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Clima ecuatorial

El clima ecuatorial, tropical lluvioso o tropical húmedo es un subtipo de clima tropical que se
caracteriza por las temperaturas altas (la media anual siempre es superior a 27 °C a nivel del
mar) y constantes durante todo el año (amplitud térmica anual inferior a 3 °C), además de
lluvias abundantes y regulares siempre superiores a 2500 mm por año (en las zonas más
húmedas se superan los 6000 mm), y se localiza en las zonas cercanas al ecuador terrestre, en
muy bajas latitudes, es decir, el cinturón latitudinal correspondiente a la zona intertropical de
convergencia (ZIC), donde se encuentran los vientos alisios del noreste y sureste. Los ejemplos
más representativos son la zona norte de la Selva Amazónica y África central, con frondosos
bosques casi impenetrables. En este clima se desarrollan dos de los ríos más caudalosos del
mundo, el río Amazonas y el río Congo.

El clima ecuatorial es muy similar al clima monzónico; tienen en común las escasas amplitudes
térmicas anuales (menos de 5 °C) y las altas temperaturas. La diferencia fundamental es el
periodo de lluvias, [cita requerida] en donde los otros climas tropicales son más irregular y por
lo general menos intenso (no suele superar los 2500 mm y hay estaciones secas), por lo que se
forman bosques tropicales secos y sabanas, que son menos densos y con menos especies que
el bosque tropical húmedo, contrastando con el clima ecuatorial cuya gran singularidad es el
desarrollo de selvas de gran frondosidad y extensión.

Clima tropical

El clima tropical es un tipo de clima habitual de la zona intertropical, en una banda que rodea
al ecuador desde los 23º latitud norte hasta los 23º latitud sur. La clasificación ampliamente
reconocida de Wladimir Peter Köppen lo define como clima no árido en el que los doce meses
tienen temperaturas medias superiores a los 18 °C. Otros autores lo definen como el clima que
tiene determinado punto del planeta en donde jamás se producen heladas,1234 es decir,
nunca desciende la temperatura por debajo de los 0 °C, sin importar si es árido o húmedo. Sin
embargo, estas clasificaciones no tienen en cuenta un hecho palmario: la existencia de altas
montañas en la zona intertropical, donde hay páramos e, incluso, nieves perpetuas. Se
subdivide en 3 tipos: Ecuatorial Af, Monzónico Am, Tropical de sabana o tropical seco Aw y As.

El clima tropical se debe al ángulo de incidencia de la radiación solar que se produce en estas
regiones (casi perpendicular al suelo todo el año). Esto hace que la temperatura sea alta y que
las variaciones diurnas sean también muy altas. Ante esto el flujo de evaporación desde el
suelo también es alto por lo que la humedad suele ser alta. A esto se le añade que el ecuador
es la región terrestre donde se encuentran los vientos fríos de un hemisferio (que está en
invierno-otoño) con los de su opuesto, que serán más cálidos (por estar en verano-primavera),
lo cual produce un estado de bajas presiones constantes llamado zona de convergencia
intertropical lo que produce precipitaciones constantes e intensas durante la mayor parte del
año.

Clima desértico

El clima árido o clima desértico, es un subtipo de clima seco. Es el clima de una


región del planeta donde las precipitaciones anuales son menores a los 300 mm1 y
donde el modelo climático estudiado se caracteriza por sus escasas precipitaciones, por
debajo de la evapotranspiración. Sin embargo, debido al nivel de evapotranspiración,
esta cifra puede llegar a 250 mm anuales o incluso superarla ligeramente.2 Se debe a
distintas causas, como la disposición del relieve o la presencia de corrientes marinas
frías que evitan o limitan la evaporación y, por consiguiente, la humedad, y dan origen a
desiertos costeros. El medio natural desértico se localiza en las proximidades de los
trópicos de cada hemisferio, entre los 15 y 35 grados de latitud aproximadamente.

La temperatura media anual supera los 18 °C, y las temperaturas diarias presentan
fuertes oscilaciones entre el día y la noche (20 °C o más) en los áridos cálidos. Este
hecho se debe a la escasa humedad de la atmósfera, que provoca un enorme
calentamiento del suelo durante el día y un fuerte enfriamiento durante la noche.

En los áridos fríos, las temperaturas pueden llegar a los -30 °C.

Las precipitaciones son muy escasas e irregulares, debido a la influencia permanente de


anticiclones tropicales. En los bordes semiáridos del desierto, hay entre 750 y 150 mm
anuales, y los meses áridos son más de siete. En los desiertos, las precipitaciones
anuales no alcanzan los 300 mm, y todos los meses son secos. Suelen caer en forma de
violentos aguaceros y las aguas que aportan desaparecen pronto por evaporación o por
infiltración en el subsuelo.

Los ríos de los desiertos (wadis) solo llevan agua después de las precipitaciones; el resto
del tiempo sus cauces permanecen secos. Solo en raras ocasiones desembocan en el
mar, ya que sus escasas aguas se evaporan o quedan estancadas en depresiones cerradas.

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