Ocio Recreacion y Consumo Cultural Desde PDF

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
Campus Guadalajara
8 de mayo de 2014
Ocio, recreación y consumo cultural

desde la visión tapatía
JUAN PABLO FERNÁNDEZ JIMÉNEZ
Juan Pablo Fernández Jiménez Ocio, recreación y consumo cultural desde la visión tapatía
Ocio, recreación y consumo cultural desde la visión tapatía
Índice de contenidos
Introducción 2
Conceptos clave 3
- Ocio 3
- Recreación 4
- Consumo cultural 5
La ciudad de Guadalajara y los tapatíos 7
- Guadalajara 7
- Los tapatíos 8
Las industrias culturales y creativas 9
Las ICC y el consumo cultural en Guadalajara 10
- Las universidades 11
- Música 12
- Cine y artes escénicas 14
- Artesanías 15
- El software de ocio 16
- Lugares de recreación en Guadalajara 17
Interés político y cívico en el consumo cultural 18
Visión espiritual religiosa del ocio e ICC en Guadalajara 20
Conclusión 22
Bibliografía 24
1
Introducción
El presente trabajo de investigación y de reflexión tiene la intención de profundizar en el
conocimiento académico de las industrias culturales y creativas. Este ensayo forma parte de
una investigación más grande cuyo objetivo es evaluar el impacto de las industrias
culturales y creativas del cine y el software de ocio en el bienestar de las localidades:
Shanghái, Kioto y Guadalajara. La evaluación mencionada pretende ofertar herramientas
para la óptima toma de decisiones respecto a este tema de creciente importancia cultural,
social y económica, que las instituciones políticas, en los distintos niveles de gobierno y en
las distintas localidades que se enumeraron, han de tomar.
Particularmente, este ensayo desarrollará un estudio sobre la visión general en la ciudad de
Guadalajara, Jalisco, respecto al ocio, la recreación y el consumo cultural. Este estudio
comparte también el objetivo de la investigación citada en el párrafo anterior, es decir,
evaluar el impacto de las industrias culturales y creativas en el bienestar de las personas.
Para lograr una evaluación trascendente, el estudio abarcará en su investigación las
visiones: formativa (perspectiva desde la educación laica en Guadalajara); espiritual,
religiosa (tanto en las personas como en las instituciones religiosas de ciudad); la visión
cívica, social y legal; la visión económica (valoración en cuanto a productividad); así como
algunas visiones alternativas, como por ejemplo la visión de las subculturas urbanas de
Guadalajara o la perspectiva de género.
Esta investigación tiene el ánimo de contribuir con la actual búsqueda de nuevos y
alternativos caminos para el desarrollo y el bienestar de las personas, las comunidades y las
naciones, inspirados en la urgencia de tener un mundo mejor con un desarrollo incluyente
que impulse la creatividad, la cultura y las artes apoyando el necesario crecimiento
sostenible que necesita la comunidad internacional.
El estudio del tiempo de ocio y de recreación se refiere al comportamiento de las personas
en su tiempo libre, que es cuando tienen una gran oportunidad de demostrar quienes son, y
esto lo hace atractivo. El tiempo libre es en nuestra sociedad tapatía, como en la mayoría de
las ciudades en occidente, una recompensa del trabajo y se habla de él en tonos de triunfo y
de disfrute. El ocio se ha mezclado también con el concepto de libertad, uno de nuestros
valores cívicos. Entre la gente educada se relaciona el tiempo libre con la buena vida y se
usa este tiempo para demostrarle a los demás quienes somos. La cuestión aquí es la relación
que se da entre el tiempo de ocio y el consumo cultural. En la medida en que la gente se
dedica más al trabajo en los servicios que en la manufactura, (tendencia en los países
desarrollados) nos aproximamos a un estilo de vida con más ocio. Se sabe que la gente
tiene ratos de ocio, ¿pero sabemos cuánto de este tiempo es consumo cultural? ¿Qué estatus
tiene realmente el tiempo libre y el ocio en Guadalajara? ¿Es Guadalajara un lugar de
industrias culturales y creativas, y de consumo cultural? ¿Las actividades que comúnmente
se realizan en el tiempo libre, como el cine o los videojuegos, son culturales? Estas
preguntas forman parte de la inspiración con la que se escribe esta investigación, que
propone respuestas a las mismas y a muchas otras.
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Además, el tiempo de ocio está teniendo un valor comercial, y hay muchas maneras en las
que esto se aprovecha, las industrias culturales y creativas están en crecimiento. Esto es un
hecho que pocos consideran pero que es de importancia, tanto para la industria como para
el gobierno y para la vida de las personas. Las industrias culturales y creativas relacionadas
con el ocio aportan a la economía local y su desarrollo, así como al bienestar de las
personas que hacen uso de ellas. Las personas que hacen uso de su tiempo libre con
recreación cultural se aportan beneficios no ellas solas sino también a una economía y a un
desarrollo sostenible.
Conceptos clave
Es necesario para la correcta comprensión de esta investigación conocer las definiciones
generales, y hablar un poco también, de los términos más importantes del tema: ocio,
recreación y consumo cultural, para poder manejarlos y trabajarlos de la mejor manera.
Ocio
El ocio es definido por la Real Academia Española como: cesación de trabajo, inacción o
total omisión de la actividad; tiempo libre de una persona; diversión u ocupación reposada,
especialmente en obras de ingenio, porque estas se toman regularmente por descanso de
otras tareas; obras de ingenio que alguien forma en los ratos que le dejan libres sus
principales ocupaciones. Tal vez a alguien ayude a comprender el sentido que se le da en
este estudio a la palabra ocio su traducción al idioma inglés: leisure.
El término ocio deriva etimológicamente del latín otium, y en las antiguas Grecia y Roma
tuvo un significado positivo. Es sabido que Cicerón caracterizaba al hombre auténtico por
el “otium cum dignitate”, pues a su juicio el hombre auténtico es aquel que dispone de ocio,
es decir, que se puede dedicar a ocupaciones libres, agradables para él y creadoras, y goza
de un nivel económico y social adecuado. En Grecia se usaba el vocablo skolé para ocio
(interesantemente la misma palabra de la que se deriva escuela), en opinión de Aristóteles
trabajamos para tener skolé, o sea, para poder ocuparnos libremente a aquellas ocupaciones
que nos gustan y suponen el despliegue y desarrollo de nuestro espíritu (Gran Enciclopedia
Rialp, 1979).
El ocio, siendo que es una realidad en la vida de las personas, ha sido estudiado y tiene su
trayectoria histórica. Comenzamos ya a hablar de Cicerón y Aristóteles respecto al ocio,
diciendo que puede ser considerado positivamente. Ahora, para seguir con la línea
evolutiva de ocio hay que avanzar hasta la Edad Moderna. Al comienzo de la Edad
Moderna, el predominio de los valores utilitarios y económicos y la visión del trabajo
entendida casi exclusivamente como capacidad del hombre de dominio dio lugar a que
pasara a primer plano el aspecto negativo del ocio, considerándolo como pereza,
inactividad, esterilidad, hasta llegar a una concepción del trabajo que sólo reconoce sentido
al ocio en cuanto a descanso y reparación de fuerzas únicamente para realizar un trabajo
más intenso (Gran Enciclopedia Rialp, 1979), podemos decir que el ocio tiene ya un sentido
pragmático.
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Sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial se produjo un hecho significativo

respecto al ocio, que fue, una disminución apreciable del tiempo de trabajo para cubrir las
necesidades materiales, con el consiguiente aumento del tiempo libre y empezó a existir la
visión de que este proceso de aumento en el tiempo de ocio continuaría. Se reparó
nuevamente la significación positiva del ocio en sus potenciales valores personales y a
promover su utilización de manera creadora y formativa. Tenemos entonces un regreso a la
concepción clásica del ocio (Gran Enciclopedia Rialp, 1979). Pero también sigue existiendo
en el lenguaje corriente una noción peyorativa hacia el ocio de pereza e inactividad. El
sociólogo Joffre Dumazedier refleja este retorno con una nueva definición de ocio: “el
conjunto de operaciones a las que el individuo puede dedicarse voluntariamente, sea para
descansar o para divertirse, o para desarrollar su información o su formación desinteresada,
su voluntaria participación social o su libre capacidad creadora, cuando se ha liberado de
sus obligaciones profesionales, familiares y sociales.”
Con base en esta definición podemos afirmar pues estos aspectos sobre el ocio: 1) Supone,
en todo caso, actividad, y de hecho puede estar constituido por casi todas las actividades
humanas. Este aspecto lo distingue ya de la inactividad, más no del trabajo, pues según las
circunstancias una misma actividad puede ser ocio o puede ser trabajo. 2) Es un ejercicio de
actividades libre en dos sentidos: su ejercicio se lleva a cabo durante el tiempo libre
después del cumplimiento de las obligaciones de un individuo; y es esencial que se trata de
actividades libremente elegidas. Entonces el ocio no es ni trabajo ni otro tipo de actividad
obligatoria.
Por otro lado, el ocio presenta también un aspecto esencial en cuanto a lo social, pues
además de ser una necesidad fundamental en el hombre que convive socialmente, el ocio
como tal constituye una función básica de la sociedad. En la sociedad existen soluciones
para atender esta necesidad. Y son actividades realizadas por lo general en unión con los
demás, se aprenden culturalmente y se ejercitan usando organizaciones sociales
correspondientes (Gran Enciclopedia Rialp, 1979).
Recreación
Para esta palabra la Real Academia Española tiene la siguiente definición: acción y efecto
de recrear; diversión para alivio del trabajo. Siendo recrear: divertir, alegrar o deleitar. La
primera definición de la RAE para recrear es: crear o producir algo nuevo, esta definición
que no nos corresponde totalmente pero apoya la idea de que los inventos son producto del
tiempo libre, más esto no sucede tan evidentemente. Nos podemos dar cuenta gracias a
estas definiciones que se da por hecho que para haber recreación hay primero trabajo.
También podemos resaltar acción y efecto, pues resulta sugerente decir que si se da el
fenómeno recreativo concretado en una acción habrá un efecto, que bien puede ser positivo.
Entonces, recreación no debe entenderse solamente como diversión, alegría o deleite, sino
también como crear o producir algo genuino. Con este punto de vista los recursos y las
posibilidades comerciales se convierten en medios y no en un fin en sí mismo (como podría
ser otro tipo de ocio). La vivencia de un Ocio como re-creación, como re-creador de vida en
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quien lo experimenta es por su esencia un Ocio compartido, una apertura hacia lo otro
(Franco, Clavija).
Diferente al término ocio, la recreación tiene pocas connotaciones negativas, por ejemplo
en el ambiente escolar de Guadalajara es común que al tiempo de descanso entre clases se
le llame recreo. La recreación sí que es una forma de aprovechar el tiempo. Otro ejemplo
que sustenta lo anterior es que en el informe Deporte, recreación y juego de la UNICEF, la
recreación es considerada como una alternativa para el desarrollo humano en los niños,
argumentando que influye positivamente en el desarrollo físico y mental (UNICEF, 2004).
El mismo informe argumenta que mediante la recreación, junto con el deporte, los
adolescentes de ambos sexos aprenden a pensar críticamente y a emplear su criterio para
solucionar problemas.
Recreación en el buscador remite enseguida a institutos, secretarías y oficinas, muchas
gubernamentales, de distintos estados del país. Curiosamente muchas veces recreación y
juventud están unidos. Esto hace pensar en el esfuerzo gubernamental por canalizar el ocio
de la juventud en recreación, y esto tiene sentido, pues el concepto recreación una vez más
se relaciona con un valor social. Siendo el tiempo libre una posible causa del acercamiento
de las personas hacia los diferentes vicios que se pueden dar, es un asunto importante y de
interés gubernamental. Durante el festival organizado en el marco de la celebración del Día
del Niño en el Zoológico Guadalajara, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval
destacó que “la recreación de las niñas y los niños es un derecho de primera importancia,
así como tener una familia y el acceso a la educación” (Prensa, Gobierno de Jalisco, 2013).
Consumo cultural
El consumo cultural es el gasto o la inversión en bienes culturales por parte de la población
consumidora, es decir, del usuario de los bienes culturales, que pueden ser bienes
producidos por la industria cultural y creativa, o bien, otro tipo de actividades culturales
como la asistencia a recintos culturales (cine, teatros, museos, zonas arqueológicas),
lectura, exposición de medios audiovisuales, equipamiento cultural, uso del tiempo libre, el
turismo cultural, gasto en artesanías; compra de música, libros y películas .
Según la Encuesta Nacional de Consumo Cultural de México, del INEGI, el consumo
cultural es definido como los gastos realizados por los integrantes de los hogares en
distintos aspectos del ámbito cultural (2012).
El mercado cultural (donde se ofertan los bienes culturales) y del consumo cultural dentro
del mismo mercado es "un fenómeno nada coyuntural de simbolización creciente de la
producción para el consumo". Los objetos (bienes culturales) son portadores de un valor
socializado por el consumidor, por la gente, y que ellos simbolizan identidades,
comportamientos, distinciones de todo tipo. "El mercado es, por tanto, una instancia de
socialización. Al lado de la familia, la religión y las naciones, modela la personalidad de los
hombres. Su influencia es planetaria, y se desdobla en la marcha de la modernidad-mundo.
El espacio del mercado y del consumo se tornan así lugares en los cuales se engendran, y
comparten, patrones de cultura" (Bisbal, 2001).
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El antropólogo y crítico cultural argentino Néstor García Canclini define al consumo

cultural como "el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el
valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos estos
últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica" (Ortega Villa, 2008).
Respecto al estudio del consumo cultural, Luz María Ortega Villa, en su ensayo Consumo
de bienes culturales: reflexiones sobre un concepto y tres categorías para su análisis del
año 2008, concluye que existe el error de “considerar el consumidor como individuo
aislado, y que se hace evidente en las innumerables encuestas realizadas, tanto por
instancias gubernamentales como por instituciones académicas, que inquieren sobre las
actividades de consumo únicamente de quienes responden al cuestionario, y dejan fuera los
procesos por los cuales tomaron la decisión de efectuar dicho consumo o las interacciones
que inciden en la decisión final.” Por eso, Ortega en el final de su ensayo invita a “hacer
más larga la lista de posibilidades, de miradas, de colaboraciones que, desde cualquier
campo de estudio, hagan posible comprender cada vez más el consumo (o no consumo) de
bienes culturales.” Así que podemos decir que hace falta profundizar en el estudio del
consumo cultural, a pesar de que existan numerosas encuestas y estudios de mercado, pues
se necesitan diferentes enfoques de análisis para comprender mejor este fenómeno.
***
Habiendo definido estos tres conceptos, podemos construir la siguiente consideración (base
en esta reflexión), que sería una propuesta desde el idealismo y que plantea una visión del
uso del tiempo libre que podría así influir en el desarrollo y bienestar de las personas: El
ocio debe cumplir la importante función humana de facilitar la distensión y expansión
gozosa del individuo, su progreso físico, intelectual y moral y hacer posible la expresión de
los dones y dotes individuales en realizaciones personales y creaciones originales. Dar
satisfacción a la necesidad de regocijo, expansión, despliegue y comunicación del ser
humano y a través del ejercicio de la recreación se contribuya a la realización del hombre
según su ideal.
Respetando el valor de la libertad de las personas y la decisión arbitraria del uso de su
tiempo libre, en una sociedad funcional, el ocio debe ser la oportunidad del consumo
cultural, favoreciendo la recreación de las personas para promover su bienestar y su
desarrollo intelectual y cultural, tanto de las personas como de la comunidad. Sin embargo
existen visiones productivistas, cívicas, religiosas o de otra índole que toman su postura
frente al ocio, el consumo cultural y el uso del tiempo libre que son de necesaria
consideración para poder plantear propuestas democráticas en torno al consumo cultural
que influyan correctamente en la toma de decisiones. Es por esto esencial la investigación
respecto a las mencionadas visiones que existen en la sociedad para entender y proponer en
cuanto al consumo cultural.
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La ciudad de Guadalajara y los tapatíos

Guadalajara
Guadalajara es una ciudad mexicana ubicada en el occidente del país. También es conocida
como “la Perla Tapatía” o “la Perla de Occidente” debido a su belleza y a su clima benigno.
Es la capital del estado de Jalisco y es la segunda ciudad más poblada de México, con más
de 4.600 millones de habitantes para el 2014, según la proyección del Censo de Población y
Vivienda 2010 (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI). Sus habitantes son
conocidos como tapatíos, aunque guadalajarense es el gentilicio oficial.
La zona conurbada de Guadalajara, también llamada Zona Metropolitana de Guadalajara
(abreviado ZMG), se extiende por ocho municipios, que en orden de mayor a menor
población son: Guadalajara, Zapopan, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco de
Zúñiga, El Salto, Ixtlahuacán de los Membrillos y Juanacatlán (Gobierno de Jalisco, 2013).
Los primeros seis son considerados municipios interiores, mientras que a los últimos dos se
les llama municipios exteriores.
Guadalajara es sin duda el conglomerado urbano más importante de la entidad de Jalisco.
Guadalajara ha tenido una relevancia histórica en Jalisco como el centro político de la
entidad, así como el centro económico. Por esta razón, los municipios de la Zona
Metropolitana de Guadalajara tienen la ventaja de ser prioridad en cuanto a financiamiento
conjunto entre los gobiernos municipales y estatales para proyectos de urbanización
(Gobierno de Jalisco, 2013). Podemos también señalar que la ciudad de Guadalajara
comparte con México una realidad de contrastes, es una ciudad con gran desigualdad, pues
encontramos áreas de pleno confort así como pobreza alimentaria.
La Zona Metropolitana de Guadalajara es “la segunda aglomeración del país en términos de
intercambio comercial y una de las primeras en el volumen de su producción industrial”
(Gobierno de Jalisco, 2013). La industria jalisciense, concentrada en Guadalajara es de gran
importancia en el occidente del país. Las principales actividades económicas son la
industria manufacturera, el comercio y los servicios personales y de mantenimiento. En los
últimos años se han establecido empresas manufactureras del área electrónica y cibernética,
dato interesante para nuestra investigación que se desarrollará más adelante.
La cultura en Guadalajara y en el Estado de Jalisco es considerada como una de las más
fuertes en América Latina, pues la ciudad tiene, aunada al apoyo gubernamental, una
grandísima agenda cultural así como un patrimonio cultural e histórico realmente vasto,
estos factores le dan a la ciudad un auténtico prestigio internacional. Guadalajara fue
nombrada Capital Americana de la Cultura en 2005 (Capital Americana de la Cultura,
2014).
Guadalajara tiene, como decíamos un patrimonio cultural amplio, con mucho folklore. El
tequila, el mariachi y la charrería no son precisamente de la ciudad de Guadalajara, pues
son originarios de las regiones cercanas, dentro de Jalisco, pero son expresiones culturales
que caracterizan a la ciudad. Otra expresión cultural antigua y de mucha fama en
7
Guadalajara es el Jarabe Tapatío, que fue bailado por primera vez en 1790, sus sones y sus
peculiares pasos conocidos como el “zapateado” son auténticos de esta región (Mexico
Travel Club). La riqueza culinaria de Jalisco es también importante, un ejemplo de un
platillo famoso es la torta ahogada. Guadalajara cuenta con edificios antiguos y coloniales
muy conocidos, como el Teatro Degollado, el Hospicio Cabañas (neoclásico y declarado
patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1997) y la Catedral de Guadalajara. La
identidad de Guadalajara ha aportado parte de su imagen iconográfica a México, tenemos el
ejemplo del mariachi, que le da al mundo entero una idea de la música mexicana.
Los tapatíos
Los habitantes de la Perla de Occidente comparten muchas cosas con los demás mexicanos,
pero como sucede con los habitantes de cada ciudad de la república, los de Guadalajara
tienen sus características que los hacen distintos y especiales en muchos sentidos. Desde
principios del siglo XIX se le llama tapatío al habitante de esta ciudad. Pero tapatío no sólo
se emplea para la persona natural de Guadalajara, sino que también es el adjetivo de las
cosas que son de la ciudad, como por ejemplo el jarabe tapatío, el seminario tapatío, el cielo
tapatío, etc. Quizás la expresión más conocida es la de los “ojos tapatíos”, que se usa para
describir los ojos de las mujeres de Guadalajara, que son grandes, expresivos, bonitos y con
pestañas grandes. Las mujeres tapatías son generalmente consideradas muy bonitas y es un
orgullo para muchos ciudadanos, “cuando se habla del estado (Jalisco), se hace referencia a
la hermosura de sus mujeres” (Vizcarra, 2013). Incluso culturalmente, los ojos tapatíos
tienen su lugar, pues han inspirado muchas canciones de artistas mexicanos famosos, como
Pedro Infante. “La textura étnica de Guadalajara se compone sobre todo de los mestizos,
pero existe una población grande de criollos. Hay también una población importante de
Indígenas” (Tapatíos.com). Muchas familias son tapatías desde muchas generaciones atrás,
pero la ciudad ha crecido principalmente por la llegada de personas de otros estados de la
república, muchas veces en busca de oportunidades.
Gracias a mi personal experiencia de ser tapatío durante diecinueve años y de lo que se
puede leer en los blogs y distintos sitios en internet, así como de los conceptos generales
que tenemos como sociedad tapatía podemos agregar algunas otras cosas: que a los tapatíos
nos gusta reunirnos con familiares, amigos y compañeros frecuentemente, asistir a fiestas,
donde no será raro encontrar tequila. Antes que asistir a actividades culturales para el
tapatío están las fiestas, pero esto no quiere decir que la cultura no tenga su importancia,
como se seguirá viendo en este trabajo. La pasión por el fútbol es intensa, por los equipos
locales: Atlas, Tecos, los Leones Negros de la UDG y las Chivas, que es el equipo más
popular; y también por la selección nacional. El gusto por la comida local es casi general,
pero hay una presencia importante de restaurantes y tiendas de comida de otros países,
especialmente comida italiana, oriental (japonesa y china), y la comida rápida estilo
norteamericano. Ocasionalmente los tapatíos gustan de comida más sofisticada,
especialmente porque muchas veces es de buen “estatus” social comer en ciertos lugares.
Por las características de la ciudad, muchos ahorran especialmente por conseguir un
automóvil, si es que no se tiene aún. Los tapatíos muchas veces se consideran amables y
cariñosos. Suele decirse que el tapatío es muy sentimental o que se ofende fácilmente.
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También suelen ser poco directos cuando se expresan de los demás, acostumbran decir que
sí a los compromisos, aunque muchas veces no pueden ni quieren comprometerse. Los
tapatíos han generado un conjunto de significados en algunas palabras distinto al del
castellano de diccionario, como el famoso “ocupar”, que junto con el acento “cantadito”,
caracterizan parte de la forma de ser del tapatío.
Las industrias culturales y creativas

Las industrias culturales y creativas son un actor principal en el consumo cultural, nuestra
propuesta para el ocio, pues además del usuario cultural, o demandante, se necesita la
oferta, entonces nos encontramos con las industrias culturales y creativas (ICC). Es
necesario tener una noción de qué son y a qué se dedican.
Las industrias culturales abarcan la producción y comercialización de formas culturales que
tienen valores simbólicos y elementos expresivos. La industria cultural puede desarrollarse
en ámbitos tan amplios como la misma cultura: música, arte, libros, moda y diseño,
industrias mediáticas, cine, etc. En los países en desarrollo esta industria se concentra más
en artesanías y gran variedad de manualidades, este fenómeno beneficia a la población
artesana y es un detonante de empoderamiento y de ingresos. Todas estas producciones
culturales tienen un significativo valor económico, por supuesto, pero también un profundo
significado social y cultural. Las industrias culturales, después de décadas de ser
consideradas instrumentos de legitimización de las sociedades capitalistas, que
mercantilizaban el arte para generalizar un concepto de cultura nacional capitalista, pasaron
a ser consideradas ya como proveedoras de beneficios a la sociedad y después al concepto
actual que ya se expuso (Creative Economy Report, 2013).
Las industrias creativas, por su parte, tienen incluso un rango más amplio en tipos de
producción, pues incluyen los bienes y servicios de la industria cultural, más los de las
industrias que dependen de la innovación, innovación que puede necesitar muchos tipos de
investigación y de desarrollo del software. Los trabajadores de este rubro económico son en
su mayoría parte de la considerada “clase creativa” de la sociedad. Existen distintos
sistemas de clasificar a las industrias creativas, pero podemos mencionar las siguientes
clasificaciones principales que se encuentran en los distintos sistemas que nos pueden dar
una idea del campo de acción de la industria creativa: la literatura, la música, las artes
escénicas, las artes visuales, la publicidad, el cine y cortometraje, la televisión y el radio,
los videojuegos y los juegos para computadoras, el software, la arquitectura, el diseño y la
moda, y cualquier otra industria que requiera como materia prima la creatividad (Creative
Economy Report, 2013).
Según el Reporte de economía creativa del 2013 (Creative Economy Report 2013) de la
UNESCO, es cada vez mayor la proporción de recursos intelectuales y creativos del mundo
que se están invirtiendo en las en las industrias culturales. El mismo reporte sentencia que
la economía creativa está siendo un poderoso transformador del mundo hoy en día. Es uno
de los sectores de la economía con más rápido crecimiento en el mundo, no sólo en cuanto
a la generación de ingresos, sino también en la generación de empleos y ganancias en
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exportación para muchos países. La UNESCO afirma que los beneficios de la economía
creativa sin duda van más allá de los económicos.
Las ICC y el consumo cultural en Guadalajara

Parece que la oferta y el consumo cultural en la ciudad son generales, es decir, abarcan
todos los tipos de arte y expresiones culturales, desde las artes plásticas hasta las modernas,
incluyendo la producción de software de ocio. También nos damos cuenta que el usuario
cultural no se diferencia de cualquier ciudadano, lo que significa que los usuarios culturales
pertenecen a cualquier tipo de ciudadanos. En distintos grados, toda la sociedad tapatía
participa de las industrias culturales y creativas, no se excluyen tampoco las edades ni
menores ni mayores en esta realidad social que es el consumo cultural. Aunque después de
lo investigado no es aventurado afirmar que probablemente el universitario es el usuario
cultural más abierto (a distintos tipos de cultura) y más activo en la participación del
consumo cultural. Los actores que participan de esta actividad son tanto del ámbito público
como del privado, de ambos lados se expresa un interés por el consumo cultural, interés que
puede entrar en lo económico, en lo formativo, en lo espiritual, o en lo social, incluso la
apertura al consumo cultural tiene que ver con un interés en el bienestar de los usuarios y
de la sociedad en su conjunto.
Mencionando primero un poco sobre las acciones por parte del ámbito público, la
Secretaría de Cultura de Guadalajara cuenta con catorce bibliotecas, dos teatros, cuatro
escuelas de música, siete centros culturales y ocho museos (Secretaría de Cultura
Guadalajara, 2013). Esto demuestra el interés de las secretarías de gobierno en mantener e
impulsar la cultura en la ciudad de manera activa. Sin embargo, el sector privado es un gran
contribuidor a la cultura en el estado, ya sea que su interés en el ramo cultural sea
únicamente por negocio o que sea un verdadero interés o compromiso cultural y
patrimonial por las costumbres de nuestro estado. Se ha encontrado que las universidades
son muy activas en la producción y distribución de artes y actividades culturales que
enriquecen Jalisco. La mayoría de ellas cuentan con divisiones o grupos estudiantiles
enfocados en la actividad cultural. Gremios empresariales como la Cámara Nacional de
Comercio de Guadalajara sostienen eventos, premiaciones y actividades culturales. En
Guadalajara se cuenta con un centro de software que produce entretenimiento cultural por
medio de empresas de animación digital. Más adelante se hablará más sobre estos
emprendedores digitales y sus negocios.
Jalisco es lugar de grandes eventos culturales, tales como la Feria Internacional del Libro, y
otros variadísimos encuentros de artistas en festivales que muchas veces cuentan con
carácter internacional. Se observa esto en los festivales de cine o danza entre muchos otros.
Algunos otros ejemplos de los eventos de talla mundial que le aportan a Guadalajara
algunos de sus atributos culturales son: el Encuentro Internacional del Mariachi y la
Charrería, la Muestra Internacional de Danza, el Festival Internacional de Cine en
Guadalajara, entre muchos otros. Guadalajara muestra una muy dinámica oferta de eventos
audiovisuales, como lo es el festival de cine mencionado, un evento importante para
nuestro análisis que expondremos más adelante. Muchos de estos eventos son organizados
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por parte de las universidades de la ciudad, todas las grandes universidades muestran un
interés activo por promover y consumir bienes culturales.
La maestra Pille Kustala, directora de la carrera en negocios internacionales del
Tecnológico de Monterrey, asegura que Guadalajara, a pesar de no ser en sí misma
reconocida por su oferta cultural en el escenario internacional, pues más bien los elementos
culturales de Jalisco y Guadalajara se atribuyen generalmente a México como país, sí es
una ciudad con los consumidores culturales suficientes para atraer casi todas las giras de
conciertos, circos, festivales de música y otros eventos culturales (2014). Esto quiere decir
que la derrama económica tapatía respecto al consumo cultural atrae a la industria cultural y
creativa global.
Universidades
Por parte de la educación universitaria, como se mencionó, hay un gran aporte a la
producción cultural y a la incentivación de su consumo. La educación universitaria pública
parece ser la que aporta más en este sentido, su comunidad estudiantil es mayor, y también
lo es su producción. La Universidad de Guadalajara hace contribuciones culturales en los
ámbitos de: cinematografía, danza, literatura, música, teatro, etc. La cartelera cultural tiene
una oferta amplia de eventos, que llegan a un público grande utilizando salas y escenarios
de capacidad importante en la ciudad como el Teatro Diana, el Teatro Experimental de
Jalisco y el Teatro Vivian Blumenthal. Estas actividades no se limitan a dirigirse sólo a la
comunidad estudiantil UDG, sino que llegan a los ajenos a la universidad, como por
ejemplo con los talleres de baile folclórico para menores de edad y muchos otros eventos
abiertos al público, como las obras de teatro, los concursos de cortometraje, los talleres y
clubs de lectura, concursos de cuentos, etc. La UDG ofrece al público el Cineforo
universitario, donde se tienen proyecciones culturales y educativas como por ejemplo la
Muestra Internacional de Cine (Cultura UDG, 2013). El evento más importante organizado
por esta universidad es sin duda la Feria Internacional del Libro, de la que se hablará más a
detalle. La Universidad de Guadalajara tiene vínculos especiales con instancias públicas
como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Conaculta y los museos, como el
de paleontología y el Museo de Arte de Zapopan. Estas significan importantes ventajas y
recursos para la universidad.
La FIL (Feria Internacional del Libro), ejemplo máximo de difusión y consumo cultural en
Guadalajara, es la “mayor reunión del mundo editorial en español… que cuenta con más de
1,932 casas editoriales” (FIL, 2014), y es la segunda del mundo también en cuanto a
presencia editorial, después de la Feria del Libro de Fráncfort en Alemania. Atrae a cientos
de miles de tapatíos y a participantes de otros estados de la República e incluso a
extranjeros, en 2013 fueron 750,987 los asistentes a la FIL. Los visitantes de la FIL tienen
acceso lo mejor en producción literaria y artística de todo el mundo y especialmente del
país invitado que cambia en cada edición de la FIL. La FIL hace cada año entregas de
premios que tienen el propósito de distinguir y promover la calidad literaria. Esta feria
organiza también gran variedad de foros, tanto literarios como académicos, así como
debates e incluso actividades musicales.
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Por otro lado, las universidades privadas también invierten en la cultura. Tenemos en
primera instancia al Tecnológico de Monterrey (Campus Guadalajara), que es, dentro de las
universidades grandes de la ciudad, una de las de más reciente fundación, 1977, aunque
bien se sabe que la estructura universitaria del Tecnológico de Monterrey tiene mucha más
tradición. La vocación del Tecnológico de Monterrey no tiene que ver, claramente, con las
artes y con la cultura, sino que son otros los atributos de este instituto, como los negocios y
las ingenierías. Sin embargo, en el campus Guadalajara se concentran grandes actividades
culturales. Tenemos por ejemplo al Grupo Estampas de México, este grupo estudiantil
realiza puestas en escena de bailes folclóricos mexicanos y ha logrado destacar en la escena
internacional. El grupo folclórico ganó la máxima presea en el 5th International Folk
Dances Festival Dukat Fest 2012, en Bosnia-Herzegovina. Este grupo tiene la visión de
preservar la cultura tapatía y mexicana y verdaderamente ha representado a México de
manera notable (Tecnológico de Monterrey, 2012). El Tecnológico de Monterrey también
cuenta con un importante grupo de ensamble, que realizan musicales y obras de teatro.
La directora de la carrera de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, la
maestra Zazil Romero, afirma que algunos tipos de consumo cultural tienen un carácter
formativo en la universidad, especialmente cuando ayudan a los estudiantes a enterarse de
realidades que existen, más no en su realidad cotidiana. Esto inspiró una actividad muy
interesante en el campus, que es la Muestra Cultural Indígena, en donde se trabaja con
artesanos indígenas mixtecos, otomíes, huicholes y wixáricas, para presentarles a los
alumnos las artesanías de sus respectivas culturas. Esta es también una oportunidad para
apoyar a los artesanos, no sólo con la venta de sus artesanías, sino también con capacitación
de negociación y financiera. Zazil señala también la responsabilidad que tienen las
universidades para cuidar y conservar los íconos de nuestra cultura, como el tequila y el
mariachi, usándolos en el correcto contexto donde se pueda apreciar su sentido cultural, que
se ha perdido. De igual manera la maestra explica que el intercambio cultural al que los
alumnos del Tecnológico tienen acceso por los muchos intercambios con universidades del
extranjero es una oportunidad educativa que complementa la formación de los alumnos,
pues de esta manera se aprende a conocer y a respetar (2014).
Las demás universidades importantes de Guadalajara, como el ITESO, la Universidad
Panamericana, la Univa, la Universidad del Valle de México y la Universidad Autónoma de
Guadalajara muestran también un programa cultural activo, donde los estudiantes son los
protagonistas en la mayoría de las ocasiones, lo que provoca un ambiente cultural atractivo
y tan variado como las ideas y actividades que vienen de los estudiantes. Sin duda, desde un
punto de vista formativo, el consumo cultural es importante para una formación
profesional, pues tal es el esfuerzo de las universidades de gran prestigio de la ciudad. Pues
el consumo cultural es una forma para cultivar el aprendizaje y para practicar la expresión,
dos aspectos esenciales para la formación de un universitario.
Música
En Guadalajara están presentes, evidentemente, varios eventos musicales y otros festivales
de música. Estos van desde los tradicionales hasta la música contemporánea. Como se
12
mencionó, los conciertos y giras que llegan a la ciudad son de talla internacional, si un
artista visita el país, difícilmente no pasará por Guadalajara. Se comprueba fácilmente esto
consultando los calendarios de conciertos de la empresa OCESA Jalisco y analizando el
negocio de venta de boletos. Los lugares para conciertos y espectáculos musicales son de
tallas impresionantes, pues son proporcionales al gusto de los tapatíos por estos eventos, se
hace uso incluso de estadios de fútbol para tener espacio para el público.
“El Auditorio TELMEX es uno de los espacios para espectáculos más importantes de
América Latina. Ubicado en la Zona Metropolitana de Guadalajara, es parte del proyecto
cultural más ambicioso y trascendente de la Universidad de Guadalajara. Fue inaugurado el
1 de Septiembre del 2007” (Auditorio TELMEX). Este grande complejo, con capacidad
para un público de casi 9,000 personas, forma parte del proyecto de Desarrollo Cultural
Universitario, pero se tienen también instancias privadas de promoción cultural por medio
de espacios para espectáculos, como la Arena VFG. La Arena VFG tiene una capacidad de
hasta 15,000 personas, los espectáculos musicales que ya han tomado lugar en la arena
tienen que ver con conciertos musicales de todo género e incluso exhibiciones de orquesta
(Arena VFG). El éxito de las giras y conciertos en la ciudad se da gracias a la asistencia del
público tapatío y de los alrededores, esto propicia la inversión en complejos
multimillonarios como en los edificios ya mencionados.
Es el Teatro Degollado la casa de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, este conjunto musical
que es representativo de la entidad ofrece al público en general entradas a disfrutar de los
ensayos de la orquesta y eventos distintos, como charlas sobre apreciación musical.
Además ofrecen conciertos especiales de verdadera calidad musical en muchas fechas. “una
estricta disciplina ha conformado una agrupación que garantiza la excelencia técnica y la
homogeneidad de sonido, esenciales en un variado repertorio que incluye las obras más
ambiciosas de los siglos XX y XXI” (OFJ). Es interesante conocer el Grupo de Amigos de
la Filarmónica, quienes tienen el propósito de “seguir promoviendo la cultura musical de
nuestro Estado.” Por medio de este grupo se apoya de distintas maneras a la orquesta.
Se habló ya del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, este evento lleno de
folclore y tradición promueve la cultura jalisciense de un modo bastante atractivo por
medio de la música que le da una identidad en el mundo al país entero. Este encuentro tiene
distintos eventos durante su programa de oferta cultural, unos gratuitos y otros con venta de
boletos. El Encuentro tiene como objetivo “Fungir como promotor de rescate de nuestras
tradiciones y cultura, así como propiciar la activación de la derrama económica al comercio
organizado, a través de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Guadalajara”
(Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, 2014). Este evento cuenta con la
presencia de personalidades de relevancia en el marco artístico, cultural, político nacional e
internacional.
Como parte del movimiento cultural tapatío, tenemos que Guadalajara es una de las
ciudades con más consumidores de música electrónica y vanguardista, la ciudad ha sido
llamada la “Capital electrónica de México”, pues es sede de muchos eventos de este género
(guadalajaraguadalajara.com). Tenemos un ejemplo muy interesante de oferta de música
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electrónica en el Bar Américas, uno de los lugares más importantes dentro de este ámbito:
“Bar Américas nace el 16 de noviembre del 2002 y desde su inicio hasta la fecha se ha
preocupado por el crecimiento de la escena electrónica en Guadalajara. A lo largo de los
últimos 5 años han desfilado personalidades que logran tendencias globales. Creando una
red de comunicación con festivales, clubs, y artistas de múltiples nacionalidades, con el fin
de posicionar a Guadalajara en el mapa de la escena electrónica mundial. Actualmente los
artistas tapatíos residentes de Bar Américas, son tomados en cuenta por festivales y los
mejores clubs del mundo, logrando residencias en Berlín, Londres, España y el interior de
la república mexicana” (Bar Américas, 2014).
Cine y artes escénicas
Respecto al cine, en Guadalajara hay mucha actividad. Para marzo del 2014, la empresa
Cinépolis trabaja con 192 salas de exhibición de películas en la ciudad, que es la segunda
ciudad con más salas de esta compañía internacional, después de la Ciudad de México.
Cinépolis tiene un reconocido servicio estelar, llegan las películas más importantes de la
industria del cine internacional, especialmente de Hollywood. La ciudad de Guadalajara,
sin embargo, tiene la desventaja de ser poco competitiva en cuanto a la diversidad las
compañías cinematográficas que se disputan su mercado de consumidores culturales, pues
del total, Cinépolis abarca 86.36% del mercado (a diferencia del 66.23 % nacional),
mientras la empresa Cinemex controla el 13.37%, dejando únicamente 0.27% para otros
cines.
También Cinépolis, al igual que su competencia, Cinemex, apoyan la cultura local
prestando sus salas y servicios a eventos como el Festival Internacional de Cine de
Guadalajara o, más recientemente, en noviembre del año pasado se apoyó a el Festival
Internacional de Cine Tercer Milenio, que tiene como objetivo promover un cine cultural
sobre valores universales “aquellos que hacen que el hombre sea más auténticamente
hombre” (Festival Internacional de Cine Tercer Milenio, 2013). Las instalaciones del
complejo Expo Guadalajara se prestan también para realizar exposiciones de cine artístico y
cultural, lo mismo con otras salas de exhibición, como son el Auditorio Charles Chaplin, el
Cineforo de la Universidad de Guadalajara, el Auditorio Telmex, el Teatro Estudio Diana,
la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola” y el Museo de Arte de
Zapopan. La mayoría de las anteriores son sede del Festival Internacional de Cine de
Guadalajara, evento que es “un acontecimiento cultural de gran relevancia para la ciudad y
para el país como uno de los escaparates para la apreciación, difusión, promoción y
distribución del cine mexicano e iberoamericano. (…) Es el festival más sólido de
Latinoamérica con una oferta para la Industria Cinematográfica que le ha permitido
posicionarse en el ámbito nacional e internacional. Es un foro para la formación,
instrucción e intercambio creativo entre los profesionales, críticos de la cinematografía
internacional y estudiantes de Iberoamérica.” (FICG).
El maestro Diego Zabala, doctor en cine documental y colaborador del FICG, afirma que el
cine es como la “tarjeta de presentación” de la cultura de un país, y no es diferente con
México. Mucho de lo que en el mundo se conoce de nuestro país viene de las imágenes e
14
ideas transmitidas por las películas mexicanas, los luchadores son un claro ejemplo. El cine
es sin duda una herramienta de difusión, divulgación y transferencia cultural que nos
permite conocer y dar a conocer. Los tapatíos conocemos mucho del mundo gracias al cine,
tanto cultural como comercial. Aunque es realmente un debate si el cine comercial puede
considerarse como cultural, pero lo que sí logra el cine es transmitir información
globalmente y esto puede hacer que se comparta una “cultura” global y se generan patrones
culturales (2014).
Hablando de los Tapatíos, Diego expone que se trata de un público difícil y exigente, que
“se siente cosmopolita”. Para el cine mexicano, se tiene la desventaja de que los tapatíos
sienten una cierta desconfianza hacia el cine nacional. Esto se puede explicar desde la triste
realidad de que, históricamente, ha habido muy poco contexto jalisciense en el cine
mexicano y en Guadalajara, el público no está acostumbrado a las historias tapatías, esto
implica un reto para la producción cinematográfica en la ciudad, pues actualmente en
Guadalajara es arriesgadísimo hacer una producción que requiera de gran inversión .
Un gran despliegue de las artes escénicas en la ciudad de Guadalajara se da en los distintos
teatros. Los teatros en Guadalajara son de muy distintos estilo arquitectónicos y enfocados
en distintos tipos de entretenimiento cultural. Tenemos entre los más importantes al Teatro
Degollado, el Teatro Diana, el Teatro Experimental de Jalisco, el Teatro Auditorio del
Ángel y el Teatro Estudio Cavaret. El centro cultural Teatro Diana es “un espacio dedicado
a la promoción y exhibición de manifestaciones artísticas locales, nacionales e
internacionales”, este teatro trabaja para fomentar y fortalecer el desarrollo cultural de la
región, se reciben artistas y grupos de reconocimiento internacional y también es
plataforma de importantes producciones universitarias. El Teatro Diana fue adquirido por la
Universidad de Guadalajara en el año 2001 (Teatro Diana, 2011). Tenemos también giras
de circos de clase mundial que visitan la ciudad regularmente.
Artesanías
Las artesanías típicas del estado Jalisco le dan a Guadalajara cierta fama y producen
ingresos de turismo y especialmente a familias no tan acomodadas como las que se dedican
a la venta de artesanías en el municipio de Tonalá. Las artesanías en este municipio son
muy variadas, encontramos trabajos hechos a base de cerámica, barro, vidrio soplado,
metal, papel maché, pinturas, etc. Son especialmente apreciadas las cerámicas artesanales
típicas de estilo Tonalá. Esta actividad es tan importante para la ciudad, tanto
económicamente como culturalmente que nos encontramos esfuerzos importantes en favor
de la difusión del consumo de estos bienes por parte de instancias gubernamentales. Se
expondrá más adelante el proyecto de un centro internacional de artesanías en Tonalá.
En el Mercado Libertad, mejor conocido como San Juan de Dios, se pueden conseguir a
precios muy accesibles artesanías tradicionales y contemporáneas, así como videojuegos,
películas y software de entretenimiento. En este lugar pocas veces se respetan los derechos
de propiedad intelectual, pues se practica mucho la piratería, sin embargo este mercado es
un punto de acceso a muchos bienes culturales muy importante en la ciudad. Otro lugar
15
importante donde se pueden conseguir bienes culturales es el Tianguis Cultural, que

funciona los sábados frente al parque Agua Azul, al sur del centro histórico de Guadalajara,
aquí de igual manera es fácil encontrar negocios ilegales sin embargo, “David de Anda,
presidente de la asociación civil del Tianguis Cultural, refirió que en este espacio hay
alrededor de 500 comerciantes cada sábado, de los cuales, 80% sí acata los lineamientos
municipales para la comercialización de obras artísticas y productos culturales, mientras
que 20% restante no los respeta” (El Informador, 2013). Existen otros tianguis de este tipo
que ofrecen bienes culturales en la ciudad, como el Tianguis del Sol.
El software de ocio
No se ha definido aún el software de ocio de manera clara. El software es todo el conjunto
intangible de datos y programas de la computadora, la Real Academia Española lo define
como un “conjunto de programas, instrucciones y reglas informáticas para ejecutar ciertas
tareas en una computadora.” Podemos decir que abarca sobre todo a los programas que la
computadora utiliza para llevar a cobo sus acciones, así como aplicaciones y juegos de
video. El software de ocio es aquel cuyo fin es el entretenimiento, su uso no forma parte de
las actividades necesarias de una persona, sino que es una opción para ocupar el tiempo
libre. El software de ocio es diferente a un software desarrollado para realizar tareas de
distinta utilidad, generalmente más práctica. Existen empresas dedicadas casi
completamente a la elaboración de esto, nos puede sonar por ejemplo la empresa japonesa
Nintendo, que se dedica a la creación de entretenimiento interactivo.
Las tendencias globales de jóvenes y niños a invertir un tiempo importante al uso de
videojuegos es un tema de interés económico, sociológico, psicológico y educativo
principalmente, mas no se ha explorado a profundidad su dimensión cultural. El usuario del
software de ocio construye un conocimiento específico tremendamente completo sobre una
actividad digital con una trascendencia aparentemente tan limitada como el mismo software
o los softwares parecidos. Sin embargo, el conocimiento que da el uso del software da
ciertas habilidades importantes al usuario que le ayudan a relacionarse socialmente y puede
ser prestigiado en una sociedad y ser incluso alguien culto dentro de una sociedad que usa
como entretenimiento principal el software, así mismo, estas habilidades inciden en la
realización personal del usuario. También tenemos el factor de que el uso de ciertos tipos
de software da al usuario una identidad cultural dentro de una sociedad, y el individuo se
identifica con su participación en el software. Existen grupos pequeños, pero ya
subculturas, que su identidad se basa en un tipo de software de ocio, al igual que hay
grupos que su identidad es un género de música o de arte. Puede ser de interés visitar la
página de internet subcultura.es, donde se puede observar una comunidad digital se
identifica y entretiene en el ambiente los videojuegos y la animación propia de este
software.
En fin, ya que tenemos una idea del software de ocio y algunas implicaciones culturales y
sociales, podemos hablar de su importancia en Guadalajara. El software de entretenimiento
y su realidad tapatía pueden conjugarse en el prometedor proyecto de Ciudad Creativa
Digital (se prevé que generará alrededor de 31 mil empleos) en Guadalajara, que sería la
16
primera en México y en América Latina y que nace de una iniciativa de gobierno federal,
por parte de la Secretaría de Economía y ProMéxico. La empresa consultora Accenture y el
Instituto Tecnológico de Massachusetts aseguran ver en Guadalajara el potencial creativo y
digital, pues fue seleccionada como la mejor urbe en cuanto a ventajas competitivas,
además la creación de software es una de las industrias de medios que está creciendo más
en la ciudad (Milenio, 2014). Realmente es un proyecto financieramente atractivo, pues son
más de cincuenta las empresas interesadas en la Ciudad Creativa Digital, según un artículo
del Informador (2014), se revela además que los corporativos interesados son de origen
estadunidense, canadiense y europeo. El objetivo del proyecto es hacer un complejo de
desarrollo de media digital de clase mundial y es una piedra angular en la agenda mexicana
de crecimiento económico (Ratti, Carlo). Ciudad Creativa Digital está siendo diseñada para
expandir la producción de la industria creativa que abracará: cine, televisión, publicidad,
videojuegos, animación digital, multimedia interactiva y aprendizaje en línea.
***
En Guadalajara la oferta y la demanda cultural es todavía más extensa. Fuera de la FIL, la
oferta de actividades literarias es muy grande, desde el ámbito puramente público tenemos
ejemplos como la Feria Municipal del Libro de Guadalajara, las bibliotecas públicas en
Guadalajara son igualmente importantes, las universidades privadas tienen también
importantísimos almacenes de libros. Muchos negocios de bienes culturales se encuentran
en varias zonas la ciudad, un ejemplo ilustrativo es la avenida Chapultepec. El centro de la
ciudad tiene innumerables tours y visitas guiadas para conocer el patrimonio cultural de
Guadalajara. En cuanto a pintura y demás artes plásticas, no podemos olvidar a los
muralistas que dan fama a los edificios históricos tapatíos, ni tampoco a los pintores y
escultores que Guadalajara que hoy en día, comunican la cultura tapatía al mundo.
A pesar de esta riqueza ya descrita, el Estado de Jalisco no obstante su fama nacional e
internacional, bien merecida, de ser un Estado lleno de cultura, folclore y arte, cuenta con
una pobre organización en cuanto al acceso de información cultural. Eventos y empresas
culturales están muy presentes en Jalisco, sin embargo carecen de observación y
seguimiento por parte de los sectores públicos supuestamente interesados en el fomento y
protección de la actividad cultural (Fernández, Juan Pablo, 2013).
Lugares de recreación en Guadalajara
La sociedad tapatía conoce bien los lugares para recreación en su ciudad, hay destinos
sencillos y accesibles y otros que requieren hacer una planificación más elaborada, así
como hay destinos públicos y otros en los que hay que pagar por el acceso. Fuera del cine y
los tipos de entretenimiento cultural mencionados ya, existen muchas maneras en
Guadalajara para aprovechar el tiempo libre. Existen muchos parques donde se puede pasar
un tiempo con la familia, hacer deporte, descansar, etc. En la ciudad son famosos los
parques: Agua Azul, El Centinela, el Metropolitano, Solidaridad y el bosque Los Colomos.
Es usual que en el poniente de la ciudad las colonias cuenten con pequeños parques y
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muchas áreas verdes, mientras que en el oriente, fuera del parque Solidaridad, es difícil
encontrar parques seguros y en buen estado.
Otras atracciones son el Zoológico de Guadalajara, a las orillas de la barranca de Huentitán
(lo que le da unos paisajes muy hermosos), cuenta con muchas especies y actividades
interesantes de aprendizaje y entretenimiento. Selva Mágica es el parque temático de la
ciudad. El Trompo Mágico es un museo interactivo del gobierno del estado de Jalisco para
los niños y jóvenes que busca que éstos aprendan y adquieran habilidades a través de
exhibiciones y actividades lúdicas. Los centros comerciales son lugares importantes de
esparcimiento: Galerías, Andares, la Gran Plaza, Plaza del Sol, el Centro Magno, entro
muchos otros. Hay zonas en la ciudad que por su oferta cultural son frecuentadas por
mucha gente durante sus tiempos libres, como la avenida Chapultepec y el Centro
Histórico.
Para los tapatíos con un nivel económico alto durante vacaciones y tiempos libres, como los
fines de semana, los destinos más populares son el lago de Chapala, el pueblo de Tapalpa
en la sierra, las playas Manzanillo (en Colima) y Puerto Vallarta, entre otros. Chapala a
principios del siglo XX comenzó a ser un destino para el descanso de las familias más
acomodadas, fueron estas familias las que empezaron el desarrollo de la Villa de Chapala,
se invirtió en las muchas posibilidades de recreación que hay en el lago, comenzando en el
pueblo de Chapala y ya últimamente hacia los poblados de Ajijic y Jocotepec (Casillas de
Alba, 1994). También es muy común que los tapatíos tengan familiares en pueblos
cercanos dentro del estado y los visiten frecuentemente.
Interés político y cívico en el consumo cultural

Algunos sostienen que el bienestar social es parte de la responsabilidad del estado
constitucional. Y teniendo que el consumo cultural aporta al bienestar, podemos decir que
el estado debe fomentar el consumo cultural en sus ciudadanos, y de hecho, sí lo quiere
fomentar. Según el exalcalde de Bogotá, Colombia, Enrique Peñalosa “la gente
experimenta más su miseria en su tiempo libre”. Esta afirmación es muy sugerente, pues
tiene mucho sentido: durante su trabajo la gente tiene “qué hacer”, sin embargo, si su
situación económica no es suficiente como para que en el tiempo libre la persona y su
familia puedan pasar ratos de esparcimiento y recreación, como otros pudieran, en lugares
especializados para el entretenimiento, dignos y seguros, se pasará la tarde o el fin de
semana frente a la televisión o en cualquier otra actividad a la que el verdadero ocio pudiera
conducir.
Es interés público que para todos los ciudadanos, y esto es un reto para la democracia,
existan lugares signos y seguros de posible esparcimiento, donde existan la convivencia
familiar y oportunidades para la realización personal; así como lugares de acceso a una
enculturación benéfica, que entretenga y cultive de forma activa a los ciudadanos de
cualquier condición. “Hay que hacer una ciudad para la gente, con aceras, con espacios
peatonales, con parques, con excelente transporte público, con belleza”, explica Peñalosa.
“Me decían que era un decorador de ciudad y no me importa. ¿Por qué no usar los mejores
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arquitectos, por qué no hacer obras que enaltezcan el ser humano, que reflejen que el ser
humano es sagrado?” (2011). Además de la simple urbanización, podemos complementar
las ideas de Peñalosa agregando espacios culturales en la ciudad, para hacer que el tiempo
de la gente tenga la oportunidad de rendir y que la ciudad cumpla también con la función de
proporcionar descanso, recreación y aprendizaje en sus habitantes.
Los intereses políticos del estado se objetivan en acciones ejecutadas por sus dependencias
y secretarías, que son el lugar donde la verdadera burocracia trabaja para aterrizar proyectos
gubernamentales y aplicar lo legislado. La Secretaría de Cultura del estado Jalisco (SCJ) es
una dependencia del Gobierno de Jalisco. Para conocer un poco a esta secretaría podemos
empezar por un fragmento de lo que dice su misión: “la Secretaría de Cultura del Estado de
Jalisco articula el papel clave y estratégico que tienen las artes, la creatividad y las
industrias del sector cultural y creativo, en el desarrollo incluyente, mejorando
sensiblemente el impacto social de las actividades artísticas y culturales en Jalisco. La
Secretaría de Cultura difunde y preserva las diversas expresiones simbólico-identitarias y
los valores patrimoniales de Jalisco; fomenta la profesionalización de los creadores y las
industrias culturales; promueve la participación y organización ciudadana alrededor de
actividades culturales y garantiza el acceso democrático a las múltiples expresiones y
corrientes estético-artísticas” (2013). La SCJ tiene también la concepción de que la cultura
es detonador para la disminución en “la desigualdad en la sociedad y generar tejido social”.
Contrastando la misión de la Secretaría de Cultura con los servicios que en la realidad se
brindan podemos observar que existe la estructura para lograr sus objetivos y aportar a la
cultura del estado. La SCJ trabaja con: servicios de bibliotecas, con material físico y en
línea; recintos culturales, disponibles para uso público con un formato de solicitud; edición
y publicación de obras literarias; presentación de grupos artísticos institucionales; apoyo de
opinión técnica o intervención en inmuebles con valor artístico; estímulos a proyectos
culturales, como concursos y premiaciones; la Escuela de Artes de la secretaría, donde se
dan cursos de formación e iniciación artística; etc. (SCJ, 2014). Esta secretaría incide en
todos los municipios del estado, pero al analizar sus programas culturales nos damos cuenta
que principalmente actúa en los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara,
desgraciadamente, a pesar de su sección de transparencia en su página web, no quedan
claros los gastos de la SCJ en cada municipio. Sus actividades abarcan manifestaciones
culturales que tienen que ver con exposiciones, música, cine, literatura y artes escénicas
(danza y teatro) (SCJ, 2014).
Podemos ver, como se expuso ya, que las universidades aportan cultura de manera
importante en la ciudad, siendo la UDG la que lo hace de mayor manera. Sin embargo,
desde un punto de vista objetivo y dejando atrás lo simplista, no puedo considerar las
aportaciones culturales de la UDG como aportaciones del gobierno de estado por el puro
hecho de que esta universidad sea pública. La UDG es también autónoma y tienen un plan
de desarrollo propio pues la universidad tiene su propio Consejo General Universitario, y
actividades y eventos culturales son más que nada provenientes de iniciativas estudiantiles.
“La Universidad de Guadalajara es la Red Universitaria del Estado de Jalisco, pública y
autónoma” dice la misión de la UDG (2014).
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Es reciente la noticia, 2 de mayo de 2014, sobre la construcción de un centro internacional

de artesanías en Tonalá, anunciado por el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval,
como proyecto municipal, en conjunto con la alcaldía de Tonalá. Se trata de un punto de
venta y exhibición de artesanías típicas del municipio, Jalisco y México, con el que se
pretende generar turismo y empleo (Milenio). Esta iniciativa, junto con muchas otras, hace
notar el interés gubernamental sobre la cultura y en este caso se demuestra, además de la
preocupación por la conservación de un patrimonio cultural, el interés por la derrama
económica que una actividad como esta puede generar. Se puede considerar esta acción
como una preocupación por el bienestar de los ciudadanos, apoyándolos desde una
perspectiva cultural. Como esta iniciativa, se pueden citar otros ejemplos, el Trompo
Mágico es uno que puede ser referente en este esfuerzo del estado por brindar acceso a la
enculturación y a un sano esparcimiento. El proyecto de la Ciudad Creativa Digital
manifiesta también el interés gubernamental por esta producción cultural.
Visión espiritual religiosa del ocio e ICC en Guadalajara

Guadalajara fue Católica en su fundación: “Guadalajara nació de la voluntad de un grupo
de católicos laicos que decidieron establecerse en este lugar, allá por el año de 1542, luego
de intentar fundar su ciudad en otras partes de la región” (Arquidiócesis de Guadalajara,
2014). Y es ahora una ciudad donde la misma religión es la predominante, actualmente el
Seminario de Guadalajara es de los más grandes e importantes del mundo católico, existe la
universidad católica de Guadalajara y muchas escuelas, hospitales, albergues y orfanatos
atendidos por la Iglesia Católica. El 95% de la población en Jalisco es de religión católica
(INEGI, 2000). A pesar de esto, Guadalajara es reconocida por su apertura a distintas
religiones, pues la religiosidad de sus habitantes atrae a cristianos de distintas
denominaciones y a religiones no cristianas. La iglesia de la Luz del Mundo, que ahora
cuenta con más de cinco millones de fieles en el mundo, comenzó en Guadalajara y ahí
mismo se encuentra su sede actual. Sin embargo, por cuestiones de influencia y por
acaparar la inmensa mayoría de los ciudadanos, nos enfocaremos más en la Iglesia
Católica.
“Todos los pecados – me has dicho – parece que están esperando el primer rato de ocio. ¡El
ocio mismo ya debe ser un pecado!” (Escrivá). “La ociosidad enseña muchos males” (Eccli.
XXXIII, 29). La religión católica, predominante en la ciudad, en su doctrina más pura
sostiene que la ociosidad trae graves consecuencias al hombre, pues le impide
perfeccionarse, debilita el carácter, espolea la concupiscencia y abre el campo a muchas
tentaciones. Por otra parte, existe un sentido cristiano del trabajo, además de ser necesario,
es un medio de santificación y un lugar que el cristiano debe santificar y establecer ahí el
Reino de Cristo (En el Camino del Amor, 1989). Lo anterior es tomado de un documento
del Opus Dei, que habla sobre la santificación del trabajo, de un fragmento de las Sagradas
Escrituras y del libro Camino, escrito por el fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá.
Ha sido la santificación del trabajo el espíritu y el carisma que ha acompañado a esta
institución de la Iglesia Católica que es el Opus Dei (presente en Guadalajara desde los
años sesenta) desde su fundación. Aquí se observa la importancia que tiene para el cristiano
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el trabajo, que es un medio de santidad, de apostolado y donde se le da gloria a Dios. Por

otra parte, el ocio es relacionado con conductas pecaminosas, que apartan de la amistad con
Dios. Sin embargo, no se puede ubicar a la Iglesia Católica en una postura en contra del
consumo cultural ni del tiempo libre.
La Iglesia Católica tiene el imperativo de velar por la santidad de sus fieles, "Dios quiere
que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1ª Timoteo
2:4), “Id por todo el mundo y prediquen el Evangelio” (Mateo 28, 16-20). Por lo tanto está
en deber de la institución promover la vida de santidad y proteger a los fieles del pecado.
Sin duda, el ocio, cuando se entiende, como es definido por los más prestigiados
diccionarios de la lengua y se expuso en el principio de este trabajo, como cesación de
trabajo, inacción o total omisión de la actividad (DRAE), sí que sería una oportunidad para
acercarse al pecado mucho más sugerente que durante la actividad. Esto no está en
desacuerdo con tener la oportunidad de hacer una actividad que requiera de menos esfuerzo
y sea reparadora, de hecho el Catecismo de la Iglesia Católica, en el punto 2194 afirma: “La
institución del domingo contribuye a que todos disfruten de un reposo y ocio suficientes
para cultivar la vida familiar, cultural, social y religiosa” (GS 67, 3). La Iglesia de muchas
maneras promueva la cultura, comenzando con su preocupación por la educación de las
personas de todos los tiempos, promoviendo lectura y escritura, incitando a conocer la
historia, a profundizar en la ciencia y en el conocimiento del hombre. Un ejemplo ilustrador
de esta preocupación de la Iglesia por el conocimiento puede ser la Pontificia Academia de
las Ciencias.
De igual manera la doctrina social de la Iglesia, además de exigir la compensación del
salario justo por el trabajo, también exige el tiempo de descanso para quienes trabajan,
como vemos en la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII: “Unido con la religión, el
descanso aparta al hombre de los trabajos y de los problemas de la vida diaria, para atraerlo
al pensamiento de las cosas celestiales y a rendir a la suprema divinidad el culto justo y
debido” (1891). Es durante el tiempo libre donde el cristiano puede manifestar mejor sus
actos de fe, como lo expresa la citada encíclica, y como leímos en el Catecismo, es
necesario un tiempo para alimentar la cultura y la vida familiar y social. Seguramente, la
Iglesia Católica no tendría problemas con ningún uso lícito del tiempo libre, que es
necesario. “Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). La doctrina social de la Iglesia
continúa afirmando la necesidad humana de cultura y recreación: “Con el fin de favorecer la
participación del mayor número de personas en la vida social, es preciso impulsar, alentar
la creación de asociaciones e instituciones de libre iniciativa para fines económicos,
sociales, culturales, recreativos, deportivos, profesionales y políticos, tanto dentro de cada
una de las Naciones como en el plano mundial” (Juan Pablo II).
***
Tomando en cuenta la riqueza en tradiciones y culturas le ha proporcionado la Religión
Católica a Guadalajara, la Iglesia aporta una buena parte de las actividades culturales y
consideradas tradicionales de la ciudad, como la Procesión de la Virgen de Zapopan. La
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Arquidiócesis, consiente del valor cultural de los edificios eclesiales, a pesar de que sean de
culto, permite la visita de quien quiera apreciar el arte arquitectónico o de los murales y
demás obras de arte sacro presentes en los templos. Simplemente aclaran: “Puesto que la
gran mayoría de las iglesias del Centro Histórico se mantienen abiertas al culto, la visita a
su interior exige silencio y respeto” (Arquidiócesis de Guadalajara, 2014). La Arquidiócesis
de Guadalajara cuenta con una Pastoral Cultural, formada por algunos de sus presbíteros,
cuya tarea es “difundir los principios cristianos en los ámbitos estudiantil, magisterial,
universitario y académico, sirviéndose de cursos, jornadas académicas, publicaciones y
medios de comunicación social”, esto se logra estudiando a la cultura y sus tendencias
actuales (Sección Diocesana de Educación y cultura).
Más que ofrecer bienes culturales, la Iglesia Católica comparte sus tradiciones, aunque la
religión sí aporta objetos que podrían considerarse como de la cultura local, como
escapularios, cruces, imágenes, tatuajes, etc. Por el lado de encontrar una postura de la
Iglesia en Guadalajara respecto al consumo cultural podríamos ahondar en lo mencionado
anteriormente: las actividades del tiempo libre que sean lícitas según la moral cristiana son
toleradas y las actividades culturales que acercan a las personas al conocimiento de la
religión y a la vivencia de su fe pueden ser promovidas. Como es el caso del Festival
Internacional de Cine Tercer Milenio, que es organizado por una parroquia de la ciudad y
promueve los valores cristianos, al mismo tiempo que la apreciación artística.
Conclusión
En la ciudad de Guadalajara encontramos una tendencia a practicar, apreciar y fomentar el
consumo cultural. Esta tendencia abarca a la mayoría de los tapatíos, aunque interpela a
pocos de manera total, es decir, son pocos los que se dedican a tiempo completo a la
cultura, desde su producción hasta su consumo. A partir de la investigación realizada,
puedo afirmar que fuera del creciente mercado del software de entretenimiento, son pocos
los emprendedores culturales que pueden ser exitosos en Guadalajara, pues es arriesgado y
poco redituable. Muchos grandes eventos culturales de la ciudad se sostienen gracias a
grandes estructuras que cuentan con presupuesto gubernamental, sólo la FIL consigue tener
un balance positivo. Por otro lado, como es de esperar, los espectáculos como conciertos
que llegan a la ciudad lo hacen después de un cuidadoso estudio, para asegurarse que será
rentable, que buenamente para los tapatíos resulta positivo. Mucha de la oferta cultural
como la de los circos se encuentra en la ciudad gracias a la disposición de los tapatíos para
gastar en asistir a las funciones, esta realidad es parte de las consecuencias de un sistema
económico de libre mercado, pero poco de esto es de procedencia de la producción o la
creatividad local.
Esta corta investigación, marzo – mayo de 2014 (que tuvo un pequeño avance en el
conocimiento del tema entre los meses septiembre – noviembre de 2013) fue suficiente para
generar una idea del consumo cultural en la ciudad y para comenzar a entender las posturas
y visiones que existen en la población respecto a esta realidad económica, social y cultural
que son las industrias culturales y creativas. Aunque se necesita conocer mucho más y
estudiar profundamente para comprobar las verdaderas causas, intereses e intenciones
22
detrás de todos los actores de las ICC de la ciudad, para comprender lo que se busca detrás
de esta actividad. Por lo menos conocemos ya de manera general como se desarrollan estas
industrias, su posición en la vida del tapatío, así como las preferencias de los usuarios
culturales y las actividades más importantes que tienen que ver con el consumo cultural.
Más que una investigación, esto pudo ser una breve recopilación de información que
permitió comprender ciertas realidades y hacer reflexiones críticas.
Podemos resumir lo expuesto sobre las distintas visiones tapatías respecto a nuestro tema
que: desde una visión económica, las ICC y el consumo cultural en Guadalajara han
generado flujo y prometen seguir haciéndolo, pero no en todos los ámbitos de las
expresiones culturales, desde la perspectiva local tapatía es difícil el emprendimiento y
desde una perspectiva extranjera lo tapatío genera expectativa y se llega a la inversión.
Sobre la visión tapatía respecto a lo formativo del consumo cultural y su
complementariedad en la educación, las universidades demuestran un interés fijo y en un
constante, aunque lento, incremento. El consumo cultural es una manera de conocer y darse
a conocer. Las oportunidades de comprender y respetar realidades externas se le atribuyen
al consumo cultural. Las universidades y muchos centros formativos han querido que la
expresión cultural sea una forma para los alumnos de aprender, de desenvolverse y de
superarse. Desde una perspectiva espiritual religiosa tapatía, y por parte de la Iglesia
Católica, encontramos más que un interés grande por promover el consumo cultural, un uso
interesado de los bienes culturales con fines religiosos y de evangelización, aunque
encontramos una postura más tolerante que opositora, además de una aportación notable a
la cultura y tradición local.
Personalmente, la perspectiva que encuentro más interesante y donde se necesita ahondar
más en entender el “deber ser” y construir un idealismo, es la del ámbito político. Desde
una perspectiva gubernamental existe un interés regularmente fijo en la conservación
cultural, en la educación cultural de las personas y en otorgar oportunidades para la
realización de ciertas necesidades culturales y de recreación a la población. Con se cuenta
con la imprescindible desventaja de la corrupción gubernamental que llega afectar al
subsidio cultural de una u otra manera. Creo que si se entiende la relación entre el consumo
y la recreación cultural con el bienestar de las personas no debería de haber trabas para
ofrecerle al ciudadano una ciudad digna de personas, personas con aspiraciones culturales y
a las que la cultura les hace tanto bien.
El tapatío tiene mucho y le falta mucho, tiene que conservar cultura y tiene que buscar más
cultura. Guadalajara merece una agenda y una oferta cultural aún más rica, digna de la
ciudad y de la región que ha aportado al país entero una identidad y un folclore únicos.
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