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EE
en Jacques Lacan
La formalización del lazo social
PNV
INCA Ey
Sostiene su práctica como
IE e e
ocEIioR
Docente de grado y de posgrado
e investigadora en la Facultad de
Psicología de la UNR.
Autora y coautora de los libros
TIEN AUN
CHANSoSER
lloMeloERES
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revistas especializadas.
Panelista y disertante en diversos
A
nales.
Este libro toma como base su
tesis de doctorado presentada en
la UNR en 2003.
Alicia Ruth Álvarez
Letra Viva
Álvarez, Alicia Ruth
La teoría de los discursos en Jacques Lacan: La formalización del lazo social.
- 1” ed. — Buenos Aires — Letra Viva, 2006.
240 p.; 23x 16 cm.
ISBN 250-649-141-0
9506491413
1. Psicoanálisis. |, Título
CDD 150.195
1.S.B.N.: 950-649-141-0
9506491413
ibida la reproducción total o parcial de esta obra bajo cualquier método, incluidos
a reprografía, la fotocopia y el tratamiento digital, sin la previa y expresa autorización
por escrito de los titulares del copyright.
Esta obra se terminó de imprimir durante octubre de 2006en los Talleres Gráficos
“Planeta Offset”, Saavedra 565, Ciudad de BuenosAires, Argentina.
ÍNDICE
sa-
183) El saber del analista correlativo a la práctica de discurso. El lugardel
ber. Sostén del discurso. Encarnarla apariencia. Aparien cia y Saber 165
El libro que Alicia Alvarez ofrece al lector es el producto de una larga, ri-
gurosa y productiva investigación, en particular sobre la teoría de los cua-
tro discursos. Tiene una fuente principal en su experiencia clínica así como
en el estudio minucioso de los textos teóricos, no sólo de Freud y de Lacan
sino también de otros autores de diversas disciplinas, entre ellos Descartes,
Kant, Marx, Deleuze, Foucault, Milner, Badiou.
El problemade lasrelaciones entre el psicoanálisis y la ciencia atraviesa
todoel texto de la autora. Ya Freud se preocupó por esta cuestión, en el con-
texto de su época, dando algunas respuestas que aún hoy son motivo de re-
flexión y crítica. Me refiero en primer lugar a su afirmación según la cual el
psicoanálisis debe ser ubicado en el campo de las ciencias naturales. Si digo
que se trata del contexto de su época es porque pienso que Freud necesita-
ba defender el carácter científico y, por lo tanto, su trasfondo de seriedad y
oponerse a quienes decían que no era más que un puro acto de charlatane-
ría u otra forma de la superstición, porque esa dignidad la otorgaba el pen-
samiento científico y en particular la física de la época.
En la Conferencia 35 de las Nuevas conferencias de introducción al psi-
coanálisis titulada “En torno a una cosmovisión” Freud compara la cosmo-
visión religiosa con la científica y, refiriéndose a esta última, expresa: “A pe-
sar de su actual inacabamiento y de las dificultades que le son inherentes,
ella sigue siendo indispensable para nosotros y no puede ser sustituida por
otra cosa. Es capaz de insospechados perfeccionamientos, imposibles para la
cosmovisión religiosa. Esta se encuentra acabada en todas sus piezas esen-
ciales; si fue un error, lo seguirá siendo para siempre. Por tanto, nada de lo
que se diga en menoscabo de la ciencia puede modificar el hecho de que in-
tenta hacer justicia a nuestra dependencia del mundo exterior real, mien-
tras quela religión es ilusión y debe su fuerza a su solicitación de nuestras
mociones pulsionales de deseo”.!
A
8 ALICIA R. ÁLVAREZ
Alicia Alvarez elabora aportes muy valiosos sobre los distintos aspectos
de la modalidad de escritura que propone Lacan para los discursos y plan-
tea interrogantes de peso en torno a las problemas fundamentales que se
abren con esta conceptualización, luego de analizar el tratamiento de lo real
en la ciencia, la significación del envés del psicoanálisis, los términos
, los
lugares y las operaciones de los discursos, la cuestión de la impotencia y la
imposibilidad, el arte de producir la necesidad de discurso, el lugar el dis-
curso capitalista en la ultramodernidad que caracteriza la subjetividad de
nuestra época.
Noes casual que este libro concluya con uno de los temas más cruciales,
si no el más importante,de la clínica en la actualidad, es decir el problema
del deseo del analista. Por ello el libro encuentra su culminación con un aná-
lisis de la apatía sadiana y el imperativo categórico kantiano.
La ética kantiana preanunciala ética del discurso capitalista porque esta
posición en la que cada unoestá solo con la ley nos advierte sobre el modo
en que ese discurso propicia que cada sujeto esté solo con su plus de gozar.
Enla posición kantiana cada uno está solo con la ley, con la formade laley,
como si esta manera de pensarla ética no hiciera lazo social.
Esta es la paradoja que despuésse refleja claramente de otra forma, pero
siguiendo la misma lógica, en el discurso capitalista: todos universa
lizados
en función del consumo que el mercado ordena pero cada unosolo con aque-
llo que hace apariencia de plus de gozar. Lo que el capitalismo siempre le
condenó al comunismo, es decir, la colectivización de los medios de produe-
ción, ahora reaparece en su propia estructura como unacolectivización de-
rivada de la proletarización de los individuos a causa del sometimiento a
los objetos de consumo del mercado que Lacan llamó “lathouses” o “letosas”,
objetos de consumo que prometen el bienestar inmediato. De esta manera,
cada uno encontraría prét-á-porté los objetos de goce en el mercado. Se tra-
ta de la proletarización de los sujetos que quedan convertidos así en indivi-
duos, es decir, sometidos a esta estructura en la cual cada uno queda en una
posición relativa a esa colectivización.
Los objetos de consumo del mercado funcionan con una particularidad:
no son sólo objetos de consumo sino también objetos que se ofrecen con la
pretensión de universalizar las condiciones de goce, es decir, como modelo
universal de satisfacción del goce.
Uno de esos productos de consumo se desprende del avance científico y
tiene particular importancia para el tema que nos ocupa: el psicofármaco.
Cada paciente es tratado como un ser anónimo ubicado en una masa don-
de cada uno es la imagen de un clon y puede ser medicado en consecuencia.
Pero también frente al cientificismo convertido en religión y frente a las cien-
12 ALICIA R. ÁLVAREZ
3" Elizabeth Roudinesco: ¿Por quéel psicoanálisis?, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2000,
pág. 16.
INTRODUCCIÓN
Unatopología de la transferencia
. 19
20 ALICIA R. ÁLVAREZ
La formalización
2. Lacan, q.: op. cit. Seminario VIM “La Transferencia”. Clase VI “La irrisión de la
esfera: Aristófanes”. Pag. 98.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 21
La dimensión histórica
3. Freud, £5.: Obras Completas. Traducción por Luis López Ballesteros. Vol. III “Aná-
lisis profano. Psicoanálisis y Medicina” Conversaciones con una persona impar-
cial (1926). Biblioteca Nueva. Madrid, 1983.
4. Freud, $.: en op. cit. “Nuevas Lecciones Introductoras al Psicoanálisis” “Lección
XXXV. El problema de la concepción del universo (Weltanschauung)”” (1933-32).
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 23
Práctica
5. Lacan, +.: op cit. Seminario XI “Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoa-
nálisis” Clase I “La excomunión”. Pág. 18.
Lacan, J.: op.cit. “La ciencia y la verdad” Escritos II.
>
Discurso
8. Nos apoyamos en la acepción más estricta del término estructura, la que tiene
en matemática. La estructura matemática es un conjunto de elementos cuales-
quiera, pero entre los que se definen una o varias leyes de composición. En ma-
temática, los elementos relacionados por estructuras son siempre símbolos, por
lo general, letras. De esta manera, las matemáticas aparecen comofúina sintaxis
cuya semántica está reducida al mínimo)
9. Lacan,y.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro” Clase II Del 20 de Noviem-
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 25
Extensión
13. Lacan, y.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase VI Del 4 de Mayo de 1962 . Pág. 122.
14. Desarrollaremos estas afirmaciones en el Capítulo “El discurso capitalista y la
actualidad”.
15. Lacan, J.: op.cit. Seminario XIX *...o peor” Clase XII Del 21 de Junio de 1972.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 27
16. Lacan,J.: op.cit. Seminario XIX “...o peor” Clase XII Del 21 de Junio de 1972. (Tex-
to Inédito). Segunda Parte. Pág. XIVS.
17. Lacan, y.: op. cit. Seminario XIX “...o peor”. “El discurso es idéntico a sus condi-
ciones”. Clase I Del 8 de diciembre de 1971. Primera Parte. Pág. 16.
28 ALICIA R. ÁLVAREZ
Interdiscursividad
Psicoanálisis aplicado
El término empleado por Freud es kultur y sus traducciones han sido ob-
jeto de largo debate, respecto de si correspondea cultura o a civilización. En-
tendemos que ambas traducciones son compatibles ya que Freud se referi-
rá tanto a las relaciones del hombre con Dios (culto) como a las de los hom-
bres entre sí y con las instituciones civiles.
Su indagación se refiere a qué inscripción social tienen estas relaciones
o, dicho de otra manera, cómo aquello que es del orden de lo privado, de lo
íntimo, pasa a ser algo público.
Puede leerse aquí cómo son necesarias ciertas operaciones en el marco
cultural para la constitución subjetiva y asimismo qué consecuencias ten-
drá si acontece un déficit en estas operaciones.
El planteo de Freud es el de una analogía e incluso una continuidad en-
tre las condiciones culturales y la neurosis, que constituye el síntoma social
dominante en su época.
En el examen de la religión, Freud localiza la función paterna y cómoto-
man relevo de ésta las instituciones. En relación a la posición de Romain
Rolland respecto al innatismo del sentimiento religioso como sentimien-
to oceánico, Freud cuestiona ese supuesto a partir del examen que realiza
de la constitución del yo y de la relación al otro. En este punto, considera a
la religión como una ilusión capaz de restañar la herida infantil de separa-
ción del objeto.
Comoconsecuencia, la religión y sus sucedáneos están ligados al infanti-
lismo psíquico, restando margen de autonomíaal sujeto y sometiéndolo más
y más a la fuerza del destino.
31
á
32 ALICIA R. ÁLVAREZ
La búsqueda de la felicidad
1. Freud, S.: Obras Completas. “El malestar en la cultura” (1929). Vol. IL. Tradue-
ción por Luis López Ballesteros. Biblioteca Nueva. Cap. VII. Pág. 3055.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 33
E COLUMMSIA
frimiento, comenzamos a sospechar que también aquí podría ocultarse
¡= una porción de la indomable naturaleza, tratándose esta vez, de nues-
= BIBLIOTECA
“tra propia constitución psíquica.? :
2. Freud, $.: op.cit. “El malestar en la cultura” (1929) Cap. 1II.-Pág. 3031.
3. Benasayag, M. y Charlton,E.: “Crítica de la felicidad”. Ediciones Nueva Visión.
Bs. As. 1992.
34 ALICIA R. ÁLVAREZ
La relación al semejante
6. Ver Jacques Lacan en op. cit. Seminario XI “Los Cuatro Conceptos Fundamenta-
les del Psicoanálisis” Clase XVII “El sujeto y el otro (ID): la afánisis”
7. Si bien en Freud los términos “semejante” y prójimo' son equivalentes, Lacan los
diferencia reservando este segundo término en su referencia al goce, al lado si-
niestro del otro, como desarrollaremos a continuación.
8. Esta afirmación general nos advierte que el agrupamiento de analistas podría no
ser una excepción. Constituye un ideal creer que allí se podría lograr otra clase
de fraternidad. No obstante —y advertidos de este problema-, cabría la posibili-
dad de encontrar dispositivos de trabajo tendientes a acotar los efectos de grupo
36 ALICIA R. ÁLVAREZ
El sentimiento de culpabilidad
La cultura es neurótica
Fraternidad y segregación
+
“y
Freud explica que se encuentra satisfacción en un agrupamiento por di-
a - -
Nu
9. Freud, $.: op.cit. “El malestar en la cultura” (1929) Cap.VITI. Pág, 3066.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 39
tos, con el riesgo consecuente de perder el amor del padre, o quien encar-
ne esa función.
Esto es algo que en la religión está muy claro, y la religión es una de las
grandes creaciones culturales. Está tan claro que es imposible cumplir con todo,
que está previsto en la religión que se puede pecar; se cuenta con que se va a
pecar y existe la posibilidad de arrepentirse, confesarse, hacer la penitencia.
Si la religión —que, como decía, es una gran creación cultural y no es nin-
guna tontería— ha previsto esto, es porque se sabe que estos mandatos son
imposibles y que no tenemos manera de adecuarnos completamente.
Las instituciones son las manifestaciones más concretas de la cultura;
en las instituciones se encarna la cultura. Entonces la pregunta que se hace
Freud es cómoes que, habiendo creado las instituciones para nuestro bien-
estar y protección, ocurre que ahí se dan todos estos elementos que nos ha-
cen sufrir, que nos producen malestar.
Freud avanza, en este escrito y en otros, en el sentido de cómo se gene-
ran las organizaciones colectivas, y cómo se asientan sobre la necesidad de
establecer lazos de cohesión —a los que nos referíamos antes- en torno a un
ideal, y lazos que de alguna manera repliquen lo que son los lazos filiales?
Y encuentra, en esta comparación, una organización similar a la organiza-
ción familiar.
Enesa línea se sostiene la idea de que todos seríamos iguales, como los
hermanos, y por lo tanto todos tendríamos que dar y obtener lo mismo: el
- amordel padre. Esta es la forma en que se sostiene una estructura de masa.
Y Freud nos ha advertido que esa estructura —la de la masa— no es ni más ni
menos que una formación reactiva contra los celos, la envidia y la rivalidad.
En consecuencia, permanentemente fracasa, y entonces todos quieren ser el
mejor, “el mejor hijo”, el preferido, “el pueblo elegido”, “el hijo preferido”.
A pesar de todo eso, la ideología de la institución, es “estamos todos jun-
tos”, “estamos por la misma cosa”, que es lo que aparece como el mandato
institucional
El mandatoinstitucional es que en la institución todos se agrupan por tal
asunto —llámese educación, o seguridad, o salud, psicoanálisis, lo que fuere—
y este mandato también tiene otro efecto, tiene un efecto de uniformizar, ya
que implica la no diferencia, el ser todos iguales.
Hay un mandato de “ser todos iguales”, de “tener el mismo sentido”, “ir
en la misma dirección”, y aún se podría decir “que todos hablen el mismo
idioma”. Esto es congruente con lo que ordena el ideal: que nadie haga algo
que rompa con la continuidad que se espera de una institución. Y éste es un
mandato que tiende al fortalecimiento de las instituciones, a costa de elimi-
nar cualquier efecto de diferencia, cualquier efecto de singularidad.
40 ALICIA R. ÁLVAREZ
Producción de subjetividad
10. Pommier, G.: “Freud ¿apolítico?” Editorial Nueva Visión. Buenos Aires, 1987.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 41
cia, o por el lado de algo que se sabe y que está establecido como un saberja
lo que no se da lugares a los efectos subjetivos, a lo que alguien puede pen-
sar como diferente, algo que le concierne singularmente, alguna pregunta,
algo que rompa con eso]
Y
Efectivamente, el psicoanálisis se ocupa de eso. Ése es precisamente su O
campo; nosotros trabajamos con los sueños, con los chistes, con los síntomas,
es decir, con todo eso que no es el fenómeno esperable, aquello que se com- pe
prende, que se entiende, y que permite la continuidad. O sea que,efectiva- 9
mente, nosotros le damos lugar, ponemos a eso que es deshecho en el cen-ya-
tro de nuestro trabajo.
Pero no solamente se produce subjetividad en la práctica del discur-
so psicoanalítico, porque hay evidencia de que la subjetividad se produce
mucho antes de que el psicoanálisis exista, por empezar. Y en cada uno de
nosotros también hay evidencias; porque alguien que ha pasado por una
familia y se ha podido constituir como sujeto, quiere decir que ahí se pro-
dujo subjetividad. Y también está la escuela... Por supuesto que hay fa-
milias muy patológicas, que impiden la emergencia de la subjetividad, y
también hay cuestiones de la escuela que también son muy patológicas,
etc., etc. Pero aún haciendo esta consideración, podemos afirmar que no
es indispensable la presencia de un analista para que algo de la subjeti-
vidad se produzca.
Existe la posibilidad de que en cualquier lugar institucional haya otros
productores de subjetividad, y haya acciones que produzcan subjetividad.
Merefiero a dar lugar a algo de lo que queda rechazado de ese discurso tan
homogéneo, tan compacto. Y esto lo puede hacer un médico, cambiandolige-
ramente su modo de atender a un paciente, por ejemplo. Hay acciones que
sofocan más la subjetividad, y hay acciones que permiten que se produzca
subjetividad. En esto cabe una responsabilidad a cada uno, en el sentido de
que no todos reaccionamos de la misma manera en relación a los manda-
tos institucionales. Á veces es a puro sufrimiento; y hay padecimiento per-
sonal sin que esto pueda producir ningún tipo de incidencia en lo que son
las prácticas en esa institución, que podrían ser menos rechazantes de la
subjetividad, de algunas verdades en juego que quedan rechazadas. Mi in- E
terés es pensarsi hay alguna posibilidad de hacer tope, en estos contextos
institucionales, a los efectos desubjetivantes que tienen.”
11. Es necesario no obstante hacer una distinción precisa entre subjetividad y efec-
to sujeto. La primera es el producto cultural, incluso es posible llamarla ideolo-
gía y vela al sujeto desde lo imaginario. El efecto sujeto es propio del acto analí-
tico, como sujeto dividido que emerge entre los significantes.
42 ALICIA R. ÁLVAREZ
12. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase IU “Saber,
medio de goce” Del 14 de Enero de 1970.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 43
13. Feyerabend, P.: “Estructura y desarrollo de la ciencia”, Cap. “Diálogo sobre el mé-
todo” Ed. Alianza. Universidad Textos. Madrid, 1984.
14, Pommier, G.: Tiene un desarrollo muy interesante de estos temas en su libro “Los
cuerpos angélicos de la postmodernidad” 1* Edición. Ed. Nueva Visión. Buenos
Aires, 2002.
44 ALICIA R. ÁLVAREZ
45
46 ALICIA R. ÁLVAREZ
po dela ciencia en tanto ésta se maneja con significantes puros —es decir
que no remiten a ningún sujeto— es acogido por el Psicoanálisis como hipó-
tesis necesaria a la fundación de su campo.
se produce con fallos de diversa índole con lo que se alcanza otro resultado
igualmente necesario, otras coordenadas parael sujeto.
Es en cierta forma imprevisible que suceda una cosa o la otra, es contin-
gente que alguien devenga psicótico o neurótico. Por lo tanto, no hay una
“educación” que pudiera prevenir, garantizar que estos accidentes no se pro-
dujeran.
Sin embargo, y recién después, es posible encontrar en la historia del su-
jeto aquellas marcas que en él han tenido ciertos sucesos vividos en su in-
- fancia. Y es allí donde la dimensión de la experiencia, la historia nos retor-
na como un modo de determinación del sujeto.
Una vez quelas fichas se han jugado, algún resultado se produce. Este
resultado, singular, único para cada quien, se establece como destino, como
inevitable, inscribe las condiciones en las que cada unose ubica.
Este modo de entender la causalidad es homólogo al campodela ciencia
en sentido moderno ya que las tesis definitorias de ésta son el estatuto de
la matemática y la relación entre lo contingente pasajero y lo eterno nece-
sario. Tomo aquí la referencia de Milner quien dice:
“La estructura de la ciencia moderna se apoya enteramente sobre la
contingencia. La necesidad material que se reconoce a las leyes esla cica-
triz de la contingencia misma. Cada punto de cada referente de cada pro-
posición de la ciencia aparece, en un instante relampagueante, pudiendo
ser infinitamente diferente de lo que es, desde una infinidad de puntos de
vista; en el instante ulterior, la letra lo fijó como es y no pudiendoser di-
ferente de lo que es, salvo cambiandode letra, es decir de partida. Pero la
condición del instante ulterior es, en efecto el instante anterior. Manifes-
tar que un punto del universo es comoes, requiere que se tiren los dados
de un universo posible donde ese punto sería diferente de lo que es. Al in-
tervalo de tiempo en que los dados giran, antes de volver a caer, la doctri-
na le dio un nombre: emergencia del sujeto, que noes el tirador(el tirador
no existe) sino los dados mismos en tanto que son inciertos. En el vértigo
de esos posibles mutuamente excluyentes, estalla por fin, en el instante
ulterior en que los dados vuelven a caer, el flash de lo imposible: imposi-
ble, una vez que han vuelto a caer, que lleven otro número en su cara le-
gible. Se ve así que lo imposible no está en disyunción con la contingen-
cia, sino que constituye su núcleo real”,
Una vez constituida, la ley científica se presenta como necesaria y eter-
5. Milner, J-C.: “La obra clara. Lacan, la ciencia, la filosofía”. Cap. 11 “El doctrinal
de ciencia moderna”6. Literalidad y contingencia Pág. 65-66. Ed. Bordes Manan-
tial. Bs. As. Argentina. 1985.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 49
9. Freud, $.: op. cit. “Totem y tabú. Algunos aspectos comunesentre la vida aními-
ca del hombre primitivo y los neuróticos” (1912-13)
10. Jorge Belinsky en “Arquitectura de un mito moderno”, del libro “Bombones En-
venenados”. Ed. Del Serbal. pág. 37 y sigs.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 51
11. De Certeau, M.: “La Escritura de la Historia”. Cap. VIII: “Lo que Freud hace con
la historia.” Segunda Edición. Universidad Iberoamericana. Departamento de
Historia. México, 1993. Pág. 273 y sig.
12. Freud, S.: Obras Completas. Traducción por Luis López Ballesteros. Vol. 111 “Moi-
sés y la religión monoteísta” 1934-8 (1939) Biblioteca Nueva. Madrid, 1983.
13. Lacan, J.: Seminario XV “El acto analítico” (Texto Inédito) Clase V Del 10 de Ene-
52 ALICIA R. ÁLVAREZ
Escritura y real
J. C. Milner afirma que: “El Lacan lingúista es, de hecho, un Lacan ma-
temático”**,
Esta afirmación está argumentada en base a los teoremas de Koyré y de
Kojeve que señalan la existencia de cortes mayores. El punto de referencia
es el lenguaje y se autoriza en la concepción de la matemática como un len-
guaje, una matemática llevada a su literalismo absoluto.
La lingiística, entonces, para Lacan sería una ciencia en la medida en que
propone una matemática. Referencias a este respecto pueden encontrarse por
ejemplo en “Función y campo de la palabra...”* cuando dice: “...la forma de
matematización en que se inscribe el descubrimiento del fonema...” o en “La
Instancia de la Letra”! cuando plantea al algoritmo saussureano como con-
dición de inicio de una ciencia moderna, fundarse en un algoritmo.
Esto me lleva entonces a tratar de indagar el por qué de la elección de la
matemática. Lenguaje escriturario, modo de abordarlo Real.
ro de 1968. Pág. 29. Ver también el libro de Jorge Belinsky: op. cit. Cap. “Arqui-
tectura de un mito moderno”. Pág. 48 y sig.
14. Milner, J-€.: op.cit. “La obra clara. Lacan,la ciencia, la filosofía”. Cap. 11 “El doc-
trinal de ciencia”5. Queel historicismo no es necesario Pág. 59. Creemosque esta
afirmación podría matizarse en la medida en que se puede encontrar en Lacan
una referencia a la lingúística que se diferencia al plano del matema. En todo
caso, el apoyo que tomaen la lingúística se resignifica posteriormente a partir de
la lógica y la topología. De todas maneras, vale recordar que Lacan afirma que es
la naturaleza del símbolo matemático'la que permite entenderla lógica del sig-
nificante, en tanto está vacío de significado.
15. Lacan,J.: “Función y campode la palabra y del lenguaje en psicoanálisis” Cap.
“Símbolo y lenguaje como estructura y límite del campo psicoanalítico” Escritos
1. Cuatro. Siglo veintiuno editores. Arg. 1985. Pág. 273.
16. Lacan,J.: “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud” Cap.
11 “La letra en el inconsciente” Escritos 1. Cuatro. Siglo veintiuno editores. Arg.
1985. Pág. 495.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 53
17. Lacan,J.: Seminario XXI“Los desengañados se engañan o los nombres del padre”
(Inédito) Clase XV. Del 8 de enero de 1975. Ver también el libro de J.Belinsky, en
op.cit.. Cap. “Lacan ante Freud”. Pág. 97 y sigs.
18. Lacan, y.: op. cit. Seminario XXI “Los desengañados se engañan o los nombres
del padre” Clase VII. Del 12 de febrero de 1974. (Inédito).
19. Lacan, J.: op.cit. Seminario XX “Aún” Clase II. “La función de lo escrito”. Del 9
de enero de 1973. Pág. 39.
20. Milner, J-C.: op. cit. “La obra clara. Lacan,la ciencia, la filosofía” Cap. IV “El se-
54 ALICIA R. ÁLVAREZ
=>Función es ese algo que entra en lo real, que nunca había entrado antes
y que corresponde, no a descubrir, experimentar, cernir, desprender, de-
ducir, no, sino a escribir”,
24. Lacan, J.: Seminario XXII “RSI” (Inédito) Clase V Del 11 de febrero de 1975.
25. Lacan, J.: op. cit. “La ciencia y la verdad” Escritos IL. Pág. 837.
26. Milner, J-C.: op.cit. “La obra clara. Lacan, la obra,la ciencia, la filosofía” Cap. 11
“El doctrinalde ciencia”1. La ecuación de los sujetos y la ciencia Pág. 35.
27. Vappereau: Curso de Postgrado “Las necesidades del discurso para queel psicoa-
nálisis tenga lugar” Facultad de Psicología de Rosario (UNR), 1997.
28. Respectode la subjetividad científica, Lacan dice en De una cuestión preliminar
a todo tratamiento posible de la psicosis”, punto V. “Post-scriptum”: “Por eso des-
B6 ALICIA R. ÁLVAREZ
La operación de lectura
Dice Lacan que nos dirigimos a un sujeto que suponemos sabe leer o pue-
de aprender a leer. Se trata entonces de una función de lectura. No habría
escritura sin lectura. A
Pero ¿qué es una operación de lectura?
El sujeto hace una tentativa de escritura con su síntoma pero es una ten-
tativa fallida. Podríamos decir que no halla la escritura correcta, la fórmu-
la adecuada**.
Enla literatura y en el arte ocurre algo similar.
Sigo aquí algunas de las ideas planteadas por Griiner en “El ensayo. Un
género culpable”?”:
¿Cada sujeto en su análisis hará la tarea del ensayista en el sentido que
sigue?
“Para un ensayista leer no es escribir de nuevo un libro, es hacer que el
libro sea escrito, aparezca”*,
Recordemos que Freud afirmaba que se trataba de reescribir la historia.
Dice Griiner:
35. Lacan, J.: op cit. “Psicoanálisis, Radiofonía y Televisión”. Primera parte. Pág.
53.
36. Ver también aquí el artículo de Vappereau, J. M.: “La familia, la institución y la
solución por la escritura” en “Entre el mito y la lógica”. Ed. Letra Viva Bs. As.
37. Griiner, E.: “El ensayo. Un género culpable”. Rosario, Homo Sapiens, 1995.
38. Grúner, E.: op. cit. “El ensayo. Un género culpable”.
39. Grimner, E.: op. cit. “El ensayo. Un género culpable”.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 59
bién ese vaciamiento del referente, inclusive de las palabras, es decir, lo que
como “representación” constituye el Sy?
Decimos que lo real se inventa. Hay un acto de invención, porque en lo
real no hay nada que descubrir porque allí hay agujero. La función delo es-
crito es hacerle borde. Entonces, lo real es algo que se escribe porquees algo
que se trata de leer, descifrándolo.
Avanzaremos entonces en el análisis del tratamiento de lo real en cien-
cia y en psicoanálisis.
4. TRATAMIENTO DE LO REAL
EN LA CIENCIA
Y EN EL PSICOANÁLISIS
ACERCA DE LA EFECTIVIDAD DEL ANÁLISIS
1. Freud, S.: Obras Completas. Traducción por Luis López Ballesteros. Vol. III. “Nue-
vas Lecciones Introductorias al Psicoanálisis” Lección XXXIV: Aclaraciones, apli-
caciones y observaciones” (1932-33) Biblioteca Nueva. Madrid, 1983. Pág. 3187.
2. Lacan, J.: Seminario XXIV “L Insu que sait de Pune-bévue s'aile a mourre” (“Lo no
sabido que sabe de la una-equivocación se ampara en la morra”). Clase II “El siste-
mateórico y el contra-psicoanálisis”. Del 14 de Diciembre de 1976. (Inédito),
61
62 ALICIA R. ÁLVAREZ
se desinteresan de ellas. Pero los analistas hemos aprendido que son las que
nos dan indicación del discurso que practicamos.
Al noserel Psicoanálisis una ciencia, se incrementa nuestra responsabi-
lidad en cuanto a poder dar cuenta de cuáles son los efectos, las consecuen-
clas de nuestro acto, en términos de su eficacia.
Han predominado siempre los argumentos negativos, en relación a di-
ferenciarnos de las psicoterapias y de otros discursos en general. Por ejem-
plo, sabemos que el psicoanálisis no promete la felicidad, como la política,
ni la compensación divina comola religión, ni el bienestar homeostático de
la medicina, ni el control de los síntomas como la psicofarmacología o las te-
rapias breves.
Pero, estando de acuerdo con lo anterior, se nos impone ahora la necesi-
dad de definir con argumentospositivos cuál es el efecto a esperar de esta
práctica, a la que nadie se somete más que por esperar algún cambio que
alivie su sufrimiento.
Se suele hablar también de la incurabilidad. Si no ponemos atención en
qué pueda significar esto, corremosel riesgo de generar un terrorismo o ton-
tería psicoanalítica como excusa para no dar razones de nuestra práctica.
Lo incurable es ni más ni menos esa cicatriz que comoresto, separa la ac-
ción del psicoanálisis de cualquier ideal psicoterapéutico. Lo que no borra
que en el transcurso de ese trabajo se hayan producidoalivios significativos
en el padecer del sujeto.
Podemos plantear entonces nuestro problema en términos de cuál es
el cambio que se debe operar en un análisis, entendiendo que esto plantea
cuáles son los límites de lo determinado y cuáles los márgenes de innova-
ción posibles.
Lacan nos indica que la meta del Psicoanálisis es que el sujeto obtenga
—rierto margen de libertad en cuanto a su relación al Otro, en cuanto al lu-
gar que ha ocupado en el deseo del Otro. Se trata de la puesta en juego de
la lógica de la operación alienación-separación en las múltiples vueltas por
las que esto pasará en un análisis.
Examinemos entonces, mediante qué operaciones podrá sostenerse esta
dirección. Ya que, por otra parte, poder sostener esta dirección, nos aleja-
rá delos callejones sin salida ofrecidos por otros discursos, callejones en los
que sin duda podemos extraviarnos, deslizándonos hacia la estafa, tal como
nos advierte Lacan'.
3. Lacan,+y.: op. cit. Seminario XXIV. “LTInsu que sait de l'une-bévue s'aile “a mourre”
(Lo no sabido que sabe de la una-equivocación se ampara en la morra”). Clase
X “Hacia un significante nuevo: I. La estafa psicoanalítica” Del 15 de Marzo de
1977. (Texto Inédito).
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 63
Las operaciones
ONAL DE COLOMBIA
e dela constatación a la creación
BIBLIOTECA
De lo necesario a lo contingente
Este pasaje debe entenderse como aquello que permitirá un cierto acer-
camiento a lo real. No se trata, por supuesto del sin sentido como ausencia
de deseo.
Se articula por la posición de docta ignorancia del analista e implica un
posicionamiento distinto en cuanto a la cuestión del saber. Dará lugaral no-
saber como causa?.
Si al comienzo de un análisis nos encontramos con la ignorancia como
pasión y esta puede decirse como “No querer saber nada de eso”, al final es
esperable que el no-saber haya sido asumido como lugar en la determina-
ción. Allí la ignorancia cesará de ser pasión para constituir ese resto Opera-
torio con el que el sujeto podrá rehacer la cuenta.
Metáfora del muro trabajada por Lacan en “El saber del Psicoanalista”.
Muro en el que es posible ver muchas cosas que tienen sentido, pero tam-
bién asomarnos a aquello de lo Real que se nos escapa, a partir de lo que
allí se escribe: los discursos.
Vaciamiento del saber que nos conecta con lo real cuyos efectos, al igual
que en la ciencia son necesariamente del orden de la escritura, están he-
chosdeletras.
Lo Reales la aversión del sentido. Por lo tanto, es el contragolpe del ver-
bo. Porque solamente en la letra la identidad de sí a sí está aislada de toda
cualidad y el significante en lo cual el Inconsciente consiste, todo Uno, es
susceptible de escribirse por unaletra.
Así un nuevo comienzo hace su marca. En el principio era la acción. Esto,
en la estructura levanta la inhibición, permite la emergencia del deseo e in-
dica la posibilidad de un acto que comotal destituye al sujeto pero del que
a posteriori podrá hacerse responsable. Ese poco de libertad por la queal-
guien hará su apuesta.
De la constatación a la creación
permite advertir lo que hay de lo real en lo simbólico, dado que el nudo del
psicoanálisis sería, según Lacan, imaginar lo real de lo simbólico!.
Orientación de lo real ya que su causa es material. En la religión lo ma-
terlal es consecuencia, no causa.
Todo ló que no está fundado sobre la materia es una estafa!?. Diferencia
entonces entre lo Real y lo verdadero. Lo verdaderoes la religión y si el psi-
coanálisis gira en el mismo círculo pierde su orientación de lo Rea].
Diferencia a pensar asimismo en cuanto a la operatoria alienación-sepa-
ración. La religión se sitúa del lado de la alienación ya que se apoya en una
dependencia absoluta del deseo del Otro, mientras la ciencia, al demarcar
su campo, opera seccionando, separando, cuestión que lleva a Lacan a com-
parar al cuerpo dela ciencia con el objeto a.
Considero necesario no resolver la tensión que hace al contrapunto en-
tre libertad y determinación.
Recordemos el imperativo freudiano “Wo es warsoll ich werden”.
El imperativo insta al sujeto a asumir su propia causalidad, aquello que
lo preexistía y lo determinaba, como umbral mínimo desde donde edificar su
acción. Él está en libertad de hacerlo, libertad de privarse de su neurosis.
Tal vez esto está en la línea de la creación de un significante nuevo en
tanto lo Real se inventa allí donde hay un agujero, siendo la letra la que
lo bordea.
Sólo podemos alcanzar unos pedazos de real, ya que:
del que se trata en lo que se llama 'mi pensamiento”, lo Real es siempre un peda-
zo, un troncho, un troncho por cierto alrededor del cual el pensamiento borda; pero
su estigma, el de ese Real comotal, es no ligarse a nada”. (Texto Inédito).
5. EL ENVÉS
EL PSICOANÁLISIS AL REVÉS
69
70 ALICIA R. ÁLVAREZ
Dice:
Este texto es muy interesante, porque algunas cosas que está plantean-
do tienen que ver con cómositúa el Principio de realidad en relación al Prin-
cipio de placer y esta ruptura del Principio de placer como único regulador
del funcionamiento anímico o esta insuficiencia del principio que ha queda-
do situada en la obra freudiana comorepetición y pulsión de muerte. Es en
esto en lo que Lacan va a asentar la temática del goce.
Esto que él toma acá, ¿por qué se relaciona con el otro texto de “Más allá
del principio de realidad”?
En este último texto, lo que hace Lacan es reivindicar a Freud en contra
de la psicología, fundamentalmente hace una crítica a la psicología asocia-
cionista. Porque lo que aparece en Freud y que nunca había aparecido en la
psicología, es una orientación de lo real o la función delo real.
En ese momento Lacan no ha alcanzado a formular claramente su con-
cepción delo real.
6. Lacan J.: op. cit. “Psicoanálisis, Radiofonía y Televisión”. “Ocasión de pasar al an-
verso (es el propósito de mi Seminario de este año) del psicoanálisis en cuanto
éste es el discurso de Freud, él suspendido. Y, sin recurso al Nombre-del-Padre
del que dije abstenerme, sesgo legítimo a tomar de la topología traicionada por
ese discurso”.
72 ALICIA R. ÁLVAREZ
gencia de lo que llamamos sujeto- por el significante que, en cada caso, fun-
ciona como representando aeste sujeto ante otro significante”.
[5 y 0
S, TT? $,
Por eso en la fórmula que dice que el saber es el goce del Otro, de lo que
se trata es de una articulación lógica. Del Otro, por supuesto, en tanto —
puesto que no hay ningún Otro— la intervención del significante lo hace
surgir como campo*,
7. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis”. Clase I “La pro-
ducción de los cuatro discursos”. Del 26 de Noviembre de 1969. Pág. 10-11.
8. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso delPsicoanálisis”. Clase I “La pro-
ducción de los cuatro discursos”. Del 26 de Noviembre de 1969. Texto estableci-
do por Jacques Á. Miller, Ed. Paidós. Argentina, 1988. Pág. 13.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 73
Es por la intervención de S, sobre S,, que surge este campo como campo
de goce. Está planteando que, en cuanto al Otro, lo que se funda es el cam-
pode goce.
Esto está evidentemente, en el centro de la cuestión de la repetici
ón y de
la pulsión de muerte.
Cuando avancemos sobre el tema de la necesidad de discurso, veremos,
apoyándonos en el Seminario “...o peor”, que la necesidad en el ser hablan-
te es el modode resistir a la muerte?.
Freud en “Masallá...” dicé que kay una resistencia de la vida frente
a la
tendencia al Nirvana y así introduce a la pulsión de muerte como esta
ten-
dencia de volver a lo inanimado.
Lacan precisa que esta tendencia es lo que se sostiene en la experie
ncia
analítica, como experiencia de discurso. Hace una referencia al texto
“Más
allá del principio del placer”.
La referencia es:
Podría plantearse que hay una relación primaria entre el sabery el goce.
Saber del instinto que traza el surco al que volverá una y otra vez y esto se
12. Freud, S.: Obras Completas. Traducción por Luis López Ballesteros. Vol. II “Más
allá del principio del placer”. 1919-1920 (1920) Biblioteca Nueva. Madrid, 1983.
Cap. IV Pág. 2519.
13. Freud, S.: op. cit. “Más allá del principio del placer”. 1919-1920 (1920) Cap. V Pág.
2523.
14, Freud, S.: op. cit. “Másallá del principio del placer”. 1919-1920 (1920) Cap. V. Pág.
2526.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 75
Los términos
Dice: primero escribo cuatro letras [S, S» a 8] las escribo de modo tal que
no puedo a mi antojo cambiarlas, no puedo cambiar su orden ni sus rela-
ciones.
Esto es tributario de una concepción estructural. Dice Lacan: “...poco im-
porta la forma de las letras con las que escribamos esta cadena simbólica,
con tal de que sea distinta con eso basta para que se manifieste algo, rela-
ciones constantes”.
El siguiente paso sería: escribo dos barras, de manera que de golpe ten-
go cuatro lugares, es un puro espacio, establezco cuatro lugares. Se trata de
unatopología.
Coloco un término cualquiera y el resto se acomoda en el orden que he-
mos establecido. A cada unode estos lugares se les da una función, un valor
determinado. Dice así: “...se da a cada lugar un valor determinado de modo
que un término colocado en un lugar puedetirar hacia sí de la estructura y
en otro lugar el término queda velado”?, O sea que será diferente que cual-
quiera de estos términos esté en un lugar o en otro lugar; tendrá una fun-
ción completamente distinta.?
1. Lacan, q.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 1 “Produc-
ción de los cuatro discursos” Del 26 de Noviembre de 1969. Efectivamente es a
partir del estructuralismo que puede situarse al elemento como desprovisto de
valor en sí mismo. Pág. 13.
2. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 1 “Produc-
ción de los cuatro discursos” Del 26 de Noviembre de 1969. Pág. 13.
3. Los elementos sólo tienen las propiedades que le advienen del sistema.
21
78 ALICIA R. ÁLVAREZ
Los lugares
Vamos a decir cómo se llaman los lugares*. Los lugares son: el de la iz-
quierda arriba se llama lugar agente o apariencia. El de la derecha el del
otro o el trabajo o el goce. El de abajo a la derecha es el producto o plus de
gozar y el de abajo a la izquierda es el de la verdad.
agente otro
apariencia trabajo
goce
verdad producto
plus de gozar
Las operaciones
4. Esen 1970-71, op. cit. Seminario XVIII “De un discurso que no fuese semblante”,
con la introducción de la noción de semblant que Lacan va proponer otros nom-
bres para los lugares del cudrípodo: semblant, goce y plus de gozar.
5. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 1 “Produc-
ción de los cuatro discursos” Del 26 de noviembre de 1969. Pág. 172.
6. *” Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 1 “Pro-
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 79
La vectorización
También a veces escribe así: en lugar de poner estas dos flechas escribe
esto // lo que muestra que siempre, en todos los discursos, (el lugar del pro-
ductonoestáconectado con el lugar de la verdad, está separado, hay algo
que impide que se reúnan)
A
En “El saber del Psicoanalista”? hace una referencia a los vectores di-
ciendo queen el lugar de la verdad hay dos vectores que divergen. Uno que .
se dirige algoce, al goce fálico, tiene una relación al goce y otro que va al lu-
gar de la apariencia en tanto apariencia de hombre o apariencia de mujer.
Éldice: apariencia que tienen conelrol.
Lacan hace un comentario irónico cuando está dando el Seminario XX,
dirigiéndose a los varones de esa audiencia, diciéndoles “...a Uds. que apa-
rentemente están del lado izquierdo de este cuadro”"; se refiere obviamen-
te al cuadro de la sexuación.
Esto nos permite pensar qué pasa cuando se altera el orden la vectoriza-
ción. Porque efectivamente en el discurso capitalista no sólo se altera el or-
den de las letras sino que también se altera la vectorización. Pero la vecto-
rización en el discurso capitalista se altera de modo que de cada uno de los
vértices hay “uno que llega y uno que parte” (a diferencia de la regla gene-
ral enunciada por Lacan).
Me interesa subrayar que nunca pueden confluir en un mismo lugar tres
de los vectores. En el sentido de que siempre hay algo que escapa hacia otro
lado. No se completa en esa esquina.
La otra cuestión, es que queda claro que la propiedad de uno delos vér-
tices, es la divergencia. Y la propiedad de la divergencia está en el vértice
de la verdad. Diverge hacia el lugar del goce y hacia el lugar de la aparien-
cia. Propiedad que se sostiene en la no relación sexual.
El lado faltante o la doble barra, hace a una de las condiciones de esta
11. Lacan,J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase IV Del 3 de Febrero de 1972.La enumeración que hace
creo que es errónea. Dice Lacan que hay dos que llegan y uno que parte, dos que
llegan y uno que parte. Después dice que hay uno que llega y dos que parten, lue-
go uno que llega y dos que parten. Efectivamente hay dos vértices (los de arriba)
a los que llegan dos vectores y de los que parte uno. Del inferior izquierdo parten
dos y no llega ninguno y del inferior derecho parte uno y llega otro. Pág. 75.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 81
DISCURSO DEL
DISCURSO DEL AMO UNIVERSITARIO
Si E Su y AAA
ly — A
(57 y 7
82 ALICIA R. ÁLVAREZ
[a
5 EAS a g
Cito:
“Digamos que, a falta de poder dar enseguida a este término otro valor,
llamo dominante a lo que me sirve para nombrar estos discursos.
Esta palabra, dominante, no implica predominio, en el sentido de que
este predominio especifique, lo que no es seguro, al discurso del amo. Di-
gamos que se pueden atribuir, por ejemplo, según los discursos, substan-
cias distintas a esta dominante””.
12. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase III “Saber,
medio de goce”. Del 14 de Enero de 1970. Pág. 45.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 83
No hay treinta y seis formas de hacer leyes, estén o no animadas por las
buenas intenciones o la inspiración de la justicia, puesto que tal vez hay
leyes de estructura que hacen que la ley sea siempre la ley que está en ese
lugar que llamo dominante en el discurso del amo.“
13. Volveremos sobre este punto al tratar el tema del Discurso Capitalista.
14. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase III “Saber,
medio de goce”. Del 14 de Enero de 1970. Pág. 46.
34 ALICIA R. ÁLVAREZ
15. Lacan,J.: op. cit. Seminario XI “Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psi-
coanálisis” Clase V “Tyche y automaton” Apartado “El inconsciente y la repeti-
ción”. Pág. 61.
16. Lacan, J.: op. cit. “La ciencia y la verdad” EscritosII.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 85
el significante. Y que estas letras, en todos nosotros evocan sentido. Hay algo
que las ha fijado en un sentido.
Respecto de las letras, Lacan dice que las escribe en un orden y que no
puedo cambiar ese orden a mi antojo. El orden es S,, S», a y 3.
A los lugares, Lacan les da un nombre, dice “valor”: “Se le da a cada lu-
gar un valor determinado”. Y esto tiene por consecuencia:
Vamos entonces a situar estas letras que utiliza Lacan para establecer
los cuatro discursos.
En primerlugar S,. El S; es la marca de la exterioridad del significante
respecto del campo del Otro.
S,sería el campo del gran Otro, podríamos pensarlo en términos de los cír-
culos de Euler, cuando Lacan trabaja la alienación y la separación. El cam-
po del gran Otro o batería de los significantes, o podríamos decir los signifi-
cantes que ya estánallí.
El ser El sentido
(el sujeto) (el Otro)
1. Lógica de la repetición que Freud demuestra con el famoso caso del fort-da en op.
cit. “Másallá del principio del placer”.
Ver más adelante Cap. “Imposibilidad; Impotencia”.
bo
3. Lacan, J.: op. cit. Seminario XX “Aún”. Clase XI “La rata en el laberinto” Del 26
de Junio de 1973. Pág. 171.
4. Lacan,J.: Seminario II “El yo en la teoría de Freud”. Clase XIX “Introducción del
Gran Otro” Del 25 de Mayo de 1955. Texto establecido por Jacques A. Miller. Ed.
Paidós. Argentina, 1988.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 89
a un sujeto que habla. Y en tanto que habla tiene boca y no es una esfera.
Es un modode decir: hay en función una falta que lo hace hablar, dirigirse
al otro. Pone en cuestión el trabajo de los postfreudianos que han tratado
de convertir a los hombres en lunas. Por suerte, dice, no lo logran porque la
gente se resiste a ello; de alguna manera es imposible que lo consigan.
Algunasprácticas psicoterapéuticas y algunas prácticas sociales, entre
ellas, la política, van por la vía de convertir a los hombres en lunasen el sen-
tido de cubrir la falta, armonizar, producir la homeostasis, llamémosle de
distintas maneras. Lo que está allí funcionando es esta idea imaginaria del
todo, que no haya ninguna falta en juego, evitación de la angustia.
Exactamente de esa manera lo expone en el Seminario “La Angustia”?
cuando afirma que la cosmología busca la reinstalación de esta idea imagi-
naria del todo. No es casual que lo plantee ahí, tematizando la angustia.
Antes de pasara la escritura de los discursos hay una primera considera-
ción que quiero hacer. En el Seminario XX “Aún”, Lacan va a hablar a veces
del discurso del Analista, y a veces del discurso Psicoanalítico, habría que
ver si esto proviene de la conversación o si está diciendo que son diferentes.
En miopinión, conviene mantenerla diferencia reservando la expresión dis-
curso del analista para aquél que podemosescribir. Discurso del Psicoaná-
lisis es un término mucho más amplio: el cuerpo doctrinario, lo que dice el
Psicoanálisis, lo que sabe el Psicoanálisis.
Por otro lado lo que dice Lacan es que si bien son cuatro discursos,él le da
un valor distinto al discurso del Analista que a los otros discursos, es decir
está en la serie de los cuatro? pero tiene una operatoria diferente. ¿Por qué?
pecto del discurso analítico; de allí que digamos que tal elevación de las aspira-
ciones del discurso analítico a incidir en lallógica colectivaljunto a los demás dis-
90 ALICIA R. ÁLVAREZ
Porquees el único que puede dar cuenta de los otros, que está en condiciones
de dar cuenta de los otros, ya que da lugar a lo rechazado de los otros.” +
Esta particularidad del discurso del analista es situada por Lacan en “La
tercera” como sigue:
cursos mereceel calificativo de gesto irónico”. “La experiencia del fin. Psicoanáli-
sis y metafísica”. Miguel Gómez Editores. España, 1996. Pág. 119.
Lacan, J.: op. cit. Seminario XX “Aún” Clase II “A Jakobson”. Del 19 de Diciembre
de 1972 : “...que de este discurso psicoanalítico hay siempre alguna emergencia
con cada paso de un discurso a otro”. Pág. 25.
Lacan,J.: “La tercera” en “Intervenciones y Textos 2”. Ed. Manantial. Argentina,
marzo de 1988. Pág. 86.
Lacan,¿.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase IV Del 3 de Febrero de 1972. Pág. 74.
10. Lacan,J.: op. cit. Seminario XX “Aún” Clase 111 “La función de lo Escrito” Del 9
de Enero de 1973. Pág, 39.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 91
gunta cuál sería el oficio del discurso analítico y afirma: el oficio del discur-
so analítico es no volverlo oficial sino oficiante.
También nos advierte acerca de no confundir el discurso del analista
con el discurso del analizante. El discurso del analizante no es el que va-
mosa escribir como el discurso del analista. Es más, lo que se produce en
una entrada en análisis es la histerización del discurso. Esto indica clara-
mente que no hay que creer que todo lo que ocurre en un análisis es el dis-
curso del analista.
Esto nos parece importante, porque renueva la cuestión que a Freud siem-
pre le preocupó y que introdujo comola relación entre el oro purodel Psicoa-
nálisis y el bronce de la sugestión.
Pasemos ahora a la escritura de los cuatro discursos y a la operatoria de
cada unodeellos.
S:1 So So úl a
a
———> —_——>
Voy a empezar por el Discurso del Amo que es por el cual empieza La-
can, haciendo la aclaración de que puede partirse por cualquiera ya que es
cuestión girarlos. No obstante, Lacan dice que va a empezarpor el Discurso
del Amo y agrega allí que la filosofía no habla de otra cosa.
Hay aquí una primera diferenciación con otras cuestiones que a veces se
confunden. En principio, Lacan ubica al Discurso del Amo del lado del saber
teórico, del lado de la filosofía. Vamos a ver cómo se armaesta estructura.
S, es la función de significante en la que se apoya la esencia del amo.
Hay un párrafo en el Seminario XII “Problemas Cruciales...” donde Lacan
dice que:
...el gran apoyo del amo no es su deseo sino sus identificaciones siendo
la principal de ellas el nombre de amo, el nombre que él lleva, que vie-
ne a aislario en la función del nombre, por el hecho de que es un aristó-
crata.”
11. Lacan,J.: op. cit. Seminario XI “Problemas Cruciales para el Psicoanálisis”. 1964-
1965. Clase VI Del 20 de Enero de 1965. (Inédito).
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 93
12. Lacan,J.: op. cit. Seminario XII “Problemas Cruciales para el Psicoanálisis”. 1964-
1965. Clase VI Del 20 de Enero de 1965. (Inédito).
13. Lacan, J.: op. cit. Seminario XII “Problemas Cruciales para el Psicoanálisis” 1964-
1965 (Inédito) Clase VI Del 20 de Enero de 1965. (Inédito).
14. Platón: Diálogos III. “El Banquete”. Ed. Gredos. Madrid, 2000.
94 ALICIA R. ÁLVAREZ
que alguien puso en duda y renunció a este saber mal adquirido, haciendo
referencia a Descartes.
Respecto de este punto, es importante mencionar que no hay una nota-
ción o escritura del discurso de la ciencia en Lacan. Pero sí hay una serie de
referencias en su obra a algo que él llama discurso de la ciencia. Hay que
ver si cuando habla de discurso dela ciencia, lo dice con la misma exactitud
que cuando está planteando esto. Efectivamente, dice que sería una deriva-
ción del Discurso de la Histérica.**
Entonces, en el Discurso del Amo no se trata de la producción del saber.
Y hablar del deseo de saber es un disparate de los psicoanalistas, según opi-
nión de Lacan. El amo al producir esta transferencia de saber no por ello
está interesado en saber nada. Lo hace para que la cosa funcione.
Hayotra referencia de “Problemascruciales...” donde Lacan está hablan-
do de Sócrates y dice:
sabe. De vez en cuando hay algo que irrumpe, es lo que permite que un aná-
lisis se pueda sostener. Irrumpe un lapsus, irrumpe un fallido y se revela
que hay algo que no sabe, Lacan compara esto con el saber del esclavo, como
un inconsciente no revelado.
Lo que es interesante y hace a poder pensar discursos efectivamente exis-
tentes es que el amo aspira a que el saber pueda hacer totalidad, y esto es
inmanente al discurso de la política.
Esto nos da una indicación de por qué dice que el discurso del psicoaná-
lisis es el reverso del discurso del amo.
Este tema del saber, queda más articulado como cuestión de renuncia,
cuando establece cuál es el pasaje que se da entre el discurso del amo y el
discurso universitario.
De momento, los va a llamar Discurso del Amo Antiguo y Discurso del
Amo Moderno.
O |
| S // 3
Delo quese trata aquí es de un cambio en el lugar del saber. ¿Qué quie-
re decir esto? En el Discurso del Amo hay una función que cumple el escla-
vo, un trabajo que hace que está relacionado con el goce y que le es necesa-
rio al amo en la medida en que va extrayendo deallí el saber con el cual se
construye la episteme.
Lo queplantea Lacan acá es que el paso dado en la cuestión del saber del
Amo Antiguo al Amo moderno, implica la desposesión del saber del esclavo.
Ya no hace falta o no interesa el saber del esclavo, porque ya se ha consti-
tuido en saber del amo. Porque $, en el lugar del agente es todo-saber. En-
tonces el saber del esclavo se vuelve inútil. Es por esto que se habla del pro-
letario como un desposeído?*.
Cuando Marx habla del desposeído, dice que está desposeído de los me-
dios de producción. En ese sentido, son los medios de goce, los medios de
producción del saber. Desposeído de ese saber hacer que habíamos defini-
do antes.
19. Ver también Lacan, J.: op. cit. “La tercera” en “Intervenciones y textos 2”:“...cada
individuo es realmente un proletario”. Pág. 86.
96 ALICIA R. ÁLVAREZ
El Sadel amo muestra el núcleo de la nueva tiranía del saber. Esto im-
pide la aparición de la verdad. El signo de la verdad está en otra parte.
Debe ser producido por los que ocupan el lugar del esclavo."
20. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 11 “El amo
y la histérica” Del 17 de Diciembre de 1969. Pág. 32.
21. Desarrollaremos esta cuestión en el Cap. “Imposibilidad. Impotencia. Verdad y
Producto. Plus de goce, plusvalía. ¿Un discurso transgresor?”,
22. Ver Zizek, S.: “El sublime objeto de la ideología”. Editorial Siglo veintiuno. 1” Edi-
ción. México, 1992. ]
23. Lacan,J.: “La tercera” en “Intervenciones y textos 2”. Pág. 87.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 97
Esto está en relación con lo que dice Marx. En el sentido de que la con-
nencia de la burguesía está de acuerdo al discurso explícito, mientras que
=. proletario tendrá que hacerse una conciencia para sí que se contraponga
a lo quedice el discurso explícito, para situarse como explotado. Este es un
paso, por eso entiendo que se refiere a eso por cuanto si el signo de la ver-
lad está en otra parte debe ser producido por los que ocupan el lugardel es-
clavo. Esto no puede venir de otro lugar?*.
Lacan dice que ellos son productos tan consumibles como los otros. El
proletario es libre de vender su fuerza de trabajo por lo que no es más que
una mercancía entre otras*,
Entonces, el paso del amo antiguo al amo moderno se especifica en el lla-
mado Discurso Universitario, primera aproximación de Lacan a la lógica
discursiva del capitalismo.
En el discurso universitario el lugar del agente, de la dominanciaesel S,
cuya característica no es saber todo sino todo-saber. Y a esto Lacan lo iden-
tifica con la burocracia. Incluso hace una referencia a la URRSS.
Por lo tanto lo que produciría este cambio, este giro, este cuarto de
vuelta del discurso del amo al discurso universitario, lo principal que si-
túa aquí Lacan, es el cambio en el lugar del saber, en el sentido que el pro-
letario ha sido desposeído del saber. Por lo tanto, la operatoria es distin-
ta. Al haber pasadoya el saber al lugar de amo se hace más opacala rela-
ción con la verdad.
Del que trabaja, del lugar del trabajo, del lugar del otro, dice Lacan:
que son ellos mismos productos, son objetos. Porque en el lugar del traba-
jo, en el lugar del otro está a, por lo cual son ellos productos tan consumi-
bles comolos otros.
Lacan dice, que antes al amose lo podía situar y que ahora está por to-
das partes, es anónimo, es la maquinaria, son las razones de estado, son las
necesidades de la economía, son las operacionesde la bolsa... y entonces esto
hace mucho másdifícil algo que pueda producir algún acotamiento al amo
porque está por todos lados, no se lo puede identificar. Y también se refiere
a Dioses oscuros que ordenanel goce”.
24. Lacan,J.: op.cit. (referencia cita 204) “La tercera” en “Intervenciones y textos 2”
dice: “No hay más que un único síntoma social, cada individuo es realmente un
proletario”. Pág. 86,
25. Guy Lérés en op.cit. nos hace notar la diferencia entre la posición de Lacan y la
ideología liberal. Para ésta, somos todos amos, mientras que para Lacan somos
todos proletarios.
26. En el Seminario XI op.cit. “Los Cuatro...” Clase XX “En ti más que tú” Del 24 de
junio de 1964. Lacan dice: “Sostengo que ningún sentido de la historia, funda-
do en las premisas hegeliano-marxistas, es capaz de dar cuenta de este resurgi-
98 ALICIA R. ÁLVAREZ
Esto produce una diferencia, porqueal estar por todas partes, al estar en
el anonimato, no hay ninguna posibilidad de reserva respecto de este amo.
La Literatura y el Arte también muestran esto. Es absolutamente consta-
table quela figura de un padre, de un rey, es bastante másidentificable que
un aparato burocrático.
Una puntuación que quiero subrayar es cuando Lacan respecto al dis-
curso universitario dice:
Es imposible dejar de obedecer esa orden que está ahí, en el lugar que
constituye la verdad de la ciencia — Sigue. Adelante. Sigue sabiendo cada
vez más”,
miento (se refiere al nazismo) mediante el cual se evidencia que son muy pocos
los sujetos que pueden no sucumbir, en una captura monstruosa, ante la ofren-
da de un objeto de sacrificio a los dioses oscuros”. Pág. 282,
27. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis”. Clase VIT. “Edi-
po, Moisés y el padre de la horda”. Del 11 de Marzo de 1970. Pág. 109.
28, Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis”. Clase VIL “Edi-
po, Moisés y el padre de la horda”. Del 11 de Marzo de 1970. Pág. 111.
29. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis”. Clase VIT. *Edi-
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN qa
Discurso de la histérica
$ Si
E IS
Haciendo un cuarto de vuelta por regresión del discurso del amo, obtene-
mos el discurso de la histérica que es donde Lacan sitúa que transcurre la
experiencia analítica. La experiencia analítica misma instituye la histeri-
zación del discurso. Hay que señalar que Lacan dice que este discurso exis-
tió y existirá siempre, haya o no haya psicoanálisis.
En el discurso de la histérica se trata de un $ que se dirige a un amo, =j?
orientado por el deseo de saber, por lo que Lacan caracteriza a la histérica
como industriosa, trabajadora, que quiere hacer hombres.
En “Radiofonía...”, Lacan se expresa así:
Deseo Otro
Verdad pérdida
| S> JS:
Laéan indica que en este discurso el analista es el amo. Pero bajo la for-
ma de a. Y ya hemossituado a a comola función de resto rechazada de cada
uno de los discursos. Lo rechazado de los otros discursos tendrá el lugar do-
minante en el discurso del analista.
También del lado izquierdo del tetrápodo, lado que Lacan dirá que es el
del analista, en este caso, está S¿. Esto implica un saber en juego, que pro-
visoriamente Lacan llamará saber hacer analítico*, Y cuya particularidad
está en ocuparel lugar de la verdad.
Así escribimos a, como causa del deseo, agente del discurso que se dirige
33. Lacan,J.: op.cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase VI. “El amo
castrado”. Del 18 de Febrero de 1970. Pág. 98.
34. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase VI. “El amo
castrado”. Del 18 de Febrero de 1970. Pág. 99.
35. Más adelante estudiaremosla función del saber en el discurso del analista.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 101
El giro de discurso?*
Lacan afirma que siempre que hay giro de discurso hay emergencia del
discurso analítico, o sea que ésta también es una particularidad. Cuando hay
giro de discurso, dice Lacan, se cambia de razón, se cambia de amor.
Al giro de discurso se refiere así:
Cambio de discurso: eso se mueve, eso los, eso nos, eso se traspasa, nadie
acusa el golpe. Me canso de decir que esa noción de discurso ha de to-
marse como vínculo social, fundado en el lenguaje...*.
36. Lacan, J.: op. cit. Seminario XX “Aún” Clase 11. “A Jakobson”. Del 19 de Diciem-
bre de 1972, Pág. 23 y sgtes.
37. Lacan, J.: op. cit. Seminario XX “Aún” Clase II. “A Jakobson”. Del 19 de Diciem-
bre de 1972. Pág. 26.
38, Lacan, J.: op. cit. Seminario XX “Aún” Clase IL “A Jakobson”. Del 19 de Diciem-
bre de 1972. Pág. 25,
39. Freud, S.: op. cit. “Psicología de las masas y análisis del yo” (1921)
102 ALICIA R. ÁLVAREZ
o. Cuestiones
cuando por ejemplo se profiere el mandato del amoral prójim
e en relación al
que Freud va analizando y nos permiten pensar que siempr
Lacan, es que puede ha-
otro está el amor, pero lo que aquí está planteando
ber distintos tipos de amor.
el amor narci-
Lo que transmite en forma más contundente Freud es
a difere ncia de la pulsión, del
sístico, sitúa el amor a diferencia del deseo,
posibi lidad de pensarel
lado del narcisismo*. Lo que aquí abre Lacan es la
so y esto permite
amor en distintas modalidades relativas al giro de discur
no necesariamente sean
asimismo pensar modalidades de lo colectivo que
:
las de la masa.
cuand o él trabaja
Podríamos también apoyarnos en algo que está Freud
antecedente —
en “Sobre una degradación general de la vida erótica**, como
podríamos decir—, del 'no hay relación sexual' de Lacan.
la relación,
Vamos a situar entonces que a partir de este imposible —de
con distin tos ti-
hay un modode hacer con este imposible, que tiene que ver
d, algunos
pos de amor. Que algunos estarán más ligados a la imposibilida
los distintos ti-
másligados a la impotencia, etc. Y de hecho, Lacan, plantea
de a-muro, del
pos de amor, habla de la carta de almor, habla de la carta
amor cortés y del amor al prójimo.
a la
Por ejemplo de lacartadealmor en el Seminario “Aún”, donde plante
del Psicoana-
cuestión del alma; de la carta de a-muro se ocupa en “El saber
carta de amor. Ahí
lista”. La carta de a-muro se pronuncia en francés como
a la castra-
está planteandola posibilidad de un amor que esté articulado
sante entre un hom-
ción, como la única posibilidad de que pase algo intere
está diferen-
bre y una mujer, que esté en juego la castración. Entonces ahí
como algo que pue-
ciando un amor de lo que podría ser el amor narcisístico)
de ocurrir contingentemente, no necesariamente.
algo re-
Pero de hecho cuando él está diciendo que en todo discurso hay
ón con la castra ción
chazado, podríamos pensar quelo rechazadotiene relaci
con esto que
y esto da lugar a que en cada discurso haya un modo de hacer
genera tipos diferentes de amor.
habla del ca-
Por otro lado, en “El saber del Psicoanalista”, cuando Lacan
ypor lo
pitalismo, plantea que el discurso capitalista rechaza la castración,
el amor. En
tanto hace imposible cualquier cuestión que tenga que ver con
so, produce algo de
* consecuencia, podemos pensar queel cambio de discur
López Ballesteros.
40. Ver Sigmund Freud en: Obras Completas. Traducción por Luis
Vol. IL “Los instintos y sus destino s” (1915). Bibliote ca Nueva, Madrid, 1983.
Complet as. Traducc ión por Luis López Balleste ros. Vol. 11 *So-
41. Freud, S.: Obras
ca Nueva. Ma-
bre una degradación general de la vida erótica” (1912). Bibliote
drid, 1983
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN
108
43. Lacan, J.: op. cit. Seminario X “La Angustia” (Inédito) Clase VIII Del 16 de Ene-
ro de 1963.
44, Volveremos a ocuparnosde este tema más adelante.
45. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase VI Del 4 de Mayo de 1972. Pág. 122.
8. LOS DISCURSOS SE ESCRIBEN
1. Podríamos asimismo hablar —retomando a Lacan— de los dos horizontes del sig-
nificante: el materno (que es también lo material) y el matemático (que es for-
mal). Esta distinción está indicada en: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Char-
las de Jacques Lacan en Ste Anne 1971 - 1972. Clase VI Del 4 de Mayo de 1972.
Pág. 117.
2. Lacan, J.: op. cit. “La ciencia y la verdad”. Escritos IT.
105
106 ALICIA R. ÁLVAREZ
3. Lacan,J.: op.cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971 -1972. a
4. Lacan, 3).: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971 -1972. Clase VI Del 4 de Mayo de 1972. Pág. 122.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 107
ATA 2
Dentrodel discurso, nosotros podemosdecir: “El S, en el discurso del amo
es tal cosa”. Pero si tenemos$, suelto, a mi modode ver, no se sostendría este
planteo de Milner porque se podría efectuar este vaciamiento de sentido.
Si así fuera, que algo del uso que ha producido una cierta atadura en el
sentido, la actitud de Lacan cuando plantea esta diferencia entre las cosas
que se pueden ver y estas otras que se pueden escribir, está planteando para
los discursos que la operatoria del sentido que tiene que aparecer en algún
momento- porque no quiere decir que en el psicoanálisis no vamos a traba-
jar con el sentido -, es externa y a posteriori.4
Es externa porque depende de otro discurso, depende de lo que este sig-
nificante o letra es en otro discurso. Y es a posteriori, porque en otro discur-
so se puede esclarecer el anterior.
El término en el discurso está vacío de sentido. El sentido va a surgir
de su diferencia con este mismo término en otro discurso, tomará el senti-
do de otro.
Lacan decía que estas letras que podían ser cualesquiera.
Retomemos entonces la lógica que sostiene la elección de estas letras.
Tenemos$,, la exterioridad; S», la batería de significantes. ¿Cómo inter-
viene este $, sobre este S2?
52 está también definido como una red. Quiere decir, que no son signi-
ficantes sueltos, es por lo que se lo puede considerar un saber. 5, marcan-
do la exterioridad del significante, viene a representar algo. Lo que viene a
representares al sujeto. Que esté la marca del significante hace que este-
mos hablando en términos de sujeto. Es decir, no representa al ser vivien-
te sino al sujeto.
El cuarto términoesel a, que se define como una pérdida.
5. Milner, J-C.: op. cit. “La obra clara. Lacan,la ciencia, la filosofía” Cap. IV “El se-
gundo clasicismo lacaniano” 2.2 La letra
108 ALICIA R. ÁLVAREZ
Si | Sz
l
l XxX $
6. Lacan, J.: op. cit. Seminario XI “Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psi-
coanálisis” Clase XVI “El sujeto y el Otro: la alienación”. Pág 213.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 109
La apariencia” ui” L
)
...el sujeto está dividido como en todas partes por el lenguaje, pero uno de
estos registros puede satisfacerse por referencia a la escritura, y el otro
porel ejercicio de la palabra!”.
... nada es más distinto del vacío producido por la escritura que la apa-
riencia; en esto, en un principio, que es el primero de mis pliegues siem-
pre listo para coger el goce o al menos para indicarlo por medio de su
artificio”,
12. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVIII “De un discurso que no fuese semblante” Cla-
se VII Del 12 de Mayo de 1971. (Texto Inédito). Pág. 68.
13. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVIII “De un discurso que no fuese semblante” Cla-
se VII Del 12 de Mayo de 1971. Pág. 73.
14. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVIII “De un discurso que no fuese semblante” Cla-
se VII Del 12 de Mayo de 1971. Pág. 73.
112 ALICIA R. ÁLVAREZ
15. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVIII “De un discurso que no fuese semblante” Cla-
se VII Del 12 de Mayo de 1971. Pág. 74.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 113
16. Lacan,J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase IV Del 3 de Febrero de 1972
9. SABER Y CIENCIA
ESCRITURA TENTATIVA DEL DISCURSO
DE LA CIENCIA
ración. En esa línea se expresa Lacan en el Seminario VII “La Etica del Psicoa-
nálisis”, Clase XVII “La función del bien”. Del 11 de mayo de 1960. Cuando dice:
“..eso es tanto como decir que no es su agente (de la ciencia) sino su soporte, en
tanto no podría incluso calcular sus consecuencias, sino que es en su relación con
115
116 ALICIA R. ÁLVAREZ
sentido de actividad del sujeto pensante. Por todo el procedimiento que hace
de barrido del saber, lo que queda es la actividad del sujeto pensante?
Entonces, no habría inconvenientes en principio, en mantener ese tér-
minoallí.
Por otra parte, Lacan dice que donde reina el matema —refiriéndose a la
ciencia moderna-, lo que se produce es saber. Con lo cual, tampoco habría
inconveniente en situar el saber (Sa) en lugar de la producción. Ademásdice
que el saber no es más que producto, porque está ligado a las normas del
plus de gozar, saber mensurable que tiene que ver con el mercado del saber.
La ciencia produce un saber que es un saber mensurable*.
Respecto del cambio en los términos medios, resulta más complejo. He
pensado que el único cambio que se puede hacer en los términos medios, es
hacer así:
Era
—_—_—_——>
ua
ÉN uf a
esta articulación significante que él, como sujeto, surge como su consecuencia.”
Pág. 265.
3. La referencia a Freud es directa en tanto él hablaba de pensamientos inconscien-
tes. Lacan trabaja esta cuestión en distintos momentos de su obra. En particular
puede consultarse en op cit. Seminario XI “Los Cuatro Conceptos Fundamenta-
les del Psicoanálisis” Clase III “Del sujeto de la certeza”.
4. Lacan,J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase VI Del 4 de mayo de 1972. La cita completa es: “Esta re-
ferencia matemática así llamada porque es del orden donde reina el matema,es
decir lo que produce un saber que, por no ser más que producto está ligado a las
normasdel plus-de-gozar, es decir, de lo mensurable”. Pág. 121.
5. Regnault, F.: “Dios es Inconsciente”. Ed. Manantial. 1986.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 117
2 UL
discurso del analista como diferente del lugar que ocupa en los otros dis-
CUYSOS.
¿Qué es la verdad como saber? Viene al caso decirlo así- ¿Cómo saber
sin saber? :
ame
9. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase II. “El
y la histérica”. Del 17 de Diciembre de 1969. Pág. 36.
10. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 11. “El amo
y la histérica”. Del 17 de Diciembre de 1969. Pág. 37.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 119
11. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase II “El amo
y la histérica” Del 17 de Diciembre de 1969. Pág.37.
12. Lacan, q.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 11 “El amo
y la histérica” Del 17 de Diciembre de 1969. Pág. 38
120 ALICIA R. ÁLVAREZ
Se trata de cómola letra en ese lugar puede pasar de ser plus de gozar
a ser causa de deseo. Esto es lo que haría a la posición del analista. El mo-
vimiento sería: el producto o resto de la operación, transformándose, por el
cambio de lugar, en falta funcionando como causa.
Esto hace a la posición del analista y allí Lacan confronta posiciones
freudianas, como su inclinación al amor a la verdad. Se diferencia de esta
'propuesta,sin descartarla totalmentey, parafraseando su aforismo respec-
to de la angustia, dice:
Es exigible que una definición sea correcta y que una enseñanza sea ri-
gurosa. Es enteramente intolerable en el momento en que el psicoanálisis
es llamado a dar algo, lo cual no crean que tengo la intención de elidir:
en la crisis que atraviesa la relación del estudiante con la Universidad,
es impensable que se responda porel enunciado de que hay cosas que no
podrían, de ningún modo, definirse en un saber. Si el psicoanálisis no
13. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase IM “Saber,
medio de Goce”. Del 14 de Enero de 1970. Pág. 56.
14. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase IV *Ver-
dad, hermana del goce”. Del 21 de Enero de 1970. Pág. 61.
15. Jorge Belinsky en “El psicoanálisis y los límites de su formalización” op.cit. tra-
baja esta cuestión en el sentido de cierta promesa de búsqueda de la verdad, pro-
mesa incumplible pero que sostiene la posibilidad del análisis.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 121
Plantea la cuestión del saber que se puede formalizar, un saber que pue-
le enunciarse como saber y enseñarse comotal.
Esto no significa que pueda haber un saber total por lo que a continua-
ón examinaremoslos límites que cada discurso conlleva, a partir de las ca-
segorías de impotencia e imposibilidad.
16. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro” Clase I Del 13 de Noviem-
bre de 1968. Pág.5.
10. IMPOSIBILIDAD. IMPOTENCIA
Imposibilidad e impotencia
Hay una operatoria en los discursos que Lacan sitúa en algunas de las
versiones de escritura de los discursos aunque no en todas. Son dos flechas
que agrega a los discursos para hablar de imposibilidad y de impotencia.
Coloca la flecha de la imposibilidad en el plano superior y la de la impoten-
cia en el plano inferior.
Así lo grafica en el Seminario XX “Aún”.
imposibilidad z
S; y So S, - . > a
AAA AAA
$ a S: $
impotencia'
imposibilidad
$ Sr S: a -—_———_—_— $
AICA mA
a Ss Ss Si
impotencia
Entre estos dos lugares del discurso, agente y Otro (piso superior), hay
siempre imposibilidad. Y el producto está en impotencia respecto de la ver-
dad (piso inferior). :
2. Lacan, q.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase VII “Edi-
po, Moisés y el padre de la horda” Del 11 de Marzo de 1970. Pág. 109.
3. Freud, $S.: op. cit. “El malestar en la cultura” (1929).
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 125
4. Freud, $.: op.cit. Vol. III “Análisis profano. Psicoanálisis y Medicina” Conversa-
ciones con una persona imparcial (1926).
5. Lacan, y.: op.cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase XII “Laiim-
potencia de la verdad” Del 10 de Junio de 1970.
126 - ALICIA R. ÁLVAREZ
6. Freud, S.: op. cit. “Sobre una degradación general de la vida erótica” (1912)
7. Badiou, A.: “Manifiesto por la Filosofía”. Editorial Nueva Visión. Bs. As., 1990. Sin
embargo, podríamos objetar que para que el dos no haga uno, es necesario que
haya tres. Esto es, a mi entender, lo que caracteriza el discurso de Lacan como
modo de introducción de la alteridad y la salida del infierno especular.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN. 197
BIBLIOTECA
sivas, tanto en la clínica como en las instituciones donde por ejemplo el disO
curso enteramente montado en la queja se pone a cuenta de cierta impotenH
cia para operar, para alcanzar determinadosfines, y esto no permite situar
cuál es el campo de lo posible y cuáles son los límites de ese campo. Ya ques
ACIO
siempre hay algún imposible en juego.
En el discurso universitario lo que queda desconectado del lugar de laS
verdades el sujeto (8), y ésta es la impotencia del discurso universitario. PoQ
dríamos decir en términos generales que la imposibilidad del discurso uniS
versitario o del educar como lo plantea Freud, es que es imposible rellenar2 anIvE
de saber todaslas fallas. ¡
Respecto del discurso universitario Lacan dice:
8. Lacan,y.: op-cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase XIII “El po-
der de los imposibles” Del 17 de Junio de 1970. Pág. 201.
128 ALICIA R. ÁLVAREZ
9. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase VI“El amo
castrado”. Del 18 de Febrero de 1970. Pág. 105.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 129
A
El producto
10. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase XI “Los sur-
cos de la aletósfera” Del 20 de Mayo de 1970. Pág. 176.
11. Ver por ejemplo Freud, S.: Obras Completas. Traducción por Luis López Balleste-
ros Vol. II “Construcciones en análisis” (1937) Biblioteca Nueva. Madrid, 1983.
130 ALICIA R. ÁLVAREZ
discursos pero por otro lado está en relación al objeto a. El objeto a puede
estar en distintas funciones: en función objeto causa del deseo o en función
plus de gozar, oscila entre esas dos dimensiones, la dimensión de la causa y
la dimensión del plus y está situado como dimensión de la causa en el dis-
curso del analista y como dimensión de plus en el discurso amo.
El objeto a en su dimensión de causa, está en relación al deseo y en su
dimensión de plus de gozar está ligado a la pulsión, está en relación a la sa-
tisfacción pulsional.
En el Seminario “De un otro al Otro”*?, Lacan sitúa al objeto a como un
lugar propicio para hacer captura de goce. Pero, ¿cuál es el goce que captu-
ra el objeto a?: es el exceso de goce, el plus de goce. Este exceso de goce es
siempre recuperación de una pérdida; porque hay renuncia previa al goce,
puede haber un lugar de recuperación de exceso de goce,
Parala vida es necesaria cierta renuncia al goce, podríamos decir en tér-
minos freudianos, este acorralamiento que va haciendo la pulsión de vida
respecto de la pulsión de muerte para que ésta no triunfe rápidamente.
Renuncia que Freud en “Másallá del principio del placer” sitúa en estos
términos, como renuncia pulsional. Esto es lo que aparece luego como recu-
peración y como exceso, cuyo lugar de captura es el objeto a.
Es evidente entonces que el concepto de plus de goce tiene antecedentes
en Freud y luego Lacan lo trabajará en relación a la plusvalía.
Ganancia de placer
12. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro” Clase XXI Del 21 de Mayo
de 1969.
13. En las distintas traducciones de la obra freudiana, este término aparecerá tra-
ducido como ganancia” o como “adquisición”.
14. Freud, S.: Obras Completas. Traducción por Luis López Ballesteros. Vol 1.>El chis-
te y su relación con lo inconsciente” (1905). Biblioteca Nueva. Madrid, 1983. B)
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 131
Parte Sintética. Cap.V. “Los motivos del chiste. El chiste como fenómenosocial”.
Pág. 1112-1113.
15. Freud, S.: Obras Completas. Traducción por Luis López Ballesteros. “El humor”
(1928). Biblioteca Nueva. Madrid, 1983. Pág. 2998.
132 ALICIA R. ÁLVAREZ
La plusvalía
16. Marx, K..“El Capital”. Editorial F.C.E. México, 1989: Y también “...el capitalista
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 133
Esto nos lleva a pensar que en algún punto de este proceso se ha produ-
cido más valor. Lo que no sabemos hasta ahora en qué punto de este proce-
so se ha producido este valor, cómo puede ser posible.
Entonces Marx va analizando, dice: este plus o esta plusvalía no pudo ha-
ber surgido del proceso de circulación de las mercancías, por eso yo habla-
ba de precios equilibrados porque no puedefijar un precio que sea excesi-
vo, irracional, porque también los otros van a hacer lo mismo; entonces esto
no funciona, no es de ahí que surge el exceso de valor, porque lo que gana-
ría como vendedor después lo perdería como comprador porque aumentaría
todo. Tampoco el aumento de valor puede estar en los materiales; porquelos
materiales, la materia prima lo único que hace es transferir su valor al pro-
ducto porque no tiene el poder oculto de aumentar de valor, tampoco puede
estar en las maquinarias que también como la materia prima transfieren
su valor al producto, aunque de una manera más lenta.
Entonces dice que la única posibilidad de pensarel origen de la plusvalía
está en la fuerza de trabajo. Y ¿cómo es esto? ¿Por qué en la fuerza de tra-
bajo se produce la plusvalía? Decíamos queel valor de la fuerza de trabajo
se fija por los medios necesarios para asegurar la subsistencia, la reproduc-
ción del trabajador. Pero, con el trabajo de un día, el trabajador produce más
medios de subsistencia que los necesarios para un día de subsistencia. En
consecuencia la jornada de trabajo podría dividirse en dos partes: trabajo
necesario, éste que necesita para mantenerse y trabajo excedente. Bajo las
condiciones del trabajo capitalista, el producto del trabajo necesario vuel-
ve al obrero, va a poder del obrero bajo la forma de salario mientras queel
capitalista se apropia del trabajo excedente y esto es la plusvalía.
sonríe cuando está frente al encanto de algo que brota de la nada.” Tomo 1, Cap.
1, Punto IV: “El fetichismo de la mercancía”. A partir de esa risa del capitalista,
Lacan comienza a plantear la homología entre plusvalía y plus de goce.
134 ALICIA R. ÁLVAREZ
Y más adelante:
17. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro”. Clase 1. Del 13 de noviem-
bre de 1968. Pág.4
18. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro”. Clase 1 Del 13 de Noviem-
bre de 1968. Pág.4.
19. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase III “Saber,
medio de goce” Del 14 de Enero de 1970. Pág. 53.
Es interesante considerar la ambigúedad del término alemán lust, señalada por
Sigmund Freud en dos notas de su texto “Tres ensayos para una teoría sexual”,
Obras Completas. Vol. II. En la nota 4 de 1910, expresa: “El único término alemán
apropiado lust' es ambiguo, lamentablemente, y se emplea para referirse tanto
a experimentar una necesidad como una gratificación”. En la nota 81 se refiere a
lo mismo de esta manera: “Es un hecho bien significativo que la lengua alemana
al usar la palabra "Lust' tome en consideración el rol de la excitación sexual pre-
liminar, que como ha sido explicado, produce simultáneamente un elemento de
satisfacción y una contribución a la tensión sexual. Lust' tiene dos sentidos: uno
describe la sensación de tensión sexual (Ich habe Lust'= 'me gustaría” o “siento
un impulso”) y el otro, es el sentimiento de satisfacción”.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 135
Por otra parte, en Lacan el concepto de plus de gozar está diversificado por-
que no siempre está hablando de lo mismo cuando habla de plus de gozar. No
sólo lo toma como recuperación equiparable al autoerotismo y ala pulsión par-
cial sino que habla de plus de gozar en relación a todo goce, habla de plus de
gozar en relación al goce de la lengua, al goce del síntoma,al goce de la mu-
jer, como recuperaciones de goce por la pérdida del goce todo; en el sentido de
la pérdida de ese goce todo supuesto de la complementariedad sexual que no
existe. Sobre la base de esa pérdida habla de recuperaciones de goce,
Lo que plantea Lacan cuando habla del reverso es que nose trata de nin-
guna transgresión. Dice que el reverso implica un giro, un movimiento de
trama y tiene esta función de que en el giro algo se va modificando de este
significante amo. En realidad se van modificando cada unadelas letras. La-
can dice: lo que yo les traigo no tiene nada que ver con la transgresión. La
transgresión vendría a ser del modo queél la planteala otra cara de lo mis-
mo, en el sentido de negar por ejemplo estos imposibles.
Aludea la religión ya que la religión sabe muy bien cómo trabajar con las
transgresiones. Las transgresiones no destruyen un pensamiento sino que
lo consolidan. La religión lo sabe muy bien y por eso ha inventado disposi-
tivos para hacer con la transgresión, todo lo que puedeser expiatorio en re-
lación al pecado. La política también tiene estos mecanismos expurgatorios
para poder seguir consolidándose. Entonces, es como cuando se plantea la
cuestión de la rebeldía, en otros términos,el transgredir, el ser rebelde está
ordenado por la mismalógica. Esto es lo que creo que nos enseña el psicoa-
nálisis. En ese sentido, la transgresión consolida el discurso oficial como su
contrapartida. Y de esto imputa Lacan a Marx, de haber consolidado, refor-
zado el discurso capitalista.
20. Lacan, J.: op. cit. “Psicoanálisis, Radiofonía y Televisión”. Pág. 58. Retomaremos
este punto cuando tratemos el Discurso Capitalista.
136 ALICIA R. ÁLVAREZ
....O0U pire
Ese dire, ...se expresa como todo decir en una Proposición complet
a: no
hay relación sexual?,
139
140 ALICIA R. ÁLVAREZ
¿Y el amor?
Pág. 1/2.
4. Nos hemosreferido a este tema en el Cap. 7.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 141
Se trataría un amor que no tenga como supuesto que hay relación sexual.
Un amorque supongala castración.
Esto es útil también para entender lo que Lacan dice cuando habla de
que el discurso del capitalismo forcluye la castración y hace imposible el
amor?,
En relación a este punto, es interesante retomar los planteos de Lacan
acerca del amor en su lectura de “El Banquete” de Platón en el Seminario
“La Transferencia”. Trabajará las distintas posiciones en relación al amor
a partir de las intervenciones de cada uno de los participantes del banque-
te. Y situará el amor de transferencia en la intervención de Sócrates.
En ese mismo seminario va a trabajar la posibilidad de un amor que in-
corpore la falta, un amor que no rechacela falta, cuando introduce la me-
táfora del amor.
Como hemos dicho antes, Freud, cuando habla del amor en general está
hablando de otra cosa. En la Metapsicología, el amor aparece como diferen-
te de la pulsión y justamente es el amor narcisístico”. Es precisamente la
vía del ideal, la vía del semejante,al atajo a la alteridad.
Enlas clases que Lacan dictó en el Asilo de Ste. Anne, “El Saberdel Psi-
coanalista”", trabaja esta cuestión de un amor que incorpore la castración.
Dice que la única posibilidad de que algo serio del orden del amor ocurra
entre un hombre y una mujer, es que esté atravesado por el murodela cas-
tración.
Por eso plantea: “El amor es dar lo que no se tiene a alguien que no lo
quiere”.
Entonces, estas formulaciones tienen una serie de consecuencias de di-
verso orden. Algunas son del orden de la lógica y que nos van a permitir se-
guir la argumentación; otras son consecuencias que hacen a posicionamien-
tos clínicos y éticos.
Estas son las operaciones con las cuales a partir de lo que traiga el ana-
lizante, se pueden ir recortando puntos de imposibilidad, de impotencia, ha-
cer contabilizar los encuentros y las contingencias. Á veces no se contabili-
zan en la medida en que se ponen a cuenta de la impotencia. Aquello que al-
guien logra pero que no puede contabilizar, porque como no es todo, lo con-
sidera nada. Esto es acotar el goce. Porque lo que está mostrando ese traba-
jo es que no hay un goce todo.
Alienación y separación
La no ignorancia de la necesidad
11. Ver op.cit. Seminario XI “Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanáli-
sis” Clase XIX “De la interpretación a la transferencia” Del 17 de Junio de 1964.
En relación al tema dela libertad".
12. Salafia, A.: “Esquizia y necesidad de discurso”. Cap. II La necesidad de discurso
Editorial Kline, Bs. As. 1990. Pág.35
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 145
La función de la excepción
3x . 0x
Tendríamos que leer “No existe x para quien exista la función fálica”.
Eso sería decir que no es verdad que funciona la castración. Mientras que
13. Cada proposición puede dividirse en dos partes. Lado izquierdo, el argumento, por
ejemplo “Vx” (cuantificadores). Lado derecho,la función . x. De a cuerdo a qué
parte sea afectada por la negación tendremos: negación forclusiva, la que afecta
la función, el decir y negación discordancial la que recae sobre los cuantores. En
concecuencia, no hay forclusión sino del decir. Que de eso que existe algo pueda
ser dicho o no, de eso se trata la forclusión.
146 ALICIA R. ÁLVAREZ
Tenemos un sistema que dice que todas estas fórmulas están bien, pero
no se lo puede deducir de eso.
¿Cuál es la demostración? Que hay proposiciones que son ciertas, pero
que son indeterminables, no se pueden ni derivar ni refutar.
Esto hace a la primera parte, fundamentalmente a la lógica interna que
tiene un sistema. Independientemente de que eso después se pueda com-
probar o no en la realidad fáctica, es una operación lógica que tiene un pun-
to de indeterminación. No de contradicción, sino de indeterminación porque
en la medida en que hubiera una contradicción, eso sería una respuesta. Se
trata de un sistema que es verdadero pero que tiene consecuencias que no
se pueden determinar.
Un corolario del Teorema dice que para demostrar la no contradicción de
un sistema formal, es necesario apelar a procedimientos de prueba que son
extraños al sistema. Lo que limita la no-contradicción en un sistema dado.
14. Esto también tiene consecuencias para pensar el funcionamiento del discurso de
la ciencia y el discurso universitario. Á mi entender, un modo del discurso uni-
versitario es el discurso de la epistemología. Es aquél que se pretende un mode-
lo de saber.
15. Citado por J. Belinsky en op. cit. “El psicoanálisis y los límites de su formaliza-
ción” Pág. 150.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 147
Este es otro modo de ver cómo para consolidar lo que muestra un siste-
ma,recurro a otro, como una especie de metalenguaje. Un sistema se cierra
apelando a un sistema exterior.
El no-todo
16. Lacan, J.: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase 1 Del 8 de Diciembre de 1971.
Pág. 2.
17.%% Lacan,J.: op. cit. Seminario XIX *...o peor” Clase 111 Del 12 de Enero de 1972.
Pág. I11/8.
148 ALICIA R. ÁLVAREZ
Dx
La función Ox tal como la he escrito no quiere decir sino esto: ...es por-
queel ser es hablante que hay complejo de castración**.
Vale para todo ser hablante situarse en relación a esta función por no
ser posible el goce todo.
Planteamos entonces la entrada del ser hablante en el discurso a partir
de esta función de la castración.
18. Lacan,J.: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase 1. Del 8 de Diciembre de 1971.
Primera Parte. Pág. 1/7.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 149
19, Lacan,J.: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase XII. Del 21 de junio de 1972. Se-
gunda Parte. Pág. XII/9.
12. ARTE DE PRODUCIR
LA NECESIDAD DE DISCURSO
Necesidad
151
152 ALICIA R. ÁLVAREZ
Esta es otra cuestión en la que nos tenemos que detener, porque desde
el sentido común pensamos que la necesidad es lo más animal. Pero él dice
que la necesidad no comienza más que con el ser hablante.
Aquí se habla de producción —uno de los lugares del discurso—, lo que im-
plica dar una definición de qué es producir, que es realizar por un trabajo.
Pone en juego la cuestión de un trabajo que hay que realizar para produ-
cir la necesidad.
En relación a la temporalidad dice *...hay algo de esto que ya estabaallí”.
Se podría suponer que estaba allí, pero no se puede decir que estaba hasta
que no se produzca.
Se trata de un trabajo para producir una necesidad, que ya estaba allí
antes, pero que no puede ser supuesta al comienzo más que en carácter de
inexistente.
Se plantea qué es entonces la necesidad —porque es la pregunta que se
hace Lacan-, tal que por el hecho mismo de producirla, no pueda, antes de
4. Lacan, J.: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase IV. Del 19 de Enero de 1972. Pri-
mera Parte. Pág. 1V/2.
5. Lacan, J.: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase IV. Del 19 de Enero de 1972. Pri-
mera Parte. Pág. IV/2.
6. Lacan, J.: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase IV. Del 19 de Enero de 1972. Pág.
IV/2 y IV/3...
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 153
ser producida, más que ser supuesta inexistente, lo que quiere decir, plan-
teada como tal en el discurso.
La existencia y la inexistencia
A
que esto es posible pero no tenemos modo de asegurar que esto exista. Es
por un rasgo negativo, por este no, que se puede delimitar el universo
A
de lo
quesí.
Entonces, lo necesario, en ese sentido, se Oponey se articula a lo posible.
Pero es lo que permite situar la existencia.
Había mencionado que al mismo tiempo, de aquí se desprende o se po-
dría articular la inexistencia.
Quisiera insistir en que esta primera proposición funda la existencia,
apoyándose en la negación de la función. Este carácter excepcional, mítico,
es lo que se obtiene por la negación de la función.
En cuantoa la inexistencia, lo que dice Lacan aquí, es que la inexisten-
cia surge como consecuencia de la necesidad en un aprés-coup. A partir de
la necesidad de producirla se podrá pensar queestaba, pero como inexisten-
te. O sea quela inexistencia es algo que aparece enel discurso, a posteriori,
como consecuencia de la afirmación de la existencia.
¿Quésería la inexistencia? Sería la negación de la función y la negación
de la existencia. Podríamos situar cómo aparecela inexistencia o lo imposi-
ble, en relación a esta doble negación, en una articulación con la existencia.
Este es el otro lado de la existencia.
Hay ejemplos que da Lacan. Plantea como ejemplo, al síntoma. En prin-
cipio, uno podría ubicar al síntoma del lado de lo necesario, en el sentido de
escritura, de no cesa de escribirse. Pero en el principio del síntoma, está la
inexistencia. Inexistencia planteada ahí en relación a la verdad.
La verdad que porta o que tiene el síntoma está allí pero en carácter de
inexistente. Va a poder ser producida por un trabajo. Es lo mismo que lo que
está planteando respecto a la necesidad.
¿Por qué necesitamos plantear este punto de la inexistencia? Es inte-
154 ALICIA R. ÁLVAREZ
Desde esta lógica podemos retomar nuevamente el planteo que hace Mi-
Iner? para explicar cómo funciona el discurso de la ciencia. Introduce de un
modo metafórico, cómo se relacionan estos cuatro modos lógicos. Su propó-
sito es mostrar por qué las leyes de la ciencia que se presentan como nece-
sarias, en realidad tienen un origen contingente.
Está hablando de cómo se producen las leyes de la ciencia y dice:
Manifestar que un punto del universo es como es, requiere que se tiren los
dados de un universo posible donde ese punto sería diferente de lo quees.
Al intervalo de tiempo en que los dados giran, antes de volver a caer, la
doctrina le dio un nombre: emergencia del sujeto, que no es el tirador (el
tirador no existe), sino los dados mismos en tanto son inciertos - referen-
cia a Descartes -. En el vértigo de esos posibles mutuamente excluyentes,
estalla, por fin, en el instante ulterior en que los dados vuelven a caer, el
flash de lo imposible: imposible, una vez que han vuelto a caer, que lle-
ven otro número en su cara legible. Se ve así que lo imposible no está en
disyunción con la contingencia sino que constituye su núcleo real”.
11. Milner, J-C.: op.cit. “La obra clara. Lacan,la ciencia,la filosofía”, Cap. U “El doc-
trinal de ciencia” 6.Literalidad y contingencia . Pág. 65-66.
156 ALICIA R. ÁLVAREZ
Qué es la necesidad
...aquello por lo que la vida se demuestra no ser ella misma más que ne-
cesidad de discurso ya que no encuentra para resistir a la muerte, es de-
cir a su premio de goce, ninguna otra cosa más que un truco... Y.
12. Lacan, J.: op. cit. Seminario XIX *...o peor” Clase IV Del 19 de Enero de 1972, Pri-
mera Parte. Pág. IV/5.
13. Lacan,J.: op. cit. Seminario XIX *...o peor” Clase IV Del 19 de Enero de 1972. Pri-
mera Parte. Pág. IV/5
14. Freud S.: Obras Completas. Traducción por Luis López Ballesteros.”Tres Ensa-
yos para una teoría sexual” (1905) Biblioteca Nueva. Madrid, 1983.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 157
La necesidad es de discurso
Queda situada la necesidad del lado del ser hablante. Hay algunas con-
sideraciones de Lacan respecto a qué pasaría con los otros seres vivos.
Lacan dice que, con respecto a esto, podríamos hacer algunas considera-
ciones. Pensar que la necesidad del instinto responde a la relación del in-
dividuo biológico con la especie, mientras que la necesidad de discurso res-
ponde a la necesidad del sujeto respecto de la especie de los seres hablan-
tes. En este plano, no podemos diferenciar necesidad lógica de otras necesi-
dades. Lo que plantea Lacan entonces, es que para el ser hablante se trata
de la forma orgánica que ha tomado paraél el goce. Lo está planteando al
revés, ya que no está partiendo de una necesidad orgánica sino queestá di-
ciendo queel goce se va a asentar en lo orgánico.
El ser que habla colorea de goce todas sus necesidades elementales,>» q que
no son, en los otros seres vivientes, más que rellenamiento respecto del
goce**,
No dice mucho más que esto, salvo el ejemplo de que la regularidad con
la que comeel animal, muestra que no conoce el goce del hambre.
Nosotros hablamos de este colorear las necesidades, que no es lejano al
concepto de apoyo (anhelung) que habíamos situado respecto a la pulsión,
tal como lo plantea Freud en “Tres ensayos para una teoría sexual””,
Sin embargo, parece jugarse aquí una diferencia epistemológica entre
Freud y Lacan. Para Freud, el goce se apoyará sobre la necesidad, es decir,
él atribuye una determinación biológica a la localización de la erogeneidad.
En Lacan puede leerse que esto es sólo pensable míticamente ya que la pre-
existencia del lenguaje es responsable de (marcar al cuerpo” dando estatu-
to a la necesidad.
15. Lacan,J.: op. cit. Seminario XIX *...o peor” Clase IV Del 19 de Enero de 1972. Pri-
mera Parte. Pág. IV/5.
16. Lacan,J.: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase IV Del 19 de Enero de 1972. Pri-
mera Parte. Pág. IV/6.
17. Freud,$.: op. cit. “Tres ensayos para una teoría sexual” (1905).
158 ALICIA R. ÁLVAREZ
Lacan advierte, no obstante, que esto no debe llevar a pensar que el goce
sexual es la vida ya que:
18. Lacan, y).: op. cit. Seminario XIX “...o peor” Clase IV Del 19 de Enero de 1972. Pri-
mera Parte. Pág. IV/6.
19. Ágnes Heller, “Teoría de las necesidades en Marx”, Ediciones Península. Histo-
ria/Ciencia/ Sociedad 152.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 159
20. A. Badiou en su artículo “La Etica. Ensayo sobre la conciencia del Mal” I ¿Existe
el hombre? Cap. 3 “El hombre ¿animal viviente o singularidad inmortal”, pág.
24, 25 y 26 (Revista Acontecimiento Año TIT N* 8, octubre 1994. Director y Editor
responsable Raúl J. Cerdeiras. Bs. As.) hace una dura crítica a la medicina “ges-
tionaria”: “...por su determinación negativa y a priori del Mal, la ética se prohi-
be pensar la singularidad de las situaciones, que es el comienzo obligado de toda
acción propiamente humana. Así, el médico adherido a la ideología “ética” medi-
tará en reuniones y en comisiones toda clase de consideraciones sobre los “enfer-
mos' concebidos exactamente al modo en quelo es para el partidario de los dere-
chos humanos,la multitud indistinta de víctimas: totalidad humanade reales
subhombres...” “En realidad la medicina burocrática concebida por la ideología
ética tienen necesidad de los enfermos” como víctimas indistintas o estadísticas,
pero es rápidamente desbordada por toda situación efectiva y singular de la de-
manda...” “De ahí que la medicina 'gestionaria', responsable' y ética” se reduz-
ca a la abyección de decidir qué enfermosel “sistema de salud francés” puede cu-
rar, y cuáles deben ser reenviados, ya que el presupuesto y la opinión lo exigen,
a morir en los suburbios de Kinshasa.”.
160 ALICIA R. ÁLVAREZ
21, Salañia, A. op.cit. “Esquizia y necesidad de discurso”. Cap. 1 Esquizia y Etica del
Psicoanálisis. Pág. 15
22. Retomaremos este tema en el Cap. “Responsabilidad y Etica”.
23. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase XII “La fe-
roz ignorancia de Jahvé” Del 15 de Abril de 1970
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 161
des, pero el tema de las necesidades es un tema en el que toman cartas mu-
chos discursos. Y en una práctica realizada en comunidades necesitadas —
para utilizar la misma palabra—, o marginales o donde no están satisfechas
las necesidades básicas, como se suele decir, a mí me interpeló este tema;
en el sentido de cuál es la respuesta o cuál es la propuesta que tenemoslos
analistas respecto de este tema de la necesidad o si para nosotros es un te-
rreno del que no nos ocupamos o bien tenemos la misma respuesta que po-
demos tener como ciudadanos, comopolíticos, o la respuesta que tieneel es-
tado o cualquier institución que se ocupe de estas cosas.
Meinteresa mostrar que en la ética misma del psicoanálisis hay una po-
sición fuerte respecto del tema de la necesidad que tiene que ver con no 1g-
norar la necesidad y poder producirla en el discurso.
En ningún momento la propuesta del psicoanálisis es la satisfacción de
necesidades; por otro lado ¿con quésatisfacer las necesidades?, los analistas
no tenemos nada para dar en el sentido de dar la leche o lo quefuera...
Pero sin embargo, que esté sancionado o no que existen necesidades tam-
pocoes sin consecuencias. No tiene las mismas consecuencias que un gobier-
no diga *...pobres habrá siempre”” a que diga como hay pobres vamosa ha-
cer un plan para satisfacer las necesidades básicas, aunque no lo pueda ha-
cer en términos absolutos.
Esto permitiría una intervención que vaya a producir en el discurso este
estatuto de necesidad. No es que por sí solo lo produzca la declaración de que
hay necesidades porque esto se va a producir a través de un trabajo. Traba-
Jo que puede ser con un grupo, con un colectivo social o puede ser con una
persona promoviendo que esta falta quede registrada, no quede ignorada,
no quede fuera de discurso.
Daré como ejemplo uno de los primeros trabajos que hicimos en el ba-
rrio Las Flores de Rosario en 1990 con chicos desnutridos donde el pedido
de intervención vino mediado por personal del centro de salud que plantea-
ba algo que es bastante común escuchar, que es que las mamás de estos chi-
cos no se daban cuenta que los chicos estaban desnutridos, incluso no se da-
ban cuenta hasta sus últimas consecuencias. Porque a veces se morían sin
que hubiera habido ninguna alarma, ninguna consulta, nada.
Esta fue una vía para empezar a pensar cuál es este estatuto de una ne-
cesidad básica que es alimentarse que quedaba ignorada, desconocida, na-
die se daba cuenta. Se daban cuenta los médicos pero no se daba cuenta la
familia, qué era ese no “darse cuenta”? Se podría decir que estas mujeres
eran esquizofrénicas porque no se “daban cuenta”? No eraasí. Y esto impli-
voz es débil para sostenerlo, pero quizá sea tanto mejor, porque si
ella
fuera más fuerte, yo tendría, en suma, menos posibilidades de subsistir
,
quiero decir que me parece difícil, por toda la historia, que los lazos so-
ciales hasta aquí prevalentes no hagan callar toda voz hecha para sos-
tener otro discurso emergente. Es lo que siempre se ha visto hasta aquí,
y no es porque no haya más inquisición que hay que creer que los lazos
sociales que he definido:el discurso del amo, el discurso del untversi
ta-
rio, incluso el discurso histérico-diabólico no ahogarían, si puedo
decir,
lo que yo podría tener de voz. Dichoesto, en fin, yo, ahí dentro, soy
sujeto,
estoy tomado en este asunto, porque me he puesto a exsistir como
analis-
ta. Esto de ningún modo quiere decir que yo me crea una misión de
ver-
dad. Hubo gente así en el pasado, ¡se cayeron de cabeza! Yo no tengo
mi-
sión de verdad, puesto que la verdad - insisto en ello - eso no puede de-
cirse: eso sólo puede que medio-decirse. Entonces, regocijémonos porque
mi voz sea baja*,
Entiendo que del análisis que hemos efectuado de estas categorías nece-
sidad de discurso y el arte de producirla, se desprenden indicaciones
crucia-
les para la práctica de los analistas. Que esta práctica no se sostiene en
el
saber referencial sino en su propio atravesamiento de un análisis. Nos
de-
dicaremos al examen de este tema a continuación.
165
166 ALICIA R. ÁLVAREZ
Dice:
el analista, en efecto, no podría adentrarse en ella (en su formación)
sino reconociendo en su saber el síntoma de su ignorancia, y esto en el
sentido propiamente analítico de que el síntoma es el retorno de lo repri-
mido en el compromiso, y que la represión aquí como en cualquier otro
sitio es censura de la verdad. La ignorancia en efecto no debe entender-
se aquí como una ausencia de saber, sino, al igual que el amory el odio,
como una pasión del ser; pues puedeser, como ellos, una vía en la queel
ser se formal.
3. Lacan,J.: op.cit. “Variantes de cura-tipo”“Lo queel analista debe saber. Pág. 344-
345.
4. Lacan, y.: op.cit. “Variantes de cura-tipo” “Lo que el analista debe saber: ignorar
lo que sabe”. Pág. 345.
5. La permanencia enel analista de la pasión por la ignorancia es leída por Cathe-
rine Millot en su texto “Nobodady” como sigue: “¿Deben verse en los psicoanalis-
tas efectos de una pasiónporla ignorancia, de una voluntad de no saber nada de
este punto en la escisión que afectó al movimiento analítico francés precisamen-
te cuando Lacan titulaba su seminario con los Nombres del Padre? El propio La-
can se inclinó a considerarlo señal de que aún no había llegado la hora de levan-
tar el velo que la piedad filial echó sobre Noé.” “Nobodady”. Cap. “La histeria en
el siglo” Pág. 112. Ed. Nueva Visión.
6. Lacan,J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase 1 Del 4 de Noviembre de 1971 Pág.10.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 167
Cito a J.M.Vappereau:
según el discurso al
. según el discurso al que ustedes estén apegados,
is personal, según
que ustedes llegaron por elaboración en vuestro anális
este discurso ustedes tendrán tal o cuál prácti ca".
Encarnarla apariencia
12. He avanzado sobre esto al tratar la cuestión de la apariencia. En este tema ver
también Ferreyra, Norberto “El otro insomnio. Deuda y antecedencia en psicoa-
nálisis” Cap. 4 “La Lathouse y la apariencia” . Ediciones Kliné. Buenos Aires,
1993.
170 ALICIA R. ÁLVAREZ
Apariencia y Saber
tiene
¿Y por qué en el discurso del analista el sostén de esta apariencia
relación con el saber?
a, A
> y
nombres del pa-
13. Lacan, J.: Seminario XXI “Los desengañados se engañan o los
de 1974. La frase completa es así: “Decir Dios no
dre” Clase XIV Del 21 de Mayo
Por supues-
cree en Dios” es exactamente lo mismo que decir hay inconsciente,
tales
to, dado el orden del auditorio que por entonces yo tenía —psicoanalistas
efecto; no causa-
como en esa época podían presentarse, esto no causaba ningún
yo mismo creía
ba ningún efecto fuera de que me plantearan la pregunta de si
hubo quien me definió diciendo que yo era alguien que creía que
en él. Después
pero hacia el fin
era Lacan, modo con el que mismo había definido a Napoleón,
estaba loco, porque creer en el propio
de su vida, en el momento en que, mi dios,
misma. Contrariamente a lo que imaginaba
nombre, en fin, es...es su definición
el nombrado Gabriel Marcel, no creo en Lacan”. (Inédito).
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 171
El discurso no es hablar
1. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro” Clase I Del 13 de Noviem-
bre de 1968.Pág. 2
2. Lacan, +J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase 1 “Produe-
ción de los cuatro discursos” Del 26 de Noviembre de 1969. Pág. 10-11.
3. Lacan J.: Seminario “La identificación” Clase 111 Del 29 de Noviembre de 1961.
(Inédito).
173
174 ALICIA R. ÁLVAREZ
4. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro” Clase 11 Del 20 de Noviem-
bre de 1968. Pág. 10.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 175
5. Lacan,op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste Anne
1971-1972 Clase IV Del 3 de Febrero de 1972.
6. Lacan, J.: op. cit. “Función y campode la palabray el lenguaje” Cuatro “Palabra
vacía y palabra plena en la realización psicoanalítica del discurso” Escritos 1.
Pág. 249.
176 ALICIA R. ÁLVAREZ
La estructura es lo real
El otro punto que considero crucial, dentro de esta línea que estoy to-
mando,es el planteo que hace en el Seminario “De un otro al Otro” de la es-
tructura comolo real. Indica que es en ese sentido que se lo puede conside-
rar estructuralista. En el sentido de estar interesado en lo serio de la es-
tructura.
Dice así:
7. Lacan, J.: op. cit. “Función y campo dela palabray el lenguaje” Cuatro “Palabra
vacía y palabra plena en la realización psicoanalítica del discurso” Escritos 1.
Pág. 249.
8. Lacan, J.: op. cit. Seminario “De un otro al Otro” Clase I Del 13 de Noviembre de
1968. Pág. 1.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 177
El análisis tiene que Pp producir ahí la marca de cincel, de modo tal q que lo
Sitúa un operador temporal, hay algo que era antes y que después pue-
de ser de otra manera, y que es ahí donde tiene que estar operandoel psi-
coanálisis.
Esto nos permite avanzar sobre la cuestión de las consecuencias, ya que
el analista no puede desinteresarse de las consecuencias de su acto.
Lacan dice:
Nos advierte de este modo sobre cierta concepción del análisis como una
especie de juego intelectual. La práctica analítica no consiste solamente en
el juego significante sino que algo tiene que afectar la estructura. Será por
vía del significante, por lo menos en un comienzo, pero no significa que el
análisis cumpla su cometido si no hay algo aquí que afecte a la posición fan-
tasmática, lo real. Como dice Lacan, sus efectos no son en lo simbólico ni en
lo imaginario, sino en lo real.
Es decir que estamos de lleno en el tema de las consecuencias de la prác-
tica de un discurso.
Lacan dirá que todo discurso tiene consecuencias, pero oscuras. Plantea
cuáles han sido las consecuencias del discurso científico, sobre todo habla de
la lógica matemática. También ahí sitúa un operador histórico, porque dice
que antes de eso era una cosa y después de eso, era otra.
Afirma que un discurso que no tenga consecuencias, es un discurso de
pura vanidad. En mi opinión, podríamos correr el riesgo de quedar en ese
plano cuando emitimos opiniones psicoanalíticas. Las opiniones psicoana-
líticas no tendrían consecuencias como opiniones. Entonces se trata de un
discurso de vanidad, mostrar que uno sabe algo.
Podemosligar estas afirmaciones al planteo freudiano, cuando Freud en
“Construcciones en análisis”*se pregunta sobre la efectividad de una inter-
pretación. Esa efectividad se va a ver en la continuación del discurso. En-
tonces, las consecuencias van a ser las que nos permitan a nosotros saber
en qué discurso estábamos cuando estábamos operando allí haciendo la in-
terpretación.
12. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVI “De un otro al Otro” Clase II Del 20 de Noviem-
bre de 1968. Pág. 10.
13. Freud,$.: op. cit. “Construcciones en análisis” (1937).
15. PARCIALIDAD DE LOS DISCURSOS
No hay ningún discurso que pueda decirlo todo, que sea completo. Esto
está en relación a la falta de goce absoluto, es decir, en tanto hay pérdida,
hay lazo, hay discurso, y los diferentes discursos serían distintos modos de
hacer con esa falta de goce y por lo tanto no habría ningún discurso logra-
do, siempre estaría jugándoseesta falta.
Hay un argumento importante acá, en relación a la parcialidad del dis-
curso, que es muy interesante cómo lo introduce Lacan, en relación al sen-
tido, porque va a plantear que no hay ningún discurso que tenga sentido en
sí mismoy que el sentido sólo puede venir de otro discurso.
Esto se relaciona con la formalización; nada que esté articulado en térmi-
nos algebraicos o topológicos, dice Lacan, puede tener ni siquiera una som-
bra de sentido, hay allí un juego de escrituras, de letras y cada letra no tie-
ne por sí misma ningún sentido.
Enel texto “El saber del Psicoanalista”.* Lacan pregunta ¿de dónde surge
el sentido? No hay mássentido, dice, que ese sentido confusional o el sentido
que se produce en la traducción, en la trascripción de un discurso a otro.
Es un aspecto interesante a seguir trabajando, distinguir la cuestión del
sentido y de la significación, una distinción que está planteada en L'etourdit?,
porque hace a la diferencia entre lo que es el ejercicio del discurso, donde se
1. Lacan,3). op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase V Del 6 de Enero de 1972.
2. Lacan, J.: LEtourdit” Escuela Freudiana de Bs. As. y Escuela de Psicoanálisis
Sigmund Freud - Rosario - Circulación interna. Publicado en Scilicet N* 4. Edi-
tions du Seuil, 1973.
179
180 ALICIA R. ÁLVAREZ
3. Lacan,J.: op. cit. «El saber del Psicoanalista» Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase V Del 6 de Enero de 1972.
4. Lacan, J.: op.cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972. Clase V Del 6 de Enero de 1972. Pág. 62
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 181
«Si nO se hubiese escrito nunca nada, sobre alguna pared, cualquiera sea,
ésta u otras, y bien, es un hecho, no habríamos dado un paso en el senti-
do de lo que quizás debe mirarse más allá del muro. Más allá del muro,
para decírselos enseguida, no hay que sepamos, más que este Real, que
se señala justamente por lo imposible, lo imposible de alcanzar más allá
del muro. No deja de ser lo real!.
Pero lo que creo tener que formular claramente y aquello en lo cual ereo
estar de acuerdo con todo lo que hay de serio en la construcción cientí-
5. Lacan, q.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase IV Del 3 de Febrero de 1972 . Pág.86.
182 ALICIA R. ÁLVAREZ
El discurso se presenta así como una herramienta para situar los térmi-
nos por fuera del campo del sentido.
Pero la pregunta siguiente para nosotros es ¿entonces, de dónde sale el
sentido? Efectivamente estamos en una práctica donde cuenta el sentido.
Aquí se encuentra el argumento más fuerte respecto de la parcialidad de
los discursos. Dice Lacan:
Es desde el lugar que ocupa en otro discurso, que nosotros podemos dar
algún sentido a un significante.
Algo de esto había planteado Lacan en el año “60, cuando trabaja la me-
táfora del sujeto?. En esta ocasión retoma la expresión que ha planteado,
¿cuál es el saber del analista? Un océano de falsa ciencia.
Un océanodefalsa ciencia es la metáfora que trabaja Perelman, en base
a la cual Lacan ubica los cuatro términos de la metáfora. Acá lo vuelve a
plantear diciendo que:
Un océano de falsa ciencia”, es quizá el saber del analista, por qué no?
6. Lacan,J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase IV Del 3 de Febrero de 1972 . Pág. 87.
7. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase IV Del 3 de Febrero de 1972. Pág. 88.
8. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase IV Del 3 de Febrero de 1972 . Pág. 88.
9. Lacan, J. “La Metáfora del Sujeto”, 1* edición, Bs. As., Ed. Homo Sapiens.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 183
Interdiscursividad
10. Lacan, q.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase IV Del 3 de Febrero de 1972. Pág, 91.
11. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase VI Del 4 de Mayo de 1972 . Pág. 119.
12. Lacan, ¿.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase VI Del 4 de Mayo de 1972 . Pág. 119.
134 ALICIA R. ÁLVAREZ
Significación y sentido
15. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase IV Del 3 de Febrero de 1972. Pág. 78. A la palabra que
funda el hecho nos hemos referido también en relación a la lectura de Belinsky
sobre el carácter performativo del enunciado del mito por parte de Freud.
16. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVIII “De un discurso que no fuese semblante” Cla-
sel Del 13 de Enero de 1971. (Inédito).
16. EL DISCURSO CAPITALISTA
Y LA ACTUALIDAD
El quinto discurso
(E a
“No es que yo diga que el discurso capitalista esté mal, es al contrario algo
locamente astuto. En fin, después de todo lo más astuto que se ha hecho
como discurso. No por eso está menos consagrado a reventar. Es que es
insostenible. Es insostenible en un truco que podría explicarles. El dis-
curso capitalista está allí (Lacan indica la fórmula en el pizarrón). Us-
tedes lo ven: una pequeñísima inversión entre el S, y el 3 barrado, que
187
188 ALICIA R. ÁLVAREZ
es el sujeto, eso basta para que eso marche sobre ruedas. No puede mar-
char mejor. Pero justamente eso marcha demasiado rápido, eso se consu-
me, se consume tan bien que se consume.
Ahora ustedes están embarcados. Están embarcados, pero hay pocas
chances de que aunque sea se pase en serio al filo del discurso analíti-
co, salvo de esta manera, bueno, al azar. En verdad creo que no se ha-
blará más del psicoanalista en la descendencia, si puedo decirlo, de mi
discurso, de mi discurso analítico. Alguna otra cosa aparecerá que, por
supuesto, debe sostener la posición del semblant, pero a pesar de todo
será... pero eso se llamará quizás el discurso PS. Un PS y luego una T.
Eso será conforme, por otra parte, con la manera en que se enuncia que
Freud viera la importación del psicoanalítico en América: sería el dis-
curso PST (PsicoTerapia). Añadan una E, eso hace PESTE (PESTEra-
pia). Un discurso que sería, en fin, verdaderamente apestoso, todo ente-
ro consagrado, en fin, al servicio del discurso capitalista. Eso quizás un
día pueda servir para algo, si, por supuesto, todo el asunto no se afloja
totalmente antes”.
Un pequeñísimo cambio
$ X Sa S; X Ss
51 a | 5 a
2. Lacan, J.: op. cit. Del Discurso Psicoanalítico” (Inédita). Milán Universitá degli
Studi, 12 de Mayo de 1972. Traducción Osvaldo Arribas.
3. Este modo de vectorización es planteado por Lacan en op. cit. “Del Discurso Psi-
coanalítico” (Inédita).
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 189
><
Describamos lo que conlleva este cambio de letras con respecto al discurso del
amo. En primerlugar, se trata del rechazo de la verdad del discurso, se ha inver-
tido el sentido del vector que conecta el lugar de la verdad con el lugar del sem-
blante, el agente repudia la determinación que recibe de la verdad para pasar a
dirigirla. El sujeto, entronizado como agente, opera sobre el significante coloca-
do en el lugar de la verdad. Se observa cómo justamente es el rechazo de la cas-
tración, lo que constituye al discurso capitalista en una circularidad. A su vez,
es este carácter circular el que incluso abre la cuestión sobre hasta qué punto
se puede denominar discurso a un movimiento circular en donde, al haber re-
chazo de la castración, no hay barrera alguna con respecto al goce”. Alemán,op.
190 ' ALICIA R. ÁLVAREZ
En “El saber del Psicoanalista”, Lacan plantea que lo que operaenel dis-
curso capitalista es la forclusión y es una aseveración muy fuerte, a la que
creo que tenemos que quitarle el sentido de la psicopatología, pero en esta
aseveración dice: no porque la hayamos descubierto en lo individual, esto
significa que la forclusión no está operando de un modo generalen la socie-
dad. Opera este rechazo, esta forclusión de la castración que hace imposible
el amor en el mundoactual. Porque justamente, para queocurra algo del or-
den del amortiene que estar en función la castración.
Entonces, de qué hablamos cuando hablamos de fuera de discurso o de
forclusión y qué entendemos en relación a esta aseveración tan fuerte de
que lo que rige en el mundo actual es la forclusión.
Lacan habla de forclusión en muchos sentidos. Habla de forclusión del
sujeto en la ciencia, habla de esta forclusión en el capitalismo, habla de for-
clusión del sentido, entonces no está vinculado exclusivamentea la psicosis,
aunque también es cierto que Lacan habla de “psicosis social”. Usaremos el
términoforclusión en el sentido que sigue: que algo que tendría queser di-
cho no se diga, como una primera aproximación al tema”.
Quenoesté en juegola falta hace justamente a esta lógica de reapropia-
ción total y plantea otro problema que es bastante actual que es qué pasa
con los restos, sabemos que hay una dificultad en el mundo modernocon la
del discurso del amo mediante la cual el discurso del capitalista efectúa unare-
apropiación de goce, que hace que la realidad advenga como fantasma. Dicho de
otro modo, el discurso del capitalista de ser un discurso, es un discurso sin envés.
El capitalismo, en su emergencia histórica, ha hecho posible, como Lacan afir-
ma en “La Tercera”, que lo real se embarace de gadget, o en otras palabras, que
el fantasmadel capitalista pueda transformarlo real, posibilidad ésta que, como
es obvio, el Amo antiguo jamás hubiera podido cumplir”. Pág. 127.
7. También Zizek, S. en op. cit. “El sublime objeto de la ideología” sitúa esta Yene-
ralización” del término forclusión: * ... en los últimos años de su enseñanza, La-
can dio rango universal a esta función de la forclusión: hay una cierta forclusión
propia del orden del significante en tanto tal; siempre que hay una estructura
simbólica, está estructurada en torno a un cierto vacío, implica la forclusión de
un cierto significante clave. La estructuración simbólica de la sexualidad impli-
ca la falta de un significante de la relación sexual, implica que no hay relación
sexual”, que la relación sexual no puede ser simbolizada —que es unarelación im-
posible, antagónica”, Y para captar la interconexión de las dos universalizacio-
nes, hemos de aplicar otra vez la proposición “aquello que fue forcluido de lo Sim-
bólico retorna en lo Real del síntoma: la mujer no existe, su significante está for-
cluido originalmente y por eso ella retorna como un síntoma en el hombre”. Pág.
82. J. M. Vappereau,sin embargo, avanza con la expresión psicosis social aplica-
da a este mundo donde todos son expertos. (Conferencia dictada en el año 2002
en el Centro Cultural del “Centro Regional Agudo Avila de Rosario”)
192 ALICIA R. ÁLVAREZ
Mercado de saber
Esto aclara por qué Lacan hablaba de un saber teórico relacionado con el
AmoAntiguo, y para la actualidad, en cuanto a los efectos que tiene la cien-
cia actual, de un saber ligado a la producción. Porque el saber se incorpora
en la producción a partir de la indisoluble unión deciencia y técnica.
Lacan afirma que la producción de estos objetos que son objetos de cap-
tación de goce, es solidaria de un discurso que articula la renuncia al goce.
Hay un discurso que articula la renuncia al goce por la vía de la producción
de objetos que luego son puntos de captación de goce. La renuncia es solida-
ria con el intento de recuperación de goce.
8. Lacan, J.: op. cit. Seminario XIX “De un otro al Otro” Clase II Del 20 de Noviem-
bre de 1968. Pág. 15.
9. Lacan,J.: op. cit. Seminario XIX “De un otro al Otro” Clase 11 Del 20 de Noviem-
bre de 1968.Pág. 15.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 193
La forclusión en lo social
...es decir, aquello por lo cual, por el puro y simple efecto del lenguaje, se
precipita el lazo social. Nos dimos cuenta de eso sin tener necesidad del
psicoanálisis, y hasta es lo que se llama habitualmente ideología”.
10. Lacan, d.: op. cit. “La tercera” en “Intervenciones y textos 2”, pág. 74 -75.
11. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase 111 Del 6 de Enero de 1972 . Pág.61.
12. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlasde Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase VI Del 4 de Mayo de 1972, Pág. 122.
194 ALICIA R. ÁLVAREZ
Esasí efectivamente como entiendo lo que articulo para ustedes del discur-
so del psicoanalista: es que si no hubiera práctica psicoanalítica, nada de
lo que puedo articular de esto, tendría efectos que yo pudiera esperar**.
Dice:
13. Lacan,J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase VI Del 4 de Mayo de 1972 . Pág. 122.
14. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase VI Del 4 de Mayo de 1972. Pág. 122.
15. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase VI Del 4 de Mayo de 1972. Pág. 122.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 195
Y luego:
Por qué el saber, aquél cuya importancia, digo, conoce todo psicoanalis-
ta, por qué el saber sería, como lo decía ante un rato, declarado? Es de
esa pregunta que Freud tomó, en suma, la Verwerfung: la llama un Jui-
cio que en la elección rechaza”. Y agrega: “que condena”, pero lo conden-
so. No es porque la Verwerfung vuelve loco a un sujeto, cuando se produ-
ce en lo inconsciente, que no reina, igual y con el mismo nombre que de
donde la toma Freud, que no reina sobre el mundo como un poder racio-
nalmente justificado”,
16. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase II Del 6 de Enero de 1972 . Pág. 61.
17. Lacan, J.: op. cit. “El saber del Psicoanalista” Charlas de Jacques Lacan en Ste
Anne 1971-1972 Clase VII Del 1 Junio de 1972 . Pág. 147.
18. Guy Léreésen op.cit. “Lectura del discurso capitalista según Lacan” nos hace no-
tar: “Que haya un lazo entre la subjetividad y el saber es algo que no escapó a
Freud. Bajo una forma negativa primero, pues es en términos de lazo roto que
lo trajo a la luz del día muy pronto con la histérica en tanto represión. Lo reen-
contró enseguida cuando interrogó el período de latencia en la sexualidad infan-
til. Despeja ahí quela relación del sujeto al saber no es posible salvo que el su-
jeto renuncie a una parte de goce. El renunciamiento sólo se puede hacerbajo el
efecto de la operación simbólica de la castración y desemboca en una sublima-
ción, es decir, una desexualización relativa a las mociones pulsionales. Esto
re-
presenta para Freud el precio del acceso al saber como desexualizado, o sea,
el
saberdel discurso. Y esto es tan necesario que, según él, el niño que no puede
pa-
sar por ello permanecerá ineducable”. (Texto inédito).
19. Para ampliar estas cuestiones ver Lacan,J.: Seminario IV “La Relación de Obje-
to” Clase II “Las tres formasde la falta de objeto” Del 28 de Noviembre de 1956.
196 ALICIA R. ÁLVAREZ
La falta del límite que la castración inscribe nos abre a un escenario del
“todo es posible”. Se trata entonces de la promoción del goce, al que podría-
moscalificar incluso de incestuoso, en tanto no hay ley que le ponga coto.
Contrariamente a la ley de la estructura, encarnada en el Discurso del
Amo, que impide la realización del fantasma, en esta nueva versión - que
incluye una vuelta perversa, de la que nos ocuparemos- el fantasma tien-
de a “realizarse”.
Se trata entonces de una cuestión de políticas: política del fantasma que vie-
ne a sustituir a la política del síntoma. Y de economía, ya que la reapropiación
de la plusvalía como“...causa del deseo del cual una economía hace su princi-
pio”? excluye justamentela lógica del deseo en tanto sostenidoporla falta.
Se ve aquí la conexión necesaria entre capitalismo y tecnociencia. La plus-
valía permite la producción extensiva e ilimitada de objetos al servicio de la
satisfacción pulsional. Proliferan así las maneras actuales del autoerotis-
moy la narcotización, espacio de goce que puede muy bien subsistir sin re-
curso al otro. El objeto colmala división subjetiva.
Las lathouses
Texto establecido por Jacques-Alain Miller. Ediciones Paidós Bs. As. -Barcelona-
México. Editions du Seuil, París, 1994.
20. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVIL “El Reverso del Psicoanálisis” Clase XI “Los sur-
cos de la aletósfera” Del 20 de Mayo de 1970. Pág. 169,
21. Lacan,J.: op. cit. Seminario XVII“El Reverso del Psicoanálisis” Clase XI “Los sur-
cos de la aletósfera” Del 20 de Mayo de 1970. Pág. 171.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 197
Dice:
Nombraremosesto con la ayuda del aoristo, del mismo verbo del que un
célebre filósofo nos recordaba que de él provenía aleteia. Sólo los filóso-
fos se dan cuenta de cosas semejantes, y tal vez algunos lingúistas. Va-
mos a llamar a esto letosas.
El mundoestá cada vez más poblado deletosas....
...Y en cuanto a los pequeños objetos a minúscula que se encontrarán
al salir, ahí sobre el asfalto en cada rincón de la calle, tras los cristales
de cada escaparate, esa profusión de objetos hechos para causar su de-
seo, en la medida en que ahora es la ciencia quien lo gobierna, piénsen-
los comoletosas*,
22. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVI “El Reverso del Psicoanálisis” Clase XI “Los
sur-
cos dela aletósfera” Del 20 de Mayo de 1970. Pág. 174.
23. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVII “El Reverso del Psicoanálisis” Clase XI “Los
sur-
cos de la aletósfera” Del 20 de Mayo de 1970. Pág. 174.
198 ALICIA R. ÁLVAREZ
24. Lacan, J.: Conferencia de prensa en el Centro Cultural Francés (1974). Tanto
aquí como en “L'Insu”se refiere a la religión como “lo verdadero” diferenciándolc
de lo real. También introduce un contrapunto entre religión y psicoanálisis y la
pregunta sobre el presunto carácter de estafa del psicoanálisis. (Inédito).
25. Jorge Alemán:op.cit. “La experiencia del fin...” Cap. “Metafísica y capitalismo”
Pág. 125.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 199
¿---Adónde se han ido las histéricas de antaño, las Anna O., tas Emy von
N...? Ellas jugaban no solamente un cierto rol, un rol social cierto,
pero
cuando Freud se puso a escucharlas, fueron ellas quienes permitieron el
nacimiento del psicoanálisis. Es por haberlas escuchado que Freud in-
auguró un modo enteramente nuevo de la relación humana. ¿qué es lo
que reemplaza a esos síntomas histéricos de otros tiempos? ¿No se ha
desplazado la histeria en el campo social? ¿No la habrá reemplazado la
chifladura psicoanalítica?” .
26. Lacan,J.: op. cit. Seminario XXIV “LInsu quesait de lune-bévue S'aile “a mourre”
(“Lo no sabido que sabe de la una-equivocación se ampara en la morra”). Texto
inédito. Clase VIII “Palabras sobre la histeria”. Del 26 de Febrero de 1977. (In-
édito).
27. Lacan, J.: op. cit. “Del Discurso Psicoanalítico” (Texto Inédito). Milán
Universitá
degli Studi, 12 de Mayo de 1972. Traducción Osvaldo Arribas
200 ALICIA R. ÁLVAREZ
formaldela ley, situando allí el camino del Bien y diferenciándolo del acce-
so a los objetos de bienestar, a los que llama objetos patológicos. Esto per-
mite alcanzar la universalidad de su ética en tanto los objetos de placer no
pueden sino ser singulares. El sometimiento a la ley en su carácter formal
deja no obstante al sujeto a merced de un objeto, el objeto voz. Esto se arti-
cula en Freud cuando define al Superyó, especialmente en su texto “El ma-
lestar en la cultura” donde el sujeto está enfrentado al mandato dela re-
nuncia pulsional exigido por el Superyó, quien le impone una posición sacri-
ficial, tal como lo exige el imperativo categórico kantiano. Esto se aclara en
Lacan con su descubrimiento del objeto a, uno de los cuales, la voz, encarna
el imperativo de goce del Superyó.**
Por otra parte la ética aristotélica es una ética finalista, no formalista,
que identifica el Bien supremocon el bienestar.
Aristóteles piensa a toda la naturaleza de manera finalista, teleológica.
Cuando un cuerpo cae, esto ocurre porque tiene como finalidad el lugar al
quese dirige. Lugar que en este pensamiento se considera “Lugar natural”
ya que se acerca más a la perfección.
Es en coincidencia con esta concepción finalista general que se precisa
una ética que considere a las acciones de los hombres desde la misma pers-
pectiva.
Los actos de los hombres deben tener como fin último un bien supremo
del que Aristóteles señala dos características: en primerlugar debe ser algo
que deseemos por sí mismo, no puede ser un medio sino un bien último yen
segundo lugar que no dependade otra cosa, que se baste a sí mismo.
Es una concepción que no excluye totalmente el deseo en la medida en
que se lo concibe comopasible de ser domesticado por una pedagogía. De allí
la función de preceptor de Alejandro Magno ejercida por Aristóteles.
La necesidad de domesticación se explica porla concepción aristotélica
del pathos. En la parte inferior del alma se alojan las pasiones y si alguien
queda sometido a ellas se encontrará en una posición de esclavitud respec-
to de sí mismo. Se trata entonces de lograr a través de la pedagogía el pre-
dominio de una actividad autónoma del agente. Se trata según Aristóte-
les— de que se pueda ser amo de sí mismo, único modo de alcanzar un lugar
de amo en la Polis.
Las virtudes se alcanzan también por el hábito. No basta una sola ac-
ción sino una práctica, un ejercicio, un hábito que manifieste un carácter
virtuoso. Tal hábito se encuentra en una posición intermedia. En las accio-
28. Agradezco a Rolando Karothy quien me posibilitó pensar estas cuestiones a par-
tir del Curso de Postgrado “La Apatía Sadiana” dictado en la Facultad de Psico-
logía de la UNR en el año 2000
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 201
Sin duda tanto el filósofo como el justo, no menos que los demás hom-
bres, han menester de las cosas necesarias para la vida: pero supuesto
que estén ya suficientemente provistos de ellas, el justo necesita además
de otros hombres para ejercitar en ellos y con ellos la justicia, y lo mismo
el temperante y el valiente y cada uno de los representantes de las demás
virtudes morales, mientras queel filósofo, aún a solas consigo mismo, es
capaz de contemplar, y tanto más cuanto más sabio sea”.
se diferencian dos términos derivados del latín que tienen relación con el
concepto de universalidad: por un lado está lo que se llama la universitas
que es la universalidad pero no en términos de la extensión de los sujetos
sino que es la extensión de la obligación que se realiza sobre la voluntad,es
decir, el investimiento de toda la voluntad por la ley en la medida en los su-
jetos quedarían obligados a cumplirla ley. El otro sentido es el de universa-
litas que se refiere a la extensión de todos los sujetos a los cuales se aplica,
es decir que la ley vale para todo ser humano.
Para Kant será vano todo intento de fundar la moral sobre una base em-
pírica ya que en el dominio de la naturaleza todo está fundado sobre leyes
causales?!, En la conciencia moral, en cambio, aparece un imperativo que
manda de modo incondicionado, un imperativo “categórico”. La conciencia
moral dice, por ejemplo “no mentirás”, sin someter este mandamiento a nin-
guna condición. No dice que no deba mentir en tales o cuales circunstancias.
Los imperativos morales son incondicionados, es decir, categóricos, porque lo
que el imperativo manda lo manda sin más, sin ninguna condición*.
En la “Fundamentación de la metafísica de las constumbres” Kant co-
mienza con estas afirmaciones:
31. En este mismo sentido se expresa Hans Kelsen en su Teoría Pura del Derecho”
(23* Edición, Eudeba, Bs. As., 1986) estableciendo diferencias entre las ciencias
de la naturaleza y ciencias sociales. Por ser el derecho un fenómenosocial, la cien-
cia del derecho forma parte del grupo de ciencias que estudian la sociedad des-
de distintos puntos de vista. En las ciencias naturales, las leyes aplican el prin-
cipio de causalidad. En nuestros juicios sobre los hombres aplicamos otro prin-
cipio, en todo diferente del de causalidad. La ciencia jurídica formula reglas de
derecho. No recurre al principio de causalidad sino a otro principio(ilícito y san-
ción). La relación que existe entre los dos hechos resulta de una norma que pres-
cribe. Se trata del derecho positivo (no natural). La imputación vincula pues, dos
conductas humanas: el acto ilícito y la sanción. Es evidente que esta relación no
tiene un carácter causal. La retribución (premio o pena) tampoco es causal, es
una imputación a una determinadaacción, es normativa. Sin embargo, se dife-
rencia de Kant ya que considera que las reglas del derecho (lógica de la imputa-
ción) comolas leyes naturales (causalidad) son juicios hipotéticos, no categóricos.
No son normas categóricas, son aplicables en condiciones determinadas. Critica
a Kant ya que a su modo de ver su teoría del derecho se basa en el derecho na-
tural, es metafísica. El “deber ser” es una categoría lógica para Kelsen y no una
idea moral.
32. Carpio, Adolfo op.cit. “Principios de Filosofía”.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 203
Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo
que se torne ley universal.
Este vínculo está trabajado por Lacan en su texto “Kant con Sade”, en el
que dirá que Sade concuerda, completa y da la verdad de la posición kan-
tiana:
*...Digamos queel nervio del factum está dado en la máxima que propo-
ne su regla al goce, insólita en tomar su derecho a la moda de Kant, por
plantearse como regla universal”.
34. Freud, $S.: op. cit. “El malestar en la cultura” 1929 (1930) Cap. VIL, Pág. 3056-
3057.
35. Lacan, J.: “Kant con Sade”, Escritos II. Editorial Siglo veintiuno. Bs. As. 1985.
Pág. 744-745,
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 205
Enunciemos la máxima:
Entiendo que ésta es una vía para entender la llamada perversión del
Discurso del Amo en Discurso del Capitalista, tal como la plantea Lacan en
1972.
¿En qué consiste esta perversión?
Como hemosdicho, no queda respetado allí el orden de las letras 5; Sy;
a; 8; elementos de la estructura. Modifica asimismo la vectorización que se
mantiene igual en los otros discursos.
Esta “perversión” de las reglas de construcción de todo discurso da cuen-
ta, a un nivel formal, de la radical transformación del lazo social en la épo-
ca actual.
El sujeto es allí el agente - podríamos decir también el instrumento- de
36. Lacan, J.: op. cit. “Kant con Sade”, Escritos II. Pág. 748.
206 ALICIA R. ÁLVAREZ
un modo del “lazo” que supone la recuperación del goce bajo la forma del a
como plus de gozar.
$ X Sa
S, a
37. Guy Léres, op. cit. “Lectura del discurso capitalista”: “La vuelta perversa del dis-
curso puede leerse en esta relación a___3. El discurso del amo clásico era impo-
tente para conjugar los dos términos del fantasma,el discurso del amo moderno
los vuelve un lazo, pero objetivándolo, insistiendo sobre la instrumentación del
goce”. (Texto inédito)
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 207
Y el sujeto?
“..Lo esencial de mis teorías sobre las neurosis actuales, que establecí en
aquella oportunidady que hoy sigo defendiendo, radica en la afirmación,
basada en la experiencia, de que sus síntomas no pueden ser analítica-
mente descompuestos, como los psiconeuróticos. En otros términos, que la
constipación, la cefalea, la fatiga de los denominados neurasténicos, no
permiten la reducción histórica o simbólica a vivencias efectivas, no pue-
den ser concebidas como satisfacciones sexuales sucedáneas, como tran-
sacciones entre impulsos instintivos opuestos: en suma, que no pueden ser
interpretadas como los síntomas psiconeuróticos, por más que éstos se ma-
nifiesten en forma similar a aquéllos. No creo que esta regla llegue a ser
refutada por medio del psicoanálisis. En cambio, concedo hoy - lo que en-
tonces no podía creer - que un tratamiento analítico llegue a tener también
indirectamente influencia terapéutica sobre los síntomas actuales, ya sea
porque coloque al individuo enfermo en la situación de sustraerse a esta
nocividad actual, modificando su régimen sexual. He aquí, evidentemen-
te, prometedora perspectiva para nuestros afanes terapéuticos”%.
40. Freud, $.: op. cit. “Contribuciones al Simposio sobre la masturbación” (1912) Pág.
1705-1706.
41, Esta ilusión justifica” los estragos que se hacen en nombre de mantenerla juven-
tud, por ejemplo.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 209
42. Ver Lacan,J.: “Acerca de la causalidad psíquica”. Escritos I1. Editorial Siglo vein-
tiuno. Bs. As. 1988.
17. RESPONSABILIDAD Y ÉTICA
Este tema puede ser pensado desde dos vertientes. Por un lado, la cues-
tión de la responsabilidad en general porque nuestra praxis tiene en su cen-
tro dirigirse a un sujeto responsable o por lo menos a la posibilidad de que
emerja un sujeto responsable. Responsable quiere decir que pueda respon-
der por aquello que dice o que hace.
Pero por otro lado está la vertiente de cuál es la responsabilidad de los
analistas —si es que la tenemos— respecto a lo que podemos llamar el males-
tar actual de la civilización.
Quiero precisar: como analistas, no en el sentido de la responsabilidad
comociudadanos que todos tenemos. Podemos tomarla o no, pero somosre
s-
ponsables. La cuestión es cuál es nuestra responsabilidad respecto de lo que
es nuestro hacer, específicamente nuestra práctica como analistas. Y para
precisarlo aún más, responsabilidad ética en tanto se trata de nuestra res-
ponsabilidad respecto de una determinada ética que no es cualquiera, sino
la ética del psicoanálisis.
Lacan trabaja el tema de la responsabilidad en su artículo “Introducción
teórica a las funciones del Psicoanálisis en criminología”.! Alí interroga el
temade la responsabilidad en relación al derecho.
Algunas puntuaciones de nuestra lectura son:
* Aun el científico que se dedica al conocimiento puro tiene un alto nivel
de responsabilidad y esto nadie lo sabe mejor que un analista en tanto es
quien recibe a un sujeto que confía en él para encontrar la verdad.
* La responsabilidad no es un concepto de valor absoluto, sino que está
en relación a las creencias de las instituciones, de los grupos,de la gente,
en un determinado momento y en una determinada sociedad. Porlo tanto,
211
212 ALICIA R. ÁLVAREZ
Culpabilidad y responsabilidad
Jorge Belinsky? dice que: “...puede haber(...) subjetividad sin sujeto (aun-
que sea tan sólo comolímite, en el sentido matemático del término)...”, ha-
bla de la aparición de algo que él llama subjetividad sin sujeto. En lo indi-
vidual se refiere específicamente a la psicosis y en lo colectivo a ciertos fe-
nómenos de masa. Hablar de subjetividad sin sujeto indica que allí falta al-
guien que pueda hacerse responsable y esto está bastante claro tanto en la
psicosis como en ciertos fenómenoscolectivos.
El desarrollo que hace Belinsky intenta articular más fuertemente la
constitución de la subjetividad de un sujeto a las condiciones culturales y a
las condiciones históricas. Considera que el punto de vista histórico ha sido
descuidado en el psicoanálisis, y entonces, si bien se apoya en los planteos
estructurales, incluye un acento fuerte en los procesos históricos.
Respecto de cómo pensar en la posibilidad de un sujeto responsable, el
autor plantea condiciones que no se dan de una sola vez y para siempre
sino que son condiciones que van a ir requiriendo de sucesivas afirmacio-
nes en el tiempo.
Lo que encontramos en nuestro mundo actual, más que afirmaciones de
la subjetividad, es el rechazo del sujeto o las desmentidas; lo que nos da una
pista para preguntar qué está pasando con ciertos fenómenos de la subjeti-
vidad de la época.
J. Belinsky trabaja dos categorías: alteridad y dimensión histórico-temporal,
como dimensiones necesarias para la constitución del sujeto en la cultura.
Para quela alteridad funcione tiene que habercierta distancia del otro,
que no puedeser ni muy poca ni excesiva. Cuandoesta distancia queda abo-
lida, estaríamos en un punto de máxima alienación, con la consecuente pér-
3. Belinsky, Jorge: “El retorno del Padre”. Introducción. Pág. 41. Ed. Lumen. 1991,
Barcelona
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 215
Aserto subjetivante
4. En esta línea ver también respecto del racismoel artículo “La distancia justa:
una aproximación a la historia del antisemitismo desde la perspectiva freudia-
na” del mismo autor en el libro “Bombones envenenados y otros ensayos sobre
imaginario, cultura y psicoanálisis”, Ediciones del Serbal, Barcelona 2000.
5. Encontramosa este desarrollo congruente con los dos aspectos que trabaja Lacan
al introducir la cuestión de la similitud social y de la identidad personal, como
hemos mencionado antes
216 ALICIA R. ÁLVAREZ
La función de la creencia
La historización
Nuestra práctica
Lacan habla poco de qué es el deseo del analista, pero algunas indica-
ciones nos da: que se diferencia del deseo como persona, que hay que ha-
cer la salvedad de que se trata de un deseo advertido y en parte lo define
porla negativa, en el sentido de que hay algo que no puede desear un ana-
lista: lo imposible. Dice que por su práctica lo podrá situar y al situarlo po-
drá no desearlo:
La acción moral
7, Lacan, J.: op. cit. Seminario VII “La Etica del Psicoanálisis” Clase XXII “La de-
mandade felicidad y la promesa analítica” Del 22 de Junio de 1960. Pág. 358.
8. Lacan,e).: op. cit. Seminario VII “La Etica del Psicoanálisis” Clase XXIV “Las pa-
radojas de la ética o ¿Has actuado en conformidad con tu deseo?” Del 6 de Julio
de 1960
220 ALICIA R. ÁLVAREZ
9, Lacan, J.: op. cit. “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la
psicosis” Escritos IT.
10. Belinsky, J.: op.cit. “El Retorno del Padre” . Primera Parte. “Sujeto/Psicosis”. Cap.
I. Pág. 122.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 221
que considero compatible con lo que dice F. Ulloa acerca de que el malestar
se ha hecho cultura, se ha naturalizado.
En definitiva la cuestión es que si la subjetividad está amenazada, con-
sidero que esto concierne a la práctica del analista y sería bastante lamen-
table que quedáramos en la situación del inimputable, de estar liberados
de responsabilidad.
Así se expresa Althusser en su texto autobiográfico “El porvenir es lar-
go”*. Dice que fue beneficiado con la inimputabilidad pero que ahora tiene
que escribir, responder por eso, ya que ser inimputable es quedar en un es-
tado indecidible, ni vivo ni muerto. Tiene que responder para no caer bajo
la losa sepulcral del silencio.
Lo que no implica desconocer —como nos advierte Lacan— que hay im-
posibles. Esto nos lleva a la interrogación sobre el problema del determi-
nismo.
Causalidad psíquica
11. Luis Althusser, “El porvenir es largo” Ed. Destino, Bs. As. 1993.
12. Milner, J-C.: op. cit. “La obra clara. Lacan, la ciencia, la filosofía” Cap. 11 “El doc-
trinal de la ciencia”6. Literalidad y contingencia.
222 ALICIA R. ÁLVAREZ
Responsabilidad
13, Lacan, J.: op. cit. Seminario XVI “El Reverso del psicoanálisis” Clase III “Saber,
medio de goce”, Pág. 56.
14. Vappereau, J. M.: op. cit. Curso de Postgrado de la UNR. “Las necesidades del dis-
curso para que el psicoanálisis tenga lugar”.
15. Lacan, J.: op. cit. Seminario VII “La Etica del Psicoanálisis” Clase XXIV “Las pa-
radojas del goce o ¿Has actuado en conformidad con tu deseo?” Del 6 de Julio de
1960. Pág. 373.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 223
16. Lacan, JJ.: op. cit. Seminario VII “La Etica del Psicoanálisis” Clase VII “Las pul-
siones y los seriuelos” Del 13 de Enero de 1960. Pág. 110,
224 ALICIA R. ÁLVAREZ
“El analista también debe pagar: - pagar con palabras sin duda, si la
transmutación que sufren por la operación analítica las eleva a su efec-
to de interpretación; - pero también pagar con su persona, en cuanto que,
diga lo que diga, la presta como soporte a los fenómenos singulares que
el análisis ha descubierto en la transferencia; - ¿olvidaremos que tiene
que pagar con lo que hay de esencial en su juicio más íntimo, para mez-
clarse en una acción que va al corazón del ser: sería él el único allí que
queda fuera del juego?”"
17. Lacan,J.: “La dirección de la cura y los principios de su poder” Escritos 11. Edito-
rial Siglo veintiuno. Bs. As. 1985. Pág. 567.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 225
18. Lacan, ¿).: op. cit. Seminario XVI “De un discurso que no fuese semblante” Cla-
se III Del 10 de Febrero de 1971. Pág. 28
226 ALICIA R. ÁLVAREZ
19. Lacan, J.: “Proposición del 9 de octubre de 1967. Sobre el Psicoanalista de la Es-
cuela” en Apartado 1 “La institución del pase” en “Ornicar? N* 1 El saber del psi-
coanálisis”. Publicación periódica del Champ Freudien. Ed. Petrel, 1981.
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQ
UES LACAN 227
22. Lacan, J.: op. cit. Seminario XVIII “De un discurso que no fuese semblante” Cla-
se VII Del 12 de Mayo de 1971. Pág. 71.
93. Lacan, J.: op. cit. “Lituraterre” en AA.VV. “La interpretación de los sueños” Su-
plemento de las notas, EFBA, 1980 Pág. 142
LA TEORÍA DE LOS DISCURSOS EN JACQUES LACAN 228
24. Lacan,J.: op. cit. Seminario XXIV “L' Insu quesait de l'une-bévue
s'aile “a mourre”
(“Lo no sabido que sabe de la una-equivocación se ampara en la morra”)
Clase
XII “Hacia un significante nuevo: IV. Un significante nuevo”
Del 17 de Mayo de
1977. (Inédito).
25. Lacan,d).: op. cit. Seminario XVII “De un discurso que no fuese
semblante” Cla-
se II Del 20 de Enero de 1971. Pág. 11
CONCLUSIONES
1. Foucault, Michel “Las palabras y las cosas” Cap. X “Las Ciencias Humanas” Pto 1 “El
triedro de los saberes” Siglo veintiuno editores. Primera edición en español, 1968.
2. Lacan, J.: op. cit. “La ciencia y la verdad” Escritos 11.
231
232 ALICIA R. ÁLVAREZ
que puede conocer y auto conocerse. Hay un saber no sabido que no se do-
blega a su captación por ningún campo disciplinar.
Por eso, los discursos son cuatro, o cinco y hasta seis. No hay discurso
que pueda decirlo todo. En consecuencia, no hay un único modo de saber ya
que cada discurso revelará su fracaso haciendo posible el movimiento, el
giro hacia otro.
Elvalor de esta teoría parala clínica está en la apuesta lacaniana de fun-
dar una topología de la transferencia.
Si como dice Badiou*, la de Lacan es una teoría sobre el amor, lo es en
efecto sobre el amor de transferencia; ejemplo de esto es su Seminario “La
Transferencia”.
Si los discursos son los distintos modos de hacer con la falta de goce todo,
son asimismo, distintos modos del amor, del lazo al otro y de cómo arreglár-
selas con esta falta constitutiva.
La práctica analítica constituye en cierta forma un recorrido por estas
maneras fundamentales de la relación al otro, introduciendo cada vez la di-
ferencia entre esta aspiración a hacer de un modoel único, propiciando el
giro hacia otro discurso. Solemos llamar a esto “cambio de posición”. Si se
cambia de posición es porque estamos hablando de una topología, en la que
encontramosdistintas posiciones relativas al goce.
Estas posiciones se sostienen en el fantasma, gramática del inconsciente,
inaccesible sino por medio del síntoma que constituye el discurso mismo.
Siempre en el fantasma se trata de cuestión de lugares, lugar del sujeto
en su relación al objeto. Cómo esos lugares advienen al discurso y son posi-
bles de ser captadosallí. No por la comprensión,sino, en efecto por la fijeza
de su atornillamiento a ciertas posiciones, que permiten una lectura de la
realidad a la medida de las determinaciones fantasmáticas.
Hemossostenido reiteradamente que esta práctica, a diferencia de las psi-
coterapias, se sostiene en un trabajo del significante y no del sentido. Que es
del exceso de sentido de lo que hay que curar. Desde esa perspectiva, nues-
tro trabajo es contra el sentido que siempre está velando algún goce.
El artefacto de los discursos se revela apropiado, entonces, para sostener
nuestro hacer clínico, ya que permite ubicar en qué lugar se sostiene cada
uno de los términos sin apelar a la comprensión.
¿Cómo podría tratarse de la comprensión allí donde hay un saber no sa-
bido? Pero ese saber no sabido toma su lugar en el discurso y es allí donde
es posible aprehenderlo.
Nuestra preocupación por lo que acontece en el lazo social actual, pre-
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236 ALICIA R. ÁLVAREZ
IA
770115190273478
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Av. Coronel Díaz 1837
EASeE TOA
PER
Tel. (54 011) 4825-9034
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sta obra despliega con profundidad la importancia de la
formalización en el psicoanálisis y nos permite pensar nuevos
problemas entorno a sus relaciones conla ciencia.
Tal como se desprende del texto, el psicoanálisis a diferencia de las
MA eloMo olMEAR!
cl NE SN
AREA il
Alicia R. Álvarez elabora aportes muy valiosos sobre los distintos
aspectos de la modalidad de escritura que propone Lacan para los
discursos y plantea interrogantes de peso en torno a las problemas
fundamentales que se abren con esta conceptualización, luego de
analizar el tratamiento de lo real en la ciencia, la significación del
INEARE AEEE cie
(ASA MRE LEA LSAE
de producir la necesidad de discurso, el lugar el discurso capitalista
en la ultramodernidad que caracteriza la subjetividad de nuestra
época.
No es casual que este libro concluya con uno de los temas más
cruciales, si no el más importante, de la clínica en la actualidad, es
SNE A E
culminación con un análisis de la apatía sadiana y el imperativo
categórico kantiano.
Finalmente, es necesario señalar que despliega las ideas menciona-
das con una rigurosa claridad que no corresponde, como UE!
Ortega y Gasset, a la cortesía (en este caso del psicoanalista) sino a la
NS cc coas
MENA lor
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ISEN 950-649-141-0
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