Está en la página 1de 3

El ser humano desde el principio de la creación se ha visto en la necesidad de

satisfacer sus necesidades, por tal sentido el trabajo es un hecho social que sacia esta
necesidad bien sea material, moral o intelectual de la sociedad y la justa distribución de las
riquezas para garantizar una vida digna junto a sus familias, es por ello que en nuestro país
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ha desarrollado una serie de
derechos y deberes que regulan el trabajo de todo aquel que hace vida en el territorio
nacional, de ella se desprenden una serie de lineamientos que han permitido la creación de
otras leyes, normas y reglamentos que regulan cada acto que se desarrolla como producto
de la interacción de los miembros de la población venezolana.

Estas ideas son igualmente expresadas y desarrolladas de una manera más clara en
la LOTTT que en su artículo 18 contiene los principios sobre los cuales se fundamenta el
derecho al trabajo: justicia, solidaridad, progresividad, realidad, protección, formas de
interpretación de la Ley y garantías para evitar la explotación por parte de los patronos
hacia sus trabajadores sea cual fuere su condición y relación, principios que serán vigilados
por los funcionarios designados y competentes en materia laboral a fin de evitar que sean
violentados o desviados de sus propósitos fundamentales.

Al igual que en otros aspectos de la cotidianidad el derecho al trabajo debe procurar


basarse en el principio de la igualdad o equidad de género es decir que se prohíbe todo tipo
de discriminación por razones de edad, raza, sexo o condición social que no se desacredite
la ley asimismo se prohíbe el trabajo de adolescentes en labores que puedan afectar en
cualquier forma su desarrollo integral, por lo tanto cualquier acto del patrono o patrona
contrario a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela o a esta Ley es nula y
no genera efecto alguno, asi como también es nula la irrenunciabilidad de los derechos
laborales, acuerdo o convenio que implique la renuncia de estos derechos aun cuando el
trabajador o la trabajadora hubiese declarado su conformidad con lo pactado;

Para que pueda existir una relación de trabajo deben existir tres elementos fundamentales:
Prestación personal de un servicio, Sujeción y remuneración que en este caso es el
trabajador bajo dependencia ya que es toda persona natural que presta servicios personales
bajo la sujeción de otra persona natural o jurídica, que da a cambio una remuneración esta
no se debe ver afectada por lo ajeno a posibilidades económicas de su lugar de trabajo él
debe continuar percibiendo su remuneración y sus beneficios de la manera en que estaba
estipulado en el contrato laboral, además a esto es importante mencionar que la relación de
trabajo debe ser voluntaria es decir que nadie podrá impedir el trabajo a los demás ni
obligarlos a trabajar contra su voluntad, asimismo la legislación venezolana también
describe al trabajador no dependiente que es aquel que trabaja por cuenta propia, no
depende de ningún patrono y está protegido por la seguridad social. Asimismo en el
artículo 37 menciona que otra clase de trabajador es el de dirección ya que este puede
intervenir en la toma de decisiones de la entidad pues también tiene el carácter del patrono
frente a otros trabajadores; por otro lado está el obrero que en el predomina el esfuerzo
manual y está presto a preparar y vigilar el trabajo de los demás.

Seguidamente el patrono o empleador puede ser natural o jurídica que a diferencia


del trabajador solo puede ser persona natural, es el segundo sujeto la relación jurídico-
laboral, responsable de las cargas laborales ya que tiene a su cargo uno o más trabajadores
bien sea por cuenta propia o ajena, que realizan sus actividades en empresa,
establecimiento, explotación o faena; el patrono debe tener uno o varios representantes que
según el Art 41 se considera representante del patrono o de la patrona toda persona natural
que en nombre y por cuenta de éste ejerza funciones jerárquicas de dirección o
administración o que lo represente ante terceros o terceras, es decir que serán consideradas
como representante del patrono, aunque no hayan recibido mandato expreso por ello todos
los directores, directoras, gerentes, administradores, administradoras, jefes o jefas de
relaciones industriales, jefes o jefas de personal, capitanes o capitanas de buques o
aeronaves, liquidadores, liquidadoras, depositarios, depositarias y demás personas que
ejerzan funciones de dirección o administración se considerarán representantes del patrono
o de la patrona aunque no tengan poder de representación, y obligarán a su representado o
representada para todos los fines derivados de la relación de trabajo.

Según el Art 48 el patrono tiene prohibido la tercerización, es decir contratar


servicios que sean de carácter permanente dentro de las instalaciones de la entidad de
trabajo es decir un contratista (que son aquellas personas naturales o jurídicas que mediante
contrato se encargan de realizar obras o servicios con sus propios recursos y trabajadores
bajo su dependencia, pero no es considerado un intermediario) o contrataciones por medio
de un intermediario, así como también los contratos fraudulentos destinados a simular la
relación laboral, mediante la utilización de formas jurídicas propias del derecho civil o
mercantil para evadir las obligaciones derivadas de la relación laboral

Finalmente luego de un detenido análisis del tema podemos concluir que el trabajo
como un hecho social está regido por un conjunto de normas legales que le dan forma y
permiten su desarrollo a través del cumplimiento de los deberes y la exigencia de los
derechos. Para ello se hace necesario que cada una de las partes que actúan se comprometa
en la observancia de lo establecido tanto en las leyes y reglamentos como en los contratos y
convenciones a que hubiere lugar. No podemos olvidar que existen valores fundamentales
(igualdad, respeto, equidad, etc.) que sirven como base para soportar la relación
trabajador(a)-patrón(a) y sin los cuales sería casi imposible mantener la misma. Finalmente
se debe considerar que el trabajo y el derecho al mismo constituyen una base fundamental
para la satisfacción de un importante número, casi la totalidad, de necesidades humanas
(psicológicas, fisiológicas, materiales, morales, etc.) tanto individuales como grupales.

También podría gustarte