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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE CHAMPOTÓN


INGENIERÍA EN ELECTROMECANICA

MATERIA:

Ahorro de energía

NOMBRE DEL DOCENTE:

Luis Alberto Garcia Alejo

ALUMNO:

German Antonio Garcia Borges

SEMESTRE:

6 semestre

UNIDAD 6

CHAMPOTÓN, CAMPECHE A 28 DE FEBRERO DEL 2019


Champotón Camp. A 3 de junio del 2019

Contenido
Introducción ................................................................................................................................. 3
6.1 Conceptos generales de energía Solar. .................................................................................. 4
6.1.1 Energía Solar: ................................................................................................................. 4
6.1.2 Energía solar térmica. ..................................................................................................... 5
6.2 CELDAS FOTOVOLTAICAS. ............................................................................................ 8
6.2.1 Principio de Funcionamiento .......................................................................................... 9
6.2.2 Eficiencia ideal de conversión ...................................................................................... 10
6.2.3 Problema Práctico Industrial ........................................................................................ 12
6.3 APLICACIONES DE LA ENERGÍA SOLAR TÉRMICA ................................................ 13
6.3.1 Sistema de captación de radiación solar ....................................................................... 13
6.3.2 Sistema de acumulación ............................................................................................... 14
6.3.3 Sistema de distribución................................................................................................. 15
6.3.4 Sistemas convencionales de apoyo ............................................................................... 15
6.3.5 Aspectos económicos y sociales ................................................................................... 16
6.4 Almacenamiento y transporte de la energía térmica. .......................................................... 19
6.4.1 Energía eléctrica ........................................................................................................... 20
6.4.2 Sistemas Pasivos ........................................................................................................... 21
6.4.3 Sistemas Activos .......................................................................................................... 21
6.4.4 Recogida directa de energía Solar ................................................................................ 22
6.4.5 Almacenamiento de energía por calor sensible o capacidad calorífica ........................ 22
6.4.6Especificaciones de aceites ............................................................................................ 23
6.5 Biocombustibles. ................................................................................................................. 23
6.5.1 Biodiesel ....................................................................................................................... 24
6.5.2 Biogás ........................................................................................................................... 25
6.6 HIDRÓGENO ..................................................................................................................... 25
Conclusión ................................................................................................................................. 27
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 27

Introducción

Las fuentes de energía renovable han sido de buen aprovechamiento por el hombre a
través de los tiempos. Desde muchos siglos antes de nuestra época actual, energías
renovables como la solar, eólica e hidráulica eran aprovechadas por el hombre en sus
actividades domésticas, agrícolas, artesanales y comerciales. Dicha situación continuo
hasta la llegada de la Primera Revolución Industrial del Siglo XVIII, cuando las
energías renovables cedieron lugar de manera significativa a los recursos fósiles como
el petróleo y el carbón que en ese momento se ofrecían como fuentes energéticas
abundantes y baratas.

Actualmente los recursos fósiles se encuentran en gran decadencia por lo cual se ha


retomado la implantación de energías renovables como una mejor opción para el
desarrollo humano y la preservación de dichos recursos.
6.1 Conceptos generales de energía Solar.

6.1.1 Energía Solar:

La energía solar es una de las fuentes de la vida y el origen


de la mayoría de las demás formas de energía conocidas.
Cada año la radiación solar aporta a la Tierra la energía
equivalente a varios miles de veces la cantidad que
consume toda la humanidad. De ahí que la radiación solar,
recogida de forma adecuada con paneles solares, puede
transformarse en otras formas de energía.

Mediante el empleo de colectores solares la energía solar puede transformarse en


energía térmica. A su vez, con el empleo de paneles fotovoltaicos la energía luminosa
puede transformarse en energía eléctrica. Ambos procesos demandan tecnologías
diferentes que no tienen nada que ver una con la otra. De mismo modo, en las
centrales térmicas solares, la energía térmica captada por los colectores solares puede
utilizarse para generar electricidad.

Se distinguen dos formas de radiación solar: la radiación directa y la radiación difusa.


La radiación directa es la que llega directamente del foco solar, sin reflexiones o
refracciones intermedias. La difusa es la emitida por la bóveda celeste diurna, gracias
a los múltiples fenómenos de reflexión y refracción solar ocasionados por las nubes y
el resto de elementos atmosféricos y
terrestres. La radiación directa puede
reflejarse y concentrarse para su
utilización, mientras que concentración
de la luz difusa no es posible por
provenir de múltiples direcciones. Sin
embargo, ambas radiaciones son
aprovechables.

En cuanto a los receptores se pueden diferenciar los receptores activos y receptores


pasivos. Los primeros utilizan mecanismos para orientar el sistema receptor hacia el
Sol -llamados seguidores- y captar mejor la radiación directa. Los pasivos, en tanto,
no son capaces de realizar este seguimiento.
Una importante ventaja de la energía solar es que permite la generación de energía
en el mismo lugar de consumo mediante la integración arquitectónica. Así, tienen lugar
los sistemas de generación distribuida en los que se eliminen casi por completo las
pérdidas que se registran en el transporte de energía, que en la actualidad suponen
aproximadamente el 40% del total, y la dependencia energética.

6.1.2 Energía solar térmica.


La “caja caliente” es un invento
del siglo XVIII cuya herencia en
la tecnología solar ha perdurado
hasta nuestros días. Desde
antaño se conocía la capacidad
del vidrio para retener el calor en
habitaciones e invernaderos. En
1767, un científico francés
llamado Horace de Saussure
decidió construir un dispositivo experimental pequeño para estudiar este fenómeno.
Su modelo consistía en una caja con fondo negro, aislada con lana por sus costados
y cubierta por arriba con una tapa de vidrio. De manera sorpresiva, al poner este
dispositivo al sol pudo medir temperaturas interiores de hasta 120 grados centígrados.
Se alcanza tan alta temperatura debido a que el vidrio es transparente a la luz solar;
ésta lo atraviesa y calienta el interior de la caja, pero a la vez evita el escape del calor,
provocando algo similar al “efecto invernadero”. El vidrio actúa de dos maneras: en
primer lugar, no permite que el aire caliente del interior de la caja ascienda a la
atmósfera y se lleve energía; en segundo, reduce el escape de energía en forma de
radiación infrarroja emitida por la superficie caliente, ya que el vidrio no es transparente
a este tipo de radiación. Un efecto como el de la caja caliente se puede experimentar
al subir a un automóvil que ha estado completamente cerrado bajo un sol intenso. Una
aplicación directa de la caja caliente son las cocinas solares: basta poner en su interior
recipientes oscuros conteniendo los alimentos que se desea cocer. El concepto de la
caja caliente es también la base del funcionamiento del dispositivo solar más usado en
el mundo actual: el calentador solar plano para agua

Al igual que la caja caliente de Saussure, el calentador solar consiste de una caja
aislada con cubierta de vidrio. La superficie que absorbe la luz solar es una placa
metálica de color negro, generalmente de cobre. Esta placa se encuentra soldada a
una serie de tubos, en cuyo interior circula el agua que se pretende calentar.
Los calentadores solares planos son una opción rentable y muy probada para el
calentamiento de agua de uso residencial. También han encontrado amplia aplicación
en hoteles, clínicas y para calentar albercas. El país que más destaca a nivel
internacional en la aplicación de esta tecnología es Chipre, donde en promedio hay
cerca de 600 metros cuadrados de calentadores por cada mil habitantes; es decir, más
de medio metro cuadrado por habitante. Esto implica un grado casi total de penetración
en el mercado. Por otro lado, en cantidad de colectores instalados, China es el líder
indiscutible, con 164 millones de metros cuadrados.
En México la cantidad instalada es pequeña, con alrededor de tan sólo 8 metros
cuadrados por cada mil habitantes. Sin embargo, el clima de la mayor parte del
territorio nacional es muy favorable para estas aplicaciones, las cuales pueden llegar
a ahorrar entre 50 y 60 por ciento del consumo total de gas. Actualmente se busca
fomentar en México la utilización de calentadores solares, a través por ejemplo del
programa de Hipotecas Verdes del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores (Infonavit) y la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía.
Otra aplicación de la energía solar de baja temperatura es el secado de productos
agrícolas. Tradicionalmente este secado se hace a cielo abierto. Sin embargo, en un
secador solar el producto se encuentra detrás de una cubierta transparente, dentro de
un colector solar especialmente diseñado.
También puede encontrarse en una cámara oscura, donde se hace circular aire
calentado previamente con energía solar para remover la humedad. Así el secado
puede hacerse con mayor rapidez y a la vez protegiendo el producto de insectos y
lluvia. La producción de agua potable a partir del agua de mar utilizando energía solar
puede llegar a ser de mucha importancia en los años por venir. A nivel mundial el agua
potable es cada vez más escasa; una manera de obtenerla es usando el calor solar
para destilar el agua salada. Actualmente existen diferentes tecnologías solares bajo
investigación que buscan mejorar los procesos y proveer agua potable con costos
razonables.
La energía solar térmica puede ser perfectamente complementada con otras energías
convencionales, para evitar la necesidad de grandes y costosos sistemas de
acumulación. Así, un edificio bien aislado puede disponer de agua caliente y
calefacción solares, con el apoyo de un sistema convencional a gas o eléctrico que
únicamente funcionaría en los periodos sin sol. El coste de la energía convencional
sería sólo una fracción del que alcanzaría sin la existencia de la instalación solar. ¿De
qué manera convertimos la energía solar en energía útil para su uso cotidiano? Esta
energía renovable se usa principalmente para dos cosas, aunque no son las únicas,
primero para calentar cosas como comida o agua, conocida como energía solar
térmica, y la segunda para generar electricidad, conocida como energía solar
fotovoltaica. Los principales aparatos que se usan en la energía solar térmica son los
calentadores de agua y las estufas solares. Para generar la electricidad se usan las
células solares, las cuales son el alma de lo que se conoce como paneles solares, las
cuales son las encargadas de transformarla energía eléctrica. Sus usos no se limitan
a los mencionados aquí, pero estas dos utilidades son las más importantes.

Otros usos de la energía solar son:


 Potabilizar agua
 Estufas Solares
 Secado
 Evaporación
 Destilación
 Refrigeración
Como podrás ver los usos que se le pueden dar son muy amplios, y cada día se están
descubriendo nuevas tecnologías para poder aprovecharla mejor.

6.2 CELDAS FOTOVOLTAICAS.


Las Celdas Fotovoltaicas, son sistemas fotovoltaicos que convierten directamente
parte de la luz solar en electricidad. Algunos materiales presentan una propiedad
conocida como efecto fotoeléctrico en su forma más simple, estos materiales se
componen de un ánodo y un cátodo recubierto de un material fotosensible. La luz que
incide sobre el cátodo libera electrones que son atraídos hacia el ánodo, de carga
positiva, originando un flujo de corriente proporcional a la intensidad de la radiación,
que hace que absorban fotones de luz y emitan electrones. Cuando estos electrones
libres son capturados, el resultado es una corriente eléctrica que puede ser utilizada
como electricidad. Las celdas fotovoltaicas se fabrican principalmente de silicio (el
segundo elemento más abundante en la corteza terrestre). Actualmente, existen
celdas fotovoltaicas, por ejemplo, en nuestras calculadoras solares, así como en los
cohetes espaciales.
El descubrimiento de la transformación de la luz solar en electricidad se atribuye al
físico francés Edmund Becquerel en 1839, (Becquerel, 1839), quien, en una
rudimentaria pila galvánica, formada por dos electrodos metálicos sumergidos en una
solución conductora, observó un leve aumento en la generación eléctrica cuando sobre
la misma hacía incidir radiación solar. En 1873, Willoughby Smith, quien
experimentaba con nuevos materiales para aplicarlos en cables de telégrafo marino,
observó un efecto similar en un cristal de selenio. La primera celda solar se atribuye a
Charles Fritts quién depositó contactos de oro sobre una oblea de selenio y obtuvo
una celda solar con eficiencia cercana al 1%.
Las bases para la comprensión del fenómeno de conversión de energía solar en
energía eléctrica fueron sentadas en 1904 por Albert Einstein con su teoría del efecto
fotoeléctrico, trabajo que le mereció el premio Nobel. Un avance muy significativo fue
el logrado en 1939 por Russel Ohl, quien descubre y analiza por primera vez la unión
p-n, la cual fue llamada por él “barrera p-n”. Russel Ohl patentó la idea que sentó las
bases para la primera celda solar moderna, la cual llamó “light sensitive device”.

6.2.1 Principio de Funcionamiento

La conversión directa de luz en electricidad a nivel atómico se llama generación


fotovoltaica. Algunos materiales presentan una propiedad conocida como efecto
fotoeléctrico, que hace que absorban fotones de luz y emitan electrones. Cuando se
captura a estos electrones libres emitidos, el resultado es una corriente eléctrica que
puede ser utilizada como energía para alimentar circuitos. Las celdas fotovoltaicas,
llamadas también celdas solares, están compuestas de la misma clase de materiales
semiconductores que se usan en la industria microelectrónica, como por ejemplo el
silicio. Una delgada lámina semiconductora, especialmente tratada, forma un campo
eléctrico, positivo en un lado y negativo en el otro. Cuando incide energía luminosa
sobre ella, los electrones son golpeados y extraídos de los átomos del material
semiconductor. Como se han dispuesto conductores eléctricos en forma de una rejilla
que cubre ambas caras del semiconductor, los electrones circulan para formar una
corriente eléctrica que aporta energía. Cuando la luz solar pega en una celda sola resta
puede ser: reflejada, absorbida o pasar limpiamente a través de esta. No obstante,
solo aquella luz absorbida es la que va a generar electricidad. La energía de la luz es
transferida a electrones en los átomos de la celda foto voltaica. Con su nueva energía,
estos escapan de sus posiciones normales en los átomos del material semiconductor
fotovoltaico y se convierten en parte del flujo eléctrico. Para inducir el campo eléctrico
construido dentro de una célula foto voltaica, se ponen dos capas de materiales
semiconductores ligeramente distintas en contacto entre sí. La primera es una capa
semiconductora del tipo n con abundancia de electrones con carga negativa. La otra
capa semiconductora es del tipo con abundancia de "hoyos" que tienen una carga
positiva. Aunque ambos materiales son eléctricamente neutros, la silicona del tipo n
tiene electrones de sobra y la silicona del tipo p tiene a su vez agujeros de sobra.
Colocando estos como sándwich se crea entonces un punto de salida p/n en su fase
intermedia creándose entonces ahí y por esta razón un campo de fuerza eléctrico.
Cuando n - y silicón del ptipo entra en el contacto, los electrones del exceso mueven
del lado del n-tipo al lado del p-tipo. El resultado es un aumento de cargo positivo a lo
largo del lado del n-tipo de la interface y un aumento de cargo negativo a lo largo del
lado del p-tipo.

6.2.2 Eficiencia ideal de conversión


El límite teórico de eficiencia para una celada solar mono unión fue calculado por
primera vez por (Shockley, y otros, 1961) utilizando el principio de balance detallado,
el cual establece, para el caso de radiación, que, si un cuerpo permanece en equilibrio,
entonces, cada proceso de emisión por el cuerpo es balanceado por un proceso
inverso de absorción de la radiación incidente, (Reif, 1985 págs. 381-388). De acuerdo
al principio de balance detallado, la recombinación de huecos con electrones en una
celda fotovoltaica, debe ser sólo radiativo, es decir, las pérdidas debido a
recombinación deben estar asociadas sólo a procesos de emisión de fotones.

Bajo esta condición, la eficiencia máxima estará dada por:

Donde 𝑃𝑚𝑎𝑥 es la potencia máxima de salida para la celda solar, y 𝑃𝑖𝑛𝑐 es la potencia de
la radiación incidente sobre la misma.

La potencia de salida de la celda mono unión está dada por:

La condición para obtener la potencia máxima de salida es:

Entonces,

La potencia máxima estará dada por:


𝐼𝑚𝑉𝑚
Donde, 𝐹𝐹 = se conoce como factor de llenado, (Sze, y otros, 2007 pág. 724), o
𝐼𝑆𝐶 𝑉𝑂𝐶

factor de acople de impedancias,


Entonces, la máxima eficiencia teórica estará dada por:

6.2.3 Problema Práctico Industrial

La Fotocatálisis, es un proceso catalítico promovido por energía de determinada


longitud de onda, capaz de excitar a un semiconductor (catalizador) al grado de hacer
que se comporte como un material conductor, en la superficie del cual se desarrollarán
reacciones de óxido-reducción, las cuales generan radicales libre muy reactivos,
mismos que reaccionarán con las especies a su alrededor, rompiendo algunos enlaces
moleculares y reduciendo u oxidándolas hasta convertirlas en especies menos
complejas.
Esta reducción en la complejidad molecular generalmente se traduce en una reducción
del grado de contaminación o peligrosidad de la especie que se esté tratando. Como
es conocido en muchas áreas aledañas no existen plantas de tratamiento de agua
capaces de eliminar los microorganismos y/o bacterias que se reproducen, para lo cual
se hace necesario la implementación d energía alternativa como el empleo de la
energía solar a través del uso de las celdas fotovoltaicas. La tecnología Fotocatalítica
es relativamente nueva (70´s).
En la reacción fotocatalitica interviene: un catalizador, un semiconductor
(generalmente óxido metálico), radiación con la suficiente energía (de origen natural
como la radiación solar, o de origen artificial como lámparas de luz) y el medio en que
se lleva a cabo puede ser gas, líquido o sólido. Esta tecnología tiene muchas
aplicaciones, la mayoría de ellas enfocadas a procesos amigables con el medio
ambiente, como lo es la degradación fotocatalítica de contaminantes, siendo estos de
diversos tipos, como plaguicidas, detergentes, explosivos, metales pesados, residuos
tóxicos, peligrosos y en ocasiones biológicos infecciosos.

6.3 APLICACIONES DE LA ENERGÍA SOLAR TÉRMICA

La energía solar térmica consiste en el aprovechamiento de la energía procedente del


Sol para transferirla a un medio portador de calor, generalmente agua o aire. La
tecnología actual permite también calentar agua con el calor solar hasta producir vapor
y posteriormente obtener energía eléctrica. Según su forma de trabajar los sistemas
de energía solar térmica se clasifican como colectores de baja, media y alta
temperatura:
 Colectores de baja temperatura. Proveen calor útil a temperaturas menores de
65 °C.
 Colectores de temperatura media. Son los dispositivos que concentran la
radiación solar para entregar calor útil a mayor temperatura, usualmente entre
los 100 y 300 °C.
 Colectores de alta temperatura. Trabajan a temperaturas superiores a los
500ºC. Se usan para la generación de energía eléctrica. Sistemas que forman
una instalación solar térmica.
El esquema básico de una instalación solar térmica es el siguiente: Una instalación
solar térmica está formada por varios sistemas:

6.3.1 Sistema de captación de radiación solar

El sistema de captación de radiación solar está formado por captadores solares


conectados entre sí. Su misión es captar la energía solar para transformarla en energía
térmica, aumentando la temperatura de fluido que circula por la instalación. El tipo de
captador más extendido es el captador solar plano que consigue aumentos de
temperatura de 60 °C a un coste reducido. Estos captadores están indicados para la
producción de agua caliente para diversas aplicaciones: agua caliente sanitaria,
calefacción por suelo radiante, etc. El captador plano está formado por una placa
metálica que se calienta con su exposición al Sol (absorbedor); esta placa es de color
negro de forma que no refleja los rayos del Sol. Normalmente la placa está colocada
en una caja con cubierta de vidrio. Por el interior de la caja se hace circular agua a
través de un serpentín o un circuito de tubos de forma que el calor se trasmite al fluido.
El efecto que se produce es similar al de un invernadero, la luz del Sol atraviesa la
placa de vidrio y calienta la placa ennegrecida. El vidrio es una “trampa solar”, pues
deja pasar la radiación del Sol (onda corta) pero no deja salir la radiación térmica que
emite la placa ennegrecida (onda larga) y como consecuencia, esta placa se calienta
y trasmite el calor al líquido que circula por los tubos. Para las aplicaciones de
calentamiento de agua de piscinas se pueden emplear los captadores no vidriados.
Estos están formados simplemente por una gran cantidad de diminutos tubos de metal
o de plástico dispuestos en serpentín por los que circula el agua. No necesitan caja ni
cubierta de cristal, por esta razón el aumento de temperatura es bajo, en torno a 30
°C. Las pérdidas de calor son grandes lo que limita su aplicación a otro tipo de
instalaciones. Los tubos flexibles toleran bien el paso de aguas agresivas, como el
agua de piscina clorada, pero aguantan mal las tensiones mecánicas que se producen
al congelarse el agua y los rasguños superficiales. Son más económicos que los
captadores solares planos. Existen también en el mercado los captadores solares de
vacío. Consisten en tubos de metal que recubren el tubo metálico que contiene el fluido
de trabajo dejando entre ambos una cámara que actúa como aislante. Tienen un
rendimiento muy elevado, pero su costo también es elevado. Para aplicaciones de
media y alta temperatura existen otros elementos de captación, provistos de sistemas
concentradores de la radiación, sistemas de seguimiento de la posición del Sol a lo
largo de día, etc.

6.3.2 Sistema de acumulación


Consiste en almacenar la energía térmica en un depósito de acumulación para su
posterior utilización. El agua caliente obtenida mediante el sistema de captación, es
conducida hasta donde se va a utilizar. Puede ser directamente, como es el caso del
calentamiento del agua de una piscina. En aplicaciones de ACS o calefacción la
demanda no siempre coincide con el momento en el que hay suficiente radiación, por
tanto, si se quiere aprovechar al máximo las horas de Sol será necesario acumular la
energía en aquellos momentos del día en que esto sea posible y utilizarla cuando se
produzca la demanda. El sistema de acumulación está formado por uno o más
depósitos de agua caliente. La dimensión de los depósitos de almacenamiento deberá
ser proporcional al consumo estimado y debe cubrir la demanda de agua caliente de
uno o dos días.

6.3.3 Sistema de distribución

En este sistema se engloban todos los elementos destinados a la distribución y


acondicionamiento a consumo: control, tuberías y conducciones, vasos de expansión,
bombas, purgadores, válvulas, etc. También forma parte de este sistema el sistema
de apoyo basado en energías convencionales (eléctricos, caldera de gas o gasóleo),
necesarios para prevenir las posibles faltas derivadas de la ausencia de insolación y
hacer frente a los picos de demanda.

6.3.4 Sistemas convencionales de apoyo

Las instalaciones de energía solar térmica necesitan sistemas de apoyo convencional


en previsión a la falta de radiación o a un consumo superior al dimensionado (gasóleo,
gas o electricidad). En la mayoría de los casos tanto en instalaciones en viviendas
unifamiliares, como en edificios de viviendas, las instalaciones solares se diseñan para
proporcionar a las viviendas entre el 60-80 % del agua caliente demandada, aunque
en zonas con gran insolación a lo largo del año, el porcentaje de aporte suele ser
superior. Se puede apreciar como en los meses de más baja radiación (enero, febrero,
noviembre y diciembre) no se llega a cubrir el 60 % de las necesidades de energía,
mientras que en los meses de verano se alcanza prácticamente el 100 % de las
mismas. Así, el objetivo con el que se diseñan las instalaciones térmicas es cubrir un
mínimo de un 60 % de las necesidades energéticas anuales dependiendo de la zona
geográfica. Pretender cubrir por encima de un 60 % o 70 % anual requeriría colocar
un campo solar muy grande, por lo que resultaría un costo sumamente elevado que
no se llegaría a amortizar nunca, además de provocar en los meses de mayor
radiación, como son los de verano, un excedente de producción que no se podría
utilizar y que provocaría problemas de sobrecalentamiento en toda la instalación. Por
este motivo las instalaciones que mejor funcionan y antes se rentabilizan son las que
necesitan ACS para todo el año, calefacción (mejor por suelo radiante) para invierno y
cuentan con piscina para verano o incluso todo el año.

6.3.5 Aspectos económicos y sociales

La inversión inicial de un sistema solar térmico será mayor frente al sistema


convencional, si bien su coste de funcionamiento durante los más de 25 de años de
vida de la instalación será irrelevante comparado con el de compra de combustible o
energía eléctrica, reparaciones, mantenimiento, etc., asociado al sistema
convencional.
Así, la instalación de energía solar resulta económicamente más ventajosa, ya que
toda la energía que obtengamos del Sol con los captadores solares térmicos, nos la
ahorraremos de producirla (quemando combustible en una caldera) o consumirla (de
la red eléctrica de distribución). De esta forma, una instalación de energía solar acaba
rentabilizándose a lo largo de los años, ya que el ahorro energético que produce se
materializa en ahorro económico, el cual permite acabar amortizando el coste de la
instalación.
Esta amortización puede oscilar entre los 5 y 12 años dependiendo del tamaño de la
instalación, de las ayudas obtenidas a fondo perdido, del lugar donde se instale (mayor
o menor radiación) y de las necesidades mayores o menores del usuario. En el caso
de colocar estas instalaciones en viviendas de nueva construcción o rehabilitación, la
amortización se puede considerar instantánea, ya que el incremento que representa
en el precio total de la vivienda es muy pequeño; el importe que se paga por ese mayor
costo en un préstamo hipotecario cada año es inferior al importe en euros que supone
el menor gasto de gas o gasóleo.
Se pueden enumerar toda una serie de ventajas que nos aporta un sistema solar
térmico, empezando por las económicas, pues para unas mismas necesidades el
sistema convencional precisará consumir menos combustible, lo que representará
para el usuario un menor gasto anual. Podemos continuar resaltando las ventajas
medioambientales, puesto que la generación de energía con sistemas convencionales
posee unos costes ambientales muy importantes (emisiones de CO2, cambio
climático, vertidos, residuos nucleares, lluvia ácida, etc.) en relación con los sistemas
solares.
Además, la energía solar es independiente del combustible convencional y su
abastecimiento, dado que es compatible con cualquier sistema convencional e
independiente de la variación del precio de compra del combustible. Como término
medio, un m2 de captador solar térmico es capaz de evitar cada año la emisión a la
atmósfera de una tonelada de CO2. Y, por último, la larga vida útil de las instalaciones
solares, superiores a 25 años, con un mantenimiento que, si bien es necesario hacer,
es de mucha menor entidad que en el caso de los sistemas convencionales.
La instalación de sistemas térmicos presenta un inconveniente: se precisa la
instalación del mismo sistema convencional que el que resultaría si no se instalasen
los captadores solares, y a veces resulta problemático su montaje en edificios
existentes como consecuencia de su falta de previsión a nivel de proyecto. Por otro
lado, como consecuencia de la adaptación a los edificios ya construidos, existe la
posibilidad de una imagen estética “negativa”, si bien éste es un aspecto subjetivo y
cultural, ya que existen otras instalaciones (antenas parabólicas, de telefonía móvil,
equipos de aire acondicionado, etc.) posiblemente más feas y sin embargo con mayor
aceptación social.
De todas formas, con voluntad y buen criterio, siempre existe la posibilidad de integrar
arquitectónicamente cualquier instalación. En cualquier caso, siempre se necesitará
de un instalador que ejecute su trabajo adecuadamente, pues hay que ser conscientes
de la existencia de instalaciones que no han dado los resultados esperados debido a
que han sido realizadas por profesionales sin la experiencia y conocimientos
suficientes. Para edificios de viviendas se suelen instalar de media entre 1,5 y 2 m2
por vivienda dependiendo de parámetros tales como la superficie disponible, la zona
geográfica, etc.
La inversión necesaria por cada metro cuadrado de superficie de captación está entre
los 600 y los 900 €, siendo los costes de operación y mantenimiento muy bajos. El
periodo de amortización depende del tipo de energía convencional que sustituya: 10-
12 años en el caso del gas, y 5-6 años en el caso de energía eléctrica. Situación actual
de desarrollo de la energía solar térmica.
Actualmente los sistemas solares térmicos de baja temperatura (inferior a 100 °C) han
alcanzado la madurez tecnológica y comercial en España, existiendo más de 700.000
m2 instalados a finales de 2004. Estos sistemas son suficientes para suplir
aproximadamente dos tercios del consumo energético para agua caliente, tanto
sanitaria como industrial. Son sistemas tecnológicamente sencillos, fáciles de instalar
y que se amortizan en pocos años. La aplicación más generalizada de los sistemas
solares es la generación de Agua Caliente Sanitaria (ACS), tanto en servicios de
hoteles como en viviendas, residencias, hospitales, campings, instalaciones deportivas
y otros tipos de dependencias municipales. Sin embargo, no es todavía una aplicación
extendida en nuestro país el uso de energía solar para calefacción, debido a que
cuando las necesidades son máximas es cuando las condiciones meteorológicas
resultan más adversas.
De cara al futuro se están introduciendo mejoras técnicas mediante captadores solares
especiales y avanzando en aspectos de diseño en la instalación de calefacción por
“suelo radiante”. La evolución previsible del mercado es positiva y se ve favorecida por
factores tales como el potencial disponible, la capacidad de acogida del mercado
existente, la experiencia de los fabricantes españoles, la madurez tecnológica
alcanzada y las tendencias en países semejantes al español y en los de la Unión
Europea.
Teniendo en cuenta que nuestro potencial solar es el más elevado de Europa y que,
sin embargo, la ratio de superficie de captación de energía solar térmica por cada 1.000
habitantes está por debajo de la media europea (8,7 frente a 19,9 m2/1.000 habitantes
de la Europa de los 15), es previsible que con las medidas propuestas y las demás
condiciones de entorno descritas anteriormente se alcancen ratios, al menos, similares
a los de países como Austria o Grecia.

6.4 Almacenamiento y transporte de la energía térmica.

La energía que se genera a partir de algunas fuentes renovables suele presentar


intermitencias. El almacenamiento de dicha energía es una alternativa para paliar este
problema. Si bien la naturaleza ha almacenado energía de origen solar en vastas
cantidades en forma de biomasa, carbón mineral e hidrocarburos, éstos tardan mucho
tiempo en formarse. Para enfrentar con éxito la transición hacia el empleo de fuentes
renovables de energía, los sistemas para su almacenamiento son un importante reto
para la investigación científica y el desarrollo tecnológico. En las sociedades
industriales, el almacenamiento de energía responde a las necesidades energéticas o
económicas de cada región. Por ello, el almacenamiento puede dividirse en
almacenamiento de reserva o estratégico, móvil, y de ajuste. El primero es aquel que
permite asegurar el abasto de energía de una región, país o grupo de países ante
posibles fluctuaciones en la producción o en los precios de la energía en el mercado
mundial. El almacenamiento móvil asegura la autonomía energética para el transporte.
Finalmente, el almacenamiento de ajuste se usa para enfrentar las variaciones de la
demanda de energía por parte de los consumidores. Estas tres formas de
almacenamiento han sido cubiertas en un alto porcentaje por los combustibles fósiles,
principalmente el petróleo y sus derivados, así como el gas natural. Por su parte, las
fuentes renovables de energía cuentan con virtudes ampliamente señaladas, pero
éstas se ven limitadas por algunos problemas relevantes, como:
a) la intermitencia de la fuente;
b) el desfasamiento entre oferta y demanda de energía; y
c) su baja densidad energética. Adicionalmente, los sitios donde pueden encontrarse
fuentes renovables de energía (la mayor parte de los sitios de máxima insolación solar,
las regiones con mayores valores de velocidades de viento, las regiones de los
océanos con mareas de alto oleaje o gradientes térmicos, así como las áreas con
adecuadas cantidades de biomasa) generalmente se encuentran a grandes distancias
de los centros de consumo. Para resolver estas limitaciones, deben emplearse
sistemas viables de almacenamiento y transporte de energía. En este trabajo se
abordará el tema del almacenamiento de la energía térmica solar mediante sistemas
químicos, no sin antes dar un pequeño panorama de otros mecanismos de
almacenamiento de energía.

6.4.1 Energía eléctrica

Es posible almacenar la energía eléctrica en baterías electroquímicas, tal como se


hace en los vehículos automotores o en ciertas aplicaciones como sistemas de
respaldo para computadoras; dicho método es adecuado para pequeñas cantidades
de energía almacenada. Sin embargo, para cantidades mayores es posible utilizar
sistemas basados en materiales superconductores. Se han propuesto sistemas que
permiten almacenar por tiempos pequeños la energía mecánica, a través de volantes
de inercia; la energía potencial mediante el bombeo (o re-bombeo) de agua, para
después ser utilizada en una pequeña central hidroeléctrica; la energía potencial
también almacenada como aire comprimido (con un compresor eléctrico) que después
puede ser utilizado en una turbina de aire comprimido para la generación eléctrica.
Existe en la actualidad un gran interés en los dispositivos denominados
supercapacitores electroquímicos, los cuales permiten el almacenamiento de energía
eléctrica mediante el empleo de dos colectores de corriente formados por materiales
de alta porosidad, los cuales están separados por un material poroso que posee una
alta conductividad iónica. Estos dispositivos pueden almacenar 100 faradios por
gramo. La energía eléctrica utilizada para producir hidrógeno mediante sistemas
electrolíticos también es una forma de almacenamiento, pues el hidrógeno se puede
utilizar en una celda de combustible para producir electricidad.
La intensidad de energía solar disponible en un punto determinado de la Tierra
depende, de forma complicada pero predecible, del día del año, de la hora y de la
latitud. Además, la cantidad de energía solar que puede recogerse depende de la
orientación del dispositivo receptor.
6.4.2 Sistemas Pasivos

Los sistemas pasivos se usan generalmente en el acondicionamiento calorífico de


edificios y tanto lo que sirve de colector como el sistema de almacenamiento se
encuentran incorporados en los distintos componentes de mismo edificio, como: pisos,
paredes, recipientes con agua y techos. El tipo de almacenamiento de energía utilizado
en estos sistemas es generalmente por calor sensible (cambios de temperatura de los
distintos componentes del edificio), que explicaremos más delante. Debido a que en
estos sistemas las temperaturas de almacenamiento son bajas, usualmente menores
de 40 °C, se requiere de grandes volúmenes del material que sirve como almacén. Por
ejemplo, los distintos componentes de un edificio que representan un gran volumen,
pueden absorber energía durante las horas de sol y posteriormente cederla durante la
tarde o noche. Para poder calcular la capacidad de almacenamiento de un material
determinado, necesitamos conocer sus propiedades como la densidad y el calor
específico. La ventaja del agua sobre el concreto o ladrillo es que tiene una gran
capacidad calorífica, y por lo tanto tiene más capacidad de almacenamiento por unidad
de volumen, que los materiales mencionados.

6.4.3 Sistemas Activos

La característica principal de los sistemas activos es que estos utilizan un fluido de


trabajo en movimiento que puede ser agua, aire, aceites o algún otro fluido. Los
principales componentes que intervienen en estos sistemas son: el colector solar, la
unidad de almacenamiento, sistemas de conversión y control y el lugar donde se hace
la descarga de energía. Generalmente, el medio de almacenamiento es agua si por el
colector se hace circular un líquido. Similarmente, si en el colector circula aire, el medio
de almacenamiento serán rocas o piedras. Las temperaturas alcanzan con este tipo
de sistemas entre los 50 y 100 °C. En este caso el almacenamiento de energía se
puede dar por cualquiera de los mecanismos siguientes, calor sensible, cambio de
fase, reacciones químicas y estanques solares.
6.4.4 Recogida directa de energía Solar

La recogida directa de energía solar requiere dispositivos artificiales llamados


colectores solares, diseñados para recoger energía, a veces después de concentrar
los rayos del Sol. La energía, una vez recogida, se emplea en procesos térmicos o
fotoeléctricos, o fotovoltaicos. En los procesos térmicos, la energía solar se utiliza para
calentar un gas o un líquido que luego se almacena o se distribuye. En los procesos
fotovoltaicos, la energía solar se convierte en energía eléctrica sin ningún dispositivo
mecánico intermedio. Los colectores solares pueden ser de dos tipos principales: los
de placa plana y los de concentración.

6.4.5 Almacenamiento de energía por calor sensible o capacidad calorífica

Diversos tipos de materiales líquidos, sólidos y combinaciones de líquidos y sólidos,


pueden almacenar energía por cambios de temperatura. Esta energía almacenada es
igual al cambio de energía interna (U) que sufre el material al cambiar su temperatura
y viene a ser igual al calor sensible (Qs). Una regla de tipo práctico para determinar si
un material es apropiado para utilizarse como medio de almacenamiento, es que este
debe ser capaz de almacenar entre 300 y 600 kJ/°C-m2 de área de colector, como
mínimo. También encontramos que cuanto mayor sea la temperatura que pueda
alcanzar el medio de almacenamiento, tanto menor será el tamaño del sistema,
aunque las pérdidas se hacen más evidentes. Por ejemplo, 1000 litros de agua pueden
almacenar aproximadamente 84 MJ de energía cuando su temperatura aumenta de
30 a 50 °C y 168 MJ cuando la temperatura varía de 30 a 70 °C.
Nótese que se requieren aproximadamente 2.5 m3 de rocas para almacenar la misma
cantidad de energía con los mismos incrementos de temperatura. El calor específico o
capacidad calorífica específica de una sustancia es de manera formal, la energía
necesaria para incrementar en una unidad de temperatura una cantidad de sustancia;
usando el SI es la cantidad de julios de energía necesaria para elevar en un 1 K la
temperatura de 1 Kg de masa.
6.4.6Especificaciones de aceites

La transferencia térmica es un proceso mediante el cual se suministra y extrae energía


de un medio. Se plantea el uso de aceite como medio de almacenamiento de energía
para la calefacción de una vivienda rural, la razón principal es que los aceites
presentan una mayor estabilidad de fase (líquido) a altas temperaturas, por lo que el
sistema de transmisión del aceite no es sometido a esfuerzos ni complicaciones
producidos por posibles cambios de fase, como por ejemplo en el caso de usar agua.

Los aceites para transferencia térmica como su nombre lo indica son fluidos basados
en aceites minerales parafínicos, altamente refinados y cuidadosamente
seleccionados para proporcionar un performance superior en sistemas de
transferencia térmica. Los aceites pueden ser del tipo aceites minerales o aceites con
base sintética. Por ejemplo, Shell dispone de aceites con base mineral, conocidos con
el nombre de THERMIA OILS, en diferentes grados de viscosidad.
Propiedades de los Aceites Térmicos:
a) Elevada Estabilidad Térmica
b) Buena Resistencia a la Oxidación
c) Poseer un Alto Coeficiente de Transferencia de Calor
d) Poseer una Prolongada Vida Útil
Para una adecuada selección de Aceites Térmicos se debe considerar el rango de
temperaturas entre los cuales va a trabajar. Para este proyecto se usará un aceite de
máquina usado y filtrado adecuadamente, cuyos valores están por debajo que los
aceites térmicos pero que puede servir perfectamente para nuestros requerimientos
de temperatura y trabajo. Sus características de trabajo son estables a temperaturas
menores de 200ºC y su Ce es aproximadamente 1.67 KJ/Kg.K.

6.5 Biocombustibles.

Los biocombustibles ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero


Los biocombustibles contienen componentes derivados a partir de biomasa, es decir,
organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos. Los biocomponentes
actuales proceden habitualmente del azúcar, trigo, maíz o semillas oleaginosas.
Los biocombustibles no son la solución definitiva de los problemas energéticos,
económicos y ambientales que padece el planeta. Pero son una fuente alternativa de
energía, complementaria de las tradicionales en el corto y en el mediano plazo, y con
muchos rasgos promisorios cuando se mira el largo plazo, en el que la primera gran
incógnita entre muchas es cómo evolucionarán los combustibles fósiles, que
actualmente constituyen la base sobre la que se apoya la economía mundial.
Los biocombustibles son a menudo mezclados con otros combustibles en pequeñas
proporciones, 5 o 10%, proporcionando una reducción útil pero limitada de gases de
efecto invernadero. En Europa y Estados Unidos, se ha implantado una legislación que
exige a los proveedores mezclar biocombustibles hasta unos niveles determinados.
Esta legislación ha sido copiada luego por muchos otros países que creen que estos
combustibles ayudarán al mejoramiento del planeta a través de la reducción de gases
que producen el denominado ‘Efecto Invernadero’.

6.5.1 Biodiesel

El biodiesel es un biocombustible sintético líquido que se obtiene a partir de lípidos


naturales como aceites vegetales o grasas animales, nuevos o usados, mediante
procesos industriales de esterificación y transesterificación, y que se aplica en la
preparación de sustitutos totales o parciales del petrodiésel o gasóleo obtenido del
petróleo. El biodiesel puede mezclarse con gasóleo procedente del refino de petróleo
en diferentes cantidades. Se utilizan notaciones abreviadas según el porcentaje por
volumen de biodiesel en la mezcla: B100 en caso de utilizar sólo biodiesel, u otras
notaciones como B5, B15, B30 o B50, donde la numeración indica el porcentaje por
volumen de biodiesel en la mezcla.
A diferencia de otros combustibles, los biocarburantes o biocombustibles presentan la
particularidad de utilizar productos vegetales como materia prima. Esto es la causa de
que sea preciso tener en cuenta las características de los mercados agrícolas, junto a
la complejidad que ya de por sí presentan los mercados energéticos. En este sentido,
hay que destacar que el desarrollo de la industria de los biocombustibles no depende
principalmente de la disponibilidad local de materia prima, sino de la existencia de una
demanda suficiente. Al asegurar la existencia de una demanda de biocombustibles, el
desarrollo de su mercado puede aprovecharse para potenciar otras políticas como la
agrícola, favoreciendo la creación de empleo en el sector primario, la fijación de
población en el ámbito rural, el desarrollo industrial y de actividades agrícolas, y
reduciendo a la vez los efectos de la desertización gracias a la plantación de cultivos
energéticos.

6.5.2 Biogás

El biogás, resulta de la fermentación de los desechos orgánicos. Este combustible es


una alternativa más en la matriz energética del país.

6.6 HIDRÓGENO

El fin de la era del petróleo ya se vislumbra y un candidato cada vez más firme para
obtener energía es el hidrógeno. Los átomos de este elemento químico se componen
de tan sólo un protón y un electrón, y son los más abundantes: cerca del 90% de todos
los átomos que existen en el Universo son de hidrógeno.
En nuestro planeta este elemento no es tan abundante: aproximadamente el 15% de
todos los átomos son de hidrógeno y juntos constituyen apenas el 0.9% de la masa
total del planeta. La mayoría de los átomos de hidrógeno que existen en la Tierra están
en las moléculas de agua. Pese a su relativa escasez en este planeta, el hidrógeno
forma parte de un mayor número de compuestos químicos que ningún otro elemento.
En estado elemental, el hidrógeno es un gas formado por moléculas diatómicas, que
sólo alcanzan a ser una millonésima parte de la atmósfera; por ser tan ligeras, la
gravedad de la Tierra no alcanza a retenerlas.
La reacción entre el hidrógeno (H2) y el oxígeno elemental (O2) produce moléculas de
agua y desprende una importante cantidad de energía. Esto sucede porque los enlaces
de la molécula de agua son más fuertes que los enlaces en las moléculas de H2 y O2.
2H2 + O2 2H2O Ésta es la reacción que se usó, por ejemplo, en los cohetes Saturno
V (uno de los cuales puso en el espacio al Apolo 11, la primera misión tripulada a la
Luna) y los transbordadores espaciales, que utilizan hidrógeno elemental como
combustible.
La sombra del Hindenburg La reacción del hidrógeno con el oxígeno es peligrosa por
explosiva, pero el peligro se ha exagerado desde la explosión del dirigible Hindenburg,
en 1937. El esqueleto del Hindenburg estaba armado con varas de madera, cuerdas
de seda y laca. Para la cubierta se usó tela de algodón, recubierta primero con una
capa de acetato de celulosa, uno de los componentes de la pólvora, y después con
aluminio metálico en polvo. La violenta reacción del aluminio metálico pulverizado con
el oxígeno se utiliza también en los combustibles de los cohetes espaciales y es el
principal responsable de la gran luminosidad de la llama de éstos. El incendio del
Hindenburg fue provocado por una chispa de electricidad estática del aire, que causó
que el aluminio de la cubierta se incendiara y con él el resto de los materiales, todos
inflamables, con los que estaba hecho el globo; y desde luego, también el hidrógeno.

El hidrógeno arde con una flama casi invisible y por su extrema ligereza, tiende a
dispersarse hacia arriba. En el caso del Hindenburg, se tiene registro de que todo el
hidrógeno que contenía se consumió en tan solo 37 segundos. El fuego que se ve en
las fotos no puede atribuirse a la combustión del hidrógeno, sino a la de los materiales
del globo y al combustible diésel que alimentaba sus motores.
Conclusión

En contraste con fuentes de energía como los combustibles fósiles, que dependen de
recursos limitados y acarrean importantes impactos ambientales, la energía solar se
recibe de manera natural en todo el globo terráqueo, y su utilización no implica la
destrucción del entorno. E

BIBLIOGRAFÍA
1) Abramowitz, Milton y Stegun, Irene. 1972. Handbook of Mathematical Functions
with formulas, graphs, and Mathematical Tables. USA : Dover, 1972.
486612724.
2) Arfken, George. 1985. Mathematical Methods for Physicist. London : Academic
Press, 1985.0120598205.
3) Ashcroft, Neil W y Mermin, N. David. 1976. Solid State Physics. USA : Saunders
College, HRW, 1976. ISBN: 0-03-049346-3.
4) Sociedad Mexicana del Hidrógeno, A. C. (2008), “Curso de actualización sobre
Tecnologías del Hidrógeno”, México, Sociedad Mexicana del Hidrógeno A.C..
Disponible en: www. smh.org

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