Está en la página 1de 26

La obsesión antiestadounidense (por Jan

Doxrud)
Historia

La obsesión antiestadounidense

¿Por qué algunas personas odian a Estados Unidos? ¿Cuándo comenzó este odio? ¿Es
acaso un fenómeno espontáneo o fruto de de una tradición acumulativa? ¿El odio hacia
Estados Unidos ha obedecido siempre a las mismas razones a lo largo del tiempo? ¿Por
qué ciertas personas parecen tener una fijación obsesiva por esta nación y tienden a
ignorar las aberraciones cometidas por otras naciones? Se ha escrito mucho respecto a
este tema y lo que escribo a continuación es sólo un mero resumen sobre un debate que
es más amplio.

Tenemos un hecho concreto y es que Estados Unidos fue en el pasado, lo es hoy y lo


será en el futuro objeto de odio. Este objeto de odio se ha transformado para muchos
intelectuales monotemáticos (que han convertido a EEUU en su obsesión y blanco
único y exclusivo de sus críticas) en una obsesión, un buen negocio y una generosa
fuente de ingresos. El intelectual francés Jean Francoise Revel llegó a afirmar que si se
eliminase el antiamericanismo, no quedaría nada del pensamiento político francés, ni en
la izquierda ni en la derecha.

Las razones del anti-norteamericanismo (“Ant-Americanism”) son de diversa índole y


han invocado distintas razones, donde Estados Unidos = degeneración cultural y racial =
capitalismo rapaz = "katestrophenhaft" o el lugar de la catástrofe como afirmó Martin
Heidegger. El intelectual europeo mira con desdén la cultura superficial y materialista
norteamericana. El ecologista radical o aquel perteneciente a algún grupo anti-
globalización verá a Estados Unidos como la quintaesencia o la encarnación misma del
capitalismo explotador de la naturaleza y de un neoliberalismo salvaje y opresor. Un
musulmán con la mentalidad de un Ruhollah Jomeini condenará los perversos valores y
la moral de la sociedad norteamericana. Aquel comunista que quedó huérfano de
discurso o narrativa ideológica tras la caída del muro de Berlín continuará criticando a
Estados Unidos en nombre de algún nuevo grupo explotado que pueda instrumentalizar
para su causa, como pueden ser los palestinos. Mientras guardaba silencio e incluso
justificaba la existencia del muro en Berlín, ahora el viejo comunista protesta contra el
“nuevo muro” israelí. Otros odian a Estados Unidos por su estrecha alianza con Israel.
También algunos critican a Estados Unidos por su estrecha alianza con la monarquía
saudita. Otros muchos odian a Estados Unidos por todo lo que representa: consumismo,
superficialidad, materialismo, individualismo, mercado, competencia, frivolidad,
hedonismo, etc. Estados Unidos ha sido odiado también por ser considerado como una
potencia imperialista (los romanos, persas, e ingleses no escaparon a esta clase de odios
cuando fueron grandes imperios) y el protagonismo que cobró a partir del final de la
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Países de Europa, del Caribe, de América central
y sur, países pertenecientes al mundo islámico, todos han tenido razones para odiar a
Estados Unidos.
Mural (Irán)

Dentro de esta cantidad de acusaciones que pesan sobre EEUU ciertamente hay mucho
de verdad, eso está fuera de la discusión. Estados Unidos ha desestabilizado gobiernos,
ha llevado a cabo (y continúa haciéndolo) guerras ilegales, ha establecido recintos
penitenciarios ilegales, ha lanzado bombas atómicas contra población civil inocentes,
utiliza drones y realiza ataques ilegales en países donde muchas veces mueren
inocentes. ¿Pero acaso Rusia no ha realizado guerras sucias e ilegales tal como lo hizo
contra los chechenos y más recientemente en Ucrania? ¿Acaso China no continúa en la
actualidad reprimiendo a los disidentes tibetanos? Veíamos en el pasado a un Hugo
Chávez despotricando palabras contra George W. Bush, pero a su vez entregaba la
espada de Bolívar al excéntrico dictador y asesino libio Gadafi (recordemos las palabras
de Chávez: "Los que es Bolívar para nosotros, Gadafi lo es para Libia"). Por lo tanto
este artículo no apunta ha a realizar una apología de EEUU por medio de una "teoría del
empate", sino que llamar la atención sobre la inconsecuencia e inconsistencia que
existe entre el discurso y las prácticas de líderes políticos, intelectuales y activistas.

Pero en la postura antinorteamericana hay que establece matices. Hay que tener en
consideración, y en esto la comunidad internacional debe ser menos hipócrita, que lo
que hace Estados Unidos, como por ejemplo el espionaje, no es algo característico y
exclusivo de esta nación. Además este país ha sido fundamental a la hora de definir
conflictos claves como la Segunda Guerra Mundial contra el nacionalsocialismo y en
mantener a raya las ambiciones imperialistas del comunismo. El hecho es que mucho de
lo que ha hecho Estados Unidos lo han hecho otros países, con lo cual no se pretende
justificar tales acciones, pero sí terminar con la hipocresía de líderes políticos,
intelectuales y activistas que sólo son capaces de ver los crímenes y excesos de Estados
Unidos. En el caso de intelectuales y activistas, parece ser que sus apasionadas
protestas, movilizaciones y discursos sólo se activan apasionadamente cuando se trata
de conflictos donde EEUU esté involucrado.

El lector y quien escribe podrá criticar la política exterior de Estados Unidos y todos los
aspectos negativos de la sociedad norteamericana, pero el hecho es que el grado de
libertad que en ese país se vive es mayor que en países tales como Irán, Pakistán, Arabia
Saudita, Iran, Bangladesh, India, China, Cuba, Corea del norte o Venezuela. No hay
lapidaciones a homosexuales, hay libertad de criticar otra postura política y a otras
religiones sin temer que la vida o libertad de la persona esté en peligro. Hay libertad de
prensa y, sí, es cierto, puede ser que la prensa esté controlada por las elites económicas,
pero sacar de ese hecho la conclusión de que la libertad de prensa en Estados Unidos es
igual a la de Cuba o la de Corea del Norte es simplemente estar ciego ante los hechos.

¿Qué sucedería si los activistas antinorteamericanos se enterasen que el gobierno


norteamericano condenó a un ciudadano a 1.000 latigazos y 10 años de prisión por
defender el laicismo y la secularización? Eso es lo que sucede en Arabia Saudita con
Raif Badawi. ¿Cómo reaccionaría los activistas antiestadounidenses si se enterarán que
un juez norteamericano dictaminó que una persona gay fuese condenado a la horca por
su condición sexual? Eso sucede en Irán como fue el caso de Abdullah Ghavami
Chahzanjiru y Salman Ghanbari Chahzanjiri (entre otros muchos). ¿Imagine el lector
qué sucedería si Estados Unidos prohibiera manejar a la mujeres? Eso sucede en Arabia
Saudita. ¿Cómo reaccionarían los apasionados antonorteamericanos si el Presidente
Obama apoyara la detención del alcalde de California y al opositor Ron Paul y los
encerrara en la cárcel por sospechas sobre un presunto “golpe” o “conspiración”? Ron
Paul ha atacado públicamente a la FED y aboga para que esta alguna vez sea abolida,
¿no sería eso atentar contra la seguridad económica del país? Bueno, eso sucede ahora
en Venezuela

El punto de lo anterior no es defender ni exculpar al Estado norteamericano, ni hacer


una apología o hagiografía de esta nación, ya que es bien conocida la historia “oscura de
este país”, pero también la de los demás países. El punto es llamar la atención sobre
aquellas personas que tan apasionadamente denuncian a este país, sus excesos y abusos,
y que de una vez por todas sean consecuentes con sus ideas y critiquen a todos aquellos
países, con igual pasión y fuerza, que cometan violaciones a los derechos humanos. En
otras palabras, está muy bien que usted proteste por las condiciones en que viven los
palestinos, sobre eso no hay nada que discutir. La pregunta es: ¿condena usted con la
misma fuerza y pasión otros hechos similares, como por ejemplo, la masacre en Baga
(Nigeria) por Boko Harám o la masacre de yazidíes por los asesinos del Estado Islámico
o sólo condena aquellos conflictos donde esté involucrado Israel y Estados Unidos?

Un personaje como Noam Chomsky ha podido criticar por años a su país y a sus
políticos, y defender, durante la guerra Fría, regímenes como el camboyano, vietnamita,
chino y de países de Europa del este. Sucede que sería inconcebible la existencia de un
Noam Chomsky en Irán, en Arabia Saudita, en la Cambodia de los Jemeres Rojos, en la
Rumania de Ceaucescu o en la cleptocracia cubana de los hermanos Castro. Chomsky
podrá criticar la política exterior norteamericana, el espionaje a la población y la
manipulación de los medios de comunicación, pero él es libre de escribir lo que quiera
sin que su vida peligre, puede dar conferencias y mantener su puesto como profesor en
el MIT.

La construcción de un estereotipo

“Estados Unidos” y “norteamericano” se han transformado en estereotipos. La palabra


estereotipo vendrían a significar desde el punto de vista etimológico algo así como
“molde duro”. Un estereotipo es un conjunto de creencias fijas que se tiene sobre algo o
alguien. Esto se traduce en una representación inalterable en el tiempo y que es
compartido por una gran número de personas. Así tenemos el tristemente célebre
estereotipo del “judío errante”, sinónimo de avaricia, materialismo, apátrida y
conspiración. Pero tenemos que, al igual como sucede con Estados Unidos, el judío
pasó a ser algo abstracto, una fuerza que lo permeaba todo y que estaba constantemente
conspirando, de manera que el judío fue descorporizado y deshumanizado, era una fuera
maligna. El capitalismo también se ha transformado en un estereotipo más y lo mismo
sucede con Estados Unidos. Los estereotipos son moldes rígidos que simplifican
groseramente términos o conceptos, de manera que los estereotipos son más bien
representaciones distorsionadas de conceptos (los inmigrantes roban puestos de trabajo
a los nacionales) que puede ser potencialmente muy peligrosos en la práctica, tal como
sucedió con el genocidio nacionalsocialista contra la población judía.

El mito de la conspiración mundial Judía y el libelo creado por la Rusia zarista


titulado "Los Protocolos de los Sabios de Sión", utilizado por los nazis y en la
actualidad por grupos islámicos como Hamás.
Hay que decir que el discurso antiestadounidense tiene una historia y ha mutado a lo
largo del tiempo. El académico de la Universidad de Stanford, Josef Joffe, destaca cinco
aspectos del anti-norteamericanismo. El primero es que existe operación de reducir a los
“Americanos” a meros estereotipos. En segundo lugar se fomenta la imagen de que
Estados Unidos tiene una naturaleza irremediablemente maligna. En tercer lugar, se
atribuye a Estados Unidos un vasto poder de conspiración que apunta a dominar de
manera absoluta el mundo. En cuarto lugar, se establece que Estados Unidos es el
responsable por todos los males del mundo. En quinto y último lugar, se busca limitar el
poderío de Estados Unidos ya sea destruyéndolo o cortando todo lazo con sus productos
y prácticas típicamente norteamericanas. Por su parte, el intelectual francés Jean
Francoise Revel señalaba que el anti-norteamericanismo era el resultado del sentimiento
anticapitalista, sistema económico vinculado estrechamente con esta nación.

El punto es que el odio a Estados Unidos va más allá del clásico odio que todos los
imperios existentes han experimentado a lo largo de la historia. Existe también una
construcción filosófica-discursiva en torno a Estados Unidos y a lo que esta nación
representa: una suerte de mal abstracto que todo lo penetra, de ahí que se hable de la
“americanización” (contaminación) de una cultura, como algo negativo y que hay que
evitar. El sociólogo Paul Hollander ha estudiado minuciosamente este tema. Destaca
algunas figuras que han participado en esta construcción discursiva sobre Estados
Unidos. El poeta austriaco Nicolas Lenau (1802-1850) utilizó el concepto de
“Bodenlosigkeit” (“sin raíces”) para referirse a Estados Unidos. Escribió Lenau: “Con el
término “Bodenlosigkeit (“sin raíces”) pienso que soy capaz de indicar el carácter
general de todas las instituciones norteamericanas…El americano no sabe nada, no
busca sino dinero, no tiene ideas”. Así, para Lenau, lo “estadounidense (americanismo)
era sinónimo de materialismo, superficialidad (carente de raíces) y frivolidad, en
contraposición a la profundidad que representaba la cultura europea. Otro autor es el
poeta y ensayista alemán Heinrich Heine (1797-1756). Este autor escribió pasajes donde
se refería a América como “esa gigante prisión de libertad…” en donde “la más
extensa de todas las tiranías, la de las masas, ejercita su cruda autoridad”. En otro
pasaje se puede leer: “Algunas veces piensozarpar para Américaesa pajarera de la
libertadhabitada por brutos que viven en igualdad”. Por ende, para Heine Estados
Unidos es sinónimo de tiranía de las masas ignorantes. Por su parte, el historiador
alemán Arthur Moeller van den Bruck (1876-1925), en un libro titulado “El derecho de
las Naciones Jóvenes”, presentó un escenario en donde prevalecían dos potencias que él
rechazaba: Unión Soviética y Estados Unidos. Pero estaba Alemania que el autor la
presenta como una alternativa a estas dos opciones ideológicas, ya que el
pueblo alemán y su cultura era superior a las demás. En su libro sobresale además su
antiimperialismo y su rechazo de la civilización occidental por su materialismo y
consumismo. Interesante es el concepto de “americanización” que ocupa este autor.
Para van den Bruck la americanización marca "el paso decisivo por el que pasamos de
una dependencia de la tierra a una utilización de la tierra, el paso que mecaniza y
electrifica el material inanimado y convierte los elementos del mundo en agencias del
uso humano". De acuerdo al novelista y dramaturgo francés Henry de Montherlant
(1895-1972) Estados Unidos era una nación que lograba “bajar la inteligencia, la
moral, la calidad humana en casi toda la superficie del planeta…Acuso a Estados
Unidos de vivir en un permanente estado de crimen contra la humanidad". Incluso los
nacionalsocialistas utilizaron la propaganda para destacar todos los males de Estados
Unidos por medio de la figura del “Liberator” donde se destaca el racismo (capucha del
Ku Klux Klan), violencia (guante de box), gangsterismo (ametralladora), decadencia
cultural (pareja bailando jitterbug en una jaula), la influencia judía, el materialismo
(dinero), la laxitud de la mujer (ver pierna derecha de la imagen).

El prestigioso e influyente pensador alemán Martin Heidegger, autor de Ser y Tiempo,


también tuvo algo que decir sobre el tema en cuestión. De acuerdo a Heidegger, Europa
yacía cogida en un gran tenaza, apretada entre Rusia en un lado y Estados Unidos en el
otro. Añadía el oscuro pensador que desde un punto de vista metafísico, Rusia y Estados
Unidos eran lo mismo, es decir, poseían el mismo triste frenesí tecnológico y la misma
organización irrestricta del hombre promedio. El intelectual marxista, que luego se
convirtió al catolicismo para finalmente abrazar el Islam, me refiero a Roger Garaudy
(1913-2012), explica de la siguiente manera el concepto de anti-norteamericanismo:

“El antinorteamericanismo no es una expresión de nacionalismo ni de racismo, ni


propugna la exclusión de sus semejantes, o de un pueblo. Es la lucha contra un sistema,
contra una concepción del hombre y de un modo de vida. Históricamente, este sistema,
nació en el continente que hoy en día trata de imponerlo a todo el mundo, valiéndose
del poder de las oligarquías políticas, financieras y militares, que dirigen Estados
Unidos. Pueden hacerlo, puesto que cuentan con la complicidad y el servilismo de los
dirigentes de muchos países…Tenemos que combatir la ideología norteamericana en
todas partes. A veces hasta en nosotros mismos, puesto que este sistema, como lo
demostraremos, si finalmente triunfara, nos conduciría al suicidio planetario, al fin del
hombre, es decir, al fin de la incesante búsqueda del sentido humano y divino de la vida
y de nuestra historia común”.

Hay razones para criticar a la nación norteamericana, pero la verdad es que desde hace
tiempo ha habido una construcción discursiva que ha construido una imagen particular
de esta nación, similar al fenómeno del “judío errante” y, como tal, se ha convertido en
una pasión y obsesión irracional de políticos, movimientos civiles e intelectuales
preferentemente (aunque no exclusivamente) de izquierda. Como el judío errante,
Estados Unidos también se ha transformado en uno de los chivos expiatorios favoritos,
especialmente de los gobiernos populistas latinoamericanos, que por la prensa dan
rienda suelta a un discurso antinorteamericano anacrónico pero fuera de cámaras las
relaciones comerciales con el país fluyen sin problemas. Hay que tomar distancia de los
estereotipos y simplificaciones, así como de las explicaciones monocausales sobre los
fenómenos que ocurren en el mundo, donde todos los males de este siempre finalmente
se reducen a una causa: Estados Unidos.

Anexo: Datos (pewglobal.com)

Mesianismo político: cómo funciona


¿En que se basa este estilo de hacer política?; ¿cuáles son los fundamentos y
mecanismos de persuasión que utiliza? y ¿cómo construye candidaturas electorales?

Foto: Reuters

Cuando la escena electoral se vuelve tan tensa y negativa; factores como la crisis
económica, la debilidad institucional, falta de credibilidad, inseguridad, corrupción,
impunidad y deterioro social se convierten en la guía de las percepciones de los
ciudadanos. La paciencia se agota, la esperanza se derrumba y la voluntad popular cae
en el abismo de la mediocridad, la impotencia y el conformismo. No hay alternativas de
solución, todos los partidos son lo mismo y no hay líderes verdaderos con capacidad,
talento e integridad percibida para enfrentar los grandes retos nacionales.

La gente votará por un impulso, descontento, inconformidad, deseo de cambio,


hartazgo, basando su decisión en una evaluación de corto alcance; tratando de castigar
más que elegir, seleccionar o razonar su voto.

Este es el escenario perfecto para el surgimiento de una figura carismática, quasi-


iluminada, salvador, redentor, capaz por sí mismo de cambiar todo de un tajo, con un
discurso y método simple.

La persuasión es la clave de las campañas electorales, la mayoría de los votantes


siempre desean, aspiran a que llegue alguien a un puesto para estar mejor, para que las
cosas cambien y para que se atiendan los problemas sociales. Nos arrojaron del paraíso
por culpa de unos pecadores, pero nosotros tenemos forma de regresar y además mandar
a los culpables al infierno.

La figura mesiánica está del lado de su pueblo, en contra de la élite romana (los
privilegiados y poderosos) viene a castigar a los modernos fariseos, a exigir y ajustar las
cuentas a los corruptos, los hundirá en el infierno y recobrará lo robado, sacará del
templo (el gobierno) a los ineptos y ladrones y se rodeará de los iluminados para
promover la equidad y la igualdad para todos por eso le temen, lo desprecian y lo
critican.

Sus discursos se llenarán de parábolas y con el lenguaje sencillo, accesible, cotidiano,


traerá la luz (las finanzas públicas), las llaves del cielo (programas de gobierno) y la
salvación (chamba burocrática) para sus seguidores.

Dejará que los pecadores y los niños se acerquen a él o ella; la estrategia electoral será
incluyente y se enfocará en los grupos que no encuentran acomodo, los que han sido
relegados y rechazados por otros partidos; sumando minorías logrará la mayoría mínima
que necesita para ganar; unirá grupos empresariales que no encontraron alianzas
corruptas en grandes licitaciones y que vienen por el desquite. Las encuestas les
devolverán la vista y el billete se levantará y andará (de un candidato a otro).
Hablará de los demonios. Sus seguidores son limpios y puros, si alguno cae en la
corrupción es porque le tendieron una trampa, lo tentaron o paso por un momento de
debilidad que al mismo tiempo ratifica la existencia de la amenaza de los malvados, de
ese grupo que nunca llegará al cielo pero que siempre ha mantenido esclavizado,
sometido y debilitado a su pueblo.

Traidores y detractores cumplen la función de Judas, se venden por unas monedas para
pactar con los adversarios políticos y la gente cierre filas pues la tentación es una
amenaza permanente. Las amenazas también vienen del exterior, siempre es bueno
contar con críticos internacionales ya que el mesiánico puede usarlas como ejemplo del
intervencionismo de la bestia y sus falsos profetas.

Las burlas, los memes, las notas editoriales contrarias son el veneno y los latigazos de
los enemigos del pueblo. La liberación está a la mano, no más privilegios para nadie, el
salario alcanzará para todo, educación y salud de primer mundo, nada de
contaminación, grandiosa investigación científica, crecimiento económico, desarrollo
sustentable, transporte público, vivienda, empleo pleno; seguridad, paz, justicia efectiva
y expedita, comercio internacional, deporte con campeonatos mundiales y olímpicos.

Parafraseando con ironía, los ciudadanos no tendrán que pensar en que pueden hacer por
su país, sino que debe hacer México y su gobierno por ellos. A lo largo y ancho del
territorio nacional sus apóstoles (candidatos a todos los puestos de elección locales,
estatales y federales) divulgarán la multiplicación de las becas, los apoyos y los
subsidios; la conversión de la bicicleta en un híbrido, el destierro de la inflación, la cura
de la lepra gubernamental y la resurrección de las candidaturas negadas.

Reconstruirá la moral de la nación, aboliendo los falsos ídolos, si es necesario escribirá


una nueva Constitución, para disfrazar los aumentos al predial, agua electricidad e
impuestos pero eso si dirigidos hacia quienes no votaron por él; un nuevo reglamento de
tránsito, cambiará el logo y los colores del gobierno, ya no vivirá en la residencia oficial
para devolvérsela al pueblo. Se impulsará la iniciativa de reelección presidencial, para
evitar el regreso del mal otro sexenio más.

Cambiará el sentido de las calles y abrirá espacios deportivos y recreativos, si hace falta
un tercer piso se hará aunque tenga que arruinar las calles, estrangule la circulación y
colapse el tráfico pues está escrito que es más fácil entrar al cielo que circular en coche.
Levantará muros contra la migración ilegal, el contrabando o los “bad hombres”; las
voces de las palomas o los pajaritos le dirán que más tiene que hacer el pastor por su
rebaño.

Mesías y mesianismos
Reflexiones desde El Salvador

Jon Sobrino

Caracteres: 27.300
Palabras: 4.600
Original: «Concilium» 246(abril 1993)159-170
El Primer Mundo no parece estar para mesías ni para mesianismos. En él ya no hay
lugar para las utopías de los pobres y es notorio el déficit de líderes que las quieran
mantener. Y como en ese mundo lo real es lo de ellos, y como ellos han decidido -
modernista, posmodernista o pragmáticamente- que ambas cosas son irreales y
sospechosas, resulta que ya no está de moda hablar de mesianismos ni de mesías. Y si a
esto añade que la historia -y esto sí hay que tenerlo seriamente en cuenta- muestra los
peligros que conllevan ambas cosas: populismos, paternalismos, dictaduras, ingenuidad,
fanatismos, agresividad... la conclusión es que poco se puede hablar ya de mesías y de
mesianismos. A lo sumo se tolerará, con benevolente superioridad, como pecado de
pueblos jóvenes...

Sin embargo, llámeseles como fuere, los pobres de este mundo, la inmensa mayor parte
de la humanidad, necesitan utopías, que pueden ser tan simples como el que la vida sea
posible, pero que son bien reales, pues la vida es precisamente lo que los pobres no dan
por supuesto, y para lo cual todavía no hay lugar en este mundo. Y ese mismo Tercer
Mundo sigue esperando también la aparición de líderes con corazón de carne, no de
piedra, que les dé esperanza y les ofrezca caminos de vida.

Además, aquí en El Salvador -y en otros países latinoamericanos- hace algunos años los
pobres tomaron la palabra y pusieron a producir sus esperanzas en movimientos
populares, esperanzas que encontraron eco en pastores como Monseñor Romero y en
intelectuales como Ignacio Ellacuría. Cierto es que, empíricamente, estos movimientos
no han tenido éxitos fulgurantes -en parte por sus propios errores y más
fundamentalmente porque no lo ha tolerado el Primer Mundo-, pero también es verdad
que han conseguido cosas importantes (1), y en cualquier caso han replantado, si no en
puro concepto, sí en realidad, la necesidad y sentido de mesianismos y mesías.
Recuérdese que el último escrito teológico de I. Ellacuría -verdadero testamento
teológico suyo- versó sobre utopía y profecía (2).

Por esta razón fundamental -la urgente necesidad que tienen los pueblos crucificados de
utopías, esperanzas mesiánicas o como quiera denominárselas-, aun sin ser expertos ni
en exégesis ni en historia de la Iglesia, nos animamos a escribir las reflexiones que nos
han pedido, pues "el mesianismo siempre ha sido y será el mejor revulsivo para afrontar
los problemas del presente, abriéndose a un futuro cuajado de esperanza" (3).

I. El miedo desde el Tercer Mundo: un Cristo sin reino


El olvido del mesianismo no sólo tiene raíces sociopolíticas, sino que de alguna forma
comienza ya después de la resurrección de Jesús. El problema es, pues, también eclesial
y teológico, y consiste en que nombre del mediador (Cristo resucitado) se va relegando
a segundo plano la mediación (la realización de la voluntad, el reino de Dios en las
palabras de Jesús, las esperanzas mesiánicas). En nuestra opinión, han ocurrido dos
cosas: se ha dado prioridad al mediador sobre la mediación, y el mediador se ha ido
comprendiendo eficazmente más según el modelo de Hijo de Dios que según el de
Mesías.

1. Una paradoja: la "des-mesianización" de Cristo


Después de la resurrección, Cristo, es decir, Mesías, se convirtió en nombre propio de
Jesús de Nazaret. Así aparece programáticamente en la formulación del kerygma: "Dios
ha constituido Señor y Mesías a este Jesús a quienes ustedes han crucificado" (Hch
2,36), y se mantiene en todos los estratos del NT. Y ese nombre se convirtió en algo tan
definitorio que fue usado para designar también a los creyentes en Jesús, de modo que
"los discípulos recibieron el nombre de cristianos" (Hch 11,26, por primera vez en
Antioquía). El hecho es, pues, claro, pero también lo que es el título mesías, aplicado a
Jesús resucitado como algo central, fue perdiendo concreción y especificidad. Para ello
hubo, sin duda, importantes razones, pero en definitiva se llegó a la paradoja que,
provocativamente, podemos formular como la des-mesianización de Cristo, es decir, las
desmesianización del mesías.

Ese proceso de des-mesianización tuvo como condición de posibilidad la misma


ambigüedad del concepto mesías. Por una parte es claro que al llamarle mesías los
primeros cristianos afirman que en Jesús resucitado ha tenido cumplimiento una larga
esperanza de Israel: la aparición de un salvador, pero, por otra, no es tan claro bajo qué
modelo de salvador -de los muchos que aparecen en el AT- puede ser comprendido
Jesús, pues a lo largo del AT el mesías fue pensando diversamente como rey, y,
después, tras el fracaso de la monarquía, como sumo sacerdote, como profeta o incluso
como siervo sufriente. Ese rey, además, podría ser un rey guerrero, o un rey justo y
pacífico. La victoria sobre los enemigos la podría efectuar directamente el mismo Dios
o a través del mesías con acciones milagrosas. Y a medida que pasa el tiempo y la
historia desmiente el cumplimiento inmediato de la esperanza, el mesías se va
convirtiendo en figura escatológica, es decir, en objeto de esperanza definitiva para el
futuro. Y es también sabido que el mismo Jesús no afirmó con claridad si se
autocomprendió como mesías o no -recuérdese el secreto mesiánico-, y menos en qué
sentido.

Sin entrar en el análisis exegético del asunto, lo que sí parece quedar claro es que,
después de la resurrección, se comprende a Jesús como salvador y por eso se le puede
denominar mesías, pero la salvación de la que es portador no parece incluir ya un
elemento central del mesianismo: que la salvación es salvación histórica de un pueblo
oprimido, externa e internamente. Cristo no es presentado como el mesías que, sobre
todo después del exilio, aparece en correlación con la esperanza de los pobres, como el
rey justo quien, por fin, impartirá justicia, defenderá al débil y logrará la reconciliación
y la fraternidad.

a) La esperanza de salvación histórica va siendo sustituida por la de salvación


transcendente. No significa esto que el NT no dé ya importancia a las realidades
terrestres -así lo muestran sus exigencias morales, el llamado a la caridad, el cuidado de
los débiles, etc-, pero todas estas cosas aparecen ahora más como exigencias éticas que
como lo central que trae Jesús y que está en correlación con su mesianismo. La
salvación se concentra, además, en el perdón de los pecados, y se convierte en una
salvación en singular. No se trata ya de las salvaciones plurales, de cuerpo y alma, que
se mencionan en los evangelios, sino que se da una concentración en la salvación
interior.

b) El correlato de las esperanzas mesiánicas no es ya el pueblo con sus propias


esperanzas, sino el individuo. De nuevo, no quiere esto decir que en el NT desaparezca
la idea de "colectividad", pues lo que surge de la fe en Cristo es precisamente una
comunidad, y la naciente ekklesia expresa su propia identidad en términos que implican,
todos ellos, colectividad: pueblo, cuerpo, templo... Pero, por otra parte, es también
verdad que desaparecen las esperanzas concretas de los pueblos en cuanto tales, lo que
hoy llamaríamos sus esperanzas sociales y políticas (tan primigeniamente humanas
como las esperanzas individuales): que cese la esclavitud y haya libertad, que cesen las
guerras y haya paz, que cese la represión y haya justicia; en definitiva, que cese la
muerte y haya vida... Lo que ocurre es que desaparecen las esperanzas mesiánicas a las
que debía dar cumplimiento el mesías.

c) Más en concreto, va perdiendo importancia en la comprensión del mesías lo que en el


profetismo del AT es el correlato directo de las esperanzas mesiánicas: los pobres
dentro del pueblo. Estos son los que esperan al "rey justo" del Isaías, al mesías que hará
justicia a huérfanos y viudas y que será, por ello, parcial.

Lo dicho hay que entenderlo bien. No negamos ni minusvaloramos, por supuesto, lo


positivo que afirma el NT: que Jesús trae perdón de los pecados y salvación, pero sí
recalcamos el cambio importante que se va dando en la comprensión del término
mesías, y eso precisamente cuando se le aplica a Jesús como nombre propio. Y una
forma sencilla de verificar si esta desmesianización es verdad o no, bastaría
preguntarnos si al hablar hoy de Cristo (el mesías), se le ocurre a alguien relacionar a
Jesús resucitado con las esperanzas colectivas de los pobres de este mundo.

2. La concentración en el mediador a costa de la mediación


Esto nos lleva a un problema central en el NT que va más allá del conocido paso que se
opera de Jesús a Cristo, es decir, del Jesús que predica al Cristo predicado. Se trata de
un cambio en la comprensión del designio de Dios: el centro del kerygma no es ya en
directo la venida del reino de Dios anunciado por Jesús, sino la aparición del Cristo.
Aunque mediador y mediación sigan estando relacionados, la "buena noticia" de Dios se
concentra ahora en Cristo y no en el reino de Dios, más en el mediador (el enviado de
Dios) que en la mediación (la realidad de un mundo según la voluntad de Dios). De esta
forma realidades que fueron importantes para Jesús de Nazaret se van formulando de
modo que, por una parte, sigue existiendo continuidad entre el antes y el después de
pascua, pero también discontinuidad. Así, los primeros creyentes siguen esperando la
salvación y relacionándola con Cristo, y ahora de forma absoluta, pero esta salvación no
viene ya formulada como "reino de Dios", liberación de necesidades plurales, terrestres
y transcendentes, personales y colectivas, sino como salvación más transcendente (en la
parusía), más personal (del individuo) y más religiosa (perdón de los pecados). Las
razones históricas para ello son variadas: la expectativa de la próxima parusía y del fin
de la historia, la afortunada desnacionalización de la comprensión del pueblo de Dios, la
pequeñez histórica de las comunidades... Todo ello hacía poco verosímil plantearse los
problemas y esperanzas de los pobres masivamente -estructuralmente, diríamos hoy-
para darles una respuesta histórica. Pero, como decíamos antes, el resultado no deja de
ser paradójico: el mesías deja de responder a las esperanzas populares, o, en palabras
más técnicas, la mediación de Dios pasa a segundo término mientras todo parece
concentrarse en la aparición del mediador (4).

Además, al mediador se le va comprendiendo más en su relación con la persona de Dios


(lo cual estaría expresado en los títulos de Señor e Hijo) que en su relación con el reino
de Dios, que es la relación implicada en el título mesías. Por decirlo en palabras
actuales, Jesús va apareciendo como sacramento del Padre, la presencia histórica de
Dios en este mundo, y eso -verdadera buena noticia, evidentemente- es lo máximo que
puede acaecer en la historia. De esta forma, aunque se aplique a Jesús, como nombre
propio, el nombre de Cristo (mesías) -con lo que ese nombre connota de relación con la
salvación de los pobres, con el reino de Dios -lo más distintivo va a ser resaltar la
relación de Jesús con Dios, con la persona del Padre, de modo que, aunque no como
nombre propio, lo más distintivo será comprenderle como el Hijo de Dios (5). O dicho
todavía de otra forma, se podrá llegar a afirmar que Jesús es la auto-basileia tou Theou,
el reino de Dios en persona, afirmación bella, pero también peligrosa, pues podría ser
una forma de ignorar la mediación de Dios porque ya ha aparecido el mediador.

Esto que aquí se dice de forma abstracta ha tenido graves consecuencias para la historia
de la fe y de la teología, que han presupuesto, a veces explícita, a veces implícitamente,
que precisamente en el punto del mesianismo se da un quiebre prácticamente absoluto
entre el AT y NT, que ese quiebre es positivo y que es esencial a la nueva fe. Es claro
que existe novedad después de pascua, pero hay que analizar bien en qué consiste y qué
consecuencias se desprenden de ella. Es claro que el NT rechaza un mesías como rey
político y guerrero, pero sería trágico convertir al Cristo en mesías de un reino
puramente espiritual sin encarnación, en un mesías universal sin parcialidad hacia los
pobres, sin misericordia hacia sus sufrimientos, sin exigencias de justicia hacia sus
opresores.

Dicho de otra forma, el peligro consiste en que se va ignorando o, al menos, en que no


está ya presente como en el AT el que la buena noticia versa también sobre la
mediación: que el mundo, la creación de Dios, llegue a ser según su corazón. La
aparición del mediador y su realidad en cuanto sacramento de "la persona" del Padre va
poniendo en segundo término lo importante que es para Dios el que se realice sobre este
mundo "su voluntad", la realidad transformada de este mundo.

Si se nos entiende bien, y se nos permite la ironía, a veces da la sensación de que para
algunos cristianos el Padre celestial ya está absolutamente feliz porque sobre la tierra ha
aparecido el mediador, el Hijo, aunque la situación de su creación fuese
lamentablemente. Bien sabemos que con el envío del Hijo, Dios mismo se ha
comprometido para siempre con su creación. En las repetidas palabras de K. Rahner, en
Jesús Dios ha roto para siempre la simetría de ser posiblemente salvador y posiblemente
condenador: ahora es esencialmente salvador. Pero tampoco estará de mas recordar las
palabras del Génesis, sin despacharlas precipitadamente por antropomórficas, y
aplicarlas a lo que Dios pudiera sentir -también hoy- al ver su creación: "Viendo Yahvé
que la maldad del hombre cundía en la tierra... le pesó de haber hecho al hombre sobre
la tierra y se indignó en su corazón" (Gn 6,5s). Esa indignación de Dios es la que hay
que recobrar y mantener para revalorizar la importancia que tiene para Dios también la
mediación, su creación.

II. La exigencia desde el Tercer Mundo: un mesías con un reino para los pobres
Ante estas reflexiones podrá haber lectores -sobre todo en el Primer Mundo- que
objetarán que así fueron las cosas y que así hay que aceptarlas. Pero desde el Tercer
Mundo -que, incluso según las Naciones Unidas, va a peor- se sigue clamando por la
mediación, y a su modo también lo hace el NT al volver al Jesús de los evangelios. Por
ello hablamos de un mesías con un reino para los pobres.

1. La "re-mesianización" de Cristo
Hemos insistido en que no hay que ignorar ni quitar agudeza a cómo está la creación de
Dios, y en que no debiéramos hacerlo porque, en definitiva, ya ha aparecido el
mediador. Y una forma de devolver seriedad a la situación de la creación -cristológica
en este caso- es la de "remesianizar" a Cristo, es decir, ponerlo en relación con las
esperanzas de los pobres, "politizarlo", si se quiere. Pero para ello hay que evitar dos
prejuicios, que nunca acaban de superarse del todo y que vuelvan a resurgir en la
historia, como se nota ahora en la Iglesia latinoamericana tras la audacia de Medellín y
su serena reafirmación en Puebla.

El primero es que, aunque Jesús, efectivamente, no quiso ser un mesías político ni


mucho menos rey, ni usó de poder político, no quiere esto decir que no quiso configurar
la "polis" y que no usase de algún poder para ello, aunque éste no fuese el poder
político, ni militar, sino el poder de la verdad (anuncio de la utopía del reino, denuncia y
desenmascaramiento del antirreino), el poder del amor (con sus concreciones de
misericordia y justicia) y el poder del testimonio (su fidelidad hasta la cruz). Lo malo de
negar lo político del mesías Jesús no consiste, pues, en negar su rechazo a ser rey
guerrero nacionalista y su rechazo a un reino teocrático, sino en desligar de la noción de
mesías las opresiones y las esperanzas de los seres humanos en sociedad, por una parte,
y la necesidad de usar de un poder, por otra parte, poder que no por ser el de la verdad y
el del amor deja de ser poderoso, y por ello también conflictivo (como lo muestra la
historia reciente latinoamericana). Lo malo está, pues, en negar o minusvalorar la
relación salvífica entre mesías y pueblo.

El segundo prejuicio que hay que desenmascarar es reducir la problemática de la


relación de Jesús con lo político al análisis del título mesías. Metodológicamente es ya
hoy claro que no hay que leer el sustantivo a partir del adjetivo, sino a la inversa. No
hay que decir, pues, "Jesús es el mesías", sino "¿Mesías? Ese es Jesús". Pues bien, si se
va con esta perspectiva a los evangelios, nos encontramos con que Jesús sí tiene en
cuenta como algo central las esperanzas mesiánicas del pueblo, y en concreto de los
pobres, es decir, sí se parece al "rey justo y parcial" de Isaías que quiere instaurar el
derecho y la justicia, sí ejercita misericordia hacia los débiles y denuncias hacia los
opresores...

Con qué título se le denomine a ese Jesús que el NT presenta en los evangelios, es hasta
cierto punto secundario. Lo importante es que ese Jesús expresa lo central de las
esperanzas mesiánicas de los pobres en el AT, aunque opera cambios profundos en las
concepciones teocráticas, nacionalistas, exclusivista, militarista... Eso es lo que hacen
los sinópticos y eso es de singular importancia dentro del NT, como se ha dicho hasta la
saciedad: volver a Jesús y a su relación esencial con el reino de Dios (6). Para
comprender su mesianismo no es tan importante si y de qué forma los sinópticos aplican
el título a Jesús. Lo importante y decisivo es que lo presentan en relación esencial con el
reino de Dios, pues "la esperanza mesiánica se orientaba inicialmente no a una figura
concreta y determinada sino a la venida del Reino de Dios" (7).

Hoy también urge la recuperación del título mesías, tanto para no caer -formalmente- en
la anómala situación de que "mesías" (Cristo) siga siendo hoy el término más usado
para referirse a Jesús y no diga nada en concreto, como para que -materialmente- no se
prive de esperanza a los pobres de este mundo. Lo primero puede y debe hacerse de
varias formas. Así, J.I. González Faus, por ejemplo, reinterpreta finamente el
significado del título de acuerdo al potencial que tiene para decir hoy cuáles deben ser
nuestras esperanzas y comportamientos: es central el recordatorio de que se trata de un
mesías "crucificado" que critica la tentación de esperar al "hombre mágico" y delegar en
él la salvación, y es central recalcar que la esperanza y la praxis cristianas tienen que
estar vueltas al reino (8).
Por lo que toca a lo segundo, la problemática ha sido de nuevo sacada a relucir por la
teología de la liberación y resuelta en principio al otorgar a Jesús el título de "liberador".
La fe de los cristianos latinoamericanos y la cristología de la liberación es lo que ha
devuelto hondo significado y urgencia al título mesías (9). Con el "liberador" se recoge
hoy lo central del sentido más originario del mesías: en la historia aparecerá alguien que
traerá salvación a los pobres y oprimidos, aparecerá un rey justo que liberará de
esclavitudes a las mayorías populares. Así es visto Jesús hoy por muchos en el Tercer
Mundo. No implica esto volver pura y simplemente al AT, ni menos concebir al
liberador como un rey nacionalista, teocrático, guerrero.. Pero sí significa recoger lo
esencial: el enviado de Dios tendrá ante sus ojos a los pobres de este mundo, con sus
esclavitudes y sus esperanzas.

La situación histórica de América Latina posibilita esta recuperación del mesianismo de


Jesús, pero además la exige. Con o sin el título de "liberador" es evidente que Jesús
tiene que ser considerado de esta forma, pues de otra manera ni se haría justicia a la
realidad latinoamericana ni a la realidad de un Cristo que es Jesús de Nazaret. Y así, por
cierto, lo sancionó Puebla al reconocer en numerosos sectores del pueblo de Dios la
"búsqueda del rostro siempre nuevo de Cristo que llena su legítima aspiración a una
liberación integral" (n. 173). Esto no implica reducir la totalidad de Cristo a lo
expresado en el título "liberador", o, más exactamente, a una interpretación
reduccionista, de la que avisa Puebla: un Cristo que fuese "un político, un líder, un
revolucionario o un simple profeta" (n.178). Pero sí posibilita y exige una cristología
que -comenzando desde el mesianismo liberador de Jesús- pueda desplegarse en
totalidad.

2. Mesías e Hijo
Que el título "liberador" es esencial hoy para la fe en Cristo nos parece claro, y de esta
manera, además, se le vuelve a "mesianizar". Habrá que evitar peligros: convertir "al
liberador" en fórmula mágica para resolver todos los problemas, o reducir a Cristo a
responder a esperanzas sociales, ignorando otras dimensiones del ser humano incluso de
los pobres, o fanatizar y engañar a los pobres en nombre de una próxima liberación
quasi ex opere operato... Pero la intuición fundamental sigue en pie: Cristo, por
definición, es "mesías", y ese mesianismo hoy puede y -en muy buena parte- tiene que
ser descrito como liberación. En último término es algo paradójico -y triste- que haya
que recalcar que Cristo es "liberador", pero a través de la tautología "Cristo-liberador"
quizás se pueda recuperar hoy lo que verdaderamente significa ser Cristo.

No es, pues, bueno que tras el mediador desaparezca la mediación, y en ello hemos
insistido en estas líneas. Pero tampoco es bueno lo contrario: que tras la mediación
desaparezca el mediador. Y no sólo eso. Hay que recalcar que el mediador no es sólo
Mesías sino también Hijo, que Jesús no sólo está en esencial relación con el reino de
Dios, sino también con el Padre. Afirmamos esto no sólo para mantener lo que dice el
Nuevo Testamento, la tradición y la ortodoxia cristianas, sino porque la experiencia da
que un Mesías que es Hijo es un mesías más eficaz. Recordemos, para terminar, dos
figuras salvadoreñas que ilustran lo dicho.

Monseñor Romero suscitó, animó, orientó y mantuvo las experiencias mesiánicas del
pueblo salvadoreño como nadie lo ha hecho. De esto no hay ninguna duda, y así lo
reconoció el mismo pueblo, cuando, el 1 de febrero de 1992, al comenzar el primer día
de paz en el país, abarrotó la plaza de los mártires y para expresar su alegría puso una
inmensa pancarta en la fachada de la catedral: en ella estaba una gran foto de Monseñor
Romero con las palabras "Monseñor , resucitaste en tu pueblo". Lo que queremos añadir
es que Monseñor no sólo fue un buen "mesías", sino un mesías "bueno". No sólo trajo
una buena noticia a los pobres, sino que él mismo -por su modo de ser- fue buena
noticia.

Y Monseñor no sólo fue bueno, sino santo (10), íntimamente unido a Dios, de modo que
la gente captó muy bien que era hombre de los hombres, sí, pero también hombre de
Dios, y que eso último no lo distanciaba de los hombres, sino que lo acercaba más a
ellos. En otras palabras, la santidad personal de Monseñor Romero, su unión personal
con Dios (11), no mermó en nada su "mesianismo", sino que lo potenció. Con
Monseñor se mostró con toda claridad la eficacia histórica de la santidad.

Con esto queremos decir que buena noticia es la mediación (el reino de Dios) y buena
noticia es el mediador (Jesús), que mesianismo y filiación no se excluyen sino que se
complementan, y que, por lo tanto, Jesús puede y debe muy bien ser proclamado Mesías
e Hijo, sin que una cosa quite nada a la otra. Esto es lo que mostró históricamente en
nuestros días Monseñor Romero, quien -además- terminó como Jesús en la cruz,
unificando para siempre al Mesías, al Hijo y al Siervo.

***

Dada nuestra fe y nuestra realidad en el Tercer Mundo, lo que hay que hacer es conjugar
todo lo dicho. Los pobres necesitan urgentemente la mediación: un reino de Dios que dé
cumplimiento a sus esperanzas mesiánicas. Esperan a un mesías, al mediador, que les
traiga ese reino. Y desean un mediador santo, que -con el reino- les haga presente al
Dios. En el Primer Mundo, las esperanzas y, sobre todo, las desesperanzas pueden ser
otras, y por ello, quizás, no se habla ya de mesianismo. Pero en el Tercer Mundo sigue
siendo una necesidad.

Ignacio Ellacuría solía recalcar estas cosas. Recuerdo haberle oído decir -lo que quizás
sorprenda un tanto a quienes no le conocieron de cerca- que "el arma última de la
Iglesia de los pobres es la santidad". Creía y esperaba, pues, en un mediador santo. Y, a
la vez, hasta el final, recalcaba la urgencia de la mediación. "Sólo utópica y
esperanzadamente puede uno creer y tener ánimos para intentar con todos los pobres y
oprimidos del mundo revertir la historia, subvertirla y lanzarla en otra dirección".

Notas:

(1) Aquí en El Salvador, los movimientos populares, políticos y religiosos, han


desarrollado importantes valores personales y sociales: la prioridad de la comunidad
sobre el individuo, de la creatividad sobre el mimetismo impuesto, de la celebración
sobre la diversión comercializada, de la esperanza sobre el conformismo, de la
transcendencia sobre el rompo positivismo. Es cierto que estos movimientos también
han cometido errores y que el neoliberalismo no está interesado para nada en ellos, y su
futuro, por lo tanto, es incierto. Pero sería un grave error alegrarse de ello, pues la
desaparición de dichos movimientos supondría un grave empobrecimiento social para
todos.
(2) Utopía y profetismo desde América Latina, «Revista Latinoamericana de Teología»
17(1989)141-184. Es importante notar que, entre otras cosas, Ellacuría establece una
relación dialéctica entre utopía y profecía: la profecía denuncia lo que debe ser
erradicado, y eso -aunque parezca un mínimo- es ya un máximo. Como decía Monseñor
Romero, "es preciso defender lo mínimo que es el máximo don de Dios: la vida".

(3) A. SALAS, El mesianismo: promesas y esperanzas, Madrid 1990, pág. 77, en


palabras que sí son de un experto.

(4) La razón para esta concentración está ya implícita en la experiencia de la


resurrección. "La resurrección y elevación de Jesús, en efecto, «contraen y concentran»
la acción escatológica de Dios «en una sola persona»: Jesús crucificado y resucitado. El
misterio inefable de Dios que todo lo abarca sin ser abarcado se nos manifiesta de un
modo visible y perceptible únicamente en la figura de un hombre: el hombre Jesús", H.
Kessler, La resurrección de Jesús, Salamanca 1989, pág. 256.

(5) Bien la formula W. Kasper: "la profesión de la filiación divina de Jesús pasa a ser
desde entonces lo distintivamente cristiano", Jesús el Cristo, Salamanca 1976, pág. 199.

(6) Esta es la razón fundamental de la cristología latinoamericana para volver al Jesús


histórico: no tanto -como puede ocurrir en otros lares- para saber qué ocurrió, sino para
revalorizar centralmente el reino de Dios, cf. J. Sobrino, Jesucristo liberador, Madrid
1991, págs.143-177.

(7) J. Imbach, ¿De quién es Jesús?, Barcelona 1991, 96.

(8) La humanidad nueva. Ensayo de cristología, Santander 1984, 256s.

(9) Desde esta perspectiva lo más importante del primer libro cristológico de L. Boff es
el mismo título: Jesucristo libertador, Buenos Aires 1972.

(10) En nuestro artículo Perfil de una santidad política, «Concilium» 183(1983)335-


344, nos referimos y citamos a Monseñor Romero como ejemplo de la tal santidad.

(11) Cuán importante era Dios en su vida lo comunicaba en sus homilías en frases como
ésta, un mes antes de su martirio: "¡Quién me diera, queridos hermanos, que el fruto de
esta predicación de hoy fuera que cada uno de nosotros fuéramos a encontrarnos con
Dios!" (10 de febrero de 1980).

http://www.servicioskoinonia.org/relat/069.htm

Ideología y mesianismo
Giro posmoderno en América Latina: el caso costarricense
21 marzo 2018,

Jorge Poveda
«Pitagóricos celebrando el amanecer», Fyodor Bronnikov (1827-1902)

De la misma forma en que en América Latina antes se recurría a buscar tratados, libros,
compendios, paginas comprehensivas sobre la doctrina, planteamientos, logros,
aspiraciones de movimientos políticos tales como la Socialdemocracia, el Neo-
Liberalismo, la Democracia Cristiana, el Socialcristianismo, el Comunismo, esto es, los
más conocidos, hoy día prácticamente el pensum académico de nuestras universidades
en el área de la Ciencia Política pasa por el doble estándar de ser desconocido, a la vez
que estar agotado en virtud de la gran cantidad de categorías y subcategorías que se
desprenden de cada una de esas ramas conocidas.. pero lo cierto es que cada día más y
más esas páginas resuman pensamiento viejo, que interesa a los que nos formamos en el
pasado, pero que casi nada dicen a las jóvenes generaciones.
Nomenclatura de las Doctrinas Políticas

El árbol del conocimiento político, en lo que respecta a su indexación, exhibe tanto


viejísimas nociones como otras muy novedosas, pero todas pueden resumirse en que nos
muestran ideas, ideas, ideas que dan cuenta de la fertilidad de la mente humana para
inventar fórmulas de hacer haciendo y de no hacer nada, pese a la rimbombancia del
nombre de la doctrina política, la inmensa mayoría de las cuales ya son obsoletas y solo
resisten al paso de los años porque están catalogadas y los añejos volúmenes en que
reposan sus ideas de sostén sirven para que los academicistas y los que escriben en
difícil nos sueltan de cuando en cuando sus jerigonzas para apabullar nuestro tupido
entendimiento, en un mundo cada vez más mal gobernado.

Listado de Ideas Políticas

Si usted, por ventura, desea hacer un partido político o cumplir con una tarea de
mencionar las ideas que aún tienen hálito social -aunque no cumplan con sus objetivos
pensados en el pasado- esta que se ofrece al lector cumple tal función. Revisar las
doctrinas políticas existentes -sin entrar, para nada en las que pulularon en el pasado-
nos enfrenta a una pléyade de nombres que nos dicen mucho, pero a la vez no nos dicen
nada. Usted puede hacer su propia lista alargando o acotando la que aquí se ofrece. Esta
que ofrecemos es en orden estrictamente alfabético, no implica importancia,
popularidad o logros negativos o positivos, pues hay de todo:

 Anarquismo
o Anarco comunismo, Anarcosindicalismo, Anarquismo Colectivista, Anarquismo
individualista, Mutualismo, Anarquismo feminista, Ecología social, Economía
participativa, Anarquismo sin adjetivos, Anarquismo ecologista
o Liberalismo libertario, Agorismo, Anarcocapitalismo
o Anarquismo religioso, Anarquismo budista, Anarquismo cristiano , Anarquismo
judío
 Conservadurismo
o Agrarismo ,Comunitarismo, Democracia Cristiana ,Conservadurismo
o Conservadurismo democrático, Conservadurismo liberal, Conservadurismo
libertario Conservadurismo nacionalista ,Conservadurismo social,
Conservadurismo verde, Neoconservadurismo, Paleoconservadurismo
o Variantes regionales del conservadurismo
 Ideologías relacionadas con el ecologismo
o Ecologismo, Conservadurismo verde, Ecofeminismo, Ecopacifismo,
Ecosocialismo
o Ecología política, Ecología social, Ecología profunda, Ecologismo de mercado
 Ideologías relacionadas con el feminismo
o Anarquismo feminista ,Feminismo lésbico Feminismo liberal ,Feminismo
radical
o Feminismo religioso ,Feminismo islámico ,Feminismo separatista ,Feminismo
marxista
 Ideologías relacionadas con el liberalismo
o Liberalismo, Feminismo liberal Krauso institucionalismo ,Liberalismo,
Liberalismo clásico, Liberalismo conservador, Liberalismo social,
Neoliberalismo, Ordoliberalismo, Paleoliberalismo
o Libertarismo, Agorismo ,Anarcocapitalismo ,Geo libertarismo, Georgismo
Libertarismo Libertarismo de izquierda Minarquismo, Neolibertarismo
,Objetivismo, Paleolibertarismo
 Radicalismo
o Radicalismo,Republicanismos Nacionales: Feminismo individualista
o Ecologismo de mercado, Progresismo, Batllismo (ideología)
 Ideologías relacionadas con el nacionalismo
o Productorismo, Social-Unitarismo
o Fascismo, Austrofascismo, Falangismo, Fascismo, Fascismo clerical, Fascismo
griego
o Fascismo italiano, Fascismo japonés, Integralismo brasileño, Nacional
Socialismo
o Neofascismo, Rexismo, Ustaš
o Variantes regionales:
o Nazismo, Bolivarianismo, Gaullismo, Nacionalismo hindú, Nacionalismo
irlandés, Perezjimenismo, Peronismo, Sionismo, Sionismo socialista, Sionismo
religioso, Sionismo revisionista
o Movimientos de unificación, Socialismo africano, Socialismo árabe,
Panarabismo, Panafricanismo, Paniranismo, Pancatalanismo,
Panamericanismo
 Ideologías relacionadas con la religión
o Feminismo religioso,Socialismo religioso,Budismo, Anarquismo budista,
Socialismo budista ,Cristianidad, Anarquismo cristiano ,Comunismo cristiano
,Democracia cristiana, Fascismo clerical ,Feminismo cristiano, Socialismo
cristiano, Teología de la liberación, Hinduismo, Nacionalismo hindú ,Islam
,Anarquismo islámico, Islamismo, Socialismo islámico ,Judaísmo ,Anarquismo
judío ,Feminismo judío ,Sionismo religioso, Movimiento de Khalistan,
Politeísmo, Colectivismo Prehispánico, Falangismo Prehispánico.
 Ideologías relacionadas con el socialismo
o General: Socialismo, Socialdemocracia Socialismo reformista ,Socialismo
democrático, Austromarxismo, Bernsteinismo ,Fabianismo Reformismo,
Socialismo democrático ,Democracia social ,Democracia social , Neosocialismo
, Feminismo socialista
o Variantes regionales ,Socialismo africano , Socialismo árabe ,Socialismo con
características chinas Socialismo melanesio ,Sionismo socialista
o Socialismo religioso ,Socialismo budista ,Socialismo cristiano ,Socialismo
islámico ,Teología de la liberación ,Socialismo religioso, Socialismo
revolucionario .General : Comunismo Socialismo revolucionario ,Marxismo -
Marxismo autonomista ,Eurocomunismo ,Guevarismo Cabañismo , Maoísmo
,Marxismo ,Kautskyismo ,Marxismo-leninismo ,Feminismo marxista
Neomarxismo ,Situacionismo ,Antirrevisionismo ,Estalinismo, Titoísmo,
Marxismo occidental Comunismo de izquierda ,Comunismo consejista
o Anarquismo individualista ,Anarquismo individualista, Mutualismo
,Anarquismo social Anarcocomunismo, Anarcosindicalismo ,Anarquismo
colectivista, Ecosocialismo, Ecología social ,Socialismo corporativo, Socialismo
libertario ,Sindicalismo revolucionario, Socialismo utópico,
Distributismo,Tecnocracia.
Ubicación Histórica

La lista anterior intenta dividir las ideologías encontradas en la vida política práctica, Y
cada grupo está compuesto de ideologías relacionadas entre sí. Los encabezados se
refieren a los nombres de las ideologías mejor conocidas en cada grupo. Los nombres de
los encabezados no necesariamente implican algún orden jerárquico o que una ideología
se desarrolla de otra. Meramente denotan el hecho de relaciones prácticas, históricas e
ideológicas.

Nótese que una ideología puede pertenecer a varios grupos, y que a veces las ideologías
relacionadas pueden coincidir. También tenga en cuenta que el significado de una
etiqueta política puede diferir entre países y que los partidos a menudo se adhieren a una
combinación de ideologías o bien a ninguna.

Tome nota igualmente que en la actualidad las llamadas Federaciones de Ideologías


están todas de capa caída, dado la adhesión a ellas es mero formalismo. Las ultimas más
conocidas son, por ejemplo:

 IS: Internacional Socialista


 UMDC: Unión Mundial Demócrata Cristiana, luego IMDC, ahora Unión
Democrática de Centro
 IC: Internacional Comunista; aunque no suele mencionarse desde la
desaparición de la URSS, funciona en la práctica cada vez más verticalizada
 IL: Internacional Liberal

Centros de Financiación

Y si bien los centros de financiación de distintas ideologías se ubicaban principalmente


en pocas organizaciones registradas, hasta finales del siglo pasado, tal parece eran más,
muchas más y solo se las conoce ahora que han disminuido su rol, a la vez que las
organizaciones paraestatales han ido siendo sustituidas por una nueva figura de más
difícil seguimiento; las denominadas ONG, o bien por donaciones surgidas al amparo de
contratos privados bajo cuerda -pero con fines de financiación electoral ,combinados
con financiaciones personales. De entre ellos, en América Latina, Odebrecht, es como
su estandarte para citar el más conspicuo en la región, aunque aún permanecen como
cuentas bancarias offshore en paraísos fiscales sin ser esculcados.

Otros centros de financiación proceden de Iglesias Protestantes de USA que no declaran


abiertamente sus intenciones, o bien se encuentran -por ejemplo- las ayudas bajo cuerda
de Cuba a Venezuela o viceversa, o de USA a grupos libertarios, para citar los más
conocidos.

Y lo lo cierto es que en muchos casos dar seguimiento a las fuentes originales de


financiación es entrar en rompecabezas financieros celosamente guardados. Así, por
ejemplo, World Vision International es una fuente de financiamiento de actividades de
iglesias evangélicas en América Latina, como lo es también al menos una docena de
escaso renombre público, pero de gran capacidad financiera para proyectos de muy
diversa índole en donde la Ideología Política está siempre presente, aunque no
enunciada públicamente.
De lo anterior es fácil deducir la existencia en el mundo político de un esfuerzo humano
sostenido por dos vertientes distintas pero coexistentes, ambas encargadas de la
gobernanza de las sociedades:

 Una es la formulación abstracta de formas de agrupación y gobernanza;


 Otra, la simple deducción salida de necesidades organizacionales con escasa
enjundia intelectual, pero hondo conocimiento popular del actuar humano en
conjunto.

Pero ambas formalidades adecuadas para la conducción de porciones de humanidad


acorde con su cultura, idiosincrasia, manera de comportarse socialmente entre los
diversos grupos y estamentos, así como tendencias de relación armónica o hegemónica
con otras sociedades, logran colarse en los movimientos políticos de renombre, pero en
franca obsolescencia directriz. Y el resultado es que hay un franco corrimiento en los
centros decisorios del poder que siguen mostrando al público sus formalismos
organizacionales, pero cada vez más debilitados por la acción más tranquila y sin
aspavientos de organizaciones populares que están trabajando en el área espiritual, justo
un enorme vacío en toda la teorización política, pero que cuando eclosiona lo hace con
fuerza.

Véase para mayor información

Las polillas de las doctrinas políticas

Ambas fórmulas de conducción social, esto es, de conducción política, bien sea que
tengan sus raíces en la sencilla organización comunal autogestada, o bien sea que se
desprenda de alguna de las grandes doctrinas políticas gestadas por la mente humana,
parecen desconocer -por completo- que a su alrededor se ha ido tejiendo una nueva
forma de dirección de los destinos de los pueblos – sesgo que las hace aún más
obsoletas, pese a los enormes espacios que llenan en anaqueles y anaqueles de las
bibliotecas .

Esas polillas que tanto atacan a las doctrinas política plenas de citas, estadísticas y
reflexiones filosóficas, como a las modestas gestiones locales prácticamente
menospreciadas como fórmulas ad hoc para organizar comunidades, provienen todas de
un elemento que permanecía dormido, apagado, sometido a reglas sociales de
convivencia que fueron pergeñándose con el transcurrir de siglos de siglos.

Sencillamente esas polillas que carcomen todo: estructuras, ideas, planteos, programas,
proyecciones, proceden de los partidos políticos mismos y no son secretos, están a la
vista, solo que los partidos políticos enfatuados viviendo de glorias pasadas, creen que
tapándolas de la vista y escrutinio del pueblo las hacen desaparecer.

Tales polillas a veces salen de los gobiernos y van hacia las estructuras partidarias. En
otras ocasiones salen de las organizaciones partidarias mismas hacia el Estado y en
otros casos viven en una clara simbiosis entre los partidos políticos y el Estado. En todo
caso les denominaremos igual:
Polilla Uno: es la corrupción personal o corporativa que carcome todos los estamentos,
todas las decisiones, todas las acciones partidistas, pues cuenta a su favor con el ojo
cerrado de la ley y la justicia.

Polilla Dos: es la incapacidad -cada vez más asentada - para planificar, hacer,
comprobar, reprogramar, ejecutar con eficiencia y eficacia, sin desperdicios de los
recursos, pues la hidra del Estado crece y crece y crece y nunca hay tiempo para
corregir el inicio, por ende, tampoco el paso intermedio y por lógica deductiva, ningún
paso final.

Y a partir de las últimas dos décadas ha hecho su aparición -primero subrepticia, luego
asomándose levemente y ahora actuando a la libre y extensamente-, una tercera polilla.

Polilla Tres: es la resultante de combinar las polillas Uno y Dos con la emergencia de
tres elementos:

 la Corrupción -que ya existía, como parte inherente de nuestra cultura, pero


limitada y visible en algún que otro negocio entre personas aprovechadas o
vivazos;
 el Narcotráfico, que ya existía reducido a sectores populares deprimidos, y
 el Crimen, que ha existido siempre.

Todos juntos se han potenciado y ahora actúan como una entidad única: azote de la
humanidad, pero que los partidos políticos absortos en sus juegos insensatos de poder
han pasado por alto, pese a que algunos de ellos participan en procesos concomitantes:
léase; lavado de activos, receptación de dineros fraudulentos, manejo de capitales
espurios, lavado de bienes de toda índole, manejos de banca offshore disimulados con
triangulaciones bancarias, todas aparentemente navegando en la licitud formalista.

Agréguese -finalmente- que al crimen transnacional organizado le sucede luego un


despertar de la violencia innata en personas que están deprimidas de lo básico, en los
marginados por defecto, que vuelvan sus rabias sociales en contra de los marginados
por exceso y tendremos así completo el cuadro: el aumento de la conflictividad social,
pese a crecimientos y mejoramientos notables en muchos campos del quehacer humano,
que son los que se miden en los indicadores anuales, todos al parecer fundados en las
viejas creencias neoliberales, de que lo importante es el progreso, pero sin preocupación
real de elementos sociales que se gestan a su par.

Y a raíz de movimientos sociales ocurridos en el resto del área centroamericana, el


Caribe, Venezuela, así como el aumento desmedido de la siembra de cocaína y
marihuana en Colombia y países circunvecinos, el entrecruce de capitales y personas
dedicadas a ese exclusivo negocio, obtendremos la concreción prevista en la Primera
Cumbre sobre Corrupción, Narco, Crimen Transnacional Organizado, celebrada en
Costa Rica en diciembre de 2000, en la que al suscrito le correspondió ser su
Coordinador Técnico, así como darle seguimiento hasta Mayo de 2002, pero a partir de
tal fecha fue olvidada por los gobiernos sucesivos de mi país.
Elecciones en Costa Rica

En estas condiciones que hemos narrado de forma muy apretada, vamos al proceso
eleccionario para elegir Presidente, Vicepresidentes y Diputados, el primer domingo de
febrero 2018 .

La votación ante las juntas receptoras para elegir Presidente y Vicepresidentes de la


República y diputados a la Asamblea Legislativa (artículos 133 de la Constitución
Política y 150 del Código Electoral),transcurren en un ambiente electoral inusualmente
frio y carente de manifestaciones partidistas como las usuales en el pasado .Y el
resultado final es del todo sorprendente, porque las agrupaciones formales antiguas
quedan en condiciones de no elegibilidad presidencial, solo para diputados, no así dos
agrupaciones calificadas como menores:

1. Fabricio Alvarado: 24,91% de los votos


2. Carlos Alvarado: 21,66% de los votos
3. Antonio Álvarez Desanti: 18,62% de los votos
4. Rodolfo Piza: 16,02% de los votos

Diputados

El Partido Liberación Nacional (PLN) elige 17 Legisladores, le siguen Partido


Restauración Nacional (PRN) 14, Partido Acción Ciudadana (PAC), 10, Partido Unidad
Social Cristiana (PUSC), 9, Partido Integración Nacional (PIN), 4, Partido Republicano
Social Cristiano (PRSC), 2 ,Frente Amplio (FA), 1. Y desaparecen seis partidos.

Ya cercanos a la segunda ronda que se efectúa el domingo 1 de Abril 2018, las


encuestas dan como favorito al candidato Fabrizio Alvarado del PRN-evangélico
pentecostalista, quien tiene fuertes declaraciones sobre el tema de los denominados
LGTBI, al punto que ha amenazado con sacar a Costa Rica de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos que se pronunciara a su favor justo casi al final de la primera
ronda.

Un nuevo elemento por considerar es que las agrupaciones que no participan en la II


ronda se han apresurado a cotizarse en su desgracia y dar adhesiones a ambos grupos
contendientes, con lo que los planteamientos, errores, y las polillas que arrastran los
viejos partidos se trasladan ahora a las dos agrupaciones en liza, en un claro intento de
mantener la dirección sobre las variables básicas del crecimiento y desarrollo.

Las ultimas semanas ha sido una danza de vanidades sin precedentes, toda vez que
quien tiene alguna pretensión de obtener algún cargo da la adhesión a uno de los dos
contendientes, tratando de dar con su presencia salvadora un aporte que se disfraza de
sacrificio personal, que obviamente se acepta sin reticencias… pero ha de llegar el
momento de condicionar, pues en política ningún desayuno, almuerzo o cena son
gratuitos...

Lectura final

A tirios y troyanos les ha extrañado sobremanera lo que ha sucedido-y falta por suceder
en esta elección presidencial- en Costa Rica. A nuestro juicio lo que ha pasado y sigue
pasando hasta que se lleve a cabo la segunda ronda, le llamaremos, a falta de otros
elementos de análisis más apropiados, acuerdo, arreglo, componenda en un claro intento
de no desaparecer del entorno electoral.

No podremos llamarle consciencia y tampoco podemos situar estos movimientos -


algunos de partidos completos, otros de partidos divididos en dos y otros de simples
personas- como sacrificios electorales, toda vez estos no existen en política.

Hay claramente un éxodo cuasi masivo hacia el partido dirigido por el apóstol
evangelista Fabrizio Alvarado, ante la clarísima realidad de que su entorno lo
conforman pastores desconocedores, por completo, de los rudimentos de la política .

El éxodo hacia las filas de Carlos Alvarado -que es menor- parece ir dirigido a rectificar
posiciones muy a la izquierda de parte del candidato.

En ambos casos el resultado es de pronóstico difícil, por lo que en ambos casos la


Asamblea Legislativa podría convertirse convertirse en un extraño, sui generis e
impredecible fiel de la balanza-independientemente de cuál de los candidatos gane.

Algunos, para quitarles lo desagradable de la opción a la que se han visto obligados, le


llaman toma de consciencia. Pero la toma de consciencia es algo más sublime, no el
acercamiento buscando un cargo, una retribución.

En virtud de que la cerrazón mental -organizativa proyectiva de los partidos políticos -


todos con dueño o cercados por mentes cerradas dado su desconocimiento de la política
- impidieron captar este elemento -reitero, la consciencia, que no se presenta sola sino
compuesta, por tanto, menos fácil de discernir y apresar para luego devolver ideas a
difundir entre el electorado.

La sencilla razón de que los partidos políticos se fueron de bruces con el uso abusivo de
técnicas de mercadeo, pero no de argumentos, no de ideas, sino de productos, es el
resultado sencillo de que en los partidos políticos no hay grupos dirigenciales, solo hay
líderes de turno que arman escaramuzas electorales cuatrienales. Expresado en real y
grosero: los vendedores de Coca Cola terminaron siendo los vendedores de los
candidatos y sus programas

Por tanto, la incapacidad para captar descontentos, frustraciones, desencantos con la


política por parte de los vendedores de Coca Cola, impidieron proyectar soluciones
capaces de enamorar al electorado y aunque las estadísticas lo gritaban: nadie se
enteraba. Y si nadie se enteraba: nada se corregía.

Hoy, a muy escasos días de la Segunda Ronda, los dos líderes que se disputan la
Presidencia de la República no son personas avezadas en el tema político, lejos de ello,
se trata de dos jóvenes, ambos de escasa preparación profesional ,con una enorme
responsabilidad sobre sus hombros, porque se trata no solo de ir al gobierno y estar en la
Presidencia, sino de mantener y de superar lo que consigna el Banco Mundial en su
informe sobre Costa Rica, en Octubre 2017:
En muchos aspectos, Costa Rica es una historia de éxito en términos de desarrollo.
Considerado un país de ingreso medio alto, Costa Rica experimentó un crecimiento
económico sostenido en los últimos 25 años.

Véase el informe.

Esperaremos los resultados de la Segunda Ronda para dar final a este artículo que por
ahora se queda en vilo, aunque el autor tiene ya claro que dependiendo de quién sea el
ganador, necesariamente tendremos que variar sustancialmente el lenguaje político para
meternos de lleno en los meandros de la Religión, las Sectas Cristianas, el llamado Don
de Lenguas o Glosalalia, las Profecías, los Apóstoles Antiguos, los Apóstoles
Modernistas, la Lucha por los Derechos Humanos y el Rol de los Guías Espirituales , la
Teología de las Prosperidad, la Imposición de Manos, el Arrebatamiento del Espíritu
Santo y otros temas conexos, ubicados no ya en Templos Bíblicos, sino en un
Gobierno….

Cómo cambiar el sistema educativo para


transformar el mundo
Educar en libertad requiere romper esquemas y creencias
tradicionales

Claudio Naranjo, impulsor del eneagrama de la personalidad, propone un nuevo modelo


formativo para producir mentes despiertas

https://elpais.com/elpais/2019/07/07/laboratorio_de_felicidad/1562533562_516197.htm
l?id_externo_rsoc=FB_CC&fbclid=IwAR0TlMF0DKBowQ5tf88dJpi_bBdIwXvAo86E
wevI7H-Ss4iSj3Z-r3-5flI

Claudio Naranjo.

“Si queremos mejorar nuestra sociedad, necesitamos personas más completas. Eso es
algo que solo conseguiremos si cambiamos la educación”, reconoce el chileno Claudio
Naranjo, de 87 años, exprofesor de la Universidad de Berkeley, psiquiatra, escritor
prolijo y, posiblemente, uno de los grandes sabios sobre el conocimiento del ser
humano. Hace décadas que inició una cruzada para conseguir que la educación sea más
humanista y permita el desarrollo integral del ser humano. Ese propósito lo desarrolla a
través de una formación en el autoconocimiento por la que han pasado en las últimas
décadas más de 100.000 personas en 10 países. Su pasión se centra en impulsar la
transformación del sistema educativo y pasar del modelo actual, patriarcal y
jerárquico, en el que prima todo lo relacionado con lo intelectual, a otro sistema
integral que fomente el humanismo. Pero todavía queda mucho camino por recorrer.
PUBLICIDAD

En la educación actual, los niños y los jóvenes son tratados como meros espectadores
que deben ceñirse a unos estándares. En contadas ocasiones se les ofrece la posibilidad
de descubrir todo su potencial. Naranjo lo evidencia con una metáfora: “La educación
se parece más a la jardinería que a la carpintería”. En su opinión, mientras un
carpintero sigue un plano preestablecido y no se sale del mismo, el jardinero se enfrenta
al misterio. Desconoce cuál va a ser el resultado final de su trabajo y deja los espacios
de libertad al ser que acompaña y ayuda. Cuando se educa en libertad se producen
mentes despiertas, creativas, que no viven a medias y que no van al colegio solo a
aprobar un examen o a cumplir un mero trámite. Pero para dar ese paso se requiere
tomar decisiones importantes y valientes que dependen de cada uno de nosotros.
Veamos algunas de las que propone nuestro experto.

1. Educar a los educadores: Naranjo no se refiere a la formación en conocimientos


técnicos como las matemáticas o las lenguas, sino a aspectos más profundos. Para ello
propone que los profesores se adentren en el mundo del desarrollo personal. Que vivan
su propio proceso de transformación, aunque enseñen asignaturas de ciencias puras. Es
difícil ayudar a alguien a aceptar el error, a superar sus conflictos o a no etiquetar
a la primera de cambio si no trabaja primero sus propias dificultades. Por eso, no
es de extrañar que Naranjo creara el programa SAT (ser y verdad en sánscrito),
formación que imparte a través de su fundación. En ella utiliza diferentes herramientas.
Una de ellas es el eneagrama, de la que Claudio es el mayor estudioso e impulsor
mundial. Se trata de uno de los mapas humanos más minuciosos. Gracias al eneagrama
es posible clasificar la personalidad en nueve tipos con sus subtipos correspondientes.

2. Integrar los tres cerebros en la educación. Somos algo más que intelecto, sin
embargo, la mayoría de los sistemas educativos se centran en esa parte. Naranjo
propone incluir una vertiente espiritual que nada tiene que ver con la religiosidad, sino
con las emociones y el instinto, que ha sido profundamente penalizado, cuando lo
más apropiado sería darle su espacio, aliarnos con él. Cuando conseguimos hacerlo,
alcanzamos niveles mayores de energía que nos ayudan a comprendernos de una manera
más completa.

3. Educar en el humanismo. En un mundo tan tecnológico como el actual es más


importante que nunca regresar a aspectos esencialmente humanos, como el cultivo de la
paz interior, la generosidad o el amor por uno mismo. Solo así podemos querer a los
demás. La sociedad pone el foco en superar exámenes y en adquirir conocimientos del
mundo exterior, pero no en aprender a aceptar nuestras sombras. Como resume Naranjo:
“¿Cuánta vida perdemos metiéndonos en la cabeza cosas que no sirven para nada?”.

4. Eliminar la sobreprotección. El exceso de perfeccionismo nos ha llevado a generar


un sinfín de normas sobre cómo deberían ser nuestros hijos o alumnos. Muchas veces
las aplicamos inconscientemente. El modelo educativo que propone Naranjo se basa en
reconocer a los niños como personas independientemente de su edad, con derecho
a opinar y a expresar aquello que sienten. Eso les ayuda a descubrir su potencial sin
estereotipos impuestos.

5. Foco en la comunidad. La educación es más amplia que aprender conceptos en una


escuela. Es el trabajo de la sociedad en su conjunto, donde todos actuamos y somos
responsables de una u otra forma. La labor de impulsar un cambio en la educación que
sirva para transformar el mundo depende de cada uno de nosotros.

PUBLICIDAD

inRead invented by Teads

En definitiva, educar en libertad requiere romper esquemas y creencias tradicionales


sobre los niños y jóvenes, pero también sobre la educación en sí misma. El paso a la
transformación comienza en educadores, padres, maestros y la sociedad en su conjunto,
que debe asumir el desafío y comenzar un crecimiento interior. Esta es la propuesta de
Naranjo, una persona muy querida y reconocida que contribuye desde hace décadas a
que este mundo sea un poco mejor.

También podría gustarte