 de junio de 1888, fecha en que volvió
a fijar residencia en la Capital Federal.

6) Dr. Faustino S. Jorge (1849-1908): El 3 de mayo de 1884 fue desig­


nado Ministro de Hacienda, cumpliendo simultáneamente esas funcio­
nes y las que venía ejerciendo como Convencional Constituyente Pro­
vincial (1882-1889). En septiembre de 1884 prestó juramento como
Ministro de la Suprema Corte de Justicia, haciéndose cargo de la presi­
dencia del cuerpo en 1887. Permaneció en La Plata hasta el mes de julio
de 1888, fecha en que resolvió resignar su cargo en el tribunal superior
de justicia, radicándose posteriormente en Buenos Aires.

7) Dr. Sabiniano Kier (1832-1912): Venía cumpliendo funciones en


calidad de Ministro de la Suprema Corte de Justicia desde el 23 de enero
de 1875, de manera que decidió instalarse en La Plata antes que resignar
el cargo por aplicación de la ley de residencia. Ejerció la presidencia del
máximo tribunal de justicia en 1885, actuando en la época fundacional
como Vocal de la Comisión Administradora de Edificios Públicos du­
rante el período 1882-1885. Al momento de instalarse los Poderes Pú­
39
Familias platenses

blicos en la nueva capital se desempeñaba como Convencional Constitu­


yente Provincial, tareas ejerció en concomitancia con su actividad como
magistrado, las que finalizaron el 12 de marzo de 1887 al resignar esas
funciones, decidiendo fijar nuevamente su residencia en la ciudad de
Buenos Aires.

8) Dr. Tomás Isla (1821-1904): Poco antes de trasladarse las autorida­


des a la ciudad de La Plata fue designado Ministro de la Suprema Corte
de Justicia, permaneciendo en funciones hasta el 16 de noviembre de
1887. Su radicación en la nueva capital fue definitiva, habiendo despo­
sado a su prima, Pilar Guido, la hija del Gral. Tomás Guido con la que
tuvo abundante descendencia.

9) Dr. Mariano Castellanos (1843-1930): Fue designado Procurador


General de la Suprema Corte por el gobernador Dardo Rocha antes del
traslado de las autoridades, instalándose en La Plata en 1884 con su
esposa, María del Pilar Guido, hija del poeta Carlos Guido y Spano. A
partir de 1886 ocupó una vocalía en la Comisión de Salubridad sin per­
juicio de aquellas funciones y de las que venía cumpliendo como Con­
vencional Constituyente Provincial, las que se extendieron hasta el 12
de septiembre de 1889.

10) Sr. Luis Goyena (1859-1923): Desde septiembre de 1880 venía ocu­
pando el cargo de Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda, asumiendo
la responsabilidad de hacerse cargo de esa cartera, en forma circunstan­
cial, cada vez que se producían vacantes transitorias. Posteriormente se
desempeñó como Diputado Provincial durante dos períodos consecuti­
vos (1886-1890 y 1890-1893), integrando el directorio del Banco Hipo­
tecario Provincial en 1893. Entre 1904 y 1910 ocupó un escaño en la
Cámara de Senadores bonaerense. Se ignora si continuó residiendo en
La Plata luego de su retiro.

11) Dr. Eulogio Enciso (1828-1906): En abril de 1884 ocupaba una


banca de Diputado Provincial, siendo convocado por el gobernador
D’Amico para desempeñarse como Ministro de Hacienda. Su gestión
como tal perduró desde el 20 de agosto de 1884 hasta el 30 de abril de
1887, actuando -paralelamente- como Convencional Constituyente Pro­
vincial (1882-1889). Al término de esta última misión debió enfrentar a
la justicia a raíz de la denuncia que le formuló el gobernador Máximo
Paz por presunta malversación de fondos, en el marco de la persecución
política orquestada a partir de 1887. Siguió residiendo en La Plata al
40
Los primeros habitantes de La Plata

finalizar su actuación como funcionario público, al igual que los hijos


habidos en su matrimonio con Gregoria Nazarre.

12) Sr. Diego Jacinto Arana (1850-1927): Un doble parentesco lo unía


con el Dr. Dardo Rocha, ya que el gobernador era hijo de su tía, Juana
Arana, y esposo de su hermana, Paula Arana, siendo -por lo tanto- pri­
mos y cuñados. Su radicación en La Plata fue definitiva a pesar de haber
obedecido a la vigencia de la ley de residencia, pues ocupaba el cargo de
Oficial Mayor del Ministerio de Gobierno desde 1883, desempeñándose
a partir de mayo de 1884 como Secretario del Senado provincial, fun­
ciones que se extendieron hasta el 22 de enero de 1912. Fue un entusias­
ta dirigente deportivo, siendo recordado como miembro del grupo fun­
dador del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata, donde llegó a ejercer la
presidencia 1909. De su matrimonio con Angela Romari quedó una cali­
ficada descendencia, destacándose el doctor Alberto Belisario Arana por
su actuación en el foro platense.

13) Dr. Nicolás Achaval (1845-1929): Su pertenencia a una aristocráti­


ca familia porteña no le impidió dejar las comodidades de la gran ciudad
para radicarse en La Plata a fin de sumar su aporte a la obra fundacional
desde el cargo de Vocal de la Comisión Administradora de Edificios
Públicos (1882-1885), al tiempo que se desempeñaba como Director
General de Escuelas (1882-1884) y Convencional Constituyente Pro­
vincial (1882-1888). El Dr. D’Amico lo convocó para ocupar el cargo
de Ministro de Gobierno al iniciar su gestión gubernativa en mayo de
1884, permaneciendo en funciones hasta el 27 de julio de 1887. Su ale­
jamiento de la Administración Pública provincial determinó su retorno a
la Capital Federal a efectos de restablecer allí su residencia familiar.

14) Dr. Manuel Bernardo Gonnet (1855-1927): Al efectivizarse el tras­


lado de los Poderes Públicos a la nueva capital ocupaba un escaño en la
Convención Constituyente Provincial, ejerciendo luego la Vice Presi­
dencia del cuerpo (1888-1889). Cuando el sucesor de Dardo Rocha de­
cidió asignar mayor jerarquía al área de Obras Públicas le fue encomen­
dada la organización del respectivo ministerio, asumiento como titular
de la cartera el 15 de octubre de 1885. Permaneció en ese cargo hasta el
30 de abril de 1890, cuando renunció para prestar juramento como Di­
putado Nacional, desempeñándose como tal a lo largo de tres períodos:
1890-1894, 1906-1910 y 1910-1914. Tras su deceso fueron reconoci­
dos sus méritos al imponérsele su nombre y apellido a la entonces Esta­
ción «Adolfo Alsina» del Ferrocarril Sud (luego Ferrocarril Gral. Roca),
41
Familias platenses

ubicada en la zona norte del Partido de La Plata, recibiendo también esa


denominación el pueblo que se formó en sus inmediaciones.

15) Sr. Sergio García Uriburu (1860-1941): Se radicó en La Plata en


oportunidad de iniciar su gestión como Oficial Mayor del Ministerio de
Obras Públicas (1885-1888), pasando a integrar el directorio del Banco
Hipotecario Provincial en 1890. Fue uno de los fundadores del Club de
Gimnasia y Esgrima La Plata (1887), prestando su colaboración en aras
del desarrollo institucional hasta que, a fines del siglo XIX, volvió a
radicarse en la Capital Federal en razón de haber ingresado al cuerpo
diplomático donde cumplió una brillante trayectoria.

16) Cr. Juan Dillon -hijo- (1845-1900): Desde mayo de 1881 venía
desempeñándose como Contador General de la Provincia, de manera que
estuvo presente en todas las instancias del proceso de construcción de la
nueva capital, toda vez que ocupó dicho cargo hasta la finalización de la
gestión gubernativa del Dr. D’Amico, sufriendo las consecuencias de la
persecución política que impuso el gobernador Máximo Paz a partir de
1887. A pesar de ello, pudo cumplir el mandato que le dio la ciudadanía al
elegirlo por el voto popular para ocupar una banca en la Convención Consti­
tuyente Provincial en el período 1882-1889. Fue uno de los funcionarios que
fijó su residencia definitiva en La Plata y dejó una calificada descendencia
que se desmembró en varios linajes.

17) Cr. Conrado Uzal: Registra una larga carrera en la Administración


Pública Provincial, habida cuenta que cumplía las funciones de Sub
Contador General de la Provincia desde 1875. Su traslado a La Plata
obedeció a las imposiciones la ley de residencia, aunque ello no fue óbi­
ce para que decidiera establecer allí su residencia definitiva. Permane­
ció en dicho cargo hasta octubre de 1887, ocupando luego un escaño en
el Concejo Deliberante de La Plata en el período 1893-1895.

18) Cr. Manuel F. Sciurano (1849-?): Al momento de instalarse los


Poderes Públicos en la nueva capital ocupaba el cargo de Sub Tesorero
General, siendo ascendido poco después al nivel inmediato superior. Se
desempeñó al frente de la Tesorería General de la Provincia hasta sep­
tiembre de 1890, integrando posteriormente el directorio del Banco de
la Provincia (1891-1892) y el Tribunal de Cuentas (1894-1905).

19) Cr. Pedro Regalado Goyena (1821-1889): Se radicó en La Plata al


momento de instalarse los Poderes Públicos, ya que por entonces cum­
42
Los primeros habitantes de La Plata

plía funciones como Jefe de la Oficina de Contabilidad de la Legislatu­


ra, órgano antecesor del Tribunal de Cuentas que fue disuelto al entrar
en vigencia la tercera Constitución Provincial. Finalizó su gestión en
septiembre de 1889, poco antes de producirse su deceso, cuando aún
conservaba su domicilio en la capital bonaerense. Dejó una descenden­
cia numerosa y proficua, destacándose particularmente su hijo mayor, el
Dr. Pedro Goyena (1843-1892) por su brillante labor como funcionario,
legislador, periodista y ensayista notable, aunque esa actuación pública
no desmerece el accionar de los demás descendientes, ya que el Cnel. y
Dr. Miguel Goyena (1844-1920) llegó a ejercer el cargo de Intendente
Municipal de La Plata en 1893, ocupando sus hermanos Manuel Isidoro
y Luis Goyena sendas bancas en la Cámara de Diputados bonaerense
entre 1886 y 1893. Como dato adicional cabe hacer notar que el último
de los nombrados se unió en matrimonio con Carmen Avellaneda, hija
del Presidente Dr. Nicolás Avellaneda (1837-1885).

20) Cr. Augusto Luis Scotto (1834-1895): Ocupó la vacante dejada


por el Cr. Manuel F. Sciurano cuando éste ascendió al cargo de Tesorero
General de la Provincia, desempeñándose como Sub Tesorero General
por espacio de diez años (1884-1894). Se desconoce el lugar dónde fijó
su residencia definitiva tras su alejamiento de la Función Pública.

21) Dr. Juan José Montes de Oca -hijo- (1840-1903): Pertenecía a una
tradicional familia porteña que se emparentó con la del Dr. Florencio
Varela (1807-1848) por haberse casado con una de sus hijas, Natalia
Varela, con quien se radicó en la nueva capital bonaerense a partir del 10
de mayo de 1884. En esa fecha inició su labor como Asesor General de
Gobierno, extendiéndose su actuación en la Administración Pública pro­
vincial hasta el 5 de mayo de 1887, fecha en que decidió retornar a la
Capital Federal para fijar su residencia definitiva.

22) Esc. Antonio O. Iriarte (1833-1897): Ocupaba el cargo de Escri­


bano Mayor de Gobierno desde fines de 1871, de manera que su radica­
ción en La Plata obedeció a la exigencia impuesta por la ley de residen­
cia luego del traslado de los Poderes Públicos en abril de 1884, perma­
neciendo en el cargo hasta enero de 1888.

23) Dr. Juan José García Fernández (1847-1915): Se radicó en La


Plata a efectos de asumir la presidencia del Consejo de Higiene Pública,
ejerciendo esas funciones por espacio de dos años (1884-1885). Al tér­
mino de esa gestión se incorporó al directorio del Banco Provincia hasta
43
Familias platenses

1887, de manera que es muy posible que haya fijado nuevamente su


residencia en el ámbito metropolitano.

24) Sr. Juan Manuel Ortiz de Rozas (1839-1913): Pertenecía a una


familia que fue uno de los símbolos de mayor trascendencia en el histo­
rial bonaerense, ya que varios de sus miembros dominaron el escenario
político desde la época colonial, recordándose la actuación de su ante­
pasado, don Domingo Ortiz de Rozas, que fuera gobernador del
Virreinato; su bisabuelo, el Cnel. León Ortiz de Rozas (1760-1839), que
se desempeñó como Regidor del Cabildo metropolitano en 1814 e inte­
grante de la Sala de Representantes entre 1830 y 1831; y su legendario
abuelo, el Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas (1793-1877), que dirigió
los destinos de la Provincia de Buenos Aires y -virtualmente- de las Pro­
vincias Unidas del Río de la Plata por espacio de treintitres años (1829­
1852), correspondiéndole a él mismo ejercer un importante protagonismo
en la discusión parlamentaria que se suscitó en el Senado provincial cuan­
do se trató la ley que ordenó la fundación de La Plata, ya que disentía
con el lugar de su emplazamiento por considerarla demasiado cercana a
la ciudad de Buenos Aires y -por ende- sumamente competitiva, a tal
punto que vaticinaba la ruina económica de ésta o -en su defecto- el
escaso desarrollo de la nueva capital.

Su posición no logró imponerse en la cámara alta, aunque


ello no fue óbice para que prestara su apoyo irrestricto al proyecto
fundacional, tal como quedó demostrado al integrar la Comisión Admi­
nistradora de Edificios Públicos de La Plata (1882-1885) y continuar
ocupando una vocalía en el Consejo General de Educación, circunstan­
cia que lo obligó a radicarse en la nueva capital a partir del 15 de abril
de 1884. Poco tiempo después fue honrado con el cargo de Director
General de Escuelas (1884-1887), quedando consagrado como funcio­
nario probo y honesto.

Siguió desarrollando su larga y brillante carrera al ocupar


importantes cargos en el gobierno provincial, constituyéndose en un efi­
caz piloto de tormenta cuando debió enfrentar la crisis económica desde
la Presidencia del Banco Hipotecario Provincial (1890-1891) primero y
como Ministro de Hacienda (1891) después. Finalizada esa gestión mi­
nisterial fue convocado nuevamente para conducir dicha institución ban-
caria en 1893, cumpliendo un rol destacadísimo más tarde, cuando de­
bió hacerse cargo del Banco de la Provincia de Buenos Aires (1898­
1902), ya que comenzó las negociaciones con los acreedores en medio
44
Los primeros habitantes de La Plata

de la grave crisis financiera de 1890, de tal suerte que al ocupar nueva-


mente cartera de Hacienda (1902-1906)- logró formalizar el acuerdo que
permitió reabrir la institución bancaria más antigua del país en enero de
1906, tras una interrupción de quince años en sus actividades. Al finali­
zar su mandato como Diputado Nacional (1906-1910) fue elegido para
ejercer la primera magistratura provincial durante el período 1913-1916,
frustrándose el deseo de los electores en razón de su fallecimiento ines­
perado, ya que la muerte lo sorprendió el 31 de agosto de 1913 en el
despacho que ocupaba en la Casa de Gobierno cuando se cumplían los
primeros cincuenta días de su gestión gubernativa.

La familia que fundó al casarse con Malvina Ezcurra tuvo


en Juan Ortiz de Rozas (1868-1947) -su primogénito- un digno sucesor,
pues desempeñó funciones como Concejal de la Municipalidad de La
Plata (1892-1894 y 1897-1898), Ministro de Obras Públicas (1913-1914),
Senador Provincial (1914-1917), Director del Instituto Autárquico de
Colonización (1942-1943) y Director del Banco Provincia (1943-1945).

25) Sr. Francisco Pascasio Moreno (1852-1919): Este empedernido


investigador de la naturaleza, más conocido como Perito Moreno, había
fundado el Museo Antropológico y Arqueológico de la ciudad de Bue­
nos Aires, replicándolo en la nueva capital cuando se radicó en ella -en
septiembre de 1884- debido a su nombramiento como Director de la
Biblioteca Pública de La Plata, donando a la Provincia gran parte de su
colección particular. Simultáneamente desempeñó la dirección de am­
bos establecimientos hasta enero de 1887, dedicándose exclusivamente
-a partir de entonces- al Museo que hoy lleva su nombre y que ha sido
reconocido como uno de los más importantes de América. En febrero de
1906 culminó su gestión, oportunidad en que decidió radicarse nueva-
mente en la Capital Federal hasta el fin de sus días. Sin embargo, era tan
grande su amor por la naturaleza que solicitó ser sepultado en la ciudad
de San Carlos de Bariloche por haber sido el escenario de sus grandes
éxitos como investigador.

26) Sr. Bernardo Calderón (1838-1895): Al momento de instalarse la


Administración Pública en la ciudad de La Plata se desempeñaba como
Jefe de Policía, correspondiéndole el honor de cumplir una doble fun­
ción por demás trascendente, ya que a la importancia de aquellas tareas
se agregaba la responsabilidad de presidir la primera Comisión Munici­
pal en febrero de 1884, manteniéndose en funciones hasta julio del mis-
mo año cuando se instauró un nuevo régimen comunal. Al finalizar su
45
Familias platenses
gestión al frente del mencionado órgano de seguridad ocupó un escaño
en el Senado Provincial (1884-1888), culminando su actuación pública
como integrante del Consejo General de Educación durante el período
1884-1890.

27) Sr. Nicasio Dibur (1847-1892): Su radicación en la nueva capital


obedeció a la circunstancia de estar ocupando el cargo de Director Ge­
neral de Rentas al momento de trasladarse la Administración Pública
Provincial a la nueva capital, ejerciendo esas funciones por espacio de
siete años (1882-1889). Integraba una tradicional familia porteña que
entregó calificados exponentes a la función pública, ya que también ocu­
paron cargos de alta responsabilidad sus hermanos, José Nicasio (1854­
1894) y Arturo Dibur (1855-1921), uno como Presidente de la Comisión
Central de Aguas Corrientes en 1887 y el otro como Concejal e Inten­
dente de La Plata entre 1890 y 1898, pasando luego a ocupar un escaño
en la Cámara de Diputados Provincial a lo largo de una década (1904­
1913). La presencia de un miembro de la familia en la Administración
Bonaerense se repitió cuando José Nicasio Dibur (1896-1973), hijo del
último de los nombrados en su matrimonio con Ada Fajardo, se desem­
peñó como Secretario General de Policía entre 1947-1949 haciéndose
cargo interinamente de la Jefatura de la Repartición en octubre de 1948.

28) Ing. Jorge Coquet (1842-?): Tuvo un destacadísimo rol en la etapa


fundacional, pues ocupó la presidencia del Depto. de Ingenieros (1881­
1886) al tiempo que integraba la Comisión Administradora de Edificios
Públicos (1882-1885), siendo -además- miembro del jurado que selec­
cionó las propuestas presentadas en el concurso internacional de pro­
yectos para la construcción de los principales edificios. Su radicación
en La Plata sobrepasó el mero compromiso profesional y los deberes
impuestos por la ley de residencia, toda vez que participó activamente
en el desarrollo comunitario desde el cargo de Vice Presidente 1º del
Concejo Deliberante en el período 1893-1894 y, más tarde, como inte­
grante del Consejo Académico de la Universidad Provincial de La Plata
(1897-1898), desempeñándose también como Vice Presidente 2º del Ban­
co de la Provincia de Buenos Aires entre 1895 y 1896. Un hijo suyo, el
Ing. Indalecio Coquet (1874-1929), ocupó los cargos de Director de Tie­
rras y Geodesia en el período 1913-1914 y Director de Obras Sanitarias
durante 1921-1922.

29) Dr. Emilio Ramón Coni (1854-1928): Ocupaba el cargo de Jefe de


la Oficina de Estadística desde mayo de 1883, de manera que su radica­
46
Los primeros habitantes de La Plata

ción en La Plata se debió a las imposiciones de la ley de residencia. Su


gestión se extendió hasta mediados de 1887, retornando posteriormente
en la Capital Federal.

30) Sr. Ignacio Freire (1836-1897): En agosto de 1880 había asumido


como Jefe de la Oficina de Tierras Públicas, cumpliendo una intensa
labor en la etapa prefundacional, ya que fue necesario expropiar las tie­
rras donde se asentaría finalmente la nueva capital bonaerense. Su ac­
tuación cobró relevancia durante el período de ejecución del plan de
obras original, tanto con relación a los edificios públicos como a los
privados, pues tuvo a su cargo la formalización de las operaciones refe­
ridas a la entrega de solares a los funcionarios y empleados que se radi­
caron en virtud de la vigencia de la ley de residencia. Desempeñó esas
funciones hasta mayo de 1887, manteniendo igualmente su residencia en
La Plata donde dejó una calificada descendencia.

31) Sr. Adolfo Fernández Rojas: Cumplió un rol trascendente en la


época fundacional, toda vez que ocupó el cargo de Jefe del Telégrafo
por espacio de una década (1880-1890), de manera que asumió la res­
ponsabilidad de establecer las comunicaciones con la Capital Federal y
demás centros poblados de la época.

32) Dr. Nicasio Bernardino Carbonell (1849-1893): Pocos días des­


pués de la instalación de los Poderes Públicos se radicó en La Plata,
pues fue uno de los colaboradores más cercanos del gobernador D’Amico,
ya que el 2 de mayo de 1884 asumió el cargo de Secretario General de la
Gobernación, desempeñando esas funciones hasta que se completó aque­
lla gestión gubernativa. Posteriormente ocupó una banca en la Cámara
de Diputados Provincial, extendiéndose su mandato hasta cubrir el pe­
ríodo 1887-1893. Tuvo el honor de ser designado Vice Presidente 2º
(1891-1892) y Vice Presidente 1º (1893) de ese cuerpo legislativo hasta
que se produjo la revolución que forzó la renuncia del gobernador Julio
A. Costa y desembocó en una Intervención Federal a los Poderes Ejecu-
tivo y Legislativo en julio de 1893. Poco después de ese acontecimiento
político se produjo su deceso.

33) Esc. Juan Giusto (?-1906): Había sido designado en el cargo de


Gerente del Registro de la Propiedad e Hipotecas en marzo de 1882,
desempeñándose en esas funciones hasta fines de 1887, de manera que
intervino en toda escrituración realizada por el Estado provincial, ya sea
para inscribir los solares destinados a edificios públicos, plazas y par­
47
Familias platenses

ques, como así también las otorgadas a los funcionarios, empleados y


particulares que adquirieron terrenos con el objeto de construir vivien­
das permanentes y locales de comercio.

34) Sr. Juan José Lanusse (1840-1927): Participó en el proceso parla­


mentario que culminó con la sanción de la ley de federalización de la
ciudad de Buenos Aires por haber ocupado una banca de Diputado en el
Congreso Nacional entre 1880 y 1882. Posteriormente asumió como
Diputado Provincial, integrando la Asamblea Legislativa que recibió ju­
ramento a la fórmula integrada por Carlos Alfredo D’Amico y Matías
Cardoso el 1º de mayo de 1884, en la primera transmisión del mando
que se hizo en la ciudad de La Plata. Su mandato como legislador provin­
cial se extendió hasta el 28 de abril de 1888, ocupando simultáneamente la
presidencia de la Comisión Municipal de La Plata desde julio a diciembre de
1884 y una vocalía en el Consejo General de Educación entre 1886 y 1888,
cargo éste que volvió a ocupar en el período 1891-1893. También estuvo al
frente de la Municipalidad de La Plata, ya que ejerció transitoriamente la
titularidad del Depto. Ejecutivo en septiembre de 1893. Junto con el comer­
ciante Miguel Szelagowski alentó la radicación de polacos en la Argentina,
fundando varias colonias de inmigrantes en la Provincia de Misiones.

35) Sr. Gregorio Belisario Hueyo (1840-1911): Se encontraba com­


prendido en las obligaciones impuestas por la ley de residencia debido a
las funciones que desempeñaba como Vice Presidente 1º del Senado Pro­
vincial y -en forma simultánea- las de Vice Presidente 1º del Banco Pro­
vincia hasta que pasó a ejercer la titularidad de esa institución a partir
del 2 de enero de 1885. La descendencia habida en su matrimonio con
María Eugenia Alais siguió sus pasos, ya que sus hijos tuvieron actua­
ción relevante en dicha institución bancaria, considerando que Belisario
Eusebio Hueyo (1870-1926) integró el directorio durante 1902 y 1903,
quedando Ernesto Hueyo (1885-1954) a cargo de la presidencia entre
1935 y 1941, después de haberse estado al frente de la cartera de Ha­
cienda en 1930 y 1931.

36) Sr. Luis A. Andrade (1822-1909): Su radicación en La Plata obe­


deció a la necesidad de cumplir importantes funciones como miembro
de la Comisión Administradora de Edificios Públicos (1882-1885), ade­
más de ejercer los cargos de Vice Presidente 2º y Vice Presidente 1º de
la Cámara de Diputados bonaerense entre 1882 y 1884, obteniendo su
reelección como Diputado Provincial para cubrir el período 1885-1887,
desempeñándose también como Edecán del Gobernador entre 1887 y
48
Los primeros habitantes de La Plata

1890. Continuó residiendo en la ciudad hasta el momento de su


fallecimiento.

37) Esc. Tulio Alejandro Méndez (1832-1903): Tuvo una doble res­
ponsabilidad en la etapa fundacional, ya que integraba la Comisión Ad­
ministradora de Edificios Públicos (1882-1885) al tiempo que ocupaba
un escaño en la Cámara de Diputados Provincial, habiendo sido honrado
con importantes funciones directivas, ya que prestó servicios en calidad
de Vice Presidente 2º (1884-1886) y Vice Presidente 1º (1886-1887) de
dicho cuerpo legislativo, hasta que obtuvo una banca de Senador Pro­
vincial para cubrir el período 1887-1890. Al finalizar su labor parla­
mentaria volvió a radicarse en la Capital Federal.

38) Dr. Miguel Estéves Saguí -hijo- (1854-1929): Venía ejerciendo el


cargo de Secretario de la Suprema Corte de Justicia desde mayo de 1878,
de manera que su radicación en La Plata fue una consecuencia de las
obligaciones impuestas por la ley de residencia. Es probable que haya
fijado su domicilio real en la ciudad de Buenos Aires a fines de 1885
cuando finalizó su actuación en el ámbito judicial.

39) Dr. Paulino Llambí Campbell (1850-1912): Su actuación en la eta-


pa fundacional tuvo ribetes significativos, pues llegó a desempeñar si­
multáneamente cuatro funciones trascendentes: Tesorero General de la
Provincia (1880-1884), Presidente del Banco Hipotecario Provincial
(1881-1886), Vocal de la Comisión Distribuidora de Tierras (1882-1883)
y Convencional Constituyente Provincial (1882-1886). Al finalizar el
compromiso que había asumido ante los gobernadores Rocha y D’Amico
volvió a establecer su residencia en la Capital Federal.

40) Sr. Alberto Lartigau (1858-1930): A poco de asumir la primera


magistratura provincial el Dr. D’Amico lo designó para desempeñar el
cargo de Jefe de Policía, tomando posesión el 17 de junio de 1884. Al
finalizar su gestión, en abril de 1887, se incorporó a la Legislatura en
calidad de Diputado Provincial (1887-1889), integrando poco después
la Convención que sancionó la tercera Constitución de la Provincia de
Buenos Aires en 1889. Su última labor legislativa tuvo lugar en el perío­
do 1898-1902 cuando ocupó una banca de Diputado Nacional. Era so­
cio y amigo del Cnel. Ramón L. Falcón (1855-1909), habiendo ofrenda­
do a la patria la vida de su hijo, Juan Alberto Lartigau (1889-1909), ya
que éste era Secretario Privado y acompañante del militar al producirse
el terrible atentado anarquista que provocara la muerte de ambos.
49
Familias platenses

41) Dr. Francisco Beuf (1834-1899): Fue designado Director del Ob­
servatorio Astronómico por el gobernador Dardo Rocha, cumpliendo esas
funciones desde el 22/11/1883 al 26/8/1899. En el interín asumió la res­
ponsabilidad de dirigir la construcción de la sede de esa dependencia,
logrando la habilitación del edificio al cabo de cuatro años (1884-1888).

42) Dr. Julio Sánchez Viamonte (1856-1931): En 1886 llegó a La Pla­


ta para incorporarse a la Comisión de Salubridad, integrando en 1889 la
Convención Constituyente Provincial. Entre 1890 y 1898 se dedicó al
ejercicio de su profesión de abogado, ocupando una banca de Diputado
Nacional durante el período 1898-1900 en concomitancia con su come­
tido en la Comisión Provincial de Bibliotecas (1898) y la Comisión de
Reformas a la Ley electoral (1899). Su última actuación como funciona­
rio público la cumplió como miembro del directorio del Banco Provin­
cia (1900-1902). Continuó residiendo en la capital bonaerense hasta el
fin de sus días, conjuntamente con su esposa, hijos y nietos.

43) Dr. Ricardo Marcó del Pont (1853-1923): En julio de 1884 se in­
corporó a la Comisión Municipal de La Plata, haciéndose cargo de la
Presidencia a principios de septiembre de 1884 en una breve gestión
que culminó en diciembre del mismo año por vencimiento de su manda­
to. Integró el Consejo General de Educación entre 1886 y 1887, ocupan­
do al mismo tiempo una vocalía en la Comisión Central de Aguas Co­
rrientes. Desempeñó la Presidencia del Concejo Deliberante de La Plata
durante el período 1893-1894, ocupando transitoriamente el sitial del
Intendente Municipal durante los meses de enero y abril de 1894. Su
actuación pública finalizó en 1897 cuando pasó a formar parte del Con­
sejo Académico de la Universidad Provincial de La Plata.

44) Ing. Luis Monteverde (1859-1925): Era muy joven cuando fue con­
vocado por el gobernador D’Amico para ejercer el cargo de Secretario
del Depto. de Ingenieros en noviembre de 1884. Entre 1890 y 1891 ocu­
pó una banca en el Concejo Deliberante, incorporándose luego a la Le­
gislatura Provincial como Diputado (1891-1892 y 1894-1896). Integró
el Consejo Académico de la Universidad Provincial de La Plata (1897­
1905), al tiempo que se desempeñaba como Concejal (1897-1898) e In­
tendente Municipal de La Plata (1898-1899), cerrando su actuación pú­
blica al obtener una banca de Senador Provincial (1898-1902). Fue uno
de los fundadores del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata, entidad que
lo distinguió al nombrarlo Presidente Honorario.

50
Los primeros habitantes de La Plata

45) Cr. Juan Manuel Jordán -hijo- (1847-1922): En mayo de 1875


había sido designado Secretario de la Cámara de Diputados Provincial,
de manera que su radicación en La Plata respondió a las determinacio­
nes de la ley de residencia. Su actuación en el ámbito parlamentario se
extendió hasta el mes de agosto de 1887, dedicándose posteriormente al
ejercicio de su profesión en el medio platense.

46) Sr. Benjamín del Castillo (1840-1910): Se había radicado en La


Plata antes de la instalación de las instituciones públicas y lo hizo a fin
de desarrollar actividades industriales en la zona de Tolosa, donde le­
vantó una empresa dedicada a la producción de ladrillos. En septiembre
de 1884 fue designado Presidente de la Comisión Municipal de La Pla­
ta, desempeñando esas funciones hasta el 15 de marzo de 1885. Poste­
riormente fue convocado por el gobierno para actuar en calidad de Di­
rector Consejero de la Oficina de Agricultura (1889), siendo elegido
más tarde Concejal de la Municipalidad de La Plata (1890-1892).

47) Dr. Adolfo Miranda Naón (1858-1894): Integró la Comisión Mu­


nicipal de La Plata a partir del 9 de septiembre de 1884, ejerciendo la
presidencia de la misma en marzo del año siguiente por poco tiempo, ya
que renunció días después. A pesar de su corta existencia desarrolló una
intensa actividad como magistrado, docente y legislador, pues se desem­
peñó como Ministro de la Suprema Corte de Justicia (1892-1893), Cate­
drático y Consejero de la Facultad de Agronomía y Veterinaria (1892­
1893) y Senador Provincial (1894), habiendo ocupado anteriormente una
banca en la Convención Constituyente Provincial durante el período com­
prendido entre octubre de 1882 y el mismo mes de 1889.

48) Cnel. Ramón Lorenzo Falcón (1855-1909): Fue una figura promi­
nente de La Plata en los años posteriores a la instalación de los Poderes
Públicos, ya que además de cumplir un destino militar se desempeñó
como Presidente de la Comisión Central de Aguas Corrientes (1886­
1887) y profesor del Colegio Provincial. Entre 1887 y 1888 ejerció el
cargo de Inspector General de Milicias, pasando luego a cumplir una
doble función, ya que integraba el directorio del Banco Provincia (1891­
1892) y -al mismo tiempo- ocupaba un escaño en el Senado provincial
(1891-1893). Al estallar la revolución radical de 1893 se le encomendó
la jefatura del Estado Mayor de la Junta Ejecutiva de Guerra, retornando
luego a su banca de Senador Provincial (1894-1898) hasta su juramento
como Diputado Nacional a fin de cubrir el período 1898-1902. Además
de las funciones militares y gubernamentales que cumplió en La Plata
51
Familias platenses

desde el momento de su fundación, se destacó en distintas manifestacio­


nes sociales, siendo uno de los fundadores del Club de Gimnasia y Es­
grima La Plata en 1887 y promotor de numerosos emprendimientos co­
munitarios. Falleció a consecuencia de las heridas recibidas en un aten­
tado cometido por el anarquista Simón Radowitzky cuando ejercía el
cargo de Jefe de Policía en la Capital Federal.

49) Sr. Pedro M. Espinosa (1844-1908): El 21 de marzo de 1885 asu­


mió la presidencia de la Comisión Municipal de La Plata, siendo reem­
plazado a mediados de 1886 por haberse incorporado a su banca de Di­
putado Provincial (1886-1888) y a efectos de favorecer la reestructura­
ción de la comuna en virtud de la ley que impuso reformas al régimen
municipal.

50) Sr. Teodoro Vicente Granel (1855-1933): Fue el primer Gerente de


la Sucursal La Plata del Banco de la Provincia de Buenos Aires, siendo
la misma habilitada en el mes de noviembre de 1882 en un edificio que
todavía existe y se encuentra ubicado en la esquina de 1 y 529 de Tolosa.
En 1890 se incorporó al directorio de esa institución bancaria, quedando
a cargo de la presidencia -en forma interina- entre setiembre y octubre
de 1893. Se unió en matrimonio con Ana Uzal, estableciendo su residen­
cia definitiva en la capital bonaerense, donde desarrolló una intensa ac­
tividad social que culminó en 1897 cuando accedió a la presidencia de
una de las instituciones deportivas más antiguas de la ciudad: el Club de
Gimnasia y Esgrima La Plata. Fue tronco de una tradicional familia y
sus restos descansan -junto a los de su esposa- en el cementerio platense.

51) Cnel. Lisandro Olmos (1840-1916): Se radicó en La Plata como


consecuencia de sus obligaciones militares, integrándose a las activida­
des civiles en razón de haber sido convocado para desempeñarse como
Inspector de Adjudicación de Tierras (1883-1884). Posteriormente fue
designado Director del Banco Hipotecario Provincial (1887) y Director
Consejero de la Oficina de Agricultura (1887-1888), cerrando su actua­
ción en el sector público al ocupar el cargo de Consejero en la Facultad
de Agronomía y Veterinaria (1891-1893). Con posterioridad a su falle­
cimiento se le tributó un homenaje asignándosele su nombre y apellido a
una localidad del Partido de La Plata.

52) Sr. Hipólito Girgois (1835-?): Registra actuación como encargado


«ad honorem» del Museo Público de La Plata durante los meses de abril
a septiembre de 1884, culminando su breve gestión cuando se hizo car­
52
Los primeros habitantes de La Plata
go de la dirección del Organismo el Perito Francisco Pascasio Moreno.
Fue un activo dirigente comunitario, siendo recordada su actuación al
frente de la «Sociedad Francesa 14 de julio» y como integrante del Cen­
tro Industrial y Agrícola de La Plata.

53) Sr. Eduardo C. Miche (1834-1891): Merece ser considerado como


uno de los primeros pobladores de la zona, ya que era el administrador
de la estancia de Martín Iraola antes de la expropiación de los terrenos
donde se asienta la ciudad de La Plata. Debido a su conocimiento del
lugar donde estaba emplazado el casco de dicha estancia fue designado
Intendente del Paseo del Bosque, ejerciendo al mismo tiempo activida­
des comerciales en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Tolosa.
Sus restos descansan en el cementerio platense.

54) Dr. Nicolás Musante (1854-1919): Se trata de un prestigioso gale-


no que tuvo a su cargo la organización del órgano rector de la salud a
nivel provincial, ya que al momento de trasladarse los poderes públicos
a La Plata ejercía la presidencia del Consejo de Higiene Pública. Ocupó
ese cargo hasta octubre de 1884, cuando pasó a desempeñarse como Vo­
cal y Secretario de dicha Repartición al tiempo que integraba el plantel
de profesionales del Hospital «Melchor Romero».

55) Dr. Francisco Uriburu (1837-1906): Figura consular de la socie­


dad platense en los primeros años de vida de la nueva capital bonaeren­
se, ya que reunía la doble condición de funcionario estatal y exitoso
empresario. El traslado de los poderes públicos a La Plata lo sorprendió
ejerciendo las funciones de Presidente de la Convención Constituyente
que sesionó entre 1881 y 1888, al tiempo que integraba la Comisión
Administradora de Edificios Públicos (1882-1885) y ejercía la titulari­
dad del Banco de la Provincia (1883-1885). Construyó un majestuoso
palacio en las afueras de la ciudad, constituyéndose en el eje de la po­
blación que dio vida a la actual localidad de Villa Elisa. El nombre de
esa localidad obedece -precisamente- a la denominación de la desapare­
cida residencia, impuesta en honor de su hija, Elisa Uriburu, quien for­
mó su hogar en ese lugar al contraer nupcias con el destacado empresa­
rio Luis Castells, propietario -a su vez- de los terrenos donde hoy se
asienta el barrio de Villa Castells en jurisdicción del pueblo de Manuel
B. Gonnet y además de una amplia fracción en la zona de Punta Lara,
posteriormente coronada por el Palacio Piria, una espectacular mansión
hoy semiderruída por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento
desde que el Estado Provincial ejerce la titularidad del dominio.

53
Familias platenses
3º) Otros habitantes caracterizados

También se inscriben entre los primeros habitantes de La


Plata algunos funcionarios de menor jerarquía que con el tiempo acce­
derían a cargos importantes, siendo ejemplo de ello el señor Ignacio Darío
Irigoyen (1854-1919), titular del Poder Ejecutivo provincial durante el
período 1906-1910; su cuñado, el Dr. Alfredo C. Paz (1859-1921), Co­
misionado Municipal de La Plata en el mismo lapso; y el Cnel. Ezequiel
de la Serna (1855-1913), Vice Gobernador (1910-1912) y Gobernador
(1912-1913) en el tramo final de su vida.

El 14 de febrero de 1884 se instituyó la Comisión Munici­


pal de La Plata bajo la presidencia de Bernardo Calderón, quien fue
luego reemplazado por Juan José Lanusse. Este último se mantuvo en
funciones hasta que se produjo una nueva reestructuración el 9 de se­
tiembre de 1884, oportunidad en que fueron designados consejeros mu­
nicipales los siguientes vecinos: Benjamín del Castillo (Presidente), Juan
Bautista Ferreyra, Adolfo Miranda Naón, Ramón Maldonado, Luis
Dell’Isola, Ricardo Marcó del Pont, Ernesto Landivar, Luis G. Pintos,
Manuel Giménez, Ramón Monterroso, Juan Medina, Julián S. Maldonado,
Pedro M. Espinosa y Ildefonso Medina, incorporándose más tarde Eduar­
do Tomás Puleston en lugar del último de los nombrados.

Una serie de conflictos se plantearían en los primeros me­


ses de vida de la primera municipalidad, toda vez que el 16 de marzo de
1885 fue reemplazado su titular por Adolfo Miranda Naón, quien pocos
días después de asumir el cargo presentó su renuncia, asumiendo en su
lugar Pedro M. Espinosa, completándose el cuerpo colegiado con Diego
G. de la Fuente a partir del 13 de mayo siguiente.

El 14 de junio de 1886 se hizo cargo de la comuna el Dr.


Marcelino Aravena en calidad de Comisionado Municipal, manteniéndose
en funciones hasta fines de 1889, oportunidad en que fue relevado por
Marcos J. Levalle en el marco de un nuevo régimen legal que instituyó
el cargo de Intendente Municipal y creó el primer Concejo Deliberante,
quedando éste integrado por José Gómez Rodríguez (Presidente), Bue­
naventura Herrera (Vice Presidente 1º), Ramón Paz (Vice Presidente 2º)
y los concejales Alberto Huergo, Sebastián Berreta, Luis Monteverde,
Antonio A. Delfino, Arturo Dibur, Daniel Zappettini, Joaquín de Urraza,
Domingo Gallino, Benjamín del Castillo, Pedro Simón Benoit y José
Eduardo Cisneros.

54
Los primeros habitantes de La Plata

También merecen ser recordados los ciudadanos que des­


empeñaron el cargo de Intendente o Comisionado Municipal en la últi­
ma década del siglo XIX como Miguel Goyena, Juan José Lanusse, Pe­
dro S. Benoit, Adolfo Eduardo Lascano, Alberto Ugalde, Carlos F.
Jáuregui, Eufemio Alcayaga, Arturo Dibur, Benito José Lynch y Luis
Monteverde, y también aquellos que integraron los primeros Concejos
Deliberantes como Santiago J. Carbone, Facundo B. Quiroga, Felipe
Botet, Eduardo Almirón, Julio Llanos, Justiniano Camino Arévalo, Ar­
mando Valarché, Ireneo Rebollo, Juan Ortiz de Rozas, Juan P. Cabrera,
Filemón Torres Carranza, Carlos Berri, Felipe T. Traynor, Gervasio
Campoamor, Jorge Bernard, Demetrio González Cáceres, Eduardo
Squirru, Gustavo D’Elía, Zoilo Moreno, Florencio E. Ballesteros,
Apolinario Forgués, Macedonio Torino, José M. de los Santos, Norberto
J. Casco y Juan Esteban Gibelli.

4º ) Comerciantes, industriales y productores agropecuarios

Los primeros habitantes fueron -en elevada proporción­


inmigrantes italianos, españoles y franceses, siendo mayoritariamente
ocupados los primeros en la construcción de edificios públicos y priva­
dos a partir de 1883, mientras los representantes de las otras colectivi­
dades se dedicaban preferentemente a las actividades comerciales, in­
dustriales y agrícolo-ganaderas.

Uno de los problemas a resolver era el de incorporar


suficientes incentivos para la radicación definitiva de las familias, pues
el ofrecimiento de trabajo estable en la Administración Pública no bas­
taba para motivar a los jóvenes porteños e inducirlos a dejar las comodi­
dades y perspectivas que ofrecía la metrópoli. Para que La Plata no se
convirtiera en «ciudad de empleados públicos» o «ciudad dormitorio»
era necesario proveer otras fuentes de trabajo, comerciales e industria­
les, y suficientes actividades culturales que permitieran matar el ocio y
favorecer el desarrollo humano.

Asimismo, debía asegurarse la vigencia de dos facto-


res fundamentales para la radicación: el acceso a la vivienda y la propie­
dad del suelo, aspectos que merecieron el siguiente comentario: «... lo
primero requería, como etapa previa, planes de construcción de unida­
des habitacionales en suficiente cantidad y con adecuados
financiamientos para posibilitar su compra e impedir el agio en las tran­
sacciones y alquileres; lo segundo, hacía necesaria una política de
55
Familias platenses
reventa del suelo expropiado, capaz de evitar análogos problemas es­
peculativos ...» (cfr. de Paula, Alberto S. J.; op. cit., pág. 217).

En cuanto a los restantes factores, la propia demanda


de la primera población y de los visitantes que diariamente arribaban a
la ciudad, sea en calidad de pasajeros o para realizar trámites adminis­
trativos o judiciales, fomentó la instalación de comercios de primera
necesidad, servicios de hotelería y restaurantes, empresas de transporte
y ciertas industrias, especialmente aquellas dedicadas a proveer mate­
riales y mano de obra para la construcción, como fueron la fábrica de
ladrillos de Luis Cerrano en la actual localidad de Ringuelet, y las que
se instalaron en la periferia para explotar el mismo ramo y que al con­
centrarse en una misma zona le dieron el nombre a una populosa barria­
da, conocida -precisamente- con el nombre de Los Hornos.

El 2 de junio de 1884 un grupo de empresarios infor­


maba al gobierno la intención de instituir una Bolsa de Comercio para
canalizar las inversiones privadas, a cuyo efecto solicitaban la venta de
una manzana céntrica para construir en ella la sede de la entidad. Los
promotores de esa iniciativa eran importantes personajes de La Plata y
Buenos Aires, contándose entre los mismos Julio Arditi, Francisco
Uriburu, Manuel Aldao, Martín Berraondo, Ernesto Tornquist, Eduardo
Casey, Santiago Luro, Emilio Bunge, Juan Bautista Berisso, Andrés
Spinelli, Felipe Ruíz, Segismundo Niebuhr, Carlos Aldao y los repre­
sentantes de las empresas «Olaso y Ayarragaray»; «Portalis fréres y
Carbonnier»; «Widenmayoer, Romero y Cía.»; y «A. Descourt, M.T.
Araujo y G. Sansinena e hijos».

La regularización de la entidad se logró el 1º de julio


de 1887, iniciándose posteriormente la construcción de la sede en el
predio ubicado en la calle 46 entre 6 y 7. Sin embargo, la iniciativa del
grupo fundador se frustró rápidamente al no haberse obtenido el éxito
esperado, pues no pudieron superarse los inconvenientes planteados por
la crisis económica de 1890.

Por lo tanto, a poco de haberse habilitado el monumen­


tal edificio destinado al funcionamiento de la central de operaciones, se
decidió liquidar la sociedad y transferir el inmueble al gobierno, siendo
el mismo destinado a la Caja Popular de Ahorros que suplió a dicha
institución en materia de asistencia financiera para ciertos
emprendimientos privados. Al disolverse esta última, a fines de la déca­
56
Los primeros habitantes de La Plata
da del cuarenta, el edificio fue asignado definitivamente a la Dirección
de Lotería (actual Instituto Provincial de Lotería y Casinos).

El aprovisionamiento de víveres quedó asegurado con


la instalación de dos de los tres mercados que se habían proyectado ori­
ginalmente, considerando la adjudicación del predio ubicado en la calle
8 entre 50 y 51 a Domingo Ayarragaray a efectos de construir el «Merca­
do La Plata» que fue habilitado el 19 de noviembre de 1885 e inaugura­
do el 28 de febrero del año siguiente.

En 1887 inició sus actividades el «Mercado Buenos Ai­


res», propiedad de la firma Juan F. Iturralde y Cía., quedando emplaza­
do el mismo en la manzana ubicada en las calles 3, 4, 48 y 49, a escasas
cuadras de la Casa de Gobierno.

Este último monopolizó el abastecimiento a la ciudad


por espacio de varias décadas después de la clausura y demolición del
mencionado anteriormente, en la segunda mitad de la década del cuaren­
ta para levantar allí el «Hotel Provincial» (hoy Edificio de los Tribuna-
les Federales), desarrollando sus operaciones hasta que fue desactivado
en los años setenta, tras la habilitación del actual mercado regional de
frutos en la avenida 520 de Tolosa.

Anteriormente se había otorgado una autorización a la


firma integrada por los señores Agustín Vidal y Matías Cardoso para
instalar provisoriamente los corrales de hacienda y un matadero en las
cercanías del arroyo «El Gato», lo que se efectivizó en marzo de 1883.

Sin embargo, esas instalaciones fueron trasladadas tiem­


po después a una zona más alejada donde se concentraron las activida­
des de ese tipo, razón por la cual recibió el nombre de «Abasto». Más
tarde quedaría establecida allí una estación ferroviaria que fue bautiza­
da con el nombre de «San Ponciano», aunque la costumbre hizo que
fuera conocida popularmente con aquella denominación, al igual que el
poblado que allí se levantó a partir de 1885.

Para favorecer el abastecimiento de fruta y verdura


desde los distintos establecimientos que funcionaban en la periferia el
gobierno designó en marzo de 1883 al agrimensor Agustín I. Rodríguez
para realizar el trazado de las chacras y quintas de la zona de Abasto y
Melchor Romero.
57
Familias platenses

De acuerdo al censo que se levantó en marzo de 1884,


poco antes de la instalación de los Poderes Públicos y cuando la infraes­
tructura urbana y los principales edificios estaban en construcción, La
Plata contaba ya con 10.407 habitantes que vivían en 219 casas de mate­
rial y 591 de madera, sin contar las de Ensenada, Berisso, Tolosa, Los
Hornos y Las Quintas (cfr. Moncaut, Carlos Antonio: «La Plata 1882­
1892, crónicas de un siglo», pág. 14). Cabe hacer notar que, dada la
proliferación de los «trabajadores golondrinas», gran parte de esa po­
blación habitaba en hoteles, pensiones e inquilinatos.

El servicio de hotelería hizo un aporte significativo en


la primera parte de la etapa fundacional y aún antes que se colocara la
piedra fundamental de la capital bonaerense, debiéndose considerar como
pionero en ese ramo al comerciante francés Antonio J. Bruny, por haber
sido el primero en instalarse en la zona para explotar ese rubro, pues
inició sus actividades el 5 de agosto de 1882 en la calle 1 esquina 528,
en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Tolosa y frente a la
sucursal del Banco Provincia en su primer emplazamiento.

Luego del asentamiento de las autoridades gubernamen­


tales el «Hotel Bruny» se trasladó al centro de la ciudad, precisamente a
la esquina de 5 y 49, trasladándose finalmente a diagonal 80 entre 49 y
50, muy cerca de la primitiva estación ferroviaria «19 de noviembre»,
que estaba ubicada frente a la «Plaza Primera Junta», o «Plaza de la
Legislatura» como se la conocía popularmente, en el predio que hoy ocupa
el «Pasaje Dardo Rocha».

Hacia 1890 ese legendario establecimiento ya había sido


vendido a otro miembro de la colectividad francesa, el señor Armando
Valarché, siendo rebautizado con el nombre de «Gran Hotel y Café Pa­
rís». Otros comercios semejantes se instalaron a partir de abril de 1884,
recordándose especialmente la posada de Santiago Rosatti y los hoteles
«La Amistad» de Juan Gelati, «Cosmopolita» de Baldi, Navarro y Cía.,
«de la Confianza» de Telémaco Modoni, «del Comercio» de Castelli y
Brocchi, «La Sonámbula» de Atilio Guzetti y «del Chalet» que funcio­
naba en un local situado en diagonal 74 entre 8 y 9.

La colectividad francesa fue una de las que mayor pre­


sencia tuvo en este ramo comercial, ya que al efectivizarse el traslado de
los Poderes Públicos se instalaron los hoteles «Cosmopolita» de los her­
manos Coudannes, «Du Midi» de Alejandro Prat y «Vignolles», caracte­
58
Los primeros habitantes de La Plata

rizándose este último por la costumbre de anunciar sus servicios en idio­


ma francés, a cuyo efecto realizaba la siguiente publicidad: «Service a
la carte. Celerité, propeté, cinque centavos le plat. Cuisine bourgoise
soignée. Chambres meublès pour familles; an porte les viandes á
domicille. La Plata, rue 5 et 44. Juan Vignolles», quedando así demos­
trada la representatividad que tenía la colonia francesa entre los prime­
ros habitantes de La Plata.

Un párrafo aparte merece el «Hotel Mainini» de José


Tulio Mainini, vigente por espacio de más de un cuarto de siglo en la
tradicional esquina de 7 y 50, al igual que el café de su hermano, Manuel
Mainini, habilitado en los bajos del mismo edificio, lugar donde luego
se instalaría otro comercio tradicional: el «American Bar», competidor
del «Café Paulista» que funcionara hasta principios de la década del cua­
renta en el local que hoy ocupa el «Bar Parlamento» en la esquina de 7 y
51, cuando sus propietarios decidieron trasladarlo al hermoso edificio
que levantaron en 7 y 45 -por cuenta y orden de la empresa «La Cose­
chera»- los arquitectos que proyectaron y construyeron el «Cavanagh»,
primer rascacielos de la ciudad de Buenos Aires.

Esa actividad comercial se complementaba con dife­


rentes negocios de comida, bebidas y esparcimientos afines como eran
el «Restaurant High Life» de Pedro M. Maestre; la «Confitería Liber­
tad» de Andrés Novais (vendida en febrero de 1887 a Adelina Denot); la
«Confitería y Restaurant Buenos Aires» de Rafael Castilla; la confitería
de Julio Fablet; las fondas de Carlos Delfino y Pedro Lagrange; las lico­
rerías de Antonio Casella y José Soncini; los bares y despachos de bebi­
da pertenecientes a Juan Antonio Cachoni, Artihans Francisco Biagini,
Pedro Avancini, Ludovico Acquistapace, Francisco Arcolano y Juan
Soler; y la cervecería de Giussani, Taiana y Cía. que funcionaba en 133
esq. 64 del barrio de Los Hornos; además del tradicional café «Sport­
man» de Berisso.

La presencia de importantes figuras del quehacer artís­


tico de la época era bastante común en restaurantes y establecimientos
de entretenimientos, recordándose especialmente los espectáculos que
se brindaban en la sala de variedades «La Cantina» de Tolosa; las famo­
sas payadas de Higinio Cazón y Gabino Ezeiza en la «Rotisserie Sport-
man» de Esteban Rouede y en el «Teatro La Plata» de Segré y Cía.; sin
olvidar las actuaciones de los hermanos Podestá junto con el catalán
Hércules Ruxturi y su compañía en el «Pabellón Argentino».
59
Familias platenses

Los principales proveedores de esos comercios eran


Agustín Monetti (representante de la Cervecería Biecker), «Colombo
Hnos.» (concesionario de la misma empresa a partir de 1887), «Bordenave
y Frais» (depósito de licores y refrescos), «Cordeviola Hnos.» (venta de
harina al por mayor), Agustín Sívori (almacén de comestibles y bebi­
das), «Luis Deydier y Cía.» (depósito de artículos alimenticios), Juan
Ceriale (almacén mayorista), Carlos Draxel (chanchería), José Piccinini
(fideería); la fábrica de galletitas «La Julia», el aún vigente «Molino
Campodónico», y los proveedores de frutas, legumbres y productos de
granja que se instalaron en las afueras de la ciudad como Manuel Canalá
Echeverría (padre) y Fausto Maldonado.

Mientras tanto, la población compraba sus alimentos y


demás artículos de primera necesidad en distintos comercios minoristas
que se instalaron en la zona céntrica a partir de 1884, mereciendo desta­
carse los que pertenecían a Andrés Monteverde, Jaime March, Ramón
Eduardo de Udaeta, Ramón Posse (almacenes); Pedro Duprat, Carlos
Russo, Charles Lagleyze y Cía., Juan Campodónico, Lorenzo Calvo (pa­
naderías); Oreste Mampú, Ignacio Motta (fruterías); Manuel Onetto, José
María Díaz (carnicerías); A. Laberne y Cía. (aceite); José Calviño, José
Olivero, Pedro Salazar (forraje); José Masone y Cía., Camilo Pouyallet,
Juan L. Castillo, Francisco Petroch (carbonerías); Antonio V. Chacón,
Luis Calegari, Betancourt y Cía., Horacio Villamayor, Marcelino Gozzo
y Hno. (cigarrerías); las fábricas de hielo de Eugenio Guichón y Miguel
Szelagowski, quien también se encargaba de la distribución de la cerve­
za Palermo; y dos comercios que se destacaron por su larga vigencia en
la ciudad: el «Almacén del Globo» de Víctor Mendizábal, que estaba
situada en la esquina de 4 y 43, y el «Almacén Sol de Mayo» de Pedro
Bernet, que fue inaugurada el 24 de mayo de 1884.

También proliferaron en los primeros años los nego­


cios referidos a la estética, tales como la venta de indumentaria y los
servicios relacionados con el aseo personal, destacándose en ese campo
los siguientes comercios: «La Primera Argentina» de Ramón César (pe­
luquería); «El Correo de la Moda» de Antonio Fondevila y Cía. (sastería);
«Zapatería El Progreso» de Belenghini y Bianco; «Peluquería La Plata»
de Benito Arévalo, «Fábrica de Camisas La Plata» de A. García e hijos;
«Sombrerería La Platense» de J. Llovera y Cía.; «Tintorería La Plata» de
Charles Colomb; «Lavadero La Plata» de Veharnot y March; «Joyería
La Florida» de Castelli y Schiffino; «Sastrería Universal» de Carlos
Bianchi; «Sastrería Buenos Aires» de Nicolás Pucciarelli; y los comer­
60
Los primeros habitantes de La Plata

cios de Damián Illa (zapatería y salón de lustrar), Juan Caprio (sastre­


ría); Francisco Ochoa (alpargatería), Pedro Bacigalup y Cía. (sombrere­
ría), Félix Evangelista (sastrería), Rosendo Oteriño (mercería), José Brusa
y Cía. (zapatería y talabartería), Marcelo Dierpa (barbería), Andrés Cham­
bón (tintorería) y Juan P. Pecotche (pedicuría).

La provisión de mercadería destinada al mantenimien­


to y decoración de edificios estaba asegurada a través de los siguientes
negocios: Francisco Caselli (bazar), Donato Marotta y Cía. (pinturería);
«La Industrial» de José B. Barbero (ferretería); Domingo Angel Spinedi
(canastería); Antonio Copello (carpintería); Francisco C. Artola (aserra­
dero); José Berga (herrería); Cristóbal Sifre (materiales de construcción)
y la empresa dedicada a la colocación de toldos fundada por Benito Fígari
que aún se mantiene en actividad.

Algunos comercios trascendieron en el tiempo por la


calidad de sus servicios y la continuidad de sus operaciones, tal como
ocurriera con el «Lavadero Ciudad de La Plata» de León Debarnot, ex­
plotado luego por su viuda, la señora Adelaida Langhilhon de Debarnot
bajo el nombre «Antiguo Lavadero Francés»; o la «Gran Mueblería y
Tapicería París» de Alfredo Calcagno e hijos; o la «Tienda El Progreso»
que instalara en la esquina de 8 y 54 el señor Roque Pérez, quien ha sido
considerado como «... el primer comerciante de la nueva capital ...»
(cfr. Moncaut, Carlos Antonio; op. cit., pág. 22), aunque ello es relativo
pues en 1875 funcionaba en Tolosa la botica del español José Mateos de
la Piedra y en La Plata ya existía en 1883 la panadería del francés Pedro
Duprat.

También adquirió renombre la sastrería fundada por


Ramón Martínez, especialmente después de instalarse en el local situa­
do en diagonal 80 y 50 bajo un nombre de fantasía: «Tienda Buenos
Aires», incorporándose posteriormente el señor Pascual y los hermanos
Hermógenes y Agapito Garganta a la razón social, hasta que éstos com­
pran las cuotas de sus socios y la convierten en la tradicional «Casa
Garganta», pasando más tarde a girar como «Solmor» cuando es adquiri­
da por la firma Solero, Morchón y Cía.

Hacia 1914 se instalaría en 12 y 57 una empresa del


vestir que se convertiría en una de las más prestigiosas de la ciudad,
considerando que «El Siglo» tuvo una trayectoria ininterrumpida a lo
largo de casi ocho décadas hasta que las nuevas modalidades del comer­
61
Familias platenses

cio tumbaron a ese emporio de la elegancia que había fundado la firma


«Villar y Correa», aunque -en realidad- se hizo grande gracias al empuje
demostrado por los miembros de la familia Villarreal, especialmente cuan­
do se hicieron cargo de su administración y resolvieron trasladarse a la
tradicional esquina de 7 y 54, en el local que hoy ocupa una sucursal del
Banco Municipal de La Plata.

Los servicios relacionados con el esparcimiento eran


negocios productivos en la época post-fundacional, como lo demuestran
la gran cantidad de establecimientos que se inauguraron a partir de abril
de 1884, destacándose los de Alfredo Duval, Eduardo Viró (café y bi­
llar); A. Philip y Cía. (café, bar y rotisería); Alfredo Tort (cigarrería),
Gaetano Olivera, Tomás Guerresi, Generoso Serramalera (profesores de
piano); Elvina Marchand (escuela de tiro); Aquiles D’Atri (sala de es­
grima); Francisco Heinz (polígono de tiro); Benito Tolosa, Benito
Otamendi, Eduardo Equiza y la «Cancha Bolivar» (pelota a paleta); el
café concert «El Edén de La Plata»; las empresas teatrales de Segré y
Cía. y P. C. Killner y Cía., además del famoso «Pabellón Argentino» de
Podestá Hnos y Scotti, que entusiasmaba a los platenses de entonces con
espectáculos ecuestres, acrobáticos, gimnásticos, de equilibrismo y mí­
mica bajo la carpa levantada en 7 y 57.

Otros servicios comerciales destinados a brindar un ma­


yor confort a la población se habían instalado entre 1883 y 1884, desta­
cándose el servicio de mensajería de Esteban Hardoy y los comercios
pertenecientes a Fernando Contarelli (tapicería); Manuel González, Joa­
quín Sesé (mueblerías); Nicolás Garibotto, José A. Lebrón (talleres de
reparación y venta de máquinas de coser); Adrián Blomberg (relojería);
Juan F. Halbout (platería); Lorenzo Nocetti, Angel E. Giani, Juan Galletto
(talabarterías); G. Caselli y Cía. (venta de pianos e instrumentos musi­
cales); Nicolás Cúccolo (taller de encuadernación); Carlos Pernón (li­
brería); Luis Mejía (imprenta); Emilio Mársico (papelería); Manuel
Pereyra Miguez (retratos al óleo); Vicente Canelleda (fotografía), y has-
ta un negocio sui géneris como era el «cambalache» de Félix Sila que
funcionaba en la calle 3 entre 47 y 48.

En enero de 1885 se instaló una sucursal de la afamada


empresa gráfica y editora porteña que giraba bajo la razón social «Jacobo
Peuser y Cía.», desarrollando sus actividades sin interrupciones hasta la
década del 70, cuando se efectivizó la transferencia del fondo de comer­
cio a una cooperativa formada por sus empleados. Otros importantes
62
Los primeros habitantes de La Plata

negocios de ese ramo eran los talleres gráficos de Julio Viguier y Francis­
co Leblanc; la «Imprenta La Platense» de José Paúl Angulo; y las libre­
rías «Hispano Americana» de Isidro Solá; «La Porteña», que funcionaba
en la calle 43 entre 2 y 3; «Universal» de Manuel de Azcárate; y la «His­
pano Argentina» de Oitavén y Ledo que con el tiempo se convertiría en
la tradicional «Librería Oitavén» de la calle 9 y 48, una de las de mayor
arraigo en el estudiantado junto a «La Normal» de Martín García y
«Atenea» de Buenaventura Gómez Alcázar que aún subsisten.

La venta y alquiler de coches era uno de los negocios


más rentables, pues por entonces era uno de los medios de transporte
terrestre más populares, junto con el ferrocarril, el caballo y demás ve­
hículos de tracción a sangre, entre los que se contaba el tranvía primiti­
vo. Los principales comercios dedicados a aquella actividad en los pri­
meros años pertenecían a los señores Elías Torres (Caballeriza 9 de ju­
lio), Gaspar Reissig (Caballeriza La Plata), Deytieux Hnos. (Caballeriza
La Platense) y Juan Primo Betti (Cochería Betti), todos ellos soportados
por la fábrica de carruajes de Juan Cazemir.

El carácter cosmopolita que iba adquiriendo la ciudad


como consecuencia de la llegada de gran cantidad de inmigrantes atraí­
dos -indudablemente- por las grandes perspectivas de progreso que ofre­
cía la nueva capital bonaerense, especialmente por el constante creci­
miento de la población y el consecuente aumento en la demanda de bie­
nes y servicios, hizo que muchos comerciantes utilizaran nombres de
fantasía relacionados con sus lugares de origen, sus propias nacionalida­
des o anteriores lugares de residencia, para identificar a su negocios.

Un breve repaso de esos comercios permitirá compro­


bar la importancia de esa afluencia extranjera, habida cuenta que entre
1884 y 1888 funcionaban los siguientes establecimientos: «Rotisserie
Française» de Estevan Chauvín (comidas); «Rotisserie de París» de
Lamoine y Miranda (idem anterior); «Pastelería La Capital» de E. Fetter
y Cía.; «Tapicería Alemana» de Julio Lochet; «Nuevo Almacén Lon­
dres» de José Cornari y Cía.; «Cigarrería Cosmopolita» de Antonio
Raffaini; «Carpintería Francesa» de Carlos Crouseville; «La Internacio­
nal» de Telmo Conde (fábrica de muebles), «Carpintería Catalana» de
Juan Tort; «La Unión Cosmopolita» de Fernando Vila (funeraria); «Nue­
vo Restaurant Alemán Frohsinn» de B. Peppler y Cía.; «La Universal»
de Manuel Vicente (remates y consignaciones); «Gran Carpintería Ale-
mana» de C. Schich y F. Rüpprich; y aquellos que dejaban en el anoni­
63
Familias platenses

mato a sus propietarios como eran los casos del «Gran Hotel Isola di
Caprera», «Almacén y Fonda de la Liguria», «Tienda Ciudad de Roma»
o la «Droguería Italiana», aunque esta última era más conocida como la
botica de Calixto Cerri.

Entre los italianos predominaba la costumbre de iden­


tificar a sus negocios de tal forma que descubría su procedencia, como
ocurriera con el «Hotel Roma» y numerosas almacenes, fondas, restau­
rantes, bares y cafés que giraban bajo nombres de fantasía cargados de
melancolía como «de Asti», «I promesi sposi», «Stella di Roma»,
«Humberto I», «Bella Italia», «del Pignerolo», «E pur si muove», «Víctor
Manuel» y «Leone di Caprera», entre otros.

Esa modalidad había cobrado bastante difusión en esa


época, considerando que entre 1884 y 1889 se habilitaron en La Plata
varios comercios que ofrecían esa característica, tal como se desprende
de los siguientes ejemplos: «Carpintería del León», «Farmacia Sanidad»,
«Sastrería San Miguel», «Ferretería La Esperanza», «Cigarrería La Pla­
ta», «Almacén El Proteccionista», «Zapatería La Nueva Capital», «Mue­
blería El Pobre Diablo», «Corralón Buenos Aires», «Carpintería Los Her­
manos», «Confitería del Aguila», «Fonda Se Come Barato» y «Café El
Pasatiempo».

El primer agente de seguros que actuó en La Plata fue


Eduardo Tomás Puleston, considerando que a principios de 1885 se hizo
cargo de una filial de la Compañía de Seguros «Congreve y Cía.», ejer­
ciendo además la representación de la aseguradora inglesa «Norwich
Unión». Para desarrollar esas actividades instaló sus oficinas en un edi­
ficio situado en la esquina más tradicional de la ciudad: 7 y 50, frente al
«Hotel Mainini» y a escasos metros de la primitiva redacción y talleres
del diario «El Día».

Otras actividades relacionadas con el comercio exte­


rior, como la agencia de importaciones y exportaciones de «Juan O. Hall
y Cía.»; las casas de cambios de José Rovira y Romualdo Laurenz; y los
servicios del despachante de aduana Luis María Ferreira, del agente de
negocios Ildefonso Medina, de los comisionistas Francisco García Cor­
tina y Pedro Burgos y del gestor José A. González; sin olvidar las activi­
dades que desarrollaban aquellos empresarios que se dedicaban a la com-
pra-venta de frutos, pues coadyuvaron en gran medida al crecimiento de
la nueva capital en sus primeros años de vida.
64
Los primeros habitantes de La Plata

Precisamente, una de las actividades comerciales más


relevantes era la intermediación en operaciones inmobiliarias, ya que
comenzaron a funcionar numerosas casas de remates, comisiones y con­
signaciones apenas efectivizado el traslado de los Poderes Públicos, des­
tacándose en ese rubro los señores Samuel Blake, Luis Castells, Ma­
nuel Gómez, Benjamín Vieyra, Dalmiro Rossi, Enrique M. Curth, To­
más Ramella, Juan Deytieux, Juan M. Pinto, Pedro Rosales, Domingo
Vidal, José M. López, Carlos G. Etchegaray, Amaranto Zabala; y las
sociedades que giraban bajo las siguientes firmas: «José M. Torres y
Vicente R. Jordán»; «Félix Lora y Cía.»; «Tomás Márquez y Cayetano
Elena»; «José M. Segovia y Cía.»; «Antonio A. Delfino y Cía.».; «Lanusse
y Méndez»; «Bollini, Muro y Cía.»; «C. E. Fajardo y E. J. Manent»;
«Hilario Rubio Medina y Cía.»; «O. Gari y Cía.»; «Ignacio y Angel R.
Ferrando»; «A. Muñoz Cabrera y Cía.»; «Ambrosio del Molino Torres y
Cía.»; «Cecilio N. Godoy y Cía.»; «Seipel y González»; «Guillermo Pintos
y Cía.»; «José A. Lebrón y Cía».; y la «Agencia de Corretajes, Consig­
naciones y Remates La Popular» de Francisco Bunda, por nombrar a las
empresas de mayor nombradía.

Un párrafo aparte merecen tres comercios que se des­


tacaron por diferentes circunstancias. En un caso por haber pertenecido
a la primera mujer que ejerció actividades de ese tipo en La Plata, toda
vez que la señora Clotilde Rubinide instaló su confitería en la calle 4
esq. 44 cuando promediaba el año 1884. Los otros dos casos se caracte­
rizaron por su larga trayectoria en el comercio platense, considerando
que la empresa de servicios fúnebres creada en 1883 por Juan Primo
Betti todavía se mantiene vigente, mientras que la «Panadería del Ca­
ñón», fundada por José Llauró y Antonio Rodríguez antes que se instala­
ran los Poderes Públicos, desarrolló sus actividades hasta hace pocos
años, ocupando durante algo más de un siglo un tradicional local ubica­
do en diagonal 74 entre 45 y 46.

En cuanto a las industrias de la alimentación, se desta­


caban los molinos harineros de Gerónimo Garibaldi, el de J. Sansoni y
Cía. y el todavía vigente «Molino Campodónico», fundado a comienzos
de 1884 por Antonio Casella y transferido más tarde a don Miguel
Campodónico. También cobraron renombre en ese ramo la fábrica de
fideos «La Estrella» del italiano Juan Basso y la fábrica de galletitas «La
Julia» de la firma Rivera Hnos., adquirida luego por Luis Betti. Este
último establecimiento había sido fundado en octubre de 1886 por Pe­
dro Nocetti y Juan B. Rivera, adquiriendo gran impulso hacia 1890, cuan­
65
Familias platenses

do el primero ya se había retirado de la sociedad, pues se habilitaron


importantes instalaciones en la manzana comprendida por las calles 4,
5, 526 y 527 de la localidad de Tolosa, las que sufrieron un siniestro de
proporciones al incendiarse totalmente en 1919.

El espectro industrial se completaba con la fábrica de


artículos cerámicos que habilitó Francisco Alconada (padre) en 1886; la
fábrica de anteojos del alemán Gostahberg; el establecimiento dedicado
a la elaboración de piedras artificiales de Enrique Artigue; las fábricas
de seda de Manuel Gentili y de «Oberti y Cía.»; la fábrica de municiones
de «Angel Dellachiesa y Cía.»; la calera de «Esquinaldi y Cía.»; y la
producción de artículos de alfarería por parte del francés Juan Augé.

Sin embargo, la actividad que motorizaba ese constan­


te desarrollo de la industria y el comercio era la rama de la construcción,
pues a pesar de la crisis que se planteó hacia 1887 debido a la insufi­
ciencia de fuentes de financiamiento las actividades continuaron gracias
al esfuerzo de comerciantes y profesionales. Los dueños de hornos de
ladrillo desempeñaron un papel importante en esa particular coyuntura,
no sólo en cuanto a la construcción de los monumentales edificios públi­
cos sino también en la realización de importantes obras civiles, espe­
cialmente en los rubros de viviendas y comercios.

El primer horno lo instaló Luis Cerrano en la zona de


Ringuelet y comenzó a producir a partir de mayo de 1883, funcionando
sin interrupciones hasta fines de 1994 como «Fábrica de ladrillos de
máquina Ctibor», toda vez que a partir de 1897 se produjo un cambio en
la titularidad de la empresa, haciéndose cargo de la misma el señor Fran­
cisco Ctibor. Las restantes empresas del rubro que se instalaron en esa
época pertenecían a «Francisco Picabea y Cía.», «A. Richard y Cía.», ,
los hermanos Luis y Angel Ciappessoni, Pedro Inchauspe, Eduardo Botet,
Juan González Morell, Nicolás Rezzano, Félix Dufourd, «Iglesias Llano
y Cía.», Miguel Bertomeu, Eduardo Cerviño, Agustín I. Rodríguez, Juan
Conti, Julio Lange y Miguel Bidart.

Esas actividades eran un complemento de las que desa­


rrollaban otros comerciantes de ramos afines como José Eduardo Cisneros
(ferretería y pinturería); Octavio Fiorini y «Ramayón y Cía.»
(hojalaterías); «Francisco Panet y Cía.», «Antonio A. Delfino y Cía.»,
«Cicher Hnos.» y «Carlos Galán y Cía.» (depósitos de piedra y cal);
Antonio Zanotti, Jaime Roca, José Valenti y Saturnino Prat (carpinte­
66
Los primeros habitantes de La Plata

rías); Pablo Barberis (plomería y zinquería); «C. Lignassi y J. Bazán»


(empresa de asfalto); José Fabris, Ernesto Casella, Manuel Bado y
Rosendo Bello (herrerías); Blaise Vast (jardinería); la «Ferretería El
Candado» de Eduardo Rozas; los corralones de materiales de «Rafael
Pividal y Cía.», «Zambianchi y Cía.», «Palma y Zappettini», Sebastián
N. Casares, Santiago J. Carbone, José Masucco y las empresas de Juan
Visillac y Simón Rubina que realizaban movimientos de tierra.

El notable crecimiento de las actividades económicas


movió a un grupo de vecinos a presentar al gobierno un proyecto desti­
nado a fundar una cámara empresaria, quedando constituido finalmente
el Centro Industrial y Agrícola de La Plata en un acto que tuvo lugar el
22 de febrero de 1886. Integraban el Consejo de Administración Ignacio
Ferrando (Presidente), Juan José Lanusse (Vice Presidente), Ernesto B.
Rodríguez (Secretario), Feliciano Salgado (Prosecretario), Cruz P. Lanuza
(Tesorero), y -en calidad de vocales- Juan E. Gibelli, Manuel F. Sciurano,
Fructuoso Sotés, Esteban Bianchi, Eugenio Guichón, Carlos A. Fajardo,
Ildefonso Medina, Raimundo B. Parravicini, Isidro Solá, Francisco
Alconada (padre), José P. Gianelli, Pedro Nocetti, José Bianchi, Fran­
cisco Basail, José Marelli y Francisco Faghino, incorporándose poco
después Benjamín del Castillo, Florencio Madero, José Manuel Ahuma­
da, Estanislao López y Manuel H. Langenheim.

Los fundadores de dicha entidad habían organizado la


primera muestra industrial en marzo de 1885, tarea que estuvo a cargo
de una comisión integrada por Ignacio Ferrando (Presidente), Juan E.
Gibelli (Vice Presidente), Plácido Almaestre (Secretario), Isidro Solá
(Prosecretario) y los Vocales Joaquín López Osornio, Luis Marín, Mi­
guel Rojas, Pablo Stampa, Manuel San Román Nuñez, Octavio Fiorini y
Julián S. Maldonado, participando de la muestra los siguientes
expositores: José Pons, Octavio Fiorini, Pascual Marchese, Luis Abello,
Francisco Faghino, Ildefonso, Medina, Eugenio Guichón, Domingo Lan­
za, Andrés Delménico, Hipólito Girgois, Arnold Nillus, Roberto Thiele,
Guillermo Cerfoglio, Francisco Bertoletti, Gerónimo Bello, Cornelio E.
Romero, Juan Bizózzero, Angel E. Giani, Enrique Thougnon, Joaquín
Ariagno y Francisco Oliverio.

Como complemento de esas actividades comerciales e


industriales se instalaron en la ciudad diferentes entidades financieras
desde el inicio mismo de las obras fundacionales. A partir del 20 de
noviembre de 1882 comenzó a operar en la esquina de 1 y 528, muy
67
Familias platenses

cerca de la estación ferroviaria de Tolosa, la Sucursal La Plata del Banco


de la Provincia de Buenos Aires que sería reconocida como casa matriz a
poco de instalarse en el predio que hoy ocupa en la avenida 7 entre 46 y
47, integrándose la primera dotación con Teodoro Vicente Granel en fun­
ciones de Administrador (cargo equivalente a gerente), Delfín M. Huergo
(Tesorero), Martín Bermejo (Tenedor de Libros), Víctor Selzo (Portero) y
Manuel Peña (Rondín).

A principios de 1884 inició sus actividades el Banco


Constructor de La Plata, entidad financiera constituida con capitales pri­
vados aportados por importantes empresarios y profesionales de la Ca­
pital Federal entre los que se destacaban Domingo Ayarragaray, Francis­
co Halbach, Daniel Gowland, Guillermo Kraft, Antonio Lanusse, Nico­
lás Mihanovich, Wenceslao Paunero, Jacobo Peuser, Juan Martín Burgos,
Ireneo Collado, los hermanos Julio y Federico Portalis, Eduardo W.
Murphy, Adolfo Büttner, Miguel Tiscornia, Federico Carbonnier, Luis
Emilio Vernet y Juan Antonio Buschiazzo, entre otros (ver nómina com­
pleta en la obra de Alberto de Paula ya citada, págs. 306/307). Sin em­
bargo, los esfuerzos de sus directivos no dieron los frutos esperados,
pues a pesar de las perspectivas halagüeñas que se vislumbraban en la
nueva capital bonaerense a mediados de 1886 se vieron envueltos en
serias dificultades financieras que no pudieron superar, viéndose obliga­
do el gobierno a designar a César Gondra en calidad de Interventor, sin
que llegara a solucionarse la situación debido a la iliquidez imperante en
medio de la crisis económica que se desató a partir de 1887 y que en el
breve lapso de cuatro años provocó la virtual destrucción del sistema
bancario argentino.

Cabe recordar que a la caída del Banco Constructor de


La Plata le siguieron la recesión del Banco de la Provincia de Buenos
Aires y la paralización casi absoluta del Banco Hipotecario Provincial
por los efectos no deseados de la moratoria decretada por el gobierno
nacional por decreto del 7 de abril de 1891. Esa medida provocó el cie­
rre de casi todas las sucursales de la principal entidad bancaria de la
Provincia de Buenos Aires por espacio de quince años (1891-1906) y la
virtual disolución de la nombrada en último término a partir de esa fecha
(ver Cuccoresse, Horacio Juan: «Historia del Banco de la Provincia de
Buenos Aires», Buenos Aires, 1972).

Un año antes del desmoronamiento de la entidad finan­


ciera que mejor expresaba el auge de la construcción en la nueva capital,
68
Los primeros habitantes de La Plata

surgía la primera institución bancaria integrada por genuinos capitales


locales. En efecto, el 23 de setiembre de 1886, el diario «El Día» anun­
ciaba la fundación del Banco Comercial de La Plata e informaba acerca
de la aprobación de los estatutos sociales, así como la designación del
primer directorio, el cual estaba compuesto por Manuel F. Sciurano, Cruz
P. Lanuzza, José Manuel Ahumada, Ignacio Ferrando, Santiago J.
Carbone, José M. Segovia, Estanislao López, Ildefonso Medina, Rafael
Castro, Francisco Alconada (padre) y José Eduardo Cisneros.

Otra entidad que sumó su aporte a pesar de la crisis


financiera fue el Banco de Italia y Río de la Plata, que inició sus opera­
ciones el 21 de diciembre de 1888 y por espacio de ochenta años brindó
su apoyo al comercio platense en su tradicional emplazamiento de 7 y
48, manteniéndose vigente hasta fines de la década del setenta, cuando
cerró sus puertas definitivamente a raíz de una reestructuración dispues­
ta por sus autoridades en medio de una crisis del sistema bancario.

5º) Prestadores de servicios públicos

La infraestructura básica para la prestación de los ser­


vicios públicos esenciales de La Plata no envidiaba a la de otras grandes
urbes, ya que al producirse el traslado de las autoridades la ciudad con­
taba con todas las calles del radio urbano totalmente niveladas y conso­
lidadas, iniciándose a principios de 1884 el adoquinado de cincuenta
cuadras y la pavimentación de unos 350.000 metros cuadrados aproxi­
madamente, trabajos éstos que se completaron en el período 1885-1887.

Anteriormente, en agosto de 1883, se había comenza­


do a construir la estación «19 de noviembre» del Ferrocarril Sud en lo
que es hoy el «Pasaje Dardo Rocha», efectivizándose su habilitación el
30 de agosto de 1887. Desde entonces el ciudadano platense contó con
la comodidad que significaba la llegada del ferrocarril al centro comer­
cial y administrativo de la ciudad, habida cuenta que hasta ese momento
los trenes despachados desde «Casa Amarilla» (Buenos Aires) se des­
viaban en lo que es hoy la estación «Pereyra», teniendo como punto ter­
minal la actual ciudad de Ensenada.

Cabe hacer notar que la programación ferroviaria con­


templaba el tránsito de cuatro convoyes diarios de ida y otros tantos de
vuelta, los cuales demoraban aproximadamente dos horas y quince mi­
nutos para recorrer el tramo total, hasta que el viaje se acortó considera­
69
Familias platenses
blemente al entrar en servicio el Empalme Pereyra, mejorando el servicio
cuando en 1905 se estableció el emplazamiento definitivo de la estación
en diagonal 80, en su intersección con las avenidas 1 y 44.

La construcción de los talleres ferroviarios en Tolosa


significó un nuevo incentivo para todos los residentes, pues significaba
una importante fuente de trabajo. La obra fue proyectada y dirigida por
el Ing. Otto Krause, siendo inaugurada cuando promediaba el año 1886,
circunstancia que favoreció la radicación de gran número de obreros
que impulsaron el desarrollo de la mencionada localidad, especialmente
después que se habilitara en sus inmediaciones un importante complejo
habitacional conocido con el nombre de «Las mil casas».

El transporte urbano y suburbano había quedado resuel­


to a fines de 1883 al aprobarse un propuesta del empresario Manuel
Giménez que significó el establecimiento de una línea de tranvías que
permitió vincular algunos puntos estratégicos de la ciudad como la esta­
ción ferroviaria de Ensenada, los saladeros de las familias Cambaceres y
Berisso, el cementerio viejo y la quinta de los Iraola, para ingresar a la
ciudad por el Camino Blanco (actual avenida Rivadavia).

En abril de 1884, comenzaron a circular los tranvías a


caballo de la empresa «Laudi y Veiga», la que fue adquirida posterior-
mente por los hermanos Luis y Santiago Monteverde, completándose el
servicio en agosto de 1885 cuando se autorizó el tendido de una nueva
línea a la empresa «Tranway Ciudad de La Plata», que también pertene­
cía al señor Giménez y gradualmente iría extendiendo el servicio hasta
cubrir gran parte de las zonas periféricas de la ciudad con diferentes
líneas que partían desde y hacia la estación terminal ubicada en la calle
4 entre 41 y 42, en el mismo edificio donde hoy funciona la terminal de
omnibus de media y larga distancia.

La transformación de los tranvías a caballo en coches


impulsados por motores eléctricos se concretó entre 1909 y 1911. Ello
fue posible gracias al aporte tecnológico realizado por la firma «Walter
R. Cassels y Cía.» cuando instaló los primeros equipos electrógenos y
las correspondientes lámparas de arco voltaico, lo que permitió realizar
el primer ensayo de iluminación eléctrica en el centro de la ciudad «.... a
las 22,00 horas del día 11 de enero de 1884....» (cfr. de Paula, Alberto;
op. cit., pág. 244). Los resultados exitosos que arrojaron esas pruebas
movieron al gobierno provincial ha otorgar -por decreto del 15/3/1885-
70
Los primeros habitantes de La Plata

la pertinente autorización para prestar el servicio de alumbrado público,


adelantándose así a la ciudad de Buenos Aires y a las restantes capitales
argentinas. En 1887 el mismo grupo empresario fundaba la «Compañía
de Gas La Plata», habilitando la usina en una zona conocida como El
Dique que es hoy un barrio populoso de la ciudad de Ensenada.

Un notable avance en el transporte se logró gracias a


una iniciativa de la Municipalidad, efectivizada el 21 de octubre de 1901
al inaugurar un servicio ferroviario de trocha angosta que salía de 51 y
17 con destino al matadero de Abasto y al Hospital «Melchor Romero»,
utilizando al efecto una locomotora -bautizada con el nombre de «La
Clementina»- que arrastraba un par de vagones de pasajeros. Dicho ser­
vicio se cumplió sin intermitencias hasta 1929, siendo utilizadas poste­
riormente las vías para el funcionamiento de un servicio de autorriel que
partía desde la cabecera instalada en el Parque San Martín (actual Par-
que Juan Vucetich), en la esquina de 23 y 51, cumpliendo el mismo re­
corrido que su antecesor hasta que fue suprimido en 1959.

El radio urbano contó con un servicio eficiente que


desarrolló Juan F. Tetamanti desde que fundara la compañía «La Nacio­
nal», tras adquirir en septiembre de 1909 la empresa de tranvías a caba­
llo de los hermanos Monteverde, pues transformó el sistema locomotivo
con materiales traídos especialmente desde Europa. El 25 de mayo de
1911 se inauguraba el servicio de tranvías eléctricos que le daría una
particular fisonomía a la ciudad durante más de medio siglo, toda vez
que fue desactivada en 1966, dejándole un monopolio al transporte au­
tomotor de pasajeros tras una fugaz presencia de los pesados troleybuses.

Anteriormente, en 1883, había empezado a funcionar


el servicio telegráfico mediante un enlace con la central de comunica­
ciones que existía en Ensenada, a cuyo efecto se instalaron los equipos
en el Pasaje Dardo Rocha, quedando inaugurada el 2 de agosto de 1887
la red telefónica y la consecuente conexión directa con la metrópoli.

Otro importante servicio público urbano que se incor­


poró en la etapa fundacional fue la provisión de agua corriente con los
correspondientes drenajes pluviales y sanitarios. Con los materiales apor­
tados por el gobierno nacional se cumplió el plan elaborado por los in­
genieros Francisco Lavalle y Juan B. Médici, lo que permitió habilitar el
servicio de distribución domiciliaria de agua potable en octubre de 1883.
Los servicios cloacales, en cambio, quedaron postergados por diversas
71
Familias platenses
razones, pues las obras se ejecutaron durante las gestiones gubernati­
vas de Marcelino Ugarte (1902-1906) e Ignacio Darío Irigoyen (1906-1910).

La limpieza y conservación del radio urbano se organi­


zó en febrero de 1884 al instituirse la «Comisión de Higiene y Vías Pú­
blicas» bajo la presidencia de Bernardo Calderón, aunque poco después
-en agosto del mismo año- el gobernador D’Amico decidió reemplazarla
por la «Comisión Municipal de La Plata», quedando constituido el pri­
mer cuerpo comunal conforme a la ley orgánica de municipalidades.

La firmeza del gobierno en la aplicación de la ley de


residencia obligó a los servidores públicos a tomar una difícil decisión,
ya que la conservación del puesto dependía de la radicación del respec­
tivo grupo familiar en la nueva capital, pues de acuerdo al contenido de
aquella normativa el incumplimiento de esa obligación era causal de
cesantía. Sin embargo, en muchos casos significó una oportunidad in­
mejorable para alcanzar beneficios que estaban fuera del alcance en la
metrópoli, toda vez que permitió desarrollar una carrera administrativa
o judicial caracterizada por la seguridad y la estabilidad.

De allí que se haya tratado de proporcionar el mayor con-


fort posible a quienes se encontraran en tal situación, figurando en el plan de
obras aquellas realizaciones relacionadas con el mejoramiento de las comu­
nicaciones y el transporte. Entre las medidas preparatorias de la fundación
de La Plata se encontraba la adecuación de la red ferroviaria, considerando
que el ramal habilitado en 1872 recorría el trayecto Barracas (Casa Amari­
lla) - Ensenada a través de un desvío en la localidad de Pereyra, de manera
que para llegar a destino debía pasar antes por la estación Punta Lara.

Para reducir ese recorrido se planteó una solución transitoria


que consistía en unir el tramo Ensenada - Tolosa con un ramal complementario
al mencionado en el párrafo anterior, facilitándose el arribo a La Plata por medio
de una línea de trocha angosta que conectaba aquella terminal con la Estación
«19 de Noviembre» (actual Pasaje Dardo Rocha) que, como es sabido, estaba
ubicada en las inmediaciones de la Casa de Gobierno y del Palacio Legislativo,
frente a lo que es hoy la Plaza San Martín.

Las obras fueron dirigidas por el ingeniero Justo Ri­


cardo Dillon, quedando habilitados ambos ramales el 11 de octubre de
1882, antes del acto fundacional. A fines de 1883 se completaron las
obras programadas, oportunidad en que se libró al público el tramo
Pereyra - Tolosa - La Plata que permitió acortar el viaje en unos treinta
72
Los primeros habitantes de La Plata

minutos, además de brindar mayores comodidades a los pasajeros al eli­


minarse los molestos transbordos. Como complemento de esas medidas
se iniciaron los trabajos destinados a efectivizar la conexión de los ra-
males del Ferrocarril del Oeste y del Ferrocarril Sud, en el marco de la
ley sancionada el 13 de julio de 1882, que ordenaba esa integración de
los servicios para favorecer el desarrollo de la nueva capital.

Con tal propósito, se encomendó al mismo profesional


la conducción de la obra Ringuelet - Cnel. Brandsen, con la cual se cum­
pliría el objetivo de empalmar la red troncal que conectaba con Mar del
Plata, Necochea y Bahía Blanca, quedando a cargo de los ingenieros
Sebastián Berreta y Gil Regnault el proyecto «Empalme Pereyra (hoy
estación Villa Elisa) - Haedo» para unir la línea Buenos Aires - La Plata
con su similar Buenos Aires - Mercedes, habilitándose dicho servicio el
15 de abril de 1884, una fecha doblemente histórica porque coincidió
con la instalación de los Poderes Públicos en La Plata.

Otras obras altamente significativas fueron la construc­


ción de un ramal a Magdalena en el período 1884-1887 y la instalación
de los talleres ferroviarios en Tolosa, en un caso porque favoreció la
comercialización de productos agropecuarios de la región, en el otro
porque coadyuvó al bienestar de la población por el efecto multiplicador
de una industria que durante varias décadas demandó mano de obra y
servicios en un populoso barrio de la capital bonaerense.

El apoyo de los hacendados de la zona a dicho


emprendimiento se puso de relieve a través de las donaciones de impor­
tantes fracciones de tierra efectuadas por Ignacio T. Correas, los herma­
nos Diego y Bartolomé Bavio, Manuel Illescas y los sucesores de Ma­
nuel Augusto Montes de Oca, a fin de instalar estaciones, apeaderos y
playas de maniobras.

En abril de 1884 la Dirección General de Correos de la


Nación resolvió asociarse al proceso de traslación de los Poderes Públi­
cos a La Plata mediante la jerarquización de la estafeta postal que fun­
cionaba en la estación «19 de Noviembre», siendo designado jefe de la
oficina Juan José Figueroa y telegrafista Valentín Pérez. A partir de ese
acontecimiento histórico se produjo un notable crecimiento de la pobla­
ción en la zona suburbana, con el consiguiente aumento de la demanda
de servicios postales, circunstancia que obligó a la habilitación de sen-
das sucursales en Tolosa y Los Hornos cuando promediaba 1885.
73
Familias platenses

6º) Asistencia social, educación y cultura

El crecimiento de la población era incesante, tal como


quedaría demostrado con la aplicación del método comparativo, ya que
al gobierno le interesaba conocer el crecimiento demográfico observado
en los primeros siete meses de desarrollo social, para lo cual se tomó
como referencia el censo levantado el 25 de marzo de 1884, en el que se
había constatado la existencia de 6.846 habitantes permanentes (ver de
Paula, Alberto; op. cit., pág. 227). Para analizar la evolución desde esa
perspectiva el 29 de octubre de 1884 se decidió nombrar una comisión a
fin de realizar un nuevo censo, quedando integrada la misma con los
doctores Diego G. de la Fuente, Faustino S. Jorge y Francisco Latzina.
La compulsa se realizó un año después, arrojando un resultado auspicioso,
ya que se verificó una población de 13.985 almas, o sea, más del doble
de la registrada en el primer recuento, adoptándose a partir de entonces
los recaudos pertinentes para brindar respuestas acordes para satisfacer
la demanda social que surgía de ese importante conglomerado humano.

La educación figuraba entre las prioridades enuncia­


das por Dardo Rocha en el acto fundacional, asignándose responsabili­
dades ejecutivas en esa materia al Consejo Escolar de La Plata, el cual
quedó habilitado el 16 de marzo de 1884 bajo la presidencia del notario
Pedro Bernatet, quien contó con la asistencia del sacerdote Benjamín
Carranza (Vice Presidente) y de los señores Martín Boado (Tesorero),
Joaquín Maqueda (Secretario) e Ignacio Ferrando (Vocal), quedando Juan
José Pérez a cargo de la Secretaría Administrativa. Gracias al esfuerzo
de los nombrados el gobierno pudo alcanzar la metas fijadas para el área
educativa, ya que fueron habilitadas dieciocho escuelas primarias y dos
secundarias entre 1884 y 1887.

Uno de los principales inconvenientes para el desarro­


llo social lo planteaba el elevado grado de analfabetismo que existía
entre los primeros pobladores, especialmente en el segmento correspon­
diente a los trabajadores de la construcción que en su gran mayoría eran
inmigrantes de origen italiano. Para solucionar ese problema el gobier­
no inauguró el 6 de junio de 1884 la primera escuela nocturna para adul­
tos, encomendándole la dirección de la misma a un eminente educador:
Jorge A. Susini, aunque es de hacer notar que por entonces ya funciona­
ba en la calle 7 entre 42 y 43 un establecimiento educativo privado fun-
dado por Adán Gandolfi y su esposa, el cual era conocido con el nombre
de «Colegio Rivadavia».
74
Los primeros habitantes de La Plata

Un servicio importante comenzó a prestar José María


Rossotti a partir de 1885, ya que instaló la primera pensión para estu­
diantes secundarios en la calle 9 esq. 48, lugar recalaban muchos
educandos que llegaban desde el interior bonaerense y fueron, por lo
tanto, los iniciadores de tantas generaciones de jóvenes que se formaron
en las aulas del Colegio Secundario Provincial primero y en la Universi­
dad Provincial a partir de 1897, instituciones que en 1905 conformaron
la Universidad Nacional de La Plata.

Los primeros establecimientos de educación primaria


o elemental, según la denominación de la época, habían sido inaugura­
dos antes del asentamiento de las autoridades, considerando que en mayo
de 1883 fueron habilitadas las escuelas nº 1 (varones) y nº 2 (niñas) bajo
la dirección de Dante Pelanda y Antonio Morcillo, respectivamente.
También cobró relieve la fundación del primer colegio secundario, el
cual se instaló en un edificio construido al efecto y que fuera asignado al
Consejo Superior de Higiene en 1905, cuando dicho colegio y el centro
de altos estudios pasaron a depender de la Nación en orden a una opera­
ción permutativa, ya que la Provincia cedió el predio ubicado en 1 entre
47 y 50, donde se había emplazado originariamente el chalet destinado a
residencia del gobernador y en el cual se instalara posteriormente aquel
organismo, siendo esa la razón del definitivo asentamiento del Colegio
Nacional «Rafael Hernández» en la esquina de 1 y 49, así como el actual
funcionamiento de la sede central del Ministerio de Salud en el histórico
edificio de la avenida 51 entre 17 y 18.

Por encima de esa disgresión, corresponde contar entre


los primeros habitantes de La Plata a las autoridades y docentes del Co­
legio Provincial al momento de iniciar sus actividades (6 de abril de
1885), mereciendo un especial recordatorio el rector Matías Calandrelli,
el secretario Arsenio Reybaud y los catedráticos Francisco Beuf, José
Regazzoli, Marcelino Orrego y Aravena, Edelmiro Calvo, Carlos L.
Spegazzini, Juvenal Villanueva, Eduardo Gigena, Marcos Freuler, An­
gel Cuestas, Angel Menchaca, José María Rossotti, Dalmiro Costa, Ra­
món L. Falcón y Enrique M. de Santa Olalla.

En el mismo nivel educativo se ubicó la Escuela Nor­


mal nº 1, destinada inicialmente a la formación de maestros, ya que fue
fundada en 1888 por una figura consular de La Plata: la profesora Mary
Olstine Graham, una persona que dedicó su vida a la enseñanza. Había
nacido el 13 de agosto de 1847 en Missouri (E.E.U.U.) y formó parte del
75
Familias platenses
grupo de docentes norteamericanas que llegó al país en 1879 con el obje­
to de paliar la escasez de maestros, en función de la política fijada por
Domingo Faustino Sarmiento desde el cargo de Director General de Es­
cuelas de la Provincia. Las autoridades bonaerenses le tributaron un jus­
ticiero homenaje al imponerle su nombre y apellido a dicho estableci­
miento poco después de su fallecimiento, ocurrido el 10 de marzo de
1902 cuando ejercía la dirección del mismo.

El empuje de las colectividades extranjeras se hacía


notar en el plano educativo, marcando rumbos la que representaba a los
súbditos franceses, toda vez que a fines de 1884 ya funcionaba en un
edificio ubicado en la calle 55 entre 4 y 5 el «Colegio Franco-Inglés», el
cual era regenteado por los señores José M. Daoust y Pedro A. Rowe,
habilitándose en 1886 -bajo la dirección del profesor Jean de Voyer- el
«Institut Française de Jeunes Filles» en el local de 55 entre 8 y 9. La
colectividad italiana, por su parte, había dado la misma respuesta en
1886 a través del «Colegio Negrotto», instalado en 1 esq. 49 por su fun­
dador, el maestro Salvador Negrotto. Diez años más tarde, precisamente
el 29 de junio de 1896, se inauguraba el aún vigente «Colegio Italiano»
por iniciativa de los señores Cacció, Cortelezzi, Gatti, Monteverde,
Boggiano, Serra, Tavella, Cocozzella, Manten, Oberti, Ronconi y Paggi.

Con respecto a la asistencia sanitaria se consideró, en


un principio, que las necesidades de la comunidad quedaban satisfechas
con la construcción del llamado «Hospital Barraca», bautizado con el
nombre de Hospital «Melchor Romero» cuando fue inaugurado oficial­
mente el 23 de abril de 1884. Esa denominación le daría el nombre a la
vecina localidad donde el mismo había sido emplazado, aún cuando las
autoridades bonaerenses -con el tiempo- la modificarían a fin de tributar
un merecido homenaje a quien fuera uno de los directores más progre­
sistas del mismo, figurando en la actualidad como Hospital Regional
«Dr. Alejandro Korn».

En cuanto a su configuración, cabe señalar que a poco


de ser habilitado se comprobó que era insuficiente para atender a toda la
población, de manera que se resolvió encomendarle la atención exclusi­
va de enfermos mentales, no sólo de la ciudad de La Plata sino también
de sus alrededores. Para aliviar la demanda el gobierno ordenó la cons­
trucción de un establecimiento de clínica general en el radio urbano, lo
que permitió contar con el Hospital «San Juan de Dios» a partir de 1890,
aunque ya existían la «Casa de Aislamiento» y la «Casa de Sanidad»
76
Los primeros habitantes de La Plata

desde 1883, y el «Hospital de Niños» que comenzó a funcionar


provisoriamente en 1888 en una casa ubicada en 8 entre 41 y 42, lugar
donde actualmente se encuentra instalada la «Casa del Niño».

Al mismo tiempo, el desarrollo social que promovían


las corporaciones que representaban a los inmigrantes extranjeros, per­
mitieron contar con centros asistenciales sostenidos por esas sociedades
civiles, siendo las de mayor despliegue aquellas que nucleaban a las co­
lectividades más numerosas, recordándose especialmente las activida­
des que en los primeros tiempos desarrollaron las siguientes entidades:
«Societá Filarmónica di Mutuo Soccorso», «Unione e Fratellanza di
Mutuo Soccorso», «Unione Operai Italiani di Mutuo Soccorso», «Aso­
ciación Española de Socorros Mutuos», «Unión Cosmopolita de Soco­
rros Mutuos», «Sociedad de Socorros Mutuos entre Orientales», «Societé
Française» y «Sociedad Suiza de Socorros Mutuos Helvecia». A esas
instituciones se sumaban otras de igual carácter que agrupaban a ciuda­
danos nativos, tal el caso de la todavía vigente «Sociedad de Socorros
Mutuos La Protectora», creada con el fin de brindar asistencia a los em­
pleados públicos, o la Logia Masónica «Luz y Verdad» que contaba con
el apoyo de la Comisión del Gran Oriente Argentino y funcionaba en un
local ubicado en 47 entre 5 y 6.

Cabe recordar que los inmigrantes que llegaban a la


nueva capital buscando paz, trabajo y prosperidad, tenían la intención
de sentar raíces y forjar un destino venturoso para sus descendientes,
circunstancia que contribuía a fomentar la solidaridad con los coterrá­
neos. Ello dio lugar al nacimiento de una clase dirigente progresista que
logró canalizar las inquietudes de los compatriotas a través de la crea­
ción de entidades dedicadas a la prestación de servicios asistenciales,
destacándose en ese cometido los señores Juan T. Costa y Valerio Bello
en «La Protectora»; Florencio Madero, Juan Angel Martínez y Antonio
Dell’Isola en la «Unione Cosmopolita»; Hipólito Girgois en la «Socie­
dad Francesa 14 de Julio»; José Marelli y Saverio Redoano en la «Unione
Operai Italiani»; y José Paggi, Andrés Delménico, Luis Calegari, Gaetano
Castelli y Achille Paternoster en la «Societá Filarmónica».

En marzo de 1885 el consejo directivo de la «Asocia­


ción Española de Socorros Mutuos» lo integraban José E. Cisneros (Pre­
sidente); Guillermo Salón (Vice Presidente); Manuel López (Tesorero);
Francisco Urrutia (Secretario); los vocales Joaquín Durán, Antonio Ven­
tura, Manuel Williman, Tomás Murray, José B. Barbero, Benjamín Mayo,
77
Familias platenses
Telmo Conde; y los miembros del jurado de honor José Bastarrica, Luis
Ballester, Ramón Arca, Pedro Fijere, José E. Trueba, José Bibiloni, Angel
Blanco, Domingo Lorenzo, Angel de la Cuesta y Tomás Sobredo.

A comienzos de 1887 la «Societá Unione e Fratellanza»


estaba a cargo de los siguientes directivos: José Marelli (Presidente),
Carlos Tati (Vice Presidente), Juan Mandelli (Secretario), Emilio Frigerio
(Prosecretario), Pedro Lanteri (Tesorero) y los Consejeros Primo
Brambilla, Alberto Conosciuto, Pedro Fiorini, Juan Pirazzi, Rafael Galli,
Antonio Lanteri, Pascual Airami, Serafín Raffeto, José Landó, Roque
Songini, Ercole Tonesi y Domingo Caresio, quedando conformada la
Comisión de Cuentas con Telémaco Moroni, José Brusa y Octavio Fiorini.

La colectividad italiana vio cristalizar los esfuerzos de


esos dirigentes en 1887, al colocarse la piedra fundamental del «Hospi­
tal Umberto I» en un terreno donado por los señores Carlos Tati y
Telémaco Moroni, lográndose su habilitación en 1903 bajo la dirección
del Dr. Esteban Cavazzutti. La misma intención tenían los responsables
de la «Asociación Española de Socorros Mutuos», aunque recién logra­
rían su objetivo en 1943 con la inauguración del Hospital Español en el
predio que ocupa actualmente en la calle 9 entre 35 y 36.

Las obras de carácter asistencial se completaron con la


construcción del cementerio público que habría de sustituir al que fun­
cionaba desde antaño en la localidad de Tolosa. La obra se realizó en
base a un proyecto del Arq. Pedro S. Benoit y fue habilitada al público a
partir del 19 de enero de 1887, extendiéndose la primera acta de inhu­
mación a nombre de la señora Carlota Aicardi de Ferrando, italiana de
56 años de edad.

En esa época la inscripción de los nacimientos, matri­


monios y defunciones se hacía en sede eclesiástica, registrándose esos
acontecimientos en los libros parroquiales hasta que por decreto del 4
de enero de 1890 se instauraron las primeras oficinas de Registro Civil,
quedando a cargo de los señores Martín Muñoz y Román Bourel las que
correspondían a las secciones primera y segunda.

Para atender el culto religioso se había previsto la erec­


ción de cuatro templos: la Catedral, la Iglesia San Ponciano, la Capilla
de los Unidos Corazones (hoy Iglesia del Sagrado Corazón) y la Iglesia
San Benjamín del barrio de Los Hornos.
78
Los primeros habitantes de La Plata

La primera que se habilitó al público fue la iglesia «San


Ponciano», que tuvo el privilegio de constituirse en centro de reunión de
los feligreses al desarrollarse allí los oficios religiosos más importantes
a partir del 19 de noviembre de 1883, los que estaban a cargo del Canó­
nigo Benjamín Carranza. Los restantes templos se libraron al público
entre 1884 (Capilla de los Unidos Corazones) y 1890 (Iglesia San Ben­
jamín), siendo anteriores a la Catedral que no pudo ser habilitada a pe­
sar de haberse iniciado su construcción a mediados de 1885, o sea, in­
mediatamente después de instaladas las autoridades en la ciudad, aun­
que recién comenzaron a celebrarse los oficios religiosos el 19 de no­
viembre de 1932, en el marco de los festejos correspondientes al 50º
aniversario de la fundación de La Plata.

Los aspectos culturales quedaban cubiertos con la cons­


trucción de diferentes dependencias oficiales como el museo
antropológico y arqueológico, el observatorio astronómico, y -por ini­
ciativa privada- los teatros «Cosmopolita» y «Olimpo», con la salvedad
que este último había sido inaugurado el 18 de diciembre de 1884 con
esa denominación, siendo rebautizado a partir del 14 de marzo de 1885
por sus propietarios, el Ing. Pedro de Cousandier y su hermano, Pablo
de Cousandier, en oportunidad de ser reinaugurado con el nombre de
«Teatro Apolo». Un año más tarde, precisamente en oportunidad de ce­
lebrarse el cuarto aniversario de la ciudad, el señor Vicente R. Jordán
habilitaba el «Teatro Politeama Olimpo» en la calle 10 entre 46 y 47.

Es de hacer notar que entre las familias que se radica­


ron en los primeros años figuraban los Podestá, cuyos miembros han
sido considerados fundadores del teatro en la Argentina y verdaderos
precursores de esa manifestación artística en La Plata. A la radicación
del jefe de la familia, don Pedro Podestá, fallecido en La Plata el 15 de
mayo de 1902 a los 76 años de edad, le siguieron sus hijos ya famosos:
José (Pepino el 88 o simplemente Pepe), Juan, Antonio, Graciana, Pablo
y Jerónimo Podestá.

Apenas instalados en la ciudad de las diagonales, los


hermanos José y Jerónimo Podestá -en sociedad con Alejandro Scotti­
fundaron una compañía artística que representaba obras gauchescas y
espectáculos de canto y baile en un establecimiento conocido con el nom­
bre de «Pabellón Argentino», que funcionaba en un local ubicado en 7
esquina 56, lugar donde supieron actuar los miembros del clan, es decir,
los ya nombrados y sus descendientes, o sea, Arturo, María, Anita, Blanca,
79
Familias platenses

Esther, Hebe, Totón, Marino y Aparicio Podestá, agregándose a ellos


Lea Conti, la esposa de Antonio Podestá, quienes repartían dichas ac­
tuaciones con exitosas presentaciones en afamados teatros de la Capital
Federal. Con el tiempo, don Pepe Podestá demostraría su capacidad como
empresario al adquirir y explotar el «Teatro Politeama Olimpo», el que
fue rebautizado en su homenaje, luego de su fallecimiento, con su actual
denominación: «Teatro Coliseo Podestá».

Sin embargo, otros establecimientos habían sido inau­


gurados con anterioridad, habida cuenta que desde el 19 de noviembre
de 1884 funcionaban en un edificio de la calle 4 entre 47 y 48 el «Teatro
de Títeres» y el «Teatro La Plata» (cfr. de Paula, Alberto; op. cit., pág.
384), estando a cargo de la empresa P. C. Killner y Cía. la explotación
de ambas salas. En esa época los medios periodísticos anunciaban el
espectáculo ecuestre, acrobático, gimnástico, de mímica y equilibrismo
que ofrecía diariamente el «Pabellón Argentino», el que se trasladaría al
«Teatro Politeama Veinticinco de Mayo» de 10 esq. 51 a partir de 1886,
especialmente después que asumiera la administración de ambos locales
la sociedad «Podestá Hnos y Scotti».

El 19 de noviembre de 1890 se incorpora al acervo cul­


tural de la ciudad el «Teatro Argentino», que sería un centro de excelen­
cia para la lírica y el ballet hasta el 18 de octubre de 1977, cuando un
voraz incendio destruyó el escenario y parte de la sala. Ese aconteci­
miento desgraciado movió a las autoridades militares que ejercían el
gobierno bonaerense a tomar una decisión que todavía es criticada por
las fuerzas vivas de la ciudad, ya que dispusieron la demolición total de
ese hermoso monumento y su reemplazo por un moderno edificio, abso­
lutamente incompatible con el estilo arquitectónico que caracterizó a la
etapa fundacional, que recién fue habilitado a fines del año 2000, des­
pués de más de dos décadas de iniciadas las obras.

Casi todas las colectividades fueron creando los am­


bientes adecuados para que la recreación de la juventud, a cuyo efecto
las entidades representativas contemplaron en sus sedes sociales los pri­
meros salones de baile que se habilitaron en la ciudad, figurando entre
los más importantes los de las sociedades «Unione de Operai Italiani» y
«La Gauloise», aunque el de mayor jerarquía era -sin duda alguna- el de
la «Unione e Fratellanza», instalado en el edificio de porte majestuoso,
sito en diagonal 74 entre 3 y 4, que todavía se encuentra en pie, aunque
sumamente deteriorado por la falta de mantenimiento y el transcurso del
80
Los primeros habitantes de La Plata

tiempo, ya que fue desactivado en la década del cuarenta debido a un


incendio que destruyó gran parte de la sala donde funcionaba el «Cine
Princesa». Es de hacer notar que, con gran esfuerzo, un grupo de artistas
ha logrado restaurarlo en parte, habilitándolo para dar funciones teatra­
les que han alcanzado cierto éxito.

Para combatir el ocio de los habitantes se remodeló en


1884 el predio donde había estado emplazado el casco de la estancia de
los Iraola antes de la fundación, construyéndose al efecto un hermoso
portal que representaba el «arco de entrada» al Paseo del Bosque, el
cual quedó convertido en uno de los centros de esparcimientos que ma­
yores atractivos ofrecía, junto con el Pabellón de Música estilo «art
nouveau» instalado en la Plaza de la Legislatura o Primera Junta (actual
Plaza San Martín), lugar donde la Banda del Batallón de Guardiacárceles
acostumbraba a brindar conciertos vespertinos que hacían las delicias
de los platenses. Las obras de embellecimiento realizadas en otros pa­
seos públicos como las Plazas de la Municipalidad (Moreno) y de la
Policía (Rivadavia) y los Parques Saavedra y San Martín (actual Parque
Juan Vucetich), ampliaron las posibilidades de entretenimiento de los
primeros habitantes de La Plata.

Con igual propósito se apoyaron desde el gobierno cier­


tos emprendimientos sociales destinados a ampliar y mejorar la infraes­
tructura edilicia de la ciudad, especialmente en el plano deportivo, como
ocurriera con el Hipódromo que fue librado al público el 8 de septiem­
bre de 1884 y hasta el presente se mantiene como uno de los circos hípi­
cos más importantes del país y del continente.

La organización de las carreras estaba a cargo del Club


Hípico, o Club de Carreras como se lo conocía popularmente. Esta enti­
dad, fundada en diciembre de 1884, fue la antecesora del desaparecido
Jockey Club de La Plata que desde su origen nucleó a lo más granado de
la sociedad platense en su sede de la calle 7 entre 48 y 49, en dependen­
cias del Hipódromo y en el balneario de Punta Lara. La primera comi­
sión directiva estaba integrada por Santiago Luro (Presidente honora­
rio), Neptalí Carranza (Presidente), Joaquín López Osornio (Vice Presi­
dente), Eduardo H. Capdevila y César Gronda (Secretarios), Arturo
Ugalde (Tesorero), Rómulo Escola (Protesorero) y los Vocales Hortensio
Miguens, Luis G. Pintos, Juan Correa, Ambrosio del Molino Torres, José
N. Martínez, Luis Camilión y Belisario Arana, incorporándose -en la
primera renovación de autoridades- Sergio García Uriburu (Vice Presi­
81
Familias platenses

dente), Alberto Ceppi (Tesorero), Juan M. Pintos (Secretario) y Francis­


co Seguí, Ignacio Ferrando, Gabriel Gallino, Francisco Basail, Manuel
Lavalle, Sebastián Saborido y Enrique M. Curth (Vocales).

En la misma época, un caracterizado grupo de vecinos


se reunió el 20 de enero de 1885 en el local de Aquiles D’Atri, sito en la
calle 49 entre 4 y 5, con la intención de fundar un club dedicado a la
práctica de dos deportes de moda: la gimnasia y la esgrima. La convoca­
toria se publicó en el diario El Día (edición nº 259) y, a pesar de no
haberse conservado la documentación respaldatoria del acto fundacional
existen indicios fehacientes de la efectiva concreción de la iniciativa, ya
que se hallaron ciertas evidencias que demuestran el funcionamiento del
Club de Gimnasia y Esgrima La Plata a partir de esa fecha.

Según señala el Prof. Carlos A. Asnaghi en la primera


página de su libro «Club de Gimnasia y Esgrima La Plata - 100 años»,
entre los concurrentes a dicha reunión figuraban Arturo Ugalde, Alberto
Lartigau, Ramón L. Falcón, Diego J. Arana, Juan M. Martínez, Marcos
L. Agrelo, Adolfo G. D’Amico, Ernesto M. Boero, Eduardo Botto, Julio
C. Naón, José Monsalve, Julián Aguilar, Nicasio Dibur, Luis Goyena,
Juan G. Araujo, Santiago Mena, Felipe S. Aristegui, Eugenio Sicardi,
Neptalí Carranza, Benjamín Sal, Santiago J. Carbone y, por supuesto, el
dueño de casa y -a la vez- convocante, señor Aquiles D’Atri.

El periodista Horacio Ferretti, por su parte, en un artí­


culo publicado por el diario «El Día» de La Plata (edición del 24 de
agosto de 1994) relaciona la fundación de aquella entidad con una polí­
tica de difusión del deporte desarrollada -a partir de diciembre de 1884­
por el Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, mediante la cual se
pretendía inducir a caracterizados vecinos de las ciudades más impor­
tantes del país a fundar clubes deportivos de igual denominación, regi­
dos uniformemente por el apotegma «mens sana in corpore sano».

En el caso de La Plata fue auspiciosa la radicación del


Secretario de la prestigiosa institución porteña en cumplimiento de la
ley de residencia, ya que José María Penne era uno de los Vocales del
Consejo de Higiene Pública, siendo el impulsor de esa iniciativa e inspi­
rador de la reunión realizada en enero de 1885, según las investigacio­
nes realizadas por el mencionado periodista, de donde resulta que dicho
funcionario habría sido el primer Presidente de la Institución, circuns­
tancia que pudo ser ratificada con los elementos de juicio reunidos en
82
Los primeros habitantes de La Plata

este trabajo, toda vez que se pudo comprobar que encabezó la comisión
que tuvo a su cargo la redacción de los anteproyectos del estatuto social
y del reglamento interno, los que fueron tratados en una asamblea gene­
ral de asociados, realizada también en el local de Aquiles D’Atri, que
comenzó el 21 de julio de 1885 y prosiguió el día 30 del mismo mes tras
un cuarto intermedio, tal como se desprende de la convocatoria efectua­
da a través del diario «El Día», mediante avisos firmados por Federico
Isla y Máximo Víctor Lamela en calidad de Secretarios.

De las evidencias halladas en dicho matutino (edicio­


nes números 259, 285, 400, 405, 406, 409, 415, 416, 422, 423, 428,
434, 488 y 498 del primer semestre de 1885 y 575 del 6/2/1886), se
desprende que la primera Comisión Directiva que tuvo la institución más
antigua del futbol argentino después de la aprobación de sus estatutos
estaba integrada por Carlos Z. Castro (Presidente Honorario); José Ma­
ría Penne (Presidente); Ramón L. Falcón (Vice Presidente); Juan M. Ro­
mano y José Monsalve (Secretarios); Eleuterio Costa (Tesorero);
Desiderio Alvarez (Protesorero); y los vocales Ramón Oliver, Antonio
Cané, Eduardo H. Capdevila, Pedro Bernatet, Desiderio de la Fuente,
Luis Monteverde, Emilio del Valle, Claudio Canedo y Santos Molinari,
produciéndose la primera renovación el 31 de octubre de 1885 con el
consecuente ingreso de Pedro Molina y Carlos Guyot en calidad de Vo­
cales, pasando Claudio Canedo a desempeñarse como Tesorero.

Sin embargo, una serie de desavenencias entre dirigen­


tes quedó evidenciada dos meses después de dicho acto asambleario, ya
que dos grupos antagónicos llamaron a asamblea en fechas cercanas,
situación anómala que desembocó en un cisma con la consecuente divi­
sión de los asociados, quedando planteadas otras tantas posiciones
irreconcibiliables. Ello dio lugar a la idea de instaurar dos entidades
independientes, tal como señalaba el mencionado matutino al informar
la disolución del club en su edición nº 575 del 6 de febrero de 1886.

Una de esas entidades sería el Club Social de La Plata,


fundado el 8 de marzo de 1887 por Carlos Salinas, José Renault, Justo
R. Arana, Gervasio Ortiz de Rozas, Miguel F. Márquez, Fernando J. Ortiz,
Pedro J. Cádiz, Juan J. Ramos Mejía, Arturo Silveyra, Alejandro F.
Lértora, Adolfo Aymerich, Ernesto J. Pintos y Alberto Albarellos, quie­
nes -reunidos en asamblea constitutiva- designaron provisoriamente a
los tres primeros para ocupar los cargos de Presidente, Secretario y
Tesorero provisoriamente, dado que a los pocos días el diario «El Día»
83
Familias platenses

informaba -en su edición nº 911 del 29 de marzo de 1887- que había que-
dado integrada la Comisión Directiva con Tomás R. García (Presidente),
Ezequiel Achával (Vice Presidente), Francisco Escalada (Secretario), Ale-
jo Morel (Prosecretario), Serafín Bayma (Tesorero), Juan Castrelos Paz
(Protesorero) y José Monsalve, Fabián Martínez, Lisandro Núñez (hijo),
Justo R. Arana, Manuel Pereyra, Fabián Olmos, Enrique Cano, Juan
Jáuregui, Carlos Lescano y Pedro Rossi (Vocales), quienes convocaron a
una Asamblea General de asociados para aprobar los estatutos sociales.

Anteriormente se había fundado una entidad de corte


político, el Club Belgrano, cuya Comisión Directiva estaba integrada
por Luis Balcarce (Presidente), Julio Fonrouge (Vice Presidente), Anto­
nio Fonrouge (Secretario), Carlos Sidders (Prosecretario), Joaquín
Sánchez (Tesorero), Simón Ayós (Protesorero) y -en calidad de Vocales-
Mariano Agrelo, Arturo Shaw, Alvaro Pinto, Emilio Morello y José
Morillo. Cabe hacer notar que la revolución de 1890 había despertado el
deseo de participación de amplios sectores de la sociedad, surgiendo
numerosas agrupaciones políticas que se aglutinaban en este tipo de aso­
ciaciones a efectos de organizar el apoyo a los candidatos a cargos elec­
tivos, aunque esa costumbre en nada afectaba el desarrollo y desenvol­
vimiento de las entidades constituídas para dar respuesta a las inquietu­
des de la juventud en materia cultural y deportiva.

De allí que, antes de concretarse la fundación de la en­


tidad surgida del otro desprendimiento del primitivo Club de Gimnasia
y Esgrima, un grupo de vecinos caracterizados procedió a fundar una
biblioteca bajo el concepto de entidad de bien público, surgiendo así la
todavía vigente Asociación Sarmiento. El acto fundacional se llevó a
cabo el 8 de abril de 1887, integrándose la primera Comisión Directiva
con José M. Romero (Presidente), Carlos Monsalve (Vice Presidente),
José Báez Escobar (Secretario), Martín G. Mallo (Prosecretario), José
M. Rossotti (Tesorero), José Domicelli y Carlos Cardozo (Vocales), que­
dando Juan Ortiz de Rozas, Julián Barraquero, Ricardo García, F. Soria,
Alejandro Bergalli, Antonio Gritta, Ignacio Mallo, Matías Calandrelli y
Carlos Flaqué como titulares de distintas comisiones internas.

El 3 de junio de 1887 se concreta, finalmente, la inicia­


tiva que propugnaba la fundación del actual «Club de Gimnasia y Esgri­
ma La Plata» sobre nuevas bases, figurando en el acta constitutiva José
María Penne, Ramón L. Falcón, Sergio García Uriburu, Diego J. Arana,
Saturnino Perdriel, José María Niño, José M. Ahumada, Nicolás E. Videla,
84
Los primeros habitantes de La Plata

Florencio Madero, Teodoro V. Granel, Juan M. Martínez, Luis Monteverde,


Dante Pelanda, Domingo Etcheverry, Francisco Uzal, Alejandro Dillon,
Antonio A. Delfino, Guillermo Pintos, Arturo Silveyra, Samuel J. Flaqué,
Ignacio D. Irigoyen, Enrique M. Curth, Santiago Mena, Carlos Galíndez,
Adriano Díaz, Pedro Olazábal, Carlos Lamadrid, Carlos Marenco, Pedro
Bernatet, Benigno Canessa, Eugenio Sicardi, Martín Piñeyro, Alberto
Huergo, Gensérico Ramírez, Martín Bárcena, Julio Llanos, Francisco
Alconada (padre), Alberto Albarellos, Arturo Mayol, Pedro G. González,
Juan B. Ferreira, Julio Etcheverry, Alfredo Madero, Domingo del Carril,
Diego Villafañe, Nicanor Aráoz, Marcos Brughera, Estanislao López, Pe­
dro C. Falcón, F. de Basaldúa, José de la Cuesta, José Monsalve, Matías
Calandrelli y Anacleto Zabala.

El 22 de junio de 1887 se realizó una nueva Asamblea,


quedando integrada la primera Comisión Directiva con Saturnino Perdriel
(Presidente), Domingo Etcheverry (Vice Presidente), Sergio García
Uriburu y Dante Pelanda (Secretarios), Guillermo Pintos (Tesorero),
Nicolás E. Videla, Diego J. Arana, Ramón L. Falcón, José María Niño,
Luis Monteverde, Martín Bermejo, Francisco Uzal, Antonio A. Delfino,
Juan M. Martínez, Florencio Madero y Teodoro V. Granel (Vocales).

A pesar de las valiosas citas de Carlos A. Asnaghi en el


meduloso trabajo que publicara en conmemoración del centenario del
Club de Gimnasia y Esgrima La Plata (op. cit., pág. 1) y de la autorizada
opinión del prestigioso periodista platense Horacio Ferretti, reflejada en
el aludido artículo del diario «El Día» (edición del 29 de agosto de 1994),
se ha reconocido oficialmente que dicha institución nació el 3 de junio
de 1887 en el marco de una asamblea que contó con la califiada presen­
cia de importantes figuras de la sociedad, como lo demuestra el acta
labrada en esa oportunidad, la cual ha sido transcripta en un artículo
donde se analiza el vínculo existente entre la fundación de dicha entidad
y la vida que desarrollaban por entonces los funcionarios públicos radi­
cados en La Plata por imperio de la llamada ley de residencia (ver De
Luca, Ruben M.: «El Club de los funcionarios», pág. 46).

En ese artículo quedaron expuestos los efectos negati­


vos que provocaba la falta de centros de espacimiento en las familias
que llegaron al instalarse los Poderes Públicos en La Plata. Por lo tanto,
conforme a lo allí señalado «... los primeros funcionarios radicados en
el medio platense (....) añoraban las modernas instalaciones que ha­
bían incorporado los clubes porteños, especialmente una entidad fun­
85
Familias platenses

dada en 1880 con el propósito de difundir dos disciplinas de moda en


las capitales de Europa: la gimnasia y la esgrima. Esa institución no
era otra que la actualmente vigente Gimnasia y Esgrima de Buenos Ai­
res....» (cfr. De Luca, Ruben M.: «El Club de .....»; op. cit., pág. 44).

La presencia de numerosos funcionarios públicos dio


jerarquía al acto fundacional de la mencionada entidad, habida cuenta
que se creó bajo el apotegma «mens sana in corpore sano» que había
adoptado el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA), el cual
se fue transmitiendo a las asociaciones que con igual denominación y
propósitos se fundaron en esa época en San Miguel de Tucumán, Santa
Fe de la Veracruz, Paraná, San Salvador de Jujuy, Rosario y San Nicolás
de los Arroyos, tal como había sostenido Horacio Ferretti en su recorda-
da nota periodística.

La participación de importantes personalidades en la


vida institucional facilitó el apoyo del gobierno provincial a las activi­
dades sociales y deportivas, toda vez que en los primeros años le pro­
porcionó el espacio físico necesario para instalar un centro de recrea­
ción en la llamada «Plaza de Juegos Atléticos», que estaba ubicada en el
actual asentamiento de la Facultad de Ingeniería. La pérdida de ese pre­
dio, como efecto inmediato del convenio suscripto por el gobierno bonae­
rense en ocasión de formalizarse la transferencia de la Universidad Provin­
cial y sus dependencias a la jurisdicción nacional, provocó un verdadero
cisma en dicha institución, a consecuencia del cual se produjo el alejamiento
de un numeroso grupo de asociados que decidieron fundar el «Club Atlético
Estudiantes» cuando promediaba el año 1905.

Cabe hacer notar que entre los disidentes se encontra­


ban destacados ciudadanos que fueron cabeza de familias representati­
vas de la ciudad, tal como surge del acta labrada al término de la Asam­
blea Constitutiva celebrada el 4 de agosto de dicho año en el local cedi-
do al efecto por el señor Félix Arias, donde consta la presencia de Jorge
y Carlos A. Isla, Ricardo Sancet, Antonio Ferreiroa, Alejandro y Emilio
Fernández, Jorge Contreras, David Ramsay, Antonio Mouzo, Ismael
Shedden, Uberto Vignart, Raúl Salas, Hugo E. Ferrando, Carlos
Sagastume, Horacio Tolosa, Joaquín Sesé, Alfredo M. Lartigue,
Florentino Moreda y el dueño de casa, quienes suscribieron dicho docu­
mento y fueron -por lo tanto- los fundadores de la entidad. Durante el trans­
curso de la reunión se procedió a la elección del primer Presidente, reca­
yendo la designación en el Capitán Miguel Gutiérrez, ex Presidente del
86
Los primeros habitantes de La Plata

Gimnasia y Esgrima platense y «alma mater» de la nueva institución por


el impulso que le dió a las actividades deportivas.

Desde entonces, ambas instituciones lograron concitar


el interés de casi toda la población a raíz de las competencias deportivas
y, muy especialmente, con relación al futbol profesional, circunstancia
que ha dividido a los habitantes de la ciudad en dos bandos identificados
por los motes de «Triperos» y «Pincharratas», aunque en los últimos
años se han impuesto los apelativos de «El Lobo» y «El León» para los
seguidores de Gimnasia y Estudiantes, respectivamente.

Tal como ocurriera con su principal adversario en lo


deportivo, existe generalizada confusión en torno al nombre de la insti­
tución, ya que originalmente se llamaba «Club Atlético Estudiantes»,
sufriendo una variante en oportunidad de fusionarse con el «Club La
Plata», ya que esta entidad aportó el edificio donde se asienta la sede
social a condición de que se proveyera un cambio en la denominación,
pasando a llamarse desde entonces «Club Estudiantes de La Plata».

Esto lleva a considerar una curiosa situación que se


planteó en 1952, cuando por ley provincial se modificó el nombre de la
capital bonaerense que pasó a llamarse «Ciudad Eva Perón» en homena­
je a la extinta esposa del entonces Presidente de la Nación Tte. Gral.
Juan Domingo Perón. Inmediatamente después de promulgada dicha ley
todas las entidades adecuaron sus denominaciones conforme a la nueva
nomenclatura, sin reparar los respectivos dirigentes que debían conser­
var el aditamento «La Plata» porque eran parte integrante del nombre
institucional y no por pertenecer a la ciudad de las diagonales.

Desde el punto de vista formal el cambio de nombre no


llegó a perfeccionarse, pues ninguna de las dos instituciones lo dispuso
por decisión de una asamblea general extraordinaria como exigían los
respectivos estatutos, aunque ello no fue óbice para que los medios ma­
sivos de comunicación de todo el país -erróneamente- las denominaran
«Gimnasia y Esgrima de Eva Perón» y «Estudiantes de Eva Perón» al
referirse a las actividades que las mismas desarrollaban durante los años
de vigencia de la referida nomenclatura.

El interés del gobierno provincial por el desarrollo de


la joven capital tuvo su expresión en la entrega de un terreno ubicado en
51 esq. 4 a los «mens sana» para que construyeran allí su sede social,
87
Familias platenses

decisión revertida posteriormente al utilizarse dicho solar para levantar


el edificio de la Asistencia Pública, el mismo que ocupa actualmente la
Escuela de Técnicos de Salud Pública. En compensación por esa modi­
ficación de objetivos el «Decano del Futbol Argentino» recibió en pro­
piedad el predio donde hoy se asienta la sede social y el estadio
polideportivo más un subsidio destinado al financiamiento de las obras.

No fue esa la única ayuda que el gobierno provincial


prestó a quienes impulsaban el deporte en la nueva capital, habida cuen­
ta que en diversas oportunidades concedió terrenos fiscales y autorizó la
instalación de establecimientos apropiados para la práctica de deportes
y la realización de espectáculos públicos. Sin embargo, a pesar del apo-
yo que se brindaba a todo emprendimiento particular destinado a pro-
veer infraestructura deportiva, hubieron dos empresas que fracasaron
por distintas circunstancias.

La primera giraba en torno a un proyecto presentado


en noviembre de 1882 por Rafael Olivera, que consistía en construir a su
costa una plaza de toros, siendo rechazado por las autoridades debido a
la reacción popular que provocó, ya que las fuerzas vivas se manifesta­
ron en contra de ese ofrecimiento. La segunda iniciativa se refería a un
pedido de concesión para instalar una pista de ciclismo en el terreno
fiscal que actualmente ocupa el estadio de futbol del «Club Estudiantes
de La Plata», gestión que a pesar de ser resuelta favorablemente por las
autoridades no tuvo concreción debido a dificultades financieras que los
promotores no pudieron sortear.

A nivel de instituciones son muy recordadas las cesio­


nes de tierra fiscal y, aún aquellas destinadas al uso público, para la
construcción de los estadios de Estudiantes y Gimnasia, sin olvidar las
instalaciones sociales y deportivas que en su momento tuvieron el Joc­
key Club y el Club Y.P.F., así como las que posee actualmente el Club
Hípico de La Plata en el bosque y el Club Universitario en la localidad
de Manuel B. Gonnet, las que se asentaron en terrenos cedidos por el
Estado Provincial.

Ante los aludidos fracasos del sector empresario, las


asociaciones sin fines de lucro -representadas por los clubes de barrio­
fueron ganando espacio desde los albores del siglo XX, tanto en períme­
tro más poblado de la ciudad como en la zona suburbana, ya que institu­
ciones como Gutenberg, Everton, Universal, Atenas, Asociación Cnel.
88
Los primeros habitantes de La Plata

Brandsen, Deportivo La Plata, Unión Vecinal, Circulo Cultural Tolosano,


Platense, Riachuelo, Sud América, La Plata Rugby Club, Los Tilos,
Tacuarí, Villa Rivera, Juventud, Meridiano V, Asociación Mayo,
Chacarita Platense, Deportivo Villa Elisa, Estrella de Berisso, Villa Al­
bino, Náutico Ensenada y algunas otras que escapan a la memoria escri­
bieron páginas memorables en el deporte, mientras otras volcaron sus
esfuerzos en pro del desarrollo social y cultural como ocurriera con Aso­
ciación Sarmiento, la Biblioteca Euforión, Asociación Alborada, el Cen­
tro de Fomento Los Hornos, el Club Atlético City Bell y aquellas cuyos
objetivos sociales se fundan en la solidaridad hacia sus miembros como
ocurre con las entidades que representan a las distintas colectividades y
las nucleadas al amparo de organizaciones transnacionales como el Club
de Leones y el Rotary Club Internacional.

También ha escrito una página importante en la socie­


dad platense una institución cerrada, exclusiva de un determinado estra­
to social, como ha sido el club «El Círculo» que desde hace más de me­
dio siglo ha venido estableciendo vínculos permanentes entre las fami­
lias de mayor arraigo, tal como se advierten en las reuniones sociales
que habitualmente se realizan en sus instalaciones y que ha permitido la
participación de los miembros de familias caracterizadas como Artola,
Ballvé, Cieza Rodríguez, Condomí Alcorta, del Carril, Jáuregui, Lanusse,
Mercante, Molina Salas, Pachano, Rivarola, Sánchez Viamonte, Saraví
Cisneros y Villa Abrille, entre otras.

7º) La actividad periodística

El periodismo también hizo un importante aporte al de­


sarrollo social y cultural, considerando que tuvo una representación
diversificada en los primeros años de la ciudad. Al respecto, cabe recor­
dar que con fecha 19 de agosto de 1883 apareció «El Ferrocarril», pri­
mer periódico editado en La Plata, adelantándose un mes a la iniciativa
del señor Marcos Cabrera, el director del diario «La Propaganda» que
lanzó su primera edición el 18 de septiembre de 1883.

Otros periódicos que empezaron a editarse en 1883 fue­


ron «La Ilustración Española y Americana», «El Correo de Ultramar»,
«La Moda Elegante» e «Ilustración Argentina», apareciendo en agosto
de 1884 los diarios «La Capital», «La Mañana» y «La Tarde», los que
fueron prontamente reemplazados por el vespertino «La Plata» que ini­

89
Familias platenses

cialmente contó con la dirección del Dr. Juan Angel Martínez, asumiendo
la titularidad el señor Luis Dell’Isola a partir de febrero de 1885.

La avidez de los primeros platenses por las noticias que


se referían a las cuestiones sociales, tanto del medio platense como de la
Capital Federal y del interior, hizo que proliferaran una serie de publica­
ciones que no guardaban relación con la cantidad de habitantes ni con el
volumen informativo que la población esperaba, tal como se advertía en
el caso del diario «El Pueblo» que dirigía Roque Carabajal, pues se tra­
taba de una hoja diaria que sólo contenía información local.

De allí la decisión de una periodista foránea, la señora


María Hegoburu de Oyhanarte, que después de fundar el diario «La Ver­
dad» en la localidad de Rojas, se radicó en la ciudad en 1884 a los efec­
tos de seguir editándolo en la nueva capital, siendo -por lo tanto- la pri­
mera mujer dedicada a esa actividad en el medio platense. El aporte de
esa distinguida dama no se redujo a la función periodística solamente,
ya que encabezó conjuntamente con su esposo una familia que lograría
un notable prestigio a nivel nacional en razón de las actividades profe­
sionales y políticas de sus descendientes según las referencias que se
proporcionan en el capítulo siguiente.

Algunos medios gráficos de la época tendrían una vida


efímera, a veces por la escasa calidad de sus ediciones como ocurriera
con los semanarios «La Idea», «El Travieso» o «La Pavada», y otros
porque respondían incondicionalmente a ciertos políticos, tal como se
apreciaba en las ediciones de «El Fiscal» que apoyaban a Máximo Paz a
propósito de los comicios de 1887 para elegir gobernador; «El Tribuno»,
que respondía a los intereses del partido radical después de la revolu­
ción del Parque de 1890; o «El Constitucional», que propiciaba la candi­
datura presidencial de Bartolomé Mitre en 1898.

Solamente una de las tantas publicaciones que se ha­


bían lanzado al mercado en los primeros años lograría una continuidad
tal que llegaría a mantenerse vigente a través del tiempo, conservando
en la actualidad un indiscutido liderazgo en el periodismo platense. Esa
publicación no es otra que el diario «El Día», que apareció por primera
vez el 2 de marzo de 1884.

La centenaria empresa periodística pertenecía en pro­


piedad a la firma Martín Biedma y Cía., figurando entre sus fundadores
90
Los primeros habitantes de La Plata

Manuel Láinez, Julio Botet, Arturo Ugalde y Roque Carabajal, además


del señor Martín Biedma que encabezaba la razón social (cfr. Soler, Ricar­
do: «100 años de vida platense», pág. 41), integrando también el directo­
rio -en distintas épocas- Juan José Atencio (padre), Benito José Lynch,
Hugo Stunz y Enrique Noriega. El primer emplazamiento de su redacción
y talleres estaba en 49 entre 7 y 8, mudándose luego a su actual local de
diagonal 80 entre 3 y 4.

También en este rubro se destacaron los franceses, toda


vez que en febrero de 1885 los señores Hipólito Girgois, Víctor Fablet,
Louis Maillard, León Faberes, Adolphe Degrand, Etienne Chauvín, Speret
Brougnes, Charles Lagleize y François Voisín fundaron el diario «La
France» y, poco después, hicieron lo propio con el diario «Le Commerce».
Finalmente, en julio de 1887 comenzó a editarse «El Tábano», un diario
de caricaturas fundado y dirigido por André Chalier, en tanto la colecti­
vidad más numerosa se hacía presente con el «Giornale Italiano».

Resulta paradójico que, a medida que crecía la pobla­


ción y -por ende- todas las actividades sociales, iban disminuyendo la
cantidad de publicaciones periodísticas regulares. Cuando promediaba
el siglo XX «El Día» se había convertido en el decano y solo le plantea­
ba una suerte de competencia «El Argentino», fundado en 1917 por To­
más R. García (padre), y «El Plata», un diario de corte sensacionalista
que pertenecía al mismo grupo editor, hasta que en el transcurso de la
década del sesenta se produjo la quiebra de la empresa, circunstancia
que marcó la consolidación del medio más antiguo, especialmente cuan­
do se hizo cargo de la dirección el Dr. David Kraiselburd, ya que ocupó
la franja de la tarde con el vespertino «Gaceta» que dejaría de publicarse
en los años setenta.

En la actualidad la ciudad cuenta con dos publicacio­


nes que acaparan el interés de la población: «El Día», bajo la dirección
de Raúl Kraiselburd, y «Hoy en la Noticia», el diario de la familia
Balcedo, quedando una franja menor para el matutino «El Plata» -perte­
neciente a la empresa mencionada en primer término- y «Pregón», un
semanario fundado por Hernando Navas que ha logrado subsistir a lo
largo de varias décadas.

La actividad periodística en La Plata se completa con


las corresponsalías de los diarios porteños «La Prensa», «La Nación» y
«Clarín», conducidas e integradas por calificados hombres de prensa que
91
Familias platenses
merecen ser destacados por la capacidad demostrada durante largos años
de ejercicio profesional, tal como ocurriera con Miguel Angel Fulle, Ma­
nuel M. Elicabe, Miguel Camiña, Víctor José Gil, Diego Lucero, Hellen
Ferro (seudónimo literario de Everardo Ferro Rossi), Mario García, An­
tonio Guillén y Martín Carrasco Quintana, entre otros.

8º) Los profesionales universitarios

La actividad profesional aumentó notablemente a par­


tir de la instalación de los Poderes Públicos, indudablemente favorecida
por el polo de atracción que significó la condición de capital provincial.
De allí la gran afluencia de graduados universitarios, siendo mayoritaria
la presencia de médicos y abogados, ya que el principal atractivo era la
posibilidad de tener o mantener un empleo seguro y, al mismo tiempo,
ejercer la profesión liberal en un medio que permanentemente crecía por
la llegada de inmigrantes extranjeros y de grandes contingentes de nati­
vos procedentes -en su gran mayoría- de la Capital Federal y del interior
bonaerense.

En la rama de la medicina se considera al Dr. Celestino


S. Arce (1857-1937) pionero en el arte de curar, ya que se radicó en la
zona antes que se fundara La Plata. En 1881 fijó su residencia en Tolosa
y más tarde, al instalarse las autoridades gubernamentales, abrió su con­
sultorio en la calle 115 entre 38 y 39, en el corazón del barrio Hipódro­
mo, el cual -por entonces- era un desierto. La Municipalidad de La Pla­
ta, a instancia del Centro de Médicos Jubilados y Pensionados
(CE.ME.JUB.), impuso -por Ordenanza nº 8347- su nombre y apellido a
la sede de la Dirección de Sanidad Municipal, situada en diagonal 73
entre 59 y Plaza Dardo Rocha, en un acto que constituye un merecido
homenaje (ver Pregón Médico; edición de abril de 1996).

Otro médico precursor fue el Dr. Benito Méndez


González, quien falleció inesperadamente el 30 de enero de 1885 des­
pués de haber encabezado una comisión de vecinos de Tolosa que cues­
tionó la traza original de La Plata porque no consideraba al pueblo don-
de residían, dejándolo como un barrio marginal. Esa Comisión, integra-
da -entre otros- por los señores Esteban Hardoy, Félix P. Sagastume,
Miguel Gamba, Gervasio Campoamor y José Eduardo Cisneros, tuvo
una gestión tan exitosa que logró la modificación del trazado y -por ende­
la compatibilización de las calles platenses con las preexistentes en Tolosa
(cfr. de Paula, Alberto S. J.; op. cit., pág. 102).
92
Los primeros habitantes de La Plata
Entre los primeros médicos que se radicaron a partir de
1884 figuran -además de los nombrados- los doctores Angel Arce Peñalba,
Cesáreo Amenedo, Esteban Molla Catalán, Julio César Casal, Julián
Aguilar, Ismael Bengolea, Paulino Fernández, Carlos Galíndez, Jorge B.
Gorostiaga, Juan Gualteroni, Emilio Debenedetti, Alejandro Korn, Vicen­
te Gallastegui, Marcelino Orrego y Aravena, Ernesto P. Lozano, Roberto
Alexander, Matías Calandrelli, Estanislao Bejarano y Bernardo Vallada­
res, agregándose en 1887 los cirujanos dentistas doctores Vicente
Pacciarelli y Guido Bonansea.

En algunos casos la actividad profesional se cumplió


exclusivamente en el sector público, tal como se ha podido apreciar con
relación a los doctores Carlos S. Franco y Luis del Carril, que integra-
ban el cuerpo médico del Hospital «Melchor Romero», o en el caso de
los miembros del Consejo de Higiene Pública, doctores Juan José García
Fernández, Pedro Aravena Lamadrid, Nicolás Musante (médicos), José
María Penne (farmacéutico) y Carlos Remy (veterinario).

La actividad profesional, en el campo de la medicina,


se completaba con la actuación de dos médicos foráneos: los doctores
Corinto Federici y Pedro César Payró, que viajaban semanalmente des-
de Buenos Aires y atendían en 9 esq. 51, en dependencias del «Hotel del
Comercio», y el Dr. Nicolás Sibello, que se había radicado en Ensenada.

Los mencionados galenos contaban con la colaboración


de los químico Carlos Berri e Hipólito Girgois, el primero fundador de
«Farmacia Berri» que aún se mantiene vigente -aunque con otros due­
ños- en su tradicional emplazamiento de la calle 50 entre 5 y 6, siendo el
restante propietario de la «Botica y Droguería del Indio». Ambos profe­
sionales prestaban un invalorable apoyo a la labor de los médicos y par-
teras de la época, mereciendo recordarse en este último rubro a Teresa F.
de Devecchi, Celestina García, María del Rosario Cabeza de López,
Hermenegilda Siro de Brichetto, Madama Pessi y Filomena de Ganzana.

Las restantes profesiones liberales también tuvieron


exponentes calificados en la primera población de La Plata, destacándo­
se en la rama de la abogacía, los doctores Mariano J. Paunero, Félix A.
Malato, Adolfo Miranda Naón, José Matías Zapiola, Santos Molinari,
Adolfo Eduardo Lascano, Rómulo Etcheverry, José Manuel Ahumada,
Godofredo Lozano, Dalmiro Sáenz, Julio Sánchez Viamonte, Ricardo
Marcó del Pont, Serafín Alvarez, Leopoldo del Campo, Alfredo C. Paz,

93
Familias platenses

Mariano S. Aurrecochea, Antonio Battilana, Segismundo Cía, Jorge


Morris, Juan Angel Martínez, Julio Botet, Vicente Villamayor, Martín
Zeballos, Guillermo F. Granel, Cándido Mendoza, Benjamín E. Caste­
llanos, Ramón Oliver, Luis Boerr, Juan Bautista Ferreyra, Ramón Miró,
Cándido V. Martínez, Rafael Castro, Alberto Oteiza, Nicolás E. Videla,
Honorio Tolosa y Benito Carrasco, además de los procuradores Manuel
N. Ugarteche, Samuel Blake y Federico C. Jonás.

La importancia que adquirió el foro platense hizo que


importantes abogados de la Capital Federal atendieran ocasionalmente
en la ciudad, recordándose la actuación de los doctores Rafael Calzada,
Emilio Lamarca, Pedro Ballester, José Vicente Urdapilleta, Benito Cook,
Agustín P. Justo (padre), Norberto Quirno Costa, Rodolfo Mones Ca­
zón, Teodoro Varela, Enrique Mosquera, Justino Obligado, Luis Correa
Larguía y el propio Dardo Rocha.

Otra profesión que sumó calificados exponentes fue la


de los notarios, habiéndose registrado en los primeros años la actuación
de Félix P. Sagastume, Ireneo Collado, Arturo Mom, Pedro Bernatet,
Tomás Platero, Magluar Monjeaux, Antonio Ferreiroa, Felipe A.
González, Estanislao López, Ramón Monterroso, Honorio Luque, Félix
Sagasta, Felipe G. Becher, Federico Isla, Pedro M. Espinosa, Emilio
Pintos, Juan B. Arrambide y los principales impulsores de la fundación
del Colegio de Escribanos: Carlos A. Fajardo, Alejandro Villa Abrille y
Cruz P. Lanuzza.

También ejercieron en los primeros años de la nueva


capital los contadores Estanislao G. Maíz, Carlos A. Davis, Enrique
Izarrualde, Juan M. Jordán (hijo), Antonio Gervasio Bilbao La Vieja y
Emérico Ronconi; los ingenieros Alberto G. Dillon, Julio Ringuelet,
Sebastián Berreta, Alfredo Ebelot, Carlos Zaehndorf, Rodolfo Viscarj,
Isaac Villa Monte, Luis Asnaghi, Pastor Tapia, Orión Berga Brambilla y
Jacobo Gualdoni; los agrimensores Miguel Rosa Pérez y Luis
Monteverde; y los arquitectos Pedro S. Benoit, director del Plan de Obras
Fundacional, y Esteban Jáuregui, conductor de la obra «Estación Ferro­
viaria 19 de noviembre» (actual Pasaje Dardo Rocha).

Ese era el panorama que se les presentaba a los funcio­


narios públicos de la Provincia de Buenos Aires, pues debían optar por
continuar prestando servicios en esa condición o seguir residiendo en la
ciudad de Buenos Aires. Por la primera alternativa estaban obligados a
94
Los primeros habitantes de La Plata
fijar domicilio permanente en La Plata, caso contrario, no les quedaba
otra posibilidad que renunciar al cargo.

Los restantes habitantes de la nueva capital llegaron en


busca de trabajo y prosperidad, objetivos éstos que se sustentaban en el
ambicioso plan de obras públicas que se ejecutó entre 1883 y 1887, ade­
más de la gran actividad que generaba el funcionamiento de la Adminis­
tración Pública y de los tribunales de justicia, resultando así un efecto
cascada que atrajo a una mayor cantidad de nuevos residentes, muchos
de los cuales llegaron con la esperanza de concretar los augurios de una
copla popular que decía:

«Vamos a La Plata, la nueva capital


que allí se gana mucho con poco trabajar»

Huelga señalar la imposibilidad práctica de identificar


a un número mayor de primeros habitantes de La Plata, porque a la falta
de archivos documentarios se suma la permanente mutación que se apre­
ciaba por entonces, lo cual respondía a diversas causas, aunque la más
trascendente era -sin duda alguna- la transitoriedad de algunas
radicaciones, pues dependían tanto de las obras públicas en marcha como
de la continuidad laboral, según los cargos previstos en el presupuesto
general o por el efecto que causaban las alternancias políticas.

A pesar de esos avatares la sociedad platense se fue


consolidando en función de las posibilidades laborales que ofrecía la
ciudad por su condición de capital provincial, constituyéndose en un
innegable polo de atracción para los habitantes del interior, ya que -en
mayor o menor medida- éstos dependían de las decisiones que adopta­
ban las autoridades administrativas, legislativas y judiciales. Por lo tan­
to, la presencia activa de residentes en otras localidades bonaerenses
para realizar trámites administrativos o atender requerimientos judicia-
les fue sustentando el desarrollo de la ciudad en todos los órdenes.

Tal como lo destaca el Dr. Hipólito Frangi en el prólo­


go, el «leit motiv» de la obra es el elemento humano, dado que el princi­
pal objetivo de este trabajo no es otro que mostrar el protagonismo ob­
servado en los distintos segmentos de esa sociedad en su época inicial,
sin olvidar los aportes que hicieron las generaciones que se sucedieron
en los distintos campos de la ciencia y la cultura para prestigiar a la
95
Familias platenses

ciudad y sus habitantes. Para alcanzar esa meta fue necesario profundi­
zar la investigación a través de una búsqueda incesante en los principa­
les repositorios documentales y, muy especialmente, en aquellos que
conservan antecedentes del proceso fundacional y del desarrollo
socioeconómico subsiguiente.

En tal sentido, cabe hacer notar que la información vol­


cada en los capítulos que anteceden y el siguiente proviene del diario
«El Día» (ediciones correspondiente a los años 1885-1900); de las actas
bautismales, matrimoniales y de defunción registradas en la Iglesia San
Ponciano entre 1884 y 1889; de los expedientes que se encuentran en el
Archivo Histórico de la Provincia; de los legajos del personal de la Ad­
ministración Pública bonaerense archivados en la Contaduría General
de la Provincia; y de la bibliografía referenciada que arrojó luz sobre
aquellos acontecimientos de mayor trascendencia, destacándose
especialmentalmente ciertos diccionarios biográficos que permitieron
considerar las actuaciones individuales más relevantes para el desarro­
llo de la región, aunque no es menos cierto que la principal fuente infor­
mativa ha sido -indudablemente- la obra del Arq. Alberto S. J. de Paula
(op. cit., capítulos IV, V y VI).

De esa manera se pudo desarrollar la idea central que


inspiró a este trabajo de investigación, ya que ese protagonismo social
permitiría reunir los elementos de juicio necesarios para identificar a los
grupos familiares que se radicaron en la ciudad de La Plata en los años
que siguieron a la etapa fundacional, como así también a los linajes que
se fueron estableciendo a lo largo de los años y a través de sucesivas
generaciones, incluyendo los vínculos resultantes de la institución ma­
trimonial, pues se trata de aspectos que merecen una especial considera­
ción por lo que cabe remitirse al capítulo siguiente.

96
Capítulo IV

LINAJES PLATENSES

En el capítulo precedente se consideraron las primeras


radicaciones que se verificaron en La Plata a partir del acto fundacional
cumplido en la memorable jornada del 19 de noviembre de 1882, cuando
el gobernador Dardo Rocha y sus principales colaboradores colocaron la
piedra fundamental en el centro geográfico de la ciudad que, según el
plano oficial, estaba localizado en la Plaza de la Municipalidad (actual
Plaza Moreno).

En los diecisiete meses que demandó la apertura y ni­


velación de calles; la construcción de los principales edificios públicos,
locales comerciales y viviendas permanentes; la ornamentación y arre­
glo de plazas y paseos públicos; la habilitación de los servicios esencia­
les; y la ejecución de las obras consideradas imprescindibles para ase­
gurar condiciones elementales para la convivencia social, quedaron ex­
puestos el enorme sacrificio y el esfuerzo desplegado por aquellos hom­
bres que desafiaron las inclemencias climáticas, la soledad y las priva­
ciones más elementales para hacer realidad ese ambicioso proyecto que
era, nada más ni nada menos, que la erección de la ciudad que tendría la
delicada misión de promover y asegurar la «unión nacional».

De acuerdo a lo expuesto, la afluencia de profesionales,


técnicos y obreros fue incesante, toda vez que era grande el atractivo de
la buena paga que se había previsto en el plan fundacional, lo que a su
vez generaba otras fuentes de trabajo y perspectivas halagüeñas para
encarar actividades comerciales por los servicios que demandaba el per­
Linajes platenses
sonal afectado a dichas obras para su subsistencia (hotelería, alimenta­
ción, vestuario, entretenimientos, etc.).

Sin embargo, esos alicientes naturales no tenían gran


significación, pues representaban condiciones poco duraderas para la
mayoría de esos primeros pobladores, ya que se había previsto que los
usufructuarios de esas obras serían finalmente los funcionarios y em­
pleados de la Administración Pública Provincial al quedar obligados a
radicarse en el lugar de prestación de los servicios de acuerdo al conte­
nido de la llamada ley de residencia.

Por consiguiente, al efectivizarse el traslado de los Po­


deres Públicos en abril de 1884 se produjo una suerte de recambio
poblacional, ya que una buena parte de los hombres que habían sumado
su esfuerzo en la etapa constructiva se fueron alejando gradualmente a
medida que finalizaban las obras principales, aunque ese retiro coincidió
con el arribo de importantes contingentes de nuevos habitantes, en co­
rrespondencia con la tardía radicación de oficinas o por la llegada de
inversores dispuestos a fijar su domicilio permanente con el propósito
de desarrollar actividades comerciales o productivas.

De los numerosos apellidos que identificaban a los pri­


meros habitantes de La Plata, según el desarrollo del capítulo preceden­
te, se rescatan aquellos portadores que siguieron residiendo en la ciudad
luego de la instalación de los organismos estatales, en una actitud que
desmentía el carácter que se había atribuído a aquellas radicaciones me­
diante una calificación peyorativa, pues se los consideraba «trabajado­
res golondrinas».

Entre esos trabajadores se encontraban calificados pro­


fesionales, técnicos, comerciantes y hasta obreros, que formaron su ho-
gar en La Plata y construyeron calificados linajes, ya sea por la proyec­
ción del propio apellido a la posteridad, por intermedio de descendientes
que lograron ascender en la escala social, o porque contribuyeron a for-
mar nuevos patronímicos por vía del matrimonio y mediante la conjun­
ción de los apellidos de ambos consortes.

Ejemplo de ello lo constituyen los grupos familiares crea­


dos por Juan Manuel Ortiz de Rozas, Benjamín del Castillo, Justo Ricardo
Dillon, Félix P. Sagastume, Vicente Isnardi, Mariano B. Saraví Blanco,
Luis Monteverde, Federico Isla, José E. Cisneros, Eduardo C. Miche,

98
Linajes platenses
Teodoro V. Granel, Luis Cerrano, Francisco Alconada, Diego J. Arana,
Carlos A. Fajardo, Adolfo E. Lascano, Antonio Ferreiroa, Joaquín López
Osornio, Francisco García Cortina, Godofredo Lozano, Rafael Pividal,
Tomás Ramella, Enrique Thougnon, Julio Sánchez Viamonte, Tomás Pla­
tero, Samuel Blake, Dalmiro Rossi, Julio Ringuelet, José M. Calderón,
José Añón Suárez, Antonio Fondevila, Mariano J. Paunero, Joaquín de
Urraza, Daniel Zappettini, Edmundo Vampa, Nicolás Soncini, José Berutti,
Antonio Almeida y Mariano Arau, entre otros.

Los apellidos derivados de uniones matrimoniales ven­


drían después de la instalación de las oficinas públicas y la consecuente
aplicación de la ley de residencia, circunstancia que respondía a la nece­
sidad de diferenciarse a nivel de otros grupos familiares con el indisimulado
propósito de jerarquizar la estirpe, de acuerdo a la costumbre que se
había impuesto en la aristocracia porteña. Para mejor ilustración, se ofre­
ce a continuación un comentario sintético de los linajes formados a partir
de esas radicaciones y de los vínculos matrimoniales que se fueron esta­
bleciendo en el segmento social más elevado, destacando -en cada caso­
los valores individuales que han dado lustre a cada grupo familiar:

Abella Muguerza: Esta familia fue creada por el Dr. Enrique Abella (1881­
1948), que fuera Director de la Asistencia Pública de La Plata entre 1921
y 1923, al contraer enlace matrimonial con Manuela H. Muguerza, de
cuya unión nacieron dos prestigiosos profesionales: los doctores Enri­
que y Jorge Alberto Abella Muguerza, quienes lograron la continuidad
del apellido por intermedio de sus respectivas descendencias.

Albina: Eusebio Albina y Carmen González fundaron una familia que


alcanzaría brillo en la sociedad platense por la actuación de sus descen­
dientes, habida cuenta que fueron los progenitores de los doctores
Eusebio (1891-1961) y Ricardo Francisco Albina (1896-1973), ambos con
destacada actuación en la Administración Pública y en el foro platense.
Un hijo del último de los nombrados, el Dr. Ricardo Mario Albina (1924­
1975), esposo -a su vez- de Susana Matilde Mendy, ejerció la presidencia
del Jockey Club de La Plata en la década del setenta.

Alconada Aramburú: Los primeros eslabones de esta dinastía corres­


ponden a don Francisco Alconada y doña Concepción Borrás, los pro­
genitores de Francisco Alconada (1877-1943), continuándola éste al for-
mar su hogar con María Carmen Aramburú, pues logró proyectar el ape­
llido compuesto por intermedio de sus hijos, los doctores Francisco,

99
Linajes platenses
Isidoro, Julio, Domingo Roque y Carlos Alconada Aramburú, destacados
exponentes en los campos de la docencia, la magistratura, la diplomacia
y la política en la segunda mitad del siglo XX, dadas las actuaciones que
tuvieron, el primero como Ministro Plenipotenciario en España, el segun­
do como Juez Camarista del fuero federal y los restantes en el foro
platense, en la cátedra universitaria y en la función pública.

Alconada Sempé - Alconada Magliano - Alconada Moreira: Constituyen


desprendimientos de la familia Alconada Aramburú en segunda genera­
ción, al formalizarse el casamiento de Isidoro Alconada Aramburú con
Dora Sempé Lenzi, siendo sus frutos los doctores Isidoro y Raúl Alconada
Sempé, que fueran -respectivamente- Subsecretario del Menor y la Fami­
lia y Vice Canciller en el orden nacional. Por su parte, Domingo Roque
Alconada Aramburú fundaba el linaje de los Alconada Moreira al con­
traer enlace con Marta Moreira, haciendo lo propio su hermano menor, el
Dr. Carlos Alconada Aramburú -ministro y legislador nacional en distin­
tas oportunidades- al dejar inaugurada una nueva estirpe tras su casa­
miento con Balbina María Magliano, emparentándose con la familia del
ex Presidente Raúl Ricardo Alfonsín en virtud del casamiento de una hija
de éste con Carlos Román Alconada Magliano.

Almeida - Almeida Curth: Del matrimonio que formalizaron el Dr. Anto­


nio Almeida y Ricarda Fajardo en la época fundacional nació Eleazar
Almeida, fundador de un nuevo linaje a través de su casamiento con
María Angélica Curth, naciendo de esa unión el Arq. Daniel Adolfo
Almeida Curth, Ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires
en 1962, quien se vincularía con otra familia tradicional al desposar a
María Antonieta Pividal, la hija de Wenceslao Pividal e Inés Rebagliati.

Alsina: Esta rama fue fundada por el Dr. Faustino Alsina (1852-1925) a
partir de su radicación cuando promediaba 1887, tras haber sido designa­
do Jefe de la Oficina de Tierras Públicas, desempeñándose más tarde
como Director del Banco Hipotecario Provincial (1888) y Director Conse­
jero de la Oficina de Agricultura del Ministerio de Gobierno bonaerense.
Celebró nupcias con Ladislada Carreras, naciendo de esa unión el Dr.
Eugenio Elías Alsina, quien dejó calificada descendencia en la que se
destaca el Esc. Eugenio Rafael Alsina, padre -a su vez- del Dr. Eugenio
Esteban Alsina en el marco de su matrimonio con María Celina Lozano.
Otra rama de aquel tronco es la que proviene del matrimonio que forma­
lizaron el Dr. Dalmiro E. Alsina (1847-1925) y Delia Medina Canedo, sien­
do uno de sus hijos el Dr. Juan José Alsina (1885-1969), que fuera Comi­
100
Linajes platenses
sionado Municipal de La Plata (1917-1919), Ministro de Hacienda de la
Provincia (1920) y Diputado Nacional (1936-1940).

Andrieu: La raíz de este caracterizado grupo familiar corresponde a la


pareja integrada por Marcelino Andrieu y Lea Robinet, quienes engen­
draron al Dr. Luciano M. Andrieu, destacado médico y profesor universi­
tario del medio platense como lo demuestran sus trabajos cientificos y su
larga trayectoria profesional, circunstancias que lo han llevado a ser
miembro de la Academia Nacional de Medicina. Al finalizar sus estudios
en la Universidad Nacional de Buenos Aires se radicó en La Plata, donde
formó un hogar ejemplar con Celina J. Linares, volcándose al sacerdocio
después de su viudez. Entre los descendientes más destacados de ese
matrimonio figura el Lic. Pedro Andrieu que ha trascendido en el campo
de la economía como consultor y docente de nivel internacional.

Aramburú - Aramburú Fonrouge - Aramburú Ball: Se trata de un linaje


construido por Isidoro Aramburú y Tecla Fonrouge, los progenitores de
los doctores Isidoro, Domingo y Julio Pedro Aramburú Fonrouge, co­
rrespondiéndole a este último formar una nueva dinastía a partir de su
matrimonio con Guillermina Ball Dessein, tal como quedó registrado al
inscribir a su primogénito, el Dr. Julio Isidoro Clementino Aramburú Ball,
quien se emparentó con otra tradicional familia al unirse a Marta Etelvina
Blomberg Pereyra. La metodología identificatoria empleada por quienes
sucedieron al fundador de la estirpe se basó siempre en el patronímico
original con el agregado del aporte femenino en cada unión matrimonial.

Arana: Uno de los primeros residentes de la ciudad de fundada por Dar-


do Rocha fue Diego Jacinto Arana (1850-1927), unido por un doble pa­
rentesco con aquel pues era -a la vez- su primo hermano y cuñado. Esta
figura consular de la sociedad platense registra una larga trayectoria en
el ámbito parlamentario, habiendo sido además fundador y presidente de
una de las entidades deportivas más antiguas de la ciudad: el Club de
Gimnasia y Esgrima La Plata. Se unió en matrimonio con Angela Ramari,
figurando entre sus descendientes el Dr. Alberto Belisario Arana (clase
1915) y la numerosa prole que éste tuvo con Sara Matilde Maderna.

Aristegui: Este grupo familiar se integró en oportunidad de formalizarse


el casamiento de Felipe Santiago Aristegui (1852-1893) con Manuela
Cavieces, de cuya unión nacieron -entre otros- el Dr. Raúl Aristegui (1890­
1934), que fuera Convencional Constituyente Provincial en 1934, y Vicenta

101
Linajes platenses

Aristegui, la esposa de uno de los primeros productores hortícolas de la


zona de Abasto: don Manuel Canalá Echeverría (padre).

Artola: Francisco Carlos Artola y María Raquel Blancá fueron los padres
de Miguel Angel Francisco Artola, siendo éste el continuador de la em­
presa fundada por su progenitor (Aserradero F.C. Artola y Cía.) y, al
mismo tiempo, miembro de importantes entidades empresarias (ACIMCO,
Cámara de Comercio de La Plata, Cámara de Importadores de la República
Argentina, Banco Comercial de La Plata, etc.), registrando también una
intensa actividad social, habida cuenta que fue directivo de APRILP, el
Rotary Club Internacional y el Instituto Cultural Argentino Británico.
Estableció vínculo matrimonial con María Raquel Pachano, una dama
perteneciente a otra familia tradicional de La Plata con quien tuvo una
calificada descendencia en la que figura Marta Artola, la esposa de quien
fuera Intendente de La Plata Dr. Miguel Blas Szelagowski.

Atencio: Un importante periodista, el señor Juan José Atencio (1870­


1918), fue uno de los destacados directores que tuvo el diario «El Día»
en sus primeros años de vida. Fundó una hermosa familia al contraer
enlace matrimonial con Luisa Cerrano, hija de quien fuera uno de los
pioneros en la producción de ladrillos y principal proveedor de las em­
presas que construyeron las obras civiles más importantes de La Plata.
Fruto de aquella unión fue el artista plástico Juan José Atencio (clase
1912), figurando también entre los descendientes de dicho matrimonio el
actual juez del fuero penal Dr. Guillermo Atencio.

Bacigalup Vértiz: José Bacigalup y Angela L. Vértiz se unieron en matri­


monio y fueron los padres del Dr. José Tulio Bacigalup Vértiz (1887­
1944), distinguido profesional que desempeñó importantes funciones en
la Administración Pública Provincial como Presidente del Banco Munici­
pal de Préstamos (1931-1932), Concejal y Presidente del Concejo Delibe­
rante de La Plata (1935-1936) y Contador General de la Provincia (1942­
1944). Del matrimonio que esta figura trascendente formalizó con María
Luisa Canedo Peró quedó una calificada descendencia que se emparentó
con otra familia de hondo arraigo en la sociedad platense al celebrar
nupcias uno de sus hijos, el Dr. Mario A. Bacigalup Vértiz, con Dolly
Sagastume.

Bauer: Del matrimonio formalizado por Guillermo Bauer e Ida Knye nació
el Ing. Conrado Bauer (1892-1978), produciéndose su alumbramiento en
La Plata, el 2 de abril de 1892, cuando no se había cumplido todavía la
102
Linajes platenses
primera década de la fundación de la ciudad. A la brillante actuación que
este último tuvo como docente universitario y funcionario público pro­
vincial se agregan sus valiosos aportes a ciertas manifestaciones socia­
les, toda vez que se destacó como dirigente deportivo al ejercer la presi­
dencia del Club Estudiantes de La Plata en el período 1934-1938. Formó
su hogar con Paulina Kutter y dejó una calificada descendencia, siendo
uno de los máximos exponentes el Ing. Conrado Ernesto Bauer tras ha­
ber cumplido funciones como Subsecretario (1962-1963) y Ministro de
Obras Públicas (1964-1966) en el ámbito provincial y Ministro de Bienes­
tar Social en el orden nacional (1968-1969), habiendo ejercido también la
titularidad de la Unidad Ejecutora del Estadio de La Plata.

Bernard: El matrimonio integrado por Tomás Bernard (1842-1911) y Ma­


ría Aguirre se instaló en La Plata poco después del traslado de la Admi­
nistración Pública, contándose entre sus descendientes el Esc. Tomás
Diego Bernard (1888-1966), quien construyó su hogar con Emma Lenci.
Este último, luego del prematuro fallecimiento de su esposa, volvió a
celebrar nupcias, esta vez con Victoria Altube, resultando una descen­
dencia que cobró relevancia merced a la trayectoria de su primogénito, el
Dr. Tomás Diego Bernard (clase 1919), en el campo profesional y en el
literario, destacándose también como docente en el ámbito universitario,
en la política y en la diplomacia, pues se desempeñó como Director del
Museo Histórico Nacional (1954-1955); Escribano General de Gobierno
(1973) y Ministro de Educación (1974-1975) en el orden bonaerense; Cón­
sul General Honorario de la República de Ecuador durante más de medio
siglo; y Director de la Fundación Argentina en la Ciudad Internacional
Universitaria de París-Francia, con rango de Ministro Plenipotenciario,
entre 1993 y 1997. De su matrimonio con Elena Rubianes Pellerano que-
dan sus hijos: el Dr. Tomás Diego Bernard (nieto), continuador de la
actividad notarial iniciada en 1923 por su abuelo homónimo y sucesor de
su padre en dicha representación consular; la Prof. María Elena Bernard
de Rezzónico; y el Dr. Claudio Joaquín Bernard, juez de la Cámara de
Apelaciones en lo Penal del Departamento Judicial de La Plata.

Boffi Boggero: Este grupo familiar se originó cuando Pedro Luis Boffi
contrajo enlace matrimonial con Enriqueta Amelia Boggero, de cuya unión
nació el Dr. Luis María Boffi Boggero, destacado jurisconsulto que inte­
gró la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil (1955-1958) y la Corte
Suprema de la Nación (1958-1966), quedando consolidado el nuevo pa­
tronímico al registrar el nacimiento de Luis Eduardo Boffi Boggero, fruto
de su matrimonio con Carmen C. Carri.

103
Linajes platenses
Berri: Se reconoce como fundador de esta dinastía a Carlos Berri (1859­
1931), uno de los primeros farmacéuticos de La Plata y miembro del Con­
cejo Deliberante Municipal, en calidad de Concejal, Vice Presidente 1º y
Vice Presidente 2º entre 1893 y 1901, además de Consejero Académico de
la Universidad de La Plata antes de que fuera nacionalizada y cuando el
Dr. Dardo Rocha ejercía el rectorado. Formalizó matrimonio con Cristina
Bolano, naciendo de esa unión Ricardo Froilán Berri (1897-1931), desta­
cado militante de la U.C.R. que llegaría a ocupar sendos escaños en el
Concejo Deliberante (1929-1930) y en la Cámara de Diputados Provincial
(1948-1951). Esa vocación por la militancia política recaería en los des­
cendientes del último de los nombrados en su matrimonio con Feliciana
Alejandra Pelayo, pues tanto el doctor Ricardo Alejandro Berri como el
agrimensor Carlos Fortunato Berri asumieron importantes compromisos
en distintas oportunidades, habida cuenta que aquel fue uno de los pri­
meros Presidentes del I.O.M.A. (1963-1966), desempeñándose más tarde
como Diputado Nacional (1983-1987), mientras su hermano menor se des­
empeñaba como Director de Geodesia en dos oportunidades (1963-1966
y 1983-1986) y Subsecretario de Planeamiento y Control de Gestión del
Ministerio de Obras y Servicios Públicos bonaerense (1986-1987), mien­
tras Miguel Berri -su otro hijo- se hacía cargo de la «Farmacia Berri»,
fundada por su abuelo y aún vigente aunque ya no pertenezca a la fami­
lia. En la cuarta generación de este linaje se repiten las actuaciones de
sus antecesores, toda vez que un hijo del último de los nombrados, el Dr.
Miguel Berri, ocupó una banca en el Concejo Deliberante (1991-1995),
ejerciendo luego la titularidad del comité radical platense, mientras el Dr.
Ricardo Alejandro Berri (hijo) heredaba de su padre la vocación por la
medicina, a diferencia de su hermana, María Susana Berri, que defendió
el ideario político de sus mayores en oportunidad de integrar el bloque
de concejales de la U.C.R.

Betti: En 1883, antes de la instalación de los Poderes Públicos en La


Plata, don Juan P. Betti fundaba una de las primeras empresas de servi­
cios fúnebres de la ciudad, la que aún se mantiene vigente gracias a la
continuidad que le han dado sus descendientes: José Francisco, Juan
Jorge y Juan José Betti. Por su parte, Luis Betti encabezaba otra rama e
iniciaba sus actividades empresarias adquiriendo el «Molino La Julia» a
comienzos del siglo XX. De su matrimonio con Juana Vilches descienden
dos destacados empresarios, ya que Luis Armando Betti (1908-1968) y
su hermano menor, Aurelio Hermes Betti, se encargaron de diversificar la
actividad comercial hasta convertirla en un verdadero emporio, especial-
mente después de fundar la vidriería «Unión Industrial S.A.» y, más tar­

104
Linajes platenses
de, al integrar el grupo que logró la consolidación del Banco Crédito
Provincial, retirándose del mismo antes de su ocaso y desaparición.

Bilbao La Vieja: Se trata de una familia de hondo arraigo en la ciudad de


Buenos Aires, considerando la actuación de Antonio Bilbao La Vieja
(1822-1884) como Consejero Municipal en 1871 y 1880. Un hijo suyo,
Antonio Gervasio Bilbao La Vieja, celebró nupcias con Edelmira Rosende
Mitre y se radicó en La Plata a comienzos de la década del noventa del
siglo pasado. En ese lugar nacieron sus hijos, Antonio A. y Jorge Roque
Bilbao La Vieja, quienes desarrollaron una intensa y calificada labor pro­
fesional; el primero en el campo de la construcción, como arquitecto,
llegó a ocupar el cargo de Director de Arquitectura del Mrio. de Obras
Públicas bonaerense (1933-1935), mientras su hermano -en su condición
de abogado- abrazaba la carrera judicial cumpliendo un derrotero que lo
llevó a ocupar los cargos de Secretario de Juzgado, Juez Federal y miem­
bro de la Cámara Federal de Apelaciones, funciones que desempeñó en­
tre 1918 y 1952 en su ciudad natal.

Calandra: Esta familia fue fundada por Victorio Calandra al contraer en­
lace matrimonial con Carmen Cano, siendo sus frutos Oscar y Carlos
Victorio Calandra, destacados funcionarios de la Administración Pública
bonaerense. El último de los nombrados celebró nupcias con Lía Inés
Bustamante, siendo los progenitores de los doctores Jorge, Ricardo y
Carlos Raúl Calandra, este último de larga actuación en el notariado
platense. Otro vástago de aquel tronco, Saúl «Toro» Calandra fue un
destacado futbolista del Club Estudiantes de La Plata que integró el
seleccionado nacional galardonado con la medalla de plata en los juegos
olímpicos de 1928 celebrados en Amsterdan (Holanda).

Calderón: El Dr. José María Calderón (1845-1901) se radicó en La Plata en


1893 por haber sido designado Procurador General de la Suprema Corte
de Justicia, habiendo ocupado anteriormente un escaño en la Conven­
ción Constituyente Provincial (1885-1889). En 1897 comenzó su labor
como catedrático y consejero académico de la Universidad Provincial de
La Plata, pasando a integrar simultáneamente la Suprema Corte de Justi­
cia. Abandonó esas funciones en 1899 en momentos que ejercía la Presi­
dencia del Tribunal Superior y a los efectos de asumir como Ministro de
Gobierno, encontrándose en ejercicio de esas funciones cuando se pro­
dujo su inesperado fallecimiento. Dejó una familia ejemplar conformada
por su esposa, Manuela Vinent, y sus hijos, José María y Arturo Calde­
rón, quienes también actuaron en la Administración Pública aunque sin

105
Linajes platenses
alcanzar el prestigio del fundador de la familia. El último de los nombra­
dos formalizó matrimonio con Zoraida Ferreiroa, naciendo de esa unión
el Dr. José María Calderón (1907-1991), quien llegó desempeñarse como
titular del Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires durante
el período 1966-1973.

Campodónico: Don Miguel Campodónico se radicó en La Plata a fines del


siglo pasado y lo hizo a efectos de instalar un molino harinero que muy
pronto se transformaría en el emporio industrial que aún perdura. De su
matrimonio con doña María Borzone nacieron varios hijos, destacándo­
se Lázaro Miguel y Roberto Campodónico como continuadores de la
empresa familiar. El último de los nombrados también se desempeñó como
dirigente deportivo, ya que ejerció la presidencia del Club de Gimnasia y
Esgrima La Plata en 1941, figurando entre sus descendientes el agrimen­
sor Roberto Miguel Campodónico, de larga actuación en la docencia
universitaria y destacado deportista en diferentes disciplinas, teniendo
en cuenta que se consagró campeón argentino de water polo (1939 y
1941) y campeón platense de natación (1949-1950).

Campos - Campos Otamendi: El linaje fundado por Martín Teodoro Cam­


pos (1800-1878) al unirse en matrimonio con María Luisa Benita López
Camelo dio una generación de militares que tuvieron destacada actua­
ción en las filas del Ejército Argentino y en la política, ya que sus hijos
varones abrazaron la carrera de las armas con distinto grado de avance,
a saber: Martín Benito (Coronel), Julio (Coronel), Luis María (General),
Manuel Jorge (General) y Pedro A. Campos (Teniente Coronel). De todos
ellos le correspondería al tercero formar una nueva estirpe al desposar a
Carmen Otamendi antes de radicarse en La Plata para cumplir importan­
tes funciones en el gobierno bonaerense, perdiendo la vida cuando de­
fendía sus ideales en la revolución del Parque en 1890. La consolidación
del apellido compuesto quedaría asegurada a través de sus hijos, ya que
Gaspar, Julio, Raúl, Alfredo, Alberto y Arturo Campos Otamendi, dejaron
suficiente descendencia.

Caro Betelú: Este patronímico se integró al celebrarse el casamiento de


Santiago Caro con Carmen Betelú, naciendo de esa unión el Dr. Raúl
Santiago Caro Betelú (1912-1989), quien registra una exitosa trayectoria
como funcionario público después de haber ocupado los cargos de Di­
rector General del Ministerio de Gobierno (1945), Interventor de la Muni­
cipalidad de Azul (1946), Comisionado Municipal de La Plata (1946), Fis­
cal de Estado (1947-1948 y 1952), culminando su actuación como Minis­

106
Linajes platenses

tro de la Suprema Corte de Justicia (1952-1955), al tiempo que ocupaba la


presidencia del Club Estudiantes de La Plata (1952-1953).

Cisneros: El fundador de la familia, José Eduardo Cisneros (1838-1896)


se había radicado en Tolosa antes de la fundación de La Plata, instalán­
dose luego en 1 esquina 37 con un comercio de ferretería y pinturería que
abarcó posteriormente otros rubros de la construcción. Integró el primer
Concejo Deliberante de la ciudad en 1891 y el grupo fundador de la Aso­
ciación Española de Socorros Mutuos. De su matrimonio con Angela
Salaberría nacieron tres hijas: Angela, Sofía y Clotilde, quienes formarían
prestigiosos linajes al contraer enlace con Samuel Saraví Hardy, Adriano
Díaz y Félix Guiñazú, respectivamente.

Cueto Rúa: Del matrimonio que integraban Angel Hermenegildo Cueto y


Angela Cirila Rúa nacieron el Dr. Guillermo Cueto Rúa, destacado médico
homeópata, y una figura trascendente a nivel nacional e internacional,
habida cuenta que el Dr. Julio Cueto Rúa fue un jurisconsulto de nota y
un calificado tratadista, autor de numerosos artículos doctrinarios que
fueron publicados en revistas jurídicas editadas en Argentina, Perú, Ve­
nezuela, Colombia, Méjico y E.E.U.U. Ejerció la docencia a nivel universi­
tario, actuando en la función pública como miembro de la Junta Consul­
tiva Provincial (1955) y Ministro de Industria y Comercio de la Nación
(1956). El apellido compuesto se consolidó gracias a la descendencia
masculina que dejó su matrimonio con María Noemí González Ramos,
personalizada en Julio Amancio y Guillermo Patricio Cueto Rúa.

del Carril: Promediaba la década del noventa del siglo XX cuando una
pareja de jóvenes, pertenecientes a dos familias tradicionales de la socie­
dad porteña, decidieron radicarse en la ciudad de La Plata por razones
laborales, ya que el jefe del hogar, Manuel Luis del Carril, había sido
designado Secretario del Senado provincial a mediados de 1897, pasan­
do luego a desempeñarse como Ministro de Hacienda (1921-1922). Tras
un breve intervalo ocupó una Vocalía en la Caja Popular de Ahorros
(1926-1927), funciones que resignó para asumir la presidencia del Banco
de la Provincia de Buenos Aires (1927-1930) hasta que reasumió como
titular de la cartera de Hacienda en 1930. De su matrimonio con Delia
Huergo nació el Dr. Emilio Donato del Carril, destacado dirigente radical
que ocupó una banca de Diputado Nacional (1946-1950), ejerciendo pos­
teriormente las funciones de Ministro de Hacienda (1958) hasta su ingre­
so a la diplomacia para hacerse cargo de las embajadas en E.E.U.U. y en
la O.E.A. entre 1959 y 1962.
107
Linajes platenses
della Croce: Se trata de una familia de hondo arraigo que reconoce dis­
tintas vertientes, considerando que del matrimonio integrado por Federi­
co della Croce y Carmen Gutiérrez nacieron Federico, Alfredo y Osvaldo
della Croce, prestigioso notario el primero y destacados abogados del
foro platense los restantes. Por su parte, Eduardo della Croce -hermano
del primero- formó su hogar con Concepción Marengo y fueron los pa­
dres de Eduardo e Irma della Croce, emparentándose ésta con otra familia
tradicional al casarse con Tomás R. García (1895-1952), hijo homónimo
del fundador, propietario y director del diario «El Argentino». Una terce-
ra línea la encabezaba Enrique della Croce, ofreciendo como característi­
ca principal la vocación artística de varios descendientes, tal como se
aprecia en la trayectoria de su hijo, el pintor Roberto della Croce, y la del
heredero de éste, el Dr. Roberto Horacio della Croce, que -sin perjuicio de
su actividad como abogado- se volcó a la producción literaria, desempe­
ñándose actualmente como Vice Presidente de la Sociedad Argentina de
Escritores (Seccional La Plata).

Díaz Cisneros: Uno de los profesionales que trabajó en la etapa final del
plan de obras fundacional fue el Ing. Adriano Díaz (1847-1927), quien se
radicó en La Plata cuando promediaba el año 1887. Poco tiempo después
estableció vínculos con la familia de un exitoso comerciante y activo
dirigente de la Asociación Española de Socorros Mutuos, don José Eduar­
do Cisneros, al formalizar matrimonio con una de sus hijas, Sofía Cisneros,
naciendo así una nueva estirpe que se emparentó con otra familia de
hondo arraigo, como la de los Saraví Cisneros, ya que este apellido com­
puesto se integró gracias al aporte de una hermana de su cónyuge. Fruto
de aquella unión fue el Dr. César Díaz Cisneros, destacado profesor uni­
versitario que llegó a ejercer la presidencia de la Suprema Corte de Justi­
cia bonaerense en 1939 tras una brillante carrera judicial. La proyección
del apellido compuesto quedó asegurada con la descendencia de los
restantes hijos varones del fundador del linaje: Adrián, Eduardo y Juan
Carlos Díaz Cisneros, ya que el nombrado en primer término no tuvo
descendencia masculina.

Dillon - Dillon Lavié: Un antiguo funcionario provincial, Juan Dillon


(1820-1887), fue el fundador de una dinastía que dejó figuras trascenden­
tes en la sociedad platense por la destacada actuación de algunos de sus
descendientes en la Administración Pública provincial. De su matrimo­
nio con María Wheland nacieron el Presbítero Patricio José Dillon (1841­
1889), que incursionó en la política entre 1880 y 1889 al ocupar sendas
bancas en la Cámara de Diputados (1880-1881) y en el Senado (1881­

108
Linajes platenses
1884), desempeñándose como Convencional Constituyente (1882-1889),
al igual que su hermano, Juan Dillon (1845-1900). Por su parte, otro des­
cendiente del fundador, el Ing. Justo Ricardo Dillon (1848-1923), formó
su hogar con Adriana Pizarro, siendo los padres del Cr. Justo Eduardo
Dillon, también con destacada actuación en el Sector Público ya que se
desempeñó como Sub Director General de Rentas (1916-1923) y Conta­
dor General de la Provincia (1935); en segundas nupcias desposó a Jose-
fa Ballesteros, naciendo de esa unión los contadores Juan y Rodolfo
Dillon, quienes habilitaron nuevos grupos familiares, ya que un hijo del
primero, Juan Francisco Dillon (1874-1932), se unió en matrimonio con
María Celina Lavié, descendiente -a su vez- de otro calificado exponente
de la sociedad platense: Juan Bautista Lavié (1852-1914), quedando con­
formado el linaje de los Dillon Lavié que se proyectó hasta el presente. El
otro representante de la tercera generación se casó con su prima, Victoria
Dillon, quedando como herederos los contadores Rodolfo Juan y Rafael
Alejandro Dillon. No sería ese el único casamiento entre parientes en ese
grupo familiar, ya que otro de sus descendientes, el aludido Cr. Justo
Eduardo Dillon, también contrajo enlace matrimonial con una prima: Cle­
mencia Leonor Dillon.

Escobar Sáenz: Este grupo familiar fue fundado por el Dr. Manuel Fenelón
Escobar (1866-1944), brillante jurisconsulto radicado en La Plata des­
pués de haber sido electo para ocupar una banca en el Senado Provincial
(1888-1902), pasando más tarde a integrar la Suprema Corte de Justicia
(1912-1919) en calidad de Vocal y Presidente durante tres períodos: 1912,
1917 y 1919. A poco de establecerse en la nueva capital bonaerense
desposó a Josefa Sáenz, hija del Dr. Dalmiro Sáenz (1849-1922), otra figu­
ra prominente del ámbito judicial como que había precedido a su yerno
en el máximo tribunal de justicia bonaerense (1887-1894). De esa unión
nacieron Julio Manuel Escobar Sáenz, que seguiría los pasos de sus
antepasados como Ministro (1946-1953) y Presidente de la Suprema Cor-
te (1947-1948), y su hermano menor, el abogado Alberto Escobar, que se
decidió por la carrera eclesiástica, ordenándose sacerdote en 1930 des­
pués de una intensa actividad profesional en el foro.

Etcheverry Sarrat: Del hogar integrado por don Ignacio Etcheverry y


doña Lucila Sarrat surgió un patronímico familiar que se proyectó en el
tiempo por intermedio de sus hijos varones. Una de las ramas la encabe­
zaban Rómulo Etcheverry Sarrat (1905-1953) y su esposa, Esther Larrosa,
quedando como descendientes de éstos Eduardo Rómulo, Esther Beatriz
y Horacio Jorge Etcheverry Sarrat. La otra rama se configuró a través de

109
Linajes platenses
Rodolfo Etcheverry Sarrat, de larga actuación al frente de la gerencia de
la Caja Popular de Ahorros (1935-1942) y como Presidente de la Comisión
Central de Abastecimiento Provincial (1943-1945). El último de los nom­
brados constituyó su hogar con Helena Carbonell, emparentándose con
otra tradicional familia platense, representada entre los primeros habi­
tantes por dos calificados funcionarios: Juan Antonio y Nicasio
Bernardino Carbonell.

Falabella: Antonio Falabella y Antonia Zabala fueron los fundadores de


una dinastía de hombres exitosos en la actividad comercial, habiéndose
destacado especialmente Gerónimo Falabella (1896-1946) y los descen­
dientes de su matrimonio con María Ofelia Iramain, en la que figura An­
tonio Ramón Falabella, importante personalidad de la banca platense en
mérito a su actuación como miembro del directorio del Banco Crédito
Provincial a partir de 1947, hasta que en 1963 mereció el honor de ser
nominado para ejercer la presidencia de esa entidad financiera, accedien­
do en 1968 a la titularidad de la Asociación de Bancos del Interior de la
República Argentina. Otra rama de la misma familia la encabezaba Miguel
M. Falabella, quien -además de desarrollar las mismas actividades empre-
sarias- cumplió funciones como Vocal de la Junta Provincial de Abasteci­
miento (1930-1932), llegando a ocupar una banca en el Concejo Delibe­
rante de la Municipalidad de La Plata durante dos períodos: 1932 y 1942­
1943.

Fonrouge: Los doctores Julio (1848-1908) y José Fonrouge (1854-1914)


se radicaron en La Plata a poco de instalarse los Poderes Públicos, que­
dando obligados a mantener su residencia debido a las responsabilida­
des propias de las actividades parlamentarias que ambos desarrollaban
desde mucho antes. En el caso del primero, cabe recordar que ocupó una
banca de Diputado Provincial desde 1874 hasta 1883, desempeñándose
posteriormente como Senador Provincial durante dos períodos: 1883­
1888 y 1906-1908) y Convencional Constituyente Provincial entre 1881 y
1889. De esa rama descendían los doctores Julio Alberto (1876-?) y Al­
berto Marcelo Fonrouge (1884-1929), ambos nacidos de su matrimonio
con María Larroque, siendo los continuadores de la actividad política
desarrollada por su progenitor, ya que ocuparon sendos escaños en la
Convención Constituyente de 1934 y en la Legislatura, como Diputado
(1922-1926) el primero y como Senador (1926-1929) el segundo. De la otra
rama, originada a partir del casamiento del nombrado en segundo térmi­
no con María Matilde Insiarte, nacieron José Miguel Fonrouge -Concejal
en 1917- y María Matilde Fonrouge, quienes establecieron relaciones de

110
Linajes platenses
parentesco con otras prestigiosas familias platenses, ya que celebraron
nupcias con Esther María Wilks y Justo Manuel Aráuz (1879-1930), res­
pectivamente.

Frangi: Es ésta una familia de hondo arraigo que logró forjar su bienestar
a partir de un trabajo fecundo, desarrollando así la empresa del rubro de
la alimentación que había fundado Luis Frangi en 1897 y que continuó en
primera instancia su hijo, Leonildo Cipriano Frangi, de quien desciende
una calificada y numerosa dinastía que se volcó -en parte- a los negocios
familiares representados por las panaderías «La Sonámbula» y «La Rosa»,
mientras el resto se dedicaba a las actividades profesionales en el sector
privado y en el público. Esto último ocurrió con el Cr. Hipólito Frangi,
elegido por voto popular para ejercer como Intendente Municipal de La
Plata en el período 1958-1962, actuación que se extendió hasta 1963 en
calidad de Comisionado Municipal, desempeñándose luego en funcio­
nes de elevada responsabilidad como Auditor de la Universidad Nacio­
nal de La Plata (1966-1968), Subsecretario de Industria y Comercio (1968­
1972) y Subsecretario de Trabajo (1970-1972), en forma simultánea, y
Presidente del Banco Municipal de La Plata (1987-1989). Su hermano
menor, el Cr. Alberto Marcelo Frangi, también se destacó como funciona­
rio público, recordándose su cometido como Contador Mayor de la Con­
taduría General de la Provincia (1956-1957), Vocal del Tribunal de Cuen­
tas (1958-1962 y 1966-1971), Administrador (1960) y Auditor de la Uni­
versidad Nacional de La Plata (1963) y Subsecretario de Finanzas (1974),
ejerciendo -además- la presidencia del Colegio de Graduados en Ciencias
Económicas de La Plata entre 1966 y 1968. En la cuarta generación se
rescatan las trayectorias de los contadores Marta Olinda y Héctor Frangi,
sobrinos de los anteriores y hermanos entre sí, habida cuenta de las
respectivas actividades que ambos cumplieron en la Contaduría General
de la Provincia y en la Dirección Provincial de Obras Sanitarias.

Freire Bustos: De acuerdo a lo señalado en el capítulo anterior entre los


primeros habitantes de La Plata figura Ignacio Freire (1836-1897), quien
había formado su hogar con Cristina Bustos, resultando así una descen­
dencia que fue reconocida por medio de un nuevo patronímico, conside­
rando la identificación que distinguía a sus hijos, Ignacio (1866-1942) y
Carlos Freire Bustos (1867-1941). El primero, de profesión agrimensor,
registra actuación en el sector público como Concejal de la Municipali­
dad de La Plata (1894) y Diputado Provincial (1900-1906), al igual que su
hijo homónimo que prestó servicios en el Consejo General de Educación
en calidad de Secretario (1922-1930).

111
Linajes platenses
Gascón Cotti: La familia Gascón ha dado varias figuras trascendentes,
tras la radicación de Manuel Gascón (1820-1888) a efectos de cumplir
funciones como Vocal del Monte de Piedad Municipal (1887-1888). Dos
homónimos suyos se destacaron en la Administración Pública, ya que
Manuel Gascón -hijo- (1850-1893) ocupó una banca de Diputado Provin­
cial entre 1888 y 1893, mientras su primogénito, Manuel Gascón -nieto-
(1872-?), hizo lo propio en el período 1906-1912, desempeñándose luego
como Senador Provincial (1912-1917). En la tercera generación aparece el
Cr. Alfredo Gascón (1890-1969), Sub Tesorero General de la Provincia en
el bienio 1942-1943 que inauguró un nuevo linaje al casarse con Sara
Esther Cotti de la Lastra, el cual adquirió relevancia merced a la actuación
profesional de su hijo, el Dr. Alfredo J. Gascón Cotti, quien proyectó el
apellido compuesto a través de su descendencia masculina.

Gnecco: Es ésta una familia que encuentra su origen en el matrimonio


que formalizara Emilio Gnecco con Fernanda Machado, habiendo ganado
prestigio en la ciudad de las diagonales y en el orden nacional gracias a
la brillante trayectoria de algunos descendientes. La primera actuación
relevante corresponde al Dr. Manuel Florencio Gnecco (1867-1933) al
ocupar el cargo de Oficial Mayor de Hacienda (1894-1897), pasando lue­
go a cumplir funciones de singular importancia, a saber: Diputado Pro­
vincial (1898-1904), Ministro de Gobierno (1904-1906), Fiscal de Estado
(1906-1914), Ministro (1914-1918) y Presidente de la Suprema Corte de
Justicia (1918), finalizando su actuación pública como Diputado Nacio­
nal (1924-1930). Se unió en matrimonio con Rosa Ves Losada y fueron los
padres del Dr. Manuel Eduardo Gnecco, que también registra actuación
política en calidad de Diputado Provincial (1941-1943). Otro hijo del fun­
dador de la familia, el Dr. Emilio Francisco Gnecco (?-1928), encabezó una
rama que alcanzó ribetes significativos en la sociedad platense a partir
de la trayectoria del jefe de la familia en la función pública, especialmente
por su labor como Diputado Provincial (1911-1917), Vocal del Monte de
Piedad Municipal (1912-1915) y Concejal de la Municipalidad de La Plata
(1921-1924). La jerarquía del apellido se acrecentó al haberse emparenta­
do con otras familias tradicionales de La Plata debido a las uniones matri­
moniales que sus hijos, Emilio (1908-1981), María Rosa y Jorge Gnecco
(1923-1995), establecieron con María Esther Sempé Rébora, Emilio G.
Molina Carranza y María Elena Tapia, respectivamente. El primero de los
nombrados elevó el prestigio del linaje merced a la actividad desarrollada
en el campo profesional como profesor universitario a lo largo de cuatro
décadas (1928-1968) y también por los servicios prestados en el sector
público, tanto en su condición de médico cirujano (1934-1959) y director

112
Linajes platenses
del Instituto General San Martín de La Plata (1960-1968) como por haber
ejercido los cargos de Sub Director (1942) y Director General de Higiene
(1942-1943), sin olvidar su prolongada gestión como Presidente del Joc­
key Club de La Plata (1959-1968), destacándose en la tercera generación
un hijo suyo, el Dr. Emilio P. Gnecco, como abogado del foro platense y
Ministro de la Suprema Corte de Justicia Provincial (1979-1983).

Guido Lavalle: El origen de este un linaje se ubica en la figura del Brig.Gral.


Tomás Guido (1788-1866) y su esposa, doña Pilar Spano, quienes pro­
crearon a una figura consular de la cultura nacional, habida cuenta de la
actuación trascendente que tuvo el poeta e historiador Carlos Guido y
Spano (1827-1918), fiel custodio de los tesoros documentarios del país
por haber ejercido durante cuarentitrés años ininterrumpidos la titulari­
dad del Archivo General de la Provincia de Buenos Aires (1875-1884) y
de su similar de la Nación (1884-1918) hasta el momento de su desapari­
ción física. Formalizó matrimonio con Micaela Lavalle y de esa manera
favoreció el nacimiento de un linaje que tuvo relevancia gracias a la
actuación profesional de su primogénito, el Dr. Ricardo Guido Lavalle
(1871-1933) y la descendencia de éste en su matrimonio con su prima,
Manuela Guido. Esta importante figura trascendió por la labor desplega­
da como Fiscal de Estado (1904-1906), Diputado Nacional (1906-1910) y
Juez Federal (1910-1912). El patronímico instaurado por sus progenitores
se proyectó en el tiempo por intermedio de sus hijos, Ricardo y José
Alberto Guido Lavalle, quienes establecieron vínculos familiares con dos
familias de hondo arraigo en el medio platense, pues desposaron a Matilde
Gambier y Alcira Campos, respectivamente. La otra rama de aquel tronco
estuvo representada por el Cnel. José Tomás Guido (1818-1890), aunque
éste -a diferencia de su hermano menor- prefirió presentarse en público
utilizando solamente el apellido paterno.

Herrero Ducloux: Este linaje se formó a partir del casamiento que forma­
lizaron Andrés Herrero y Estefanía Ducloux, los padres del Dr. Enrique
Herrero Docloux, quien constituyó su hogar en La Plata al desposar a
María Luisa Fonrouge Larroque, hija del Dr. Julio Fonrouge (1848-1908) y
nieta del educador Dr. Alberto Larroque (1819-1881). De esa unión matri­
monial nació el Dr. Kelvin Mario Esteban Herrero Ducloux (1910-1996),
distinguido médico cirujano y músico de fama internacional, quien tam­
bién estableció parentesco con otra familia tradicional del medio platense
al celebrar nupcias con María Amelia Alsina Aramburú, quedando pro­
yectado a la posteridad el patronímico familiar a través de sus herederos
varones: Kelvin Enrique, Juan José y Juan Cristian Herrero Ducloux.

113
Linajes platenses
Ibáñez Frocham: Se trata de una familia originada en la unión matrimonial
que establecieron Manuel Esteban Ibáñez y Josefina Frocham, quienes
instituyeron el nuevo patronímico al registrar el nacimiento de su hijo
mayor como Manuel Alberto Ibáñez Frocham, a quien le correspondió
consolidar el linaje a través de la descendencia que tuvo con Rogelia
Acuña. Sería el Dr. Manuel María Juan Ibáñez Frocham -el primogénito­
el encargado de darle lustre al apellido merced a su destacada actuación
en la Administración Pública Provincial y, particularmente, en la magis­
tratura, tanto al ocupar el cargo de Secretario de la Suprema Corte de
Justicia (1930-1943) como cuando pasó a desempeñar sendas vocalías en
las Cámaras de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mercedes (1943­
1944) y La Plata (1944-1954). Por vía matrimonial se emparentó con una
antigua y prestigiosa familia platense, ya que desposó a María Angélica
Escobar Sáenz, hija del Dr. Manuel Fenelón Escobar (1866-1944) y nieta
de otro jurisconsulto de nota, el Dr. Dalmiro Sáenz (1849-1922). De esa
unión quedaron cinco hijos varones: Manuel Jorge, Guillermo Hernán,
Luis Gustavo, Horacio Raúl y Carlos Alberto Ibáñez Frocham, quienes
proyectaron el apellido compuesto hasta los días que corren por interme­
dio de una nutrida descendencia.

Juliánez Islas: Este patronímico deviene del hogar formado por Julio
Juliánez al unirse en matrimonio con Dolores Islas, quedando consagra­
do el mismo a través de sus descendientes, ya que fueron los padres del
Dr. Julio Juliánez Islas (1874-1944), de larga actuación en el foro platense
y en la Administración Pública, toda vez que ocupó el cargo de Fiscal de
Estado (1922-1926). Este descendiente de aquel tronco celebró nupcias
con Adela Lavié, hija de Juan Bautista Lavié (1852-1914), un habitante de
La Plata desde la primera hora y cabeza de una de las familias de mayor
arraigo en la ciudad de las diagonales, quedandole la responsabilidad de
proyectar el apellido compuesto a sus descendientes. También tuvo rele­
vancia la actuación de Lola Juliánez Islas -su hermana- en el campo de la
cultura, aunque en su caso no existió contribución alguna para mantener
la estirpe familiar dado que falleció sin haber sido desposada.

Korn Villafañe: Una de las figuras prominentes de la ciudad ha sido -sin


duda alguna- el Dr. Alejandro Korn (1860-1936), pues a su actuación
como médico y filósofo que contribuyó a preservar la salud física y espi­
ritual de los platenses desde el consultorio y la cátedra, se agrega la
actividad política que desarrolló desde las filas del socialismo, siendo
protagonista del desarrollo comunitario desde sus bancas de Diputado
Provincial (1894-1897) y Concejal Municipal (1917). Constituyó su hogar

114
Linajes platenses
con María Cristina Villafañe, fundando una estirpe prestigiada por los
aportes doctrinarios en el campo del derecho de su primogénito, el Dr.
Adolfo Korn Villafañe (1894-1958), especialmente cuando expuso su teo­
ría de la República Representativa Municipal. También se destacó en el
quehacer político su hijo menor, Guillermo Korn (1902-?), al desempeñar­
se como Concejal Municipal (1932-1933) y Diputado Nacional (1934-1938),
acompañando a su padre en una actitud principista que los llevó a resig­
nar las bancas de Convencional Constituyente Provincial que ambos
obtuvieron en 1934 por decisión del electorado. A diferencia de su her-
mano mayor prefirió conservar el apellido simple que había introducido
al país su abuelo paterno, el Dr. Carlos Adolfo Korn (1820-1902).

Lascano: Una figura señera de La Plata ha sido el Dr. Adolfo Eduardo


Lascano (1857-1917), toda vez que desarrolló una importante actividad
en el foro platense y en el sector público, especialmente cuando debió
cumplir funciones como Vocal del Consejo General de Educación (1893),
Intendente Municipal (1894-1895), Consejero Académico de la Universi­
dad Provincial (1897-1899) y miembro del Concejo Deliberante (1899),
cerrando su actuación cuando fue convocado para hacerse cargo de la
comuna platense en 1902. Con su esposa, Clara García Vieyra, encabeza­
ron una rama que dió una sucesión de juristas de gran trayectoria, habida
cuenta que de esa unión matrimonial nacieron los doctores Adolfo, Raúl
y Ramón Lascano, destacados exponentes de la magistratura y de la
Administración Provincial, toda vez que el primero cumplió una larga y
meritoria actuación como Juez Federal de Mercedes (1924-1930), pasan­
do luego a ejercer como Camarista Federal hasta 1949, desempeñándose
sus hermanos como Vocal del Consejo General de Educación (1943-1945)
e Inspector General de Sociedades Jurídicas (1929-1930), respectivamen­
te. Los descendientes de los nombrados siguieron los pasos de sus ma­
yores, toda vez que el Dr. Adolfo Eduardo Lascano -hijo del primero en
su matrimonio con Angélica González Arzac- integró el directorio de Y.P.F.
entre 1964 y 1966, mientras su primo Julio Raúl Lascano -hijo del nombra­
do en segundo término- también abogado, fue Ministro de Educación y
Cultura bonaerense en e1 período 1980-1983. La otra rama de la primera
generación quedó habilitada cuando David Lascano desposó a Dolores
Cornejo, siendo sus frutos los doctores Horacio José (1883-?) y David
Lascano (1886-1950), calificados profesionales del derecho,
emparentándose este último con otra familia de notables jurisconsultos
al desposar a Celina Sánchez Viamonte, hija del Dr. Julio Sánchez Viamonte
(1856-1931) y hermana de los doctores Julio Marcelino (1888-1953) y Car­
los Sánchez Viamonte (1892-1972).

115
Linajes platenses
Lavié: El prestigio que obtuvo Juan Bautista Lavié (1852-1914) por su
actuación en el gobierno bonaerense, en calidad de Oficial Mayor de
Obras Públicas (1888-1892) y de Hacienda (1898-1902), como así también
por la labor desplegada desde su banca de Diputado Provincial (1892­
1893), se proyectó a la familia que fundó al casarse con Adela Novillo,
cobrando relieve al emparentarse sus hijos con prestigiosas familias
platenses, pues además de la relación ya comentada, que lo unía a la
estirpe de los Dillon Lavié, se convirtió en consuegro del Dr. Dardo Ro­
cha (1838-1921) debido al matrimonio celebrado por su hija, María Luisa
Lavié, con el único hijo varón del fundador de la ciudad, Juan José Car­
los Jacinto Dardo Rocha (1874-1944), que ocupara el cargo de Comisio­
nado Municipal en 1940 y 1941. La proyección del apellido fue obra de su
hijo, el Dr. Manuel María Lavié, conocido magistrado que tuvo el honor
de presidir el Club Estudiantes, toda vez que de su matrimonio con María
Angélica Rivera nacieron María Angélica y María Adela Lavié, además
del Dr. Juan Manuel Lavié, destacado juez de primera instancia y cama­
rista del fuero civil y comercial, al igual que su hijo homónimo que se
desempeña actualmente como titular del Juzgado Civil y Comercial nº 12
del Departamento Judicial de La Plata.

Mallo Huergo - Mallo Rivas: Esta familia se formó cuando Martín Germán
Mallo (1866-1934) se unió en matrimonio con Mercedes Justina Huergo,
quedando habilitado un linaje calificado por su actuación como Vocal del
Consejo General de Educación en el bienio 1892-1893 y por la actividad
de sus descendientes. Un especial reconocimiento merecen las contribu­
ciones efectuadas por sus vástagos en el campo de la medicina y del
derecho, aunque cabe hacer notar que no todos los hijos de ese matrimo­
nio adoptaron el apellido compuesto para identificarse, ya que el Dr.
Alberto Ignacio Mallo -Director General de Higiene durante 1930 y 1931­
y su hermano, el Dr. Enrique Mallo, utilizaron el apellido paterno para
presentarse en el respectivo ámbito de actuación, quedando la proyec­
ción del apellido compuesto a cargo de los restantes representantes de la
misma generación, a pesar de las diferencias de estilo, ya que Martín y
Ricardo Mallo Huergo habilitaron sendas ramas conservando el apellido
compuesto al registrar a sus respectivos hijos: Mario Martín, Ricardo V.
y Eduardo Mallo Huergo, a diferencia del otro hermano, Augusto Luciano
Mallo Huergo, que dejó instalado un nuevo linaje al inscribir con un
nuevo patronímico al fruto de su matrimonio con Carmen Felicia Rivas
Argüello, tal como se aprecia en la filiación del Dr. Augusto Mallo Rivas,
destacado profesional del foro local y actual decano de la Facultad de
Derecho de la Universidad Católica.

116
Linajes platenses
Mendoza Peña: Esta familia se constituyó al formalizarse el casamiento
de Benito Mendoza con Angela Julia Peña, siendo uno de sus frutos el
Dr. Isidro Mendoza Peña, distinguido médico platense que desarrolló
una intensa actividad profesional en la Universidad Nacional, desempe­
ñándose también como titular del Instituto General San Martín (ex-Hos-
pital Policlínico de La Plata). Celebró nupcias con Angela Julia Cafferata,
naciendo de esa unión Eduardo Isidro Mendoza Peña, quién proyectó el
apellido compuesto junto con los descendientes de otras ramas.

Mercader: La radicación del matrimonio formado por Miguel Angel Mer­


cader (1863-1933) y Dolores Galván en La Plata significó la creación de
una estirpe que ganó prestigio en distintos círculos de la sociedad por
las actividades que desarrollaron sus descendientes a lo largo de un
período cercano a las nueve décadas, considerando que el jefe de la
familia comenzó su actuación en 1913 como Sub Director de la Oficina
Química. Sus hijos, los doctores Amilcar Angel (1896-1967) y Emir Eduar­
do Mercader (1900-1964) se destacaron en el ejercicio de sus respectivas
profesiones de abogado y médico, cobrando relieve la actividad que
desplegaron en el escenario político provincial y nacional, ya que el
primero cumplió funciones como Oficial Mayor de Gobierno (1921-1922),
Presidente del Tribunal de Cuentas Provincial (1924-1930) y Convencio­
nal Constituyente Nacional (1949), ocupando su hermano menor una
banca de Diputado Nacional durante dos períodos parlamentarios: 1940­
1943 y 1948-1952. Por su parte, los descendientes del primogénito en su
matrimonio con Evelina Ocampo lograron prestigiar el apellido en el ám­
bito judicial y, también, en los campos de la cultura y la política, ya que el
Dr. Miguel Amilcar Mercader integró la Suprema Corte de Justicia bonae­
rense entre 1983 y 1997, mientras su hermana -Marta Evelina Mercader
de Sánchez Albornoz- se destacaba por la producción como escritora
que firmaba con su nombre literario (Marta Mercader), habiendo desem­
peñado también funciones en el sector público como Directora Provin­
cial de Cultura (1963-1966) y Diputada Nacional (1991-1995).

Molla Villanueva - Molla Petrocelli - Molla Servente: El Dr. Esteban


Molla Catalán (1851-1918) fue uno de los primeros médicos que se insta­
laron en La Plata poco después de su inauguración, constituyendo un
grupo familiar que se identificó por un nuevo patronímico al cobrar rele­
vancia las actuaciones de sus hijos, los doctores Esteban y Mariano
Molla Villanueva (1883-1949), nacidos en el marco de su matrimonio con
Elena Villanueva Pieres. El último de los nombrados ha sido reconocido
por su labor como Director General de Escuelas a lo largo de dos perío­

117
Linajes platenses
dos: 1940-1941 y 1943-1944. Distintos casamientos de sus descendientes
fueron forjando nuevos linajes que tuvieron el reconocimiento de la so­
ciedad no obstante la predisposición demostrada al integrar el apellido
compuesto anexándole al patronímico original el apellido que aportaba la
rama materna, tal como ha resultado con las familias Molla Petrocelli y
Molla Servente, la primera originada tras los esponsales de Esteban Molla
Villanueva con Felisa Petrocelli, resultando la otra de la unión matrimo­
nial celebrada por un hijo de éstos, el Dr. Esteban Molla Petrocelli, con la
benefactora María Luisa Servente.

Monteverde: La radicación del Ing. Luis Monteverde (1859-1925) se pro­


dujo seis meses después del traslado de los Poderes Públicos, conside­
rando que en noviembre de 1884 inauguró su carrera como funcionario al
ocupar el cargo de Secretario del Depto. de Ingenieros, pasando luego a
desempeñarse como Concejal (1890-1891), Diputado Provincial (1891-1892
y 1894-1896) y Consejero Académico de la Universidad Provincial (1897­
1905). A fines de 1897 volvió a incorporarse al Concejo Deliberante como
Edil, ejerciendo el cargo de Intendente Municipal desde el 17 de septiem­
bre de 1898 hasta el último día de 1899, con la salvedad de haber cumpli­
do esas funciones al tiempo que ocupaba una banca de Senador Provin­
cial (1898-1902). Posteriormente se dedicó a diferentes actividades em­
presarias, recordándose la sociedad que formó con su hermano, Santia­
go Monteverde, para explotar el servicio de tranvías a caballo hasta que
transfirieron la concesión a don Juan F. Tettamanti en 1909. Mientras
tanto, su carrera política continuaba en alza, de manera que a nadie extra­
ñó su nominación y posterior elección para ocupar el cargo de Vice Go­
bernador durante el período 1918-1921, pasando a ejercer la primera ma­
gistratura provincial en mayo de 1821 a efectos de completar el período
gubernativo interrumpido por la renuncia del gobernador José Camilo
Crotto. Su actuación pública se cerró con motivo de su fallecimiento,
cuando integraba la Comisión del Museo de Bellas Artes en forma hono­
raria (1923-1925), al tiempo que ocupaba un escaño en la Cámara de Dipu­
tados de la Nación (1924-1925). Formó su hogar con Teresa Bucccicardi,
de cuya unión nacieron Luis y Ricardo Alejandro Monteverde, quienes
tendrían destacada actuación en el medio platense durante la primera
mitad del siglo XX, habida cuenta que el primero acompañó a su padre en
la gestión gubernativa como Secretario General de la Gobernación (1921­
1922), mientras que el segundo se mantendría alejado de la función públi­
ca por haberse dedicado al ejercicio profesional en el campo de la medi­
cina al igual que su hijo, el Dr. Ricardo Luis Monteverde.

118
Linajes platenses
Oyhanarte: Del matrimonio formado por Juan Oyhanarte y María Hegoburu
surgieron dos figuras notables de la sociedad, considerando la actua­
ción de los hermanos Horacio B. (1885-1946) y Raúl Francisco Oyhanarte
(1889-1942) como representantes del pueblo en el Congreso Nacional
entre 1914 y 1930, desempeñándose el primero como Canciller durante la
presidencia de Hipólito Yrigoyen. Por su parte, los hijos del segundo
también se destacaron en el Sector Público, siendo relevante la actua­
ción del Dr. Julio Oyhanarte como Ministro de Justicia y miembro de la
Corte Suprema de la Nación, al tiempo que su hermano, el Dr. Raúl Horacio
Oyhanarte integraba el Tribunal Fiscal de Apelación Provincial entre
1958-1979, ejerciendo repetidas veces la presidencia del cuerpo. Otro
vástago del mismo tronco, Rodolfo Oyhanarte, se volcó al campo cultu­
ral al ocupar el cargo de Secretario General de la Universidad Nacional de
La Plata (1939-1955), desempeñándose también en la Dirección General
de Escuelas en calidad de Sub Director de Bibliotecas (1950-1955) y Di­
rector de Cultura, Bibliotecas y Publicaciones (1955).

Pérez Aznar: Este patronímico se originó tras el casamiento de Serafín


Pérez y Sabina Aznar, siendo los padres del Dr. Ataulfo Serafín Pérez
Aznar (1910-1994) que tan destacada labor cumpliera en la docencia uni­
versitaria y en la función pública. Cabe recordar especialmente su actua­
ción como Rector del Colegio Nacional de La Plata (1955-1956) y catedrá­
tico de las Universidades Católica Argentina y Nacionales de La Plata,
Buenos Aires y Mar del Plata a lo largo de cuatro décadas, sin olvidar la
actividad que desarrolló cuando le tocó ocupar una banca en la Cámara
de Diputado Provincial (1946-1947), adquiriendo mayor relevancia sus
posteriores desempeños como Convencional Constituyente Nacional
(1949), Ministro de Educación bonaerense (1958-1961) y Senador Nacio­
nal (1961-1962). Su matrimonio con Serapia Zulema Zenín dejó suficiente
descendencia masculina para asegurar la continuidad del linaje.

Puleston: Se trata de una familia de origen inglés que se radicó en La


Plata, a fines del siglo XIX, con el objeto de administrar los intereses de
empresas británicas en la respectiva zona de influencia. Los fundadores
del linaje en tierra argentina, Sidney Herbert Puleston y su esposa, Bertha
Rae, fueron los progenitores de Reginald Wykcham Puleston quien sería
el continuador de las actividades empresariales y diplomáticas que ha­
bían desarrollado sus antepasados, habida cuenta que la representación
consular de Gran Bretaña reconoce una añeja tradición en el accionar de
esta familia. En efecto, Edward Thomas Puleston se hizo cargo de la
delegación británica en la Argentina hace más de un siglo, transmitiendo

119
Linajes platenses
el mandato a sus descendientes, el nombrado Sidney Herbert Puleston
primero, y más tarde, a Wilfred Winschester Puleston y a la esposa de
éste, Mary Osborn, hasta que en 1960 recoge el testimonio Reginald
Wykcham Puleston, al principio como Vice Cónsul y desde 1967 en cali-
dad de titular de la representación consular. El último de los nombrados
celebró nupcias con Nélida Tomatis, dejándole a Frederick Reginaldo
Puleston -su hijo- la responsabilidad de conservar el apellido en esta
parte del mundo, junto con los representantes de la rama encabezada por
Dick Puleston, Vice Cónsul de Noruega en La Plata.

Ringuelet: El Ing. Augusto Ringuelet (1829-1915), fundador de esta es­


tirpe, se radicó en La Plata en la última década del siglo XIX, haciéndolo
a efectos de incorporarse al plantel profesional del Depto. de Ingenieros,
donde compartió tareas con su hijo, el Ing. Julio Ringuelet (1855-1937),
que por entonces se desempeñaba como Director de Ferrocarriles. Este
último contrajo enlace matrimonial con Marta Seurot, siendo los padres
de Augusto Esteban, Valberg Esteban y Emilio Mario Julio Ringuelet,
quienes habilitaron ramas de igual jerarquía gracias a la actuación de sus
respectivos descendientes, entre los que figuran el Ing. Agr. Julio Alber­
to Ringuelet, que fuera Director de Colonización en el período 1949-1952;
el Dr. Raúl Adolfo Ringuelet, distinguido profesor de la Facultad de Cien­
cias Naturales (U.N.L.P.); y el Agr. Emilio Alberto Ringuelet, con actua­
ción a nivel internacional como experto en planeamiento urbano y regio­
nal, a quienes les correspondería asegurar la continuidad del linaje al
dejar todos ellos suficiente descendencia masculina.

Ripa Alberdi: Del matrimonio integrado por Timoteo Ripa y Felisa Alberdi,
nacieron -entre otros- dos figuras que trascendieron en el medio plantense:
el Cr. Vicente Ripa Alberdi (1892-?) y el malogrado poeta Héctor Ripa
Alberdi (1897-1923). El primero se desempeñó como Sub Intendente Ge­
neral de Suministros e Inspección de Prisiones entre 1925 y 1930, siendo
convocado en 1945 para ocupar el cargo de Subsecretario de Hacienda.
De su matrimonio con Lía Humet nació el Ing. Mario Augusto Ripa, quien
ejerció las funciones de Administrador General de Vialidad en el período
1983-1987. Otros vástagos de aquel tronco fueron Pedro, Carlos, Abel y
Néstor Ripa Alberdi, correspondiéndole a este último la continuidad del
linaje a través de la descendencia que tuvo con su prima, Carolina Alberdi,
habiéndose destacado por su actuación el Dr. Roberto Carlos Ripa Alberdi,
actual Fiscal de Estado Adjunto según el nombramiento efectuado por el
gobernador Alejandro Armendáriz en 1983. La única representante del
sexo femenino en la segunda generación, Sara Ripa Alberdi, unió su

120
Linajes platenses
destino al de José Esteban Lazzarini, siendo los progenitores de dos
prestigiosos profesionales del foro platense: los doctores José Luis y
Rafael Lazzarini, los cuales registran una importante trayectoria en la
política a favor de una prolongada militancia en las filas del
conservadorismo. Cabe recordar que el primero de los nombrados ocupó
una banca de Diputado en el Congreso Nacional entre 1973-1976, habien­
do integrado la Convención Constituyente que sancionó en 1994 la Cons­
titución Provincial vigente.

Ripa Krause: El origen de este grupo familiar coincide con el que diera
lugar al linaje de los Ripa Alberdi, toda vez que su fundador, Eduardo
Ripa (1903-1940) era hermano de Timoteo Ripa, habiéndose integrado el
nuevo patronímico cuando aquel celebró nupcias con Lía Alicia Krause.
De esa unión nacieron Sergio Esteban, Eduardo Kelvin, Jorge David y
Ricardo Esteban Ripa Krause, desempeñándose el segundo de los nom­
brados como Sub Director de Recursos del Ministerio de Economía bo­
naerense en 1965 y 1966, prestando servicios posteriormente en diversas
corporaciones internacionales hasta que regresó al país en 1981 para
hacerse cargo de la presidencia del Banco Municipal de La Plata por
espacio de dos años. Por su parte, Jorge David Ripa Krause obtuvo el
título de Contador Público Nacional al igual que su hermano mayor, ha­
biéndose radicado en Venezuela después de haber cumplido funciones
de responsabilidad en la Provincia de Río Negro y en la Organización de
Estados Americanos, ejerciendo en la actualidad como consultor inter­
nacional en materia de organización gubernamental.

Rivarola: Los hermanos Rodolfo (1857-1942) y Enrique Esteban Rivarola


(1862-1931) se radicaron en La Plata a poco de instalarse los Poderes
Públicos, desarrollando ambos una brillante carrera: uno en el ámbito
judicial y el otro en los campos de la educación y la política. En el caso
del primero consta su actuación como Secretario (1888-1890), Procurador
General (1890) y Conjuez de la Suprema Corte de Justicia (1908-1915),
mientras que al segundo se lo recuerda por haber integrado el Consejo
General de Educación en 1893 y 1894, desempeñándose más tarde como
Diputado Provincial (1894-1896) y Presidente del Tribunal de Cuentas
(1898-1911). Del último de los nombrados descienden dos destacados
profesionales del derecho: el Dr. Enrique Esteban Rivarola, que se volcó
de lleno a la carrera diplomática y llegó a desempeñarse como embajador
en la Unión Soviética (1958-1959) y representante argentino ante la Orga­
nización de Estados Americanos (1960-1962), y el Dr. Víctor Enrique
Rivarola, que cumplió importantes funciones en la Administración Públi­

121
Linajes platenses
ca Provincial como Secretario General de la Gobernación (1943) y Minis­
tro de Obras Públicas (1945).

Ruiz de Galarreta: El matrimonio integrado por Juan Ruiz de Galarreta y


Lucía Chabás se radicó en La Plata en la primera década del siglo XX. De
ese tronco nacieron los doctores Héctor Jaime y Juan Lucio Ruiz de
Galarreta, quienes aseguraron la continuidad del apellido a través de
suficiente descendencia masculina. Cabe recordar que en la tercera ge­
neración figura un hijo homónimo del último de los nombrados, quien
registra actuación en la Administración Provincial y en el foro platense.

Sánchez Viamonte: Este grupo familiar desciende del Gral. Juan José
Viamonte (1774-1853) por haber sido desposada una de sus hijas, Carmen
Viamonte, por Julio César Sánchez. De esa unión nació el Dr. Julio Sánchez
Viamonte (1856-1931), quien encabezó un nuevo linaje al radicarse en La
Plata y formalizar su casamiento con Bernabela Molina Salas, lográndose
la consolidación del apellido compuesto en oportunidad de inscribir a
sus descendientes masculinos. La brillante trayectoria del padre en la
función pública se vió revalidada por la trayectoria de sus hijos en el
ámbito provincial, toda vez que el Dr. Julio Marcelino Sánchez Viamonte
(1888-1953) se desempeñó como Fiscal de Cámaras durante un prolonga­
do período (1918-1942), actuando interinamente como Procurador Gene­
ral de la Suprema Corte de Justicia (1936) y Fiscal de Estado (1943), mien­
tras su hermano, el Dr. Carlos Sánchez Viamonte (1892-1972), ocupaba
importantes espacios políticos como Convencional Constituyente (1934),
Concejal de la Municipalidad de La Plata (1935), Diputado Provincial
(1935-1940) y Diputado Nacional por la Capital Federal (1940-1943). La
prolongada militancia de ambos en las filas del Partido Socialista se vio
coronada cuando el menor de los hermanos fue distinguido con la candi­
datura a Gobernador en representación de esa agrupación política en los
comicios de 1941 y 1946, acompañando al Dr. Alfredo L. Palacios en la
fórmula presidencial oficializada a propósito de las elecciones de 1958.

Szelagowski: Este linaje cobró trascendencia en la ciudad de La Plata


por la actuación de sus representantes en distintos sectores de la socie­
dad, considerando que Honorio J., Ladislao José y Eduardo Víctor
Szelagowki proceden de una misma raíz, ya que eran descendientes di-
rectos del matrimonio integrado por Miguel Szelagowski y María Corne.
La proyección social del grupo familiar se concretó especialmente a tra­
vés del aporte efectuado por la rama que habilitó el segundo de los nom­
brados a partir de su casamiento con Matilde Lucila De Salvo, ya que de

122
Linajes platenses
esa unión nacieron dos calificados funcionarios públicos: el Dr. Miguel
Blas Szelagowki (1920-1993), de gran trayectoria en la Administración
Pública por haber cumplido funciones como Secretario General del Mi­
nisterio del Interior (1957), Subsecretario de Justicia de la Nación (1958)
e Intendente Municipal de La Plata (1963-1966), y el Dr. Ricardo
Szelagowski, que desde 1987 ocupa el cargo de Fiscal de Estado de la
Provincia de Buenos Aires, incorporándose posteriormente un hijo ho­
mónimo suyo a la magistratura, como Vocal de la Cámara de Apelaciones
en lo Penal del Departamento Judicial de La Plata. La otra rama familiar
que trascendió en la ciudad de las diagonales fue la que encabezaban
Eduardo Víctor Szelagowski y su esposa, María Esther Díaz Rolón, na­
ciendo de esa unión -entre otros- los doctores Víctor Carlos y Jorge
Miguel Szelagowski.

Thougnon Islas: El casamiento de Enrique Thougnon (1843-1919) con


Teresa Islas, significó la habilitación de una estirpe que se caracterizó
por la actuación destacada de sus descendientes en el ámbito judicial y
también en el cultural. La rama principal de este linaje quedó personifica­
da en el Dr. Enrique A. Thougnon Islas (1876-1949), que llegó a integrar
la Suprema Corte de Justicia entre 1918 y 1924, ejerciendo la presidencia
del cuerpo en 1922. La proyección del apellido compuesto a través del
tiempo se debe a su hijo, Enrique José Thougnon Islas (1898-?) y a su
nieto, Enrique A. Thougnon Islas (clase 1930), aunque alcanzó mayor
trascendencia la producción literaria de su nieta, Ana Emilia Lahitte de
Calligaris, nacida en el marco del matrimonio celebrado por Emilio Juan
Lahitte con Ana Teresa Thougnon Islas.

de Urraza: El notario Joaquín de Urraza (1864-1947) fue el fundador de


una estirpe caracterizada por la actuación sobresaliente del jefe de la
familia como integrante del primer Concejo Deliberante de La Plata en el
período 1890-1892 y en el notariado, agregándose a ello la labor desple­
gada por sus hijos en el foro platense. Celebró nupcias con María Vicenta
Panelo Rivas, hija del Dr. Julián Panelo (1846-1901), que fuera Contador
General de la Provincia (1887-1888), Presidente del Banco Hipotecario
Provincial (1888-1890) y Diputado Nacional (1890-1894), dejando como
descendientes a Joaquín, Estanislao y Carlos María de Urraza. Su hijo
homónimo y primogénito lo sucedió en la actividad notarial a lo largo de
varias décadas, a diferencia de sus hermanos que optaron por la aboga­
cía. El segundo de los nombrados también ejerció la docencia y fue uno
de los precursores en la defensa de la ecología, habiendo sido dirigente
de la Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires (SEP), del

123
Linajes platenses
Instituto de Cultura Hispánica y del Instituto Cultural Heleno Argentino.
Por su parte, el menor de los hermanos se desempeñó como Gerente de la
Caja Popular de Ahorros (1933-1935 y 1947), formando su hogar con
Aurora Etcheverry, hija del Ing. Angel T. Etcheverry (1861-1925), uno de
los Ministros de Obras Públicas más progresistas que ha dado el gobier­
no bonaerense en toda su historia. De esa unión nació el Dr. Carlos María
de Urraza, distinguido profesional de la abogacía al igual que su hijo, el
Dr. Carlos Enrique de Urraza.

Uzal - Uzal Byron: El linaje fundado por Francisco Uzal y Francisca


Celedonia Hereñú derivó en tres ramas que integraron el núcleo de los
primeros habitantes de la ciudad, toda vez que Francisco Uzal (1847­
1907) -el primogénito- se había integrado a los cuadros de la Administra­
ción Pública Provincial antes del acto fundacional. De su matrimonio con
Luisa Stagnaro nació el notario Raúl Luciano Uzal, cuyo hijo -el Dr. Fran­
cisco Hipólito Uzal- cobró relieve como historiador y político. De la mis-
ma rama descendían el Dr. Roberto Uzal (1887-1961) y el notario Francis­
co Uzal, nacido en La Plata el 1º de mayo de 1889. Por su parte, Gerónimo
Uzal -el segundo vástago de aquel tronco- también se radicó en la ciudad
de las diagonales junto con su esposa, Ana Miguens, después de haber­
se desempeñado como Diputado Provincial en 1874-1875, emparentándose
con la familia Granel al haberse casado Ana Uzal -su hija- con Teodoro
Vicente Granel, primer gerente del Banco Provincia en La Plata. La otra
vertiente la encabezó el Cr. Conrado Uzal, también con destacada actua­
ción como Sub Contador General de la Provincia (1875-1887) y Concejal
de la Municipalidad de La Plata (1893 y 1895), siendo el fundador de un
nuevo linaje a partir de su casamiento con Balbina Byron aunque cabe
aclarar que sus hijos no utilizaron unánimemente el apellido compuesto,
ya que el Ing. Agr. Conrado Martín Uzal prefirió el patronímico paterno a
diferencia de sus hermanos que optaron por el apellido compuesto, tal
como se aprecia en María Elvira Uzal Byron que se relacionó con otra
familia tradicional al celebrar nupcias con el notario Enrique José Risso.

Ves Losada: Se trata de un linaje que reconoce varias ramas, habida


cuenta que el matrimonio integrado por el notario Eduardo Ves Losada
(1852-1902) y Mariana Gastelú dejó nada menos que nueve hijos: Carlos
Eduardo, Julio, Rosa, Lucila, César Angel, Raúl, Roberto, Alfredo y Ma­
ría Luisa Ves Losada, quienes aseguraron la proyección del apellido a
través de sus descendientes. La mayor trascendencia en el medio platense
fue producto de la actuación política de Roberto Ves Losada, especial-
mente al ocupar un escaño en la Cámara de Diputados Provincial (1942­

124
Linajes platenses
1943), sin olvidar el cometido de Alfredo Ves Losada (hijo) al frente de la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata. Por su par­
te, Rosa Ves Losada -la mayor de sus hermanas- se relacionó con otra
tradicional familia platense al unir su destino al del Dr. Manuel Florencio
Gnecco (1867-1933) dejando también una calificada descendencia, tal
como se destaca en otra parte de esta obra.

Villa Abrille: El escribano Alejandro Villa Abrille y su esposa, Antonia


Rebón, se inscriben entre los primeros habitantes de La Plata, siendo los
padres de los doctores José (1881-1964) y Alejandro Villa Abrille (1885­
1956), destacados abogados y funcionarios de la Administración Pública
a nivel provincial y municipal. El primero de los nombrados formalizó
matrimonio con Ormesinda Uncal, recordándose particularmente su ac­
tuación en los ámbitos parlamentario y comunal, ya que fue Secretario
del Senado y de la Convención Constituyente Provincial (1932-1938),
Senador Provincial (1938-1940) y Concejal (1921-1922 y 1942-1943), ocu­
pando la presidencia del Concejo Deliberante de La Plata (1921-1922 y
1942-1943) y -consecuentemente- el sitial de Intendente en forma interina
(1943), mientras su hermano menor se hacía cargo de sendos escaños en
la Cámara de Diputados (1928-1930 y 1937-1940), en el Senado (1931­
1934) y en la Convención Constituyente Provincial (1934), sin olvidar
sus desempeños en la ciudad de Mercedes como Intendente Municipal,
miembro del directorio del «Banco del Oeste» y director del «Diario del
Oeste». La nutrida descendencia masculina que dejaron los menciona­
dos profesionales y sus hermanos: Carlos, (empresario), Ramón (Coronel
de Caballería) y Felipe (Jefe de Investigaciones de la Policía Provincial),
todos ellos representantes de esta estirpe en la segunda generación,
permitió mantener vigente el apellido hasta los días que corren.

West Ocampo: Este grupo familiar quedó conformado cuando Federico


Sutton West se unió en matrimonio con Justina Isabel Ocampo, siendo
ésta recordada por haber sido una de las primeras maestras de La Plata
y muy especialmente por su prolongada actuación, ya que prestó servi­
cios hasta el año 1919, cuando se acogió a los beneficios jubilatorios a
una edad avanzada. Esa vocación por la docencia la heredó una hija del
matrimonio, María Adela West Ocampo, que culminó su carrera como
Vicedirectora de la Escuela Normal Nacional nº 1 «Mary O. Graham»,
mientras Leandro West Ocampo -su hermano- integraba los cuadros de
la Administración Pública Provincial cumpliendo funciones como Ins­
pector General de Rentas (1943-1944). Este último contrajo enlace matri­
monial con Delia del Carril, también perteneciente a una tradicional fami­

125
Linajes platenses
lia, quedando asegurada la continuidad del apellido por vía de sus des­
cendientes masculinos: Mario, Jorge y Ricardo West Ocampo, así como
los hijos de éste que trascendieron en sus respectivos ámbitos de actua­
ción, es decir, Carlos West Ocampo como Secretario General del gremio
de la sanidad a nivel nacional y Ricardo West Ocampo (hijo) que falleció
prematuramente cuando cumplía funciones como Secretario General del
diario El Día, siendo -además- dirigente del Círculo de Periodistas.

El instituto del matrimonio permitió la formación de nue­


vos patronímicos por vía de la asociación o fusión de los apellidos de los
respectivos consortes, derivando en otros linajes que han tenido pre­
sencia activa en la ciudad de La Plata. En esa situación se encuentran las
familias identificadas por prestigosos apellidos compuestos tal como se
aprecia en los siguientes ejemplos:

Adgi Romano: Joaquín Adgi y Cecilia Romano

Albarracín Sarmiento: Isidoro Albarracín y Josefina Sarmiento Rodríguez

Alcuaz Jáuregui Lorda: Manuel Alcuaz y María Luisa Jáuregui Lorda

Aráuz Fonrouge: Justo Manuel Aráuz y María Matilde Fonrouge

Arditi Rocha: Julio Arditi y Juana Rocha

Arias Castro: Juan Arias y Valentina Castro

Ballina Benites: José Ballina García y Clara Aurora Benites

Barros Hurtado: Teófilo José Barros y Magdalena Hurtado

Barros Schelotto: Ramón Barros y María Luisa Schelotto Ferro

Berisso Rocha: Luis Armando Berisso y María de las Mercedes Rocha

Bustos Berrondo: José Justo Bustos y Antonia Berrondo

Bustos Morón: Horacio Bustos y Uladislada Morón

Cambours Ocampo: Marcos Cambours y Clotilde Ocampo

126
Linajes platenses
Campos Urquiza: Luis María Campos y Justa Urquiza

Casas Peralta: Peregrino Casas y María Peralta

Casaux Alsina: Eduardo Casaux y Rita Alsina

Casco Vidal: Norberto Homero Casco y Silvina Vidal

Cavagna Martínez: Mariano Angel Cavagna y María Luisa Martínez

Centeno Quiroga: Emilio Centeno y Preciosa Argentina Quiroga

Cieza Rodríguez: Manuel Cieza y Luciana Rodríguez

Condomí Alcorta: Arturo Emilio Condomí y Edelmira Alcorta

Correa Bustos: Manuel Mauricio Correa y María Bustos

Cotti de la Lastra: José Antonio Cotti y Dolores de la Lastra

Crespi Drago: Roberto Adolfo Crespi y María Antonia Drago

Cucchi Lagrava: Alejandro A. Cucchi y Rosalía Cristina Lagrava

Cullen Aldao: José María Cullen y Mercedes Aldao

De Cano Funes: José C. De Cano y Blanca O. Funes

Demaría Massey: Francisco Demaría y Enriqueta Massey

Dulau Dumm: Juan Pedro Dulau y Delia Agueda Dumm

Durañona y Vedia: Lautaro Durañona y Manuela Lasthenia de Vedia

Etcheverry Boneo: Rómulo Etcheverry y Mercedes Boneo

Fernández Bazán: Ramón Fernández y Eulogia Bazán

Fernández Lecce: Martín Fernández y Aída Lecce

Filpe Giménez: Raúl Filpe Pinto y María Elena Giménez

127
Linajes platenses
Fonrouge Larroque: Julio Fonrouge y María Larroque

Galup Lanús: Salustiano Galup y María Luisa Lanús

Gambier Ballesteros: Alfredo Gambier y Ruth Ballesteros

Gamboa Campos: Ricardo Florencio Gamboa y Lía Campos Otamendi

Gandolfi Herrero: Adán Gandolfi y Angélica Herrero

García Balado: Juan Francisco García Iribarren y Cecilia Blanca Balado

García Lombardi: Miguel Angel García y Leonor Lombardi

García Mutto: Manuel J. García y María Antonia Mutto

García Navarro: Martín García y Fermina Navarro

García Olivera: Antonio García y Ramona Olivera

García Puente: Honorato García y Francisca Puente

García Ravassi: Hilarión García y Julia Ravassi

García Urcola: Enrique García y Juana Dora Urcola

Gaskín Vucetich: Ricardo Gaskin y Catalina Vucetich

Gaviña Cendoya: José Manuel Gaviña y Florencia Cendoya

Gil Flood: Gregorio Gil y María Petrona Flood

Giordano Etchegoyen: Gabriel Giordano y Edelmira Etchegoyen

Gómez Cabrera: Manuel Gómez y María Cabrera

González Arzac: Felipe A. González y Rafaela Arzac

González Lima: Carlos González Torrontegui y Roquelina Lima

González Litardo: Donato González y Malaquías Litardo

128
Linajes platenses
González Portela: Guillermo González Ramella y Emilia Portela Goyena

González Ramella: Arturo T. González y Sara Ramella

González Ramos: Antonio A. González Porta y María Catalina Ramos

González Uboldi: Sebastián González y Matilde Uboldi

Goñi Moreno: José María Goñi y Rosalinda Moreno

Graells Herrera: Jorge Graells y Zulema Rosa Herrera

Grosso Sheridan: José María Grosso y Enriqueta Sheridan

Herzfeld Quintana: Roberto Herzfeld y Raquel Quintana

Iranzo Díaz: Nazario Iranzo y Ventura Díaz

Irle Villa Abrille: Francisco Lázaro Irle y María Antonia Villa Abrille

Irusta Villa Abrille: Agustín Irusta y Balbina Villa Abrille

Lanteri Merlo: Alberto Lanteri y Juana Silvina Merlo

Latorre Lelong: Celso Latorre y Virginia Lelong

Linares Quintana: Segundo Manuel Linares y Carmen Rosa Quintana

López Abuin: José Antonio López e Irene Abuin

López Aranguren: Bartolomé López y Dolores Aranguren

López Francés: Miguel López y Rosario Francés

López Merino: Francisco López y América Merino

López Muntaner: Francisco Ernesto López e Irma Irene Muntaner

López Seoane: Manuel López y Pura Seoane

Loza Colomer: Mariano Eusebio Loza y Eva Colomer

129
Linajes platenses
Lozano Baudón: Federico S. Lozano y Lía Olga Baudón

Llorens Herrera: Miguel Llorens Robles y Cristina Herrera

Martínez Boero: Nicolás Martínez y Delia Boero

Martínez Christian: Alberto Samuel Martínez y María Luisa Christian

Martínez de la Serna: Juan Angel Martínez y Rosario de la Serna

Martínez Millán: Ulises Martínez y Dolores Millán

Martínez Quintana: Rodolfo Régulo Martínez y Marta Lía Quintana

Martínez Solimán: Federico Martínez y Juana Solimán

Martínez Sosa: Joaquín Severo Martínez y Rosa Sosa

Mendoza Zelis: Eleuterio Regino Mendoza y Francisca Zelis

Merlo Gomila: Carmelo Merlo y Juana Silvina Gomila

Molina Carranza: Avelino Molina y Edelmira Carranza

Molina Ferrer: Raúl Molina Segura y Ercilia Ferrer

Moreno Hueyo: Julio Moreno y María Ignacia Hueyo

Moreno Kiernan: Américo Venancio Moreno y María Angélica Kiernan

Otero Cendoya: Francisco Otero y Florentina Cendoya

Otero Rossi: Eugenio Otero y María Rossi

Ottaviano Ortiz: Juan Antonio Ottaviano y Elvira Angélica Ortiz

Paz Cestino: César Bernardino Paz y Carmen Margarita Cestino

Pérez Crocco: Armando Amadeo Pérez Galimberti y Blanca Lelia Crocco

Pérez Duprat: Miguel Pérez y Esther Luisa Duprat

130
Linajes platenses
Pérez Escalá: Modesto Pérez y Ana Escalá

Pérez Herrera: Alberto Pérez y Josefa Herrera

Pérez Jiménez: Vicente Emilio Pérez y Dolores Jiménez

Pérez Lozano: Héctor Elmiro Pérez y María del Carmen Lozano Alcario

Pérez Pesado: Emilio Felipe Pérez y Aurelia Pesado

Pérez Pieroni: Robustiano Pérez López e Inés Elisa Pieroni

Pérez Varas: Federico Pérez y Tránsito Varas

Pinto Alvarez: Pedro Pinto y Otilia Alvarez

Portela Goyena: Ireneo Portela y Amelia Goyena

Prieto Díaz: Hugo Prieto Díaz y Josefa Díaz

Puig Lómez: José Puig y Adriana Lómez

Ramírez Abella: Antonino Ramírez y María Abella

Ramírez Gronda: Dionisio Ramírez y Albina Gronda

Ramírez Lecot: Eduardo E. Ramírez y Elvira Lecot

Ramírez Rozzi: Fernando José Ramírez y María Elena Rozzi

Rebullida Puertas: Emilio Rebullida y Paula Puertas

Ripa Alsina: Miguel Ripa Elzaurdía y Wladisladia Petrona Alsina

Rivero Orlando: Roberto Rivero Paiva y Luisa Orlando

Rodríguez Anovassi: Quiterio Rodríguez y María Anovassi

Rodríguez Dacal: Raúl Joaquín Rodríguez y Marta Fermina Dacal

Rodríguez Duhalde: Rodolfo Rodríguez y Beatriz Duhalde

131
Linajes platenses
Rodríguez Lenci: Juan Felipe Rodríguez y María Teresa Lenci

Rodríguez Meitín: Jesús Severo Rodríguez y Dolores Meitín

Romano Yalour: Rafael Andrés Romano y Helena Yalour

Romero Krause: Jesús Romero y Florinda Krause

Sal Gómez: Benjamín Sal y Carmen Gómez

Sal Llargués: Benjamín Félix Sal Gómez y María Teresa Llargués

Schelotto Sergio: Rodolfo José Schelotto y Licia Carmen Sergio

Schoo Lastra: Dionisio Vicente Schoo y Elena de Lastra

Silva Acevedo: Juan Carlos Silva y Elida Acevedo

Suffern Quirno: David Suffern Moine y María Cristina Quirno

Torres Molina: Ramón B. Torres Brizuela y Ascensión Molina

Trigo Represas: Félix Francisco Trigo Viera y Laura Represas

Trigo Viera: Manuel Francisco Trigo y Justina Viera

Tuculet Castex: Osvaldo Angel Tuculet y María Josefina Castex

Vázquez Gentil: José Vázquez y Josefa Gentil

Vera Tapia: Germán Vera y Angelina Tapia

Verde Tello: Raimundo Verde Tello y Joaquina Tello Gómez

Verga Brambilla: Pedro Verga y Angélica Brambilla

Villafañe Casal: Juan Martín Villafañe y Aurora Casal

Viñals Blake: Pedro Jaime Viñals y Celia Angélica Blake

Zapiola Salvadores: Octavio Zapiola y Dolores Salvadores

132
Linajes platenses
En algunos casos se observan patronímicos creados
en grado de sucesión, también basados en uniones matrimoniales y
regidos por una misma raíz, de tal suerte que los apellidos compuestos
varían en función del aporte femenino. En esa situación encuadran, por
ejemplo, las familias Espinel Bavio y Espinel Boffi, originándose la prime-
ra en el matrimonio integrado por Damián Espinel y Manuela Bavio, mien­
tras que la segunda es producto de la descendencia resultante del casa­
miento formalizado por Bartolomé Tomás Espinel Bavio -hijo de aque­
llos- con Nélida Boffi.

La misma situación se advierte en el caso del apellido


Patiño Pagés, que deviene de la unión matrimonial que establecieron
Luis Patiño y Silvana Luisa Pagés, transformándose en Patiño Chaumeil
cuando el Dr. Mario Valentín Florentino Patiño Pagés inscribió con ape­
llido compuesto a los hijos que tuvo con María Susana Chaumeil, tal
como se aprecia en el caso del Dr. Augusto Patiño Chaumeil, aun cuando
este último decidiera conservar el nuevo patronímico al registrar a los
hijos habidos en su matrimonio con la Cra. Mirta Valentina Arias.

Con la familia Pera Echagüe ocurrió otro tanto, ya que


el linaje se enriqueció en virtud de distintos vínculos matrimoniales al
entrelazarse con otras familias de hondo arraigo en la sociedad. Dicho
patronímico se formó al celebrarse el casamiento entre el notario Tomás
José Pera y Sara Echagüe, de cuya unión nacieron Sara Esther y María
Angélica Pera Echagüe, quienes -a su vez- se unieron a Manuel Cieza
Rodríguez y Raúl Borrazas, respectivamente. El único hijo varón de aquel
matrimonio, el Dr. Tomás Carlos Pera Echagüe, fundó otro linaje al cele­
brar nupcias con María Ofelia Ocampo, habida cuenta que proyectó la
estirpe de los Pera Ocampo a través de sus descendientes: Tomás Carlos,
María Ofelia, César Francisco y María Cristina Pera Ocampo.

Se repite la historia con las familias Reyna Almandos y


Reyna Lascano, puesto que provienen de un mismo tronco, habida cuen­
ta que del matrimonio formado por Robustiano Reyna y Carmen Almandos
nacieron Robustiano, Luis y Alberto E. Reyna Almandos, quienes no
tuvieron la misma actitud en cuanto a la preservación del nuevo patroní­
mico, ya que el primogénito instituyó un nuevo nombre de familia al
celebrar nupcias con Angela Lascano, proyectándose el mismo a través
de sus hijos Jorge Miguel y Enrique Reyna Lascano a diferencia de sus
hermanos menores que transmitieron a sus descendientes el apellido
compuesto que heredaron de sus progenitores.

133
Linajes platenses
Una situación peculiar, dentro de esa misma caracterís­
tica, se dio con la familia del doctor Esteban Molla Catalán, ya que los
primeros miembros de la familia repetían el mismo nombre de pila, formán­
dose el patronímico con el aporte de ambos progenitores. La estirpe na­
ció en Madrid (España) a partir del casamiento de Esteban Molla Colomer
y Valentina Catalán, los padres del distinguido facultativo que se radicó
en La Plata cuando se instalaron los Poderes Públicos en 1884. En la
ciudad de las diagonales se unió en matrimonio con Elena Villanueva
Pieres, surgiendo así la familia Molla Villanueva. La metodología siguió
aplicándose en las sucesivas generaciones, toda vez que el doctor Este-
ban Molla Villanueva formó su hogar con Felisa Petrocelli, correspon­
diéndole al primogénito, Esteban Molla Petrocelli, continuar con una
tradición que se interrumpió debido a la falta de descendencia masculina
del matrimonio que éste formalizó con la benefactora María Luisa Servente,
razón por la cual el apellido Molla Servente sólo quedó registrado en la
filiación de sus hijas.

Sin embargo, sería la familia fundada por Mariano


Brígido Saraví y su esposa, Juana Hardy, la que más variantes reconoce
por aplicación de esa metodología. Esa unión matrimonial representa el
punto inicial de un linaje que tuvo honda repercusión en La Plata, tanto
por la actuación de su fundador como por la trayectoria de sus descen­
dientes, sin olvidar -por cierto- el entrelazamiento con otras familias tra­
dicionales por vía de casamientos que significaron nuevas ramas. En
efecto, Samuel Saraví Hardy (1872-1951) -uno de sus hijos- sería el fun­
dador de una prestigiosa estirpe al celebrar nupcias con Angela María
Cisneros, quedando identificada la misma por un nuevo patronímico se­
gún el testimonio de Samuel, Enrique, José María, Marcelo, Jorge, Rober­
to, Guillermo, Rodolfo, Daniel y Adolfo Saraví Cisneros, además de dos
mujeres: María Angela y María Elena Saraví Cisneros.

La abundante descendencia de los nombrados aseguró


la continuidad del apellido, aun cuando los patronímicos fueron varian­
do según el aporte de las respectivas consortes, surgiendo así las fami­
lias Saraví Tiscornia (dos ramas), Saraví Baudin, Saraví Guidel y Saraví
Pachano. Lo mismo ocurrió en las siguientes generaciones, habida cuen­
ta que han derivado diferentes apellidos compuestos, a saber: Saraví
Albarracín, Saraví Briasco, Saraví Casco, Saraví Paz, Saraví Arce, Saraví
Bueich, Saraví Pianazza y Saraví Gamboa, tal como se consigna en el libro
titulado «Saraví - 300 años de historia» que fuera editado en 1951 y
actualizado en el 2001 por obra de Estela Saraví Tiscornia.

134
Linajes platenses
De acuerdo con esa fuente informativa, el primer naci­
miento conocido en la Argentina corresponde a un vástago de Antonio
Saraví e Isabel Suárez llamado Juan de la Rosa Saraví, según ha quedado
registrado en el libro de bautismos de la Parroquia de La Merced de la
ciudad de Buenos Aires, en fecha 4 de septiembre de 1723. El linaje con­
tinuó con el Cnel. Bartolomé Francisco Saraví y Melo, hijo del último de
los nombrados y Margarita Melo, habida cuenta que su matrimonio con
Simona Blanco y Biaus dejó una descendencia de siete hijos varones y
tres mujeres, figurando entre ellos el fundador de la rama que terminaría
radicándose en La Plata en 1884.

Uno de los hijos de dicho militar sería cabeza de un


linaje formado en Tandil, con sucesores que aún residen en la capital
bonaerense bajo el apellido compuesto Saraví Riviere y que también per­
tenecen a la estirpe a pesar de no figurar en el repositorio familiar, ya que
Hermenegildo José Saraví y Melo desposó a Angela Casco, naciendo de
esa unión el doctor José María Saraví, quien se estableció en aquella
ciudad para ejercer la medicina. Uno de sus descendientes en tercera
generación, Jacinto H. Saraví, formó su hogar con Delia Riviere confor­
mando un nuevo patronímico según lo expuesto precedentemente.

La rama que se desarrolló en La Plata es consecuencia


de la fundación de la ciudad de La Plata, ya que ese acontecimiento
determinó el asentamiento del matrimonio Saraví Hardy en 1884, corres­
pondiéndole a uno de sus hijos, Samuel Antonio Saraví Hardy, encabe­
zar un linaje que ya reconoce siete generaciones, el cual creció en parale­
lo con otras líneas sucesorias, tal como ocurriera con los hermanos
Mariano José y Carlos María Saraví Hardy que habilitaron las familias
Saraví Lescano y Saraví Amaral al unirse en matrimonio con Felisa Emma
Lescano y María del Rosario Amaral y Boneo, respectivamente.

Con el mismo resultado celebró nupcias Alejandro Fe­


derico Saraví Hardy con María Toribia Tiscornia Biaus, dejando
constituído el linaje de los Saraví Tiscornia, en tanto dos hermanos de
ambos, José Luciano Tiscornia Biaus y Simona de las Mercedes Saraví
Hardy formalizaban matrimonio y dejaban inaugurada la familia Tiscornia
Saraví que se entrelazaría con los Saraví Cisneros por doble conducto,
establecido mediante el vínculo que concretarían en la generación si­
guiente los hermanos Samuel y Enrique Saraví Cisneros al casarse con
sus primas (hermanas entre sí), María Mercedes y María Marta Tiscornia
Saraví, con la particularidad que contribuyeron a ratificar la estirpe de

135
Linajes platenses
los Saraví Tiscornia, la cual se identificaba por un apellido compuesto
invertido con relación a los transmitidos por sus progenitores. El nuevo
patronímico quedó consagrado por las descendencias corporizadas en
Samuel Augusto, María Mercedes, Ana María, María Teresita y José
Luciano Saraví Tiscornia, en un caso, y por Enrique Luciano, Marta de
las Mercedes, Jorge Alberto y Estela Saraví Tiscornia, en el restante.

El apellido Saraví Paz también reconoce dos vertientes,


aunque pertenecientes a distintas generaciones no emparentadas entre
sí, ya que Mariano Nicanor Saraví Lescano formó un linaje con Angelita
Paz Oviedo, mientras Samuel Saraví Tiscornia y Elena Isabel Paz funda­
ban otro identificado con el mismo patronímico, formando parte del mis-
mo el actual juez del fuero penal Dr. Samuel Arturo Saraví Paz.

A medida que transcurría el tiempo se fueron habilitando


otros grupos familiares que reconocían al apellido Saraví como denomina­
dor común, tanto por el aporte de la rama masculina como de la femenina, tal
como se aprecia en los siguientes patronímicos:

Cuenca Saraví: José María Cuenca y María del Carmen Saraví Guidel

Saraví Albarracín: Miguel Alfredo Saraví Amaral y Ana María Albarracín

Saraví Baudin: Marcelo Saraví Cisneros y Elena Baudin

Saraví Briasco: Daniel Saraví Cisneros y Fanny N. Briasco

Saraví Casco: Adolfo Saraví Cisneros y Silvina Casco

Saraví Gamboa: Sergio H. Saraví Pianazza y María Cristina Gamboa

Saraví Guidel: Guillermo Saraví Cisneros e Irma Guidel Oviedo

Saraví Pachano: Jorge Saraví Cisneros y Nélida Pachano

Saraví Pianazza: Adolfo H. Saraví Casco y Marta Pianazza

Gamboa Saraví: Raúl Alfredo Gamboa Campos y Marta de las Mercedes


Saraví Tiscornia

García Saraví: Pascual Angel García y María Carolina Saraví Lescano

136
Linajes platenses
De acuerdo a la mencionada fuente informativa, los Saraví
y los Tiscornia se entrelazaron a lo largo de más de un siglo con presti­
giosas familias del medio platense y capitalino, quedando acreditadas
las relaciones de parentesco con los Campos Otamendi, Villanueva Pieres,
Villamayor, Moura, Rocha, Ballina Benítes, Villa Abrille, D’Amico, Garat,
Berisso Rocha, Berro, Ramella, Rivarola, Gayol, Cieza Rodríguez, Platero,
Díaz Lozano, Tettamanti, Pera Ocampo, Angaut, Dillon, González Arzac,
Gamboa, West Ocampo, Napp, Garganta y Navajas Jáuregui, además de
las ya mencionadas.

Entre las importantes figuras que formaron parte de esa


familia se encuentran los militares Cnel. Bartolomé Francisco Saraví, el
Gral José María Flores; los funcionarios Manuel y Justo Vicente Rocha,
Alfredo C. Paz, Gensérico Ramírez, Julio Ballina Benítes, Justo Vicente
Garat; los empresarios José Eduardo Cisneros, Albino Barrios, Luis Ar­
mando Berisso; los profesionales universitarios Dr. Víctor Enrique
Rivarola, Not. Félix Antonio Pachano, Dr. Pablo Antonio Ramella, Cr.
Luis Manuel Berisso Rocha, Dr. Marcelo Antelo; e importantes figuras
de la cultura y el deporte como el violinista Pablo Saraví, el dibujante
Luis Patricio Saraví, el periodista Ricardo West Ocampo y dos tríos de
hermanos: los campeones argentinos de rugby con La Plata R.C. Alberto,
Alejandro y Guillermo Angaut, y los integrantes del grupo de rock «Vi­
rus» Federico, Marcelo y Julio Moura.

La formación de apellidos compuestos en grado de suce­


sión y considerando el aporte de la rama femenina se ha dado también en
los siguientes grupos familiares: García Iribarren-García Balado; García
Zurita-García Urcola; González Borges-González Ponce de León; Mallo
Huergo-Mallo Rivas; Molina Segura-Molina Ferrer, Pérez Ferreyra-Pérez
Jiménez; Pérez Galimberti-Pérez Crocco; Torres Brizuela-Torres Molina,
entre otros.

También existen algunos ejemplos de apellidos compues­


tos consolidados gracias a la trascendencia alcanzada por algunos miem­
bros del grupo familiar, tal lo ocurrido con los mellizos Guillermo y Gusta­
vo Barros Schelotto en el concierto futbolístico nacional e internacional,
o los hermanos Arístides, Angel Emilio e Iván Gandolfi Herrero que se
destacaron en diversas manifestaciones del arte, aun cuando decidieran
ocultar bajo seudónimos sus verdaderas filiaciones. En el caso del prime­
ro, notable poeta y ensayista, el gran público lo conoció bajo el nombre
literario de «Alvaro Yunke», utilizando sus hermanos los nombres artís­

137
Linajes platenses
ticos «Angel Walk» e «Iván Caseros» para sus presentaciones como
actor y locutor, respectivamente.

Sin embargo, es preciso aclarar que no todas las familias


que adquirieron prestigio en la sociedad platense pertenecen a linajes
nacidos en su seno, porque tratándose de una ciudad que contó siempre
con dos grandes polos de atracción como la Administración Pública y la
Universidad Nacional, no resulta extraño el transvasamiento generacional
desde otros puntos del territorio bonaerense, especialmente en el caso
de estudiantes que al formar su hogar con vecinas de La Plata, Ensenada
o Berisso habilitaban nuevos grupos familiares.
Entre los casos que merecen citarse se encuentran -por
ejemplo- el de la familia Lescano Gorordo, que fue fundada en Tres Arro­
yos por Manuel Lescano y Paulina Gorordo, naciendo allí el Dr. Julio Ciro
Lescano Gorordo, padre -a su vez- del Dr. Julio César Lescano Gorordo
(1913-1989), que tuviera destacada actuación en los círculos políticos a
partir de su cometido como Subsecretario de Gobierno (1946-1947) y su
posterior elección para ocupar sendas bancas de Senador Provincial (1948­
1951) y Convencional Constituyente Provincial (1949). Su hijo, el Dr.
Jorge M. Lescano Gorordo siguió sus pasos al ocupar el cargo de Subse­
cretario de Gobierno en la Municipalidad de La Plata, acompañando la
primera parte de la gestión del Intendente Dr. Julio César Alak, quien
también es platense por adopción.

Lo mismo ocurrió con la familia Sábato, que se originó en la


ciudad bonaerense de Rojas a partir de la unión matrimonial de Francisco
Sábato y Juana Ferrari, dando como frutos dos personalidades que enor­
gullecen al país por sus aportes a las ciencias aplicadas y por los lauros
obtenidos en el campo de las letras. La radicación de la familia en la
ciudad de La Plata le permitió a los hermanos Juan y Ernesto Sábato
desarrollar su respectivo potencial al acceder a la Universidad y graduar­
se como Ingeniero y Físico, respectivamente, aunque el último de los
nombrados no llegaría a ejercer su profesión por haber alcanzado un
reconocimiento público -a nivel nacional e internacional- por su produc­
ción literaria, especialmente después de presentar sus obras más renom­
bradas: «El túnel» y «Sobre héroes y tumbas», las que dieron lugar a que
fuera galardonado en España con el Premio Cervantes.

El primero de los nombrados siguió residiendo en la ciudad


de las diagonales, al igual que su otro hermano, José Sábato, dejando
descendientes calificados por sus actividades profesionales, tal como

138
Linajes platenses
ha quedado demostrado con las trayectorias de sus respectivos hijos, el
Ing. Francisco Alberto Sábato y el autor teatral Alberto Sábato.

La familia Bibiloni también procede del interior, ya que sus


primeros exponentes provenían de la ciudad de Nueve de Julio, lugar
donde Bartolomé Bibiloni Llinas y Juana Bibiloni Morey constituyeron
su hogar, radicándose en La Plata cuando promediaba el año 1922. El
notable desarrollo alcanzado por las empresas agropecuarias que funda­
ron y la jerarquía que alcanzó la familia en el ámbito de su actuación debe
atribuirse al esfuerzo y dedicación de sus vástagos, pues lograron
proyectarse en la sociedad platense en posiciones de privilegio, desta­
cándose especialmente Laurence Antonio Bartolomé, Filiberto Narciso y
Homero Conrado Bibiloni. En las generaciones posteriores también se
advierten actuaciones relevantes que han coadyuvado mantener la estir­
pe en el mismo plano social, habiéndose destacado un hijo del último, el
Dr. Homero M. Bibiloni, por su desempeño en el campo del derecho.

Algunos linajes platenses se perdieron por falta de des­


cendencia masculina, tal el caso del Dr. Segundo Víctor Cayetano Linares
Quintana, distinguido jurisconsulto y eminente constitucionalista naci­
do en La Plata, en el seno del hogar integrado por Segundo Manuel
Linares y Carmen Rosa Quintana. Cabe recordar que de su matrimonio
con Elena Elvira Molina de la Vega quedó solamente una hija, Elena Nora
Linares Quintana, perdiéndose así el patronímico que tanto había jerar­
quizado su ilustre progenitor.

Entre las particularidades que ofrece el tema en exámen se


destacan las uniones matrimoniales cruzadas, es decir, los casamientos
entre dobles parejas de hermanos. Se recuerda particularmente el caso de
las familias Andrade y Portela Goyena, ya que Pedro Antonio Portela
Goyena desposó a Adela Andrade en la misma ceremonia en la que unie­
ron sus destinos los hermanos de ambos contrayentes: Roberto Andrade
y Amelia Portela Goyena, repitiéndose luego esa situación con la pareja
formada por Samuel Andrade y Marta Portela Goyena.

Lo mismo ocurrió con los miembros de dos caracterizadas


familias de Ensenada, ya que Francisco Alejandro Cestino (1903-1955) se
casó con Elvira Paz, mientras César Bernardino Paz desposaba a Carmen
Margarita Cestino, proyectándose el patronímico Paz Cestino a través de
sus descendientes, siendo testimonio de ello Federico Paz Cestino.

139
Linajes platenses
Los casamientos entre parientes eran moneda corriente en
la sociedad argentina del siglo XIX y principios del XX, tal como se
observa en el caso de los Pividal Paunero, un linaje que proviene de una
familia tradicional de la ciudad de Buenos Aires que ha tenido a varios de
sus miembros en niveles jerárquicos de las instituciones militares. La
rama que se radicó en La Plata desciende del Gral. Wenceslao Paunero
(1805-1871), entroncándose con los Pividal por sucesivos casamientos.

En primera instancia Leonor Paunero (1846-?) -hija del alu­


dido militar- contrajo enlace con Rafael Pividal, siendo los progenitores
de Rafael Eusebio (1863-1935) y Wenceslao Saturnino Pividal Paunero
(1864-1937), quienes celebrarían nupcias con familiares, habida cuenta
que el primero desposó a su hermanastra, Lía Lanusse Pinto, en tanto el
segundo formalizaba matrimonio con su prima, Leonor Paunero (1872-?),
homónima de su madre e hija -a su vez- del primogénito y también homó­
nimo del aludido General, naciendo de esa unión el Dr. Wenceslao Rafael
Pividal Paunero (1889-?), Fiscal de Estado en el período 1943-1944.

Cabe hacer notar que Wenceslao Paunero (hijo) habilitó


dos ramas en razón de otros tantos casamientos, toda vez que de su
matrimonio con Manuela Adaro nació la ya mencionada Leonor Paunero
(1872-?), desposando en segundas nupcias a Eloísa Usher, de cuya unión
quedó como descendiente Wenceslao Paunero Usher (1889-?), quien se
casó con María Delfina Alemán y proyectó un nuevo linaje que tuvo por
representante a Wenceslao Paunero Alemán. Sin embargo, las relaciones
matrimoniales no se agotan con dichos ejemplos, pues al celebrarse el
casamiento del Dr. Mariano J. Paunero (1856-1940) con Esther Lanusse
Pinto la familia del Cnel. Mariano Paunero (1807-1894) se entremezcló
con la de su hermano, toda vez que la contrayente era el fruto del primer
matrimonio de Juan José Lanusse (1840-1927), quien -a su vez- se había
convertido en yerno del Gral. Paunero por haber desposado a Leonor
Paunero (1846-?) después que ésta enviudara.

La confirmación de un patronímico formado por la unión de


apellidos en el marco de un casamiento entre parientes consanguíneos
también era una costumbre del pasado. En el caso de la familia Navajas
Jáuregui se advierte esa repetición, toda vez que del hogar formado por
Pablo Navajas Britos y Corina Jáuregui surgió Carlos Navajas Jáuregui,
quien al unir su destino al de su prima, María Laura Jáuregui, logró con­
solidar el apellido compuesto heredado de sus mayores, ya que sus des­
cendientes también eran reconocidos con aquel patronímico.

140
Linajes platenses
La sucesión de homónimos es otra costumbre que se
arrastra desde la época colonial, siendo habitual la repetición del nombre
de pila en el primer hijo de cada generación. Entre los porteños se recuer­
dan los casos de los Alzaga (Martín), los Alvear (Diego), los Casares
(Vicente), los Elizalde (Rufino), los Paunero (Wenceslao), los Pirán (An­
tonio María), los Pinedo (Federico) o los Unzué (Saturnino), por nombrar
a los más notorios, aunque existen familias -como los Alsogaray- que
han preferido utilizar sistemáticamente dos nombres (Alvaro y Julio) para
identificar a los dos primeros hijos de cada generación.

La repetición de nombres de pila a medida que se suce­


dían las generaciones se convirtió también en una constante en el medio
platense, tal como se advierte en las familias Alsina (Eugenio), Aráuz
(Justo), Bernard (Tomás Diego), Berri (Ricardo), Bilbao La Vieja (Anto­
nio), Calderón (José María), de Urraza (Joaquín o Carlos), Etcheverry
(Rómulo), Gailhac (Raúl), Gnecco (Manuel o Emilio), Guido Lavalle (Ri­
cardo), Ibáñez Frocham (Manuel), Molla (Esteban), Otero Rossi (Dalmiro),
Ruiz de Galarreta (Juan), Sal (Benjamín), Saraví (Samuel), Sicardi (Eugenio),
Thougnon Islas (Enrique), Uzal (Francisco) y Villa Abrille (Alejandro o
José), entre otros.

Entre los platenses también se daban esas situaciones,


tal como se advierte en el caso de la familia Gomila, fundada en Tres
Arroyos por un pionero de la actividad periodística, Teófilo Carlos Gomila,
al formar su hogar con Juana de la Lastra. Desde su radicación en La
Plata sus descendientes lograron destacarse en la función pública, sien­
do recordado el Crio. Máximo Carlos Gomila (1885-?) por la meritoria
carrera cumplida en la Policia bonaerense y que culminó en oportunidad
de ocupar la Secretaría General de la repartición en 1935. La costumbre de
mantener vigente el nombre del patriarca la siguió un hijo homónimo del
fundador de la estirpe al registrar a su primogénito como Teófilo Carlos
Gomila (1917-1955), continuando éste la tradición con el mayor de los
hijos habidos en su matrimonio con María Elvira Lartigue, el Lic. Teófilo
Carlos Gomila, quien desempeñó importantes funciones en la Adminis­
tración Pública Provincial, contándose entre ellas el cargo de Vocal en el
primer directorio del Ente Zona Franca La Plata.

En el caso de la familia Plastino se observa la existencia


de una cadena de homónimos que reconoce cuatro versiones, empleán­
dose en todos los casos el segundo nombre a modo de diferenciación. El
primer eslabón conocido es Angel María Plastino, quien -en el marco del

141
Linajes platenses
vínculo matrimonial que estableció con Isabel Albamonte- dio vida a
Angel Francisco Plastino, padre -a su vez- del Dr. Angel Luis Plastino,
de recordada actuación como Rector de la Universidad Nacional de La
Plata (1985-1989), después de haber sido Presidente de la Comisión de
Investigaciones Científicas (1983-1985). La sucesión se completa final-
mente con Angel Ricardo Plastino, hijo del último de los nombrados en
su matrimonio con Graciela Antonia Battista.

En muchos casos el prestigio de un grupo familiar re­


sulta de la capacidad económica obtenida a partir del éxito logrado en las
actividades empresariales o por la jerarquía alcanzada en el campo profe­
sional. El primer ejemplo lo constituyen las familias encabezadas por
Juan F. Tettamanti, Luis Ciappesoni, José M. Luparia, Albino Barrios,
Oreste Santospago, Eugenio Sicardi, Francisco Ctibor, Miguel
Campodónico, Atilio Guzzetti, Félix Villarreal (padre), Antonio Falabella,
Juan Soncini, Pedro J. Osácar, Agustín Cadario, Juan A. Girotti, Héctor
Isnardi, Adolfo H. Apreda, Juan Graiver, Francisco C. Artola, Herminio
Minoli, Basilio Rodrigo, Pedro Martínez Cámara, Héctor H. Granito, Dalmiro
Otero Rossi (padre), Rafael Cosoli y algunos otros nombrados con ante­
rioridad.

El otro ejemplo lo tipifica la familia fundada por Juan


Bautista Favaloro y Geni Ida Raffaelli, los padres de los doctores René
Gerónimo y Juan José Favaloro, distinguidos cirujanos cardiovasculares
de fama internacional a pesar de la prematura desaparición del último de
los nombrados, aunque ha sido la descendencia que dejó su matrimonio
con Lilia Esther Barouille, personificada en Roberto René, Juan José (hijo),
Liliana Ethel y Gustavo Alfredo Favaloro, la que permite conservar la
vigencia del apellido en el campo de la medicina, habida cuenta que algu­
nos de ellos han seguido la misma carrera profesional de su progenitor, al
igual que un primo hermano de éste, el Dr. Domingo Favaloro, que optó
por la psiquiatría como especialización profesional.

No es ese el caso aislado de una misma actividad aso­


ciada a un determinado linaje, pues se repite la presencia de dos o más
generaciones en una misma familia y con relación a una misma profesión,
pudiéndose comprobar en el capítulo siguiente los aportes que hicieron
los hombres y mujeres de la familias más arraigadas para consolidar el
prestigio de la ciudad por su desarrollo social, considerando las actua­
ciones registradas a nivel nacional e internacional en actividades empre­
sarias y en distintas expresiones de la ciencia, la cultura y el deporte.

142
Capítulo V

PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Los capítulos que anteceden se refieren a los primeros ha­


bitantes de La Plata en el marco social orquestado en los primeros lustros
que siguieron al acto fundacional y, fundamentalmente, a la traslación de
los Poderes Públicos, dado que al instalarse los principales Organismos
de la Administración Provincial y organizarse la Municipalidad el creci­
miento demográfico fue incesante, con la consecuente habilitación de
comercios y servicios que contribuyeron a un apreciable mejoramiento
de la calidad de vida de los residentes.

El aumento de la población no sólo significó un mayor nú­


mero de habitantes sino una notoria mejoría en el nivel cualitativo, toda
vez que a la demanda laboral derivada del funcionamiento de la Adminis­
tración Pública se sumó la creciente actividad profesional que generó la
habilitación de los tribunales de justicia en sus tres instancias, de mane-
ra que los graduados en ciencias jurídicas encontraron un campo propi­
cio para el ejercicio de las respectivas profesiones.

La afluencia de jóvenes abogados y notarios de la Capital


Federal y del interior jerarquizó al foro platense, máxime cuando la Uni­
versidad Provincial -creada por iniciativa del Senador Rafael Hernández­
fue transferida al gobierno central merced a un convenio suscripto en
1905 por el Ministro de Educación y Justicia de la Nación Dr. Joaquín V.
González y el Gobernador Dr. Marcelino Ugarte, en el marco de las accio­
nes encaradas por este último para superar la grave crisis financiera de­
clarada en 1890.
Pasado, presente y futuro

Cabe recordar que la Universidad Provincial de La Plata, a


pesar de haber sido fundada por una ley sancionada en 1890, recién
pudo iniciar sus actividades a comienzos de 1897 debido a una prolonga­
da crisis socio-económica que limitó absolutamente sus posibilidades.

En efecto, por decreto reglamentario fechado el 8 de febre­


ro de 1897 se constituyó la Asamblea Universitaria que tendría la respon­
sabilidad de designar al Dr. Dardo Rocha como Rector de la casa de altos
estudios y al Dr. Mariano Candioti como Secretario, correspondiéndoles
ese honor a los profesores que representaban a las cuatro Facultades
previstas en la ley de creación, a saber:

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales: Dalmiro E. Alsina, José María


Calderón, Jacob Larrain, Ricardo Marcó del Pont y Adolfo Eduardo
Lascano.

Facultad de Ciencias Médicas: Silvestre Oliva, Celestino Arce, Jorge


Gorostiaga, Angel Arce Peñalba, Ramón J. Díaz y Gervasio Bass.

Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas: Jorge Coquet, Pedro Simón


Benoit, Julián Romero y Luis Monteverde.

Facultad de Química y Farmacia: Pedro A. Pando, Vicente Gallastegui y


Carlos Berri.

Hacia 1903 aún no se habían superado los efectos de la


crisis económica, quedando suprimidas las partidas presupuestarias que
permitían el funcionamiento regular del establecimiento, de manera que
virtualmente se paralizaron las actividades por espacio de tres largos
años. De allí la decisión del gobierno provincial de negociar su transfe­
rencia a la Nación al no haber podido encauzar el funcionamiento del
centro de altos estudios conforme a los objetivos trazados en la ley
fundacional, perfeccionándose el 12 de agosto de 1905 el acuerdo que
posibilitó el cambio de jurisdicción y permitió lograr un notable desarro­
llo gracias al nivel académico que alcanzó al transformarse en Universi­
dad Nacional.

Desde entonces prestigiosos profesores cimentaron su je­


rarquía a lo largo del siglo XX, recordándose especialmente los aportes
efectuados por Juan F. Jáuregui, Alfredo L. Palacios, Enrique E. Rivarola,
Juan Vucetich, Segundo V. Linares Quintana, Pedro Henríquez Ureña,
144
Pasado, presente y futuro
Bartolomé Fiorini, Alberto Palcos, Carlos Sánchez Viamonte, Pedro Belou,
Josefina Pasadori, Aquiles Martínez Civelli, Ezequiel Martínez Estrada,
Enrique Loedel Palumbo, Juan Carlos Rébora, José Rodríguez Cometta,
Francisco Romero, Gilardo Gilardi, Juan Sábato, Francisco R. D’Ovidio,
César Díaz Cisneros, Ricardo Levene (padre), Pedro J. Carriquiriborde,
José M. Mainetti, Federico Christmann, Juan D. Ramírez Gronda, Ovidio
A. Valenciano, Enrique M. Barba, Ernesto E. Borga, Héctor Demo, David
Grinfeld, Horacio J. Cuccorese, Mario Teruggi, Osvaldo M. Bezzi, entre
tantos otros que dejaron un recuerdo imperecedero en la sociedad.

En el espacio verde que rodea al centenario edificio del


Museo de Ciencias Naturales, en las inmediaciones del Jardín de la Paz,
lucen cinco bustos que perpetúan la memoria de otros tantos prohombres
de la ciencia y la cultura: Alejandro Korn, Carlos Luis Spegazzini,
Florentino Ameghino, Juan Vucetich y Francisco P. Moreno, a quienes
se les debe la formación de muchas generaciones de profesionales naci­
dos en La Plata y en otras localidades del país y del extranjero, porque
hasta los difíciles años del extremismo y la represión llegaban estudian­
tes de todas las latitudes, muchos de los cuales formaron su hogar y se
radicaron definitivamente en la ciudad de las diagonales.

En sus ciento cinco años de vida, la Universidad Nacional


de La Plata entregó calificadas generaciones de profesionales de todas
las disciplinas científicas, los que alcanzaron posiciones relevantes en el
respectivo campo de actuación, trascendiendo algunos a nivel interna­
cional como ha ocurrido con el Dr. René Gerónimo Favaloro en medicina
cardiovascular o el escritor Ernesto Sábato, galardonado con el Premio
Cervantes que otorga la Universidad de Alcalá de Henares a la produc­
ción literaria de habla hispana, aunque cabe aclarar -en este caso- que su
formación académica no guardaba relación con sus logros en el campo
de las letras ya que se graduó con el título de Doctor en Física.

Otras figuras destacadas de la ciudad por su actuación en


los centros universitarios y en la política fueron los doctores Ricardo
Balbín, Horacio y Raúl Oyhanarte, Anselmo Marini, Pablo A. Ramella,
Emir y Amilcar Mercader, Francisco Marcos Anglada, René Orsi, Pedro
Michelini, Julio Cueto Rúa, Ataulfo S. Pérez Aznar, Ideler S. Tonelli, Car­
los R. S. Alconada Aramburú, Federico Storani, entre otros, quienes des­
empeñaron roles importantes en el orden nacional, al igual que los
gremialistas Cipriano Reyes, Pedro Gomis, Segundo Bienvenido Palma,
Antonio Balcedo, Carlos West Ocampo y Alfredo Atanasoff.

145
Pasado, presente y futuro
El influjo de la Universidad Nacional también se trasladó a
las distintas manifestaciones de la cultura, siendo relevante el aporte de
los platenses a la plástica por vía de artistas renombrados en el país y en
el extranjero como Emilio B. Coutaret, Faustino Brughetti, Cleto Ciocchini,
Emilio Pettoruti, Atilio Boveri, Roberto della Croce, Ricardo Sánchez,
Carlos Aragón, Francisco Vecchioli, Armando Miotti, Nelson Blanco,
Oscar Levaggi, Ambrosio Aliverti, Rubén Elosegui, José y Mario Themis
Speroni, Enrique Gonino, Guillermo Martínez Solimán, César López
Osornio, París Cédola, Miguel A. Alzugaray, Roberto Rollié, Enrique
Arrigoni, Hugo De Marziani, René Palermo, Juan Lascano, Nilda Fernández
Uliana y los dibujantes Julio C. Trouet y Francisco Delbueno.

En el campo de la literatura La Plata albergó hasta el fin de


sus días a hombres de letras famosos, como el poeta Matías Behety
(1849-1885) -el frágil condiscípulo de Miguel Cané según «Juvenilia»-
que acompañó a los fundadores con la esperanza de reponer su deterio­
rada salud, falleciendo poco después de su radicación; el incomparable
Pedro Bonifacio Palacios (1854-1917) que pasó a la posteridad como
«Almafuerte» con sus «Siete sonetos medicinales»; y Benito Lynch (1880­
1951), el célebre autor de «Los caranchos de la Florida», «El inglés de los
güesos» y «El romance de un gaucho», por nombrar a las obras que más
trascendieron a nivel nacional.

Otros autores famosos residieron temporariamente en la


ciudad, ya sea por estar cursando sus carreras en la Universidad Nacio­
nal o por integrar el cuerpo docente de la misma, enriqueciendo con sus
aportes literarios y sus enseñanzas el acervo cultural de La Plata. En esa
situación figuran nada menos que los laureados escritores Arturo Roa
Bastos, Tomás Eloy Martínez, Rodolfo Walsh, Héctor Tizón, Ricardo
Piglia, Mario Goloboff y el autor de «Boquitas pintadas», Manuel Puig,
aunque -en realidad- este último estaba unido a la ciudad por razones de
parentesco con la familia Delledonne.

Una generación de malogrados poetas surgieron en las pri­


meras décadas del siglo XX y formaron con Rafael Alberto Arrieta -único
sobreviviente del grupo- lo que ha dado en llamarse la «Escuela de La
Plata», encontrando en el fallecimiento prematuro e inesperado un la­
mentable punto de coincidencia. En efecto, seis jóvenes platenses como
lo eran Abigail Lozano (1892-1914), Héctor Ripa Alberdi (1897-1923), Pe­
dro Mario Delheye (1894-1918), Alberto Mendióroz (1895-1924), Francis­
co López Merino (1904-1928) y José Luis Menéndez (1891-1924) dejaron

146
Pasado, presente y futuro
el espacio terrenal en plena juventud, privando a los amantes de las
utopías la creatividad y la nostalgia demostrada en sus cortas existen­
cias. También pertenecieron a la llamada «Generación del 17» los poetas
y narradores Enrique E. Rivarola (padre), Luis Reyna Almandos, Justo
María Aguilar, Delfor B. Méndez, Salvadora Medina Onrubia, Baldomero
Fernández Moreno, José Picone, Juan Ignacio Cendoya, Alejandro Denis,
Pedro Viñals Blake, Felipe A. Oteriño, Víctor Font y Oscar Tiberio (seu­
dónimo literario de Jacinto Bordenave).

En 1928, al constituirse la «Agrupación Bases» nace vir­


tualmente la «Generación Intermedia» o «Generación del 40», formando
parte de ella Francisco Timpone, Roberto Themis Speroni, Ismael Dozo,
Luis C. Caggiano, Lázaro Seigel, Jaime y Mario L. Sureda, Marcos Fingerit,
Osvaldo Durán, Ignacio B. Anzoátegui, Arturo Cambours Ocampo, Gus­
tavo García Saraví, Rodolfo Falcioni, Alberto y Horacio Ponce de León,
Carlos Albarracín Sarmiento, Roberto Saraví Cisneros, Pablo y Andrés
Homero Atanasiú, Tomás D. Bernard, Mario Marcilese y el crítico de arte
Jorge Romero Brest, entre otros.

Notable ha sido el aporte femenino en la literatura platense,


ya que a la producción de Salvadora Medina Onrubia, como escritora y
periodista, considerando su larga trayectoria al frente del diario «Críti­
ca» como colaboradora y sucesora de su esposo, el legendario Natalio
Botana, se agregan las obras de María de Villarino -única mujer que tuvo
el honor de presidir la Sociedad Argentina de Escritores-, Dolores López
Aranguren, Aurora Venturini, Clara Grosso, Lola Juliánez Islas, Ana Emilia
Lahitte, Leonor Centeno, Marta Mercader, Raquel Sajón de Cuello, Cata­
lina Lerange, Ñusta de Piorno, Estela Calvo de Reca, Domitila Cabrera de
Dáttoli, Nélida Carrillo, Delicia González Montaña, Lily Rossi, Haydée
Trotta, Martha Llorens, Gladys Ruscitti, Nury Busquets, Claudia Bernazza
y tantas otras jóvenes escritoras que publicaron en los últimos años.

La última generación se encuentra integrada por poetas y


narradores contemporáneos, figurando entre otros: Julio César Mastay,
Osvaldo Ballina, Oscar A. Ligaluppi, Horacio Castillo, Néstor Mux, Ra­
fael F. Oteriño, Enrique Sureda, Juan Bautista Devoto, Alberto M. Oteiza,
Atilio Milanta, Horacio Preler, Gabriel Báñez, Guillermo Pilía, Rafael F.
Oteriño, Osvaldo O. Otaviano Ortiz, Roberto H. della Croce, Jorge P.
Asuaje, Domingo J. Vibbot, Roberto Coppari, Jorge Falcone, José María
Cuenca, Walter Balquinta y Leopoldo Brizuela, el brillante ganador del «Pre­
mio Clarín» en el rubro novela en 1999.

147
Pasado, presente y futuro
El uso de seudónimos ha ocultado la verdadera identidad
de algunos platenses que trascendieron en el campo de las letras, tal lo
ocurrido con Guillermo Juan Robustiano Pichot (Ivo Pelay), Carlos Raúl
Muñoz (Carlos de la Púa), Arístides Gandolfi Herrero (Alvaro Yunke),
Matilde Kirilovsky de Creimer (Matilde Alba Swann) y el mismo Pedro
Bonifacio Palacios que, además de «Almafuerte», utilizó los siguientes
nombres literarios: «Bayardo», «Bonifacio», «Catón», «Claro»,
«Cocorocó», «Crítica», «Eros», «Fígaro», «Flax», «Flirt», «Isaías»,
«Jack», «Job», «Julio», «Justo», «Max», «Municipio», «Pastor», «Patri­
cio», «Pío Colbert», «Plutarco», «Plutón», «Uriel» y «Véritas».

Entre los ensayistas se han destacado, además de Alejan­


dro Korn, Carlos L. Spegazzini, Florentino Ameghino -los precursores-
Enrique M. Barba, Jesús Edelmiro Porto, Eugenio Pucciarelli, Emilio
Donato del Carril, Segundo V. Linares Quintana, Pablo A. Ramella, Carlos
y Julio Sánchez Viamonte, Julio Cueto Rúa, César Díaz Cisneros, John W.
Cooke, Adolfo Korn Villafañe, Tomás D. Bernard, Julio Oyhanarte, Fran­
cisco Hipólito Uzal, Carlos A. Moncaut, Angel O. Nessi, Saúl A. Argeri,
Néstor A. Cipriano, José L. Lazzarini, Miguel B. Szelagowski, Hugo
Fernández Burzaco, Ricardo Zuccherino, Roberto Berizonce, Alfredo
Galletti, Pedro L. Barcia, Julio F. Godio, Fernando Barba, René Orsi, Ro­
berto J. Sansone, Carlos D’Agostino, Manuel Urriza y Eduardo M. de la
Cruz, con obras trascendentes para el desarrollo de la ciencia y la cultura.

Un merecido homenaje les corresponde a los letristas del


tango que han trascendido en el orden nacional por sus inolvidables
creaciones, tal como ha ocurrido con Juan Andrés Caruso, el autor prefe­
rido de Carlos Gardel; Ivo Pelay que formó una dupla inigualada con
Francisco Canaro para legarnos «Adiós pampa mía», «Sentimiento gau­
cho» y «La última copa», entre otros grandes éxitos; Juan Carlos Marambio
Catán, cantor y poeta que dejó verdaderos clásicos de la música popular
como «El choclo», «Acquaforte» y «Buen amigo»; Adolfo Carlos Herschel
y su «Pobre gallo bataraz»; Raúl de los Hoyos con piezas memorables
como «Un tropezón», «Quemá esas cartas» y «Viejo rincón»; Mario Soto,
que encontró en la voz de Alberto Morán el canal ideal para expresar su
sentimiento con «Muchachita de barrio», «Por pecadora» y su obra cum­
bre: «Pasional»; y el incomparable Carlos de la Púa con ese catálogo del
lunfardo que fue «La crencha engrasada».

Las mujeres platenses también marcaron rumbos con sus


producciones poéticas y musicales, pues tanto María Luisa Carnelli como

148
Pasado, presente y futuro
Mercedes Simone impusieron condiciones entre los tangueros. La prime-
ra, bajo los seudónimos «Luis Mario» y «Mario Castro», presentó dos
verdaderas joyas: «Cuando llora la milonga» y «Se va la vida», consa­
grándose la segunda al interpretar un tema de su autoría: «Cantando».

Otros poetas del tango como Juan B. Devoto, Juan Carlos


Cobos, Emir Ligaluppi, Ismael Mauad, Andrés Lizarraga y Antonio Fante
también dejaron excelentes producciones, al igual que aquellos que le
cantaron a la ciudad como Orlando Miranda con su tema «Ciudad de las
diagonales»; Néstor Vera y su tango «A don Tulio», dedicado al
bandoneonista Tulio Bartolini; Alberto Forteza con «Tango en diago­
nal» y «Milonga platense»; Ponciano García con «Calle 7»; Francisco
Labandeyra con «Después de la última»; y el Dr. Roberto Marelli, autor
de «Mi barrio en un tango», aunque éste tuvo mayor trascendencia como
médico deportólogo y colaborador de Osvaldo Zubeldía en la exitosa
campaña de Estudiantes de La Plata. Esa doble incursión en la música
ciudadana y el deporte más popular de la Argentina ya se había manifes­
tado con el tango «Varallo» que José María Bagnati le dedicara al famoso
«Cañoncito» Francisco Varallo, homenaje que se repitieron con las com­
posiciones de Juan Bracco y Jorge Lavaller -con letra de Hugo Galli­
titulada «El goleador de Dallas» en reconocimiento a la notable actua­
ción del centrodelantero «pincharrata» Angel Laferrara en los Juegos
Panamericanos de 1937, y de Edelmiro «Toto» D’Amario con la milonga
«Arriba Gimnasia» que grabó con su orquesta para RCA Víctor en 1944.

En el plano de la interpretación vocal se recuerda la presen­


cia del futbolista «tripero» Gabino Arregui como cantor de la orquesta
típica «Los Incas» en 1940 y una presentación circunstancial, más cerca­
na en el tiempo, del otrora mediocampista del «Lobo» Carlos Daniel Bayo
en un memorable festival tanguero que se llevó a cabo en la sala provisoria
del Teatro Argentino que funcionó en el ex Cine Gran Rocha, sin alcanzar
-naturalmente- la trascendencia que lograron en el ámbito capitalino
Mercedes Simone, Juan Carlos Marambio Catán, Chola Luna, Luis Tolosa,
María de la Fuente, Carlos Almada, Juan Carlos Cobos, Héctor Coral,
Carlos Barrios, Jorge Sobral, Ruth Durante, Enrique Dumas, Héctor Omar,
Juan Carlos Ousset, Jorge Hidalgo, Carlos Cristal y María Garay.

Algunos creativos del tango cumplieron el doble rol de


letristas y compositores, tal como ha ocurrido con Hugo Galli, Pablo
Rodríguez, Alberto «Chiche» Forte, Carlos Cabrera, Juan Carlos Costa y
Alberto Haurie, a diferencia de aquellos músicos que contaron con el

149
Pasado, presente y futuro
auxilio de poetas como ocurriera con Domingo Bozzarelli, José Capella,
Germán de la O, Juan Cruz Mateo, Angel Colombo, Carlos Aimar, Severo
Zingoni, Ricardo Pérsico, Antonio Blasi, Omar Lupi, Horacio Delbueno,
Horacio Omar Valente y otros que escapan a la memoria.

No fueron pocos los músicos platenses que trascendieron


durante el siglo XX, mereciendo una mención los hermanos Victorio,
Angel y Mario Lovisuto, Casimiro Labat, Fermín Favero, Angel Eladio
Ramos, Martín Yuspa, Pedro Lopérfido, Rafael Gaskin, Gregorio Levchuk,
Alfredo «Pinocho» Barandica, Néstor Parodi, Alfredo Acevedo, Oscar
Vegetti, José Pendón, los guitarristas Julio y Tito Centeno, y algunos
otros que con el tiempo se destacarían en el ejercicio de diferentes profe­
siones liberales como los pianistas Leonardo Bava y Esteban Pavese
(médicos); los bandoneonistas Rodolfo Quinteros (veterinario), Arman­
do Trotz (ingeniero), Luis Agnusdei abogado), Oscar Allevato (médico),
Pablo Marín (ingeniero), Carlos Luccini (químico) y Juan Pablo Fredes
(Contador); los violinistas Antonio Caratti y César Graziani (médicos); el
baterista José María Felipe (médico) y el contrabajista Néstor Delbueno
(odontólogo); algunos de los cuales alcanzarían posiciones relevantes
en la Administración Pública como han sido los casos de Bava (Director
del Hospital de Berisso), Trotz (Administrador General de Vialidad),
Agnusdei (Presidente del Tribunal de Cuentas), Marín (Ministro de Obras
Públicas) y Fredes (Subsecretario Administrativo del Poder Judicial).

Desde aquella lejana época en que la comparsa «Nación


Lucamba» interpretara por primera vez tangos en una casona de la esqui­
na de 6 y 56, allá por 1888, la pasión por la música ganó a gran parte de los
pobladores de la joven capital bonaerense, prendiendo en varios pione­
ros de la música popular la idea de agruparse con otros instrumentistas
para lograr una mejor combinación de sonidos y aumentar, de esa mane-
ra, la calidad interpretativa de las canciones que iban cobrando popula­
ridad con gran rapidez. Entre esos pioneros se encontraban los directo­
res de las bandas del Cuerpo de Bomberos y del Batallón de
Guardiacárceles que introdujeron el tango en las famosas retretas de la
Plaza de la Primera Junta o Plaza de la Legislatura como entonces se
denominaba a la actual Plaza San Martín, aprovechando al efecto la auto­
rización expresa del gobierno provincial para los carnavales de 1890.

Con la llegada de grandes contingentes de obreros


inmigrantes comienzan a habilitarse los salones de baile, siendo el de la
sociedad italiana «Unione e Fratellanza» el primero que se constituyó en

150
Pasado, presente y futuro
centro de diversión, siguiéndole en esa tendencia la «Unione de Operai
Italiani», «La Gauloise», «El Politeama Olimpo» (actual Coliseo Podestá),
el «Teatro Apolo», el «Politeama Veinticinco de Mayo» y, a partir de
1895, el «Circulo Napolitano», instalado en el predio de la calle 49 entre
11 y 12, muy cercano a diagonal 74, donde hoy funciona el Club de Billar
La Plata. Los restantes centros de esparcimiento estaban representados
por los prostíbulos que pululaban en zonas marginales de la ciudad, los
cuales se escudaban en la fachada de «academias de baile» para disimu­
lar los encuentros con fines sexuales que allí se concertaban a pesar de
estar permitida la actividad de las meretrices, surgiendo así la necesidad
de organizar conjuntos musicales a fin de amenizar las reuniones danzantes
que se organizaban en esos establecimientos.

La llamada «Guardia Vieja» se había expresado a fines del


siglo XIX a través de músicos autodidactos que fueron progresando a
fuerza de ensayos e intercambio de conocimientos, como ocurriera con
Atilio Garibotto, Antonio Curzio, Cipriano Ramos, Santiago Balbi, Ernes-
to Astutti y Francisco Postiglione, aunque cabe reconocer que estaban
muy lejos de lograr interpretaciones en forma armoniosa. Fueron los her­
manos Ernesto y Juan Wolcan los que organizaron -en 1902- la primera
agrupación orquestal que se formó en La Plata, contando con la colabo­
ración de Casimiro Labat (violín) y Luis Prevost (flauta). Esa actitud fue
imitada rápidamente por otros músicos que decidieron formar conjuntos
semejantes, resultando así el dúo de los instrumentistas Ponciano García
y Emilio Lodi, o el trío de cuerdas que integraron José Capella (guitarra),
César Bellingi (violín) y Pedro Pesoa (mandolín).

En 1913 empiezan a conformarse los conjuntos orquestales,


siendo Andrés Lira uno de los primeros en organizar un cuarteto con el
acompañamiento de Jaime Pané, Germán de la O y Cándido Fernández.
Sin embargo, es en 1915 cuando afloran las agrupaciones musicales para
dar respuesta a los requerimientos de los promotores de espectáculos en
los salones de baile o de los dueños de prostíbulos que pretendían nú­
meros vivos para atraer público en un caso y clientela en el restante.

Se integra así el cuarteto de los hermanos Alfredo y Ramón


Muggetti que completaban dos músicos que tenían el mismo parentesco:
Fermín y Justo Favero. Por la misma época el primer bandoneonista
platense, Angel Colombo, funda el famoso «Cuarteto Pucho» a cuyo
efecto convoca al aludido guitarrista Cándido Fernández, al violinista
Oscar Serantes y al flautista Angel Lovisuto, debutando en el Bar Colón

151
Pasado, presente y futuro
de diagonal 80 entre 49 y 50, hasta que comienza a actuar en el Bar El
Mercado, frente al desaparecido «Mercado El Plata» que funcionaba en
el predio donde a fines de la década del cuarenta se erigiera el Hotel
Provincial (actual sede de los tribunales federales).

En 1916 despierta el furor por el bandoneón y son varios


los que se pasan a ese instrumento que revoluciona la interpretación de
la música ciudadana, abriendo un período caracterizado por la formación
de tríos o cuartetos que se van encaminando hacia la integración de lo
que serían las orquestas típicas que tanta repercusión tendrían en las
décadas del cuarenta y del cincuenta. Por esa época hacía su debut el trío
de Ponciano García, que contaba con la colaboración del violinista Emilio
Lodi y el guitarrista Gregorio Luna, siguiéndole en esa tendencia los
bandoneonistas Germán de la O, Domingo Bozzarelli, Angel Eladio Ra­
mos, Natalio Porcellana y Armando Galli, al igual que los violinistas Mi­
guel Mazzuca y Fermín Favero que también pasaron a dirigir sendos tríos
y cuartetos.

Le correspondería a Ponciano García fundar y dirigir -en


1920- la primera gran orquesta típica de La Plata, pues la integraban cua­
tro bandoneones, tres violines, piano y batería, inaugurando -además- el
uniforme, ya que llegó a vestir de smoking a sus músicos para actuar en
el Jockey Club, circunstancia que le daba mayor jerarquía frente al audi­
torio. Se suceden, a partir de ese emprendimiento, numerosas orquestas
que no llegan a mantener una estructura fija, ya que la movilidad de los
músicos era permanente, dado el requerimiento que le hacían desde los
diferentes salones de baile, además de importantes emisoras de la Capital
Federal como las radios Belgrano, Brusa, Prieto y Stentor.

En las décadas del veinte y primera mitad del treinta las


orquestas de mayor predicamento eran las que encabezaban José María
Bagnatti, Virgilio Panisse, Juan Piñero, Domingo Bozzarelli, Angel Eladio
Ramos, Hugo Galli, Coco Bach, Angel Resiga, Fermín Favero, Mario
Lovisuto, Ricardo Caldentey, Víctor D’Amario y Pedro Lopérfido, produ­
ciéndose la explosión del tango a partir de 1937, poco después de la
trágica desaparición de Carlos Gardel, ya que importantes directores y
compositores como Roberto Firpo, Julio De Caro, Pedro Maffia, Francis­
co Lomuto y Francisco Canaro se transformaron en los modelos que
abrieron caminos en el espacio cultural argentino, no siendo extraño -por
lo tanto- la existencia de imitadores en la capital bonaerense, donde el
tango ocupaba los primeros lugares entre las preferencias del público.

152
Pasado, presente y futuro
La aparición de Celestino Vidal al frente de «Los Incas» en
1937 tuvo gran repercusión ya que a partir de entonces proliferaron las
agrupaciones numerosas tal como ocurriera con las de Pedro Leone,
Fermín Favero, Angel Resiga, Pedro Lopérfido, Angel Colombo, Carlos
Porcellana, Hugo Marozzi, Carlos Luccini, César Malnatti y las que se
presentaban bajo nombres de fantasía como las orquestas típicas «Royal»
de José Fiore; «Los Zorros Blancos» de Idelfredo Gallo; «Los Príncipes»
de José Pendón; «Venus» de Hugo Marozzi; el «Cuarteto Armonía» de
Hugo Galli; y los conjuntos dirigidos por Jacinto Lozzi que se presenta­
ban en forma simultánea y bajo las diferentes denominaciones
(«Maipú», «Ideal», «Inspiración» y «Porteña»).

A partir de 1940 los conjuntos tenían formaciones más aca­


badas, toda vez que los instrumentistas ya eran producto de conservato­
rios tal como se observaba en los conjuntos dirigidos por Justo Favero,
Roberto López Osorio, Ricardo Rómulo, Jorge Lavaller, Tantín Saborido,
Severo Zingoni y Chiche Forte, al igual que las orquestas típicas «Juven­
tud» de Lideano Silvestrini; «Los Ases» de Roberto «Cacho» Parietti;
«Los Mendocinos» de Bartolomé Montero; «Pampa» de Pedro Gaeta y
Luis Elía; «Los Porteñitos» de Pedro «Toto» Lofeudo; «Odeón» de Raúl
Licastro; «Los Rítmicos» de Dante Garófalo, «Armonía» de Ricardo Pér­
sico; «Los Ases del Tango» de Carlos Aimar; «Los Criollitos» de Juan
Furia; «Un Placer» de Abel Saldías, «Boedo» de Blas Rivera y Tito Baldi;
«Marabú» de Julio Perri; «Florida» de Horacio Omar Valente; y dos
binomios que dejarían huellas por su calidad interpretativa: «Blasi-
Orlando» de Antonio Blasi y Polo Orlando, convertida luego en «Lupi-
Orlando» cuando el talentoso Omar Lupi reemplazó al primero.

En 1946 se fundó la Asociación de Músicos y Afines, sien­


do Fermín Favero y Pedro Benavidez (Pedro El Cubano) los impulsores
de la entidad que -a partir de entonces- tendría la responsabilidad de
defender los intereses de los instrumentistas, especialmente después de
la década del sesenta, cuando el tango fue relegado por la música foránea
y empezó a escasear el trabajo, cayendo las remuneraciones de los músi­
cos y cantores a pesar de la calidad demostrada por instérpretes de gran
valía, como algunos de los ya nombrados, que seguían en la brecha y
eran requeridos por las grandes orquestas de Buenos Aires. Tras el acto
fundacional la Comisión Directiva quedó integrada por el primero como
Presidente, Francisco Tocci como Vice Presidente, Luis Renzi como Se­
cretario y Francisco Pezzano como Tesorero, funcionando
provisoriamente en el Centro de Fomento «Gral. San Martín» hasta que

153
Pasado, presente y futuro
instalan la sede en un viejo local que alquilaban en la calle 57 entre 12 y
13, concretando un viejo anhelo en 1953 al adquirir el inmueble de la calle
2 entre 46 y 47, hoy compartido con la Agrupación Amigos del Tango.

Entre los músicos que se destacaron en el medio capitalino


figuran Pedro Lopérfido (primer violín de Osvaldo Fresedo); César
Malnatti (bandoneonista de Ciriaco Ortiz), Antonio Blasi (integrante de
las orquestas de Miguel Caló y Orlando Goñi), Edelmiro «Toto» D’Amario
(primer bandoneón de los conjuntos de Juan Caló, Alfredo Gobbi y Horacio
Salgán), Alberto «Chiche» Forte (instrumentista de «Los Señores del
Tango») y el director de orquesta Víctor D’Amario que se radicó en Bue­
nos Aires y triunfó también en Montevideo lo mismo que su hermano
que encabezaba su propia agrupación.

A comienzos de los años cincuenta nace una nueva co­


rriente: el «vanguardismo», cuyos primeros exponentes en La Plata fue­
ron, sin duda alguna, Gabriel Cativa y Walter Elenco, directores de la
«Orquesta Típica Elenco-Cativa» y adherentes a la propuesta musical
que empezó a formular Astor Piazzolla cuando dejó la agrupación de
Aníbal Troilo. En esa línea se inscribieron músicos talentosos como Omar
Lupi, fundador del «Octeto La Plata» y «Quintango»; Horacio Delbueno
al frente del «Quinteto Juvenil» y del «Quinteto de Tango Moderno»;
Oscar González y su orquesta «Sans Souci»; Eduardo Rovira, con su
«Agrupación de Tango Moderno»; Osvaldo Molino con la «Típica Los
Reales»; el violoncelista Guillermo Mítolo; y dos directores que ganaron
prestigio en la Capital Federal: Horacio Omar Valente y Jorge de la Fuen­
te, quienes contrastaban con el estilo musical de un veterano como José
Capella que a los setentisiete años de edad organizaba la «Orquesta
Argentina de la Guardia Vieja» con músicos de su generación.

A partir de la década del cuarenta no se concebía la exis­


tencia de una orquesta típica que no tuviera uno o dos cantores, pues
por entonces la poesía había adquirido tanta importancia como la melo­
día para el oído de los amantes de la música popular rioplatense. Además
de los vocalistas ya nombrados, todos ellos triunfadores en la Capital
Federal, hubieron en La Plata intérpretes de real valía, recordándose es­
pecialmente a Luis Scanlon, Mario Garrido, Rubén Lagos, Alberto Relli,
Jorge Miranda (primer seudónimo de Jorge Sobral), Alberto Morel, Car­
los Alvarado, Guido Laserre, Jorge Segura, Héctor Beiró, Ricardo Achával,
Roberto Lavalle, Omar Rivas, Mario Pisani, Blanca Ramírez, Juan Carlos
Nogués, Luis Renzi, Héctor «Cucú» Colón, Alberto Pelliza, Mario Castel,

154
Pasado, presente y futuro
Coco Rosario, Carlos Cabrera, Hugo Reyes, Carlos Ranieri, Miriam Sofía,
Héctor Mazzeo, Caracol y Néstor Cordó, entre otros, siendo importante
el aporte de los presentadores de orquestas, por la jerarquía que le daban
a los artistas y a las composiciones que éstos interpretaban, mereciendo
un recordatorio Tito Dutto, Mario Jorge Acuña, Jorge Dely, Rodolfo Di
Sarli, Cacho Duggan y Hugo Luján.

También el folklore promovió a grandes intérpretes,


recordándose las exitosas actuaciones de los guitarristas Domingo Mer­
cado, José María «El Coya» Mercado, Julio y Tito Centeno, Carlos «Pato»
Briguez; figurando -entre los cantantes- el malogrado dúo de «Los Her­
manos Záccaro»; «El Trío América»; Raúl Rodríguez Rivas, el Chango
Nieto y Nelly Achaval entre los exponentes de mayor relieve del pasado
y el presente, sin olvidar -claro está- a dos grandes del folklore nacional:
Jaime Dávalos y su hija Julia Elena Dávalos, que estuvieron radicados
temporariamente en La Plata, al igual que el pianista y compositor Horacio
Salgán, que vivió una temporada en Manuel B. Gonnet, y el cantautor
Antonio Tarragó Ross, que reside actualmente en Villa Elisa.

El jazz y la música melódica también marcaron rumbos en la


ciudad de las diagonales, ya que numerosos conjuntos locales se orga­
nizaron entre las décadas del treinta y cincuenta a propósito de los gran-
des bailes que organizaban los clubes de barrio, amenizados por orques­
tas de Buenos Aires con el complemento de agrupaciones platenses de
ambos géneros musicales, ya que los músicos que compartían el escena­
rio con Juan D’Arienzo, Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Alfredo De
Angelis y otros grandes del ambiente tanguero se alternaban con las
orquestas típicas locales cuando llegaban la «Jazz Casino», los «Hawaian
Serenaders», «Ahmed Ratip y sus Cotton Pickers», «Santa Anita - Ritmo
en el Alma», «Varela - Varelita» y los conjuntos dirigidos por Eduardo
Armani, Tony Cefalí, Oscar Alemán, Barry Moral, Feliciano Brunelli y
Juan Carlos Barbará.

Los grandes bailes que organizaban prestigiosos clubes


de barrio como Gimnasia, Estudiantes, Atenas, Asociación Coronel
Brandsen, Universal, Unión Vecinal, Ateneo Popular, El Volcán,
Aconcagua, Reconquista, Deportivo La Plata, Juventud, El Fortín de
Zona Sur, Gütenberg, Estrella de Berisso e Y.P.F., representaban una fuente
de trabajo importante para los músicos locales, generando un gran movi­
miento orquestal y actuaciones relevantes que excedieron los límites de
la ciudad.

155
Pasado, presente y futuro
Las primeras orquestas de jazz de la ciudad contaron con la
conducción de Alfredo Smith, un inquieto baterista que encabezó diver­
sas formaciones bajo llamativos nombres de fantasía, tales como la
«American Jazz Band», «Freddy and His Swingters» y la «Symphonic
Super Jazz Smith-Scholz» que dirigió conjuntamente con el violinista
Alejandro Scholz, hasta que se consagró con la que fue -sin duda- la
mejor orquesta de ese género: la «Swing Serenaders Band», que compe­
tía en el medio local con la «Blue Serenaders Band» de Mario Lovisuto, la
«Habana Jazz» de Rafael Gaskin y la «Blue Star» de Vicente Curtis.

La mayoría de los instrumentistas que se volcaron al jazz


eran estudiantes universitarios, de manera que a nadie debe extrañar que
conocidos profesionales contemporáneos hayan cultivado ese género
musical para deleite de los jóvenes de entonces, tal como acreditan las
actuaciones de Bartolomé Schelotto (farmacéutico), Eduardo Martínez
Boero y Oscar Lavapeur (abogados), José María Tejedor (médico) y Ra­
món Ballvé (escribano), mientras el abogado Gerardo González oficiaba
habitualmente de maestro de ceremonias.

A partir de la década del cincuenta fueron apareciendo nue­


vos conjuntos, recordándose la actuación de las orquestas de jazz «Los
Tilos», «Ayllon», «Blanco y Negro», «Cuacci Ibarra», «Santa Rita»,
«Multiplus» y las agrupaciones dirigidas por Omar Chiessa, Johnny
Wilton, Coco Bach, Charito Amerise, Jorge Fraccione y el eterno baterista
Mingo Martino, triunfador en Buenos Aires al igual que su colega «Pe­
dro El Cubano»; el trompetista Adolfo «Cholo» Rossini; los cantantes
Gonzalo Sánchez Soler de la «Santa Paula Serenaders» y Juan Carlos
Duggan de «Héctor y su Jazz»; el pianista Alberto Favero; el guitarrista
Jorge López Ruiz y su hermano, el trompetista Oscar López Ruiz.

La música moderna también produjo calificados exponen­


tes que triunfaron en la Capital Federal, como han sido los casos de
Manuela Bravo, Beto Orlando y Federico Moura, el malogrado líder de la
banda de rock nacional «Virus», antecesores de «Patricio Rey y sus Re­
donditos de Ricota», la banda que conduce Carlos «Indio» Solari, tan
exitosos como el «Quinteto Tiempo», «La Saga de Sayweke» y los
cantautores Gustavo Astarita y Francisco Bochatón.

En otros rubros del arte se destacaron, a lo largo de los


años, los bailarines clásicos Carmen Panader, Esmeralda Agoglia, Ida
Opatich, Roberto Zúccaro, Oscar Aráiz, Iris Scaccheri, Iñaki de Urlezaga

156
Pasado, presente y futuro
y las cultoras de danzas españolas Marta Cipriano, Isabel Victorero y
Rayuela; los instrumentistas del «Cuarteto de Cuerdas de la Universidad
Nacional de La Plata» Enrique Mariani, Federico López Ruf, Carlos
Sampedro y Héctor Almenares; los concertistas de piano Eke Méndez y
Alberto Portugheis; los cantantes líricos Víctor de Narké Mercante, Lina
Rosset, Lino y Antonio Bugallo, Susana Platero y Paula Almenares; el
compositor Osvaldo Golijov; los coreutas Rodolfo Kubik, los hermanos
Raúl y Roberto Carpinetti, Luis Büchele; y los integrantes de los grupos
vocales «Opus 4» y «Cuarteto Almenares».

También merecen ser recordados los locutores que oficia­


ron de maestros de ceremonia en festivales, los conductores de progra­
mas radiales dedicados a resaltar los valores culturales y, en general, los
difusores de nuestra música popular, destacándose en tal cometido Tito
Dutto, Mario Jorge Acuña, Andrés Balmelli, Perla Vázquez, Leonor Cen­
teno, Manuel y Juan Pedro Cendoya, Rubén Aldao, Hugo Luján, Carlos
Ravazzo, Mario Sarlangue, Adrián Rocha, Abel Saldías, Nelson Gardella,
Charo Amerise, Lionel Godoy, Inter Miqueo, Olga San Pablo, Pipo
Santamaría, Daniel Sedán, Carlos Ranieri, Hugo Reyes y Carlos Daniel
Bayo, entre otros, sin olvidar a Norberto Malbrán, conductor de progra­
mas tangueros en la primera época del Canal 2 de Televisión.

Numerosos hombres de prensa, surgidos del medio platense,


marcaron rumbos en la administración de órganos de difusión, merecien­
do un recordatorio Juan José Atencio (padre), Hugo Stunz, Eduardo y
Federico della Croce, Tomás R. García (padre e hijo), Enrique Noriega,
David y Raúl Kraiselburd, Hernando Navas, Myriam y Marcelo Balcedo,
Raúl Cuervo, como así también los directores de las radioemisoras que
abrieron el camino a muchos informantes y formadores de opinión que
jerarquizaron el periodismo platense.

Corresponde, entonces, recordar a los periodistas que se


destacaron en medios gráficos y orales de la región, en distintas épocas,
como han sido los casos de Manuel Vega Segovia, Jacinto Calvo, Juan I.
Cendoya, Mariano A. Arrieta, Miguel Camiña, Carlos Molteni, Roberto
Saraví Cisneros, Alejandro Denis Krause, Víctor Gil, Juan C. Mahiques,
Marcelo Curruchaga, Marcos Aronín, Lucio Rubinacci, Juan José Terry,
Rodolfo Schelotto Sergio, Juan F. Lagomarsino, Antonio Guillén, Osvaldo
Urriolabeitia, Martín Carrasco Quintana, Ricardo West Ocampo, Eloy
Gómez, Eduardo «Lalo» Painceira, Marisa Alvarez y los críticos de arte
Amilcar Ganuzza, Alejandro Castañeda y Amilcar Moretti.

157
Pasado, presente y futuro
También merecen destacarse las actuaciones de aquellos
periodistas que incursionaron con éxito en los medios de la Capital Fede­
ral como Arturo Cambours Ocampo, Diego Lucero, Ernesto Lerchundi,
José María Suárez, Ramiro de Casasbellas, Jorge «Chacho» Marchetti,
Raúl Becerra, los hermanos Guillermo y Edgardo Aronín, Carlos Asnaghi,
Lía Salgado y Ernesto Tenenbaum.

En el rubro Deportes se destacaron, además del legendario


Osvaldo Tomatti (Mercurio), los comentaristas Juan María Manganiello
(Juan Carbone), Roberto Sbarra, Alberto Hugo Varela, Néstor Basile, Raúl
Parma, Julio César del Rivero, Alberto Galliadi, Walter Casamayou, Car­
los y Osvaldo Fanjul, Aníbal Guidi, Martín Mendinueta y los relatores
Juan José Montreal, Juan Manuel Real (seudónimo de Alberto Collareda
Verdi), Víctor Cespón Ayala, Daniel Adrián, Víctor Manuel Azar, Miguel
Angel Varela, Pablo Zaro, Daniel Barinaga, Osvaldo Príncipi, Jorge
«Patuti» Cerviño, Gustavo «La Mole» Currás y dos periodistas que se
consagraron en las emisiones de L.S. 11Radio Provincia: Oscar Gañete
Blasco y Enrique Macaya Márquez.

La ciudad de los diagonales tuvo el alto honor de acoger,


en calidad de residente permanente a José «Pepe» Podestá, el padre del
teatro rioplatense, quien desarrolló una intensa actividad artística y em­
presarial junto con su hermano Jerónimo Podestá a partir de la habilita­
ción del famoso «Pabellón Argentino», transformado más tarde en el
«Politeama Veinticinco de Mayo», aunque la mayor trascendencia la lo­
graron con el «Teatro Politeama Olimpo» que finalmente fue rebautizado
con el apellido de esos pioneros de la escena nacional al remodelarlo y
convertirlo en el aún vigente «Coliseo Podestá».

El sendero que marcaron los hermanos Podestá encontró


en sus descendientes Blanca, Totón, Aparicio y María Esther Podestá a
los primeros continuadores, generándose así una corriente que -con el
correr de los años- se corporizaría en actores y actrices renombrados en
el medio capitalino, como ocurriera con José Gola, Florindo Ferrario, Arturo
García Buhr, LaloHartich, Carmen Vallejos, Oscar Casco, Graciela Araujo,
Víctor Manzo, Federico Luppi, Oscar «Lito» Cruz, Víctor Hugo Iriarte,
Susana Lanteri, Marta Albanese, Boris Rubaja, Horacio Taicher, Héctor
Bidonde, Carlos Moreno, Martín Adjemián, Cecilia Cenci, Orlando Carrió,
Miguel Jordán, Adrián «Facha» Martel, Alejo García Pintos, Jorge D’Elía
y su hijo, el ascendente Federico D’Elía, además de los humoristas Ale­
jandro Gardinetti y Freddy Villarreal (Figuretti).

158
Pasado, presente y futuro
Más cerca en el tiempo surgió una nueva generación de
artistas que se formaron en el «Teatro La Lechuza», que funcionó en la
esquina de 7 y 45, en el subsuelo del edificio de «La Cosechera»,
agregándose luego el grupo «Los Duendes», que se instaló en la sede de
«La Protectora» en la calle 49 entre 9 y 10, contribuyendo en ambos
casos a la formación de numerosos actores y actrices que recalaron en el
«Teatro de la Comedia», institución creada por el entonces Ministerio de
Educación para dar un espacio propio a los amantes de la comedia y el
drama, habida cuenta que el «Teatro Argentino» había ganado prestigio
internacional en el mundo de la música clásica y el ballet. Las obras que
se representaron durante largos años en la sala de la calle 47 entre 7 y 8
contaron con elencos integrados, generalmente, por Pablo Monsalvat,
Mabel Campos, Lucio Rubinacci, Carlos Moreno, Gloria Novas, Juan Car­
los De Barry, Osvaldo Salas Bau, Delia Suárez Lang, Nico Strático, Hebe
Verna, Jorge Gracio, Nelly Panizza Lanteri, Lidia Pérez Losavio, Horacio
Taicher y Mario Feller, entre otros, mientras en la vecina ciudad de Berisso
surgían dos grandes del teatro y el cine nacional: Oscar «Lito» Cruz y
Federico Luppi, además de Víctor Manzo y Walter Zuleta.

Años atrás, en las décadas del cuarenta y cincuenta, el


barrio de la Estación del Ferrocarril Gral. Roca (ex Ferrocarril Sud) con­
centraba a gente del suburbio que se solazaba con los llamados espectá­
culos de variedades organizados por «La Querencia», acordes con un
ambiente frívolo donde daba sus primeros pasos sobre un escenario ese
grande de la escena que ha sido José Marrone, conocido en La Plata
como «Rulito», quien en compañía de su primera esposa hacía un sketch
humorístico picante en actuaciones compartidas con otros valores que
después cobrarían fama en la Capital Federal, tal como ocurriera con el
actor Ubaldo Martínez y la cancionista Elsa Rivas.

En otros talleres teatrales se fueron formando actores que


ganaron un espacio en el ámbito capitalino como Boris Rubaja, Héctor
Bidonde, Martín Adjemián, Jorge D’Elía y el malogrado César Pierry,
quienes -como los anteriores- se enriquecieron artísticamente con las
enseñanzas de Antonio Cunill Cabanellas, Pedro Aleandro, María Luisa
Robledo, Juan Carlos Gené y otros grandes del teatro que durante largos
años desempeñaron el profesorado en la Facultad de Bellas Artes, al
igual que otros maestros de la literatura y el cine como Arturo Roa Bas­
tos, Tomás Eloy Martínez, Rodolfo Kuhn, David Kohon y René Mugica,
hacedores de directores exitosos como Lautaro Murúa, Leonardo Favio
y Raimundo Gleyzer.

159
Pasado, presente y futuro
También adquirieron prestigio en el ambiente artístico de la
Capital Federal otros platenses volcados al espectáculo como las mode-
los Yoly Scuffi y Teresa Calandra; los directores teatrales Lisandro Selva
y Roberto Conte; y los cineastas Arturo S. Mom, Oscar Barney Finn,
Marcelo Piñeiro y Rodolfo Costamagna, creador éste -junto con el guio­
nista y actor Manuel Eirín- de una película típicamente local como lo
fuera «José María y María José» por haber sido gestada en La Plata y
filmada en escenarios naturales de la ciudad y de Punta Lara.

Entre los platenses por adopción figuran Lea Conti, la es­


posa de Antonio Podestá; la soprano María Barrientos que vivió varios
años en Los Talas; la talentosa modelo y periodista Teté Coustarot, que
vivió en La Plata durante su época de estudiante; la actriz Blanca del
Prado que durante largos años fijó su residencia en City Bell, lugar que
también supo acoger a su colega Fernanda Mistral en sus descansos de
fin de semana, a la exquisita cantante folklórica Julia Elena Dávalos que
se encontraba unida a la ciudad por lazos de sangre por ser su abuela
paterna platense, y al médico, periodista y legislador Eduardo Lorenzo
(Borocotó Junior) que en su juventud solía pasar la temporada estival en
la casa de sus tíos, en las inmediaciones del Camino Centenario y Cantilo.

Sin embargo, fue el deporte el que mayor cantidad de valo­


res produjo, conforme a la consideración nacional e internacional que
ganaron merced a calificadas actuaciones en sus respectivas disciplinas,
tal como ocurriera en la era amateur del futbol argentino y en los albores
del profesionalismo con los futbolistas Saúl «Toro» Calandra y Manuel
«Nolo» Ferreira que representaron a la ciudad como integrantes del Se­
leccionado Nacional en los Juegos Olímpicos de 1928 realizados en
Amsterdam (Holanda), contribuyendo el último de los nombrados -junto
con Francisco Varallo y Alejandro Scopelli- a obtener un lauro importan­
te en el Primer Campeonato Mundial disputado en Montevideo (Uru­
guay) pese a caer en la final frente al local en el verano de 1930.

Otros representantes de la ciudad en competencias inter­


nacionales fueron los olímpicos Andrés Calonge, Beatriz Capotosto,
Mabel Farina, Antonio Fondevila (hijo), Margarita Formeiro y Enrique
Kistenmacher (atletismo); Oscar Pérez Cattáneo (basket); Héctor Patri
(boxeo), Carlos Miguel Alvarez, Juan Brotto y Gabriel Niell (ciclismo);
Carmelo Merlo, Zelmar Casco y Alberto Lanteri Merlo (esgrima); Rubén
Agüero, Mauro Airez, Guillermo Barros Schelotto, Carlos Bossio, Mario
Oscar Desiderio, Luis Islas y Alejandro Russo (futbol); Justo Albarracín

160
Pasado, presente y futuro
(hipismo); Orlando Cossani y Juan Carlos Garay (natación); Lorena Guado
y Oscar Yuston (tiro); y Carlos Espínola (yachting); logrando títulos
mundiales Héctor Baley, Rubén Pagnanini y José Luis Brown (futbol);
Antonio Dellacasagrande, Antonio Olivé y Walter Pirera (pelota a pale-
ta); Pablo Cagnasso, Pablo Grossi y Federico Manes (tiro); Mariana Arnal
y Laura Maiztegui (hockey); y Federico L. Méndez (rugby); consagrán­
dose Jorge Bátiz sub campeón mundial de velocidad en ciclismo.

A través de los años fueron muchos los futbolistas de La


Plata, Berisso y Ensenada que vistieron la casaca celeste y blanca en
competencias internacionales y en partidos amistosos, recordándose las
actuaciones de Herminio Masantonio, Miguel Angel Lauri, Arturo Naón,
Manuel Fidel, Angel Laferrara, Saúl Ongaro, Gabino Arregui, Ricardo
Infante, Gabriel Ogando, Walter Garcerón, Héctor Antonio, Angel
Schadlein, Omar Oreste Corbatta, Juan R. Verón, los hermanos Diego
Francisco y Carlos Daniel Bayo, Aníbal Roberto Tarabini, Antonio Rosl,
Juan C. Rulli, Carlos Pachamé, Oscar M. Malbernat, Roberto Rogel, Patri­
cio Hernández, Rolando Mannarino, Miguel A. Russo, Julián Camino,
Gustavo Barros Schelotto, Martín Palermo, Jorge San Esteban, Juan S.
Verón, Hernán Cristante, Andrés Guglielminpietro, José Luis Calderón y
otros que escapan a la memoria.

No se agota allí la galería de valores surgidos del Gran La


Plata que triunfaron en la categoría superior del futbol argentino y en el
exterior, ya que en distintas épocas se lucieron, entre otros, Felipe
Scarpone, Isidro y Armando Zoroza, Miguel Curell, Atilio Herrera, Emir
Latorre Lelong, Eduardo Scandone, Armando Nery, Evaristo Delovo, Al­
berto Viola, Francisco Pérez Escalá, Alberto Palomino, Luis Achilli, Ro­
berto Sbarra, Carmelo Yorlano, Rogelio Muñiz, Luis «Bala» Pérez, Isidoro
Orleans, Eduardo Sande, Juan J. Negri, Enrique Cerioni, Luis Villa, Alber­
to Bouché, Juan C. Violini, Juan A. y Osvaldo Ferretti, José Nazionale,
Julio Venini, Rubén Carriquiri, Juan E. Urriolabeitia, Julio Novarini, Pedro
Galeano, Carlos Minoian, Domingo Lejona, Mario Pardo, Ricardo Rezza,
Eduardo Flores, Alberto Aguirre Suárez, Eduardo Luján Manera, Oscar
Pezzano, Gabriel «Bambi» Flores, Carlos Figueroa, Hugo M. Gottfrit,
Horacio Rodríguez, Ricardo Kuzemka, Néstor Craviotto, Rodolfo Cardoso,
Pablo Morant, Sergio Dopazo, Gastón Sessa, Rubén y Diego Capria,
Andrés Yllana, Carlos F. Lagorio, Roberto Sosa y Mariano Messera.

En las selecciones juveniles que representaron al país en


torneos internacionales figuraron numerosos jugadores surgidos del

161
Pasado, presente y futuro
semillero local, comenzando por el Campeonato Panamericano de 1951
que tuvo en Manuel Miranda, Arturo Rodenak, Rubén Ambrosi, Enrique
Olivero, Miguel A. Baiocco, José M. Pellejero y Martín Rosales a fieles
exponentes del futbol platense, al igual que Juan C. Galocha, Héctor
Queiruga, Henry Magri, Héctor Molina y Ginés González, integrante de la
delegación argentina que presidió el destacado dirigente de Gimnasia y
Esgrima La Plata Dr. Adolfo Serrano, a propósito del Primer Campeonato
Mundial Juvenil que se disputó en España en 1953.

El mismo honor tuvieron otros jugadores de Gimnasia y


Estudiantes que se formaron en otras instituciones, recordándose los
casos de José Minella, Alberto Zozaya, Oscar Montañez, Enrique
Gainzarain, Atilio Demaría, Antonio Sastre, Manuel Pellegrina, Nicolás
Palma, Eduardo «Zurdo» Rodríguez, Luis Pentrelli, Francisco Loiácono,
Félix Loustau, Eliseo Prado, José R. Albretch, Alfredo Rojas, Raúl Bernao,
Marcelo Trobbiani, Alejandro Sabella, Alberto Márcico, Pedro Troglio,
José Albornoz, además de José Varacka y Carlos S. Bilardo en calidad de
directores técnicos. Más cercana en el tiempo se encuentra la participa­
ción en campeonatos sudamericanos, panamericanos y mundiales juve­
niles de futbolistas formados en los clubes platenses como han sido los
casos de Angel Laferrara, Alberto B. Blanes, Rodolfo Lucía, Ildefonso
Stelman, José Pasternak, Fernando Gatti, Luciano Galletti, Ernesto «Te­
cla» Farías, Juan Fernández y los campeones mundiales sub 20 Guillermo
Larrosa, Bernardo Romeo, Lionel Scaloni, Leandro Cufré, Sebastián
«Chirola» Romero y Diego Colotto.

También cobraron notoriedad aquellos futbolistas prove­


nientes de instituciones de la Capital Federal, del Conurbano o del Inte­
rior como han sido los casos de Humberto Recanatini, Juan Echevarrieta,
Oscar Chiarini, Juan y Roberto Gayol, Elías Yustrich, Alberto I. Rastelli,
Rodolfo Smargiassi, Roberto Scarone, Ruperto Camacho, Pío Corcuera,
Fernando Walter, Jaime Sarlanga, Antonio Giosa, José Barreiro, Antonio
Cammaratta, Reynaldo Mourín, Rafael Arcos, Alfredo Martínez, José
Maravilla, Raúl Gutiérrez, Santos Gioffre, Mario Papa, Luis Ciaccia, Walter
Davoine, Oscar Gómez Sánchez, Guillermo Escalada, Osvaldo Nardiello,
Juan Masnik, Delio Onnis, Hugo Gatti, Héctor Pignani, Miguel Nicolau,
Carlos Della Savia, Raúl Madero, Marcos Conigliaro, Hugo Gottardi, Car­
los Letanú, Alberto Beltrán, Jorge Domínguez, José «Toti» Iglesias, Ar­
mando Husillos, Jorge Higuain, Carlos Carrió, Osvaldo Ingrao, Miguel
Gambier y tantos otros que contribuyeron al asentamiento de los clubes
platenses en el círculo privilegiado del futbol argentino.

162
Pasado, presente y futuro
La nómina de futbolistas que lograron notoriedad no po­
dría cerrarse sin mencionar a los que defendieron los colores de Gimnasia
y Estudiantes como ocurriera con los jugadores Francisco Juariste, Ismael
Morgada, Francisco Ruiz, Daniel Sabio, Héctor «Toro» Cerioni, Juan
Eguiguren, Héctor Blotto, Julián Gutiérrez, Juan S. Oroz, Julio Gagliardo,
Omar Rubio, Eduardo Domínguez, Alfonso Núñez, Juan Stork, Rubén
Brescia, Julio Godio, Héctor Antonio, Ricardo Infante, Horacio Reymundo,
Miguel Angel Baiocco, Roberto Santiago, Angel Solía, Humberto
Zuccarelli, Juan A. Taverna, Hugo Pedraza, José L. Gómez, Enrique Vidallé,
Juan C. Delménico, Daniel G. Pighin, Héctor Vargas, Carlos Bertero, Luis
Malvárez, y los directores técnicos Roberto Sbarra, Alberto Zozaya, Saúl
Ongaro, Luis Garisto e Higinio Restelli.

El boxeo merece un párrafo aparte, dado el gran entusiasmo


que despertó en la primera mitad del siglo XX, cuando aparecieron púgi­
les de gran desempeño en el orden nacional como han sido los casos de
Julio Mocoroa, José Caratoli, Dante Lamberti y el chileno Conrado
Moreira, que asombró a los aficionados al aguantarle dos peleas en pie al
campeón mundial Pascual Pérez, sin olvidar a los que sentaron sus reales
en el ring de Atenas, como Cacho Castro, Tito Moretón, Oscar «Cacho»
Pérez, Julio Camino, Juan C. Nicoletti (Kid Rulito), Héctor Wilson, Arturo
González, Francisco Ciucci, Carlos Paiva, Darío Martínez, Mario Rotondo,
Kike Mayo, enseñando el camino a los que más tarde se lucieron en la
catedral del boxeo argentino, el Luna Park, como Antonio Aguilar, Adol­
fo Arce Rossi, José Menno, Héctor Patri y Hugo Luero.

Otro deporte que promovió el interés de los aficionados


fue el basketbol, tanto en los campeonatos locales donde surgieron figu­
ras que marcaron una época, como Carlos Garganta, Rubén Castillo,
Genaro Cerisola, Héctor Von Arx, Marcelo Expósito, Víctor Paladino,
Andrés Rinaldi, Rodolfo de Martinelli, Amadeo Cejas, Carlos Levchuk,
Ismael Giovellina, Carlos Pirera, Rodolfo de los Santos, Carlos Pasetti,
Carlos Ferrari, Aldo Gómez, Carlos Archetti, Jorge Baysée, Hugo Verzillo,
Carlos Colasurdo, Alberto Galliadi y Ariel Scolari, entre otros. El poste­
rior ingreso de Estudiantes y Gimnasia al ámbito capitalino permitió la
consagración de Ernesto Domes, Osvaldo Orsero, Francisco Ardanza,
Carlos Giácomi, Dardo D’Alessandro, Ernesto Ghermann, Carlos González,
Rolando Sfeir, César Centenaro, Santo Melluso, Néstor Pasetti, Fabián
Crivaro, Angel Ismael «Pichi» Cerisola, Enrique Marina, Juan Barucco,
sin olvidar el paso -por ambas entidades- de extraordinarios jugadores
extranjeros como los húngaros Nemeth y Lovrics; los norteamericanos

163
Pasado, presente y futuro
Clarence Metcalfe, Michael Jackson y Mel Daniels; y los uruguayos
Germán Haller y Carlos Peinado, por nombrar a los más destacados.

La presencia de platenses en la galería de grandes depor­


tistas no se agota con los cultores del balompié y el boxeo, pues también
obtuvieron lauros significativos, además de los ya nombrados, los atle­
tas Hermenelindo Alberti, Domingo Di Cicco, Guillermo Rottgardt y
Horacio Beluardo; el bochófico Eriberto Chiavolini, los ciclistas Edmundo
Curcio, Roberto Morera, Héctor Rojo, Duilio Biganzoli, Reonildo Donatti,
Eduardo Brassini y Oscar Santos Liendo; los jinetes Alfonso Bastons,
Matías y Alvaro Albarracín, Bautista Lachaise, Jorge Angaut; los nada­
dores Manuel Hermida y Javier Oppici; el esgrimista Florentino Corrada;
los pelotaris Osvaldo Ordoqui, Gregorio Sandoval y Mateo D’Agostino;
los rugbiers Héctor «Pochola» Silva, Héctor Méndez, Julián Manuele,
Martín Bernal, Cristian Mendy, los hermanos Alberto, Alejandro y
Guillermo Angaut, Germán Llanes y Matías Albina; los tiradores Luis
Armando Betti y Roger Guado; los tenistas Martín Hernandorena y Patri­
cio Quevedo; el campeón de pesca Nello Príncipi y el incansable buceador
Rubén Collado, sin olvidar -por supuesto- a los que se destacaron en el
arbitraje a nivel nacional como han sido los casos de Jorge Vigliano y
Mario Gallina en futbol y José Gómez en boxeo.

El automovilismo produjo una gran cantidad de aficiona­


dos en la ciudad, especialmente cuando los Grandes Premios de la cate­
goría turismo carretera llegaban o largaban desde La Plata en la década
del treinta. De allí la pasión que envolvió a pilotos relevantes como Fer­
nando Nery, Juan M. Garat, Ricardo López, Arístides Maggi, Arnaldo De
Tomas, José Spreafico, Jorge Orduna, Victorio Marchesich, Alberto
Logulo, los hermanos Raúl y Venancio Beamonte, Fernando Mártire, An­
tonio Bautista, Rubén «Indio» Muñiz, Osvaldo Rolf Juchet, José Calduch,
Julián Ulibarri, Rubén «Tito» Miotti, Osvaldo Lofeudo, Francisco
Politano, Héctor Pacchialat, Hugo Mazzacane, Néstor Gurini, Rubén
Pesenti, Clemar Firpo y Juan Carlos López, mereciendo también una men­
ción Willy Pérez, un as del motociclismo.

Los juegos de salón también han dado exponentes califica­


dos, mereciendo destacarse las actuaciones de los ajedrecistas Carlos H.
Maderna, Miguel Itzigsohn, Carlos G. Papier y Carlos García Palermo, al
igual que los billaristas José A. Villa Abrille, Ramón y Luis Mendy, Car­
los Tosi, Sergio Poli, Carlos Gardella y la pareja formada por José Condomí
y Ramón Suárez que obtuvo el campeonato argentino de casín.

164
Pasado, presente y futuro
Las mujeres también han tenido una significativa presen­
cia en el deporte, ya que a las que actuaron en los juegos Olímpicos se
agregan Leonor Celi, Ofelia Fregossi, Julia Grincewicz, Norma Palermo,
Ivonne Alberti, Jorgelina Gulino, Cristina Filgueira y Ana María Estrada
en atletismo; María y Nélida Galeazzi, Cristina Armengol y Raquel Martín
en natación; Erlis Comas, Graciela y Sofía Ricci, María Rosa Mandolessi,
Carmen Coria, Nancy Iglesias, Alicia Gayol, Ana María Gargiulo, Marta
Martín y Mabel Aguilar en basket; las mellizas Laura y Paula Maiztegui
en hockey; Ethel Varas, Eva y Norma Zulema Parcio, Hebe Figini, Ethel
Kaiser, Nora Peñas y Carla Morel en voley; y aquellas que se destacaron
en más de una disciplina como Raquel Sechi (basket y esgrima), Aurora
T. Mítolo (natación y voley) y Lilian Eperjesi (atletismo y natación).

Entre los formadores deportistas figura una


legendaria figura de La Plata: el boxeador norteamericano Calvin Respress,
que llegó a combatir con Luis Angel Firpo antes de la recordada pelea
que éste mantuvo con Jack Dempsey en Polo Ground (Estados Unidos),
además de excelentes entrenadores como Aníbal Tassara, Alberto García,
Eulogio Fernández, José Rondanino, Pascual Sisti, Miguel Angel
Ripullone, Roberto Bianchi, Nelson De Lucía y Adrián Gómez en
basketbol; Rafael «Kid» Lafuente en boxeo; Aníbal «Gordo» Díaz, Al­
berto «Mocho» Viola, Manuel Miranda, Miguel Ignomiriello, Ricardo
Rezza, Higinio Restelli en futbol; Héctor Méndez, Martín Suffern Quirno
y Gonzalo Albarracín en rugby; Manuel Hermida en natación; Aurora S.
de Mítolo, Julio Velasco y Alicia Caporali de Casamiquela en voley;
Leónidas López Osornio en atletismo; y los preparadores físicos Guillermo
Rottgard, Domingo Di Cicco, Jorge Kistenmacher, Rufino Ojeda, Juan
Carlos Alsogaray, Ricardo Echeverría y Rubén Solé, sin olvidar a dos
asistentes que escribieron páginas imborrables en Gimnasia y Estudian­
tes: Daniel Salas y Luis «Lucho» Elorga.

La trascendencia que tuvo y todavía tiene el hipódromo


platense en el ambiente turfístico argentino obliga a recordar la actua­
ción de grandes pilotos y compositores que sentaron sus reales en La
Plata. Entre los jockey sobresalen el fundador de la Escuela de Aprendi­
ces Alejandro Lhuiller y sus colegas Héctor Padula, Vicente Lapellegrina,
Orlando Baratucci, Floro Echagüe, Héctor y Ramón Palavecino, Alfredo
García, Ricardo Aimale, Pablo Tárrago, Restituto Rodríguez, Néstor Yalet,
Eduardo C. Tadei, Guillermo Cañedo, Juan Maciel, Jorge Valdivieso y el
chileno Claudio Montenegro, contándose entre los cuidadores más
exitosos a Eusonio Boni, Ezequiel Orduna, José Boquín, Juan de la Cruz,

165
Pasado, presente y futuro
Lucio Taborda, Luis Calistro, Pedro Pucineri, Felipe Silvestre, Osvaldo
Sarina y Harry Martínez, entre otros.

Un especial recordatorio merecen aquellos artistas y de­


portistas malogrados prematuramente al perder la vida cuando se encon­
traban en la plenitud de sus condiciones, tal como ocurriera con los
escritores Pedro Mario Delheye, Abigail Lozano, Héctor Ripa Alberdi,
Alberto Mendióroz y Francisco López Merino; el productor Mario Grasso;
los actores José Gola, César Pierry, Horacio Taicher y Orlando Carrió; los
músicos Armando Galli y Federico Moura; el boxeador Julio Mocoroa;
los futbolistas Héctor Arispe, Miguel Valderrama, Oscar Suárez y Edgardo
F. Prátola; el ciclista Roberto Ordinas; el tirador Ricardo Yuston; y los
integrantes del dúo «Los Hermanos Záccaro», agregándose a ellos dos
cantantes que formaron parte de la «Cantoría Arts Nova» y del «Coro
Universitario de La Plata»: los hermanos Raúl Jorge y Roberto Mario
Carpinetti, que figuran entre los desaparecidos tras la sangrienta repre­
sión de las llamadas actividades subversivas que llevó a cabo la dictadu­
ra que gobernó el país durante el período 1976-1983.

La nómina que antecede se amplía al considerar los depor­


tes de mayor riesgo físico como el automovilismo y el turf, ya que en
plena competencia perdieron la vida los pilotos de turismo carretera
Victorio Marchesich, Jorge Orduna y Alberto Logulo; el corredor de au­
tos midget Omar Francesena; la jocketa Karina Rachid y los jockeys Juan
Etchechoury, Pascual Cuchinelli, Raúl Recabarren, Roberto Orduna,
Héctor Vidarte, Norberto Sarabia y el aprendiz Edgardo Sotosca, con
graves derivaciones -en este caso- ya que también produjo la muerte por
suicidio de su padre, el jockey Jorge Sotosca, mientras otros colegas
dejaban de existir por circunstancias ajenas a la profesión como han sido
los casos de Jacinto Gularte, Ramón Ascre y Luis Alzamora.

Los éxitos de los deportistas platenses respondieron al


esfuerzo y dedicación de aquellos dirigentes que brindaron su apoyo a
las respectivas actividades, destacándose en tal sentido Luis Contarelli
y José María Prado que estuvieron durante varias décadas al frente de la
Federación de Instituciones Culturales y Deportivas y lograron nuclear a
importantes dirigentes de entidades civiles sin fines de lucro que propi­
ciaron el desarrollo de importantes instituciones como Gimnasia y Esgri­
ma, Estudiantes, Asociación Sarmiento, Círculo Cultural Tolosano, Ate­
nas, Biblioteca Euforión, Ateneo Popular, Asociación Cnel. Brandsen,
Atlético City Bell, Universal, Regatas, Centro de Fomento Los Hornos,

166
Pasado, presente y futuro
Universitario y el desaparecido Jockey Club, entre las que más se desta­
caron en la difusión del deporte y la cultura.

Entre los dirigentes que merecen destacarse por sus contri­


buciones figuran: Juan Carmelo Zerillo, Conrado Bauer, Pedro J. Osacar,
Osvaldo Cortelezzi, Roberto Campodónico, Rodolfo Dorna Machín, Jor­
ge Hirschi, Carlos Tejo, Nicodemo Scenna, Carlos R. Insúa, Adolfo Serra­
no, Uberto Vignart, Antonio De Luca, Angel Trotta Santoro, Laureano
Durán, Oscar Moviglia, Carlos Chidichimo, Tomás S. Ide, Genaro Rucci,
Numa Rossotti, José Vázquez Gentil, Juan Tomasinsig, Ricardo M. Albi-
na, Héctor Demo, Oscar E. Venturino, Mariano Mangano, Amadeo Cejas,
Nelson Oltolina, Carlos Bazzana, Jorge Tittarelli, Norberto O. Sánchez,
Raúl Correbo, Alejandro Breccia, Héctor Delmar, entre tantos otros.

Ese rápido repaso de las actividades sociales, culturales y


deportivas de la región permite homenajear a los platenses nativos y
residentes que contribuyeron a cimentar el prestigio de la ciudad que
nació capital por decisión de las máximas autoridades del país y a los
efectos de poner fin al conflicto de intereses que se había planteado en
torno al estratégico puerto de Buenos Aires, constituyéndose -por lo
tanto- en prenda de unidad y factor de concordia a nivel nacional.

En la transición de los siglos XIX y XX seguían predomi­


nando en la ciudad la gente de mayor arraigo, tal como se advierte en las
notas sociales del diario El Día que señalan la presencia de caracteriza­
dos vecinos en los acontecimiento más importantes, mencionándose es­
pecialmente a los miembros de las familias Bernard, Campos, Quintana,
Montes de Oca, Argüello, Davel, Vega Segovia, Alsina, Moreno, Da Ro­
cha, Estéves Saguí, Isla, Rivademar, Sorondo, Cisneros, Quiroga, Curth,
López Camelo, Ves Losada, Alberdi, Gibelli, Susini Sandoval, Aristegui,
Míguez, Landívar, Rocha, de la Puente, Tolosa, Risso Patrón, Oyuela,
González Arzac, Mañay, Casco, Amaral, Malmierca, del Carril, Carranza,
Saldías, Gamboa, Villa Abrille, Saraví, Monasterio, Lynch, Lavié,
Sagastume, Perdriel, Tiscornia, Villamayor, de Urraza, Etcheverry, Betti,
Lascano, Chaumeil, Rivarola, della Croce, Rodríguez Brizuela, Vilgré
Lamadrid, Guido Lavalle, Durañona, Reyna Almandos, Caselli, Fajardo,
Llanos, Molla Catalán y Mendoza Zelis, entre otras.

La organización de los llamados «corsos de flores» era un


rito en La Plata de principios de siglo, especialmente el que se llevaba a
cabo en el radio céntrico de la ciudad, sobre la avenida 7 entre las plazas

167
Pasado, presente y futuro
Italia y San Martín. Se encargaban de esos emprendimientos conocidos
vecinos que pertenecían a familias tradicionales, tal como se advierte en
las comisiones de damas y caballeros que trabajaron para la puesta en
marcha del corso de 1901, toda vez que estaban integradas por las seño­
ras Malvina Ezcurra de Ortiz de Rozas, María Josefa Monasterio de
Kennedy, Pascuala Portela de Carranza, Pilar C. de Boneo, Rosario de la
Serna de Martínez, María Antonia García Fernández de Arce, Celina U.
de Durañona, Emilia A. de Pereyra, Elvira G. C. de Novas y Josefa Vieyra
de Monasterio, la primera; y por los señores Emilio C. Carranza, Celestino
Arce, Juan Angel Martínez, Juan M. Ortiz de Rozas, Carlos Durañona,
Ricardo C. Kennedy, Manuel Novas y Julián Boneo, la restante.

A principios de la década del cincuenta los corsos se ha­


bían desplazado a la calle 12, constituyéndose en el eje del carnaval,
pues representaban la antesala de los bailes que organizaban las institu­
ciones del centro y los clubes de barrio, preferentemente con orquestas
locales. El Centro de Fomento y Propaganda de Calle 12 varios meses
antes del comienzo del carnaval integraba una comisión encargada de
organizar el corso, recayendo esa responsabilidad en los señores Juan B.
D’Atri, Horacio Triaca, Alfredo Recce, Juan C. Villaverde, Edgardo J.
Juárez, Martín Cerdá, Vicente Chechile, Manuel Zingoni, Eduardo Busto,
Natalio D’Elía, Silverio Juárez, Francisco Maggi, Pedro Rica, Juan José
Padula, Carlos A. Merlo, Francisco Terrasa y Humberto Sampaolo con
motivo de las fiestas de 1952.

Hoy la realidad es otra. Atrás quedaron muchas costum­


bres y estilos de vida típicos de gente que tenía un concepto de la amis-
tad y la solidaridad muy diferente a la que se aprecia en este mundo tan
conflictuado, competitivo y contradictorio, donde la permanente evolu­
ción tecnológica ha llevado a un individualismo pernicioso, especial-
mente a partir de la grave crisis socioeconómica -desatada en coinciden­
cia con el comienzo del siglo XXI- que ha traído desocupación y miseria,
provocando un movimiento migratorio de jóvenes hacia el exterior.

Actividades industriales y comerciales que parecían sóli­


das en la primera mitad del siglo XX han desaparecido. Se perdieron
empresas tradicionales de La Plata como la que administraba los diarios
«El Argentino» y «El Plata»; las cooperativas de crédito «Zona Este»,
«Tolosa», «Calle 12» y «Tacuarí»; y los bancos «Mercantil de la Plata»,
«Comercial de La Plata», «Popular», «Platense» (ex Crédito Hipotecario
La Platense), «Los Tilos» y «Crédito Provincial».

168
Pasado, presente y futuro
En el rubro de la alimentación y la gastronomía también
desaparecieron los restaurantes «Gentili», «La Flor del Pago», «La Que­
rencia», «La Plata», «Savoia», «La Barrera» y «La Estancia» de Bernardo
Stelman; los café-bares «Victoria», «Centroamérica», «El Rayo», «Rivadavia»,
«Capitol», «Bristol», «Paulista», «Cantaluppi» y «Ferrari»; las confiterías
«Cabildo», «La Perla» y «La Platense»; las cervecerías «Munich», «Al Buen
Chopp» y «Teutonia»; las panaderías «Del Cañón», «Don Bosco» y «La
Mallorquina»; las fábricas de pastas «Establecimiento Fideero Juan Soncini»
y «Fideos Gullo»; las pizzerías «El Partenón», «Los Polos», «El Sorrento»,
«Formica», «El Olivo» y «Los Vascos»; la rotisería «Chebell»; los hoteles
«Yo-tú-él», «Sorrento», «Marini» y «La Pérgola»; las heladerías «Ca d’Oro»
y «Pérsico»; la bombonería «Le Noir»; los almacenes mayoristas «Botto»,
«Rollié», «Uranga» y «La Estrella Española»; el supermercado «Centena­
rio»; y las fábricas de la «Soda Manantial», «Sidral» y «Ki-Ka-Kó».

Tampoco existen importantes centros de diversión y entre­


tenimientos como los cines «Avenida Hall», «Colón», «Princesa», «Edén
Palace» (luego Gran Rex), «América», «Splendid», «Güemes», «Luxor», «Pa­
rís», «Gran Rocha», «Sarmiento», «Belgrano», «Mayo», «Astro», «Mas­
ter», «Cervantes», «Select», «Roca», «Opera», «Ideal», «Cantilo» de City
Bell, «Progreso» y «Victoria» de Berisso y «Social» de Ensenada; los caba­
rets «Resil», «Premier» y «El Galeón»; los salones de baile «Residencia Lido»
y «El Teclado»; y «La Viscachera» del Chango Nieto.

Entre los desaparecidos también figuran tradicionales comer­


cios que proveían elementos de confort como las mueblerías «Veinticinco de
Mayo» de Ruiz, Martínez y Basilota, «Mir Chaubell», «San Martín», «Ideal»
y «Deluca Hnos.» de 48 esq. 15; la «Tapicería El Progreso»; las casas de
artículos del hogar «Schulman», «Bon-Ar» de Bonis y Arrieta; «Defranco y
Cía.», «Crivos» de Pedro Crivos, «Grecco», «De Luca y Cía.», «Alonso»,
«Per-Lar» de David Pereminsky, «Casamayou y Urriolabeitia», «Confortcinco»
de Carlos Crivos y los comercios unipersonales de Domingo Tapo, Vicente
Cayetano Gallota, Luis Cairo y Juan Tomasinsig; los bazares «Bignoli», «El
Mundo» de D’Atri Hnos., «Casa Parietti» y dos comercios muy apreciados
por los niños, especialmente cuando esperaban la llegada de los Reyes Ma­
gos: el «Bazar X» y la «Juguetería Ibáñez».

En materia de indumentaria los platenses del siglo XXI ya


no cuentan con los proveedores de indumentaria, las grandes tiendas y
sastrerías de antaño, pues hace tiempo cerraron sus puertas «La Fama»,
«Busto y Legarreta», «Norland», «El Siglo» de Villarreal y Cía; «Sommer»,
169
Pasado, presente y futuro
«Montequín», «Delmar», «Roy», «Tofi Sport», «Casa Voss», «El Zorro
Gris», «Los Dos Primos», «Tienda San Juan», «Casa Cumbo», «Torjo
Sport»; «El Capricho», «Casa Boo», «La Parisina», «Tienda Los Cam-
peones», «Romers», «Casa Beige» y «Fantasio»; la casa de artículos
infantiles «Bebilandia»; la fábrica «Medias Lun-Ber» de Lunaschi y Berisa;
la sedería «Lestard»; y cerrando la lista, «Bastons Deportes».

También desaparecieron comercios de larga trayectoria


como las concesionarias «Capello Automotores», «Héctor Isnardi S.A.»,
«Atilio Guzzetti S.A.», «Arles S.A.»; las pinturerías «La Colonial» y
«Rancán Hnos.»; «Mosaicos La Unión», «Scanferla Hnos.», «Valenti
Hnos.»; «Inmobiliaria Juan Graiver»; las marroquinerías «Casa Sangalli»,
«Fiol» y «Girotti»; las ferreterías «Argentina», «Tacuarí» y «Odriozola»,
las librerías «Oitavén», «Renacimiento» y «Juvenilia»; las disquerías
«Casa Breyer», «Casa Roca», «Tesler», «Casa Paleo», «Melodía 54» y
«Escala Musical» de Néstor Lugano; las perfumerías «Ivonne» y «Lle­
nas»; las peluquerías «D’Angelo», «Lopiano», «Serra», «Varallo»,
«Yantorno» y «Gonino»; «Casa Vecchioli», «Casa Barbaglia», «Casa
Lualdi», «Casa Cerdá», «Casa Cadario»; «FarmaciaTesler»; «Gomería
Crocce», «Proinco», «Tintorería Colón»; «Casa Garat» de Ré, Sívori y
Garrido; y «Transporte Frigorífico Beamonte» de Agustín Beamonte,
transferida luego al piloto de turismo carretera Arnaldo De Tomas.

Los comercios porteños que habían jerarquizado la ciudad


a partir de las primeras décadas del siglo XX fueron desapareciendo a
medida que se atomizaba la actividad mercantil, cerrando sus puertas las
sucursales de empresas tales como el «Banco Italia y Río de la Plata»,
«Gath y Chaves», «Jacobo Peuser y Cía.», «Café Aguila», «Bonafide»,
«Tonsa», «Calzado Grimoldi», «Casa Testai», «Héctor Peres Pícaro S.A.»,
«Singer», «Necchi», «Seijo Sport», «Seguros Universal», «Siam», «Ro­
berto Berlingieri S.A.», «Modart», y las compañías de transporte «Expre­
so Buenos Aires» y «Costera Criolla».

Sin embargo, quedan todavía en pie algunas empresas cente­


narias como la sastrería «Casa Macchi», la «Cervecería Modelo»; la «Farma­
cia Berri», las librerías «La Normal» y «Atenea»; «La Casa de los Toldos»;
la agencia de lotería «Casa Serra» y la empresa de servicios fúnebres «Betti»,
de larga trayectoria comercial como sus colegas «Boccia Hnos», «Osácar»,
«Saltalamacchia», «Vda. de Donato Boccia e Hijos» y «Galliano e Hijos»
que ya superaron el primer medio siglo de vida, al igual que el almacén de
ramos generales de la familia Vanoni, el «Instituto Médico Platense» y las

170
Pasado, presente y futuro
farmacias «López Vara», «Manes», «Gatti», «Ojeda», «Rocha», «Catávolo»,
«Brandsen», «Baldo», «Trotta» y Córsico»; sin olvidar a la mueblería y
colchonería «De Luca y Cía» que fue creada en 1943 por Carlos Alberto De
Luca; la «Organización Degüimo» fundada en 1947; las agencias de viajes
«Argenmundo» y «Turismo 8»; la «Armería Cosoli»; y la tradicional «Casa
Luisito» de Osvaldo Lofeudo.

También sigue en actividad la sastrería fundada por los


hermanos Hermógenes y Agapito Garganta bajo la denominación de
«Casa Garganta», pues tiene como continuadora a «Solmor» tras la ven­
ta del fondo de comercio a la firma «Solero, Morchón y Cía.» que dispuso
su reintalación en la esquina de 5 y 50, a diferencia de la empresa «Auto­
motores Ancona» de Antonucci Hnos. que, a pesar de haber cambiado
de propietarios, conserva sus instalaciones de la calle 13.

Otros comercios platenses que siguen en la brecha son las


ópticas «Bermúdez», «Mezzanotte» y «Licht»; la sastrería «Carzalo»; las
joyerías «Morzilli», «Rubaja», «Mas», «Gogorza» y «Neyra»; las casas de
artículos del hogar «Lucchetti y Cía.», «Rogelio González S.A.» y «Otero
Hnos.»; y las empresas que giran bajo las razones sociales «Ascensores
Otis»; «Ferretería El Indio», «Casasola», «Mateu Sport», «Puyó Hnos»,
«Sedería La Epoca», «Sedería Tomás», «Empresa Guanzetti», «Tapicería Hún­
gara», «Cerrajería Suiza», «Casa Cavalletti»; «Otero Rossi y Cía.», «Expreso
Rica», «Expreso Decarolis», «Gaspari y Marinucci», «Transporte Molinari»,
«La Casa de las Novias», «Automotores La Gioiosa», «Euromotrices», «Galia»,
«Siro Automotores», «Motorplat», «Libro 49», «Vicente Zíngaro e Hijos»,
«Automotores Randazzo», «Electricidad Buzali», «La Casa de los Grabado­
res», «Casa Tía», «Pinturerías García», «Soda Uniseis», «Tintorería Iza»,
«Bellone Hnos.», «Iluminación Glasman», «Aserradero Nelson», «José
Anacleto e Hijos», «Casa Roguín», «RE-OL», «Casa Silicaro», «Gomería
Matamoros», «Berteri Hnos.», «Casa Marino» y «Supermercado Nini».

En los rubros de la alimentación figuran, entre las empresas


más antiguas los restaurantes «La Aguada», «Abruzzesse», «El Chaparral»
y «Dante»; los bares «El Parlamento» y «Don Julio»; la pizzería «Las Espi­
gas»; las panaderías «La Sonámbula», «La Rosa», «El Olmo», «La Favorita»,
«Santa Teresa», «La Paz», «La Ideal», «La Caprichosa», «Los Claveles»,
«Los Trigales», «Sol de Mayo» y «Villa Alegre»; las confiterías «París»,
«Montserrat», «Herranz», «El Rey del Dulce» y «El Africano»; la heladería
«Roma»; el «Hotel Roca» (ex Hotel Brea); «Casa Lagrange»; «Frigorífico El
Tolosano» y la cafetería «El Buen Vasco» de la familia Rucci.

171
Pasado, presente y futuro
En el rubro espectáculos sólo subsisten los cines «San Mar­
tín», «Cinema 8» y «Cinema City», ajustados a la modalidad de los modernos
multicines que contemplan el funcionamiento de varias salas en un mismo
edificio y compartiendo el mercado con los teatros «Argentino», «Coliseo
Podestá» y «La Nonna»; y los salones de baile «Macondo», «Metrópolis» y
«Escándalo», además de otros locales habilitados en los últimos años.

Más cerca en el tiempo florecieron numerosas empresas crea­


das y desarrolladas por platenses, mereciendo recordarse a «Novoa Hnos. y
Paoli», «Alayián Hnos», «Casa Giúdice», «Aloise Hogar», «Casa Dias» y
«Casa Mannarino» (artículos del hogar), «Perfumería Corallo», «Librería
Rayuela», «Ascensores La Plata», «Casa Vitale» (papelería), «Zagro Sport»
(sastrería), «Casa Ruiz» (servicios fúnebres), «Casa Barone» (puertas y ven­
tanas); las inmobiliarias «Agostinelli Propiedades», «Escritorio Hegoburu»
y «Roberto Acuaro»; los restaurantes «La Trattoría», «Iano» y «El Quijote»;
los hoteles «San Marco», «Diamante», «del Rey» y «Corregidor»; las coo­
perativas de seguros «La Patronal», «Bernardino Rivadavia» y «COPAN».

A pesar de esas señales negativas y de la grave crisis socio­


económica por la que atraviesa el país en general, la ciudad aún conserva los
atributos que forjaron su identidad, ya que la envidiable traza urbana, los
monumentales edificios públicos, la fuente laboral representada
mayoritariamente por la Administración General del Estado Provincial y las
Municipalidades del Gran La Plata, los centros de estudios superiores y,
fundamentalmente, su gente, la nativa y la que se ha radicado con el transcur­
so del tiempo, le brindan a su comunidad sus aportes personales y nuevos
habitantes a partir del engrandecimiento del núcleo familiar.

Una ciudad que ha tenido personalidades ilustres como Ale­


jandro Korn, Florentino Ameghino, Francisco P. Moreno, Juan Vucetich, Car­
los Spegazzini, Almafuerte, Benito Lynch, Ivo Pelay, Carlos de la Púa, Emilio
Pettoruti, Ricardo Balbín, Ernesto Sábato, José M. Mainetti, Enrique Humet y
René Favaloro, entre otros grandes de la política, las ciencias, la cultura y el
deporte, no puede quedar sumergida por una coyuntura desfavorable, pues
tiene reservas humanas capaces de obrar como el Ave Fénix.

Ese resurgimiento podrá lograrse a poco que se capitalicen las


enseñanzas de los insignes docentes que han formado a tantas generaciones
de profesionales que han marcado rumbos en todas las ramas de la cien­
cia, mereciendo recordarse las actuaciones de los médicos César Castedo,
José M. Castillo, Federico Christman, Osvaldo Mammoni, Juan V. Climent,

172
Pasado, presente y futuro
David Grinfeld, Noel Sbarra, Giordano Cavazutti, Manuel Estiú, Pedro Belou,
Carlos Cometto, Rodolfo Rossi, Santiago Gorostiague; los bioquímicos Víctor
Pesacq, Virgilio Oliva, Adolfo M. Bollini, Víctor Nethol, Alfredo Actis Dato;
los odontólogos Blas O. y Leónidas Barletta, Rómulo Barcos, Carlos Bencini;
los abogados César A. Bustos (padre), Augusto M. Morello, Víctor Robert
Alcorta, Luis Agnusdei, Jorge Rubinstein, Máximo Von Kotsch, Osvaldo M.
Bezzi, Abel B. Román, César Pérez Pesado, Carlos Andreucci; los escribanos
Alejandro Villa Abrille (padre), Tomás D. Bernard (hijo), Mario V. Ringuelet,
Oscar Pérez Lozano, Raúl Correbo; los contadores Luis Alardi, Carlos B.
Straub, Juan J. Zubillaga, Oscar Boragina, Elio R. Llanos, Alfredo D.
Avellaneda; los ingenieros Julio Barrios, Francisco Belvedere, Alberto Oitavén,
Mario H. Sibretti, Marcelo Cullen Aldao; los arquitectos Oscar M. Ruótolo,
Isaac Heffes, Néstor Nogueira; y tantos otros que escapan a la memoria.

En momentos en que tan desprestigiada está la clase política


en todos los niveles de actuación resulta oportuno rememorar la calidad
humana y la responsabilidad que han demostrado los políticos del pasado,
tal como ha quedado acreditado en los casos de Rodolfo Moreno (hijo),
Edgardo Míguez, Carlos Sánchez Viamonte, Amilcar y Emir Mercader,
Cristóbal Mastay, Raúl Díaz, Raúl F. y Horacio Oyhanarte, Mario Goizueta,
Pedro A. Verde Tello, Olegario Becerra, Anselmo Marini, Cipriano Reyes,
Ataulfo Pérez Aznar, José E. Rozas, Alberto Proia, José Amerise, Víctor
H. Carrique, Rolando Hnatiuk, César García Puente, Antonio Tróccoli,
José Luis Lazzarini y tantos otros que fueron fieles a sus convicciones.

Tampoco es posible olvidar el empuje de aquellos hombres


que generaron riqueza y empleo en la región, fundando y/o conduciendo
empresas exitosas como han sido los casos de Leonildo C. Frangi, Dalmiro
Otero Rossi (hijo), Donato Boccia, Pedro Defelitto, José Masucco, Cris­
tóbal Sifre, Pedro Lagrange, Víctor Alonso, Illio I. e Illio J. Del Grosso,
Filiberto Bibiloni, Juan J. Ré, Julio A. Rica, David Graiver, Martín Cerdá,
Vicente y Guillermo Oitavén, Claudio Arroyo, los hermanos Gerónimo y
Carlos Cosoli, Jacobo Rubaja, Félix Villarreal, Juan A. Girotti, Mario D’Atri,
Luis Lofeudo, Santiago Puyó, Nazareno Fanelli, Domingo Manes, Oscar
Zambano, Camilo Mezzanotte, Juan C. Morchón, Máximo Ibáñez, Narci­
so N. Lualdi, Juan C. Thill, Ernesto Delorme, Luis Bellone, Julio N. Delmar,
Pascual Defranco, Osvaldo Piazzesi, José Licht, Aldo Tedeschi, Juan
Truzzoli, Luis A. Siro, Juan J. Duro, Miguel Delledonne, Amos Grajales,
Hugo Neveleff y algunos miembros de la familia Lombardi, que domina-
ron el mercado cinematográfico platense durante varias décadas en cali-
dad de propietarios de varios cines, habida cuenta que los hermanos

173
Pasado, presente y futuro
Nuncio y Pablo Lombardi, y el hijo de éste, Agustín Lombardi, adminis­
traron las salas del «Astro», «San Martín», «América», «Sarmiento»,
«Princesa» de La Plata, y el «Cine Social» de Ensenada.

La última generación de empresarios exitosos la integran


Carlos Rucci, Roberto Morzilli, Héctor Delmar, Dino Rocco, David Harari,
Antonio Novoa, Jorge Antonucci, José Teddy Magariños, Luis Bellone,
Oscar E. Venturino, Héctor Cosoli, Juan C. Anacleto, Rubén Bormapé,
Norberto O. Sánchez, Julio C. Defranco, Simón y Alberto Rubaja, Eduar­
do Alayián, Carlos Giúdice, Alejandro Breccia, Leonardo y Luis Cavallaro,
Emilio Fluxa, Salvador Legnoverde, Vicente Aloise, Ricardo Carozzi, Héctor
Agostinelli, Ricardo Salomé y los organizadores de espectáculos Pedro
«Pipe» Herscovich (Coliseo Podestá), el recientemente fallecido Juan
Carlos Morales (Macondo) y Leo Ringer (Teatro La Nonna).

Otro escenario importante ha sido la Administración Públi­


ca Provincial, en la que muchos hombres del Gran La Plata han ocupado
puestos estratégicos de gran relevancia, asegurando con su presencia
un proceso contínuo y sostenido en cuanto a honestidad y probidad, tal
como lo han demostrado funcionarios de reconocidoa capacidad como
Luis M. Doyhenard, Agustín B. Gambier, Augusto M. Liliedal, Donato
Gerardi, Numa Tapia, Aquiles Ortale, Pedro J. Carriquiriborde, Luis R.
Longhi, Ergasto Martínez, Arturo Sampay, José R. Eguilegor, Humberto
Silicaro, Hipólito y Alberto M. Frangi, Tomás D. Bernard (hijo), Cayetano
Licciardo, Conrado E. Bauer, Juan M. Manganiello, Luis Luna, Miguel B.
y Ricardo Szelagowski, como así también los hombres de la magistratura
que han demostrado probidad y honestidad, tal como se ha podido apre­
ciar a las largas trayectorias de los doctores Dalmiro E. Alsina, Gregorio
Lecot, Manuel F. Gnecco, Pedro J. Alegre, Manuel J. Argañarás, Julio
Moreno Hueyo, Juan M. Lavié (padre e hijo), Rómulo Dalmaroni, Juan D.
Ramírez Gronda, Ramón Silva Pelossi, Arturo H. Madina, Omar Ozafrain,
Raúl Granoni, Alfredo Masi y Horacio Piombo, entre otros.

El futuro del Gran La Plata está en manos de su gente, los


que luchan desde el Gobierno o el Parlamento como Alfredo Atanasoff,
Nélida Doga, Jorge Remes Lenicov, Mario Cafiero, Elda Agüero o Carlos
Martínez, los que producen cambios trascendentes desde el campo de la
investigación científica como el Dr. Raúl Grigera y los que se destacan en
los medios masivos de comunicación como los jóvenes periodistas
Luciano Román, Oscar Jalil, Francisco Lagomarsino y los locutores de
Radio Continental Luis Dell’Acqua y Carlos Milito.

174
Pasado, presente y futuro
La Plata ha ganado un merecido reconocimiento nacional e
internacional gracias a la cultura y al deporte, estando depositadas las
esperanzas en los jóvenes que se esfuerzan por ofrecer actuaciones rele­
vantes como la promisoria actrices Guadalupe Martínez Uría y Victoria
Almeida; los poetas Eduardo Berisa, Claudio Teruggi, José Luis Balparda;
el recitador Alfredo «Indio» Urquiza; los músicos Juan Pablo y Francis­
co Bochatón, Alberto Favero, Andrés Da Costa Faro; los cantantes
Marcela La Battaglia, Maximiliano Bayo, Diana Bellone, Gonzalo Espina;
y los deportistas Walter Rodríguez (boxeo); Verónica Azcona, Marcela
Ré, Alejandra Arce (voley); Diego Herner, Federico Turienzo, Lucas Lo­
bos, Nicolás Ayr, Marcos Gelabert (futbol); Nicolás Gianella, Javier
Bulfoni, Leandro Lauro (basket); Gastón Mazzacane, Leandro Mulet, Ja­
vier Bernardini (automovilismo); Pablo Bancalari, Franco Bylo, Francis­
co Chamorro (ciclismo); Marcos Galván y Victoria Travascio (yachting),
Tomás Fernández Gentili (rugby); y Leandro Román (triatlón); porque el
triunfo de ellos es el triunfo de toda la comunidad.

A través de este trabajo se ha tratado de recordar la acción


de los hombres y mujeres que integraron la sociedad platense, consoli­
dando sus grupos familiares a lo largo de los ciento veinte años que
tiene la ciudad, siendo éste el mejor homenaje que les brinda la genera­
ción que tuvo el privilegio de asistir al cambio de milenio a los que vivie­
ron la transición entre los siglos XIX y XX, especialmente aquellos que
llegaron allende los mares -como gran parte de los nombrados en el capí­
tulo tercero- y construyeron su futuro ejerciendo diversos oficios o ins­
talando pequeños comercios como han sido los casos de Bartolomé
Graells, Pedro Hours, José Berga, Francisco Leveratto, Carlos Vanoni,
Emilio Humet, José Pettoruti, Julio Viguier, Alberto Andrieu, Manuel
Cortelezzi, Maggiotino Luparia, Félix Jáuregui Lorda, Luis Longhi, Fer­
nando D’Amelio, Horacio Cestino, Antonino Garay, Leopoldo Serra, José
Saglio, Liberato Espósito, Pedro Osácar, Tobías Büchele, Luis Pavito,
Julio Speroni y tantos otros que vinieron a «hacer l’América» con traba­
jo e inversiones, dejando valiosas descendencias que constituyeron la
base de la sociedad platense mediante grupos familiares que se han pro­
yectado hasta el presente.

En el otro extremo se encuentran aquellas familias que per­


dieron a sus hijos debido a los desencuentros del pasado, originados en
la intemperancia de una juventud que quiso cambiar las estructuras polí­
ticas de la Nación en base a la violencia, y en las autoridades de facto
que se excedieron en la represión y causaron heridas muy hondas, difíci­

175
Pasado, presente y futuro
les de cerrar a pesar de haber transcurrido ya más de dos décadas. En esa
difícil situación quedaron algunas familias de hondo arraigo en la socie­
dad platense como Alconada Moreira, Mercader, Sánchez Viamonte,
Ogando, Ramírez Abella, Merbilháa, della Croce, Portela, Betti, Peirano,
Montequín, Axat, Navajas Jáuregui, Ungaro, Carpinetti, López Muntaner,
Carriquiriborde, Bogliano, Maiztegui, Valera y tantas otras representa­
das en dos entidades: «Madres de Plaza de Mayo» y «Abuelas de Plaza
de Mayo» que se abocaron al esclarecer la suerte corrida por las víctimas
de la represión. Por un raro designio del destino ambas instituciones se
encuentran presididas por mujeres platenses, toda vez que las señoras
Hebe Pastor de Bonafini y Estela Barnes de Carlotto decidieron abando­
nar la tranquilidad de sus hogares para encabezar sendos movimientos
nacionales a fin de reunir información suficiente para saber la suerte
corrida por miles de desaparecidos y tratar de recuperar a los niños naci­
dos en cautiverio.

Por las realizaciones de los platenses en todas las manifes­


taciones sociales, por las condiciones urbanísticas de la ciudad, por su
historia en el marco institucional del Primer Estado argentino, por su
influencia en la alta política de orden nacional, por el nivel cultural que
atesora por efecto de las corrientes doctrinarias que han nacido, nacen y
nacerán en las aulas de las distintas Facultades de la Universidad Nacio­
nal, de la Universidad Tecnológica Nacional y de la Universidad Católi­
ca, la ciudad fundada por Dardo Rocha y el grupo de iluminados que lo
acompañó a partir de la histórica jornada del 19 de noviembre de 1882
está llamada a ser el epicentro del resurgimiento del país a poco que se
concreten y comiencen a generar resultados las obras e iniciativas estra­
tégicas como la autopista a Las Plata-Buenos Aires recientemente inau­
gurada y aquellas que están en proceso de concreción, esto es, el puente
Punta Lara-Colonia (Uruguay), el Parque Industrial, la Zona Franca, el
Parque Ecológico y el Estadio Unico.

Solo falta que las autoridades de la UNESCO la declaren


Patrimonio de la Humanidad para que todos los que la habitaron en el
pasado y los que la habitamos en el presente tengamos la satisfacción de
hacer realidad el deseo de los fundadores. Vayan, entonces, los mejores
augurios para que los encargados de administrar los intereses de la co­
munidad alcancen ese objetivo, para lo cual no deben ahorrar esfuerzos
en todos los niveles de actuación porque constituye un compromiso de
los hombres y mujeres contemporáneos hacia los hombres del pasado y
las generaciones futuras.

176
Capítulo VI

PALABRAS FINALES
Las páginas de este libro representan un humilde aporte orien­
tado al conocimiento de la ciudad fundada por Dardo Rocha en su aspecto
embrionario, partiendo de la sociedad formada por los primeros habitantes
para que las generaciones más recientes y las del futuro conozcan su evolu­
ción desde una óptica eminentemente humana, ya que con esta obra he trata­
do de reflejar el pasado esplendoroso de la ciudad gracias al esfuerzo y
creatividad de los hombres y mujeres que la cimentaron desde sus orígenes.

Se trata de un trabajo que traduce un bagaje informativo


lleno de nostalgia y evocación, porque añoro el estilo de vida de la
primera mitad del siglo XX, donde la solidaridad, la amistad, el respeto, la
unión familiar y los valores culturales autóctonos dominaban en todos
los sectores de la comunidad, lejos del stress y la inseguridad que hoy
reina en nuestro querido país y que también alcanza a las comunidades
que forman el Gran La Plata.

La evocación de las familias fundadoras y de aquellas que


cobraron prestigio a través de la actuación de sus miembros no alcanza a
referenciar el notable aporte efectuado por aquellos conciudadanos que
dejaron grabados sus nombres en la historia al crear las condiciones para
la fundación de los distintos barrios de la ciudad, en muchos casos ce­
diendo tierras para instalar los servicios básicos para los nuevos
asentamientos, tal como lo hicieran Martín José Iraola, Juan B. Berisso,
Antonino Cambaceres, Lisandro Olmos, Joaquín Gorina, Arturo Seguí,
Ignacio Correas, Bartolomé Bavio, Angel Etcheverry, Luis Castells, Juan
B. Rivera, Martín de Monasterio, Eugenio Sicardi, Samuel Ponsati, Albi-
no Barrios, Teodoro Serantes, Augusto Ringuelet, Agustín B. Gambier,
José Savoia y los sucesores de Jorge Bell (hijo), corporizados en la figura
de José Guerrico que impulsó el loteo y fundación de City Bell.
Palabras finales
También quedaron perpetuados los nombres de dos muje­
res en la nomenclatura de sendas localidades suburbanas: Villa Elvira y
Villa Elisa. La primera por decisión de Samuel Ponsati, en oportunidad de
adquirir las tierras linderas a la propiedad heredada por su esposa, Elvira
Sotés, tras enviudar del Dr. Juan Elías Chilotegui, permitiéndole crear un
poblado que bautizó con el nombre de su cónyuge.

La segunda localidad fue fundada por un consorcio forma-


do en torno al Banco Mercantil de La Plata, institución creada por impor­
tantes figuras de la Capital Federal, habida cuenta que su Consejo de
Administración contaba con la presidencia de Francisco Uriburu y esta­
ba integrado por Francisco Lavalle, Napoleón Uriburu, Carlos Dorado,
Juan B. Médici y Luis Castells, propiciando este último el nombre del
nuevo pueblo en homenaje a su esposa Elisa Uriburu de Castells, hija -a
la vez- del titular de la corporación.

De cualquier manera el rápido paneo que resulta de la evo­


cación de las figuras científicas, empresarias, culturales y deportivas
que acrecentaron el prestigio de nuestra comunidad sirve para que las
generaciones venideras puedan contar con adecuados testimonios a fin
de evaluar las alternativas del desarrollo social alcanzado y considerar el
potencial humano que ha servido y sirve de ejemplo en su justa dimen­
sión, porque en ello va el orgullo de pertenecer a esta hermosa ciudad.

La nostalgia que invade a los que hemos superado la barre-


ra de los sesenta años reside en todos los aspectos de la vida en socie­
dad, es decir: los recuerdos del barrio, el primer traje de pantalón largo
que nos compraron en «La Fama» o «Montequín», los cumpleaños de
quince de nuestras amigas, la escuela secundaria, los viajes en tranvía,
los improvisados «malones», los partidos de futbol en la plaza o el bal­
dío, las noches de box en Atenas, los bailes de los sábados, las trasno­
chadas sin el riesgo de patotas, asaltos, drogas o secuestros, en fin, una
vida sencilla y tranquila, regida por la disciplina hogareña, la amistad
desinteresada y las enseñanzas de los maestros de antes, aquellos que
daban sus clases sin pensar en paros o huelgas.

He querido recordar arquetipos que ya no existen, sin que


ello implique dejar en el olvido a tantos personajes que dejaron sus hue­
llas en el historial platense a pesar de su simpleza y humildad, tal como
ocurriera con el legendario Francisco Longo, «Ayacucho», el último co­
chero de la ciudad, el mismo que trascendiera más allá de los límites de la
178
Palabras finales
ciudad cuando el famoso caricaturista Divito lo popularizara al incluirlo
en la tira «Rico y Aya» que narraba sus estrafalarias aventuras con otro
peculiar personaje de La Plata: José La Fusa, quien portaba
orgullosamente el apodo de «Rico» y se convertiría en la figura central
de la revista «Rico Tipo», creada y dirigida por el mencionado dibujante.

La galería de personajes legendarios no se agota con los


mencionados, porque también hicieron época los cantores Luis Day, pri­
mer «maniquí viviente» en las vidrieras de la sastrería «La Fama», y
Guido Laserre, aclamado por el público cada vez que subía al estrado de
la «Confitería Cabildo» más por su histrionismo que por sus aptitudes
canoras, especialmente cuando afirmaba que era hermano de Carlos Gardel
y que la diferencia de apellidos se debía a «un desliz de la vieja». En
esos gratos momentos de la década del cincuenta no podemos dejar de
recordar las andanzas de «Lángara», aquel canillita que recorría diagonal
80 en su vieja bicicleta voceando la sexta edición de «El Plata» o «La
Razón» que después leíamos mientras tomábamos un café en el «Bar
Rivadavia» o esperábamos que nos atendiera Américo Federico (Américo
para todo el mundo), el legendario mozo del restaurant «La Aguada» que
sirvió con proverbial simpatía a cuatro generaciones de platenses duran­
te más de medio siglo (1938-1990).

En el plano deportivo y, muy especialmente, en el que con-


centra el interés de los aficionados: el futbol, con la eterna puja entre los
«hinchas» de Gimnasia y Estudiantes, merecen un párrafo dos persona­
jes que se destacaron por ser consecuentes con la divisa querida: Felipe
Montedónica, el hombre que le diera a todos los simpatizantes albirrojos
el mote de «Pincharrata» que le habían endilgado sus amigos por el pe­
culiar festejo de los triunfos de su equipo, quedando grabada la imagen
del otro personaje en las retinas de los «triperos» de los años cincuenta,
pues se lo recuerda blandiendo el diario que siempre llevaba en su mano
derecha como una suerte de batuta que agitaba al grito de «Giná, Giná,
Giná ...», mientras sus compañeros de tribuna lo alentaban al grito de un
«Dale-Dale» que se convirtió en el apodo que lo identificaba, ya que su
verdadera identidad quedó para siempre en el anonimato.

Cómo olvidarnos de «Carniquicho», el perro tan querido


que eligió la vereda de la «Confitería París» como residencia permanente,
o aquel can que se quedó hasta el fin de sus días en la estación de 1 y 44
a la espera del dueño que nunca volvería de su empleo en Y.P.F. por haber
fallecido a causa de un accidente, siendo tan respetado por su lealtad
179
Palabras finales
que los pasajeros que concurrían diariamente a la terminal ferroviaria
hicieron una colecta para construirle un monumento.

Tampoco podemos olvidarnos de la obra de Sor María


Ludovica en el Hospital de Niños que hoy lleva su nombre; de la epope­
ya del Dr. Noel Sbarra en la Casa Cuna de 8 esquina 67, también bautizada
con su nombre y apellido en reconocimiento a su incansable labor en
defensa de los niños huérfanos; de la inclaudicable protección del Bos­
que y su riqueza arbórea que durante tantos años hicieron el Dr. Nicodemo
Scenna y el Ing. Ernesto Bozzarelli; del Jardín de la Paz que fundara y
sostuviera el Ing. Alberto Oitavén; de la notable obra de conservación
que hiciera el taxidermista Ernesto Echavarría con los restos de los le­
gendarios caballos «Gato» y «Mancha»; de los esfuerzos realizados por
el historiador Ricardo Levene para conservar los testimonios documen­
tales que reflejan la evolución de las instituciones bonaerenses; o de los
esfuerzos del célebre maestro Alberto Ginastera por organizar el conser­
vatorio de música «Gilardo Gilardi».

Esos ciudadanos ejemplares son los espejos donde debie­


ran mirarse los hombres y mujeres contemporáneos, porque a ellos les
debemos obras que hacen al orgullo de ser platenses, junto con los pro­
fesores que honraron y jerarquizaron a la Universidad Nacional de La
Plata, contribuyendo a la formación intelectual de numerosas generacio­
nes de profesionales.

Los lugares tradicionales de La Plata fueron variando con


el paso de los años, ya que en los albores del siglo XX el Paseo del
Bosque -con su lago y su gruta- era la «vuelta del perro» dominguera,
quedando reservada la glorieta de la actual Plaza San Martín para que los
vecinos pudieran solazarse con los conciertos vespertinos que daban la
Banda del Batallón de Guardicárceles o la Banda de la Policía.

Los años treinta modificaron la actitud de los jóvenes


platenses que preferían desfilar por la Avenida Independencia, o calle 7
como la conocemos ahora, convirtiéndose las confiterías «Cabildo» y
«París» en clásicos reductos de «tangueros» y «petiteros» respectiva­
mente, hacia la mitad del siglo pasado, mientras las mujeres de cierta
edad recorrían con la mirada las vidrieras de calle 12. En los últimos años
la juventud consagró a la esquina de 8 y 47 como lugar de encuentros a
la hora del atardecer, repartiendo sus preferencias en los bares del centro
para tomar una copa y charlar antes de concurrir los viernes y sábados a
180
Palabras finales
los «boliches bailables» ya entrada la madrugada, casi a la hora en que
nuestros abuelos retornaban a sus hogares, ya que durante varias déca­
das -a partir de los años veinte y treinta- los bailes que organizaban el
«Coliseo Podestá», «La Gauloise», «El Círculo Napolitano» y demás sa­
lones del centro terminaban indefectiblemente a las tres de la mañana,
costumbre que se mantuvo vigente en las décadas del cuarenta al sesen­
ta, cuando las reuniones danzantes se desplazaron a los clubes de barrio,
tanto en La Plata como en Berisso y Ensenada.

Sólo les quedaba a los trasnochadores la posibilidad de


concurrir a algún local nocturno, como los cabarets «Resil» y «Premier»,
la cantina «El Timón» de Ensenada o el recreo «La Marina» de Punta
Lara, donde los horarios tenían mayor elasticidad, aunque la presencia
de estudiantes del interior y particularmente de los extranjeros, donde
eran absoluta mayoría los peruanos, crearon una demanda especial en
materia de divertimentos, cobrando vuelo aquellos locales donde predo­
minaba la música tropical como «Intermezzo» o «El Galeón», habitual-
mente amenizados por las orquestas de Rubén Alippi, Johnny Wilton o
Charito Amerise.

Esa era la ciudad que nos cobijó en los años de la adoles­


cencia, cuando terminábamos nuestros estudios y comenzabamos a tra­
bajar, o durante el noviazgo y posterior casamiento, asistiéndonos en el
crecimiento de nuestras familias con la llegada de los hijos y nietos, la
que nos llenó de alegrías y sinsabores con los triunfos y derrotas de
nuestra divisa favorita, y -seguramente- la que nos acogerá definitiva­
mente al cumplirse el ciclo vital.

Por eso, al cerrar este libro hago votos por un retorno a las
fuentes, deseando que la dirigencia -en general- agote los recaudos para
que pueda recuperarse la tranquilidad de otrora junto con la belleza de
sus calles arboladas, el tránsito vehicular ordenado y el respeto a las
reglas de convivencia, porque ese es el camino para que La Plata vuelva
a ser orgullo de sus habitantes y modelo de ciudad, tal como en su mo­
mento la soñaron sus fundadores y pudieron apreciarlo después impor­
tantes personalidades mundiales como la actriz Sarah Bernhardt, los no­
bles europeos Humberto de Saboya y Eduardo de Windsor, el científico
Albert Einstein, el malogrado dramaturgo Federico García Lorca y el fa­
moso pianista Arthur Rubinstein, entre tantos otros ilustres visitantes
del pasado.

181
INDICE ONOMASTICO

PERSONAS Y FAMILIAS
Abella, Enrique (99)
Aguilar, Antonio (163)

Abella, María (131)


Aguilar, Julián (32, 82, 93)

Abella Muguerza, Enrique (99)


Aguilar, Justo María (147)

Abella Muguerza, Flia. (99)


Aguilar, Mabel (165)

Abella Muguerza, Jorge Alberto (99)


Aguirre, María (103)

Abello, Luis (67)


Aguirre, Manuel S. (31)

Aberg, Enrique (34)


Aguirre Suárez, Alberto (161)

Abuin, Irene (129)


Ahumada, José Manuel (67, 69, 85, 93)

Acevedo, Alfredo (150)


Aicardi, Carlota (78)

Acevedo, Elida (132)


Aimale, Ricardo (165)

Acquistapace, Ludovico (59)


Aimar, Carlos (150, 153)

Actis Dato, Alfredo (173)


Airami, Pascual (78)

Acuña, Mario Jorge (155, 157)


Airez, Mauro (160)

Acuña, Rogelia (114)


Alais, María Eugenia (48)

Achával, Ezequiel (84)


Alak, Julio César (138)

Achával, Nelly (155)


Alardi, Luis (173)

Achával, Nicolás (32, 41)


Alayián, Eduardo (174)

Achával, Ricardo (154)


Albamonte, Isabel (142)

Achilli, Luis (161)


Albanese, Marta (158)

Adaro, Manuela (140)


Albarellos, Alberto (83, 85)

Adgi, Joaquín (126)


Albarracín, Alvaro (164)

Adgi Romano, Flia. (126)


Albarracín, Ana María (136)

Adjemián, Martín (158, 159)


Albarracín, Isidoro (126)

Adrián, Daniel (158)


Albarracín, Gonzalo (165)

Adrogué, Esteban (32)


Albarracín, Justo (160)

Agnusdei, Luis (150, 150, 173)


Albarracín, Matías (164)

Agoglia, Esmeralda (156)


Albarracín Sarmiento, Carlos (147)

Agostinelli, Héctor (174)


Albarracín Sarmiento, Flia. (126)

Agrelo, Marcos Leonardo (82)


Alberdi, Carolina (120)

Agrelo, Mariano (84)


Alberdi, Felisa (120)

Agüero, Elda (174)


Alberti, Flia. (167)

Agüero, Rubén (160)


Alberti, Hermenelindo (164)

Familias platenses
Alberti, Ivonne (165)
Alsina, Faustino (100)

Albina, Eusebio -hijo- (99)


Alsina, Flia. (100, 141, 167)

Albina, Eusebio -padre- (99)


Alsina, Juan José (101)

Albina, Matías (164)


Alsina, Rita (127)

Albina, Ricardo Francisco (99)


Alsina, Wladisladia Petrona (131)

Albina, Ricardo Mario (99, 167)


Alsina Aramburú, María Amelia (113)

Albornoz, Flia. (14)


Alsogaray, Flia. (141)

Albornoz, José (162)


Alsogaray, Juan Carlos (165)

Albretch, José Rafael (162)


Altgelt, Carlos (34)

Alcayaga, Eufemio (55)


Altube, Victoria (103)

Alconada, Francisco -hijo- (99)


Alvarado, Carlos (154)

Alconada, Francisco -padre- (66, 67, 69, 85, 99)


Alvarez, Carlos Miguel (160)

Alconada Aramburú, Carlos (100, 100, 145)


Alvarez, Desiderio (83)

Alconada Aramburú, Domingo Roque (100, 100)


Alvarez, Marisa (157)

Alconada Aramburú, Flia (99, 100)


Alvarez, Otilia (131)

Alconada Aramburú, Francisco (100)


Alvarez, Serafín (93)

Alconada Aramburú, Isidoro (100, 100)


Alvarez Gaitán, Pedro (13)

Alconada Aramburú, Julio (100)


Alvear, Flia. (141)

Alconada Magliano, Carlos Román (100)


Alzaga, Flia. (141)

Alconada Magliano, Flia. (100)


Alzamora, Luis (166)

Alconada Moreira, Flia. (100, 176)


Alzugaray, Miguel Angel (146)

Alconada Sempé, Flia. (100)


Allevato, Oscar (150)

Alconada Sempé, Isidoro (100)


Amaral, flia. (167)

Alconada Sempé, Raúl (100)


Amaral y Boneo, María del Rosario (135)

Alcorta, Edelmira (127)


Ambrosi, Rubén (162)

Alcuaz, Manuel (126)


Ameghino, Florentino (145, 148, 172)

Alcuaz Jáuregui Lorda, Flia. (126)


Amenedo, Cesáreo (93)

Aldao, Carlos (56)


Amerise, Charo o Charito (157, 181)

Aldao, Manuel (56)


Amerise, José (173)

Aldao, Mercedes (127)


Anacleto, Juan Carlos (174)

Aldao, Rubén (157)


Andrade, Adela (139)

Aleandro, Pedro (159)


Andrade, Flia. (139)

Alegre, Pedro J. (174)


Andrade, Luis A. (32, 48)

Alemán, María Delfina (140)


Andrade,Roberto (139)

Alemán, Oscar (155)


Andrade,Samuel (139)

Alexander, Roberto (93)


Andreucci, Carlos (173)

Alfonsín, Raúl Ricardo (100)


Andrieu, Alberto (175)

Alippi, Rubén (181)


Andrieu, Flia. (101)

Aliverti, Ambrosio A. (35, 146)


Andrieu, Luciano M. (101)

Almada, Carlos (149)


Andrieu, Marcelino (101)

Almaestre, Gregorio (34)


Andrieu, Pedro (101)

Almaestre, Plácido (67)


Angaut, Alberto (137, 164)

Almafuerte (146, 148, 172)


Angaut, Alejandro (137, 164)

Almandos, Carmen (133)


Angaut, Flia. (137)

Almeida, Antonio (99, 100)


Angaut, Guillermo (137, 164)

Almeida, Eleazar (100)


Angaut, Jorge (164)

Almeida, Flia. (100)


Anglada, Francisco Marcos (145)

Almeida, Victoria (175)


Angulo, José Paúl (63)

Almeida Curth, Daniel Adolfo (100)


Anovassi, María (131)

Almeida Curth, Flia. (100)


Anselmino, Máximo (35)

Almenares, Paula (157)


Antelo, Marcelo (137)

Almenares, Héctor (157)


Antonio, Héctor (161, 163)

Almirón, Eduardo (55)


Antonucci, Jorge (174)

Aloise, Vicente (174)


Anzoátegui, Ignacio B. (147)

Alonso, Víctor (173)


Añón Suárez, José (36, 99)

Alsina, Dalmiro E. (100, 144, 174)


Aparicio, Casimiro (33)

Alsina, Eugenio Elías (100)


Apreda, Adolfo Horacio (142)

Alsina, Eugenio Esteban (100)


Aragón, Carlos (146)

Alsina, Eugenio Rafael (100)


Aráiz, Oscar (156)

184
Indice onomástico
Aramburú, Flia. (101)
Aronín, Edgardo (158)

Aramburú, Isidoro (101)


Aronín, Guillermo (157)

Aramburú, María Carmen (99)


Aronín, Marcos (158)

Aramburú, María Elena (227)


Artigue, Enrique (66)

Aramburú Ball, flia. (101)


Artola, Flia. (89, 101)

Aramburú Ball, Julio Isidoro Clementino (101)


Artola, Francisco Carlos (61, 102, 142)

Aramburú Fonrouge, Domingo (101)


Artola, Miguel Angel Francisco (102)

Aramburú Fonrouge, Flia. (101)


Artola, Marta (102)

Aramburú Fonrouge, Isidoro (101)


Arzac, Rafaela (128)

Aramburú Fonrouge, Julio Pedro (101)


Arrambide, Juan B. (94)

Arana, Alberto Belisario (41, 101)


Arregui, Gabino (149, 161)

Arana, Belisario (81)


Arrieta, Rafael Alberto (146)

Arana, Diego Jacinto (41, 82, 84, 85, 99, 101)


Arrieta, Mariano A. (157)

Arana, Flia. (101)


Arrigoni, Enrique (146)

Arana, José Joaquín de (16)


Arroyo, Claudio (173)

Arana, Juana (41)


Arroyo, Flia. (14)

Arana, Justo R. (83, 84)


Arroyo, Crisóstomo (16)

Arana, Paula (41)


Ascre, Ramón (166)

Aranguren, Dolores (129)


Asencio, Sr. (33)

Aráoz, Nicanor (85)


Asnaghi, Carlos (158)

Arau, Mariano (99)


Asnaghi, Carlos Antonio (14, 82, 85, 227, 227)

Araujo, Graciela (158)


Asnaghi, Luis (94)

Araujo, Juan G. (82)


Astarita, Gustavo (156)

Aráuz, Flia. (141)


Astutti, Ernesto (151)

Aráuz, Justo Manuel (111, 126)


Asuaje, Jorge Pastor (147)

Aráuz Fonrouge, Flia. (126)


Atanasiú, Andrés Homero (147)

Aravena, Marcelino (54, 75, 93)


Atanasiú, Pablo (147)

Aravena Lamadrid, Pedro (93)


Atanasoff, Alfredo (145, 174)

Arca, Ramón (78)


Atencio, Flia. (102)

Arce, Alejandra (175)


Atencio, Guillermo (102)

Arce, Celestino S. (92, 144, 168)


Atencio, Juan José -hijo- (102)

Arce, María Antonia G. F. de (168)


Atencio, Juan José -padre- (91, 102, 157)

Arce Peñalba, Angel (93, 144)


Atkins, Ovidio (33, 34)

Arce Rossi, Adolfo (163)


Augé, Juan (66)

Arcolano, Francisco (59)


Aurrecochea, Mariano S. (94)

Arcos, Rafael (162)


Avancini, Pedro (59)

Archetti, Carlos (163)


Avellá Cháfer, Francisco (227)

Ardanza, Francisco (163)


Avellaneda, Alfredo Domingo (173)

Arditi, Julio (32, 56, 125)


Avellaneda, Carmen (43)

Arditi Rocha, Flia. (126)


Avellaneda, Nicolás (10, 17, 21, 43)

Arévalo, Benito (60)


Axat, Flia. (176)

Argañarás, Manuel J. (174)


Ayacucho (178)

Argeri, Saúl A. (7, 148)


Ayarragaray, Domingo (57, 68)

Argüello, Flia. (167)


Aymerich, Adolfo (83)

Ariagno, Joaquín (67)


Ayós, Simón (84)

Arias, Félix (86)


Ayr, Nicolás (175)

Arias, Juan (126)


Azar, Víctor Manuel (158)

Arias, Mirta Valentina (133)


Azcona, Verónica (175)

Arias Castro, Flia. (126)


Aznar, Sabina (119)

Arispe, Héctor (166)


Bacigalup, José (102)

Aristegui, Felipe Santiago (82, 101)


Bacigalup Vértiz, flia. (102)

Aristegui, Flia. (101, 167)


Bacigalup Vértiz, José Tulio (102)

Aristegui, Raúl (101)


Bacigalup Vértiz, Mario A. (102)

Aristegui, Vicenta (101/102)


Bach, Coco (152, 156)

Armani, Eduardo (155)


Bado, Manuel (67)

Armendáriz, Alejandro (120)


Báez de Alpoin, Juan (14)

Armengol, Cristina (165)


Báez Escobar, José (85)

Arnal, Mariana (161)


Bagnati, José María (149, 152)

Arnaldi, Juan Bautista (33, 34)


Baiocco, Miguel Angel (162, 163)

185
Familias platenses
Balado, Cecilia Blanca (128)
Barros Schelotto, Gustavo (137, 161)

Balbi, Santiago (151)


Basail, Francisco (67, 82)

Balbín, Ricardo (145, 172)


Basavilbaso, Leopoldo (32)

Balcarce, Luis (84)


Basile, Néstor (158)

Balcedo, Antonio (145)


Bass, Gervasio (144)

Balcedo, Flia. (91)


Basso, Juan (65)

Balcedo, Marcelo (157)


Bastarrica, José (78)

Balcedo, Myriam (157)


Bastons, Alfonso (164)

Baldi, Luis (33, 33)


Bátiz, Jorge (161)

Baldi, Tito (153)


Battilana, Antonio (94)

Baley, Héctor (161)


Battista, Graciela Antonia (142)

Balmelli, Andrés (157)


Baudin, Elena (136)

Balparda, José Luis (175)


Baudón, Lía Olga (130)

Balquinta, Walter (147)


Bauer, Conrado (102, 167)

Ball Dessein, Guillermina (101)


Bauer, Conrado Ernesto (103, 174)

Ballester, Luis (78)


Bauer, Flia. (102)

Ballester, Pedro (94)


Bauer, Guillermo (102)

Ballesteros, Flia. (14)


Bautista, Antonio (164)

Ballesteros, Florencio E. (55)


Bava, Leonardo (150, 150)

Ballesteros, Josefa (109)


Bavio, Bartolomé (73, 178)

Ballesteros, Ruth (128)


Bavio, Diego (73)

Ballina, Osvaldo (147)


Bavio, Manuela (133)

Ballina Benites, Flia. (126, 137)


Bayardo (148)

Ballina Benítes, Julio (137)


Bayma, Serafín (84)

Ballina García, José (126)


Bayo, Carlos Daniel (149, 157, 161)

Ballvé, Flia. (89)


Bayo, Diego Francisco (161)

Ballvé, Ramón (156)


Bayo, Maximiliano (175)

Bancalari, Pablo (175)


Baysée, Jorge (163)

Báñez, Gabriel (147)


Bazán, Eulogia (127)

Barandica, Alfredo «Pinocho» (150)


Bazzana, Carlos (167)

Baratucci, Orlando (165)


Beamonte, Agustín (170)

Barba, Enrique M. (144, 148)


Beamonte, Raúl (164)

Barba, Fernando (148)


Beamonte, Venancio (164)

Barbará, Juan Carlos (155)


Becerra, Olegario (173)

Barberis, Pablo (67)


Becerra, Raúl (158)

Barbero, José B. (61, 77)


Becher, Felipe G. (94)

Barbosa, Mauricio (180)


Behety, Matías (146)

Bárcena, Martín (85)


Beiró, Héctor (154)

Barcia, Pedro Luis (148)


Bejarano, Estanislao (93)

Barcos, Rómulo (173)


Belou, Pedro (145, 173)

Barinaga, Daniel (158)


Beltrán, Alberto (162)

Barletta, Blas Oscar (173)


Beluardo, Horacio (164)

Barletta, Leónidas (173)


Belvedere, Francisco (173)

Barnes, Estela (176)


Bell, Flia. (16)

Barney Finn, Oscar (ver Finn, Oscar Barney)


Bell, Jorge -hijo- (16, 28, 177)

Bartolini, Tulio (149)


Bell, Jorge -padre- (15, 16, 16)

Barucco, Juan (163)


Bell, Tomás (16, 28)

Barragán, Ignacio (14)


Bellingi, César (151)

Barraquero, Julián (85)


Bello, Gerónimo (67)

Barreiro, José (162)


Bello, Rosendo (67)

Barrientos, María (160)


Bello, Valerio (77)

Barrios, Albino (137, 142)


Bellone, Diana (175)

Barrios, Carlos (149)


Bellone, Luis (173)

Barrios, Julio (173)


Benavidez, Gerónimo (14)

Barros, Ramón (126)


Benavidez, Pedro (153)

Barros, Teófilo José (126)


Bencini, Carlos (173)

Barros Hurtado, Flia. (126)


Bengolea, Ismael (93)

Barros Schelotto, Flia. (126)


Benites, Clara Aurora (126)

Barros Schelotto, Guillermo (137, 160)


Benoit, Pedro J. (33)

186
Indice onomástico
Benoit, Pedro Simón
Biagini, Artihans Francisco (59)

(10,32,33,54,55,78,94,144)
Bianchi, Carlos (60)

Berga, José (61, 175)


Bianchi, Esteban (67)

Berga Brambilla, Orión (94)


Bianchi, Felipe (33)

Bergalli, Alejandro (85)


Bianchi, José (67)

Bergeire, Juan (31)


Bianchi, Luis (34)

Berisa, Eduardo (175)


Bianchi, Roberto (165)

Berisso, Flia. (70)


Bibiloni, Filiberto Narciso (139, 173)

Berisso, Juan Bautista (16, 56, 177)


Bibiloni, Flia. (139)

Berisso, Luis Armando (126, 137)


Bibiloni, Homero Conrado (139)

Berisso Rocha, Flia. (126, 137)


Bibiloni, Homero M. (139)

Berisso Rocha, Luis Manuel (137)


Bibiloni, José (78)

Berizonce, Roberto (148)


Bibiloni, Laurence Antonio Bartolomé (139)

Bernal, Martín (164)


Bibiloni Llinas, Bartolomé (139)

Bernal, Francisco (13)


Bibiloni Morey, Juana (139)

Bermejo, Martín (68, 85)


Bidart, Miguel (66)

Bernao, Raúl (162)


Bidonde, Héctor (158, 159)

Bernard, Claudio Joaquín (103)


Biedma, Martín (91)

Bernard, Flia. (103, 141, 167)


Biganzoli, Duilio (164)

Bernard, Jorge (55)


Bilardo, Carlos Salvador (162)

Bernard, María Elena (103)


Bilbao La Vieja, Antonio (105)

Bernard, Tomás (103)


Bilbao La Vieja, Antonio A. (105)

Bernard, Tomás Diego -hijo- (7, 103, 173, 174)


Bilbao La Vieja, Antonio Gervasio (94, 105)

Bernard, Tomás Diego -nieto- (103)


Bilbao La Vieja, Flia. (105, 141)

Bernard, Tomás Diego -padre- (103, 147, 148, 227)


Bilbao La Vieja, Jorge Roque (105)

Bernardini, Javier (175)


Bionda, Miguel F. (227)

Bernatet, Pedro (74, 83, 85, 94)


Bizózzero, Juan (67)

Bernazza, Claudia (147)


Blake, Celia Angélica (132)

Bernet, Pedro (60)


Blake, Samuel (65, 94, 99)

Bertero, Carlos (163)


Blancá, María Raquel (101)

Bertoletti, Francisco (67)


Blanco, Angel (78)

Bertomeu, Miguel (66)


Blanco, Nelson (146)

Berutti, José (99)


Blanco y Biaus, Simona (135)

Berraondo, Martín (56)


Blanes, Alberto Bernabé (162)

Berreta, Sebastián (54, 73, 94)


Blasi, Antonio (150, 153, 154)

Berri, Carlos (55, 93, 104, 144)


Blomberg, Adrián (62)

Berri, Carlos Fortunato (104)


Blomberg Pereyra, Marta Etelvina (101)

Berri, Flia. (104, 141)


Blotto, Héctor (163)

Berri, María Susana (104)


Boado, Martín (74)

Berri, Miguel -hijo- (104)


Boccia, Donato (173)

Berri, Miguel -padre- (104)


Bochatón, Francisco (156, 175)

Berri, Ricardo Alejandro -hijo- (104)


Bochatón, Juan Pablo (175)

Berri, Ricardo Alejandro -padre- (104)


Boero, Delia (130)

Berri, Ricardo Froilán (104)


Boero, Ernesto M. (82)

Berro, Aurelio (32)


Boerr, Luis (94)

Berro, Flia. (137)


Boffi, Nélida (133)

Berrondo, Antonia (126)


Boffi, Pedro Luis (103)

Besada, Alberto (7)


Boffi Boggero, flia. (103)

Betelú, Carmen (106)


Boffi Boggero, Luis Eduardo (103)

Betti, Aurelio Hermes (104)


Boffi Boggero, Luis María (103)

Betti, Flia. (104, 167, 176)


Boggero, Enriqueta Amelia (103)

Betti, José Francisco (104)


Boggi, Luis (33)

Betti, Juan Jorge (104)


Boggiano, Sr. (76)

Betti, Juan José (104)


Bogliano, Flia. (176)

Betti, Juan Primo (63, 65, 104)


Bolano, Cristina (104)

Betti, Luis (65, 104)


Bollini, Adolfo M. (173)

Betti, Luis Armando (104, 164)


Bollini, Marcos (35)

Beuf, Francisco (32, 50, 75)


Bonafini, Hebe de (ver Pastor, Hebe)

Bezzi, Osvaldo Máximo (145, 173)


Bonansea, Guido (93)

187
Familias platenses
Boneo, Julián (168)
Busquets, Nury (147)

Boneo, Mercedes (127)


Bustamante, Lía Inés (105)

Boneo, Pilar C. de (168)


Busto, Eduardo (168)

Boni, Eusonio (165)


Bustos, César Argentino -padre- (173)

Bonifacio (148)
Bustos, Cristina (111)

Boquín, José (165)


Bustos, Horacio (126)

Boragina, Oscar (173)


Bustos, José Justo (126)

Bordenave, Jacinto (147)


Bustos, María (127)

Borga, Ernesto Eduardo (145)


Bustos Berrondo, Flia. (126)

Borjas, Flia. (14)


Bustos Morón, Flia. (126)

Bormapé, Rubén (174)


Büttner, Adolfo (34, 68)

Borzone, María (106)


Bylo, Franco (175)

Borrás, Concepción (99)


Byron, Balbina (124)

Borrazas, Raúl (133)


Cabeza, María del Rosario (93)

Bosch, José María (32)


Cabrera, Carlos (149, 154)

Bossio, Carlos (160)


Cabrera, Domitila (147)

Botana, Natalio (147)


Cabrera, Federico (34)

Botaro, José (33)


Cabrera, Juan Pablo (55)

Botet, Eduardo (34, 66)


Cabrera, Marcos (89)

Botet, Felipe (55)


Cabrera, María (128)

Botet, José Rodrigo (34)


Cabrera, Pedro (34)

Botet, Julio (91, 94)


Cacció, Vicen te (76)

Botto, Eduardo (35, 82)


Cachoni, Juan Antonio (59)

Bouché, Alberto (161)


Cadario, Agustín (142)

Bourel, Román (78)


Cadario, Luis (35)

Boveri, Atilio (146)


Cádiz, Pedro J. (83)

Bozzarelli, Domingo (150, 152, 152)


Caffé, Antonio (35)

Bozzarelli, Ernesto (180)


Cafferata, Angela Julia (117)

Bozzarelli, Oscar (227)


Cafiero, Mario (174)

Bracco, Juan (149)


Caggiano, Luis C. (147)

Brambilla, Angélica (132)


Cagnasso, Pablo (161)

Brambilla, Primo (78)


Cagnoni, Juan M. (33)

Brassini, Eduardo (164)


Cairo, Luis (169)

Bravo, Manuela (156)


Calandra, Carlos Raúl (105)

Breccia, Alejandro (167, 174)


Calandra, Carlos Victorio (105)

Brescia, Rubén (163)


Calandra, Flia. (105)

Briasco, Fanny N. (136)


Calandra, Jorge (105)

Brichetto, Hermenegilda S. (ver Siro, Hermenegilda)


Calandra, Oscar (105)

Briguez, Carlos «Pato» (155)


Calandra, Ricardo (105)

Brizuela, Leopoldo (147)


Calandra, Saúl «Toro» (105, 160)

Brotto, Juan (160)


Calandra, Teresa (160)

Brougnes, Speret (91)


Calandra, Victorio (105)

Brown, José Luis (161)


Calandrelli, Matías (75, 85, 85, 93)

Brughera, Marcos (85)


Caldentey, Ricardo (152)

Brughetti, Faustino (146)


Calderón, Arturo (105)

Brunelli, Feliciano (155)


Calderón, Bernardo (10, 45, 54, 72)

Bruny, Antonio J. (58)


Calderón, Flia. (106, 141)

Brusa, José (78)


Calderón, José Luis (161)

Bucccicardi, Teresa (118)


Calderón, José María -hijo- (105)

Büchele, Luis (157)


Calderón, José María -padre- (99, 105, 144)

Büchele, Tobías (175)


Calderón, José María -nieto- (106)

Bugallo, Antonio (157)


Calduch, José (164)

Bugallo, Lino (157)


Calegari, Luis (60, 77)

Bulfoni, Javier (175)


Calistro, Luis (166)

Bunda, Francisco (65)


Caló, Juan (154)

Bunge, Emilio (32, 56)


Caló, Miguel (154)

Burgos, Juan Martín (68)


Calonge, Andrés (160)

Burgos, Pedro (64)


Calviño, José (60)

Buschiazzo, Juan Antonio (34, 68)


Calvo, Edelmiro (75)

188
Indice onomástico
Calvo, Estela (147)
Caporali, Alicia (165)

Calvo, Jacinto (157)


Capotosto, Beatriz (160)

Calvo, Lorenzo (60)


Capria, Diego (161)

Calvo, Nicolás A. (32)


Capria, Rubén (161)

Calzada, Rafael (94)


Caprio, Juan (61)

Callada, José (34)


Carabajal, Roque (90, 91)

Calligaris, Ana Emilia L. de (ver Lahitte, Ana E.)


Caracol (154)

Camacho, Ruperto (162)


Caratoli, José (163)

Cambaceres, Antonino C. (16, 27, 177)


Caratti, Antonio (150)

Cambaceres, Flia. (70)


Carbone, Juan (158)

Cambours, Marcos (126)


Carbone, Santiago J. (55, 67, 69, 82)

Cambours Ocampo, Arturo (147, 158)


Carbonell, Helena (110)

Cambours Ocampo, Flia. (126)


Carbonell, Juan Antonio (110)

Camilión, Luis (81)


Carbonell, Nicasio Bernardino (47, 110)

Camino, Julio (163)


Carbonnier, Federico (68)

Camino, Julián (161)


Cardoso, Matías (38, 48, 57)

Camino Arévalo, Justiniano (55)


Cardozo, Carlos (85)

Camiña, Miguel (92, 157)


Cardoso, Rodolfo (161)

Cammaratta, Antonio (162)


Caresio, Domingo (78)

Campoamor, Gervasio (15, 55, 92)


Carlotto, Estela de (ver Barnes, Estela)

Campodónico, Flia. (106)


Carnelli, María Luisa (148)

Campodónico, Juan (60)


Carniquicho (179)

Campodónico, Lázaro Miguel (106)


Caro, Santiago (106)

Campodónico, Miguel (65, 106, 142)


Caro Betelú, Flia. (106)

Campodónico, Roberto (106, 167)


Caro Betelú, Raúl Santiago (106)

Campodónico, Roberto Miguel (106)


Carozzi, Ricardo (174)

Campos, Alcira (113)


Carpinetti, Flia. (176)

Campos, Flia. (106, 167)


Carpinetti, Raúl Jorge (157, 166)

Campos, Julio (106)


Carpinetti, Roberto Mario (157, 166)

Campos, Luis María (106, 126)


Caruso, Juan Andrés (148)

Campos, Mabel (159)


Carvajal, Baltazar de (13)

Campos, Manuel Jorge (106)


Carranza, Benjamín (74, 79)

Campos, Martín Benito (106)


Carranza, Edelmira (130)

Campos, Martín Teodoro (106)


Carranza, Emilio C. (168)

Campos, Pedro A. (106)


Carranza, Flia. (167)

Campos Otamendi, Alberto (106)


Carranza, Neptalí (81, 82)

Campos Otamendi, Alfredo (106)


Carranza, Pascuala P. de (ver Portela, Pascuala)

Campos Otamendi, Arturo (106)


Carrasco, Benito (94)

Campos Otamendi, Flia. (106, 137)


Carrasco Quintana, Martín (92, 157)

Campos Otamendi, Gaspar (106)


Carreras, Ladislada (100)

Campos Otamendi, Julio (106)


Carri, Carmen C. (103)

Campos Otamendi, Lía (128)


Carrillo, Nélida (147)

Campos Otamendi, Raúl (106)


Carrió, Carlos (162)

Campos Urquiza, Flia. (127)


Carrió, Orlando (158, 166)

Canalá Echeverría, Manuel -padre- (60, 102)


Carrique, Víctor Hugo (173)

Canaro, Francisco (148, 152)


Carriquiri, Rubén (162)

Candioti, Mariano (144)


Carriquiriborde, Flia. (176)

Cané, Antonio (83)


Carriquiriborde, Pedro José (145, 174)

Cané, Miguel (146)


Casal, Aurora (132)

Canedo, Claudio (83, 83)


Casal, Julio César (93)

Canedo Peró, María Luisa (102)


Casamayou, Walter (158)

Canelleda, Vicente (62)


Casamiquela, Alicia C. de (ver Caporali, Alicia)

Canessa, Benigno (85)


Casares, Flia. (141)

Cano, Carmen (105)


Casares, Sebastián N. (67)

Cano, Enrique (84)


Casas, Peregrino (127)

Cano, Roberto (31)


Casas Peralta, Flia. (127)

Cañedo, Guillermo (165)


Casasbellas, Ramiro de (158)

Capdevila, Eduardo H. (81, 83)


Casaux, Eduardo (127)

Capella, José (150, 151, 154)


Casaux Alsina, Flia. (127)

189
Familias platenses
Casco, Angela (135)
Cendoya, Juan Ignacio (147, 157)

Casco, Flia. (167)


Cendoya, Juan Pedro (157)

Casco, Norberto Homero (127)


Cendoya, Manuel (157)

Casco, Norberto J. (55)


Centenaro, César (163)

Casco, Oscar (158)


Centeno, Emilio (127)

Casco, Silvina (136)


Centeno, Julio (150, 155)

Casco, Víctor (13)


Centeno, Leonor (147, 157)

Casco, Zelmar (160)


Centeno, Tito (150, 155)

Casco Vidal, Flia. (127)


Centeno Quiroga, Flia. (127)

Casella, Antonio (59, 65)


Centeno Quiroga, Teresita (225)

Casella, Eduardo (67)


Ceppi, Alberto (82)

Caselli, Flia. (167)


Cerdá, Martín (168, 173)

Caselli, Francisco (61)


Cerfoglio, Guillermo (67)

Caseros, Iván (138)


Ceriale, Juan (60)

Casey, Ernesto (56)


Cerioni, Enrique (161)

Castañeda, Alejandro (157)


Cerioni, Héctor «Toro» (163)

Castedo, César (172)


Cerisola, Angel Ismael «Pichi» (163)

Castel, Mario (154)


Cerisola, Genaro (163)

Castellani, Jorge (225)


Cerviño, Eduardo (66)

Castellanos, Benjamín Eusebio (94)


Cerviño, Jorge «Patuti» (158)

Castellanos, Mariano (40)


Cerviño, Pedro Antonio (14)

Castelli, Gaetano (77)


Cerrano, Luis (56, 66, 99)

Castells, Elisa U. de (ver Uriburu, Elisa)


Cerrano, Luisa (102)

Castells, Luis (53, 65, 177, 178)


Cerri, Calixto (64)

Castex, María Josefina (132)


César, Ramón (60)

Castilla, Rafael (59)


Cespón Ayala, Víctor (158)

Castillo, Horacio (147)


Cestino, Carmen Margarita (130, 139)

Castillo, José María (172)


Cestino, Francisco Alejandro (139)

Castillo, Juan L. (60)


Cestino, Horacio (175)

Castillo, Rubén (163)


Cía, Segismundo (94)

Castrelos Paz, Juan (84)


Ciaccia, Luis (162)

Castro, Cacho (163)


Ciappessoni, Angel (66)

Castro, Carlos Z. (83)


Ciappesoni, Luis (66, 142)

Castro, María Consuelo (225)


Cieza, Manuel (127)

Castro, Mario (149)


Cieza Rodríguez, Flia. (89, 127, 137)

Castro, Nicolás (34)


Cieza Rodríguez, Manuel (133)

Castro, Rafael (69, 94)


Ciocchini, Cleto (146)

Castro, Valentina (126)


Cipriano, Marta (157)

Catalán, Valentina (134)


Cipriano, Néstor Amilcar (148)

Cativa, Gabriel (154)


Cisneros, Angela María (107, 134)

Catón (148)
Cisneros, Clotilde (107)

Caudino, Quinto (180)


Cisneros, Flia. (107, 167)

Cavagna, Mariano Angel (127)


Cisneros, José Eduardo (54, 66, 69, 77, 92, 99,

Cavagna Martínez, Flia. (127)


107, 108, 137)

Cavallaro, Leonardo (174)


Cisneros, Sofía (107, 108)

Cavallaro, Luis (174)


Ciucci, Francisco (163)

Cavazzutti, Esteban (78)


Clark, Carlos (28)

Cavazzutti, Giordano (173)


Claro (148)

Cavieces, Manuela (101)


Climent, Juan Vicente (172)

Cazemir, Juan (63)


Cobos, Juan Carlos (149, 149)

Cazón, Higinio (59)


Cocorocó (148)

Cédola, París (146)


Cocozzella, Sr. (76)

Cefalí, Tony (155)


Colasurdo, Carlos (163)

Cejas, Amadeo (163, 167)


Colbert, Pío (148)

Celi, Leonor (165)


Colomb, Charles (60)

Celis, Juan Silverio (14)


Colombo, Angel (150, 151, 152, 153)

Cenci, Cecilia (158)


Colomer, Eva (129)

Cendoya, Florencia (128)


Colón, Héctor «Cucú» (154)

Cendoya, Florentina (130)


Colotto, Diego (162)

190
Indice onomástico
Collado, Ireneo (68, 94)
Coustarot, Teté (159)

Collado, Rubén (164)


Coutaret, Emilio B. (34, 146)

Collareda Verdi, Alberto (158)


Craviotto, Néstor (161)

Colletti, Nicéforo (34)


Creimer, Matilde K. de (ver Kirilovsky,

Comas, Erlis (165)


Matilde)

Comas, Flia. (14)


Crespi, Roberto Adolfo (127)

Cometto, Carlos (173)


Crespi Drago, Flia. (127)

Conde, Telmo (63, 78)


Cristal, Carlos (149, 154)

Condomí, Arturo Emilio (127)


Cristante, Hernán (161)

Condomí, José (164)


Crítica (148)

Condomí Alcorta, Flia. (89, 127)


Crivaro, Fabián (163)

Conigliaro, Marcos (162)


Crivos, Carlos (169)

Coni, Emilio Ramón (46)


Crivos, Pedro (169)

Conosciuto, Alberto (78)


Crocco, Blanca Lelia (130)

Constant, Emilio (34)


Crotto, José Camilo (118)

Contarelli, Fernando (62)


Crouseville, Carlos (63)

Contarelli, Luis (166)


Cruz, Oscar «Lito» (158, 159)

Conti, Juan (66)


Ctibor, Francisco (66, 142)

Conti, Lea (80, 160)


Cúccolo, Nicolás (62)

Conti, Roberto (160)


Cuccoresse, Horacio Juan (68, 145)

Contreras, Jorge (86)


Cucchi, Alejandro A. (127)

Cook, Benito (94)


Cucchi Lagrava, Flia. (127)

Cooke, John William (148)


Cuchinelli, Pascual (166)

Copello, Antonio (61)


Cuello, Raquel S. de (ver Sajón, Raquel)

Coppari, Roberto (147)


Cuenca, José María (32) *

Coquet, Indalecio (46)


Cuenca, José María (136, 147) **

Coquet, Jorge (10, 32, 46, 144)


Cuenca Saraví, Flia. (136)

Coral, Héctor (149)


Cuervo, Raúl (157)

Corbatta, Omar Oreste (161)


Cuestas, Angel (75)

Corcuera, Pío (162)


Cuestas, Miguel (33)

Cordó, Néstor (154)


Cueto, Angel Hermenegildo (107)

Coria, Carmen (165)


Cueto Rúa, Flia, (107)

Corne, María (122)


Cueto Rúa, Guillermo (107)

Cornejo, Dolores (115)


Cueto Rúa, Guillermo Patricio (107)

Cortelezzi, Manuel (76, 175)


Cueto Rúa, Julio (107, 145, 148)

Cortelezzi, Osvaldo (167)


Cueto Rúa, Julio Amancio (107)

Corrada, Florentino (164)


Cufré, Leandro (162)

Correa, Juan (81)


Cullen, José María (127)

Correa, Manuel Mauricio (127)


Cullen Aldao, Flia. (127)

Correa Bustos, Flia. (127)


Cullen Aldao, Marcelo (173)

Correa Larguía, Luis (94)


Cunill Cabanellas, Antonio (159)

Correas, Ignacio (16, 177)


Curcio, Edmundo (164)

Correas, Ignacio T. (73)


Curell, Miguel (161)

Correbo, Raúl (167, 173)


Curth, Enrique M. (35, 65, 82, 85)

Cosoli, Carlos (173)


Curth, Flia. (167)

Cosoli, Gerónimo (173)


Curth, María Angélica (100)

Cosoli, Héctor (174)


Curtis, Vicente (156)

Cosoli, Rafael (142)


Curzio, Antonio (151)

Cossani, Orlando (161)


Currás, Gustavo «La Mole» (158)

Costa, Dalmiro (75)


Curruchaga, Marcelo (157)

Costa, Eduardo (26)


Cutolo, Osvaldo Vicente (227)

Costa, Eleuterio (83)


Chabás, Lucía (122)

Costa, Juan Carlos (149)


Chacón, Antonio V. (60)

Costa, Juan T. (77)


Chacón, Eusebio (33)

Costa, Julio A. (47)


Chalier, A. (91)

Costamagna, Rodolfo (160)


Chambón, Andrés (61)

Cotti, José Antonio (127)


Chamorro, Francisco (175)

Cotti de la Lastra, Flia. (127)


Chas, Francisco (32)

Cotti de la Lastra, Sara Esther (112)


Chaumeil, Flia. (167)

191
Familias platenses
Chaumeil, María Susana (133)
de la Cuesta, José (85)

Chauvín, Estevan (63, 91)


de la Fuente, Desiderio (83)

Chauvín, Etienne (ver Chauvín, Estevan)


de la Fuente, Diego G. (74)

Chechile, Vicente (168)


de la Fuente, Jorge (154)

Chiarini, Oscar (162)


de la Fuente, María (149)

Chiavolini, Eriberto (164)


de la Lastra, Dolores (127)

Chidichimo, Carlos (167)


de la Lastra, Juana (141)

Chiessa, Omar (156)


de la O, Flia. (14)

Chilotegui, Juan Elías (178)


de la O, Germán (150, 151, 152)

Christian, María Luisa (130)


de la Púa, Carlos (148, 148, 172)

Christmann, Federico (145, 172)


de la Puente, Flia. (167)

D’Agostino, Carlos (148)


de Larrañaga, Héctor (7)

D’Agostino, Mateo (164)


de la Serna, Ezequiel (54)

D’Alessandro, Dardo (163)


de la Serna, Julio César (31, 32)

D’Amario, Edelmiro «Toto» (149, 154)


de la Serna, Rosario (130, 167)

D’Amario, Víctor (152, 154)


de las Carreras, José M. (33)

D’Amelio, Fernando (175)


de Lastra, Elena (130)

D’Amico, Adolfo G. (82)


de los Hoyos, Raúl (148)

D’Amico, Carlos Alfredo (10, 23, 23, 24, 26, 29,


de los Santos, José María (55)

37, 38, 40, 41, 47, 48, 49, 49, 50, 72, 227)
de los Santos, Rodolfo (163)

D’Amico, Clotilde (38)


De Luca, Antonio (5, 167)

D’Amico, Flia. (137)


De Luca, Candela (7)

D’Arienzo, Juan (155)


De Luca, Carlos Alberto (171)

D’Atri, Aquiles (62, 82, 82, 83)


De Luca, Federico (5)

D’Atri, Juan B. (168)


De Luca, Josefina (7)

D’Atri, Mario (173)


De Luca, Juliana (7)

D’Elía, Federico (158)


De Luca, Luciana (7)

D’Elía, Gustavo (55)


De Luca, Ruben Mario (3, 4, 15, 26, 85, 86, 227, 228)

D’Elía, Jorge (158, 159)


De Luca, Tomás (7)

D’Elía, Natalio (168)


De Lucía, Nelson (165)

D’Ovidio, Francisco R. (145)


de Martinelli, Rodolfo (163)

Da Costa Faro, Andrés (175)


De Marziani, Hugo Mario (146)

Da Rocha, Flia. (167)


de Paula, Alberto S. J. (11, 13, 14, 15, 16, 19, 22,

Dacal, Marta Fermina (131)


25, 26, 27, 28, 31, 33, 56, 70, 74, 80, 92, 96, 228)

«Dale-Dale» (179)
De Salvo, Matilde Lucila (122)

Dalmaroni, Rómulo (174)


De Tomas, Arnaldo (164, 170)

Daniels, Mel (164)


de Udaeta, Ramón Eduardo (60)

Dantás, Julio (32)


de Urraza, Carlos Enrique (124)

Dantiacq, Cayetano (28)


de Urraza, Carlos María -hijo- (124)

Dáttoli, Domitila C. de (ver Cabrera, Domitila)


de Urraza, Carlos María -padre- (123)

Daoust, José M. (76)


de Urraza, Estanislao (123)

Dávalos, Jaime (155)


de Urraza, Flia. (123, 141, 167)

Dávalos, Julia Elena (155, 160)


de Urraza, Joaquín -hijo- (123)

Davel, Flia (167)


de Urraza, Joaquín -padre- (54, 99, 123)

Davis, Carlos A. (94)


de Vedia, Manuela Lasthenia (127)

Davoine, Walter (162)


Debarnot, Adelaida Langhilhon de (61)

Day, Luis (179)


Debarnot, León (61)

De Angelis, Alfredo (155)


Debenedetti, Emilio (93)

de Azcárate, Manuel J. (63)


Defelitto, Pedro (173)

De Barry, Juan Carlos (159)


Defranco, Julio César (174)

de Basaldúa, F. (85)
Defranco, Pascual (173)

De Cano, José C. (127)


Degrand, Adolphe (91)

De Cano Funes, Flia. (127)


del Campo, Leopoldo (93)

De Caro, Julio (152)


del Carril, Delia (125)

de Cousandier, Pablo (79)


del Carril, Domingo (85)

de Cousandier, Pedro (34, 79)


del Carril, Emilio Donato (107, 148)

de la Cruz, Eduardo Matías (148)


del Carril, Flia. (89, 107, 167)

de la Cruz, Juan (165)


del Carril, Luis (93)

de la Cuesta, Angel (78)


del Carril, Manuel Luis (107)

192
Indice onomástico
del Castillo, Benjamín (51, 54, 67, 98)
Díaz, Raúl (173)

Del Grosso, Illio I. (173)


Díaz, Ventura (129)

Del Grosso, Illio J. (173)


Díaz Cisneros, Adrián (108)

del Molino Torres, Ambrosio (81)


Díaz Cisneros, César (108, 145, 148)

del Prado, Blanca (160)


Díaz Cisneros, Eduardo (108)

del Rivero, Julio César (158)


Díaz Cisneros, Flia. (108)

del Valle, Aristóbulo (26, 32)


Díaz Cisneros, Juan Carlos (108)

del Valle, Emilio (83)


Díaz Lozano, Flia. (137)

Delbueno, Francisco (146, 228)


Díaz Rolón, María Esther (122)

Delbueno, Horacio (150, 154)


Díaz Vélez, Eustoquio (32)

Delbueno, Néstor (150)


Dibur, Arturo (46, 54, 55)

Delfino, Antonio A. (54, 85, 85)


Dibur, José Nicasio -hijo- (46)

Delfino, Carlos (59)


Dibur, José Nicasio -padre- (16)

Delheye, Pedro Mario (146, 166)


Dibur, José Nicasio -nieto- (46)

Delmar, Héctor (167, 174)


Dibur, Nicasio (46, 82)

Delmar, Julio N. (173)


Dierpa, Marcelo (61)

Delménico, Andrés (67, 77)


Dillon, Alberto Gregorio (94)

Delorme, Ernesto (173)


Dillon, Alejandro (33, 85)

Delovo, Evaristo (161)


Dillon, Clemencia Leonor (109)

Dely, Jorge (155)


Dillon, Flia. (108, 137)

Dell’Acqua, Luis (174)


Dillon, Juan -hijo- (42, 109)

Dell’Isola, Antonio (77)


Dillon, Juan -nieto- (109)

Dell Isola, Luis (54, 90)


Dillon, Juan -padre- (108)

della Croce, Alfredo (108)


Dillon, Juan Francisco (109)

della Croce, Eduardo -hijo- (108)


Dillon, Justo Eduardo -hijo- (109)

della Croce, Eduardo -padre- (108, 157)


Dillon, Justo Eduardo -padre- (109)

della Croce, Enrique (108)


Dillon, Justo Ricardo (72, 98, 109)

della Croce, Federico -hijo- (108)


Dillon, Patricio José (108)

della Croce, Federico -padre- (108, 157)


Dillon, Rafael Alejandro (109)

della Croce, Flia. (108, 167, 176)


Dillon, Rodolfo (109)

della Croce, Irma (108)


Dillon, Rodolfo Juan (109)

della Croce, Osvaldo (108)


Dillon, Victoria (109)

della Croce, Roberto (108, 146)


Dillon Lavié, Flia. (108, 109, 116)

della Croce, Roberto Horacio (108, 147)


Divito (179)

Della Savia, Carlos (162)


Doga, Nélida (174)

Dellacasagrande, Antonio (161)


Domes, Ernesto (163)

Delledonne, Flia. (146)


Domicelli, José (85)

Delledonne, Juan (36)


Domínguez, Eduardo (163)

Delledonne, Miguel (173)


Domínguez, Jorge «Potro» (162)

Demarco, Daniela Y. (228)


Donatti, Reonildo (164)

Demaría, Atilio (162)


Dopazo, Sergio (161)

Demaría, Francisco (127)


Dorado, Carlos (178)

Demaría Massey, Flia. (127)


Dormal, Julio (34)

Demo, Héctor (145, 167)


Dorna Machín, Rodolfo (167)

Dempsey, Jack (165)


Dorrego, Manuel (19)

Denis, Alejandro (147)


Dovarán, Flia. (14)

Denis Krause, Alejandro (157)


Doyhenard, Luis María (174)

Denot, Adelina (59)


Dozo, Ismael (147)

Desiderio, Mario Oscar (160)


Drago, María Antonia (127)

Devecchi, Teresa F. de (93)


Drake, Antonia C. de (28)

Devoto, Juan Bautista (147, 148)


Draxel, Carlos (60)

Deytieux, Juan (65)


Duc, Dolores Armstrong de (28)

Di Cicco, Domingo (164, 165)


Ducloux, Estefanía (113)

Di Sarli, Rodolfo (155)


Duffau, Augusto (33)

Díaz, Adriano (31, 85, 107, 108)


Duffau, Gustavo (34)

Díaz, Aníbal «Gordo» (165)


Dufourd, Félix (66)

Díaz, Edelmira (38)


Duggan, Cacho (155)

Díaz, José María (60)


Duggan, Juan Carlos (156)

Díaz, Ramón J. (144)


Duhalde, Beatriz (131)

193
Familias platenses
Dulau, Juan Pedro (127)
Espósito, Liberato (175)

Dulau Dumm, Flia. (127)


Estéves Saguí, Flia. (167)

Dumas, Enrique (149)


Estéves Saguí, Miguel -hijo- (49)

Dumm, Delia Agueda (127)


Estévez, Francisco (33)

Duprat, Esther Luisa (130)


Estiú, Manuel (173)

Duprat, Pedro (60, 61)


Estrada, Ana María (165)

Durán, Joaquín (77)


Etchechoury, Juan (166)

Durán, Laureano (167)


Etchegaray, Carlos G. (65)

Durán, Osvaldo (147)


Etchegoyen, Edelmira (128)

Durante, Ruth (149)


Etcheverry, Angel T. (124, 177)

Durañona, Carlos (168)


Etcheverry, Aurora (124)

Durañona, Celina U. de (168)


Etcheverry, Domingo (85, 85)

Durañona, Flia. (167)


Etcheverry, Flia. (141, 167)

Durañona, Lautaro (127)


Etcheverry, Ignacio (109)

Durañona, Martín Suc. de (28)


Etcheverry, Julio (85)

Durañona y Vedia, Flia. (127)


Etcheverry, Rómulo (93, 127)

Duro, Juan José (173)


Etcheverry Boneo, Flia. (127)

Durquet, Ernesto S. (36)


Etcheverry Sarrat, Eduardo Rómulo (109)

Durquet, Martina (38)


Etcheverry Sarrat, Esther Beatriz (109)

Dutto, Tito (155, 157)


Etcheverry Sarrat, Flia. (109)

Duval, Alfredo (62)


Etcheverry Sarrat, Horacio Jorge (109)

Duval, Pedro (14)


Etcheverry Sarrat, Rodolfo (110)

Ebelot, Alfredo (94)


Etcheverry Sarrat, Rómulo (109)

Echagüe, Floro (165)


Evangelista, Félix (61)

Echagüe, Sara (133)


Expósito, Marcelo (163)

Echavarría, Ernesto (180)


Ezcurra, Malvina (45, 168)

Echevarrieta, Juan (162)


Ezeiza, Gabino (59)

Echeverría, Ricardo (165)


Faberes, León (91)

Eguiguren, Juan (163)


Fablet, Julio (59)

Eguilegor, José Ramón (174)


Fablet, Víctor (91)

Eirín, Manuel (7, 160)


Fabris, José (67)

Elenco, Walter (154)


Fachán, Juan B. (15)

Elía, Luis (153)


Faghino, Francisco (67)

Elía, María (130)


Fajardo, Ada (46)

Elicabe, Manuel M. (92)


Fajardo, Carlos A. (29, 67, 94, 99)

Elizalde, Flia. (141)


Fajardo, Flia. (167)

Elorga, Luis «Lucho» (165)


Fajardo, Ricarda (100)

Elosegui, Rubén (146)


Falabella, Antonio (110, 142)

Enciso, Eulogio (40)


Falabella, Antonio Ramón (110)

Eperjesi, Lilian (165)


Falabella, Flia. (110)

Equiza, Eduardo (62)


Falabella, Gerónimo (110)

Eros (148)
Falabella, Miguel M. (110)

Escalá, Ana (131)


Falcioni, Rodolfo (147)

Escalada, Francisco (84)


Falcón, Pedro C. (85)

Escalada, Guillermo (162)


Falcón, Ramón L. (10, 49, 51, 75, 82, 83, 84, 85)

Escobar, Alberto (109)


Falcone, Jorge (147)

Escobar, Alonso de (13)


Fanelli, Nazareno (173)

Escobar, Manuel Fenelón (109, 114)


Fanjul, Carlos (158)

Escobar Sáenz, Flia. (109)


Fanjul, Osvaldo (158)

Escobar Sáenz, Julio Manuel (109)


Fante, Antonio (148, 228)

Escobar Sáenz, María Angélica (114)


Farías, Ernesto «Tecla» (162)

Escola, Rómulo (81)


Farina, Mabel (160)

Espina, Gonzalo (175)


Favaloro, Domingo (142)

Espinel, Damián (133)


Favaloro, Gustavo Alfredo (142)

Espinel Bavio, Bartolomé Tomás (132)


Favaloro, Juan Bautista (142)

Espinel Bavio, Flia. (133)


Favaloro, Juan José -hijo- (142)

Espinel Boffi, Flia. (133)


Favaloro, Juan José -padre- (142)

Espínola, Carlos (161)


Favaloro, Liliana Ethel (142)

Espinosa, Pedro M. (52, 54, 94)


Favaloro, René Gerónimo (142, 145, 172)

194
Indice onomástico
Favaloro, Roberto René (142)
Fingerit, Marcos (147)

Favero, Alberto (156, 175)


Finn, Oscar Barney (159)

Favero, Fermín (150, 151, 152, 152, 153)


Fiore, José (153)

Favero, Justo (151, 153)


Fiorini, Bartolomé (145)

Favio, Leonardo (159)


Fiorini, Octavio (66, 67, 78)

Federici, Corinto (93)


Fiorini, Pedro (78)

Federico, Américo (179)


Firpo, Clemar (164)

Felipe, José María (150)


Firpo, Luis Angel (165)

Feller, Mario (159)


Firpo, Roberto (152)

Fernández, Alejandro (86)


Flaqué, Carlos (85)

Fernández, Cándido (151)


Flaqué, Juan Andrés (36)

Fernández, Dionisio (33)


Flaqué, Samuel J. (85)

Fernández, Emilio (86)


Flax (148)

Fernández, Eulogio (165)


Flirt (148)

Fernández, Juan (162)


Flood, María Petrona (128)

Fernández, Martín (127)


Flores, Eduardo (161)

Fernández, Paulino (93)


Flores, Gabriel «Bambi» (161)

Fernández, Pedro (13)


Flores, José María (137)

Fernández, Ramón (127)


Fluxa, Emilio (174)

Fernández Bazán, Flia. (127)


Fondevila, Antonio -hijo- (160)

Fernández Burzaco, Hugo (148, 228)


Fondevila, Antonio -padre- (99)

Fernández de Enciso, Juan (13)


Fonrouge, Alberto Marcelo (110)

Fernández Gentili, Tomás (175)


Fonrouge, Antonio (84)

Fernández Lecce, Flia. (127)


Fonrouge, Flia. (110)

Fernández Moreno, Baldomero (147)


Fonrouge, José (110)

Fernández Rojas, Adolfo (47)


Fonrouge, José Miguel (110)

Fernández Uliana, Nilda (146)


Fonrouge, Julio (84, 110, 113, 128)

Ferrando, Carlota A. de (ver Aicardi, Carlota)


Fonrouge, Julio Alberto (110)

Ferrando, Hugo E. (86)


Fonrouge, María Matilde (110, 126)

Ferrando, Ignacio (67, 69, 74, 82)


Fonrouge, Tecla (101)

Ferrari, Carlos (163)


Fonrouge Larroque, Flia. (128)

Ferrari, Juan (33)


Fonrouge Larroque, María Luisa (113)

Ferrari, Juana (138)


Font, Víctor (147)

Ferrario, Florindo (158)


Forgués, Apolinario (55)

Ferreira, Juan B. (85)


Formeiro, Margarita (160)

Ferreira, Luis María (64)


Forte, Alberto «Chiche» (149, 153, 154)

Ferreira, Manuel «Nolo» (160)


Forteza, Alberto (149)

Ferreiroa, Antonio (86, 94, 99)


Fraccione, Jorge (156)

Ferreiroa, Zoraida (106)


Francés, Rosario (129)

Ferrer, Ercilia (130)


Francesena, Omar (166)

Ferrero Murphy, Jorge (7)


Franco, Carlos S. (93)

Ferretti, Horacio (82, 85, 86)


Frangi, Alberto Marcelo (111, 174)

Ferretti, Juan Angel (161)


Frangi, Flia. (111)

Ferretti, Osvaldo (161)


Frangi, Héctor (111)

Ferreyra, Juan Bautista (54, 94)


Frangi, Hipólito (4, 95, 111, 174, 225)

Ferro, Hellen (92)


Frangi, Leonildo Cipriano (111, 173)

Ferro Rossi, Everardo (92)


Frangi, Luis (36, 111)

Fidel, Manuel (161, 164)


Frangi, Marta Olinda (111)

Fígari, Benito (61)


Fredes, Juan Pablo (150, 150)

Fígaro (148)
Fregossi, Ofelia (165)

Figini, Hebe (165)


Freire, Ignacio (47, 111)

Figueroa, Carlos (161)


Freire Bustos, Carlos (111)

Figueroa, Juan José (73)


Freire Bustos, Flia. (111)

Figuretti (158)
Freire Bustos, Ignacio (111)

Fijere, Pedro (78)


Fresedo, Osvaldo (154)

Filgueira, Cristina (165)


Freuler, Marcos (75)

Filgueira, Raúl (228)


Frigerio, Emilio (78)

Filpe Giménez, Flia. (127)


Frocham, Josefina (114)

Filpe Pinto, Raúl (127)


Fulle, Miguel Angel (92)

195
Familias platenses
Funes, Blanca O. (127)
García, Antonio (128)

Furia, Juan (153)


García, Celestina (93)

Gaeta, Pedro (153)


García, Enrique (128)

Gagliardo, Julio (163)


García, Hilarión (128)

Gailhac, Flia. (141)


García, Honorato (128)

Gailhac, Ramón (36)


García, José (16)

Gainzarain, Enrique (162)


García, José Suc. (28)

Galeano, Pedro (161)


García, Juan (33, 34)

Galeazzi, María (165)


García, Manuel J. (128)

Galeazzi, Nélida (165)


García, Mario (92)

Galíndez, Carlos (85, 93)


García, Martín (63, 128)

Galocha, Juan Carlos (162)


García, Miguel Angel (128)

Galup, Salustiano (128)


García, Pascual Angel (136)

Galup Lanús, Flia. (128)


García, Pedro (28)

Galván, Dolores (117)


García, Ponciano (149, 151, 152, 152)

Galván, Marcos (175)


García, Ricardo (85)

Gallastegui, Vicente (93, 144)


García, Tomás R. -hijo- (108, 157)

Galletti, Alfredo (148)


García, Tomás R. -padre- (84, 91, 108, 157)

Galletti, Luciano (162)


García Balado, Flia. (128, 137)

Galletto, Juan (62)


García Buhr, Arturo (158)

Galli, Armando (152, 166)


García Cortina, Francisco (64, 99)

Galli, Hugo (149, 149, 152, 153)


García Fernández, Juan José (43, 93)

Galli, Rafael (78)


García Fernández, María Antonia (ver Arce,

Galliadi, Alberto «Pilín» (158, 163)


María Antonia G. F. de)

Gallina, Mario (164)


García Iribarren, Flia. (137)

Gallino, Domingo (54)


García Iribarren, Juan Francisco (128)

Gallino, Gabriel (82)


García Lombardi, Flia. (128)

Gallo, Idelfredo (153)


García Mutto, Flia. (128)

Gallota, Vicente Cayetano (169)


García Navarro, Flia. (128)

Gamba, Miguel (92)


García Olivera, Flia. (128)

Gambier, Agustín B. (174, 177)


García Palermo, Carlos (164)

Gambier, Alfredo (128)


García Pintos, Alejo (158)

Gambier, Matilde (113)


García Puente, César (173)

Gambier, Miguel Angel (162)


García Puente, Flia. (128)

Gambier Ballesteros, Flia. (128)


García Ravassi, Flia. (128)

Gamboa, Flia. (137, 167)


García Saraví, Flia. (136)

Gamboa, María Cristina (136)


García Saraví, Gustavo (147)

Gamboa, Ricardo Florencio (128)


García Urcola, Flia. (128, 137)

Gamboa Campos, Flia. (128)


García Uriburu, Sergio (42, 81, 84, 85)

Gamboa Campos, Raúl Alfredo (136)


García Vieyra, Clara (115)

Gamboa Saraví, Flia. (136)


García Zurita, Flia. (137)

Gandolfi, Adán (33, 34, 74, 128)


Gardel, Carlos (148, 152, 179)

Gandolfi Herrero, Angel Emilio (137)


Gardella, Carlos (164)

Gandolfi Herrero, Arístides (137, 148)


Gardella, Nelson (157)

Gandolfi Herrero, Flia. (128)


Gardinetti, Alejandro (158)

Gandolfi Herrero, Iván (137)


Gárgano, María Concepción (5)

Ganuzza, Amilcar (157)


Garganta, Agapito (61, 171)

Ganzana, Filomena de (93)


Garganta, Flia. (137)

Gañete Blasco, Oscar (158)


Garganta, Hermógenes (61, 171)

Garat, Flia. (137)


Gargiulo, Ana María (165)

Garat, Juan M. (164)


Garibaldi, Gerónimo (65)

Garat, Justo Vicente (137)


Garibotto, Atilio (151)

Garay, Antonino (175)


Garibotto, Nicolás (62)

Garay, Juan Carlos (161)


Garisto, Luis (163)

Garay, Juan de (13)


Garrido, Mario (154)

Garay, María (149)


Garmendia, Alejandro (33)

Garcerón, Walter (161)


Garófalo, Dante (153)

García, Alberto (165)


Gascón, Alfredo (112)

García, Alfredo (165)


Gascón, Flia. (112)

196
Indice onomástico
Gascón, Manuel -hijo- (112)
Gnecco, Emilio P. (112)

Gascón, Manuel -nieto- (112)


Gnecco, Flia. (112, 141)

Gascón, Manuel -padre- (112)


Gnecco, Jorge (112)

Gascón Cotti, Alfredo J. (112)


Gnecco, Manuel Eduardo (112)

Gascón Cotti, Flia. (112)


Gnecco, Manuel Florencio (112, 125, 174)

Gaskin, Rafael (150, 156)


Gnecco, María Rosa (112)

Gaskin, Ricardo (128)


Gobbi, Alfredo (154)

Gaskín Vucetich, Flia. (128)


Godio, Julio Félix (148, 163)

Gastelú, Mariana (124)


Godoy, Lionel (157)

Gato (180)
Goizueta, Mario M. (173)

Gatti, Fernando (162)


Gola, José (158, 166)

Gatti, Hugo (162)


Golfarini, Juan A. (32)

Gatti, Angel (76)


Golijov, Osvaldo (157)

Gaviña, José Manuel (128)


Goloboff, Mario (146)

Gaviña Cendoya, Flia. (128)


Gómez, Adrián (165)

Gayol, Alicia (165)


Gómez, Aldo (163)

Gayol, Flia. (137)


Gómez, Carmen (132)

Gayol, Juan (162)


Gómez, Luis Eloy (157)

Gayol, Roberto (162)


Gómez, José (164)

Gelabert, Marcos (175)


Gómez, José Luis (163)

Gelati, Juan (58)


Gómez, Manuel (65)

Gené, Juan Carlos(159)


Gómez, Manuel (128)

Gentil, Josefa (132)


Gómez, Miguel (13)

Gentili, Manuel (66)


Gómez Alcázar, Buenaventura (63)

Gerardi, Donato (174)


Gómez Cabrera, Flia. (128)

Germiniani, Mario (34)


Gómez de Saravia, Flia. (14)

Ghermann, Ernesto (163)


Gómez Rodríguez, José (54)

Giácomi, Carlos (163)


Gómez Sánchez, Oscar (162)

Gianella, Nicolás (175)


Gomila, Flia. (141)

Gianelli, José P. (67)


Gomila, Juana Silvina (130)

Gianello, Leoncio (228)


Gomila, Máximo Carlos (141)

Giani, Angel E. (62, 67)


Gomila, Teófilo Carlos -hijo- (141)

Gibelli, Flia. (167)


Gomila, Teófilo Carlos -nieto- (141)

Gibelli, Juan E. (55, 67)


Gomila, Teófilo Carlos -padre- (141)

Gigena, Eduardo (75)


Gomis, Pedro (145)

Gil, Gregorio (128)


Gondra, César (68)

Gil, Víctor José «Poroto» (92, 157)


Gonino, Enrique (146)

Gil Flood, Flia. (128)


Gonnet, Manuel Bernardo (10, 41)

Gilardi, Gilardo (145)


Gonzáles Cháves, Adolfo (17, 22, 25)

Giles, Pedro de (14)


González, Arturo (163)

Giles, Sebastián de (14)


González, Arturo T. (129)

Giménez, Manuel (54, 70)


González, Carlos (163)

Giménez, María Elena (127)


González, Carmen (99)

Ginastera, Alberto (180)


González, Donato (128)

Gioffre, Santos (162)


González, Doroteo (33)

Giordano, Gabriel (128)


González, Felipe A. (94, 128)

Giordano Etchegoyen, Flia. (128)


González, Gerardo (156)

Giosa, Antonio (162)


González, Ginés (162)

Giovellina, Ismael (163)


González, Joaquín V. (143)

Girgois, Hipólito (52, 67, 77, 91, 93)


González, José A. (64)

Girotti, Juan Ambrosio (142, 173)


González, Manuel (62)

Giúdice, Carlos Daniel (174)


González, Oscar (154)

Giuliano, Ethel Leonor (228)


González, Pedro G. (85)

Giusto, Juan (47)


González, Sebastián (129)

Glade, Carlos (31, 32)


González Arzac, Angélica (115)

Gleyzer, Raimundo (159)


González Arzac, Flia. (128, 137, 167)

Gnecco, Emilio -padre- (112)


González Arrilli, Bernardo (228)

Gnecco, Emilio -nieto- (112)


González Borges, Flia. (137)

Gnecco, Emilio Francisco (112)


González Cáceres, Demetrio (55)

197
Familias platenses
González Lima, Flia. (128)
Gualteroni, Juan (93)

González Litardo, Flia. (128)


Guerresi, Tomás (62)

González Montaña, Delicia (147)


Guerrico, José (177)

González Morel, Juan (66)


Güeta, Vicente (33)

González Ponce de León, Flia. (137)


Guglielminpietro, Andrés (161)

González Porta, Antonio A. (129)


Guichón, Eugenio (60, 67)

González Porte, Antonio Amancio (128)


Guidel Oviedo, Irma (136)

González Portela, Flia. (129)


Guidi, Aníbal (158)

González Ramella, Flia. (129)


Guido, José Tomás (113)

González Ramella, Guillermo (129)


Guido, Manuela (113)

González Ramos, Flia. (129)


Guido, María del Pilar (40)

González Ramos, María Noemí (107)


Guido, Pilar (40)

González Torrontegui, Carlos (128)


Guido, Tomás (40, 113)

González Uboldi, Flia. (129)


Guido Lavalle, Flia. (113, 141, 167)

Goñi, José María (28, 129)


Guido Lavalle, José Alberto (113)

Goñi, Orlando (154)


Guido Lavalle, Ricardo -hijo- (113)

Goñi Moreno, Flia. (129)


Guido Lavalle, Ricardo -padre- (113)

Gorina, Joaquín (177)


Guido y Spano, Carlos (40, 113)

Gorordo, Paulina (138)


Guillén, Antonio (92, 157)

Gorostiaga, Jorge B. (93, 144)


Güimil, Guillermo (225)

Gorostiague, Santiago (173)


Guiñazú, Félix (107)

Gostahberg, Sr. (66)


Gularte, Jacinto (166)

Gottardi, Hugo (162)


Gulino, Jorgelina (165)

Gottfrit, Hugo Marcelino (161)


Gurini, Néstor (164)

Gowland, Daniel (68)


Gutiérrez, Carmen (108)

Goyena, Amelia (131)


Gutiérrez, Julián (163)

Goyena, Luis (40, 43, 82)


Gutiérrez, Miguel (87)

Goyena, Manuel Isidoro (43)


Gutiérrez, Raúl (162)

Goyena, Miguel (43, 55)


Gutiérrez Barragán, Antonio (14)

Goyena, Pedro (43)


Guyot, Carlos (33, 83)

Goyena, Pedro Regalado (42)


Guzzetti, Atilio (36, 58, 142)

Gracio, Jorge (159)


Haddog, Sr. (33)

Graells, Bartolomé (175)


Halbach, Francisco (68)

Graells, Jorge (129)


Halbout, Juan F. (62)

Graells Herrera, Flia. (129)


Hale, Samuel B. (28)

Graham, Mary Olstine (75)


Haller, Germán (164)

Graiver, David (173)


Harari, David (174)

Graiver, Juan (142)


Hardoy, Esteban (62, 92)

Grajales, Amos (173)


Hardy, Juana (134)

Granel, Flia. (124)


Hartich, Lalo (158)

Granel, Guillermo F. (94)


Haurie, Alberto (149)

Granel, Teodoro Vicente (52, 68, 85, 85, 99, 124)


Heffes, Isaac (173)

Granito, Héctor Horacio (142)


Hegoburu, María (90, 119)

Granoni, Raúl (174)


Heinz, Francisco (62)

Grasso, Mario (166)


Henríquez Ureña, Pedro (144)

Graziani, César (150)


Hereñú, Francisca Celedonia (124)

Grigera, Raúl (174)


Hermida, Manuel (164, 165)

Grincewicz, Julia (165)


Hernández, José (23, 27)

Grinfeld, David (145, 173)


Hernández, Patricio (161)

Gritta, Antonio (85)


Hernández, Rafael (10, 33, 143)

Gronda, Albina (131)


Hernandorena, Martín (164)

Gronda, César (81)


Herner, Diego (175)

Grossi, Pablo (161)


Herscovich, Pedro «Pipe» (174)

Grosso, Clara (147)


Herschel, Adolfo Carlos (148)

Grosso, José María (129)


Herzfeld, Roberto (129)

Grosso Sheridan, Flia. (129)


Herzfeld Quintana, Flia. (129)

Guado, Lorena (161)


Herrera, Atilio (161)

Guado, Roger (164)


Herrera, Buenaventura (54)

Gualdoni, Jacobo (94)


Herrera, Cristina (130)

198
Indice onomástico
Herrera, Josefa (131)
Iriarte, Antonio O. (43)

Herrera, Zulema Rosa (129)


Iriarte, Víctor Hugo (158)

Herrero, Andrés (113)


Irigoyen, Ignacio Darío (54, 72, 85)

Herrero, Angel (33)


Irigoyen, Susana (228)

Herrero, Angélica (128)


Irle, Francisco Lázaro (129)

Herrero Docloux, Enrique (113)


Irle Villa Abrille, Flia. (129)

Herrero Ducloux, Flia. (113)


Irusta, Agustín (129)

Herrero Ducloux, Kelvin Enrique (113)


Irusta Villa Abrille, Flia. (129)

Herrero Ducloux, Kelvin Mario Esteban (113)


Isaías (148)

Herrero Ducloux, Juan Cristian (113)


Isla, Carlos A. (86)

Herrero Ducloux, Juan José (113)


Isla, Federico (83, 94, 99)

Hidalgo, Jorge (149)


Isla, Flia. (167)

Higuain, Jorge (162)


Isla, Jorge (86)

Hirschi, Jorge (167)


Islas, Luis (160)

Hnatiuk, Rolando (173)


Isla, Tomás (40)

Hours, Pedro (175)


Islas, Dolores (114)

Huergo, Alberto (54, 85)


Islas, Teresa (123)

Huergo, Delfín M. (68)


Isnardi, Héctor (142)

Huergo, Delia (107)


Isnardi, Vicente (31, 33, 98)

Huergo, Mercedes Justina (116)


Itzigsohn, Miguel (164)

Hueyo, Belisario Eusebio (48)


Izarrualde, Enrique (94)

Hueyo, Ernesto (48)


Jack (148)

Hueyo, Gregorio Belisario (48)


Jackson, Michael (164)

Hueyo, María Ignacia (130)


Jalil, Oscar (174, 228)

Humet, Emilio (175)


Jáuregui, Carlos F. (55)

Humet, Enrique (172)


Jáuregui, Corina (140)

Humet, Lía (120)


Jáuregui, Esteban (94)

Hurtado, Magdalena (126)


Jáuregui, Flia. (89)

Husillos, Armando (162)


Jáuregui, Juan (84)

Ibáñez, Manuel Esteban (114)


Jáuregui, Juan Francisco (144)

Ibáñez, Máximo (173)


Jáuregui, María Laura (140)

Ibáñez Frocham, Carlos Alberto (114)


Jáuregui Lorda, Félix (175)

Ibáñez Frocham, Flia. (114, 141)


Jáuregui Lorda, María Luisa (126)

Ibáñez Frocham, Guillermo Hernán (114)


Jiménez, Dolores (131)

Ibáñez Frocham, Horacio Raúl (114)


Job (148)

Ibáñez Frocham, Luis Gustavo (114)


Jonás, Federico C. (94)

Ibáñez Frocham, Manuel Alberto (114)


Jorge, Faustino S. (26, 39, 74)

Ibáñez Frocham, Manuel Jorge (114)


Jordán, Juan Manuel -hijo- (51, 94)

Ibáñez Frocham, Manuel María Juan (114)


Jordán, Miguel (158)

Ibarlin, Ricardo (228)


Jordán, Vicente R. (79)

Ide, Tomás S. (167)


Juárez, Edgardo J. (168)

Iglesias, Alejo (180)


Juárez, Silverio (168)

Iglesias, José «Toti» (162)


Juariste, Francisco (163)

Iglesias, Nancy (165)


Juchet, Osvaldo Rolf (164)

Ignomiriello, Miguel (165)


Juliánez, Julio (114)

Illa, Damián (61)


Juliánez Islas, Flia. (114)

Illescas, Manuel (73)


Juliánez Islas, Julio (114)

Inchauspe, Pedro (66)


Juliánez Islas, Lola (114, 147)

Infante, Ricardo (161, 163)


Julio (148)

Ingrao, Osvaldo (162)


Justo (148)

Insiarte, María Matilde (110)


Justo, Agustín P. -padre- (94)

Insúa, Carlos Raúl (167)


Kaiser, Ethel (165)

Iramain, María Ofelia (110)


Kaufmann, José Luis (228)

Iranzo, Nazario (129)


Kennedy, María Josefa M. de (ver Monasterio

Iranzo Díaz, Flia. (129)


María Josefa)

Iraola, Flia. (16, 29, 33, 70)


Kennedy, Ricardo C. (168)

Iraola, José Gerónimo (15, 16)


Kid Rulito (163)

Iraola, Martín José (15, 177)


Kier, Sabiniano (32, 39)

Iraola, Martín José Suc. (16, 28)


Kiernan, María Angélica (130)

199
Familias platenses
Kirilovsky, Matilde (148)
Lanusse, Juan José (48, 54, 55, 67, 140)

Kistenmacher, Enrique (160)


Lanusse Pinto, Esther (140)

Kistenmacher, Jorge (165)


Lanusse Pinto, Lía (140)

Knye, Ida (102)


Lanuza, Cruz P. (67, 69, 94)

Kohon, David (159)


Lanza, Domingo (67)

Korn, Alejandro (93, 114, 145, 148, 172)


Lapachet, Baldomero (36)

Korn, Carlos Adolfo (115)


Lapellegrina, Vicente (165)

Korn, Guillermo (115)


Laplane, Gustavo (34)

Korn Villafañe, Adolfo (115, 148)


Lappas, Alcibíades (228)

Korn Villafañe, Flia. (114)


Lara, Bernardo de (14)

Kraft, Guillermo (68)


Lartigau, Alberto (49, 82)

Kraiselburd, David (91, 157)


Lartigau, Juan Alberto (49)

Kraiselburd, Raúl (91, 157)


Lartigue, Alfredo Marcial (86)

Krause, Florinda (132)


Lartigue, María Elvira (141)

Krause, Lía Alicia (121)


Larrain, Jacob (144)

Krause, Otto (34, 70)


Larroque, Alberto (113)

Kubik, Rodolfo (157)


Larroque, María (110, 128)

Kuhn, Rodolfo (159)


Larrosa, Esther (109)

Kuhr, Germán (15, 31, 33)


Larrosa, Guillermo (162)

Kutter, Paulina (103)


Lascano, Adolfo (115)

Kuzemka, Ricardo (161)


Lascano, Adolfo E. -padre- (55, 93, 99, 115, 144)

La Battaglia, Marcela (175)


Lascano, Adolfo E. -nieto- (115)

La Fusa, José (179)


Lascano, Angela (133)

Labandeyra, Francisco (149)


Lascano, David -hijo- (115)

Labat, Casimiro (150, 151)


Lascano, David -padre- (115)

Lachaise, Bautista (164)


Lascano, Flia. (115, 167)

Laferrara, Angel (149, 161, 162)


Lascano, Horacio José (115)

Lafuente, Rafael «Kid» (165)


Lascano, Juan (146)

Lagleize, Charles (91)


Lascano, Julio Raúl (115)

Lagomarsino, Francisco (174)


Lascano, Ramón (115)

Lagomarsino, Juan Francisco (157)


Lascano, Raúl (115)

Lagorio, Carlos Federico (161)


Laserre, Guido (154, 179)

Lagos, Rubén (154)


Latorre, Celso (129)

Lagrange, Máximo (36)


Latorre Lelong, Emir (161)

Lagrange, Pedro (59, 173)


Latorre Lelong, Flia. (129)

Lagrava, Rosalía Cristina (127)


Latzina, Francisco (74)

Lahitte, Ana Emilia (123, 147)


Laurenz, Romualdo (64)

Lahitte, Emilio Juan (123)


Lauri, Miguel Angel (161)

Láinez, Manuel (91)


Lauro, Leandro (175)

Lamadrid, Carlos (85)


Lavalle, Francisco (27, 32, 71, 178)

Lamarca, Emilio (94)


Lavalle, Manuel (82)

Lamberti, Dante (163)


Lavalle, Micaela (113)

Lamela, Máximo Víctor (83)


Lavalle, Roberto (154)

Landívar, Ernesto (54)


Lavaller, Jorge (149, 153)

Landívar, flia. (167)


Lavapeur, Oscar (156)

Landó, José (78)


Lavié, Adela (114)

Lanfranco, Federico (180)


Lavié, Flia. (116, 167)

Lángara (179)
Lavié, Juan Bautista (109, 114, 116)

Lange, Julio (66)


Lavié, Juan Manuel -hijo- (116, 174)

Langenheim, Manuel H. (32, 39, 67)


Lavié, Juan Manuel -padre- (116, 174)

Lanteri, Alberto (129)


Lavié, Manuel María (116)

Lanteri Merlo, Alberto (160)


Lavié, María Adela (116)

Lanteri, Antonio (78)


Lavié, María Angélica (116)

Lanteri, Pedro (78)


Lavié, María Celina (109)

Lanteri, Susana (158)


Lavié, María Luisa (116)

Lanteri Merlo, Flia. (129)


Lazzarini, José Esteban (121)

Lanús, María Luisa (128)


Lazzarini, José Luis (121, 148, 173)

Lanusse, Antonio (68)


Lazzarini, Rafael (121)

Lanusse, Flia. (89)


Leblanc, Francisco (62)

200
Indice onomástico
Lebrón, José A. (62)
Lombardi, Leonor (128)

Lecce, Aída (127)


Lombardi, Nuncio (174)

Lecot, Eulalia (131)


Lombardi, Pablo (174)

Lecot, Gregorio (174)


Lómez, Adriana (131)

Legnoverde, Salvador (174)


Lomuto, Francisco (152)

Lejona, Domingo (161)


Longhi, Luis (175)

Leloir, Alejandro (31)


Longhi, Luis Ricardo (174)

Lelong, Virginia (129)


Longo, Francisco (178)

Lenci, Emma (103)


Lopérfido, Pedro (150, 152, 153, 154)

Lenci, María Teresa (132)


López, Bartolomé (129)

Leone, Pedro (153)


López, Estanislao (67, 69, 85, 94)

Lerange, Catalina (147)


López, Francisco (129)

Lerchundi, Ernesto (158)


López, Francisco Ernesto (129)

Lértora, Alejandro F. (83)


López, José Antonio (129)

Lescano, Carlos (84)


López, José M. (65)

Lescano, Felisa Emma (135)


López, Juan Carlos (164)

Lescano, Manuel (138)


López, Manuel (77)

Lescano Gorordo, Flia. (138)


López, Manuel (129)

Lescano Gorordo, Jorge M. (138)


López, María del Rosario C. de (ver

Lescano Gorordo, Julio César (138)


Cabeza,María)

Lescano Gorordo, Julio Ciro (138)


López, Miguel (129)

Letamendi, Vicente M. (16)


López, Ricardo (164)

Letanú, Carlos (162)


López Abuin, Flia. (129)

Levaggi, Oscar Eduardo (146)


López Aranguren, Dolores (147)

Levalle, Marcos J. (54)


López Aranguren, Flia. (129)

Levchuk, Carlos (163)


López Camelo, Flia. (167)

Levchuk, Gregorio (150)


López Camelo, Julia (5)

Levene, Ricardo -padre- (145, 180, 228)


López Camelo, María Luisa Benita (106)

Leveratto, Francisco (175)


López Francés, Flia. (129)

Lhuiller, Alejandro (165)


López Madero, Miguel (13)

Licastro, Raúl (153)


López Merino, Flia. (129)

Licciardo, Cayetano (174)


López Merino, Francisco (146, 166)

Licht, José (173)


López Muntaner, Flia. (129, 176)

Liendo, Oscar Santos (164)


López Osorio, Roberto (153)

Ligaluppi, Emir (149)


López Osornio, César (146)

Ligaluppi, Oscar Abel (147)


López Osornio, Clemente (16)

Liliedal, Augusto M. (174)


López Osornio, Francisco (14)

Lima, Roquelina (128)


López Osornio, Joaquín (67, 81, 99)

Linares, Celina J. (101)


López Osornio, Leónidas (165)

Linares, Segundo Manuel (129, 139)


López Ruf, Federico (157)

Linares Quintana, Elena Nora (139)


López Ruiz, Jorge (156)

Linares Quintana, Flia. (129)


López Ruiz, Oscar (156)

Linares Quintana, Segundo V. C. (139, 144, 148)


López Seoane, Flia. (129)

Lira, Andrés (151)


Lorenzo, Domingo (78)

Litardo, Malaquías (128)


Loustau, Félix (162)

Lizarraga, Andrés (149)


Lovisuto, Angel (150, 151)

Lobos, Lucas (175)


Lovisuto, Mario (150, 152, 156)

Lochet, Julio (63)


Lovisuto, Victorio (150)

Lodi, Emilio (151, 152)


Lovrics, Sr. (163)

Loedel Palumbo, Enrique (145)


Loza, Mariano Eusebio (129)

Lofeudo, Luis (36)


Loza Colomer, Flia. (129)

Lofeudo, Luis (173)


Lozano, Abigail (146, 166)

Lofeudo, Osvaldo (163, 171)


Lozano, Andrés (14)

Lofeudo, Pedro «Toto» (153)


Lozano, Ernesto P. (93)

Logulo, Alberto (164, 166)


Lozano, Federico S. (130)

Loiácono, Francisco Ramón (162)


Lozano, Flia. (14)

Lombardi, Agustín (174)


Lozano, Godofredo (93, 99)

Lombardi, Angel (36)


Lozano, María Celina (100)

Lombardi, Flia. (173)


Lozano Alcario, María del Carmen (131)

201
Familias platenses
Lozano Baudón, Flia. (130)
Maiztegui, Paula (165)

Lozzi, Jacinto (153)


Malato, Félix Aníbal (93)

Lualdi, Narciso N. (173)


Malbernat, Oscar (161)

Luccini, Carlos (150, 153)


Malbrán, Norberto (157)

Lucero, Diego (92, 158)


Maldonado, Fausto (60)

Lucía, Rodolfo (162)


Maldonado, Francisco (34)

Luero, Hugo (163)


Maldonado, Julián S. (54, 67)

Lugano, Néstor (170)


Maldonado, Ramón (54)

Luján, Hugo (155, 157)


Malmierca, Flia. (167)

Luna, Chola (149)


Malnatti, César (153, 154)

Luna, Gregorio (152)


Malvárez, Luis (163)

Luna, Luis (174)


Mallo, Alberto Ignacio (116)

Luparia, José M. (142)


Mallo, Enrique (116)

Luparia, Maggiotino (175)


Mallo, Ignacio (85)

Lupi, Omar (150, 153, 154)


Mallo, Martín Germán (85, 116)

Luppi, Federico (158, 159)


Mallo Huergo, Augusto Luciano (116)

Luque, Honorio (94)


Mallo Huergo, Eduardo (116)

Luro, Santiago (32, 56, 81)


Mallo Huergo, Flia. (116, 137)

Lynch, Benito Eduardo (146, 172)


Mallo Huergo, Mario Martín (116)

Lynch, Benito José (55, 91)


Mallo Huergo, Martín (116)

Lynch, Flia. (167)


Mallo Huergo, Ricardo (116)

Llambí Campbell, Paulino (32, 49)


Mallo Huergo, Ricardo V. (116)

Llanes, Germán (164)


Mallo Rivas, Augusto (116)

Llanos, Elio Rubén (173)


Mallo Rivas, Flia. (116, 137)

Llanos, Flia. (14, 167)


Mammoni, Osvaldo (172)

Llanos, Julio (55, 85)


Mampú, Oreste (60)

Llargués, María Teresa (132)


Mancha (180)

Llauró, José (65)


Mandelli, Juan (78)

Llorens, Martha (147)


Mandolessi, María Rosa (165)

Llorens Herrera, Flia. (130)


Manera, Eduardo Luján (161)

Llorens Robles, Miguel (130)


Manes, Domingo (173)

Macaya Márquez, Enrique (158)


Manes, Federico (161)

Macía, María Cruz Suc. (28)


Manganiello, Juan María (7, 158, 174)

Maciel, Flia. (14)


Mangano, Cayetano (180)

Maciel, Juan (165)


Mangano, Mariano (167)

Machado, Fernanda (112)


Mannarino, Rolando (161)

Maderna, Carlos Hugo (164)


Manten, Sr. (76)

Maderna, Sara Matilde (101)


Mantjaras, Pedro (30, 228)

Madero, Alfredo (85)


Manuele, Julián (164)

Madero, Florencio (67, 77, 85, 85)


Manzo, Víctor (158, 159)

Madero, Raúl (162)


Mañay, flia. (167)

Madina, Arturo H. (174)


Maqueda, Joaquín V. (33, 34, 74)

Maestre, Pedro M. (59)


Marambio Catán, Juan Carlos (148, 149)

Maffia, Pedro (152)


Maravilla, José (162)

Magariños, José Teddy (174)


Márcico, Alberto (162)

Maggi, Arístides (164)


Marcilese, Mario (147)

Maggi, Eugenio (94)


Marcó del Pont, Ricardo (50, 54, 93, 144)

Maggi, Francisco (168)


Marcó del Pont, Ventura M. (14)

Magliano, Balbina María (100)


March, Jaime (60)

Magri, Henry (162)


Marchand, Elvina (62)

Mahiques, Juan Carlos (157)


Marchese, Pascual (67)

Maillard, Louis (91)


Marchesich, Victorio (164, 166)

Maina, Juan (35)


Marchetti, Jorge «Chacho» (158)

Mainetti, José María (145, 172)


Marelli, José (67, 77)

Mainini, José Tulio (58)


Marelli, Roberto (149)

Mainini, Manuel (59)


Marenco, Carlos (85)

Maíz, Estanislao G. (94)


Marengo, Concepción (108)

Maiztegui, Flia. (176)


Mariani, Enrique (157)

Maiztegui, Laura (161, 165)


Marín, Pablo (150, 150)

202
Indice onomástico
Marín, Luis (67)
Max (148)

Marina, Enrique (163)


Mayo, Benjamín (77)

Marini, Gaetano (35)


Mayo, Kike (163)

Marini, Anselmo (35, 145, 173)


Mayol, Arturo (85)

Mario, Luis (149)


Mazzacane, Gastón (175)

Marozzi, Hugo (153)


Mazzacane, Hugo (164)

Marqués de Avilés (14)


Mazzeo, Héctor (154)

Márquez, Flia. (14)


Mazzuca, Miguel (152)

Márquez, Miguel F. (83)


Médici, Juan B. (71, 178)

Mársico, Emilio (62)


Medina, Ildefonso (54, 64, 67, 69)

Martín, Marta (165)


Medina, Juan (54)

Martín, Raquel (165)


Medina Canedo, Delia (100)

Martínez, Alberto Samuel (130)


Medina Onrubia, Salvadora (147, 147)

Martínez, Alfredo (162)


Meitín, Dolores (132)

Martínez, Cándido V. (94)


Mejía, Luis (62)

Martínez, Carlos (174)


Melo, Margarita (135)

Martínez, Darío (163)


Melluso, Santo (163)

Martínez, Ergasto (174)


Mena, Santiago (82, 85)

Martínez, Fabián (84)


Menchaca, Angel (75)

Martínez, Federico (130)


Méndez, Delfor B. (147)

Martínez, Harry (166)


Méndez, Eke (157)

Martínez, José N. (81)


Méndez, Federico L. (161)

Martínez, Joaquín Severo (130)


Méndez, Héctor (164, 165)

Martínez, Juan Angel (77, 90, 94, 130, 168)


Méndez, Tulio Alejandro (32, 49)

Martínez, Juan M. (82, 85, 85)


Méndez González, Benito (92)

Martínez, María Luisa (127)


Mendinueta, Martín (158)

Martínez, Nicolás (130)


Mendióroz, Alberto (146, 166)

Martínez, Ramón (61)


Mendizábal, Víctor (60)

Martínez, Rodolfo Régulo (130)


Mendoza, Benito (117)

Martínez, Rosario S. de (ver de la Serna, Rosario)


Mendoza, Cándido (94)

Martínez, Tomás Eloy (146, 159)


Mendoza, Eleuterio Regino (130)

Martínez, Ubaldo (159)


Mendoza Peña, Eduardo Isidro (117)

Martínez, Ulises (130)


Mendoza Peña, Flia. (117)

Martínez Boero, Eduardo (156)


Mendoza Peña, Isidro (117)

Martínez Boero, Flia. (130)


Mendoza Zelis, Flia. (130, 167)

Martínez Cámara, Pedro (142)


Mendy, Cristian (164)

Martínez Civelli, Aquiles (145)


Mendy, Luis (164)

Martínez Christian, flia. (130)


Mendy, Ramón (164)

Martínez de la Serna, Flia. (130)


Mendy, Susana Matilde (99)

Martínez Estrada, Ezequiel (145)


Menéndez, José Luis (146)

Martínez Millán, Flia. (130)


Menno, José (163)

Martínez Quintana, Flia. (130)


Merbilháa, Flia. (176)

Martínez Solimán, Flia. (130)


Mercader, Amilcar Angel (117, 145, 173)

Martínez Solimán, Guillermo (146)


Mercader, Emir Eduardo (117, 145, 173)

Martínez Sosa, Flia. (130)


Mercader, Flia. (117, 176)

Martínez Uría, Guadalupe (175)


Mercader, Marta (117)

Martino, Mingo (156)


Mercader, Marta Evelina (117, 147)

Mártire, Fernando (164)


Mercader, Miguel Amilcar (117)

Marrone, José (159)


Mercader, Miguel Angel (117)

Masantonio, Herminio (161)


Mercado, Domingo (155)

Masi, Alfredo (174)


Mercado, José María «Coya» (155)

Masnik, Juan (162)


Mercante, Flia. (89)

Massey, Enriqueta (127)


Mercante, Víctor de Narké (157)

Masucco, Jose (67, 173)


Mercurio (158)

Mastay, Cristóbal (173)


Merino, América (129)

Mastay, Julio César (147)


Merlo, Baltazar (16)

Mateo, Juan Cruz (150)


Merlo, Carlos A. (168)

Mateos de la Piedra, José (61)


Merlo, Carmelo (130, 160)

Mauad, Ismael (149)


Merlo, Juana Silvina (129)

203
Familias platenses
Merlo, Luis (28)
Molla Villanueva, Esteban (117, 118, 134)

Merlo Gomila, Flia. (130)


Molla Villanueva, Mariano (117)

Messera, Mariano (161)


Mom, Arturo (94)

Metcalfe, Clarence (164)


Mom, Arturo S. (160)

Meyer, Ernesto (34)


Monasterio, Flia. (167)

Mezzanotte, Camilo (173)


Monasterio, Josefa V. de (ver Vieyra, Josefa)

Miche, Eduardo C. (15, 31, 33, 34, 53, 99)


Monasterio, María Josefa (168)

Michelini, Pedro (145)


Monasterio, Martín de (177)

Michelini, Pío (180)


Moncaut, Carlos Antonio (58, 61, 148, 229)

Miglio, Luis (180)


Mones Cazón, Rodolfo (94)

Miguens, Ana (124)


Monetti, Agustín (60)

Miguens, Hortensio (81)


Monjeaux, Magluar (94)

Míguez, Edgardo (173)


Monsalvat, Pablo (159)

Míguez, Flia. (167)


Monsalve, Carlos (85)

Mihanovich, Nicolás (68)


Monsalve, José (82, 83, 84, 85)

Milanta, Atilio (147, 229)


Montañez, Oscar (162)

Milito, Carlos (174)


Montedónica, Felipe (179)

Millán, Dolores (130)


Montenegro, Claudio (165)

Minella, José (162)


Montequín, Flia. (176)

Minoian, Carlos (161)


Montero, Bartolomé (153)

Minoli, Herminio (142)


Monterroso, Ramón (54, 94)

Miotti, Armando (146)


Montes de Oca, Flia. (167)

Miotti, Rubén «Tito» (164)


Montes de Oca, Juan José -hijo- (43)

Miqueo, Inter (157)


Montes de Oca, Manuel Augusto Suc. (73)

Miranda, Jorge (154)


Montes de Oca, Nicanor (34)

Miranda, Manuel (162, 165)


Monteverde, Andrés (60)

Miranda, Orlando (149)


Monteverde, Flia. (118)

Miranda Naón, Adolfo (51, 54, 93)


Monteverde, Hermanos (71)

Miró, Ramón (94)


Monteverde, Luis -padre- (10, 50, 54, 55, 70, 83,

Mistral, Fernanda (160)


85, 85, 94, 99, 118, 144)

Mítolo, Aurora S. de (165)


Monteverde, Luis -hijo- (118)

Mítolo, Aurora T. (165)


Monteverde, Ricardo Alejandro (118)

Mítolo, Guillermo (154)


Monteverde, Ricardo Luis (118)

Mitre, Bartolomé (90)


Monteverde, Santiago (70, 118)

Mocoroa, Julio (163, 166)


Monteverde, Señor (76)

Modoni, Telémaco (58)


Montreal, Juan José (158)

Molina, Ascensión (132)


Moral, Barry (155)

Molina, Avelino (130)


Morales, Felipe M. (34)

Molina, Héctor (162)


Morales, José M. (34)

Molina, Pedro (83)


Morales, Juan Carlos (174)

Molina Carranza, Emilio G. (112)


Morán, Alberto (148)

Molina Carranza, Flia. (130)


Morando Podestá, Marta (225)

Molina de la Vega, Elena Elvira (139)


Morant, Pablo (161)

Molina Ferrer, Flia. (130, 137)


Morcillo, Antonio (75)

Molina Salas, Bernabela (122)


Morchón, Juan Carlos (173)

Molina Salas, Flia. (89)


Moreda, Florentino (86)

Molina Segura, Flia. (137)


Moreira, Conrado (163)

Molina Segura, Raúl (130)


Moreira, Marta (100)

Molinari, Santos (83, 93)


Morel, Alberto (154)

Molino, Osvaldo (154)


Morel, Alejo (84)

Molteni, Carlos (157)


Morel, Carla (165)

Molla, Flia. (141)


Morello, Emilio (84)

Molla Catalán, Esteban (93, 117, 134)


Morello, Augusto M. (173)

Molla Catalán, Flia. (167)


Moreno, Américo Venancio (130)

Molla Colomer, Esteban (134)


Moreno, Carlos (158, 159)

Molla Petrocelli, Esteban (118, 134)


Moreno, Flia. (167)

Molla Petrocelli, Flia. (117, 118)


Moreno, Francisco P. (10, 32, 45, 145, 172)

Molla Servente, Flia. (117, 118, 134)


Moreno, José María (21)

Molla Villanueva, Flia. (117, 134)


Moreno, Julio (130)

204
Indice onomástico
Moreno, Perito (45)
Negrotto, Salvador (76)

Moreno Rodolfo -hijo- (173)


Nemeth, Ferenc (163)

Moreno, Rosalinda (129)


Nery, Armando (161)

Moreno, Zoilo (55)


Nery, Fernando (164)

Moreno Hueyo, Flia. (130)


Nessi, Angel Osvaldo (148)

Moreno Hueyo, Julio (174)


Nethol, Víctor (173)

Moreno Kiernan, Flia. (130)


Neveleff, Hugo (173)

Morera, Roberto (164)


Newton, Lily S. de (ver Sosa, Lily)

Moretón, Tito (163)


Nicolau, Miguel (162)

Moretti, Amilcar (157)


Nicoletti, Juan Carlos (163)

Morgada, Ismael (163)


Nicoletti, Pantaleón (36)

Morillo, José (84)


Nicoletti, Pascual (36)

Moro, Claudio (225)


Nicolini, Carlos (225)

Morón, Uladislada (126)


Niebuhr, Segismundo (56)

Moroni, Telémaco (78, 78)


Niell, Gabriel (160)

Morzilli, Roberto (174)


Nieto, Chango (155, 168)

Morris, Jorge (94)


Nillus, Arnold (67)

Mosquera, Enrique (94)


Niño, José María (85, 85)

Motta, Ignacio (60)


Nocetti, Lorenzo (62)

Moura, Federico (137, 156, 166)


Nocetti, Pedro (65, 67)

Moura, Flia. (137)


Nogueira, Néstor (173)

Moura, Julio (137)


Nogués, Juan Carlos (154)

Moura, Marcelo (137)


Nogués, Germinal (229)

Mourín, Reynaldo (162)


Noriega, Enrique (91, 157)

Mouzo, Antonio (86)


Nordmann, Carlos (34)

Moviglia, Oscar (7, 167)


Novais, Andrés (59)

Mugica, René (159)


Novarini, Julio (161)

Mulet, Leandro (175)


Novaro, Bartolomé (32)

Murúa, Lautaro (159)


Novas, Elvira G. C. de (168)

Muguerza, Manuela H. (99)


Novas, Gloria (159)

Muggetti, Alfredo (151)


Novas, Manuel (168)

Muggetti, Ramón (151)


Novillo, Adela (116)

Municipio (148)
Novoa, Antonio (174)

Muntaner, Irma Irene (129)


Núñez, Alfonso (163)

Muñiz, Rogelio (161)


Núñez, Lisandro -hijo- (84)

Muñiz, Rubén «Indio» (164)


Oberti, Sr. (76)

Muñoz, Carlos Raúl (148)


Obligado, Justino (94)

Muñoz, Martín (78)


Ocampo, Clotilde (126)

Murphy, Eduardo W. (68)


Ocampo, Evelina (117)

Murray, Tomás (77)


Ocampo, Justina Isabel (125)

Musante, Nicolás (53, 93)


Ocampo, María Ofelia (133)

Musmano, Roberto C. (229)


Ochoa, Francisco (61)

Mutto, María Antonia (128)


Ogando, Flia. (176)

Mux, Néstor (147)


Ogando, Gabriel (161)

Muzzio, Julio A. (229)


Ojeda, Rufino (165)

Naón, Arturo (161)


Oitavén, Alberto (173, 180)

Naón, Julio César (82)


Oitavén, Guillermo (173)

Napp, Flia. (137)


Oitavén, Vicente Ventura (173)

Nardiello, Osvaldo (162)


Olavarrieta, Diego de (13)

Narvarte, Juan (36)


Olazábal, Flia. (14)

Navajas Britos, Pablo (140)


Olazábal, Pedro (85)

Navajas Jáuregui, Carlos (140)


Oliva, Silvestre (144)

Navajas Jáuregui, Flia. (137, 140, 176)


Oliva, Virgilio (173)

Navarro, Fermina (128)


Olivé, Antonio (161)

Navarro, Severino (34)


Oliver, Ramón (83, 94)

Navas, Hernando (91, 157)


Olivera, Clemente (34)

Nazarre, Gregoria (41)


Olivera, Gaetano (62)

Nazionale, José (161)


Olivera, Rafael (88)

Negri, Juan José (161)


Olivera, Ramona (128)

205
Familias platenses
Oliverio, Francisco (67)
Oyhanarte, Flia. (119)

Olivero, Enrique (162)


Oyhanarte, Horacio B. (119, 145, 173)

Olivero, José (60)


Oyhanarte, Juan (119)

Olmos, Fabián (84)


Oyhanarte, Julio (119, 148)

Olmos, Lisandro (10, 52, 177)


Oyhanarte, María H. de (ver Hegoburu, María)

Oltolina, Nelson (167)


Oyhanarte, Raúl Francisco (119, 145, 173)

Omar, Héctor (149)


Oyhanarte, Raúl Horacio (119)

Onetto, Manuel (60)


Oyhanarte, Rodolfo (119)

Ongaro, Saúl (161, 163)


Oyuela, Flia. (167)

Onnis, Delio (162)


Ozafrain, Omar (174)

Opatich, Ida (156)


Pacciarelli, Vicente (93)

Oppici, Javier (164)


Pacchialat, Héctor (164)

Ordinas, Roberto (166)


Pachamé, Carlos (161)

Ordoqui, Osvaldo (164)


Pachano, Félix Antonio (137)

Orduna, Ezequiel (165)


Pachano, Flia. (89)

Orduna, Jorge (164, 166)


Pachano, María Raquel (102)

Orduna, Roberto (166)


Pachano, Nélida (136)

Orlandi, Andrés (36)


Padín, Pablo (34)

Orlando, Beto (156)


Padula, Héctor (165)

Orlando, Luisa (131)


Padula, Juan José (168)

Orlando, Polo (153)


Pagés, Silvana Luisa (133)

Orleans, Isidoro (161)


Paggi, José (76, 77)

Oroz, Juan Santiago (163)


Pagnanini, Rubén (161)

Orsero, Osvaldo (163)


Painceira, Eduardo «Lalo» (157)

Orsi, René (145, 148)


Paiva, Carlos (163)

Ortale, Aquiles (174)


Palacios, Alfredo L. (122, 144)

Ortega, Gabriel de (14)


Palacios, Pedro Bonifacio (146, 148)

Ortiz, Ciriaco (154)


Paladino, Víctor (163)

Ortiz, Elvira Angélica (130)


Palavecino, Héctor (165)

Ortiz, Fernando J. (83)


Palavecino, Ramón (165)

Ortiz de Rozas, Domingo (44)


Palcos, Alberto (145)

Ortiz de Rozas, Gervasio (83)


Palermo, Martín (161)

Ortiz de Rozas, Juan (45, 55, 85)


Palermo, Norma (165)

Ortiz de Rozas, Juan Manuel


Palermo, René (146)

(10,27,32,44,98,168)
Palma, Nicolás (162)

Ortiz de Rozas, León (44)


Palma, Segundo Bienvenido (145)

Ortiz de Rozas, Malvina E. de (ver Ezcurra, Malvina)


Palomino, Alberto (161)

Ortiz de Zárate, Rodrigo (13)


Panader, Carmen (156)

Osácar, Pedro (175)


Pané, Jaime (151)

Osácar, Pedro J. (142, 167)


Pando, Pedro A. (144)

Osborn, Mary (120)


Panelo, Julián (123)

Otamendi, Benito (62)


Panelo Rivas, María Vicenta (123)

Otamendi, Carmen (106)


Panisse, Virgilio (152)

Otaño, Sr. (33)


Panizza Lanteri, Nelly (159)

Oteiza, Alberto M. (94)


Papa, Mario (162)

Oteiza, Alberto Marcelino (147)


Papier, Carlos Germán (164)

Oteriño, Felipe A. (147)


Parcio, Eva (165)

Oteriño, Rafael Felipe (147)


Parcio, Norma Zulema (165)

Oteriño, Rosendo (61)


Pardo, Mario (161)

Otero, Eugenio (130)


Parietti, Roberto «Cacho» (153)

Otero, Francisco (130)


Parma, Raúl (158)

Otero Cendoya, Flia. (130)


Parodi, Domingo (15)

Otero Rossi, Dalmiro -hijo- (173)


Parodi, Néstor (150)

Otero Rossi, Dalmiro -padre- (142)


Parravicini, Raimundo B. (67)

Otero Rossi, Flia. (130, 141)


Pasadori, Josefina (145)

Ottaviano, Juan Antonio (130)


Pasetti, Carlos (163)

Ottaviano Ortiz, Flia. (130)


Pasetti, Néstor (163)

Ottaviano Ortiz, Osvaldo Oscar (147)


Passo, Pedro (39)

Ousset, Juan Carlos (149)


Pasternak, José (162)

206
Indice onomástico
Pastor (148)
Pera Ocampo, Tomás Carlos (133)

Pastor, Hebe (175)


Peralta, María (127)

Paternoster, Achille (77)


Perdriel, Flia. (167)

Patiño, Luis (133)


Perdriel, Saturnino (85, 85)

Patiño Chaumeil, Augusto (133)


Pereminsky, David (169)

Patiño Chaumeil, Flia. (133)


Pereyra, Emilia A. de (168)

Patiño Pagés, Flia. (133)


Pereyra, Flia. (14)

Patiño Pagés, Mario Valentín Florentino (133)


Pereyra, Manuel (84)

Patri, Héctor (160, 163)


Pereyra Miguez, Manuel (62)

Patricio (148)
Pérez, Alberto (131)

Paunero, Flia. (141)


Pérez, Emilio Felipe (131)

Paunero, Leonor -sobrina- (140, 140)


Pérez, Federico (131)

Paunero, Leonor -tía- (140, 140)


Pérez, Héctor Elmiro (131)

Paunero, Mariano (140)


Pérez, Juan José (74)

Paunero, Mariano J. (93, 99, 140)


Pérez, Luis «Bala» (161)

Paunero, Wenceslao -hijo- (140)


Pérez, Miguel (130)

Paunero, Wenceslao -padre- (68, 140, 140)


Pérez, Miguel Rosa (31, 32, 94)

Paunero Alemán, Wenceslao (140)


Pérez, Modesto (131)

Paunero Usher, Wenceslao (140)


Pérez, Oscar «Cacho» (163)

Pavese, Esteban (150)


Pérez, Pascual (163)

Pavito, Luis (175)


Pérez, Roque (61)

Payró, Pedro César (93)


Pérez, Serafín (119)

Paz, Alfredo C. (54, 93, 137)


Pérez, Valentín (73)

Paz, César Bernardino (130, 139)


Pérez, Vicente Emilio (131)

Paz, Elena Isabel (136)


Pérez, Willy (164)

Paz, Elvira (139)


Pérez Aznar, Ataulfo Serafín (119, 145, 173)

Paz, Máximo (38, 40, 42, 90)


Pérez Aznar, Flia. (119)

Paz, Ramón (54)


Pérez Cattáneo, Oscar (160)

Paz Cestino, Federico (139)


Pérez Crocco, Flia. (130, 137)

Paz Cestino, Flia. (130, 139)


Pérez Duprat, Flia. (130)

Paz Oviedo, Angelita (136)


Pérez Escalá, Flia. (131)

Pecotche, Juan P. (61)


Pérez Escalá, Francisco (161)

Pedraza, Hugo (163)


Pérez Ferreyra, Flia. (137)

Pedro El Cubano (153, 156)


Pérez Galimberti, Armando Amadeo (130)

Peinado, Carlos (164)


Pérez Galimberti, Flia. (137)

Peirano, Flia. (176)


Pérez Herrera, Flia. (131)

Pelanda, Dante (75, 85, 85)


Pérez Jiménez, Flia. (131, 137)

Pelay, Ivo (148, 148, 172)


Pérez López, Robustiano (131)

Pelayo, Feliciana Alejandra (104)


Pérez Losavio, Lidia (159)

Pellegrina, Manuel (162)


Pérez Lozano, Flia. (131)

Pellejero, José María (162)


Pérez Lozano, Oscar (173)

Pelliza, Alberto (154)


Pérez Pesado, César (173)

Pelliza, Domingo (14)


Pérez Pesado, Flia. (131)

Pendón, José (150, 153)


Pérez Pieroni, Flia. (131)

Penne, José María (82, 83, 84, 93)


Pérez Varas, Flia. (131)

Pentrelli, Luis (162)


Pernón, Carlos (62)

Peña, Angela Julia (117)


Perón, Juan Domingo (87)

Peña, Manuel (68)


Pérsico, Ricardo (150, 153)

Peñas, Nora (165)


Perri, Julio (153)

Pepino el 88 (79)
Pesacq, Víctor (173)

Pera, Tomás José (133)


Pesado, Aurelia (131)

Pera Echagüe, Flia. (133)


Pesenti, Rubén (164)

Pera Echagüe, María Angélica (133)


Pesoa de Figueroa, Luis (14)

Pera Echagüe, Sara Esther (133)


Pesoa, Pedro (151)

Pera Echagüe, Tomás Carlos (133)


Pessi, Madama (93)

Pera Ocampo, César Francisco (133)


Petrocelli, Felisa (118, 134)

Pera Ocampo, Flia. (133)


Petroch, Francisco (60)

Pera Ocampo, María Cristina (133)


Pettoruti, Emilio (146, 172)

Pera Ocampo, María Ofelia (133)


Pettoruti, José (175)

207
Familias platenses
Peuser, Jacobo (68)
Podestá, Aparicio (80, 158)

Pezzano, Francisco (153)


Podestá, Arturo (79)

Pezzano, Oscar (161)


Podestá, Blanca (79, 80, 158)

Pianazza, Marta (136)


Podestá, Esther (80)

Piazzesi, Osvaldo (173)


Podestá, Flia. (79)

Piazzolla, Astor (154)


Podestá, Graciana (79)

Piccinini, José (60)


Podestá, Hebe (80)

Piccirilli, Ricardo (228)


Podestá, Hermanos (59, 80, 158)

Picone, José (147)


Podestá, Jerónimo (79, 79, 158)

Pichot, Guillermo Juan Robustiano (148)


Podestá, José «Pepe» (79, 79, 158, 229)

Pieroni, Inés Elisa (131)


Podestá, Juan (79)

Pierry, César (159, 166)


Podestá, María (79)

Pighin, Daniel Guadalupe (163)


Podestá, María Esther (158)

Piglia, Ricardo (146)


Podestá, Marino (80)

Pignani, Héctor (162)


Podestá, Pablo (79)

Pilía, Guillermo (147)


Podestá, Pedro (79)

Pinaroli, Francisco (34)


Podestá, Totón (80, 158)

«Pincharrata» (179)
Poli, Sergio (164)

Pinedo, Flia. (141)


Politano, Francisco (164)

Pinto, Alvaro (84)


Ponce de León, Alberto (147)

Pinto, Juan (229)


Ponce de León, Flia. (14)

Pinto, Juan M. (65, 82)


Ponce de León, Horacio (147)

Pinto, Pedro (131)


Ponce de León, Silverio (16)

Pinto Alvarez, Flia. (131)


Ponce de León, Telésforo (28)

Pintos, Emilio (94)


Pons, José (67)

Pintos, Ernesto J. (83)


Ponsati, Samuel (177, 178)

Pintos, Guillermo (85, 85)


Porcel de Peralta, Manuel (26, 32)

Pintos, Luis G. (54, 81)


Porcellana, Carlos (153)

Piñero, Juan (152)


Porcellana, Natalio (152)

Piñeiro, Marcelo (160)


Portalis, Federico (68)

Piñeyro, Martín (85)


Portalis, Julio (68)

Piombo, Horacio (173)


Portela, Flia. (176)

Piorno, Ñusta de (147)


Portela, Ireneo (131, 139)

Pirán, Flia. (141)


Portela, Pascuala (168)

Pirazzi, Juan (78)


Portela Goyena, Amelia (139)

Pirera, Carlos (163)


Portela Goyena, Emilia (129)

Pirera, Walter (161)


Portela Goyena, Flia. (131)

Pisani, Mario (154)


Portela Goyena, Marta (139)

Pividal, Flia. (140)


Portela Goyena, Pedro Antonio (139)

Pividal, María Antonieta (100)


Porto, Jesús Edelmiro (148)

Pividal, Rafael (99, 140)


Portugheis, Alberto (157)

Pividal, Wenceslao (100)


Porret, José (33, 34, 34)

Pividal Paunero, Flia. (140)


Posse, Ramón (60)

Pividal Paunero, Rafael Eusebio (140)


Postiglione, Francisco (151)

Pividal Paunero, Wenceslao Rafael (140)


Pouyallet, Camilo (60)

Pividal Paunero, Wenceslao Saturnino (140)


Prado, Eliseo (162)

Pizarro, Adriana (109)


Prado, José María (166)

Plastino, Angel Francisco (142)


Prat, Alejandro (58)

Plastino, Angel Luis (142)


Prat, Saturnino (66)

Plastino, Angel María (141)


Prátola, Edgardo Fabián (166)

Plastino, Angel Ricardo (142)


Preler, Horacio (147)

Plastino, Flia. (141)


Prevost, Luis (151)

Platero, Flia. (137)


Prieto Díaz, Flia. (131)

Platero, Susana (157)


Prieto Díaz, Hugo (131)

Platero, Tomás (94, 99)


Príncipi, Nello (164)

Plutarco (148)
Príncipi, Osvaldo (158)

Plutón (148)
Proia, Alberto (173)

Podestá, Anita (79)


Pucciarelli, Eugenio (148)

Podestá, Antonio (79, 80, 160)


Pucciarelli, Nicolás (60)

208
Indice onomástico
Pucineri, Pedro (166)
Ranieri, Carlos (154, 157)

Puente, Francisca (128)


Rastelli, Alberto (162)

Puertas, Paula (131)


Ravassi, Julia (128)

Pugliese, Osvaldo (155)


Ravazzo, Carlos (157)

Puig, José (131)


Rayuela (157)

Puig, Manuel (146)


Ré, Juan José (173

Puig Lómez, Flia. (131)


Ré, Marcela (175)

Puleston, Dick (120)


Real, José (180)

Puleston, Eduardo Tomás (54, 64, 119)


Real, Juan Manuel (158)

Puleston, Edward T. (ver Puleston, Eduardo T.)


Rebagliati, Inés (100)

Puleston, Flia. (119)


Rebollo, Ireneo (55)

Puleston, Frederick Reginaldo (120)


Rebón, Antonia (125)

Puleston, Reginald Wykcham (119, 120)


Rebullida, Emilio (131)

Puleston, Sidney Herbert (119, 120)


Rébora, Juan Carlos (145)

Puleston, Wilfred Winschester (120)


Rebullida Puertas, Flia. (131)

Puppo, Francisco Alejandro (15)


Reca, Estela C. de (ver Calvo, Estela)

Puyó, Santiago (173)


Recabarren, Raúl (166)

Queiruga, Héctor (162)


Recanatini, Humberto (162)

Quevedo, Patricio (164)


Recce, Alfredo (168)

Quintana, Carmen Rosa (129, 139)


Redoano, Saverio (77)

Quintana, Flia. (167)


Regazzoli, José (75)

Quintana, Marta Lía (130)


Regnault, Gil (73)

Quintana, Raquel (129)


Reissig, Gaspar (63)

Quinteros, Rodolfo (150)


Relli, Alberto (154)

Quirno, María Cristina (132)


Remes Lenicov, Jorge (174)

Quirno Costa, Norberto (94)


Remy, Carlos (93)

Quiroga, Facundo B. (55)


Renault, José (83)

Quiroga, Flia. (167)


Renom, Domingo (33, 34)

Quiroga, Preciosa Argentina (127)


Renzi, Luis (153, 154)

Rachid, Karina (166)


Represas, Laura (132)

Radowitzky, Simón (52)


Resiga, Angel (152, 153)

Rae, Bertha (119)


Respress, Calvin (165)

Raffaelli, Geni Ida (142)


Restelli, Higinio (163, 165)

Raffaini, Antonio (63)


Reybaud, Arsenio (75)

Raffeto, Serafín (78)


Reyes, Cipriano (145, 173)

Ramari, Angela (101)


Reyes, Hugo (154, 157)

Ramella, Flia. (137)


Reyes, Manuel (180)

Ramella, Pablo Antonio (137, 145, 148)


Reymundo, Horacio (163)

Ramella, Sara (129)


Reyna, Robustiano (133)

Ramella, Tomás (65, 99)


Reyna Almandos, Alberto E. (133)

Ramírez, Antonino (131)


Reyna Almandos, Flia. (133, 167)

Ramírez, Dionisio (131)


Reyna Almandos, Luis (133, 147)

Ramírez, Blanca (154)


Reyna Almandos, Robustiano (133)

Ramírez, Eduardo E. (131)


Reyna Lascano, Enrique (133)

Ramírez, Fernando José (131)


Reyna Lascano, Flia. (133)

Ramírez, Gensérico (85, 137)


Reyna Lascano, Jorge Miguel (133)

Ramírez Abella, Flia. (131, 176)


Rezábal, Ramón (33)

Ramírez Gronda, Flia. (131)


Rezza, Ricardo (161, 165)

Ramírez Gronda, Juan Damián (145, 174)


Rezzano, Nicolás (66)

Ramírez Lecot, Flia. (131)


Rezzónico, María Elena B. de (103)

Ramírez Rozzi, Flia. (131)


Rica, Julio A. (173)

Ramorino, Florentino (33)


Rica, Pedro (168)

Ramos, Angel Eladio (150, 152, 152)


Ricci, Graciela (165)

Ramos, Cipriano (151)


Ricci, Sofía (165)

Ramos, María Catalina (129)


Rico (179)

Ramos Mejía, José María (27)


Rinaldi, Andrés (163)

Ramos Mejía, Juan J. (83)


Ringer, Leo (174)

Ramsay, David (86)


Ringuelet, Augusto (120, 177)

Randle, P. (3)
Ringuelet, Augusto Esteban (120)

209
Familias platenses
Ringuelet, Emilio Alberto (120)
Rocha, Juan José Carlos Jacinto Dardo (116)

Ringuelet, Emilio Mario Julio (120)


Rocha, Juana (126)

Ringuelet, Flia. (120)


Rocha, Justo Vicente (137)

Ringuelet, Julio (94, 99, 120)


Rocha, Manuel (137)

Ringuelet, Julio Alberto (120)


Rocha, María de las Mercedes (126)

Ringuelet, Mario V. (173)


Rocchi, Leopoldo (34)

Ringuelet, Raúl Adolfo (120)


Rodenak, Arturo (162)

Ringuelet, Valberg Esteban (120)


Rodrigo, Basilio (142)

Ripa, Eduardo (121)


Rodríguez, Agustín I. (57, 66)

Ripa, Mario Augusto (120)


Rodríguez, Antonio (65)

Ripa, Timoteo (121)


Rodríguez, Eduardo «Zurdo» (162)

Ripa Alberdi, Abel (120)


Rodríguez, Ernesto B. (67)

Ripa Alberdi, Carlos (120)


Rodríguez, Horacio (161)

Ripa Alberdi, Flia. (120, 121)


Rodríguez, Jesús Severo (132)

Ripa Alberdi, Héctor (120, 146, 166)


Rodríguez, Juan Felipe (132)

Ripa Alberdi, Néstor (120)


Rodríguez, Luciana (127)

Ripa Alberdi, Pedro (120)


Rodríguez, Pablo (149)

Ripa Alberdi, Roberto Carlos (120)


Rodríguez, Quiterio (131)

Ripa Alberdi, Sara (120)


Rodríguez, Raúl Joaquín (131)

Ripa Alberdi, Vicente (120)


Rodríguez, Restituto (165)

Ripa Alsina, Flia. (131)


Rodríguez, Rodolfo (131)

Ripa Elzaurdía, Miguel (131)


Rodríguez, Sergio O. (229)

Ripa Krause, Eduardo Kelvin (121)


Rodríguez, Walter Hugo (175)

Ripa Krause, Flia. (121)


Rodríguez Anovassi, Flia. (131)

Ripa Krause, Jorge David (121, 121)


Rodríguez Brizuela, flia. (167)

Ripa Krause, Ricardo Esteban (121)


Rodríguez Cometta, José (145)

Ripa Krause, Sergio Esteban (121)


Rodríguez Dacal, Flia. (131)

Ripullone, Miguel Angel (165)


Rodríguez Duhalde, Flia. (131)

Risso Patrón, Flia. (167)


Rodríguez Lenci, Flia. (132)

Risso, Enrique José (124)


Rodríguez Meitín, Flia. (132)

Rivadavia, Bernardino (19)


Rodríguez Rivas, Raúl (155)

Rivademar, Flia. (167)


Rogel, Roberto (161)

Rivarola, Enrique Esteban -hijo- (121)


Rojas, Alfredo (162)

Rivarola, Enrique Esteban -padre-


Rojas, Flia. (14)

(121,144,147)
Rojas, Miguel (67)

Rivarola, Flia. (89, 121, 137, 167)


Rojo, Héctor (164)

Rivarola, Rodolfo (121)


Rollié, Roberto (146)

Rivarola, Víctor Enrique (121, 137)


Román, Abel Blas (173)

Rivas, Elsa (159)


Román, Leandro (175)

Rivas, Omar (154)


Román, Luciano (174)

Rivas Argüello, Carmen Felicia (116)


Romano, Cecilia (126)

Rivera, Blas (153)


Romano, Juan M. (83)

Rivera, Juan B. (31, 33, 65, 177)


Romano, Rafael Andrés (132)

Rivera, María Angélica (116)


Romano Yalour, Flia. (132)

Rivero Orlando, Flia. (131)


Romari, Angela (41)

Rivero Paiva, Roberto (131)


Romay, Francisco (228)

Riviere, Delia (135)


Romeo, Bernardo (162)

Rizzuto, Francisco Antonio (229)


Romero, Cornelio E. (67)

Roa Bastos, Arturo (146, 159)


Romero, Francisco (145)

Robert Alcorta, Víctor (173)


Romero, Jesús (132)

Robinet, Lea (101)


Romero, José M. (85)

Robledo, María Luisa (159)


Romero, Juan José (22) *

Roca, Jaime (66)


Romero, Juan José (225) ***

Rocco, Dino (174)


Romero, Julián (144)

Rocha, Adrián (157)


Romero, Sebastián «Chirola» (162)

Rocha, Dardo (4, 10, 10, 12, 17, 22, 23, 24, 24, 25,
Romero, Tomás Antonio (14)

26, 27, 29, 36, 37, 40, 41, 49, 50, 74, 94, 97, 101,
Romero Brest, Jorge (147)

104, 116, 144, 176, 177)


Romero Krause, Flia. (132)

Rocha, Flia. (137, 167)


Rómulo, Ricardo (153)

210
Indice onomástico
Ronconi, Emérico (94)
Sábato, Flia. (138)

Ronconi, Emérico (76)


Sábato, Francisco (138)

Rondanino, José (165)


Sábato, Francisco Alberto (139)

Rosales, Martín (162)


Sábato, José (138)

Rosales, Pedro (65)


Sábato, Juan (138, 137, 145)

Rosario, Coco (154)


Sabella, Alejandro (162)

Rosas, Juan Manuel de (19, 20, 44)


Sabio, Daniel (163)

Rosatti, Santiago (58)


Saborido, Sebastián (82)

Rosende Mitre, Edelmira (105)


Saborido, Tantín (153)

Rosl, Antonio (161)


Sáenz, Dalmiro (93, 109, 114)

Ross, Antonio Tarragó (155)


Sáenz, Josefa (109)

Rosset, Lina (157)


Sagari, Flia. (14)

Rossi, Dalmiro (65, 99)


Sagasta, Félix (94)

Rossi, Lily (147)


Sagastume, Carlos (86)

Rossi, María (130)


Sagastume, Dolly (102)

Rossi, Pedro (84)


Sagastume, Félix P. (92, 94, 98)

Rossi, Rodolfo (173)


Sagastume, Flia. (167)

Rossini, Adolfo «Cholo» (156)


Ságlio, José (175)

Rossotti, José María (36, 75, 75, 85)


Sajón, Raquel (147)

Rossotti, Numa (167)


Sal, Benjamín (82, 132)

Rotondo, Mario (163)


Sal, Flia. (141)

Rottgardt, Guillermo (164, 165)


Sal Gómez, Benjamín Félix (132)

Rouede, Esteban (59)


Sal Gómez, Flia. (132)

Rovira, Eduardo (154)


Sal Llargués, Flia. (132)

Rowe, Pedro A. (76)


Salaberría, Angela (107)

Rozas, Eduardo (67)


Salas, Daniel (165)

Rozas, José E. (173)


Salas, Raúl (86)

Rozzi, María Elena (131)


Salas, Saturnino (33)

Rúa, Angela Cirila (107)


Salas Bau, Osvaldo (159)

Rubaja, Alberto (174)


Salazar, Pedro (60)

Rubaja, Boris (158, 159)


Saldías, Abel (153, 157)

Rubaja, Jacobo (173)


Saldías, Flia. (167)

Rubaja, Simón (174)


Salgado, Feliciano (67)

Rubianes Pellerano, Elena (103)


Salgado, Lía (158)

Rubina, Simón (67)


Salgán, Horacio (154, 155)

Rubinacci, Lucio (157, 159)


Salinas, Carlos (83)

Rubinide, Clotilde (65)


Salomé, Ricardo (174)

Rubio, Omar (163)


Salón, Guillermo (77)

Rubinstein, Jorge (173)


Salvadores, Dolores (132)

Rucci, Carlos (174)


Sampaolo, Humberto (168)

Rucci, Flia. (171)


Sampay, Arturo (174)

Rucci, Genaro (167)


Sampedro, Carlos (157)

Ruiz, Felipe (56)


San Esteban, Jorge (161)

Ruiz, Francisco (163)


San Pablo, Olga (157)

Ruiz de Galarreta, Flia. (122, 141)


San Román Nuñez, Manuel (67)

Ruiz de Galarreta, Juan (122)


Sancet, Ricardo (86)

Ruiz de Galarreta, Héctor Jaime (122)


Sánchez, Ignacio Justo (130)

Ruiz de Galarreta, Juan Lucio -hijo- (122)


Sánchez, Joaquín (86)

Ruiz de Galarreta, Juan Lucio -padre- (122)


Sánchez, Julio César (122)

Rulito (159)
Sánchez, Norberto Osvaldo (167, 174)

Rulli, Juan Carlos (161)


Sánchez, Ricardo (146)

Ruótolo, Oscar M. (173)


Sánchez Albornoz, Marta M. de (ver Mercader,

Ruscitti, Gladys (147)


Marta Evelina)

Russo, Alejandro (160)


Sánchez Elía, Flia. (130)

Russo, Carlos (60)


Sánchez Soler, Gonzalo (156)

Russo, Miguel Angel (161)


Sánchez Viamonte, Carlos

Ruxturi, Hércules (59)


(115,122,145,148,173)

Sábato, Alberto (139)


Sánchez Viamonte, Celina (115)

Sábato, Ernesto (138, 172, 145)


Sánchez Viamonte, Flia. (89, 122, 176)

211
Familias platenses
Sánchez Viamonte, Julio (50, 93, 99,115,122,148)
Saraví Lescano, Mariano Nicanor (136)

Sánchez Viamonte, Julio Marcelino (115, 122)


Saraví Pachano, Flia. (134, 136)

Sande, Eduardo (161)


Saraví Paz, Flia. (134, 136)

Sandoval, Gregorio (164)


Saraví Paz, Samuel Arturo (136)

Sangalli, Juan (36)


Saraví Pianazza, Flia. (134, 136)

Sansone, Roberto Jorge (148)


Saraví Pianazza, Sergio H. (136)

Santa Olalla, Enrique M. de (75)


Saraví Riviere, Flia. (135)

Santamaría, Mariana (225)


Saraví Tiscornia, Ana María (136)

Santamaría, Pipo (157)


Saraví Tiscornia, Enrique Luciano (136)

Santiago, Roberto (163)


Saraví Tiscornia, Estela (134, 136, 225, 229)

Santillán, Diego Abad de (229)


Saraví Tiscornia, Flia. (134, 135, 136)

Santoro, Francisco (36)


Saraví Tiscornia, Jorge Alberto (136)

Santospago, Oreste (142)


Saraví Tiscornia, José Luciano (136)

Sarabia, Norberto (166)


Saraví Tiscornia, María Mercedes (136)

Saraví, Antonio (135)


Saraví Tiscornia, María Teresita (136)

Saraví, Bartolomé Francisco (ver Saraví y Melo,


Saraví Tiscornia, Marta de las Mercedes (136,136)

Bartolomé Francisco)
Saraví Tiscornia, Samuel (136)

Saraví, Flia. (136, 137, 141, 167)


Saraví Tiscornia, Samuel Augusto (136)

Saraví, Jacinto H. (135)


Saraví y Melo, Bartolomé Francisco (135, 137)

Saraví, José María (135)


Saraví y Melo, Hermenegildo José (135)

Saraví, Juan de la Rosa (135)


Sarina, Osvaldo (166)

Saraví, Luis Patricio (137)


Sarlanga, Jaime (162)

Saraví, Mariano Brígido (ver Saraví Blanco,


Sarlangue, Mario (157)

Mariano Brígido)
Sarmiento, Domingo Faustino (75)

Saraví, Pablo (137)


Sarmiento Rodríguez, Josefina (126)

Saraví Albarracín, Flia. (134, 136)


Sarrat, Lucila (109)

Saraví Amaral, Flia. (135)


Sastre, Antonio (162)

Saraví Amaral, Miguel Alfredo (136)


Sautel, Augusto (36)

Saraví Arce, Flia. (134)


Savoia, José (177)

Saraví Baudin, Flia. (134, 136)


Sbarra, Noel (173, 180)

Saraví Blanco, Mariano Brígido (98, 134)


Sbarra, Roberto (158, 161, 163)

Saraví Briasco, Flia. (134, 136)


Scaccheri, Iris (156)

Saraví Bueich, Flia. (134)


Scaloni, Lionel (162)

Saraví Casco, Adolfo H. (136)


Scandone, Eduardo (161)

Saraví Casco, Flia. (134, 136)


Scanlon, Luis (154)

Saraví Cisneros, Adolfo (134, 136)


Scarone, Roberto (162)

Saraví Cisneros, Flia. (89, 108, 135)


Scarpone, Felipe (161)

Saraví Cisneros, Daniel (134, 136)


Scenna, Nicodemo (167, 180)

Saraví Cisneros, Enrique (134, 135)


Sciurano, Manuel F. (42, 43, 67, 69)

Saraví Cisneros, Guillermo (134, 136)


Scolari, Ariel (163)

Saraví Cisneros, Jorge (134, 136)


Scopelli, Alejandro (160)

Saraví Cisneros, José María (134)


Scotti, Alejandro (79)

Saraví Cisneros, Marcelo (134, 136)


Scotto, Augusto Luis (43)

Saraví Cisneros, María Angela (134)


Scotto, José Arturo (229)

Saraví Cisneros, María Elena (134)


Scuffi, Yoly (160)

Saraví Cisneros, Roberto (134, 157)


Schadlein, Angel (161)

Saraví Cisneros, Rodolfo (134)


Schelotto, Bartolomé (156)

Saraví Cisneros, Samuel (134, 135)


Schelotto, Rodolfo José (132)

Saraví Gamboa, Flia. (134, 136)


Schelotto Ferro, María Luisa (126)

Saraví Guidel, Flia. (134, 136)


Schelotto Sergio, Flia. (132)

Saraví Guidel, María del Carmen (136)


Schelotto Sergio, Rodolfo (157)

Saraví Hardy, Alejandro Federico (135)


Scholz, Alejandro (156)

Saraví Hardy, Carlos María (135)


Schoo, Dionisio Vicente (132)

Saraví Hardy, Flia. (135)


Schoo Lastra, Flia. (132)

Saraví Hardy, Mariano José (135)


Sechi, Raquel (165)

Saraví Hardy, Samuel Antonio (107, 134, 135)


Sedán, Daniel (157)

Saraví Hardy, Simona de las Mercedes (135)


Seguí, Arturo (177)

Saraví Lescano, Flia. (135)


Seguí, Francisco (33, 34, 82)

Saraví Lescano, María Carolina (136)


Segovia, José M. (69)

212
Indice onomástico
Segura, Jorge (154)
Soncini, José (59)

Seigel, Lázaro (147)


Soncini, Juan (142)

Selva, Lisandro (160)


Soncini, Nicolás (36, 99)

Selzo, Víctor (68)


Songini, Roque (78)

Sempé Lenzi, Dora (100)


Sor María Ludovica (180)

Sempé Rébora, María Esther (112)


Sordelli, Alejandro (34)

Seoane, Pura (129)


Soria, F. (85)

Serantes, Oscar (151)


Sormani, Angel José (7)

Serantes, Teodoro (177)


Sorondo, Flia. (167)

Sergio, Licia Carmen (132)


Sosa, Flia. (14)

Serna Julio (ver de la Serna, Julio César)


Sosa, Lily (229)

Servente, María Luisa (118, 134)


Sosa, Roberto (161)

Serra, José (34)


Sosa, Rosa (130)

Serra, Leopoldo (175)


Sotés, Elvira (178)

Serra, Sr. (76)


Sotés, Fructuoso (67)

Serramalera, Generoso (62)


Soto, Mario (148)

Serrano, Adolfo (7, 162, 167)


Sotosca, Edgardo (166)

Sesé, Joaquín (62, 86)


Sotosca, Jorge (166)

Sessa, Gastón (161)


Spano, Pilar (113)

Seurot, Marta (120)


Spegazzini, Carlos Luis (75, 145, 148, 172)

Sfeir, Rolando (163)


Speroni, José (146)

Shaw, Arturo (84)


Speroni, Julio (175)

Shedden, Ismael (86)


Speroni, Mario Themis (147)

Sheridan, Enriqueta (129)


Spinedi, Domingo Angel (61)

Sibello, Nicolás (93)


Spinelli, Andrés (56)

Sibretti, Mario H. (173)


Spreafico, José (164)

Sicardi, Eugenio (84, 85, 142, 177)


Squirru, Eduardo (55)

Sicardi, Flia. (141)


Stagnaro, Luisa (124)

Sidders, Carlos (84)


Stampa, Pablo (67)

Sienra Carranza, Laurentino (34)


Stelman, Bernardo (169)

Sifre, Cristóbal (61, 173)


Stelman, Ildefonso (162)

Sila, Félix (62)


Storani, Federico (145)

Silicaro, Humberto (174)


Stork, Juan (163)

Silva, Héctor «Pochola» (164)


Strático, Nico (159)

Silva, Juan Carlos (132)


Straub, Carlos B. (173)

Silva, Justo (16)


Stunz, Hugo (91, 157)

Silva Acevedo, Flia. (132)


Suárez, Isabel (135)

Silva Pelossi, Ramón (174)


Suárez, José María (7, 158)

Silvestre, Felipe (166)


Suárez, Oscar (166)

Silvestrini, Lideano (153)


Suárez, Ramón (164)

Silveyra, Arturo (83, 85)


Suárez Lang, Delia (159)

Silveyra, Francisco (33)


Sueldo, Flia. (14)

Simone, Mercedes (149, 149)


Suffern Moine, David (132)

Siro, Hermenegilda (93)


Suffern Quirno, Flia. (132)

Siro, Luis Armando (173)


Suffern Quirno, Martín (165)

Sisti, Pascual (165)


Sureda, Enrique (147)

Sívori, Agustín (60)


Sureda, Jaime (147, 229)

Smargiassi, Rodolfo (162)


Sureda, Mario L. (147)

Smith, Alfredo (155)


Susini, Jorge A. (74)

Sobral, Jorge (149, 154)


Susini Sandoval, Flia. (167)

Sobredo, Tomás (78)


Swann, Matilde Alba (148)

Sofía, Miriam (154)


Szelagowki, Eduardo Víctor (122)

Solá, Isidro (63, 67)


Szelagowski, Flia. (122)

Solari, Carlos «Indio» (156)


Szelagowki, Honorio J., (122)

Solé, Rubén (165)


Szelagowski, Jorge Miguel (122)

Soler, Juan (59)


Szelagowki, Ladislao José (122)

Soler, Ricardo (91, 229)


Szelagowski, Miguel (36, 48, 60, 122)

Solía, Angel (163)


Szelagowki, Miguel Blas (102, 122, 148, 174, 229)

Solimán, Juana (130)


Szelagowski, Ricardo -hijo- (122)

213
Familias platenses
Szelagowski, Ricardo -padre- (122, 174, 225)
Tonelli, Ideler Santiago (145)

Szelagowski, Víctor Carlos (122)


Tonelli, Juan (180)

Taborda, Lucio (166)


Tonesi, Ercole (78)

Tadei, Eduardo Carlos (165)


Torino, Macedonio (55)

Taicher, Horacio (158, 159, 166)


Tornquist, Ernesto (56)

Tapia, Angelina (132)


Tort, Alfredo (62)

Tapia, María Elena (112)


Tort, Juan (63)

Tapia, Numa (174)


Torres, Elías (63)

Tapia, Pastor (94)


Torres Brizuela, Flia. (137)

Tapo, Domingo (169)


Torres Brizuela, Ramón B. (132)

Tarabini, Aníbal Roberto (161)


Torres Carranza, Filemón (55)

Tárrago, Pablo (165)


Torres Molina, Flia. (132, 137)

Tarragó Ross, Antonio (ver Ross, Antonio Tarragó)


Tosi, Carlos (164)

Tarruela, Ramón D. (229)


Travascio, Victoria (175)

Tassara, Aníbal (165)


Traynor, Felipe T. (55)

Tati, Carlos (78, 78)


Trelles, Manuel R. (32)

Tavella, Sr. (76)


Triaca, Carlos (36)

Taverna, Juan (163)


Triaca, Horacio (168)

Taylor, Francisco (34)


Trigo, Manuel Francisco (132)

Tedeschi, Aldo (173)


Trigo Represas, Flia. (132)

Tejedor, Carlos (10, 17, 21)


Trigo Viera, Félix Francisco (132)

Tejedor, José María (156)


Trigo Viera, Flia. (132)

Tejo, Carlos (167)


Trobbiani, Marcelo (162)

Tello Gómez, Joaquina (132)


Tróccoli, Antonio (173)

Tenenbaum, Ernesto (158)


Troglio, Pedro (162)

Teruggi, Claudio (175)


Troilo, Aníbal (154, 155)

Teruggi, Mario (145)


Trotta, Haydée (147)

Terrasa, Francisco (168)


Trotta Santoro, Angel (167)

Terry, Juan José (157)


Trotz, Armando (150, 150)

Tettamanti, Flia. (137)


Trouet, Julio César (146)

Tettamanti, Juan F. (71, 118, 142)


Trueba, José E. (36, 78)

Thiele, Roberto (67)


Truzzoli, Juan (173)

Thill, Juan Carlos (173)


Tuculet, Osvaldo Angel (132)

Thougnon, Enrique (67, 99, 123)


Tuculet Castex, Flia. (132)

Thougnon Islas, Ana Teresa (123)


Turienzo, Federico (175)

Thougnon Islas, Enrique A. -padre- (123)


Uboldi, Matilde (129)

Thougnon Islas, Enrique A. -nieto- (123)


Udaondo, Enrique (230, 230, 230)

Thougnon Islas, Enrique José (123)


Ugalde, Alberto (38, 55)

Thougnon Islas, Flia. (123, 141)


Ugalde, Arturo (81, 82, 91)

Tiberio, Oscar (147)


Ugarte, Marcelino (72, 143)

Timpone, Francisco (147)


Ugarteche, Manuel N. (94)

Tiscornia, Flia. (137, 167)


Ulibarri, flia. (14)

Tiscornia, Miguel (68)


Ulibarri, Julián (164)

Tiscornia Biaus, José Luciano (135)


Uncal, Ormesinda (125)

Tiscornia Biaus, María Toribia (135)


Ungaro, Flia. (176)

Tiscornia Saraví, Flia. (135)


Unzué, Flia. (141)

Tiscornia Saraví, María Marta (135)


Unzué, Saturnino E. (27)

Tiscornia Saraví, María Mercedes (135)


Urcola, Juana Dora (128)

Tittarelli, Jorge (167)


Urdapilleta, José Vicente (94)

Tizón, Héctor (146)


Uriarte, flia. (14)

Tocci, Francisco (153)


Uriburu, Elisa (53, 178)

Tolosa, Benito (62)


Uriburu, Francisco (32, 53, 56, 178)

Tolosa, Flia. (167)


Uriburu, Napoleón (178)

Tolosa, Honorio (94)


Uriel (148)

Tolosa, Horacio (86)


Urlezaga, Iñaki de (156)

Tolosa, Luis (149)


Urquiza, Alfredo «Indio» (175)

Tomasinsig, Juan (167, 169)


Urquiza, Justa (127)

Tomatis, Nélida (120)


Urriolabeitia, Juan Eulogio (161)

Tomatti, Osvaldo (158)


Urriolabeitia, Osvaldo (157, 230)

214
Indice onomástico
Urrutia, Francisco (36, 77)
Verde Tello, Flia. (132)

Urriza, Manuel (148)


Verde Tello, Pedro Abilio (173)

Usher, Eloísa (138)


Verde Tello, Raimundo (132)

Uzal, Ana (52, 124)


Verga, Pedro (132)

Uzal, Conrado (42, 124)


Verga Brambilla, Flia. (132)

Uzal, Conrado Martín (124)


Véritas (148)

Uzal, Flia. (124, 141)


Verna, Hebe (159)

Uzal, Francisco -hijo- (124)


Verón, Juan Ramón (161)

Uzal, Francisco -nieto- (124)


Verón, Juan Sebastián (161)

Uzal, Francisco -padre- (85, 85, 124)


Vértiz, Angela L. (102)

Uzal, Francisco Hipólito (124, 148)


Verzillo, Hugo (163)

Uzal, Gerónimo (124)


Ves Losada, Alfredo -hijo- (125)

Uzal, Raúl Luciano (124)


Ves Losada, Alfredo -padre- (124)

Uzal, Roberto (124)


Ves Losada, Carlos Eduardo (124)

Uzal Byron, Flia. (124)


Ves Losada, César Angel (124)

Uzal Byron, María Elvira (124)


Ves Losada, Eduardo (124)

Valarché, Armando (55, 58)


Ves Losada, Flia. (124, 167)

Valderrama, Miguel (166)


Ves Losada, Julio (124)

Valdivieso, Jorge (165)


Ves Losada, Lucila (124)

Valenciano, Ovidio Agustín (145)


Ves Losada, María Luisa (124)

Valente, Horacio Omar (150, 153, 154)


Ves Losada, Raúl (124)

Valenti, José (66)


Ves Losada, Roberto (124)

Valera, Flia. (176)


Ves Losada, Rosa (112, 125)

Valladares, Bernardo (93)


Vespigniani, Ernesto (34)

Vallejos, Carmen (158)


Viamonte, Carmen (122)

Vampa, Augusto (36)


Viamonte, Juan José (122)

Vampa, Edmundo (99)


Vicente, Manuel (63)

Vanoni, Carlos (175)


Victorero, Isabel (157)

Vanoni, Flia. (170)


Vidal, Agustín (31, 57)

Varacka, José (162)


Vidal, Celestino (153)

Varallo, Francisco A. (36)


Vidal, Domingo (65)

Varallo, Francisco A. «Cañoncito» (149, 160)


Vidal, Silvina (127)

Varas, Ethel (165)


Vidarte, Héctor (166)

Varas, Tránsito (131)


Videla, Nicolás E. (85, 85, 94)

Varela, Alberto Hugo (158)


Viera, Justina (132)

Varela, Florencio (43)


Vieyra, Benjamín (65)

Varela, Miguel Angel (158)


Vieyra, Josefa (168)

Varela, Natalia (43)


Vigh, Luis (33)

Varela, Teodoro (94)


Vigliano, Jorge (164)

Vargas, Héctor (163)


Viglione, Luis A. (34)

Vast, Blaise (67)


Vignart, Juan Uberto (36)

Vázquez, José (132)


Vignart, Uberto (86, 167)

Vázquez, Perla (157)


Vignolles, Juan (59)

Vázquez Gentil, Flia. (132)


Viguier, Julio (175)

Vázquez Gentil, José (167)


Vila, Fernando (63)

Vecchioli, Francisco (146)


Vilches, Juana (104)

Vega Segovia, Flia. (167)


Vilgré Lamadrid, Flia. (167)

Vega Segovia, Manuel (157)


Villa, Luis (161)

Vegetti, Oscar (150)


Villa Abrille, Alejandro -hijo- (125)

Velasco, Julio (165)


Villa Abrille, Alejandro -padre- (94, 125, 173)

Veneciano, Bernabé (13)


Villa Abrille, Balbina (129)

Venini, Julio (161)


Villa Abrille, Carlos (125)

Ventoso, Ramón (34)


Villa Abrille, Felipe (125)

Ventura, Antonio (77)


Villa Abrille, Flia. (89, 125, 137, 141, 167)

Venturini, Aurora (147)


Villa Abrille, José (125)

Venturino, Oscar Emir (167, 174)


Villa Abrille, José Alejandro (164)

Vera, Germán (132)


Villa Abrille, José Félix (225)

Vera, Néstor (149)


Villa Abrille, María Antonia (129)

Vera Tapia, Flia. (132)


Villa Abrille, Ramón (125)

215
Familias platenses
Villa Monte, Isaac (33, 34, 94)
White, Guillermo (26)

Villafañe, Diego (85)


Wilde, Eduardo (26)

Villafañe, Juan Martín (132)


Wilson, Héctor (163)

Villafañe, María Cristina (115)


Wilton, Johnny (156, 181)

Villafañe Casal, Flia. (132)


Williman, Manuel (77)

Villalba, Flia. (14)


Wolcan, Ernesto (151)

Villamayor, Flia. (137, 167)


Wolcan, Juan (151)

Villamayor, Horacio (60)


Wolter, Luis (36)

Villamayor, Vicente (10, 94)


Wright, Agustín (14)

Villamil, Flia. (14)


Yalet, Néstor (165)

Villanueva, Juvenal (75)


Yalour, Helena (132)

Villanueva, Miguel (34)


Yantorno, Pedro (36)

Villanueva Pieres, Elena (117, 134)


Yllana, Andrés (161)

Villanueva Pieres, Flia. (137)


Yorlano, Carmelo (161)

Villarino, María de (147)


Yrigoyen, Hipólito (119)

Villarreal, Flia. (62)


Yunke, Alvaro (137, 148)

Villarreal, Félix -hijo- (173)


Yuspa, Martín (150)

Villarreal, Félix -padre- (142)


Yuston, Ricardo (166)

Villarreal, Freddy (158)


Yuston, Oscar (161)

Villaverde, Juan C. (168)


Yustrich, Elías (162)

Villoldo, Gonzalo (14)


Zabala, Amaranto (65)

Vinent, Manuela (105)


Zabala, Anacleto (85)

Viñals, Pedro Jaime (132)


Zabala, Antonia (110)

Viñals Blake, Flia. (132)


Zaehndorf, Carlos (33, 34, 94)

Viñals Blake, Pedro (147)


Zambano, Oscar (173)

Viola, Alberto «Mocho» (161, 165)


Zanotti, Antonio (66)

Violini, Juan Carlos (161)


Zapiola, Flia. (14)

Viró, Eduardo (62)


Zapiola, José Matías (93)

Viscarj, Rodolfo (94)


Zapiola, Octavio (132)

Visillac, Juan (67)


Zapiola Salvadores, Flia. (132)

Vibbot, Domingo José (147)


Zappettini, Daniel (54, 99)

Viguier, Julio (62)


Zaro, Pablo (158)

Voisín, François (91)


Zeballos, Estanislao S. (32)

Von Arx, Héctor (163)


Zeballos, Martín (94)

Von Kotsch, Máximo (173)


Zelis, Francisca (130)

Voyer, Jean de (76)


Zenín, Serapia Zulema (119)

Vucetich, Catalina (128)


Zerillo, Juan Carmelo (166)

Vucetich, Juan (144, 145, 172)


Zingoni, Manuel (168)

Waldorp, Juan A. (34)


Zingoni, Severo (150, 153)

Walk, Angel (138)


Zingoni, Tomás (36)

Walsh, Rodolfo (146)


Zinny, Antonio (19)

Walter, Fernando (162)


Zoroza, Armando (161)

West, Federico Sutton (125)


Zoroza, Isidro (161)

West Ocampo, Carlos (126, 145)


Zozaya, Alberto (162, 163)

West Ocampo, Flia. (125, 137)


Zubeldía, Osvaldo (149)

West Ocampo, Jorge (126)


Zubillaga, Juan José (173)

West Ocampo, Leandro (125)


Zúccaro, Roberto (156)

West Ocampo, María Adela (125)


Zuccherino, Ricardo (148)

West Ocampo, Mario (126)


Zuleta, Walter (159)

West Ocampo, Ricardo -hijo- (126, 137, 157)

West Ocampo, Ricardo -padre- (126)

Wheelwright, William (14)


* Se refiere al funcionario de la época fundacional
Wheland, María (108)
** Se refiere al escritor contemporáneo
Wilks, Esther María (111)
*** Se refiere al funcionario contemporáneo

216
Indice onomástico

INSTITUCIONES, EMPRESAS Y ORQUESTAS


A. Descourt, M.T. Araujo y G. Sansinena e hijos (56) B. Peppler y Cía. (63)

A. García e hijos (60) Baldi, Navarro y Cía. (58)

A. Laberne y Cía. (60) Banco Comercial de La Plata (69, 102, 168)

A. Muñoz Cabrera y Cía. (65) Banco Constructor de La Plata (68, 68)

A. Philip y Cía. (62) Banco Crédito Provincial (105, 110, 168)

A. Richard y Cía. (66)


Banco de Italia y Río de la Plata (69, 170)

Abuelas de Plaza de Mayo (176)


Banco de la Provincia de Buenos Aires (35, 43,

Academia Nacional de Medicina (100)


44, 45, 48, 50, 58, 68, 68, 124)

ACIMCO (102)
Banco del Oeste (125)

Agencia La Popular (65)


Banco Hipotecario Provincial (44, 49, 68, 123)

Agostinelli Propiedades (172)


Banco Los Tilos (168)

Agremiación Médica Platense (92)


Banco Mercantil de La Plata (168, 178)

Agrupación Amigos del Tango (154)


Banco Municipal de La Plata (62, 111, 121)

Agrupación de Tango Moderno (154)


Banco Municipal de Préstamos (102)

Ahmed Ratip y sus Cotton Pickers (155)


Banco Platense (168)

Alayián Hnos. (172)


Banco Popular (168)

Alfredo Calcagno e Hijos (61)


Banda de la Policía (180)

Almacén del Globo (60)


Banda del Batallón de Guardiacáceles (81, 180)

Almacén El Proteccionista (64)


Bar Bristol (169)

Almacén Sol de Mayo (60)


Bar Cantaluppi (169)

Almacén y Fonda de la Liguria (64)


Bar Capitol (169)

Almacén Mayorista Botto (169)


Bar Colón (151)

Almacén Mayorista Rollié (169)


Bar Don Julio (171)

Almacén Mayorista Uranga (169)


Bar El Mercado (152)

Aloise Hogar (172)


Bar Parlamento (59, 171)

Ambrosio del Molino Torres y Cía. (65)


Bar El Rayo (169)

American Bar (59)


Bar Ferrari (169)

American Jazz Band (156)


Bar Rivadavia (169, 179)

Americana (90)
Bastons Deportes (170)

Angel Dellachiesa y Cía. (66)


Bazar Bignoli (169)

Antiguo Lavadero Francés (61)


Bazar El Mundo (169)

Antonio A. Delfino y Cía. (65, 66)


Bazar X (169)

Antonio Fondevila y Cía. (60)


Beaumaire Hnos. (34)

Antonucci Hnos. (171)


Bebilandia (170)

APRILP (102)
Belenghini y Bianco (60)

Argenmundo (171)
Bella Italia (63)

Arles S.A. (170)


Bellone Hnos. (171)

Armería Cosoli (171)


Berteri Hnos. (171)

Ascensores La Plata (172)


Betancourt y Cía. (60)

Ascensores Otis (171)


Betti (170)

Aserradero F.C. Artola y Cía. (102)


Biblioteca Euforión (89, 166)

Aserradero Nelson (171)


Blue Serenaders Band (156)

Asistencia Pública (88)


Boccia Hnos. (170)

Asociación Alborada (89)


Bolsa de Comercio (56)

Asociación Cnel. Brandsen (6, 89, 155, 166)


Bollini, Muro y Cía. (65)

Asoc. Bancos del Interior Rep. Argentina (110)


Bombonería Le Noir (169)

Asociación de Músicos y Afines (153)


Bon-Ar (169)

Asoc. Española Socorros Mutuos (77, 78, 107, 108)


Bonafide (170)

Asociación Mayo (89)


Bonis y Arrieta (169)

Asociación Sarmiento (84, 89, 166)


Bordenave y Frais (60)

Atenas (89)
Botica y Droguería del Indio (93)

Atilio Guzzetti S.A. (170)


Busto y Legarreta (169)

Automotores Ancona (171)


C. E. Fajardo y E. J. Manent (65)

Automotores Lagioiosa (171)


C. Lignassi y J. Bazán (67)

Automotores Randazzo (171)


C. Schich y F. Rüpprich (63)

217
Familias platenses
Caballeriza La Plata (63)
Casa Schulman (169)

Caballeriza La Platense (63)


Casa Silicaro (171)

Caballeriza 9 de Julio (63)


Casa Serra (170)

Cabaret Premier (169)


Casa Tesler (170)

Cabaret Resil (169, 181)


Casa Testai (170)

Café Aguila (170)


Casa Tía (171)

Café Centroamérica (169)


Casa Vecchioli (170)

Café El Pasatiempo (64)


Casa Vitale (172)

Café Paulista (59, 169)


Casa Voss (170)

Café Sportman (59)


Casamayou y Urriolabeitia (169)

Café Victoria (169)


Casasola (171)

Cafetería El Buen Vasco (171)


Castelli y Brocchi (58)

Caja Popular de Ahorros (56, 110, 124)


Castelli y Schiffino (60)

Calzado Grimoldi (170)


Catedral de La Plata (78)

Cámara de Comercio de La Plata (102)


CE.ME.JUB. (92)

Cámara de Importadores Rep. Argentina (102)


Cecilio N. Godoy y Cía. (65)

Cancha Bolivar (62)


Centro de Fomento Gral. San Martín (153)

Cantina El Timón (181)


Centro de Fomento Los Hornos (89, 166)

Cantoría Arts Nova (166)


Centro de Fomento y Propaganda Calle 12 (168)

Capello Automotores (170)


Centro Industrial y Agrícola de La Plata (67)

Capilla de los Unidos Corazones (78, 79)


Centro de Médicos Jubilados y Pensionados (92)

Carlos Galán y Cía. (66)


Cervecería Al Buen Chopp (169)

Carpintería Catalana (63)


Cervecería Biecker (60)

Carpintería del León (64)


Cervecería Modelo (170)

Carpintería Francesa (63)


Cervecería Munich (169)

Carpintería Los Hermanos (64)


Cervecería Teutonia (169)

Casa Alonso (169)


Cerveza Palermo (60)

Casa Barbaglia (170)


Cerrajería Suiza (171)

Casa Barone (172)


Cía. de Gas La Plata (71)

Casa Beige (170)


Cía. de Seguros Congreve y Cía. (64)

Casa Boo (170)


Cicher Hnos. (66)

Casa Breyer (170)


Cigarrería Cosmopolita (63)

Casa Buzali (170)


Cigarrería La Plata (64)

Casa Cadario (170)


Cine América (169, 174)

Casa Carzalo (171)


Cine Astro (169, 174)

Casa Cavalletti (171)


Cine Avenida Hall (169)

Casa Cerdá (170)


Cine Belgrano (169)

Casa Cumbo (170)


Cine Cantilo (169)

Casa de Aislamiento (76)


Cine Cervantes (169)

Casa de Sanidad (76)


Cine Edén Palace (169)

Casa del Niño (77)


Cine Gran Rex (169)

Casa Dias (172)


Cine Gran Rocha (149, 169)

Casa Fiol (170)


Cine Güemes (169)

Casa Garat (170)


Cine Ideal (169)

Casa Garganta (61, 171)


Cine Luxor (169)

Casa Giúdice (172)


Cine Master (169)

Casa Grecco (169)


Cine Mayo (169)

Casa Lagrange (170)


Cine París (169)

Casa Lualdi (170)


Cine Princesa (81, 169, 174)

Casa Luisito (171)


Cine Progreso (169)

Casa Macchi (170)


Cine Roca (169)

Casa Mannarino (172)


Cine San Martín (172, 174)

Casa Marino (171)


Cine Sarmiento (169, 174)

Casa Paleo (170)


Cine Select (169)

Casa Parietti (169)


Cine Splendid (169)

Casa Roca (170)


Cine Social (169, 174)

Casa Roguín (171)


Cine Victoria (169)

Casa Ruiz (172)


Cine-Bar Colón (168)

Casa Sangalli (170)


Cine-Teatro Opera (169)

218
Indice onomástico
Cinema City (172)
Colegio Negrotto (76)

Cinema 8 (172)
Colegio Rivadavia (74)

Circulo Cultural Tolosano (89, 166)


Colegio Secundario Provincial (75)

Circulo de Periodistas (126)


Colombo Hnos. (60)

Circulo Napolitano (151, 180)


Comisión de Investigaciones Científicas (142)

Clarín (91, 231)


Compañía de Jesús (15)

Club Aconcagua (155)


Comparsa Nación Lucamba (150)

Club Atenas (89, 155, 163, 166, 178)


Confitería Cabildo (169, 180)

Club Ateneo Popular (155, 166)


Confitería del Aguila (64)

Club Atlético City Bell (89, 166)


Confitería El Africano (171)

Club Atlético Estudiantes (86, 87)


Confitería El Rey del Dulce (171)

Club Belgrano (84)


Confitería La Perla (169)

Club de Billar La Plata (151)


Confitería La Platense (169)

Club Boca Juniors (36)


Confitería Libertad (59)

Club Chacarita Platense (89)


Confitería Montserrat (171)

Club de Carreras (81)


Confitería París (171, 179, 180)

Club Gimnasia y Esgrima de Bs. Aires (82, 86, 86)


Confitería y Restaurant Buenos Aires (59)

Club de Gimnasia y Esgrima de Eva Perón (87)


Confortcinco (169)

Club de Gimnasia y Esgrima La Plata (7, 27, 36,


Conservatorio Gilardo Gilardi (180)

41, 42, 82, 84, 85, 87, 88, 101, 106, 149, 155,
Cooperativa de Crédito Calle 12 (168)

162, 163, 165, 166, 179)


Cooperativa de Crédito Tacuarí (168)

Club de Leones (89)


Cooperativa de Crédito Tolosa (168)

Club de Regatas (166)


Cooperativa de Crédito Zona Este (168)

Club Deportivo La Plata (89, 155)


Cooperativa de Seguros La Patronal (172)

Club Deportivo Villa Elisa (89)


Cooperativa de Seguros Bernardino Rivadavia (172)

Club El Círculo (89)


COPAN (172)

Club El Fortín de Zona Sur (155)


Cordeviola Hnos. (60)

Club El Volcán (155)


Coro Universitario de La Plata (166)

Club Estrella de Berisso (89, 155)


Corralón Buenos Aires (64)

Club Estudiantes de Eva Perón (87)


Costera Criolla (170)

Club Estudiantes de La Plata (87, 88, 103, 105,


Coudannes Hnos. (58)

107, 116, 149, 155, 161, 163, 165, 166, 179)


Crédito Hipotecario La Platense (168)

Club Everton (89)


Crítica (147)

Club Gutenberg (89, 155)


Crivos (169)

Club Hípico (81)


Cuarteto Almenares (157)

Club Hípico de La Plata (88)


Cuarteto Armonía (153)

Club Juventud (89, 155)


Cuarteto de Cuerdas Univ. Nac. de La Plata (157)

Club La Plata (87)


Cuarteto Pucho (151)

Club Los Tilos (89)


Charles Lagleyze y Cía. (60)

Club Meridiano V (89)


D’Atri, Aquiles (61)

Club Náutico Ensenada (89)


D’Atri Hnos. (169)

Club Platense (89)


De Asti (64)

Club Reconquista (155)


De Luca y Cía. (169) *

Club Riachuelo (7, 89)


De Luca y Cía. (171) **

Club Social de La Plata (83)


Defranco y Cía. (169)

Club Sud América (89)


Del Pignerolo (64)

Club Tacuarí (89)


Delmar (170)

Club Unión Vecinal (89, 155)


Deytieux Hnos. (63)

Club Universal (89, 155, 166)


Diario del Oeste (125)

Club Universitario (88, 167)


Donato Marotta y Cía. (61)

Club Villa Albino (89)


Droguería Italiana (64)

Club Villa Rivera (89)


E. Fetter y Cía. (63)

Club Y.P.F. (88, 155)


Editorial Américo Napolitano (230)

Cochería Betti (63)


Editorial C-Signo (230)

Colegio de Escribanos (94)


Editorial Guillermo Kraft Ltda. (230)

Colegio de Graduados en Cs. Económicas (111)


E pur si muove (64)

Colegio Franco-Inglés (76)


El Argentino (91, 108, 168, 231)

Colegio Italiano (76)


El Constitucional (90)

Colegio Nacional Rafael Hernández (75)


El Correo de la Moda (60)

219
Familias platenses
El Correo de Ultramar (89)
Ferrocarril del Oeste (73)

El Día (11, 69, 82, 82, 83, 84, 85, 90, 90, 96, 102,
Ferrocarril Gral. Roca (41, 159)

126, 167, 231)


Ferrocarril Sud (41, 69, 73, 159)

El Edén de La Plata (62)


Fideos Gullo (169)

El Ferrocarril (89)
Fiorini y Ferranti (34)

El Fiscal (90)
Fonda Se Come Barato (64)

El Galeón (169, 181)


Fondo Nacional de las Artes (9)

El País (231)
Francisco Panet y Cía. (66)

El Plata - diario vespertino (91, 168, 179, 231)


Francisco Picabea y Cía. (66)

El Plata - diario matutino (91)


Freddy and His Swingters (156)

El Pueblo (90)
Frigorífico El Tolosano (171)

El Siglo (61, 169)


G. Caselli y Cía. (62)

El Tábano (91)
Gaceta (91)

El Teclado (169)
Galia (171)

El Travieso (90)
Gaspari y Marinucci (171)

El Tribuno (90)
Gath y Chaves (170)

El Zorro Gris (170)


Giornale Italiano (91)

Electricidad Buzali (171)


Girotti (170)

Empresa Guanzetti (171)


Giussani, Taiana y Cía. (59)

Escala Musical (170)


Glasman (170)

Ente Zona Franca La Plata (141)


Gomería Crocce (170)

Escándalo (172)
Gomería Matamoros (171)

Escritorio Hegoburu (172)


Gran Carpintería Alemana (63)

Escuela de Técnicos de Salud Pública (88)


Gran Hotel Isola di Caprera (64)

Escuela nº 1 de La Plata (75)


Gran Hotel y Café París (58)

Escuela nº 2 de La Plata (75)


Gran Mueblería y Tapicería París (61)

Escuela Normal nº1 de La Plata (75)


Gran Oriente Argentino (77)

Esquinaldi y Cía. (66)


Grupo Los Duendes (159)

Establecimiento Fideero Juan Soncini (169)


Guillermo Pintos y Cía. (65)

Euromotrices (171)
Habana Jazz (156)

Expreso Buenos Aires (170)


Hawaian Serenaders (155)

Expreso Rica (171)


Héctor Isnardi S.A. (170)

Expreso Decarolis (171)


Héctor Peres Pícaro S.A. (170)

Fábrica de Camisas La Plata (60)


Héctor y su Jazz (156)

Fábrica de Ladrillos Ctibor (66)


Heinz, Francisco (61)

Fáb. de Galletitas La Julia (ver Molino La Julia)


Heladería Ca d’Oro (169)

Fantasio (170)
Heladería Pérsico (169)

Farmacia Baldo (171)


Heladería Roma (171)

Farmacia Baudin (170)


Hilario Rubio Medina y Cía. (65)

Farmacia Berri (93, 104, 170)


Hospital Barraca (76)

Farmacia Brandsen (171)


Hospital de Niños (77, 179)

Farmacia Catávolo (171)


Hospital Español (78)

Farmacia Córsico (171)


Hospital Melchor Romero (71, 76)

Farmacia Gatti (171)


Hospital Regional Dr. Alejandro Korn (76)

Farmacia López Vara (171)


Hospital San Juan de Dios (76)

Farmacia Manes (171)


Hospital Umberto I (78)

Farmacia Ojeda (171)


Hotel Brea (171)

Farmacia Rocha (171)


Hotel Bruny (58)

Farmacia Sanidad (64)


Hotel Corregidor (172)

Farmacia Tesler (170)


Hotel Cosmopolita (58)

Farmacia Trotta (171)


Hotel de la Confianza (58)

Federac. Instituc. Culturales y Deportivas (165)


Hotel del Comercio (58, 93)

Félix Lora y Cía. (65)


Hotel del Chalet (58)

Ferretería Argentina (170)


Hotel del Rey (172)

Ferretería El Candado (67)


Hotel Diamante (172)

Ferretería El Indio (171)


Hotel Du Midi (58)

Ferretería La Esperanza (64)


Hotel La Amistad (58)

Ferretería Odriozola (170)


Hotel La Pérgola (169)

Ferretería Tacuarí (170)


Hotel La Sonámbula (58)

220
Indice onomástico
Hotel Mainini (59, 64)
La Casa de las Novias (171)

Hotel Marini (169)


La Casa de los Grabadores (171)

Hotel Provincial (57, 151)


La Casa de los Toldos (170)

Hotel Roca (171)


La Cosechera (59, 159)

Hotel Roma (64)


La Estrella (65)

Hotel San Marco (172)


La Estrella Española (169)

Hotel Sorrento (169)


La France (91)

Hotel Vignolles (58)


La Gauloise (80, 151, 180)

Hotel Yo-tú-él (169)


La Idea (90)

Hoy en la Noticia (91)


La Ilustración Española y Americana (89)

Humberto I (64)
La Industrial (61)

Hyspamérica Ediciones Argentinas (230)


La Internacional (63)

I promesi sposi (64)


La Mañana (89)

Iglesia del Sagrado Corazón (78)


La Moda Elegante (89)

Iglesia San Benjamín (78, 79)


La Nación (91, 231)

Iglesia San Ponciano (11, 35, 78, 79, 96)


La Nacional (71)

Iglesias Llano y Cía. (66)


La Pavada (90)

Ignacio y Angel R. Ferrando (65)


La Plata (89)

Iluminación Glasman (171)


La Plata Rugby Club (89, 137)

Ilustración Argentina (89)


La Prensa (91, 231)

Imprenta La Platense (63)


La Primera Argentina (60)

Inmobiliaria Juan Graiver (170)


La Propaganda (89)

Institut Française de Jeunes Filles (76)


La Protectora (159)

Instituto Cultural Argentino Británico (102)


La Querencia (159)

Instituto Cultural Heleno Argentino (124)


La Razón (179)

Instituto de Cultura Hispánica (123)


La Saga de Sayweke (156)

Instituto de Obra Médico Asistencial - IOMA (104)


La Tarde (89)

Instituto Provincial de Lotería y Casinos (57)


La Trattoría (172)

Intermezzo (181)
La Tribuna (231)

J. Llovera y Cía. (60)


La Unión Cosmopolita (63)

J. Sansoni y Cía. (65)


La Universal (63)

Jacobo Peuser y Cía. (62, 170)


La Verdad (90)

Jazz Ayllon (156)


La Viscachera (169)

Jazz Blanco y Negro (156)


Lamoine y Miranda (63)

Jazz Blue Star (156)


Lanusse y Méndez (65)

Jazz Casino (155)


Laudi y Veiga (70)

Jazz Cuacci Ibarra (156)


Lavadero La Plata (60)

Jazz Los Tilos (156)


Lavadero Ciudad de La Plata (61)

Jazz Santa Rita (156)


Le Commerce (91)

Jockey Club de La Plata (81, 88, 99, 152, 167)


Leone di Caprera (64)

José Anacleto e Hijos (171)


Librería Atenea (63, 170)

José A. Lebrón y Cía. (65)


Librería Hispano Americana (63)

José Brusa y Cía. (61)


Librería Hispano Argentina (63)

José Cornari y Cía. (63)


Librería Juvenilia (169)

José M. Segovia y Cía. (65)


Librería La Normal (63, 170)

José M. Torres y Vicente R. Jordán (65)


Librería La Porteña (63)

José Masone y Cía. (60)


Librería Oitavén (63, 170)

Joyería La Florida (60)


Librería Rayuela (172)

Joyería Gogorza (171)


Librería Renacimiento (170)

Joyería Mas (171)


Librería Universal (63)

Joyería Morzilli (171)


Libro 49 (171)

Joyería Neyra (171)


Logia Masónica Luz y Verdad (77)

Joyería Rubaja (171)


Los Dos Primos (170)

Juan F. Iturralde y Cía. (57)


Los Hermanos Záccaro (155, 166)

Juan O. Hall y Cía. (64)


Los Redonditos de Ricota (156)

Juguetería Ibáñez (169)


Los Señores del Tango (154)

Ki-Ka-kó (169)
Lucchetti y Cía. (171)

L.S. 11 Radio Provincia (158)


Luis Deydier y Cía. (60)

La Capital (89)
Luis Stremiz y Cía. (34)

221
Familias platenses
Luna Park (163)
Orquesta Típica Los Príncipes (153)

Lunaschi y Berisa (170)


Orquesta Típica Los Reales (154)

Macondo (172, 174)


Orquesta Típica Los Rítmicos (153)

Madres de Plaza de Mayo (176, 230)


Orquesta Típica Los Zorros Blancos (153)

Manrique Zago Ediciones (231)


Orquesta Típica Lupi-Orlando (153)

Marcelino Gozzo y Hno. (60)


Orquesta Típica Maipú (153)

Martín Biedma y Cía. (90)


Orquesta Típica Marabú (153)

Martínez, Garganta y Pascual (61)


Orquesta Típica Odeón (153)

Mateu Sport (171)


Orquesta Típica Pampa (153)

Medias Lun-Ber (170)


Orquesta Típica Porteña (153)

Melodía 54 (170)
Orquesta Típica Royal (153)

Mercado Buenos Aires (57)


Orquesta Típica Sans Souci (154)

Mercado La Plata (57)


Orquesta Típica Un Placer (153)

Metrópolis (172)
Orquesta Típica Venus (153)

Modart (170)
Osácar (170)

Molino La Julia (60, 65, 104)


Otero Hnos. (171)

Monte de Piedad Municipal (112, 112)


Otero Rossi y Cía. (171)

Montequín (170, 178)


P. C. Killner y Cía. (62)

Mosaicos La Unión (170)


Pabellón Argentino (59, 62, 79, 158)

Motorplat (171)
Palma y Zappettini (67)

Mueblería Deluca Hnos. (169)


Panadería Del Cañón (65, 169)

Mueblería El Pobre Diablo (64)


Panadería Don Bosco (169)

Mueblería Ideal (169)


Panadería El Olmo (171)

Mueblería Mir Chaubell (169)


Panadería Herranz (171)

Mueblería San Martín (169)


Panadería La Caprichosa (171)

Mueblería Veinticinco de Mayo (169)


Panadería La Favorita (171)

Multiplus (156)
Panadería La Ideal (171)

Necchi (170)
Panadería La Mallorquina (169)

Norland (169)
Panadería La Paz (171)

Novoa Hnos. y Paoli (172)


Panadería La Rosa (111, 171)

Nuevo Almacén Londres (63)


Panadería La Sonámbula (111, 171)

Nuevo Almacén Londres (63)


Panadería Los Claveles (171)

Nuevo Restaurant Alemán Frohsinn (63)


Panadería Los Trigales (171)

O. Gari y Cía. (65)


Panadería Santa Teresa (171)

Oitavén y Ledo (63)


Panadería Sol de Mayo (171)

Oberti y Cía. (66)


Panadería Villa Alegre (171)

Octeto La Plata (154)


Parrilla La Barrera (168)

Olaso y Ayarragaray (56)


Pastelería La Capital (63)

Optica Bermúdez (171)


Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota (156)

Optica Licht (171)


Pedro Bacigalup y Cía. (61)

Optica Mezzanotte (171)


Peluquería D’Angelo (170)

Opus 4 (157)
Peluquería Gonino (170)

Organización de Estados Americanos (121, 121)


Peluquería La Plata (60)

Organización Degüimo (171)


Peluquería Lopiano (170)

Orquesta Argentina de la Guardia Vieja (154)


Peluquería Serra (170)

Orquesta Típica Armonía (153)


Peluquería Varallo (170)

Orquesta Típica Blasi-Orlando (153)


Peluquería Yantorno (169)

Orquesta Típica Boedo (153)


Per-Lar (169)

Orquesta Típica Elenco-Cativa (154)


Perfumería Corallo (172)

Orquesta Típica Florida (153)


Perfumería Ivonne (170)

Orquesta Típica Ideal (153)


Perfumería Llenas (170)

Orquesta Típica Inspiración (153)


Pinturería La Colonial (170)

Orquesta Típica Juventud (153)


Pinturerías García (171)

Orquesta Típica Los Ases (153)


Pizzería El Olivo (169)

Orquesta Típica Los Ases del Tango (153)


Pizzería El Partenón (169)

Orquesta Típica Los Criollitos (153)


Pizzería El Sorrento (169)

Orquesta Típica Los Incas (149, 153)


Pizzería Formica (169)

Orquesta Típica Los Mendocinos (153)


Pizzería Las Espigas (171)

Orquesta Típica Los Porteñitos (153)


Pizzería Los Polos (169)

222
Indice onomástico
Pizzería Los Vascos (169)
Roy (170)

Platense (89)
Ruiz, Martínez y Basilota (169)

Plou y Olivieri (34)


S.A.D.E. - La Plata (231)
Podestá Hnos y Scotti (62, 80)
Sáenz, Martínez y Cía. (35)

Portalis fréres y Carbonnier (56)


Saladero de Berisso (70)

Pregón (91)
Saladero de Cambaceres (70)

Pregón Médico (92, 231)


Saltamacchia Sepelios (170)

Proinco (170)
Santa Anita - Ritmo en el Alma (155)

Publicaciones Referenciales Latinoamericanas (231)


Santa Paula Serenaders (156)

Puyó Hnos. (171)


Santiago Bertelli y Cía. (34)

Quintango (154)
Sastrería Buenos Aires (60)

Quinteto de Tango Moderno (154)


Sastrería La Fama (169, 178, 179)

Quinteto Juvenil (154)


Sastrería San Miguel (64)

Quinteto Tiempo (156)


Sastrería Universal (60)

R.C.A. Víctor (149) Scanferla Hnos. (170)

Radio Belgrano (152)


Sedería La Epoca (171)

Radio Brusa (152)


Sedería Lestard (170)

Radio Continental (174)


Sedería Tomás (171)

Radio Prieto (152)


Segré y Cía. (59, 62)

Radio Stentor (152)


Seguros Universal (170)

Rafael Pividal y Cía. (67)


Seijo Sport (170)

Ramayón y Cía. (66)


Seipel y González (65)

Rancán Hnos. (170)


Siam (170)

Ré, Sívori y Garrido (170)


Sidral (169)

RE-OL (171)
Singer (170)

Recreo La Marina (181)


Siro Automotores (171)

Residencia Lido (169)


Sociedad Argentina de Escritores (6, 108, 147)

Restaurant Abruzzesse (171)


Sociedad Escritores Prov. Buenos Aires (123)

Restaurant Dante (171)


Sociedad de Socorros Mutuos entre Orientales (77)

Restaurant El Chaparral (171)


Sociedad de S. M. La Protectora (77, 77, 158)

Restaurant El Quijote (172)


Sociedad Suiza de Socorros Mutuos Helvecia (77)

Restaurant Gentili (169)


Societá Filarmónica di Mutuo Soccorso (77, 77)

Restaurant High Life (59)


Societé Française 14 de Julio (77, 77)

Restaurant Iano (172)


Soda Manantial (169)

Restaurant La Aguada (171, 179)


Soda Uniseis (171)

Restaurant La Barrera (169)


Solero, Morchón y Cía. (61, 171)

Restaurant La Estancia (169)


Solmor (61, 170)

Restaurant La Flor del Pago (169)


Sombrerería La Platense (60)

Restaurant La Plata (169)


Sommer (169)

Restaurant La Querencia (169)


Stella di Roma (64)

Restaurant Savoia (169)


Supermercado Centenario (169)

Revista Caras y Caretas (231)


Supermercado Nini (171)

Revista El Gráfico (231)


Swing Serenaders Band (156)

Revista El Hogar (231)


Symphonic Super Jazz Smith-Scholz (156)

Revista Fray Mocho (231)


Tapicería Alemana (63)

Revista Función Pública (231)


Tapicería El Progreso (169)

Revista Olé (231)


Tapicería Húngara (171)

Revista Rico Tipo (179)


Teatro Apolo (79, 151)

Revista Todo es Historia (86, 231)


Teatro Argentino (80, 149, 159, 172)

Rivera Hnos. (65)


Teatro Coliseo Podestá (80, 151, 158, 172, 174, 180)

Roberto Acuaro (172)


Teatro Cosmopolita (79)

Roberto Berlingieri S.A. (170)


Teatro de la Comedia (159)

Rogelio González S.A. (171)


Teatro de Títeres (80)

Romers (170)
Teatro La Cantina (59)

Rotary Club Internacional (89, 102)


Teatro La Lechuza (159)

Rotisería Chebell (169)


Teatro La Nonna (172, 174)

Rotisserie de París (63)


Teatro La Plata (59, 80)

Rotisserie Française (63)


Teatro Olimpo (79, 80)

Rotisserie Sportman (59)


Teatro Politeama Olimpo (79, 151, 158)

223
Familias platenses
Teatro Politeama Veincinco de Mayo (80, 151, 158)
Universidad Católica Argentina (119)

Tienda Buenos Aires (61)


Universidad Católica de La Plata (116, 176, 231)

Tienda Ciudad de Roma (64)


Universidad Nacional de Buenos Aires (119)

Tienda El Capricho (170)


Universidad Nacional de La Plata (75, 111,

Tienda El Progreso (61)


111, 117, 119, 119, 125, 138, 142, 176, 180)

Tienda La Parisina (170)


Universidad Nacional de Mar del Plata (119)

Tienda Los Campeones (170)


Universidad Provincial de La Plata (50, 75, 86,

Tienda San Juan (170)


103, 115, 118)

Tintorería Colón (170)


Universidad Tecnológica de La Plata (176)

Tintorería Iza (171)


Valenti Hnos. (170)

Tintorería La Plata (60)


Varela - Varelita (155)

Tofi Sport (170)


Vda. de Donato Boccia e hijos (170)

Tomás Márquez y Cayetano Elena (65)


Veharnot y March (60)

Tonsa (170)
Vicente Zíngaro e Hijos (171)

Torjo Sport (170)


Víctor Manuel (64)

Transporte Frigorífico Beamonte (170)


Villar y Correa (62)

Transporte Molinari (171)


Villarreal y Cía. (169)

Tranway Ciudad de La Plata (70)


Virus (137, 156)

Trío América (155)


Visillac Hnos. (35)

Turismo 8 (171)
Walter R. Cassels y Cía. (70)

UNESCO (176)
Widenmayoer, Romero y Cía. (56)

Unidad Ejecutora del Estadio de La Plata (103)


YPF (115, 179)

Unión Cívica Radical - U.C.R. (104)


Zagro Sport (172)

Unión Cosmopolita de Socorros Mutuos (77, 77)


Zambianchi y Cía. (67)

Unión Industrial S.A. (104)


Zapatería El Progreso (60)

Unione e Fratellanza di Mutuo Soccorso(77, 78,


Zapatería La Nueva Capital (64)

80, 150)

Unione Operai Italiani di Mutuo Soccorso (77,


* Comercio de Artículos del Hogar de 60 esq. 23
77, 80, 151)
** Mueblería de la ex Plaza Valentín Alsina

224
Agradecimiento

Señor Jorge Castellani


Licenciada María Consuelo Castro
Señora Teresita Centeno Quiroga
Doctor Hipólito Frangi
Señor Guillermo Güimil
Señora Marta Morando Podestá
Licenciado Claudio Moro
Señor Carlos Nicolini
Contador Juan José Romero
Señorita Mariana Santamaría
Escribana Estela Saraví Tiscornia
Doctor Ricardo Szelagowski (padre)
Señor José Félix Villa Abrille
Bibliografía

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EDITORIAL AMÉRICO P. NAPOLITANO: «Quién es quién en La Plata»; La


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EDITORIAL C-SIGNO: «Diccionario biográfico bonaerense»; Buenos Aires-Argentina,


1978.

EDITORIAL GUILLERMO KRAFT LTDA.: «Quién es quién en la Argentina» (tercera


edición); Buenos Aires-Argentina, 1943.

GOBERNACIÓN DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES: «Registro Oficial:


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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES: «Cen­


tenario del Poder Judicial (1875-1975)»; La Plata-Argentina, 1975.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA: «La Plata, una obra de arte»; La


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MATERIAL DE HEMEROTECA
DIARIO EL DIA: Ediciones correspondientes a los años 1885-1899.

DIARIOS: «El Plata» y «El Argentino» de La Plata; «La Prensa», «La Nación»,
«Clarín», «La Tribuna», «El Nacional» y «El país» de Buenos Aires (números sueltos).

REVISTAS: «Fray Mocho» (ediciones años 1912-1914), «Caras y caretas» (números


sueltos), «El hogar» (números sueltos), «Todo es historia» (números sueltos), «El Gráfi­
co» (números sueltos) y «Función Pública» (colección).

MATERIALINÉDITO
ARCHIVO DE LA CONTADURÍA GENERAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS

AIRES: «Legajos del personal (períodos 1914-1935 y 1936-1980)».

ARCHIVO DEL DIARIO EL DÍA: «Fichero de personalidades platenses».

IGLESIA SAN PONCIANO (La Plata): Actas matrimoniales, de bautismo y de defun­

ción, microfilmadas por la iglesia de Jesús de los últimos días (período 1884-1889).

MUSEO Y ARCHIVO DARDO ROCHA: «Actas del Concejo Deliberante de la Mu­


nicipalidad de La Plata» (1890-1949)
231
INDICE

Prólogo

Dedicatoria

Prefacio

Capítulo I - Introducción

Capítulo II - La capital bonaerense y la unión nacional

Capítulo III - Los primeros habitantes de La Plata

1.- Personal afectado a las obras fundacionales

2.- Autoridades superiores y funcionarios

3.- Otros habitantes caracterizados

4.- Comerciantes, industriales y productores agropecuarios

5.- Servicios públicos (prestadores)

6.- Asistencia social, educación y cultura

7.- Actividad periodística

8.- Los profesionales universitarios

Capítulo IV - Linajes platenses

Capítulo V - Pasado, presente y futuro

Capítulo VI - Palabras finales


Familias platenses

Indice Onomástico

1.- Personas y familias

2.- Instituciones, Empresas y Orquestas

Agradecimiento

Bibliografía

Indice General

234
Edición impresa

© by Ruben Mario De Luca, 2002

I.S.B.N. 987-43-4669-8

Edición digital

Construcción a cargo de Libronauta

© by Ruben Mario De Luca, 2002

© by Ethos, 2002

Perú 267-Buenos Aires, Argentina

Queda hecho el depósito de Ley 11.723

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Reservados todos los derechos.

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