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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA


FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES
ESCUELA DE DERECHO

Ensayo sobre Control Cambiario y Fondo Monetario Internacional

Prof. Adriana Ponce

Crislu Velásquez C.I 19.721.670


Economía política
2er Trimestre
El dólar estadounidense había sido en Venezuela un bien cuyo precio se había
mantenido inalterado o con muy pequeñas fluctuaciones en períodos más o
menos largos. De allí la poca preocupación por un análisis sistemático del
mercado cambiario venezolano. A raíz del 18 de febrero de 1983, el país estuvo
pendiente de lo que pudiese acontecer con el precio de nuestra moneda en su
relación con respecto al dólar estadounidense. Por ello, se considero necesario
realizar un análisis de cómo fue su desarrollo a través de la historia republicana.

El sistema cambiario refleja de alguna manera la estructura económica del país.


Venezuela ha tenido como principal fuente de obtención de divisas -por no decir la
única- sus exportaciones de materias primas. Estas estaban constituidas por
productos agropecuarios, especialmente café y cacao, antes del desarrollo de la
industria petrolera y posteriormente el petróleo ha jugado el papel principal como
proveedor de divisas.

Debido a la devaluación del dólar americano en 1934 y que tal situación perjudico
evidentemente la producción de café y cacao y otros renglones tradicionales de
exportación, cuyo contravalor en moneda nacional se reducía considerablemente,
se firmó el llamado convenio Tinoco según el cual el gobierno nacional se
comprometía a adquirir a precio de Bs. 3,90 por dólar, las divisas que las
empresas petroleras tuviesen que vender al país, siempre que las mismas
sumadas a las que proviniesen de otras exportaciones no sobrepasaran la
demanda interna del mercado cambiario.. Este acuerdo constituyó la primera
intervención del gobierno en el mercado cambiario.

El 23 de julio de 1941 el Banco Central de Venezuela lleva a la práctica una


política de cambios diferenciales. Mediante el Decreto del 23 de julio de 1941 se
crea un mercado libre de divisas con independiente funcionamiento del controlado
(forman parte de este mercado, las divisas provenientes de las actividades
petroleras y de las exportaciones de ganado vacuno, café y cacao); se eliminan
las primas de exportación y se crean tipos de cambio diferenciales de Bs. 4,30 por
dólar, Bs. 4,60 por dólar y Bs. 3,90 por dólar para las exportaciones del cacao, el
café y el petróleo respectivamente.
HABLEMOS UN POCO SOBRE FONDO MONETARIO INTERNACIONAL…

La política cambiaria anteriormente descrita funcionó por varios años hasta la


creación del Fondo Monetario Internacional, cuando Venezuela -siguiendo la
filosofía del Fondo- intento modificar su política cambiaria. Este esquema se
mantuvo más o menos inalterado hasta 1958, cuando los acontecimientos
políticos de entonces, crean expectativas negativas sobre la economía venezolana
y se produce una fuerte fuga de capitales, lo que da como resultado saldos
desfavorables en la balanza de pagos. Estas políticas, en particular la cambiaria,
no lograron detener la salida de capitales ni el deterioro en las reservas
internacionales del país.

En marzo de 1960 se modificó el sistema cambiario y se crearon dos tipos de


cambio: uno, a Bs. 4,70 por dólar, aplicado a gastos de viaje y a importaciones
consideradas no esenciales o suntuarias y otro (tradicional), a Bs. 3,35 por dólar
aplicado al resto de las transacciones. Hasta 1960, "con muy pocas
modificaciones", permaneció incólume el anterior cuadro cambiario.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Venezuela ingresó al Fondo Monetario


Internacional (FMI) y durante muchos años tuvo que pedir prórrogas de
entendimiento a sus sistemas cambiarios, pues el organismo internacional era
partidario del cambio único y contrario a las "prácticas monetarias múltiples". De
1965 en adelante comenzó en Venezuela el proceso de reunificación de la paridad
cambiaria, el cual culminó en 1976, a propósito de la nacionalización y la
desaparición del dólar petrolero. Surgió, entonces, el tipo único 4,30 bolívares
que, luego, colapsó el viernes Negro (18 de febrero de 1983). El lapso
comprendido entre 1974 y 1983 estuvo marcado en sus albores por un
desequilibrio positivo en el sector externo, debido a un aumento súbito del ingreso
por exportaciones. Desequilibrio que troca su signo y genera la crisis cambiaria de
1983. Aun cuando la balanza comercial durante este período (1974- 1983) registró
saldos positivos, el problema fundamental se manifestó en la cuenta de capital, en
la cual durante el mismo período, se reflejo una constante fuga de capitales. Ello
se debió principalmente a la pérdida de confianza en la economía del país al
observarse una caída en los niveles de las reservas internacionales, mal uso de
las políticas fiscal y monetaria y especialmente a lo referente a la deuda pública, el
gasto del gobierno, la liquidez y a la incertidumbre respecto al mercado petrolero.
En el sistema cambiario de febrero de 1983 se pudo observar dos mercados: el
mercado controlado y el mercado “libre”. Un mercado libre de divisas significa,
entre otras cosas, que los oferentes de divisas sean varios y que no puedan influir
en forma individual en el precio. Esta no fue la situación, y aquellas no aumentaron
con la depreciación de la moneda nacional pues la producción de petróleo estuvo
sujeta a cuotas de producción y se cotizo en dólares, a precios internacionales. La
justificación del mercado controlado estaba en reducir, al máximo, el impacto
inflacionario. En este mercado, RECADI (Régimen de Cambio Diferencial)
administraba las divisas y decidía a quién y para qué rubros se autorizaban las
importaciones. El tipo de cambio controlado era fijado por el Ministerio de
Hacienda y el B.C.V. En síntesis, se puede afirmar que: el conjunto de políticas
cambiarias implantadas en este último sexenio, planteó como objetivo fundamental
la conformación de un paquete de incentivos suficientemente estables para
generar un ingreso neto de divisas mayor. Por el contrario, dicha política, más que
orientarse a generar incentivos que permitieran el desarrollo de las importaciones
no petroleras y un proceso de sustitución de importaciones sostenido, tuvo como
objetivo básico explícito, la contracción de los egresos de divisas por concepto de
importaciones y la fuga de capitales, siendo este último objetivo de gran
importancia como parte del ajuste cambiario de 1983.

A propósito de la sobrevaluación del bolívar frente al dólar norteamericano, del


colapso de los precios petroleros, de la crisis de la deuda externa y de la fuga
masiva de capitales, triunfó en el Consejo de Ministros celebrado en Miraflores la
madrugada del lunes 28 de febrero de 1983 la tesis defendida por el entonces
Ministro de Hacienda, Venezuela amaneció con un régimen que rompió con la
tradición última de libre convertibilidad de la moneda. Fue así como desde la
creación de la Oficina del Régimen de Cambios Diferenciales se vio acosada,
interna y externamente, por las más variadas formas de ejercer el delito y
la corrupción para acceder a los dólares baratos controlados por el sector oficial.
Durante ese año, fueron múltiples las noticias e informaciones que dieron cuenta
de los abusos y arbitrariedades que sobre el nuevo sistema cambiario se estaban
desarrollando. Con el cambio de gobierno de Luis Herrera Campins a Jaime
Lusinchi (1984), vendrían nuevas modificaciones al régimen de cambio diferencial,
entre las cuales destacaban la absorción por parte del BCV de muchas de
las funciones de RECADI. Pero a la vez los candidatos, Carlos Andrés Pérez (AD)
y Eduardo Fernández (COPEI) se sintieron tranquilos, porque con la unificación
cambiaria se les quitaría el dolor de cabeza de los dólares preferenciales. Con el
triunfo del candidato adeco, se eliminó la oficina de RECADI y se dio paso a una
liberación de los precios del dólar. Para el momento de entrar en vigencia el nuevo
esquema cambiario, se determino una paridad nominal del orden de 39,60 Bs/US$
que era exactamente la paridad del mercado libre para el día en que se eliminó el
control de cambios, esto implicaba una fuerte devaluación, si se le compara con el
tipo de cambio preferencial que estaba vigente de RECADI, fijado en Bs. 14,50 por
dólar desde diciembre de 1986. La eliminación del régimen de cambio
diferencial tuvo la virtud de extirpar una de las mayores fuentes de
corrupción que había existido en el país. Por otra parte, el nuevo esquema
cambiario tuvo un fuerte impacto en el nivel de los precios, ya que al suprimirse el
tipo de cambio preferencial, todos los bienes tendrían que importarse al cambio
vigente en el mercado, ello se tradujo como es natural en una aguda inflación
de costos en los inicios del programa de ajustes. Durante todos los periodos
presidenciales siguientes se llevaron a la práctica diversas categorías de sistema
de Cambiarios: minidevaluaciones, maxidevaluaciones, sistemas de bandas;
cambios diferenciales, duales y triples; control cambiario sumado a la restricción
en la adquisición de divisas.

LOS NUEVOS TIEMPOS

El 13 de febrero del 2002, entró en vigencia un esquema de flotación, el cual


produjo el cierre de la divisa estadounidense en 980 bolívares para la compra y
981 bolívares para la venta, según el Banco Central de Venezuela. En el año
2003, El Ejecutivo Nacional decide la implementación de un sistema de control
cambiario, el cual desempeñaría como un instrumento de índole económico que
se encargaría de evitar el encarecimiento de los precios de diferentes productos
existentes en el país, además buscaba demostrar que Venezuela aun podía
sostener sus obligaciones de carácter económico, las cuales adquirió con
anterioridad de otros países. Este sistema se implementó mediante decreto del 5
de febrero de ese mismo año, esto derivo en la constitución de la comisión de
administración de divisa “CADIVI”, el cual fue un órgano regulador adscrito al
Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Finanzas. La vida económica
de Venezuela, donde rige un férreo control cambiario desde 2003,
está condicionada por cuatro tipos de cotización del dólar : la mayoritaria tasa
oficial, la tasa Sicad, el dólar permuta (también llamado Sicad 2) y el dólar negro o
paralelo. Actualmente este sistema se ha visto afectado por nuevas devaluaciones
que ha dado paso a un desequilibrio económico en el país, lo cual por
consiguiente El gobierno anunció un nuevo sistema cambiario de tres mercados:
1) CENCOEX: tasa de cambio Bs 6,30 por dólar para sectores alimentos y
salud.2) SICAD: Unificación de los sistemas SICAD I y SICAD II, sistema de
subastas equivalente a los anteriores SICAD I y II, y su valor se fija por
subastas.3) BOLSA: Un sistema de bolsa de valores. Que es una especie de
legalización del “Mercado Negro”, donde el precio del dólar fluctuará en función de
la oferta y la demanda. Venezuela trabajó 3 sistemas de cambio oficiales,(dos de
ellos variables) mas el dólar que se tranza en el mercado negro (4 tipos de
cambios), a su vez posterior a esto se crea el SIMADI, le designan el nombre al
3er sistema, Sistema Marginal de Divisas (SIMADI) donde el precio del dólar
fluctúa en función de la oferta y la demanda lo que significó 3 sistemas de cambio
oficiales (una fijo y dos variables) más el dólar de transacción en el mercado
negro, hacen 4 tipos de cambios.

En el año 2019 Una resolución del Banco Central de Venezuela fija nuevas
condiciones para las operaciones cambiarias en el país.
Resumen de la actualidad:

* Los bancos venderán a personas naturales y jurídicas a través de mesas de


cambio, un mecanismo donde las entidades financieras coordinan la oferta y
demanda de divisas, sin la mediación del banco central.

* Las casas de cambio seguirán vendiendo y comprando divisas.

* El Dicom llega a su fin. Este mecanismo nació en febrero de 2017, luego se


detuvo en agosto de ese año y revivió en febrero de 2018. El BCV asegura que
tras las sanciones que le impuso el gobierno de Estados Unidos, las empresas no
pudieron seguir adquiriendo divisas en ese mercado.

* No hay una fecha de entrada en vigencia de las mesas de cambio. La


resolución no lo establece y, como ha ocurrido con otros sistemas cambiarios, los
bancos requieren un lapso para adaptarse y empezar a ofrecer esta opción a los
clientes.

* La resolución señala que los bancos deben enviar al BCV todos los días la
información de volumen de divisas movilizadas y tasa de cambio. El organismo
se encarga de calcular el promedio ponderado y luego publicar la tasa que será la
nueva referencia oficial. Esto deja todavía en manos del gobierno la posibilidad de
manipular la cotización.

* El convenio cambiario N°1 le permite al BCV intervenir en el mercado para


frenar la volatilidad del tipo de cambio, sin embargo, resulta difícil esta
posibilidad en la actualidad ya que precisamente por no poder colocar sus divisas
es que el organismo emisor se ve obligado a permitir las mesas de cambio.

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