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Una buena comunicación es la mejor herramienta para mejorar las relaciones y solucionar
nuestros problemas. La comprensión y el respeto nos acerca a las personas y elimina la agresión.
“Medir las palabras no es necesariamente endulzar su expresión sino haber previsto y aceptado
las consecuencias de ellas.” Abraham Lincoln (Presidente estadounidense).
Puedes ponerte de acuerdo con la otra persona para hablarlo en otro momento y lugar que sean
más apropiados, pero establezcan el día y la hora.
Trata de que tu lenguaje verbal (tus palabras) y tu lenguaje corporal (tono de voz y gestos) digan lo
mismo. Si tu tono de voz es suave, pero tus gestos y movimientos son agresivos, estás mandando
mensajes opuestos.
Si la otra persona plantea otras situaciones, ponte de acuerdo con ella para hablar sobre eso
cuando el tema que están tratando esté resuelto.
No lo hagas.
Es mejor decir: "En estos momentos estoy muy enojado y prefiero hablar al rato, cuando esté más
tranquilo" recuerda que la agresión genera agresión.
Si no es con ella, también coméntaselo: "Estoy muy molesto, de mal humor, triste, etc., pero no es
contigo".
No hables de cosas generales que cada quién puede interpretar de manera diferente.
Pregunta.
Si el otro no está de acuerdo y te interrumpe, pídele de manera cortés que te permita terminar y
asegúrale que cuando termines, lo vas a escuchar.
Se flexible.
Acepta que los demás tienen derecho a pensar y sentir de manera diferente.
¿Cómo reaccionas cuando la persona no es clara, porque brinca de un tema a otro o dice las cosas
a medias?
Si el otro es quién está dándole vueltas sin llegar al punto, pídele que lo haga, pero hazlo de
manera amable.
No lo insultes y no lo avergüences.
Aprende a tolerar la frustración que sientes ante la forma de comunicarse de otras personas.
Recuerda que la gente actúa como ella cree que es lo adecuado o de la única manera que sabe.
No lo arrincones.
Siempre pregunta.
Si hay mucho ruido en el lugar en donde están, acérquense más, explícale que no lo escuchas bien,
pregúntale si él te escucha o vayan a hablar a otro lugar.
No utilices nunca y por ningún motivo información confidencial en contra del otro.
¿Sabes escuchar?
Si tú eres el que escucha, haz algún gesto con la cabeza para que la otra persona se de cuenta de
que le estás prestando atención.
Fuente : http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/guia-comunicacion.html