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LA “JEP” A LA LUZ DE SU ESTRUCTURA

Aires de ambigüedad frente al tema de justicia transicional se han presenciado y


se presencian coetáneamente en el desarrollo o disyuntivamente en la
implementación de los acuerdos realizados en el 2016 entre el Estado colombiano
y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Sin más detalles acerca de la
idea anterior, no es secreto que algunos sectores sociales y políticos con gran
poderío económico disconformes con las determinaciones propuestas en los
acuerdos de la Habana-Cuba, quieran de manera implícita y/o explicita tergiversar
el propósito de justicia restaurativa que prevé la tan mencionada Jurisdicción
Especial para la Paz e inflaman y acrecientan la bruma de incertidumbre que asecha
la posibilidad de obtener una paz o por lo menos un punto de concordancia pacifico
a la tan inclemente guerra.

Grosso modo, es por demás evidente al realizar una corta contrastación entre el
reciente acuerdo que el Estado colombiano firmo entre las FARC E.P y el ya
olvidado en las memorias de los no dolientes, proceso de “JUSTICA Y PAZ”, la
diferencia en el recibimiento y aceptación socio-político que han presentado ambos
acuerdos.

No es de mi interés ahondar en ambos extremos del tema planteado en la idea


anterior y sin ánimo de generar polémica, el verdadero propósito se orienta por la
senda de la hipocresía política y eventualmente social. Críticas y vejámenes que
algunos dirigentes políticos y/o ciudadanos envían hacia tal vez el más importante
acuerdo realizado entre uno de los más grandes movimientos insurgentes de
izquierda que haya existido y el Estado colombiano, no eran igual, ni siquiera en
apariencia, a los que hoy vociferan sin tan siquiera considerar lo que la “Jurisdicción
Especial para la Paz” de manera transicional nutre y enriquece al mundo jurídico en
materia de derechos, al psicológico en el estudio del individuo, al sociológico para
analizar al colectivo, al pedagógico para implementar nuevas metodologías de

Jhon Edinson Rodriguez Melo


enseñanza y aprendizaje a la luz del ya cesante conflicto entre las FARC E.P y el
estado colombiano y muchas otras ramas epistemológicas del saber que de alguna
u otra forma obtendrán insumos para el desarrollo del conocimiento humano.

Ante esta realidad, a priori y como primer ítem a considerar en el desenlace del
presente ensayo, no menoscabe dar claridad de lo que realmente es la JEP según
su estructuración interna, para determinar en ese orden de ideas y como segundo
punto a considerar de forma concluyente dentro del presente ensayo, una postura
reflexiva a favor o en contra según coordine mi observación critica con la
conceptualización que se presenta y da vida a la Jurisdicción para la paz dentro del
marco de justicia transicional.

Sui generis es la noción que se tendrá en cuenta para el referente denominado


desde ahora como JEP “Jurisdicción especial para la paz”, siendo esta la batuta no
solo del presente escrito, sino también del magistrado Jesús Ángel Bobadilla
Moreno, en su ponencia denominada “Estructura y funciones de la Jurisdicción
Especial para la Paz”, presentada en la IX Jornada Jurídica del programa de
Derecho en la universidad de la Amazonia con el eje temático “Justicia transicional”,
donde se propuso explicar de manera clara y concisa la forma como se encuentra
estructurada la JEP, siendo está la que atrajo mi interés por su notoria taxatividad y
aporte en insumos para la praxis del abogado, será la exposición que mantendrá un
grado de certeza considerablemente aceptable en lo que posteriormente se
escribirá al(a) lector(a).

He de aclarar que las ideas aquí expuestas poseen un fin netamente académico
y las expresiones emocionales que puedan llegar a escribirse hacen parte del
contenido del ensayo y no ven otra perspectiva distinta a la de sintonizar el texto
formal con la exteriorización del sentimiento que de ello emana; por otro lado, como
ya tuve la oportunidad de expresarlo, deseo resaltar nuevamente que dentro del
presente ensayo, únicamente se dará claridad sobre la estructuración interna de la
justicia especial para la paz y su dinámico funcionamiento armonioso con la
intención de acoger una postura reflexiva, a favor o en contra, que me llevara

Jhon Edinson Rodriguez Melo


directamente a una conclusión satisfactoria para la lógica del presente escrito que
en tiempos futuros leeré y/o leerán para recordarnos que una sociedad en paz, por
encima de múltiples óbices, distintas contradicciones y una gran variedad de
adversidades es tal vez la mayor utopía que grandes soñadores tratamos de
materializar .

No es un secreto que en las bases del acuerdo realizado entre las Fuerzas
Armadas Revolucionadas de Colombia E.P y el Estado Colombiano se presenta un
importante hito en la historia colombiana, pues es la primera vez que se crean
instrumentos institucionales para la superación del conflicto, presentando la
posibilidad de una paz estable y duradera. La JEP es la primera experiencia de
justicia en donde un actor armado después de 52 años de haber ejercido sus
actividades hostiles puede aceptar la posibilidad de acudir a una justicia del Estado,
aunque esta justicia no sea la que habitualmente los mas oscuros y destructivos
críticos esperan se aplique, es la mas viable para la construcción de una paz estable
y duradera, que prevé la tranquilidad de las futuras generaciones habidas y por
haber y no lo digo desde supuestos ideológicos, aunque algunos así puedan llegar
a percibirlo, el sustento se encuentra en cuatro (4) pilares fundamentales que se
consideraron a la hora de formular el acuerdo; la justica, la verdad, la reparación y
la no repetición. Pilares de vital importancia que toman como protegidos a las
víctimas con ocasión y en relación al conflicto armado, y las posicionan en un rol de
especial importancia frente a la aplicación del derecho y más aún frente a la
restitución de los mismos.

Lo que en los acuerdos de la Habana se pacto fue un sistema integral de verdad,


justicia, reparación y no repetición, y dentro de ese sistema integral, el componente
justica da vida a la JEP y pretende lograr la investigación y sanción de las graves
infracciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario a través
de mecanismos judiciales que permitan esclarecer la verdad, buscar a las personas
desaparecidas y reparar el daño individual o colectivo ocasionado en el conflicto
armado con los mecanismos que se le confirieron en los acuerdos.

Jhon Edinson Rodriguez Melo


Con el propósito de investigar y sancionar las graves violaciones a los derechos
humanos y al derecho internacional humanitario se ha materializado la creación de
instituciones que deben actuar mancomunada e integralmente, ya que de otra
forma presentaría falencias en este noble propósito la JEP puesto que de ellas
emanan su existencia y razón de ser, debido a que la unión de todas logran
conformar la JEP y si alguna llegare a faltar o a presentar posturas que turbien la
imparcialidad y objetiva en sus determinaciones , el resultado no sería otro distinto
que el de la deshonra política/jurídica y eventualmente social.

“La Jurisdicción especial para la paz”, “la comisión para el esclarecimiento de la


verdad” y “la unidad para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas”, son
las instituciones que de forma incógnita veníamos aludiendo y que concretamente
de manera explícita desarrollaremos a posteriori.

La JEP en particular como componente de ese sistema (Componente justicia)


cumple la función de administrar justicia de manera transitoria, autónoma y
preferente respecto de conductas cometidas con causa, con ocasión y en relación
directa o indirecta con el conflicto armado antes de la entrada en vigencia del
acuerdo final y siempre que no haya existido ánimo de obtener enriquecimiento
personal o que no haya sido causa determinante de la conducta delictiva. Grave
error del Estado fuera permitir que las conductas delictivas cometidas después del
acuerdo, se allegaran a la JEP para el tratamiento especial de que trata la misma
noción normativa y estructural de la justicia transicional; pues, estaría
desconociendo la terminación de un conflicto armado que bilateralmente acordaron
atenuar.

Si lo que se pretende es dar claridad sobre la estructura interna,


incondicionalmente se debe establecer unos rasgos generales que ayudaran a que
la pretensión sea reconocida; para ello, dentro de los principios y componentes de
la JEP y del sistema en general debo decir de forma tangencial la más importante
característica que considero hace de este sistema de justica integral uno de los más
satisfactorias para el alcance de una paz estable y duradera, si bien se superan las

Jhon Edinson Rodriguez Melo


fases del derecho penal tradicional de justicia retributiva a una justicia restaurativa
que pretende la reconstrucción del tejido social entre las víctimas y victimarios, se
debe hacer la salvedad para aquellos partidarios de la descomposición de este logro
que ciertamente habrán sanciones, así que por demás es claro que no se aboca por
la impunidad, sino por un sistema de justica que cumpla con las expectativas propias
de la justicia restaurativa. Hay que obviar la solemne idea de que los crímenes o las
conductas delictivas cometidos antes del acuerdo, pero con ocasión al conflicto
armado, ciertamente recibirán sanciones, pero ellas no son propias de la justicia
retributiva, sino sanciones que implican un reconocimiento público centralizado en
la verdad como componente esencial de las víctimas. Una justicia pensada en
prospectiva, que piensa hacia el futuro, para que este tipo de situaciones originadas
en el conflicto no vuelvan a repetirse y puedan encontrar la conciliación y
resocialización dentro de la ciudadanía colombiana.

Como ya lo expresé en algún momento, sui generis es la estructuración de la JEP


y todo lo que ello conlleva, por lo que el límite de lo que aquí expreso en cuanto a
la configuración de la misma, es lo que se pactó en los acuerdos y nos replicó el
Magistrado de ese mismo órgano el Dr. Jesús Ángel Bobadilla Moreno. Entrando de
lleno al tema y sin dilatarme más en este proceso, la JEP se encuentra conformada
por 3 salas autónomas y un tribunal en función de la justicia transicional. A grandes
rasgos para brindar un escrito conciso, debo profundizar en el siguiente apartado
como se interrelacionan las salas y el tribunal mencionado previamente.

Con respecto a la interrelación entre las salas y el tribunal, que dinamizan y


conforman a la jurisdicción especial para la paz, encontramos que existe una “sala
de Reconocimiento de verdad y responsabilidad”, una “sala de amnistía e indulto”,
una “sala de definición de situaciones jurídicas” y eventualmente un “tribunal para
la paz”. Próximos al cierre de este ensayo, vale decir que el tribunal es el órgano de
cierre y se encuentra conformado a su vez por cuatro (4) secciones; dos (2) de
primera instancia, en las cuales, la primera se denomina “Sección de primera
instancia para casos con reconocimiento de verdad y responsabilidad” y la segunda

Jhon Edinson Rodriguez Melo


sección lleva por nombre de acuerdo a su denominación distintiva “sección de
primera instancia en casos de ausencia de reconocimiento de verdad”; en cuanto a
las últimas dos, existe una “Sección de revisión”, y una “Sección de apelación” para
sintonizar de forma armoniosa el funcionamiento de toda una jurisdicción.

Ciertamente el procedimiento no será omitido, grosso modo y de forma


concluyente encontramos que si en la “Sala de Reconocimiento de verdad y
responsabilidad” que es el órgano de entrada, una vez recibido los informes del
Estado, contraloría o procuraduría se contrasta con las versiones de los
comparecientes y se encuentra coincidencia plena, implica que iría a la “sección con
reconocimiento de verdad y responsabilidad” donde se imponen sanciones propias
de la JEP, (de restricción, no de privación de la libertad) acompañadas de medidas
de restauración una vez haya habido la constatación de las verdades contrastadas
con las demás versiones; en caso de que a través de la “Sala de reconocimiento” y
la confrontación o contrastación que se hace con las versiones se encuentre que no
hay plena coincidencia o bastantes diferencia, se activa el órgano de la JEP
denominado “Unidad de investigación y acusación” o la mal llamada “fiscalía de la
JEP” para que esta unidad de investigación se encargue ante esa no
correspondencia de versiones, acusar ante el tribunal para la paz y siendo ente
acusador inicie un proceso público en contra de quien acuse con su debido derecho
de defensa, pero en el supuesto que no se presentare un reconocimiento de la
verdad, podrán imponerse sanciones retributivas ordinarias.

Así las cosas, mediante la ponencia denominada “Estructura y funciones de la


jurisdicción especial para la paz” presentada por el Dr. Jesús Ángel Bobadilla
Moreno - Magistrado de la JEP, parcialmente se logra disipar la espesa bruma
subyacente de disparidades y antagonismos que rodean la naturaleza misma del
tema en cuestión. Solo por convicciones desarrolladas en el transcurso de mi
formación debo decir que la decisión de seleccionar este tema en particular como
base para la elaboración de mi escrito se funda en la importancia de nuestro rol
como futuros abogados, dirigidos hacia el recibimiento de un sistema jurídico

Jhon Edinson Rodriguez Melo


aplicable a una posible sociedad con nuevos patrones de conducta, toda vez que el
derecho debe ajustarse a la realidad social que integra, de otro modo las normas
solo serían letras en un texto y su eficacia seria irrisoria aun cuando su validez fuese
plena.

Llegados a este punto, con la esperanza de haber sido claro a la hora de abarcar el
primer ítem a considerar a lo largo y extenso del presente escrito, debo inclinar mi
postura hacia un ámbito favorable, no porque me asista un deber objetivamente en
la literalidad de su expresión, sino porque a la luz de los recientes eventos
presentados estadísticamente sobre enfrentamientos armados y heridos en
combate, la notoria disminución me lleva a pensar que si bien no es un acuerdo
perfecto y pueda contener falencias, por lo menos ha logrado disminuir los índices
de desplazamiento y terrorismo que la población civil venia padeciendo con gran
inclemencia.

Jhon Edinson Rodriguez Melo

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