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La meteorología es la ciencia de la atmósfera.

La atmósfera es el medio en el que se emiten los contaminantes del aire.

La meteorología de la contaminación del aire es el estudio de mecanismos mediante


los cuales procesos atmosféricos tales como el movimiento del aire (viento) y el
intercambio de calor (por ejemplo, la convección y la radiación) afectan el destino de los
contaminantes del aire a medida que pasan por las etapas de transporte, dispersión,
transformación y remoción.

El conocimiento de la meteorología de la contaminación del aire sirve para manejar y


controlar la descarga de contaminantes en el aire en exteriores. El control de la descarga
de estos contaminantes ayuda a asegurar que las concentraciones de este tipo de
sustancias en el ambiente cumplan con los estándares de calidad del aire en exteriores.
Además, este conocimiento es esencial para entender el destino y transporte de las
sustancias contaminantes del aire.

Contaminantes de la atmosfera

Para efectos del análisis y medición de las partículas en el aire atmosférico se conocen
como partículas finas o, más frecuentemente, como material particulado (particulate
matter en inglés), de ahí que refiriéndose a las partículas menores a 10 micrómetros se
use la nomenclatura PM10 y para hacer alusión a las que son menores a 2.5 micrómetros
se use PM2.5.
CFC y similares
contribuyen de manera muy importante a la destrucción de la capa de ozono en
la estratosfera, así como a incrementar el efecto invernadero. El protocolo de
Montreal puso fin a la producción de la gran mayoría de estos productos.

 Utilizados en los sistemas de refrigeración y de climatización por su fuerte poder


conductor, son liberados a la atmósfera en el momento de la destrucción de los
aparatos viejos.

 Utilizados como aerosol, una parte se libera en cada utilización. Los aerosoles
utilizan de ahora en adelante otros gases sustitutivos, como el CO 2.
Dióxido de carbono

La concentración de CO2 en la atmósfera está aumentando de forma constante debido


al uso de carburantes fósiles como fuente de energía4 y es teóricamente posible
demostrar que este hecho es el causante de producir un incremento de la temperatura
de la Tierra –efecto invernadero–4 La amplitud con que este efecto puede cambiar el
clima mundial depende de los datos empleados en un modelo teórico, de manera que
hay modelos que predicen cambios rápidos y desastrosos del clima y otros que señalan
efectos climáticos limitados.4 La reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera
permitiría que el ciclo total del carbono alcanzara el equilibrio a través de los
grandes sumideros de carbono como son el océano profundo y los sedimentos. que esta
formado por una molécula lineal de un átomo de carbono ligado a dos átomo de oxígeno
de forma o = c = o
Monóxido de nitrógeno

También llamado óxido de nitrógeno (II) es un gas incoloro y poco soluble en agua que
se produce por la quema de combustibles fósiles en el transporte y la industria. Se oxida
muy rápidamente convirtiéndose en dióxido de nitrógeno, NO2, y posteriormente
en ácido nítrico, HNO3, produciendo así lluvia ácida o efecto invernadero
Dióxido de azufre

La principal fuente de emisión de dióxido de azufre a la atmósfera es la combustión del


carbón que contiene azufre. El SO2 resultante de la combustión del azufre, que se oxida
y forma ácido sulfúrico, H2SO4un componente de la llamada lluvia ácida que es nocivo
para las plantas, provocando manchas allí donde las gotitas del ácido han contactado
con las hojas.4
SO2 + O = SO3
SO2 + H2O = H2SO3
SO3 + H2O = H2SO4
2NO2 + H2O = HNO2 + HNO3

La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con el óxido de


nitrógeno o el dióxido de azufre emitido por fábricas, centrales eléctricas y automotores
que queman carbón o aceite. Esta combinación química de gases con el vapor de
agua forma el ácido sulfúrico y los ácidos nítricos, sustancias que caen en el suelo en
forma de precipitación o lluvia ácida. Los contaminantes que pueden formar la lluvia ácida
pueden recorrer grandes distancias, y los vientos los trasladan miles de kilómetros antes
de precipitarse con el rocío, la llovizna, o lluvia, el granizo, la nieve o la niebla normales
del lugar, que se vuelven ácidos al combinarse con dichos gases residuales.
El SO2 también ataca a los materiales de construcción que suelen estar formados por
minerales carbonatados, como la piedra caliza o el mármol, formando sustancias
solubles en el agua y afectando a la integridad y la vida de los edificios o esculturas.
Metano

El metano, CH4, es un gas que se forma cuando la materia orgánica se descompone en


condiciones en que hay escasez de oxígeno; esto es lo que ocurre en las ciénagas, en
los pantanos y en los arrozales de los países húmedos tropicales. También se produce
en los procesos de la digestión y defecación de los animales herbívoros.

El metano es un gas de efecto invernadero del planeta Tierra ya que aumenta la


capacidad de retención del calor por la atmósfera.
Ozono
El ozono O3 es un constituyente natural de la atmósfera y es considerado un
contaminante cuando se encuentra en las capas más bajas de ella (troposfera).

Su concentración a nivel del mar, puede oscilar alrededor de 0,01 mg kg−1. Cuando la
contaminación debida a los gases de escape de los automóviles es elevada y la radiación
solar es intensa, el nivel de ozono aumenta y puede llegar hasta 0,1 mg kg−1.

Las plantas pueden ser afectadas en su desarrollo por concentraciones pequeñas de


ozono. El hombre también resulta afectado por el ozono a concentraciones entre 0,05 y
0,1 mg kg−1, causándole irritación de las fosas nasales y garganta, así como sequedad
de las mucosas de las vías respiratorias superiores
eCapas de la atmosfera

La troposfera –donde se encuentran las masas de aire, los frentes y las tormentas– es
la capa más agitada y la que determina el clima de la Tierra. La profundidad de la
troposfera varía con la latitud y la estación. La parte superior de la troposfera
(tropopausa) está aproximadamente a 16,5 km (54.000 pies) sobre el ecuador y a 8,5 km
(28.000 pies) sobre los polos. Los cambios estacionales determinan el grosor de la
troposfera y hacen que sea más gruesa en verano (cuando el aire es más cálido) que en
invierno. La profundidad de la troposfera cambia constantemente debido a variaciones
de la temperatura atmosférica.

Casi toda la contaminación del aire en exteriores se emite en la troposfera. El transporte


de la contaminación del aire está determinado por la velocidad y la dirección de los
vientos. La tasa de dispersión depende de la estructura térmica de la atmósfera, así como
de la agitación mecánica del aire a medida que se desplaza sobre los diferentes
accidentes geográficos. La radiación solar y la humedad, así como otros componentes
de la atmósfera, causan un impacto en la transformación de las sustancias
contaminantes emitidas en el aire. La remoción de los contaminantes no sólo depende
de sus características sino también de fenómenos climáticos como la lluvia, la nieve y la
niebla. Estos fenómenos meteorológicos interactivos se estudian como parte de la
meteorología de la contaminación del aire.
Se conoce como efecto invernadero al resultado del proceso de intercambio de energía
que hace que la superficie terrestre se caliente más que lo que se calentaría si la
atmósfera no volviera a irradiar energía a la Tierra. Gases como el dióxido de carbono y
el metano también aumentan la capacidad de la atmósfera para absorber radiación.
Transporte de calor

Además de la radiación, el calor se transmite por conducción, convección y


advección. Estos procesos afectan la temperatura de la atmósfera cercana a la
superficie terrestre. La conducción es el proceso por el cual se transmite el calor a través
de la materia sin que ésta en sí se transfiera. Por ejemplo, el asa de una sartén de hierro
se calienta debido a la conducción de calor del mechero de la estufa. El calor es
conducido de un objeto más caliente a uno más frío. La transferencia de calor a través
de la convección se produce cuando la materia está en movimiento. El aire que se
calienta a través de una superficie terrestre calentada (por conducción) se elevará porque
es más liviano que el del ambiente. El aire calentado se eleva y transfiere el calor
verticalmente. Así mismo, el aire en altura más frío se hundirá porque es más pesado
que el aire del ambiente. Esto va de la mano con el aumento del aire y es parte de la
transferencia de calor por convección. Los meteorólogos también emplean el término
advección para denotar la transferencia de calor que se produce principalmente por el
movimiento horizontal antes que por el movimiento vertical del aire (convección).
Circulación atmosférica

El aire se mueve a fin de equilibrar los desbalances de presión causados por el


calentamiento diferencial de la superficie terrestre. A medida que se traslada de áreas
de alta presión a áreas de baja presión, el viento es influido significativamente por la
presencia o ausencia de la fricción. Por consiguiente, los vientos superficiales se
comportan de manera diferente que los vientos en altura debido a las fuerzas de fricción
que actúan cerca de la superficie terrestre. La rotación de la Tierra modifica la circulación
atmosférica pero no la produce, ya que, esencialmente, la atmósfera rota con la Tierra.
El movimiento del aire ayuda a evitar que las concentraciones de los contaminantes
liberados al aire alcancen niveles peligrosos.
Presión atmosférica

A pesar de ser invisible, el aire tiene peso. Cualquier gas como el aire contiene moléculas
que se mueven en todas las direcciones y a grandes velocidades. En realidad, la
velocidad depende de la temperatura del gas. La presión atmosférica es causada por
moléculas de aire (por ejemplo, oxígeno o nitrógeno) que chocan tanto entre sí como con
otros objetos y rebotan. Es función del número de moléculas atmosféricas en un
determinado volumen y la velocidad a la que se desplazan. Cuando el aire está confinado
dentro de ciertos límites, el calentamiento aumenta su presión y el enfriamiento la
disminuye. Cuando se confina en un espacio más pequeño, su presión aumenta, pero
disminuye cuando se expande en un espacio mayor.

Viento El viento es el elemento básico en la circulación general de la atmósfera. Todos


los movimientos del viento, desde ráfagas pequeñas hasta grandes masas de aire,
contribuyen al transporte del calor y de otras condiciones de la atmósfera alrededor de
la Tierra. La denominación de los vientos depende de la dirección de donde provienen.
Así, un “viento del norte” es aquel que sopla de norte a sur y un “viento del oeste” es
aquel que sopla de oeste a este. Cuando los vientos soplan con mayor frecuencia desde
una dirección que desde otra, esta recibe el nombre de viento prevalente.
Fuerza de Coriolis

A continuación, se explicará cómo actúa la fuerza de Coriolis en la circulación planetaria


del aire. En el ecuador, el aire cálido se eleva y muchas veces se condensa en grandes
nubarrones y tormentas. De este modo, se desarrolla una banda de presión baja
alrededor del ecuador. Estas tormentas eléctricas liberan calor, que conduce el aire hacia
partes más altas de la atmósfera. Allí, el aire empieza a trasladarse lateralmente hacia
los polos y se enfría a medida que se mueve. El aire empieza a convergir o “reunirse” a
una altura aproximada de 30° de latitud. La convergencia del aire hace que este se hunda
o asiente en esta latitud. Esto determina la divergencia del aire en la superficie terrestre.
A medida que el aire se hunde en esta región, el cielo se muestra despejado y los vientos
superficiales son suaves y variables. Las latitudes de 30° se conocen como zonas de
calmas subtropicales porque era allí donde se encalmaban los barcos de vela que
viajaban al Nuevo Mundo.

De las zonas de calmas subtropicales, una parte del aire superficial regresa al ecuador.
Debido al efecto de Coriolis, los vientos soplan desde el nordeste en el hemisferio norte
y desde el sudeste en el hemisferio sur. Estos vientos constantes se llaman vientos
alisios. Como se puede observar en la figura 3-10, los vientos alisios convergen
alrededor del ecuador en una región denominada la zona intertropical de convergencia
(ZITC). Este aire ecuatorial convergente se calienta y se eleva a lo largo del ciclo.

En lugar de desplazarse hacia el ecuador, en las latitudes de 30° C, una parte del aire
superficial lo hace hacia los polos. La fuerza de Coriolis desvía estos vientos hacia el
este en ambos hemisferios. Estos vientos superficiales soplan del oeste al este y se
denominan vientos prevalentes del oeste o vientos del oeste en ambos hemisferios. Entre
las latitudes de 30° a 60°, los sistemas móviles de presión y las masas de aire asociadas
(que se abordarán posteriormente) ayudan a transportar la energía. La mayor parte del
aire húmedo de las regiones del sur se desplaza hacia el norte. Esta humedad se
condensa y libera la energía que ayuda a calentar el aire en las latitudes del norte.

En las áreas que se encuentran entre las latitudes de 60° y los polos, prevalecen los
vientos polares del este. Estos forman una zona de aire frío que sopla hacia el sudeste
(hemisferio del norte) y hacia el nordeste (hemisferio del sur) hasta que se encuentran
con los del oeste, más cálidos. La interfaz entre los vientos polares del este y los del
oeste es el frente polar, que se traslada a medida que ambas masas de aire se presionan
entre sí de un lado al otro. El frente polar viaja del oeste al este y ayuda al aire frío a
desplazarse hacia el sur y al aire húmedo y cálido, hacia el norte (hemisferio del norte)
y, de ese modo, transporta energía calorífica a las regiones polares. A medida que el aire
húmedo y cálido, característico de los vientos del oeste, ejerce una presión sobre los del
este, fríos y más secos, se desarrolla un clima tempestuoso. Por consiguiente, el frente
polar generalmente está acompañado por nubes y precipitaciones.
Frentes

Cuatro patrones de frentes –cálido, frío, ocluido y estacionario- se pueden formar por aire
de temperaturas diferentes. El frente frío (figura 3-12) es una zona de transición entre el
aire cálido y el frío, donde este último se mueve sobre el área previamente ocupada por
el cálido.

Los frentes cálidos, por otro lado, separan el aire cálido en avance del aire frío en retirada
y presentan pendientes del orden de 1:100 a 1:300 debido a los efectos de fricción del
borde de salida del frente. La precipitación generalmente se encuentra en el avance de
un frente cálido, como se puede observar en la figura 3-13.
Cuando emergen frentes fríos y cálidos (y el frente frío se sobrepone al cálido) se forman
frentes ocluidos (figura 3-14). Los frentes ocluidos pueden ser llamados oclusiones de
frentes cálidos o fríos, como lo indica la figura 3-15. Sin embargo, cualquiera sea el caso,
una masa de aire más fría predomina sobre una no tan fría.

El último tipo de frente es el estacionario. Como su nombre lo indica, las masas de aire
alrededor de este frente no se encuentran en movimiento.
Influencias topográficas

Las características físicas de la superficie terrestre se denominan rasgos del terreno o


topografía. Los rasgos topográficos no sólo influyen en el calentamiento de la Tierra y
del aire que la rodea sino también en el flujo del aire. Los rasgos del terreno, como se
podría esperar, afectan sobre todo el flujo del aire relativamente cercano a la superficie
terrestre. Como se indica en la figura 3-18, estos rasgos se pueden agrupar en cuatro
categorías: plano, montaña/valle, tierra/agua y áreas urbanas.
Estabilidad atmosférica

El grado de estabilidad atmosférica se determina a partir de la diferencia de temperatura


entre una porción de aire y el aire circundante. Este contraste puede causar el
movimiento vertical de la porción (esto es, su elevación o caída). Este movimiento se
caracteriza por cuatro condiciones básicas que describen la estabilidad general de la
atmósfera. En condiciones estables, el movimiento vertical se inhibe, mientras que en
condiciones inestables la porción de aire tiende a moverse continuamente hacia arriba
o hacia abajo. Las condiciones neutrales no propician ni inhiben el movimiento del aire
después del gradiente de calentamiento o enfriamiento adiabático. Cuando las
condiciones son extremadamente estables, el aire frío cercano a la superficie es
“entrampado” por una capa de aire cálido sobre este. Esta condición, denominada
inversión, prácticamente impide la circulación vertical del aire. Estas condiciones están
directamente relacionadas con las concentraciones de contaminantes en el aire
ambiental.

Una inversión se produce cuando la temperatura del aire aumenta con la altura. Esta
situación es muy común pero generalmente está confinada a una capa relativamente
superficial. Las plumas emitidas a las capas de aire que experimentan una inversión
(capas invertidas) no se dispersan mucho al ser transportadas por el viento. Las plumas
emitidas por encima o por debajo de una capa invertida no penetran en ella sino que
quedan entrampadas.
Estabilidad y comportamiento de la pluma

El grado de estabilidad atmosférica y la altura de mezcla resultante tienen un importante


efecto en las concentraciones de contaminantes en el aire ambiental. Si bien en la
discusión sobre la mezcla vertical no hemos abordado el movimiento horizontal del aire,
o el viento, es importante saber que este se produce bajo condiciones de inversión. Los
contaminantes que no se pueden dispersar hacia arriba lo pueden hacer horizontalmente
a través de los vientos superficiales.

La combinación de los movimientos verticales y horizontales del aire influye en el


comportamiento de las plumas de fuentes puntuales (chimeneas). En la lección 6 se
revisa más detalladamente la dispersión de las plumas. Sin embargo, en esta lección se
describirán los diversos tipos de plumas característicos de diferentes condiciones de
estabilidad.

La pluma de espiral de la figura 4-19 se produce en condiciones muy inestables debido


a la turbulencia causada por el acelerado giro del aire. Mientras las condiciones
inestables generalmente son favorables para la dispersión de los contaminantes, algunas
veces se pueden producir altas concentraciones momentáneas en el nivel del suelo si
los espirales de la pluma se mueven hacia la superficie.

La pluma de abanico (figura 4-20) se produce en condiciones estables. El gradiente de


inversión inhibe el movimiento vertical sin impedir el horizontal y la pluma se puede
extender por varios kilómetros a sotavento de la fuente. Las plumas de abanico ocurren
con frecuencia en las primeras horas de la mañana durante una inversión por radiación.

La pluma de cono (figura 4-21) es característica de las condiciones neutrales o


ligeramente estables. Este tipo de plumas tiene mayor probabilidad de producirse en días
nubosos o soleados, entre la interrupción de una inversión por radiación y el desarrollo
de condiciones diurnas inestables.
Cuando las condiciones son inestables sobre una inversión (figura 4-22), la descarga de
una pluma sobre esta da lugar a una dispersión efectiva sin concentraciones notorias en
el nivel del suelo alrededor de la fuente. Esta condición se conoce como flotación.

Si la pluma se libera justo debajo de una capa de inversión, es probable que se desarrolle
una grave situación de contaminación del aire. Ya que el suelo se calienta durante la
mañana, el aire que se encuentra debajo de la mencionada capa se vuelve inestable.
Cuando la inestabilidad alcanza el nivel de la pluma entrampada bajo la capa de
inversión, los contaminantes se pueden transportar rápidamente hacia abajo hasta llegar
al suelo (figura 4-23). Este fenómeno se conoce como fumigación. Las concentraciones
de contaminantes en el nivel del suelo pueden ser muy altas cuando se produce la
fumigación. Esta se puede prevenir si las chimeneas son suficientemente altas.

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