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Pena de muerte

Argumentos en contra:
1. La pena de muerte constituye una violación de derechos humanos y, en
particular, del derecho a la vida y del derecho a no sufrir tortura ni tratos o
penas crueles, inhumanos y degradantes. Estos dos derechos están
consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada en
1948 por las Naciones Unidas.
Va contra la constitución
Consideramos que es inconstitucional, porque las penas privativas de libertad
están orientadas a la reinserción de los penados “Las penas privativas de
libertad y las medidas de seguridad están orientadas hacia la reeducación y
reinserción social y no pueden consistir en trabajos forzados”
Además, en el Perú no se puede aplicar la pena de muerte para los violadores
de niños que les causen la muerte, porque significaría renunciar a la
Convención Americana de Derechos Humanos.
"Aplicar esta sanción para supuestos adicionales acarrearía la responsabilidad
internacional del Estado por incumplir el tratado al que este mismo se obligó"
Los medios incruentos, sin sangre, corresponden mejor a las condiciones
concretas del bien común y son mas conformes con la dignidad humana.
Porque bastan para defender las vidas humanas contra el agresor y para
proteger de él orden público y la seguridad de las personas.
Según el papa Francisco, la pena de muerte es inadmisible por cuanto grave
haya sido la ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona
humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad, y
su justicia misericordiosa e impide cumplir con cualquier finalidad justa las
penas, no hace justicia a las víctimas, fomenta la venganza.
Se le niega la capacidad al condenado la posibilidad de la reparación o
enmienda del daño causado, la posibilidad de la confesión por la cual el
hombre muestra su conversión interior, y de la contrición pórtico del
arrepentimiento y la expiación para llegar al encuentro con el amor
misericordioso y sanador de Dios. Lo privas de su libertad, la cadena perpetua
te priva de la esperanza
2. Es irreversible y se cometen errores. La ejecución es la máxima pena y es
irrevocable: nunca se puede descartar el riesgo de ejecutar a personas
inocentes. Por ejemplo, desde 1973 más de 160 personas condenadas a
muerte en Estados Unidos fueron posteriormente exoneradas o liberadas tras
haberse demostrado su inocencia. Otras personas han sido ejecutadas pese a
la existencia de serias dudas sobre su culpabilidad.
En ese sentido, José Ugaz dijo que la justicia peruana, al estar en ese listado
de países, hubiera ejecutado a más de 800 personas inocentes durante el
gobierno de Alberto Fujimori cuando se investigaban crímenes de terrorismo.
“Si hubiera habido pena de muerte para terrorismo, [...] más de 800 peruanos
hubieron sido ejecutados con la pena de muerte y, después, hubiéramos
tenido que ir a pedirles perdón a sus familias por un error judicial”, aseveró.

3. No disuade contra el crimen. Los países que mantienen la pena de muerte


suelen afirmar que es una forma de disuasión contra la delincuencia. Sin
embargo, esta postura ha sido desacreditada en repetidas ocasiones; no hay
pruebas que demuestren que sea más eficaz que la cadena perpetua a la hora
de reducir la delincuencia.
Existe la idea de que con la pena de muerte los crímenes disminuyen, que el
malhechor lo pensará dos veces antes de poner su vida en peligro. Sin
embargo, la evidencia nos demuestra lo contrario. En Japón, por ejemplo, un
estudio presentado este año con información oficial de la policía japonesa
concluye que la pena de muerte no evita que se produzcan delitos graves
(Muramatsu, Johnson, Yano, 2017). Lo mismo ocurre en Estados Unidos, el
Death Penalty Information Center ha analizado data sobre la pena de muerte
desde 1987 hasta el 2015 y ha concluido que no existe evidencia alguna para
sostener ese lugar común.

4. Nuestro sistema de justicia no es confiable.


De las instituciones públicas, las que tienen menos confianza entre los
peruanos son el Poder Judicial y el Ministerio Público (solo superados por el
Congreso de la República). No se confía en ellos
¿pero estamos dispuestos a darle la posibilidad de acabar con la vida de las
personas? De acuerdo con el Death Penalty Information Center, en los últimos
10 años Estados Unidos –con un sistema de justicia más institucionalizado y
confiable– ha anulado 34 sentencias de pena de muerte. Los motivos para ello
son: falsa acusación, inconducta de los oficiales que procesaron el caso, falsas
o confusa evidencia forense, inadecuada defensa legal, etc.
¿Se imaginan lo que podría ocurrir en nuestro país, con un problema grave de
institucionalidad y de acceso a la justicia?

5. Es discriminatoria. El grueso de la pena de muerte recae, de manera


desproporcionada, sobre personas de entornos socioeconómicos
desfavorecidos o pertenecientes a minorías raciales, étnicas o religiosas. Éstas
tienen, por ejemplo, acceso limitado a representación legal o se encuentran
en situación de desventaja ante el sistema de justicia penal.
Jorge Villanueva Torres, conocido como el ‘Monstruo de Armendáriz’,
condenado a pena de muerte en 1957 por supuestamente violar y matar a un
menor de edad, cuya culpabilidad se cuestionó después de ejecutada la
sanción. En dicho proceso no solo hubo una deficiente labor probatoria, sino
también un marcado prejuicio racial contra el condenado.
Argumentos a favor:
1. Razón de justicia
Se refiere a la existencia de una igualdad natural entre todas las personas
ante la ley, por lo que cuando uno comete un delito se le debe retribuir con
una pena equivalente al mal ocasionado.
2. Legítima defensa
Derecho penal en que una persona puede responder en defensa propia ante
una agresión con el fin de defenderse. Es un instinto jurídico con el carácter
universal que ha sido reconocido por todas las legislaciones del mundo.
Ejm. En caso de violaciones, las victimas no fueron capaces de ejercer su
derecho por lo cual el estado debiese responder ante ellas con la razón y
justicia
3. Ventajas económicas

Una manera de reestablecer el orden roto

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