Está en la página 1de 8

El proceso de acumulación originaria: una aproximación crítica a partir de estudios

recientes.

Zamora, Pedro y Delsol Bocasso, Nicolás.

Introducción:

El presente trabajo se centra en el concepto de acumulación originaria. En primer lugar, se


abordarán las formulaciones teóricas propuesta por Marx con respecto a dicha noción. Luego,
se recuperarán las elaboraciones de los teóricos marxistas de fines del siglo XIX y principios
del XX, particularmente las de Kautsky, Lenin y Luxemburg, a fin de rescatar las
contribuciones de dichos autores al problema de la acumulación. Finalmente, se colocarán las
perspectivas analizadas previamente en relación crítica a los estudios más recientes,
especialmente a la propuesta de De Angelis, quien problematiza las interpretaciones marxistas
que confinan al proceso de acumulación originaria a un periodo histórico particular, y enfatiza
en el carácter continuo del mismo, extendiéndolo hasta nuestros días. En segundo lugar, y
para finalizar, se pondrá en cuestión la noción de Marx de que el proceso de acumulación
originaria fue llevado adelante “a sangre y fuego” ([1867],2014).1 El planteo se realizará a
partir del análisis de El estatuto de Merton, promulgado en Inglaterra en el año 1236, este
documento permite retrotraer el proceso de cercamiento2 al siglo XIII y brinda una visión
distinta a la propuesta por Marx en su caracterización del mismo proceso que el sitúa entre
finales del siglo XIV y el XVIII.

La llamada acumulación originaria:

Así titula Marx al capítulo XXIV de su obra El capital, el cual destina a explicar la génesis
histórica de las relaciones capitalistas, una suerte de “prehistoria” del capital.3 Antes de
adentrarse en formulaciones teóricas desarrolladas en este apartado es interesante señalar,
siguiendo la propuesta de Perelman (2000) que el mismo posee una narrativa disímil al resto
de los capítulos que conforman el volumen uno de la obra (cuya carga en lo referido a
conceptos económicos es más bien densa), este hecho se explica, según el autor, como parte
de una estrategia política de Marx para facilitar su comprensión por parte del público menos
formado en materia económica.

1
La fecha entre corchetes corresponde al año de publicación de la obra original, mientras que la indicada dentro
del paréntesis pertenece a la reedición utilizada como soporte bibliográfico de este trabajo. A partir de aquí, se
hará referencia a la última de ellas.
2
El cual ocupa un lugar central en la explicación de Marx sobre el proceso de acumulación originaria en
Inglaterra.
3
Cabe destacar que autores como da Graca (2009) señalan que la elaboración de la noción de acumulación
originaria corresponde, en mayor medida, a otros escritos de Marx como las Formen y Grundrisse (1857-1858)
que a lo expuesto en el capítulo XXIV de El capital.
Puede decirse que el capítulo XXIV posee una fuerte carga satírica que entabla una crítica
directa a los postulados de la economía clásica que, pese a no expresarlo explícitamente,
reconocían la existencia de un cambio histórico que respondía a un proceso de acumulación
previo al surgimiento capitalismo4. Dicha transformación, señala Marx, es explicada como
resultado de la capacidad de ahorro y esfuerzo de un reducido grupo, los futuros paladines del
capitalismo industrial, frente a una masa ociosa y holgazana, destinada a caer en la pobreza
por no comportarse como los primeros, en síntesis, se trata un eufemismo que, según el autor,
desconoce la naturaleza violenta del proceso de acumulación originaria.

A lo largo de El capital, Marx (2014) explica la forma en la que el proceso de producción


capitalista5 genera plusvalía y cómo, a su vez, esta permite la reproducción del ciclo y el
aumento de los volúmenes de capital acumulados. Sin embargo, hay que señalar que este
proceso de acumulación corresponde a el modo de producción capitalista, el cual supone
como condición de existencia la interacción entre dos clases antagónicas, una que posea la
propiedad de los medios de producción y otra que, por su incapacidad de hacerse con los
medios de subsistencia, deba vender su fuerza de trabajo como una mercancía cualquiera
(p.283). Si partimos de la concepción de Marx de que el capital es una relación social de
producción, que responde a una forma histórico- social específica, puede deducirse que el
dinero, las mercancías y los medios de producción no pueden considerarse capital en ausencia
de las precondiciones necesarias para el establecimiento de la relación social capitalista 6. La
acumulación originaria, señala Marx, es el proceso histórico por el cual se establecen los
elementos necesarios para el surgimiento del capital como relación social de producción,
entiéndase por esto, la separación entre productores y medios de producción. De esta manera,
los últimos (distribuido en pocas manos) son transformados en capital, mientras que los
primeros, despojados de sus medios de subsistencia, pasan a formar parte de la masa de

4
De hecho, en la obra de Adam Smith, puede percibirse dicha noción cuando el autor postula las teorías del
valor. Por un lado, las formulaciones que pueden sintetizarse como la teoría del valor trabajo, aplicable en las
primeras etapas de la historia de la humanidad, en las que el valor esta determinado por la cantidad de trabajo
incorporada a un determinado bien. Por otro lado, en la medida que las sociedades se complejizan, entran en
juego otros factores productivos, la tierra y el capital, dando lugar así a la teoría valor costo de producción,
aplicable a la fase de incipiente industrialización en la cual Smith escribió La riqueza de las naciones. Para el
autor, el espíritu frugal de los capitalistas es lo que posibilitó el surgimiento del capitalismo.
5
Este puede expresarse simbólicamente como D-M-D´, es decir, un capitalista ingresa al mercado con dinero, D,
con el cual compra mercancías, M, (medios de producción y fuerza de trabajo) con las cuales produce más
mercancías que finalmente vende en el mercado obteniendo dinero, pero este en un volumen mayor que el monto
con el que inició el ciclo, D´, producto del proceso de explotación.
6
Marx ilustra esta idea en el capítulo XXV de El capital con la llamada “Anécdota del señor Peel”, el
protagonista de esta historia es un capitalista que se traslada a Australia llevando consigo todos sus medios de
producción y trabajadores asalariados, sin embargo, estos no constituían parte del capital del señor Peel, pues
había olvidado llevar consigo las relaciones sociales de explotación, condición determinante para la
trasformación de los mismos en capital e imprescindibles para doblegar a la fuerza de trabajo a su voluntad.
asalariados. “Una vez establecida la producción capitalista, esta no sólo mantiene esta
división, sino que la reproduce en escala cada vez mayor”7 (Marx 2014, p. 283).

La acumulación originaria supone la disolución de los elementos axiales que caracterizan al


modo de producción feudal8, especialmente los que atañen a la disponibilidad de los medios
de producción y a la condición de la fuerza de trabajo. Recordemos que uno de los rasgos
centrales de las sociedades feudales es que los productores poseen acceso directo a los medios
de producción, entiéndase por ello no solo la explotación de las parcelas familiares, sino
también al usufructo de los espacios comunales, que les permitían hacerse con los medios de
subsistencia. Marx señala, que a partir de los siglos XIV y XV, aunque con mayor intensidad
en el XVI, inicia el proceso expropiación que divorcia a los productores de los medios
objetivos de la producción, dejando a los primeros solo su capacidad para trabajar, es decir se
transforman en fuerza de trabajo en sentido abstracto. Si sumamos a esto la abolición de las
relaciones que limitan al trabajo, nos encontramos con que los productores, ahora
desposeídos, poseen la “libertad”9 de vender su fuerza de trabajo como una mercancía más, es
decir, convertirse en asalariados10.

Marx señala que las formas en las que los medios de producción pasan a estar concentrados
en unas pocas manos varían respondiendo a los distintos contextos sociohistóricos. El autor
utiliza como referencia el caso inglés para dar cuenta de los distintos procesos que
contribuyen a la acumulación originaria, entre ellos destaca el cercamiento de las tierras de
uso comunal con el fin de destinarlas a la producción lanera, cuyo punto cúlmine son las
legislaciones parlamentarias del siglo XVIII11; también forman parte las legislaciones en
torno al control de la mano de obra, las penas a la holgazanería y el empleo de niños;
finalmente señala otros métodos, el embargo de las tierras eclesiásticas en los años de la
reforma, la extracción de metales preciosos en América, la trata de esclavos africanos, las
guerras comerciales entre los países europeos y los sistemas modernos de endeudamiento.
Todas estas formas que contribuyen a la acumulación originaria tienen un aspecto en común,

7
Las cursivas pertenecen a la edición utilizada.
8
En la 3ra y 4ta edición de El capital, Marx expresa explícitamente que la estructura económica del modo de
producción capitalista surge desde el interior del modo de producción feudal, la disolución del último posibilitó
la instauración del primero. Esta idea fue retomada por los continuadores inmediatos de la obra de Marx, como
Kautsky y Lenin; también tuvo eco en los debates del siglo XX en torno a la transición del feudalismo al
capitalismo, un defensor de esta postura es Maurice Dobb.
9
Marx critica a los historiadores burgueses por presentar la supresión de la gleba y las mesnadas feudales como
la liberación del trabajador, cuando en realidad lo único que sucedió fue “la transformación del modo feudal de
explotación al modo de explotación capitalista” (2014, p.284).
10
Ambos procesos, la expropiación y la quita de restricciones al trabajo, sientan las bases para la creación de un
mercado interno.
11
Marx se refiere aquí a las Bills for inclosure of common, para señalar que la ley se convierte en “vehículo del
robo perpetrado contra las tierras del pueblo” (2014, p.294).
el papel central que cumplen las fuerzas extraeconómicas en el proceso de expropiación. En la
explicación de Marx (2014), la violencia particular, pero sobre todo el poder represivo del
Estado, son elementos fundamentales para desencadenar las fuerzas coercitivas propiamente
económicas que, en última instancia, marcan la dominación del capital sobre el trabajador
(p.308). Retomaremos los aspectos vinculados a la naturaleza violenta del proceso de
acumulación sobre el final trabajo.

Los aportes de Kautsky, Lenin y Luxemburg a la teoría de la acumulación originaria.

El concepto de acumulación originaria es retomado por los autores marxistas de fines del
siglo XIX y principios del XX, de hecho, como señala De Angelis (2011), este se incorporó al
vocabulario cotidiano de los movimientos socialistas sin generar grandes controversias,
diferente a lo que sucedió con los académicos más actuales que protagonizaron los grandes
debates en torno a la transición del feudalismo al capitalismo. Da Graca (2009) plantea que la
matriz que une la teoría de Marx con los trabajos de sus continuadores, Kautsky y Lenin, es la
concepción de la acumulación originaria como un proceso histórico particular que produjo la
transformación de la estructura agraria y la instauración del modo de producción capitalista
(p.28), sin embargo, ambos autores realizan sus propios aportes a la teoría marxista
vinculados a sus estudios sobre “la cuestión agraria”.

En su obra titulada La cuestión agraria12 (1899) Kautsky evidencia, a través de un riguroso


análisis estadístico, que para la segunda mitad del siglo XIX existe una significativa
pervivencia de la pequeña propiedad en la estructura agraria alemana, por lo tanto, retomando
las palabras de el autor, desarrollo capitalista en la agricultura “no es tan sencillo como se cree
[…] este proceso es más complicado en la agricultura que en la industria” ([1899] 2015,
p.149). Kautsky prosigue señalando que, a diferencia de la industria –cuyo volumen puede
incrementarse indiscriminadamente- la producción agrícola choca con los límites objetivos de
la disponibilidad de la tierra, por lo tanto, la única forma de incrementar su tamaño es a través
de la expropiación los pequeños propietarios y la integración de las nuevas tierras en una gran
explotación. Sin embargo, las leyes que resguardan la propiedad se convierten en un límite,
casi sagrado podríamos decir, para las aspiraciones de la gran propiedad, lo que lleva a
Kautsky a postular que el desplazamiento de la pequeña propiedad no es absoluto, esta última

12
El título completo es “La cuestión agraria. Estudio de las tendencias de la agricultura moderna y de la política
agraria de la socialdemocracia”.
pervive y se integra a la lógica del capitalismo agrario como proveedora de fuerza de
trabajo.13

Los aportes de Lenin se concentran fundamentalmente en su obra El desarrollo del


capitalismo en Rusia14 (1899), destinada a refutar las concepciones populistas15 que defendían
la homogeneidad del campesinado (da Graca, 2009). A lo largo de su ensayo, Lenin procura
dar cuenta de un proceso de diferenciación social dentro del campesinado ruso iniciado a
partir de la reforma de 1861, la cual fomentó el surgimiento de elementos capitalistas al
interior de la comunidad campesina. El autor recupera el concepto de acumulación originaria,
es decir la separación entre productores y medios de producción, y lo coloca en su análisis
como el marco histórico que dio inicio al proceso de descomposición del campesinado. Lenin
([1899],1972), señala que el surgimiento de las contradicciones económicas en el seno de los
campesinos destruyó el régimen campesino tradicional y dió origen a nuevos grupos dentro de
la estructura rural, en sus extremos- y de manera antagónica- se encuentran la burguesía y el
proletariado rural, también distingue a un eslabón que oscila entre ambos, los campesinos
medios, a costa del cual se refuerzan los polos antes mencionados. La descomposición del
campesinado es un factor determinante para la conformación del mercado interno que
posibilita en última instancia el desarrollo capitalista16.

Por su parte, Luxemburg en su obra La acumulación de capital (1913) realiza una crítica a la
teoría de la reproducción ampliada de Marx. La autora sostiene que para que se produzca
efectivamente la acumulación capitalista es necesario la existencia de un sector que absorba la
producción de mercancías, esto la lleva a plantear que el mundo capitalista necesita entablar
vínculos de intercambio con el mundo precapitalista. Luxemburgo considera esto un motivo
suficiente para que el capital despliegue tanto su arsenal político como militar a fin de obtener
el control sobre el mundo no capitalista y eliminar todos los obstáculos que se le interpongan.
De Angelis (2011) considera fundamental este aporte, puesto que señala que “el prerrequisito
extraeconómico para la producción capitalista- lo que denominaríamos como acumulación

13
Incluso Kautsky sostiene que “donde domine la pequeña propiedad, le costara mucho a la gran empresa
formarse” (2015, p.154).
14
El título completo de la obra es “El desarrollo del capitalismo en Rusia. El proceso de la formación de un
mercado interior para la gran industria”.
15
Entre ellos Chayanov.
16
Lenin propone que el capitalismo una vez desatado encuentra distintas formas de propiedad agraria que
limitan su desarrollo, por lo que recurre a diferentes vías para someterlas a sus intereses. Entre ellas Lenin
describe una vía “desde arriba”, a la cual denomina “vía prusiana”, en ella el proceso de transformación de la
estructura agraria en llevada adelante por los grandes terratenientes (los junkers prusianos) recurriendo a la
violencia extraeconómica. Otra vía, “desde abajo”, es la llamada “vía norteamericana”, en ella el cambio es
operado por los mismos productores, los cuales atraviesan un proceso de diferenciación social interna agudizado
por el desarrollo del mercado interno. Para Lenin, esta última vía hacia el capitalismo era más propicia para el
campesinado ruso que ya estaba atravesando por un proceso de diferenciación social (da Graca, 2009).
originaria- es un elemento inherente y continuo de las sociedades modernas y su campo de
acción se extiende al mundo entero” (p.3)17.

El carácter continuo de la acumulación originaria: La perspectiva de Massimo De


Angelis.

Massimo De Angelis (2011) da una vuelta de tuerca al problema en torno a las


interpretaciones de la acumulación originaria. El autor sostiene que, así como concibió Marx
a la acumulación originaria18, posee en simultaneo un carácter histórico y otro de continuidad.
De Angelis se adentra en la interpretación marxista y señala que la acumulación, propia del
proceso productivo capitalista19, y la acumulación originaria tienen en común el hecho de que
ambas provocan la separación antes mencionada, sólo que esta última debe crearla desde cero,
es decir, es la génesis histórica que posibilita que el primer tipo de acumulación se lleve a
cabo. Sin embargo, la diferencia entre ambas radica, según el autor, no tanto en un aspecto
temporal, como en los mecanismos que una y otra utilizan para efectuar el divorcio entre los
elementos objetivos de producción y el trabajo vivo. Mientras que la acumulación se lleva
adelante por la naturalización de las leyes del mercado, es decir, por aspectos puramente
económicos, la acumulación originaria se caracteriza por el papel desempeñado por los
factores extraeconómicos como estrategia de sectores sociales particulares para despojar al
grueso de la población de sus medios de producción y subsistencia.

De Angelis enfatiza en el carácter continuo de la acumulación originaria en tanto que esta


genera las precondiciones necesarias – la mencionada separación- para el desenvolvimiento
de la relación capitalista, la cual establece mecanismos netamente económicos como reglas
del juego. Sin embargo, señala el autor, los trabajadores ofrecen resistencias que tienden a
poner en cuestión la silenciosa presión del mercado y reducir la brecha que los separa de los
medios de producción, por lo que los mecanismos extraeconómicos de la acumulación
originaria reaparecen para resguardad a la relación de capital. Dicho de otro modo, dada la
naturaleza antagónica de la relación social capitalista, frente a la existencia de una lucha de
clases que amenaza constantemente las bases de su supervivencia, la acumulación originaria

17
De Angelis (2001) establece una división entre las interpretaciones sobre la acumulación originaria. Por un
lado, las que la consideran un fenómeno histórico encasillado temporalmente que indica el proceso histórico de
separación entre productores y medios de producción, como en la propuesta de Lenin. Por otro lado, aquellas
visiones que consideran que los mecanismos extra económicos son elementos inherentes al sistema y operan de
manera continua para mantener dicha separación.17
18
Como ya se ha reseñó arriba, Marx entiende el proceso de acumulación originaria como la separación entre
productores y medios de producción, los primeros pasan a formar parte de la masa de asalariados, mientras que
los últimos se transforman en capital, esta permite la instauración de la relación social de capital, la cual crea sus
propias condiciones de reproducción en una escala mayor. A continuación, referiremos a esto como separación.
19
A partir de aquí nos referiremos a la misma solo como “acumulación” para diferenciarla de la “acumulación
originaria”.
se encuentra allí reposando como una suerte de espada de Damocles, dispuesta a caer sobre
los que erosionan la base económica de la dominación capitalista. Este proceso es inherente y
continuo dentro del capitalismo, incluso en su fase “madura” (De Angelis, 2011).

La acumulación originaria en Inglaterra: Revisión crítica a partir del Estatuto de


Merton.

El estatuto fue promulgado en 1236 por Enrique III, hijo de Juan sin Tierra, como resultado
de la asamblea que se llevo adelante en Merton y al cual asistieron otros representantes del
poder feudal, desde el arzobispo de Canterbury hasta los condes y barones de Inglaterra.
Particularmente, analizaremos el artículo cuatro del documento, en el cual se establece como
acuerdo la posibilidad de apelar a un jurado en caso de verse limitados los derechos sobre el
espacio comunal. Como señalan López Rasch y Mir (2011), la importancia de esta fuente,
poco estudiada por los especialistas del período, radica en que puede tratarse de una
“manifestación jurídico-política de la temprana presencia de cercamientos” (p.252). El
contenido del documento adquiere mayor significado si tomamos en cuenta que el siglo XIII,
caracterizado por el crecimiento económico y demográfico, se manifiesta en Inglaterra con un
auge de la producción ganadera, vinculada a la exportación lanera, este contexto general sin
dudas influyó en el dictamen del estatuto. El principal problema al analizar el artículo cuatro
es su ambivalencia porque, si bien establece el derecho a apelar a un jurado en caso de verse
despojado del usufructo del comunal, no queda del todo claro a que grupo favorece esta
medida. Existen diversas posiciones al respecto, hay quienes, como en las interpretaciones
tradicionales, ven en el estatuto una avanzada de los señores sobre la tierra de uso comunal,
otras posturas como la de Le Goff y sobre todo Duby, matizan a la visión anterior al señalar
que también otros sectores fueron beneficiarios, como los campesinos enriquecidos. Desde un
punto de vista totalmente rupturista, Fossier, señala que el estatuto representa una estrategia
de la monarquía para poner freno a las aspiraciones de la nobleza sobre el comunal. Por su
parte, Dyer, propone que en realidad el estatuto por un lado habilitaba a los señores a cercar
las tierras del comunal, aunque imponía ciertos límites (López Rasch y Mir ,2011).

Si contrastamos esta fuente con el análisis de Marx sobre el proceso de acumulación


originaria en Inglaterra, cuya expresión cúlmine es la legislación parlamentaria del siglo
XVIII, nos encontramos con que el Estatuto de Merton posee un carácter distinto a la
“legislación sanguinaria” de los Tudor y los que les siguieron. Podemos pensar que, para el
siglo XIII, en el marco de las relaciones sociales de producción imperantes, la expropiación,
más que a sangre y fuego, por el contrario, se llevó a cabo por “acuerdos” entre expropiadores
y expropiados. Cabe aclarar que estos arreglos respondieron a las directrices económicas del
siglo XIII y fueron impulsados por algunos sectores del campesinado y la aristocracia, los
cuales vieron en la producción lanera un negocio prometedor. En última instancia, el proceso
de acumulación originaria no solo se encuentra determinado por factores extraeconómicos,
sino que también responde a lógicas productivas y comerciales. Esta idea, vislumbra la
complejidad del proceso de cercamiento y plantea ciertos problemas a resolver en
investigaciones futuras.

Bibliografía:

Da Graca, Laura (2009). Poder político y dinámica feudal. Procesos de diferenciación social
en distintas formas señoriales. Valladolid: Universidad de Valladolid. Selección: pp. 201-238.

De Angelis, Massimo (2011). “Marx and primitive accumulation: The continuous character of
capital's enclosures”, en The Commoner, N° 2, pp. 1-22, http://www.thecommoner.org.

Kautsky, Karl (2015) La cuestión agraria. Edición digital de la Marxist internet archive
(MIA). http://www.marxists.org. Selección: Capítulo VII.

Lenin, Vladimir Illich (1972). El desarrollo del capitalismo en Rusia. Santiago de Chile:
Quimantu. Selección: capítulo II

López Rasch, Juan Cruz y Mir, Lucio (2011). “Cercamientos y derechos comunales en la
Inglaterra del siglo XIII: un abordaje historiográfico en torno al Estatuto de Merton (1236)”,
en Trabajos y Comunicaciones, 2da Época, N° 37, pp. 251-260.

Marx, Karl (2014) Antología. Buenos Aires: Siglo veintiuno editores, Selección: Capítulo
XXIV.

Fuentes analizadas:

El Estatuto de Merton (1236). Documento disponible únicamente para uso interno del
seminario Seminario de grado y postgrado: La economía agraria de Castilla e Inglaterra en
perspectiva comparada (siglos XIII-XIV). Traducción, edición y notas realizadas por Juan
Cruz López Rasch (2017).

También podría gustarte