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EXP OS I CI ÓN

DI! LA

DOCTRINA CRISTIA NA

DOGi\IA
R 75670
CURSO DE I NSTRUCCIÓN RELIGIOSA
INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRIS11ANAS

,
EXPOSICION
DF. LA

DOCTRINA CRISTIANA
POR

UN PROFESOR DE SEM !NAniO

1 • PARTE. - DO G M A

PAIHS MADRID BARCELONA


PROCURADURÍA GEt\ERAL PRQCURADUJ"'ÍA PROCI:RADURÍA
CALLE DE Sfh' RP.S, '18 8RAVO ).J.UI\lLLO, 100

1917
• Nihil obstat
E. GRANNEAN

IMPRIMATUR :

Parisiis, di~ 17• Aprilis 1917.


11. ODELIN ,
''·o.
APROBACIÓN
DE SU EMINEI\CIA EL CARDENAL ~1 ElCNAN

ARZOBISPO D E TOURS

Vi•to el io(orme del Sr. Canónigo Ycrgc r, Párroco ele San Julián de
Tours, y el conocimiento per~onal que yo mismo tengo de la E:epo$ición
de la Doctrina Cri•tiana, por uo pruCesor de seminario, otorgo gustoso
a dicho lib•·o el lmpt·imatw· <jue se me pide, y h•go votos para que todos
cuantos lo estudien, y l>a rticularmente los miembros d• l Josti tutó de los
Bc•·m:ono•, pa•·a los que especialmeute se ha compuesto, aprendan en él
los elementos de la fe y de la piedad. de los qu e se a p•·ovechadn y harán
que se aprovcd1c n a su vez las gene raciones de ni •) os, en pro de los
cuales consagra n tan generosamente sus d es1•elos

t GuiLLERMO, Ca rdcnn l ME!G~AN,


1lr.Wbflpo dt TOUI'I.

Too,._ a n de Octubre do ISU.



INFORME
PRESENTADO A SU E)IINE:-ICLA EL CARDENAL MEIG:-I!N

EMINENTÍSIMO SEÑOR :

El Instituto de los ll erma·nos de las Escu~lt1s Crislianas publica, en


casa del S1·. Mame, un Curso de instrucción reli giosa que es una tco logia
completa para uso de los Catequistas.
La obra se lilula : Exposición ele la Doctrina Ct·i3ticma por un prof«-
sor de seminario.
El prim er tomo, cuyo examen me ha confiado Vuestra Eminencia,
trata exclusivamente del dogma : es una extensa y sabia explicación del
Si mbolo, en la que se han condensado en la forma m{ls sencilla, y proce-
diendo por preguntas y respuestas, las plincipalcs pruebas de las ver-
lindes de la fe.
Para facilitar su estudio y no cansar la memo da , todos los capítulos
van s~guidos de un res urilen claro y substancia l, y de un cuadro sinóptico
que permite abarcar de una sola ojeada todas las divisiones y todo el
contenido.
E l obispo de Snn Juan de Ma uriennc declara quc este libro es excelente,
que su doctdna es exacta, sólida y piadosa, y recom ienda la lectura del
mismo no solamente a los religiosos, sino también a las personas del
mundo y aun a los eclesiásticos.
Este juicio de un prelado cuya ciencia teológica se reconoce universal-
mente, me aoima a suplicar a Vuestra Eminencia que, a su "ez, se
digne también bendecir esta obra y conceder el Jmp1·imalu1·. El autor y
el Instituto de los Hermanos, que sabeo cuanto vale un fa"or tal, queda-
rán por ello profundamente agradecidos.
Dignaos aceptar,
Eminentísimo Señor,
el hom enaje del profundísimo respeto con el que tengo la honra de ofre-
cerme de Vuestra Eminencia, bu mildisimo y obediente servidor,
P. VERCEn .
O. H., Pdrroco de San J\Uf<in.

Toun~, a t8 de Octubre de 18,3.


AP ROBAC IÓN

DEL ILUSTRÍSIMO SE~OR OBISPO DE liAURIENNE

He leido atentnm ente el pl'im~r tomo de la obra titulada E:x:¡JOsi


ci6n de
un lib•·o t•xcelcn tc q ue t'<'Spoodc pc rtectamc nte
la Doctt·itw C•·i.¡ tia11a. Es
o. En é l se expone la doctr·ioa cristian a de uoa manera exacta,
a su titul
persona s
sólida y 1•iadosa. Los miembr os de las cóngreg acioncs y aun las
co n grandi• imo provech o; a lo• eclcsi{ts-
que vivon en el mundo lo leerán
utilísim o, por cuanto encontr adn eo él cosas
licos mismos será también
que en vano buscarí an en el manual de Teolugi a del seminar io.
El autm· ha hecho una exposición extensa y complet a de la doctl'ioa
cristian a.
+MIGUEL, Obispo de Maurienne.

SAn Joan de llntlrlonne, & 7 da Agosto do 1893.


'
INDl CE

PRÓLOGO • • • XV

PRELJ MINARES
Del Cristiano. . . . . . . . . . . . . . . 1
De la Doetrina Cristiana y de sus fuentes . 4
Excelencia de In Doctrina Cristiana . . 11
Estudio de la Doctrina Cristiana . 12
División de la Doctdnn Cristiana. 15

PRIMERA PARTE
OOG!IIA O VERDADES QUE DEBEl!OS CREER

INTJIODUCCIÓN AL ShiBOLO. 18

SECGIÓN l. - DE DIOS PADRE Y DE LA CREACIÓN


Primer artículo del Símbolo.
CAPLTULO l. - DE DIOS. . . .
ARTICULO l. - Oros.
EXIST ENCIA DE 21
De Dios . . . . . . . . . . . . . 21
Pruebas de la existencia de Dios . 22
ARTICULO lf. - N AtURALEZA y PERFECCIONES DE OtO$ . 26
Nombres divinos . 26
Naturalelil de Dios. . . . . . . . . . . . . . . . . 27
IN DICE

Atributos de Dios . . '27


Providencia divina . . 32
ARTICULO ll l. - ERRORES ACERCA DE OJOS . 37

CAPÍTULO 11. - DE LA SANTÍSIMA T RINIDAD . .. 44


Del misterio en general . 44
Revelación del misterio <le la Santísima Trinidad . 45
Exposición de este misterio . . . . . 46
In teligibilidad de este mistP.•·io. 5'2
Errores sobo·e la Santísima Tripidad. M
CAPÍTULO lll. - DE LA CREACIÓN . 57
Nociones generales sobre la Creación. 57
Fin de la C•·eación. . : . . . . . . . 61
CAPÍTULO IV.- DE LOS Át\GELES. 64-
De los Ángeles en general . 64
De lus Ángeles buenos. . . . . 67
De los Án¡¡eles malos'. 72
CAPÍTULO V. - DEL HOMBRE . 77
Creación del hombre. 77
Natu raleza del hombre . . 78
La prueba . . . . . . . . 8lJ
Creación de la mujer . . 84-
Estado primitivo <le nuestros primeros padres 85
La tentación }' la caída . . . . . . . . . . 87
El castigo . . . . . . 89
CAPÍTULO VI. - DF.L MESÍAS PROMETIDO 96
Misericordia de Dios con el hombre después de s u c:o ída 96
P romesas del Mesías . . . . . . . . . . . 98
Caracteres de las promesas mesiánicas . . . 100
CAPÍTULO VII. - EL ¡\JES!AS PREPARADO. 103
Preparación de la venida del Mesías . . . 103
ARTICULO l. - DESDE ADÁN. HASTA MOISÉS 104.
Desde Adán hasta Noé . . . . 104
Desde Noé hasta Abrahán. . 107
Desde Abrahitn hasta Moisés. 111
Rel.igión patriarcal. . . . . . 114.
A RTÍCULO II. - DESDE MOISÉS JJAS'fA DAVJD. 117
Misión de Moisés . . 117
La ley mosaica . . 119
Legislación r eligiosa. 120
Legis lación social . . 128
Excelencia de la ley mosaica. 131
Virtudes y glol'ia de Moisés. 13'2
Josué . · 133
Los Jueces . . . . 134
Los Reyes. - Saúl. 135
IN DICE XI

ARTICULO Jll. - DES DE ÚAVID HASTA EL CAUTIVERIO DE BAI)JLQt<IA . 140


David . . 140
Salomón . . H1
Reino de Israel. 142
Reino de Judá . . 144
ARTÍCULO IV. - DESDE EL CAUTIVERIO OE BAOIWKIA HASTA J ESUCRISTO . 148
Cau ü ve1•io de Babilonia. - Oan iel. . 148
Los Judíos bato el dominio de los Pe>·sas . - Esler . . . 151
Los Judíos bajo el douoinio de los Griegos y de los Egipcios . 151
Los Judíos bajo el dominio de los Sirios . . . ·!52
Los Macabeos . . . . . . . . 15-\.
Los Judíos bajo el dom inio de los llomanos. - He>·odes . . . 156
Misión providencial de los cuatro imperios y del pueblo j udío. 157
Estado del mundo al advenimiento del Mesías . •157
CAPiTULO VIII. - EL MESÍAS PREF'IGU!lAOO . 160
FigUI'ó'IS mt>si~lnica s en gener•al. . . . . . . . 160
El Mesías prefigurado en algunos personajes. 161
El Mesías prdlgur.do en hechos simbólicos. 1i0
CAP(TUlO IX. - EL MES ÍAS PREDICHO. 174
Prorecí<'s mesiánicas en general. . . 174
Caracteres genealógicos y personales del Mesías.. 175
Época de la venida del Mesías. 177
Nacimiento e infancia del Mesías . 1i9
Vida pública del ~l esias. 180
Pasión y vida gloriosa del Mesi as. 18•1
lleprobación de los Judíos y vocación de la Gentiles. 183

SECCIÓN 11. DE DI OS HIJO Y DE LA REDE NCIÓN

Segundo artículo del Símbolo.


CAPÍTULO X. - DEL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN . 188
Del misterio de la EJncarDación en general . 188
Dualidad de naturalezas en J esucristo . 192
Unión hipostática . 200
Maravillas de la Encarnación . 203
Convtniencia de la Enca•·nación. 205
Errores sobre la Encarnación . . 206

Tercer artículo del Símbolo.


CAPÍTULO XI. DE LA SANTÍSIMA VIRGEN . 212.
Vida de la Santísima Virgen . 213
Prerogativas de la Santísima Vir¡¡en. 22.2
Devoción a Maria . . . . . . 229
XII IN DICE

CAPÍTULO XII. - VIDAOCULTA Y VIDA PÚBLICA DE JESUCRISTO. '233


l. - VIDA OCULTA DE JESUCRI STO. •
'233
ARTICULO
24'.!
ARTICULO Il. - VIDA PÚBLICA DE JESUCRI STO .
24\l
Su pr-eparación . . . . . .
2i6
Elección de los Apóstol es . . . . .
'248
Doctrin a de Jesucris to . . . . . . .
'251
Ejemplo s y san tidad de Jesucri sto.
'253
Milagros de J esucrist o . .
255
Profecl as de Jesucri sto .
'258
Enem igos de Jesucri sto.

Cuarto artículo del Símbolo.

DE LA REDENCIÓN. 2M
CAPÍTULO XIII. -
LA REDENC IÓN.
26~
ARTICULO l. - lfrSTORIA DE
264
Preludi os de la Pasión . .
La Pnsióo . . . .
m
'29-l
La Mu erre y Sepultur~ . .
29.\
R~liquias de la Pasiñn . .
296
Suerte de los culpabl es.
-MISTE RIO DE LA REDENC IÓN.
801.
ARTiCULO 11.
301
Katuraleza de este misteri o . . . . . . .
802
Necesid ad de la Redenc ión . . . . . . . .
802
Cualida des de la satis facción de Jesucri sto. 30i
Virtud del sacrificio del Calvari o. . . . . .

Quinto artícul o del Símbolo.


NOS. SU
CAPi'TULO XIV. - BA.IADA DE JESUCRISTO A LOS INFIER
N . . . . . . . . . . . . . . . . . 909
RESUR RECCIÓ
INFIERN OS. 909
ARTICULO J. - BAJADA DE JESUCRI STO A !.OS
RESURR ECCIÓN DE JESUCRI STO.
31\!
ARTÍCULO 11. -
312
Salida del sepulcr o. . . . . .
813
Las sa ntas mujeres en el sepulcr o .
814
Aparici ones de J•sils resucita do. .
817
Testimo nio de los Apóstoles. . . .
3'20
Cualidudos del cuer po de J esils resucita do.
8\!1
Efectos de la Resurre cción. . . . . . . . .

Sexto articul o del Simbolo.


825
CAPiTULO XV. - LA ASCEN~tó:< DE NUESTRO SEKOR.
cción . 825
Perman encia de Jesios en la liel'l'a después de su resurre
. 3Z7
ta ascensi ón del ~eiior. . . .
S\!9
Jesús a la diestra de Dios Padre. . . . . . . . . . • . . .
. INOICE Xlll

Séptímo artículo del Símbolo.


CAPÍTULO XVI. - EL JUICIO UNIVERSAL.
Segu ndo adveuimiento de Jesucristo.
Señttles de es te achenimieoto .
El Juicio universal . . . . .

SECCIÓN 111. DEL ESPÍRITU SANTO Y DE LA SANTIFICACIÓN

Octavo artículo del Símbolo.


CAPÍTULO XV II. - . DEL ESPÍRITU SANT!l. 338
Divin idad del Espiritu Sa nto. 338
Misión del Espirilo Santo. 339
Dones y frutos del Espíritu San to . 343
Deberes para con el tsp.ritu :Santo. S.\4

Noven o artículo del Símbolo.


CAPÍTULO XVlll. - LA IGLESIA Y LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS. 3.47
ARTiCULO l. - DE I.A IGLESIA CATÓLICA . 347
Naturaleza de la Iglesia . . 347
Necesidad de pertenecer a la Iglesia. 351
Pr·opiedadcs de la Iglesia . . . 355
Caractcr·es de la Jglesia. 359
Divinidad de la Iglesia romana. 364
Re..1pueLa a 3lgunas objeciones •·ontra Ja lglcsia romana 368
Consl itución de la Iglesia . - El cuerpo social en la Iglesia. 374
La autoridad en la Iglesia. . . . . . . . . . 380
Relaciones entr·e la Iglesia y el Estado. . 392
ARTiCULOIl. - DE LA COMUNIÓI' DE LOS SANTOS. 40~
Unión de los miembros de la Iglesia. . . . 404
Bienes espirituales de la Iglesia. 405
Cornunicación de los bienes espirituales . 406

Décimo artículo del Símbolo.

CAPÍTT'LO XIX. -DEL PERDÓN DE LOS PECADOS. ~{)9

El perdón de los perados . . . . . . . . . 409


Extens ión del poder de perdonar los pecados. m
Cómo perdona la Iglesia los pecados y la pena temporal . 41'2
'

INDICE
XIV
,.
\
\
Undécimo articulo del Simbolo .
CAPirULO XX . - DE LA RESURRECCIÓN DE LOS CUERPOS. 4U
De la resurrocción . . . . . . . . . 414
Estado de los cuerpos resucitados. . . . . . . . . . . 416

Duodéci mo articulo del Símbolo.


CAP(TULO XXI. - DE LA VIDA ETERNA . 4'21
421
De la ,·ida eterna en general. .
422
De la muertt .
424
Del juicio . . .
Del pul'gato1·io 427
481
Del cielo . . .
435
1;1 limbo de los niños .
436
Del iufierno. . .
0&LLEZA DEL DOGMA CATÓLICO. .
445
EPILOGO. -
,
PROLOGO

Si hay algu na ciencia útil, necesaria y uoble, es cierta-


mente la que tiene por objeto las grandes cuestiones que
han de ocupar toda inteligencia humana, y la que res-
ponde a las necesidades de todos, cualyuiera que sea la
categoría o situacióu que ocupen en la sociedad a que pe¡·-
tenecen.
'
¡, Quién ~erá el hombre sensato que, en medio de las
ma yores preo.;upaciones de la vida , no se pregunte de
dónde viene y a dónde va; quién ha crearlo el uni-
verso y con qué fin; por qué existe el dolor y qué será
de nosotros después de la muerte; y, en fin, qué debemos
hacer para poseer un día la felicidad perfecta, cuyo de~eo
tanto nos atormenta?
Estos problemas, de i mportancia capital, son del domi-
nio exclusivo de la ciencia religiosa, y a ella solamente
perlenece el derecho de resolwrlos. Por lo mismo, esta
cien da ha s ido, desde todos Jos tit·mpos, objeto de la
ptedilección de los sabios de primet or.ten, pues la ha n
cultivado con esmero y le han dado, en sus f-Studios cien-
tíficos, el primer puesto. Narlie ignora que la filo~ofía
an ti gua consistía, ante todo' en las investigaciones que
tienen por objeto a Dios, al homb re, el nJUndo, y las re la-
ciones t¡ue tienen entre sí. Era, según· la definía Cicerón,
XVI PRÓLOGO

« la ciencia de lac; cosas divinas y humana s y de las cau-


sas que las contiene n . »
Pero cuanto más estimab an est~ sublime ciencia esos
sabios del pagani~mo, más despt·ecio sentían hacia los
sofi ~tas que ponían Ru va nidar! e n ·destrui r en el pueblo
el respeto a las tradiciones rel igiosas. « La fi lo~o fía de
éstos, decía Platón, es la filoso ría d':l la nada. 11
Desde la aparic ión del c ristianismo hasta nue·tr·os días,
seria rácil demostr a•·, con inn umerab les testimon ios, en
qué estima teuian la ciencia religiosa los genios más ilus-
tres. Poe tas, artis tas, sabios, orarlor·t->s y gobe rno~n les , hnn
pro.lam :.do a la Teolo¡;ia reina de tudas las c ier•cias. Tení.•n
una inteligencia har1o ilu~trada pa1-a no ve1· cuán \'ana es
la cut·iosidarl qne solame nte se detiene en bagatela s, y
des,·uitla lo que más importa saber. «¿ Acaso, d1ce Male-
branche , ha nacido el hombre para pasae su vida pen-
diente de un tele-cop ro o encerrado en un !dbor·atu rio?
¿ 1-la nacido para emplear toJo el tiempo en conside rar el
movimiento de la mate l'ia, en me•ltr las lineas , y en e~a­
mi uar las re laciones de lus á ng ulos? ... Ciertam ent~ que
no; harto noble es su espídl u, demasia do corta ¡;u vicia,
su tiempo bien predoso par,1 deteners e en tan vanos obje-
tos. »
En una dé sus mPdi taciones , Ampére , a quien su¡; eles-
cubrimientos cientílicos han inmort .!izado t>SCI'i ía : • La
figu ra de este mundo pasa; si te a limentas de sus vani-
dades pas .•rás como ella. Mas la verdad de D10s pPrma-
nece eternam ente; si de ella te aliment as, como ella per-
manece' as. i Dios mío!, exclama , ¿qué son torlas las cit>n-
cias, todos los razonam ientos, todos los inven1os del
geuio , y es.as g randes con.:epd oues que el mum.l0 adm11'a
y en las que se apacien ta á v1damente su curiosid ad? ...
En verdad que todo ello no es sino pm·a vanidad. ¡ Estu-
PRÓLOGO xvu
dia las cosas de este mundo, porque ese es el deber de tu
estado. pero no las mir·es 01ás que con un ojo; el otro
ten lo fijo constantemente en l t luz eterna. »
Esto,s testimon ios pueden, por cieno, s~r útiles al cre-
yente para hacel'le ¡¡pr·eciar la incontestable superioridad
de la ciencia divina, p~ro Dios mismo ha querirlo indi-
carnos lo que ante todo debe >er ohjeto de nuestr-Js medi-
taciones y de nuestros estudios. Él es, sin duda alguna, el
Dios de las cimcitts'; su Verl·o ilumina a todo hombre que
vier•e a este rnundu', por la potencia inleli'ctual de que el
hombre ha sido dotado. Con todo; no ha ten•do Dios por
COI1\•o•niente, revelal'nos sino lo q•Je a nuestra etel"na ~al­
vación se r·eliere : todo lo demás lo ha dejado a la• inves-
tigHcione:; y disputas de los sabios•. D~::sde .el momento en
que cr~:ó al hombre llenó/e de las lu ces del entendi-
miento ... le hizo conocet los bi.enes y los males• y dióle
además sus mandamientos y p1·eceptos n.
Adán transmite a sus hijos la ciencia d ivina; los patri-
arcas la meditan en sus tiendas, y il1oisés recibe una
revelación más completa, que los profetas inspirados no
cesarán de recordar al pueblo de Dios en la sucesión de
los siglos. E• te pueblo, cuando no se descarr•ia por los
caminos de la iniquidad, se sustenta con la palabra divina.
Los justos de Israel hacen de ella el motivo de su gozo
y consolación.¡ Cuán admirables, Señor, son tus tes-
timonios 1 exclama David; pm· eso los ha observado
exactame11te mi alma.¡ Oh cuá.n dulces son a mi paladar
tus palabms! más que la miel a mi boca. Ella me consoló
en medio de mi humillación; y tu palabm medió la vida•.
Salomón, su hijn, no pide a Dios más que la sabiduda, de
la que hace el más IJOmposo elogio : La sa1Jidu1·ía, e! ice,

1 l H.ey~. n, a. - 2 Juan, 1, '· 1 Rcelí .. m, JJ.- 4 Bcll., xvn, 6, e. - ::~Id., xY, 1~.
- • Salmó cxvm.
XVIII PRÓLOGú

vale más que todas las joyas preciosísimas y narla de


cuan/o puede apetecn·se es compru·nb/e ron ella'. El vm·ón
sabio está ll··no de fortaleza de espíritu, y esfvt•zado y
vigoroso el ánimo del qne confía•. Sin la ciencia de Dios
no hay sabiduría; lo< insensatos son los que ju11tamente
con la sabiduría despr·ec ian la doctrina•. Vanidad y no
más, son cie1·tamMte todos los hombres en quienes no se
halla la cie11cia de Dios•; los que no quie1·en t·ecibir la
instt·ucción mo1·i?·án en su ignorancia•. Su insensatez
será la fuente de sus desventur·as : Desdichado es quien
dtslk·ha la sabidn1·ia y la inst?·ucción, y vana es su espe-
?·anza,• sin fruto sus lt·abajos, e inútiles sus ob,·as•.
Cuando apareció el Verbo de Dios hecho came, siendo
fuente de toda. luz, enseñó que solamente había una cosa
n ecesaria, que es conseguir la vida eterna, y que la verda-
dera ciencia consiste en conoce?' a solo Dios verdadero y a
Jesuet·isto a quien envió' .
También el gr an Apóstol declara a los fieles de Cori nto
que no se ha preciado de saber otra co•a sino a Jesucrisro• .
Seguramen te, que san Pablo, instruido en la escuela del
sabio Gamaliel, y muy versado como sobradame nte Jo
pruebnn sus escritos, en los oradores, poetas y filósofos del
paganismo , no pretendía, hablando de este modo, de~pre­
ciar ni condenar· la dencia humana, sino solamente esa
ciencia que hincha el corazón y que no está vivificada poi'
la fe, esa sabidw•ía que Dios ha conuencido de {atuu•.
Muy lejos de ser hostil a los clescubrim ienlos 1lel e~pi­
rilu humano, la Iglesia los ha favorecido siempre. « Todas
la ramas de la ciencia, como también las letras y las artes
h:.n tenido en los Pontífices de Homa o in,.ignes r epre-
sentantes, o i\lecenas generosos, o guardi<Jnes vigilan les,

' Prov., vm, 11. - t Pro..., xx1v, o. - 3 Prov., r, 1. - " S.'lb., xm, l. - 1 Prov., x,
21. - 6 &1b., 111, IJ. - ' Jul\n, xvn , !. - 8 I Cor., 11, 2. - 9 l Col'., r, 20.
PRÓLOGO . XIX

aun en épocas en que los e"tur!ios se h ~ llab~n nb1ndona-


nados, e nterrarlas en el olvirlo las buenas doctrinas, y en
que la igno t'anci' y la barbarie destruían hasta los ú ' ti-
mos re!'>IOS rlc la sabidul'ia ant i~u aa. • Pero la Iglesia, liel
al espíritu de . Dios que la anim~, pone por encima de
todas las ciendas, la fe .
¡La ciPncia de la fe! Ella ha sostenido a los márt ires
en sus combates, ha poblado .Jos desiertos de modelos
prodigio>os de penitencia cristi., na, ha hecho florecer en
el munrlo tantas virtudes heroicas, ha corona<io con
aureola inmortal la frente de los Santos Padres y Doctores,
ha sido la gloria de las. universidades, ha civi lizado al
mundo y lo preserva aún de las amenazantes invasiones
del antiguo paganismo.
La Iglesia cumple , pues , una misión eminentemente
saludable al recordar sin cesar a los cristianos la necesi-
dad de instruirse en las cosas de la religión cuanto les
fuere posible y se lo permitieren los medios de que para
ello disponen.
Si; la instrucción religiosa es una necesidad' fJara todo
cristiano, y la primera de sus obligaciones. Si cada cual
está obligado a hacerse hábil en la p1·ofesión a que ha
resuelto dedicarse; si el abogado debe estudi"r con ahi nco
la jurisprudenda, el militar el arte de la guerra, y el
negociante el código de comercio, el cristiano que e,tá
obligado a amar a Dios y a crecer en su amor,¿ no deberá,
coñ mayor razón, empeñarse en progresar más y más
en el conocimiento de Dios y de sus perfecciones, de las
obras de su omnipoulencia y rle su sabiduría, justicia y
m•sericord ia. y en e l conodmiento de Jesul:risto, de sus
misterios y rloct r·inH, rle sus e¡emplos. y ele ln vida Pjern-

• Discurso de S. Lcó11 Xll! al Sacro Colegio el 8 de 'Marzo de 1886.


XX PRÓLOCO

piar de los discípulos que mejor le han imitado? ¿No


deberá estu·lial' los principios de la moral cristia na, las
dispo-iciones de la Iglesia relativa!' a la recepción de los
sacramentos, y todo lo que pueda contribui r a hacerle
adquirir una sólida piedad? ¿No deberá, por fin , recoger
todos los rayos de luz que pueden guiar sus pasos en
la noche obscura de la vida presente, hasta que brille
el gran rlía de la eternidad'?
Este estudio serio y detenido de la Doctrina Cristiana·
es mucho más indispensable en nuestros días, 'porque la
religión es ahora, como nunca lo ha sido, el Llaneo de
ataques incesantemente renov~dQs de parte de la ignoran-
cia y mala fe. Para perseverar firmes e n medio de esa
tem fJestad, es necesario que Cristo, como dice san Pablo,
habite por la fe en nuestTos corazones y que estemos
an·aigados y cimentados en la caridad' . Pero la fe nece-
sita alimentarse con el estudio de la verdarl c ristiana : si
carece de este alimento, no despide sino débiles chispas,
ha~ta que por fin se apaga.
¿Por qué hay tantos cri~tianos- débiles y vacilantes, sin
energía y sin convicciones, en una palabra, cristianos sólo
de nombre ? La causa de esa debilidad y de esa apostasía
es la negligencia que tuviero n en instruirse y fortalecerse
en la doctrina de Jesucristo, no asistiendo a las instruc-
ciones de sus respectivos pastores, ni leyendo obras de
acendrada y sól ida piedad , como la Sagrada Escritura
y las vidas de los Santos, y en fi n, no e mpleando medios
eficaces para hacerse verdaderos hijos de Dios.
Si la cienciá de la religión es necesaria al simple fiel ,
con mayor razón lo será al que, por vocación di vi na,
abraza la vida religiosa para tender a más alta perfección.
Los votos con 'los cuales se ha consagrado a Dios se fun-

1 Efe·•., 111, 17.


PRÓLOGO
• XXI

dan en la doctrina de la Ig lesia, en su dogma, en su mo-


ral y en su culto; existe, por tanto , par·a él un motivo
más poder·oso de est udiar con más ahinco la cien.:ia reli-
giosa, para que caminand o guiado por una fe siempre
a1·dienle y brillan/e' , pr·actique más per-fectamente los
deberes de su vocación sublime. Para él especialm ente,
dice la Sagra da Escritura : El j1Mlo justifíquese más y
más; y el santo más y más se santifique'. Estos pr·ogresos
en la per fección suponen una condición indispeo, able, que
es , ~egún el Heal Profeta, medila1· la ley de Dios, y
tener siemp?'e p1·escntes sus palabtas ' .
A este estudio está m á< obligado el religioso, s i su Ins-
tituto tie ne por fin especial .enseñar e l catecismo a los
niños. De él se puede decir, guar·dando la debida pr·opor-
ción, lo que en el profeta ~l a laquías se dice del sacer-
dote : En los lahios del sace1·dote ha de estar el depósito
de la ciencia , y de .su boca se ha de ap,.ende1· la ley•. Mas
para que así sea, antes de hablm· debe ap1·encle1· •.
S t tiene uno nect-siJad de insteuirse , dice san Augus-
Lín, pm·a convence rse a si mismo, lo necesita mucho más
para convence r a los demás y defenrl ct· la fe con tra la
impiedad. En la Enseñanz a religiosa, no hasta baiJlar con
claridad e interés, sino que es necesario añadir· a e -as
cual idades la más rigurosa ortodoxia. Tr·atándo se de la
verdad dogmátic a, no hay cosa tao f••nesta como hacer
decir a la I glesia Jo que no dice, enseñar como cosa de
fe lo que ~ólo es mer·a opinión, o atenuar, por el coutra-
l'io, las verdades que propone a nuestr·a creencia. En
moral , no es menos peligroso exagera!' en ;en ti do o un
en otro las prescripc iones de la ley diviua. La se1~da que
condt¿ce et la vida e terna es est¡·echa&. Es preciso no e nsan-

\ Juaa, Y, U. - : Apoc:., J'XII, 11. - a Salm~ C'"XItt, IC. - -' llalaq,, n. i. -


1 EceU., xvm 1 19. - 6 ll:u .. \'11, U . t
'

XXII PRÓLOGO

charla ni estrecharla , para no exponer las conciencias a


errar. En el primer caso, se expone uno a favorecer el
mal, y en el segundo, a presentar la virtud como imprac-
ticable. En la predicación, dice el Apostol, muést1·ate de
doct1·ina san a e i?Teprensible '. Para es.to, debe el cate-
quista procurar tener conocimientos exactisimos y preci-
sos de la Do.;trina Cristiana, de modo que no enseñe
nada de lo cual no esté moralmente cierto.
Con el designio de ayudar a conseguir tan noble fin,
ofrecemos al público el presente Ct¿?·so de inst1·ucción
reliyiosa. Gran número de obras excelentes se han dado
a luz en nuestros días, que tratan de la misma materia, 1
podrán consultarse con no poco provecho; si en ésta se
encuentra alguna novedad, consis te en una aplicación
más rigurosa del método cateq uístico .
Hemos .proc01·ado exponer en ella la doctrina con cla-
ridad, exactitud y método , apoyándola ·e n las definiciones
de la Iglesia, en la autoridad de la Sagrada Escrilura y
de la Tradición , y en razones teológicas brevemente presen-
tadas.
Quiera el Cielo bendeci,· este modesto trabajo hacién-
dolo servir para pr·ocurar la gloria de Dios y la salvación
de las al mas rescatadas con la sangre de su divino Hijo.

1 Tito, n, 8.
EXPO SICIÓN
DE LA

DOCTRINA CRISTIANA

PRELI MI NARES
Su.uAnto. - l. J)cl crlatlano. Dignidad, deberos y senRt del c.rt;;tlano. - ~.no ~~- nocnrtna
Crlaf.t:tnll. Sua lucntos. - n.ovalilefón divina. S1,grtula Etcl'ltum :Antiguo y Nuuvo 'l'tita.
mento. Autoridad de lot Libros Santo•. I~a Tradición. - S. E.tcolencln de 111
Oocu1na
Cr-iiUaaa. - 4. E.uudlo de 1• DoctriDA Cri.Bttana. Obll.g.elón de ette euudlo.
1 d iiJ)Oil·
c.lones que parn él ae requieren. Et eat.ectJmo. - lt. División do lA Doeutna
Crfnlana.

1 . Del ct•l stlnno.


1. ¿Quién es cristiano ?
Cristiano es el que, por la gr·acia de Dios, estando bau ti1.ado,
cree y profesa la doctrina de Jesucrist o.
2. ¿ Qu6 <¡uiere decir 1> palabl'3 cristiano~
La palabra c1·istiano quiere decir discípulo de Jesucrist o.
3. ¿ Po•· qut! decís )JOI' la g•·acia ({¡• Dios?
Porque la dignidad de cr·istiano es un don sol)l'enatural que
Dios concede por pura bondad, sin que nadie tenga a él der·echo
alguno.
Po>· ltt !JI'llcitt de ])ios soy lo q11e soy ' .
4. ¿ Por qué decís ~sl<lrldo bautí:ado ?
Porque el bautismo es el que confiero al hombr·e la dignidad de
cristiano .
Dígnidad del cristiano.
G. ¿ Qué señal imprime el bautismo en el nlmn?
Una ser1al espiritua l o carácter indeleble , que es como el sello
de Jesucrist o, y el signo de la eminente dignidad del bautizad o,
que para siempre queda consagra do a Dios.

1 I Cor.. xv. 10.


1. - ¡.::.xros. DOCTI\Ii'A.
2 DEL CRISTIANO

Vosotros habéi~ •·ecibiclo la unci6n clel Espíritu Santo ... Mantened


en vosotl·os la w1ci6n d ivina que <le él •·ecibistei$ 1 •
6. ¡, Qué bienes comunica el bautismo al cristiano ~
Le comunica los bienes sobrenaturales más preciosos : la gra-
cia santifican te, las virtudes infusas 1' los dones del Espíritu Santo.
Vosot ros sois el lilwje escogido, w 1a cla$e de sacet·dot•s •·eyes, yen te
sant.a ':! ,
7. ¡, Qué títulos gloriosos :tcornpai\an a la posesión de estos bienes?
t • El título de hijo adoptivo de Dios Padre.
Habéis ,.ecibido el es¡¡i>·itu ele <tdopcióa de hijos en vi>·tucl del crtal
clamamos: Abbct , esto es, Oh P acl>·e mi o•. - Mi rad qt~ó tierno cuno >·
!lacia 11osotros Jw tenido el Pctel,.e, qtw>·ienclo que n os lla.memos hiios ele
Dios y lo seamos en efecto •.
2• El de hermano , miembro y coheredero del Hijo.
No se desclcii.a de llama•·los he•·numos '·· - ¡,No sabéis q rte va~est·•·os
ctHll'p os so11 miembro~ tle C•·isto nuestra cabeza 6 ? - S ·i endo hijos , somos
tcmtbién he•·ede,.os : he•·ecle•·os de Dios, y eohc>·edu os con Jesu cristo ' .
3• El de templo vivo del Espír·itu Santo.
¿No sabéis vosot •·os que sois tem p lo ele Di.os y que el Espi•·itu de
Dios mo•·o. en vosot•·os'?
Deberes del cristiano.
8 . ¿Qué o blisaciones nos impone nuesll·a di:.;nidad tlc cristiano'?
La dignidad de cristiano nos impone obligaciones para con
Dios y para con nosotros mismos.
9. ¿ Qué obli gaciones nos impo ne para con Dios'.~
Nos obliga para con las tres divinas personas de la Santísima
Trinidad.
Para con el Padre nos obliga 1• a amarle con amor fi lial ; y
2• a guardar fielmente sus mandam ientos.
todo aquel que >wció de Dio! n o hace peccul.o 0 • - El t<mo•· ele Dios
coruiste eu. que obscn,eHtos sus rnandtonieutos to .
Para con el Hijo nos obliga: -t• a creer su doctrina ; 2" a imitar
sus virtudes ; y aoa confesarle au n a costa de la vida.
Q11ien n o da c•·édito «l Hijo, JIO ¡·e•·ú la villa, si110 que l<< ú·a de Dios
pe•·mo.11ecc sobn: SI< cabe~«".- Sccl imitadores mios, así. como yo lo
soy de Cristo"· - ;l quien me negcu·e dclcmte de los hombres , yo tam-
bién le •wyw·é clclcmt.e de mi Pad•·e 13.
1 I Juttn, u, 20 . 27. - ~ 1 l'edn>t 11 , !l. - 3 Rodt., Vlll, 1~.- 4 I Joan, m, 1. -
1 Hcbr., u, ll. -- G( Cor., \ 't, IG. - 7 Rom., ''m ) 17. - i J Cor.. 111, te. -u l Jtlan, w , ti.
- to 1 Juan, Y, 3. - 11 Jtt~ut, 111 , 36. - t~ ICor., XI, 1. - 1 3 M:t.t., x , 33.
DE LA SE~AL DEL CRISTIANO
3
Para con el Espíritu Santo nos oblig a: 1• a respetar
su prese n-
cia en nosotros; y 2• a ser fieles a sus inspi racio nes
.
.Si a/yutt o pl'o{ana>·e el templo de lJios, perde rle lla
Dios a él. Por-
qtte el templ o de Dios , qtte sois vosot•·os , santo
es'. - No apayu eis el
Espi>·it11 de Dios •.
10. ¿ Qu~ obli¡pcion~s para con nosotros mismos
dad de cristiano?
nos impone nuestra digni-

:-los obliga : 1• a despojarnos del homb re viejo ; y


2• a. revestir-
nos del homb re nuevo que es Jesuc risto.
DesmtCÜl4s del l11mb re viejo con stM accion es 3
• - Jleues lio.< del
homb•·e nuevo que lw sidn criado C01l(o>·me a la
image n de Dios en j us-
ticia y •anticlacl vet·da dn·a '·

De la señal del crist iano.

1'1.¿ Cuál es la insignia o sei~al del cristia no?


La insig nia o se1ial del cristi ano es la santa Cruz .
12. ¿ Por qué In scital de la ~nl3 Crut ~s la seita! del cristiano ?
Porqu e recue rda al cristi ano su dign idad, sus título
s glo rioso s
y sus deber es.
13. ¿ De qué manet·a recuer da ni crist iano su
Cruz'/ dignidad b seitnl de In santa

Recordánd ole que sobre la C1·uz, con el precio de la


sangre y de
la muer te de Jesu c1·isto, fu é resca tado de la escla vitud
del demo-
nio, y regenerado a la Yida sobr·enatural.
14. ¿De qué maner a In seilal de In santa Cruz
rccu~rda al cristiano sus
titulos gloriosos'!
Po r la invocación de las tres divin as perso nas cuyos
no mbres
pronu ncia : del Pad re, de quien es hijo adoptivo~
del Hijo, de
quien es coher edero ; y del Espír itu Santo , del que
es tem plo vivo.
15. ¿ De qué maner a recuer da al cristia no sus debere
Cruz'! s la seital de h santa
Reco rdánd ole que debe segui r las huell as de Jesús
cruci ficad o,
del cual es discípulo.
16. ;. No se pu~de tambié n consid erar cou1o un sí
Cruz? mbolo la seiiol de la santa
Si : pues nos ¡·ecue¡·da los pri ncipales misterios
de nuest ra
santa religi ón, que son la base y como el resum en del
dogm a cris-
Liano, a saber : la Santísima Trini dad, la Enca rnaci
ón y la Reden-
~ión .

1 2 1 Teu.l., v, t t
1 Cor., m, 17. - . - , CoJ., m , 9. - 'Ertt., t Y,. " ·

..
DE LA DOCTRINA CJ\ISTIAXA Y DE SUS FUENTES

11.¿ Qué virtud tiene la ~erial ole la saol3 Crut?


La serial de la san ta Cruz tiene la virtud de ahuyentar al demo-
nio, disipar las tentaciones y atraernos las bendiciones de Dios.
'ltl. ¿ Con qué sentimien to~ rlcbc httcerso la seiral de In Rn ntu Cr·uz?
Con vivos sentimientos de re, agradecimiento y amor.
10. ¿ Cuándo se debe usar• la seila l de lo santa Crut?
A menudo, pero especialmente, al levantarse y al acosta•·se, al
entrar en casa y al salir de ella , antes y después de las comidas,
al principio y al fin de las pdncipales acciones, y en los peligros
y ten taciones.

2. De l a Doctrina Cris tiana y de s u s fuentes.

2(), ¿ Qué es la Doctl'inn Cdstiana?


La Doctt·ina Cristiana es la doctrina que Jesucristo nos ha
ense1iado.
21. ¿ Es divina la Docll·ino Crisliono?
La Doctrina Cristiana es divina, porque Jesucristo, su autor,
es Hijo de Dios.
1\'sle es mi Hijo cal'isiono :escuchadle a él' , - Le~ docLI·ina que habéis
oicl<1 110 es solamente m fe<, si110 del Pac!?·e, que me lrct envictdo•.
22. ¿ Qué contiene la Doctl'ina Cl'istiana?
La Doctrina Cristiana contiene toda la revelación divina.
Revelación divina.

23.¿ Qué es la revelación• ~Jh·ina•t

La t·evelación divina es la manifestación extraordinaria que


Oios ha hecho a los hombres de lo que deben saber, cree¡· y prac-
ticar.
No ll'lW i t m . o1·igcn las ¡Jl'o(ccías de la volunt.ad de los homb•·es, sino
t¡u6 los vm'Oiles santos 1/c Dio$ l~ctblr,.on simdo ins¡¡ft•ados po1· 1·l Espi-
r·ilu Santo 3 •
-¡¡, ¿ Es posible esta manirestación ~
Segu¡·amenle: pues no se puede nega•· la posibilidad de la reve-
lación sin negar también la sabiduria y el poder de Dios : su sabi-
duría, suponiendo que no tiene nada que ense11arnos; y su poder,
negándol e una facultad que el homb re mismo posee.

• Revelación, dc1 lalin t•e, oposición, )' velm·e, ''clar : f(Uilat el velo. Mnni·
ft"'stacióu c.xlca·ior de clea·Las \'Cl'd;1dcs hecha por Dios ;,1 hornb ,·c de una m:. ..
IICJ'.:l cxh·nordinaria, prc1crn:1tural.
t llare.,1x, G.- ~ Jwm, :ca''• : •. - ~ ll Pedro, t, !1.
L \ SAGRADA ESCRITURA 5
2;) . ¿ Ex iste 1;, ,.c,·cl:lciún dh·in:.?
El hc~cho
de la rcvelacilin di vin:~ est:i consignado en los Libros
Sagrado~, confi rmado por la crPencia de Lodos los pueblos, y
demostrado pot· las pruebas rn(ts con vincentes.
2.6. ¿ Debemos Ct'CCI' lo que Oios ha t'c\·clatlo '!
Si: desde luego que Dios ha hablado debemos creer su palabra,
porque es la misma verdad.
Lct vel'detd del Se>10I' pennetnece ete•·ncw>cnte 1 . - To<lo cu¡ucl que
¡Je>·tenece « la ve1'dMl , csc«cha mi vo: ~.
27. ¡, Cuides son los e•·•·orcs con t•·a la revelación?
t" El racionalismo, el deísm·o , el naturalismo y todos los falsos
sistemas que rechazan la posibilidad y la existencia de la t·evela-
ció n; 2• el protestantis mo y todas las herejías que niegan alguna
de las verdades reveladas.
28. ¿Cu:a es el p1·incipio de esos Cl'L'Oros '!
La rebelión criminal de la razón con tra la enseñanza divina;
t:ebelión qu e se quiere justificar por el pretendido derecho del
lib>·e cxmnen, es decir, el derecho de someter todo al j uicio
propio.
29. ¿ Cmíntos períodos se dis tinguen en la revelación ~!
Tres : 1• la revelación p•·imitivc<, que promete el Red en lOt' a los
patriarcas; 2• la revelación mowica , que prepara su venida por
medio de. figuras y lo vaticina con profecías; y 3• la revelación
evangélica, que lo da al mundo con sus ejemplos y su doctrina.
Dios, qrw en ol?·o tiempl! lwbló « nuest•·os padres por los p,.o(etM,
~tos ha h«bladl! tilti>n«nHmte en est11s día$, po•· medio de srt Jiijo Jcsu-
et·islo "·
30. ¿ Dónuc está contenida la revelación '!
En la Sagrada Escritura y en la T radición.

La Sagrada Escritura.

31 . ¿ Qué es la Sagrada Escritura'/


La Sagrada b:scrilu ra es la palabra de Dios escrita por insp ira-
ción" del Espíritu Santo.

a Inspiración, del lat.in in, en ; ~J>i,·cu·e, soplar. Palabra que significa, on el


lenguaje teológico, la acción sobrenatural do Dios sobr·e un cscl'itor sagrado,
para dctel'minal' su \'Oiuntad a cscri.bir , e ilustl'ar su entend imiento de modo
que no esc•·iba sino lo que Dios quiere ~ conw lo <¡uiot•e.
1
Sa lmo cxv1, t. - !! Juan, xvJu, 37. - 3 Hebr., 1, l , 2.
6 DE L A DOCTRINA CRISTIANA Y DE SUS FU E!"TES

Toda esc•·itura i nspil·ada. de Dios es JH'Opi« pa•·a enseii.a•·, pam con-


vence•·, p«>'<t co•·•·egü· a los pecado res, })({l'<t <lil·igi>· a los bue nos en l<t
.i ustici<t o vi>·t ud 1 •
32. ¿ Qu ~ nombre se da ordinal'iamenlc a la Sag1·atla Escl'itura ·?
El de Biblict, es deci r, el Libro por excelenci~.
33. ¿Cómo se diviM la ~ag•·ada Escritu•·a ?
En dos pa rtes pr·incipales, ll amadas Antiguo y Nuevo Tes ta-
mento.
3-1. ¿ Po1· qué la Sagrada Escritura se Jlama Testcunento?
La Sag r·ada Escritura se llama Testamen to·', po r·quc es la
alianza de Dios con los hombres, ali anza que no ha s ido váli da
sino por· la muer te del Testado•·'.
35. ¿ Cuántos libros contiene la Sagrada Escri tura?
La Sagrada Escritura contiene setenta y dos libros, de los cuales
cuare n ta y c inco pertenecen a l Antiguo Testamento y vei nti siete
al Nuevo.

Antiguo Testamento .

36. ¿ Qué es Antiguo TesL'Incnto'l


Antigtw Testamento es la alianza que Dios hizo con los Isr·aeli-
tas, y q ue duró hasta J esucris\o.
37. ¿ Cómo pueden di1•idirse los libros del Antiguo Testamento?
Los libros del Antiguo Testamento pneden dividirse en tres
c lases : ·J• libros histó1·icos; 2·' li b ros mo•·ales; 3• libros l' ''o(éli-
cos .
38. ¿ Cu:íles son los li bros histó•·icos del Antiguo Testamenlo?
Los libros h istóricos del Antiguo Tes tamento son los c in co
libros de Moisés, o Pentateuco b, a saber: el Génesis', ell!:xodo·',

a Testamento, Uel latín teStlLmentwn, lét·mino con el cua l se ha tradu-


cido la palabra hebre-a qu e signHicn. aliauza, pacto.
b Pentateuco, de dos palabras grieg::.s : pente, cinco; y tetthos, oba·a. Nombre
colectivo de los cinco libros de Moisés.
e Génesis, del gc·icgo geuesis, nacimiento, generación. El primero de los
libros del Penta teuco, en e l que Moisés refiere el origeu del mundo I de has
n:.1 cioncs. Term ina con la muerte de .losé.
d txodo, del g ri ego exodo1J salida. Este libro se IJama así J)OI'quc empiez::..
con la relación de la salida de Egipto. Comp•·cndo tres partos : la primera
r"·efiere los 'aconteci mientos que prccedicrC\n a la libcl'ación del pueblo hebreo;
la segunda describe el modo con que Dios libcrló a su pueblo; la tercer•
cuenta la alianza que con él hizo Dios en el monle S inaí.
t ll 'l'hn., m, 16. - 2 Jlobr., IX, 16, 17.
ANTIGUO TESTH!ENTO 7

el Levítico>, los Números•, y el Deuteronomio<; el libro de Josué,


el de los Jueces, el de Rut, los cuatro de los Reyes, los dos de
los Parali pómenos~, los dos de Esdras, el de Tobías, el de Judit,
el de Es ter, el de Job, y los dos de los Macabeos.
39.¿ Cuáles son los libros mora les del Antiguo Testamento ?
Los libros morales del Antiguo Testamento son los Salmos•,
los Proverbios, el Eclesiastés', el Cantar de los Cantares, la Sabi-
duría y el Eclesiástico~-
40. ¿Cuáles son los libros proféticos del Antiguo Testamento"!
Los li bros proféticos del An tiguo Testamen to son : '1 • los de los
cuatro profetas mayo res, Isaías, J eremias (con el que va unido
Baruc), Ezequiel y Daniel; y 2• los )ibros de los doce profetas
menores : Oseas, Joel , Amós , Abdías, Jonás, Miqueas, Nahún,
Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarias y Malaquías.

Nuevo Testamento.
41. ¿ Qué es Nuevo Testamen to ?
NHevo Testamento es la alianza que Dios ha hecho con lodo el
género humano por medio de su di vi no Hijo, y que debe d01·ar
hasta el fin de los siglos.

' Levítico, de Levi , jefe de la tri bu consagrada especialmente al culto <lel


Sei"lOI'. El Levítico trata pl·incipalmente de lo qnc mira a las funciones de los
levitas y sacer dotes, de las ceremonias de la religión, de las diferentes clases
de SilCrificios, de las val'ias fiestas y del ailo jubilar.
' Números . Es el cua rto libro del Pentateuco, así llamado por que sus tres
primeros capítulos contienen la enumera.ción de las fam ilias del pueblo
hcbo·eo. Descri oe Jll'incipalmente la histol'ia de dicho pueblo ~n el desier to,
desde su partida del monte Si nal.
e Deuteronomio, del gt·iego dCI{iC}'()S' segu ndo; 'i tl&mos ley . Este último
1

lih1·o del Pentateuco es llamado así porqu e contiene pot· strJtmda ve:, en com-
peoclio, la ley. Recapitu la las leyes promu lgadas anteriormente l' contiene
ott·as uuevas .
" Paralipómenos, del STiego para, ce,.ca ; y leipeiu, dcja1' : cosas omitidas,
pasadas en si lencio. Es el nombre dado por los ::ietenta a los dos libo·os que
siguen a los cuatro de los Jlc)'CS, a los que sir\·en como de complemento; con..
tienen alg-unos hechos y p::u·ticularitlades 4.ue no se hallan en ningtm¡' otta
pa1·tc de 1:l Esc1·itu ra.
e Salmo, del gl'iego, psalm.o, de psallein, pulsar las cu~ rd as de un ins-
trumento, )', por extensión , cantar . Gomposición rítm ica destinada para
c::mta•·se con ;,'compo.ulamien lo eJe instruu1entos müsicos y en J>articula 1· del
arpa.
' Eclesiastés, del latín, ecclesh' , iglesia. En heb1·eo , el título de este
libro significa pl'Opiamcnte que 1·eww, y, por extensión, el que habla a la
reunión o 3Samblea . P1·esenta este libro un cuadro aürnirable de la \·anidad
del mundo.
u Eclesiástico, es decir, que es de la iglesia, y se usa en la asamblea, a
Ja que insll·uye. Contiene exhorto1cioncs en ravor .de la sabiduría r de la virtud.
g DE LA DOCTRINA ClUSTTANA Y DE SUS FUENTES

42.;. Cómo se clasi!ie.1n los libros del Nue•·o Testamento?


Los libros del 1\uevo Testamento se clasifican como los del An-
tiguo, en libros llistó,·icos, morales y p1·o{éticos .
43. ¿ Cuáles son los lib•·os histckicos del ['(u evo Testamento?
Los libros histól'icos del Nuevo Tes tam ento so n los cuatro
Evangelios•, escl'ilos por San Mateo, San Mar·cos, San Lucas y
San Juan, y los Hechos de los Apóstoles, escritos por San Lucas.
4,1. ¿ Cuáles son los libros morales del Nue"o Testamento?
Los libros morales del Nuevo Testamento son las Epístolas de
los Apóstoles, de las cuales tenemos catorce de San Pablo, una de
Santiago el Menor, dos de San Pedro, tt·es de San Juan, y una de
San Judas.- Las Epistola.s de San Pablo est.:in dedicadas, .una
a los Romanos, dos a los Corintios, una a los Gálatas, una a los
.Efesios, una a Jos Fili penscs, una a Jos Colosenses, dos a los Tesa-
loni ce nses , dos a su discípulo Ti moteo, una a su discípulo Tilo,
una a Filemón, y otra a los Hebreos.
45. ¿ Cu31es son los libros proféticos del Nue••o Testamento?
El libro del Apoclllipsis b escrito por San Juan.

Autoridad de los Libros Sagrados.

46. ¿Qué se necesita p:u·a cruo un libro se con¡:;idcre como sagrado'?


Se necesita que la Iglesia lo haya reconocido como inspi·l'(tdo,
y Jo haya inscrito en el canon • o catál ogo delo~ Libros Sagr·ados.

47. ¿ Quién ha inspirado o lo• autores sagrados?


El F.spír'itu Santo, quien, por medi o de un:ucc¡ón sobrenatural,
les ha movido la voluntad a escribir, e ilustr·ado la inteligencia de
tal manera que no han escrito sino lo que Dios ha querido, y
como Él lo ha querido; de modo que Dios es la causa J)l·incipCtl e
inmcdiCttCt de la Sagrada Escri tura , y el escrilot· sag rado , sola-
mente la causa insl.r·umental activa.
~8. ¿ Se diferencia la inspírnción de la re••elacíón?
Si: porqu e, 1• no todo lo que ha sido inspi r·ado en los Libros
Sagrados ha sido revelado, pues entre las cos:1s en ellos escritas,
las hay que los escritores sagrados conocían ya: 2• por·que no todo

~ Evangelio, del griego. e u. bien; y aggellú, anunciar; lile1·almente _buena


nueva. l..~' cloctt·;,u, dn .lc~ uctisto y el liln·o que l:t contiene.
t. Apocalipsis, del gr·icgo 1 apo, prir~lción ; y kahqJIO. cuhrir· : ,·evel;w en-
cubr•ienclo.
e Canon , ·.._lcl g•·icgo, l,·auort, rrgla, dec,·cto. Po•· <'S tt'nsióu , ca t;í logo de los
Lib••os ~ag•·ados. El cal!.logo de los libo·os del Ant i~no Te•t.11nenlo se atribu ye
• Esdras. El último c.1non Je los Lib•·os :;agrados e< el det Concilio de TI-en'.?.
LA 1'1\ADICIÓN 9
lo que ha sido revelado ha sido inspirado; pues en la Tradición
hay verdades que no están contenidas en la Sagrada Escritura.
49. ¿Cómo sabemos que los Libros Sag•·ados han sido escritos por inspira-
ción de Dios?
Lo sabemos por la enseñanza de la Iglesia, cuya autoridad es
infalible.
« Si alguno no recibe como santos y canónicos todos los libros de l:t
Sagrada Escritura, en tod~s sus partes, tales como han sido en um erados
por el Conci lio de Trento , y niega que sean divinamente iospiraduu
sea anatema l. n

50. ¿ Puede probar la l'azón la au toridad histórica de los Libi'Os Santos 9


Si, y con mayor fuerza de razones que si se tratara de un libro
histórico cualquiera.
Ella prueba, en efecto, 1• que los Libros Santos son cmténticos, es
decir, que son del autor o de la época que se les atribuye; 2° que
son ínteg;-os, es decir, que han llegado hasta nosotros sin ninguna
alterac ión esencial; 3• que son ve;·idicos, es.deci r, que sus autores
no han sido engaliados ni quieren engañar.
De donde deduce la razón, 1o que no se puede dudar de la
certeza histórica de los Libros Santos; 2• que, probando estos
libros, por el relato de gran número de milagros y profecías, el
hecho de la revelación divina, ésta se impone a nuestra creencia.
• Con el fin de q ue el homenaje de nuestra fe estuviera en conformi-
dad con la razón , quiso Dios añadir a los auxilios interio•·es del Espí·
ritu Santo las pruebas cxlet·iores de su revelación, a saber : los hechos
divino~ y sobre lodo los milag•·os y las profecías. Como estos hechos
prueban claramente la omn ipotencia divina y la ciencia inllníta de Dios,
son signos certísimos de la revelación divina, y apropiados a la inteli-
gencia de todos'· "

La Tradición.

s·t. ¿Es la Sagtada ESCI'ilura la única fuente de la Doctl'ina Cl'isliana?


No : hay otra fuen te aún que es la T •·adición.
52·¿ Qué es la 'úadic~ón '!

La Trctdicion es la palabra de Dios no escrita en la Dib li a, pero


transmitida de viva voz por los Apóstoles, y llegada como de
mano en mano hasla nosotros.
Jllant.ened las tt·adici<mes o doctrina que hubéis apt·endido, ot·a pot·
medio de la p t·edicaciún, ot·a por carta nues t.· a 3.

1
Conc. del Y<lUcano, Coust.. Dcf J'Wus, cap. 11, can. 4. - 2 /d., cap. m. - ~ 11 •res:li., u, 14,
'1"
iO DE LA DOCTRINA CRISTIANA Y DE SUS FUENTES

53. ¡) Podríais citarme algunas verdades que n os han sido tl·ansmitidas por
la Tradición ~ ele las cuales no habla el text<> sagrado?
Sí : por ejemplo, la inspiración de los libros del Antiguo y del
Nuevo Testamento, la virtud de la se1ial de la santa Cruz, la
determinación del numero preciso de sacramentos, el ba utismo
de los niiios, la validez del bautismo entre los herejes, la substi-
tución del sábado por el domingo, la Asunción de la Santísima
Virgen, etc.
54.¿ En dónde se contienen las cnsci'ianzas de la T1·ad ición '?
En los decretos de los concilios, en las actas de la Santa Sede,
en los libros litúrgicos", en las obras del arte c ristiano, y en los
escritos de los Padres y Doctores de la Iglesia.
55 . ¿Quiénes se llaman Padres de la Iglesia?
Los escritores eclesiásticos que la Iglesia ha reconocido como
testigos y representantes de la doctrina católicu, y que vivie-
ron durante Jos doce pri meros siglos , es decir, desde tos Após-
toles hasta Sao Bemardo , llamado el último de los Pad1·es ae la
Iglesia.
56.¿ Cuáles son los principales Padres de la Iglesia?
De la Iglesia griega, San Atcmasio, patt·iarca de Alejand ría
(296-373); San Basilio, arzobispo de Cesárea (329-379); San G1·e-
go,·i.o, obispo de Nacianzo (329 -389); San Juan CJ·isóstomo, arzo-
bispo de Constantinopla (347- 407).
De la Iglesia latina, Sao Amb,·osio, arzobispo de Milán (340-
397); San Jc,·ónimo, sacerdote (346-420); San Agustín, obispo de
Hipona (358-IJ.-30); y Sao G1·cgorio Magno, papa (543-604).
&7. ¿ A quiénes se da el nombre de Docto•·es de la Iglesia?
A los hombres eminentes en santidad y doctrina a quienes la
Iglesia ha concedido públicamente este título.
58. ¡, Cuáles son los Doctores de la Tglesia '1
A tos Padres ya mencionados, llamados Docto1·es mCt?JOl'es, hay
que aftadir los siguientes : Sao León Magno, papa (- 461); Sao
Ped,·o c~·isólogo, arzobispo de Ráveoa ( - 452); San Isido1·o,
arzobispo de Sevilla (570-636); San Anselmo, arzobispo de
CaDtorbery (1033-'1109) ; Santo Tomás de Aqni.n o, religioso
domin ico (1225 -12i4); San Buena-ventu1·ct, religioso franciscano,
obispo de Alba no (122·1 -1274) ; San Ped1·o Damia.no, obispo de
Ostia (988 -'1072); San BemM·do, abad de Claraval (1091-1153);

a Liturgia, orden establecido en las o raciones y ceremoni~s del servicio


didno, y particularmente de la santa Misa . Los libros litúrgicos son el
, Misal, el Pontifical, el Ritual, el Breviario ~- ('] M»·tirologio.
EXCELENCIA DE LA DOCTRINA CRISTIANA 11
San Hitm·io, obispo de Poitiers (- 367); San Alfonso de Ligo,·io,
ob ispo de Santa Águeda de los Godos (1696-·1787); San Fmncisco
de Sales, ob ispo de Ginebra (1567·1622) : s~n Ci.J·ito, patriarca de
Jerusalén (315-386); San Ci?·i.lo, patriarca de Alejandría (376-444);
y San Juan Damasceno (676-754).
59. ¿ Tiene la Tradición la misma autoridad que la Sagrada Escri tUl·a?
Sí : tiene la m isma autoridad, porque es igualmente la palab ra
de Dios.
• La revelació11 divina, según la fe de la Iglesia universal , declarada
por el santo Concilio dG Treoto, est'i contenida en los Libros Sagrados
y en las tradiciones no escritas'. »
60. ¿ A quién perlencc~ el derecho de intea·pretat· la Sagrada t::scritura )' Ja
Tradición?
A la autot·idad infalible de la Iglesia, depositaria de la verdad
revelada.
F.s la lglesiCI del Dios vivo, colwmJa y apoyo de /(1 veJ•d<lll' .

3. E xcele ncia de l a Doctrina CI·is tiuna.

61. ¿ A,·en taja a todas las otras ciencias, la Docll:ifw_Cristian:' o ciencia de.
la religión '!
Sí : porque es la ciencia más cierta, müs bella, más consoladora,
más necesar ia y más fáci l.
62. ¿ Pol' qué la clcncia de la religión es la rn:{s c ierta'/
Porque tiene por fundamento la palabra de Dios que es la ver-
dad misma.
El cielo y la lierrCI {altaJ'ÚIIj pe>'O m ·is p(I/C<b>·as 110 {altw·án".
63. ¿ Por qué la ciencia de la re li¡;ión es la más bella'!
Porque tiene por objeto lo más d igno de nuestra admiración
Dios y sus perfecciones inf1nitas, la obra maravillosa de nuestra
redención, el a lma h umana y su destino glori oso.
A ]Jlic(t. tu. corau)u. a mis 1nstt·uccioncs; lits cuales te sc1·ún dulces ~·
amables en depositúnclolas e·u tu pecho ·<.
64. ¿ Po1· <¡ué la ciencia de Ja rel igión es la 1n:'1s consolad01'a 1!
Porque es la sola que pone remedio ef1caz a l mal mo ral, es
decir, al pecado , y la que da al homb ,·e fuerza y resignación en
las pruebas .

1 Conc. del Vaticano, Const-. Def Filiu!, ca¡). n. - 2 1 Tlu\., m, lS. - ; Marc., xm, 31. -
' Prov., XX11 1 111 18.
ESTUDIO DE LA DOCTRINA CRISTIANA

P•·opuse, pues, tme•·me la sabiduría JUU"a que vivie•·a en com¡>a>'¿ía


m íct, subiendo que comunica•·á conmigo sus biet~es, y se•·á el consuelo
mio en mis cuidados y penus 1 • - E llu me consoló en m edio ele m i
hwnilla.ción; y l~t pa.labm me dió lct vida~.
65. ¿ Po1· qué la ciencia <.le la religión es la más ncccsaa·ia '!
Porque es la que nos ense!'ia nuestro futuro destino, nuestros
deberes para con Dios, para con el prójimo y para con nosotros
mismos.
Una sola cose< es necesa•·ia a. - 6 De qué le ~i•·ve al hombre el gana.·
tocio el n11mdo, 'si ¡>ie>·de su alma 4:1
66. ¿ Po•· qué la ciencia 'de la religión es la más racil'/
Porque la Iglesia nos la presenta en fól'Jnulas claras , breves y
precisas, cuya inteligencia da la gracia de Dios a los hombres de
buena voluntad.
La s abid uría se LleJu ve•· {ácilmente de los que la aman, y halla•· de
los que let b11s~a>! • .

4 . .Estudio de la Doctrina Cristiana.

Obligación de este estudio.

67. ¿ llay obligación de estudiar la Docll'ina Cl'isliana ?


· Si, porque Dios nos ha obligado a ello con un precepto formal.
¡ Oh ls•·ael ! E scucha los •·itos y las leyes que yo te enseño ... .Estos
m cmt.lamientos que yo te do y en este clía csta•·án empupetclos en tu
co•·aoón, y los ensll'ña.·ás a tus hijos, y en ellos meclita•·ás senta.clo en
tu casa, y andando ele viaje, y al a costa>· te y al levantarte •.
68. ¿ Po1· qué en nuestros días es rnás necesa1·io este estudio?
Porque son muchos los errores que, en materia de religión, se
extienden ahora pot' todas partes.
Vend•·á tiempo en que los hom b•·es 110 pod•·án wf•·i>· lct saHlt doc•
t>·ina, ... ce•·•·ctrán ws oícios ct lit vc¡•clcul y los ab>-i1·án Ct las fábulas.
Pero lit , vigilet, y sopo•·ttt las aflicciones ele tu múús tet·io ' ·
69. ( Es un gran mal la ignorancia eeligiosa (!
1

Si : la ignorancia religiosa es un gmn mal ; porque es c~usa


de un nu mero infinito de desórdenes y males que afl igen a los
individuos y a las sociedades, y conduce por fin a la condenación
eterna.

1 S..'l.b., \'111, 9. - t Saltuo CX\'IU1 ¡}u, - a I.uc., :X 1


..1:!. - ~ lt,at., XVI, JG. - :0 S:1.b;~ VJj 13,
:_ G Dcut ., 1\',' 1; VI, G, 7. - 7 11 'fln1., 1V1 3·0.
DISPOSICIONES QUE REQUIERE tSTE ESTUDIO 13
JJcsdichado es quien deseche. la aabid~<ria y la ituh·rteci6n, y cana es
'" cspera>I:a , sin (t•rtlo ' "s tmbajos, e in1itiles sus obras 1 •
70.;, A c¡ué edad se h• de empeur el estudio de la Doetrina Cristiana ?
Desde la infancia: 1• Porque los nitios, desde el momento en
que llegan al uso de la razón, estan obligados a amat· y servir a
Dios.
B~<cno es pco·ct el homb>·e el haber lleuaclo el yugo del Sei1o>· desde S«
mocedad ~.

2• Porque su alma sencilla y cándida, está naturalmente dis-


puesta a recibi1· la enseñanza religiosa.
Pedían ]Jan lo.< paru1tlitos 3 •
3• Porque las impresiones y los hábitos de la primera edad se
bo1·ran difícilmente durante la vida.
La sendn po>· la c1<al eomemó el joven a a ndar clcsdc el p>•i>teipio,
esa mi11na scgui>·á tcunbién cuatlclo uiejo 1.
71. ;, Se csl<i dis¡>ensado de este estudio en alguna época do la ••ida ·?
No : sino que, como los sabios de este mundo, que trabajan
sin cesar en adquit'ir nuevos conocimientos , debemos, y con
mucho mayor razón que ellos, durante toda nuestra vida, hacer
por adelan ta¡· en la ciencia de Dios.
¡ C1uín amable me es t" ley, oh Seiio>· 1 1'otlo el día es tllltterin de mi
meditación •.
72. Los maestros cristianos ¿están más cspecialmeutc obligados a estudiar
la doctrina cristh'ma ?
Sí : pues de la misma manera que los padres de familia cuyas
veces hacen, están obligados a inculcar en las almas de sus alum-
nos la fe cristiana. Cuanto más instruidos estén en la ciencia de
la ¡·eligión, tanto mt\s útiles cooperadores serán de los ministros
de la Iglesia.
Lo$ q«c l~ttbiet·en sido sabios b•·illa•·á,. como la !11: d el fi>"JJ.amenlo; y
eomo cst>·ella~ ¡>o•· toda ln ctcn•idad aqt~c!los que lmuic>·cn eusetlaclo a
m11cltos le• justicia o la virtu d ' .

Disposicio nes que requiero esto estudio.

78. ¿ Con qu é disposiciones se debe estudiar la doctriM cristiana'?


Con grande amor a la sabiduría, humildad de espíritu , pureza
de corazón, fidelidad y oración.

t Sab... m , 11. - 'T·n nos, m, .c. - ) Treoos., n·, 4. - "Pro\•., xzu, e. - 'Col., 1, lU
' Salmo CX\''111 , u. - 7 Dan., l;.U, J.
14 ESTUDIO DE LA IJOCTRINA CRISTIANA

i4. ¿ Por qué es ncces:wio el amor a la sabidul'ia?


Porque el amor a la sabiduda, e~ decir a la verdad y al bien,
es necesario para que nos apliquemos a aprender una ciencia
contra la cual se rebela la naturaleza corrompida por el pecado.
El princip io de la sabidtu·ia es un deseo since.-ísimo de la insl!·uc-
cióll '- - Dijo e n m co>YtZÓil el imensato: N o hay Dio• ' ·
75. ¿ Por <1ué es necesaria la humildad de espiritu ?
Porque la humildad abre la inteligencia a los resplandores de
la fe, e inclina la voluntad a aceptar con sumisión verdades que
sobrepujan a nuestro entendimiento.
Yo te glo>·i(r.co, Pact>-e mio, p o•·que has tenido encub ie>'l<ts estas cosas
u los sabios y ¡n·udentes del siglo, y lM has •·cvelatlo <t los pequeñuelos 3 .
i6. ¿ Por qué es necesaria la pureza de corazón '!
Porque la pureza de co razón nos pone en comunicación con el
Espít·itu Santo, que es Espi1·itn de verdad' .
B ienaventtwados los que tienen pw·o su co>·az6n °. Qtúen obm m al
abon·ece la luz e.
77 . ¿ Por qué es necesaria la fidelidad ?
·JoPorque Dios da· la inteligencia de su ley a los que la guardan.
He com¡n·e,.clido ·ntús que los ancianos, po•·qtte he ido investigando
tus p >·eceptos ' .
2° Porque el abandono del servicio de Dios conduce a la incre-
dulidad.
Er>·ados va•~ los qtte ob•·etn el ma l 8 .
78. ¿ Por qué es neccs...1.ria la oración~
Porque la oración nos atrae al Espíritu Santo, fuente de toda
luz.
Acc>·caos a Dios, y os ilwni11a?'<Í". b woqué del Seiior el e<pil'itu. ele
setbidiwia, y •e me clió •o.

El cat ecismo.
?9.¿ Cuál es la manera más popula1· de enseii;H' la Doclrina Cr·istiana?
El catecismo.
SO. ¿ Qué es el catecis mo?
. Una instrucción fami liar por medio ele preguntas y respuestas
sobre la doctrina cristiana.

t Sab., VJ, 18. - :: Salmo xm, 1 . - 3 Mat., x1, 2G. - .; J uan, XI\', l i. - :; Mat.., Y, 8.
- G JuntJ, m, !!O. - 7 Salmo c xvm, 100. - S Prov., XI\' , 1Z. - ~ Salmo x.xxm, 6. -
10 Snb., Vll , 7.
DI\"JSlÓN DE LA DOCTRINA CRISTIANA 15
SI.¿ No sa emplea t~mbién la palabra catecismo en otro sentido?
Sí : esta palabra designa también el libro qu e contiene e n com-
pendio la doctrina cristiana.
82.. ¿Qué importancia dn la Iglesia a la en~ ci1~n1.n catequistic:t?
La mayor, pues impone a sus ministros la obligación de e nse-
Ji a•· "la doctrina, y concede indulgencias tanto a los que la cnselian
como a los que la escuchan o estudian.
¡Oh cuát• het·mrsos son los pies de aquel que sobt·e los moJI les ammcia
!! p•·edica lapa~, ele aqttel que ammcia lt• buen a Hueva, de ar¡11el que
J»·cgon« la salud, !! dice « Sión : Beinat·ú el Dios tnyo y 11"1 con él'!

5. ))ivisiú n de In noc trina Cr is tiana.


83. ¿ En cliantas partes se divide la Doctrina Cristiana?
En tres, que son : Dogma, Moral y Culto.
84. ¿Qué comprende el Dogma?
El Dogma com prende todas las verdades que debemos creer.
85.¿ En dónde están contenidas estas ve•·dades?
Estas verdades están conten idas de una manera compendiada
en el Símbolo de los i\ póstoles.
86. ¿Qué comprende la Moral ?
La Mo1·alcomprende todos Jos deberes que tenemos q ue cumplir.
87. ¿ Dónde están contenidos estos deberes?
En los mandamientos de Dios y de la Iglesia.
88. ¿Qué comprende el Cu lto ?
El Culto comp rende los medios que nos ha dado Jesucristo para
honrar a Dios y santificarnos.
89. ¿ Cúa les son estos medios?
La o ración y los sacrame ntos, y especialmente el santo sacrifi-
cio de la Misa, qu e so n los canales ord inarios de la di vina gracia.
Est~s tres cosas, 'et Dogma, la Mora l y el Culto , las resume Nuestro
Señor e n estas palabr~s: Yo soy ltt-ve•·dad, el cami11o y l« vida •.
Es la -ve•·dad que debemos creer, el camino que debemos seguir, y la
-vidn de que debemos vivi1·.
HEC HOS IIISTÓR ICOS
S&~Ar. DE LA SANTA Cnuz. - Sella! con q ue marcaron los Israelitas las
puertas de sus casas . (Bxouo, xn, 22.) - Serpi ente de bronca. (Nti meros,
XXI, 8.) - Jesl•s en la C:ru1.. (Juan, XIX , 18.)
gSTUDIO o& LA DocTn tNA CmSTIAN,\. - Sam uel l' Jo:is en el Templ o.
(1 Reyes, lit; lY R eyes, xt.) - Jestis en medio d e los doctores. (Luc ., u,
'•1 -50).
---~---

1 2
lsafas, 1.11, í. - J uon, x1v, G.
'16 Pl\ELlMlNARES. - RESUMJ::N

H E SU MEN

Del cr istiano, -Es cristiano el hombre bautizado que, pOI' la gr acia de Dios,
cree y pt·ofcsa la doctrina de Jesucris to.
El bautismo eleva al homb1·e a una dignidad eminente, COJnUilic~lndole los
bienes espi rituales más excelentes l' Jos tilulos más gloriosos.
La d ig nidad de ct·istiano nos obliga : 1° para con el Padt·e, a un amot' filial
y a la exacta obse t'''ancia de sus mandamientos; 2u pat·a con el 11 ijo , a creet·
en su doctrina, a im¡tat• sus virtudes y a confesarle, aun con pelig ro de la
vida ; 3° para con el Espí1·itu. Santo, a t•espcta r su presencia en nosotros y a
ser fieles a sus inspiraciones; tt~o para con nosotros 1nl$mos, a despojarnos Ucl
hombre ,·iejo y a l'C\'Cstir·nos del nuevo.
La scf"tal de la santa CI~uz. es la scl\al del cristiano, y le r ecuerda su digniw
dad, sus títulos gloriosos y sus <lcbe•·es. Se la puede conside•·a•· como un
compendio del Simbolo, porque al hacer la sellal de la CJ'U< confiesa uno su
re en los tr es mister ios q ue son la base y fundamento de la rcligit)n c r i stian ~t .
Con viene s an tigua r$C a menudo 1 especialmente al pt·incipio y al fin de nues-
tras principales acciones, con vi\'OS sentimientos de re, agr<tdccimicnto )'
amor.
De la Doctri na Cristiana, - La Doctl'ina Cl'istiana es la doct•·ina que Jesu-
cristo nos ha ensei'iado. Esta doctrina es divina y contierlC toda la r evelació n.
· La t·evelación es la m;.m ifcstación cxtrao rdi_naria que Dios ha hecho a los
hombres de lo que deben conocer, cr eer y practicar , i\egar la posibilidad de
esta manifestació n es ncg:u· la infinita sabiduría y omnipoteocia de Dios; a
parte de que el hecho de la •·e,·clación est:i ' consigoado en los Libros Santos,
atestiguadO por la fe de todOS los pueblos, y demostrado con las pruebas m<ÍS
convincentes.
Debemos c•·eer lo que Dios ha •·evclado, porque es la misma verdad. L:~
r evelación ee divide : 1o en r evelación primit.it.·a., que promete el Hcdcntor a
los patriarcas; 2o en re,,elación moscdca, que lo prepa1·a y Jo anuncia; ~~ 3o en
re relación c,·istiana que lo cla al mundo. La r evelación está contenida en
la Sagrada Esc•·itura ~e n la Tr adición .
La Biblia, o Sagrada Esc•·itura , es la palabra de Dios escrita por inspira-
ción del Espíritu Santo , y se divide en An tiguo y Nuevo Testamento. El
Antig uo Testamento consta de cuare-nta y cinco libros, y el Nuevo , de \'Cinti·
siete, los cuales se clasifican en libt·os históricos , morales, y 7J,·o[éti-cos . -
Un libro debe ser tenido por Sagrado cuando la Iglesia lo ha r~conocido
como inspirado y lo ha inscrito en el canon o catálogo de los Libros Sagr:1 ..
dos. La razón misma prueba la certeza histó1·ic~' de los Li bl'OS Sagt•ados, pro-
bando su autenticidad , integl'idad y ,·cracidad , deduciendo de ahi la certeza
del hecho de la revelación .
La 1'radici6n es la palabta de Dios no esc•·ita en la Biblia, y tt'ansmitida de
\ iva ''oz pot· los Apóstolos y sus sucesores hasta nosot¡•os . - Las cnsciíanzas de
1

la Tradición están contenidas en los decretos de los concilios, en las actas


de la s~mta Sede, e-n los libros li t(u·gicos, (!U las OIH'aS del :l.l'tC cl'istianoJ y
en los esca·itos de los Padres y Doctores de la Iglesia. - La Tl'adición tiene la
misma autoddad que la ~a¡;rada Esc•·i tura , po•·q ue es igual mente la palab•·a
de Dios,
El derecho de interpretar la Sagrada Escritura y la Trad ición pertenece a
la autoridad infali ble de la Iglesia.
PRELHIINARES. - CUADRO SJNÓPTIC'.O 17
Excelencia de la Doctrina Crialiana. - La doctrina cristiana 3\'entaja a
todas las otras ciencias por seo• la m:\s cieo·ta. la más bella, la más consola-
dora, la m3s necesaria ~· las m:'tS fácil.
Estudio de la Doctrina Cristiana. - Hay obligación do estu dia r la ciencia
de l:1 relig ión desde la m{,sLe tnpr~ma edad y de conLinunt• dicho estudio en
todaa lns épocas de la vida. Tal estudio se ha M hacer con gl'3ndc amor a ia
sabidurin, humildad de cspít•itu, pua·cz:l de corazón, tidc1itlnd y or:~.ción.
El cn lccismo consiste en una instrucció n familiat· poa· pt·cgunto s )' respues-
tas, y es el modo ordinario de enseoiar la doctrina co·istiana. l.a Iglesia ha
d:..do siempre grandísima imporlancin a la enseñ;mza del catecismo.
División de la Doctrina Cristiana. - La Doctrina Cristiana se divide en
tres portes : Dogma, o verdades que debemos creer; Afora/, o deberes que
tenemos que cumplir ; r Culto, o medios que Jesucristo nos ha dado para
santit1caroo¡o;,

CUADRO SI NÓPTICO
1
Definición.
Caric«tr dol bantilmo.
Su dignidad Bienes que eomunlea el b:tuU.smo.
Del {
Títulos que aoompaf\an a H08 blenet.
ertttlano
S d bo ll'ara con lat t.ru dlvlnu peTIOnat.
Ul e rei PAJ'll CODi lflO 1DIInl().
(
S61'inl llel e ri&U:\uo.
( l)ofinlelón.
¡
~
AnUguo J,:bi'Oa blstflrlc~.
TOI!lAment o L bro& ruo rule15.
Nn Lur3IO~t\ lolbros proCétJcos.
1 F.tcrltura
dü 1:•
1t.. tbrot hlstórteot.

¡
re,·eJ:..etón S:tgrad:a. Nuevo

Su llOIIbllkloJ
1Te~t:amento ::::: ;!~~e:~.
Autoridad do 101 Ltbros S.'lt;r.tdos.
( J<:n dlmde Decreto~ de 1~ Concilios.
Do 1• Ohllgnelón do estl\n Aetat do la Sanra &!de.
doot.rlnn cref'lr en ella cout.cmld:ll lAbros Ht.l\rgleos. .
Tradición (\
erl.tlllnna
'l'ro& ¡;orfod o!l cat.óllca l " 11
en.Mcfmn~M.
'
Obr3 t dol nrt.o cr!ab:mo.
..
p.~~e.!"1t~~ (o
t loll Padree y
....vc"'res.
\ Autorlllnd do In. 'l'mdleldn.
ExcelencJa de In llroot.rhln ('rllllana.

l
Obligación.
Estudio de est~ doctrina. Ol'potJiclonB t'¡ue requt•re.
MI c:.teei:smo. Su hnportilaci:a.

\ División de ett... doctr1n:t.. }=~~-


{Culto.
PRIMERA PARTE
D OG I\IA, 0 VER DAO'ES QUE DEBEI\IO S CHEER

INTRODUCCIÓN AL SÍMBOLO

SuxA"IO. - Del Sfwbolo. - De loe dlttrentes SJwbolos. - Dl\'iiJón del Slmbolo.

Do! Símbolo.

1. ¿Qué se entiende por Símbolo en el lenguaje cristiano?


La fórmula abreviada de la Doctrina Cristiana.
2. ¡, Qué signilica la palabra símbolo'!
La palabra sím.úolo sign ifica reunión y sign o.
3. ;, Por qué es llamado así el Símbolo?
·1• Porque es una reunión o colección de verdades qu e debemos
c reet·, llamadas a1·licu.los; 2° porque es la divisa y serial del c ris-
tiano, y el santo y set1a del soldado de Jesucristo .
A tcu·lis mis palalu·as como po1· se>ial en ltr memo •
1

De Jos dilereutes Símbolos.

4.¡, Cuánl<ls Símbolos principales se co nocen~

Cuatro: el Símbolo de los Apóstoles, el de ;\icea, el de Constan-


tinopla, y el de san Atanasia.
5.¡, Cuál de los c•wt•·o es el más usado ~

El Símbolo de los Apóstoles, así llamado porque Lme s u origen


de los mismos Apóstoles, qu ienes lo compusier on a ntes de sepa-
rarse para ir a predicar el Evangelio .
6. ¿ Pot· fJilé com¡HudCI'OH el SílliiJl>IO los Apóstoles?
·1• Para dar a los cristianos un resum en fJcil de la doctl'ina de
Jesu cristo ;
2u Porque debiendo tener los c ri stia nos la mi sma fe, con ren ia
qu e tuviesen la misma fórmul <t para exp resa r·la.

1 Oeuc..,. n, S.
DIVISIÓN OEL Sf~IBOLO 19
7. ;. Qué es el Símbolo de l\ice3 ~
El Símbolo en que Jesucristo es decla•·ado ronsustanciol• al
Padre. Se compuso el a1io 32il, eo el concilio ele Nice~, celebrado
conll·a AITio y ~us secuaces, que negaban la el ivinidad de !\u estro
Sc110r Jesucri sto.
8. ¡,Que es el Símbolo de Constantinopl:o '?
El mi~mo que el de Nicea , nel r.ual no difiere má~ que po•· la
explicación sobre la divinidad del Espíritu Santo qur, en el a•io 381,
a1ianieron los Padres del primer concilio general de Constantino-
pla, en donde fué condenado el heresiarca Macedonio. - Este
Símbolo es el que se canta o reza en la santa Misa todos los do-
mingos y fiestas principales.
9. ¡, Qué es el Símbolo d<' san Al:masio?
El Sím bolo compuesto segú n los escritos de es le ~anto, arzobis po
de Alejan•lría. Este Símbolo se extie nde más que tos precedentes
al tratar de los principales misterios de nuestra santa religión.
- Se reza en el oficio de Prima del domingo.
10. ¡,Contienen estos Símbolos la misma doctrina que el de los Após-
toles1
Sí: contienen la misma doctrina, pe1·o más desa•·•·ollada en cier-
tos artículos, co n el fin de precaYer a los fieles contra nu evas
herejías, o falsas interpretaciones.

División del Simbolo.

11. ¿ Cn:íntos artículos encierra el Símbolo 1


Doce, y son los siguientes:
·1• Creo en Dios Padre Todopoderoso, Criador del cielo y de la
tierra;
2• Y en Jesucristo s u úni co Hijo, N uesll·o Serl or· ;
3" Que fué concebido por obra y g racia del Espiritu San to y
nació de Santa María Virgen ;
3" Padeció debajo del poder de Poncio Pila to, fué c ru cificado,
muer'Lo y sepultado;
5• Descendió a tos inflemos, y al tercero día resucitó ele entre
los muertos;
6• Subió a tos cielos, y estú sentado a la diestra de Dios Padre
Todopoderoso;
7° Desde allí hart e ven ir· a j uzgar a Jos vivos y a tos rnuer tos.

• Consustancial, del lalin cum, junt:unente su(Jslanll'a, susta ncia; de la


1

rnismn sustancia. Por e.stn pal:,bra quiso el concilio de Nicc.n munifesta r la


unidad de sust.3ocia en las tres divinas personas de la Santísima Trinidad.
20 DJVISIÓ:-1 OEI. Shi BOLO

8• Cr·eo en el Espirilu Santo:


!l<• La san la Tglesia católica, la comuniriu roe Jos Santos;
1()o ¡.;¡ perdón d~ los pecados:
11• La resurrección de la carne;
•12• La vida pe1·durable.
1~. ¿ Cuúntns clases do Yerclaclcs cncict·ra el Símbolo?
Dos clases: verdades del orden nattc,·al, y verdades del orden
SOb!'C!WI 1!1'(1/.

·Ul. ;, Quó sn entiende por \1 e1·d~ules del Ol'th.m nntu•·rt l '!


Aquellas que la razón humana ilustr·ada pnede descubrir y
demostrar ; por ejemplo : la existencia de Dios, su -pr·ov idencia. la
inmol'laliclad del alma, la recompensa del bien y el castigo del
mal en la vida futura.
14. ¿ Qué se entiende por verdades del orden sobrenotural '!
Aquellas verdades que no pueden ser· conocidas sino por re,·e-
lación; por ejemplo : la Santisima Trinidad, la Encarnación del
Hijo de Dios, la Redención de los hombres por su muerte de
Cruz, etc.
15. (. Cómo se pueden clasificar los doce artículos del Símbolo 1
En tres g r·upos : el pri mero comprende únicamente el pr·i mer
artícu lo, y Lrala del Padre y de la obra de la Creación; el se-
gundo comprende los seis artíc ul os sigui en tes, y trata del Hijo y
del mi sterio de la Redención; el tercero lo forman los cinco últi-
mos arllculos, y trata del Espíri tu San to y de la ob ra de la Sa nti-
ficación.
16. ¿ Cultlcs son los debe•·es del c•·istiano con relación al Símbolo?
1• Saber·lo de memoria y rezarlo con fr·ecuencia;
2• Rezarlo con fe ,·iva en las ,-erdades que encierra y con espí-
ritu de oración;
3• Proresar exteriormente las verdades que contiene, cuando
las circ unstancias lo exijan.
Es •wcescu·io cree•· de co•·azón ¡,u,·a justific(O•se, y confesa.· la fe con
lns pnlnb•·as u obras ¡•a•·a salva•·sc '· - E•ubnr:ad cu todos los e ncuen-
tros et lll'Oqttel de la fe, con que podáis <IJillfl"'' tocios los llw·dos encen-
c!ic!os del nwligno espíritu •.

llEf. UOS III S'rÓRICOS


Pno~'Esró¡.;
ov. Ft; . - Fidel idad de Daniel en la cautividad. (Oao. v1, 10.)
- Conduela de los tres jó,·coes cornpa•icros de Daoicl. (Id. ur, ·12.) -
l-os Apósloles ante el saoedrin de los judíos. (Hechos, 1v.)

t Rom., ,;• 10. - ' IU., v¡, 16.


'
SECCION I
DE DIOS PADRE Y DE LA CREAC IO N

Primer articulo del Símbolo.

C>·eo en Dios Padre Todopoderoso , C>·iado>· del cielo y de la tie>Ta.

Esta sección comprende nueve capítulos , que tratan respecti-


vamente:
t • De Dios; 2• de la Santísima Trinidad; 3• de la Creación ;
4• de Jos Angeles; 5• del hombre ; 6• del Mesías prometido;
7• del Mesías preparado; 8• del Mesías figu•·ado ; 9• del lllesías
predicho.

CAPÍTULO I
DE DIOS
l. &U(t ncta. de Dtos. - 1. De Dios. Significado dé estas [W'Llobras :Oreo en
SUlr.IAniO. -
Dios. - 2. Pruebas de la existencia de Dios. Prueba tlslca. Pruebas wetaflstcas. J>rucbas
momlea.
11. Na tu.ralt %(1. v perf*ionts de Diol. - 1. Nombres dtvlllos . - 2. Naturalezn do Dios.
- 3. At.rlbut<ls divtno.s. - Atributos absolutos :Infin idad, unidad, slru¡)lfcidad, lndcpeu·
dencla, innmtsblllda.d, eternidad, lnmcn&tdad, lntellgcncta y volunt.:ul. - Atributos rolA·
th·os: santld:&d, justicia, verncld:ld , misericordia, omniprt'!WilCfll, l!abidurla, bondad y
omni¡>Otencln. - 4. Providencia dh'l on. ObJcetóu 11aeada de la exlst.oucla del rual. ·
l ll. EN'OJ'ts !Obr e Dfo8. - Ateísmo, JJantela,_no, poUL01smo, du:\llsmo, naturalismo, do1sr.no,
raetonall~mo , po!ittvlsmo y pesimismo.

ART(CULO l. - DE LA EXISTENCIA DE DIOS

1. De Dios.

L ¿ Cu:íl es la p1·imera ve•·dad que nos enseiw el Símbolo?


La exis tencia de Dios.
El que se llega a Dios debe cree>· que Dios exist.e '·
2. ¿ Quién es Dios~

Dios es un pu ro espírilu, in fi nitamente perfeclo, Criador del


cielo y de la tie rra, ·y soberano Se1ior de todas las cosas.

t llcbr.1 XI, G,
22 PRUEBAS DE LA EX I STE~CIA DE DIOS

3. ¿Qué se qu iere decir con las palabras : C•·eo eu TJins?


Se quiere decir : 1• Creo que hay un Dios principi o y fin de
todas las cosas.
La vida etc>·nct con.~iste e» conoce>·te c1 ti. <olo Dio• ve,.tlafle.·o '·
2• Creo a Dios, es deci1· todo lo que Él ha re,•elallo.
Fiel es el Se>!o>· e>l lodn< sr1s 1~~"0mc.•ns •.

3• Confío con amor en su protección, porque es la misma


bondad.
C:CH·i.;imo~, ?I0$01>'0,, somos ya ailol'a hijos d1: Dios' .

4. ¿ Cómo sabemos que Dios existe?


Sabemos que Dios existe por la revelación y por la l'(t~ón.
5. ¡, Cómo lo sabemos po•· la >·cvclnción?
Po rque Dios mismo DOS ha probado su existencia po1· las reve-
laciones que ha hecho a los hombre s desde Adán hasta Jesucristo.
G.¿ Es ar·tienlo de ro la existencia de Dios?
Sí : porque la Iglesia declara anatem a• a quienqu iera que
niegue la existencia de un solo Dios Yerdadero, Criador y Se•ior
de todas las cosas vi~ i bl es e invisibles •.
7. ¿ Cómo • abemos po1· la •·azón que Dio• existe ?
Po•·que, por la consideración de las cosas creadas , puede ele-
varse la razón al conoci miento cierto de un solo Dios verdade ro •.

2. Prue bas tl e l a exis te ncia tl e Dios.


8. ¿Sobre qué principio se 3JlOya la ro1.ón pa •·n elevarse hnstn el coooci·
miento de Dios, po•· la consideración de lu criatu•·as ?
Sobre el principi o de que cualqui er cosa que no tiene en si
misma su razón ele ser, clebe tenet· la en otra que tenga en sí su
razón de ser.
!l. ¿ Cómo se elosifican las pruebas de la existencia de Dios que se apoyo
o
sobre esle )>rincipio?
En p•·ucba física, pruebas metafís icas y pruebas morales .

Prueba lisica.
10. ¿Qué es la pl'lacba risica?
La prueba fisica. o de las causas {males to, es la que se saca de
-Anatema , del (p•icgo ana., scpn•·ació n ; tithét)li, colocar. Prrsona SCJl:lr:tda
rJ c la sociedad de los Heles; pc1·sona exco•nulgad;l,
~ Causa . principio de una nuc,•a existenci a: lo que
haec que una cota sea,
o se ercctüe. 113y cuatro especies de causas : 1• causa t{iciente : es aquella
t Ju:m, :;u u, 3. - t ~1\lmo c:U.I'r, U. - a 1 Jcaan, 111 "Cone. del V#ltleano, Con~t.
1 :. -
Dtl Filiu1, Cl\p, J, can. J. - s Id .. c:1p. 11, can. l.
PRUEBAS )IETAFfSICAS 23
la consideración de las relaciones que existen entt·e los medios ~·
los fines de los seres que componen el mundo exteriot·.
11. ¿Formulad brevemente esta prueba"!
u Vemos, dice Santo Tomtis, que los seres desp rovistos de inteli-
gencia, como Jos cuerpos físicos, tienden a un fin, pues se mueven
siemp re, o muy a menudo, de la misma manera, para obtener el
mejor efecto. Luego no al acaso, sino intencionalmente, consi-
guen su fin.
a; Pero las cosas pri,·adas de inteligencia no llegan a su fin,
sino bajo la dirección de un ser inteligente, del mismo modo que
la flecha no da en el blanco sino dirigida por el tirador.
«Hay por consiguiente un set· inteligente que conduce las cosas
a su fin, y este ser es el que todos los hombres llaman Dios. l>
P t•cgrtul<< si 110 a las bestias, y le lo euse>l<o·átt : y a l<c. aves del
ciclo, y te lo declM<t>"<Ítt : habla con lu tie1-r<< 1 y le 1'espoude1·á; y le
lo l"e{ui>·án los peces del 111a1'. ~ Qrtitf~t 110 sabe que la mauo del Se1io>·
lli:o todas estas cosas 1 f - 1'r't <lispones todas las cosas con j11sla
meditla, 11Ítme1·o y peso •.

Pruebas metafísicas.
12. ¿ Qué se llaman pruebas mctafisicas·!
Se llaman pruebas metafísicas las que se sacan de la considera-
ción de la naturaleza de las cosas.
·18. ¿ Qué ha¡· <1ue considel"31' en las cosas de este mundo para elevarse
hasta. el conocimiento de Dios'!
La con tingencia de los seres, la subordinación de las causas
eficientes, y el movimiento.
t.\ . ¿ Cómo p•·ueba la existencia do Dios la cootinsencia de los scre. ?
Los seres de este mundo son contingentes •, es deci t·, que así
como existen podl'ian no existi t·, pot·que la existencia no les con-
viene necesariamen te : luego no existen po r sí mismos.
Pero todo ser que no existe po r si m istno ex iste po r otro
ser distinto. Los seres de este mundo existen, po r tanto, e u
que 1)()r una neción risic.a hace t¡uo se produtca el erecto; 2·• causa materiul
o materia : es aquella de fi'IC una cos.:l estit hecha; 3• cuu.rtt (o•·mal o rorma :
es actuella que coustituye a un ser en su especie; 4• cnust' finat o fin : es
aquel ha que detcr111ina a obr..u· :a J:a causa eficiente.
La caus..1 eficiente de una cst.tttua, por <'jcmplo, es el escultor: la causa mn.tc-
ri-.1, l;i tníJdera. el m~tt·rnol. etc.; l:a causa formal, la t'CJ)I'Oducción de la rigm·a
<(UC el ar·thd:a quicl'c lwcct·: y en Jin, la causa final, la glo l'ia o l;~ .,ananci:-..
11 Coutingonte, del
latín, couliugen!1 alca:utal', lle~a t·; lu •¡uo puede o no exis-
Ht. Fuc••a de Dios lodo as contin gente. - La cou tin!Je,u.:ia CK la posibilidad. de
que. una cosa suceda o no suceda.
1 Job, xu, 7·9. - 1 &b., xr, 21.
24 PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS •

virtud de otro ser, que es el ser necesario. Si este ser por quien
todos los demás existen, fuera a su vez con tingente, tendría su
razón de ser en otro, y éste, en otro, y así sucesivamente ; pero
como no se puede proceder en infinito, hay que detenerse en un
set· que tenga en su esencia la r•azón de su existencia. Este ser
necesario es Dios·.
15. ¿ Córno prueba la existencia de Dios In subordinoción de las causas
eficientes?
Ningú n ser puede produci t•se a si mismo; pues el ser que a sí
mismo se produjera existiría antes de existi r, lo cual es absurdo.
POI' consiguiente, todo ser producido , lo es por otro que es
su causa eficiente, como se observa en una se1·ie de seres vivos,
plantas o animales, que nacen unos de otros. ·
Pero como no se puede proceder en infinito, necesario es pa-
•·arse en una causa eficiente pri mera que haya producido el pri-
mer térmi no de la serie sin ser producida ella misma, pues de lo
contrario no habría causa eficiente SP.cundaria, ni se produciría
nada. La primera causa eficiente es Dios.
16. ¿ Córno se prueba la existencia de Dios por el mo••irnienw ?
La materia es esencialmente inerte por su naturaleza; es indi-
ferente por sí misma al movimiento o al reposo.
Po1· consiguiente , todo movimiento de un cuer po supone una
cau$a de movimiento, un motor . Si este motor es movido, nece-
sita a su vez otro motor, y éste, otro, y así indefinidamente; pero
como no se puede proceder en infinito, preciso es para1·se en un
motor primero que mueva todo sin ser· él movido; pues, de lo
contrario, no habría motores secundarios. Este motor pr·imero
es Dios.

Pruebas morales.

J7. ;, Quú se llaman pruebas mora1cs'!


Se llaman pruebas morales las que se sacan de la misma natu-
ral eza humana.
·18. ¿ Cm\ les son l~s p••inci1>ales pn~ebas rnornlcs?
La pr ueba por el consentimient o universal, y la pr ueba por la
ley moral.
10. ¡, Cómo se pru~ba la exisL0nc:la de Oioa por el consentim iento uní ver·
•al ·¡
Todos los pueblos, siem pre y en todas partes, han reconocido
una divinidad a la que se debe rendi r culto.
• No existe nación ninguna , por inculta o bárb3ra que sea, que ignore
PRUEBAS MORALES 25
c¡ue existe un Dios, aunque no conozca cuál es su naturaleza. » (CrcEnóN.)
« Yo, por mi parte, declaro que no conozco un solo pueblo al que co:J
alguna apariencia de razón se pueda llamar ateo. » (DE QuATREF,GES.)
Ahora bien, cuando una creencia universal y perpetua tiene
por· objeto una cosa fácil de conocer de g ran importan cia y con-
tr·aria a las pasiones, es una cr·eencia fundada en la verdad;
pues no puede exp licarse sino por la evidencia de la intu ición o
del raciocinio.
Tal es la creencia en la ex istencia de Dios. Tiene po1· objeto una
cosa fácil de conocer, pues la razón humana. se eleva sin dificul-
tad de la consideración de los seres de este mundo a l conoci·
miento de su autor. La existencia de Dios es la cosa que e n más
alto grado interesa a todos los h ombres, pues la vida del hombre
se encam ioará muy di ve1·samente segim Dios exista o no. La exis-
tencia de Dios es una cosa contraria a las pasiones : el esfuerzo
de las pasiones tiende a borrar del pensamiento la idea de Dios,
testigo, juez y vengador del vicio.
Luego el consentimiento universal en favor de la e xistencia de
Dios es una prueba de que Dios existe.
20. ¿ Cómo prueba la existencia de Oios la le)· moral'!
Todos los hombres se sienten encadenados por la ley moral, la
cual les manda ciertas cosas y les prohibe otras, y sPgún que obe·
dezcan o quebranten esta ley, s ienten en sí mismos gozo o remor-
dimiento.
De ahí se s igue que existe un legislado r universal y supremo
que obliga a la voluntad humana a hacer el bien y a evitar e l
mal; un testigo de todas nuestras acciones, y un juez infalible e
inevitable, que recompensa o castiga por medio de Jos gozos o
remordim ien tos de la conciencia. Este legislador, este testig-o y
juez es Dios.
Uno •olo e.< el legislado•· y el jue:, que ¡medc salvw· y puede pe>·cle>' 1 •
- Mim que e/. testigo de mi úwccncic• está en el cielo, y alli a>Tibct
•·eside el que me COIIOce a {onclo •. - Bieuavetltru·adO$ los q"e }n·oeeden
si>l mancilla, los que camincm seg/r.n la ley del Scito•·' . - Para los
impíos no hay pao, dice el Se·iio•· 1 .
~l . ¿Qué conclusión debemos sacat· de l~s p1·uebas de la ex istencia de Dios '!
Ésta : que no se exp lica nada sin Dios, y que con Dios se
expl ica lodo, porque Él es la causa primera de todas las cosas.
Yo soy el alfa y la omega, ei¡Jrincipio y el fin de tod~s las cosas, dice
el Seño•· Dios, que es, y que e>"a, y q11e ha de ven t.·, ct 1'oclopocle>·oso ' ·

1
S:mt., n ·, 11. - ! Job., X\'1, 20. - , S3lruo ex \'JH, 1. - 4 Is:.ins, xLvm, 22. - ~ Apoc., 1, .S.
2. - EXI'O$. OOC:TI\IN,\.
26 NO)IBRES DlVINOS

22. ¿Qué sa tlobc pensar de los pratcntlidos sabios qua niegan In existencia
de Dios·¡
Que son unos insensato s que andan en linieblas •, y unos cere-
bros vacíos de la verdader a c iencia.
Va,lidacl, y no más, so11 ciet·tamen tt tocios los llomb>·es en q11i1mes 110
se hallct la ciencia de Dios¡ y <¡11e 7>0>' los bienes visibles 110 llega•·on a
e>ttemlet· el Set· Supremo, ni considet·ando las obras •·eco,ocie•·otl e! A rtí·
{ice ele ellas~.

ARTÍCULO JI. - NATURALEZA Y PERFECCIO:XES DE DIOS

1 . N o mbJ•e s d l vinos.
23.¿ Podemos nosotros dar nombres a Dios?
Nosotros no podemos dar a Dios nombres que expresen de una
manera adecuad a• su esencia infin ita, po t•que dicha esencia no la
co nocemos en es te mu ndo tal cual es en sí m isma; pero podemos
darle nombres que ex pt·esen lo que conocem os de Él pot•la creación.
24. ¿Cómo el conocimiento tle las c•·iatuJ'3S nos pe•·mite da•· nomb 1•es a Dios'!
·J• Las cria lu r·as, consider·ad as como impe r·fectas, nos inducen
a alejar de Dios toda impet·feccióo y a servirno s para ello de tér-
minos 11egatiuos, como infinito, incompr· ensible, incorpór· eo,
inmutable, inmenso , sin princip io y sin fin .
2• Como las cl'iaturas tienen relacio nes con Dios, expresam os
nosotros dichas relaci ones con términos 1·elatiuos, como su-
premo, soberano , altísimo, sefior, creador, adorable , bienhech or
y tem ible.
3• Como las cr·iaturas tienen además cualidad es, pero limitadas ,
concebim os nosotros esas mismas cualidad es en Dios, pero en un
grado infin ilo de perfecció n , y las ex p resamos por medio de tér-
minos a{i,.mativos y 11bsoltttos, como ser, vivo, inteligen te, bueno,
poderoso , etc.
25. ¿ Cuáles son los nombr~s que la Sagrada Escritura da a Oios?
La Sagrada Escritura da a Dios pl'i ncipalme n te los nombres de
Adonaí, que significa Serio r·, y de .Jehová, que se interpret a
«El que es».
« Respondió Dios a Moisés: Yo SOY EL QUE SOY. 1' ai/aclití : Dil·<is a los
hijos cle Isrcwl : J~r- Qut: r·:s, me lw enviado a ·vosoh·os "· »

• Adecuada , tlel l3tin ad, a., h3eia; requaJ·e, iguala•·; entero, total, igual 3
su objeto. Se dice de los ideas y de los conocimie ntos. Una idea es ade-
euadn a su objéto cuando co•·•·es¡)onde completamente a su nntu r·n leza y a sus
propiedades .
1 Ecle&., n. u . -
~ Sab., xm, l. - a É.xOllu, nr, H.
ATRIBUTOS DE DIOS

26.¿ Pol' qué se llama Dios EL que es9


Por·que e~ta definición resume lo más sublime que se puede
decir de Dios. 1!:1 es el Se1·, absolutamente, sin restricción . Por
consiguiente, no puede dejar de ser, es el ser necesm·io y la ple-
nitud del ser, ·infinüo o sin límites, y pet·{ecto porque no le falta
nada.
2. Natu r a leza de Dios.
27. ¡,Qué se entiende por natu ,•alez.a o esencia de un ser?
Por natw·a~ezct o esencia de un ser· se entiende aquello por lo
cual es lo que es, y sin lo cual no sería.
28. ¿.Podemos conocer la natu raleza de Dios tal como es en si 1:nisma?
En la vida presente no vemos a Dios, y no podemos conocerlo
sino por medio de las criaturas.
En el Cielo lo veremos tal como es en sí mismo; sin embargo,
no podremos conocerlo de una manera adecuada, porque es infi-
nito en su esencia y en sus perfecciones, y nuestra inteli gencia
mu)' limitada.
Al p•·esetrte n o vemos a Dios sino como en ""espejo, y baio imágenes
obscums ; pe•·o entonces le ve•·emos ca•·a a ca•·a 1 •
29. ¿ Có1oo nos 3)'udan las criatm·as a conocer a Dios?
Siendo las criaturas por su esencia seres contingen tes, es decir,
ex istentes por otro, nos llevan natu ralmente al conocimien to del
Ser necesario, es decir de un set' cuya esencia es existir por sí
m ismo.
30. ¿Cómo se llama lo <JUC de esta manera constituye la esencia di<>irla?
Se llama aseidctd•, o perfección poi· la cual existe Dios po1' sí
mismo, y de la q ue proceden todas las demás per-fecciones .
31 . ¿De qué manera dimanan de la ascidad las demás pe•·fecciones divlhail'!
En que el ser que existe po1' si mísmo posee la plenitud del
ser, y por lo mismo todas las pel'feccioiles posibles en g rado infi-
nito.
3. Atr ibutos de Dios.
32. ¿ Qué se entiende po1· atributos de Dios?
Por at1·ib!ttos de Dios se entienden las perfecciones que le ao·i-
buimos como propias; por lo q ue se llaman también propiedades
divinas.

• As eidad , del lat.ío a, por; se 1 sí : sct· por si mismo, existir ncc~saria­


mentc.
1 1 Cor., xm, 1~.
28 ATRIBUTOS DE DIOS

33. ¿ Cómo se clasifican los :llributos divinos?


En atributos absolutos y en atributos relativos.

Atributos absolutos.
~. ¿ Qué se entiende por atributos absolutos?
Atributos absolutos son los que pertenecen a Dios considerado
en sí mismo.
35. ¡, Cu:iles son los pdncipales at•·ibulos nLsolutos?
La infinidad, la unidad, la simplicidad , la independenc ia, la
inmutabilid ad, la eternidad, la inmensidad , la inteligencia y la
voluntad.
36. ¿ Quó se entiende po•· In infinidad de Oios ?
Se entiende que no se halla limitado ni en su nalumleza ni en
sus perfecciones.
Si Dios estuviera limitado, lo estat·ía o por sí mismo o por otro ser.
En el primer caso, se habría hecho a sí mismo, lo que es absut·do;
y en el segundo, no existiría por si mismo.
Gt·ande es el Set!ot• y ctiytw ele set· iu{initamente loado: stt gt·tmde:a
tto tie>te limites t. •
37. ¿ Qué se entiende por In unidad de Dios ?
Se entiende que no hay más que un solo Dios y que no puede
haber varios.
Si Dios tuviera iguales, no sería el único Se1ior, ni el ser más
grande que se puede concebir ni pensar.
Escucha , oh bm<:l: el S e>io,. Dios >tuc..t>·o es el solo y uoico Dios y
Sciiot· •.
38. ¿ Quó se enliendc po,. In simplicidad do Dios •
Que Dios, no solamente es incorpóreo, sino que no hay en Él
ninguna especie de composición.
En Dios, las perfecciones divinas se identifican cnt•·e si y con
la esencia divina. Si hubiera en Dios cosas distintas unas de otras,
cada una de esas cosas sería necesariame nte lim ilada, fin ita; mas
lo finito sumado a lo finito jamás pod1·á dar po•· ¡·esultado lo
infinito.
39. ¿ l'or qué la Sagrada E<crilurn hnbla a menudo de Oios como si
tU\'ier-a cuerpo?
La Sagrada Escritura no habla así sino en sentido figurado,
como cuando se dice: una vasta inteligencia, un corazón grande,
estrecho, ruin, etc.
Dio& e& espb'it 1' 3.

t Salmo CtLtV, 3. - 2 De u c., vt, t, - ;¡ Juan, ,,., ~~.


ATRIBUTOS ABSOLUTOS 29
ti(). Y ¿por qué representa a Dios como un venCI~tble anciano, con brazos,
ojos y orejas~

Lo representa como un anciano para ind icat· que es eterno; con


brazos, ojos y orejas para indicat· que todo lo puede, todo lo ve
y todo Jo oye.
4·1. ¿ Qué se entiende por la independe11cia de Dios?
Que se basta a sí mismo, y que no tiene necesidad de nadie,
porque es el Ser existente por si, infinito y perfecto.
Na{lie J>Uede traslo>·ua>· ws designios, y como Seiior un iversal, cuanto
le plugo , eso hioo '·
42. ¿ Qué se entiende por la imuut«bilidad ile Dios ?
Que Dios no estü sujeto a cambio alguno. - Cambiar es adqui-
rir o pet·tler; Dios, siendo infinito, no puede adquirir nada, pues
lo posee todo; y no puede perder nada porque cesaría de set·.
infinito.
'l'i• e1·es siemp>·e el mismo; y tus aíios no tend•·án fin • .
43 . ¿ Qu6 se en'tiende por la etemida{/ de Dios ?
Que Dios no ha tenido principio, ni tendrü fin, y que no hay
sucesión en su vida. - Si Dios hubiera tenido principio o pudiera
tener fln, no seria el ser necesario, y si hu bier·a en Él sucesión de
tiempo, no seria inmulab le.
El Seño•· mbsiste ele>'ltamente 3 .
1>\.• ¿ Qné se entiende por la imnensiclad de Dios?
Que Dios no puede ser circunsct·ipto por ningt.n lugar, que
está sustancialmente en todas las cosas y en cada cosa, y que
puede hallarse a la vez en tina infinidad de mundos posibles.
¡,Por vent.w·a, no lleno yo, clice el Se1to1·, el cielo y la lie¡·¡·u 4 9
~5. ¿ Cuáles son las pet•fecciones de la inteligencia de Dios ?
La inteligencia de Dios no se distingue de su ciencia, pues,
'1• e~tú eternamente e n acto•; 2• es infinita en su objeto: Dios se
conoce perfectamente a si mismo, a todos los seres d is tintos de
._ Él y a todos los seres ·posibles; 3• es perfecta en su modo de
conocer, pues Dios conoce todo en un solo acto de intuición.
Dios es luo, y en i:t no hay tinieblas ningunas•. - ¡Oh ¡n·o{11nditlwl
de los teso•·os de la sabidul'ia y ele la cienci{' de Dios•!

a Acto se opone n 1JOicencia. corno actuaL a 1)0lencietJ . El acto es el set, la


realidad. La potencia es el ¡Jode'' ser, la aptitud p:.H'a l'Ccibi1· un:t form:L Yo
puedo ser sabio, vi1·tuoso, E'S dech•, tengo la ciencia ~· l a ''irtud en 1JOten-cia.
Si de hecho SO)' sab io )' vir·tuoso, tengo la ciencia y la virtud en acto.
1 Job, xxm, 13. - ! Salmo cr, 28. - 3 S.<tlrno 1x, 7.- "Jer., xxm, ~4. - sI Juan, r, 5.
- 6 Rom., XI, 33.
, EXPOS. DOC'rl\ll"A. f2]
30 ATRIBUTOS DE DIOS

46. ;. Cuules son las pe..recciones tle la volwllltlL de Dios1


La voluntad de Dios no se di sting ue de su amor, pues, 'l" ostü
eternamen te e n acto; 2• os infi nita en s u objeto, que es la bon-
dad soberana; 3• es perf~c;ta en su modo de quere•· o ·de amar,
pues no hay en ella ni ,·acilación ni d esfallecimie nto.
47. ¿ Eg Dios infinitamente dichoso?
Sí : porque se couocc infi nitamente a sí mismo como Verdad
soberana, y se ama a sí m is mo infini tamente como flien sumo.
San Pablo llama a Dios : El bienaventura do y solo pocle•·oso, el Rey
de los 1·eycs y Se1lor ele los se•lot·es 1 •

Atributos relativo s.

48. ¿ Qué se entiende por atributos relativos?


Atribut os •·elativos son las perfecciones que pertenecen a Dios
como causa c readora del mundo.
49. ¿Cuáles son los pt•incipalcs atributos relativos?
La santidad, la justicia, la veracidad, la misericot·dia , la omni-
presencia, la sabid uría, la bondad y la omnipotenc ia.
50.¿ Quó ea la santidad do Dios?
El atributo PO.I' el cual Dios ama infinitament e el bien y abo·
rrece infinitamen te e l mal.
Amaste lct jtuticia. y abo•·•·cciste la iniquidad!.
51. ¿ Quó es la justicia de Dios'!
El atri buto por el cual Dios recompensa a los buenos y castiga
a los malos.
A cadct 11110 ele vosolt·os le clcu-é stl mct·ecido a.
52.¿ Qué es la ve•·acidad de Dios?
El a tribulo que hace que Dios no pueda engatiar·se ni enga-
tiarnos, y sea, por tan to, un testigo d ig no de la fe más abso-
luta.
Tus testimonios se ha1~ hecho po•· cxll·emo ct·eibles 4 •
53. ¿ Qué es la mi~cricordia de Dios?
El a tribulo que mueve a Dios a compadecerse de nuestras mi-
serias y a perdonat· generosame n te a l arrepentido.
Se1io•· Dios, compasivo y bentifi.co, paciente, m iset·icot·dioso y ve m:,
vuelve hacia mi t11 1'0slt·o, y tenme lástima •.

t I Tiw., vt, J6. - ' S3lmoxwv,8.- 3 Apoe., u,U. -"Salmo l:CH,6.- •satmo 1.xxxv, lCt,lG.
ATRIBUTOS RELUIVOS 31
54. ¿ Quú es la munipJ•etencia de Dios?
La omnipresencia o ubiwidacl• es el atribulo por e l cual Dios se
halla en todas partes al mismo tiempo.
~ A dónde l~ttit·é que me apcii'IC de 1« pt·esencilll' Si mbo al cielo, allí
cslús ltí¡ si bctjo ctl abismo, C<lll te encuent.·o. Si al •·ayw· el ctlba me
pusiem alas, y {ttet·e et posa~· en el ú ltimo ext.·cmo del m a•·, allá igtt«l-
mentc me conduci.,·ú t11 mctttO, y me hallcu·é betjo el pode•· de 111 llies-
lm '· - El Espí,.itu. del Sciio•· 1/erta el ""'mlo 111liuct·8o •.
;,;,. ¡, De qué manera se halla Dios en todas partes?
Dios se halla en todas pat·tes por su poder· y por su esencia.
Pot· su 1>ode•·, porque obr·a en todas las cosas, conservando los
ser·es que ha creado y concurl'iendo con ellos en sus operaciones.
Por su esencia, porque en Dios no se distingue In operación de l
pod01·, ni el poder, de la esencia. Dios está , por tan to, s us ta ncial -
men te p resente en todas pa rLes e n donde oiJ ra; y como obr·a e n
todas las cosas , está sustancia lmente presente en todas, si n con-
fundirse con ellas.
56.¿ No está Dios de una manera especi31 en 13 criatur:a r:u:iona1 ~
~¡: está en ella como objeto de conocimiento y de amor·, al
paso que en las otras criaturas no está presente sino como causa
activa.
57.¡, Qué es In S«biclw·ía de Dios'!
El a tr·ibu to por el c ual Dios se propone siemp re fin es dignos de
É l, y Loma los med ios más conducen tes par·a realizat·lQs.
En J\'t csl<í~> esencialmente la (o1·tale=a y lll sabitlw·ia 3 •
58.¿ Qué se entiende por 13 bo11tlatl de Dios~
El alriiJuto que mueve a Dios a hacer bien a sus criaturas.
Alabad lll Se1ior, poi'Qtte es tan b11et10 •. - 6 Po•· c111é me llamas
bt<eno 9 Dios solo es el b11eno •.
59. ;. Quó •e entiend e por lo O>llltipotcncia de Dios•
E l atr·ibuto por· e l cual puede hacer Dios lodo lo que es posible.
Yo sé que todo lo puedes G, - Pll!·a Dios totlas las cosas son
¡>osi bies '.

• La omnipresencia, o ubicuidad ( del lalin, ttbiquc, en lodat partes )


dinere de la inmensidad. Este :•tri buto exige cp•e Dios pueda estar inmetliata-
ment~ p•-csmlle por sn opet·ación y pot· su esencia en tod;~s h1~ c•·iatu •·:ts posibles.
l..n omnip ..cscncia es el ejc•·cicio acLu:•l tiC' la inmensidad en el mu ndo
crcndo. ¡\ u tes de la cre.ación Oios ct·a iurYHmso . después do la creación es
omnipt·csunte. La inmcnsidttd es un nll•ilmto absol uto, la omui¡wcsencia es un
nl••ibuto t•cla liro.
S S.nllno CXXX\'111, 7-10. - ~ $:lb .• 1, 7, - 3 Job, XTI 1
l(l, - · 4 Salmo CXVII, l. -
l )f:t.t., XI X, \0.-' Job, XL11, !, - 7 )1At.• XtX, 26.

,
32 DE L1~ PROVIDENCIA DIVINA

60. ¿Es infinito el poder de Dios en su modo de obra r, como Jo es en su


objeto~

Sí : porque Dios no tiene necesiuad ni de mater ia ni de ins-


trumento : todo cuan lo hace, lo hace por un simple acto de su
voluntad.
I:t hab/6, y todo quedó hecho: m andó/o y todo (rté ct·itulo '·
6 1. ¿ Por<1ué razón habla más el Simbolo de la om nipotencia de Dios que do
1os otros at1•ibulos?
Porque : ·J• este atribulo está más al alcance de todas las inteli-
gencias; 2• porque nos manifiesta mejo1· que ningún otro cuán
grande es Dios y cuán superior a todas las crialur·as; 3• por·que
es el mñs propio para inspir·amos sentimientos de confianza y de
temo r.
62. ¿ En c¡ué se manifiestan especialmente el poder, la sabiduría ! la bondad
de Dios'!
En la creación y en la Pr·ovidencia.

4. De la Prov id e n c ia d iv ina.

63. ¿ Quú es la Pro•·idencia divina?


La Providencie ' divina es el cuidado amor·o>o que tiene Dios de
todas sus criatu ras.
lil. ¿ ll abln a menudo la S3gl'ada Escc·ittll'tl de la divina l' c·ovidoncia 1
De pocas verdades habla tan to la Sagrada Escr·itura como del
amor· con que cuida Dios de sus crialur·as.
'lodos tus caminos están o¡>a.·cjados desde la eternidad, y hll!l (tuulaclo
tu< juicio~ e11 tu infalib le ¡JI·oviclen cie< '· - No digas en pre.<encia del
cíngel: No hay ¡JJ·ovillencia". - Le• sallitlm·ict va JlOI' todas ¡JC<>·trs bus-
ca nelo e• los fJliC s011 cliguos ele po,ecl'lc• po1· los caminos que les Jll'escnte<
CO" Of¡J'atlO '· - tlfi.J·acl las 'U.'CS clel ciclo, c6mo 'UO siembt·au, ni siegan,
ni tiene" !l•·aneo·os: y vtu:•tro Pacl•·c celt&tí"l las alihtCIItll. Pues,; uo
valéis vosOl J'OS mucho mú.s sin. compaJ'ttcc'ón tJUC eUtt$ ·, 9
65. <·· Cómo se pnteba poa· la razón que existe la Pro,·itloncin '!
La Providencia se pr·ueba por· la m isma noción de Dios, por el
orden admirable que reina en el univer·so, y por el consenti-
miento univer·sal de todos los pueblos.
1• Dios, siendo infinitament e sabio, no puede obr·ar sino con
un fin digno de 1~ 1 ~siendo infinilalllent e bueno , no se concibe
que deje de cu idar de los ser es que CI'ió. Negar la Pr·ovidencia
sería lo mismo que negar la existencia de Dios.
Dt: LA PROVIIJENCI A DI\'INA 33
2• El universo nos presenta una multitud de seres esencial-
mente diferentes entre si, pero gobernados todos por leyes cons-
tantes, y que en el conjunto de sus fines particulares persiguen
un fin general. ¿Cómo explicar la constancia de las leyes del uni -
verso sin la intervención de una razón ordenadora, es decir sin
la Providencia?
3° El testimonio unánime de todos los pueblos. que en todas
partes y en todas las edades han creíd o, en una u otra forma,
en la existencia de un Ser supremo que gobierna el mundo con
poder, sabiduría, bondad y justicia, es otra prueba en favor d~
la Providencia.
66. ¡, Cu:"tles son los actos qu e supone la P1·0\~idenc i a?

Dos : uno que consiste en p;·euc1·, en disponer de antemano el


orden y el plan de la creación; y otro en 1n·ovcc1· a las criaturas
de los medios necesarios para la consecución de su fin .
67. ¿ A qut!: all'ibutos corresponde e l prime•· acto?
A la sabiduría y a la ciencia.
68. ¿Cómo a la sabidur·ia ?
Porque la sabiduría divina fi ja, desde toda la eternidad, a cada
ser su fin propio, y a todos juntos, un fin común, que es la glo-
ria de Dios.
Lct sabúllwía abw·ca {uertement~ de un cabo a otro todas las cosas,!/
las ordena todas con Mtauiclad 1 • - El CO>'Mún del homb1·c forma s~ts
desiynios; mas tlel Seil.o>· es el clit·igi,· sus ]lasos' ·
69. ¿ Cómo a la ciencia ?
Porque la ciencia infinita de Dios se e' tiende a todas las cosas,
a lo pasado, a lo presente, a lo venidero, y aun a los actos futu-
ros de las criaturas l ibres.
Toclo lo conoces, Seiwr, lo pasudo y lo venide>·o 3 •
70. ¡, A qué atributos se refiere el sctrnndo :tclo ·.'
A la bondad y al poder de Dios.
7·1. ¿ Cómo se refiere a la bondad·>
Porque amando Dios a sus cl'iaturas, conviene que las go-
bierne para bien de ellas.
En aln·iendo t1í la. mat•o, todos se hul'la•·ún de bienes 4 •
72. ¿ Cómo al poder?
Porque la ejecución del plan divino en el mundo es acto de la
omnipotencia de Dios.
Ter>·ible es el Seño>· y g•·umle sob1·emane1·a, y m pode>· es admirable''·

t Sab., ''m,l. - t l'rov.,xva, !l. - :lS.1.lmo CXXX\'JJI,ii.- "S:.hno cm 1 28. - li Ecli., xun, 3l .
2'
34 DE LA PROVIDENCIA DIVINA

73. ¡. Se extiende 3 todo la Pro•·ideneia de Dios'!


Sí : se extiende a las cosas pequmias como a las gt·andes, a
la brizna de hierba y al gusanillo, como al hombr·e y al üngel , y
se ejerce tanto en el o1·den de la naturaleza como en el de la gracia.
Dio3 hizo al pequeiio y al g•·a•ule, y de todos cuida igrwlme¡¡te '· -
Ní rm pájaro cau·á en tierra sin que lo disponga Vlte$h'o padt·e. Hasta
los cabellos ele v11e~h·a cabeza esllin todos contados •.
74.. ¿Cómo se manifi esta la Pro,idcncia en el orden de la natur·a leza?
1• Manteniendo el orden maravilloso que reina en el mundo
físico;
Los cielos anrmcian la glo•·ia de Dios 3 .
2• Conservando en la humanida d la creencia en los principios
fundamentales de la religión y de la moral ;
Los gentiles hace" ver qrte lo qrte la úy ot·dena esLi esco·ito en sru
co>·a:o>res, como se lo atestigrta su p>·opiu conciencia y lcrs <li(e•·cntcs
••e{lexiones que c<llá en su intet·io•· ya los ctcllsun, yu los defienden '·
3• Haciendo que concurran al cumplimie nto de sus designios
los acontecimientos de la historia.
lJel Setio•· es el o·ei110, y Jtllla de lene•· el impeo·io de lcts uacione.~ •.
75. ¿ Cómo se manillcstn la Pr•o••idcncia en el or·•len de la g•·ncin?
Por las revelaciones, milagros y profecías; por innumerab les
medios de santificación, y por la conservación de su Iglesia.
iG. ¿Qué frutos debe produci•· en nosotros la fe en la Pr·o••idcncia?
Mucho consuelo y co nfian za, porq ue en medio de las penas e
inquietudes de la vida, sabemos que nos hallamos en las manos de
un Padre que nos ama y a quien podemos invocar.
J::xp6n al Scilo•· 111 sitr<ació>t, y confía e>L Él; y i;l ob•·m·á •. - Desea>'·
gando cn s·u amor·oso seno todas vttrstras solicitudes , pues ~l tie11e clli·
dado do voso tt·os '·
ii. ¿ Cuál debe ser nueslra conducta con respcclo a la Pro•·idencia ?
Debemos: 1• Adorar humildemente los designios de Dios sobre
nosolr·os en los acontecim ientos que nos parecen adversos.
l'o co>ttemplab a siempo·e al .:iei'io t· cleltmlc ele mi, como q"ie>L está a
mi diestra para sostenerme 3 •
2• Confiar en Dios, creyendo sin vacilar que nos coocederü
generosam ente cuanto necesitemos para bien de nuestra alma y
de nuestr·o cuerpo.

1 S., b
, ,.,, 8. · - 2 Mal., x., :!ti, 30. - .a S:\lmo .xnu, J. - 'ltom., 11, 1:;. - !l Salmo X:tl; !!8.
- 'Salmo xxxn, ;;, - 1 1 Pedro, \', 1.-8 S:tlmu :'(\" ti.
1

OBJECIÓN CONTRA LA PROVIDENCIA : EL MAL 35


Contemplad los li•·ios del campo cómo c•·ecen y florecen ellos no
/ab•·an tli tampoco hilan ... Ptws si tma hic•·ba del ca mpo, 'f"e hoy es o
flo•·ece, ¡¡ mluiana se echa en el ho•·no, Dios ltsi la viste : ¡ c11ánto más a
cosoh·os homb•·es <lt poca fe' 1
3• Aceptar con sumisión los males de esta· vida, como ordena-
dos por la vo luntad de un Dios infinitam ente bueno y sabio.
Se ha /techo lo que es de su ag.-ado : bendito sea el tlombre del
Seiuw•.
Objeción contra la Providenc ia : la existencia del mal.

78. ¿ Qué se objeta contra la Providenc ia?


La existenci a del mat, ora se trate del mal f ísico, llamado tam-
bién dolo•·, ora se trate del mat moml, que es el pecado y sus
consecue ncias.
i!l. ¿ Qué dicen los <¡ue objetan el mal contro lo Providenci a?
Que si Dios es tan bueno y gobiema el mundo con tanto poder
y sabiduria , no se explica que haya e n el mundo tantas calami-
dades, padecimien tos, injusticia s y crímenes .
80. ¿ Tiene alglln rond:unenl o esta objeción?
Ning uno : como f;icilmente se verá consid erando,
t• Que nuestra inteligencia es en ext remo limitada , y que es
temerida d suma querer juzgar los designio s de Dios;
¡ C1tá11 i.ncomp.-ensibles •o11 s11s j11icios, c11án inescl'~tlablcs st/.8 Cltmi-
uosat
2• Que Dios no es el auto r del mal, y que del mal saca bien;
Dio• 110 quie•·e que ¡Jere:ctt niny1i11 homb•·c •. - 1'oclas las cosas con-
tl'ibuyclt al bien de lo• que am cm a Dios ''·
3• Que la vida presente es tie1_11po de prueba, y que en la otra
vida sea·ü recompe nsada la virtud y castigado Eil crimen.
Saldl'imlos gttc llicie1·on bucmts ob•·as a !'csucila•· ¡Ja•·a la vida eterna;
pe•·o los t¡ue las hicic•·o•t mal liS, l'esttci lal'lill ¡>a1·a se•· comlcnaclos •.
81. ¿ Por qué "" es Dios el autor del mal ?
Porque siendo absoluta mente bueno, no puede ser causa más
que del bien. La raíz del mal está en la imperfec ción esencial de
la criatura.
8'2. ¿ Cómo se cxplia 1.-. exislencia del mal tisico ~!
Jo El c uerpo humano os naturalm ente cot'l'uptible, y, por lo
mis mo, está sujeto a l padecimien to y a la muerte.
1 l1at., ,.•. 28-30. - 1 2 Rorn., xa, n. -
Job, r, :1. - 4 u Rore•~ xJV, u. - :; nout.
\'In , 28. - 6 Ju:m, v, 20.
36 DE I.A PROYIDEI>CIA 01\"1:-1.~

2• El universo está gobemado po•·leyes de una sencillez y armo-


nía admirables, pero accidentalmente producen algu nos efectos
que a nosotros nos parecen desv•·denes, como so n cataclismos,
plagas, enfermedades, ele.
:1o La mayor parte de las mise rias de la vida provienen de las
pasiones humanas, de la imprudencia, de la pe1·eza, de la destem-
plan7.a y del orgullo.
83. ¿ 1\o podía Dios eximir al hombre del p.1dedmicnto y de la muerte?
Así lo hizo con el p1·imer hombre; pero Adán, por su desobe-
diencia, perdió para sí y para toda su posteridad esos pr i vi legio~
que li be ralm ente recib ió ele la bondad de Dios.
8&. ¿ Cómo se explicn la cxil;tencia del ma l mol'nl'!
Por el abuso de la libe•·tad.
s.;. ¿ 1\o podia Dios eximir "1 homb•·e del mal mo•·al ?
No repugna de ninguna manera a la bondarl de Dios el haber
creado un mundo en el que los seres libres estén sujetos a la
¡¡rueba, y merezcan por su fidelidad la dicha eterna. Además, con-
viene conside rar que si por causa de la prueba se ha hecho posible
el mal, Dios, e n su bondad, pone limi tes al mal, y po r su poder e
infinita sabiduría, saca bien del mi swo mal.
8G. ~~ Luego Dios no es l:1 c:wM de los males?
No : porque todos los males provienen o de la imperfección
natu•·al de las c•·iaturas, o ue la malicia de lo.s seres libres.
87.¿ :\o podia Uios Cl"ea••un mundo mejor <JUC el actual?
Absolutamente hablando, si; pero con relación al plan <¡ue Dios
ha escogido pa1·a t·ealiza•· sus designios, nada p1·ueba q ue el
mundo actual no sea el mejor de los mundos posibles, ya que del
1r1ismo mal saca '{lios mayo r bien.
Viú Dios todas las cos11s que l"'bin hecho : y c•·cm en fll'lut lllllltet'l<
hutnfu '.
88. ;, Cf11JlO corwiertc IJios en hicn el ¡X~decimicnto?
1• Del dolor hace Dios un t·emetlio contra el vicio, haciendo que
vuelva a Él por medio del padecimiento el alma que le había oll·i-
dado.
Me hallé ett medio rll< le• lt•iiJIIIuciún y del dolo•· ¡ e i11uogue d nombt·e
<(el .Se•iOl' •.
2" Del dolor hace Dios una Jn·uebct ele la vi1·tud y una fu en le ele
111éritos; porque el padecimiento puede excitar en los que p<~decen

1 U~o., r, lJ. - ! Sahno CXJ\', 3, <t.


ERRORES ACERCA DE DIOS 37
la paciencia, la resignación, y la fortaleza más admirable; y en
aquellos que son testigos del padecimiento, la piedad , la compa-
sión, la caridad, y la más sublime abnegación.
Cuando estoy débil, entonces con la g racia soy más {llc>·tc ' · - Nos
glo•·iamos en las l>·ibulaciones , sabiendo que la t•·ilmlación ejercita lt•
¡>aciencia, l<l ¡Jaciencict sine a la p>·ueba de nuestra fe, y la ¡n·t<ebn
produce la espe•·an:a '·
3• Del dolor hace Dios u na expiación del pecado; pues es justo
qu e el placer qu e se buscó e n la vi olación de la ley divina se pague
con el dol or.
l!:l nos ha castigado ''ca usa de 1west?·as ·iniquidades : !/él mismo nos
saluará ¡>or "" misc•·ico>·<lic< a.
89. ¡. Cómo obt·a Dios p:lra que del r'l'l ismo pecado I'CSult.e algú n bien ?
·1• Dios, tolerando a los malos y a los pe rseguidores, propor-
ciona a los j ustos ocasión de practicar virtudes heroicas.
Hienc<ucntu•·culos los r¡«e pculecc>l ¡>c>·secuciún po>· le< justicia: ¡Jorq«e
de ellos es el •·ein o de los cielos ·•.
2• Perdonando a los pecadores arrepentidos, Dios manifiesta su
m iserico rdia y su clemencia, y castigando a los pecado res impe-
uile ntes, hace brillar su eterna justicia.
·ll>anclone el im¡Jio "' camino ... y cotwiérlctse al .Se>lo>·, el cual se
a¡nacÚwá ele él'. - El Sei"to•· en su ira cont ru·bw·cí a sus enemigos , y
~l fuego l os devora•·•í•.

ARTÍCULO Jll. - EHHOHES ACEHCA DE DIOS

90. ¿ Cu;tles son Jos pt·incipalcs CITOI'CS :l ~CJ·ca de Dios·?


El ateísmo, el panteísmo, el politeísmo, el dualismo, el natura-
lismo, el deísmo, el racionalismo, el positivismo y el pesimismo.
9J. ¿ Quoi es el :tlcismo?
El o,teisnío es la negación de Dios.
H2 . DemosL1·ad cuán mons truoso es cslc error.
1• El ateísmo viola los pt· incipios elementales de la razón , que-
rie ndo explicar el mundo po r medio de átomos de materia, nece-
sarios y eternos, cuyas evoluciones han producido lodo lo que
existe.
2• Arruina la moral y los pt·incipios sobre Jos que descansa el
ot·den social. Degrada al homb t·e, al que presenta como un efecto
del acaso, y lo deja si n consuelo y sin esperanza.

1 U Cor., xrr, 10.- z Rom., ''• 3, .J. - :¡ 1'ob., xm, á . - -' ).t~t., v, 10. - :.: Is~ia~,
LV,;, - ú Salmo xx, 10.
38 E RRORES ACERCA DE DIOS

3• Contradice atrevidamente el testimonio de la human idad


entera.
93. ¿Cuál es la causa del ateísmo?
El ateísmo, cuando no es puramente afectado, tiene por causa
la per versión del es píritu, con la que se jun ta muy a menudo la
per versión del corazón.
Dijo el necio en su cO>'lc:ón : No hay Dios . Se han co•·•·om¡>ido, y
abominables ~e han h echo en sus deseos '.
!).i.. Adem;'ts de los ateos especulatiros ¿no hay tambi.; n ateos pl·<lcl ic-Os?
Si : y s011 los que, creyendo en Dios, viven como si en realidad
JJO existiera .
95. ¿ Qué es el panteísmo?
El pcmteismo es el error que consiste en confundir a Dios con
el mundo en una sola sustancia, ded uciendo de el lo que lodo es
Dios.
96. ¿, Por qué so di ce •1uc el panteísmo es un a teilnno disrrazado?
Po1·qu~ identific~r lo infinito y lo finito equivale al ateísmo. En
efecto : decir que Dios es todas las cosas, es lo mismo que decir
que no existe, po rque un Dios i11finito y fi nito a la ve'l es una
imposibil idad.
" Si alguno dice que no hay mús c¡ uc una so la y 111isma sustancia o
esencia de Dios y de todas las cosas : sea ana tema • . •
97. ¿Qué es el politeísmo?
El 1>oliteísmo es el error de los que, desconociendo al Dios
único y VCI'dade ro , atribuyen la divinidad a mayo r o menor
número de seres.
OO. ¿Cuáles son las principales for mas del politeísmo'!
Las siguienles : la dcmonolat¡·íct, o culto de Jos gen ios buenos o
malos; la ant1·opolctt ríct, o cullo de ciertos hombres; la :oolatl'la,
o culto de los animales; el sabeísmo, o culto de Jos astros ; el feti-
chismo, o cullo de la naturaleza, de los ríos, de la tierra , de los
árboles, etc.
!)!). ¿Por qué a los politeístas se les llama también idólatras?
Porque adoran a ídolos, es deci r a las estatuas, imágenes, figu~
ras o simulacros de sus dioses.
;lve¡·giiéneense todo~ los <jt«! a d o>'(<n esct<ltw·as y los que ~e glot·ían
en sus simulac,·os 3.

1 S.;lmu xm, 1. - 2 Couc. del Vatica no. Cou~t. DtL JtU ltts 1 cap. 1, combo 3. - :s Sal·
mo XCVI1 7.
ERRORES ACERCA DE DIOS 39
100. ¿ Que es el dual ismo •?
El du.a¡.jsmo, o man iqueísmo, es el er ror del heresiarca Manes,
quien, so pretexto de explicar el mal que existe en el mundo,
ensetiaba que hay dos principios coeternos : uno bueno, causa
necesaria del bien ; y otro malo, causa necesaria del mal.
·JOL¿ Cuál es la consecuencia tlcl ntaniqueísmo·.>
La de justificar los pecados que se cometen, pues di.chos peca-
dos son tenidos por obra del principio malo.
·102. ¿ Pot· qué constitu~c el mani<Jneismo un erro"'le la peor clase?
Po r dos razones principales : 1" razún : :Siendo el mal la priva-
ción del bien en una criatura, no puede tener una causa eficien te
sino solamente una causa deficien te" : un pri ncipio absoluto del
mal sería un no se t·.
2" razón : O bien el pr·incipio bueno y el principio malo son
iguales en poder, o bien son desiguales. En el primer caso, el
principio bueno destruye todo el mal que existe, y el principio
malo lodo el bien; y en este supuesto no hay ni bien ni mal. En el
segundo caso, si el principio bueno es más poderoso, destruir~i
el mal; y si , por el contrario , el principio malo es el más pode-
r·oso, destruirá el bien. Ahora bien : la experi encia demuestra que
las cosas de este mundo son una mezcla de bien y de mal. El
maniqueísmo, por tanto, es un absurdo.
10a. ¿Qué es el natm·alismo ~
El natumlismo es el erTor de los que ni egan lo sobrenatural,
y no admiten más que la natut·aleza y sus fuerzas.
104. ¿ Qué es el deísmo?
El deísmo es el error tle los que creen en Dios, pero rechazan
la revelación.
·105. ¡, Qué es el l':lcionalismo ''
El ?'etci.oHetlism.o es el error de los que pretenden fundar las
creencias religiosas en los principios. suministrados por la sola
razón .
•106 . ¿ Qué tienen de comím estos tres Cl'rores '!
Estos tres en·ores son en sustancia el mismo error con tres

:l Dualismo: - Conviene t..listinguil· el dual ismo maniqueo del dualismo


filosófico, <1uc consiste en l:Oloc:u· al lado de Dios una materia etct'ua OJ'Sa-
uizada por 1~1. Este era el sistema de Platón .
b Causa deficiente, del la !in, tkfice•·e, raltar "lgo. De recto , impcrrccción
que c.s el origen del mal en un se•·· En el cojo, po•· ejemplo, el movimiento
de la pierna tiene por causa eficiente al alma; J)CI'O el cojear proviene del
derccto de la pierna. Siendo Dios t.ma causa cscncinlmente eficientt:, no (lncdc
SCl' la causa del mal que tiene s u pt·incipio en la impcl'fcccióu de la criatu1·a.
~o ERRORES ACERCA DE DIOS

nombres diferentes , pues se reducen a la negación de la pro-


videncia sobrenatural, es deci r, a la negación del orden sobrena-
tural, de la revelaci ón, del milagro, de la profecía y de la divini-
dad de la Iglesia católica.
107. ¿ Por qué es inexcusable esta ne:pción '!
Porque el hecho de la providencia sobrenatura l se manifi esta
por sig nos tan cie1·tos como los hechos históricos mejor proba-
dos.
108. ¿ CutH de los atributos de Dios es más conculcado por estos cn·ores?
Su inmensa bondad para con nosotros.
·109. ¿ Qu é es el positi'"is mo ·>
El positivismo" es el error de los qu e pretenden que la cien-
cia no ti ene por objeto más que los hechos físicos y sus leyes, y
rechazan como quimera todo lo relativo a Dios y al alma
humana.
•J10. ¿ Adrnilen los positi\'istas alguna dirc1'cncia esencial entl·e el hombl'e
y el br uto?
Para ell os no hay diferencia esencial entre el hombre y el
bruto, de modo que se les pueden .aplicar estas palabras del
Apóstol:
El homb>·e animal••o puede hacerse capaz ele las cosas q11e son del
Espi>·it" ele Dios; pues pa•·ct el todas la$ cosas son mw necedad , 11 n o
puede enlende•·las, puesto que se han de disce>·nit· con una lu; C$pi>·i-
tultl <¡u e o o t iene '.
11"1. ¿ Qué es el pesimis mo?
El pesim.i.smo b es el error de los que pretenden que el mundo
es obra de una fuerza ciega , esencial y rad icalmente mala. Esto
no es más c¡ue la negación de un Dios d istinto del mundo, infi-
nitamente bueno, que no ha creado más que cosas buenas.

IIEQIIOS IIISTÓRICOS

D10s . - Dios s~ man ifiesta a Moisés e n la za rza que a rd ia sin consum irse .
(l~xodo, 111.) Dani el prueba al rey d e Babilonia que JehoYá es el solo Dios
verdadero. (Dan ., XIV.)
ÜMi'óiPOTE:-.<:JA DB D10s. - Diluvio. (Gen ., \"11. 1 - El Sel•o•· libra a
Jooás. (Jonás, u.)

" PositivisÚto , de J)OSit.i·vo. Par:1 los positid st:•s no hay nada que sea ,·er-
dadcro, real y cierto, s ino lo posili\"O, lo q ue cae debajo de la acción de los
sentidos.
b Pesimismo, del Jatin, pessimus, pésimo, lo peo r.
1 1 úor., JJ, 14.
DE DIOS . - R&SU~lEN 4'1
JtJST!ClA.- Destrucción de Sodoma. (Géo., xrx, 12-29.)- Coré, Datán
y Abirón.(Num., xvr, 1-40.) - Castigo de los murmuradores. t!'\tim., X\'1,
-1 1·50.)- Muerte de Baltasar. ( Dan.,\'.) - Castigo de Antíoco. ( 11 )la-
cab., IX .)
Bo:o;0.\0, - Mi lagro~ en f.~•·o•· de los Hebreos en el desierto. tXtím., XI,
X\'11.)
SAili DUnfA.- Jo~ti en la corte de Fa•·aón . (Ceo., xr.r. ) - Daniel en la
coa·tc de los •·eyes de Babilonia. ( Dan.) - (Tobías, XII.)
)lrSE IH CO nDIA. - Oración de Abrah:í n en favor de Sodoma. (Gén .,
X\' 111, 20. ) 81 Sc~oa· perdona a David . (fl Reyes, XII, ·1·'111.)
CoNFIANZA F:N Oros . - Confianza de Job, dt• l':zequins , do Tobías.
(Job., XII I ; IV Reyes, XIX, ·15·20; Tob., lll , l!-G.)

RESUMEN

J. Existencia de Dios. - De Dios. - La existencia de Oios es la pri·


n1era ''crdad que nos enseña el Símbolo. Sabemos que Oios existe por la ··~ce ­
laciúu y por 1a t'lt:óu. - Dios mis01o nos ha manircstacio su existencia por
las diversas rcrclnciones cruc h:t hecho a los homh•·cg desde Ad;ín hasla Je~u·
cl'i sto.
Pruebas do la oxlstoncia de Dios. - La t•azón nos prueba la existencia de
Oios pot· medio de tt·cs clases de pt•uebas:
·to La pntcbn flsíca, o de l~s causas final(s, c¡uo es In que so saca de la.s
l'elacionc.s cxistcnt~:s cntr·e los medios y los fines <JUC admi t•amos en los serrs
todos del uni,•crso. Sblo un sea· infinitamcnlc inteligente puede habct• conce-
bido y ejecutado el orden mara,·illoso que reina en el unh·crso.
~· Las prucbaa utela(isicas son las que •·esultan de la consitlcraciün de la
n:thlraleu. de las cosas de este mundo. como son la conlingcnci:t. de los
seres, la s ubo•'tlinación de las causas eficientes,~· el mo,·imicnto. Los se •-e:s.
siendo contÍU9'CIIte.r, no existen pot· si mismo.s, sino (.H>r \irtmJ tlel ser pri-
mero que es el t;Cr ncccs.,rio. - :\ingún ser puede producirst'l a si mismo , ~
en la serio de las causas, hay que detenerse en h1 primera oousa eficiente,
que no puede ser s ino Dios. - El mo\•imicnlo supone un molot· primero que
mue\•e todo sin ser él rno\'ido.
a~ La~ l'ruclwa mot·ales son las que se s-:-~can de la nalut·alcza misma del
hon'lbt·c. l.as p•·incip::llcs son la p1·ueba po•· el consenti tuicn to tmivet·$al y la
pt·uel.nt po•· la ley ntl)ral.- Una ct·ecncia uni \'CI'SO I y pct·pctu:l, cuando tiene
por o~jclo una cosa fácil M conocer, de s•·anüe impot·t:tncia y con lrnria a las
pasiones <'S un:1 c•·crncin l'undada en la verdad. - El gozo o lo8 remortlimien ..
tos que lo~ homb•·cs cxpcl'imentan cuando gun•'tlan u c¡ucb•·nntan la le y moral,
~uponc un lc~ísladot· uni\·ersal y supremo, un testigo de todos nue...tt•os actos,
y un juez inf:diblc t• inc\'itable, que es Dios.
H . Nalttt·al cza y pcrlecciones de Dios. - Nombres divinos. - Nos-
otros no ~cmos da1· a Dios nornb•·es que e:cpl"escn de una 1m:m~.-;ra adecuada
su escnci:l infinita ; pe1·o sí podemos darle algunos f(UC CSJ>rescn lo que de
f:t conocemot; por la creación.
' .

DE DIOS. - RESUME!>

Naturaleza de Dios. - l\aturalez.> de no ser es acruello por lo cual es lo


que l\s y sin lo cual no sería. En la \•ida presente. no podemos conocer a Oios
m:is que por m edio de las cria tur::~ s, las que, ~icntlo contingentes por su natu-
r•al(l'za, nos conducen al conocimiento del s:cr ncccsnr·io. l.:l pC"dcccicJn por· Jn
cunl C'xistc Dios por si mismo se conoce con el norniH·c de asc;dcul.
Atributos de Dios . - l.o• nt1·ibu tos de llios son lns l~ "rccciones que le
ateibuirnos como p ropias, )' se dirh.lcn en atributos nhsolutos y en atl'i butos
•·clati\·os.
Ato·ibutos absoluto• son los <1ue pet·tenecen a Dios consider ado en sí mismo.
Estos a tributos son In infinid:~d, la unidod. la simplicidad, la independencia,
la inonutabilidod, lo eternidad. Jo inmensida<l . la intcligenrin ¡· la ,·oluotatl.
Los 31ri1Jutos ,.~latico1 son los que pertenecen a Dio' cor.lo causa creadora
del roundo. Dichos atributos son Ja santidad, la justicirt, l:t ,·cracidad. la
ttli sericoJ"fli:~, la omn ipresencia 1 1:1. s:1 bidu1'Ía, la hondad y la o mnipotencia.

Providencia. - La Providencia es el cuidado rntct·nnl que tiene Dios de


todas lns cos:ts. - La P I'O\'itlonc i:l supone dos actoJoJ : el ¡ll'imc•·o consiste en
1H"tt·e~· el plan de la Cl'et~ción 1 acto <J UC se rclie•·c n la sabidul'ia y ci~nci~' de
Dios; el segundo eonsisle C'n ]J;•oveel' a las criatur:1s tic los 111edios ncccsnrim;
pa1-:1 logmr su fin ; este acto se rcnet·c a la bo ndat.l y o~nnipotencin de Dios. -
Ln l'ro.-idcncia de Dios se ejet-ce tanto en el orden de la naturnlcta como en
•·1 orden de la grncia. - Nuestros debct'CS para con In Jlro,·idencia son : ado-
•·nr humildemente sus designios sobre nosotros. connar cietr.nnenle en ella, y
acept..1J' con sumisión los males que permite nos sohté\'engnn.
J.:. existencia del mal no p1·ueba nada en conl m tic In llt·o,,idcneia divina .
En crcclo : s iendo Dios absolutamente bueno. no puede ser· c:.usa sino del
bien. 1::1 mal fisico, o padec.:imicnlo, y el mal mor~d . o el pecado, no lienen su
pl'inctpio mús que en la irnpcdccción de la ct·iaLUI':'I. - Dios 1 ni contral'io.
hace <¡ue s it·va el mal pnrn bien de la criatm·n, haciendo del mal físico :
1• un •·emedio po•· el que lince que ,·uel\'a a El po r medio del dolor el alma
que le había oh·idado; 2• una p•·ueba para la \'Írtu<l. y, po•· tanto, una ruentc
de merito•; 3> un medio de expiar el pecado. pol"!¡uc es m uy justo que el
placet· buscado en la \'Íolnción de la ley dh·ina se pague con el dolor. Dios
l1:lcc torn:tr en bien el tnal tllo,·al, porque 1• lolerando a los malos, propor-
ciona a los justos ocasión •le practicar virtudes h e1'0it':1s; 2° pcr·donando a los
pecadores arrepcnlidos, ll13niticsla su tniset·icm·dio )' s u clemencia, y casti-
gundo a los pecadores impcnitcnlcs, ejerce su etern a Justicia.
JJT. E•·•·o•·es so h•·e D ios. - Los pri nci¡>ales CI'I'OI'CS sobl'e Dios son :
Jo el t.teisnw, o negación d o Dios; 'lo el 1>an teismo, quP consislc en con fundit·
a Oios con el mundo en una sola sustancia , deduciendo que tocio es Dio$ ;
:!-• el politeísmo, que niega la unidad de Dios: ~· el clualismo, que , para
explicar la existencia del mal en el mundo, ~oslien e (¡ue hay dos principios
coetcrnos : uno, causn n~ces:.ria del bien , y otro, cau~a neee~1.ria del mal;
5e el ncthn"alismo~ que mega lo soiJren:ltural. )' no atlulile m~s que la natur.t·
lc1.;' )' s us fuerzas; (;. el der'smo , que admite l:t 4':dslencia de Dios pCI'O
l'CCh :ua locln I'C\'elación : 7" el t•f tCimw l ismo . qu~ I>I'Ctcndc runtl:tt' las ct·een·
CÍ3S l'eligiosas en los lll'inCipiOS fJUC Suf'n inistra la I'M'.Óll ; B1' el j)OSilivismo íJUe
no atlm i tc tnús c¡nc los tlalos suminisll-:.tdos pOL' la ciencia y r echaza como
quitné t·ico todo lo •·clnti\'O o l)io:o: y al :'l m:1 h nm:ma : !)o el pesimümto que
nti t' ma ser el munt.lo el producto de una ruea".t.a ciega, )' po1· lo mismo, ratlical-
mente ma lo.
DE DIOS. - CUADRO SINÓPTICO 43

COADRO S I NÓPT I CO

Extstcnell' )(
1 Conoe:kl:\ ¡10r

t
Probruln
por
! la renl:ldón.
Prueb:l !lt-Le:t, o de 111 C3UL\I Rnftlf".

m:;,:,~::~~~l ~:~:.:~~~~;::nd~
i)Jo\·hnlanto.
0 1
~~~~~~7.¡,& eRelentes.
la rax:ón
l'ruebas
mor~lea
¡ COn.scmlmimHo UIII\'C-1"1inl.
l¿ey moml.
11érmlnos negntlvo.s : lnnntto , l ncom¡)l'(lll!llblo, lneor pó-
Nombt·cB
dt,•inos
l rco...
Términos relati\'OS : t.upremo, tobe:rann. soñor. criador...
Términol aft rmath·os : fCr, vive-., lntollgent6...
A<lonaf, Je-ho,· d.
Ir:nposlblll~l:td en la \'ltl:\ praente de conooerl>t tal como
NMumlexa
do Olea l e! PO 51.
Astldo'ld.
lnftold•d.
t:uklad.
Slmpllddatl.
) Jndcpemlendn.
Absolutos Int-'Ut.abltld:,d.

!~."'" '"'
Eteruhlad.

Atrlbut.os
do
1
lnLuen sld:\d.
Jntellgcnchl.
\ Votuntnd.
Olos Santhlad.
)'
J us llcln.
Jlct·tocclonC& ( Veraclllt\d,
lll.serlconlla.
n etnti,·os
O•o nlprttCilefn.
Sa.bldu rla.
( Bnndnd.
Oulnlt.oLcne.la.
Defiolelón.
Pruebas l NOdón mUuut. do Dloe..
de EU JIOrden 3dmlrablo del unh·er¡o,
U!mncla Conseotlmien«.o unlnh:DI.

1
J'ro,·tt.Jencb (
Supone
dOil 3-etclS l
Dlol JU't\6 con tu iAbhluria y ~:u c-Ien-
cia.
Dios JU'O\'CO con su bond:ul y su I>Odt'J'.
( Atlornr Jos dc~lgldOs de DIVI sobre nos·
Nuestros } 011'08.
del>erei Couft:~ r en J~l.
1Aco¡>1 :H'Jo t.odo 0011 ~; u m l ~tU. n.
· Obj eción l:i~c:•l.la llcl mal . - ltofutndón.
Polit.ol ~un o,
l At.ol11mo, P:mtcismo, Dunllamo.
NntunllliJmo, Defo;¡mo, Racionalismo, l'osltl\'llmo, PoMimlsml'l.
CAP ÍT ULO II
DE LA SANTÍSDI A TRI~ IDA. O

Sc!.u.nro. - Del misterio en seaernl. - l. Re\'Ciac:tón del misterio de 14\ S:mtisima Trlal·
dad : tn ti Antiguo Tt!L'lmento: en el Nur\"O. !. F-'t~L:ión do btc ml!:terio. Per16-
nas di~tn:at. ProeuioDH tllvln:.J. Relaeloaes dlfln:t.t. Nombi'H do l:t.l PfNOn:lS dhlnat.
llistone& 11h•loas. - 3. Iuteltatbllhhut de este m~t.er1o. - -'1. Ermrtt eobre In S:mtfstma
Trlnld:Hl.

Del mister io en general.

1. ¡. Qué es mislerio, en gcnc•·•l ?


Misterio, en gener·al, es una verdad imposi ble nnluralmenle do
comprender y demostrar.
2. ¿ Exi~te, de hecho, el mistc•·io?
La existencia del misterio es incontestab le; por·que toda inteli-
gencia creada, siendo esencialment e imperfecta, encuentra nece-
sariamente límites que qo puede traspasar, y por tan to, verdades
desconocidas e incomprens ibles.
3. La mi~toa naturaleza ¿no ofrece sec•·etos itTtpenetro~blcs?
Sí : pue:; no hay cosa alguna de este mundo que no tenga
algo mister ioso. El hombr·e, por más saui o que sea, no conoce
enter·amenLe ninguna cosa : la esencia de las cosas le es des-
conocida. ~ Qué es la malcr·ia ? ¿ Qué es la vida?¿ Qué es la atrac-
ción , la luz, el calor, la electr·icidad ? ¿Cómo el grano de trigo
produce una espiga? ¿Cómo el pan se transfonna en sangre,
la sang~·e en nervios, músculos y huesos? ¿Cómo está el alma
unida con el cuerpo ? ¿Cúmo la palabra comunica las ideas?
He aquí otras tantas cucslioues que la penetr·ación de los müs
sabios no log rará nunca resoh·er.
4. ¿Que •e sigue de esto?
Que si el mundo, con ser fi ni to, encierra tantas oscuri-
dades para nuestra débil inteligencia , HO debemos extrarlat• el
REVELA.CIÓ1' DEL MISTF.RIO DE LA SA.!'TlSI~IA. TRI1'IDAD ·'<5
encontrar el misterio cuando se tr·ata de Dios, que es el se1· infi-
nito.
Verdaderamente e1·es ti< un Dil)s escondido o invisible 1 • - Dios habitct
en una l11: inaccesible •.
5. ¿Qu é es misterio en materia de religión?
Una verdad revelada por· Dios, que debemos creer aunque no
podamos comprenderla ni demos trarla.
Bienaventumdos aquellos que,¡, hctbe,· ví.,;to hctn creído"·
6. ¿Cuáles son los principales misterios de la relig ió n '?
Los mister ios de la .Santísima 1hnidcul , de la Encanwción y
de la Redención.
7.¡. Cu:íl es el ptirnero y ma~·o1· de estos tl'cs mislcr·ios'!
El misterio de la Santísima Trinidad, porque constituye la vida
divina, y porque los otros dos lo suponen.

'1. n e,·clación
d el mis te r·i o d e l a Sa n tís im a Tr·i u i d ad .
8. ¿ Qué es e l n'l iste1·io de la S:mlisima T1·inidad?
El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio de un solo
Dios en tres personas distintas.
9. <'· Córno conocemos la cx1:stencia de este misterio?
Lo conocemos porque Dios nos lo ha revelado; pues no podía-
mos conocerlo ele otra manera.
10. ¿ Cuáles son los principales pasajes del Atlliguo Tcsla1ncnlo en (¡u e· se
habla del misterio de la S;mtísima T •·inidad?
Los siguientes :
1• Y vió Dios que lo hac/10 eta btwno. Y dijo : hagamos al
hombnJ e~ i.magen ?J semeja:n~a n·uesll'(t '. - .Dios en singular, para
indicar la unidad de naturaleza; hagconos en plu ral, para. man i-
festar la trinidad de personas.
2• Y dijo: Ved ahi a Adán que se l1a lrec/10 como tmo de nos-
otl·os•. - En donde a(rn se uota el singular nno y el plural nos-
OI1'os .
3• El .Se1i01' dijo a mi Seño1' : .Siéntate a ·m i diestm .. . De mis
Cltt1·mias te engend1'é, cmtes ele existi1· el luCCJ'O de lct mwiana "·
En este pasaje habla Dios de un hijo nacido de El ; mas
el Hijo es distinto de l Padre, pues nadie puede engendrarse a sí
mismo.

J J'aías, XLV, 1:;. - t 1 Thn., YJ, lG. - :s Juan, xx, 2!1.- 4 (;én., r, 26, 2C. - "Gén.,
m, 22. - G S:thuo Ctx, J, 3.
46 EXPOSICIÓ:-< DEL MISTERIO VE Lo\ SANTISDIA TlllNlD.-I.D

'•• Santo, Santo, Santo, el Se1iOl' Dios de los ejé1·citos '·


La palabra Santo est;i r·epetida tres ,·eces para manifesta r· las
tres di vi nas pe1·sonas.
11. ;, Cuáles son los pa st~jcs del 1\uevo Testament o en quo so •·c,·ela cla ra·
mcnlc el mistel'io de la Santísima T1•ioidad?
Los siguiente s :
l • Bauti:ctd a todas las naciones en el nomb1·e (no en los
momlH'es) del Pad1·e, !J del Ilijo, y del Es¡>il'itu Scmto ~.
2• 1'1·es SOll los que dcm testimoni o en el Cielo : el Padre, el
l'el·bo, y el Es¡1il·itu Scmto; !J estos ll·es son una mismct cosa a.
:3• Yo l'Ogco·e al Pad1·e !J os dcmi ot1·o Consolad m· •. - El Hijo
ru ega al Padre; el Padre es rogado por el 11 ijo ; y el Espíritu Santo
es enviado por el Padre.
4• ... A los elegidos ... según út 1Jl'evisión de Dios PciCb·e, pam
scl' scmti,firados del Espil·ill~ Scmto, ... !J se1· ¡·odados con let
Scm!Jl'e de ./esttCI'isto •.
12. ¿Por qué no fué ""·ciado este mislerio con tanta claridad en el Anli·
guo Testamento?
·1• Porque es tando los Judíos tan inclinado s a la idolatría ,
hubieran tomado por tres dioses a las tres divinas per·sonas;
2o Porque la clara manifestación de este misterio estaba t·eser-
vada para la época en que el I1 ijo Un igénito de Dios debía apare-
ce r en el mundo e n fo 1·ma humana, y en que el Espi1·itu Santo se
comunic ada con todos sus dones.
18. ¿ Profesa la Iglesia la creencia en el misterio de la Sanlísiu~a Trinidad?
Desde los Apóstol es hasta nuestl'OS días, la Iglesia ha manifes-
tado siempre su fe en este misterio sublime, como Jo atestigua n
sus símbolos , su liturgia, y las declarac iones de los concilios .
e Creemos formemen le, y reconocem os, dice e l IV concilio de Lell·l111,
r¡ lle no hay miÍti que un solo Dios verdadero , Padre , JIijo, y Esp il'itu
San lo, tres personas , pero una sola sustancia , una sola naturaleza . •

2. l~ :q>os i ció u de este misterio .


1 ·~ . ¡,En ~ué términos expone la lslesia el misterio de la Santísima Trinidad?
En los siguiente s : « La fe católica es ésta : Adorar· a un solo
Dios en tres personas , y tres personas en un solo Dios, sin con-
fundir las persona¡¡ ni dividir la sustancia 0 .1>
15. ;. Qué significa la palabra Trinidod '?
La palabra TJ·ínidad significa tt·es en la 1111idad.

t rufas, vr, 3. - 2 Mn~


.• XX\'111, U). - 3 1 Juan, v, 1. - " Juau, xtv, lC. -
' 1 .Pedro, 1, 1, !. - ' S'wbolo de San Atanalo.
PERSONAS DIVINAS 47

16. ¿ A qué se aplica la unid>d en este misterio?


La unidad so aplica a la sustancia . llamada también natu¡·ale: a
y esencia. En la Trinidad no hay más que una sola sustancia
divina, una sola naturale1.a divina, una sola esencia di,•ina, una
sola divinidad.
17.¿ A c¡u(• se aplica la distinción ~n este mistet'io~
La distin ción se aplica: •J• a las pet·sonas; 2• a las p rocesiones;
3• a las relacion es; .4• a los nombt•es, y 5• a las misiones.

Personas divinas.
18. ¿Qué se llama persona'!
Llámasc pe1·sontt e l se¡· que obra pot· su naturaleza, que se nom-
bra a s í mi smo, que dice : yo .
19. ¿ Cuícnlas personas h•r en Dios·?
En Dios hay tres personas distintas : el Padre, el !lijo y el
F:spíriln Santo.
e Oisliota es In persona del Padre, distinta la del !lijo, y distinta la del
Espíritu San to'. "
20. ¿ Es Oios cada una de las tres di1•inas personas ?
Sí : el Pad re es Dios :
Pco·c1 nosot>·os no hay mús c¡t<e t<?t solo J)ios, q11e es el Pach·e, llel
cual t iencn el seo· tollas las cosas"·
El Hijo es Dios:
¡;;¡ 1'c>·bo estabc1 en Ilios, v el 1'e1·ho e>·n Dios"·
El Espírilu Santo f'S Dios :
EL Es¡Jh•itu Santo, que mi Pac!J e euuim·ú tu 111i 11omb•·e, os lo eu•e-
1laní todo'·
21. ¿Son tres diosrs l3s tres dh,inas person:~s ?
No son tres dioses, sino un solo y mismo Dios.
22. ¿ Po•• qué no son más que un solo y mismo l)ios'!
Porque no lienen más que una sola y misma nahn·aleza y una
sola y m isma d ivinidad.
« Adoramos la p•·opicdad en las personas, la unhlnd ~n la ~scncia y la
igualdntl en In mnjcslnd •. » - • La divi oidnct 1lcl P:ul o·o, del 1-ii.io y del
Espil'itu Snu.lo, es una; su glo ria es igual, su llHij cstacl coctcma '. »
23. ¿ Algu na de la tres divinas ¡lCI'SOnas es n1lls antigu:t, pod erosa o pcrf~cta
que las otr:Js dos?
No : lns tres d ivinas personas son iguales en Lodo.
• Cual es el Pt•drc, tal es el Hijo , tal es el l•:spiritu Santo. - F.o la

' Shnboto de &u Attlnasto.- 2 1 Cor.. \IH, c. - , Jt1~D. 1, 1. "Juan. xtv, !e-s Pre-
taeto de l:a Trinidad.
48 EXPOSICIÓN DEL MISTERIO DE LA SANTfSDIA TRI~IDAD

Trinidad, ninguno es anterior, ni posterior; ninguno mayor ni menor;


sino <1ue las lres personas son coetcrnas e iguales entre si 1 • •
2~. ;,l...a trinidad de las pí!l'Sonas destt·uye aca:ooo In unitbtl de la natu1'alc1a?
No : por que al mismo tiempo que son distintas por sus rela-
ciones incom unicables y sus propiedades personales, las per~o­
uas dil•inas so 11 las mismas po1· su naturalezn y po1· sus perfec-
ci ones absolutas.
El Padre comunica a su Hijo toda su naturaleza y todas sus
pe1·fecciones; y el Padr·e y el Hijo comunican al Espíritu Santo,
que procede de entr·ambos, esa misma naturaleza y esas mismas
perfecciones.

Procesiones divin as.


25. ;. Qué se en tiende llOI' JWOccsión divina?
Por ¡lr·ocesióH • divina se en tiende el origen que una divina
persona tiene de otra.
26. ¡, Deben admitirse p•·ocesiones en llios·!
Sí : porque poseyendo Dios en grado infinito todas las perfec-
ciones de sus criaturas, debe poseer taml.Ji ~n la fecundidad, que
es una perfección de los seres vivos.
'.!7. ¿ Cu:'mtas procesion es hay en Dios·?
En Dios hay dos prO('Csiones :
·1" La del Hijo :
.Vo.•oll·os hemos visto Slt ylo•·ia, ylo>·ia cual ,.¡ Uuiy•'nito debia recibir
dd Pad•·e~.
2" La del &pírilu Santo.
ro os euvia>·é el l>'spil•illt de Ve•·dad q11r. ¡n·occtle ud Pwl•·c 3 •
El Pad t·e no procede de nadie : es innaciblc, es decir principio
sin principio. « El l'ad ro no ha si el o ni hecho, ni creado ni
engendrado' · >1
28.¡. Oc qué manr"' p•·occdc el ll ijo del Pad•·c?
El Hijo procede del Padre por vía de r¡cnc•·ación . « El Hijo
no ha sido hecho, ni creado, sino engendrado del Padre solo'· •
Dios, contemplándose a sí mismo, •·ep•·oduce en si mismo su
propia imagen per·fcctamenle semejante y consuslancial. Esla
imagen vi va y consustancial es su Hijo.
Tri c•·es mi hijo ; y,, te cnyc>u/¡·6 hiJ'.I ".

a Procesión . de fH'OC('dt:t•e, pi'O\'Cnir, tr3e•· su Ol~gcn.


l SlruboJo de ~an Al."lnaalo. - 1 Juan, r, J4.- 3 Juan, J\'• :?&, ' Salmo u, 1.
RELACIO~ES DIVINAS 49
2!J.¿. De quó manera procede rl Espiri(u Santo del Padre y del Hij o?

El Espiritu Santo pt·ocede del Pad•·c y de l Hijo por vía ele rmto1·.
a: El Espiritu Santo no ha sido hecho, ni creado ni engendrado ,
sino que procede del Padt•e y del Hijo'. »
Po·ocede del Padre. - El Espil·it~< de cCI'tl(ld qul' ¡wocetlc del
Pt«ll·e •.
Procede riel llij o. - Totlo lo que tiene e.l f>ttrl>·c es mio. f'>01· c>o he
tlicllo que el "spiritu Santo •·ecibil'<Í <le lo mío y os lo wumcial'<Í "·
El Padt·e y el Hijo se aman infinitamen te, y espi.-<m. si ,·ale la
ex presión, uno hacia olt·o, a fin de no hace•· entt·ambos müs que
un mismo espi1·ittt.
Este amot· del Padre y de l 11 ij o, vivo y subsistente, es el Espíritu
Santo, así llamado, pot·que es como el soplo de amor del Padt·e y
del Hijo.
30. (··Por qué no hay en Dios más que dos p1·oce-:iones '!
Porque no hay en Él m6s operaciones internas que las de cono-
ce¡· y ama•·· La activ idad de Dios en sí mismo no ti ene nada que
obra•·, cuando, por el entendimien to, ha producido la pct'sona
infinita del Ilijo, y por el amo1·, la persona infinita del Espíritu
Santo.
31. ¿Qué po·opicdadcs tienen In• procesiones dil'inns·:
Dichas procesiones son : 'l" Imucmcntcs, porque permanecen en
sus principios.
El Patb·e está Cll mi y yo tll el Patl•·e '·
2• Etemas, por·que conociéndos e el Padre desde toda la eterni-
dad, ete•·nam e nle produce al Verbo ; y amándose el Padre y el
llijo desde toda la eternidad, eternamen te producen al Espiritu
Santo.
3• Sustanciale s, porque en Dios no hay nada que sea acci -
dental.
4• Necesm-ias, porque el Pad re se conoce necesar iamente, y el
Padre l' el 11 ijo necesariame nte se aman.

Relaciones divinas.

a2. ¿Qu•' se entiende poo• relacione• dirinns?


Las relaciones de origen o de procesión que existen entre las
personas divinas. ·

1 Slmbolo de ~111 Atana~;io. - ~ Jww, .n', !!G. - J Juan, v1, IG. - " .Jnnn, x, 38.
3. - I~XrOS. OOCTI\J:XA.
CíO EXPOSICI ... N DF.L )IISTF:RIO DE LA SA!'TÍSIMA TRII'ID.\0

33. ¿Cuántas relaciones hay en Dios?


En Dios hay cuatt·o relaciones u orígenes : la ¡mlel"lliclad, la
filiación, la e~pi1·al"iún activa, y la espimciún ¡Jasiua.
3·1·. ¡, Po1· qu6 no h.l)' {'ll Dio~ n1:'•s que esa:;: cu:tti'O 1'rlaciones?
Po t·que en Dios no hay m~s quedos procesiones, y a cada pl·oce-
sión corresponden solamente dos relaciones : la del producto r· al
producido, y la del producido al productor. Asi que, e n Dios existr
la relaciún del Padt·e, con elliijo, o patcmidad; la relaci6n del
llijo con el Padi"<', o liliaciún; la ¡·elación del Padre y riel Hijo con
el Espiritu Santo, o espi ración activa; y la relación del Espíritu
Santo con el Padre y el llijo, o CSl)iración pasiva.
ar.. ;, Qué papel dCSCillJ)Ciían las rcbcione¡;: di\ inns '!
t • El de constituir· los pet·sonas d ivinas. Po1· lo cnal, la pate rn i-
darl constituye lo. persona de l Padre; la filiación , la del Hijo; la
esp iración pasiva, o procesión, lo. del Espíl'itn Santo. En .cuanto a
la espiración acti\"a, establece el principio del Espíritu Santo,
pero no es una persona.
2'• El de distinguidas entre si. Las relaciones distinguen una
persona de otra; pues no siendo la pate1·nidad la llliaci6n. ni la
f1l iación la procesión, ~iguese que el Padre es distinto del B ijo
engendrado por 1::1; )'el Padre y el 11 ij o son d islintos del Espíritu
San to que procede do c ntr11mbos.

Nombres de las personas divinas.

36. ;, Tienen nombre~ las p~~nas didnas?


Sí : las personas divinas tienen nomb1·es ,n·opios y nombres
a¡Jt"opiados.
37 . ¡.Qué se cntiend<• aquí 1101· nomhre p1·opio 7
El que de tal manera conviene a una p~ rso na div ina, que de
ninguna manera puede convenir a ot ra.
38. ¿ Que se entiende po1· nomb1-e apropiado"!
El que, si bien es común a toda la Trinidad, se da a una per-
sona en razón de la analogía que C'xiste entre el car:ícter de esta
pet·;;ona y el atributo que expresa dicho nombre.
30. ¡.Cuáles son lo!-1 nnmlwC's propios •le In JWiHlcr·a pN·...ona?
.Estos tres: el de i'wJ.¡·c . porque produce al Tl ijo; el de l mw-
ri/Jle, porque no es producida; y el de JJ¡·intiJIÍO y fueate de
Joda la dit>initlad, porque las otras personas t1·aen de ella su ori -
gen.
:>O»IlRES DE LAS PERS0:\.\5 01\'IN.\S 51

40. ¡, Cuáles son lo.;; nombres :tprvpiat.los de la primer:• pea'SOna '!


El de l'ac/,·c nuest.·o• y CJ·iculoJ• de todas las cosas . por·que
s iendo el primer principio de la divinidad, es también considcl·aclo
co mo e l primer priucipio ele las criaturas, aunque la creacióu
sea obra de la T r·inidacl e nte ra .
.1,l. ¿Cuáles son los nor tliH'('$ pr·opios llc la segunda pcr~ona '!
Los de 1/ijo, porque es engendrado de la susla11cia del Padre;
Vc1'l1o. porque es la palahm interior· con que Dios se dice a si
mismo lodo lo que Él es; Imagen dcl l'll<l,·c, porque c•s la seme-
janza perfecta del Padre.
4~.¿ Cuál ~s el no111br·o "lli'Opiado del !lijo'/
El de Sabiduría, porque la sab iduría es la virtud de la inteli-
gCilcia, y el Hijo es producido po r la in teligencia divina.
•\:J. ¡, Cu{•h·~ son los nombr·cs ¡WO¡liO¡j dr• la tcrccr·ol pcr·sona '?
Los de Es¡liritu Santo, porque es producido po r· la esprraci•'•n
acti\·a del Padre y del 11 ijo; Do11. porque procede d1• u11 dador
por inclinación de la voluntad; Amo,·, po1·que es término del
amo1· mutuo del Pad1·e y del 11 ijo.
4-1. ¿ Cmilcs son los nowbreg a¡wopimlos tlcl E~píl'itu !':tnl•J '!
Los nomb res que ex pr·osan todas las obra~ eh• hondatl, cari-
dad y mi~eriCOI'(lia, po rque el Espíritu Sauto proc•·tle no la cari~
dad pc!'f'ecla. Tales son los norubrcs de Pal'<icl ilo o CouM/({I.lo•·.
·i;,, ;, Cu:íulas clolscs tic orwt·:•cioncg hay en l>io:~t '?
Dos: l •las operacionl's (ttl iull·a. o interio res, que SI' concen-
tran en la Tri nidad, como la generaci•'•n del \'eriJo )' la procl'sión
•lel Espíritu Santo; 2v las operaciones llcl c:t:t,·a, o ('xtcrioro•s, que
se rnanifiestan fuera de la Trinidad, como la creación, la encama-
ción, la redención y la santificaciún.
~6. f .as opc1·acioncs <!xtm·ioa·e:fl do l)io:ot ¿ perl cncccn en común :. las Lt·cs
cl i,·ina8 Pl'l'.tSonas '!
Si : las tres d ivinas persona>< <:oncurren iguahTH'Hlc en Psas
opcr·acion<'s, obrando on lo ex t!'l'ior por una misrnaa!'Ción comun.
Si se atribuye al Padre la cn•aciún, al IJ ijo la Ht•dcnf'ioon y al

• Uios es P;•dre ,le su Hijo por uatwyflc:c,, y de 13s rr·i;•lm·.. ~ pot· simiti-
lml. lk las crialur:.s in..-.cional~s l'S P:1dr·c por scm('j31ll;t de \('Sligio :
ó 1)14icu t'S el l'all•·e lil' li' llul'itr. o f¡ttif:u Cllflt!JUil·tj lus !Jt•ln3 t/¡•l I'(Jt•io ~
1

{Job, XXX\'111, 28.) E:-> Padre d(' lntt c·ri;tlur:ts mciuna lc", po1· l'ICIIIC,j;I O'l:t d~
X.). E~ P:ttii'C 1lc h•s justos,
imagen : St·iirw. tú erf.'s uue¡<(/)'0 J>mh·,• ( l sa ía~, r.~,,·,
1)()1' ,oc1ucjanz:, de ;;-racb : J::l mi..,tHo l·:spú·ilu. t•slJ douclo ll'slinwuio tic qm•
somo.~ hijus ele Dios. ( nom .• \ '111 , IG. ) J·~~ P~tlll'c de IQS Clt•¡; idol'i. IJOI' SCif'IC·
j:tnu de gloa•ia: Nos (Jloi"i«.mos cspermulo la glo;·ia clo lo~ h;jus <Ít' J)ios.
(Rorn ., ,., 2.)
)IISIOXES 01\'IX.\S

Espi.ritu San Lo la santiOcación , no es sino por la misma razóu


que les damos nombres apropiados.
Sin embargo, la redención del mundo es ob ra personal del
Hijo. por cuanto El se eucarnó r mul'ió po r· nosoh·o~.
El Pad•·e, clel c«al ticne11 el se•· todas las co~as 1... enuió a su Hijo
pa>·a o·ellimio· a los '1"~ estaban debojo de lct Ley; y a {itl d~ que •·ecibil'-
s"'nos la adopción do ltijo', enu ici Dws ct vttcsl!·o¡¡ co>·a:ones el ./:;'spi>·itu
de su lf0"o ~.

Misiones divinas.

47. ¿ Eu qué consiste la misión di\'ina?


En que una per·:;ona que pr·ocede de otra tiene un modo nu evo
de existi r C'n las criaturas.
48. ¿Supone dcsigualt1,ul tic sustancia la ttlisiún dh·ina?
No : In mis ión diviua no supone 11i11guna des igual dad de sus-
tancia.
49. ¡, Cu:iles son las pcr<onas enviadas·?
Aquellas solament~ que tienen un or·igen, es deci r·, el Hijo, que
pr·ocede del Pad re, y e l Espír·itu San to, que procede del Padre y
del Hijo.
No soy yo solo el que dct el testimo11iO, sino yo y el Pad>·c que me ha
enviado •. - Cuando viuie•·c el ConsiJiodo•·, el E.<pii'Íir< tle Vet·dad, que
procede del Pcul>·e, y que yo os cnviat•t' de pcu·te de mi Pad•·c, él dat·ú
testimonio de ,,li ' ·
50. ¿ C:u:ín tas c:spccics de misiones dh·in as h:.y?
Dos: la misión visib le y la invisible.
51. ¡,Qué e~ 1~ misióll •·isihlc?
La misión visible es la que se efecttia de una maner·a sensible,
como la misión delllijo de Dios hecho loornb re, )'la del Espíritu
Santo cuando apareció en for ma do paloma y <l o le nguas d e
fuego.
5~. ¡, Quó t•i l:t misiún irl\+~ihlc?
La nrisióJl invisible es la que se C'fecttia inLeriorrnen te, sin
forma sensible y se endereza a la santiO cación de las almas.
Yo ·•·oua•·d al Padl'c, y os lltll'ú ot1·o Cow;olatlo•· y Abo(Jtrllo , pa•·a r¡11e
e•lt.i coll vosot>·os etc•·namcntc •.

'1 Cor., \'m, 6. - ~ G/11., w, <~. Ci, G. - a Ju:.n, nu, lG. - 4 Ju:ln, l:l' , 26. -
¡;.Juan, Xl\'1 JG.
INTELJCIIllLIDAlJ DEL MISTERIO DE l.A SANTfSIMA Tl\INIDAO 53
53. ¿Puede habit:or el Espíritu Santo en las almas de los justos s in que
habiten en ellas , al mismo ti empo, las oll·as personas de la Santisin"'a Tl'i ,,i-
dad?
No : porque siendo dicha habitación una obra exterior, concu-
rren igualmen te en ella las tres divi nas personas.
lle!ld1·emos a él, y /uwemos mansión dent1·o de ét'.

3. Inteligibilidad de este m is terio.

54-. ¿Es con t•·ario a la razón el misterio de la Santísima T1·inidad?


Sobrepuja a la razón, pero no es contrario a la razón. Se objeta
que hay contradicción en decir que t1·es son uno. Existiría la
con tradicción, si afirmásemos que tres personas no son m:is
que una pe1·sona, o que una naturaleza es tr·es na turalezas. Pero
creemos todo lo contrario, es decir, que Dios es uno en tres per-
sonas, y que ha)' tres personas en Dios; que la unidad afecta a la
naturaleza, y la trinidad, a las personas.
55. ¿Es inioteligible este miW•rio?
Es incomprensible , pero no ininteligible ; pues podemos for-
marnos de él , siquiera sea por analogía, alguna idea aunque im-
perfecta.
56. ¿Cuál es la imagen mits expresiva de la Santísima Trinidad·?
El alma humana; pues, como Dios, el alma se conoce y se ama.
Hay en ella un principio que piensa, un pensamiento engendrado
por ese principio, y el amor que procede de ese principio y de
ese pensamiento. Mas no son tres almas, sino una sola alma,
una sola esencia.
57. ¿Es perfecta esta imagen de 1 ~, divina Trinidad?
No: sino mu)' imperfecta, porque en nosotros el pensamiento y
el amor son accidentales, y no son personas; mientras que el
Verbo y el Amor del Padre son personas consustanciales con el
Padre. ·
58. ¿Se cncuen tr;m vesligios de la Tl'inidad en los dem,·, s ser~s de b crea-
ción? ·
Sí: pues en ellos vemos numei'Osos ejemplos de unidad en tri-
plicidad.
Por ejemplo : el ser con sus tres propiedades : unidad, verdad
y bondad; - la naturaleza con sus tres reino~ : mineral, vegetal
y animal ; - la materia con sus tres estados : sólido , líquido y

1 Juan, :u\•, :!3.


ERRORE S SORRE LA SANT!SJ MA TRIN ID.ID

gaseo so;- el espario con sus tres dimens iones: longitu d, latitud
1
Yprofun didad ;- el tiempo con su presen te, pasado y ruturo; -
el árbol con sus tres partes : raíces, ti'OHCO y ramas ; - la rama
con sus hojas, no•·es y frutos, etc.

~. E•·•·o•· es sob t·e la Sanlis ima Tl'inid ad.


:;!). ¿ Cuúlt.•s son los pl'incipales Cl'r'OI'Cs solwe la SanLísi11ta Trinidad '!
Los de Sabelio, Arrio, i\facedo nio y l!'ocio.
60. ¿ 1-:n qué consistía el error de S• belio?
Sabelio , que vivía en el siglo tercero , decia que no había en
Dios más que una sola person a, la del Padre, y que el Hijo y el
Espíritu Santo son atribut os u operaci ones del Pad•·e, y no perso-
nas subsist entes. Esta herejía es la negaci,jn de la personalidad
del Hijo y del Espírit u Santo. - El s:~beliani smo fuó vigorosa-
mente •·erutado por san Dionisia, patriar ca de Alejandría.
61. ¿En qué cousislía. el cnor <.l e An·io?
Anio (280-3 36), sacerdo te de Alejan dría, enset'iaba que el Hijo
de Dios era un u criatur a sacada de la nada, supel'io t· a las ott·as,
y de qui en Dios se había servido para crea•· el mundo. Esta here-
jía era la negación de la di\·inidad de Jesucri sto.
El arl'iani smo rué condenado en el Concili o de Nicea (325), que
defioió que « Jesucl'i sto, Hijo un igénito de Dios, es nacido del
Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, luz de luz, Dios ver-
dadero de Dios verdad ero, engend rado y no creado , co nsustan -
cial al Padre y por quien todo ha sido hecho. »
6'.!. ¿En qué consistía el error de )laC<'donio?
Macedonio, que vivió en el siglo cu¡u·to, y fuó patriat·ca usu t•pa-
do•·de Constantinopla, enseña ba que el ~píritu Santo no era una
persona divina, sino una criatur a más perfecta que las derncis.
Este erTor fu é condenado en el año :38'1 por el primer concili o
genet·al de Consta ntinopl a, en que se declaró que el Espírit u
Santo debe ser adorado y glorificado con el Padre y con el Hijo.
63. llcsdc el concilio de Conslanlinopla ¡.no se hizo adición alguna
bolo de Nice:t ·t al Sitn-

Sí : pues la Jglesia, con el fin de afianzar m:ís su fe tradicional


contra los novado:·es, qu ienes enseliaban que el Espíri tu San lo
procedía solamente del Padre y no del llijo, no ta1·dó en añadir al
Símbolo de .Nicea las palabra s Filiot¡ue : que pt·ocetle tlel
Padre !J del Hijo. Esta adición sirvió d<' pretexto a l!' ocio, patriar ca
de Constantinopla, para separa rse de la Iglesia en 800. Los Grie-
gos cismáticos le han seguido CH su error.
l fiSTERIO DE J.A SANT ÍSIMA TRINIDAD. - RESUMEN 55

llBCilOS IIISTÓRICOS

Visita de los tr es 1\ngelcs a Abrahún. tGén., XVIII , i -16.) - Maniresta-


ción de la Santísima T rin idad en e l bautismo de Nuest•·o Sciio•·· (Mal., 111,
13-'17.)

1\ ES U lfEK

Del misterio en general. - )!islerio es una ve•'llad im¡>Osiblc de com-


prende•· ni demosh·a.r natur;al menlc. L..'l c:tislencia del mistc•·io es incontes-
l:~blc, y se explica po•· la impcrrccció n de toda inlcli¡;encia c •·~ada.

Re velación del misterio do la Santísima Trinida d. - Jo:l misle•·io de la


~:mti sitn n T PinidaU es el 111 istc•·io de un solo Dios en h·cs pCI'!iOn:u; disLinlas.
- Conocemos este m istr l'io po•· 1:' l'C\'ClaciOn. que Dios nos ha hecho tic él.
l..:1 l¡¡lcsia h:o creído siem¡H·c en csle mislcrio, y dan re d,c ello sus símbolos.
su lilur¡;ia, y las decl:u·aciones d~ los concilios.
Ex posición de e ste misterio. - En este mislerio debemos adorar a un
solo Uios en tres personas l' h~ personas en un solo Dio.s. sin conrundir 13s
personas ni Üi\'illir 13 sustanei3. La distinción, en el misterio t.lc la S3ntisima
Trinh.l:td, se aplic.."l a las p(lrsona s, ~' las procesiones, a las rela.ciones . a los
uomiJI'CS y:\ las m isione-s.
La PCt'$0H(1 e¡:; el SCI' que obl'a POI' su naturaleza y puede clt'CÍ I' : ro. En Dios
hay t•·cs pc•·sonas distintas : el Pad re, el Hijo y el Espí r itu Sa nto. Estas Lres
pc•·sotH\R no son más q ue un solo Uios \'Cr·dac.lero, y son iguales en todo.
La 1Jt·ocesiún divina es el or·igcn quo una didna persona tirnc de otra. En Dios
hay dos procesiones : Dios se conoce y se ama. Su conocimiento produce al
\'crbo, l' el :~mor mutuo del !'adre y del Hijo producen al Espii"Ítu S.1n1o.-
J.a po'OCesiún del Hijo se dire,·encia de la del Espirilu Sanlo en que e;; una
gcn~ración y liene po•· principio a la persona del Padre solamente, mienlras
que In del Espíritu San lo tiene por principio al l'ach·e l' al Hijo; el Hijo pro-
ccdt' ¡-.o•· vía de intelecci6n, y el Espíritu Santo po•· \' Ía de tuHOJ', Las pr·oce·
sion es tlivin<lS son inmo•nentcs. ctca·rHts , sustanciales y ncccs:•r•i:H!.
l..ns relaciones tl i\'in:ls son In~ l't' lacioncs de origen que' ~xit~tcn entre' las
IWI'HOu as di\'inas. En Dios h:•y cu~lti'O rolacionc::: u Ol'igcncs : In pat e1·nidml
1¡uc constituye a la per<ona del l':od >·e; la fili<tóón, a la dol Hijo: la espi>·CJ-
ciñn ¡l(tlivtt. a la del Espíritu Snnlo, y la espü·aci611 aclira 1 (JUC est ~tblece el
¡wincipio del Espíritu S:mto. s i11 sr•• poo· eso una pc•·son:~. El papel M los
rtlacioncs es constituir l:ts t•-c .. pcrson:'s dh·inas, sin conrundirlas entre s i ni
tlcstruir su na.ttu-a1e?ól.
L-.s pcrson;1s dh·inas tienen nornbr-es propios y nou1bre~ :1propi:a..Jos. Los
nombr·cs JH'OJ>ios son loS qur de tnl Hl311Cra. corwienen :. una I~•"Sona tll\·in:..
CJIIC uo pueden com·eni•• de niugnna manera ;t otl·a. Nomlu·r ap,·opiado es
el c¡uc si hicn es común a 1:1 T•·in id~td entera, se da cspccin.lnwntt• " una pe1··
sona n l'nusa de la ana logía q ur ¡:xistt' entre el c:U'iictc•· de dicha pct'SOJ\a y el
al!·ibuto •·xpr~csado por dicho nomlu't\. - llay dos espccit:'s de oper·aciones en
Dios : lt~s opcr3cioncs <ul ;ntNI, qu¡· se conccnh-an en la Tl'inidatl; }' l:.s ope-
r:lcione:s aLl e:rtt'a.' <1u.: se lll:tnifi~sl:an ruer·a de la 'frinid:td. l..as operaciones
56 MISTER IO DE L,\ SANTÍSI~IA Tl\lNlD AO. - CUADRO SINÓPT ICO
exterioN:'s son comune s a las tres divinas persona s, que
obran en lo exterior
con una misma y común acción.
La utisión divina consiste en q ue unn persona que procede
de ott·a, tiene
una •nanera nue•·a de existir en las criatura s. Hay dos
especie s de misione s
divinas : la t-•isible que se efectúa en foa·ana sensibl e, l'
la i1Jdsibl c que se
e fectúa inte r·io r·mentc , sin foru, n sensible .
Inteligi bilidad de este misteri o. - Aunque el misterio
de la Santísim a
Trinida d sobrepu ja a 1a razón, no es por eso contr:ui o
a la razón ; pues si
bien es incomp rensible , no es ininteligible. Podemo s fonnar
nos de él ulg-u na
idea por analogí a. 1-~1 olma humana es una de las im:igvn
es más hermos as de
la Santísim a Trinidad. Además se encuent ran en la creación
vestigio s innu-
merable s de este mi• tct'io .
llrrores sobre la Santísi ma Trinida d. - Los princip ales
errores relati\'OS
al m isterio de la Santísim a Trinidad son : 1• el e•-ror de
.SabP/io, <(U e negaba
la Tl'inida d de las persona s ; 2• el de ; 1.¡·rio, que enscl•ab
a que r l Hijo üe Dios
era una criatura sacada de la nada, pero superlo r a las otras,
de la cual se
habi3 ser,·ido Dios para crear el m undo; 3o el tic .1/(lcctlo
ni..(), quien enseimba
que el Es pil'ltu Santo no es una pel'sonn di,·infl, sino una
criuLur·a 11lÚ!S per-
fecta que las demás- ; 4• El de Focio, que sostcnla que el Espíritu
Santo no pro-
cedía más que del Padre .

CUADRO SIN ÓPT ICO

Dol ml1terlo en ge~Mnal.


DeftnleiO o del mltt.e.r1o de la Santislm a Trinidad .
(utluuado en al Antiguo 'rcstau1cn1.o.
nevelaelóo
l
novelado cb.rarneo te en el Nuevo Testame nto.
Creencia ge.oeral de la l gl~a .
Unidad de 11MUI':tl e&a y 'l'rlnldatl do pONIOIUUI ,

l
Su 'rlnidad.
Peri(Jn.u d.h1oa.s Su dis-Lind6n.
Su lguald:ul.

~Su ntlmoro
IJA del HIJo, por generación.
W del Elpfritu Santo, pOr
{
''la de :uuor.
Procesiones divinas

~
J umnuenLOI.
&xposlelón (~U$ propiedades f:ternas.

. PttLeruhl:l(l.
SUit3nc.i alet.
Neeesnrla s.

Rcladoncs diYtn:u

Nombres vro¡)los
l Flllación.
F..tptraelón aeth·:a.
F.liplraclón ¡)aalvn.
y uumbres 3J>ropl;,dos.
\'lalblt:.
l Jn\'lsibte.
rnt.ollglb llldad
l Dogmn no c::ontmrlo :1 la r3.zón.
Jmf.genes y vestiglos en l:a ert":acl6n.

'trroro1
·{ DoDe B>bello.
.~1'110.
Do M:u:edoolo.
O. Fo<lo.
CAPÍTULO lli

·DE LA CREAClÓN

Sua&AI\10.- 1. Noclones generales sobre la creación. L;\ obrA ~e la er~aelón. Orden de la


erc:lclón . .A.dvcrtcuclll-'1 sobre el roiAtO de Moisés. - :t. Jrln do l:\ cre:lclón.

1. Nocio nes gen ct·nles sobre la cr eación .

l. ¡,Ejerce Dios su actividad fuer., de si mismo?


Sí : la eje rce cr·eando seres a su imagen, y conser vá ndolos y
gobern ándolos con su providencia .
'l. ¡,Que nos cnscila la Iglesia ~obre la creación?
Nos ensetia que ll Dios, por su bondad y virtud omnipotente , y
por su voluntad plenam ente libre, ha creado de la nada, desde el
pl'i ncipio de los tiempos, dos especies de criaturas, ltt es pir·itual
y la co rporal, es decir· los Ángeles y el mundo, y luego el hombre,
el cual, compuesto de espír·itu y cuerpo, participa de ambas natu-
ralezas • ».
3. ¿Tenia Dios uccesidad de ere" •·?
No : porque siendo infi nitamen te pcr·recto y dichoso, se basta
plenamente a sí mismo, y no tiene necesidad de que existan otros
seres además de Él. Es, por· tanto, libre de crear o no.
4. Si Dios se dcrcrmioa a c•·ear ¿por qué lo hace?
Para manifestar· sus infinitas perfecciones por los bienes que
li beralmen te comunica a sus criaturas.
5. ¿Qué Cl In CI'C3CiÓn?
La e~·eación es el acto por el cual saca Dios de la nada los seres
que le place producir.

1 Cone. del Vntletmo, Const. Dcf. FHht~ , C:lJl. 1.

3'
58 NOCIONES GENERALES SOBRE LA CREACIÓN

ti. ¡,Qué si~nifi ca n las palabras : « Oios hizo el mundo de );.. nada? »
Significan que el universo, que antes no existía, recibió de Dios
la existencia.
7. ¿No lla Cl'eado Dios los seres de su propia sustancia 1 o de alguna otra
cosa?
No : sino que los ha creado de la nada. Decir que los ha creado
de su propia sustancia, es lo mismo que decir que todo es Dios.
Admitir una mater·ia pr·eexislente, la que Dios solamente habría
oq;anizado, sería admitir una materia independien te, necesaria y
libre, la que a su vez seria tamb ién Dios.
8. ¿ Pe•·tenece solamente a Dios el pode•· de crear?
Este poder pertenece a Dios solamente, po'eque el crear exige
un poder infinito. La ceiatura, cuando obra, nece,;ila absoluta-
mente una materia preexistente: el escultor, por ejemplo, necesita
mármol o madera para hacer una estatua.
D. ¿Hay alguna difc,·cncia esencial cntl'f.: Dios ~· sus oiJI'aS ?
Si : la sustancia de Dios es infinita, y las sustancias creadas
son finitas.
Todct m·i subsistencict C$ como nada ante tus ojos '·

La obra de la creación.

·JO. ¿Ha revelado Dios cómo c•·có el mundo visible ?


Si : lo reveló a su siervo Moisés, cuyo sublime relato dice así,
en compendio • :
<<En el principio, crió Dios el cielo y la tien·a. La tiena, em-
pero, estaba informe y vacía, y las tinieblas cu brían la superficie
del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.
<< Dijo, pues, Dios : Sea hecha la 1uz. Y la luz quedó hecha. Y
dividió la luz de las tinieblas; y a la luz la llamó Día, y a las tinie-
blas, Noche : y asi, de la tarde aque/lct y de la mañama siguiente,
eesul tó el primer día.
« El segundo día dijo asimismo Dios : Haya un firmamento, o
una rJI'an extensión, en medio de las aguas, que separe unas
aguas de otras. E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas
que estaban debajc del firmamento, de aquellas que estaban
sobre el firmamen to. Y al firmam ento Jlamóle Dios Cielo.
« El tercer .d ía dijo también Dios : Reúnanse en un lugar las
aguas, que están debajo del cielo : y aparezca lo árido, o seco. Y
al elemento árido dióle Dios el nombre de Tierra, y a las aguas

1 2
Salmo .xx.x vw, G. - Géu.• ''
5U
reunidas las llamtí Mares. Dijo asimismo : Produzca la tie1-ra
hierba verde y que dé simiente , y plan las fruclíft•ras que den f1·uto
conform e a su especie y con tengan en si mismas su simiente
~ob1·c la lien·a.
«El cua1·to qía dijo Dios: llaya lumbrera s, o cttCI'JlOS luminosos,
en el fl rmamenlo del cielo, que distingan el día y la noche, y SCii a-
len los tiempos, o las estacionos, los días y los alios. Hizo, pues,
Dios dos grandes lumbrer as: la lumbrera mayo•·, para que Jll'e3i-
diese al día: y la lumbrera menor, para presidir a la noche: e !tizo
las estrellas .
tt. El quinto día dijo también Dios: Produzca n las aguas repti les
animado s que ' 'ivan en el U.fltlll, y :n·cs que ,·uclcn sobre la tierra
debajo del firmamento del ciclo. Crió, pues, Dios los peces y los
püjaro~ . .
« El sexto día dijo todavía Dios : Produzca la líen-a animales
,.¡,•ient<>s en cada género, animales do•nésticos, reptiles y bestias
silvcst•·cs de la Lien·a seglln sus especies. Y fué hecho así.
<t Y ¡•o1· fin dijo: Hagamo~ al homh•·e a in wgen y semejanz a
nuestra : y domine a los peces del ma•·, ~· a las aves del cielo, y a
las bestias, y a toda la tierra, y a Lodo reptil que se mueve sobre
la Lien ·a. Crió, pues, Dios alllombre a imagen suya : a imagen de
Dios le crió.
(( Y completó Dios al séptimo día la obt-a que había hecho. Y
bendijo el día séptimo; y lo santificó .»

Orde11 de la creación.

Ll. ¿Qué oa·dco siguiú Dios en la CI'CaciVu th•l wumlo "i~ihle i'
Pd mo•·arne nle cl'ió Dios de la nada la materia de que están
formados los cuerpos, de;;pués organizó el WIÍ\'t:l·so p•·ocedicodo
gradualm ente, y yendo de lo menos pc1·fecto a lo m~s pe¡·feclo, del
reino mit1eral al reino vegek'tl, del reino vegetal al reino a nimal,
y del reino ani mal al homb re, obra maestra de la creación te-
rrestre.
12 . ¿, Cuáa1t3.S f;,scs se consideran en la obr:• tlo la cr-c:u.:iún '!
Tres·: La primera comprende la creación P•:opiameute dicha de
los elemento s de la materia, y cotTesponde al Lie111po que precedió
al prime•· día mosaico.
La seguuda compren de la separación de los elemento s confull-
<lidos en el caos; o sea la separació n de ia lur. de las tiniebla~,
obra del primer día; la separació n de las agua.:; en el dia ;;egundo;
y la separación de las tien·as y mares cu el tercero.
'

60 KOCIONES CENERALES SOBI'\E t,.\ CREACIÓN

La ter·cer-a comprende la omamentación de la tierra. Hacia el


fin del ter·ccr día, produjo la tierra hierba, plantas y árboles. En el
cuar·to día, empezó a ser alumbl'ada por el sol, la luna y las estre-
llas. En el día quinto, se poblar·onlos mar·es de animales acuáticos,
y el t~it·e de .animales volátiles. En el día sexto, aparecieron los
animales terl'estres, y, en fin, el hombre, rey de la c real:ión.
13. ¡, Po(•dcn conservarse los sca·cs poa· si mismos después de ct-e...1.dos?
Los seres, así como no puede11 dar·se la existencia, tampoco
pueden conservá rsela. Si las cri atur·as no pueden darse la exis-
tencia, es porq ue son contingen tes; y corno después de c r·eaclas no
cesan de ser contingentes, es necesari o, pam que continúen en
s u ser, un acto de la misma naturaleza que aquel por el cual
saliel'on ele la nada; por esta mzón se puede decir que la conser-
vación de los seres es una creación contin u(l.
~Y ccimo pudie>·a d~<rlU· algwllt cosa, si '1'1í 110 q~tisie•es 9 ¡,ni c6mo
conserca•·•e nada si11 o•·det> tuya. 1 ~

Advertencias sobro el relato mosaico.


1\.. l.os días de la creación ¿ fueron dias de ,·cinlicuMt•o hot•as?
Dichos días se pueden considera r, según op inión generalmente
~egu ida, corno períodos de tie mpo indeler·rninados, q ue in dican
solamente la s ucesión de las obr·as de Dios. La ptllabra hebrea
emp leada. po r Mo isés, lo m ismo puede sign inc:u· die~ que épocc~.
1:;. ;. St> p1•opu so :\loisC.:; cnr-:cií:u- a los llt'bi'COS I;Js ciencias natnl'ales?
No: como lo supone su estilo, que cicrtarncnte no es el de un
sabio; si habla de la naturaleza, no lo hace sino como de paso y
porque la ocasión se le presenta, y auu ro:-~ un lenguaje familiar,
acomodado a las ideas que los Hebreos tenían del universo.
16. ;.Que se ¡u'Opuso ~loisés princíl'~lmente'!
R<'cor·dar las ver·dades fundamenttlles de la r·eligión, corno la
existencia de un Dios único, Crea.do r· y Providencia, la superio-
r·iclad del hombre soiJr·e la~ dem<is criaturas terrestres, y su~
dcllercs para con Dios, e tc.
·17. ¿;\Oft d¡cc Moisés el licu)po ll·:mscurritlo cnlrc In c1·c~ción de la materia
y la ¿1pal'ición el el hoH\bt't.' '!
No : Dios no le reveló nada sobre el ptlrticular.
18. ¿ 1ndi ca Moisés la época pt·ecisa de la crcarion del hombre?
i\loisés no indica el número de arios transcurridos desd.e esa
creación ht1st.~ la época en que el escribía; de donde resulta que
no hay soLwc el particular más que sistemas de c r·onología basa-
ADVERTENCIAS SOBRE EL RELATO MOSAICO 61
dos en datos insuficientes e inciertos. Además, nada se encuen-
tra en la Biblia que se oponga a que se conceda al hombre más
remola antigüedad. ·
·19. ¿ Tioncn algún fundamento Jos incr(:dnlos al impugnar la Biblia apoyados
C"n los df'SCU bl'imientos de bs cicn~.:ias humanas?
Nin guno : porque el relato mosaico en nada contmdice los
descubrimientos científicos.
20. ¿Por qué Jos sabios más ilustres se admiran del relato mosaico y Jo con·
sideran como inspirado por Dios '!
Po•·que lo poco que dice ~loisés sobre la formación del unive•·so
concuer~a perfectamente con los descubrimientos y conjeturas de
la ciencia. ¿Cómo hubiera podido saber Mo isés, sin la inspiración
divina, qu e la luz existe independ ie ntemente do los astros qu e la
e nvían a la tierra, y que los peces y las aves han sido creados
antes que los animal es terreslt·es?

2. F i n de la c r eación.

2 1. ¿ Cuitl es el fin último d e la creación 1


La glori a de Dios. Siendo Dios un ser infinit.ame nlo sabio , no
puedo propone rse como fin úllimo más que la bondad sobe rana,
que es 1~1 mi smo. Del mismo modo que todo procede do Él, todo
igualmente debe vol ve•· a ¡:;1.
Todas las cosas las ha hecho el S cito•· pa•·a gloria de si mismo'·
22. ¿ C:u:int.1s especies de alori:t tiene Dios?
Dos: una intrínseca, o esencial; y otr·a extrínseca, o accident.al.
23. ¿ lle dónde saca Dios su glol'ia intrínseca?
De sus perfecciones in(i ni las. Su glori:t y su felicidad, que
nadi e puede quitarle, consisto e n conocer· por su Ve r·bo y en
amar· por su Esp íri tu Santo la perfección inl'lnila de su natura-
leza.
2~. ¡, Oc dónde saca Dios su glot·ia extdnseca?
De sus criaturas.
Los cieloa publican la glo1·ia de Dios •. - Llena está toda U. tier1·" de
s" glo1·ia3 •
25.;. Qué quiere decir que Dios hn hecho todos la cosos pnr:t si mismo?
Que ha hecho todas las co~as «para manifestar· :su inl'lnila per-
fección con los bienes que d islri buye a las criatums •. >>

26. ¿,Cu:'tl es, pues , el plan divino en l;:t creación lerrcstrc?


El siguien te : Los seres dcsp r·ovistos de razón están subordi-
1 l,.rov.,xv• . f . - :S3Imo :<\"111,1. - : J~:~f:tl, vr,3.- -'Conc.del \"Qll~oo, Const. Dd FUi u.•.
62 NOCIONES GEN EI1ALES SOBRE LA CI1EACIÓ:->

nados al hombt·e; el hombre está subordinado al Hombre Dios,


medianero entre el hombre y Dios; el Hombre Dios, en cuanto
hombre, está subordinado a Dios, fin Ctlti mo de todas las cosas y
sobet·ano bien del hombre.
Todas las co~as son 1tuestms ; vosot?·os, empe1·o, sois de C•·isto; y C>·isto
es de Dios su Pt•d re 1 •
27.¿ Qué dcbCI'CS tiene el hom bre con respecto ;t l:•s cr·iatm·as'.'
Los siguientes : t o No poner su fin en las criaturas.
,1 las C'l'ialtwt•s de Dios se ·zas hizo se1·ui1· ... de tentaciú1t para l«
almas de los homb,·es, y de l(t=o pw·a los pies de los ;nscl!scttos2.
2• Serl'irse de ellas como de medios para clel'arse a Dios.
C>·iat.u•·as tod«s de Dios ... bettdecitl al Seiio>· : bendice tít, oh alm a
mi«, al Seiio•· 3 .
3• No proponerse en todos sus actos otro fin que la glot·ia del
Criador.
Om comáis, ora bebáis, o hagáis cttalquie>·a ol!·a cosa, lwcedlo todo
a glo•·ia de Dios'.
Serl'irse de las criat~tt·as para conocer, amar y serl'ir a Dios es
el fin próximo ele! hombre; poseed e l' gozarle en ~u gloria es su
fin último.
Yo hom·M·é a todo el q~te m e gto,·ifica•·e ~.
2$. ¡, Cuáles son !os tH·incip:.dcs Cl'ror·cs sobr·e la ct•cación '.1
Los condenados por el concilio del Vaticano en Jos sigu ientes
términos : « Si alguno no confiesa qu e el mundo y todo lo qtte
contiene, seres e::;pirituales y materiales, han sido creado:; po r
Dios de la nada cu cuanto a toda su sustancia; - o dice que
Dios no ha creado el mundo por su voluntad libre de toda nece-
sidad, sino que lo ha creado necesariamente, cou la misma nece-
sidad con que se ama a sí mismo; - o n iega que el mundo 11a
sido creado para gloria ele Dios : sea anatema G. »

1 J Cor., m. :Jl, :?3. - ! S;~b., x1v, 11. - 3 S~lul,H..: u, :!:!. - 1 1 Cor., x, 31. - s Reyes, 11, 30.
~ Couclllodcl VatlC~\110, Const. Dei. FiUus, ca¡>. l, ct1non 5.
RESU)fEN . - CUADRO S INÓPTICO

RESUMEN

Nociones generales sobr e la creación. - La Iglesia 110s ensel1a c¡u e Dios


ha c•·eado el mundo de la nada POI' un efecto de su bondad, de su vi•·tud
omnipolcutc, ). por su vohmlad plenarl'l cntc li bre.
Dios nos ha revelado por med io de Moisés l a 1HCUle J•ü cómo ha sido l'or mado
el mundo \'iSible. Ell la Ol'ganizución del unh·erso h:t procedido Dios sl'adual-
mente, yendo de lo menos pe•·fecto a lo m'ís perfecto. En la ob•·a de lo• seis
dias se consideran li'CS {a$eS : en la primera, creó Dios los elementos de la
matel'i<l; en 1:.~ secunda, separó los elementos confundidos en el c:10s; )' en la
ICI'CCI'a , adOI'Il.Ó la t i Ct'J'a.
Los ltia.s de la Cl'Cación se pueden considCI·ar, se.gún la opinión m<Í.S comU.o-
men tc seguida, como pel'iodos de tiempo indelct·minado. - Lo que especial-
mente se p ropuso )'loisés al esc1·ihir el Pentateuco, fué t·ccort.l:u· a los hijos
tle Israel las rel'dades fundamentales de la 1'Cii ~ión; si habla de la natul'aleza,
no lo hace sino como de paso y cuando so le orl'ece ocasión . Su l'clato no está
en cont ,•adicción con Jos dcscub1·imicntos de la c iencia motlcrua .
Fin de la creación. -Todo lo que Dios ha creado, lo ha creado para su
¡;loria . Dios tie ne dos especies de gloria : una in.h·in$eca, que saca d e :ms
infi nitas perfecciones; y ot ra e;ct~·ínscca 1 qu e saca de sus criaturas. - Scgúu
el p l;m divino de la creación 1 los seres pl'i\'ados de 1·azón esl;ln subordin::ulos
<&1 hombre; e l hombre está subordinado al llomiJt·c Dios, medi:mcro e ntre
Uios )'el hombr'(:; el llombt·e Dios, en cuanto homl)l'e, cst;.i suboedinado il
Dios. - Los deberes del hombr e con r elación a )al) cl'ialu t'aS son : no pone1·
su fin en ellas, y scnirsc de ellas como de med ios pa ra e levarse \t Dios y glo~
rificarJc.

CUADRO SINÓPTICO

!Cnscfia.n.z:t (.)o 1:' Iglesl:.l.


01.1 ' " Sop.u :tclón do 1.1 h tr. do las t.i ulcbla~.
- 2° Cl"«l.CIÓU del llrm:uuenLO.
"'~~ La obr:t } - 3o Sc¡)\"traelón de la t.lerZ'a y de l.ts .tgual!.
~ do los sefs dirus -
l° Crc-.:tción de !QS nst.t·o~.
~ Creación de los )JUCC~& y do l:u~ .n cs.
- ¡)"
u 1
- G" Creación de los .tnlmalcs terrcsu·cs y del bowbt c.
~ Desc.1nw del Sofior el sét>thuo dia.
z
o
..
.u
~
Ot·dcn
do IOt creación ¡ 111
z• -
3• -
taso. Creación pror•i:uucnto dic1tn.
Se¡>ara.clón de los elementos .
Orn~uuentacióu de la tiCl'r:t.

Lo que !don los dias gcocsiacos.


"'<>

Obser\':tcJoucs
Objeto del relat.o : ProrNncr sobre to~lo las verdades Cunda-
sobro el oocntalea de la. religión.
l'Ciato mosaico
Su annonfa oon la elenctrt.
Fin G loria cx.t.rfnree:.1 <le Dios.
de la Creación Deberes del hombro roapectc do ):1.$ crlat.ur~' ·

Enores sobre Ja creación.


CAPÍTULO IV
DE LOS ANGELES

~t:liARt O. - 1. De los Angeles en general. - Su existencia rrolxtda ¡>or las ensefmuz.as de


lo. Iglesia, p.o¡· la Sagrada J;;serltnra y J>Or la Co liO todos los ¡mcblos. - Natur~ I C7...1. de los
Angeles. - Estado t•rlmlf.h·o de los ángeles. La prueba. - 2. Los Angeles buenos. Su
ftdclld:td. Su número. - Jert'rquia eeteetlal. Ángeles conocidos. - El ángel custodio.
Sus ser'\"'lclos. Nttest.ros deberes fp..'\ra eon él. - 3. Los Angeles malos. Su cast.lgo. Su
poder !!obre In naturaleza. - La tentación.

/
1 . De los Ang eles en g en er a l.

Su exist encia y naturaleza.

1. ¿ Cór.no S:lbcmos que existen los ángeles'?


Lo sabemos : 1• Po r la Sagrada Escritura que nos habla a
menudo de Jos ángeles y de los demonios;
2• Po r· las ensetianzas de la Iglesia, que lo ha (lefioido articulo
de fe en el cuarto concilio general de Letrán, y en el concilio del
Vaticano con estas palab ras : t< Dios ha creado de la nada , desde
el pr inci pio de los liempos, dos especies de cria turas, la espiritual
y la corporal, es decir los ángeles y el mundo; »
3• Por la creencia de todos Jos pueblos, que siem pre y eu todas
partes, han recon ocido la existencia de espíritus inferiores al
Dios supremo, y que están en constantes relaciones con. el
hombre y el mund o.
2. ¿ Exp•·esa la palab•·a án!Jel la natura lew angélica'/
La palabra ángel, que significa 11WI1$ajc•·o o enviado, expresa el
ministerio, pero no ia naturaleza del ángel.
3. ¿ Qué es el ion gel ?
El ángel es ún puro espíritu criado po r Dios para su glor·ia y
servicio.
4. ¿ Qué se entiende diciendo que el ángel es un puro espírilu?
Se entiende que el ángel es una sustancia espiritual com pletü.
!';ATURALEZA DE LOS ÁNGELES 65
5. ¿ Po1• qué se dice que e l ánsel es una suston cia esph·ltual?
Por·que el ángel es una sustancia simple, inmate rial, dotada
de inteligencia y de voluntad. ·
¿ Po•· venlu•·a no son todos ellos ut1os esph·it1ts que ejercen s·u m inis-
letio 1 $'
6. ¿ Por qué se dice que el ángel es una sustancia completa~
Pot·que dicha sustancia no está destinada a en trar en un com-
puesto, a diferencia del alma humana, que debe unirse a un
cuerpo para constituir al hombre.
7. ¿No han apar·ecido frecue ntemente los :i.ngeles eu forma humana?
Sí : pero no vivían realmente vida corporal; pues no tienen,
como el alma humana , la propiedad de vivifica•· la materia.
8. ¿ Por· qut! se rcpr·cscntan a menuclo los ángeles sin cueq)o, con alas )' con
cabez~l de nii'i.o?
Se les representa: ·1• sin cuerpo, para indicar que son puros
espíritus; 2~ con alas, para indicar su agilidad y p•·ontitud en
cumplir las órdenes de Días; 3• con cabeza de nifio, para rept·e-
sentar su inocencia y perpetua j uventud.
9. ¿ Es más perfecto el fmgcl e¡ u e el hornbt·c?
El ángel, como más semejan'te a Dios, es más perfecto que el
hombre en su inteligencia, en su vo luntad y en su poder sobre
la materia.
·JO. ¿ Por qué es m(ts perfcclo en su intcligcnci:t ?
Porque el ángel conoce la verdad sin razonamiento, por la con-
templación de las ideas que Dios g rabó en su mente en el instante
de su creación.
1'1. ¿ Po•· <¡ué en su "olunt~<l?
Pot·que la -voluntad del ánge l se fija en el objeto de su elección
instantáneamente y de una manera irrevocable: no cabe en ella
ni deliberación ni inconstancia; y, como no tiene cuerpo, tam-
poco puede tener movim ientos de concu-piscencia ni de cólera.
12. ¿ Por qué es m:.'ts perfecto e n su poder sobre Ja materia·?
Porque el ángel, con permiso de Dios, puede naturalmente
transportar Jos cuerpos con extrema rapidez, tenerlos elevados en
el aire, hacer toda clase de aplicaciones de las fuerzas de la natu-
raleza, producir luz, calor, electricidad y obrar sobre los sentidos
e imaginación del hombre.
Bendecicl al S'eiiot· todos vosott·os, oh ángeles sttyos, vosott·os de gran
pode¡· y vi?•lttcP. ·

1
Hebr., 1, u. - ! Salmo cu, 20.
66 DE LOS ÁNGELES EN GENERAL

'13. ¿ Cuáles son los límites de las f:icul~'dcs angi:licas?


1• En cuanto a la inteligencia, el ángel no conoce los misterios
div inos, sino por revelación; no conoce los pensamientos íntimos
del hombt·e ni de los otros espíritus, l' sólo puede conjeturarlos
mien tras no le sean manifestados ; no conoce los acontecimientos
futuros que dependen de una voluntad libre, y, por tanto, no
puede, sin previa revelación, hacer verdaderas profecías.
2" En cuanto a la voluntad, el <ingel, antes de ser confirmado
en gracia, estaba s ujeto a la transgresión de la ley divina.
3" En cuanto al poder sobre la mater ia, no puede hacer mila-
gros propiamente dichos.
·J.i.. ¿ Por qué se h:dlan así limilacl:ls l:ts f:1cu lt:.iles :1ngélic:.s "?
Porque so n faculk'ldes de seres c r·eados, y po r·qlle la omnisc.ien-
cia•, la impecabilidad abso luk1. y la omnipotencia no pertenecen
sino a solo Dios.

Es tado primitivo de los Ángeles. - La prueba·.

'15. ¿.En <¡ué estado fue,·on c>·eados los ;Jngcles?


En estado de inocencia, y dichosos con toda la fel icidad que
convenía a su naturaleza.
16. ¿ Oeblan permanecer siempre en este estado?
No : pues estaban destinados para gozar de una fel icidad sobre-
natural que consistía en la visión eter11a de la esencia divina, y en
los goces inefables que produce esta visión.
·Jí. ¿ Qué medios tenían p:wa conseguir cs:1 fc·licidad?
Varios clones sobre naturales que consis tían en ia g r·acia sanli-
ficante que los hacía partícipes de la naturaleza divina, y en
gracias actuales, necesarias para salir triunfantes de la prueba.
·18. ;. Se les p>·omctió b felicidad soiH·cn atural como ,·ccompcnsa?
Si : como verdadera recompe nsa, ya que debían merecerla
cooperando libremente a l:'t grac ia.
·19. ¡.Cuál rué la pn>eba de los r. ngclcs?
La pmebct ele los ángeles fué hu millar su razón a la t·azón de
Dios, y sorneLct· su voluntad a la divina .
20. ;. Tu\·o :dgt"ln objelo cs¡>eci:d In J_wncbn. de los ;tn~elcs?

Segú n opinión ele muchos teólogos, Dios les reveló el misterio


de la Encarna~ión, y propuso a su adoración el Verbo hecho
carne.

a Omniscienc ia, del la.tín. mnuis scicntla., toda cicnci:l, ciencia. un ive1·sa l.
DE LOS ,iNCELES BUENOS 67
21. ¡. Triunraron todos los ángeles ele 1:. pl·ueb:t ·~
No: uno de los caudillos de la milicia angélica, Luc ife•·•, rehusó
obedecer a Dios, y g ran multitud de espíri tus le ,;iguili en su
rcbelióu .
~:L ;. De <¡ué especie fué el pecado de los ángeles a·ehcldl·S·]
El llecado de los á ngele~ rebeldes rué un pecado de sobe rbia.
De /¡, soberbia tomó principio toda especie de perdici6J< 1 • - T« sobe•··
bia ha sido <•baticla IICMia los inflcl·uos ... 6 Como roíste <lcl cielo, oh
l!tu1·o, tti que tanto b¡·ilwbas po1· la nwtiantt..., que clecias Ctl '" co1·a-
:úu : t.'s<"<tl<u-é el cielo, semejautc sc•·é al 1lllisimo '1
~.;.Qué hicica-on los o.lngelcs buenos <~ 1 ,·ea· la rebelión •le los áu:.;clcs n1alos?
Salieron ani mosos en defensa de los derechos de Dios.
A la blasfe mia d e Lu cifc1· : Sc111 tjnnt e scni c•l Jl ltisiuw, ¡·c~¡ ,ondi ó e l
:u·citu¡¡cl ,:an Miguel : 1; Qu ién como Dios?- E11/1'C /wllo se tmbó ww
grtm úalctllcr e" el Ciew : Jll igltcl y s11s ángeles ¡Jeicctbttn rOit/ 1'1! el ch·a-
góu; !1 el tl1·a:¡un con sus tinyelcs lidiaban contra él. Pe1·o éstos {rw>·ou
los mcís débiles, y después 110 'l"cclú yn pcu·a eUos luycu· tt i ll!JIIIIO en el
Cielo3.
~1.¡. Cu;i l Cué el c.1sti:¡o de lo• án¡¡clcs rebeldes·?
1• J.a obcecación del espíritu.
Te ot..-ojé del monte de /Jios, !1 " ti , oh que¡·¡¡/¡ in . i<' c:ctc•·mi!lé ... Se
cleuó 111 con tzón po•· 1" he1·mo.<11t'l<: po•· t" úeltlccd pe•·tli~l e t u ~ctúiclliJ'itr '.
2• La obstinación de la vo l1111tad e n el mal, po•· Jo que se les
llama ángeles malos'·
:J• La cxclutiión de la man~ión de la gloria.
Dios 110 ¡><wdo116 a ws únyeles <lclillctllmlcs, sino r¡11c amat..-a<los coll
catle1111.< in(enwles los 111't•ci¡>ilú al tenebroso abismo, eu do11cle so" atm~
mentado• y leniclos como rn t•e.,e•·va lwsta el clia del j uicio''·
~~· El to n nenlo del ru ego.
A pat·tao.<ele mí, m ctlclito,, id etl (<<ego cte•·•w, que (ué dcstiuculo p ctm
el cliablo !1 sus tíngeles o noin ish·os '·

2. nc Jos Áu ge les bue nos.


2:l.,·.Quiéncs son los ángeles buenos'!
Los ángeles buenos son lo~ que tri unfaron de la pr ueba y per-
manecieron fieles a Dios.

• Lucife r, del l;tLí n, lux 1 lo'l.; y {ctTe1 lleva•·: po•·laluz. 1-:1 pl'inci po de Jo.s
dmnon io:-o, a:;i llam:ldo ~' caw;a dt! su bt•llc1,a y de oh·os ¡wh·ill•¡.;ios Oc que rué
do i~HI•>; tutlo lo c u;tl, ant e~ de su pcc:ufo, le aseu1cj,tb:l :1 un nsii'O IJI'illautc.
1 Tob., n·. u . - j 1!5-"liM, xn•f 11·1-t. ~ Ar)()C-., xn. 1. S. - "' J.:zeca.• -.;xvm, 16, 17. -
:;Salmo LXl:l 'U, 49 . - G JI Podro, u, 1... - 7 lfat., XXV, "l.
68 DE LOS .~NCEI,&'> BUENOS

26. ¿ Por qué se llaman cspirilus biena\"cntur;ados~


Porque , desde qu e lograron la victo1·ia contra los esp ír il us
rebeldes a Dios, gozan de la bienaventur anza eterna.
27. 0 En qué consiste dicha biena\"cnturanr.a?
En ver y poseer a Dios sin temor de perderlo jamás.
Sus ángeles de guarda en los cielos están siempre viendo la ca m de mi
P<ul>·c celes ti al'.
28. ¿ Qué cullo tributan los ángeles a Dios?
La vida de los ángeles es un cántico perpetuo de adoración,
alabanzas y acción de gracias.
Ado•·od al Seño·· vosol?·os todos, oh IÍ>!(JC!es suyos'. - Alabad/e t.otlos
vosotl·os, ángeles s~<yos 3 . - Bendecid al Scño•· toclos vosotl·os que com -
ponéis m celestial milícict, ministl·o• s~<yos q~<e hacéis su voluntad 4 •
29. 0 Cuáles son las relaciones de los ángeles buenos entre sí?
Los ángeles buenos viven en una sociedad perfecta, en la que
reina el amor más puro y la más perfecta subo rdinación. En la
Sagrada Escritura son llam ados milicia celestial y co•·o.
30. ¿ Se conoce el numero de los itngclcs?
Dicho número no ha sido revelado ; pero es muy grande según
este pasaje de Daniel : E..an millm·es d e millal'es los qtte le
sc•·vían 1 y mil milLones 1 o innumerables , los que asistían cmtc
su pt·esencict •. Según santo Tomás el número de los ángeles supera
sin comparación posible al de las sustancias mater·iales.

Jerar quía celestial.

31 . ¿Q ué se entiende po•· jer3rquia •?


El orden y la subo1·dinación de los difer·entes COI'OS ele los
ángeles, fundados en una diferencia de perfección y de minis-
terios.
32. ¿ Cu:ánt..1s jernrquí3s angélicas se cuentan ~
Según doctrina atr ibuida a San Dio nisio A1·eopagita, exis teu
tres jerarquías, que se diferencian entre sí por el grado de gloria
y los diversos modos de recibir las divinas iluminacion es .
Se denominan de esta manera: la primera, j!'rarquia supt·cnHt:
la segunda, jerarquía media; y la tercera, jerarquía ínfima.
33. ;. Cu(tntos órdenes o coros de ánge1cs hay?
Nueve, y corri)Sponde n tres a cada jerarquía.

•Jerarquía, del griego hiero•, sagrado; y m·c/ii:, imperio : Principado sagrado.


1 )f:u•., xvm,lO. -- 2 Salmo X0\'1, ;, - l&tmo CXLVIII 1 ~. - 4
Salmo en, ~l.- 5 Dao., vn. 10.
JERARQUÍA CELESTIAL 69
34. ¿ Cuáles son los coros <le la primera jerarquía •
Los Serafines, Jos Querubines y los Tronos.
35. ¿Y los de la segunda?
Las Dominaciones, las Virtudes y las Potestades.
36. ¿ Y los de la lCrCCI'O?
Los Principados, los Arcángeles y Jos Angeles.
37 . ¿ Qué significan esos dife1-entcs nombres?
Las fu nciones pt·opias de cada orden.
38. ¿ Por qué los Serafines a se llaman asi?
Porque inspiran a los otros ángeles la caridad de que ellos se
hallan abrasados.
OO.¿ Y lo• Querubines•?
Por·que co munican a los otros su ciencia eminente.
40. ¿ Y los Tronos ?
Po t·que sobre ellos se sienta la majestad divina como juez, y
porque dan a conocer a los otros ángeles Jos di vinos j uicios. ·
4'1. ¿ Por qué las Dominaciones se ll aman así'?
Porque en eJJas, de una manera especial, brill a el soberano
dominio de Dios sobre todas las cosas creadas, y porque ejercen
cierta dominación sobre los ángeles inferiores, como sob re súb·
ditos suyos.
42. ¿ Y las Virtudes?
Pot·que doladas de virtud en algún modo divina, mueven las
causas universales; y porq ue por su medio se llevan a cabo los
milagros.
to3. ¿ Y las Potestades?
Porque participan del poder del Creador· encadenan do a las
potestad es inferna les e impidiéndoles da•iar a los hombres.
4<1.¿ P01·qué los Pl'incipados se llaman así?
Porque ejercen su imperio sobre los Ángeles inferiores, como
también sobre Jos r·einos y principados, qu e dirigen y gob iernan.
45. ¿ Y. los Al'cángelcs?
Porque están encargados cerca de Jos hombres de mensajes
importantes, y porque a ellos está encomendada la guarda de los
pontífices, reyes y príncipes.
~6. ¿Y los Ílngeles ?·
Porque están encargados de los mensajes ordinarios, y consli·
tu idos custodios de los particulares.

q. Serafin quiere deci r ardie1tdo en mno)·1 y Querubin, lle110 de ciencia.


70 DE LOS ÁNGELES BUENOS

1\i. ;. Cuáles son los oíngclcs Cli)'OS nombt'cs menciona expresamente 1~\
Escr·itu ra {!
S~t¡; t ·ada

San Mi guel, San Gabri el y San Rafael "·


~8. ¿ Qué sabemos de :);n• ~1 igncl ?
Sabemos qu e al fre nte de los ángel es bue nos, co mbati ó contra
Lucifer y s us secuaces, y r1ue fué el protec tor del pueblo de Dios.
49. ¿ Quu sabemos de San Cabr·iet ·?
Sabemos que anunció al profe ta Dan iel la época precisa de la
venida del Mesías; a Zacarías, el nacimi ento de San .J uan Bautista,
y a la San tísima Virgen, la Encarnación del J 1ijo ele Dios.
50. ¡. Que sabemos de S¡tn Harael t!
Sauemos que fu é e nviado al jo ven Tobías para servirle de guía
durante su viaje, y para devo lver la vista a su padre .
~rl. ¿ T ienen los ~í.ngc les l'Ciacione$ con el mu ndo?
Sí : tie ne n con el mundo rl!lacioncs incesan tes, pues Lornnn
parte, como causas segundas, e n el gob ierno dl! la naturaleza
011tera, y son los u1iuis tros ele la divina Providencia.

El Ángel custodio.

5'2 . ¿ Quién es el ~ingc l cuslollio?


El á ngel bueno que Dios da a cada hombre para protegerlo.
53.¿ Cómo sabemos que c~u.la uno licne un :lugcl custodio'?
.Lo sabemos : ".1 • Por la Sagrada Escritura :
i :l m.ant/6 a s¡ts ÚII[JCles r¡uc crtid(l.,en llc ti : los cuales te yncu ·<lc,·cín
en cuantos pasos clic>·es '. - Ali>·rccl r¡uc no clespreciéi' ct illgwli! de estos
JJequeiiitO$; porq ue os hayo sabe>· que st~s ángeles de gmu·da en los
ciclos cstún siemp>·e "ienlio le' ccu·co ele mi Pwl>·e c~lestiat>.
l.a Sagrada Eticritu r:< nos hul.>la del úngcl de Agar, de Jacob, de .luclit,
do Daniel y de San Pedro.
2• Por la ense1ianza de. Ja Jglesia, que favorece la devoción a
los san tos úngcles de la guarda, y ha es tablecido una fiesta en su
honor.
3• Por la Trudición cristiana.
•< Cada <t ima , dice San ,\nsl'lmo, queda confiada a un úngel desde el
momento en c¡uo es enviada a un cuerpo. ,,
Gi.. ¿ Tiencu ángeles cusLotlios sol:uncnh~ los inc.lh·iduos '!
Según el común sentir de los Padres, cada diócesis, reino,

~ Miguel, en hebl'cO, significa ¡ tJuién. como


1
/Jio~9 Gabriel , Fortalc:a de
D1os; y Rafae l , 1lfcclicina de Dios.
1 Salmo xc, 11. - ' Mat., xvtu, 10.
JERARQUÍA CKLEST!AL 71

ciudad y comu nidad tiene su ángel custodio.- Daniel hace men-


ción del ángel de los Persas y del ángel de los Griegos.
:--:;. ¿ Qué se nidos recibimos d(\ los úngeles custodios?
1• Los üngeles custocl i o~; nos protegen en el cuer po, al ejando
do nosotros los peligr·os que nos amenazan , y pr eservándonos de
una multitud de accidenles.
'fr llct'<l>'lÍJt en las p~lm~s de sus !llflllOS ; no sea que f¡•opicce '"pie c11
alyuna )lietl>·ct 1 , - El úugel que me /w liln·ado ele todos los males, ben-
diga u tllQ.'t uiJios'!.
2• Impiden a los demonios hacer·nos darlo.
J·:ltiii(JCI fra[ael eogi<i ttl tlemo>rio, y lo confinó m el desierto•.
3• Nos sugier·en buenos pensamientos para ayudamos a obrar·
el ilion l' evitar el mal.
Es<· u el"' St< vo: : ¡Jor nin(JIÍII caso le mc>IOS)J>·ccirs ; )JO>·que si haces
aly>ill mul, no le lo pascu·ti: y en él se IH!lla el t1omb1·r mio'·
4" Presentan nuestras oraciones a Dios , y unen las su ras a las
nuestras.
Ct<ando l1i o>·etbas coulrig>·imas, yo p>·esentabctal Sc,iO>· l11s o>·acaolle.•'·
- Vino enfo11ccs ot>·o úugel, !Jillcsose ante rl allcw; y cliti•·muele mr<chos
¡Jet•{wues, compuestos de lr1s Ol'ttcioues de tocios los setll lc>s, ptt~·a que
los o(•·cl'iesc sobt·e el c<ltm· de o•·o, tolocwlo ante el t•·o11o ele Dio.••.
5•• Consuelan en el PurgaLot·io a las almas que les rucr·on con-
fiadas, y después que han <'X piado completamente sus pecados,
las conducen al ciclo.
56.¡, C:mí les son nuestros dcbcr't'S l>=•ra con los ;'m~eles cuslodios?
Dehemos a los úngcles cus todios, dice San llet'llardo: '1• a·es-
peto a su presencia; 2• devoción por la solicitml con que nos asis-
ten; 3• co nfianza por la protección que nos dispensan.
57.¿ Cómo les n'anife!<it:u·cmo~ llti(\Sli'O •·espeto '!
Cuidando de no ofender a Dios.
io cnt·iat•é el ú.ngcl mio : t·ct•ct·éncialc 1 •
!"18. ¿ \' nuc:;h-a de,·oción '!
Mostr(tndoles a menudo nuesta·o agradecimiento, y siguiendo
fielmente sus inspiraciones.
~l9, ¿Y n u ~Slt'¡' confianza'!
Jnvocündolos en nuestras ten taciones , peligros y aflicci ones.

1 f;:.l wo xc-, 1!.- 2 Gén., ):1.\'111, 18. : 'fvb., nu, 3. - 'Esodo, ~·uu, ~l.- :t Tob.,
xu, 1!. - e Apoe., nu, s. - i ~xodo, X\'111, 2U, :1J.
72 DE LOS ÁNGELES ~ALOS

3. De l os Ángeles malos.
60. ¿ c.ímo se llaman los ángeles rebcld~s?
Demonios, es decir, genios del mal; espi•·itus malignos, a
causa de su endurecimie nto en el mal; ángeles de las ti>1ieblas,
porque han s ido precipitados e n el lugar de las tinieblas y de
horror sempiterno.
Gl. ¿ Fueron numerosos los ángeles rebeldes?
Se cree que Lucifer arrastró en su rebelión la tercera parte de
los ungeles, según este pasáje del Apocali psis :
S" col11 traía cw>·ast.rat~do la te>·cc>'ll pa•·te de las esh·ell~ts del cielo 1 •
62. ¿ Cuioles son los principales nombt·es con que se design~ ~Lucifer, caudi llo
de los ángeles rebeldes?
En la Sagrada Escritura se ledesignaco nlosnombre s siguientes:
diablo, o calumniado r; Satanás, o enemigo; Eelial, o perverso;
Belcebú, o dios de las moscas, po1· ironía; y, e n fin, pl'inciJJC de
este mundo, pltd>·e de la mentil·a, cl1'CI!JÓn in(el'ltCil, y antigua
sel'piente.
63. ¿ Existe al ¡¡Un lugar en donde habitan los demonios'!
Si: se hallan eo una cá rcel subterránea llamada infierno.
Al infierno se aplica la denominación de tien·c• de misc>·ia y de tit~ie­
blas, de que habla Job, en donde t ieuc s11 asieu to la somb•·a de la mue>·tc,
y do>1de todo estú sin o>·dett, y en om lto•·•·o•· sempite>·uo•.
6,\. ¿ Pueden los demonios salir del infierno?
Con pet·miso de Dios, pueden salir hasta el dia del juicio, y
andar vagando po r los aires y por la tierra , pero llevando consiso
su t01·men lo.
Nrtulrl• pelea es contra los p>·incipes y potestades, conh·Cilos adt~lillcs
de estas tiniebl.lls del numdo, cont>·a los e•pí>·itJIS malignos esparcidos
en los ai•·es 3•
65. ¿ c.ímo se porl.an los demonios con Oios ~
Le maldicen y le blasfeman, y procuran an·ebatarle la adora-
ción de las criaturas.
66. ¿ Tctneri a Dios?
Sí : « creen y tiemb lan •. »
67. ¿ Cómo se pot·tun con los ángeles buenos?
Los desprecian y com baten , y con trarían su sobierno en la
medida que Dios -se lo permite.

1 Apoc., x u, 4. - ! Job, x, !!!, - l Efe11.., v1, u. - • Sant., u , 1 ~.


ACCIÓN DEL DE)JONIO SODRE LOS IIOMBRES 73
68. ¿ Qué relacíones tienen los ángeles malos entre sí?
Se desprecian y detestan, y sólo se unen par·a hacer el mal, en
el que se ha obstinado su voluntad.
69. ;. Pueden los demonios ejercer alg>in poder sobre lo n•turaleL1 '!
Como han conset·vado sus luces y fuer"Zas naturales, pueden
ejercer sobre la naturaleza g ran poder, mas subordinado a la
divina voluntad.
70. ¡.Cómo se maniO~sta este podct· ~
Por med io de prodigios extraordinar·ios, falsos milagros, falsas
profecías, npal'iciones, etc., como lo prueban la Sagrada Escri-
tura y la histo ria de todos los tiempos'. - Pero estos prodigios
diabólicos so n fáciles de distinguir de las obras divinas.
i l. ¿ Con qué On uoan los demonios de este podet· ?
Con el fin de seducir· a Jos hombres, crearse entt·e ellos após-
toles de la mentira y del error, y oponer su sinagoga a la Iglesia
de Jesucristo.

Acción del demonio sobre los hombres.

i2. ;. En qué consiste la acción incesante del demonio sol11~ los hombres'?
Lleno de odio contra Dios y de envidia contra los hombres,
emplea pat·a datiarles y arrastrados a Jos infiernos Lodos los
med ios que se hallan en su poder, como tentaci ones, oiJsesiones
y posesiones.
Vr1estr·o enemigo el diablo anda gir·a~tdo como león •·ugienle alrede-
dor de 1101otros, en busca de pt·esa que devor·ar· •.
73. ¿ De quó manera tienta el demonio a los hombr·cs?
1'ur·bando sus sentidos, obrando sobre su imaginación, y exci-
tando en ellos todas las pasiones del corazón.
74. ;,_, Cu31 es su tnejor ar-tificio para induciruo:l :ti m:.l?
El mosll·arnos el bien como cosa dcsagr·adable y penosa, y el
mal como cosa agradable y buena.
75. ¿ Podemos nosotros tt·iunfar del demonio?
Si : con la ¡p·acia de Dios.
Os escr·ibo a vosot.·os j6ve11es, por·q¡¡e sois valer·osos, y la pnlab•·a de
Dios pcnnanece en vosot>·os, u vencis teis al t11aligno espíritu 3 • - Est(tcl
sttjetos a Dios, y •·esi1tid cou su ¡:racia al diablo, y httir·á de vosol!·os ·•.
7!i. ¿ Qué medios tenernos para vencer ol demonio?
La vigilancia, la oración, y la mortificación.
Vdad y or·ad para no cae•· e» la lentaci6rt •. - Esta casta tic dcmo-

t YbM e.l n-u.-! 1 T"edro, ,.• S. - ~ 1 Jun. u. u.-' S.lnt .• w, i . - ~ YaL, xx~·~. 41.
4. - f;xros.. OOCTIUXA.
74 DE LOS ÁNGELES MALOS

nios no se lan«• sino mediante la o..ación y el ayuno '. - Mire, p ues,


no caig« el que piensa est«>· fi., ·me en la fe'·
77. ¿Puede el demonio clarhr a los hombt'es en sus bienes )' en su cucq1o?
Sí, como se puede ver· en la historia del paciente Job. Tam-
bién puede ejercer vejaciones sensibles contra el cuerpo, por la
obsesión, y hacer de él su morada por la posesión.
Ahora no son tan frecuentes las posesiones como antes de la
venida del Salvador, porque Jesucristo ha destruido el imperio
del demonio.
i8. ¿. Por qué to lcl'a Dios las sugestiones diabólicas?
Po rque en los designios de Providencia las hace servir :
'l • Para p1·ob(w a los justos, cuya virtud, por este med io, se
put·ifica, se fortifica y se enriquece de méritos.
Po•·que e1·as (teepto a Dios, (ué necesa1·i.o que leo te,.t«ción, o afl icción,
te p>·obcose 3.
2• Para castiga>· a los malos, a quienes el pecado hace esclavos
del demonio, en este mundo y en el otro.
Bien sctbe el Seiío>· libl'(tl' de la tentcoción a los j ustos, rese>•uatlC!o Los
m«Los ]Jara los to>·mentos en el dict cleljuir;io' .
3• Para atormenta¡· al mismo demonio, cuyas efímeras victorias
van luego seguidas de derrotas que .l o lleuan de ,·ergüenza y
confusión.
E t diablo que los tmía enga>iaclo.~ {ué p•·ecipitado en el estanque de
fuego y azrt{>·e, donde /ambié" la besti« y el (al.so p>·o{eta se>·ún «tor-
mentados día y noche p o1· los siglos de . los siglos 5 •

II ECHOS HISTÓRICOS

ÁNGELES. - Los ángeles que guardaron el paraíso ten·enal. (Gén ., 11 1,


24.) - Misión de los :\ngeles para con Abrah(ltl. (Gén. , X\' 111 .) - Los itngc·
l~s anuncian a Lot la dest•·ucción do Sodoma. (Gen., XIX, 1-·li.) - Un
ángel se aparece a Jacob y lucha con él. (Gén., xxm, 24· 30. ) - Gedeón
recibe de un ;\ngel 1<• misión do libertador. (Jueces, Yl, 1·1-23.)- W ángel
Rafael guia y protege a 'fobias. (Tob ., v-xu.)- Los ángeles libran de las
ll amas a los ll'es jóvenes Israelitas arrojados en el horno . (Dan., 111 , !¡1).~•0.)
-Un úngel anuncia a Zacarias el nacimiento do Juau. (Luc.u, 1, :í-25.) -
Embajada de San Gabriel a la Santísima \'irgen. (Luc., 1, 26·39. ) - Un
ángel conforta a Jesús en su agonía. (Luc., XXII, 39-43.)
DEMONIOS. - Tentación de Eva l' maldici ón de la serpiente. (Gén., 111.)
-Job afl igido por el demon io. (Job., 1 y 11.) - Tentacibn de Jest•S en el
desierto. (Luc. , 1,·, 1 -13.)

1 Mat., xnr, 20. - 2 ICor., x, J~. - 3 'I'ob., xu, 13. - 4 Ir Pcd•·o, u, 9, - :; Apoe., xx, 9.
DE LOS .ÁNGELES. - RESUm:N 75

RESU)fEN

De los Ángeles en general. - Sabernos que existen los úngeles por la


· Sagr·ada Escrilul'~ , po1· las c nscii:urzas de la Ig lesia y por la fe de todos los
pueblos.
El (Ulgel es una sustancia espiritual , es decir. simple e inmale t'Üll , dot.."'.da d~
in1cligcnci3 y de voluntad; co·m1>leta, es deci1·, que no est~·l destinada para vivir
unida a un cuerpo . El !IJ'lgel es m~ís perfecto <¡uc el hombre en su 1nt.eligcn-
cia, que ~ldquier·e e l conocüniento de l:t Ycrdad sin necesidad de •·azonamiento ;
e n su volttttta<i, que se fija en el obje to de su lib l'e elecció n de nHHlCJ'a ii•J•c,·o -
c.-ble ; en su potlcr sobt·e la ma te ria, porípte puede, con pc1·miso de Dios, obrar
pl'odigios estupendos. Con totlo, las facult:tdcs angélic..'l.s son n ecesariamente
liwitaUas.
Los (ulgelcs fueron c•·eados en el estado de inocencia , en el que cr-.m felices
con toda la felicidad cot·rcspondic ntc ;, su nniU I';,\lcza. - Debi::m , por· su libre
coopca·ac ión a la g racia d e Dios, 1Hc1·ccr·r 13 dicha eterna. t l'iunfa ndo de la
pr·ueba a que fut"J'On somt"tidos. El o bje to especial de la Jl n w ba , según muchos
l.eólogos, co nsistió en la adoración el el Ve1·bo hecho carne, que Dios les p rO·
puso •·evclándolcs el miste1·io de la Enca1·n~tci On. Los ún gelcs m\\ los 1·ehusaron
obedecer a Dios y comctier·on un pcc~ulo de o•·gullo. Dios los castigó con la
obcecación del cspíd tu , la obst in:.tción de la \'Oiuntatl en el mal, la exclusiól\
de la man sió n de la g lori a y el tormento d el ruego.
De los Ángeles buen os. - Los ;tn~elcs bue n os gozan d(• l;,t d ich:t e te rna , )'
su vida es un per petuo c:'tntico tle ado•·ación, al~'lwnz.a y acciOn d e gracias. -
Jlol'mau ent1·e si 1.111\.\ sociedad pc r·fecta en la 'JU C reina ,la más perfec ta s ubor-
dinación . El número de ellos n o h:1 sido •·evelado, pe r o es ~raudisimo.
Segltn San Dionisia Areop~lgila 1 se divitle'n los úngcl es en tres je1·arquias : la
je.-~, ,·quía sr<Jn•cma, <1ue t!Omprende los coa·os de los Scralines 1 Quel'ubines y
T ronos: la jea·a•·quia 1ne(Ua 1 que comprende los coros de las Dom inaciones,
Virtudes, y l'o testad es; y b. je,·aquia in{i·m a, que compl'cnde los col'os de
los Pl'incipac.los . A•·c~·mgcl cs y Angeles. Los ~tngelcs conoci<los son San
~liguel , San Gabriel , )' San Hafacl.
El i.ngel cw:todin es el (¡ue cu ida tle nosoLro~. Su existencia se prueba por
la Sagrada Esc•·itu1·a 1 po•· las cnsc•'lanz;.•s de la lgh!tiia y po1· ''' Trad iciOn cris-
tiana. Los ángch·s custod ios al<•jan de noso ti'OS los p cl if;I'Os que nos amenazan,
impiden a lo~ demon ios <tne no!' d:u'ten 1 nos sugie•'en s;:t ntos pensa mientos,
oh·cccn ~· Dios nuestra:; o •·aciones y consuelan en el Pul'¡;a1ol'io :l las almas
q ue les han sido conliatl:• :;:. n e bc rnos a los ún g('lcs <:ustod ios reS.()1!l0 1 agradeci·
rnicnto ~· confi:Hl7.a.
De los Ángeles mal os. - Se c •·cc qnc Lucifer ~uTastt·(; en su re belión la te r -
cera p~wte de los (ln gcles Cl'cad os . - Los de monios bl asrcm:m con11·a Dios, ~·
PI'OCu t·an arrebal;u·l~ l a adoraciOn de l:ls erialul·as¡ od ian a los :\ ngeles fieles,
y se desprecian y detesta n e nlre si.
P:.wa hace•·nos come ter e l tn:tl, e l demon io n os ttcn/.ct de mil m:ule1-as; pero
con la g r acia de Dios podemos vencerlo , I)Or medio de la vig ilan d a , o 1·acióo )'
rnortilicación. - El dúll'lonio puede dail~u· extcl'lormcn le al c ue•·po por medio
de la obsesióu, e inst;,lat·se en él po1· medio de la posesi6u . - Dios ))Crm ite
las maqu inacio nes de Jos demonios pa•·a J>•·obnJ' a los justos, castiyar a los
malos y atormentm· a los mis mos de monios.
16 DE LOS ÁNGELES . .:_. CUADRO SINÓPTICO

CUADitO SlNÓPTlCO

'J'cstimouio do In Sagrada Eseriturn.


Su
cxlstcneia
l Eoscfianza de In lgle~ l a .
Creencia de 108 pueblos.
Sustancia CSJ>IrJtual complct.ol.
De
los ':\ngclel;
en gcncrnl
Su
l Perfección rel!l.tlva.
Límite de l:ts tacult:tdes :wgéllcns.
Estado J)rlmitlvo de los 6ugclcs.
1,:~. prueba.
Estado
Calda da unn parte de los úngclcs.
dO l)I'UCb:\
) Comb:l.te de los Angeles buenos contra Jos malos.
Castigo de lO$ :\ngctes nuLl ~.
Su estado de reHcidnd.
Su m\mcro.

l
Somfines.
Su¡lremn. Qucrub1ne;s.
'ffODQS.

lj
DE LOS Domlaacioncs.
Su
De MCtlin VlrLudes.
ANGIIL&S )crnr<¡Ufn
los ángelos l)ot.cst.:u.lcs.
buenos PrtneiJmdos.
Inllm:t (. ~rclt.ugclcs.
Angeles .
Ang~les conocidos : San lHgucJ, San Gabl'Jcl, San Rarncl.
Su cxlstcncto.
El ángel
cuscodio

Su uúmcro.
l ~~vi cios que nos pl'csta.
Deberos para con 61.

Sus tormen to~.


Su uutllcla. •
De \ Su poder SObre la tierra.
los :\ngolcs (
UMIOS
. Acción
¡lo:\ tent:.\CIÓU ¡ •
Natur:ti07..i .
Medios do vcnccrl<\.
dl:tbóJJcn J.a obsesión. l,a pC>Scslón.
ltazone!J pro' Idcncl:llea.
CAPÍTULO V
DEL HOMBRE

Su,. uuo. - t. Creación del hombre. t. Naturaleza del hombro. •;1 cuerpo bumano.
- Jojl llllU:a humana ; eiplrl,u!llidad, llbert.:nl e inmor-t.'llli1:hl. - R ~I:\Cio m:.tt del alma con
el cucr¡)O. - 3. La Jlruclxl. Hl ))nmfto terrenal. La probtblclón. - •l. Crc:tclón do 1:&
mujer. Jni!IUtucióu del m:urhuonlo. U ntd~ut ilO la cttpeele hnrunna. - ti, l:d.Ul.do JH'ImHivo
•lo ntiCHLn.~ ¡n·hnero$ p:tdre¡¡, - Oouo" sobronnu•r:tlcs. Douo11 lll'ttOI'nnturaleiS del alru:t :
In ciencia, la dominación de ll' volunt.."'.d aubrc t'l n¡>etlto llcnslth·o: dol cuar¡>o : la tumor·
t.alhlrut y la lncnrruptlbilhlnd. - o. L:l tenU\elón y 1:\ caidn. - Nnturalctn y gmved::ttl
del ¡•ec:~tlo. - 7. El c.ut.lgo. Cont~ccucneJ;ts dtl poeado Jl3ra Ad:\u y 1\\•:t ; para lU J>06·
ttrldad. - Kl pcc:tdo original. - La Virgen Inmaculada. - Bl llothl.s.

l. Cr eación d el hombre.

l. ¡. Qué es el hombre?
1!:1 hombre es una cri atura racional compueslu de cuerpo y
al ma.
2. ;. Para qué fin ha sido co·iatlo el hombre?
El hombre ha sido criado para conocet·, amar y sen•ir a Dios ,
r mediante esto salvar su alma.
3. l::n In creación del hombre, ¿procedió Dios de igual manera que en la
crcoac¡on t.lc l:ts demás criahu'3s?
En la creación de los dem(ls seres Dios procedió por medio de
una palabra de mandato : « Sea la luz, 1woduzca la tierra
plantas', » etc. ; mas pat·a creat· al hombre , pt·ocedió po r medio
de una palabra de consejo : << Hagamos al hombre a nuestra
imagen y a nuestra semejanr.a•. »
4. ¿ Por qué procedió así Oic.s en In creación del hombre'!
Pot·que en el plan divino, el hombre debe ser el resumen de
todo el universo, y el rey y pon tífice de la c•·eación terrestre.
Coo·on{tslele de glo>·it< y de liono>·, y le has d«do el mcmdo sob•·• las
ob•·cts de t1<s n.anos "·

1
Ofn., 1, 3, 11. --: 1 Gén.• 1, ~G. J S:lltDO \'IU, ~.
78 NATURALEZA DEL 110)[f)fU:

5 . ¿.Qué quiso enseiía rnos Dios po r esta palabra : hagamos ..."


Quiso hace rnos considerar a las tres divinas perso nas como
celebrando co nsejo para formar a imagen suya la obra maes-
tra de la creación.
6. ¿ Cómo crió Dios ::.1 p1·imer homb1·c?
Dios formó el cuerpo del pr imer hombre del li mo de la tierra ,
y sopló sobre su rostro un soplo de vida , y el hombre quedó
vivo y animado '.
7. ¿ Qu<; s ignifica ese soplo de Dios'/
Que el alma qu e anima al cuerpo del hombre ha sido hecha
a imagen y semejanza de Dios.
8. ¡, Con qué !JOmbi'C llamó Dios al pl'i mcr hornbre "?
Dios llamó al primet· hombre con el nombre de Adán, que
significa tie>TC~ colMada, y nos rec uerda el hum ilde o rigen de
nuest ro c uerpo.

2 . Naturaleza del h omln·c.

El cuerpo humano.

9. ¿ Que particularidades ofrece la constitución d4!1 cueq>o humano·?


Por su estructura admirable, por la diversidad y de licadeza
de sus órganos, y por la multiplicidad y armon ía de sus
operaciones , el cuerpo humano es una ob t·a maestra del poder
l' de la sabiduría divina.
Tus manos, Señor, m.e hicie1·on y 1ne {on na,·on -1.
·10. ¿Qué es lo que distingue el cuerpo del hombre del de los onimales '! .
El hombre anda derecho, con la frente levantada hacia el
cielo, a donde le llaman sus des tinos gloriosos; mien tras que
el animal, hecho pa ra servir al homb re, anda con la cabeza
inclinada hacia el suelo.
Im¡Jt'e.<a está, Sei1o>·, sob•·e nosot,.os la lu: <le tu ·•·ostl·o 3.

El alma humana.
·1J. ¿ Que c.s el :tima hu mana'!
El alma humana es una sustancia espiritual, libre e inmort.al,
hecha a imagen l' semejanza de Dios, criada para estar unida
a un cuerpo.
Dios c1·i6 i nmortal al homb•·e , y {o>·móle a s" imagen !1 semejan: a,;.

1 Gén., u, 7. - '2 S:llmo CX'\'"Ht, 73. - 3 s.\)001) 1\', 7. - 4 Snb., u, ~3 .


EL AL)!,\ 11U )fA;> A 79
12. ¿Qué se enliend c diciendo que el alma es unn sustancia espi>·itual?
Que es una sustancia inmaterial y simple, dotada de en-
tendimien to y voluntad, y que puede vil•ir separada de su
cuerpo.
El alma es inmater·ial, es decit·, inextensa, indivisible , sin
ninguna de las propiedad es sensibles de la materia, y, por lo
mismo, no se puede percibir por los sentidos. Puede subsistir
separada del cuerpo , es decir, que de por sí es independi ente
de la materia, y qu e la disoluciún de los órganos materiales y
aun la del cuerpo no puede ocasionar· la del alma. ·
13.;, Cómo se prueba lo espiritualida d del alma?
Se prueba la espirituali dad del alm a por sus mismas opera-
ciones en virtud del axioma que dice : Una sustancia es de la
misma naturaleza que las operacione s que produce.
Las operacion es del alma sno, inmater·iales, como clal'ament e
Jo pnteba la experienc ia : luego dichas operacione s no pueden
ser producida s sino por una sustancia inmater·ial.
Las dos facultades s uperiot·es del alma, el entendimi e nto y la
voluntad, son, por naturaleza , indepemli entes de la materia,
puesto que su objeto propio, la vet·dad y la justicia, no tienen
nada de material : luego el ser del alma debe poseer también esa
independe ncia, y el alma delle poder subsistir sepamda del
cuerpo.
14. ¿Quiénes ni~n la e~pirilualidad del alma?
Los materialis tas, que afirman que no hay nada fuera de la mate-
ria.
·15. ¿Qué se debe pensar del materiolisulo'?
Que es una doctrina absurda y degradant e, rechazada igual-
men te por· el sentido comú n y la conciencia .
En efecto : si no hay más que materia, no hay inteligenc ia, ni
libertad, ni moral , ni Dios; el hombre puede seguir todos sus
instintos por perver"Sos que sean; la sociedad queda sin base, y
no habr:i mtís ley que la ley del m:ís fuerte.
16. ¿ Quú ca·a·ot• ~p·osct·o pa·ctcnde aca·cd it:w ahora el malcl'i:alismo (!
La opinión dOJninanle hoy día entre los materialis tas es que el
hombre trae su ori¡;C'n del mono, y que no es sino un mono
transl'or·mado y perfeccion ado. De este modo . esos l)retensos
sabios, que !)O hablan m:ís qu e de la d ig ni da(l del ilomiJr'e y del
respeto debido a los derechos del hombt·e, no vacilan en atribuirl e
un origen bestial, ni en rebajarlo al ni\'el ele los brutos.
80 . NATURALEZA DEL HOMBRE

·17. ¿Qué qu iere decir que el alma es libre?


Que el alma humana es lib•·e qu iere decir que tiene la facultad
de elegir, de determinarse entre dos cosas posibles, optando por
u na o por otra.
18. ¿Cómo se prueba la existencia de la libeo·tad?
Se prueba, desde luego, por varios textos de la Sagrada Escri-
tura.
C•·ió Dios desde el p•·incipio ul homb>·e, y dejóle en mcm.os de su con-
sejo ... Delcmte del loo>nb •·e está" lu 11idc1 y lu mtoc>·le, el bie» y el m.at :
Lo qtte escogie>·e Le se•·á dado 1 • Reportará glo•·ia eten~a : ¡Jodía peca>·,
y no pecó; hace>· el mal, y no lo hizo •.
1!1. ¿Cómo se prueba por la razón la existencia de la libertad?
Se prueba : ·1• Por el testimon io de la conciencia. En
efecto : cuando uno delibera, tiene conciencia de que puede
optar por uno u otro de los dos partidos que se ofrecen; y
cuando se determina, tiene igualmente conciencia de ser causa
inmediata del acto que ejecuta.
2• Por la obligación moral y la responsabilidad, las que no se
conciben sin la libe rtad. En efecto : nadie está obligado a que-
rer el bien si desde luego no es capaz de quered o , ni puede
ser responsable sino de los actos ele que es verdadet·amente
causa.
20. ,, Quiénes n iegan la liber tad?
Los fatalistas y los determ inistas. Los primeros dicen que un
poder superior decreta fatalmente todos los acontecimientos, sin
tener en cuenta la libertad humana. Los segundos dicen que nos
dete1·núnctrnos a obrar impulsados por la fuel'7.a irresistible del
motivo de más peso; que la vo luntad es una balan:w. qne mu\31•en
fatalmente, a manera de pesas, Jos motivos o razones de obrar·.
Aclmitit· esos en·Ot·es es lo mismo que deci r que no hay ni bien
ni mal; que los remo rdimien tos de la conciencia son una qui-
mera, que las leyes son un conlraselltido, y en .fin , que el mal
tiene a Dios solo por causa.
~H. ¿Qué puede rcspondc1'SC r. los que objcl.an la prcscienci:• di\ ina con11·a
1

la libco·lad?
Que siendo Dios infalible, lal o cual acto li bre qne Él ha pre-
visto sucedet·J infali blemente, pero no ·11el:e•m·inmenlc. Para
Dios, lo futu ro es presente, pero su presciencia no ejerce sob re
nuestt·os actos ma'l•or influencia que la ejercida pot· nuestra

i EcU., XV, H, JS. - :! Ecll., ~XXI , 10.


EL ALMA HUMANA 81
visión sobi'e la natu•·aleza de los objetos que vemos o de las accio·
nes que presenciamos.
22. ¿Qué <¡uico·c decir que el alma es imllOI'talV
Quiere decir que el alma humana no cesará jamás de vivir.
23. ¿Cómo se prueba la inmortalidad del alma 0
Se prueba : 1• Po r· la Sag•·ada Escritura.
Q«e el polvo se vuelva ct l« tier•·« ele donde salió y el espi.-ittt vuele a
nios, que le di6 el sé•· ' · - !t-á11 éstos ttl eterno supl·icio, y los jlislo$ a
la vid« ete,.nct "·
2• Por la razón, que aduce en confirmación de esta verdad
una prueba fisica y dos pruebas morales.
21-. ¿ Cuál es La prucb~\ física en favor de la inrnorlaHdad del alma?
La espi•·itualidad del alma exige que subsista en sí misma, y
que ejerza por sí misma sus operaciones especificas sin depender
necesariamente del cuerpo.
Es, por tan to, evidente qu e la disol ución del cuerpo no puede
acalTear la del alma , y que no teniendo ésta por su natura-
leza ningún ger men de disolución , es por sí misma inmortal. El
alma, es verdad, tiene necesidad en esta vida de qu e las faculta-
des sensitivas le proporcionen la materia de sus operaciones;
pet·o tan luego como el lazo que la unía al cuerpo se rompe, goza
de la existencia propia de las sustancias separadas, y obra sólo con
su in teligencia .
En vano se objelat·á que Dios, que ha creado el alma de la nada,
puede tam bién an iquilarla; eso no es más que una posibilidad
absoluta, que jamás se reducirá al acto. En efecto : Dios no se
con tradice; y habiendo hecho al alma ín co nuptible e inmortal
po r natul'aleza, no puede aniquilarla, ni obt·ar, por decido así,
con un acto de su poder, en contra de otro acto de su sabiduría.
He visto que toda.• las cosas qtte ha co·ietdo JJiO$, clu•·mt pe•·petuame,.te 3 •
~5. ¿Cuáles son las dos pt·ucbas tnorales de la inmorLaHüad del alm\l?
·¡;;stas : '1" la necesidad de una sanción de la ley moral. La justi-
cia de Dios exige que el bien sea recompensado y el mal casti-
gado. Aho ra bien, esta justicia no se ejerce en este mund o uni-
versal ni completamente : Juego es necesario que más allá de la
tumba reciba cada cual lo que le es debido.
2a El deseo de la felicidad . El alma desea la felicidad perfecta;
pero este deseo no lo puede satisfacer en este mundo : luego es
necesario que haya para ella otra vida en la que sus aspiraciones

l E(.:l., xu, 7. - :! Ma~., xxv, 1.&. - 3 Ecl., m, 14.


82 NATURALEZA DEL H0)18RE

sean plenamente satisfechas; y esa felicidad no será perfecta si


tiene fin.
2G. ¿Qui énes nif'gan l:t intflOI'taliL1ad del ttlrna 1
Los ateos, los materialistas y todos aquellos que tienen inler·és
en no creerse superiores a las bestias.
El hombrt constilltído en !tono>·, no lw tcnitlo disrt>'nimiet•to : se ha
i9ualado con lo.! inscmatos jumentos, y s;· ht• !techo uno de ellos'.
27. Los filósoros dignos t1c f.'"sle nombre,¿ han Cl'eido en la espiritualidad,
libertad e inmortaliclacl del alma?
Sí: pues verdades de tan capital importancia no las han negado
sino hombres corrompidos y corruptores.
28. ¿Tienen csl:\s ''ca·d:\dcs en su fa,·or el lt•stimon io uuh·c1'Sal '!
Si : pues son objeto de la creencia de todos los pueblos.

Relaciones del alma con el cuerpo.

29. ¿Cuáles son l•s relaciones del al m• con el cuerpo?


El alma comunica al cuerpo el movimiento , la vida y el senti-
miento •, y el cuerpo, informado por el al m~, completa la natura-
leza humana de tal manera que el hombre resulta de la unión de
las dos partes.
30. ¿ Oe qué naLuralet:\ es l:t unión que exisLf' cntl·c el alma~· el cuca·po?
Dicha unión no es accidental como la que existe entre el jinete
y su caballo, o el piloto y su navío, sino una unión per·sonal,
esencial, de la que resulta una sola natur-aleza humana, una sola
persona, un yo único.
31. En esta unión del ¡tima con el cue•·po que conf!tituy(• al hombre, ¿cutl l
es el P"Pel del alma?
El alma es el p1·incipio activo, la obrera; en otros térm inos, es,
según lo ha definido el co ncilio de Viena { 1:1"1 1), lo. forma susl:~n­
cial• del cuerpo.
32. ¿Cual es el "''pcl del cuerpo?
El cuerpo, sustancialmente unido al almo., sinre a ésta en la
vida presente de inslnrmento necesario para varias de sus ope-
raciones.
33. ¿ Po•· qué se dice que el homb•·c e:; el •-csunH•n del unh'CI"SO?
Porque es el lo.zo que une el mundo de los espíritus con el

:. Forma sustancial , p1·incipio que detc•·m ina l:t mn.lcl'ia ¡wilna, y le d;t su
unidad, acth·idad y esencia específica. Como {m·m a sustaucial, el alm:t
humana se hace su propio cuer¡)O transformando en carne humana elementos
matca·aales, ~· comunic;\ndolcg la propiedad dt.· \'Cgeto.u• ~· sentil·.
1 S;dmo xLnu, ''· - : C3.rt:a. de l'io 1X. al obispo de Drcsl:au, lO de abrtl de JSCO.
LA Pl\UEOA 83
mundo de los cuerpos. Por una parte , su alma tiene facultades
superiores, como la inteligencia y la voluntad, que la hacen seme-
jante al ángel; y por otra, tiene facultades inferiores, vegel.ati,·as
y sensitivas, que le permiten vivificar los elementos materiales,
y hacer vegetar su cuerpo como la planta, y sentir como el
anima l.
llich;tele tm ¡Joco in{e?'io>· a los ángeles, cot·on{c~tele ele glot•ia y de
h01w>·, y le has dado el mando sob>·e las ob.-as de tu.s manos' ·

3. La prueba.

34. ¿Dónde colocó Dios a Adún después de habedo creado ?


En un jardín de delicias, llamado Edén o Paraíso terrenal.
Tomó, pu.es , el Seiio>· Dios al homb1·e, y ¡nísole en el pat•aiso de deli-
cias, pa,.a que le c~tlt.iva.se y gucwdase •.
::.i5. ¿En qué •·cgión se halktb::t sih.1ado el jardín de dellcio.ts?
Según la opinión más verosímil, se hallaba en Armenia entre
las fuentes del Éufrates y del Tigt·is.
36. Entre los árboles del jardín ,¿ cuitlcs ct·an los más notables?
Dos : 1• el árbol de la vida, cuyo fruto debía mantener al hom-
bre en per petua juventud; y 2• el át·bol de la ciencia del bien y
del mal, que fué objeto de la prueba.
31. ¿Que prohibición hito Ulos a Adán'?
La de comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Come si q~<ie>'CS del {t•uto de todos los tit·boles del pat·ai$o : mas ele!
f•·toto ele la ciencic. del bien y del mal no comas-: pot·que en wal.quiet·
día que com·iet·es ele él, infaliblemente mot'il'ás'.
38. ¿Por qué le hizo Dios esta prohibición?
Para someter a Ad¡jn a una prueba, del mismo modo que ya lo
había hecho con el ángel, y hacerle así merecer por su obedien-
cia la eterna felicidad.
39. ¿Por qut! tJicha pl'ohibición tenia poa· objeto el fruto tle un ~írbol ?
Para manifestar a Adün, que a pesar de la autoridad de que se
hallaba investido sob,·e la creación, Dios seguía siendo soberano
Se1ior de todas las cosas. Este árbol era el signo de la autoridad
abso luta y universal ele Dios.
40. ¿Qué clases ele pr·ucbas contenía esta p•·oltibiciOn ~
Las tres por las que todo hombre debe pasar : '1" la prueba de

1 S:tlmo nu , G, i . - 1 Gtn., u, lS. - 3Gén., 11, 16, H.


84 GREACIÓN DE LA MUJER

su intcligenci" , que debe creer en la palabt·a revelada, e incli-


narse ante los misterios de la fe: 2·• la prueba de su voluntad, que
debe obedecer a la ley divina, y no pretender la independenc ia
absoluta; 3" la prueba de su scnsibilid"d , que debe moderar
su deseo de gozar.

''"· Creació n de la mujer .

~l. ¡, Qué hizo Dios de•pués de habeo· hecho esta po·ohibición a Adán ?
No queriendo Dios que Adán estuviese solo, le dió una compa-
11era formada de su propia sustancia.
El Génesis relata así la creación de g,.a : • No es bueno <¡ue el hombre
esté solo : hag:imosle ayuda y compaliía semejante a él.
l<'oo·mado, pu es, que hubo de la ticrrtl el Señor Dios todos los animal es
tcrresh·cs y todas la~ a ves del ciclo, los lrajo a Adá n , para e¡ ue vi eso
cómo los habia de llama r : y cu efecto, todos los nombres puestos por
Adún " Jos a nimales vivientes, ésos son s us nombres propios ... Mas no
se hallaba para Adán :l)'Uda o compa1iia a él semejante. Por tanto el
Seiior Dios hizo caer sobre Ad:in un profundo s ueilo : y mientras estaba
donnido, le q uitó u na de las costillas y lletló (le carne aquel vacío. Y de
la coslilla aquella que había sacado de Ad:in, formó e l Sci\ot· Dios una
mujer : la cual puso delante de 1\dion. Y d ijo o exclamó Adán : Eolo es
hueso de mis huesos y carne de mi carne 1 • •
~'2. ¿Cuál fué el nombt'C de la po·imeo"' tnujct·?

El de Eva, que le puso Adán, y significa mad1·e de todos los


·vivientes •.
43. ¿ Fué hecha el al m:• de l::1·a de In de ,\d :ín?
No: sino que, a semejanza de la de Adán, fué creada de la nada.
41. ¿ Por qué el cuct'l\0 de E1·a fué hecho de la sustancia del de Ad:iu ?
Porque según el plan divino, el primer hombre debía ser el
principio de toda su especie, y ademtís porque la mujer debía
estar sometida al hombre.

Institución del matrimonio.

45. ¿ L'or quién rué bendecida la unión de Adún y de "''"?


Pot· Dios mismo cuando les dijo : <1. C,-cccd y IIWlti]Jl'icaos, v
llcllcll i<llct tic•·•·ct v -cnse1io•·enos de eUn 3 • »
46. ;, 1:.:-., de fe •auc lodo el género lau••lano licne el mismo origen?
La unidad de la especie humana es una verdad de fe plena-

1 Gc1u., 11, 18 ·:!3. - ~ Gtn., 111, 20. - ;a Gón., 1, 28.


ESTADO PRUfiTJVO DE NUESTROS PRUIEROS PADRES 85

mente confirmada por la verdadera ciencia. Las diferencias que


estriban en el color de la piel y en la configuración del cráneo no
tienen nada permanente ni esencial, como lo tienen bien pro-
bado los verdaderos sabios.
Él u el qtte de 11~10 solo ha hecho nacer todo el linaje de los hombrts,
para que habitase la vasta exletuión de la. tierra 1•
47. ¿Quiénes rehusan al hombre un origen celestial?
Los dan'inistas •, que sin pizca de razón y únicamente por
oposición sistemática a la Biblia, dicen quo el hombre es un mono
perfeccionado.
C>'iú, p11es, Dics al homb1·e a imagen sttytt : a imagen de Dios le
cri6'l.

5. Estado primitivo de uuesh·os primeros padres.

Dones sobrenaturales.

48. ¿En (lOé estado fuerort crin~os Adán y E•a?


En estado de justicia y santidad 3 , es decir, en la posesión
tle la gracia santifican te, juntamente con las vi•·tudes infusas de
fe, esperanza y caridad, las virtudes morales y los dones del Espí-
ritu Santo.
Revestíos del hombre nueuo, q••c /w. 3ido criad() con{ot·me a la imagen
de Dios e" jt.sticia y santidad uerdadcm '·
49. ¿Qué ventajas les proporcionaba este cslado ?
En este estado eran agradables a Dios, justos y santos, hijos
adoptivos de Dios, herederos de la gloria celestial, y capaces de
merecer por sus buenas obras.
OO. J::stc eslado, ¿cr• nalurnl o sob•·cnatu•·al?
Era solll'enaturat porque la naturaleza c•·eada no puede ele-
varse a él por sus propias fuerzas, ni tiene derecho a él en virtud
de su creación.
Dones prelernalurales.

51. A los <Iones sob•·enalur"alcs,¿ no o.ladió Dios otros dones?


Sí : añadió privilegios extraordinarios, dones preternalurales,
que hacían su naturaleza integt·ct.

• Darvinistas, partidaa·ios de la doctrin:~ tle Darwin, nnhn·ali~la inglt.!!>, que


en•eñaba que las especies proceden unas de otras , por una serie de tr•nsfor-
rnacioncs. Según el, el hombre desciende ~el rnono.
' llecbot. X\'u, J6. - 'G~a .. •, 2i. - : Conc. de Trento, Ses. tv.- ; •;res., w, t4.
86 ES'fADO PRIMI'l'l\'0 DE NUESTROS PRIMEROS PADRES

52. ¿Cuáles e1·an c.stes dones<!


La ciencia, el dom in io de la voluntad sobre el apetito sensi-
tivo", la incorruptibi lidad y la in mortal idad del cuerpo.
53. ¡,Po.. (IUé dichos dones se llaman preterna tu•·ales '1
Porque, rigurosamente hablando, no son ni naturales ni sobre-
naturales. No son naturales, porque si bien es cierto que Dios
hubiera podido crear al hombre sin pecado, no lo es menos que
podia haberl o dejado suj eto a la ignorancia, a la concu piscen-
cia t., al dolor y a la muerte. No son sobrenaturales, porque no
tienen ninguna relación esencial con la visión beatífica, y ade-
más, porque en el estado de naturaleza caída puede poseer el
hombre la gracia santificanle y el derecho a la visión beatífica,
sin los dones preternaturales con que fu eron agraciados nues-
tros primeros padres.
M . ¿ Et·a mucha la cicnci:t de Adán r de Eva?
Tenían todas las luces naturales y sobrenaturales que, seglln
los fines de Dios, su inteligencia necesitaba en este mundo, y no
estaban sujetos al er ror.
Les llenó de las luces del entendimien to . Crió en ellos la ciencia det
cspi•·itu; llenó les el co..azón de di•ce>•nimiento 1 •
55. ¿Por qué rató n debía tener Adán tanta cicnci:~?
Porque era doctor y padre del género hu mano, y como ta l,
debía conocer todas las cosas divinas y humanas necesar ias para
cumplir con sus funciones. ]~l fué , sin duda, quien instruyó
a Eva en las revelaciones divinas, y mu y particularmen te de
la prohibición de tocar al fruto del árbol de la ciencia del bien
y del mal.
56.¿ En qu é consistla Ja dorninación de la voluntad sobt·e el apetito sensitivo'!
En que el alma no estaba sujeta a los movimientos desordena·

a Apetito ' del lal.ín cut, hacia: y JU!tere, desear, buscar : inclinación hac i;_t
una cosa. - El apct.ito sensi t ivo es una inclinación l1acia e l bien conocido
por los sentidos. Se dh·idc en dos facultaclcs distintas : d :t petito concupis-
cible, que nos mueve a buscar lo fJUe nos conviene ~· :1 huil· de lo que nos
es perjudici~l ; y el apetito irascible, que nos excita a com batir todo lo que
nos impid e l~l bien que lmscam'>s, o rechaz.a r el rnal que huimos. El primero
comprende las pasiones de amor~· od io, deseo y ~l versión, gozo y dolor; )' el
segund o, l~1s de esperanza, desespe-ración, audacia, temor y cólet·a.
1,) Concupiscencia, del latín, cum., con; y cu.pcn·, dcse~u·: desea r con unión,
por cuanto e l s ujeto que desea tiende a uni l'se al obje to dcsc:~d o. La concupis-
cencia es un movhniento del apetito sensitivo hacia un bien agt·adable a los
sentidos; inclina la vohmtad hacia ese bien. En el lenguaje teológico, Ja con-
cupiscenci3 es la codicia o deseo inmoderado de place.-es sensuales, efecto del
pecado ot·iginal.
t Ec1J., X \'11, 5, G.
TENTACIÓN Y CAÍD.-\ 87
dos de la concupiscencia. J::n el ser humano existía la armonía
más perfecta; los sentidos y las pasiones estaban subordinados a
la rnz6n, y la raz6n lo estabtt a Dios.
57. ¿En qué consislia la incorruptibilidad "!
En la exención de toda enfermedad, achaque y padecimiento.
~>8. ;. En qu~ consislia la inmo>·lalidad 1
I::n que el cuerpo, unido siempre al alma, hubie1·a sido trans-
figurado y llevado al cielo sin pasar por la muerte.
No es Dios r¡uicn ili:o la muerte 1 • - Dios et•i6 imno>·tal al llomb>·e •. -
Mcrs po•· la envidia del diC>blo enh·ó lcr muerte en el m1111do 3•
~O. ;. E•·a grande la dicha do llllOsll·os primeros pad res?
Enriqu ecidos con todos los dones de naturaleza y g •·acia, pasa-
ban su vida en medio de los goces más puros de la inocencia, de
la convc•·sación con Dios, y de la contemplación de las maravi-
llas del universo.
60. ¿Qué puso fin a csla felicidad'!
El pecado cometido por instigación del demonio.

6 . Te ntació n y caida.

Gl. ;. Qué figuta tomó t•l demonio IJ~u·a induci1· al lfWI a nu(\stt·os pl'ime,·os
J>:&<la·~s '!
La figura de la serpiente, el más astuto de todos los animales'.
G2. ¿Por qué tomó eJ demonio figur:a tan extrni13 '!
Porque es mur verosímil que los ángeles apat·ecían a nuestros
primeros padres en la forma de algún animal ; no aparecían
en tonces en forma hu mana, como hicieron más Larde , po rque
J\d(tn y Eva eran los únicos seres hu manos que exi~tían. To mando
el demon io la forma de se rpi ente, no hizo con esto sino imitar a
los ángeles buenos.
63. ¡,Por qué tentó el demonio a .,,., con prcre•·cncia " .l<l:'tn 1
Pol'que se prometía que eoga•iando a Eva, le seria más fácil
arrastrar a Adán a la desobediencia.
c.\. ¿ Qué p>"C:;unló el demonio • Eva 1
Le preguntó por qué les había prol> ibido Dios comer del fruto
de Lodos los árboles del Paraíso.
65. ¿Qué •·espondió Eva?
((Del frul.o de los árboles que hay en el Paraíso, si comemos;
pero del fruto de aquel árbo l que está en medio del Pat·aíso, man-

t 8:lb., r, 13. - ! Sab., n, !!'S.- 2 S.:.b., n, :.a. - • Géu., m, l.


88 n:~TACJÓN Y CAÍDA

dóuos Dios que no comiésemos, ni lo tocúsemos, siqtác,·a, para


que no muramos 1 • n
66. ¿Qué replicó el demonio?
Considerando ya medio ganada la victoria, res pondió el demo-
nio con descaro : « Oh! ciertamente que no mori1·éis. Sabe,
empero, Dios que en cualquier tiempo c1ue comiet·eis de él, se
abrirán vuestros ojos : y seréis como dioses conocedores de todo,
del bien y del mal '. '»
67. ¿Creyó Eva las palabras del demonio'!
Eva, entregándose a locos ensuetios do ambición y orgullo,
c reyó ciegamente las palabras del demoni o, s in reparar en la iro-
nía criminal con quo las d ijo. Se persuadió de que, tanto el la
como su marido, serian verdaderamente dichosos, absolutamente
libres e ind ependientes, y de que ya no l1abría misterios para
ellos, si con sen lían en come t· de la fruta vedada.
6i<. ¿Qué sucedió entonces ·!
Por haberse la razón de Eva 1·ebelado contra Dios, sus sentidos
se rebelaron contra la razón. Al orgullo siguió la concupiscencia :
« vió que el fruto de aquel árbo l era bueno para comer, y bello a
los ojos y de aspecto deleitable, y cogió del fruto y comióle 3 . >J
69. ¿Qué hizo E••a después de haber com ido del fs·uto vcd<•do '?
(( Dió de él a su marido, el cual comió • » también. Adán no
fué engañado ni sot·prcndido como la mujer. Si com ió del ft·uto
prohibido fué sólo por complace1· a Eva, que Dios le había dado
por compañera. Prefirió la criatu ra al Crcadot· y cayó también en
pecado.
Naturaleza y gravedad de este pecado.
70. ¿Oc que natu••tdc>.a rué el pecado de Ad;in y de Eva?
El pecado de Adán y de Eva rué, lo mismo que e l de Lucifer y
sus ángeles, un pecado de soberbia.
El pri11cipio de la sobct·bie~ del hombt·e es, y fué, e~poslatt.,. de Dios,
o no querer obedecerle; «J>a>·lá>ulosc st< cot·a:ó>l de aqul!l Se•ior que k
e>·i6 : <UÍ pr<es, el p rime>' origctl de todo ¡wctuiCI es la sobet·bia ' .
71. ¿Fué muy gra•·u su pecado?
Gt·avísimo, corno se colige :
1• De la prohibición y de la amenaza de Dios.
Del fmto ele! ú•·bol ~!e lit cien~iu del bie01 !/ del "'al no wme~s : ¡Jorqw·
en cualquie•· día t¡uc comie•·cs de él, i•l{aliblcmcntc mo•·h·ás".
2• De los múltiples caracteres de esta falla, pues se encuentra eo
ella :

1 Oto., 111, ~. 3. - t O~n., m," 1 ~- - :l GéD..t c. - • •::eu., x, 11, 1~. - ;Gtn., u, u.


EL CASTIGO 89
Desobediencia : Del {l'ltto del eh·bol de la ciencia del bic1~ y elel mal 110
comas.
Infidelidad : Ciert.a mcnte no mo1·il·éis.
Sober·bia : .':el'éis como dioses.
Curiosidad : Conocc•·éis el bien y el mal.
Sensualidad : Vió /e¡ 11Wje1· que el f•·uto e1·a bueno p(<ra come1·.
3• Po1· sus Jamenlables consecuen cias :
Po1· un solo homb•·• ent>·u el pecaelo eu este mundo, y po1· el pecatlo la
>Jllt<l'le: así también la mue1·te se ( reé p1-opagamlo e•~ todos los homln·e$,
¡•O>' crq~t~•l solo Ad:in en q11ien tocios ¡¡ecw·o•~ •
1

-i• Por la reparación que ha exigido de Jesucl'isto :


Fuislcis •·cscata(/os, 110 ccm OI'O o ¡>leila, que son cosas ¡>c1·ccede1·a s;
sino cou la sang1·e p1·ccioscr de C1·isto •.

7. El cas tigo.
í2. f~ CuCdes fue1-on para Ac.láo }' Eva lns consecuencias de su ptcado '!
Adán y Eva por su pecado fueron despojados : 1• de la gracia
santifican te y de l dea·echo a la glol'ia ete rna; 2• de todo~ los clo nes
preter·nalu roles de qu e la g rac in santifi can le era la fuente , os
decir, que quedaron sujetos a la ignorancia , a la concupisc encia,
al dolor y a la muer te.
i3. ¿ Reconocieron Ad:in y Eva su pccaüo?
Tan pronto como cometie ron la falla, sin tieron la rcbelión de
los senl idos, tude r·on miedo y se escondie ro n. Inteq>clados mn y
luego por Uios, Adán se excusó echando la culpa a la m ujea· que
le había dado poa· cornpatier a, y ésta, a su vez, se excusó echando
la cul p:t a la serpiente.
74. ;. Cómo cast igó Dios a los c ulpabl~s'!
1• )faldijo a la serpiente y la condenó a ar·a·aslrar·se IJOr la
tier·ra; en la serpiente maldijo Dios al tentadoa·, anunciánd ole al
mismo tiempo q ue mós larde la mujer le qucl)l'anta ria la cabeza;
2• Condenó a la m ujea· a esl:u· sometida a la domi nación de su
anaa·ido, y a par·i a· con do lor ;
:l• Po1· fin ·dijo a Adán : « Por cuanto has escuchado la voz de Lu
mujca·, y comido del ti r·bol de q ue te mandé no comieses, mal-
dita ser(\ la tie rra por Lu ca usa : con ga·and es fatigas sac:m ís de
ella el alimen to en lodo el discurso de tu vida ... Med i an~e el sudor
de tu rosta·o comerris el pan, hasta que vuel\'aS a confundir le con
la tierra de que fuiste formado : puesto qtae polvo eres, y a ser
pol vo toa·narüs :i. n
Luego arroj•í a los dos del Paa·aíso de delicias.

t Roen .• v, 1~. - ! I Pedro, 1, IS, 1!).- 3 Gén-. 111, 17~ 1,.


90 EL CASTIGO

75. ¿ Cuál habria sido la suerte de la humanidad si Adán hubiera sido fiel a
Dios'!
Si Adán hubiera sido flel a Dios, habría transmitido a su poste-
l'idad la gt·acia sanliflcante y una naturaleza ínLegra.
70. ¿ Po•· <1ué '!
Porque es ley estab lecida po t· Dios, qu e en el orden natural
todo ser Yivo produ1.ca a su semejante. Por un decreto especial,
quiso que sucediera lo propio en el orden sob renatural, y que
cada hijo de la raza humana naciera en el estado de justicia en
que el primer padre fué criado.
77. ¿ Cuáles son las consecuencias del pecado de Ad:in para sus deseen-
dientes?
Todos nacen en estado de enemistad con Dios, porque por el
pecado de su pr·irner padt·e, se hallan p r·ivados de los dones
que Dios había otorgado a la human idad; del mismo modo que
cuando un padre pierde s u fortuna o srr reputación, la pobreza y
e l deshonot· consiguientes recaen también sob r·e sus hijos.

El pecado original.

i8. ¿ Cómo se llama este estado de pri,.ación do los dones di,·inos en que
nacen los hijos de Adi11' 4
,,

Llámase estado de ,,ccado original.


79. ¿ Qué es, pu•· llmto, el pecado original?
El pecado original es aquel con que lodos nacemos, het·edado
de nuestros pl'irneros padres.
80. ;. Por qué se !la m" original este pecado?
Porque es un pecado que traemos al nacer, un pecado de ori-
geo, de natur·aleza, de raza, de familia; se transmite por gene-
ración, desde Adán a toda su posteridad, del mismo modo
que una fuente impura inflciona todas las aguas. que de ella
salen.
81. ¿.Es un neto de nucgh·:t voluntad dicho pccncJo'.)
De ninguna manera, pues no ha sido \'Oiu nlario r actual m:ís
que en Adán.
8'2. Pues. si esto es asi, ;. cómo se explica que el pCC3do origin:1l sea un \'Cr-
dadero pecado?
Porque es un desorden en el orden moral, y porque nos pone
respecto de Dios en un estado de enemistad qu e hace de uosolros,
como d ice san Pablo, hijos de ira. En efecto : po r· el pecado de
1\dún no somos ta les corno debedam os ser, esto es, como estúba-
mos llamados a ser; nuestra con di c ión no es la que Dios quería:
la primitiva armonía que Dios había establecido ha sido destruida;
EL PECADO ORIGINAL . 91

entre·Ad;in antes del pecado y lo que nosotros somos ahora por·


su pecado, hay un desconcierto que desagrada soberanamente a
Uios, como el desconci erto <)u e resulta del pecado actual.
83. ¿No p:11·ecc que es Dios lnjm&lo casti~a ndo a los hijos de J\ tlán por· un
pecado que no han cometido?
Dios no nos hace ningu na injusticia, puesto que el pecado ori-
ginal no no~ priva de ninguno de los bienes debidos a nuestra
natur·ale~.<t e n virtud ele la creación. No nos pri va ni de la inteli-
geucia, ni de la libertad, ni de las otras facultades '!potencias que
hacen de nuestra naturale1.a una Yerdader-a naturaleza humana •.
!'los priva ünicamente de dones puramente gratuitos, de dones
<1ue Dios podía perfectamen te, si hubiera querido, rehttsar a
Add.n. Adán no tenía derecho a la g racia ~anlirican le; no tenia
der·echo a ser exi mido ele la ig nomncia, de 1~ co ncupi scencia, del
dolo r· l' de la muerte; en fin , no tenia derecho a la visi(on beati-
fica. Lu ego Dios no hubiera sido inj usto reh us¡iudole esos dones ;
como tampoco lo es ahom permi tiendo que por el pecado de
nuesl ro primer· padre nos haUemos privados de ellos al nacer.
8\ . Pero Dios <JUC pl"e•·eia );o de,obediencia de Ad;iu r la~ c:<~lalitidades que
de ella se segu irían, ¿ no dehl3. stc;lm su bond:~d, impedir esa desobediencia?
Si Adán hubiese sido fiel a Dios, no hubiera habido, es verdad,
pecado origi nal; pero cada uno de sus descendientes podía con-
denarse desobedeciendo a Dios. La fidelidad de Adán no asegu-
raba , por tanto, la salvación de cada uno de sus hijos.
E n vano se objetar·á que la bondad de Dios ex.igía que Ad<iH

• S<!gtm Lutero y C.,.h·ino, scguh_los de cerca por Oa)O ~ los j~•oscnislas, el


pecado ori¡.:inal vició por completo la naturaleza htun:.na, haciéndola radical-
mente impolcntc para conocet· y {(llt•t·er l~'s cosas e:-piritunlrs y dh·inas. E<5tc
Cl'f(U', condcn~tdo POI' );t r~l('Sia UlriiJa sobt'C e l r.. rso pt·incipio de que la jus-
1

tici.- o riginal no era un don g nHuito y sobrf'natm·a l. sin o fJ UC et•:t esencial a l


homb•·c, de s uerte que Oi o~ no huiJic•·a pod ido c•·c~u· al hornl>l'c tal como nace
:11'101';', s:t h·o e l pecado ol'igín:d .
Jlcsulta de e~ta condenación tic l;_• lgle~ia . que el cst:ado dr pura natu raleza
crn posible. Oios 1 a l c.·e:1r· ni ¡winw•· hotnbre, no estaba obli;.::,do a deslina.do
a go1.ar de la \'isión beatifie:t ui a adornar ~u .alma con la ~··acia santHic;mte.
Podía. por tanto, crearlo tal como se cncucuh·a ahora. e,;rutC'Sto (a Ci.IUS.1 de I:\S
ilusiones de la p:ute sensible de su ser. de lo Ji mi lado d~ "'" inteli¡tcncia y de
la irnperrección de su ,·oluntad ) a la ignorancia y al e•·ror. obligado a repri-
mir las rebeliones de la carne, )).1.Siblc ~· morta!. Podin. ron m:1yor r:tzón,
aun clc·v;'mdolo al estado sobt·cnalu t·al. no ~ ra.titicado con los dones pr·eter-
naluralcs . e~ decit·, c t·cado en el cs t~H..lo en que se hallnn los uii'tos que han
•x·cibii.Jo el bautismo .
Dn hecho, el cst:ulo aclual d,•l l1ombt·e es la cousecucnci:~ tlcl pecado o•·igi-
nal. pct·o como este estado hubict·a podido e;dsti•· ;:~un s iu el )><'cado de Ad(tn,
se \ 'C cu;ln "anas son lns reclamacionC's de los inca·Cdulos I'CSpccto del pecado
OI'Ígin;ol .
EL CASTIGO

fuera impecable¡ porq ue entonces, ¿qué t·azón hay para que no


exija también q ue todos los demás hombres sean im pecables?
¡,Está obligado Dios a crear un orden de cosas e n el que no exisl<t
la libe rtad de peca r ? ¿ No hon ra Dios, po r el contrat·io, al
hombre, q ueriendo q ue me rezca la felicidad e terna med iante el
buen uso de s u li bertad ?
Además, la infin ita bondad de Dios ha reparado superabun -
dante mente, por medio de la Rede nción, el deso t·de n causado pot·
la pr·imer·a c ul pa.
Cuanto más ab11nd6 el J>eca<lo, ta>llo fltÚ! ha $Ob>·eabu•tdado la y..acia 1 •

Atestación de la existencia del pecado original.


S;j, El pecado o rig inn l, ¡, es un mislerio?
Sí, porque au n CtJ a ndo ha)' una imagen del pecado or iginal e n
aqu ella le y de la naturaleza vi va, en virtud de la cual los pro-
du c tos de un principio generadon·iciado, se hallan viciados ta m-
bién ; y otra en aq uell,, ley social po r la q ue los s ubordinados
padecen a consecuencia ele los defectos de su jefe, el pecado
original no deja con todo de ser un gran mi~t et·io , po1·qu e noso-
tros no podemos com prender las rallones q ue tuvo Dios para
decretar la decaden cia que debía resultar para todos los hombres
del pecado de Adán.
86. ¿Cómo conocemos e~:~te misterio '!
1• Por el testimoni o de la Sagrada Escritura.
~ Qu ién ¡>od•·ú ••olvc•· ]JII>'O al que de implll'a simie,¡le (ué concebido • '!
- Mira, pue.•, que f ui COIIC<•bido en iniquirla<L y que mi mad1·e me con-
cibió en pee<<do 3 • -Quien 110 •·cnacie•·e por el bautismo del agua , y la
¡:r3cia del Espít•illt Santo, 110 puede en h·w· en d •·ei11o de Dios• .
2• Por las ensetia nzas de la Iglesia , inté rprete infalible de la
Sagrada Escritura.
En varios concilios ll a del inido el pecado ol'ig inal como a r tíc ulo
de fe, y e n el Concilio de 'frento '·, en par tic ula t·, ha decla rado
a natema a cualquiera qu e niegue que Adá n ha transmitido a todo
el género h umano su pecado, que es la muerte del alma, cou
todas las consecuencias del mis mo.
87. ¿ Se encuenlr:t el dCY,pna del pec:tdo Oril(inal en los tradiciones de los
pueb los~

Si : numerosos testimonios dan fe de que entre los pue blos


paganos se ha c reído e n una decadencia ori ginal, causa de las
iunumerables miserias qu e pesan sobre la h uman idad. En Jos

1 Rom., ,., 20. - ! Job., ~l\'1 .t. - ~ S:tlmo '·• r. - 4 Juftn, 111, o. - s Ses., \' 1 can. ~.
DIL HOMBÍ\B 93
poemas antiguos, en las mitologías, se hallán; más o menos des-
figurad os, po r·m enores del relato mosai co sob re el pri me r ho111bre y
la pri mera mujer, sobre el estado de inoce ncia, el pam íso Lcn·e-
ual, el árbol de la vida , la ciencia del bien r del mal, el espíritu
del mal representado por una serpiente, la caída y los males que
de ella se siguieron.
La Virgen Inmaculada. - El Mcsias.
88. ¿ Contraen todos los hijos de Adan, pot· la dcsobecliencia de cslc, el pecado
origin:'ll?
Sí: lodos, exceptuada la Santísima Yirgcn María, quien, por
singular priv ilegio , y en vi rtud de los méritos de l\uestro Serior
Jesucristo, ha sido totalmente preservada por Dios, cu ya Madre es,
de la mancha original •.
Toda ttí c•·cs hermosa ... 110 hay defecto alguno en ti •.
89. ¿ Quedó sin remedio el pecado original?
No : porq ue inmediatam ente después de la caída del homb re,
le prometió Dios un Redentor, pot· cuyos méritos podio. t·ecobrar
la gracia sanliflcante.
Bendito sea el Dios y Pad•·c (/e nuesh·o Seilo•· ltsuc>·tsto, que po•· su
yran misc>·ico•·dia 11os ha ,·egtue>·ado co11 uua ci•a esperatt:a de 11ida
etet·na, mediCinte la resut·•·ecciún tie Jesur•·isto 3.
90. ¡, Por qué perdonó Dios ni hombre, y no al it ngel rebeld e?
1• Porque el ángel pecó po r su sola voluntad y si n extrafta ·
sugestión ;
2• Porque el ángel, pecando, se ha fijado irrevocablem ente en
el mal , pues su voluntad no está, como la del hombre, sujeta a la
deliberación ni a la inconstancia.

RESUMEN
Creación del hombre. - El homlu·e es una ct•iQlm•a racional compuesta de
<'ue•·po y alma. l•:n la creación del hombre, p>'<lCCtlió Dios pot· una palabr;, de
consejo, y no por uoa palabra de tnandato.
Naturaleza del h ombre. -El CIICI'J'O del hombre, por su estructura admi-
rable, por l:t delicadeza de sus órganos y la :.rmonia de sus oper:acioncs, es
un3 obra m3cs tr:t de la omnipotencia r sabidurí3 dh·inas.
1' 1 alma del hombre ha sido hecha a imagen y •cm ejan:a de Dios¡ porq ue,
como Dios, es una sustancia cspil'itual, lllwe e inmo•·tal. - El nlma es cspi-
t·ieual, es decir·, que ('S un:1 sustancia imnatcl'ial, simple, dotada •le entendi-
miento )' de ,·ol unt:•d. y que puede subsistir separada tlel cue•·po.

1 Bula Int6c•b1Ur, de S. S. Plo IX. 186~.- 1 Cant., IV, 7. - ~ 1 Pedro, t, a, f.


94 DEL TI011BRE. - RESUltE:>

La espiritualidad del alma se prueba ¡JOo• las operaciones MI enlendimirnto


). tic la ''oluntad J ~·a que la sust~mcia de un se r es de la misma natu 1·aiNm
que sus opc1·aciones. l.;, ('S¡>il'itualid~ld del a lma ha .sido rwgatla po1· e l m:•te ..
J'iali~ano, docLI'ioa tan absJu•da como dcgradnnte.
El nhol3 es lib>·e I>ONIIIC posee la facultaol de elegir entre dos posibilidotlc•.
Lo exi•t.-ncio de la libeo·laol <e prueba por 1• Sagr•d:o E.•crituo-a, por el tc.ti-
rnonio de la conciC'nCi;'l, pot· la oblig-ación mor:ll y por lu rc~ponsabilidad. La
h~m nc¡.;ndo los fatalisl:uJ y cl clcr·minisl:ts.
l:l :llnl3 es inmoJ'lal . es d rci1· c¡uc no dcjnt·:í nunca de \'idr·. La inulorta li -
dad d el :lima se prueba por la S..1g1·ada ~SCI'ilU I'a, p o1· la 111Í:mla espieitualid;ul
del airo~, po•· el dCSC'O de la felicidad y pot la necesilhul d1• una sanción de la
le)• rnoral. llan neg:lllo la inmort..'llidad dt•l !lima los ateo!S y los materialistas.
E1 alma comunica al cuerJ)(), del que e~ for•ula sust;mcial, el mo,·imienlo,
Ja vida r el sentimiento: ~· el cue,·po C'OII\J)lela l:l rwtur·:tleza human:t. J.:e
unión cnt1·c el ¡lhn:l ~· el cucr'po es una uniún pc •·sonal, cMcncial. - El hombre
es el lnzo d e unión cnl•·t~ el mundo Uc los espíritus y el u\undo de los
cur•·pos.
La prueba. - Después de creado el houlbt·e, Dios le colocó en el par.liso
terrenal. y prohibiólr comer del fruto d<•l :ídJOI de la ciencia del bien l' del
mal. J)ios le somctiú a uua lriple ¡H'ueiJa : pr·neba de su inteligencia., (JUC
debe CI'C(l-1' e n la p~tlabr:t I'C\'Ciada; JH'Ut"bn de l::iU t•olmt.tacl, que debe obe-
decer· a l:t ley divin a: y p1·ucba de su IC»$ibilhlad, ()11<' debe modea·a r sus rl cscos
de got:u·.
Creación de la mujer. - El cuerpo de E,·a fué formO<lo de lo sustancia del
de Adiln, J)Orque, según el plan di,·ino. <·1 pt·imer hotnb~ d<'hia ser <'1 princi-
pio de toda su especie. y J>Orque la 111ujN· debía e~l:u· soulctida al 111arido.
Dios mismo cons::•¡.;•·V :;;u tu rió n. De Ad:'ttt y 1le E'•a clescien~le toda la especie
humana.
Su estado primitivo. - Nuesh·o• ¡>rimeros padre• fueron creados en
eslado de justicia y san tillad; eran agt"atlahl~-;; a Dios. justos y santos ~· capaces
de 10creeer la gloria elcrua ltlt'tliantc sus buenas obra~. A estos done~ sobre·
11aturale•, Dios ai1:tdió ott•os JH"eternatw·ale•, ;1 saber: p~u-a el alma, la ciencia
y la dominación d e la ''olunt;Hl solJI'e e l :1pctito sensiti,·o; ~· pat•a e l cucq1o • la
inconuptibilid ad y l:t ínmot·ta lidad.
La tentación y la calda. - Nuest>•os primeros p•d•·c•, dotados con todos
los dones de naturaleza. y r;racia. vl\·ían felices a c.;_wsa 'le su i nocco eia : mas
el pecado \'Íno a poner fin a su dich;,. El demonio, oculto con la forw:t de
una serpiente, hiz.o sucumbir a E'·a. quil'll a su ,.e1. ar·,·:•~ti'Ó a ..\d;,ín al (>eeado.
- Habióndose rebelado su •·a1.ón conto·:o Dios, sus sentidos se •·cbclaron
cont1'rt su razón, y qucd:u·on suje tos a la COt1cupisccnci:•.
La yt·avcdaa d e su cul pa r esulta : '1• dr la p o·ohihición y amenata de Dios;
24 de los múltiples car~ctcrcs de su r~,lta : ~de sus lanaC'tU:•bles consecutncias ;
y 4> de 1• reparación que h• exigido de Jcsucri~to.
El castigo . ..:. Habiendo J'Ct-dido la Rracia ori~<inal. .\dion y E,·a quedaron
d cxposcidos de los dones sohrenauu·:olcs l' dr todos lo• doows ¡l t·eterna lur•:tlcs
de C(UC l:t ga·acia santificantc era {ucnlc. Todos sus d cgccndi~· ntcs nacen c ul -
pables del pecado origiual.
Solamente la Virgen Santisim;.a t por· un prh·ilesio especial de Dios. ha sido
totalmente preS('rvad• de él.
Dios no abandonó al hombre después M su caída; •ino <1ue le prometió un
1\cdentor-.
DEL HO~IBRl¡. - CUADRO SJ:\6PTICO 95

CUADRO SINÓPTICO
ConseJo dirino.
o·rea.clón Formación del euer¡)C),
dtl hombro Creaelón del ahnu..
1
Seme)~oza eon 0101.
f:struettlra.
Cuerpo ( rnrtlcularhJadell do su eonstl'-uelón.
l,robada por hll mtemn1 oporacloces de
EJptrltuallilad
l alma.
S egada por 1011 mat.erlalfn~as.

P or la S•cnoda Eacrltura.
Probacb 1) Por b
Por •1 tttthnonlo de la coocieoda.
obllpctón moral y la TH·
Llbert:~od t pousabllldad.
N j Por los bt;'ll"at.

N:u.urAleza
AhU:\ \ 1
.~.: eg:u 3 T'or deumulniJ tAJ.
101

Por la Sag rndn Bserltura.


~lel hou~b re Í Por In ueeeald
O&Jllrltu<'lldnd.
Mt

Jnrnortalldad <
\ Probada (Pormoral. :HI do una sanción

Por el deaco do la felicidad.

{ X
._ ega
da ¡ Por 101 atros •
Por 101 mat.trlall.ltaJ.
F~ t:a forma 1Uit3od~al del c:oerpo.
RelacCODM
del :tima
el :::rpo J
~ El alma

El cuerpo
{
CotounJca al Ctlerpo t l ruo,.lmteor.o, la 1"lda
r el aenUmtento.
1Complet.1. la nAturnlez:k del 3lma.
t Ln unión de 1~ doa ea personal, CliOnelnl.
! nceouoccl'
J.• n tJruoba
¡ Su
flnalldad
Su ¡
J.foreeer
ol eobemuo domtnto do Dios.
la reUei(ln.tl etcn1a.
Ob)cl.O maurial r directo : J:t trnLI' do un lt.rbol.
naturaleu Acto do 111U'Ittlón.
Formación del cucl'))O.

~
Creadón Ayuda y companera dtl hombre~
de 13 mu)er Institución del matrimonio.
U ntdad dtJ la npeele bnruan.:a.
f Juollcla.
Dones sobrenatunlet ( Santidad.

f'Atit.dO
¡orluolllvo
1
Dones protcrnnLui'AICI

Tcnta.eión do la eerphmte.
¡ Pnra el ) Ciencia.
alm:t l Dominación
r:tr:t el ( lnconuptlbllldthl.
cuerpo lrnmortalldnd.
ato 13 \"Oluntad.

Calda do Adt\n. Calda de Et'a.


Nawraleu. y graT"OO:a.d de su ~do.
J":a.ra A\lá.o y Rva ~rdlda do los dones

Consec:uenel:u.
( Para ~u
posr.ertd:hl:
¡
tobreo:.torales r prewru2.t\lf'31et.
Su u:a.turalou.
,\ tett:.clóndoau e:clstenela.
I'CC:\dO orlgin;al Tranamll!ltln.

( }.f:lri:a prcsenad:t dol ¡>ecatlo original.


Pl'ome~Sa do un Roilemor.
CAP ÍT ULO VI
DEL MESÍAS PROMETIDO

Suw.uuo. - - 1. )fl:terieordla de Dios eou ~~ hombre dtlpu61 ele su pecado. - La rellgl6n :


n;awral. tobrenatural. - 8u1 deten,•olvimientos aueellv01. - Jeaueriato ee.ntro del '•lan
dlvfno. - 2. PronlMa! tlel Met,as. - 3. O.uaetérts de las pro1nes:t1 mes1AnlctLs.

1 . 1\lisericordin ele Dios


con e l hombre d espués d e su calda·.
1. ¿ Abandonó OiOll al hombre después de su pecado'! .
No, sino que conciliando la misericordia con la justicia, le
prometió un Redentor luego que pecó.
2. ¿Cómo concilió Dios Ue esta manera los derechos ele su justicia con los
tic su rnisericordi3 ?
Porque el Reden tor prometido debía ofrecerle una satisfacción
igual a la ofensa.
3. ¿ Por qué promolí6 Dios un !'\endento•· al hombre inmediatamente tlcspué•
de su pecado?
1• Para consolarle en los remordimientos de su culpa , hacién-
dole esperar el perdón;
2<> Pat-a darle un medio de salvación en los méritos del Reden-
tor prometido;
3• Para reanudar el lazo sobrenalu t·al de amo r que unía al
homb re con Dios, y que el pecado había rolo.
4. ;. Cómo se llama ese ln7.0 sobrl'natm-., 1de nmo•· fJUC une al h011lbr e con Dios?
Llámase religión.

La Religión.

5. ¿ Qué cosa ea religión?


Rel igión' es el conjunto de las relaciones que existen entre
el hombre y Dios.

• Religión, de ligaro, ligor. La religión une al hombre cou Dios como con
su principio.
LA RELIGIÓ;)I

(). ¿ De cuán tus maneras pued en considerarse lus •·elaciones del hombre con
Dios '!
Pueden considera r'Se de dos maneras : a la luz de la razón, y a
la luz de la fe, es decir, en el orden natural y en el orde n sobre-
natural. De aquí procede la distinción entre la religión natu ral y
la sobrenatura l.
7. ¿ Quó se ll~ma religión nahll'al '/
Llámase ,·e/igión natw·al el conjunto de las verdades y pr·e-
ceptos que la razón humana es capaz de conocer y demostr·ar
tocante a las relaciones del hombre con Dios : tales como la
existencia de Dios, su providencia , la obl igación d e tributarle
c ulto interno y exte mo de a mor y obed iencia, la esp iri tual idad e
inmortalidad del alma, la ¡·ecompe nsa de l IJien y el castigo del
mal en una vida futura.
S.¿ !\o basla que el homb!'<' profese la religión nalurol ·?
No, porque habiendo querido Dios revelarle a lgun as cosas , es
evidente que e l hom b re está obli gado a asentit' a la palabra de
Dios ¡>OJ' medio de la fe, es deci r, a profesar la reli g ión sobre-
nato r-al.
« Si alguno dice que la r·azón humana es de tal manera inde-
pendiente qu e Dios no le pueda imponer la fe , sea anatema' . »
~J.¿ Qué (!:; I'Ciigión sobJ•CntliUJ'a l '!
Religión sobrenatura l es e l conjunto de las verdades que Dios
ha revelado c xt1 ao rdin ariamente y d e las prescripcion es positivas
que impone al hombre; v. g r : los mister·ios de la Santísima Tri-
nidad, de la I::ucarnación y de la Rede ncióu, la santificación del
día del Ser1or, los sacrificios de la ley a nlig ua , y, en la uueva, la
recepción· de los sacram entos, etc.
10. La rdi¡;ión que Oio.; ha u;ulo al hoonbo·e ¡, fué complcl:r l' uc6n ili,·a
•lrsdc un JH'incipio'!
No : la verdadera religión, co mo todas las obras divinas, se
ha desarrollado progresi vamentc. Tr·es so n las edades o fases po t·
que sucesi vau1en le ha pasado, d enominadas religión Jl«ttiMcal,
religión mosaica y religión c1·istiana. La primera se ex tie nde
hasta Moisés; la segunda, basta Jesucristo; y la tercera , hasta el
lin del mundo.
11. ¿ Son t•·c~ religiones distinl tHs '!
No , sino una sola l' mis ma J'eligión sucesivamen te desarrollada
y perfeccionad a, en la cual11 siempre se ha reconoc ido po r autor
al mismo Dios, y al mismo Jes ucristo por Salvado r. Tanto antes
1 Concilio del Vaticano, Const.. Det ¡.·mus, eap., 111, e~m. 1.

5. :-- J::XJl0l:J, IJOCTRI:-; A,


98 PIIOME.'lAS DEL MESLI.S

como después de su venida, Jesucristo ha sido, en todos los tiem-


pos, el consuelo y la espe ranza de los hijos de Dios' . l>
Puédese decir, pues, con toda vet·dad, que el crislianismo se
remonta a la cnna misma del género humano; po rque si bien
el plan divino ha variado en sus manifestaciones, siempre .es
sustancialmente el mis:no.

Jesucristo centro del plan divino.

·12. ¿ Cuúl es el punto céntrico llel plan dh•hlo f!


Nuest•·o Selior .l esuceisto. En efecto : antes de su ven ida, las
prorriesas Jo anuncian, los acontecimientos lo preparan, su vida
és bosquejada por medio de personajes y hechos simbólicos, y
desct·ita punto por pu nto por los hombres inspirados de Dios.
Colocado entt'e los dos Testamentos, Jesucristo es el punto
céntrico al cual van a converger todos los siglos que preceden
a su venida como Redentor, y del cual parten todos los siglos
qu e precederán a su advenimiento como Juez.
·t3. ¿ Poa· qué Hcnc Jc:-;.ucrislo tanta in1po1·tancia en la histol'i<~ de la humani-
dad·!
Porque es el primero en todo. En efecto :
'1 • Como Verbo eterno del Padre , Ü ha hecho todas las cosas,
y en Ü y por Ü subsiste todo.
2• Como Dios- Hombre, Él es la cabez~t de la Iglesia que
em pezó en el principio del mundo y se perpetuara ha::;ta la
consumación de los siglos .
3• Como Reden tol', 1~ 1 es la fuente de toda gracia pam ia huma-
nidad decaída.
Pues JlOl' el j'tw ,·on cr·iwfa:s todas las cosas en Lo~ ciclos y en la tiC1'1'Ct,
la~ vi~ible...· u las invi:~ible~ ... , tollas las co.~as (ue r·un c ;·iadw·; p Ot' él
1ni:mw y en, atenc iün a él nti:;m.o. Y rt~i . éf. thmc .o:cr a nlc lodet~ /(ls cosas
y tocio, $ttb,¡,¡,., p o>· él . Y él es /.(¡ cube:lt del cue•·po <le la lgte,ilf 1 y e l
pJ•itu;ipio de la resurrección c:l p1·inwJ ·o a rruacc r el~· cnh·t: lvs 1nttcl'los
]Jnl·c~ que en lodo lt'HY'" él/a 1)t•inutcia 'll.

2 . P r omesas de l l\lcs ías.


'14. ¿ Qué (tuiCI'C c.J cci•· Me~Í<t~ ?
Mesias• , palalwa derivada del hehrco, lo mismo que C?'isto,
derivado del g riego ,-qu iere dcci r Wl(J'ido, o ronsctgmdo .

a Mesias , del sil'iaco ., , ~esha, ungil·. - Cristo , del g•·icgo cht·istos , ungic.Jo.
1 nossuoL- ;: Col., 1, l G, JS.
PDOMES<\S DEL MESÍAS
!)9

15. ¿ Por qué se ll:una )lc•ias ,.¡ Hedentor '!


Porque es el Pt-ofeta, el Pontífice y el Re)• por excelenc ia,
consagrad o para este erecto pot· la unción divina•, así como
en tre los hebreos cean consagra dos por la unción del óleo , los
profetas, los pontífices y los reyes.
El cspí•·ilt• c/d Sc•io•· ha •·cpo.<ttclo sObl'c ¡,¡i : po1· lo cual 111<' lw con-
S«!JI'culo con su: uncíúu. 1 •
·t 6. ¿ A quién fue pt·ometido e l Mcsias1
El Mesías fué pt·omelido : 1• a Adán, padt·e del género
humano; 2• a Sem, hijo de Noé; 3• a Abrah<in, cabeza del pueblo
escogido por Dios; 4• a Isaac, sn hijo; 5• a Jacob, s u nieto,
ambos i mitador·es de su fe; 6• a J udá, cabeza de la tribu de la
que había de nacer el Mesías; i• a Moisés, caudillo del pueblo
hebreo; 8• a David, cabeza de la familia de la cual había de
nace r· el Mesías.
17. ¿ Cómo fué prometido el Mc~ias a Adán '!
Por la maldición que pronunci ó contt·a la serpient e tentador·a :
Yo porrd1·é encmistn des cnt1·c t i y la 11111je1·: y cntt·e u~ m:et u ln
desce¡¡tlcncia suya : e/111 que(J¡·anLctl'CÍ tn C(tbc~(t' . Esta muj er
que debe quebran ta¡· l<t cabeza de la serpien te es la nueva Eva,
que destruyó el im per.io del de monio , dando a luz >11 nuevo
Adán , el Hijo de Dios hecho hombt·e.
18. ;, Cómo fué promclido el )Jc....,ias a Ser,,'!
Por esta predicción que Noé, segundo padre del género
3
humano, hizo hablando de Sem : ¡ B c11dito el Sc¡'w¡· Dios tic Se m /
Es dcci r : Sea 21 Señot· alabado, pues debe mo~trarso un día a
la posterida d de Sem.
19. ¿ Có1110 fu6 pl'OIIlCiido e l ~lcsias " Ab,·ah:io ?
Por eslas palab ras, por las c uales Dios le anunció que sel'ia
una fuente de bendició n pam las demás naciones : En li ~cnin
bc1tdilas todas las 1wcioncs de la ticl'l'rt•. San Pablo explica esta
bendició n de la manera siguiente : << Las pronresa s se hi cieron
a Abrahün y al tlcsecndicnte <le él. No d ice : !J (t los dcscciHlic ntcs,

a Lo:s Ot'ÍC'nt:alc8 hnn lwcho sit'IUIJl'C mucho uso do los pc rrnrot~s . El drrra-
mal'los sobt·c la c;tbc.w , 1 ~, b~u·ba o los vcsth.los de alguno . era h·~tla dt~ corno
ll('~:tt'~' a S<"J'
p~rsona de distinción. lle aquí que la efusión de aceites oloro8os
un símbolo de cons.aJ,:raciPn. Asi fueron unAitlos en la lcr anti¡.::ua, por man ..
dato de l)ios . los I"ClCS, S.:t.cerdotes y profcl:t .... El llcsi:tb no fuC uush.lo re~,
s.acct>tlotc )' proft·ta I>Ot' mano de hotnhl'e al¡;uno, sino pot· la mano dr IJios,
su P:tdec; t:,mpoco •·C'ci hió la unción con óleo lCI't'Csh·c y nt~tLtwi~l, sino con óleo
cspil'itu.-1 ~·celeste, c¡uc no e:~ otro sino las gr:tcias y dones del Espjrilu San lo.
1 1--ue... n·, IS; l.!3f:L\ •-·u, 1.- ~ (:~n ., m, ¡;., - 2 Gén., JX, ~G. - ~ Gén., XII, 3.
·JOO CARACTERES DE L.~S PROm:SAS )IESI.\NICAS

como si fuesen muchos, sino como a uno : y al descendiente de


ti, el cual es Ct·isto'. -.
~. ¿ Cómo fué prometido el )iesias a lsa:tc '?
Por esta bendición , semejante a la que fué dada a Abrahñn :
Todas las naciones ele lct tien·et sc>·án lJtmrlitets en A qu el que
nace1·á de ti •.
2 1. ¿ Cómo fué p•·omctido el M~sias a Jacob '!
Pot· una bendición, semejante a las dos anter iores : Todas las
unciones de la tie>'!'Ct setán benditas en ti y en el que nace>·á de
ti 3 •
2~. ¿ Cómo fué pi'Ometido el ~lcsias a Judá?
Po r esta profecía de Jacob : No se>·á r¡ttilado de J udá el cet?·o,
l> asta que vengct el q ue Jw de se>· enviado, y J!;¡ sc¡·ci la e.vpec-
tación de las gentes' .
23. ¿Cómo fué ¡>•·omcti<lo el Me;ias a Moisés?
Por esta profecía que Moisés hizo al pueblo de Israel : Et Se1i01'
Dios tuyo lcwnla!'á pm·a ti de tu 1wcióu, y enh·e tus llcm~anos
tm P1·o{eta como yo : u él oi,·cis".
Esta profecía la repite poniéndola en labios del Set1or:
Levtmtm·é pw·a ellos un p¡·o{ela ele en medio de .<us he>'I11«110s .<cmc-
jlmle a ti : y 7J01uh•é mis palt<IJI·as en Sil bocrt, y le.~ habla,.ú todo lo que
yo le m mulm·e. Jlfas el que 110 q uisie>·e oi>· las Jlllltlbms q ue hablcu·ú c1~
1n.i nomb,·e, expC1'ÍHH.m. /(Wá mi vcngan:ao.
21. ¿ Cómo fué p1·ometido el Mesías a David?
Por estas palabt·as que el profeta Nat:ín le dijo ele pa rte de
Dios : . Cuando ltu días (~tc1·en cu mplidos, y dw·mieres co1t tus
pufb·es, levanla!'IÍ en 110s de ti un /lijo tnyo 1 que procede ni. de
tus cntl·mias, y a{i1·mw·é s~t 1·cino . J~'ste c<bficm·á une~ cctsa a
mi nomb1·e, !J yo cstableccl'é pa1·a sicm1n·e el tl·ono de sn 1·eino.
Yo le se1·1i a cil 1Jadl'c, y él me se1·á l!ijo '. - El Mesías scrú,
pues, hijo de Dav id e llijo de Dios.

3. C:u·a ctc t·es ele las p t•omesns m csi:"micus .


~. ¿ Qué caa-acleres presentan esas dh·ersas prome~as?
Presentan el tripl e canícler de duración, número y precisión.
ct• llácelas Dios durante un periodo de treinta siglos, y cuando
cesa de p•·omeler al Salvado t·, bosqueja su vida por medio de
los profetas .
1 G:\1., m
1 16. - 2 (;én., :un, 4. - 3 Céo., XX\'111, 1•1. - 4 Gl!n., XLL'X, 10. - GJ)c;)uL.,
xvur, 16. - G ~ur.., X\'111, 18, 10. - 1 11 Reyes, vn, l:t·l•l.
PROM ESAS DEL )IESÍAS 101
2<> Seis de estas pt·omesas se hicieron en la ley pt·imtliYa, y dos
en la ley mosaica. Las seis primeras se conser·vat·on al principio,
por tr·adición, pero después se consignaron con las demás en
los Sagr·ados·Libr·os.
3• La primera, que mt\llluvo du ran te dos mil 1uios las espe-
ranzas del género humano, es vaga y general; las restantes se
dc~envuelven progr·esi.vamente como ocurre con todas las
obms divinas, determinando, con la mayor claridad y pt•ecisión,
la nación, ll'ibu y ramilia de que debía nacer el Mesías.

M&
R !':SU MEN
~~
Misericordia de Dios con el hombre.- Después que el homhrc pecó, Dios
le p1-ometiú un Redento•·, )' mediante esta promesa se reanudó el lazo de amor
que unía al hornbre con Dios. ~s decir, la religión.
Oistínguense la religión natural, o conjunto do vcrd:odcs y preceptos que la
r:t7.Ón hmtlana es capaz de cono..:er tocante a las relaciones ctel hornb•-e con
Dios, y lll religión sobrcnaluPal, o conjunto de las ,·c•·dad~s 11u c Dios h:o rcve- ...
l:•do cxlntOI'tlinariamen tc , y de lns p•·escripciones positi\':aS filiO impone :1l
homb•·c. No basta profcs,u· la •·eligión nattn·al : el homl>l'c cst:'t obligado ltdc-
m:h¡; a Ct'<'Ct' Jos mistcl'ios re,·clndos )' a obscr\'ar· los pt·ecc¡)to¡;; de In le~' di,·ina
J>O!'{il i\':l.- J...;, r-el igiOn re\'elada ~e ha dcsar•·ollado progr·csh•:uncntc en ~u·monía
con la• necesidades de la humanidad, y ha P.'Sado por ll•es edades llamadas
religión 1xrtt·iw-calJ religión tuo.raica ) religión ct·isti<wa.
1

Jesucristo es el ccnt•·o de lo:; dos Tc~tamcntos.


Promesas del Mesías. - !tfcsfM r Cristo signific..·m ungido o consagrado.
Entre lo§ hebre-o:-, los p1·oreti"'s, los pontílices y los •·e~·es de l:t ley :mtigu:-. eran
ungidos con óleo. Las pala))a·as Mcsí:1s y Cristo con,riencn, pues, pc1·fectamentc
ni Snlvador, qu e es el profeta, ~1 llOnlificc y el rey po•· c•colcucia, co nsas•·ado
p:u·a cslc erecto por la unción dlvina.
El Mt'SÍ:ts ru é p1-omcticlo a 1\d:'tn, a Se m. a Ab,·ah:'tn , a ls:wc, a Jacob, n
Judi•, a .l lo.isés y a Dllvid .
Caracteres de las promosas mosi:inicas. - Las p•·omos.1s me•ii111icas r•ocseo-
tan el tri pi~ caroictcr d~ duración. número )' precisión. Se lticiN'On duran le
un pc•·iodo de \'arios siglos. Son ocho, seis de las cuales J>C• tenceen a la ley
primith·a, y dos a la mos:1ica. Son cada \'C7. más preci"'a"', a rncdida (JUC se
:1proxim3 su cumplimiento.
•J02 PROMt:SAS llt:l, MESÍAS. - CUADRO SINÓPTICO

CUA ORO SINÓPTICO

Promesa del Redcutor. Hetnnblaclmlcnto del lazo que UDC

l
el hombt e a t)los.
i\liWI' iC(U'tllll . Jt(lllglóD IU\Lll rlll.
•le l)lns )
cou el h ou1hrc r~a Hcllglón ! Uellglón
!iObl'('ll,ltUrRI
j Oltlfg;telón de J)racttcarla.
0t.ii:'lrT<liiOS SUCC!i\'OS,
JClinerlsto centro del plan dh·tno.
Sl,gnttlcado de 1.:1 1•1lab~ Jlt:.. la•.
A Adán, padre tlt:J g(or1ero llum:mo.
o.;¡. lH:SI.\5 A Sem. de cura f':lU. de.bfo na.eer el $alt"":ador.
1'80JUtTIOO .\ Abrah:\n, tronco d~l Jl11tb1o (IO!(:~klo.
f'tomtta.. \ A lsuc. hijO ¡whno-b~rllto de Alirah:\u e 1ruttador de tu /e.
del )Jcat:ta ¡A .Jacob, heredero de 1:'! rtlvlna" JU'omc.;:'l!'•
,\ Jndlt,co.tJczn de. lrt trllm de 1:1. c·m•l dcbt:t nacer el .Mc~ln.s.
A .Mol!'é!t, c:wdi1IO del pueblo hobrco.
A D:~.vttl , C<lbCM de J:t / :nnllh' de 1~ fJUO debi:l n:1ccr el
. Mcsiat.
C:mlctcre~
liQ CI;Ul
l)fiJDabA!II
¡
nul'aclón.
N\'lllCI'O.
Prcei,i6n.
CAP ÍTULO VII

EL MESÍAS PREP_\ftA DO

Pr·epa rac ió n d o In venida d e l Mos ia s .

l. ¿ Poa· que ta1-dó Dios l:.nto ticu1po en e11\'iar :ll Mesins '!
Por dos razones princij)ales :
1• Para <1ue humillado el or·gullo del hombre por medio de una
larga experiencia de sus llliserias, reconociese la nrccsidad que
tenía de un libertador,)' dcscar·a e implorase de Dios su ~a lvación.
2• Porque así como al primer· Adün le precedieron en la tierra
creaciones maravillosas, de la rnisma ruanera era c;on venienle
<1ue ol segundo Ad•in fuese precedido de u11 im¡¡oneute cortejo
do hechos prodigiosos destinados a probar· su drvina 111isión .
.lht< cumplido rjuc {"'' el tit•mpn, c11uiú J)ios ct su //ij11 1.
2. F.:-:..t c.lilaciOn en enviar al lh·s•:ts, ¿ puw :•caso obstáculo ~~ 1 ~· s,.'lhación de
lo~ fiUC ,·h·ií'a'On antes de ~u vt•nida '!
No, porque la eficacia d¡• la Redención se extiende a loda ia
humanidad, pasada, pre~enle y futura .
C>•istu !lllu·iti pOI' /Qt/os ~- - El Cu>•tle>·u {111J sctc>'ificotlu desde el JJ?'Í!I-
cipio <le! m><>ulo 3 .
:t ¿Cóu to l·n·epa•'Ó Dios l~t venida Ul'l ,\ lcsias'!
1• Conservando a su pueblo escogido, a pesar· de sus numero-
sas iufidelidades.
2• Manteniendo ia fe en el Mesías, por· medio de figuras r pro-
recias.
3• Orclcuaudo todo~ los acontecimientos humanos a la ren ida
del 1\cclenlor.
1 ¡;¡ fill de 111 ley ,.,
,/ (',<IICI'Ísl¡¡ es fe¡ Jli'Íitcipal JIÍ1'tll·o mtgula•• . -
Cristo •. 1

l (it\1., \"1, ... - ~ U Cor., \", U. ) A¡)()('., XIII, 8. - .¡ &tt!io., JI, tu. - G Jtom., Xo · ~
104 '[eo· PERÍOD O DE LA l'llEPAR ,\CIÚN DEL ~IES(AS

4. ¿ Cómo puede dividirse la historia de la prepat':lción


providencial del
Mesías'!
Puede dividir se en cuatro per·íodos : ·1• desde Ad<in hasta
Moi-
sés; 2• desde Moisés hasta David ; 3• desde David hasta
la cau-
tividad de Babilonia; 4• desde la t:au tividad de Babilonia
hast:l
la venida de Jesuct·isto.

.IRTICl 'I.O l. - 1" PERÍODO OE L.\ I'HEP.\ R.ICIÓX


D"L ~j ESÍAS
Desde Adan hasta Moisés (h:tsta 1i2.3 •· de J.-C.•).

SUUAIHO. - 1. Df..sdo Adán ha >~ln NoC. - lo(llS ))1'1111Cr()g Jll:ltrlare:ts : A\1:\n. C:•in r Ahcl .
So" Enós. l.onge•tdAd de 101 palrbrta.11. - Cnrnapelóo do
los bowbret . - :. Desde No6
hut.a Abn\bin . - Rl dllu,·to .- l;n t.orrc tle Rabel. Ul<~poe:n.1ón de tos
hombres . l.a
ldolatrl". - :s. Oclulo Abr:tlu\n ha~t:t Molsés. - Voeaclóll
tlo Abralu\n. Su le. - lll~we
y J:teob. - Job. - lleUglón pa~rlarcal.

'1. l)ostle Adim hnsta Noé.

Los primer os pa lriarcas.


ú. ¿ Cu~il rué la mislón Oc .\dán en 1:1 •·elit;ión primithfa?
Adán, a quien Dios sacó de su pecado' cuando se huho
ar·r·c-
pen tido, transm itió a sus hijos l a. r·ove la.ción que había
t·ccib ido
en el paraíso let·renal y les enseñó partic ularm ente la.
fe en el
Redentor, la cual es el fundamento de la. Tlcligiótr. De csLc
modo
se cxpl ic!L la creencia de todos los pueblos en un liberta
dor.
G. ;. Qué culto lribulab.tn a Dios C:tin y Abe!·!
Le ofr·ecia.n sacr i ficios.
7. ¿ En qué consistían los sacrificios de C.1in ~
En la ofr·enda de fru tos de la tierra.
8. ¿ Y los de Abe!?
En la inmolación de las p:·imic ias y de lo mejor de su ganad
o.
O.¿ Pot· ((lié est:t inmoh•clón de aniwales'.'
Porqu e, según los designios de Dios, el pecado debía
se t·
expiado por la muerto cruenta del Mesías. Pero mientr
as se
aguardaba la r ealización ele este misericot·dioso design
io, Dios
quiso que en sustitu ción dei hombl'e culpable fuesen
sacrifi ca-
dos anima les inocentes para fig urar· el sacrificio del Calvar
·io.
Por tanto, el uso de .los sacrifi cios cr·u en tos en todos los
pue-

• Conforme a l~t cronolot;ia benc(ilctina.


1 53b., x, !.
LOS PRIMEROS PATIUAl\CAS •! 05

blos de la antigüedad se explica po1· una revelación primitiva;


mas las naciones paganas ¡wofana1·on con frecuencia esta p1·ác-
lica inmolando víctimas humanas (esclavos, pl'isioneros de
guerra y hasta n it1os) con lmla volun tad divin a y a impu lsos del
demonio.
·10. ¿ Con qué condición eran agradables a Dios los sac••ilicios do cosas ani-
madas'-" inanimadas?
Cou la condición de ser ofrecidas con espíritu de fe y de peni-
tencia : de fe, por cuanto no lenian ,-alor sino porque figuraban
el sacrificio de Jesucristo; de pettitencict, pues uno de los fines
de su institución era que el hombre se reconociese culpable y
digno de los castigos de la j usti cia divina.
Sacrificio pat·a Dios es el es¡¡h·it~< ah·ibulado; ol co•·cc:óll contrito y
humillado no le despt•eciat·lí&, oh Diog ' ·
11. ¡, Por qué acepló Dios los socrificios de Abe! y no los de C:oin'!
Porque Abe!, iluminado por la fe, ofrecía a Dios lo mejor que
tenia, mi en tras que Caín, ofuscado por la codicia de los bienes de
la tierra, ofl·ecia lo de menos valía.
La fe es pot· la que Abel o{>·eci6 a Dios un sac>·ificio mús e:~;cclcnte q11e
el de Caín y fué declamdo iusto ~.
12.¡, Oc qué provenia es• ca rencia de re en Cain '!
De sus pasiones, ::¡ue no quería a·cpt·imir.
Caín e•·a hijo clel maliyuo ... .C:us oln·as e>·an t1111liyuas ".
13. ¿ 1-e dió a conxer Dios su mal y ~1 remedio que podio curar!~'!
Si : viéndole Dios irritado y con el rostro abatido, porq ue
había a·cchazado su sacrificio, lo exhortó a dominaa· la concupis-
cencia y le recordó qu e la reco mpensa seria el ft·uto del buen
uso de su li bertad'.
·14. ¡,Se aprovechó Ca in de cslo polc•·na l lección '!
Lt>jos de aprovecharse de ella, invitó a su hermano a salir con
él, y cuan do estuvieron en el campo lo mató".
15. ¿Qué pecado añadió ol frolricidio '!
El dr. desesperar de la miserico1·dia divina: 11 :\li iniquidad es
muy gt'ande, dijo al Seaior, para obtener el perdón ". » En Caín
había orgullo, resentimi ento y hasta •·emo rdimi entos, pero no
verdadero arrepen timiento, po t·que sus vicios lo habían hech o
perder la fe en el Mesías redentoa·.

1 Salmo t.. 19. - : Hebr., XI, 4. - 3 [ Ju.1n, nr. 1!. - 4 Gén., rv, e, 1.- 5 (;én.. n·, 8.
- f Géo .. n•, u.
106 •J tr l't:RfODO DE LA PREPARACIÓN DEL ~IESÍAS

IG. ¿ Cuál ruc la conduela de los dcsceudienle• de C.1in ?


Los descendientes de Caín fueron ¡len ·ersos como él.
17. ¡, Abautlouó DioJol n In humanidad a la pt' 11dít'i0n 1
Dios conccd i0 a Eva otro hijo qu e se llamó Sct : éste fu é jus to
como Abe!, y s us cle~ccndien tes fue r·o11llt\11'lado5 hijos de Dio~, por
oposición a los malvados , a quie nes la Sagrada E~critura llama
hijos ele los ilomb•·cs.
18. ¿ Cn<il ruc 1• posteridad de Set hast.1 el dih"·io ·¡
Los descendientes de Set fue ro n Enós, Caiu<in, Malaleel, Jared,
Enoe, Matusalén y Lamec, padr·e de Noé.
19. ¿ Qué nos dice el Gtnc•i• de Enós, hijo de S,•l •¡
Que es tablec ió a lgu nas pnicticos pli!Jii cas par·a honra r a Dios.
Enó:; comenzó e• invocar· el nombt·c del Sclto t· 1 •
20. ¿ Qut! p~1rticuln l'idruJ pt-csenla la \'id:.• de los p;•t a·iarcas antcdiluvhu•os '!
La de una extmordinaria longevidad eonlirmada por la trad i-
ción de todos los pueblos antiguo:;.
21. ;, Cuáles ruei'Oil sus C3US.1S?
Probablemente una constitución física más robusta d el hombre,
y con diciones cl imatológicas más ventajo~as que después del
di luvio.
2'2. ¿ Cu~il c•·~a ha r:nón pro\'id cncial de esa lougevitlad ·.'
El facilitar la mu ltipli cación ele la especie ltumnna, y sobre todo,
conservar mejor e l d e p•\silo de las verdades r·eveladas.

Corrupción de los hombres.

23. ¿ Fué fiel a Dios mu cho l icmpo Ja doscc nd ~ncia rlc Sct?
Los hijos de Dios no tardaro n e n pervc l'li rsc a consecuencia de
las alia nzas que conlmjcron con los hijos ele los hombres.
Todos lo• ¡Jeusami"nlos del Cl>l'a:ó•t et·att i11clinaclos al mal en tocio
tiem.po~.

21. ¡,Qué .hiLO llio;; p•r;o haceo· \'OI\'er a los homhl'<•s ~1 c.1mino de la jus·
tich• ?
Les hizo anu11ciar po r· En oc un g ran cas tigo s i no se conve r-
tían.
2:>. ¡, Quién Cl'a Enoc '!
Enoc e r·a u11 desce ndi e nte de Set y el ~éplimo d e los patriar·cas.

1 (:6o., 1\*, ::ZG. - ~ Gén., ,.,, :..


j¡L PILUVJO 107
Fné arr(:lbatado mj lagrosamcl) te de! munqo al qufl vo lyerá cpJl
Elías al fin de los tiempos para combatir al Anticristo. !
Enoc ay•·culó a Dios y fue !>'<<Sladc.clo ctl pct..aíso, JUwa p•·edicw· <•
gentes penitencia'.
l~•s
·¡
2:6. ¿ ·$~ cpnvirlieron los hprrJ)>r'CS?
No : el mai fué aumenl:<índose cada voz más , haciéndose un i- 1

,·ersal la corrupción, de tal modo r¡ ue la malicia de los hombres


llegó ;~1 mayor extremo •.
Y dijo Dios : No JlUI'IIIll>tece¡·ú mi espíritu en el hom b1•e pcwa sipm¡>re,
po•·que ca••ue es~ .
27. ¡, Qué hito fJios al ver lam::uia pcl'\·cr·sid<ld "!
An·ep intióse de haber hecho al hombre, y con el corazón lleno
de pena, dijo : «Raen~ de la haz de la tiena al hombre que he
criado, desde el hombre hasta los an imates •. >>
28. ¿~o halló nadie g•·acia delante de J)ios?
Sólo Noé, hijo de Larnec l' nieto de Matusalén, halló gracia
delan te ele Dios , porque e ra justo y pe1•fecto eu medio ~le la
general corru pción.
Noé {t<é hrtlla.clo perfecto, j>¡slo, y en el tiempo ele la im {ué herho
J•econcilia.ciim,:...

2. D el;de Noé hasta Abrah{p •.

El diluvio .

2~. ¿ Qué hi1.o Dios par~' couscl'v:u· a Noú )' a s u farnilia '.'
Después d.e haberle anunciado la exle rminaci(Jn de la especie
humana, Dios mandO:, a Noé qu e construyera uu<t arca", en la
cual habían de e ntrar él ~' su familia, así corno siete pares de ani-
males pu ros y dos de animales im puros '', para que pudieran
repoblar la tierra.
30. ¿ Cuúnto licmpo l~u·dó No~ en consii'Uil' el ~u·c~' "!
Cien a1ios, dm·ante los cuales no cesó de predicar la penitencia
y de anunciar a sus contempo r•áneos los castigos cou que Dios
los amenaz;1ba; mas ellos no dieron C!'édito a su palabra.
Po1· l« fe, avisetdo Noé de Dios sob •·e lets cosas que aún tto 'se veia11,
-------
" Ar.ca. del la.ti11 a;·ca 1 coff·e. La 'IHn·c de No~! se ll3mó a~í porf¡uc esl~lbu
l1t:~ha .el) fonn.a de COfi'C, p;u·a ~\IIHH'ffo.U' <1. los )l.omJ>l'CS )' anim:JJes a q~1ie:ncs
Uios quc r·ía sah·;u· del diluYio.
b Los hcbi'COS hacían distinción entre los :mi males J)UI'Os y I0!-5 ilnpul'os. Sólo
los primer·os podia.n comerse )' s.er ort·ccidos en S\\crHicio.
1
Eeli., XLlV, J6; Hcbr., ~·u, 5. - t Gén., n, &. - e ( :én., 'r'• S. - 6 Gén., \'1 1 G, i. -
S J~cll., XI.IV, 11.
'108 1<r PP.RiODO DF. LA PREPAllA CIÓN DEL Mr¡SíAS

con temor (11~ collstmyendo el a.·ca pa>·a snlvación de su familia, y cons-


ll·uyr.ndolct condenó al m une/o¡ y (aé in&lil11ido llc>·ctlcro de la justicia,
q11c •e adquic•·c po•· la fe'.
3 1. ¿ Qué vida llevaban los hombres ?
Una vida enteramen te camal , como nos lo enseria Nuestr·o
Serior· Jesucristo , cuando los compar·a a los hombres que vivi-
r·án al fin de los tiempos.
Lo q~<e sucedió en los cUas de Noé, eso mismo sttcc!let·á en la venida
riel Jfijo del hombre : Po>'t¡lte C!si como 011 los días mrtc>·iot·es al diluvio
proseg11ian los hom&>·es comiendo y bebiendo, casálldose y caSCI>Jtlo <t sus
hijos, hasta el día mismo de la cnll·ada de /l:oé en d m·ca, y 110 pensa>·on
en el diluvio hasta que lo vic>·on comrll:ado, y los toTebaiO a todos¡ así
succde1·á en la t•cnida delllijo del homlwc ' ·
32. b Cómo cumplió Dios su llecreto ,le exterminio'!
llaciendo caer del cielo dur·ante cuarenta días lluvias torTen-
ciales que cubrier·on la tierra y anegaron a lodos los hombres,
c.xcepto a los que estabau dentro del arca.
a:J. ¿ Se halla relatado el diluvio tan sólo pot· el Gónesi•?
El relato de Moisés acerca del diluvio se halla confirmad o por
las tr·adiciones de todos los pueblos.
En las r·u in ns de Nínive se encont ró hace alguuos al'ios una
iuscr·ipción cuneiform e• <1ue menciona las circun~tancias princi-
pales de ese memorabl e acontecim iento. Esta inscripción se
t·cmonta a 660 arios antes de Jesuct·i~to, y es copia de un original
cscl'ito unos dieciocho siglos antes.
Ji..;, Culll'iCI'On las agu:•s dc1 t.lilu,·io toda la supel'flcie de In. tict·ra?
Puédese admitir, con un gr·an numero de comentado res, que
sólo inundat·on la tierra habitada, y que no hiciet·on perecer sino
los an imales conocidos de Noé y de ?l'f oisés. Esla interpreta ción
hace desapat·ec er todas las dificultades que acerca del diluvio se
han presentado .
35. ¿Se convirtieron algunos homb•·es cu:-tndo suc~d ió el diha,·io?
Si, pues como nos lo c n~e tia el apóstol San Pcolro, susn lmas
se hallaban en el limbo cuando :-\uestro Selior bajó a él.
Cristo (ué /(UIIbién a p>·etlicar a lo• espi>·itu& Cllcm·cela<lo&, que
habían sic/o Í11c•·édulo.< en Qtt·o tiempo, citando le.< estaba cspc>·<mdo
(((¡t~ella paciencirr ele Dios ·CII los días de Not!, (tl {abt·icarse el arca, en

a Cuneiforme, del latín cuncus 1 cUJia : f)IIC tienr• la fortna de cuú:a. E:>~ la
cr-:t 1:. forma tlo los Cilra.cteres de la escritor:. de los asi ..ios.
' Rcbr., xr, 7. - ~ M:u., xxn·, 37·39.
EL DILUVIO 109
la wal pocas Jle¡·so>ta$, es a sabe,. ocho, se salvamn en medio del
agua 1 .
36. ¿ Qué hizo Noé ~ 1 sn1i ,. del <u·ca ~
Erigió un altar al Sefior ; luego tomando de todos los cuadni-
pedos puros y de todas las aves pur·as, los ofreció en holocausto
sobre el altar.
37. ¿ Fué agradable a Dios este sact·ilicio?
Sí , puesto que Dios renovó a Noé y a sus hijos la bendición
dada al primer homb re : C1·eced !/ multipl·icaos, ?! JJoblc~d la
liCi'J'{l, 2 .

Les pet•mitió comer de todo lo que se mueve y vive sobre la


tierra excepto car·ne con su sangre".
38. ¿ Por qué hizo Dios c~ta pl'ohibición ?
Para inspi rar horror a la sangre.
Todo el que den·amtu·e sa>I(J''C lllt>nana , Sc1·i< deiTamada su sa11gr e :
¡>o•·q"e a imagen de Di.os es hecho el homb>·e·'.
39. ¿Qué prornesas hizo Dios?
Declaró a Noé que no volvería a maldecir la tierr·a por causa
de Jos hombt·es, y que ya 110 haría perecer alma viviente po r
med io de un nuevo diluvio.
1~:0. ¿ Qué ser\ al <lió ele su alianza con Jos hombt·cs?
El arco iris.
Potid·¡•é tni cu·co en la$ nubes, y se•·{¡ sC'iial de alian;a entl·e mi y e nh·~
la tie>T« ".
4-L. ¿ Cuftl fué la rr,isión de Noó en la a·cligión p1·im itiva?
Noé transmi tió a sus hijos los dogmas y preceptos revelados por
Dios, y les enserió la fe en el Redentor, como lo había hecho Adán .
42. ¿ Qu é pl'ofetizó a sus hijos?
Noé p redijo a Sern que el Mesías nacería de su desce ndencia; a
Jafet, que su poster idad se converti ría al Mesías; y a Cam, que
sus descendientes serían reducidos a esclavitud.
Cuando Noe sa lió de su embriaguez y supo e l procccle,· culpable de su
segundo h ijo, exclamó : Maldito Canatin ( hij o de Ca m ) , sie>·vo se•·« de
los sie1·vos de sus herm anos . Y a>lacliú : Bendito el Seiio>· Dios de Se m,
sec• Canaún sie>·vo de él. E nsanche Dios a Ja(et, !/ habite en las tiendas
de Se m, y ;ett Canaún sie1·vo de él G.
t,¡¡, ¿Se ha curnplido esta pt·ofccia?
Sí, pues Sem ha sido el ascendien te del Mesías; los Gentiles,
descendien tes de Jafet, han disfrutado de gran prospe ridad mate-
1 I Pedro, 111, 1!1, :?(). - 2 G~n., lX, J. - :1 CJén.,1x, ::, 4. - 4 Gén., 1x, c.- s Géu .. tX, Jl.
- G Gén., 1x, 25·27.
110 •1er I'ERÍOOO 01!: LA fliiEI'AR ~CIÓN DEL ME.~ÍAS

l'ial y participado de las \'enlaJaS espirituales de Sem al co nver-


tirse al cristianism o; y los pueblos camitas han sido dominado s
en todas partes por los Semitas y los Arios, hijos de Jaret.
La tor ro de Babel. - La i4olatria.
H. ¡. Qué hicica·on los hombres después del dilu•·io p;~ra jnmorlali•~r su
nombre'!
Habiéndos e mulliplicaclo considerablemenl.e, antes de dis per·
sa rse , quisieron edltlcar una ciudad y una torre e n la ll allur¡¡ de
Se naar·, o de Babilonia •.
4:.. ¡. Agradó " llios esta ~mrresa?
No, po1·que estaba inspil·ada por el oq;ullo.
4G. ¿ Cómo :.ha li ó llios el Ol'gu ll o de los ho anha·es?
Confun diendo su lenguaje.
Venid 7mes 1 dijo el Padre a su Vel'ho y a ~u Espidlu, clcsccntlmno• y
confundam os alli sr< lenaua, de mane•·a que ninaw•o enliemln ellcti-
(}Uajc de Sil C011t]l(l1lC1'0 1•
47. ;_, Cu:í lcs fu ca·on )as consecuencias de este castigo?
·1• Como los hombres no pudieron ya entenders e, se vieron
obligados a abandonar· la obra, r1ue se llamó to•·•·c de Babel, es
decir, de confu sión.
2• La le ng ua 1wimiliva se dividió en varias le nguas di stin tas ,
por lo cual lo~ desce ndi e ntes de Noé tu vieron que dispersar·s e y
formar yarias naciones, diseminad as 1>or toda la tie rr·a.
AS. ¿Se const·•·vó mucl•o 1iempo si n m cn o~cabo la l"cli¡;ión primitiv:. '/
No, pues no tardó en alte r·arse y en dar lugar• a la ido latdn ''·
~9. ¿ Cuál fu i· J:a causa de 1:¡ idolala•ía '/
El desprecio de las antiguas tradicione s y el erwilecim ie nto ele
la r·azón, que no pudiendo elevarse sino con trabajo a las cosas
intelectuales, confundió pronto la noción de Dios co n 1.¡) de la
criatu ra, de tal rnaner·a que desde e ntonces los hombres no qui -
sieron ya adora r sino lo que impt·esionaba sus sentidos y hala-
gaba suf; pasiones.
50. ¿Que debemos pensaa· d e ¡¡sta a<loa·ación de la criatua·a '!
Que e r·a una locura y un crimen.
Los !dolos ~M• co•<~' vm•M, y 3b•·a cliynn tic ··i.•n •. Si cum " é.<to.< (a

• Nemrod , nieto de Ca m , se h~hia hecho ppderoso en csl"'l ,rcgiñn. P;} rece


3Cr que t!J fué uno ele lo¡; an:'w¡ a a•diPn ~es cmprcardedol'es d o la top ·c <Je ll:ahel y
que después de l:a dispersión de Jos homba·es edificó la ciudad el e llabilo nia eu
el lugar donde BP empezó • consl rui r aquella faanosa torre.
t. Idolatría , del ~ riego eid6, ver ; latreuV
1 adorar. ser,·il· : acto de adorar
lo que se ''e, y porcxleosió n, ídolos o im:igencs de falsas dh•i pid.adcs.
1 Gén., x1, 1.- ':f Jerem., x, a.
\'OCACrÓN DF. ABR.AIIÁN H1

los idúlalr:ts) se les debe JIC>'<lcmat·, po>.,¡ue si pu<liet•on Mbct• tnnto, t¡ue
po<liw1 ltltcc>· concepto d!'l mr.,ulo : ¡, cómo con maytw (acilidwl 110 halltt·
•·on ttl Sc1io1· de él' 9
51. ¡, Oné rcsolviO hacca· el Sol\or en vista del univeranl nnurr·agio tic la re ?
n csolvió formar un puehlo que fuese depos itari o de las verda-
cles pri mitivame nte r·eveladas y que preparara las vías al Mesías
difundiendo la verdad en medio de las naciones paganas.

3. D esd e Alwa h:"ut hasta Mo i s~s.

Vocación de Abrabán.

r)c:!, ¿ A qui é•• escogió Dios Jl:u·a 8CI' p:uJ ··c de su pueblo '1
J\ J\ brahán, varón justo , de la descendenc' a de Sem, oriundo
de Ur, e n Caldea, qu e contaba entre sus aséendi entes a Bebe r·,
de donde viene, segú n algu nos, el nombre de llebreos dado a sus
descendientes.
r>3. ¿ Qué promesas le hi70 Dios'!
Dios le hizo dos promesas : la primera fu é que la tierra de
Canaán sel'ia dada a su poster·idacl ; y la segu uda, que todas las
naciones serían benditas e n el Mesías que sald l'fa de su descen-
dencia.
51.¡, l)ónde estaba situada l ;~ tier••J de Canaán ?
tierra de Canaán, o la Palestina, era el cen tro del mundo
1 ~'\
conocido. Por su situación enlt'C Egipto, Ara bia , Siria, Caldea y
Asiria, y por Jos puertos famosos de Tiro y Sidón, podía relacio·
narse con las comarcas más remo tas .
55.¡, Po•· qué colocó Dios a su lllleblo en ' '' ctlio de las naciones infieles?
Para recordar les las c•·eencias primi tivas y partie ular·mcnte la
creencia e n el futu ro Hedentor.
r)(}. (.Qué Cl':lll los can~ neos CHII'C los cuales fué a l'CSilli •· Abrahlfn ?
E ran homb1·es a q uienes Dios abominaba po r· causa de sus
obras odiosas y de su cullo abominable.
Mtdt,bau. o su..- p,·opios hijo:~ si u mise~·icoJ·dia, y comiau '"·" ent,·tuia:t
lttlllWIIM,y t>·agt•ba¡¡ srrng•·c t.
57.¿ Cuál fué 1" sc•i"l de la nli auta de Dios con Ab•·nhán ·?
La ci rcunci sión.
Este<'~ mi J>acto, que nuanlcu·dis cntr.: m i y vosol >·os !1 tr. postcrid~td
llrs¡wés rle ti : todo vaJ·6u ,¡,. e11tre vo$otros sc>·tí cit·cuncidado 3 •

l &\b., .I.IU, 8, '· - ! &b., XII, ~. - a 0t'1J.., X\'11, 10.


112 ·l et PERÍODO DE LA PRt:PARACJÓN DEL MESfAS

58.¿ COmo cor l'('spondió Abrah: in a la vocació n di•·ina


~
Con la fe mrís admir able y una obediencia a toda pnteb
a.
Po••lct {<' , aquel que r ecibió cl•wm b•·c dt• A brahcl n obt·d··c
ió, y .,. p ruo
rn cami>ro, no .•1•bicndo trdondc iba. Po•· lt• {t•, habitó
~'" la tic•·•·'' fJ"'' .<r
le habil1 .1"'0ml'lill~>, como Cll ticrrt• extl'll'iio ... Po,·qu
e ll'llia J!llrsln la
mil·t• ,.,, aqudl n ciudm l de {rm damen lo.•, c"yo a•·q~<
ilcclo y (undtrdor ,.•
])ios. Po•· la {e, tambié n la mimH< Sao·a ,;Nulo c.<té>·il
•·ccibió vir·lu.d de
t'Mict·bi•· '"' hijo, po1· má.< que la 1'(/ad (urst• yn pu,adn
... Po1· ln (e,
Ab•·ahtín, cucwd o (ué J>I'Ob(l(/o, o(•·cció ti Isaac ; y
el mi,mo que habitl.
•·rciúido lu.< Jli'Omt•sa.<, o{J·ccicl al unigénito ~u yo, cwniJ"
'' "' le hahla
ti icho: Ve Iscmc Sllldrá la dcsccndt·ncia qw· llc ctu·tí tu
nomb•·c 1 •
59. ¿Qué nomhre mcl'cció Abr·ah;.\n poi' su re?
El nomb re de pctdr·c ele los c¡·eyM tes .
60. ¿ Cómo juslific ó Abrahá n este no u>bre?
Ab t·ahán es el pad 1·e de los Gentiles creye ntes, puesto
que fué
justifi cado antes de la circun cisión por su fe en el
Mesías; es
también el padre ele los J ud íos creyen tes, po1·que despu
és de la
circuncisión fué const antem ente justo e irTeprochable ante
Dios •.
Gl. ;, Qué virtudes de t\brahi• n menciona el Génesis?
Su humil dad y generosida d cuand o se levantó quere
lla entre
sus criado s y los de Lot 3 ; su animo sa intervención en
libe J·Lar a
Lo t ' que llevaban prisionero los reyes vencedores de
Sodoma y
Gomo rra; su desinter·és cuand o despu és de su victo ria
dió a Mel-
quisedec h el d iez mo del bo tín y no quiso guar·d ar nada
para si •;
su hospitalidad con los tres ángel es, a quien es Lo mó al
pl'incipio
I)Or viajeros •; su carita tiva intercesión con Dios en favo
r· de So-
doma y Gomon·a para que el justo no perec iese con
el impío ';
su hor·ro r a aliars e con los enem igos de Dios, cuand o
hi7.0 j urar
tL su criado Eliece r que no tomar ía espos
a par·a su hijo ent1·e las
hijas de Jos canan eos •.
62. ¡, Cu:tl fué la rccou1 ¡lcnsa d(\ ''ir·tutlc s tan tulll'l ir:tblcs
?
Dios mism o.
Yo SO/f tu. PI'OICctm·, '!) tu galard ón grautl e sobre ?1UUICI'(! ,, .

Isaac y Jacob.

G3. ¿ Con <(ué especia l protecc ión fueron favoi'('Cidos


Isaac )' Jacob ~
He reder os de las divina s promesas hechas a su padre
Abra·
hán, Isaac y Jacob fuer·on como él ilumi nados , guiad
os en sus
camin os y protegidos por la acción sobrenatu ral de Dios,
quien
1 Hcbr., xr, 8·18 - '! nom., 1v, "·!$. - 3 Gén.,
XIII, 7-9. ' G~n., :ron·, H. - s Gén.,
XIV, !.!0-24. - sc:én., :xnu, l·G.- 7 (ién., X\'111,17
·33. - 8 Géo., :u:n ·, J. - 0 Gén., xv, l .
ISAAC Y JACOB 113

se llama a menudo, en la Sagrada Escritura, el Dios de Abrahán,


de Isaac y de Jacob.
()~. ¿ Esperaban [s;Jac y J:tcob una •·ecou1pensa f.<l•••·ena po•· su re y obedien-
cio ·¡
Do ningún modo. Do ell os, como de Abt·ahlin , ha dicho Sau
Pablo:
Totlos estos vinic•·on" mo•·i•· e•~ s" (e, sin hube•· •·cribi<lo los bienes
que ,<e les había" p•·o~>wtido, Cllll/t•IIL<Íitclosc co" mi>·to·l<•• ele lejos y salu-
tlal"los, !J COII(CS<tlldo SCI" 1l<:I"I'!JI'ÍIWS !J huéspet/es SOb,·e /11 /ÍCI'I'Q 1•
63. ¿ Cuál era la patria que deseaban"!
Una patt"ia mejor que la de este mundo, es decir, la patria ce-
lestial.
Dio.• no se tlc"<leiin 1/c lltmlltl'."' Dio.< ele ellos, como 'flll' lt•.< /cuia p>"<J-
)JW'tltla ciudad'·
W. ¿ Quiéucs rueron los hijos tle .lacob ~
Jacob• Luvo doce hijos que fue ron cabezas de lns doce Lribus de
Israel, y son : Rubén, Simcón, Leví, Judá, Isaca1·, Zabulón, Dan,
Neftalí, Gad, Aser, José y Benjamín.
G7. ¿ En finé país moraron 1os ls•·aelitas antes eJe cntr:.'lr en 1~ tierra de
C.1nnán '!
~l o ra ron po r· espacio de unos doscientos u1ios en Egipto,
adonde se había retimdo Jacob con su familia cuando supo que
su hijo José desempetiaba las funciones de primer ministro del
rey de aque l país.
GS. ;, Por qué no les concedió l)ios en se~uida la po~siún tle h1 tierra de
C.ana:in '!
Porque Dios queria: 1• Esperar para castigar a los amorreosb,
tribu pt·iocipal de Canatin, a que hubiesen colmado la medida de
sus iniquidades.
2• Dar tiempo a los hebreos para que se multipl icaran, a fin de
que así pudiesen posesionarse a viva fuerza de la Tie l'l'a prome-
tida, y exterminar a sus habitttntes.
3• Ejercitarlos en la fe y la paciencia por una larga cautividad,
cuya milagr·osa terminación les exci tara a bendecir a su liberta-
dor y canta1· elemamente sus misericordias.

• Jacob 1-ecibió de un ttngcl el no1nbre dl' l$rael, que quiere decil' {ue,-le con~
t,·<' /)los :de aqui viene el nornh1·o d<• ist·aelitas dado :• sng tlcsccmlicntcs.
•· Amorreos, pueblos dcsccntliontes tle .tlmm· o ..1 mOtTt'O, cu:.1'IO hijo de
f.:mu:'nt , que haiJil~tban ('ll las mon t:n'~<u~ . al oesle del tna•· Mu c•·lo. Su tcni to~
l'io 1 couquist:ldo poa· ~loiséi-1 1 t"uó di\'hlitlo tlcspués cn tl·c l:ts t1•ibus de Gad,
llub~n )' Manasés. - Con f•-ecueucia se torn~ en la Snsa-:u.Ja Escritura el
nou1b1·c de :unon cos por lodos lo:-~ cananeos en genea'31.
1 lfobr., XI, 13. - '! Hebr., XI, IS.
H4 '1 « PERÍODO DE LA PREP.\ RACIÓ:< DEl. )IESf.-I.S

69. ¿Qué notable prl'llicción relativa al Mesías hizo J:ocob antes de mod t•'!
Después que Jacob hubo bendecido a cada uuo de sus hijos y
les hubo anunci ado su futuro destino, predijo a Judá que de su
tribu saldr·ía el Deseado de las naciories.
JYo sc•·á qr<itado dt· Judtí el ~l!·o, y tic sr< musw l'l C(lllllillo ha•l<t qw·
venga J::l r¡ue ha de .•c•· cnvicrclo, !1 t!l >t't'Ú lo expectación de la> gc11l••• 1 •

Job.

70. ¿Qué santo patriare.1 \'Í\•ia en Arabia toi("nlras los israelil:1s mol"a.ban e u
Egipto?
El santo patriar ca Job, descendiente de Esaü, hombr e justo y
temeroso de Dios.
71. ¿Qué r·esplaodeció ••1Ús en Job?
La paciencia heroica en sufrir l os horribles males con qur,
por permiso de Dios, le anigió Satan¡is.
í2. ¿ De dónde proccüiu esa hcl'oica Jlncicncia?
De Sil J'e y esper anza en el Reden tor y en la r esurrección glo-
riosa.
• } 'o •é que vive 111 i ltc<lt•IJI<u·, y qu•· e" ,.¡ rílti1>10 tli11 lw de ,·esuátcu· dr
la tic•·•·a; y de nucun ltr tle se•· •·odcado de mi JIÍl·l, y ¡•n mi ca¡·¡u· v•·•·•'
a¡,,¡ Dio>. 11 quica he d•· ve•· !JO mismo, y mis oj us lo ltcm tLe mit·tn·, ...
es/a 111i cspe•·an:a cstrí tlcpositadCI c11 mi ¡Jecho'.

11 ELIG I Ó:-< PA Tll 1 AR C .\ L

í;i. ¿ Qué se llarna l"t•ligiUn 1>atriarc:t l '!


L lci masc religióo ')Ja/I'Ía?·cal, o fll'i miti-vn, la q rte profesaron
los atlor·adores del verdadero Dios antes de la ven ida del Mesías.
7\. ¿ Cu31cs eran lo~ dogmas de la 1-eligión pah·i:u-cal ?
Los principales eran los siguientes : la e~istencia de un solo
Dios , cl'iado r· de las cosas visibles e iuvisii.Jies; la existencia de
los ti ugeles buenos y malos; la i nmortali dad del nlrna; el destino
sobr enatur al del hombre; la caída del pl'irne r hom!Jre y el pecado
original, y, sobt·e todo, la espera111.'\ en el Hedentor prometido.
75. ¿ Cu;íl era la rnor·a1 tlo l:1 I"Cii~ión priu1iliva?
La mor·al de la r·eligi6n priH;il i va comprendía :
·I • La le)' natur·al fo r mulada mtis larde en el Decálog-o;
2• La obligaci<iu de Je.uder a Dios por medio de las vi r·lutles
sobreualurales de fe, csper·anza y caridad.

1 G~u ., XI.IX, 10. - :! Job t XIX, 2!J·21.


•j tr PERÍODO DE LA PREPARACIÓ N. - RESUME!' '115

:'!"Alg unos preceptos positivos refe•·entes al c ulto, tales como Jos


sacrificios que figuraban la red ención, la san tificación del sép-
timo día, y tal vez, la obligación de abstenerse de la ca rne de
ciertos an i111ales.
itj. e·. En f¡uó consisLin .,, culto de l:t l'Ciigiún primiti\'n '!
En la oración y el sacrificio.
Los sacrificios se ofrecían sobre ;litares. Además de los altares,
los patrim·cas tenían cos tum bre de levanta•· piedras monu men-
tales consag radas por ellos mismos con una unción de óleo, en
los luga•·es en que habían tenido alg una visión celesl ial.
íí. ¿ Cómo podía borr:.a~ el pecado oa·i;;inal en la r-eligión primilh·a '!
Se borraba, lo mismo en los ni1i osque en los adultos, por alguna
se1ial de fe, a lo menos im plícita, e n el Redentor venidero.
i8. ¿ Cómo se oblení~ ~1 pe1·dún d~ ((IS pecados aclualcs '!
Por el arrepentim iento.
79. ¿ Quiénes e ran los s~cca'dolt"S tic l:t a•cligión prirnith·a '?
Los padres de famili a o los primogén itos. A ellos col'l'cspondía,
además de ejercer las funciones sacerdotal es, el cuidado de con-
sen·ar la •·eligión y de ensmiarla a Jos nilios.

HESUME N
Preparación de la venida del Mesias. - El ~lesías se hi7.o esperor duranle
laa-;os siglos;, lin tle fJUC <•1 hotnbt-e que había pecado por· orgullo fuMe huuli-
llado poi' l:t cx pericncin d~ ~us anisct·ias, )' pal':t ¡wr p:u·:u· 1:. llcil cución por·
u1cdio dfl un11 l:.u-ga SCI'h• de hechos rn:u·avillosos. - J.a histol'ia de esta ¡wcp:t-
r·<~ ción JH'O\'itlcncial del Mc:-;ias puede dh·itli•·sc en cu ... t•·o pcl'iodo~. El
pa·imct'O
comprende dosde Mion hosla Moisi·s.

1" I>c•·íodo. - Desdo Adán hasta Noé . - Adin• 11·ansmitió a su< hijos la
fe en el llt·d cnlor. El SeJ)(JJ• accpló los s:oco·i licios <¡ur Aloe! le ofo·rcla con espí-
ritu de fl' )' de pcnilcmci:•. ~- l'ccha;o.O los de Ca in. Ahcl 10ul'i6 ,·íclima eJe l:t
crnidia de Sil hermano. ~· rué snsliluido pot• Set. que iiOiló su justicia. A lo~
dcscendicnlc s de Set so les llamó hijO$ de /Jíos, en oposición a lo< <le Caín, a
quienes la Sn¡¡rnda Escritu1·a ll ama llijo1 (/e los hombres. - L~ I0119CVÍ<i(J(l de
los prilllCI'OS pa l t•i:u·c:ts lCIIÍ~\ por fin ' e n los dcsiguios de Dios' el rnci lil:tl' la
111ul! iplicación de la CS(lCCiC! human .-., y soiH'c todo conSCI'\'31' el dcpósilo tic las
''N•dadcs J"C\'('I~tlas.
~~~~iéndose pcn·ertido los hijos de lli<l'!. Enoc les pr<!<lijo un ¡;~n c.osligo si
no se COil\'f' l'lÍ,m. l.:t cm·;·upció'" se l•izo grncr:.l , y Uíos resoh·iO :tniquil~u· :•
los homiH'C!oe po1· mctlio do un diluvio, a cscepción de Not! fJIIO fué hallado
justo.
Desde Noé hasla Abrabdn - Dios u1ondo a Noé que conslru)·co·a una ao•ca.
1-::ste homhrc justo tr:tb:'tjú dur:ml(' ci.•n ai1os en eon~lruirla , JH't"Ciito1 ndo al
1nismo tiempo la penitencia )' anuociando a todos 13s di\'illa::i ,·engantas. En el
116 1<r PERIODO DF. LA PREI'ARACIÓN. - CUADRO SINÓPTICO

diluvio pco·rcieron todos los hombres, excepto Noé I su romilia. Al salio· del
arca. oft"Cció Koé holoc:wsto s al Se•·,or. Entonces hizo Dios alianu con 13 huma-
nidad, dándole el arco iri41i como sei1a l de la rnisma. Xoé transmitió a sus hijos
l:t fe en el Redentor, cOiflO lo h~1bia hC'cho Ad:'m,
J.ue¡;o que los hombo·es se h ubieron multiplica do, q uisieron, ontes de sepa-
•·arsc, edificar una lOl'I'C que etea·nitnra su memoria. El Sei\or se oputro a este
orgulloso pro~·eeto conruntlit~ndolcs la~ lengu:1s; por lo qu(> se ,·ieron obli:;ados
a dispcrgarse. La religión primitiva ~e nltcró poco;, poco y la idolatría se llizo
p1-onto uni\'CI~al. Entonces foé cuondo la P1'0\'idcncía resolvió fOl'I'I"HH'
un
IHoeblo <1uc habia <le seo· depositario de las ,·enlades pl'imith·ameootc o·cvclada,s .
Desde Abrabán hasta Moisés. -Dios ucoyió a Abrahán para hacerle padre
de su pueblo; le prom<•lió que daría a su pos teridad la tiero·n de Cana:in, y
que el i\lesias saldría do s u raza. Al>l'ah:'tn respondió a la vocación di\•ina con
una re aorrlirable y una obediencia a tod, po·ue ba. Tsao.c y Jacnb, heredeo·os de
las promc~as dh·inas hechas a Abr:.hán, rueron guiados t como él, por la
acción sobrenatur al de Dios. Al morirJaco b predijo a su cuarto hijo. Judti, que
de su descenden cia saldría el Mcsíno.
Dul'artte l::t pc1·mancncin de los is•·rt~litas en 'Egipto, Dios suscitó en Ar·abia
:'1 santo Job , admirablr po•· su fidclid:ul a Dios y por ;su paciencia e n las
adversidad es.
Religión patriarcal . - Llámasc religión po.to-iat-ca.l o pt·imilica la que rué
proresada :ontes de ~loi s.'·s por los ndoo·:ldor es del verdadero Dios. Sus po·inci-
pales dog1nas era u : la existencia de un solo Dios,)' de los Angeles buenos 'Y
m:.los, la inmo•·talid aJ del alma, el pecado original y la ~!i;peranxa de una
redención futura. Su mor:ol comprcndi a la ley natural y la obligación de tender
a Dios por medio de 1as \'irtudcs sobrenatur ales. Su cullo consistía en 1:' o r:l-
ción y el sac•·iricio, así corno en la olJscl'vaocia de• algunos pr·cceptos posith•os.
Eran sacerdotes de 1a religión patl'iai'C31 los pud1-es de f;Hni lia o los primogé-
nitos.
CUADHO SINÓPT ICO
Pn>p:mteión da la l"Cnhln del MHiá!.
1

8 1
Do
Ad'•·r
Calo Abet •
•o Adñn a No POBU!rld:ul do C:lin: hi)OI de Exl1Heneiadoun Dios
4
~ (ha~f.J' 3308) l'o~~:~~:~~lhn¡;~ Sctb : hiJos
l\nlco.
Creeuela Cll 101 ánge-
~,os de DI ... les y 101 demon101.
- palrl:artM IADgnld.:ul de los p:au1art:.al. 0\ld~ original.
Eaoc. l~!l:fl'CrBnz:a de "n Re·
Corrupción de los bombrC$. dentor tuuu·o.
Vfda ete1·nn.

~
Construcción del aren.
:t
De No.'
Abralu\n
de 3308 a
( 22!t6)
El diluvio.
A Uanu de Dios con Nof:.
Religión
papel de Yoé en la rcll- palrla.rul
~!t
glón prlmlt.h·:t.
Torre do lhl\>f'l.
)(oral
¡
l ..r oaturnl.
Oblipdóa. de tender
a Dio! pOt medio
de la~ ''h'lUdes 80·

¡
brenn.tur·:,IOIC,
-~ El diluvio ( Dls(IOT41ón do Jos hombree.
ü Orncioncs: 1 l:lcrlft·
...
o:
Idolat.rtA general.
De Abr>h6o \ Eteccl4n d•t pu~bto do 1)1.,._
clos•
CniLO Pteupto5 r elaLi.T"OS
: a llols~s Yoeaclón de .Abr:tbAn. ;¡.1 culto.
~ (2211G a 1726) Alinn~n liO ])ios con Abra•
SRcordotcs do la re-
f - ht\u. ligión prlwh.t va.
El pueblo ls.13c y Jncob.
escogido. Job.
MISIÓN DE MOlSf:s 11i

ARTICrLO 11. - 11• PERÍODO DE tA PREPARACIÓ:'\ DEt ~IESÍAS


Desde Moisés basta David (1725-10<10).

SU)I AIHO. - J. i\Jislón do Moisés. - Sl,lltl:t lltl 1~~1pto. J...o• hebrc011 r n ol dcsle•·to. -
2. ' ''' ll'>y 11\0(nlea.- l.cg:BiacJón 1'411GIOfla. Kl s:wlunrio. J.o:~ mlnluros dol culto. l.os snerl·
nclos. m At\bado. J.~as flest.u. Proacl1pclouca rcllglos.1s pnrlleul:~rcs. - Le:glsl:..elón social.
- nerecho poHLico. Dc:recbo el vil. Dercc:bo militar. Derecho penal. - J"('Tfeeclón de la ley
mo,.;~lca. - VJrr.ude¡ y glorta de llol.8h. - 3. Jo&ué. - 4. Lot Jueces-. - Samuel. Rut.
- Go. LOs Reres. S~uil.

l . i\l isi6 u d e Moisés .

80. ¡, Qué momento eligió mos para libertar a su pueblo de la servidumbre


de Egipto?
Dios eligió el momen to e n que ese pueblo se incl inaba a la
idolatría, y e n que su existencia se veía amenazada por la orden
de Fat·aón de arrojar al Nilo a todos Jos nitios varones.
81. ¿ De qué ramilia era el libertador escogido por Dios?
De una familia de la tribu de Le,·i, particularmente fiel a la fe
de sus antepasados.
Po>·la fe Moist!, , cuando naciú, fué ocultaclo po1· su.< pcul>·es, t>·es meses,
JIOI'(/Ite vici'Oil tan [JI'aCiOSO ni'1i0, !J 110 tem iel'Oil el edicto rld ?'e!J 1 •
82. ¿ Que vil·tud distinguió n ~I oises desde su juventud ?
Una fe ardiente, ya que prefería sufrir con el pueblo de Dios a
vivu· en la corte del rey y go1.ar de sus favores.
Po•· lo. fe Moisés, •icndo ua [J>'cmclc, t·enuució o. lo. calidad ele hijo de
ltt hija dr Fal'llón, esco9icuclo cmles .•e>· afligido con rl¡>Urblo ele Dios,
t¡tle (!o=a•· de las delicilu J>Crsajr¡·a.• del pecado, jr~=gando que el op•·obio
de .fesuc>·i.•to cm un teso•·o mci.• [J>'aude que todas la.< •·ique=a• de Egipto,
Jlorqnc fijaba"' vistn en la >'CCO,.pt:u.<« •.
8.1. ¡, 06nd e o•ecibió Moists la misión de libertar :.1 pueblo de l)ios?
Al pie del mo nte lloreb, en el país de l\iadián, donde se·había
r·efugiado después de haber dado muerte a un egipcio que mal-
tr·atabu a un hebreo.
Si.¿ Cómo a-ecibió su anisión '!
Mientras estaba apacentando los rebarios de su sue~ro Jelró,
O)'Ósali t·, de en med io de una zarza que ardía, una voz que le dijo:
« Te e nvi aré a Faraón par<~ que saques de E~ip to a rni pueblo, a
los hijos de IsraeJ3. »

1 Uebr., XI, !3. - ' n cbr., XI, !4-!!G. - :1 Kx.. 111. 10.
118 11° PERÍODO DE LA PREI'ARACIÓN DEL MESÍAS

85. ¿ Qué r-espondió )foisés?


Moisés respondió al Se1ior: «No me creeráo , ni oir·án mi voz,
sino que dirán : No se le ha apar·ecido el Serior '. »
86. ¿ Cómo le confirmú Dios en la vcrdaJ de lo que le decía 1
Obrando en su presencia varios prodigios, e inYistiéndole al
mismo tiempo de su poder.
87.;, Cu:ilc~ ruc•·on los d esignios d e Dios •' 11 la m isión que confió a ~loisí!s?
1• Libertar a su pueblo de la se1·vidumbre de E::;i pto; 2" con-
ser·vm·le, formarle y constituil'le en cuerpo de nación, a fin de
confiarle el sagrado depósito de las ve1·dades reveladas.
88. ¡.])e qué medios sr v:tlió la Pr·odclcncia para éonscguil' estos l'Csul-
lados ·¡
De medios extraordinar ios y de milagros conlinuos; pues el
pueblo heb1·eo era carnal y grosero, duro de cerviz• y muy incli-
nado a imitar a las naciones idólalt·as que le rodeaban.
89. ¿ t>or qué fueron nccrs<trjos los mi l:1g1•os para libr::u- ~11 pueblo lrebr·co de
la sc•·vidumbre de Egipto?
'1• Para vencer la dureza ele los Famones, qu e tenían el mayor
interés en conservar· a ese pueblo en la esclavitud, aunque impe-
dían por medio de despiadadas medidas su excesiva multiplica-
ción.
2• Para acreditar a los ojos ele los heb1·eos la misiún de Moisés
y Aaróo, que se presentaban a ellos como li berladores.
OO.¿ Po1· medio de qut· mii:1~TOS libró Dios a su pueblo de la scr\'idumbrc ·!
Por las diez plagas de Egipto y el paso del mar Rojo.

Los Hebreos en el desier to.


9 1. ¿ l)c qué milag1'0S se \':d ió Dios p:u·:~ mantener y conservar· a su pueblo
e n el des ierto?
1• Envió el maná que caía del cielo todas las matianas, menos
el sábado, y con él alimentó a l pueblo por espacio de cuarenta
aiios; .2• hizo manar el e la pelia de Jlot·eb tonenl.es de agna viva;
3• hizo que se couservar·an los vestidos del pueblo mientras vivió
en el desic t·Lo; 4• olo r·gó a Josué una victoria milagt·osa sobre los
Amalecitas• , mientras Moisés or·aba en el mon te; 5• reguló Lodos
sus movimientos por medio de una nube que les daba somb•·a
durante el dia y los alumbraba durante la noche.
92. ¿ Col'l'cspondicl'On los is1·aclitas a Lrtntos beneficios?
No :.antes bien il'l'itat·on var·i as veces al Señor co n idolatrías ,

• Amalecitas. ])escendicntcs de Wú por .tm.alet..·., <¡tu' vi\·ian cu la A•·aUia


Dc•ierln, ent re el Mar flojo y el )la•· Negro.
l J~x., n'¡ t. - ! JJec;h ., vu, 5 1.
LA I.EY )IOSAICA 119

murmura ciones y rebeldías , y el Seriar· les impuso castigos tre-


mendos.
93. 1. Cómo castigó Dios a los culpables"!
HulJo c uatro clases principa les de cu lpab les : los murmura -
dot·es, los rebeld es, los idólatras y los impúdico s.
1• Gran número de los murnrw·ado1·es pereciero n por el fuego,
po r la peste o mord idos por serpiente s venenosa s cuyas picadu-
ras qu e ruaban como fuego; los demás, de edad de veinte atlos
pam a rriba, fueron contlena dos a morir en el desierto, sin ver la
Tierra prometid a. Sólo Josu6 y Caleb quedaron exceptua dos por
no haber murmura do.
2• A los í'ebcldes Coré, Daltin y Abirón con sus mujeres e hijos
se los tragó vivos la tierr·a que se abrió debajo de sus plantas, y
sus par·tidarios, en número de dosci entos cinc uenta, fu et•on devo-
rados po t· el fuego d el cielo.
3• Los idú/att·as adorador es del becerro de oro, pet·ecieron a
filo de espada en número de unos veintitré s mil, y de los demás
tomó Dios venganzn. de un modo no menos severo.
4• Los implidiro s, en número de veinticua tro mil, pereciero n
victimas de los pédidos consejos que Balaáo había dado a Bn.lac,
rey ele los moabitas .
91.. ¿ Cuál fue el acon tecimiento p••incipal po•· medio <lo•l cua l Dios l'ol"mó y
constit u¡·ci su pueblo?
La promulg ación de la Ley en el monte Sinaí. Dios lo hizo con
aparato terrib le, e n medio tle rc lüm pagos y trueno:;, pues era
•Jna ley de temor.

2. La l e~· mosaica .
95. ;. Cümo se llama la Jey que diO Dio:; a su puriJio por· rninistcl·io <.le
l.loisés '!
Llümase ley e~cl'il!t, por oposiciún a la ley nM1u·al, que DiO$
había g rabado en el co razún del hombre.
HG. ¿ Poa· <1ué dió el Sei101' csln lO)' por <"SCI'ito '!
Porque Dios quería alraet• a si m;is eficazmente al pueiJIO judío
por esto t11cdio sensible, y pt·e~erva l'lc mejor do los pelig ros de la
iclolatt·ía.
97. ¿ Cu:intas parh'" coulienc la lrgi~lación 1nos;dca '!
Dos : la prime ra renueva las creencia s primitiva:; y enciena el
dec<i lol{o; es pcr·pelua , uHivet·sal y común a la religi•in patriar-
cal, a In. mosaica y a la cris tiana. La segunda, r·e ligiosa l' :~ocial a
la vez, era tempot·al, local y peculiar de los israelitas.
120· 11° PERÍODO DE U . PREPARA CIÓN DEL MESIAS

LEGISLACIÓN RELIGIOSA

98. ¿ Cu:íl eo·a el o bjelo ole la legis l:oci6n o·eligiosn ·?


El culto de Dios. Sus presc1·ípciones eran de tres clases, ¡·ere-
rentes: 1• al santuar·io y a sus ministr os; 2• a los sacrific ios, al
sábado y a las fiestas; 3" a ciertos actos •·elígíosos personales.

El santuario .
99. ¡. Cuiol era el santuario de los hebreos antes de In consto•ucc ión
del
templo'!
El Tabernáculo, o tienda po1·tátil. Era único a fin de manifestar
la unidad de Dios.
Dividíase en dos partes llamadas respectivamen te Santa y
Santasa ntórum .
En el Santa hallábanse colocados el altar de los perfume s, el
candelab ro de siete brazos y la mesa de los doce panes de la pro-
posición.
En el Santasantó1·um estaba el a1·ca de la alianza. Delante del
Tabernáculo estaba el at1·io, especie de patio cercado , en el cual
se ofrecían los sacrificios y se ¡·cunía el pueblo.
En el atrio se haÍiaba el altar de los holocaustos, cerca del cual
estaba el mar de bronce, que era un depósito de agua para uso
de los sacerdotes.
100. ¿Qué er:o el arca de la alianza •'!
Un cofre de madera preciosa, cubierto por denti·o y poi' fu era
con l61ninas de oro.
Rodeaba la pal'le supel'ior una especie de corona de oro.
En los cuatro <i ngulos había otros tantos anillos de oro por los

• El arca de la alianza ruí- construid a al pit· tl~l monJe Sinai hacia el aioo
:!.514- de la creación del mundo, y ~eo1npat1ó :t los hebreos en
el desic.rlo
dur·a nle cna r·enLa :ti1os. DCSJ>Ués del pa!'lo del Jo1-.l6n, esttr\'0 colocada
sucesiv;.•-
rncntc en Gálgal:l tlul'ante siete ~11,10!':, y en Silo dur·;rntc cicuto veintr
. Los (ilis·
teos la tmn:~r·on en ;\zcc y la ll'".tShtdur·on al h::Ulplo de Uagón en
Atol donde
esiU\'O siete me~e." . Los castigos que Dios iuOigiú :1 ese pueblo
inliel le obliga-
ron a 11 .... \•ar el are:. a 8ctsam<'s en donde rueron lte•·idol'C de muerte
grau
númc•·o de hornlu·es por habcl'l<t mir·;ldo por eul'iosidat.l . Desde Bctsamés
fné
to·llsladada a casa de A~in:ulalo en Curi;otiarin. en donde quedó por espacio
de
selenta aoios. O:o\'itl la hizo deposilar rn casa de Obededó n, y m:is tarde
la
mandó colocar en Ku p.. lacio del lllOnto Sión ~n "'' que e~tu\'O hasta
que cua-
•-enta afros t.lespué!l:, S:llomón la hizo tran:;por·ta•· sulcmnem cnto al ~;mtuai')O
templo que .1cabalm de ed ificar·. En el lern plrJ pcr·ro:meció unos cuatrnde del
ntos
aitos, ro; decir, hasta el sitio de. Jel'lasalP.n po1· X:•bucodonosor. J)arJ 5Ustraerla
a las profanacione:( tle los e;• Ir leos . Jere-miOf.:oo l:a ocultú en un subterrán
eo.
Jesput!s la tra:-ol;utó a una t•aver•na dt•IHH>nle Xt•bo. célebre po1· J:1 scpu ltur.t<.le
~Joi st!s, )' CCI'I'Ó In ~nlf':ula. Desde cst:• ópoca la historia
110 vuch•c a tncncin·
nar el ttt'C3 de la o.linuz.o.t.
LOS )![NISTI10S DEL CUI.TO 12 t

q ue pasaban \•a m s para poderla transportar con mayo r fac il irlad


de un cam pamento a otro.
Dos querubines de oro, colocados frente a frente uno 1lc olro,
a los dos extremos de la cubierta, llamada 1''·o¡,ic ialol'io ", la
cubrían co n sus a las desplegadas.
El p1·opiciatorio e ra como el trono en que resi día la majcstact
de Dios, desde dond e daba s us oníClll os al sumo sacerdote cuando
éste le consultaba. El arca misma era una se1ial sensible de su
presenc ia en medi o de su pue blo. ·
10 1. ¡, Por qué el :u•ca de la aliañza ~e ll~l•)aha :lsi'!
Porque contenía las dos tablas de piedra ~obre las qu e esta-
ban escri tos los p recep tos del Decálogo, e l cual era e l compend io
de las cond icio nes de la al ia nla de Dios con su pueblo. En e ll a se
ha llaba también un vaso ele man~í del des ierto y la vara de ,\arón,
instrumen to de p•·odigios.

Los min istr os del culto .

102. ¿ A qut~ tri ha rucron conCia das ln s ruucioncs •lcl cu lto'!


A la tr i bu de Lev í. Esta tribu no tuvo territorio prn'ticular en
la div isión de la Ti erra promet id a, pa ra que pnd iesc vacar m:ís
li bremen te a l servic io de Dios; sólo recibiú cua renta y ocho c iu-
dades esparcidas entre las di versas tribus, para hab itar en ell as.
Sus med ios de s ubsistencia consist ían en el d iezmo que todos los
is melitas es ta ban obligados a pagar cada alio; los levitas, a sn
yez, pagaban la décima pa1·te de los rl iezmos parncl sosten imiento
de los sacerd otes. ·
103. 1 , Cómo se di\'idian los ministros Uel cu llo ·.'
En sace rdo tes y lcv il as. Los sac:e;·dotes tenían por misión ofre-
cer sacr ificios, y los lrm ilH-' e ran los min is tro:; de los ,;accnloles.
IO'f.. i. :\ qué ramilia de la lrihu de Lcd Jlf! I'IC'nlleián los s;u~cl'd olcs '?

A la de Aarón. El cabeza llr la fam ili a r ra el "";no sarc ;·dntr·, y


sus hijos, los sacerdo tes.
1(}.}, ;. Qué pl'enogat h·as tenia t·l :o;umo s.a<:cl'dolc?
Al snmo sacerdote pertenecía la adm inis tración g-e neral de l
culto ; s1\lo é l podía e ntrar una vez al afto en el Sancla~anclrírum;
p residia las fiestas so lem nes reYes li clo de m;1g-n ifi cos ornamcn-

a .Propiciatorio, del ):l lín pro, p :) l':l j pelN'C, Íl' haci:. . Lng:u· (•11 el fJIH' Dio~
se mosll":lba ¡wopicio al :o;umo saccn iOI(' , 1•n el cu:'ll Dio:-: N'm'rr, por decirlo :tsi.
hacia él, cuando era consullado.
6. - EXl•(H;. OI•Cl'III="'A.
-122 11° PERÍODO DE LA PltEPARAClÓ:-< DEL MESÍAS

tos; era el árbitro de los negocios importantes referentes a la reli-


gión.
·tOO. ¿ Cuáles eran los ontamcnlos del sumo sacct·dotc '!
La túnica de lino , el cíngulo, la túnica de jacinto, con ft·anja
de la cual pendían campanillas para a visar su llegada; el eFod
con dos ónices en cada uoo de los cuales se .leían seis de los
nombres de las doce tribus de Israel; el racional, o pectoral, tela
cuadrada adornada con doce piedras preciosas en las que estaban
escritos los nombres de las doce tribus y las palabt·as lw:. y pe>"-
fccci ón ; y finalmente, la tiara de lino con una lámina de oro
que caía sobre la frente, y sobre la cual hahía el siguiente escrito:
La santidctd es del Seiio1·.
107 . ;. Cuáles el'an las rtinciones de los sacerdOlCl:i ·~
Ellos solos tenían el derecho de penelmr eu el interior de l
Sancta y de ser vir en el altar. Tenían a su cargo las ceremonias
pt·escritas para los clifer·entes sacr ificios; quemaban los perfumes
en el altar de oro del Sancta por la mariana y por la tarde; cada
mariana llenaban de aceite las siete lámparas del candelab ro de
siete brazos, y cada semana colocaban los panes de proposición
.;obre la mesa destinada a este efecto.
Mantenían el fuego perpetuo en el altar de los holocaustos del
atrio; al final de los sacrificios, bendecían al pueblo, y en ciertas
épocas solemnes del a1i0 tocaban las trompetas.
Fuera del tabem;iculo juzgaban de la lep1·a, disce rnían lo que
3ra puro e impuro, aprcciab;ul los objetos ofrecidos a Dios por
voto, etc.
Tenían, como el sumo sacerdo te, ornameutos particulares para
el ejercicio de sus funciones.
Cuando los sacerdotes fu eron ya en crecido número, se divi-
dieron en vcinticuatro clases, con un jefe al frente de cada una,
l' ejercían por Llirno sus funci ones.
·tOS. ¡, Qué empleos dcscrn peilab:m los lc,·it<tS ·?
Eran los guardianes y servidores del santuario.
Transportaban el tabernácu lo en el desierto.
Cuando se edificó el templo, estuvieron enca1·gados de ab rirlo y
cerrarlo, de limpiarlo, de administrar sus rentas, y de can tar
las alabanzas del Seüor.
No ténian derecho a entrar en el interior del tabe rnáculo, y
estaban subordinados en todo a los sacerdotes.
LOS SACI\iflC IOS 123

Los sacrifici os.

109. ¿ Que! es sacrificio • ?


Es la ofrenda de una cosa hecha a Dios por· el ministr o legi-
timo, quien, por medio de un rito simból ico, la altera o la des-
truye en su honor, para reconoce r· su soberano domin io, darl e
gracias por· sus beneficios, pC'dirle favores y perdón de los
pecados.
110. ¿Cuán ras clases de "''co•ifieio s hobia ?
Dos princip ales: los sacrificios cruentos y los incruen tos.
111. ¿ En qué consi~tian los socriflcio~ cruentos ?
Los sacrificios c¡·ucnlo s consistían en la inmola ción de ciertos
animales.
112. ¿ Cu:iles eran los itllicos an ima le• <JUC se podían ofr<·cc•· a
Dios?

El carnero, el corder o, el macho cabrío, la ternera , la tórtola y


la paloma , que debían estar exentos de lodo defecto.
113. ¿ Cuimtas clases de sacrificio s co·ucntos habla ?
Cuatro : el holocausto , el sacrific io por el pecado , el sacrificio
por el delito y el sacrifi cio pacífico.
114. ¿ Qué era el holocaus to ?
El holocausto L er·a el sacrificio en que se quema ba entera-
mente la víctim a, excepto la piel, para recono cer el sobe1·ano
domini o de Dios. Er·a el acto de ador·ación, o latréutico, por· exce-
lencia.
115. ¿ Qu(· era el sacrificio pot· el pecado?
Era un sacrificio en el cual se quema ban las pa rles gr·asas de
la víctima , y todo lo demás pertenecía a los sacerdo tes.
116¿ Qu6 era el sacl'ifi cio por el deliro?
Era un sacrificio expiato rio como el anterio r, pero difel'ia de
él on que la víctima sólo podía ser un ca1·ncro o un corder o, y en
que sólo era ofrecido por· particu lares pnm e~piación de sus faltas
person ales.
117. ¿ Q••i· era el saco·ificio pacifico' !
El qli;C ~e ofrecía CH acción de gracias , o ¡x:ra pedir un favor.
En el primer caso , se llamab!l s.,crificio <'III'Cll'i~tico . v en el
segund o, sacrificio im¡,et•·ato>·io.

• Sacrificio, del 13tin sa.r rum (ace,·e, h:.cer una rosa S..'lgrada.
~acrilicio en
,. Holocau sto, del g riego, hotos, entero : ko.ustos , quem:1do. i:a Jo~
que la victima era ruleram cntc quemalla. Esto c1·a Jo fJU(\ tlistingu Jos
. en
holocaustos de los s:icrificios expiatorios y de J:'s hostias pacificas
consumidas
que se rescr,•:abao :algunas parles de 1:1 víctima, que no eran
sobre el allor.
124 tl" l'J·:HÍOOO DE r"<\ PfiEI'AJ l,\CIÓN or::r. ) fESIAS

En el sacrifi cio pacífico se quema ba una parte de la víctim


a;
otm se reserv a1m para los sace1·do tes: y la tercera , para los
que
ofrecían el sacrifi cio.
118. ¿En ttué COil$i::,lían Jus ::,acriticios iucntcntos '/
Los sacrificios inc.·umdos consis tían en ofrend as de 1101·
de
harina con aceite e incienso, panes siu levadut·a con aceite,
espi-
gas tostadas, y en libacioneti de vino.
119. ¿ Con qu~ lin rueron instituidos los sac•·ilicio!ot '!
Con este triple lin : ·Jv tribut ar a Dios el culto ex terior que
le
debían los Israeli tas; 2• apal'la r a este pueblo de la idolatr
ía; y
:J• preligu t·ar el sact·il kio po•· exceltm cia, e:; decir, la Hcdcn
ciún
del géne ro human o por Jesucristo.

El sábado .
120. ¿ En qué con~istía la celeiJt•aciún dd s;illado ·:
Con:;istí:\ : ·1• en la cesacio)n de toda obt'<l servil; 2• en un ho
lo-
causto que se orrecía entre los do~ holocaustos diario s
de !:1
matian a y de la tarde.
Tal I'CZ en ese día se reunía el pueiJlo para trata¡· de cosas
piados as; lo que ciertam ente se hizo tot;is tarde en las sinago
gas •,
en las cuales se reunía la gcute para orar, lee r '! oi r exp licar
los
Libros !';agrados.
El sóbado , como los dem;is días de fiesta, empez aba la víspe1
·n
por la 1a1·de (de es lo traen su ori gen nuestr as pl'ime ras Vísper
as),
y termin aba al poner~o el sol.
Los al imenios y demtis cosas necesa rias debían las prepar ar
el
vierne s, lo cual h;t sido causa de que en el Nue,·o Testam ento
se
llamase al sexto día de la seman a Pco·asccra 1•, o preparacit'on.
1:21. f·· C.Umo ::e l'tlehrab:• el prinl'ipio del mt.:s flth' COIIli.'Ht
:aba con la luu:.
uue\·a ·t
El pnuci pio del Jues se celebraba po r nJ<'d io de 11n holoca usto
e:-.trao rdinar io, para prote;;tal' coutra los ¡)olitei~lall que adorab
an
la luna nueva , y para santifi car el mes que empezaba.
12:!. ¡, <.:úuto hotu·:•bau los Jutlio!'oo ··1 t.)riulct· di<~ ~h 1 ~cptimu
mc:s, c¡uc era el
principio dd aftu d\·il ~
Lo honntb an descan sando co mo el s;ibado .

.. Sinagoga t Ut•l s •·iego liiW 1 t'tmjunto: l«(IIÍ 1 olu·;ar·, iln,wlcr


hrc¡;a r. As:unbiP~t de lo~ .ludio:; ¡nu·a so ~ t't'I'Cmo uias t•cligios: ·, 1'Citni1•, ('011 ..
as ; )' tatl1biCn , el
Jugar tlomk ~ e t·cuuian .
L Parasce ve. t.lt.•l grit."'..:o t paJ·a, e~rca
; ll:c•t•t! 1 ;~parejo : PI'-'P:u·aciún.
LAS FIESTAS 125
123. ¡,Que cr·a el ar'•o sabático?
Era el séptimo año, y se santificaba como el séptimo día, es
decir, como el sábado. Debiase dejar descansar la tierra y no
sembrada, y Jo que producía por sí misma dejar lo para 'tos
pobres. Se suspendía el pago de las deudas. Los esclavos recobra-
ban su libertad el séptimo a110 de servidumbre.
·124. ¿. Y el aúo jllbi lar· '!
Era el a1io que ocurría al cabo de siete veces siete ai>OS, o sea
el al'10 quincuagésimo. Durante él, se observaban todas las pres-
cl'ipciones . del a110 sal>á ti co; además, se perdonaban completa-
Hleute las deudas, y los bienes enaje nados se de,•olvían a sus
antiguo:; due1ios.
Las fiestas.
125. ¿ Cu:Hcs eran l:1s principa les fiestas d!!l al'to (!
Las principales fiestas de los israel iLas eran cuatro, a saber : la
de Pascua, la de Pentecostés, la de los Tabernáculos y la de l<t
E_xpiación de los pecados.
1'26. ¿ Quó conrncmol·aba la liesta tlt1 Pascu:. "?
La fiesta de Pr~sc·ua" conmemoraba la li bertad de los Heb reos
depués del paso del Angel exte rm inado r que mató a todos los
pri mogénitos de los Egipcios. . Llamübanla también fiesta de los
,t:imosL, porque durante ella, se comía el pan sin levadura.
La Pascua se celebrabtt el día catorce de la luna de Nis¡in,
que co rresponde, poco más o menos, al mes de Marzo; y duraba
siete días, au nque sólo el primero y el último eran de descanso
obligatorio.
El día primero cada familia inmolaba y comia el cot·dero pascual.
12ci . ¿Qué conmcmol'alKt la Jiesta de Penlecostés'!
La tlesta de Pentecostés< fué instituida en memoria de la ley
promulgada e n el monte Sinaí, y para recordar a los Israe litas
el soberano dominio del Sellor sobre su país y sus obras. Se
ll amaba también fi esta de las Semanas, por celebrarse si'e te
semanas después de Pascua ; fiesta de la Recolecc-ión o de las Pri·
m ·icias, porque entonces se ofrecían las prim icias de las cosechas.

u Pascua, del heb•·eo pascha1 ::alto , p;tso. Se llamaba así esta fiesta : ·Jo po•·-
quc el o\ngcl cxte•·minádOJ' pasil y uo tocV las casas ele los ll eLreos que cst;tbau
seita ladas con la s~111¡.;rc del cordc•·o: 2•\ cu ruct.,ori•• del paso del tni:lr Hojo.
b Ázimo, del g-t·iego a, sin; :.wnt:, lcvachu·a: pan sin levadura . l.a obligación
!IC celebt'at' In Pascua (!l'a ta l . crue habla ('ICIIó.l de I(IUCI'tC p~tra cu~•lquicra que
la hubiera descuidado o lt ubic•·~· t;Ornido pan con lev adur<.~ d111·antc su octav~ .
e Pentecostés , del g•·icgo peHiécosté, c¡uincuagésimo : porque est\l fiesta se
celebraba el ctuincuagésimo día después de Pascua.
126 II 0 PERIOD O DE LA PREPAR A.CIÓN DEL MESIAS

128. ¿ Quó era la fiesta de los Tabernáculos?


La fiesta de los Tabemáculos •, o de las Tienda s. era
como
la fiesta de las vendim ias, en que se daban gracia s a Dios
por
la cosecha del g rano y de la uva. Se llamab a así porqu e los
Isra·
elitas la celebr aban en otoño debajo de tienda s de follaje
, en
memo ria de la perma nencia en el desier to ; durab a ocho
días,
el primero y el último de los cuales debían ser de descanso.
129. ¿ F.n qué consistía la fiesta de la Expiación?
La fiesta de la Expia ción se celebr aba cinco días antes de
la
de los Taber náculos. Era el día de gran ayuno que. durab
a de
tarde a tarde. El sumo sacerd ote oficiaba solo en esta solem
ni-
dad; ofrecí a por él y por los sacerd otes un terner o por el pecado
y un carner o en holoca usto; dos macho s de cabrio por los peca-
dos del pueblo, y un carner o para holocausto. Uno de los macho
s
e1·a el emisa rio", que echaba n al desier to', cargado con las
ini-
quidad es del pueblo.
El día de la Expiación, era cuand o el su mo sacerd ote pene·
traba en el Sancta sanctcJ rum preced ido de la sangre de las
vic·
timas.
Proscri pcione s religio sas particu lares.
130. ¿ Quó otras p•·escl'ipciones rel igios;~s conlcnía la le¡• mos:oica?
La ley mosaica contenía otras prescr ipcion es que se refería
n
a la circun cisión , al ofrecimiento de los primo génito s, a la
pro·
hibición de cie1·tos alimentos , a la purific ación do las impur
ezas
legales, a la emisión de los votos y a la prestación del juram ento.
131. ¿, Cu :íl tle es1:1s prescripciones •·eli gios:~s e''" la princip al?
La ciJ'Ctmcisióll, que todo nillo \'arón debía recibi r al
octavo
día de su nacimiento.
La circun cisión era la se1ial de la alianza de Dios con su pue-
blo, símbolo de la purificación del corazó n, y segú n la opinió
n
de alguuo s, una especie de sacram ento que perdon aba el pecado
origin al, en virlud de los mérito s futuros del Reden tor·.
Ifi~o co11 él ltt ttlian'a selladt t ron ht ci>·c•m
ci.•i6" •.
132. ¡, Eslabaa obligados los lsra rlil:~s a orrecer " Oios los
primogi·nilos del
hombre l' de los animale s ?
Sí : para recono cer el soberano dominio de Dios sob re toda

• Tabern áculo, del l:~lin tabcrmr, cab•''"· En lo Escritu ra csl:o palabra


em plea muchas veces por· tH.OJ"a(let, t·asa . se
., Emisar io, del latín émitter c. rchar ru~ra, dejar ·parli•··
día La sucrt~ dcci·
cuál de los dos machos de C3brío debía ser echado al dcsierlo
.
S 1-evlt., XVI, 3 ·31. - !! Hoch,, nr, 8:.
PRESCRIPCIO:lES RELIGIOSAS PARTICULARES •127

criatura. Los animales eran inmolados, y los nillos primogéni-


tos, presentados cuarenta días después de su nacimiento, se res-
cataban por medio de una ofrenda en dine ro y la oblación de
una víctima.
Mo clcwás et pl'im ogénito de tus hijos. E ;yua:lmcutr /ico·<is ele tus
bueyes y ovejas 1 •
133. ¿Qué alimentos tenían ¡wohibidos los Hebreos?
La grasa, la carne de animales impuros, entt·c otros del
cerdo, así como también la carne de animales muertos de enfer-
medad o por accidente. Razones higiénicas y simbólicas eran
motivo de estas prohibiciones.
No quc•·tiis ccmtamina:•· vuesh·as almas, ni toq11éis algllll(t de es tas
cosas, po •·e¡ 11e no q 11elléis i>mw!tllo• '.
184.¿ Les cstaha prescrito el ayuno n los ls t·nelitas?
Sólo el día de la fiesta de la Expiación; pero los Israel itas ayu-
naban voluntariamente en ciertas cil·cu nslancias.
Ay11naba y O>'aba en la p•·cscncict del Dios del ciclo 3 •
135. ¿Qué se entendía por impureus leg-ales?
Las que provenían de faltas o de accidentes natu r·ales que
privaban a los Hebreos de las r·elaciones religiosas y civi les con
sus hermanos, hasta que se hubiesen puri ficado po r una alJiución
o por la oblación de u n saerificio. Estas prescri pciones tenían
po r fi n principal la conservación de la pureza del co razón.
18G. ¿ Cuántas clases de votos autorizaba la ley?
La ley autorizaba dos clases de votos : 1• los votos positivos,
que consistían en ofrecer a Dios un animal o una persona, y
que en muchos casos, podían ser redimidos; 2• los votos nega-
tivos por lqs cuales el que los hacía se comprometía a abstenerse
de cosas permitidas; por ejemplo, el voto de los nazarenos, que
co nsistía en prometer no co mer ni beber nada de lo que proviene
de la vi d , y en dejar·se crecer la cabellera .
Yo soy el lJios de Betel ... 1'11 doucle me hiciste tm voto'· - Si hiciste
algt'm voto a Dios, no ttn·dcs r·u cumpli•·lo : po•·quc le clcray.·acla la pro-
>ttesa: inficP.
137. ¿ .\ulorit3ba la ley también el juramento~

Autori1.aba el juramento que tiene por objeto confirmar· la verdad


o sancionar una promesa, pet·o prohibía severamente el perj urio .
.t:lltombrc r¡lll' mucilojum, l/('110 sc•·cí de mt&lclacl ... , !1 si CII(JC&iicwe,
m pccculo sob•·" él mismo se•·cí 0 •

1
~xodo, xxu, 29, 30. - t Lovit.., XI, ·U . - 3 U Eidn~.e. r. •· - 4 Glm., l:u.r, 13. -
1 Eeltl., v, s. - 6 Eclt., x.xm, n, u.
128 11° PERÍODO DE LA PREPAR ACIÜN DF.I. )IESÍAS

I.EGI~I.ACIÓX SOCIA l,

131!. ¿ Cuúl c•·n el fin de 1;~ legi•lnción social ?


Constituí•· al pueblo judío en cuerpo de nacil.n.
13!J. ¡, Qué contenía esa legislación ?
Contenía el derecho político, civil, militm· y penal.

Derecho politico .
140. ¡,Cómo ~taba dividido el purblo hebreo'!
Estaba dividido en t1·ibus, familias y casas.
141. ¿ Quién crn el jefe s upremo de la naciím?
El mismo Dios. Los jueces, y posteri orment e los r·eyc.~,eran ele-
gidos por l~l y debían gobel'llar confornw a sus <>I'<lene~. 1::1 era
el único Setior : la tierra le perten ecía; el único acreedot• : 1::1
remitía las deudas cada cincue nta a1ios. Disponía de todo de una
manera absolu ta, manda ndo a la ¡)ar a los cuerpo s y a las con-
ciencias.
142. ;. Cómo $e llama esta rorrn:• de gobirrno?
Tcoc>·acic~•. o gob iemo do Dios.
14~. ¡. llabia dislincio ncs rnlre los Hcbrro• '!
No había más que las que pro,·en ían del derech o de pi·imoge-
nitura. En lo demás , touos los ci udadan os el'an iguales ante
Dios y ante la ley.
1M. ¡, Qu<- deo·echo s conf1'lria el deo·ccho de po·imoHenitur:o '!
Los de cabeza de familia o de tribu.

Dorccho civil.
145. ;, Cómo se administraba la justicia'!
Los casos de litigio se juzgab an n las puerta s 1le la ciudad
pOI' jueces determ in ados; los ca~os graves o difíciles podían
denunc iarse :~nte los sacerdo tes.

/,a (ami lia.


146. ;. Qué dtrechos INli• el P•l(lrc <ebo't• su• hijo• ~
Tenía derech os muy amplio s; pero no el de vida y muerto
sobre sus hijos, como en las nacion es paganas.
li-7. ;. Cu:'tJe.;; eran los tlchercs de los pottii'Cl\ fl:ll':t '"On sus hijos'!
Dc~Jiaii darles instruccic'o n l'eli giosa . esto es, cnseiiarles el

a Toocracin , del @Ticgo Thcos. Dios: hJ•atns, podC't'.


DERECHO CIVIL 129
temo r de Dios, da rles a conocer los preceptos de la ley y en se-
liarles todas las maravillas que el Setior había obrado en favo 1:
de su pueblo.
Y estas palab¡·as, que te mando yo hoy, ctlct>·án en tu co•·a:ón : y t"'~
contcwás a tus hijos' . - Ense1i.ad C< vuesl>·os hijos a medita•·las ".
HS. ¿ Cuándo cesaba la J>:tt•·ia potestad?
Pat·a las hijas terminaba en el acto ele su matrimonio; para
los hijos duraba hasta la muerte deL padre.
H9. ¡, Cómo se repartía la herencia •
Este reparto no se hacía hasta la muerte del padre. Al pri-
mogénito correspondía pa rte dob le; las hijas no recibían nada,
a no ser que no tuviesen hermanos. A falta de herederos directos,
la sucesión pasab'a a los parientes colaterales mas cercanos.
·150. ¿ Qué pt·escripcioncs relativas al tn;ltrimonio contenía la ley'!
Prohibía el matrimonio entre parientes cercanos; lo toleraba
con las extranjeras, con tal que no fuesen cananeas; pero des-
pués de la cautividad, sólo fué permitido desposarse con hebreas.
La viuda sin hijos volvía a su familia; estaba protegida por la
ley.
Se per mitía el matrimonio entre tribus, excepto cuando la
hija era heredera de los bienes de su padre; caso en el que estaba
obligada a tomar esposo en su propia tribu.
Cuando una muj er quedaba viuda sin hij os, su curiado podía
casarse con ella, y el primer hijo que tenia era tenido por hijo
del difunto : en esto coosistia la ley del levi..ato • .

El ¡n·ojimo.
151. ¿ Pot· qué no permitía Ja ley el trato con los cananeos'?
Por el peligro de perversión que ese pueblo hubiera hecho
correr a los Israelitas .
•Vo han~ alian:ct con ellas (las naciones cananeas) 3 •
152. ¿ Cómo üebí:~ n sct· tl·atados los vktjcro:; y Jos cxtl'anjcro.s?
Como los habitantes del mismo país.
Mas esté enh·e vosot•·os (el extranjeJ·o), com o el natural de l« tic>·>·a ...,
porque vosot>·os fuisteis también ext>·anJcros en la tierra de Egi)JlO ·' .
153. ¿Cuántas clases de cscla\'OS distin~ruia Ja ley mosai~t '!

Dos clases : t , los esclavos hebreos, más bien siervos qu e

~ Levirato , del Jatin levh·, cuilado.


\ Deut., VI: G, 1. - :l Dcut.., XI, J,, - a ])cut.., \ "11 1 2. - 4 Lt \'iL., XL-.:, 3.f.


130 ll 0 PERÍODO DE LA P REPARACIÓN l)EL MESÍAS

~sclavos propiamente tales, que volvían a ser libres, si querían,


al cabo de seis arios, o a más tardar, en el año jubilar; 2" los
extrar.jeros, que llegaban a ser esclavos por com pra , por heren-
cia o como prisioneros de guerra ; disfrutaban de cier tos dere-
chos y estaba prohibido tratarlos con dureza.
154. ¿Qué mandaba la ley en lo concerniente a los pobt·es y extranjeros?
Obligaba al dueño de un campo a dejar· algo para el pobre y
el extranjero cuando se hacía la recolección y la vendim ia; lo
que la tierra producía espontáneamente el a1i0 sabático a ellos
pertenecía ; tenían además alguna participación en los diezmos.
No q«ieras desprecia•· al homb>·e j usto pob1•e 1 •

Le~ 1n·opiedad.

155. ;. Qué prescribía la ley tocante a la propiedad y a lo que a ella se


re6ere?
La propiedad debía ser respetada. El que había causado algún
perjuicio a su prójimo estaba obligado a repararlo. Era un deber
buscar al due1io de un objeto perdido.
El depósito era considerado como cosa sagrad a.
El que alqu ilaba jornaleros estaba obligado a pagarles el jor-
nal antes de la puesta del sol.
El préstamo era una limo~na; no se permitía percibir interés
alguno de los que fuesen israelitas. Estaba prohibido tomar
como garantía objetos de primera necesidad.
El deudor insolvente, a quien se habían embargado los bie·
nes, vol vía a posesionarse de ellos, a más tardar, en el al'io
jubilar.
No toqu es los té>·minos de los pcquciiuelos, ni entres en el campo de
lo$ hué•·fanos : po>'q tle f ue•·te es el pm·icntc de ellos, y él ju,ga•·á la caw "
de ellos co11lt'a ti • .
Der echo militar.
156. ¿ Qué prescribía la ley Joca nlc a la gucrro ·>
El jefe militar no debía recibir en las filas del ejército sino
a voluntarios libres y valerosos.
Antes del combate debíase ofrecer la paz al enemigo; si la
aceptaba, se le consideraba sólo como tribu tario ; si no la acep-
taba , pcidíase pasar a filo de espada a los guerreros , pero
había que respetar a las muj eres, a los nirios, a los ancianos
y los rebaños.

1 Ecll., x, ~&.- 1 Prov., xxm, 10 , 11.


EXCELE:-;CJA DE J.,\ I.E\" MOSAICA 131

1::1 soldado debía purifi carse a ntes do dar la mano a u n her-


mano y a un amigo.
Todo el código militar te ndía a inspira r horroa· a la ~anga·e.

Derecho penal.

·1:)1. ¿ Poa· fJUÓ considca·aha Ja ley mosr~ica todos los crimcucs como pecados
conlra Dios'!
Porque Dios ea·a e l Sobea·ano y el Legisla dor de la nación , v
ademá s, porque Lodo c ri men es una ofensa hecha a Dios.
158. ¿ Qué ct·imencs casligab:t la lcy1
1• Los c rímenes contra Dios : la idolata·aa, reputa da el mayor
de los crímen es, la b lasfem ia y la vio lac ión del s:\bado .
2• Los crímen es contra e l prt,j imo : el homici dio , los go lpes
y las herida s, la a·ebelió n contra la autorid aq patern a, las faltas
-
contra las buenas costum bres, la difama ción y el falso testimo
nio.
Los crímen es conta·a Dios , .el homici dio y el adultel 'io eran
castigados con pe na de mu erte.
159. ¿ Qut! penas se imponía n ?
1• La pena de muerte poa· la lal>idac ióu, la espada , y ;1 ,·eces
la
por el fuego; 2• los castigo s cot'JlOl·ales, que co nsistían en
flagelación (treint a y nueve azotes) o en la mutilac ión ; el que
habfa mutila do volunt ariame nte a su prójim o, perdía e l mismo
a
miemb a·o , a menos que se rescata se; 3• la multa propo rcionad
eu
al perjuic io causad o; 4• la pl"isión , que sólo estu,·o en uso
tiempo de los reyes, como medio de co•Tecc iún y cas tigo.

EXCELE );CIA DE 1..\ LEY MlJSAIC .\

160. ¡, Qut\ ha~ que admit•at· ~n In ley mosaica 1


En la legislac ión religios a deben admira rse la su blimida d de
los dog mas, la pure1.a de la moral y la santida d del culto.
En la legislac ión política , civ il , m ilita a· y penal deben admi-
rarse la sabidu ría, suavid ad y equida d de las leyes, y su per-
cs
fecta con venien cia co n Jos tiem pos, lugares , clima, i nclinac ion
y n ecesida des del 1>ueb lo para el cual habían sido hechas .
de la
161. ¿ En qué supet·a la legislació n mosaica a lo tlé lo• deltl;is pueblo•
antigOcdad ~
En que en ella vemos la familia fuertem ente constit nída; la
la
protecc ión conced ida a la muje•· y al ni1!0; la ambici ón de
con tenida por la autorid ad espi ritual ; la
autorid ad política
igualda d civil, q ue excluy e la distinc ir\ n entre patri cios y pie-
'132 11'' I'J::HÍODO OE L.\ 1'1\EI'AI\.\CIÓ:-< DEL MES[AS

ucyos; el equilibri o de la propieda d, establecido por la prohi-


IJici<•n de enajenar defi nitivame nte los bienes, y por la condona-
ción de las deudas cada cincuent a a lios; la prohibición del pi-
llaje y de las matanzas inútiles durante las guerras; el man dato ·
absoluto de con3ena1· las leyes sin cam biar nada en ellas; de
tiuerte que, tiall•o ligeras adi ciones iu troducid as en el trans-
cu rso del tiempo, el código hrbreo rigiú al pueblo israelita du-
•·ante catorce siglos.
162. ¿ Puédesc cxplicaJ• human~meulc C;,la legislación '!
No : pues 1\Ioisés, que vida en medio de las tinieblas de la
•dolatria , no hubiera podido crea•· de una ,·ez, si n divina ins-
piración, tan maravilloso conjunto de instituciones.
IG3. Enh·e li\s obsC:J'\'UIICias que; MoisCs impuso a los l lcbt·cos, ¿ no h:tbía
onuchas supcd\uas ·¡
t'\o : en aq uel entonces e•·an necesaria s para sepa•·a¡· al pueblo
de Dios de los demtis pueblos, y servían como de barrera a la
idolatría.
16~. ¡. Cui.J co·:o ci lio uc In ley ouos•ica ·¡
Prepara•· las vías a una ley más perfecta, menos cargada de
ceremon ias y müs fecunda en virtudes.
l:.'l fi¡¡ de la ley es G•·islu 1 •

YlllH' UES Y I•LORIA UE ~IOISf:s

H~!). ¿Por tjUÜ ll:uu ~1 l t~ :-in¡;e:tüa E:;c•·ituJ'a a :\J oi:tés s iervo tlt· l>ios '!
Porq ue le fué siempre fiel l' lo sinió con mansedu mbre, sc n-
dllez, humildad y desinteré s.
166. ¿ Qut'· t.•lo¡;io ha¡·,. la :-;:té)T:nla l ~"'critura Uc Moisés'!
Ensalza s11 sabiduría y su poder, lo consider a como un cau-
dillo con c¡uicu nadit• pucdt' compara rse y cuya memoria se
bendice.
Moisi :; llf.'!J'' o ,.,e,· vco·úu fJO<lct'lJ~jtt /au to e u ptdabt·w~ cvmo en ob,·as ' ·
- Moi>é> amutlo 1lc Dio• y de lo> houoln·c;, CII!JCl mcmo•·ia csi<Í cu bc!l·
dicióu. Le hi:tl -<•·•••ejan/c ct lo> "m tu.< en lu !llor ia. Le tlió JWCccplos C«l'a
a com, y t.·y <le t•id« y olt: docll·itw; )JCll'« qrtc cusc•1asc" Jacob su tes/a-
mrlllo !J s11s iuic:os u I.H·ael". - })¡o allí adduu /c u o se l culm lú c u l s•·<.el
101 JH'O{el(t como illois6•, con 'JllÍf'H 1'/ Sc'i'ioJ· t'OUL'tl·sas e
caP'l' a c<u·u: , ni
t¡ur lli,.ie•c tudus "'lw·llo• mil~tyros y¡•o•·tt·uto • 'l" e ob•·ú ctwudo le cuvió
el Sc1ior á. tic•·•·a d•· J:.'yi¡•lo ' .
1U7. ¿ Poi' qu é no culi'Ü ~loisés 1.!11 la T jcl'J'a IH'omeLitl:.• '!
~n expiaciúu de la falta de desconfianza que cometí(• al herir
1 Uv::o.• 3. t. - lletlJ .. ~2 . -
'! \'J1 1 :J .Kcll., XL\', 1, ~, G. - ~ l>CuL., xxxn•, 10, 11.
JOSUt 13:1

por segunda vez la roca de Cades para proporciona r agua a los


llebreos.
168. ¿ Qué qucri3 Dios dar :. entender disponiendo que su tli'Ofo\J. muriera
:o l:a ,·isla de la l'icn·a prometida •¡
Que la ley escrita sólo conducía a su pueolo a la puerta de su
heredad, y que Josué, o Jesús, era quien de!Jía inlt·oducirlo en la
Yerdadera Tierra santa.
169. ¿ Cuál es la principal gloria de Moiscs "1
La de haber t·ecibido de Dios mismo la promesa explícita del
1\edento r, hal>et· sido una de sus ligut·as más salientes, y haber
preparado, por medio de instituciones t·eligiosas y sociales admi-
rables, la ley de gracia tmída al mundo por Jesucristo.

a. J osué.

170. ¿Cómo iuh·odujo lJios u su ¡Jueblo eo la lietTa uc Cana(m ?


Por medio de milagros no menos admirables que los que obró
para sacarlo de Egipto.
171. ¿ Qu,; milagros son esos ·1
t • El Jordán suspendió su curso, dejando paso libre al pue-
olo; 2• los muros de Jericó, que defendía toda la tierra de
Canaán, cayeron por sí solos; 3• el sol se detuvo por mandato
de J osué, en la batalla de Maceda, para que pudiese llevar a cabo
la completa derrota del enemigo.
Al cabo de siete atios, por la protección divina, más bien que
por el valor de sus·tt'()pas, se apoderó Josué de la mayor parle de
la Tierra prometida.
'112. ¿ Qull suc11e cupo a los pueblos cananeos sobre quienes Uios habia
echado su m3ldltión 1
Parte de ellos perccier·on eu las batallas; otros se quedaron en
el pais, y los demás, expulsados del terri torio, fueron a estable·
cerse en Africa.
1· cuando (esas naciones) Ir las enl•·e!Jao·e el &tio•· Dios tuyo, las pasa-
o·á$ l< cuchillo ,¡,.
deja.· 11110 •olo 1•
1i3. ¿ Córno sil·\' iCI'On esos pueblO$ a 1os desll{nios de Oios '!
Haciendo brillar: ·1• la paciencia de Dios que los perdonó du-
rante mucho tiempo; 2• su profunda sabiduría, y la ma ra1·illosa
protección dispensada a su pueblo, puesto a prueba en Egipto y
en el desierto, e introducido en la Tierra prometida mediante pro-

1 l.>cut.., vn, z.
134 J1° PERÍODO Dt: LA PREPARACIÓN DEL )IESÍAS

digios inauditos ; 3• su justicia, que dispuso ex1>iaran por fin los


cananeos sus crímenes abominables.
17~. ¡, Cuál fué la 111i sió n d o la tl"ihu de .Judit en la conqu ista del país de
Canat1 n ?
Dios quiso que esta tl'ibu, que se babia distinguido más que las
otras por su númel'O, valor y dignidad, fuese al frente de ellas :
por lo cual declaró que había entregado el país en manos de
Judá.
175. ¿Qué parte tocó a esta tribu, en el reparto de la Tierra po'Ometida ?
El país de los Jebuseos, cuya capital er·a Jeblls, o Jerusal én,
desti nada a ser la ciudad santa y lugar pl'incipal de la religión.
170. ¿Qué hizo Josué :m tes de mol'ir ?
Congregó a los Isr·aelitas y renovó solemnemente la alianza de
la nación con Dios, pr·ediciéndoles, como Moisés lo había hecho,
que si eran fieles a la ley de Dios, el Señor los bendeciría, veoce-
l'ian a sus enemigos y disfrutarían de gran prosperidad; pero que
si, por el co ntrario , se hacían prevaricadores, Dios los mald eci-
ría , se verían oprimidos por los otros pueblos y agobiados de
calamidades'.
'•· Los Jueces.
177. ¿ Fueo·on Heles los Israelitas a la ley de Dios '/
Lo fueron mientras vh·ieron los ancianos que habían sido tes -
tigos de los milagros ob t·ados por Dios en su favor, mas después
incurrieron repetidas veces en la idolatría.
178. ¿Cómo los trató el Sciloo· ~
Reduciéndolos a servidumbre cada vez qu e cayer·on en la ido-
latría, y devolviéndoles la libertad siempre que se arrep intieron .
17\l. ¿ Cómo se llamaban los libcrtadoo·cs del pueblo M Israel')
Llamábanse jueces . Con lodo, no eran magistn1dos políticos
encargados de administrar las doce tribus ; y antes de Helí r
Samuel, ni siquiera fueron jueces destinados a administrar justi-
cia. Su misión era militar, y consistía en libertar al pueblo de la
opresión de sus enemigos.
180. ¿Quiénes fueron los jueces más no la l>lcs '1
G-edeón, que derrotó a los Madianitas con solos trescientos
hombres;· Jefté, que triunfó de los Amonitas y se hizo triste-
mente célebre po r su vo to temerario; Sansón, qu o dotado de fuerza
prodigiosa, fué el terror de los Filisteos ; H eti, cuya debilidad en

• Deut.., xxx ; Josué, nm.


SAÚL 135

la corrección de sus hijos fué castigada con una muerte trágica


y con la pérdida del Arca que cayó en poder de los Filisteos;
Sumuel, que desterró la idolatría de todas las tribus, hizo reinar
en ellas la pa<~: y fué modelo constante de piedad y fid elidad.
·181. ¿ A quién debió Samucl r;;n preciosas riJ•Iudcs ·¡
Después de Dios, a su madre Ana que lo había obtenido por
sus oraciones y consagr·ado al Señor desde su más tierna infan-
cia.
·182. ¿ Qué sentimientos p1•odt~o este fa,·or en el corazón de An:t?
Los de un vivo reconocimie nto haci:\ Dios, expresados en un
cántico sublime, en el cual se designa po t· vez pr·imcra al Mesías
con el nombre de Ct·isto.
El Se11or ju:ga..t• los lil'lllÍIIOS de la tien·a, y clar<Í el impc1·io a su
1·ey, y ensal:at·ci elJJOde•· tle stt r:,·isto '·
·183. ¿ ()u ú otro seiialado se1•vicio hi1.0 S:unu ol " su pueblo?
El establecimiento de las escuelas de profetas.
184. ¿ QuG eran esas escuelas de profetas?
Eran institucione s regulares de instt·uccióo religiosa, cuyos
miembros, r·euriidos en comunidad gobernada por un supe-
rio r llamado Padre o Maestro, se ded icaban a alabar n Dios y a
estudiar la ley. Eran llamados hijos de los profetas, y de entre
ellos sacó Dios hombres a quienes hizo órgano de sus volunta-
des.
Rut.
'185. ¿Qué inle•·és •·efe•·entc :tl Mesías oft·cce el tierno episod io de 1'\ut?
Rut era Moabita y vivía en tiempo de los Jueces. Quiso seguir
a Belén a su suegra Noemí: « Adondequie ra que rueres iré, le
dijo, y donde morares, yo también moraré. Tu pueblo será mi
pueblo y tu Dios será mi Dios •. b
Mereció por sus virtudes llegar a ser esposa de Booz, uno de
los progenitot·es de David, y figurar así en la genealogía de Jesu-
cristo, el cual ha querido mostrar, con descender de una cxtran·
jera, que no sólo es el Salvador de los Judíos, sino de todos los pue-
blos de la tierra.
5. Los Nyes. - Sari l.
186. ¿Por qu ú régimen se gobernaban los Hebreos antes de la fundación de In
monarquía?
Por el régimen patriarcal. Eran independien tes unos de otros ;

' J ReyCfl. n, 10. - t Ru,, 1, lG.


136 n• PERÍODO DE lA 1'1\EPAI\ACIÓN DEL MESi AS

no tenían más jefe ordinario que los cabezas de fami lia y de


l1·ibu, ni otro lazo comun que el lazo de la religión.
18i. ¡. l'oo· 'l"é pidieron ro¡· los Israelitas~
Porque Samuel era ya anciano y la conducta de sus hijos ini-
laba al pueblo; además, los Filisteos habían pene tmdo hasta el
interior del país y OlJrimían a los ls1·aelilas con su férreo yugo.
La necesidad de defenderse contra ellos impulsó a los Israelitas <l
desea1· un rey capaz de pone1·se al f1·ente de los ejércitos y de
cooduci rlos a la gue¡·¡·a.
·188. ¿ Quó hizo Samucl '/
Consultó al Se11o1·, quien le ordenú que accediera a los deseos
del pueblo. Dios le hizo saber que había elegido a Saul, de la tribu
de Benjamín, por rey de Israel.
181). ¿Se mosto·6 Salll digno de la elección tic llios t
No : pues pro nto qu iso hacerse independien te del IJrofata
Samuel, que representaba a Dios para con él, y pot· tanto, sus-
tituir la teocracia pot· el despotismo oriental.
·J90. ¿ Cómo manirestu Satil "" intlependt•ncia 1
or,·eciendo un sacrificio que sólo S:1muel debía of1·ecer ; penlo-
nando la vida, contra la orden expresa de Dios, en una guerra
contra los Amalecitas, al rey Agag, y guat·dando lo mejor de los
t•ebatios y del botín arrebatados al enemigo.
191. ¿ Qué lo dijo :;:unucl '!
Que la obediencia vale más que el sact·ificio .
Mcjo•· es la obediencia que las víctimM, y el obedece•·, MeJor que of•·e-
.,.,,. el sebo ele los carnc>·os 1•
192. ¿ Qu,: ruc de Saul después que Uios lo hubo rcchaLado '!
Saúl, que hasta entonces había sido fel iz y vcncetlor de los ene-
migos de Israel, rué presa de r,·ecucntes accesos de pt·orunda
melancolía, y vió a los Filisteos levantarse más fuertes y poderosos
que nunca. Una negra euvidia le impul~ó a IJCt·seguir a Da,·id y
a asesinar, por odio a él, a ochenta y cinco sacerdotes. Vién-
dose dominado por el mal espíritu y aiJandonado de Dios, ¡·ocu-
rrió u ¡mlclicas supersti ciosas : por medio de la pitonisa do
Entlor, cpnsultó al mismo a quien no había escuchado durante
su ,·ida, " Samuel, de quien reci bió el orüculo siguiente :
El Sc>io•· co>·tm·ci 1« rciuo tle t u ma11o, y l v d<U·ú e< 11< 1"'6Jimo D~tvid,
I1° PERÍODO DE 1.>1 PREPARACIÓN. 137
pt>l'qll e 110 obedrcist~ a la ce~ del Seil.OJ'... Jlmlana /Ji y lll$ hijo.• •eréis
con11ligo, y el Se.ioJ· poml>•í /cunbié" el campalllento clr Js¡·ael en mano
de los Filislros' .
Al día siguiente sucumbía en su clen·ota. David lo llol'l·, laqjo
Licmpo , pues no hnbín correspondido a sus injnslicias sino con
la mús at.lmirable magnanimidad.

TT• Pc••íot!o. - ~Iisión do Moisós. - Cu:~ndo el pu~hlo ole l"''"cl ctnpC7.ab :~


a inclin31'f.l<" n l:t idol:ltt·í:t, rl\~oh·iú D io~ ~a.c:.n-lo de la c~clavi t ud de Eg ipto con
f"l tin de conscr·,·a t• el sagPado t1cpt1sito de la He"cl:tri•)n. lrwcstido ~loisé$: tlcl
podc-t• del Se1lor, hi1•iú a Egipto ron •liez pl3fr.'S qu~ dellwmin:u-on a Faracln n
dt'j;tr salir ti(• s u reino a .lo-; fl rbreoc;.
1-:1 ~f•i10r conser\·ó a su ('Hif'hlo f'n d dcsierlo por medio dr numerosos mila·
~ro~ . ! t:3.ctti¡tú ~e\·eramenh... a lo"' inficl('~. U diO la ley ,(el Sinni.
Loy mosaica. - Dos partCI'~ ~(' dioctin~uen en la ley mo1aica: la primcr:t,
(l(lrpctua y universal . contenía lo~ d ir1. 1n:mdam ientos de Dios ; 1:• sc~unda,
temporal y peculiar a Jo~ l ~t ·aelii:H~. con tenia cua nto ~e I'Cfct·i~' al s:~ ntu a rio y
a ~uli minisl1'o:o: . a los s:•cl'ilicios, :d ~:',hado)' a las fies tas. n cicrt:'ls prcscr•ip-
cionrR p:H'Liculnr<.'~ . a la or~rmiz:wi t;n th• la sociedad y al dCI'OCho c r·imina l.
l.rgisfac;óu. 1'eligioSCJ,•. - El fHUHu;u•io tic Jos 11-.!lweos, ruHcs d(' In construc ..
cit'm del lcmplo, fué C'l tabe'''lticulo, o ticmla port:ttil. n¡,,icllnac en dos partes:
el Sancta }' el ~anctas:mctórum, en donde!"(' guardaba r l arca de la aJianz...1..
Lact funciones del cuHo f.'St..'\han <-onfiada~ a la tl"il;u de L<'''Í. tos sacerdotes
tenían por misiOn ofrecer lo'i saeril'i(·ios, y los le-11itas t•ran sus ministros.
r.o~ •acrificios ~e di,·idi:m rn cruentos e incr·ucntos. Los s~cl"ificios CJ,,en-
tos compo·cndi~n : el holocausto. rl g.,,.,.¡r.cio poo· el pcc>~lo, el s•crilicio ¡><>r
el d~·lito y ~·1 sacrificio p:wifico. Lo~ ~arrificios iuc,·ucntns consistían en 13
obl:,cióu tic algtm objelo i nani m:Hio.
r.a C<'lcbrución del sciba(/o c·on ~istín e n ab~l cn ers<' ele tod:a obr~ 1;crdl , )' e n
In ofr·flnd:l de un holoc :~ usto. I'.H~ llt•breos tiantificab:m tamhi4'n el mio salni-
IÍ('O, que Ol'UI't'Ía cada siell• :\110". ~~ ~·1 cnin jubilcu·, c.idn ci ncuenta a1ws.
La ResL.1s principa lf's df"l !ll''ao ••r·an la'~ de Pascua , Pt•,~tccostb. los Tabct·-
JHirrflos r la EXJ>iacY;u .
r_,s dem,;ís pr"CSCripcioncs 1"eligi~1c; ~e n•fl~rian a la cil'tunrisiOn, a la ofrenda
tlc lo~ primogt!nilos, a la prohihieión df' ci('r·tos alihlculo~, a l:1 purifii'"...::Jtión
de las impurc1.as lc;:ralcs, a los \'Oto~ ~ al juramento.
f.eaisfnci(jn social. - El J)Uf'blo ~4 1 divielia e n tJ·ilms 1 {nmilias r c·asrrs. El
~o hi('I'OO l'l':t teoc•~t,tico .
1.:-~ lt-')' lllO~:IÍC:l d:tba ·1crcchos muy 3 1'nplio~ ;\ los r>:ulrcs !otObrc sus hijos. El
I'<'J):'II'IO •1c bicnC's sólo sí' cfcct twba a la nHh'I'IC de l radr·c. - t.a lry concNií:t :t
•138 11° PERIODO DE LA PREPARACIÓN . - RESUMEN

los pobres cuanlo la tierr~ producía espont.\neamente duranle el año sabático.


!..os extranjeros y viajeros debían ser bien tratados. !labio dos clases de escla-
vos : los escJa,·os hebreos, más bien sicr,·os que escla,·os, y los extranjeros,
que podían serlo por compra o por erecto de la guerra.
La propitdac/. debía ser respetada . El depósito eo·a cosa sagrada . El dcu·
dor insolvenle cuyos bienes habían s ido vendidos, volvía a posesionao·se de ellos
el a~o jubil ar, a más tao·dao·.
El jefe militar sólo dcbín admiti t• en las lilas del ejé•·cito a los ''oluntarios
libres y valerosos. Todo el código milita o· tendía a inspi o•ar horror a la sango·c.
l..o ley castigabo con pcnn de 11oueo·te la idolatría, l:a blasfemi:a, la violación
<lel s:íbado, el homicidio y el adullerio. También casti:;aba con penas aflicti-
ra• las f•llas con to-a las buenas costnmbo-es, la rebelión contr:o la autoridad
11aterna, los golpes y heridas, la difamación y el falso tc•limonio.
Excelencia de la ley mo•aica. - La legislación mosaica supco·a a todas las
demás legislaciones de la nn tigficdnd por la sabiduría, soonl'idad, equidad y
perfecta conveniencia de aus t>rcgcrjpciones.
Vio·tucles y gloo·ia ele Moisés. -'- La Sago·ada Escl'itou·a llama a Moisés el
•leo·vo de Dios, poo·qoc rué constantemente fiel l' sio·1·i6 al Seoioo· con senci llo?.,
humildad y desintco·és.
Josu 6. - Dios hizo entrar en posesión de la tierra de Cana:ín al pueblo
hebreo por intermedio de Josué. que obró estupendos prodigios : el Jord:in
delu,•o su curso, Jos muros de Jericó c.1yeron milagrosarnen1c, a su voz el sol
se detuvo. Antes de morir, predijo Josooé a los Hebreos, corno lo había hecho
~loisés, que si eran fieles a In ley de Dios, serian l'cncedores de sus enemigos y
gota rían de gran prosperidad, mas si prevaricaban, Uios los maldeciría y se
vel'ian oprimidos por las tlcm:ís naciones.
Los jueces. - El Seoioo· trató a su pueblo l'" con l'igoo·, ya con bondad
según le era infiel o sumiso. Los jueces fueron los libertadores de Israel; los
on:is nolables rueron Cedeún, Je/'tc, Sa,.•lin, Helí J' S<mwel.
Rut. mo:abita, mereció por sus \'Írtude.s ser la esposa tic Ilooz, uno de los
progenitores del Mesi>s.
Saul. - llasla Samuel los Hebreos habían \•il·ido bajo el ré~imen patriarcal.
Er3n independientes unos de otros; no tenían más jefe ordinario que los jefes
de fomilia y de tribu, ni olro loto comion que el de la o•eligión. Los desórdenes
de los hijos de Samuel ~las irll'asiones de los FilisLeos impulsa o·on al pueblo a
¡ocdi r• un o·ey. Saú l rué elegido t>oo· l>ios y consagrado poo· Sarnuel: m•s des·
pués, queriéndose hace1· iudcpend icnte del pl'ofcta, fuC l'CChnz.:uJo J)Ol' Dios.
11° I'ER(OOO DE LA I'REI'ARAClÓN . - OUAIJRO S INÓPTICO 139

CUADRO SJ:-< ÓPT I CO

{ Pód.er de qne tué lnve:~~tldo.


\ La.! dtex plagnll- de Egipto.
~1181ón
Salida do Bglpto.
de Moitél
l Con~tr"aetón (le lo" Hebreos en <'1 de-!lerto.

· ¡l
tnnruoclón y formación del pueblo.
Bl Sanct..'l.
El ~Jantullrlo Jo; t Slm étn!l:tnctól·um.
Arc:l\ do IR ali:mf.,a .
Yoetelón eac::cr<lot.RI de la
tribu de Lcvf.
Los ministros I'rerrogl\lh'aa del s-umo sa~
C6rdot.t.
Func.lonude loJucerd otc~.
Puncione• de los JevJt.M.
S3crtncios crueotoa.
Loa aacrtOctoa Sacr1Rclo. lneruent(M'..
1
Fla de loe perlfictos.
El oAbado.
Lrgt.elaclón F.l ••bado Bt ano t ab•uc::o.
rellg fosa. 1 El :~f\o Jubilar.
J'tucua.
) PcnteeoetH.
Le¡ielactón Los TAbern~culo!l.
de liOiiós
1lA\ ExpiAción.
Circuncisión.
Oeodo Moloéo orrcnd:~ de
h18 primogénitos.
hMll\ D:tvl(l
Prohibición de ciertos nH·
( 1725 • 10 <0)
mentol.
PrOJICri¡lclono"
J'urtncaclóu do IM hnpu·
J... n ley \ rell¡:;:toaA.s
rot:'• Jeg:tles.
motalu 1 Ayuno do 111 Kxpla.elóo.
Lo1 Juecet \'otot y JurawentA>8 auto·

¡
1 rlz.ad Ot.
Gobierno teotrAtlc:o.
Oereeho chll : la tamllla; el próJimo; la
Leg'i-ilaelón propieda d.
social Derecho militar.
Dereeho penal : penll capital : pena! aftlell·

l
Y3J,

Exrolcncla ue la ley moaafc" Oetdt t"l p unto de 'fl8tA religioso·


Desde cl¡>u nto de ''lllta !IOCIAI.

l
VlrLnde& t.Aberca.dor I'TO\'Itlcncl:tl.
y gl o rt :~. Leglellldor ine¡llmdo.
do MOIIIé.!l 'fllumat.urgo podcroM.

~
KntradB do toa n ebrcoa en lt\ '['lorr:' ,,romotldt\.
~ll elón Caet..lgo do lo8 Cnn:wcos.
do Josu6 Mh!lón de !n t.r lbu do ,J IHlil.
Prcdteclono.a do Joauó.
Misión llbcrt..,dor.\ de 1ns ,J ucct,.
J.M .T ueces. l'rlnetpal('8 Joeeet : c:et~éon, Jcfll•, Sam.ón, llell. Samuel.
1 Episodio de Rut.
&sta.bleelmlent.o do JI\ n1onarqufa.
Sadl. l Klecetón y conu.gradón tle Saó1.
S11! desobedlenelu 1 IU en Yhila.
1Sn rtproba.dón r mucne tn\s·l ea.
140 m er Pt:I\ÍODO DE L.\ PI\EP.\RACIÚ:S DEL MESiA
S

AnTÍC ULO lll . - 111" l'EniOOO 01:: LA PnEP


AnACIÓN DEl. ~I~ÍAS
Desde David hasta el cautiv oa·io do Babil onia
( 1010-{;08).

SUloiAtu o. - l. J) nid. - ~. Saloroón. -


Cl&wn de hl!S •licz u·lbul!. - 3. Uclno ¡.¡o 18ratl.
La. proteu• de ltrael. - 'l,obf:aJ. - 4. Retno
tic Jud:l. l..os protct u do Jnd.l.

l. Da,· id.

1!!3. ¡, A qué famili a perten ecía Oa,·id ?


A la fami lia de ú;ai, o Jesé, ele la tribu de J uclü,
estab lecid a en
Belén.
194. ¿Cóm o escogió el !;eiiOr a Oa'"iu para •ucc<l
c•· a S..ill?
El Seiio a· e nvió al profe ta :>amuel a Delé n, l'
le hizo sabe r que
s u elegido era el hijo meno r de Jesé, que se
halla ba apac entan do
u n a·ebar1o.
195. ¿ Cómo prepa ró Dios a Oa\"id P"'"' el trono
?
·1• Haci éndo le ll amar a la co1·te para que con
los armo nioso s
sonid os de s u arpa calm ase los acceso:> de ira
del rey Saúl ; 2" con-
cedié ndole la vic toria con tra Golia t; 3" prop
orcio míndol e g rau
po pular idad a caus a de sus ¡>r·im eros triun fos
; !•• hacie ndo que
resul tasen en prov echo su yo los defec tos y falta;;
de SaliL
196. ¿ Por qué ru~ D:wid el ver·Jadcro fnnd~dOJ• ,le 1:, I'C:III.!:ta en Israel ?
Por·que tuvo una capit al y es table ció un s is
tema de orga ni za-
ción polít ica y admi nistr ati va que duró hasta
la destr ucci tlll del
reino.
197. ¡,Cuá l fué la capital de su reino ?
Jer·usalén , cuya ciuda dela había conq uista do
David a los Jebu -
seos. Esa Jeru salén tan amad a de los Hebr eos,
es para los cris-
tiano s figura de la Igles ia y del cielo.
198. ¿Cuál fué la glol'i:• de Da\'id coono conc¡u
istado•· ?
David , tan g ran guer· rcro como hábil orgau
izado r, acabó de
li berta r a los 1sr-ael itas del yugo de s us e rwtni
gos, y cx-leru.lió su
pode r desde el ~Jcdit erránt'O hasta el Éufra les.
1\19. ¿ Quó hizo David por la ··ol igion '!
Hizo trans porta r el a rca al mont e Sión , dió mayo
r pomp a a las
c;er·em onias re lig iosas , divid ió a los hijos de
Aa r·ón en vein ticua-
tro fami lias, cada una d e las cuale s debía ejerc
er las funci ones
sacet·do talcs pot· tumo dura nte una sema na,
y divid ió a los levi-
SALOMÓ:-< 141

las en cuatro clases : veinticuatro mil destinados a los oficios del


santuario; seis mil para admin istrar justicia; cuatro mil ostiarios,
y cuatro mil cantores distribuidos en veinticuatro coros sema-
nales.
~OO. ¿ Qué lug:n· dió a la religión en su gobierno?
David asoció la religión al gobierno, dando en todo la preferen-
cia al culto de Dios.
201. ¿ Que proyecto le inspiró su amor a la religión?
El de edificar un magnífico temp lo al verdadero Dios. Hizo
Lodos los planos del mismo ; amonton <> riquezas y materiales
preciosos, y destinó para ese objeto los despojos de los pueblos y
reyes vencidos. Mas el profeta Natán le hizo saber que el honor
lle la construcción estaba reservado para su hijo Salomón .
202. ¿ Qué p1·omesa le hizo Dios'!
Le prometió su protección , a él y a los reyes descendien tes
suyos, si cumplían los preceptos dados por Mo isés, y les anunció
rigurosos castigos si no los cumplían.
203. ¿ Qué testimonios de su piedad nos ha dejado David"!
Ejemplos admit•ablcs de fidelidad para con Dios y de miseri-
cordia con los hombres. Sobre todo, nos ha dejado los Salmos qne
hao llegado a ser la oración umversal, el sostén de la fe, de la
esperanza y del amor en todas las almas entregadas a Dios.
204. ¡, No se encueott·an manchas en la vida de David?
Sí, y muy grandes; pero las expió po r la penitencia, y aceptó
con resignación perfecta cuantos males le envió Dios, llegando a
ser el modelo de todos los pecadores arrepentidos.
205. ¿ Cómo recompensó Dios a Da\'id sus virlmlcs y su penitencia'?
Dotándolo del don de profecía , y sobre todo escogiéndolo para
~crtmo de los progenitores del lllesías.

2. Salom ón.

206. ¿Quién fué el s ucesor de Darid '/


Su hijo Salomón, a quien hizo ungir por orden de Dios cuando
él vivia aún.
'11)1. ¿Qué recomendó David a su hijo :m les de morí..?
Que c reciese e n for·taleza y sabiduría, y observase los manda-
m ientos de Dios :
Yo voy a entrar en el camino de toda l« lier·>·«; e${ttér:ate y si! ltom u•·e
'142 IlJ<' PERiODO DE LA I'REPARACH)N DEL MESIAS

de valol'. Gt1arda lo• p •·eceptos del Se>im· tu Dios .. , conforme es tú esc>·ito


en la ley de Moisé• ' ·
208. ¿ FuG fiel Salomón a los consejos de su podre?
Salomón imitó la piedad de su padre y fué feliz durante largo
tiempo; pues Dios, a quien él había pedido la sabiduría, le diú
además riquezas y gloria.
209, ¿Cuál fué el acontecimi ento más notable del r einado de Snlomón 9
La constl'Ucción del templo , edificado segt'tn el modelo del
Tabernáculo •, y cuya dedicación se hizo al cabo de siete atios,
con extraordinaria solemnidad.
'2·10. ¿Cómo p::asó Salon1ón los últimos af'los de su ''ida?
En la idolatría, en la que cayó instigado por unas mujeres
extranjeras con las cuales se había desposado.
211. ¿Qué castigo le anunció Dios?
En consideración a David, Dios oo quiso descargar sobre él su
ira; pero le anul)ció que lo castigaría en la persona de su hijo
Roboán.
Cisma de las diez tribus.

212. ;, Cómo casti:;ó Dios a Ro boán, hij o de Salomón ?


Diez tribus se separaron de él para formar el reino de Israel,
quedándole tan solo las tri bus de Judá y de Denjamíu, que forma-
ron con los levitas el r eino de Judá.
213. ¿A <rué se d" bió este cisma ?
A la obstinación de Roboá n en no qu erer escuchar a los ancia-
nos, qu ienes le aconsejaban que al igerase los im puestos excesivos
con que su padre había gravado al pueblo.

3. Heino do Is ra eL
214. ¡.Quién fué el primer rey de las diez t o·ibus separadas?
Jeroboán, intendente que fué de Snlom6n , a quien un profeta
había anunciado que sed a re)' de diez tri bus de IsraeL
21 5. ¿ Foé Júrobo:ín fie l a Dios ?
Jeroboán , temeroso de que su pueblo volviese a la obediencia

a Este templo pü.liü siete· nt10s de 11 ·ab••io a f)osei euto~ mil obreros. En el
e xterior, sólo se e mpleó pied•·a, y e n el interio r. mader:l ; llCI'O cubic rt:t toda
con tú minas de Ol'O. Dividi:~sc e n c u\lll'O partes : e l atrio de los Gentil c.<;. e l
atrio de l sl'ael, e l atrio de Jos sacerdotes Y: por fin, el templo propiamente dicho,
que comprcndi:.l el Sancta y el Sanctasanctórum.
1 Il Rcrcs ·, n. !!, 3.
'
H3
·ar las
de Roboá n si contin uaba yendo a .Jerus alén para celebt
y otro en Dan.
fiestas, erigió dos becer ros de oro, uno en Betel,
los de la fuerza ,
F:s veros ímil que esos becer ros de oro, símbo
de un modo sen-
estuviesen destin ados a repre senta r a Jehová
sible.
216. ¿Qué contlucta obscrva •·ou los re)·es de ls•·ael '?
Casi Lodos fueron malos , impíos e idólat ras.
21i. ¿Cómo fueron castigados '1
dinas tía
Los diecin ueve t·eyes de Israel no lograr on funda r
as difere ntes. Atra -
algun a, habie tldO perten ecido a nueve famili
de males ; y más de la
jeron sobre si y sobre la nación Lodo linaje
l'iame nte , a maoo s
mitad murie ron de muert e violen ta, y ordina
de algún asesino.
218. ¿Cómo acabó el reino de ls•.. el ')
enta
El reino de Israel l'ué destru ido al cabo de doscie ntos cincu
su último re¡•, fueron lle,•ad os
arios. Los Is r·aelit as, con Oseas
rsados por· toda la Asiria , de
cau tivos por· Salma nasar· y dispe
donde nunca volvieron.

Los profeta s de Israel.


reino de Israel?
2 19. ¿Qué hizo Dios P""" imped¡,. el fln lament able del
itas a su
No cesó de suscit ar profetas para atraer a los Israel
qu e les amena zaban .
c ul to y darles a conoc er los castigos
220. ¿Quién es Cueron los princip ales de cnh'll estos
profetas'!
con
Eiias y su discípulo Etiseo, qu e comb atiero n la impie dad
invencible valor, y obrar·on much os milagrOti.
22 1. ¿Cuál es el glorioso dcstiuo do Elías?
fuego ;
E lías no tTllll'ió, fué arrebatado al ciclo en un cai'I'O de
o X u estro SetiOI' se trans-
apareció en el Tabor con Moisés, cuand
tiemp os con Enoc para comb a-
figuró, y debe 1•olver al fin <.le los
tir contr a el Antic risto.

Tobias .

222. e, No tu,·o J)ios algunos sicr\'Os fieles en Israel'!


Cierta mente , co mo lo pn1eb a el ejemp lo de Tobías.
dad '1
2'23. ;. Qué conduela obsen·ó Tobias antes de In cautivi
templ o
Cumplía la ley e iba a ador·ar a Dios públic amen te en el
los log ra-
de Jer·us alén, sin qu e ni el temor ni los malos ejemp
sen aparta rlo del buen camin o.
144 m or PER ÍODO DE T.A PREPAIIACHÍ:-; OEJ.. MES ÍAS

224. ¿Contin uó Tobios sil"·iend o • Dios durante la c:~uti•·idad ?


Si: persev eró en la piedad con su fam ilia, y ejet·ciló las obt·as
de mise ricordi a, consolando y socorri endo a sus herman os, y
enterra ndo a los muerto s.
225. ;. Qué pruebo le afli gi.-. ?
Se quedó ciego y pet·dió todos sus bienes.
2'26. ¿ Halló sost~n en s us pariente s durante estas pt·uebas ?
Sus parient es, en vez de consola rlo, se reían de su res i ~na­
ción, y le decían : « ¿ Dónde está tu espera nza por la cual hacías
limosn as y entierr os' '? 'J)
227. ¿ Quó contestaba él a esas bul'las~
«No queráis hablar· así, les decía, porque hijos de santos somos
y esperam os aquella vida qu e ha de dar Dios a aqllellos que
nunca mudan de Í~l su fe •. »
2'l8. ¿Cómo puso Dios fin a sus pruebas ?
Po t· In. bienhechora misión del arctingel Rafae l, qu ien despué s
de haber servido de guía a su hijo , le de,·olvió la vista y le hizo
recobr ar grande s riqu ezas.

1~. Reino de J udá.

229. ¡,Qué contt·aste ol'r<·ccll los reinos de Jndá y de Israel en cuan


to a las
din3stias ele sus re)·cs ?
Al paso que el reino de Israe l tuvo diversa s dinastí as, el de
Judü sólo tuvo una, siendo todos sus reyes descendientes de
David , de cuya familia había de nacer el )Jesias .
Cuando Atalia ordenó la matanz a de todos los nitios descen-
dientes de Da,·id , no pudo impedi r que uno de ellos, Joás, esca·
·pase de sus manos , por la pt·otección dh·inn , conset·v:indose de
este modo la descend encia de David sobre el tt·ono do Judá.
2!l(). ¿ fueron fieles a Oios lo• rc}es de Jud:\ ~
Sólo cuatro lo fueron : Josafat, Joatá n, Ezequias y .tosías.
Asá perdió la confianza en Dios al fin de su vida. - Manasés,
monstr uo de impiedad y de ct·u eldad , rcconoci6 la justicia de los
casti~os divinos e hizo peniten cia si ncera de
sus ct·ím enes. -
Roboán , Abía , Jotís, Amasia s, Azal'ia s, despué s de haher sido
piadosos, sucum bieron ante las seducciones del politeís mo. - Los
dem:ís , Jorán, Ococlas , Acaz, Amún, Joaquí n, .leconías y Sede-
cías so obstina ron en la impi edad.

1 Tob., n , 1&. - t Tob.,u, 11, 18.


1\EINO DE JUD,\ 145
231. ¿Cómo fueron castigados los reses prc\'aricad ores?
En el reinado de Roboán la Judea fué invadida por los egipcios.
- Abía reiqó sólo tres atios.- Jorón, después de varias guerras
desastrosas, murió de una horri ble enfermed ad de entratlas , y no
fué inhumad o en el sepulcrp de sus predecesores. - Ococías no
reinó más que un atl o, y murió a consecuencia de una herida. -
Joás y Amasias fu eron asesinados. - Azarías murió de lepra. -
Acaz tu\·o que sufl"ir toda suerte de males de parte de Teglatfa-
lasar, rey de Asiria. - Manasés sufrió durante algún tiempo una
dura cau tividad en Babilonia. - Amón fu é asesinado después de
dos ati Os de reinado .- Por fin, los tres úl timos, Joaquín , Jaco-
nías y Sedecías , cargados de cadenas , fuet·on llevados a Babi-
lonia donde murieron miserabl emente.
23'2. ¿Cómo protegió Dios ol pueblo de Judá antes de la ejecución de los
decretos de su justicia?
Lo preservó durante largo tiempo de las invasione s asirias,
haciendo servir al reino de Israel de antemura l contra ellas.
Más tard e, en tiempo de Ezequ ias, envió a un ángel, que en
una noche extct·minó a cien to ochenta y cinco mi l hombres
del ejército de Seoaque rib, rey de Asiria. Durante el reinado de
Manasés , cuando éste se hallaba cautivo en Oabilonia, suscitó a
Judit, que co r·tó la cabeza a Holofern es, general asil'io, y pre-
servó así a la Judea de la devastación y del yugo de los asirios.
233. ¿Cómo acabó el reino de Judá?
Cuando la mayoría de la nación , con sus últimos pl'lncipe s,
hu bo abandon ado a Dios, Nabucodonosor , rey de Babiloni a, fu ó
el instrume nto de la venganza divina.
Tt·es veces se dirigió contt·a Jerusalén : la primera se apoderó
de ella y se llevó parte de sus habitante s. Pero ni los Judíos que
quedaron en el país, ni los que estaban cautivos , hi ci~·on peni-
tencia a pesar de ser amonestados , los unos por Jeremías y los
otros po r Ezequiel.
La segunda vez, agravó el yugo de Jerusalén , saqueó los pala-
cios y arrebató los tesoros del templo. Mas aquel pueblo indócil
persistía en su ceguedad.
En la te rcera expedi ción, destruyó co mpletam ente a Jerusalén
y entrego el templo a la voracidad de las llamas. Sólo los pobres
quedaron en Judea para cultivar la tierra; los demás Judíos fue-
ron llevado¡; cauti vos a Babilonia.
Así acabó el reino de Judú que había durado unos cuatrocien-
tos at1os desde noboán.

7. - Exros. oOt."l'nJ~A.
140 111'' ' PEI\ÍODO DI:: LA 1'1\EI'AI\ACIÓN . - RESUMEN

Los Profetas de Judá.


23t.. ;. QIH.~ hito Dios par:a que qued:a~ten :llguno~ juclios ficl<'s <'O el J"Cino
de
Jucl:",?
Susci tó a vados profe tas de en t1·e el pueblo. Dc!<pués de Elías
y Elíseo, que yi1·ieron antes de la di~persión del rrino de l !<r'at>l.
aparecier·on Jsaías, Jeremías y otro> varios, cuyos escritos se con-
servan .
2:\.1. ¿. Cu:íl cr.' la misiOn 1IC" los prof1 1 l:l~~
P:ll'a lo p.-cscntc, tenían por misión mantrne r·la ley mosaica en
· sn integridad y conser·1•ar l a pu reza de cloelrina y de costumbres
pOI' medio de sus avi~os, rep roches y :unenazas ; y 0 11 cuan lo a lo
po¡·t·eni>·, consistía rn mostr·ar· (¡ue la ler antigua no era sino la
preparación a la ley nueva, y en pi'Ofeti7.ar al Redentor y a su Igle-
sia. .
T.n.• p 1·o{e/as habla>·o¡¡ en lnnnmlwc fl twes/l·os •·cyes, tt >lltc.<tros p>'ÍII·
cipt••. a nttc.<li'O< J><ttl>·c.•. !1 a Indo el pueblo tle lit tierra'.
23G. ;. Có1no eumplí:m 1::~ ¡wimcr:, p:H'I(' d€' ~~~ mi~iún?
J)antlo el los mi smos ejemplo dr. todas las vi r'ludcs , r epr·cn-
diendo a los r eyes impío:-, r eprochando al pueblo su:- infidelida -
des y crímenes, reali 7.ando en drrredor suyo la uni{on de lodos los
buenos, y exhortándolos al amor de Dios y ele la patrio.
237. ;. Qut'· l':U~tigos pt·cc.lijca·on los rwoft'I[IS al pueblo judío y :• lil~ n:tcionr~
extt·anjt•ras ?
Predijeron la cautivida d de Babilonia ciento cincuent a alios
:llllcs ele que OCll J'J·ie1·a •, la ruina rlc .J er usalén v del Templo, In
r uina dcfin ili va de la nnrión judía, y también la de .Nínive, Babi-
lonia, Tiro, )Jenfis, de los .\monila s . Moabitas , Jo'ilisleos e Jdu·
meos.
2:)8. ¡. Con sigui~ron m:llllcucr ('n •'1 cumplirni~nlo dd LIC'IJC'I' a una f)fll'lf'
,1!•1 pueblo de l)io•?
En Jos días prósperos, gmn nirmero de fielc.", !>i~u ien<lo las
huellas de los profeta..<;, III'Of'esaron con Yalcnlía la ley de Dios; en
los liempos adversos, en el r·ci omdo <le ~ l ana~és, una multitud
de Judíos derrama ron su sanfrre po1· la l'l'rdad.

n r,snrEx
111" Periodo. David. - /)a~tifl :-oliC<"tliú :'l ~aúl ) fué el ,·ca-..1:-ulcro fu1H)ado1·
df'l lrono. Asori6 la r·cJi¡.;it•n al ;;ohií'I'IIO, y <lit', e n lodo {') pr·imcr· lug:u•
ni
culln 1lc Oios. ~~~ pictl:ul ftH~ rulanil·:d•lt• ; ex pi,', ~us cul1>as por· medio •lo
l;.•
11!0' Pt:RIODO DE LA PREPARACJ 6:c- CUADRO SI:>6J>TICO 14i

penitenci:-. . Oio~ t'\·cou1pcn sü l'IU fhli·lidacl couccdiémlole el dou Uc ¡wofccia ,


y sobn.: todo eli giéndolo pam pn;~~ nit or del 111 cs ítt~.
Salomón. -!'\u hijo Sa/omúu lo Scuccdiú t•n ,.¡ ll'o uo de lsr·~,cl. leu itO la pi• ·-
();_¡d de Da,·itl dur;mle 1llocho th•r,po. Dios le oturgó lo.t s:aiJidur·ia . ~·, con ella,
a·iquezas y gloa·ia. En sus ültilttO"' ;u~ws. eot~·ó .... n l.t idolah·ia, )' ('( ~cuu•· lo c:as-
tigó en la pt•t~on.• dl' su ltijo Rooo:,n.
OcsputJ:; d e SaiOIIlÓU se Jivitliú el •·eino : dh·t l•·i bus. fo•·••Hii'Oil f' l reino üc
f:.wacl, y a HoiJO(m no le quccl ;u"'n 111:1s que dos t ribus, que fot·m:u·ou l'l •·cin o
tiC .India.
Reino de Israel. - Casi todus los rcl·cs th.• lstxtel fueron tn;do~ ~ ir u píos e
idólatras. Alr;ljcron sobre ~i l' ~olwc ~u ¡)ut.~blo 100~• ciase de m;tlt•s. y más t.lc la
mitad tnut·i~NH t.lc t tlUCt"lC ' 'iolcnt.a. Ucspué~ dt! una duración tll' do::cicnto:;
cincuen ta aúos , fué tlcstt·uido e l t·cino de l:;•·at\1 y los is•~u:dit:ts ruc1•on ll cv~, ...
dos ca utivos a Níni rc .
Dios no h:tbia ces;nlo eJe suscita•· tJro[ctM JMI'a all·aet· dl' nu.·vo a los l s1·ac~
litas a su cullo y omunciadc:; lo~ c.tsligos que IC":e amcuaz.;.tl-..m. IJc ent re c~ tos
prorct:IS l os pt·incipalcs ruerou t::lias ~· Elíseo.
Dios tuvo sit.••·,·~ lielcs en el t'\•ino de lSt'aCI, en tre los cu;tlc~ dc5cuclla
Tobjas.
Reino d e Judá . - 1::1 t•cino de .J ud~l duró has la la c~w th• i•l:1 d de Jlabiloni a.
SOlo c.uall•o cl t1 sus t·e~·t•s pCt'lll:&tU'CÍCI'On fieles :• Dios; los dclll:'t:-< 1 después tlí'
))I"C\'~t ricar, surrit•t-on la:: \'CI10iii\LOIS Ud Ci.-•lo. Este J'('ino rué tlt•!ili'UÍt.lo ))01' ll•es
expediciones $11CC~h·as t.lt" :\,,J,ucot.IOnOSOt~, dc~pué.s de h.-IJCI' dur~1t.l0 unos
cuatrocientos "''os.
Oios cu,·iú tJI'O/'tJto~:. (•sic tuwblo con el tin d'-' tcne•· .sieuiJH'C e n é l :1leuno:;
SCI'\-'idorc:s fic lt•s. l>cspuC:; de Elias )' Eli:;eo, <r••t· \'i' icron anh·~ dn la lt ispl!rsiOn
de) I'CÍI10 d e ISI';H'J, :tpai'CCÍ\.'I'OH (:;;lÍas . J c l 'l!II)Ía:o; y Olt'OS pt•OI'das, CU)'OS C.SCI'Í•
los hao Jlt"g;u.l o h:tsla nosol1'0s. :O:.u tni:sión consi .. tia e n manlt•uc •·, por wcd io
de sus adn.•rlt•ucias y amenot7..a~ • l•t rdigiún lrlu:-.oaic~• en su inh•;:•'itl:ul, y t·ll
;.munt:iar al Rt~dcntor· y a su l~lc:;ia. Predij,•ron la 1·uina de Jerusalén y del
Tculplo, la dt• la uacillu j uJia, Uc Ninh·c y de U:•IJilonia.

CUAD ilO SINÓPTJCO

(Su ~h..'\."\'f(m, y l'iU OOINagrndóu l"Or :,:amucl.


J>a\'hl
JSu¡¡ l n~tílueio u c~.
) Su lhlclitlad a Dios.
\Sud talt::ls y l:>U ¡Hlnltcncln.
\ ~~~ &aiJI,Inrht y gu gltll'll1.
Salomón Clllll!t.ruociOn dt'l Wmt•lo.
1Ru.rnvfos de ~u vtJ4·1.
Dcadc D:nid
f'onduct:.t ti• J~rubo4n.

~
b:J,:,U
Porvcrshlad dt.l hua ft'l t'l\ .
la C.'l\H.ividafl
l>t:~JLrncción tlcl rehw pur S;dtn:t·
du Jlabllonl n ltoluo tlu I.smcl rtM;u'.
( 1\140 "GOG)
('"l~m:l de• 1l ..o. J•I'OfCl::tS dú llirtiCI.
(:() u llu ct::~ cjcmpl;u· du 'fobias.
Lo.s rcyc~ lu' tllct lril;u.s
l rundcilda.d tlo ~'~ !'\',.._...
nc:hw de J ud;\. c;;:~~~:lóu del reino por N3buco-
t douo.:•l)r.
MlsiVu llc lt)S JH'OfCtl'l de Jlltl1i.
1-!8 IV0 PERIODO DE LA PREPARACIÓN DEL MESIAS

ARTiCULO IV. - CUARTO PERÍODO DE LA PREPARACÍON


DEL MESÍAS.
Desde la cautividad de Babilonia hasta Jesucristo.
SuuJ.nro. - 1. L::t cnut.h·ldad do D.<t.bllonla. Daulc1. - Yuoltt de In o:mtlvJdad. - 2. LoA
Judfo¡ bo.Jo el poder 110 los Perw. Hstcr. Nchcmías.- 3. I.os Ju¡lfos bajo el )JOder do los
Griego& y Egipcio&. - 4. •Lol Judfo& baJo el poder de 101 Slrloll. - $,Los Mucabeos. - Sobe·
r~n(a +'Smonea.- G. r.~oa Jlld(OI baJo el ¡l()dCr de los ltom:anot. - Herodes . - 1. Ml.slóo
protldenelal de loa cuatro tm¡)CriOI. :\llslóo de 1~ JuBfot en medio de las naeJ.onta. -
l. l'.ltado del mundo al ad.-tolmlento del Mesfas:.

1 . Cautividad de Babilonia. - Daniel.


239. ¿ Abandonó Dios a su pueblo durante la cauti"idad?
No: pues mientras Jer·emías, antes de ~cr· dcstel'l'ado a Egipto,
permaneció en medio de las clases pobres que el rey de Babilonia
había dejado en Judea, Ezequ iel y Daniel ejercían un minister·io
profético en medio de las tri bus cautivas.
'210. ¡,Dónde vivió Ezcc¡uiel?
A orillas del río Cobar, en medio de una colonia de Judíos de
los que fué sostén y consuelo.
241. Y Dn niel , ¿ dónde •'<'sid ió?
Daniel, que era de estir·pe regia, fué llevado cautivo a la edad
de diez aiios y educado con tres de sus compari eros en la escuela
del palacio real ; más tarde ocupó en la corte de los reyes de Cal-
dea y de Persia un puesto análogo al de José en la corte de los
Faraones.
2>12. ¡,En qué ocasión se rc•·cló por vez primera lo sabidul'ia de Daniel ?
Cuando contando sólo doce años, hizo reconocer la inocencia
de la casta Susana, condenada a muerte, y a punto de ser ape-
dreada.
243. ¿ Qué suei10S expli CÓ al I'CY NabucodOilOSOI'?
1• El rey había visto en suerios u na grande estatua que tenía la
cabeza de oro, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos
de bronce, las piernas de hierro, una parte de los pies de hierro
y la otra de arcilla. Desprendióse después de la montatia una pie-
dra que haciendo pedazos la estatua, se convir·tió en una gran
monta1ia que llenó toda la tierra.
Daniel explicó este suerio di ciendo que las diversas partes de
la estatua significaban los g randes imperios que debían suce-
derse sob re la ti erra , de los cuales el último seda remplazado por·
un reino que jamás seria destruido•.
• La cabeza de oro r eprcscola el imperio de l\abucodonosor; el pecho de
CAUTIVIDAD DE BABTLON IA 149
Después que Nabucodonosor hubo oído la explicación de éste
su olvidado sueño, exclamó : «Vuestro Dios es en verdad el Dios
de Jos dioses y el Serior de los reyes' . »
2• El rey vió en sueiiOS un árbol grande y oyó una voz del cielo
que le mandaba cortarlo, mas sin tocar las raíces. Daniel le dijo
que este sue1i0 significaba que en castigo de su orgu ll o se vería
reducido al estado de· bes tia durante siete años, pero que des-
pués volvería a subir al trono. ·
Nabucodonosor sufrió este castigo, se humilló, fué repuesto en
su trono y celeb ró la gloria del Dios de Israel•.
244.. ¿Qué milagros revelaron al verdatiCI'O Dios en tiempo de Daniel?
1• Tres compa1'leros de Daniel, llamados Ananías, Misael y Aza-
das, fueron metidos en un hOl'no encendido, por habe1·se negado
a adorar una colosal estatua de oro que el rey había mandado eri-
gir. Pero un ángel de l Se1ior detuvo la violencia del fuego y se les
vió pasear en medio de las llamas, alabando y bendiciendo a Dios,
sin que el fu ego les quemara un hilo de la ropa. A vista de este
milagro, Nabucodonosor publicó un edicto en favo r de los Judíos,
en el cual engrandecía el poder del Dios a quien ellos ado raban .
Seil.ales y maravi.llas lw hecho el Dios excelso en mi presencia, decía.
Po•· eso he tenido a bien publicc.,. sus pmdigios , po>·quc son g>·a>l(les, y
srts ma>-cwillas, po>·quc son fu e>· tes : y sr• •·eitto, un •·eil10 ctc>•>JO, !f s"
¡Jode>· de gene•·ctció11 en genc•·aci611 ".
2• En el reinado de Evil merodac, hijo y sucesor de Nabuco-
donosor, Daniel demostró la impostura de los sacerdotes de Bel, y
dett>rminó al r ey a hacer pedazos el ídolo y a destruir su templo.
Hizo también perecer a un dragón a quien adoraban los Babilo-
nios. Irritados éstos, obligaron al rey a que les entregase a
Daniel, y lo arrojaron a un foso donde !labia siete leones ham-
bri entos; mas Dios cerró la boca de estos •~ni males. A1 cabo de
siete días se acercó el rey al foso y vió a Daniel sentado en med io
de ellos; hízo lo sacar de allí y mandó arrojar a sus enemigos
que fueron devorados en seguida.
2·\ 5. ¿ Cómo te•·m inó el impel'io C<J idco '!
Dos años hacía que Giro, rey de los persas, sitiaba a Babilonia,
pin ta, cJ in•¡>cl'io mcdo·pcrsa ; el Yicnh·e de h•·oncc, el imperio de Alcjand,·o )'
Jos reinos de los Seléucidas )' de los Tolomcos; las picr·n:.s de hic•·•·o, el irnpc·
rio rom:lllo, que todo lo dcl'l'umba y apl~1sLa; los pie:s, la mitad de los cuales es
de hierro y la Olt'a tnitad de barro, repl'escntan al rnismo impel'io dividido en
im pc1·io de Oriente e impcr·io de Occi<lcnte. L;t pi~da·:t desprendida de la mon ..
tnlla, <1uc se corwi •·tió en un monte tnn g•-;mdc que cubrió loda Ja liCI'I'a, es
Jcsuca·isto, que derriba al coloso y funda el reino eterno de su Jglcsia .
1 D::m.) n, 47. - ~ J):\0., tv. - 3 Dan., nrt 9!>, 100.
1()0 I\' 0 PERÍODO DE LA PREPARACIÓN !)EL m :SÍAS

cuando, en una noch e de orgía, el rey Baltasar se hizo traer Jos


vasos del templo de Jerusalén para servi rse ele ell os como de
copas para beber . De repente apareció una mano mi ste ri osa q ue
trazó e n la pared estas Lres palabras : .ll anc, 'l'lwcel, Pite~!' es ".
Sólo Daniel pudo in terpr·etal' e~os caracteres que daban a cono-
cer el fi n del imperio ca!deo. En la misma noche fué to mada
Babilonia y mue r·to 13altasar.
Vuelta de la cautividad.
24.-6. ¿ Cómo pu so rin a Ja cautividad lu torna de tlabilonia por Cil·o '!
Daniel mostró a Ciro las profecías de Isaías, en las cuales esta-
ban anunciadas s us victorias y él rnisn ro des ig nado por su pro-
pio no mbre.
He aqui que yo lev(tnlm·é conl>'<' 1'/los a los medus ... y BCibiloni<t .. .
sobcn·bi(t. de lo.-. caldeo... , sc;·<í desl'J·uida : coiilo dc~t,vuyú el Scfto7' a.
Sodomcf. y o Go mo1·;·a . iVo :o:(wú. nunca. má$ lwLi.uula.... ni tJonclrií allí.
t·iendas el de A rrtbi<, ... sino r¡uc n.:posanín. olli fie,·c~::; 1. Diyv 11 Ci1'o :
P aslO'I' 'lnio cJ·c:s tú,, !J cu1npN1·á~ lodo 1ni ·volu:nlat.l-.e.
Marav illado de Lales o ráculos, Ciro pub licó un edic to por el
que se penn ilía a los .Judíos volver a Jeru salén y r·econslruir el
Templo.
247. ¿ Cu~·llllO tiem po habia dul·ado la cauli\'idad de B:1bilouia ·.>
Setenta al>os, corno lo había predicho el pro reta Jeremías .
Y $CJ'Ú todo e;.../ o tú:J"¡·c,. en snlccú,<l y en promw, y ;o;c1·vi,·ún toda;-; c.-.·1 «~
genlc:- ctl <J'C!J de B(t&ilouia po1· sc/f'nlct oiio.. a.
248 . ¿ Vol\'icr·on a Judea Lodos los .Jnclit)S ·?
Al principio sólo volvi eron cuare nta y dos ruil , g uiados por
Zo>·obabel, príncipe ele la casa de David, y po r el sumo sacer·do te
Josué, llevando consigo los vasos sag rad os que Nabucodó noso r
había arrebatado. Llegados a Jerusalén, echa ron sin d ilación los
cimientos del nuevo templo, el cual no pudo terminarse sino
veinte arios m:ís larde, a causa ele la oposición ele los samarita-
nos. La dedicaciórr se hizo con mucha so le mnidad ; mas los ancia-
nos no podían co ntener las lágri mas al com pa rar este nuevo
templo con la magnificencia del a ntig uo. El profeta Ageo Jos
conso lú an unciándo les que el ~l esias honra ría con su presencia
eslc úllirno Lernpio.
~4.9 . ¿ En qué época fllé la s~;;umla :-:alitla dt• los judíos par•a .lt~t·n salt!n ?
En el reinado de Ar'Lajerjes Lon¡;imano, que es, ~egún se c ree,
11 Mane : Tus día::; ha n s ido cou tatlos. 'l'hecel : Tus oht·as son 1)CS<tdas en la

bai;.Hl7.a cli,·ina y halladas escasas. Pha1·os : Tu l'Ci no e:; tlit:idulo.


l .L.'iJl Í:IS, XJH, l 'i· :H. - ~ b.'ll:t!i1 XI.IV, :18. - 3 Jcrcm., XX\'1 ll.
I.OS JUDÍOS I)AJO EL. DOMIN IO DE LOS CR IECOS Y D I~
I.OS.EG ll'CIOS 1:í1

día
el Asue~·o de la Escritu ra. A ruegos de Ester, mujer de 1"37.aju
despos ado, publicó un edicto antor izando a los
co n quien estaba
a Jel'tlsa lén con sus sace~·do tes y levitas. Esd1·as .
.Judíos a volYer
todo
sace•·doto y doctor de la ley. dirigí(, la ,·uelta. Aplicó;;e soh1·e
a restabl ecer las leyes y costum bres anliA"uas , a fija•· el (~a non
dr
la Biblia heb•·aica, y fu é el Moi~és de la cautivid ad.

2. Los .ludios hajo el dom iulo 11 <' los P nr sns. - Estm·.


P<'l"!'ia ~
2:1(). ¿Qué ptli¡;ro C"'rrieron lo-. Judío~ que quC"d:\l'on en
1~1 orgullo so A m :'In , m i nistro del rey A suero , quería
que todos
,
dohlasen la rodilla note é l. E l judio llfardoqueo no quiso hacerlo
por lo cual, ir•·itado Am:ln, obtuvo del rey un edicto <'11 rl que
se
mas
conclenabn a muc1·te a todos los .1uclíos que había en Persia ;
Di os !<alv6 a SIL pueblo pot• la inlerce si<ín de E~ Ler, sohr i na 111\
~l:u·doquco.
X~h<'lllÍ:lS del Arta,il-t•jt•s Longim;mo ''" r;H'Ol' dí•
2;) 1. ;. Qué cdiclo obtuvo l't•y
lmt .ludios·!
A r uegos de l'\ehemía!', Arl.:ljc•·jps Lon:;:imano dió licenci a a lO$
dado
Judíos para ¡·cedifica r las murall as rle .le•·usalén. F:ste edic to,
en el alio 1>5ft anlf's de .TPsucr islo , es el punto de partida rl e l a~
setenta semanas de a11os qne, según precl icciion de Daniel, debían
tnmscn rri 1· antes ele la vcnirl a del Mesíns.
de
Llegado Nehemías a Jent,...'\lén, hizo rccons lntir los mu•·o~
:>rla conlrn sus enemig os y trnhaj 1í con
la ci udad para derendf
Esdras por la PI'OSperidad política y r eli¡¡"iosa de la ciudad
r del
pueblo.
F.n 'tlll· s itn:lción h:.llai"'n lo~ Judío~ d··~dc la .~poca de :Xrhe111ía"'
'1.)<2. f·, !li('

lo:osln l os )lncuboos?
Vivirro n ¡;ucesi1•amenlo bajo la dominaciC.n de l os Pl'r;:as, Grie-
go~, Egipcio s y Sirios.
2:-,:-1. (·· Córno ~e pol'lat•on lo~ Pt'''"as con tos Jn•líos?
Los Persas L•·at;u·on a los Judíos nuis bien como p•·otcclOI'C$ que
lo!'
como dom inadon':>. Med iante nn ligero tributo que pagaha a
naci<'• njudia se t'<•gia por sus propias leyes, hajo la suprem a
rey('s, la
aulol'iclad del sumo saccnl olc, asi~lido dr un consejo 1lc ~rlenta
y un ancianos elegido s por el pu eblo. l!'u t'· una épO(·a dr profun da
pll:.:, gozo, descan so y ahnndan<·ia de Lodos Jos h i cne~ .
:1. Los .ftulio s hajn e l llnmin i o <l e l os (;¡· i rnos
y <l o l os E u ipc ios .
lo... J•ulio-.'!
'2..\. ¿ Ot' t)Ut~ tn:ull'r.t llrgú a ..('(' .\J~jamhu )la;.: no ra\'01-:'"tt.lt• il

En l a expedi ción que debía determ i nar la r uina del i


1upe1·io
152 ¡yo PERIODO DE LA PREPARACIÓN DEL m:SíAS

pe1·sa, Alejandro fué a poner sitio a Jerusalé n, que habfa perma-


necido fiel a Dal'io. El sumo sacerdote Jado salió a recibil'lo con
los sacerdot es y levitas, revestido s de sus ornamen tos sacerdo-
tales. A vista del sumo sa,cerdote, a quien había visto en sue1i0R
en Macedonia anuncián dole la victoria sobre los Persas, Alejandro
se sintió sob•·ecogido de religioso respetQ. Jado .le presentó el
libi·o de Daniel, en el que estaban anunciad as sus victorias. Ale-
jandro ado •·ó al Dios de Israel , ol'•·eció sac•·iftcios en el Templo,
pCJ·mitió a los Judíos que se rigieran confo•·me a sus p1·opias
leyes, mediante el tributo que pagaban a los Persas, y prosiguir,
sus conquist as.
255. ¿ Qué fué de los Judíos después de la divi•ión del i1np••rio de Alcjand••o?
La Judea correspondía a los reyes de Siria, pero cayó bajo el
dominio de Tolomeo Soler, fundado r de In dinastía de los Lagi-
das, a consecue ncia de una gucl'l·a entre Sir ia y Egipto, durante
la cual Je•·usalén fué tomada y saqueada , y cien mil Judíos lleva-
dos cauti,·os a Egipto.
256. ¿Cómo los trata1·o n los Lagida!-1?
Con bondad. En tiempo de Tolomeo Soler una colonia Judía fué
a establece rse en Alejandría y de allí se extendió por el África.
Tolo meo Filadelfo mandó traducir al griego los Libros Sagrados
(284-247 an tes de Jesuc•· isto) y enriq ueció la biblioteca ele Ale-
jandría con esta traducció n, conocida con el nombre de Ve•·sión
de Los Setenta •.

4.. l~os .Jud íos ba jo e l do mini o d e los S irios.


257. ¿Cómo pa.aron 1~ Judíos al dominio de lo< Sirios?
Viéndose persegui dos en tiempo de Tolomeo Filop!itor y Tolo-
meo Epifancs , acudiero n en demanda de socorro. a los Sirios,
quienes los tomaron bajo su protección. Anlíoco Ill los trató con
bondad y les concedió plena libe•·tad pa1·a vivir segün sus leyes.
2:}8. ¿ T•·:at:u·on los sncc~Ot't!S do AnHoco con la rni:;h1a bcnrvo1enci3 n los
Judíos?
Los Judíos tuvieron mucho que sufrir en tiempo de Seleuco IV, y
sobre todo en tiempo de Antíoco Epifanes.

• Se ha llamado esta traducción l'e)·•ión de los Setenta porque. scgtin se


dice, tr:Jbajaron en ello selenta traduclores. - l.o• Setenta no lraduje..on toda
l:a Biblia, sino ~lo los cinco libros de ~loisé:s. L:-• tr;adocción de los dcm:'ts
li bros del Anliguo Tcst~ur1ont o se tcr·mínó hacia C~"l :\i)o 130 antes de Jesucr·isto .
l'or· medio •le esta dirusión de las divin:as Esc•·iLul':lS en 1:~ len¡;ua m;'ís cxl('ll·
ditla de aquella •'poca, Dios prepal'ó el camino al ~lcsias ¡· al Evangelio.
LOS .JUDÍOS BAJO EL DOMINIO DE LOS SIRIOS 153
259. ¿ Qu<l atentado conll·a .e l templo comeüó Seleuco 11' '!
Seleuco envió a su min istro Heliodoro a Jerusalén para que se
apoderara de los tesoros del Templo y los trasportase a Siria. Mas
no JJi en había entrado Heliodoro en el templo, cuando se vió
derribado en tierra juntamente con sus guardias po r: una fuerza
invisible ; al propio tiempo era pisoteado por un caballo montado
pot' un jinete cubier to con armadu ra de oro, mientras que dos
ángeles le herían con vet· gas. He liodoro, sacado medio muer lo del
Templo, recobró la salud por las oraciones del sumo sacerdote
Onías. Seleuco renunció a su sacrilega empresa.
260. ¿ Por qué pel·mitió Dios Jas l>crsccucioncs que se siguie1•on ?
Después de trescientos alios de tranquilidad, la amb ición y la
envidia habían pe netrado entre los Judíos . Algunos de los más
poderosos, para llegar al sumo pontificado, qu e era la dignidad
prin cipal de la nación, lisonjeaban a los reyes, y aquella sagrada
dignidad había llegado a ser el premio de la adu lación . De aquí
nacieron los desórdenes que atrajeron la cólera de Dios.
261. i, Qué guerra hizo Antíoco Epifanes a la tcllgión ?
Al principio, Antíoco se dejó llevat' ele la codicia, vendiendo al
mejor postor la suprewa d ignidad sacerdotal ; más tarde empren-
dió la persecución. Después de haber asolado a Jerusalén y hecho
matat' a millares de habitantes, saqueó el Templo, hizo cesar los
sacrificios, arrojó al fuego los libros de la ley, colocó la estatua de
Júpi ter Olímpico sob re el altat' de Jos holocaustos e impuso pena
de muerte a todo aquel que rehusara adorar a este ídolo, al que
celebrase el sábado, y siguiese las prescripciones del rito judaico.
'2:G'2. ¿Qué conducta obsc1·varon los Judíos dur:mte esla persecución?
Algunos obedecieron los mandatos del rey, pero la mayoría
pt•efirieron la muerte a la violación de la ley ele Dios.
'263. ¡, Cuáles fucl'on las víctimas más ilush·f•s de csl\t persecución?
'1 • El santo anciano Elea~w·, que p1·efirió la muerte antes que
comer manjares prohibidos. Sus amigos , para salvarl e, habían
sustituido en secreto los manjares prohibidos por otros penni-
lidos, y le instaban a que comiese fingiendo obedecer a las ónle-
nes del rey, mas él les contestó noblemente :
No es deco•·oso a tlllesi>'a edad usa>' ele tal disimuw, p OI'(} !le 1111<ehos
mancebos, c1'eyendo q ue Elea:cu·, de ;noventa ttiws, se ha pasado a la
vida de Los e:r;t>·a>tje•·os, ellos también carl'ian en e>'I'OI' po•· es te• mi
fic ción ... Porqttc aunque yo en este tiempo p•·csen/e m e lib>·asc de los
suplicios de los homb•·es , mas ele lct ma>w del Todop ode>·oso 110 ¡>od•·é
escctpa•· .. . Po•· lo que mw·iendo va•·o>~ilm.entr. me mostt·cu·é digno de
7'
154 IV" PERÍODO Dt: LA PREPARACIÓN 1)1!1. ~IESÍAS

c•ICI nncitmitltul, y clcjtu•é lllo.•jóvcnc•ll•l ejcmplu de fo•·tttlc:tt, sist<{rit•·c


con ánimo p1·onlo y cou.'llcu,le wuc. nntc)'lc hmu-t~stt cu rlt'{cH:w. de unu
ley ln más 9 1'at:c y J1lÚs ,otwtllt. 1 •
2" Los siete hermanos Macabeos y su madre, que dieron prue-
bas de admirable constancia en med io de los mús horl'orosos
suplicio~ .
'l'ti, uh 7>et•t•e;·.-.~;.il¡mo . 11()1!1 haJ;.~•.-: pcJ•deJ' la t'Íllfl, pP~:\Pt1lt•, decía uno de
ellos ;:a A ntioco. ma~ el Rey dd wundo ,ws ,.e... ucilfu·á. e u /te. ,.e.... lu<t·ección
tle /<t vida pe.'tllt,·nble, ,,.,,. lwbc•· m~te.·tu 1'"'. su< /e¡¡c.< •. - Tntenlaudo
¡\ntioco ganar al m:1s jovPtt, díjole su madre : lkt·ilJc la nwe.-te, ¡>a••<t
'/UC yo le ,·ecob,·c con lus Jle,·mt(IW~ en "'fw:lla oti:ff'I'Ú:m·tli(t 'fW! ~pct~((·
u1os3. Y el niúo dijo: Po,• lo que n 1· ni toc.:n , tlcl n.isuw 1noclo quf' n1i.'i
/ie )•ntauo~, cnh·cyo mi alnw !1 nti ctw,·po po•· le'~ lt·yc.ot de rni~S patl1'C$;
1
t'O(!Cutdo a. Dio$ que :oc lltUC$ lJ•e ca auto antes ¡n·opicio n JUtc:-;h·u nación ' .

5 . Los :\Iacabcos.

'.!G\. ¿Quién se levantó entre le» Juilios en defensa del (lucblo de Dios y de .u
ll!y s.ant.t '!
Un sacerdote llamado Matatías, biznieto do Asmoneo •, que
agrupó en derredo r suyo a ho•nbres valientes capaces de castigar
a los prevaricadores y de derri bar los idolos. Ten.ia cinco hijos :
Juan, Simón, Judas, Eleo.zar· y Jonatds . .\ 1 morir los e~horló a
p~ nnanecer fieles, y les dijo que tonwtie n a Simón por consejcr·o,
y pusiesen a Judas al f•·ente de su reducido ejército.
2H:>. ¿ Por qué se dió a Jud3:-, el noulbre de llac.1beo, c.tut.: su::. he•·manos con.
sc.-v:n-on dc;pués de él·?
Esta palabra, en !a lengua hablada entonces en Ju dea , signifi-
caba martillo . A Judas se le llamó Jlla~abeCI porque, como un
martillo, deshizo y ap lastó a los enemigos ele Dios.
~OO. ;. Triunfó Judas do lu~ ~·eu•u1i gos de Dios'/
Lleuo de confianza cu la prolección divina, Juda~ Jfacaúeo
dcrr·oL<í a los ¡;en erales de .\nlíoco, y después fué a Jerusalén a
puri!icar los lugares santo:; y ab rirlos al culto divino.
::!G7. ¿Cómo mul'ió .\ntiuco '!
!::iabedor de la,; derrotas de :;ns generale:;, Anlíoco se enfureció
y mandó que le Jlc,rascn a Judea a marchas forzadas. Mas en el
camino cayóse des~ carro, magullándose las cam es. Su cuerpo,

• As moneo, de la •·az:• de lo~ •ac••ilicado•·es. nc aqui el nomlwe de A;mo-


ncos1 C(UC l01ll..'l1'011 los tJ~c..:ndielllCS tic ).(al:,lias.
t u ll.acub.. YJ, :f-1- ~~- :: llllacab., YH, 9. - ; H M3eab., \'H, ,!.1, - ' U lta.e:Lb.• \'u, 31.
155
lleno de gusano s, e~halaba un 0101· inSOI>OrlaiJie. Reconoció en
esto la mano de Dios; pero, como su peniten cia no era si ncera,
murió desgarTado por los remordi mientos y la desesperación.
268. ¡,Cuál rué el !in do Judas llacaLco· !
Judas Macabe o te rminó su glo r·iosa. vida con una muerte aún
más glorio:;a. Viéndose atacado poi' fue rzas s uperiore s en número ,
e~horló a sus soldado s a sacrifica r generos amente la
vida por la
religión y por el pueblo. La batalla duró desde por la ma!lana
hasta por la tar~e; Judas habfa consegu ido arrollar· al cjér·cilo
enemig o, cuando cayó herido rnor·Lalmenle y quedó como sepul-
tado en su triunfo. Su ruue rtc fué un duelo público.
Le llo•·ó lo1/u et pueblo de Js¡•t~cl con u•·wttle duelo y /Q cml~clwroa
muclcos clias. r tlije•·o,.: ¡ Cúmu cayú el campe611 que defendía u/pueblo
de J.¡·c•el 1 !
2GU. ¿Cuál rut· d resultado de hu; \'ictoritts de su het'hHIUO Jonatús?
Por· sus victoria s, o).¡tuvo Joualus un h·atado de paz que le ¡>er-
rnitiú gober·nar la Judea como los antiguo s jueces de Israel.
2/0. ¡, PoJ• quh~n l"tlCI'Oil liiJt'<Hlos lo:; Judios u~.·l ~·ugo c.ll! los !'lirio.s '!
Por Simón, último supet...-i vienle de los cinco herman os :\Iaca-
beos, que obtuvo de Demell'io ::\ ic::tnor, rey de Siria, la exe nción de
Lotlo tr iiJlllO, y renovó la al ianza que su~ herman os habían hecho
t.:on los Esparta nos y Jo:; 1:omano s.
Lus Judios !1 sus :\Uc.;cl·tlvtc...: lw/,icot c:.o;u:culi!lo en 'fUC él fuc:;c su
cau.·
clillu, 11 .<IWw >ll~c>·dotc pw·n •i~111 ¡J>·t·, h«6ln '/IIC •e /cvttnlur c w1 p>·u{ctt•
fiel"·
~¡l. ¡, Cuál Cl\t e::-c pl'orctot Ji el y n·•·d:¡lle1·o •¡uc c:tpcrah;n¡ los .hnhos '!
El ~l csías.

La soberani a asmouon.

2i-:!. ¿ Quién l'th', d succ:sOl' Uc SinlÓH '!


Juan Hircano , su hijo, que devolvió al reino de Jud:i la cxten·
sióu y el pode r· que tonia e n Liewpo (k David y Saloltlúu . Con-
quisl!Í la Idumea , el país de los Fili:;lcos y de Jos .\nronil as, some-
tió la Samaria , quemó el templo de Carizin , e incorpo ró e:; las
comarc as al judaísm o haciend CJ les adopl•u· la ley de jloi~és.
21a. ¡, Cu:il de lo:-t a~1ooneos tomó el litulo Ue r~y '!

Al'islóbulo J, hijo y sucesor de Juan J lir·cano.

1 1 Mae:~.b., 1:<., 2
::u, :n.- 1 llnc:tb.• !IV, 4.1.
156 JV0 PERÍODO DE LA PREPARACIÓ:-1 DEL MESÍAS

G. Los Judíos bnjo el domin io de los R oman os.- Herodes.


274. ¿ Cómo cayeron los Judíos en poder de los Jtomnnos ?
Hircano JI y Ar istóbulo IJ, hijos de Alejandro .Janeo y nietos
de Juan Hircano, se hicieron la guerra por causa. de la dignidad
sacerdotal a que iba aneja la dignidad real. Pompcyo se hallaba a
la sazón en Asia terminando la guerra de llfitridates y desposeyendo
a Anlíoco, último rey de Siria. Los dos hermanos lo nombraron
ti rbitro de su litigio, y él confirmó a Hircano en la dignidad de
sacrificador, condujo a Roma a Aristóbulo para que si1·viese a su
tl'iunfo, e hizo a la Judea tributaria de los romanos.
275. ¿Cómo Besó 3 ser Herodes rey de los judíos, siendo idumeo de naci-
miento?
Su pad t·e Antipater había sido nombrado po1· César ciudadano
romano, y encargado por él del gobierno de la Judea. Herodes
mismo era gobernador de Galilea. Intentando Antigono. hijo de
Aristóbulo 11, reconqui star el trono de Jud ea, Herodes se fué a
Roma y se captó las simpatías de Antonio y de Octavio, quienes
lo proclamaron rey de los Judíos, después de pronunciar la depo-
sición de Antigono.
Como lo había predicho Jacob, el cetro salía de Judá y pasaba
a manos extranj eras.
276. ¿Qué hito Her¡¡des ¡>ara mantene•·se en el poder?
No retrocedió ante ninguna crueldad : hizo mol'i r a todos sus
rivales de la familia de los A.smoneos, hasta a su misma mujer
Mal'iana, nieta de Arislóbulo ll, y a tres de sus hijos. Como los
fariseos le hicieron viva oposición porque no podían tolerar un
pl'incipe extranje1·o, hizo pe1·ece r a casi todos los miembros del
Sanedrín.
Estando a punto de morir de una hort·ible e nfer·mcdad, man dó
congregar en el circo de Jeri có a los principales de .la nación y
dal'les muerte después que él hubiese expil·ado, a fin de que hu·
biera quien le llorase. Tal era el tirano c¡·ucl y suspicaz que para
mata1· al Salvador había decretado la matanza de los ]nocentes.
'277. ¿Qué conducto obsca·vó Herodes 1-et;pecto de lo rclisión mosaica?
Herodes; profesaba exteriorme nte el judaísmo. Pat·a halagar a
los Judíos, emprendió la restauración del Templo y celebró su
dedicación con g ran magnificencia. Mas en el fondo era idó latra;
para imitar a los Romanos y a Jos Griegos, dotó a la Judea de
teatros y juegos pliblicos, y construyó dos ciudades en honor de
Augusto. Envileció el soberano pontiílcado haciendo servir esta
dignidad a su ambición y avaricia.
ESTADO DEL MUNDO AL ADVENIMIE~TO DEL MESÍAS 1;'\7

7. Misión p•·ovide ucia l de l os c ua tro lmpe•·ios


y d el pueblo judío.
278. ¿ Cudl fué la misión Jli"Ovidcncial de los cuall·o ímpct•ios bajo cuy;~ domi-
n;~ción vivieron los J udíos desde el cau tiverio de Babilonia hasta Jcsucl'isto?
Bossuet la resume de la siguiente manera : « Dios se si rvió de
los Asirios y Babilonios para castigar a su pueblo; de los Persas
para restablecerlo; de Alejand ro y de sus primeros sucesores para
protegedo; de Antioco el Ilustre y de sus sucesores para pro-
barlo; de los Romanos para sostener su liber·tad contra los reyes
de Siria cuyo constante designio fué destruit·lo. Los Judíos estu-
viero n bajo el podet· de los Homanos hasta Jesucristo. Cuando se
negaron a reconocerlo y lo crucificaron , esos mismos Homanos,
sin darse cuenta , prestaron sus armas a la venganza di vi na,
exterminando a aquel pueblo ingrato.
!!79. ¿Cumplieron los Judíos alg'unn misión pro\'ideocial en medio de las
u:aciones?
Los Judíos vivieron en continuo contacto con las más célebres
naciones de la antigüedad, con Egipto, Asiria, Persia, Grecia y
Roma; estuvieron largo tiempo cautivos en Babilonia, y después
de la destrucción del imperio de los Persas por Alejandro, se
di spersaron por todas partes, pot· Asia, Áfri ca y Eur·opa; esta-
blecieron colonias en las Indias, en China y en Abisinia. Sus
libros sagrados fueron traducidos al griego po1· orden de Tolo-
meo Filadelfo, hacia el año 250 antes de Jesucristo. Animados de
un gran espíritu de proselitismo, los Judjos si1·vieron de instru-
mento a Dios para recordar a las gentes las creencias primiti-
vas, y pt·eparar los caminos al Mesías.

8. Estado del mundo al adven imiento del l\l estas.


280. ¡, En qué estado se hallab;~ el mundo pagano a la venida del Mesías '!
El mundo pagano había llegado al apogeo de la g¡·andeza mate-
rial. Grecia e Italia habían dado al mundo poetas, oradores,
filósofos y capitanes ilustres. El imperio romano, el m;is vasto de
cuantos se han fundado, ofrecía el espectáculo de un lujo inau-
dito. Mas, por otra parte, la religión y las costumbres se halla-
ban en completo estado de decadencia; el error y la impiedad
prevalecían por todas parles. En las divinidades de l Olimpo se
ador·aba el vicio en todas sus for mas. La opresión era universa l :
el esclavo temblaba delante de su amo, la mujer y los hijos delante
del padre, el ciudadano delante del Estado. El mundo pagano
158 IV" PERÍODO Dt: L.\ PREPARACIÓN . - RESU~lt:N

iba a disolverse y a sum ir·se e n la barbarie, si Dios no le hubiera


e nv iado un Salvador.
281. ¿, r.uál cr~t cntonce~ el C:tW.do de los Judioi tocante a la religión?
Lo3 Judíos, depositario:; de la verdadera religión, ero pezaban,
no precisarocnt e a olvidar t~l Dios de sus padres {y<t que desde el
reg reso del ca utive rio no habían vuelto a caer en la idolatría),
sino a mezclar con la religión supersticion es indignas de Dios. El
verdadero espíritu de la ley se per dia entre la ntultiplicidad de
pnicticas ex teriores irwenladas por·lo:s fariseos, que las imponían
al pueblo para dominarlo.
Otro mal no meno r de los J udíos cr·a l l na sobcrbit~ presunción
q ue los inducia a creer que, siendo hij(JS de Abt·ahún, e ran santos
por nalu t·aleza, y no pot· gracia. Ello:s :-;oJos se tenían por dignos de
conocer a Dios, y mirabau a los gentiles con de.tlén iusoportable.
Había llegado la hora de que apareciese la f. u: del mundo ' ,
para restablecer la religión en toda su pureza y da rl e tocb su pet·-
fección.

RES UM EN
I V• l'c l'lo <l o . - Caut ividad de Babi lonia . - JJuranlc la catHivi<lad , J c1'c·
tnías cjl!I'Ciú c u J udea su m i:;.iún p1'0rCt ic;t. E~:~.:quicl consolú :11 pudJIO cau ti\'O
en &biloniJ. 1Janicl 1 -.,>duc.edo fli'O\'hleuci:lllnl'lllt• t•u la corlc de C..ldc:t, e~plicó
los sut>iu>~ de ~a.bucOOonOSOI', confuudió 1~• itnpo. . lm·a de lo.s ~:•ccrdotcs de
lld, pre<hjo la muerte de ll:•lla-at• y el ti u d,·l i111¡.crio caldeo. l.x!spué:s de la
toma de B:tbilonia poi' Cit'O, oLiuvo tle cslc t'\'Y uu edicto q uo pcntlitia :.• Jo:-;
.Ju dlos volver· a .Jcrusal6n y r·ct:d ilic~u· el Templo.
La primc•·a sal ida de los .l udios p:wa JCJ'tu;.al.~u se J.izo Lajo 1:' dil·cccióu de
Zor obabel, priucipe de la c.t8;o de Oa<id; la s.:¡;uuúa, IJajo la ,¡,. E•ú•·a$.
Los J ud íos bajo el dominio de los Persas. - los Judio.> <1ue qucd:u-on en
Pcrsia cslu\·icron a punto de se•· \·rctiJOa:; del implo Amún. ~e salvar-on po•· l:1
intcn·cnción pto\·ideocial de l!:$let·. - ~chcmi:1s obh•\·o tiL· .\t·tajc•:jcs Longi-
rn;,.¡no un edicto p al';t rcconsll•uir lo:-o 01111'0$ de .lcl'us:dén, ~· tt·a bt,jó con Esd t•:ts
por Ja pa·o:ipcridad de su puchlo. ) Jienlf'as los .Jud íos vivic•·on sot.,ctidos a los
persas. disfrutou-on de much:t vaz ~· pmlie•·on t'4'Hi rsc po1• su..- (H"'pias le~·es.
Los J udíos bajo el dominio de los Gr iegos y de los Egi pcios. - Habiendo
ido Alejandro a poner sitio a Jcrus.ah!n .....1 ~u ano sael·rdotc Jado salió a ~u
eaeue n h·o ~· le p redijo su viclori:t Sl)brc los Pctogas. Alt"jandro ;ulorO entonces:
;al Di o¡ t.lc lsl'acl y per mitió n los Judíos r e¡;it':,\J pOI' sus p l'op hu~ IC)'CS. Después
de m uc r·to Al('jaud r·o, p as:1 1'0II los J udío:, a 1~1 domi nación d e los re~·es do
Egipto, quienes los tr~ll:,won con bondad. Toloruco Fil:u.Jclro •••:m<.ló tr<lducil·
lo=-- Sagrados Libros; ~la h·aducción se ll:thlÓ l"c:rsi<iu de lo1 .Setenta.
Los J udíos bajo el dominio de los Sirios. - 1101biendo P""'1do los Judíos a
la do min<ación de los ~it·ios, Cstos Jos h-atnt·on :~1 pl'lncipio con boudad, pero

t JU3 DJ \'lll t 1~.


IV 0 PERÍODO DE Pi\EPAI\~\CIÓN . -CUADRO SH\ ÓJYfiCO '15!)

después les hicieron sul'l'i•· mucho. Selcuco IV envió a Ueliodoro pa•·a apode-
ra•·sc de los tesoros del Templo y collcluci•· a los Judíos a ~iría. llcliodo•·o fué
dCtTibado en tiet•ra a la entrada del tctnplo y castjs:.u.lo poa·los ;íngclcs. En tiempo
de Antioco levautó::;e un~t tcn·ible persecución cuyas vicLim;.JS más ilustt·cs
fueron el anciano El<:aza .., los siete het·manos ~acabeos )' su mada·c. (JHC
mosh'ou·on una constancia admit·~\llle cu tt'ledlo de los 1nás atl'occs suplicios.
Los Macabeos . - Lleno de confianza en ht p1·otccción di\'ioa, luchO Judas
~lacabcocoutra los generales Oe Antíoco )' los de,·,·otó. Antioco, herido por la
m uno d e Oios, mu1·ió dcsga i'J'ac.lo (JOL' e l l'Cií'l OI'tlimicnlo y la cll!scspct·:lciÓn.
LJespués de la g iOJ' ÍOS<t mncl'lt! d e .Judas, su hermano Jou;,¡,tús gobc1·nú la
Judea cou1o los ¡Ultiguos jueces de lst·<lcl.
Los Judíos bajo la dominación do los Romanos. - Los Judios pasa•·on
poco d espués al dominio de los Hon1anos b<tJO el cual pea·n'lanccic,·on h;.tsta e l
a<h'enimienlo de Jcsuct·isto. Herodes e l Idu meo l'u6 notnb1·ado r ey de los Judío~
y se h izo célebre pot' sus c rucld:.tde/5. E:ntouccs salió e l cet.·o de J ud:.i..
Misión providencial de los cuatro imperios y del pueblo judío. - Dios "e
sil'\'iÓ de los .\sirios~· tlabilonios pa1·a ca~1 ig;_w a su pueblo; d e los Pcl'sas, p::tt';.t
J'CSlablecel'lo ; d e Aleja.ndl'o y sus prilncros sucesores. par.- pt·o tcgct·lo; de ..\ ll-
tioco el Husll'C )' sus SUCCSOI'CS, para probarlo; dt! los n.omanos l p~u·a conscr·
\'arlc la lihcl'tad conh·" lo~·e~cs <le S ida .
Po1· su parle, el pueblo judlo, dc¡>otd~t·io de la vcrdadct·a J·cli¡;ión y rela-
cionado con las naciones m:ís g nmdcs de la antigiicdatl, sit·,•iO de instl'u meuto
a Dios para recordarles las creencias p rimitivas j' pr·eparar los c:.uadnos al
~lcsías.

CIJADRO SINÓPTJCO
f ').Ikió n JWOf\':LI~' llo .fcrc mias ..:n Judc:.1.
cousolmlor:l ,te Ezcrtul<:l cu Babilonia.

~
)ll~ión
)lh¡hm JU'CJ''hienC"hll do Daulel en lá corw de Jos l'llyés
La é3uti\'i,l:hl dO (;aldC~I y PCrlii:l.
de Uabilonia
U<:greso ,
\ l~d i cto üc Ciro. -
ductot·.
Zol'Ol•abel, COU"'

1\ de la co.uu.lvt.Jad / l'rhucr edicto \lé Asuero . -


condu~tor.
&\lr.'t$ 1

LU<S J-udiOii \' P-..·ligro de extc rmin!Q imt-cdido po1· Este~· .


dcb:tjo do lv:; ScemhiO cdtcw de Asucro ubumhlo l'Or Nch cmia!;.
) l~eoott Slntccióu de las Ultn'all;us tic Jcn~tmléu.
1 \ 'o P.:Riouo l'crsu.s t Euoc:t d u Jl:lz ¡l:u -:1 )();'; Jud fos.

~Alejandro tlel:mtc liO Jerusalén.


De~ o J 11
L t>SUtOS ECObletoJI'
In. cn u c.h•id;.~tl UebaJodc losGrie· ~s ¡n· rn :• s th '"-'· .
ha6La la \' Cuhl:l. eu.s Y .K,¡;i¡M:ios pjz debaJo tlc los rcyC'S cglpc1o::.
Versión do \o:; S.Otcnt:l.
d e Jc:;ucri6Lu
Lo3 Judios ~ Persecuciones de Seleuco y AuLioco.
L:l. dominación J.clxl.jo 1le los Si- j C:l!5tigo de Hcttodoro.
e:nr.mJc.r.a rio:; , Martirio tle Rlcar.;u· y de lo.s Mac:abco.s.
Matatin ~ y SU$ élnco h ijo!>.
Vlctoria!'l de Judas Mac-abeo.
:\hu.:rte milienthlo do .:\: ntioco.
Los Macabeos
l!'iu glorioso de JwJa~ ::\J:ac:ahco.
VIctoria de sns herm;.mos.
lton::~rquja asmonea.
Los .Judíos { Quere11a )10r el s~acerdoclo.
dtb:ajo HurodclS Id umeo, rey do 1~ .Judfos.
de los Romanos Sus crueldades.
:Mlsióu ¡n·ovtdcuctal de Jos cu:ltro itUt)<:rlos y Uo loti Judios.
CAPÍT ULO VJJ l
EL MESÍA S PREFIG URAD O

:
SUliARio. - l. f"'gunu mesiAnlea1 on general. - t. El lteslas prefigurado por las penonna
Joauil,
Adl\n, AOOI, Noó, .4.brah:1n, MCI(lui!!Cdcc, hnne, Jaoob, JOfó, Job, Moltés, Aarón,
Gedeón, San9Óo, Dn'·ld, Snlomón, Jonás. - !. Kl Mesfns J)rtOgurado 1•or hechos siollx\lleo~.
El Arbol de 1~ ''lila.. .SI cordero pucu:11. El man~. La. iCrJ,ICnt.e de bronce!.

·t . F iguras mesiáni cas en uen el'al.


1. ¡.Qué se entiende por figuras mesiánica s?
Los personaj es, objetos y acontecimientos que daban de ante-
mano las set1ales distintiv as del Mesías : eran como retratos
anticipad os, y predicciones mudas de su venida.
2. ¿Cómo sabemos que el Mesías rué figurado de ese modo en el Antiguo
Testament o?
Lo sabemos : 1• Por la Sagrada Escritura. Entr·e otros testi-
monios, Jesucrist o ha declarado que la serpiente de bronce figu-
raba su muerte de cruz 1, y Jonás su r·esurrección •. San Pablo,
refiriéndose al pueblo hebreo, dice que las cosas le sucedían en
figura 3 •
2• Por la tr·adición. Todos Jos Padres de la Iglesia afirman que
el Nuevo Testamento se halla oculto en el Antiguo¡ que el Anti-
guo '!'estame nto es como la rosa en pimpollo , y el Nuevo, como
la rosa abierta.
3• Por la perfecta conformidad entre las figuras y :\uestt·o
Sc•'lo•· Jesucristo. No puede ser el acaso, sino la sola sabiduría
de Dios, quien ha es tablecido tan admirab le co nformida d.
3.. ¿ Cómo se dh·iden las fisuras del Antiguo Test3meut o?
En figuras pe1·sonates y en figuras 1·cales, según sirva de figura
u na persona o una cosa.

1 Juan, m, u. - ! lbt., xu, 40. - J 1 Cor., x, 11.


ABEL 161
4. Nomb1·3d esas figuras.
·1• Figuras personales: Adán, Abel, 1\oé, Abrah(lu , Melquise-
dec, Isaac, Jacob, José, Job, Moisés, Aarón, Josué, Gedeón,
Sansón, David, Salomón, Jonás.
2• Figut·as reales : El árbol de la vida, el cordero pascual, el
maná, la set·pienle de bronce.

2. Figuras personnle;; d el Mesins.


Adán .
G. ;. Cómo es Adún figura del Mesías?
Adán es fogm·n Jet Mesías por semejanza y pot· conh·as te.
Pm· semejan:« . - Adán es la obra maestt·a d~ Dios rn la creación te-
rrestt·e. - Nuestro Seiiot· es la obra onaestt-a de Dio~ en la creación te-
rrestre y en la celeste.
Ad:in fué constituido rey d el unh·erso. - Jesús declara que « toda
potestad le ha sido dada en el cielo y en la tierra' · •
Adán se duerme, y de una de sus costillas le forma Dios una compa-
i\et·a. -.Jesucristo duertne en la cruz el sueiio d e la muerte, úbrenle el
costado y de til sale la Iglesia, su esposa, figurada por la sangre y el
agua.
Entro Ad{tn y Eva existe una unión indisoluble. - Ento·e .Jesucristo y
su Iglesill existe una u nión que no tendrá fin : • Estad ciertos que yo
estarú continuamente con vosotros hasta la consum:oción de los siglos". •
Adán prca, y es arrojado del paraiso. - Jesucdsto, después de bajar
del cielo, se hizo, por amor nuestro 3 , como si hubiese stdo el pecado
mismo.
Po•· conh·aste. - Ad:in es el padre d e todos los hombres según la
carne. - Jesucristo es el padre de todos los hombres segtin el espíritu.
• Por el pecado de ;\dim todos los hombres incut·rieron en la condena-
ciün. - Por la justicia de Jestis, todos los homhres reciben la justifoca-
ciün dn la •·ida '· •
Por Ad:in •·ino la muerte, y por Jeso"os la t·e~urrccriún dP los muertos.
-Todos mueren en Aditn, y todos serion vivificados en Cristo'-. •

Abel.
G. 0 Cóono es Abcl figura del ~l csías ?
Abel fuú pasto t· de ovejas . ....: Jestís es el pastor de las almas : " Yo
soy el buen fl:lStor, d ice Jcstís , conozco a mis ov~.jns y mis o••cjas me
conocen n °.
El sacrificio de Abel fue agradable a Dios, el de Caí n fné rechazado. -
El s:tcrificio de Jestís es el único r¡ue Dios acepta pa.-a la remisión de
los J>Ccados; los de la ley antigua no tienen este valor. • Lo que se ofrece

t lbt... XXVIII, 18. - ' lt':lt., xxvm, !0. - J n Cor., v, !l. - 4 Rom., v, 18. - $ l Cor.,
xv, 21, 22.- ' Ju.:\n, x, 14.
tG2 FfCURAS PERSO:<ALES DEL MI':SÍAS

scgion In ley no ha sido d e tu ~grado. Y dij e : Heme aquí que ''engo ¡oh
mi Dios! pa•·a hace•· tu vo luntad; abolió el pri mer sacrificio para esta-
blecer el segu ndo' . "
Abcl por s u piedad exci to la en,·id ia de Caín. - Jes•'•s por su sa.ntidad
y s us milagros se at,·ajo el odio ele los .Tuclios , sus henn,u1os.
Caín d ijo a s u l1 cnnan o Abe\ : • Vamos afuera, • y cuando estu\'i cr·on
e n e l campo, Ca ín n1at0 a s u he rman o ,\he!. - Los .fu dios condujeron a
Jesi•s fuera d e los muros de Jerusalén y lo cruci fi caron en e l Golgota.
" La \' Ql, de la sangre de tu herman o clama h asta mi•, • dijo Dio~ a
Caín . - « La aspersion de la sang re ele .T es•'•s habla mejor que la de
Abel 3 , , dice S. Pablo.
<• A n dads e rrante y fugitivo por la ticn·a \>> d ijo Dios a Caí c. - « liaré
que la casn de Israel sea agitada entre todas las gentes, como se criha
el trigo eu un h,11·n ero"," d ijo Dios por boca del profeta Amos.
« Pu so e l Sei\or a Cain una sciial , para que no lo matase todo el que lo
e nco n trase•. • - " Dios, d ice e l P rofeta-Hcy, me <lar:', in dici o~ acerca de
m is enemigos : no los mates porque t,tl ,·cz no se Ol\'id rn m is p ueblos'·»
Los .ludios, ene migos de .Jesuc•·isto, sou fúciles de recon ocer en todas
partes : no han drs:i p:u·ecido como ta ntos otros pue.hlos ; hace dieci-
nueve siglos que el ¡1t1 eblo fi el es testigo del castigo de la ¡wewu·icaciim
j udaica.
Noé .

í . ¿Cómo es NoG figura clc1 )lcsías~


Noé fué e l consue lo 1le s u padre Lllmec; que es lo que s ig nifi ca Noé.
- Jcs>'•s , q ue q uie•·e decir S:d vador, po•· la sah·ación que ¡>rocu ra a los
hombres, consuela , es decir , ap laca a su !~tern o Pad re, irritado por el
pecado . « Este es mi q ue ri do ll ijo, en quie n t~ngo puesta toda m i com·
placenci:. •. »
« Noé fué vm·ón j usto y pel'fcclo, en sus gen eraciones; con D io~
an duvo"· " - Jesi•s d ecía a los fariseos • ¡,Quién de "osotros me con-
"en ccr:'t d e pecado 10 ? •
Noé, por o rden de Dios, con struyú u na arc:i que debía sa h·a,· a todos
los q ue estaban con {; J. - .lest'•s ha fundado In Ig lesia fuera dt' la cual no
hay sal vación.·
Mie n tras Noc construía el :u·ca no cesaba de pred ic·a r la penitencia,¡· n o
lo escucha ron. - Jes t'1 s no ccsnha ele deci 1· a los J udíos, mientras traba·
jaba en c~ta bleccr su Igles ia : " l·bced peni tencia si no hicie re is pen i-
tencia todos pe•·cc<'réis " », y tampoco lo escucharon .
El arca de No<i e11cerraba toda clase d e Cl'ia tu•·as , de ,m i mal~s puros e
impu•·os. - De la Iglesia d e .J esucristo fo rma n parte hal•itante• de todas
las .na(,iones, justos y pecadores.

1 llebr., x. S. !l. - ~ G<:u., n~. 10. - 3 Hebr.. x u, 24. - 4 Gt.':n.. no, 12. - :; AmóS. 1x,
!). - G Céu., I\' , 1!1. - i Snlmo, 1.vm, 12. - ~ ~la l ., 111, 17. - g Gt~ n. , n . !). - 10 Ju~U),
vur, 4G. - 11 l\l:lt.., 1v, 11; Luc.• x111 , 3.
~IELQUJSEDEC 103
Despucs del sacrificio qué ofreció Noé ;o( sal ir del ;1rc.~, Dios hizo
alianza con él. - Después de l sacrificio (1() la c ruz, Dios ha horho con
Nuesli'O Se1'101', y po1· ¡::¡ coo los holnlJrt·s, una alianza que scr;'l elenla .
Noé I'C¡>obló la ti coTa . - Nucsto·o Scioor pohli> la tierra tic juslus y e l
ciclo de santos.
Ca m se onofó de N oc.- Los Judíos se mofaron de Jesucristo crucificado.
Ca m fue maldecido .,, su posteridad, y sus hermanos bend ecidos de
Dios.- Los Judíos mol:uJores de .lesüs han sido maldecid os por Dios, y
los verdaderos hijos de Israel, los discipulos de Jesucristo, han sido col-
mados de bend icion()s.

Abrahán.
S. ¿, Cótno es Abralltm ligut·a del ~lesias ?
Abrah:\ u es el pado·e del pueblo de Dios : « Te haré padre de un g ran
pueblo, y t() bendeciré y engrandeceré tu nombre, y scr;is hcmlito. lleu-
dcciré a los q ue te bendigan, y maldeciré a los que k ulaldigan '· » -
« Jcsuc.-isto es el padre del pueblo cris tiano;·ticnc la IJc ndición de Dio' y
ha .-ecibido todas las geotes e n herencia, y en poscsiim, los :érmi uos de
la ticrr:l "· » Los que lo bend igan scdm benditos, y los q ue lo maldigan
serán roalditos .

Mclquiscdcc .
O. ¿Cómo es )lclquiscdcc figut>a tfcl ~rcsi~s·~
Mclquiscdcc a1>arccc en la Escritura « sin padre, sin mad re, si n ge nca-
logia, sin ser conocido cJ prin cipio de sus d ia.s, ni el fin d<' su \'ida :J ~' .
-Jesucris to no tiene padre en Ja tierra, ni rnactrc en e l ciclo : «¿.Quién
con lat·ú su generación'? u No tiene principio ni tcodrú fin : « De mi
seno antes del lucero te engeudni'·. » « Tü e res saccrclolc po r lod" la
eternidad 6 . )'
«El nombre de :\felqn iscdcc, en prime•· lug<li', significa rey de justici~1,
ad.emús e,.c, rey de ::ialcm, que quico·e decir rey de paz' . » - Jesucristo
es 1>or excelencia e l rey de la juslioia y de la l"'z : « Yo he sido por é l
eslahleci<fo rey sobo·e Sión, monlc sauto suyo, para predic:u· su precepto •. "
l~n 1::1 , « la misericm·d ia, y la \·e•·dad ~e eucontr~t ron : la justicia y Ja paz
se besa ron "· »
• 3le lt¡uiscdec era sacerdote del Dios Altisimo "'· » -«Jesucristo ha sido
coostiluido ponlifice por toda la eternidad se~ún el o.-dcu de 3lclc¡u ise-
dcc ". •
Melquisedec, sacerdote del Altísimo, ofreció pan y ,·ioo. - Jesucr isto
ha instituido e l santo sacrificio de la misa bajo las especies d() pan y
vino.
3lelquisedec bend ijo a Abo·ah,tn y en él a !odas las naciones. - · .l esu-

1 Gén., XII, 2, a. - :! S:'tltuo 11, S.- :i Jl cbr., n 1, 3. ,; J.S:lÚI!t., t.t tt , S. - ;; Salmo


CIX, 3. - G llcbr., vu. :2 1. - 7 ll ebl'., vu, :!. - l:l Snhuo 11, 6. - ~· SalutO t.xxxn·, Ji, -
'o Gén., xn·, 18. - 11 Uubr., \ '11 :!0.
164 FIGURAS PERSONAL~:S DEL MESIAS

cristo bend ijo a la Iglesia, cuyos hijos son los ,·erdaderos hijos de Abra-
him, padre de todos los creyentes.

Isaac .
·JO. ¿Cómo es Isaac figul'a del Mesías?
El nacimiento de Isaac fué anunciado a Sara por u11 imgel. - Taml,iéu
fue un ángel qu ien anunció a Ma ria el nac:im iento de ksús .
Isaac es hijo único de Sa•·a. - Jesús es hijo \mico de ~1aria .
Is:l~c i nocente es condenado a morir . - Jeslls, la misma ínoccncin, es
también condenado '' muer te.
Isa;~c debe ser inmolado por· su padre. - Dios Padre es qu ien ejecuta,
por manos de los Judíos, la sentencia de mue•·te contra su Hijo: • Dios
uo perdonó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó po•· todos nos-
otros 1 • >>

Isaac subió a una montaña, cargado con la.lei'ia que debía consumirlo.
- Jesús subió al monte Calva rio, cargado con su cruz.
Isaac consiente en ser inmolado )' se d ej;~ atar sin resistencia. - Jesús
se ofrece a la muer te y se deja clava r en la cruz, entregimdose como
manso cor dero, a sus verdugos .
Isaac no es inmolado ni resucita sino en figura. - Jesucristo mucre
y resucita en realidad. '
Isaac recibe en recompensa de su obediencia la promesa de una poste-
r idad n umerosa . - " Jesucristo se hizo obed iente hasta la muerte, y
muerte de cruz. Por lo cual también Dios lo ensalzó y le d ió no•~bre supe-
rior a todo nom bre~ .»

Jacob.
11. ¿Cómo es Jacob figura del Mesi;os ?
Jacob, manso y vi rtuoso, es perseguido por su herm ano Esa(, , por
caus.• de las bendiciones que ha ,·ecibido de s u pad re. - Jesús, la misma
mansedumbre y santi dad, es tnmbién odiado por los Judíos, porque ha
recibido de Dios , su Pad re , todo poder en ob ras y en palabn1s.
Jacob va a un país lejano, por ord en de su padre, para buscar esposa;
sólo la obtiene después de l:11·gos ~ rudos trabajos, y vuelve a su patria
para r ecibir de nuevo la bend ición de ls:1ac.- El Hijo de Dios es enviado
por su Padre a la ti erra para adqu irir, al precio de su sangre \ a la
Iglesia , que es s u esposa ; y \'U el ,.e al cielo donde resuena en alabanza
suya este cántico de los Santos y de los Ángeles : " Al c¡uc está sentado
en el tronv, y al Cordero , bend ición, y honra, y glo ria, y potestad po r
los siglos de los siglos·<. »
Jacob, por sus doce hijos, l lega a ser cabeza <le un pueblo numeroso .
- .Íesús, por sus doce Apóstoles, ll ega a ser cabeza de una multitu<l inn u-
merable de elegidos.

J Rom., \"111, 32. - :! l~IIIJ). , u, 8, o. - 3 Hcch., ~x. ~8. - 4 Apoc., ,., 13.
JOB 165

J osé.
12. ¿Cómo es José figura del Mesías?
José es el blanco de la envidia de sus hermanos por ser más amado de
su padre que ellos, y porque les anuncia su gr·andeza futura.- Jcsils, en
q uien el Pad re puso todas sus complacenciiiS, y que se proclama Mesías,
es objeto de la envidia y odio rle los Judíos, sus hermanos.
José es e nviado a sus hermanos.- Jesils es en,·iado a los Judíos, sus
hermanos.
José es vendido a unos mercaderes ex tranjeros. - Jesús es vendido
por Judas y entregado a los Romanos, qu e eran extr¡lnjeros.
La túnica de José fué empapada en la S<lngrc de un cabrito. - La túnica
de .Jesils quedó empapada de su propia sangre en lit Oagelación.
José es v~ndido como esclhvo a Putifar . - « Jesús se anonadó á si
mismo, tomando la forma de siervo 1 ; » padeció el suplicio de la cruz que
se reservaba para los esclavos.
José, inocente , es encar·celado y no se defiend~. - Jesus, inocente de
los crímenes que se le imputan, no abre la boca delan te de s us acusa-
do res .
José, detenido con dos prisioneros, anuncia al uno su muerte y al otro
su gloriosa libertad. - Jesüs, crucificado cutre dos ladroues, promete al
uno la felicidad del cielo, y abandona (rl impenitente a la condenación.
Jose pasa de la cárcel a las gradas del trono de Faraón. - JesLis sale
glorioso del sepu lcro.
José alimentó al pueblo con el trigo que babia almacenado. - · Jesús es
el pan de vida, el pün bajado del cielo.
Los hermanos de José padecen hambré mientras no acudeu a pedil·le
trigo . - Los Judíos padecen hambre espiritua l mientras no acuden a pedir
a Jesucristo el pan de la verdad.
El rey Faraón mudó el nombre de .José y llamóle, en lengua egipciaca,
Salvado•· del ?ltltlldo •. - « Hemos conocido que éste (Jesucristo) es ver-·
cJaderamente el Sa lvador del mundo 3 . »
José perdona a sus hermanos. - Jesús perdona a sus verdugos.
E l r ey Faraón colma de honores a Jose y le confiere el gobierno d~
toda la tierra de Egipto . - "Dios Jo ensalzb (a Jesucristo ) y le dió
nombre superior· a todo nombr·e, a fin de que al nom bre de JesLis se
doble toda rodilla en el cielo, en la tie.-ra y en el infierno, y tod" leng ua
confiese que el Señor· Jesucristo está en la gloria de Dios Padre'. •

Job.
13. ¿Cómo es Job figura del Mesias?
Job, hom lwe justo y temeroso de Dios, es probado co n tod<l suerte de
trabajos; pasa por las pruebas m:is esp<m tosas; mas, en medio eJe tantos

s FUIJl., n, 7.- :: Gén., XJ..t, 46.- 3 Juan,:,·, 42 . - 4 FIILJ)., u, 9·11.


166 F ICUIIAS Pt;H:;O:UU:S DEl. m:SIAS

males, su 1>aciencia no ~e al te m, r·econoce el suprc111o dominio de Dios y


~u ~at.idu ria infonita ... El Sciror· ule lo dió ludo, el !;e1ior· me lo quitó;
corn o a¡:radv al ::ieiror, :~si st• hn hecho : ¡ benditost•a t·lnoiiiiJre del Sei•or· ''"
- Jesucristo, el .iu"to P<H' cxcclencra , se ,.e despojado de todo, abamlo-
•wdo de sus d iscíp ulos , c ubi erto de lla:;as do pies a ca iJt•za, y no ¡¡l¡ r·c su
lJOCa para queja rse : • Padre 1ni o, uo se haga mi volu nlad •. •
Moisés.
H. ¿ Cómo es ~loiséo fo;.:ura dt•l ~lcsias '!
)foisés se sush'ae a las ór·drncs crueles de F:1111Óu. - Jesús se sustrae
a las tÍl'denes crueles de ller·odes.
;\n•bos pasan los pl'im cr·os :n1os de su virla en Egipto.
Moisés se pre para :1 su misión de 1ibertador· d<• J ~r·acl por med io de
cuar•·uta ailos de d t•stic r·r·o ~ ~~ <· l dt·si<·rto y cu:u·c11ta dias de ay uuo en <·1
Si nai. - Jes(•s se p rc panl a su 111 isión de Sa lv:Hlot· d l'l mundo por med io
dt treinta aiios <J c reti ro •·n 1\azartt y CU:lrt•nta días d e pen itencia en el
d<'sicrto.
Moisés hace milagros pa r".l librar a su puciJio de la servid umbre d¡•
Egipto. -Jesús hace milagros pam librar a los hombres de la escla,·itud
drl demonio.
Moi sés m:mda inmol~r el cordero pascua l. - J<ost'rs, verdadero Cordc1·o
pascua l, se irm10la a si pro¡)io y ma nda a los Apú,tolcs y a sus sucesores
que coutiuüc n su sacl'iflcio.
Moisés hace atravesa r l:ls aguas de l ma r ll ojo al pueblo hebreo , J'("'"
libra rl o de la scr vidum lll'o de Eg ipto. - Jesuc risto ha<·c pas:u· a los hombt·<•s
por el agua dt•l baut ismo, l""'" liJ¡mrlos d" 1:1 esclavi tud del pecado ori-
ginal.
)foisés guia a los hcbt·cos a tr·avés del desierto hacia la tierra promc-
tid;~. - Jesucristo conduc•• a los cristianos a tra-c\s d<•l desierto de esta
,·ida, hacia el ciclo, que es la ,·crdadera tict·r:• pa·ornctida.
Moisés alimenta a su 1mcblo con el manú caído d<•l ciclo, y apaga su sed
cou el agua que con su vnt·a hace brotar de la •·oca. - Jcsuct·isto alime nta
a los c rist ianos con el vcNlacle ro pan de vida IJajndo del cielo, y apaga su
!Setl con el ¡1gua que m:1n:u·:i lwsta la vida. ecerna a.
)foisés es el legislador del pueblo hebreo . - Jesucri sto es el legislador
de toJos los hombres.
Moisés es el profeta del Antiguo Testamento. - Jesucristo es el profeta
del 1\ue,·o. En efecto, Oios dijo a Moisés : • Lc••antaré para ellos '"'
1>rofct:• de en medio de sus hermanos. semejautl' a ti'· •
La le y anti¡rua se promtolr;il cu el Sinai, el día de l'cnt~costes, en medio
de true nos y rel:'unpnr;os. - La ley nueva se p•·omu l¡¡ó cu el cenúculo, el
J ia do Peotecostcs, e n tncdio del ru ido de un vien to impetuoso que ve nia
del ciclo, y a la lu·1. de las lenr;uas de fuego que dcscaosa bau sobre la
cabeza de los Apóstoles.
JOS Uf: 167
Al descender Moisés del mon te, s u •·ost•·o cstftba inundado d~ lu>.. - El
rostro de Jesucristo •·csplandeció co mo e l sol en e l monte Tabor .
Moisés ofrece s.1.ngre de \ ÍCtimas para confirmar la antigua alianza. -
1

Jesucristo of'•·ccc su san¡::Te para confirmar l:t nuevn :1 litHlZ.:\ .


Por mediación de ~!oi sés se apacigua la cúle•·a. de Dios irritado co•ll•·a
su pueblo . - Jesuc•·isto apftcigua sin ··csar la có l~ra de Dios irrit,ulo
contra los p,ecadorcs. « Uno es el mediado•· e ntre Dios ~ los bou1hr~s.
Jesucristo hombre 1. De aq uí es que puede perpetuan\cn te s;~Jvar a los
<¡u~, por m~d i o su)·o, s~ ¡'rese nt:tn a Dios, como q ue est:'t s iempre' vh·o
para i n tcrccd~ r por nosotros'. •
Moisés cn vi:t doce ho111bres a explora r la tierra de Caoa:'11>.- .Jesucristo
envía doC(' :1pústoles pa ra converti r al mundo.
Pero Moisés no introduce a Jos I·I{')Jl·eos e n la Tiena p¡;ometida. - No
perte nece ~i no sólo a .lcsits, mucho mayo•· que Moisés, ab •·ir e l ci~l o a
los hombres.

Aarón.

15. ¿.Cómo es A:wón ligul'a del Mesía~?

Aarún es el pontífice del Anli ~ uo Tes tamento . - .l esuc•·islo es e l pon·


tifoce del Nuevo.
Mtrón y sus suc1·sores son r·ons:w rados con úleo extraído de l fruto de
Jos :'u·bolcs. - Ln unción de Jesucristo es complet:unente espi ri tual. • Tr•
ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de a legria"· »
Súlo e l p ontífi ce de la antigua al ianza «en traba un:l vez :11 alto en ~1
S~ nctasanctórum 1 1l 0 .sin JIC\1al' ;·dJi S:\Jl~I"C, la <:U:l.) Ofr<•CÍil. pOI' SUR i;?IIO·
rancias y po •· las del pueblo'» . - .Jrsucdslo «no con sangre do' machos
de cabrio, n i de becerros, sino con la sangre prop ia en tró una sola \'ez r n
e! san tua rio, ha biendo obten ido u na C1f'l'lla J'f'df'nció n => ».
<< Aarón debía ll c\'a r bs inic¡uidadcs r¡uo' cometieron los hijos de
Israel ", • por las f:1 ltas cometidas en los sacrificios. - • Jesucristo lomú
sobre si n ucsll·as cn fcrmed:>d cs, y ca rgi• con nuestros dolores ... 1~1 fui·
llagado por nuestras iniqu idades y quebrantarlo por nuestros pcr:ados 7 • •

J osué.
16 . ¿ Cómo es Josué flgm·a del )lcsí:\S?
Jos ué s ign ifica Sa h·:>dor. - Jesús quiere deci r Sah·ador.
Josué, y no )(oisi-s, fué quien int roduj o a los lwbreos e n 1:> Ti c1Ta
prometid:>, después de pasar el .lo•·d;ín. - La ley nue\'a de .Jesuc•·isto, y
n o la antigua dada por Moisés, es la que nos hace entra •· en 1'1 ciclo dcsp111··s
de habe•· sido purificados con las aguas tl~l bautismo . " ?>lo se justifica ~ 1
hombre por las obras solas de la Ley s ino por la fe ele Jcsuc•·isto •. > -
u La Ley no condujo ninguna cosa a perfección , sino que co1Hiucc:. una
espe•·anza mejor po•· la cua l nos acercamos a ll ios''. •

l 1 Tim., 11, !. , - : ! rrcbr.• \"11, :!:i. - ~ S:thno Xl.l\', f.\ . - .. llcbr., IX . • . - :; Trcbr.. IX, 12.
- t1 E:t., XX\'Ut, 3S. - ? Is., r.m. •1. ~ : '.\fa t.. , \'111, Ji. - ft G:\1., 11, lG. - 9 Hcbr., vu, l!l,
FICURAS PERSONALES DEL iiiESiAS

Josué fué muy grande salvando a los escogidos de Dios , derrotando a


los enemigos que se le oponían , para que Israel lograse la herencia •. -
.Jesucristo es el león de la tribu de Judá •, qu~ domina en medio de sus
enemigos', y los queb•·:1 ntarú como a vaso de :1lfare•·o 4 •

Gedeón.
17. ¿ Cómo es Gedeón figura del ~lesías ?
Gedeón es el último entre sus hermanos. - Jesucristo ha querido apa·
reccr como el último de los hombres.
La misión de Gedeón le es manifestada por medio de milagros. - Jesu-
cristo da a conocer su misión di•·ina por medio de milagros.
Gedeón triunfa de los Madianitas con un corto número de hombres. -
Jesucristo conquista el mundo con doce Apóstoles.

Sansón.
18. ¿Cómo es Saosón figt~~'a del ~l esias?
Un úngel apareció a la madre de Sansón y le dijo : « Estéril eres y sin
hijos; mas eoncebi•·ús y parir.ís un hijo •. • - El ángel Gabriel dijo a
Maria : • No temas, ))aria, porque has hallado gracia en los ojos dr
Dios. Sábete <Jue has de concebir en tu seno y parir.ls un hijo, a quien
pondrás por nombre Jesús•. •
Dijo tambien el imgel a la mad re de Sa nsón : • ~:1. ser(t nazareno de
Dios'.» -« Jesús vin o a mora l' en una ci udad llamt\CI:\ Naza re.t, curnp lién ..
dose de este modo el d icho de los profetas : Sed llamado nnzareuo •. »
El ángel siguió diciendo :1 la madre <le Sansón : " J~l comenzará a librar
a ls•·ael de mano de los filisteos •. • - El itngel uijo a María : r .Él ha de
salvar a su pueblo de sus pecados 10 •
Sansón escoge a su mujer de entre los Filisteos, y le confía sus secre-
tos. - Jestis forma su Iglesia de pueblos paganos, y le confía el depüsito
de su doctrina.
Al ir Sansón a ver a es:l mujer, encuentra en el c:1mino un cachorro
de leó n; se di rige a él ~in annas y lo hace trir.ns; pocos di as despues
hal la en la boca del ani mal un panal de miel qu e lns abejas habían ela-
bo rado en ell a como si fuese su colmena . - Jcsuct·isto, s in armas, ha
domado a los Gentiles, y les ha hecho aceJ>lar su yugo c¡ue es suave 11 y
dulce como la miel.
Sansón mata a mil Filisteos con una <Juijada de asno. - Jesucristo
triunfa de sus enemii!OS por la sencillez de sus AJ>Óstoles y de sus santos.
Sansón arranca durante la noche las puertas dr Caza, donde se hallaba
encerrado, y las lleva a través de una guardia de soldados a la cumbre
de una montatia . - Ence1-rado Jesucristo por h·es dias en el sepu lcro,
rompe d urante la noche las puertas y cerraduras de la muerte, y a través

1 f.-(¡11,, xt.'''• 2. - 2 A.poc.• v, :i.- 3 S:t.lmo cu:. 2. - "Salmo rr, ~.- ~Jueces. :cm, 3,
- 'Luc., r, 30, 31. - 7 Juecet. .Xln, 6. - 8 Mat., u, "· - t Jueces, xm, 6. -
lO Mu.• 1, !l. - ll Mat., XI, 30.
SALOMÓ:-; 169
de sus guar·das so las lleva hasta e l ciclo, en donde la mur r·tc no se ceba
ya n i en ¡:;¡ ni en ~us escogidos .
Sansón ~nuere volu ntari:1m entc, aplastado con tr·es mil Filisteos, debajo
de los escombros de u u edilicio derribado por é l mismo, y con su mucrt~
dest ruye m:is enemigos que durante su vid:~. - Jesús, :1t morir 'ohm-
tariamente Pcha por tierra el poder del demonio haciéndole mios ol:1ilo con
su mue o·te voluntar·ia que durnntc su vida.

David.

19. ¿ Cómo es lloví~ figura del Mesias?


David nace en Bel én. - Jcsi1S nace en Bel\·n.
David recibe la un ción real d o manos do Sam nc l por or·clen de Dios.
- Jesús ha sido estab lecido r·ey sobre Sión, monte santo suyo '·
Da.-id derriba de una pedrada a Coliat. - Jcs1iS con la cr·uz vence a
Satanás.
David no consigue reiuar sobre todo el pueblo de Israel sino después
ele Jaq~os trabajos y grand es persecuciones . - Jesucr isto no CR reco-
nocido com o Rey de re yes sino des pués de tr·ci nta y tres :11ios de loum i-
llacioncs y tres siglos d e pet·sec ución contr·a s u Iglesia.
David en el trono fué perseguido, maldecido, desterrado. - Jrsucristo.
desde la fundación de la Iglesia, se ha \'Ísto traicionado con fr·rcuencia,
abandonado, y ha sido e l blanco del odio de muchos.
David acabú J)Or triu11far do todos sus cocru igos. - Jrsucristo triu nfa
siempre de todos sus enemigos.

Salomón.
20. ¡,Cómo es Salomón figura del Mcsia' ?
Salomón si¡pt ific:l pcu;ífico. - Jcsüs es el ¡)l'inri¡w de la 1""· ~.
Sa lomón toma por· esposa :r l:r hija riel t·ry cl r r-:gipto. - Jrsucristo
eli¡¡c a la Iglesia, s u esposa, entr·e los Ccntilr~.
Des¡>oés de las guerras y conquistas de David, !':rlomim tienr un reinado
tranquilo y glorioso . - Des1'ués de sus lu ch:os y 'ictol'i:os lrr'l'c~tres,
Jcs(ts sube :ti ciclo, donde s u reino glorioso no tend rio frn : '' ¡.Quién es
este r ey de la glol'ia1 El Seri or fu erte y potlc roso ·'. •
Sa lomón edilica un magnifico temp lo al vr rdarlc ro Di os.- Jesucristo
edifica su Iglesia, que es también el templo de Dios. e Yosotr·os sois
templo d e Dios 'ivo ', • dice S:111 Pablo a los fieles de Corinto.
Los Judios y los habitantes de Tir·o (en mayor mimer·o qu e los .ludios)
se unieron p:tm co nstruir el templo de Dios. - Los Judíos y los Genti les
(cu mayor n<11ncr·o que los .ludios) se un en para fundar la Itlt·~ia.
L'\ s:tbidul'ia de Sa lom ón, tan renombrad~ eu paises lejanos, atrae hacia
él a los re)·es d e las uaciones, los cuales acuden con ricos presentes. -

' Snlmo H, G. - t l ~:li:LS u:-, G. - a SAlmo XXIII, 11. .. ¿ H Cor.• VJ 1 IG.


8. - EXI'OS. t)OCTIHN'A.
•170 EL ) IESÍAS PREt'ICURAllO POR IIECIIOS Sll!BÓLICOS

- L.~
sabiduría de Jesucristo, conocida ~~~ el mundo entero. hace afluir a
1~1 n los •·eyr~
y a los pueblos, los cuales de1>ositan a los pies del Sctior
sus corazones y sus riquezas.

Jonás.
21. ;, Cón'lo (I>S .lonit;;:: figura del )lesías ~·
.Jon:'ts es orrojado ni mar pa ra que S() salve la tt·ip u lacibt~, e inmed iata-
mente cesa la tormen ta . - Jcs,.•s dn su vi1la pot· sal var a l mund o. • Vos-
olt·os no ClltrtHií·is na cla, dccia Ca if:is a los fnr iscos. Ni •·cflex ion:'t is q ue os
conviene que m uen• un solo ho1nbrc po•· el pueblo, l' no perezca toda 1:1
unciún '· , ·
• .lonús estuvo tres dias y tres noches en el vie nh·c de una ba llena. -
fl•í e l Hijo del hombre estao·á lt·es dias y tres noches en e l seno de la
tirrrtt t. •
Jonús. lanzado ,·ivo del seno de In ballena, cumple su misión entre los
ninl,,ilas, los cunles se convierlen.
Je~lis resucitado atrae a los Gentiles por medio de sus Apóstoles, al
conocimiento del v()rdadero Dios.
Jo n :'t~ exhorta a los n ini,·ita.s a hace•· prnitcncia. - e llaced penitencia,
dice Jcs1is, porr1ue se acerca el reino de los cielos '. •

:l. El i\IQs ias p r efl nu t·:u l o por h Qch os simbólicos.


El ar bol do la vida.

22. ¿ Cilmo rs el :'u·bol de. la vid.1 figlu'a del Mf'~íns?

g) itrbol d~ la vi da, p lantado en medio del fl:lt'aÍSO, <bba un fi'UlO q ue


lt•nia la \'Írltul de repa ra r el cue rpo y prrsrrval'lo de la muet·te. - .lcsu-
ct·i ~lo, 11endicnte del :irbol de la Ct'U<, es el verdadero fruto de vida que
da la innHH't:tlidad. • Quien comiere de este pan vivirá etcrnam()nte. y el
pan que yo daré es mi carne para la vid:~ del mundo •. •

El cordero pascual.
I'S el cordero pascual fi~ut·a dd )lcsios ?
23. ;. Cómo
El co•·de•·o c¡ue los Ju<lios inmolaban y romian en la fi esta d() Pascu:t
había d() ser sin mancha. ·- Jes1ís es rl col'!le•·o inmaculado y sin
tacha'.
lJios ordrnú a los Hebreos cúono debí an co me r el co rd ero pasrual.
• Cold rci ~ ,·uotitros lomos , y tend •·éi~ za pa tos en los pies y b:tcu lo en la<
ma nos, y lo comeréis apresurada menlc, porr¡ur es la Fase (esto es el
paso) ¡Jel Sc •i or•·. • - 1~1 q ue come la carne del Cordero do Dios, dche
teuet· ct•Jiidos los lomos, es decir. ser casto; un báculo en la mano, e<lo
es, se•· fuerte cont•·a el demonio; c:tlzado~ lo< pirs, es decir, se•· ,-iajero
qnr camina lmcia el cielo.
1 Jn:m, IX, "'· 2 )I;U.., 1\', U .
GO. - ! lbL.... XII, <10. - • Ju:m, n. :.~. - :; [ Pedro_
l tt. • l:xodo, xu~ t 1.
LA St:RI'IE:-ITE DE BRO:>;CE '171
El sacrificio del cordero se ofrecia en ex1>iación de los ¡X'cados. -
Jestis es el Cordero de Dios que, 1>0r su muerte, c¡uila los pcca.tos dd
rnuntlo.
1,a s angre del cord ero, con In cual se .-ocia ron las puc r·tas <le las casas
do los ll ebreos, prcseno a éstos <lo la plaga que hir·ió a los l~¡;i pci os. -
La sa n¡¡r<i de Jesuc ris to salva ti los hombres <I UC se :r iJiican ~liS mcr·i tos.
Es1:1b:r pr-oh ibido qucbr-:rol:u- lo:; huesos de la victinra. - • Cuan do los
soldados llcg:u·on a Jcsüs, como lo vieron ya mucr·to, no le quelmu·on
las pier-nas .. . , cu cumplimiento de la E:;c.-itura : • :\o lt• <¡u••lwarcis ni un
huc•or. •
El cordero pascual habi:o de comer-se con pan sin l~vadura. - • Jesu-
cr-isto, nuestro Cor·dero pascual, h:• sido inmolado. Por l:mlo, cetciJJ"Cnl<IS
1:. firs~t no con le,·adun• ail~ja, ni con levadur-a d•· 111:1 lici:o y d•· corrup·
ciún , ~i n o con Jos panes :hilliOS de la sin<:cridad y (.! (' la vcrdacl ~. t>
Despu és de haber· co111ido e l corde ro pascua l, los ll ciJJ·cos ~o: viero n
li iJI't'S do la sc r\'idumUrc de .E~i r>to. - .J e:;ucristo, t n la S:tí!rad a l·:uca ris·
tia, nos hace triunfar de nucstr·as p:o~ioncs y del demonio.

El maná.

2\. ¡, Cómo es el 10aná figu r'J dc1 )Jesias '!


l,a Sagrada Escr·inu·a llama al ulan;i pan de los ~ngrlrs, 1>:m del ciclo.
- Jesucristo es e l ''erdade,·o 1>an de los úngeles lJ;,_j<tdo del ci1•lo. " MoiSés
no os dió pan del cielo, mi Padre O$ quien o• da a vvsotr·os ··1 verdadero
p:ul del cielo . Porque """ d e Dios es aquel q ue ha descendido d el ciclo ,
y que cla la vida a l mundo ... Yo soy el pan dé dda "· ,.
1(1 ru:m:, se d io a los Heb•·cos en el dcsic•·to después de salir de l::¡¡ipto ,
h:.sla !(UC entraron e11 la Tierra 1..-omctida. - !;1 ''e•·dadct·o pan el el cielo
!'S para los que, una vez s:olidos del pcc:.•do, all·;l\'i~~''" la 'ida presente
corno un dcsier·to, y suspiren ¡tor el ciclo, en dondt• ,-cr:in a .\c¡nel en quien
cre)'eron sin haberlo "isto 1 • - • ~¡ cr('~t<'I'CS, \ 1ea·as la g-loria de Dios "'. »

La ser·¡>iento de bronce.

'l¡),¿ Cc\1no es la serpiente de ha·oncc figtu•:t tlcl ;\l csia ~ '.'


Por o1·dcn de Dios, )loisés crigii> una serpiente de lH·onc~ a cuy:r ,-isla
se curaban las pic.1duras de las scr¡lientcs veneuos1s. - • Asi •'S menester·
<¡ue el Hijo tlel honrbre sea lc,·antado en alto . pam que lodo aquel que
crea en ¿.1, no J>Crezca. sino que logre la ''ida eterna '1• '
La serpiente de bronce S!' parecia" las ser·picnlcs venenosas <'n todo,
men os eo el veneno. - El ll ijo ele Dios fue c rwi:odo •·rve~tith> de una
c:.u·nc semejante a la del pecado '· lla expcr-imcnl:lllo todas lus te ntaciones,
a excepció n clcl pec:>do •.

1 Jutm, ~nc,
33, Sd. - : 1 Cor., \', 1, M, - a .Ju:m, \ l , 3~, 33. S.'i. ; 1 POOro , 1, $.-
' Jana, :rt, ·10. - & Juan, m. 14. u. - 7 llom., vm, 3. - a Hcbr., 1\, 1~.
172 EL ~IESIAS !'REFIGURADO. - RESU~IEN

RESU~IE!\

De las figuras del Moslas en general. - Las flg u''"" del )lesias eran como
I'Clratos que daban a conocer los •·nsgos c::tracterislicoa del Mesías y las ci 1·cunsa
t:.nci:1s de su vida. La autcn li cidtld de es;1s fi((UJ'OA se compl'ucba po1· 1~·
Sag1·ada Escritura, po1· 1:1 l'1·adición ¡· por la conro,·midacl pcrrecta entre las
figuras y Xucstro Scñoc·. Divídcnsc las figm-as en pet·tonales y t·eales, segú n
sea una persona o una cosa lo que sit·\·e de figura.
Personajes que han figurado al l\lesias. - Adán, Abel, :\oé. Abrahán.
Mclquisedec, Isaac, J~cob, José, Job, lloisés, Aarón, Josué, Gedeón, !)an·
sún, Don·id, Salomón y Jonf1s son los personajes que, en la le~' antigua. figura-
roo ni Mesías.
Adán es figu,·a del )lcsia• por semejanza y por contraste. Ad:in es el r ey
del universo, y forma con Eva una sociedad in clisolublc ..Jcs•·,s declara que le ha
s ido dado todo pode1•. EoLJ'O 1::1 y la Jglesia existo una sociedad que j amás ten-
dr:'t fin . - Adán es el pntl ,•e de los homb ,·es según la cnr·nc, Jesús lo es según
el rspiritu.
tlbcl rué pastor de O\'ejas, ofreció un sacrificio a~rauablc. y fué perseguido y
muerto por su hermono Caín. Jesús es el buen pastor; Dios Padre aceptó su
s3cri6cio, y los Judíos lo crucificaron.
Noé fué hombre justo l' perrecto ; ·salvó a la humanidad del dilu,·io y repo-
bló la tierra. Jesús fué el justo por excelencia, a quien nadie pudo con ven·
cer de pecado; ha establecido la Iglesia,¡· puebla la ticrr> do justos y el ciclo
do-santos.
Ab1·nhán es el padre del pueblo de Dios . JcsucJ·isto e~ el padre del pueblo
c•·is liono .
.)lclqu isedec, sacerdote del Allisimo, of1·eciO pan }' ,·ino. JcsucJ·i.s to, vct·dn-
tlcro pontiliccscglln el onlcn de Mclquiscdcc , instilu~·b el ~:tcrificio de In :,Jis:J
bajo la;; especies de p:m l' ' 'ino.
Isaac, inocente, es condenado a muerte; debe ser inmolado J'O'' su padre. y
él mismo Jle,·a la lclia para ~~ sacrificio. Jesucristo, la inocencia misma, es
entregado a la muerte po1· su Padre, CU!'a sentencia ejecutan los Judíos.)' sube
:ti Calwtrio C(jrgado con Ja cru1.
El \'ÍI'Iuoso Jacob se \'C pcrsllguhlo por su hca·m:mo ~~~:lll. Jesucristo, la san·
lídad misma, SC ve ooJ iaoJO J)Or los Judíos.- Jacob tuvo doc:e hijos. JCSUCI' iStO
el igió doce apóstoles.
Enviado José a sus hCI"Immos , éstos le ,·cndcn , y ni sct· cnca•·cclado, no se
tlclicmdc . .Jesús es cn\'bdo n los .ludios, ''cntlido poa· Jud:us, y cotila dcl:mtc de
sus ncusador·es. - Detenido José con dos pri sioneros, t~nuncia al uno la
anuerle, y al otro la libertad. Jesús. crucificado enlre dos lad1·ones, promete
;,1 uno el cielo, )' abandona ni impenitente a la condenación. - José pea-dona 3
sus hermanos. Jesú!S J"tCrdona a sus \"erdugos.
1.1 paciencia de Job t'n m<'dio de sus males es adn1irablc. Jesús. abandonado
)' cuiJierlo de lla~as , no aba·e la boca para queja1·sc.
Moisés es en\'iado •le l)io~. obra prodigios. lilm• :•1 pueblo de Israel de In
scc,•idumh1·e, )' Jc da la ley cscrila. J esucl"is1o ('S el enviudo de Dios, obra rni la·
t:;1·os paa·a liiH·a1· a los homlH·cs de Ja cscht\'ilud del dfHno nio l' se conSiilu)'e
l•·gisbdo,· de la n ueva :Jiionza .
.fosué introduce al J>neblo hebreo en la Tie1'1'a prometida. Jesucristo ha
abic1·to el ciclo a los elegido>.
E L MESI.\S PI1F.F!GU RADO . - CUADI10 S !N(•I'TJCO 1í:l
liedéon vence a los )fadianita....; con un corto número de homhre:"r, Je..,ús
con
doce apóstoles coo~uista el mundo.
Aar6n fig-ura :11 )lcsías e n Sil sacerdoci o; s~msón , N l S il fut'r t.rl.: O;wid,
en sus
hu millacion es y en su glol'ia ; Salomón, en Sil Jo~:ahitluria. r Jon:ls, l'll su
resu·
r reeciún.
Hechos simbólico s. - !>on t:unbit'n Ji¡;nros ~el )lesías el :írbol de la ,·ida ,
el cordero pascual , el rn :.n(t y l:1 sc1·pientc de b1·oncc.
El {trhol de la vida erJ. una prenda de inmorlah dad p:u·:1 e l cuerpo.
Jesu-
cristo es el \'erdade•·o fruto de \'id:t. prenda tlc hl eterna bienaventuranza.
La snng,·e del cot-det•o pascual prc~cr\'Ó ;) lo~:~ Hebreos •le la terri ble
p lag~•
<JUC alligió ~~ los t·:gipcios. L:t s;.ngrc dt• Jesucristo S~I I Ya :1 lol'l hornb•·cs
que se
aplican sus méritos.
La Sagrada Escritur:1 Jl:wla al man:i pan de lo~ :ínt;eli'", pan tlcl
cielo.
Jesueo·islo es el \'Crdadcr o pan de los :'uogclcs bnj"do <lel ciclo.
La SC I'J>icn lo do bl'oncc colocada <'ll lugar clevndo cu¡·abn a los Jl ciH·cos
fJUC
la mil-aban. Del mismo modo, el llijo del homiJre ha ~itlo Jc,·;mtado
en la
cruz. p;tra redir11ir al hombre.

CU.\Dl\ 0 SINÓPT I CO

Flgtu·as
w~IAnk:as
eogcmer:al ¡
O<nnoetón.

Oh•lslón

Antes
¡
Lu l:scrltun t S:t¡;z :ul:•.
Autentieid.: ul l.n ·r. atllclón.
r_..._ wl!ma «tnfonutd: \d 114' \.'L..: d.gur:;t... con 1:.. nr.\lltl.ad.

¡•. isuras IK!rr-Onalt!.


J.'lgurns t'elllcs.
Adán, cu ~ter )ladre del género humauu, unido n una espos;a
form:t~da ¡le nna df> au• e~tlll~.
del diiU\'IO
t.\bel, en ter perseguido 1 mueno ¡)()r cain.
N ~ . en ~:tl,~n•· a In btunnnld:u t cu el dilu,··to.

Abr:1h:\n. en ,;;cr pa.dr·u d~ un pueblo •le cre,,·cntt~ll:


Melqul.sedec. e n ofrC'«'r el &:t.(.ril1cío de ¡•:m y ,•(no.
De.~o lts!l~ en llf•\':tr la lcfta para ("1 ~acrttlelo.
1 n 1 \ Jaoob, cnM'rp.'lllredeiOtlldoce))atrlnrull ydclpuchl odehirau.l.
e < \uv. ~ (' José, c·n ~~er ''cndhlo 1101' Jill5 ltcrmliiiOJJ ,. J)JtdOCOI' Injusta·
I'CI'!KIH:l)C.\t 1l:llitn. IOIL'!l'" meute. ·
llgtt m tivos
Job. en ¡mde«'r eon ¡.:ICif•nda•
.\Jobé:s., en
'l~r •aumac..ur¡ o, docthr ) legl~bdor.

Aarón. e-n M>r pontiOcc y rer-arndor.


Joom ó, en ht&.nldncir n lo~ llcbreos cm lrt 'l'ierra do ¡u·omltiión.

l
l)c,¡dc )lolsl!& Oedcón. en t rlu nf:tr de 1001 ene m igo~ de Israel.
hasut Sansóu. ¡.or ••• tuen.a.
el lle;i."l!'l ~Yld. por •u hnmlhbd y $U gloria.
S."llomón, por su poder y "'" s:tb!thtrf;\ •
•Jtme\!'1, t>n tn rcsurrceeló n.
El ,·,rbol do In vida, cuyo fruto cm utu' J>rcnd:• de fnmortn.Hd ad.
!re:~s •:1 conlero J~Ual, Inmolado y comido.
) o r "05
{ )':l m:m:i, alimrnVJ celet.tl:a.l.
l!httbóllcos l~o' ~I'J)i(mtc do bronce, cn.ra ' 'l!lt:. cur:\1).'\ las hcrldn_,.
CAPÍTUL O IX
EL MESÍAS PB.ED l CHO

Su:.t.uuo. - J. ProfeciM mesi:\niesas on gener::.l. I;Ql) JWofcL:'ls. Las ¡wo!ceias. - :2. Profcdas
eouccroten\4!$ a lo.s caracteres gcne:~!ót; i COl! r ¡lcrson:'IIC:s llOl ~Ielif~s. - 3. l,.h;rccf:\lJ cQn-
ccrnlentc" :1 1:-t ~ l'oc:t do e;u vcnlll:•. Profc.."Ci:,.¡;, ti o .racob , l):mle l, Agoo y Malaqut;,s. -
4. rrofc:da! oont.-<:l'ulcnLcs al uachniento e iufaucia llCI )fesins. - r.. Pt·ofoo(R$ concor-
uien 1~ n lit vl(l:t pltblle:t fiel )fesi:t..;. - G. Profccl:ts oouccrniCntA.'S a s u J'rullón y vida
g loriota. - 7. l't·o!cdus coneornictltcs ~~ 1:' reprobación llc los Judío.\i y voc:aclón de los
Gentiles.

·J. Profecías m esiánica s en crencral.

Los profetas.
1 . ¿ Qué es un ¡ll'ofcta '1
Pr·ofctt. es un honlbre inspi!•ado por Dios para pr·edecir acoll·
tecimientos futuros que 110 pueden ~:onocerse por causas natu-
rales.
2. ¿ Cuúnt~'s clases de profetas h o.t )' ·.'
Dos clases : los profetas mayores y los profetas menores, que
se di stinguen unos de otros por el número máo o menos consi-
det·ab le de sus profecías.
:1. 4•• Cu:Hcs son los pa·oretas n13yot·cs '!
1Saías, J et·emias, Ezequiel y Datliel.
1\.. ¿ Y los fi1Cil01'CS '.'
Oseas, Joel, Amós, Abdü\s, Jooás, Miqueas, Nahún, Habacuc,
:Sofonías, Ageo, Zacarias y ~falaqu ias .
:i. ¡. En qué época ,·hicron llJs JH'ofctas 't
Desde el IX al V siglo ;tnles de JesuCI'islo.
6. ;. Quién fuC el último de los p1·ofcto.ts ?

Malaquías, q'ue escri bió durante la época en que los Jud íos
estuvieron debajo del domi nio de los Persas , en el reinado ele
Arlajerjes Longimano, a mediados del siglo V antes de Jesucristo.
Las profeclas.
7.; CJuc! es profecía ?
La pt·edicciün ciet·ta de un acontecimien(o futuro que no
puede prcvet·se nalut·almenle. Toda verdadera prof<'cía ~~~ pone,
necesariamente, revelacil>n sobrenat ural y mi sión div ina.
g,,-, (~hit~ se entien de por prorccia& mcsi:',nicas -~
Las que se refieren al Mesías, y relatan los hechos evangélicos
mucho antes de su cumplimiento.
9.¡, Jlu('(lt"" suponerse que las profecías mcsi;tnicas ha)'•lfl siclo ~...e ritas d~puÍis
de los aC.1t'cirnientos?
Tal suposición carece do fundamento, porque: 1" los libt·os de
tos pt·ofetas se ll·aduje ron al gt·iego , y fu eron ronor: id os dn esto
modo pot· el mundo pagano mucho antes de Jcsu cri sto ; 2• el
pueblo juclio, que renegó de Jesucristo, ha co nservado siem pre
intactas las profecías que Ir conciernen , de donde se sigue que
si dichas profecías hubiesen sido invención de los cl'istianos,
no se hallarían en la Biblia hebraica.
10. ¿Cómo pueden dh·idirse bs p1'0fccías mesi:iuica... rel:lth·ament(' a los
libros f(Uf• l:ts contienen '!
En tres partes: '1° las con len idas en el Pentat<'Ltco; 2" las con-
tenidas en los li bros de los nel'OS y en el ele tos Salmos; 3o las
contenidas e n los libros de los profetas mayo res y menores.
·11. ¡, C:órno pueden dhidir~e las pt·orccias mc.si:lnic:ts I'Cspccto ;t su con te.
nido'!
En seis clases, segtin que dan a conocer : 1• los camcteres
¡:¡enealógicos y personales del ~lesías; 2" la época de su venida ;
3• su naci mie nto e infancia; ' •• su Y ida pí1blica; :í• su pasión
y vida glol'iosa; Ü" la t•ept·obación de los Judíos y la vocación
de los Gentiles.

2. C:wacter es oe nea lú(licos y pe J•sonaiC'S 1IC'l ;\IPsias.

12 . ¿ Cuáles son los c:tractrrcs ~encalúgicos del AJe.:;i:as anuncindos por los
pror.-Jns?
El :\lcsías debía ser : ·t• De la ra1~'l de ·sem, sc·~ün :"\oé :
B<•udi111 el Se1lo>· Dios <le Se m '.
2" De la esti r pe d<' Abmh:ín · scgli n la promC'sa que Dios le
había hecho :
Eu Ti .~c•·ti" bcmlitas todas l a.• naciones ele la tic>'>'!<'·

1 OOn .. IX, :!G. - ! Gén .. xu, 3.


[76 CARACTERES GENEALÓGICOS Y P ERSONAl-ES DEL ) IESÍAS

3• De la tribu de Ju'dá, según lo predijo Jacob :


¡Oh Judrí! a ti te «lal>t11'ún tus henJ.aJw s : t" maao JJOnd•·á baj o el
yugo a tus enem igos; c•do•·m·tc lwn los hijos ll•l I n 1>ad•·e ' ·
4• De la fam ili a de David :
J¡wó el Sdío>· ve>·dacl '' JJavill, y no dej c!l'ft ele C!l»tpli>·la : del (?'!tlo
de tu vient ¡·e pond•·é solwe /u I?'OJ!O •.
La genealogía de Jes ucristo nos man ifiesta que el Mesías es
efectivamen te de la familia real de David, ele la tribu de Judá;
qu e por .Jucló desciende de Jacob, de Isaac y ele Abrahán ; y,
por Ab1·ah:í n , de Sem.
·13. ;. Cuáles son los c;n·acleres personales del ~l esías predichos por los pro-
reta~?

El i\Ics ías había de ser : ·1• 11 ijo ele Dios.


Ei Sei'io•· me .tiju : ~Ti .hijo C>'C> l•i, yo fe he enge11dmdo hoy3.
2• Dios, y Dios escond ido.
Po>· cuanto ha ?Wcido un chiquitito pa>·a nosot >·os ... y se>·á llamculn
su nomb>·e, Dios ·' . - Tu trono 1 oh Dios, subsisti>·cí. p01· siglo de siglo :
va•·a. de ?'ectit~td es la vam de t1t .-eino'. - lfe>·elade•·ctmenle t1í e1·es ""
Dios escoucl-ido, Dios de I srael, el Salvado•· •.
3• Salvador y Libertador del mundo.
Mas yo e11 el Sc;lo•· me goow·é: y me >'egoci,jaré en Dios m i Jesils ' · -
Cercano estú mi Justo, hu salido mi Saluaelo•·•.
4• Verdade1·o Ponlifice e terno , según el orden de Melq uisedec.
Tü e•·cs sucerdote cte•·nameutt segim el o>·de>t de Melquiscdec 0 .
5• Justo por e~celeocia, Santo y San to de los san tos.
Lcvau tcm i '""'" Da vid " " ¡Jimpollo jusi o : y •·eimtrá •·ey, q~te ,.,.,¡
sabio : !/ ha•·!t el juicio y la j u., tiáa en la tie>Ta •ó. - S((bcd, pues, que el
Se>lo•· ha hecho m a•·rwil/oso a Stt Sunto 11 . - Rer¡ocijate, y da alaban~a.•,
mo•·ada ele S ió11: )JO>·que gmucle es e>t m edio de ti el .<::unto de ]S>·acl " ·
- r SCI'Ú llwn arlo Slt nombt·c A <lmirable ' Conscje•·o' Dios' Fue¡·/e'
Pa<l•·e del siglo venide•·o, P •·i>tcipe de ¡.tn "-
6• Doctor infalible y verdadero Pastor.
Casa de Jacob, Vl'>lill, y ccw>Ü!cnto$ en /a lum b>·e del Seii.o>· ".-Como
pasto,· ctpaccnlfu·á :)l¿ g·,·cy : con s tt b1·a:o rccoym·(r. lo.-. cot·dct'O:<, !J los
al:at·á en su. .-:r·no 1 ~ .

1 G~n., Xl,tx, S. - tsalmo cxxxr, 11. - ¡ S:llmo u, 1. - .; Isafas, u:, G. - :; Salmo ;u.n·, í.
- élJsa.iar, :u.v, 16. - 7 H:tb:tC.,III, 18 . - S 1s:t(as, u,~- - !1 S:lltUO CJX, ·1. - IOJcrcm.,
XXIII, 5. - 11 S:tl m o 1\ ' , 4. - t'! rsai:tS , X!l, (i, - IJ le:t( a!>, I X, G.- !!, lsnl:di, 11, !i. -
n. ll':tbs, x1. . 11~
ÉPOCA DE L.\ VE:" IDA DEL M ES[AS ·177

3. Época de la ve n ida del Mes ías.

14. ¿ (Ju6 prorccías dclcrrn inarou la época de la ven ida del ~lc•í•• '!
Cualt'O profecías pri ncipales detet·minaron la época de la veuida
del Mesías, a ~aber : ·1• La de Jacob.
El C<·h·o {o sea el poder. la aut01·idad, la magislralur:r) 110 .••·•·ú qrtit"do
de J11dú, ni de "" postn·idtul el rllwlillo, lwsta que t·enga d t¡11e ha clt-
sc,. cu uictdo 1 •
::iegón d icha profecía, el )fesías había de veni1· cuando la
tribu de Ju dá perdiera la autoridad real , y los Gentiles se con-
virtieran al verdadero Dios. Ah om bien, el pr itHCr hecho empezó
a cumplirse al se•· proclamado •·e y el príncipe ext•·anjero He rodes ;
y se consu mó al desaparece r J u el a co mo tribu con la toma de Jeru-
salón pot· T ito. El segundo comenzó en la primera mitad del primer
siglo de la era c ristiana. Siendo así que Jesucl'isto nació durante
el reinado de He rodes, y obt·ó la convet'Sión de los Gentiles por
medio de sus Apóstoles, srguese que Jesucristo es el :\lesías.
2• La de Daniel. Un día que este profeta co1nputaba los setenta
M•os se1ialados par:-~ la cau li vid ad , y s uplicaloa al Se1io r pusiera
té rmin o a ta n larga prue ha , se le a pareció el ün¡;cl Cabriel y le
d ijo :
Se h<m ab •·cviaclo •clcnltt s¡•mana" sobre tu pueblo, ) sobre tu s;ulla
ciudad, p:rra que fenezca la JH'cval'icaciün, y tcn¡¡:r lin •·1 pecado, y sea
borrada la maldad, y sea h·aida justicia perdut·ablc, )' tt•ng:r ctunpliulicnto
la visiün y la profeci:1. y sc:r ungido el San to de los santos. S:rh,•, J>ues, y
nota :ttcnt:tmcute : Dr.<dl' la su/ida de la paiCibt•et )JIII'It IJI<•· J•·•·u.<alé»
:rca oh·u te: cdificwlct, ha~ta (;J·i:.:to prfn6pc, .o:''''Úit ,'>~id,· ...:,•w<uws, !J
~t:st'nta !J dos $CIH-(tnw~ : · }' de ml(.\\'0 será cdifi co.tda la ploza, y los mu1·os
cu ti empo de angustia . Y dcsput;s de sesenta y dos sc 11li1 11as scr it muerto
e l Cristo : y 110 scr;'t m:\s suyo 1'1 t>u<•Lio IJUC le n~g:u~L \' u 11 pncblo con
uu caudillo q ue vcndt·ú, dcstrnit'.Í la ciudad y e l san tuat·io : y su lin y
estrago, l' después del fin dt• )a guCt'l':l \Cnd"'t la desolaciim tlecrctada. }'
ofit·uuu·tí ...:" cclicur:n con 1uudws ,.,. IIJW. :it:mau<l. t la 'JUt• queda) : y cu
medio tic esta scmaulf cr.stu·tí: la ltvsti(L !1 el .iact·ifirio :y scr.t c·n el tc·rn·
plo la abominación de la desolaciún y Jurar·á la dcsolacii.n lt:rsta la con-
s umacivn l' el fin •.
Según esta célebre profecía, el Mesía~, cu yo~ caracte res se
int.l ican e n ella co n tan la precisión , debía venir e n la mitad
de la última de las setenta senlanas de arios, que dcl;en e mpeza r
ÉPOCA DE LA VENIDA DEL Ml':SÍAS

a contarse desde el edicto de Artajerjes, 454 at'ios antes de


Jesucristo. Esas semanas pueden dividirse en tt·es partes :
siete, sesenta y dos, y una. En las siete primeras (cuaren ta
r nueve atios), Jerusalén y Jos muros fueron reedificados. Las
sesenta y dos semanas siguientes abarcan hasta el mio 30 de la
era cristiana, en el cual Jesucristo empezó su misión, recibiendo
el bautismo de San Juan Bautista. Tt·es atios y medio después
(atio il::l), esto es, en la mi tad de la úllima semana, Cristo fué
entregado a la muerte. Todas estas particulat•idades se cumplieron
solamente en Jesucristo. Adviértese tamb ién en dicha profecía
la destrucción del Templo y de la ciudad por los Romanos a las
órdenes de Ti lo, l' la desolación perpe tua del pueblo hebreo,
reprobado porque renegó del Mesías.
3• La profecía de Ageo. Los ancianos de Israel, que habían
visto la magnifice ncia del primer templo, oprimidos por la
tristeza al co ntemplar el segundo, fueron consolados por Ageo,
quien les dijo :
i:'>to <lice el S<'1im· ele los ejé•·citos : 11<in falta. un poco, y yo coltmo·
vct'é el ciclo, y la tie >Ta, y la. ma.•·, y todo el nnivel'So. Y move1·<i t odltS
lus gent es : y velldl·á el Deseado de todas lus gc11 tcs : y lw llclti>·é cst«
ca.<a ele ylOI'i<t ... (rt·ande SCl'á llt filOI'ia de esta ú ltima CC<Sa 1 más que la
de la p•·imcl'Ct ... y c11 es te lugw· <llo'é yo la. pnz 1 .
Esta profecía manifestaba que el Mesías santifical'ia con su
presencia el nuevo templo. Dicho templo, tan visitado por Jesu-
cristro, fué deslruído para siémpl·e, no transcurr idos aún cua-
renta años después de su muerte; de donde resulta que nadie,
sino él, pudo darle mayor gloria que al antiguo, ni otro alguno
conmovió cielo y tierra con sus milag,ros y la conversión de
las gen tes. Luego Jesucristo era el Deseado de las naciones.
1• La profecía de Malaquias.
He e<qui yo envío mi ángel, y p1·cpu•·a•·á el cmnino cm te mi (a:. r
luego vcncl>·<i u '" templo el Dominado¡· a. quien vo~ott·o, bttScái•, y el
ringel del testamento que vosot>·os dc,r•áis . llc cu¡"í r¡uc viene, dice el
Sei'w>· de los ejército" •.
Lo que significa que el Mesías vendría a su templo inmediata·
mente después de aparecer su precu rsor. Pues bien, Jesuct'islo
tuvo por precursot· a San Juan Bautista, que vivía en la época
dei segundo templo; luego a solo Jesucristo podía referirse esta
profecía.

1 .t\gco, u, 7, S, 10. - ! }l:.l:u¡., m, l.


179
15 . ¡, No fué ;~ n uncindo dic ho pa'<!CIII'soa· po a· o ta·o pa•ol'cla '!
Sí : por Isaías, que indi có el objeto prin ci·pal de sus pred ica-
ciones .
Vo; llet que clama en el llt':>iea·to : rl ]><' ··cjacl el ca1tti11o del Seaio>·,
eudct·czad en In suledad la• .<cntlas de nucst>·o /Ji os 1 .
16. Según los J)l'Ofeta:; ¿, en qué cst:tdo tlcb1'a cncontJ'tH'SC ('1 tnundo a l::t
"cnidn del Mes ras?
En u n estado de paz univet·sal , se¡¡un acaeció durante la
dominación t•omana, en el reinado de Augusto, época en que
Jesucristo vino a l mundo.
En los •lias ti•· él nacea·(t,ittslici a¡ y abtttttfcmci(l ele pa~~.- No al :a >·aí
la cspnclll. ttrt" nación couh·a oll'lt n aciQu., ·u i se cusoyarúu mú,'f JIU )'et la
yucJ'J'll :~.

.(1. Nacim ie nto e infanci a d e l i\lcsia:¡.

17. ¿ Quó anunci:ti'On los pro retas tocante al nacimiento e infancia tlel
)lcsias ·?
1• La milagrosa vi,·ginidad de su madre.
H e aqui que concebü·á mili Vi>·gcu, y pc<>·ia·á ltll flijo, !1 scní llmnatfo
s 11 ttombrc Hmmant~cl ·1 •

2<> El lugar de s u nacimien to : Belén de J udü.


Y I!Í Belé" E{a'(l/t•, peqll<'th c•,·cs cntt·c los milllii'C$ clr J11tlti: tic ti
me salcla•á el que sea tlomÍIWtloa· en. ISI·acl, !/ l<t salicla de 1!1 desde t•l
¡wiaJCi¡>io, descl" los días de la cto>·nic!etct>.
3• La venida el e los ~lagos de O•·ien tc pac·a ado t·arle.
Los •·cyes de ,11·11bia, 'J ele Sabá le trttct·cin ¡n•csentt•s "· - 11t•udr<Í•t
camellos ele Sllbri, 'J traerán oa·o e incienso-. - D,· Jat·ob 11acea·á una
eslt·ella; y ele Jxmel se leocmlli•'<Í "''" ""'"' •.
4• El degl1 cllo de los San tos Inocen tes en Belén y ~us cerca-
nías.
Vo: de lcmll'ttlación {w! oit/11 Cll lo t~lto, clt' llanto, y de lloro de ltuquel
que llo•·a SIIS l1ijos, y 110 qttiCI'C .•e•· co11solatla acea·ca de ellos, poa·que 110
exis tcn°.
5• La huida a Egipto y su vuelta a l a viso d el á ogel.
}'ele J::gip to Ucnni a 111i /l ijo"'·

1 h:iÚ:&!, XL, J.- : S:almo liXX I, 7. 'rsui~ 11, 4. - "~~·~ YIJ, 11. - ; Mlq., ,., t. -
GSalulo ¡_·o n, O. - ! btd:''• LX, G. *N\\tu,, s x n·,
11. '' Je~m., ,'\xU, JG. - 111 Ose\s,
Xf, 1,
180 VIDA P ÚBLICA DEL MESÍAS

5. Vida pú blica del 1\Iesias.

·18. ¿Que anunciat·on los profetas concet'nienlc a la vida públicrl del Mesías'!

Anunciaron: ·1• Su bautismo y las circunstancias que lo acom-


pañaron.
Y •·eposa.·á sob•·c él el es1>i•·itlt del Seito>·'.
2• El ay uno preparatorio a su misión .
.4{1igía mi alnw con el cty~tno •.

3• Su predicación.
El lugar en que empezó : La tie>Ta de Zabal6n y la tierra de Ne{-
talí .. . el cam·ino del ma>· ct lct ot>·a ¡>a>·te del Jo>·dán , lct Galilea tle lees
naciones. El pueblo que MtdCtba c11 tiuicblas, vi<i wtn grccmle l11; 3 .
Su auditoo·io familiar, los pobo·es : Po>'{[lle perecc>·á el sabe1· ele se<s
s<~bios ...
Y los mMl.SOS se ctleg•·a.·án mcis y más en el Seiio>·, y los hombres
¡Jobrcs se •·egocijct>·án en el S<1nto de ls>·ael '.
La forma favorita d e sus instrucciones, las parábolas: Ab1·i,.é en }Ja•·á-
bolas mi boca : hablani cosas ocultas desde el t>~•incipio "·

4• Las virtudes evangélicas del Mesías.


Su pobreza :'Pobre soy yo, y en t•·c•bajos desde mij11vent11dG.
Su humildad: Mas yo soy g11sano, y t~o homb•·c : o¡wooio ele los homb>·es.
y desecho de la plebe'.
Su obediencia : Pat·ct hace>· tu volun tad , Dios mio 8 .
Su benignidad : La ccdte< cascada no le< qu.eb>·cwá, y La to•·cicla que
h11mea no la et¡Jagará 9 •
Su amor a la paz : Con los que abOITCcian la pC<Z, e>·a p«cífieo •o.
Su compasión para con los débiles y atribulados : Busca•·tJ lo que se
hetbíet perdido, y IOI'IUWé lo que había sido clcscw·•·iado, y lo que había
¡id{} q~teúi'<I<IO lo ata?'é, y lo flaco lo fo•·tific(u-é , y lo g>'IICSO y •·ecio lo
glla>·cla>·ci "- - El mismo Dios ve?l(l>·á, y os salvadc. Ento>wes se•·án
abíe>·los los ojos de tos ciegos, y se,.á.n abie•·tas las o>·ejas de los so•·dos.
Entonces ct cojo saltal'<í como el cie>·vo, y [(t let!guet de los mudos se>·á
su,ella 1:!.

5o Las contradicciones y persecuciones de que ser·ía objeto.


Di>·án sus enemigos : 'l'omemos, pues, en m.ecli.o al justo, po•· e~tanto uos
e:; útútit, y e~ conh·a,·io a nue:sh·as Obi'a$, y nos echa en ccwa los pcccr-
do;dc lct ley, y difama contm uosot ros las {altCIS de n11estn• conrllwta .

J l!;:d:LS, XI, 2·3. - :! SallUO XXXIV, 13. - 3 liiai:\S, IX, 1·!. - ~ )S:t. f:l$0 XXIX 1 H.; !!l. -
:;Salmo J, xxn t, 2. - 6 Salmo t..'\xxvu, lG. - 1 Salmo xx1, 7. - ~ S;Lhno XXXIX, !l. -
~ lti:d~, XLJI, 3. - H)'Salmo CXIX 1 7. - tl Ezcq., XXXJ\' 1 lG. - 1t Jsnias, x.xx,·, .J..t;.
PASIÓ:> Y \'10,\ GLORIOS.\ DEL )IESI.\S '181
Protesta q~<e él tiene la cicuci11 de Dios, y 'él se nomb•·et /lijo de Dios. Se
nos /1et hecho el ce•"o•· de twcsll·os ¡Jcnsamientos. Nos es g>·twoso am• el
vulo, flot·que lct vidt• de él es desemejante a lct de ott·o•, y s11s cuminos
.,on bictt di(e•·cntes. Somos tenidos po•· él como gente v11na, 11 se abstiene
de mw.<t>·os caminos ciJniO <le imuwtelicias , 11 JH"efirru lcts ¡Jost•·ilnaia.<
de los j11stos, 11 se glol'i(l de q11e él tie>w ¡>o•· P(((/¡·c ct JJio.<. Veamos, ¡;ues,
si so" ·cc•·dade•·as sus ¡Jalllbl·«s, y ¡n·obemos lo q~tc li11 de ueuil·, y sab•·c-
mos cuál ....,.ti s" fin. Po•·r¡11c si es verdaclet·o 1/ijo ele JJios, le cuupm·a•·á
y lt• lib•·w·tí ele mauos de lo$ (l(lvc•·sa>·ios. Rectu·gulimoslc con 11l11·ajcs y
con lo•·mentos, pa•·a que sepem1os slt acatamieuto, y p•·obemos s11 pacieu-
cia. Contlcnémosl~ a la muc•·te mtis infame : ¡mes según s11s p<tlabras
SC I'IÍ él Cltcndiclo 1 •

6. P a s ió n y vida u i o ri osa d e l lllcs iu s.


Profecías concernientes a la Pasión.

IU. ¡.Qué circunslancias de lo pasión del Mesías rues-on anunciados por los
prorelas ·1
Anunciar·on : l • La entrada tr·iunral del Salvado•· en Jerusalén.
lfegocijalc mucho, hij11 ele- Si6n, c<mta, llij11 ele Jc>'ll$uléu : Jfi•·et que
tn Rey vend1·tí t< ti j 11sto y sellv~ttlo•·: él venclt·á poilt·e, y scutltdo sobre
uua cmw, y sobt·e 1t1lJ>ollino /tifo de asna•.
2• La institución de un sacerdocio nuevo.
Po•·que de•de donde m<cc el sol lwsttt donde •e pone, g>·Cinclc es mi
uomb>·e ent•·e las gent~s, y eu todo htgm· se sCicrifictt y o(•·ece 11 mi
nomb•·e n(>'t'1tda p~tra 3.
3• El estado de víctima a que debía reducir:lC por amor
nuestro.
r cm·gó el Sei/{)¡· soiii'C él let iuiquidad. de todos uosoh·o.~ 1• - En vcr-
<ltu! tomo sobt·e si nuest•·us enfc•·medadr.s, y t!l car~ú con nuestros do-
lo•·cs".
4• La traición de Judas.
A11n el homb1·e ¡>twífico mio, ele quit:" me fié: el r¡t<e comi11mis ¡)Cines,
me echó lCI :ancculill11 en grcttl mauem "·
5o Los treinta denarios, precio de la traición, y el uso que de
ellos se había de hacer.
Y ¡Jesa•·on po•· mi sCilll>"io treinta siclos de platu '· - Y lome lo>
tt·cinla siclos de plata, y los eché en la cl!Sll del Stiw•· )Jm'lt el al(u-
•·ero ~.
6• La agonía que preced ió a su prendimiento.
1 Sab .• u, 12·20. - ! Zae., IX, o. - :t lbl;~q., r, 11. - 1 úafas, un, G.- s lsalu,
Llll, 4. - • Salmo xt., 10. - i Zac., xr, U.- • Za.e., :u, 13.
-182 PASIÓN Y VIDA GLORIOSA DEL m:SfAS

Mi co•·a:ón ront ...·bado ~lá denll·o de mí : y miedo tic nmef'lc cayó


sob•·• mi. Temo•· y temblo•· viniti'OII sob•·e mi : !/ cttb>·ié•·onme tinie-
blas 1 .
7• El desamparo en que lo dcjai'Ía n sus Apóstoles al empezar s u
pusión.
llie•·e al paslo>·, !/ sc>·ún dispe>·scts las oveja3 '·
8• Los falsos testim onios levantados contm el Mesías.
Se llcm lccat~tado COIIh'CI mi testigos {cúsos, y la i>tiquitlad ha mentido
n si 111isma 3.
9u El expresivo silencio del Mesías en presencia de sus acusa-
dores.
Como corcle>·o delonll' del r¡ue lo trasq1úla, l:m>wlle,·m·cí, 11 no ab>·i•·á
•u boca ·• .
·J(}<I Los escarnios y ult..ajes que había de padecer.
Y vine a se•· fábula pw·" ellos ... , y twiían cant111·es de m i los que
bebían vino •. - Da1~í la mejilla al que le h il·ie•·e , sc•·á ha•·to ele o¡n·o-
bios•. - Mi cue>'}JO di a los q ue me llc>'Íiln, y m is n1ejillas a los que
mesaban u1i bat·bn : ?Hi t•ost.,·o tlO 1·etiré tic los t¡ur me in,ju..,·ia-ban, y u1c
CSCltJ)ÍUtt 1 . .

H • La inj usta ll agelación de l i\lesías a pesar de su inocencia.


Sob>·e mi espalda laln·a•·o¡¡ los pecado•·es: Jn·vlongm·on "' iniquidwt •.
- Le >·epttlamO$ como lcp•·oso, y !te>·i<lo ele Dio.<... mas él fité llagctdo
¡Jor tlltest>·as i>&ic¡~<i<lacles ... y con sus canlen((/c• fuimos .<an((c/os•.
'12" La crucifixión entre dos ladrones.
1/o,·adaJ·on mis 1nano.~ !1 mi,: pie..:: conto J•on loclos ,,¡js huesos 10 . - ) '
le dil·án : ¿Pues qué lla(¡ct.< son éstas e11 m cclio de tus l>lmws ~ Y <liní :
De éstas he sido llag((dO en la cctsa de ((quellos q11e me amaba"' 1• -
Enl?·eg6 su alma a lit 111liC>'IC 1 y COII los lltaluallos {116 contado : y el
ccw{¡6 con los pecados de muchos, y po•· los lJ'aliS!J>'CSO>'CS l'O!JÚ " ·
13• Las injurias que ¡·ecil.>ió estando en la cruz.
Todos los qtte 111e velan hit'ie•·on bw·la ele >ui : ... y menea•·on la
cobe:ct diciendo : Esp~•·6 eu el Sc;ior, lib•·ele : sálvelc, p uesto que le
cuna ' 3 .
14-• La hiel y vinagre que le ofrecieron para calmar su sed.
1' m<l d ie>'OII hiel ¡¡o>' com illa : y en mi sed r>tc diuon a hebc>·
vin<t(J1'e 1·1•

1 S.1lmo Ll\', G, G. - t ~n.c., XIII, 1. - 3 Satroo x.:t\'1,


t!! . - _. laaias, Lm, 7. -
• SnlUlO J,:n·m, 12, 13. - ti IJoo"Lilltmt., m, 30. - 7 IS;lfall, l•• e . - 1 Salmo (:J:.XVlU , J. -
D ht.fu , LIU, 4, ~. - lO S.11mo ).XI, li, 18. - 11 Zac., JIU, G. - ~~ lialas, LU11 lt. -
IJ Salmo XXI, 8 1 0. - U 8aiJllO U\'111, !2.
llEJIIlOIJACJÚ~ DE LOS JUDfOS \ VOCACIÓ~ DE I.OS Cl:::STJLES ·1$3
15• El reparto de las vestiduras entre sus vet·dugos.
Se •·cpa.·t ie•·on mis vcstidw·1u, y sotn·e mi •·opa ec/uo·o¡¡ sue•·te '·
1G• Las tin ieblas qu e dat"ian testimonio ele su divinidad en el
momento de su muerte.
Y Clcacce•·li e>t aquel tlla, dice el Se•io>· Dios, que •e powl nl el sol ul
mc<liodltl, y I!CI>·é cuú•·i•· tic tiuicblM la tie>T<t cu ~~~ maym·lu:•.
17• Su última oración en el supremo instante de la agonía.
Dios, Dios mio, •••h·ame: ,¡po•· qué me has tleSCIIIIJ>R>·atto > ~
18• Su muerte y sepultura.
Fué co•·tt!llo ele la tiel'ra tle los viuie11/es'.- C.1yó wi atnw C>l el ltcyo,
y pttsic>'O•I sob>·e mf ttna losa~.
•t ()o Su bajada a los inlie•·nos, p:u-a anunciar a las al mus de los
j ustos su próximo resca te.
Del pod1w de la mue>·te los libmré, los •·cdimi>·é de la nuce•·tc". -
1'ti también po•· lCI S{l11gl'c de / u lestameuto hiciste sali>· tus CCI~ttivos <lcl
lago en que no lea y agtt" :.

Prolecias concernionles a la vida gloriosa dol 1\loslas.

20. ¿ Qu~ anunciaron los profetas toc3nlc~ a la vid:l ¡;loa·i osa del ~h·sins '!
Anunciaron tres cosas: 1• Su gloriosa resun·ccciún .
Se•·é tu muCJ·te, oh nrtte>·te; se•·é 111 ,,,o,·detlum, oh in fiel'liQ". - No
tlcja>'tÍ! mi olma en el iufieruo : ui pc•·miti•·ás que tu Scwto ''"' I<L cv·
rrupci6n °. - Y se1·á glo•·ioso su sepulc•·o '"·
2• Su admi1-able ascensión.
Levantaos vosot>·a1 , oh ptw·ta.< ete•·uas : y cntmriÍ ··1 rey de la glo·
•·ia ".- S~<bió Dios co>t voces <le alegría"·
:1" Su gloria y su pode r, en el cielo.
/Jijo el Se>lo •· a mi Sc>io1· : S ié11 tate ti mi cle>·echu hasta que poúg<t
" tus rnemiyo.<, po•· pcaull de tus piPs. De Siú11 lcw·á sc¡li•· el Setlot· el
cct>·o de ll< pode•· : domiua llí cu medio de tus e11emi!IUS '"·

7. He pt•oba c ió n de l os Jud los y vocación d(• los Ge nti les.


Profecias concernientes a la reprobación do los ludios.
2 1. (,Qué anunciaJ-on los p1·ofola:s respecto de la nación dcicidn 1 1

Su reprobaeión y, al fin del mundo, su conve1·si6n :

l Salmo JCXI, ltt, - ' AWÓit, VIII, 0. - ~ 8a1Ulo XXJ, 2'. - .~ baiaa. 1.111 1 ti. S L3.ruenr..,
tu, U . - t.i <Meas, xm, J-t. - J Zac., ax, 11. - 8 Os<!:La, .!cut , 14. - u 8ahno xY, lO. -
l O IAI:w, ~1, 10. - 11 9 .\hUO XXIII, 7. - t2 SaiDKt :tLn, 8. - U Salmo CIJ, 11 t.
184 I\EPI\OBACIÓN DE LOS JUDÍOS Y VOCACIÓ!' DE LOS GENl'lLl'S

·1° Los J udios llevarán consigo la señal de su reprobación,


y andarán errantes y dispersos po r toda la tierra.
Serán los •·esiduos de J acob en t•·e las gentes, en medio de ?>tuchos
pueblos'· - r los puse dispersos emre las ymtes, y fue •·oa avenlculos a
la,s tie>Ta,s •. - r .,e con moverán ele mcw u mar, y desde et Aquiton
ha sta. el O•·icnte : discu•·•·i•·án busccmdo la palab'I'Ct del Seiuw, y no la
ha lta•·án 3.
2• No tendrá n ni reyes, ni profetas, ni culto.
Muchos clias e5tw·án tos hijos ele ls1·acl sin •·ey, y sin tn·incipe, y sin
sac1·i{icio, y sin Cilla>·' . - No hemos visto nuest•·as se1iales, ya no llCiy
Ji>'O(eta : y Dios no nos COIIOCe1·á de aq ~ti adelante''.
3• Esperarán la salvación y no la conseguirán.
Se alejo el j tticio de ·uosott·os, y 110 n os ctbra~a•·á la jr•sticia : espe•·a-
mos luz, y he aquí tinieblas •. - J.;spe>·ábwnos la pctz, y este bien 110 lle-
gaba : el tiempo de medicine<, y he aquí temo•·' .
4° Hacia el fin de los tiempos reconocerán su error y se conve r-
tirán al Señor.
Después que te hayan alcanzado todas las cosas que han sido cwun-
ciad<lS, en el último tiempo te ·volve•·ás al .Seiio•· Dios tuyo, y oi•·ás ""
vo: 8 . - Despu és de esto volverán tos hijos de ls•·ael, ·y buscarán ctl
Selior su Dios, y a David su I ' C!J : y se ace•·cm·«n con temo•· etl .Sdio1· y
a S lis bienes, e•~ el fin de los clias 0 .

Profecías concernientes a la conversión de los Gentiles.

2~. ¿ Qué anuncial'on los profetas tocante a los Ge1Hiles '!


Anunciaron la co nversión de todos los pueblos, y el reinado
eterno de Jesucristo : t • Desechado el pueblo judío, el Scl'ior hará
alianza con los Gentiles.
Buscáromne los que c111tes 110 pregrmtavcm ,,o•· mi, halll<>·onme los
qtt.e no me busca•·on. Dije: Vedme, vedme, e• tul a nación que 110 invocabtt
mi nombre 10 . - De¡·¡·amaré mi espil'itu sob>·c /,oc/a carne : y pro(etiza-
'I'ÚU vuestros hijos y vuestras hijas : ·vtte:>tt·os ancianos ~o·itc.wán srt-e·iios,
y ·vuestros ;'óven.e.s verún 11isiones u.
2• El Evangelio set·;1 predicado en todas partes. Rechazado por
los J udios, set·á acep tado sucesivamente por todos los pueblos.
En Clquel día la ,.a¡, d e Jesé, que es!á ¡mestct JiO!' banclem de Lo'
pueblos, se·r á invocada po•· las nacio>ws 12 • - !?·án mttchos JJiteMos !J
cli•·á11 : Venid, y subamos al moute del Se1lor ... , y 110s ,·nse1ia·•·á sus

t )(l(l., \', 8 . - :.!Ezeq., XXXVI1 l!}. - :I A.lUÓS ,VIIt,i, 12.- '~Oseas, 111,4. -· :SSnhHC.
J.xxm. 9. - 6 lsttittP, LIX, :l. - 7 Jc rc nL, nu, 16. - ~ Deut., 1v, 30. - 9 OSC:l$ m, {1 , -
1
so U.afas, 1.1:v , l. - 11 Joel, 11, 2ts. - 1 ~ Jsaias, ~o, JO.
J::L lil::SIAS PRE:OJCJJO. - RESUMEN 185
caminos, y andaremos Ctl .<us semlet·os 1 • - A ~~tlar<in las gentes a ltt
lumbt•e, y los reyes lllt•esplalll/Ot' de lu nacimiento'· - )' SCI'<Í Clli!ÍtnCI'O
tic los h ijos de Is•·ael como la at·cua de la mat· ... , y en el luga.· en doutle
•e les Ita dicho : No ¡tucblo mio vosotros : se le8 dit·<i : Vosot •·os sois
hijos tlcl Dios vivo'·

:Jo La nueva alianza abarcar·;i todos los pueblos de la tierra, sin


ninguna excepción.
IIm·l! aliau:a enlt·e ellos en aquel día.. . r tlit·é al que llamé No mi
put•blo : M í pueltlo eres lit: y él clirú : Jfi Dios e•·es lti 1. - r hm·é cou
ellos alian:a de pa: , alian:t• elet·na tendt•ún ellos : !1 los cí•••<'lllat·t' , y
"wlliplican!, y pomh·é m i s<mlijicación en medio de ello.• ¡Jot· siempt·c•.
4• !lasta los pueblos rmis r·ebeldes se someter:in a los pastores
de la l gles ia con sorprenden le docilidad.
llebnjo de s u imperio, habitw·ti el lobo con el conlv>·o :y 1'1 lcOJJW'do se
cc/t(ll•lt co11 el cab•·ito : el bccet'I'O, y el leún, y lll oucJ« Wlllat·till jrmtos,
y 1111 ni1io pequeñito los cot~<lucit·<i•.
5" El ~lesías r·ei nará eternamente sobre las naciones que son su
herencia.
St• e.ctcnderti Stt i m¡JCt'ÍO, y ltt ¡m: no tendt•ú fin : se scntm•ti sob•·c el
solio de Davitl, y sobt·e SIL t'CÍIIO pa,·ct a{tan=m·lo y consolitla..to en jlli -
cio y en justicia'.

llf:SU MEN

Profecías mesiánicas en general. - ProfeL' es un hombre inspirodo por


l)ios pat·a predecir los aconlcc:illlicnlos futuros. Por el nilmet·o de sus profe-
cías, so dislinguen dos clases de profcl:ls : los profclas mayores y los pro retas
naenorcs. Prorccias mesi;ínic.as ~on las que se r-efieren a la 'id:• del :\lcsias.
Pueden rl:tsHic.1rse ya r·cspccto del ticll'lpo o ele los libr·os que Jas con tienen,
y:• :ttcntlicmlo ~~ su naturalc7.a o n los hechos que anunchm. Jlclativtun~ nte a los
libros qu<' lns contienen , son tic ll'flf> cl:tses: 1° las del PNlt:1tcuco; '1·' las de
los lí lwos de los 11cycs y d e lo• Salmos; :lo las d e los po-ofcl:>s. 11cspcclo a s11
natur:alcz.n, pueden di sl ingu irse seis clases, sc¡p'm que ~e rcficr·3n : 1 ~ a Jof;
car:1cte•·es del Mesías; 21) a la época de su '"en ida; :Jo a su n:~címiento e inran-
ci;• : i• :' su ,·ida pública; ~,., a s u Jl.1Siún y vida glol'iosa: (;o a la rcpro[)ación
de los Judíos y •·ocación de los G~nliles.
Caracteres genealógicos y personales del Mesías. - Los p1-ofclos anuncia-
ron el origen del )l esías : dt'IJi:• se•· ele Ja 1-ata de s~m, de la nación de
Abra h;'ul , r1c la ll'ibu de Jmlí1 y de la f:tmilia de Uadtl . Pa-cdijcron l a ulbi t~n
sus cn•·nciN·~s JH~rson:tlcs: lwhia de ser Hijo de IJios, nios CS('OIHiido, S~ilvado•',
pontíl h~c , juslo pol' excelencia , ~nuto, docto•· y ,·c•·dadl'I'O pnslo•··

1 l.tl:,rns, u, :S. - t baias, LX, 3. :a Oie:\tl, 1, JO. - ' O.seat, u, U1, ~4. - ~ E:teq .,
XXXVII, :!C. - G lS.."lfas, :u, G. - l l11llfft'll, IX, 7.
186
Época de la venida dei Mesías. - Cuat•·o profccias principales determiM-
ron 1~ <'pocn de la venida del Mesías : ·1• Jacob anunció que el Sah-adot· ven-
dría cuando la t••ibu de .lud{t hubiera pe•·dido la autoridad real ; 2• O:miel fijo
exactamente la época en que sería entregado a la m uerte, csl.o es en 1 <~
mitad de 1::~. última de las seten ta sem:mas de aiios que empezaban a contarse
1

desde el s:.egundo edicto de Artajcrjes T...ongimano pa 1'a la J'Cetl ific..'lción de Jeru-


sa lén ; 3t Ageo ;.llil'lnÓ que el l l esias. ,·isilaría y saulificai'Í::l el nuC\'O templo ;
;\11. 1\lalaquías e Jsaí~Hi pt•cdijeron el inmediato prec ursor del :'\rcsias. Adcm~ts ,
el mundo, a su venida, debía encont ra rse en un estado d e paz univei'S:tl, lo <¡ur
se ve•·ificó en el t·eina<lo de Au gusto .
Nacimiento e infancia del Mesías. - Las dircrsas circun.,tancia• tlol
nacimiento e iuf"ncia del Mesías fueron dete•·mitmlas por las profecías : su
cnc.1rn:.ción, la yiJ·g ini datl <.le s u n1a.dr'e, el lugar tle su nacimiento, la adora·
ción de los Magos, el degüello de los Santos Inocentes , la huida a Egipto y la
ostancia en Na1..tl l'Cl.
Vida pública del Mesías . - De la \"ida p•H>lica <le! n edento··· los p•·o fctas
prccHjcron s u bautismo, su ayu«-10' en el desierto, su predicación, l:1s contra·
diccion es que sufr·ió y las '' Ít'tudes evangél icas que p r:tcticó había d e str
poiJJ•e, humilde, obediente, beni gn o~ amante de la pm~, compasi\'O y canso..
lado•·.
Pasiótl y vida gloriosa dell\lesías. - Todas las ci•·cunstancias de la pas•on
del s.ahado r J'ucr·on igualmente dctc l'minadas por los profeta~ : la e ntrad;!
triunfal en .T e•·usa.lén, l:l institución de \10 sace•·docio nuc,·o, la tra ición de
Judas po1• tr·einla denarios, la agonía H'lOI'tal del Salvadol', en el huer·to de Jos
Oli,·os, el desamparo de. los Apóstoles, los falsoq testimonios lc"antados contt·u
F.l y el s ilencio de Jesús ante s u!' acu~:1dores y ve1·dugos ~ los escarnios ~·
ultrajes. la f1tlbCl:-tción, la •nucrtc ignominiosa entre dos bdl'Ones , 1.-s injm·ias
que t•ecihió estando en la CI'U7., la hiel l' vinagl'e <rue le of1·ccict·on. el rc p~u·to
de las vestidur:1s y s u ldlima Ol'aCló n. Finalme nte, su baj:Hla a los inli eJ·nos.
su r csu•·•"Ccción su ~-sccn s ión , sn ~lo ria ~· poder en el cielo rucron anuncia-
1

dos del •Yiismo ouodo.


Reprobación de los Judíos y vocación de los Gentiles. - Los r•·ofet•s
habían prctlicho tnmbión las graves c.cmsccuenci:ts do la in'molocic'n'l sangricnt:'
del Mcsüts ; la tcl'riiJic r cp••obación de los .Judíos culpnblcstle tlo ichlio, y la ven·
tut·osa ,·ocación de los Gentiles mediante la ¡H'edicación d el Ev:mgclio.
CUADRO S I NÓPT ICO '187
Do los ¡)rofetas. - l)rotota.s umyorcs y menores.
l:.ns 1lCI l,~.mt atcnoo.
Oo las profcdas
mcnl:'mlc:u¡ lJi vlfdón Segú n JiU Cech~
l Lns de los UC}'Cs y do le"" $almos.

Í
en ¡;cncral J_,:t¡; de IQs P•-oret>lS·
profccins Según 5tt oontcnMo: L;.te sclsclascs ludiea\la:;;\coulinu:t.
C1ÓU.

Profecías
f De l:t r:u:a de Seru.
De la d os~.:e o ll.cm:: l a de Abr:tlu'ln.
) Orige n
óCJnccrniem.es { Do la tribu de Jndt\.
a los cur:tct.cres De la familia d u D;n·id.
gcncalóglto.s ll\jo do l)los(l):t\'ld).Dios yDioscseoiHlttl o( l~"lí as, Oavid).
y per:sonnlcs Caracteres S.'llvadOl' y Pontfllcc ( Hrtbacuc. lf:!ttfas:, DavHI).
del )fcsíns
( J}(!I~O n :lles { Justo por excelencia. Santo (Jcromfas, l):lvld, Isal;ts).
Doctor s Pastot· (Isnla-:;, z~,carins).

' Al advcnhn iont.o do un rey extranJero ( Ja.cob).


Al C\UllJ>Hl'SO 70 &l!mána.s de :tfiOJJ ~.ICl\lHt(:s del e:nt tlvcrio tl íl Uabilo-
coucornl on te~ \ nitt (D:m iel) .
:t la é )'IOCll ) Dcspuó.s de la eon.strucclón del seg u ndo tcm¡•lo (Agoo).
de ~ n n;nld:t ( Jomc~.llt1 taU1e n tc después de eu p r¡;cursor fMal:tf¡uias,ls:.-lulS).

¡l
, ú naudo reinara In paz en todo el mnndo (Oa\'id, 1!5nias).
Su encarnación (Jo¡·cmfas:), y l:t \'llg ln hlnd (11) :m JL\adro.
Protccia.s (l¡;,¡tias).
conCtJrulcntciS Notcimien to El lugar ele s u n:tennlento ( Mique:ts).
:t l:ts l.o;.t adora.c1ón tiC 108 ~Jngos ( D.\\'Id, hmma, Mo1sé$),
elreuui>L.auc:i;l!> El degtlollo de Jos S:tn~os Jnooe!ltC8 (Je~mi:\:;).
e su naclnllcnto
yd<Hl\1 in fancia Jnf:\ncm ¡La huldn a h:giJltO (Oseas).
Ln CfHl\ !H~f n en N:u:iltet (l6nfas).
¡ P ¡
La Ytmldn dul J~spirit.-u Santo sobro el Mcsia:¡ <rs:tí:t,~;.).
,.c,mr::u:160 El A)'ltuO on el desierto ( D3vld).
Protccfa.s
concerniente¡ } \rt()a ¡La pr edica c ión a los pobres. e n p.'l.n\bol:l.s (h<tfn:-, l>avltJ ).
zl l:u;
clrcunstn nclns J
de s u vida pUb lica ( Yll·tudcs
pública
lLas cootradicclone:~. y pChiceueiooc:; (Sa lomón).
Pobroza hurulld•ld \' obC\IIencia ( David).
Man¡¡e~.h;mbre ,. :nu;_ll' do ltl. paz (Tsatn& Dn\'hl}.
\ cvnngéllcas Compa.c;tón htteialos d ébllc!J y alligldos( K~cqu lei.J:;aiaJ;).

f La entrada triu ut:mte en Jcru&tl.lén (Zitt.:trfa.s).


l...oOS
preludiO$
l La luatttuclón dol IHU)\'O !:i:tce rdoelo ( Maltt<JUfas).
Rl est.:\do de '' icti m~l ( fsAfas) • •
lA trn1el6n do Jndns ( D:u1d) . Su precio ( Znc:~.rl:\$) .
La ngo ni:l mort:tl ( DAvid) .
Bl dcsa.mp.:u·o de lo~ AJ>ó!5toles (Zaearra.s ).
Los falsos wstlgos ( Da.Yid ).
Rl silencio ~lel S:llndor a.ntc sus Ju:us:tliOt'csCt!!:lf:t!t).

¡
Profc.:(:ins \ Los Cséárulos y lo~ ultmjes <O:~vld, Jct'Ctttl:t ll, lsa.l:u;),
eonccrntentc·s n L:t p:t&.!óo L<t flagelación ( Ort\'ld , b:d:u;.).
l m~cl rc n lllnnncl:\á
L:t cruclli xión c nt.rc ladrones (Otl\'ld, 16-:tias, Zac:~r i:us) .
de $ U P<l~l ón Los lmwltos al Salvador en la eru& (J)n\"h.l).
y de s u vid:'l. J.a bici y vl n:lgl"ó (J):whl) .
gloriOi!:t I...a a>artlc.lón do l~ s vcstillurMJ ( J)¡t\'ld).
Lit& t htiObl:u:i e n tet~ timonio de s.u dh·lntdad (A mós).
L:t Or:tción liUJll'Cm:• en el tll"s.am¡>aro CD:t\'hl).
1.~ muerte L~\ )nuc n c ,\' MCpultur:t (haia!' , Jercmf:~s).
1La b.'\) ad<~o :ll limbo (Ose:ts., Zllt:td:¡s).

La res.un-ccción gloriosa (D:tvld, Oscru¡, Jsaf:ts).


Lil \'Ida
gloriosa
l1La asconl!lóu (ll:wi()) ,
l.a glo rln y el p~cr (David).

¡
Reprobaetón A.nd:m\n ornmtcs y tnglth·os (~Uqucas, Rr..oquicJ, Amós).
Profoela!f de loi Espor nn\tt en ,·nno al Mosl:u; (ll;nfal', Jct-elnlns).
oonccrn icm.cs Judios No se con\·cnlr:\u sino al tlu de tos Li~IIIJlO~(Mol~.Oscal!;.
:t la rcprobtu::tóu . .
de los Judío~ Couvcr!lón {\re(lieaclón del E,·a~gello :t IOJ; Ot:ntiiCJJ (.ts:ll:l.l.l, O.;;eas).
y :.1 la vocMión de lo ::~ ~:f u s ión d el k:spfrltu ..,:;tntosobrc lnsGontllcsOs:tlns,Joel).
de'ios Gentiles G tll }<.;uC\'tl y JU)r(>btun allanz:t de Dios ( Oseas,Ezequten.
en es Reinado eterno del lle.sras sobre totlos los J)ueblos(Js.., be).

-.ECCION JI
DE DIOS HIJO , Y DE LA REDENCIÓN

Esta secc10n se subdivide en siete capítu los, que tienen por


obj eto: t • el miste rio de la Encarnaci<jn; 2" la San tísim a Yirge n ;
3• la vida oculta r la vida pública de Jesucr·is to; Ji." el misterio de
la fl edención; G• la bajada de .Jesuc ris to a los in fi emos, y su
res ul'l·ección ; G• su asceusión ; 7• su calidad 1le juez de vi vos y
muertos.

CAPÍTULO X
Segundo artículo del Símbolo.
Creo e n Jcsrlct·i$to, .,, itnico Ilijo , l\'~testro Scitot·.

DEL MISTI::HI O DE LA ENC .\R NACIÓN

SU.MARI•J. - l. Del misterio de la Buearnacióo en genen.l. Ooftnlción. - Re\·elaC'Ión


do este misterio. - Nombres del lffJo de Dios b""-cbo homb~. - Enser,anxa.! de la
Jgle&l:i. - ~. Du:lllll~d do nAturaln.-u en Jesuerilito. - ~=-turaltta dh·ina. - Salura·
Jeza húm:m:'l. - El ahua do JeiUCrlilO : totellgenela, l'Oiunt.ad, corazón. - Gracia!!,
dones y ''l r~oudcs de .Jc ..uerlsto. - Jo~J cuerpo de Je~utribW. - s. Uoión hlposlliL-Ica. -
C:m\cter de In unión do lu drn~ U:'\t.urale'-1S. - Con.llceucnetnK de la mtlón hltlOStAtic:l. -
Comunicación (le hllom:tlf, - Bl hombre, lm:tgcn do l:t unión hlpo.~t:\tic:t . - •1. Mt\J':t·
vlllns tle In J~uearnaclón : l><>r ¡1arce de Dlol'l. y por ¡>ilrte •'lcl h o mb~. - 5. Convouloocla
do la Eneurnuelón. - c. t-:rroroa nce·re., de 1:• b:nc:trrmclóu. - Arrhtno~, Apolln:trlat.:ts,
MonQtelftas, Gnóat1co1, N'l'!ltort:mol, P.ut.lqulano.s.

'1. De l m is tc •·lo de la Enc:u·nac ió n e n ucn eral.


Definicióo.
1 ;. Quién es J esucriSio?
Jesucristo es el Hijo ue Dios hecho lro1nbre para redimirnos.
2 ;: Cómo se hizo homb1·c el HiJO de JJios '.'
Po•· l:.t unión de la na lo ral eza divina y de la naturaleza humana
e n la pe•·sona del Verbo, que es la segunda [Jt>rsona de la Santí-
sima Trinidad.
REVELACIÓN DEL MISTERIO DE lA ENCARNACIÓN 189
3. ¿Cómo se llama este m isterio~

El misterio de la Encarnación".
4 . ¿Qué es po r consiguie nte el misterio de l a Encarnación?
Es el misterio del Hijo de Dios hecho hombre, o la uni0n de la
natural eza divina y de la natu raleza humana en la sola persona
de Jesucri sto.
Y e/. Ve>·bo se hi~o ca,.ne, y habitó en medio ele n osol>·o, '·

Revelación de este misterio.


5. ¿ E•·a conocido este misterio antes de la venida de Jesucristo ·.)
El Apósto l nos ensel'ia q ue este m ister io permaneció ocull o en
todos los siglos pasados'· No cabe duda que el misterio de la
Encarnación y Redención fu é predicho y c reído, pe ro e n lon ta-
nan za y como entre sombr·as, q uedando ocullas muchas circuns-
tan cias de él hasta el día en que Dios, mostrando a las claras el
cumplim ie nto de las profecías en Jesucristo, lo man ifestó a los
hombres en todo su esplendor.
6. ¿. Qué fe te nían los Judios en el misterio de la Encarnación?
Los santos patriarcas y los profetas, il uminados po r el Espir·itu
Santo, lo creían con fe e=-:plícita ; pero el pueblo lo creía con fe
ill)plícita, en c uanto qu e esperaba al Mesías.
? . ¿ Por qué rué me nos c lara para e l pueblo esta revelac ió n ?
'1 • Porque el pueblo, muy inclin ado a la idolatría, conside ra ndo
al Mesía!< como una divinidad distin ta de Jehowi, ha hria ado rado
vari os dioses, y no varias personas en un solo Dios.
2• Porque Dios, ordinariamente, suele revela r la verdad po r
g rados, tanto en orden al tiempo, como en orden a los hombres.
8 . ¿ Cuá ndo fué ¡•cn;lado csle mistC'I'io por pl'imera vez en el ~u e\'0 Testa-
m e nto?
Cuand o el t\ngel Gabriel dijo a María : « Parirás un hijo, a qu ien
pond rás poi' nom bre Jesús. Este será g rande, y seni ll amado Hijo
del Altísimo 3 • »

Nombres del Hijo de Dios hecho hombre.


O. i.. Cómo se llama el Hijo de Dios hecho horr~bre?
El Hijo de Dios hecho hombre se Jlan1a Jcsrtcl·i.<to.

a Encarnación, del latin in., e n, l' cal'u, ccu·nis, ca rne: accióu de un h·sc a la
carne, esto es! de tomar l::t natul'a lcza hu111~tn:L Por eso dice Sao Juan que el
Ve,·bo se hi:o ca,.ue.
1 J uan, 1, H . - !! Rom., X \'1, 2:». - J Luc.. 1, 31, az.
190 DEl. ~IISTERIO Dt: I.A E:'\CARNACIÓN EN Gt:NRR.-1.

10. ¿ Qué fiiiÍC I'C tleci1• .lt'lfÍ$?


(_)u iem decir Sal vadv1'.
•JI. ;, l'o 1· f(llé se da l'l no11lhi'C de Jc~l· ~ ul hijo tic l)io$ hecho hombre?
l'orquc \' ino a sal\·ar y rescatar a los hornbres.
12. ;, Qu~ olro~ nomhrc~ 1W da u a Jcsil:-l 1 en C~tlit.latl eJe S.th.u.lor?
Se lo dan los norubrcs de B ctlunto l', por que [Jaga la deuda del
pe~:ado ; f.iiJm·tctdo•·; porque li bra l as almas de la servi duruiJre
del pecado y, eo consecuencia , del demonio de quien el pecado
nos hace csclaYos: .lfediaclol', P•·inci¡•e ele lct pu:, porque se
inleq lone entre Dios y los pecadores par·a obtenor el r•erdún del
pec;~do )' reconciliarlos con Dios ; llo¡n¡¡·aclo;·, porqu e repara lo:;
males dol pecado; ;lmiyo y 1Ie1'HWilO de los hor11hrcs, porque al
bon·ar sus pecados los hace amigo:; e hrjos ado¡.>livos de su l \ tdro
celestial.
I~.¡,Qui(•n dió el oombt'C de lesú.• a l !lijo de Dio< hecho lo.>mho'l?
Dio:; mismo por m iniste r io de un üngel , que di.io a l\faríu
(( S<i bell' que ha~ de co ncebir en tu seno, l' pari r:is un hijo, a
quien pondds por nombre Jesits •; y a &w José:~ J>arini un hijo
a quieu pol)(k;is por nombre Je$Ícs : pues Él ha de salvar a su
pueblo de sus pecados •. »
vi •·luú l ic n c e l nomho·c
14 . ¡.Qué de .leso'!~?
El nombre rle Jesús es :
1• Nombre de go•o. - Mas yo en el Se•io •· me go:at·l!. u me •·cf}orij11n!
enlJiO$ mi Jesr(s-!.
2• Nombre de coofi:•n•n. Cnanto pidir•·cis al Pach·c en mi n owlm·,
yo lo ha•·i!".
3• Nomb re de pode r. - A 1 uomú1·c d e .lcsüs $C doble toda •·odilla cu
el ciclo, en la tierr a y e u el infic>"liO'.
'•• Nombt·c de sal\"aeión. - Fucrn de i!l no hay que busCfu· In sul-
vacicíll en ui11git" oll·o. f>ucs 110 se h11 tl11do a los ho111bt·es ot>·o uomút·c
debajo del cielo, po•· e l c1wl debamos mlvm·11os '·.
1f>. ¿ ()u é quiere deci t· Ct·isto 1
Quiere decir nngi<lo o consayNc<lo.
16. ¿Por c1ué t•l no1nbre de C•·isto co•nicnc al Hijo t.lc Oios hecho homltrc'!
Por·que Jesús fué consagrado pol' su Padre n:!J, 1Jontificc y Jli'O-
(etet.
Rey, esto es, Setior·, Cabeza de la humanidad, Dominador de las
naciones;

1 )f:u..., 1, 21.-! Rab.,1n, 11'. - 2 Ju:m, .-.: t''• ta. - "·vmp., u, J(). - Sncchos, ,,.,::J.
1':0~101\ES DF.L HIJO DE DIOS IIECHO IIO)IBRE 191

Poatifrce, esto es, Sacerdote etern o o Medianero entro Dios y


los hombros;
P•·o(eta, esto es, Doctor que habla e n nombre de Dios.
li. Demostrad qu~ Jesucri:otto eOJ n')".

En cuanto Dios, es el $Oberano Selior del cielo }' de la tiorrn:


on c uan to Dios-hombre , ha recibido todas las naciones eu hc>ren-
cia ', y fun dado ol rei no es¡>i l"i tu al de la Ig lesia, ele la qu e os ra iJeza.
/Jícele Piln/ll : Conque ~lit e•·cs rey~ l k.•¡wwli6 Jesús : Así es como
dices: yo soy •·cy'.
18. Mostt·ad cómo es ponliliec.
J~l mismo so orreció a Dios estando on la c ruz; cada día se
ofrece de nuevo e n el allar: y en el cielo, es n uest ro abogrulo y
mediador ante el Padre.
1
Tí< c•·es sacerdolt• eler>ltmtenle •rytín el o•·tltu tle Jfelquisedrc .
10. MosLrocl cómo es profcto .
Nos ha revelado los misle•·ios de Dios: ¡:;¡ mismo profcLizf> y nos
ensei•ú cuanlo debemos cree•· l' pr·acticn•· para salvar nos.
Res¡)(»lllimtlas gr>1tes: Este"" Jc~•ís, el pro(rtco de J\"a:m·et tic Galilea'·
- Fut tm p.-o(ellr, potlet·r~<o cu oúo·ft.• !1 e11 ¡llrlubt·tts 1••
'lO. ¿Cómo se dcduco de esos di"orsos lHulos quo Jest1s es el Sah·•,dor tic los
hou'llwcs '!
Con sus ejem plos, les traza el camino del cielo; con su doctrina
Jos ilumina, y, con su gracia y sus sacramento s, los 1·ivifica. Es
para ellos el camino, la vc•·dad r la t•id<••.
De modo que Jesús y C•·isto resume n todos los nombres , lodos
los Lítu los del ll ijo de Dios hecho hombro para nuestra sal vación.
'21. ;. Po•· quó decimos que .l e..~;uc •·is lo e~ cJ úuit·o 1/ijn de Dios'!
Porque sólo Él ha sido cn¡;cnd rado del Padre, y le es co nsubs-
tancial.
Nosoh·os !Jemo~ uisto st< ylo•·i<•, glo•·ia currl el Uni!(énito del l'(((lt·e'.
22. ;, No son lo' juslos lalll bién h ij os de Dios·!
.1esucristo es IJ ijo de Dios po r natura lc7.a; los justos solamente
lo so n po•· adopción , es decir, po•· g•·acia.
A todos lo.< 'file le •·ecil>icron, tliólcs pode•· de llegar n ser l• ijos rlc
JJios •.
2:t¿ P01' quú dccimo~ que .fcsuc•·íl"IO es N,wst1·o S'ctlot·?
Porque es nuestro Due1io, a quien es dPbida obediencia pe•·-
fC'cla.
1 ,Jutut~ X\'111, 37, - 4 M.:tt., XXI , 11. :¡ Luc .•
l ~:.\11114\ lf, S. ;l :Salnh) Cl\, l,
XXI\'1 ID. - ¡; JUJ\U, XI\', G. - ; Jm\U, 1, U. - i JU:tn, 1, I :J,
192 DUALIDAD DE NATURALEZAS EN .JESUCRISTO

Vosotros me llamtiis Mnes/l·o y Se>io>·, y clecis bie,., po>·que lo soy 1 •


U.;. Cómo es Jesucristo nuestro Ducioo 7
J csuc1·isto es nuestro Dueiío e n cuanto Dios y e n cuanto
homb•·e. En cuanto Dios, es nuestro Creado r: r, por tal raz•'•n,
depende mos absolut amente de É l. En cuan to hombt·e , es nu es tro
Hedenlo t·, que dió su vida para rescata l'll os; y, por tal motivo ,
tanto más le pertene cemos cuanto que le costamo s e l precio infi-
nito de su sangre.

Enseñan za de la Iglesia.
'.!5. ¿En qué términos expone la Iglesia la doctrina sobo•c la Encornación '!
tl La pureza de la fe consiste en con fcsat· que
nuestro Setior
Jesucris to, 11 ijo de Dios, es Dios y hombt·e . ll
.«Es Dios como engendr ado antes de los siglos de la substan cia
del Padre; es hombre po r· habe t· uacido en el tiempo, de la s ubs-
tancia de una madre.
Q: Dios perfecto , hombre perfecto , dotado de
alma racional )' de
carne humana .
Cí Igual a l Padre en cuanto a la divinid ad, infcl'ior al
Padt·e en
cuanto a la humani dad.
«Y aunque es Dios y hombre , con todo, no hay en Él dos per-
sonas, s ino que es u n solo Jesuc risto .
«Es uno, no por convers ión de la di,·inida d en la humani dad,
s ino par la unión de la humani dad con la divinida d.
«Es u no, mas no po t· confund i rse las natut·al ezas, s ino por·
unidad de persona •. ll
26. ¡. Qu6 conse-cuencias r·csullan de e:sla exposición'!
Las s igu ientes : ·1" que en J esucr is to hay dos natu ralezas dis-
tintas, la naturale za divina y la naturale za humana : 2> que sólo
hay una persona , la del Verbo, llijo u nigénito de Dios.

2 . Dua li da4t do natru·a lezas e n J csu cris lo.


Nat uralo•a divina.
27. ;. Jcsuco-isto e• mos o
Sí : Jesucris to es Dios, porqur es Hijo de Dios y en Lodo igual
a su Pad t·e.
t:n el p>·inci¡Jio e>·c• el Vc>·bo 1 !1 el Ye1·bo e.•tabct cu Dios y el l'e>·ho
1
e•·a JJios ... Y ct Verbo se lli:o ca•·ne; y hobilti rn 111etlio tle nosot>·os 3 .

1 Juan, XIH, J3. - ! SlrubOiO tle S~o Atan:ulo. - :t Ju:t.n, 1, 1, 14.


NATURALEZA DIVINA 193
28. ;, l>io Jesucristo testimonio de su di~inidod?
Si : la afirmó y la probó.
29. ¿ l)e qué modo ofirmó Jesucristo su propia di,·i nid•d ?
•J• Atribuyéndose los poderes, derechos y honores divinos.
Los ¡1odcres .divinos: Todo lo que el Padt•e hace, lo hace igualmente
el 1/ijo' . - Pues pa ..a que sepá.is q ue el Hijo dclltomb1·e tiene pote•ttl(l
en la tict•t•a <le ¡Jct·donar ¡Jecados, levtíntate (dijn al pm·alijico), yo te lo
man do, ca•·ga ron ltt camilla, y véte a ht cctsct '· - Ese poder de perdo-
na•· pecados que n solo Dios pertenece, Jesüs lo comu nica a sus discípu-
los : Qttcdan perdonados los pecados a aqttellos e• qttienes los ¡1et·dona-
•·e•s, y quedan1·etcnidos a los que se los •·et ~<vict·eis •.
Los derechos divinos. El derecho d e juzga•· a los ''ivos y n los muertos :
Cuando venga, ¡Jues, ,.¡ Uijo del hombt·e cOtl toda "' majestad , y acom-
pañado de todos sus tingeles, sentnt·se ha mtouces eu el ll·ono de su glo-
•·ia •. - El d erecho de disponer como due1io del reino de los cielos :
Cualquierct que hnbt•ú dejctdo casa, o ltei'I>ICIII0$1 o /in-manas, o padt·e, o
mad1·e ... , por causa ele m i !lombt•e... , poseertí la cidn elel·na •.
Los honores dh•inos: Quien al Hijo 110 llonro,tamJ>Oco l• om·a al Pad•·e•.
2• Declaründose ex1wesamente Di os ante sus Apóstoles, anttJ
el pueblo y an te el tribunal de Caifüs.
An te sus Apúslolcs : Quien. me ve a m f, ve también t<l Patl1·c ... & Cómo
no ct·eéis que estoy en el Pad1·e, y que e! Pnd1·c está en. m U C•·cedlo e<
lo tnenos po•· las obms q ue yo hago '. - Y vosott·os 1; q ttién decís que
soy yo P... Tlt ct·cs el C•·isto, el Hijo ele IJios vivo , 1·cspoucliú Pecll·o.
Bieuaveu tw·culo et•cs Simó n, hijo de Jouú . /e elijo Je•lu:, ¡Jo t•qtte no te hct
•·euclcnlo eso la CCII'IIe y scmgre, sino mi Padt·c, c¡ue es/ti en los cielos•.
A u te el pueblo : Mi Pctd•·e y yo somos 1ute< mism« cosa •. - r o soy el
priucipio, eL mismo que os estoy hablando 10 •
Anta el tribunal de Caif:is : TJíjole el $111110 •ctcel·tlote : r o le C011jtli'O
de parte de /)ios vit•o, que nos cliyas si Lit e•·cs el Cristo, el h ijo de Dios.
RcsJ>outliúlc .fe$tÍ$ : Tic lo has dicho 11 •
30. ¡,Cómo po·obó Jesuc•·islO su dil'inidád •
·1• Con la san tidad de su vida y la perfección di vina de su
doctrina.
2• Con sus milagt·os, y especialmente con el de su r·esurrección.
3• Con sus pr·ofecías y el cum plimiento en su pe1·sona de l as
figu ras y de las pt·ofecías del An liguo Testamento.
1• Con lu fundación y conservación de su fglesia.
:J I. ;, l'oo· '1'"; la \'ida y In doctrina de Jesucri.to prueban su di"inidád?
Porque In vida de Jesucristo rué vida de incomparable sar.-

t Juan, \"1 1t. - ~ I.ue., \',!l. - J Ju.an, x_x, !3. ' ){:U•.• XXV, 31. - $ M:at., xrx, !9. -
e Juao, v, !S. 1 Juan, xn•. t-1!. - •Mat., X\'1, ¡:;.¡¡,- 'Ju:ta, x,su.- lO Juaa, \"111. U.
11 llat.. xx,.-r, CJ, •u; Lue-, xxu. ro.
9. - E:\POS. DO<.'TRISA .
'.

194 DUA.LIDAD »E I'ATURALE'l..\S E!\ Jf:SUCJIJSTO

Lidad; pudo decil· a sus enemigos: « ¿ Qui(·n de vosotr·os me con-


vcncer:i de pecado? » Su doctrina es do una perfección sin
ig ual. Luego, si J e~ucris l o, habiéndose proclamado Dios, no lo
fu ese ver·dadcramente, sel·ía uh impostor o lln alucinado. ¿Cú mo
se e xplicaría, pues, e n el pl'imer caso, In santidad 1le su vida, y
en e l segundo, la perfecci<ín de su doctrina? ·
32. ;. Cómo p••uehan )3-4 (worecias y los milag•'O~ la tlhinid:ul de Jesucristo'!
Es evidente c¡uc los milagr·os y las profecías su peran al poder·
humano; Dios solo puedo obrarlos por sí mismo o por sus envia-
dos. Pero Dios no puedo poner su sabidn ría y poder al servicio
del error y de la impostura. Luego Jesu('ri sto que los ha obrado
l' ha afirmado quo c rn. llios, lo es realmente.
:1:1. ;, Po<' qué la cxislcucia de In J¡;lesia es ol!·a pt·urba de la divinidad de
.lc~s•lcl'isto?

Porque Jesucris'o se si rvi t'• para fundada de personas desco-


nocidas, incultas, s in elocuencia, y sin apoyo humano de nin·
grín géner·o. Según su promesa, esa lgl<'sia ha permanecido
inct•lumc du r·ante vei::te !<iglos, a pe~ar del encarnimmiento de
sus enemigos para desl t·uirl a. No pod ría c xplicar·se prodigio tal,
s i Jesucris to no fu er•n Dios.
:n. ¿ "81 cullo que s~ da 11 .l csucl'islo no JWucb:l t:11nbién su di vinidad?
lface ya d iecinueve siglos que Jes ncris to es ad orado y a mado
como Dios por una multitud innum erabl e, p r·onta a sacri ficarlo
todo por 1~1; mientras la.~ gentes per·\·ersa.'l 110 han cesarlo de ultra-
jarlo, blasfemar· contra 1::1 y proscr·ibirlo. ¡,Cómo se explicada ese
amor y ese odio secular·<'s, si Jesucristo no fuese Dios?

Naturaleza humaua. - Del a lma do J esucristo.

:G. ;, .lesucJ·isto es llomhl'r?


Si : porque real y vc r·dadcr·amente lien<' a l m a h t1mana y cue1·po
humano.
Jesuc>·isto nnciü scyim la cm·ne del linaje tic l!nuid 1 •
:lt;. ;. Er:t el ;_tlm:t tle Jc~ucri .. to como la nuestra'!

Era, lo mi smo que la nuestra, una subs tancia sacada de la


nada, esp iritual o inmortal, capa7. de conocer, querer y amar .
No se dis ting uía d o la nues tra , s ino por las pe rfecciones de sus
facultades y las g racias maravillosas q11e la en r·iquecían.

t Rom .• t. 3.
NATURALEZA H UMANA. - DEL ALMA DE JESUCIUSIO ·195
Iuteliycncia.
37. ¿ Cu:'tl era l:t pc,·rccción de la inteligencia de Jesucristo ·!
La inteligencia humana de Jesucritito no poseía la ciencia inl1-
ni ta, que sólo a la inteligencia divina per tenece ; pero poseía en
sumo grado la ciencia beatifica, la ciencia ·in(11sa y la ciencia
adr¡wi>·ida; nada ignoraba, aun en la tierra, de cuanto puede
saber una criatu ra.
38. (. J~n qué consistin la cic-ncia hcatiflca de .lcsucr·islo?
En ver, desde el priine r instante de su c1·eación , la esencia
divina.
Netdie ha visto al Pwl>·e, excepto el que es de }líos : éste si que'"' visto
at P<u~>·c ' · A<¡u i .Jesucristo hablaba de si mismo e n cuanto hombre .
J<J. ¿ En qué consistía la ciencia jn fusa de Jesucl'islo '!
En conocer, como los ángeles, por medio de ideas innatas, sin
imágenes sensibles , sin razonam iento.
Eni:t cstá>t ence•·•·lldos todos los tcso•·o, de la sabid¡u·ia y de la. cie.ncia •.
40. ;, En quó consistía la cicnci;~ adc1uirida de Jcsuc l'islo '!
En ap render por med io de los sentidos y de la razón. Ha-
ciendo uso de sus sen ti dos y de su razón, Jesucristo aprend ía
experimentalmente lo que sabía ya sobrenaturalmente.
Jcsüs eu t?·c tanto CI'CCÍ« en sabidw·ia, c·n edcul y en g¡·ucic. clclClnte ele
JJios y de los hombres a.
41. ;. Por flué la intcligcnci:1 lnunan:.a tlc Jesuct i:sto poseía la ciencia bc:\tí-
fica y Ja ciencia in rusa {!
Po rque estaba uni da personalmente con el Verbo de Dios.
.t2.¿ Pot· qué l:l inteligencia h11 rnan~1 de .fesuc1·i.sto poscüt la ciencia ad<[uirida '?
Porque Jesucr isto es taba dolado, como noso tros, de la facul-
tad de percibir los fenómenos que son del dominio de los senti-
dos y de la conciencia, y deducir de ellos, por med io de los
principios, po r vía de razonam iento, todas las concl usiones que
de los mismos se derivan.
Voluntad .
.\3. ¿ Cuánl~'s \'Oiuntadcs hay en Jcsucl'islo?
En Jesucristo ha)' dos vo lu ntades, la voluntad divina y la
voluntad humana.
41•·· ¿Cómo s::~bemos que hay dos ,·olunladcs en .Jesucristo'?
Lo sabemos : "1." Por la Sagrada Escritura.
Pad•·e .... 110 se haga IIÚ voluntlul ( vo lu ntad human;• ), .<iuo k• lll !Jfl
(roluntad divina)4 •

1 Juau , n, 4(i. - 2 Col.. u, 3. - 3 Loe. 11, 6~. - ' Luc., :-<xu, .u .


196 DUALIDAD DE NATURALEZAS f:N JESUCRISTO

2• Por las decisiones de la Iglesia.


e Enseñamos que en Jesucri•to hay dos voluntades naturales y dos
operaciones naturales • '· t
S• Por l:t si mpl e ra~.ún. - Puesto que Jesucristo, siendo per-
fecto Dios y per·fecto hombre, debe poseer cuanto conviene a la
naturaleza divina y a la human~.
43. ,·.Cuál era Ja perreccit)n de la voluntad hu mana de Jesucristo?
La voluntad human a en Jesucristo era impecable, y tenía
sujeto al apetito sensitivo.
El Santo que de ti ttacct·ü, set·ú Uametdo Hijo de JJios ~.
46. ¿Por qué la ,·ol unlad humana de Jesucristo era im pecable~

Porque estaba unida personalmente al Verbo de Dios.


-i-7. ¿Por qué no estaLa suj eta a la concupiscencia ?
Porque Jesucristo poseía gracias extraordinarias, incompa-
tibles con el pecado original y con la concupiscencia, que , en
el estado actual, es la consecuencia de ese pecado.
118. ¿Era libre la voluntad humana de Jesucristo'!
Jesucristo, como hombre perfecto, go7.aba de perfecta liber-
tad.
S e of•·eció p o•·que él m ismo lo qttiso3. - Yo doy mi vida. de,,¡ pt·o¡Jia
voluntad, y soy dtte>io de clm·llt, y dueiio de •·ccob>·cu·la ·•.
49. Si J esucristo no podía ejecutar el mal. ¿cómo era libre ?
Jesucristo era tanto más libre, cuanto que no podía ejecutar
el mal. Si el poder obrar mal fuese esencial a la libertad,
se deduciría que Dios mismo no es libre , por ser incompatible
el poder pecar con la santidad diviua. J.a libet·tad co nsiste,
pues, esencialmente en poder elegir·, no entre el bien y el mal ,
sino entr·e dos bienes, entre tal o cual medio propio para con-
seguir un fin; de donde t·csulta el poder preferi r , po r ejemplo, la
pobreza a la rique;r.a, el dolor al placer. La facultad de pecar no
pertenece a la esencia de la libertad, del mismo modo qu e no
per·tenece a la esencia de la inteligencia el poder engaiiarse. El
que obra el mal no usa de la libertad, sino abusa, y se hace es-
clavo del pecado.

• Esto es, dos ''oluntodes ·~· dos opcr;ecioncs que unid as en Jesucristo,
~·onscrvanla diferencia esencial qu e distingue la unn de In otra, pero coosc1'·
\'rtrHIO entrambas lo qu e c:s propio a la natm·al c1m de cada una.
t Sexto ConcUJo general (680).- ! Lue.. t, 3~. - 2 Js;,hu, 1.111, 1. - 'Juan, x, JS.
NATURALEZA HUMANA. - DEL ALMA D I' JESUCRISTO 197

El COI'ClZÓit.

50. ¿ Cuál er·a la pcrrccción del cor·azún humano en Jes.ucristo ·?


Fué el centro del amor m:is liemo, generoso y pu ro, q ue
dar·se puede e n una Cl'iatura.
Co•·azón manso y humi lde : Aprended de mi, qw: soy m ltnso y hnmilrle
de co retoón 1 •
Co razón lleno de amor para con Dios : Mi co midet e.s hace•· la vollmfad
del que me h a enviado y da•· cumplimiento a su Ob1'a ~.
Corazón arcctuoso y compasivo : l'('nid " mi lodos lo.< q~te andáis
ogobietdos co1~ l1'abetjos y cet•·gas, que yo os alivia•·é 3 . - 11fe da co mpa-
sión es la multi.tud; po•·que hace ya t>·es días que están conmigo , y 110
tienen. qué comet· 4 .
Corazón nbnegado y magnánimo : 1Vadie tiene (tn101' ·más rp·ancle > que
el que det S~< videt po•· stts amigos•.
51. ¿ Estu\'O sujeto el col'a'í'.ón de .lc~t'ls a las pasiones inhc..cntcs ;, la natu-
raleza humana?
Jesucristo poseía co n toda perfección las pasiones inherentes
a la naturaleza humana; pero diferí an de las nuestras en un
tri ple aspecto :
1 o En c uanto al objeto. .En nosotros las pasiones tie nden casi
siempre hacia las cosas ilícitas ; en Nuestro Señor tendian
siempre hacia las lícitas.
2° En cuanto al p•·incipio . En nosotros las pasiones previene n
frecuentemen te el juicio de la razón ; en Nuestro Seño r, el ape-
tito sensitivo estaba sometido perfectamente a la razó n, que es
la parte s upet·ior del alma.
3• En éuanto al efecto. En nosotros las pasio nes no se con-
t ienen dentro de los límites del a petito sensiti vo, arrastrando
a veces la raiún ; en Nuestro Scf•or estaban totalmente con ten i-
das, merced a la divina sabiduría, en el dom in io del apetito
sensitivo, de tal modo que la razón no encontraba obstnculo en
sus o peraciones.
El temo1·, el tedio, la tristeza, la cólera contra los ma lvad os ,
fueron e n Jes ucri sto fruto de su libérrima voluntad.
52 . ¿ C<",mo podí:m con cil i~J·sc esto~ Uo1on~s morales con la dsión he:, lírica
el e (IUC goz.ab3 el ~ J ma U~ .Jcsucl'isto?
Jesucristo, hab iendo que rido sufrir por nu estros pecados ,
s uspendía por un mi lag ro Jos efectos naturales de la vi sión
beatífica .

1 MM.., Xt1 2~. - ~ .J u:ut, 1\', 31.-3 Mat., ~:. 21:\. - ')lnn.:., Vllt1 2. - S Juan, XV, 13.
·198 DlJALIOAD DI' NA1'UI1ALEZAS I:;N .JI\$UOR ISTO

v•·<rci(t, dones y vf¡·t-nde8 de Jcst~cristo.

53. ¿De quó dones oslaba adoruadu el alma de .lcsucJ•isto?


El alma de Jesucl'islo e~taha ado r·nada : ·1• de la gracia de
unión , de la gracia habitual, de la gracia actual y de los dones
gTat.isdatos; 2• de los dones clel Espíritu Santo; 3• de todas las vir-
tudes compatibles-con su calidad de 1-lom bre-J)ios.
5.\. ;_, Qu6 es la gl'acia de unión'!
La gracia de 1mión es la que unia personalmente el alma de
Cristo al Verbo de Dios.
55. ¡,Qué es la s··acia habitual·?
Es una g racia q ue perfecciona la esencia del alma y es el
principio de los actos meritorios.
56. ¿ Oehia tener .J~sucl·islo esa gracia'! ·
Jesucristo debía tener· e:;a g racia :
·t• Por razón de la unión de su alma con el Verbo de Dios.
2• Por r·azón de la nobleza de esa alma que tan próxima debía
hallarse a Dios po r el conocimiento y el amor.
3• Por r<~zón di;) las relaciones que deben existir entre Jesu-
cristo y el género humano, cuyo mediador es.
Nosot•·os hemos visto m ylo•·ia, lleM de y•·a~ra y de vc>·dad ... J)e sa
plenitud liemos J>a•·ticipado todos nosot,.os 1 •
57.¿ Qué es la s··~ci• ~clual?
Un auxilio tr;,tnsitor·io que Dios concede gratu itamente para
ejecutar cualquier acto de virtud . Se llama axcitan(e cuando nos
incita al bien, y a·uxitic¡nta cuan<;lo nos ayuda a practicarlo.
58. ¿ Qué geacin actual lu\'OJcsucrislo?
Jesucristo no tuvo la gracia actual c:cci.tante, porque su alma,
unida al Verbo, estaba siempre en continua vigilancia; pcr·o es
probable qu e tuvo la gracia au.citicmtc, porque su alma, como
la nu estra, dependía del Creador, y necesitaba de la cooperación
divi na para obr·ar' sobrenaturalmente.
59. ¿Qué es do n gratisdato ?
Un don sobrenatnral concedido a uno para la utilidad de
otros.
60. ¿ Cu ;Hes son los dones S'';,tisdalos '!
Según el apóstol San Pablo so n nueve 2 :

1 Junn. 1 1, 1-1, lG. - ~ ] ()Qr., XII, S ~ 10.


NATURALEZA IIU~IANA. - · DEL CUERPO DE H:SUCRISTO 199

'fres par·a il!mtinM· : el don de hablar· de la sabiduría, el don


de hablar de la ciencia, y el de hablar de la fe, esto es, de expli-
car las verdades de la fe.
Cuall·o para convence¡· : la gmcia de curar enfcrm edadcfi, la
virtud ele obrar milag ros, el don de profecía y el do di screción
do espíritus.
Dos para instruí•· :el don de lenguas, y el de inter·p¡·ctación.
lit.;. Ocbia poseer· JesucJ•i<lo todos esos done•?
Jesucristo, como cabeza de la Iglesia, debía poseer Lodos esos
dones para comunicárselos a ella.
G'.l. ;, Debía poseer lambión los don~s del Espírilu Santo'!
Sí : Isaías lo había anunciado cla ramente.
Y ?'C)JOSlt?'Ú sobJ•e ¡;·¿ et es¡¡!l·ittt del Setim·: cs¡>i>•i ll< rle .•ctbilluria y
de cnt¡•¡uliluil·nto, espir·itu de cmlscjo y de fo•·tflle:CL, c.<¡>í>·i/11 de ciencia
y de ¡>icdad, y le lle•uwú el cspirit11 del temo¡• del 8c•ioo·'.
(¡),¿Le CJ";tn neccs:u·ios esos dones'!
Le eran necesari os para la perfección de su alma, el ejercicio
de las virtudes y la ~anlilicación de los fieles.
Ut. ¡,En qué consisti:t el C'!:J)ÍI•itn ti(\ temo•· en Jesnc•·isto '!
No era el temor· de perder a Dios por· el pt'carlo cometido,
si no u11 profundo senlim ienlo de r·eligiún y de respeto hacia
Dios.
t~. ¡, CmHcs CJ'an hts ,·irludcs de .le~u'cl'islo ·.~
Je~ucrislo poseía la cm·idad )' todas las virtudes momles, si11
las imperfecciones inherentes al pecado per'Sonal, o que se
hallan en oposición con el C'stado de beatitud. En consecuencia,
no nec·esilaba ejercitar la {e, porque veía a Dios; ni la espc-
1'flll;ct. porque poseía a Dios; ni la tempenwcia. <'11 ~uan lo que
tenga por objeto reprill1ir los movim ientos de la car11 c, pues no
estaba sujeto a la coucupiscencia; ni la penitencia, t•n cuanto
co nsis ta en de testar los prop ios pecado~, porque Jesucris to
no tenía que expia r· ning11na fa lta personal.

Del cuerpo do Jesucristo .

OO.;. Era el CUl'l'po de Je~uct·i.,lo \CI"tln.!lf'I'O y real '!


Sí : e m un ctiE'l'PO r<'al r ,·er·dadero, compues to como el nues-
li'O, y no un cuerpo fanl;islico o celestial, scg!'mlo han preten-
d ido algun os he r·ejes.
Pr·oteudéis qui(a¡·uw la vidCL, sicnrlo !JO " " homu•·c• ... - Mi>·l'tl n!ÍS

' lufu,. .xt, 2, 3. - :! Juan. ,.-111, 40.


UNIÓ~ HIPOSTÁTICA.

mur1os y Mis pies, yo miMuo soy :palpad, y cousiller·acl que un rspíritu


110 tiene carne, ni lu,csos, como vosot,.os veis que yo tengo 1.
G7. ¡.Cómo fue formado el cuer·po de Jesucrislo?
Fué fo rmado milag1·osamente de la pul'lsima sang1·e de la
Viq;en María. Como el pr·ime r Adán , el nu evo Achí n no tu1·o
padre en la tie rt·a; pe r·o convenía que tuviese u na madre des-
cendiente del primer· hombre culpable . con el fin de pur·ificar,
en un cuerpo semejante al nuestro, todas las manchas del pe-
cado.
68. El alm:t de Jesucristo ;, fué exenta del peC.'\dO original, por privileg-io,
corno la de la Virgen ~laria •¡
No rué por pl'ivilegio, sino a causa de su uniún con el Ve rbo
de Dios, de s u visión beatífica y de la pel'fecciún de su gracia
habi tual.
Gn. ¿Cuál era la pel'i'ecci•'•n del cucr·po de Jcslis '!
No es taba s uj eto a la enfe1·medad; y por· el vigor· y delicadeza
de sus órganos, e1·a un instrumento perfecto para las operaciones
del alma.
Vistoso en lrermolln'a 1111ís que los hijos de los hombres, se der·r·amcí
la !l''acic• en tus labios'·
iO. ¿ EstaGa sujeto u los padecimientos el cucr·ro de J l•sncl'isto ?
Estaba sujeto al hambt·e, a la sed, a la fatiga, al dolor sensible
causado por las heridas, y a la muerte.
71. ¿ Po(' qué quiso Jesuc•·isto t:~la r sujeto ~L esos p:ulccimicntos cot·por:alc~ '!
Para expiar nuestros pecados, mostr·ar· que et·a verdadera-
mente hombre, )' darnOS ejemplo de loclas laS Vil·tudes.

~l. U nió n hi post:'tt icn.


Carácter do la unión de las dos naturalezas.

72. ;,COmo cstiul unidns en .lcsuc•·isto las •los n:•tuPal~zas. didn:1 ~·


hlnn:tna ·?
Las dos naturalezas esJ.;in unidas hipost;iticamente. Esa unión
hi¡JosUitica.•, o personal, co nsiste en que la natu raleza di1·ina y
la humana subsisten en una misma persona, la del Ye1·bo de
Dios.
• Hipostático, de hi]>O, baj o; histcmi, ~ubsislo. - L.- hiprÍIIMis es el sujeto,
f'l supuesto. La hipO~tas i s r·:•ciona l l'S la persona. l.a unión hiposl:.itica de la
n:ltt.JP~41cz.a divina con la humo na se cfC'ctuU en la per-sona •lcl Ve•·bo , l'l'sul ..
tmuJo , de este 1nodo, •1u c cst:lo; dos n:Hm·alezus no ti cnC>n fn;_'IS(¡ue uua mi~ul :t
y sola subsistencia y pct·sona1idtH.I, pol' lo c¡n c se •la n esta unión el nonJIJt't\
de uniún hiposttitica, o JWI'&nnat.
l t.ue.• XXI\\ l9. - '&tmo!xLtv,:s.
CO:"~ECUENCIAS Dt: LA UNIÓN IIIPOSTÁTICA 201
i:l. J.a naturaleza humana en Jesucristo ;. está dotada dr p~rsonalirlad 1
La naturaleza humana cn Jesucristo no está dotarla de perso-
nalidad •, como en los demás hombres, pues tiene el privilegio de
perteneCP.r a la persona infinita del Yerbo y de eslar· gobernada
po r el la.
74. Luego f'n Jesucl'isto ¿no hn~· sino una sola persona'?
En Jesucristo hay una so la JW'SOIIct: un so lo yo, un yo di1·ino,
el yo del Hijo de Dios.- Por eso, la Sagrada Escritura atribuye
a la misma persona, al mismo yo, las propiedades y acciones ~~;~~
de las dos naturalezas : r..
El Cristo, te~tic•tM la ttalw•rtlc~et de /Jios .... s~ anotwdti 11 si mismo
tomcmclo la {o,.,na <le sic>·co, hecho semcjcmte " los homlwe.< 1 • - ./listeis
ICI ?lWc>·tc "¿ wtlo•· de le< v icia, tJe•·o /Jios le ha ¡·esu!'itado de entr·c lox
'JH t{C'J'lOS 2•

De donde resulta que uno mismo es Dios y hom bre, el Sc rio r


de l::rgloria y el que fué crucificado, el autor de la l'ida y el que
fué entregado a la muerte.
i:J. La unidad de persona. (. dcstru~·c en Jesuc•·isto 1a di~linción de las nalu-
•·ale?.os'?
No : porque en Jesucristo : L• Las dos naturalezas son perfec-
tamente distin tas : la una no se transforma e n l;t otr·a; no se mez -
cla n ni se confunden.
2" C..'tda una tiene sus ope raciones pr·opias : la nalu raleza
divina tiene su entendimiento divino r su voluntad divina; la
naluraiC"ta h umana tiene su entendimiento humano y su volun-
tad humana.
Consecuencias de la unión bipostat ica.
iG. ¿Cuáles son las consecucncins de la unión hi¡>osi:Hica ~
Del hecho de la unión hiposl<i tica, resulta :
1• Que e n Jesucristo, la naturaleza humana es ado r·able, por
ser la humanidad del !lijo de Dios.
,11 intt·ocllrcü· a Sr< pt·imogétrilo en el tlutntlo, clict·: Adrh·eule todos los
<iuyclcs de 1Jios •.
2• Que todas las operaciones de dicha humanidad son las
• Lo que constituye la esencia del hombre no es su I)CI"'Onolidad, sino su
mtlm·aleza. espiritual y corpor:ll. Po1· consiguicnlt, aunque la naturaleta
hum:tna de Jesucristo no cstú •lotadn de personalidad, no deja, por· eso,
de pose<:~· todos Jos clel•lcutos constituti\'OS üc la esencia huma na; siendo
tanto rnft~ pc..fect:• dicha natu 1·alc1.a , cuanto que uo ti ene per$ona li daU
humana, necesariamente limit:~da e imperfecta, sino t(Uc.' IICrtcncrc a una pcr . .
sonalidad dh·ina, a un yo dh•ino.
1 FIUp., u, 6, 7.- ~ Bcc::bos. m, 1~.- ' Jt~br., 1, 6.

UNIÓ:-< HIPOSÚTJCA

operaciones de un Dios, y tienen por consiguiente un valor infi-


nito•.
3• Que la Virgen Maria es l\Jad t·e de Dios, po r se r madre de
Jesucristo, que es Dios.
Comunicación de idiomas.
77. ¿Qué norrila debe segui t·se }KH'a habla•· con p1·opiedad del mistel'io de 1:~
EncarnaciOn '!
Atenerse exactamente a las expresiones consagradas por la Igle-
.s ia, esto es, observar las reglas de la com·unicación de idiomas h.
78. ¿. En qué consislc la comunic:tción de idiomas'?
Consiste en atribuir a Jesucristo-Dios lo que es propio de la
natu1·aleza humana, y a Jesucristo-Hombre Jo que es propio
de la naturaleza divina. De modo que puede decirse que Dios
es hombre, que nació, mul'ió, resucitó; y que un homb re es
Dios, eterno, inmortal, etc.
i9. ¿ En qué se funda la comunicación de idiomas?
En que la persona de Jesucristo tiene dos naturalezas distin-
tas con lodos los a tribu tos de ellas.
80. ¿Qué reglas deben segui rse en la comuni cación de id iorn::ts ·?
·i" Los tér minos concretos, qne se refieren a la persona y no
a la naturaleza, pueden afirmarse los unos de los otros con reta- ·
oión a Jesucristo. - De modo que puede decirse, tmtándose de
Jesucristo: Dios es homb,·c, Dios nació, .Dios padeció, .Dios mu?'ió,
Dios •·es·a citó; lo que significa que eb Jfijo de .Dios que se hizo
homb>·e, 1wció como homb>·e, padeció como !t.omb1·e, etc. - Igual-
mente, se dice hablando de Jesucristo, Hom bre-Dios : E¿ homb,·e
es .Dios, e¿ homb>·e es imno1·ta¿: que es como si se dij ese : El r¡tw
se hizo homb>·e es Dios, es inmo¡·tal.
2" Los térm inos abst1·actos, que se refieren directamente a las
na tu ralezas y a sus propiedades, no pueden afirmarse los unos
de los otros en Jesucristo. - No puede decirse por consiguiente
que lct Divinidad tle Jesuc1·isto es su l<wnanidetd, que nació, pa-
deció, mw·ió; ni tampoco que su hunumidar.l es ¿a divinidctd,
qt¿e es todopode¡·osct, eterna, ·i.nmensa, infinita,
a Operacivnes. - En Jesuc1·isto se distinguen tl·cs clases de opc1·acioucs:
•Jo las divinas, que son propittS de la natorale'la divina, como Ja creación l'
cooset·vación (le los seres; 2° las opea·aciones hunt.ana.s, pe rte necientes a la
uatur:tleza humana, como beber, comer, do,·mh·, etc.; 3o las operaciones
mixtas, e n lns c¡ne conc uJ·re n las dos natm·alczas, como e l cut'3r a los en fe•··
mos, cte . .€stas últimas se llaman también tecí,,<(J'it'(t.s, del ¡;1·icgo 'Fheos, Dio::s;
a nth·os, hombre.: o dcivü·ifcs del latin .Deus, Dios~ vir, homb•·e .
11 Idioma. - Oel ¡;riego, i<lios 1 p1·opio, pa1· t icu l ~u·; lo ( JUC pc l'tc necc corno
p l'OJl iO; pl'()picdatJ.
~JARA VILLAS DE LA ENCAI\NACIÓN 203
3• Los nombres abs tractos de la natural eza di1•ina pueden
atr·ibuir·se a la persona de Jesucristo , porque la personad! '! Verbo
y la naluraJey_a divina son un:1 misma cosa. Puede deciro;;e, por
consiguit'n te : e~ l'cl'IJo, cl lTi,io de Dios es la dicimi<lad , la sa bi-
dtwia, la omnipoteHcicHie Dio~. - Pero no se d ir·á qu e es la huma-
nidad, po r·que, aun cuando ha ya tomado nuestra natum leza
no forma con ella una misma cosa; la naturaleza divin;1 en Jesu-
c risto per·manece esencialm ente d is tintade la natural t'za humana.
Para e1·ira r el equivoco, co nvi ene, <t veces, u::;ar· de una r·cstric-
ción : Dios no ha padecido en cuanto a la divinidad ; Jesucris to
es una c riatur·a en cuanto a su humanida d.
Imagen de In unión hi¡>ostdtica.

Sl. ¡, P•·cscnt:t el hotnbt'<' una inmgt•u de la un iOn l&iposlálic¡t '!


Si, por·que en el hombre, el espíritu y la materia son cosas dis-
tintas. ~o obstante, las dos est;in unidas de tnl modo, que de su
unión resulta un so lo hombre, que se aLribnye las operacion es
del alma y las operac iones del cuerpo; decimos que ti ene alma
y cuerpo, que es inmortal y mortal, que piensa, ama, quiere.
digier·e, r·espira y anda.
De igual modo, en el misLerio de la J•: ncam aciún , Dios y el
homb re for·man un solo Cris to, que opera dil'inamen tc por su
naturaleza di1·ina, y humanam ente por su naturaleza humana,
]ludiendo decir de si mismo : Soy Dios y soy hombre; soy in-
c r·cado y creado; soy e terno y nacido en el ti e mpo.
8:!. ~~~w im:1gcn de la unión hi po~t:hi ca en el llotnht·c ¿,es pcdcclamen le
exacla?
)io, porque en el hombre, el alma y el cucr·po necesitan uni•·se
para constitui r la uaturaleza humana , ntientr·as que e n Jesu-
cr isto las dos naturaleza s pel'llranecen completas y no forman
con su uniún una nalur·aleza superior.

4. l\lar•a,·itJ as <l e la Euc:u•na c ión:


83. ¿ Cúmo es lan gt·an misLcl'io 1,, l~nc;u·nnci ón '/
Porque en umt sola persona une dos natur·ale7-as: la naturaleza
divi na y la naturale7.a humana , que distan infinilamenl.c la una
de la otra.
Es g1'1UiliC " toclas l11ccs ct miste1·io de la picd((lt qrw se h u mani{estrrdo
en. CCU' I U' 1 •

1 1 Tlm., 111, lG.


204 MARAVILLAS DE LA ENCARNAClÓN

8~·. ¿Por qué hemos de admirar este misterio ?


1• Porque manifiesta con más esplendor que cualqui er otro
los atri bu tos de Dios.
2• Porque procura a la humanidad gloria y beneficios incom-
parables.
85. ¿Qué perfecciones divinas bri llan en la Encarnación ·?
El poder, sabiduría, bondad y justicia de Dios.
86. ¿Cómo bl'illa en la Encarnación el poder de Dios?
Por haber unido Dios en la misma persona dos cosas infinita-
mente distintas , lo infinito y lo .fin ito; y hecho triunfar ele la
muerte, del infierno y del mundo a la humanidad pasible y mor·-
tal de Jesucristo.
Aquel que e~ todopode•·o~o ha hecho en m i cosets g>·amles, dijo Maria
en el Magníficat 1 •
87. ¿Cómo bri11a en la Enc;,rnación Ja sabiduría de Dios?
1• Porque Jesucristo, uniendo en si la naturaleza in creada y
la creada, colma, por decirlo así, el abismo infinito qu e existe
entre Dios y la criatura, y completa de ·este modo la at·monia
del universo.
Dios r estau r ó en C•·isto todas la.s cosas de los cielos y las de la
tic~Tcl.ll.

2• Porque el Verbo encarnado reconcilia en si a dos enemigos,


Dios y el hombre, el ofendido y el ofensor ; perdona como Dios
el pecado, y como hombre Jo expía.
Lajtt$lici« y la pltZ (en .Jesucristo) se besa•·on 3 •
3• Porque siendo invisible po r naturaleza, se hizo visible por
la Encarnación, se proporcionó a nuestra flaqueza, se hizo
nuestro modelo , y de este modo nos elevó de las cosas sensibles
a las espirituales.
88. ¿Cómo brilla en la Euca•·nacióa la bondad de Dios·?
Porque por ese medio hemos sido convertidos en hijos adopti-
vos de Dios, t¡e rmanos y coherederos de Jesucristo.
Amó tanto Di()s al mttudo , que no paró hasta da.· lt su Hijo múgi·
n ito ·•.
89. ¿Cómo brilla en la Encarnación la justicia de Dios?
En que el Verbo encarnado ha dado a la justicia d ivina una
satisfacción infinita, a la cual tenía riguroso derecho para la
reparación del pecado.
Siendo justificados ... en vi>·t>td de la •·edencióu que ti.e nen en Jcsu-

1 Lue., r, 49. - :! JU., r, 10. - a S:\lmo, LXXXI\', lJ, - 'Ju:m, m, l ll.


CONVEJSIENCIA OE 1-A EISCARNACIÓN 205
c>·isto, a. quien Dios p>·opuso pam propiciació>L. a {m de dcmo.<lrm· la.
justicia'·
90. ¿De qué modo la humanidad se ve enaltecida por lo Encarnació n ?
La Encarna ción ha enallecido e' /e, lmmanid cul porqu e la glori:t
de Jesucrist o recae sobre ella y la hace participe , en cierto
modo, de la gloria y sanlidad de Dios.
Con t•azón, pues, me pt<cdo glo>·ia•· en Jcst<c•·isto ~-
91. ¿Cuáles son los benelicios de lo Enca•·nación?
1• Por medio de la Encarnac ión, el Hijo de Dios ha hecho de
todo hombre un hermano su yo y cohe•·ede ro de su etema gloria.
«Se hizo lo que nosolros somos, para que nosotros fués emos lo que Él
es. Ha lomado nuestra humanida d, para hacernos participes de su divi-
nidad. » (S. IRE~KO-) - Por Jesuc>·i$to mi$mo nos llcr dado /líos las
grandes y p>·cciosas g•·acias que había prom etido, pan• hace>·» os pa>·-
licipcs, por medio¡/¡¡ estas mismas gmcias, ele le~ 1lllllwale:a cliuina 3 •
2<> Po•· la Encarnac ión. el Hijo de Dios se ha hecho para nos-
otros un modelo perfecto, moslrüod onos, co n sus ejemplos , el
ca mino que hay que segui r· para entrar en la vida eterna.
Yo soy la /u: del llltnulo : el que me sigue, 110 camina a oscuras ,
úno que lendr<í la lu= de la uida ' · - Habéis de lene•· en 1Jucst>·os COI'll·
zoucs los mismos sentimien tos que tuvo Jcsuc>·isto en 'el suyo=·. - Ct·isto
J>aclcci6 po¡· tlosot>·os, dá11clooH ejemplo, )JCII'a que sigtiis sus pisadas •.

5 . Con venie ncia de la Encat•n ación.


!)2. ¿ Pura qué se encarnó el Hijo de Dios ·t
El Hijo de Dios se encamó para librar al hombre del pecado.
« Po•· nosotros los hombres l' 1>or nues tra salvación hajó de los cielos.
Y se encamó por obra llel gapirilu Santo e n las c ntr:lims do la Virgen
Maria, y se hi zo hombre. » (Sf~IOOLO DE NlCEA .)
No C>tuió Dios su llijo al mu»clo pa>·a CO>Iclenar al m une/o, sÍ><{) para
qtu: por Slt medio el mtmdo se salve' . - Jesucri$10 vi>u> a este mtmdo
pa•·a salva•· a los pccetdores 3 • - Vi>to el Hijo ele 1Jios, pam tlcshaccr
las ob>·c<s del diablo&_
93. ¿ k:ra necesaria la Encarnació n ?
La Encarnac ión no era de necesidad absoluta , pero si de con-
venienci a.
\l.\. ¿ Por qu~ no era absolutamente necesal'ia?
·t• Porque era una obra ad extm. una operación externa, con-
tingente, que Dios era perfectamente libre de hacer o no hacer;

' Rom .• m, 2.C, 25. - : nor.n., XV, 17. - :. Il Pedro, 1, •. - "Juan, Vllt, 1:1. -
~ Filip.•
u, ~-- t 1 Pedro, u. 21. - ':'Juan, m. l i . - 1 1 T1m., 1, 11. - ' 1 Juao
. m. S.
206 81\RORE.~ SOBRE LA E~CARNACIÓN

2<> Porque no faltaba n a la omnipotencia divina otros medios


para rescatar a la humanidad; y además Dios no estaba obligado
a rescatarl a .
05. ¿Por qué e•·:1 conveniente In Enc~u·n ació n ·!
E ra conveniente C(lHl Dios se e ncar-n Me, po r·q ue este 'm isteri o :
1o Hace respla nd ccc t· las pet•l'eccio nes de Dios;
2• l~s para el hombre un poderoso eslírnulo ¡>at·a evi tar el
pecado y practicar la vi t·Lud;
3• Da a Dios una satisfacción equivalente a la deuda del pecado,
porque sólo un Hombre-Dios podía igualar la t•epat·ación a la
of~:nsa.
OO. l· Cuál de las tres didnn1! pc..sonas podía cncu•·nn.•·se '?
Teniendo el mis mo poder la s L1·es d ivinas personas, cada una
de ellas podía Loma t· la nat ura leza hu mana-.
!17. ¿ Por qué se encnr•nó el 11 ijo, y no el Padre o el " • pirilu ~anlo ~
Por tres razones :
1• El hombre hab ia s ido c rea do a imagen del Ve rbo, que es la
imagen substancial del Padre: convenía pues qu e e l Verbo fu era
quie n t•eparase aquella imagen d esflgurat.la por e l pecado;
2" Como el fin de la Encar nación era e levar a los ho mbres a la
catcgGria de h ijos adoptivos de Dios, co nvenía r¡ ne les fuese
c<J nfurido ese título por el que es s u Hijo po r ua luraleza;
3• Ha bie ndo Ad:in, cng(ltiado por el demonio, ocasion ado la
ruina de la humanidad por au1or a una ciencia falsa, con\'enia
que la humanidad volviese a Dios po r e l Verbo , que es la verda-
d era sabiduría.
OS.¡, Por qué prefh·it) el \'eriJo ••e,·cslirsc de la naltu·alezn humana '!
·1• Para con fundir al rlc monio, que así fué ve nc ido por aquella
misma na tura leza de la cua l había s ido vencedor;
2• Para honrar al homb re, q ue fué rehabilitado en sus lílu los
glo riosos de rey y pon lífice d e la c reación lel'l'eslre;
:J• Para g lor·ificar t~ Dios, e l cual recibe d e la c reación perrec-
lís imo homenaje en la persona del Hombre- Dios , en quien se
compendian lodos los seres creados.

G. E r r·or·cs sobt•e la E u c:u •rmeió u.


!lO.¿ Cuáles son los e•·•·orcs principales sobre la 1\llcat,JUción '!
Són los de los a rrianos, apolínar·is tas, mo notelitas, gnóst1cos,
trestorianos y eutiqu ianos.
100. ¡_.E o qué COil$istin el cr1'0I' de los arrianos'!
Los w-;-ianos negaban la divinidad del Verbo, y por consi-
ERRORES SOBRE W. E:\CAR:\.\C'JÓ:\ 20i
guieote la di,·inidad de Jesucristo.- El arrianismo fué conde-
nado en el concilio de Nicea, primero ecuménico (32ii).
IOI.«o,Cm'l e ra el error tlc los apolinat·istas'?
Los apolüwl'istas, discípulos ele los dos A poli nari os, padr·e e
hijo, el primero sacer·clotc y el segundo obispo de Laocl icea,
enseri aban que el alma de Jesucristo era puramente sensitiva, y
no racional ; que las operaciones de la inteligencia las ejecutaba
el \'erbo de Dio:;. - El apolinarismo fué condenado en el con-
cilio de Constantinopla, segundo ecuménico (:181).
1()-.l. ;. En qué consistía el erro•· de lo~ monotelitas?
Los monotelitas•, cuytt cabez¡1. principal fué Sergio, patriarca
de Constantinopla (GJO ), en~criaban qu e el alrna de Jesucr·isto
rstaba privada de volun tad; que en Él sólo existía la \'Oluntad
divina. - El monote lismo fué condenado e n el tercer· concilio de
Constantinopla, sexto ecuménico (680).
103. ;. Cu!al era el ea·ror de los gnaiSiicos respecto del cuerpo de Jesucristo'!
Los gnósticosL, herejes de los dos primeros siglos, enseriaban
e ntre una infinidad de etTor·es, unos, que el cuerpo de Jesu-
cr·isto era lantástico; otros, que había descendido del cielo, y
que, por tanto, Nuestro Setior Jesucr·isto padeció y muri0 sólo en
apariencia.
·JOt. ;, En qué COilliiSLia el CI'I'Ol' de Jos nestorianos·:
Los discípulos ele Nestorio, ¡>alriarca de Constantinopla (428 ),
enseloabau que la unión del Verbo con la uaturaler.a humana no
era p<'r·sonal, sioo moral, como la que existe eoll'e Dios y el
templo cr1 que reside, sacando en consecuencia : 1" que eu Jesu-
cristo hay dos per·sonas, la divina y la humana; ~· que el
hombre, hijo de i\Ial'ia, al cual se unió el Verbo, no es Dios, y que
Maria, po r co nsiguien te, no es madre de Dios; :1• que rr o debe
admitirse una real comunic:1ci6n de idiomas. - El nes toria-
nismo rué condenado en ol concilio c!e Éfeso (1.31).
1();-,. ¿ Cu;ál Cl'a el error de los t•uliquianos '!
Los secuaces de Eutiques, monie de Constantinopla, enseña-
ban que la nalur-ale7.a humana en Jesucristo estaba absorbida por
la nalut·aiC7A'\ divina, como una gota de lluYia lo es por el Océano.
Cayer·on en este erro r· por combatir· a Nestorio : de la unidad de

• Monotelitas. -Del s¡·icgo, t11ouos 1 ,·u'lico, solo, ~· tlu•ln, qucrm·: lo~ que
ndmitian en Jesucristo una soln \'Olunlad.
• Gnósticos. - Del gricso gnó•is, conocim iento. ~cela del siglo segundo
de la lgh•sia. Llamábanse asi sus parlid::t rios, po1·que pretendi~tn tener com-
plclo conochnicnto e inteligencia de l:ul cos.1s dhTinas.
208 ERRORES SOBRE LA E!'CARNACIÚX

persona sacat·on como co nsecuencia la unidad de natura leza. -


Fueron condenad os en el Concilio de Calcedonia (45'1 ).
·106. ¿Qué consideraciones pueden haccrllc acerca de los erroo-es contra el
misterio de la Encarnación?
1• Aparecieron desde el origen del cristianismo , y se perpe-
tuaron en distintas formas durante varios siglos.
2• Todos tienden a nega r la obra de Dios, destruyendo ya la
humanidad, ya la divinidad de Jesucl'isto.
En efecto, si Jesucristo no es verdadero hombre, o por no
tener un cuerpo real (gnósticos), o po rque su alma no es racio-
nal (apolinarista s), o porque no esl;i dotada de voluntad (monote-
litas), o porque su naturaleza humana estaba abso rbida pot· la
divina a causa de la unión hipostá tica (eutiquiano s), no pudo
satisfacer p:>r el pecado, porq ue la satisfacción, la expiación no
convenía a la naturaleza divina.
Si Jesucristo no es Dios, porque el Verbo no es Dios (arl'ianos),
o si la natut·aleza humana forma en .Él unapet·sona distinta de la
rlel Ver bo (nestorianos ), no pudo dat· a su satisfacción un valor
infinito, r la Encarnación no realizó el fin principal que Dios se
proponía : la plena repat·aciún de la ofensa.
10í. ¿Cómo se explica que haya tan tos el'roo·es conto·a el misterio de la
Encarnación?
Porque el demonio que los fn spira qu iere ven garse así en Jesu-
cristo y la Iglesia, su cuerpo místico, de la de•·rota que sufrioi
por medio de la Encarnación.
El cl>·c¡yó>~ se i•·•·itó cllnt.ra la muje>·, y mcwch6sc Cl yoccr•·ea•· cont>·a
los clemús ele la casta de ella, que yua~·dan los mandamiento s ele lJios,
y >rwntienen la con(csiún ele Jesuc•·isto '·

IIBCIIOS HISTÓRI COS

Anun ciación del Arc:'tngcl Gabrie l a Mari~ . ( Lucas , 1 , 26-SR.)


Jesucristo prueba su d ivinidad a los Judí os con el milagro de la cura-
ción del paralitico . (Jua n, v, '14-47 .)
Resurrección del hijo de la viuda de Kain. tLucas, \'11 1 11-4G.)
Jesucristo llora s obre la ciudad culpable que no puede convertir. (Lucas,
XIX, Id -44.)
Jestis echa del templ o a Jos que vendían y comprtoban en él. (Lucas, XIX,
'•5- 46.)
En e l nombre de Jestis, Pedro cura a un cojo. (Hechos, 111, ·1-9.)
l .A¡Kl'C., XII, 17.
DEL mSTERlO DE L.\ ENCARN.\CI ÚN. - RESU)I~:N 209

HESUMEN

~listerio de la Encarnación. - Este misterio consiste en la union de la


naturaleza divina y de la naturaleza humana eu la sola persona del Hijo de
Oios.
Los pntl'ia•·cas y los p•·ofetns tenía n fe explícita en este miste do, pero el
pueblo heb•·eo lo creía sólo con una re implícita. La •·evclació n cln~·a de esle
mi sterio fué hecha POI" el 31'\:ángel Gabriel a 1:1 ~antisima rirgen.
Los tilnlos dh·inos de la adorable persona del llijo de !)ios )" los p•·inci-
pales beneficios de su misión estin significados eo los varios nombres que le
dan los Sagradas Escrituras.
En Jesucristo hay : ·1• dos nat uralctas, la naturaleza diviM y la naturaleza
humana; 2• unión perso nal de estns dos nahll'aletas; :)• una sola pe1·son:l, b
del \'(Who, Hijo único de Dios: 4• l:t distinción de las n:\lu1·n.lez:ts .
Dualidad de naturalezas. - Jcsuc•·islo es Dios. Así lo a(i•·HHi ti misn1o .
atl'ibuycndose los poderes, de•·echos y honores dil"inos. )" decla•·úndolo anl e
>liS Apóstoles' ante el pueblo l' onlc el tri bunal de ca;r,ís. Probó adclllás
su divinidad por la santidad de su vida, la perfección de su doctrina, con sus
milag-ros y principalmente con el de su res urrección que h~bin p•·edicho, con
sus prorecias y el cumplimiento en sn persona de las prorecias del Antiguo
Tutamcnto, con la fundación y conserqción de su Iglesia. Otra prueba de
su di.,inidad es el culto de adoración que se le d> llacc )' 3 diecinuevo
s iglos .
Jesucristo es hombre, pot'((UC real y ve,·Jadcramcntc tiene altoa hu mana y
cue•·po humano. El a!tlla de J esucristo sólo difiere de In nuest•·a po•· sus
incompnrn.bles perfecciones. Su in tel igencia humana no poseía la ciencia
infinita , que sólo a la inteligencia cJú·in ;t pertenece; pc1·o poseia en sumo
Gl'atlo: 1• la ciencia beatífica, o sea la "isión de la dh·i nn esencia; 21) la
ciencia infusa_, con la cual conocía por medio de ideas innata s, sin imágenes
sensibles; 3- la ciencia adqui,·idtc <¡ue consistia en aprender por medio de
los sent idos y de la razón.- Su t'Oiun/att humana. dislinta de la di\'ina. era
impecable: ~nía sujeto ol >pelito sensiti•·o l' go>.ab> de perrecta libertad. -
Su cora:6n rué el centro del m;ts generoso ~· puro amor. Por un milagro que
s uspendía los efectos n:ttm·:, lc.s de la visión beatifica, su .'lcnsibilitlad estU\'0
sujeto al dolo•· mo•·"l. - El nlma de J esucris to estui"O dotada : ·1• de la gracia
de uniút1, de la cual rcsulto•bn CJU C Jcsucl'isto en cuanto llombr·c estaba unitlv
pct·sonalrneote al Vea·bo de Uios; -.!0 de la. gracia /,afJitual en toda su plcni·
tutl ; Jo probablemen te de l:. ~raci a at;lual ou:ciliante ¡ 4• por ,·.!timo, de
todos los dones 9>'llli•datoo . .Jesucristo fué colmado de los dones del Espíritu
San lo; poseia la ccu·iclad )'todas las viJ·Iulles uwrales, sin las imperfecc:iones
ínco1npatibles con el estado de beatitud.
El cuerpo de Jesucristo era un cuerpo real )' 'erdadero, y no un cuerpo
rant.i:;tico o celestial. Fué rormado milagrosamente de la pu1·isima sangre de la
\'i1·gen M:'Iría, por obra del Espi1·itu Sa nto: )'a causa de esa concepción mita·
g•·os:' ~·de la unión con el Verbo de Dios, su ahna rué excntn de la tuanct. a
ol"igin :tl. ·
,fcsuct·isto quiso Ji bt·cmcntc so tf'IClCJ' s u cuerpo a los paLI{·ciln icntos risicos , del
11lÍ81110 tnot.lo que sometió su alma al dolol' mot·al, p:11·:• cxpin t· nuestros peca ~
do:-:~~ dCI•lO~lrar que era hou,brc \'CrdaiiCI'O, ~· para drti'UO-l cje111plo d e todns
l•s virtudes.
210 DEL MISTt:l\10 DE LA ENCARNACIÓN. - RESU~E!'.

Unión hipostática. - La unión hipostática coniiste en la subsistencia de


la naturaleza di•·ina y de la nallJraleta humana en una misma persona, la del
Verbo de l.lios. La unidad de pe•·sona no destruye en Jcoucristo la distinción
lle las dos naturnlcz:HJ, que no están confundidM ni mczclrtdns; cada una
conserva sus operaciones ps·opias.
IJel hecho de la un ión llipo•tática resulta : 1• q ue el che ador'"·se la nntu·
l'aleza humana de Jesucris to: 2tt fJUC las obras ll e Nuesii'O Scrio1· tienen un
valor infinito; 3° que In Vh·gen Mar·ía es madre de Dios.
A Jesuc•·isto como J>io• pucM atribuí••sele cuanto co propio de la nnturo·
let..1 human:~;; y, como hombre, lo que es p1•opio de la natur:aleza divina. J;:sta
atribución recip•'Ocn de las proJ>iedades divinas y humanas •'Ccibe el nombre
de comunicaci6n de idiomas.
El hombre, compuesto de espíritu y de cuerpo, es uon imagen de la unión
hipostática.
Maravillas de la Encarnación. - La Encarnació n manifiesta con 1:''""
esplendo•· los principales lltríbutos de Dios: ·1• s u poder, por<t ue unió dos cosos
inlinilamcnte distintas: 2u IHI sabidm·ía , porcrue allnna, po'r· decirlo así, el
abismo infinito que existe entre Dios ~- el hombre; 3• su bondad, porque dió
a su llijo en rescate MI hombre culpable; 4• su justicia. porque Dios recibe
una expiación proporcioooda a la ofensa. La Encarnación proporciona a la
humanidad, gloriu. y bcllt{¡,.iot incomparables.
Conveniencia de la Eocarnacióo.- El llijo de llios se encarnó para libra•·
ol hombre del pecado. - Ln ~:ncarnación no era de necesidad absoluta, ya
pot· ser una operación e:t lca·na de Dios, ya porfJUC no rallaban a la omn ipo-
tencla divin:1 otl·os medios ¡>ara •·esca.tar a 1:\ humanidad cnida . No obstante,
queriendo Dios salv:lt' al hom lwc con una reparación propo..cionadn aJa ofensn,
la Encaa·nación era ll CCC!m t·ia eJe una ncccsid:u.L de corwcnienci:t. - Con\•cnin
que fuese el Verbo el que se encaro ose: 1• porque, como i111agen substancial
del Padre, con"enia que el l'erbo fuera quien •·epn•·asc aquella imagen dcsfi·
:.;u rada por el pecado; ~ porque siendo Hijo clr Dios po1· naturaleza, podi:'l
con sus 1n~ritos hater al hombre hijo de Dios J>Or :~dopción ; Jo Po1-que ero
n31ural que el \"erbo, v~rdadera sabidul'Ía de llios, reconciliase con Dios a
la humanidad, perditb po1· amor a una falsa ciencia.
Errores sobre la Encarnación. - Los errores principales sob•·e la Encar·
rMelón son : 1• el de Jos ru·¡·ionos, <¡uc negaban In divinidad d ~ Jesucristo; 2° el
tic Jos apolinal'istas , loH cuales CllSeñaban c¡uc, siendo el :'lhHl. de .fcsuc•·islo
puriuncnte sensith·~•. y no •·acional, las oper'acioncs de la lntcligencia las f'je..
cutaba el Verbo: 3• el ele los monotelitas. que no reconocían en .lesuc•·isto
1oás que una sola volunttul : la \'Oiunlad dh·ina; '- 6 el de los gn ósticos, los
cuales pretendían que Jesucristo sólo hahia padecido en apariencia: 5• el de
los nestorianos , que ens~imban que en Jesuc•·isto hay dos personas. y que la
Santisima Virgen sólo era 1oadre de la persona hurm,n:a: U• el de los eutiquin·
nott, •1ue ecserlaban que la natutaleta humann en Jesucristo estaba absorbida
por• la. naturaleza divina.
l.o!:i gnósticos, Jos :tpolin;_t r istas, los monotelit:es, los cut i(¡ui:mos . negando
en tódo o en po.wto l a human ida d eu la persona tlcl Vc ,•l)(l, dest,·uyen la s:ltis -
roccíún. y los nr·J•innos y ncstor·innos quit~n n ót~ta su v:llo•· intinilo, se"
negando la divinld:ul dC'I ~l cl'lias. sea haciendo Ue :fU uatur·alet.a humana una
persona distinta deJa divina.

CUADRO SINOPTICO 211

DcOolelón del mlsteno.


\Revelado en el Arlll,8UO TeMa me-oto.
Uel:aci6n bi.stóric:t Anunciado en el Nue\O TOtaDX"nto. a la San·
Del mtr¡lerkl
de lA
de au re,.elo.dóo
l ti.stma VIrgen.
Encan\:adón N b d 1 d Di ¡
Jesucriaco M nuutr\J ~lndor.
en ¡:encrnt oro res e 11110 0 Í
05 Je¡ucrltto e1 rey.l!o3ccrdote \. ¡~roreta.
hecho hombre Jesucrbto ea nu~tro Sd•or.'
\ En~enanza do la Iglesia.
Jesucristo { Atrlbuyéndo:,e h~ derccbos y honores \ll\'1·
1

! \ ~~rmtd 1
ne:~;·t\rulogo Olot dchultc tic sus A I'IC;lltoles,
Nntumlcza ) su"' \'lO n( (lolanw dol JIUOblo, y d.olaotu do Ca trAs.
dlvlnn ( J jl'or la a:m~ld:td t.lc au vldn.
1~t.O Por lt• l>Ortoeelón de am doeLrln:l .
csucr...
JJruev.. • t 1
&u divinidad ( ~~~ ~~~e~~~~~~~: !tol)~: ~:la.
~meJan~ a 111 del hombre.
Dltercou por IQI lncom¡t:trable& pcrfecclones.
( T~ne 1:. deneb bt:atine....

l
lntelfgcnda Tleaa l:a e~nela In!~.
Tiene la eleneta adq_uJrtda~
ln~pecablo.

l
DualidAd
de \"oluotad •::rema de la eoncupl.set:nela.
naturaleuat Pcrrec&amen\e libre.

Natumleza.
Alma
de
J esuerino
Corazón ¡ Amor pcrfocLO.
SuJeto a1~ dolores morate:;.

bum:lna Gr:l<:ln. de '!nlóo eou el Verbo.


Grncln hAbltn:ll.
Gracia&, Grncln uctual auxutanto.
dones l)oncs gmthsd:Hos.
y vlrtudca l)oncl! (ICI t<'.i;Jllrit u SnnLo.
\'lr-tml teologal t.lo la ea.r ldad.
Vlrtudca mortales.
Kxcnt.a del pecado original.
Su r a11ldad J)Crfecta.
l
Cuerpo
de Su tonnaclón mllag'I"'Oa.
Jesucrlito Su rertocclón relath·a.

~
li nlóo pononal.
Cotrs\e~rde la unión l~nldad de penona en Jttuer1sto.
de las d01 ua.tur.ttuas DliUndóo do 1.-s n:uurn.le%.31.
Dls\iodón de bt operatlone!.
l.sa nn.r.nraleu humana en Jnuc:r1.8lo e& ::ttl()o
Unión
hiii01!!U\tltl' Cou!ec:nenell\sdcl:umtóo
hi¡)OSti\tlca
l
}
mbfc.
OJleraclono• bum:m:u tienen un nlor tn ·
J.a~
ftnlto.
La S;:mtfslmn Virgon e& m:u1rc de Dios.
Comuoic.nclón do tdlom:'"·
Iml\gcm lmJ)Crroota do esta unión : el hombre.
l\l¡,ravlll:.~
do 13
1 M:u11fc~t.'ldón d o los =\Lrlbutoi divmOJI.
Wol'llh::.elóu de la bumnnld l\d.
Hutal'll.lltlón Bcuenolos hechos a ln humanhlnd.
Conveulendll~lb.Wn do la Enearn.1clón.


d~ 13 N~id:t• l. no absolu1:t. ¡lC.ro al do oon\'tnieuel:..
s
F.nt:trnaclúu Por qué &e tnearuó el lllj(\, no ~1 l"'adrc o el EIJ'friLu Santo.
Lol apnllnarbtas, lo!; mouote11t.at, 101 f;OóstiOCM, 101 eulh¡ulan os s:u¡m·
Errores
l
mtn o wulllnn la humaokbd QIJ Jt'tucrlrr.to.
lAe urbnos suprimen l:t dh1nhlad ; 1011 nestorianos l'n•ttn de l3 bnma.
oldad uo;a penon:a lli~Unta.
CAPÍ TUL O XI
Tercer articulo del Simbolo.

Creo en .Jesucri sto, q"e (ué concebido po•· ob•·c. y gmcirt del
J~spil'ittt Santo, y naci<i de Semi a Jlfcu·ia Vi>·[!C11.

DE LA SAN T (S I MA VI RGEN

SU)(AJUO. - 1. llda do la S:mtislma Virgen. - Su J)rOO:xistencla. l•ué prorctl7..adn J' asu-


rada. - Sus asctndlcntcs. - llechoa p1·1neipalcs de su ''ida. N;:tf,hidad. P resentación.
Desposorios. Anunc iación. VIsitació n. Yl:tJe a Belén. J>nritic.aclón. Huida a Eg ipto. Su
residencia en N:.tzaret.. - Ilclaeionc& de la S:mtlshna VIrgen con Jesl)S doranle su vlda-
púb11c3. - Mlolsterio de )!aria en kt Iglesia nacie nte. Retiro e n e l Con:\culo. Asistencia
y protcecióü. MaríB en l'.:reso. Su muerte. - 2. Prcrrogath'as de la 8antislm:t Virgen. -
Jnmac\llada Concepción. - S:.tntid:~od pcrteet." de At.adn. - Matel'nldad divina. - Vir·
glnldnd JJCrpetuo . - Asune.lón. - Sus tít.uloc con I'Cl:t.elón a nosot.ros. - 3. OC\'OCión
a Maria. - Sus !nnda.mentos. Sus ventaJas. Slls prftctfcn!f.

1. ¿ Qué nos enseria el tercer articulo del Sim~olo ·!


Nos ensetia : 1 o q ue Jesucristo fué concebido por ob ra y
g racia del Espíritu Santo; 2° que nació de la Santísima Virge n
Maria.
2. ¡.Qué significa la expresión co>rcebido 1'0>' obra y f}l'acia del Es¡>ir·iw
Sa.tlo?
Significa que el mismo Espíritu Santo formó el cuerpo de
Nuestro Señor Jesucristo en las entrañas de la Santísima Virgen
Maria.
3. ¿ Fu é la concepción de Nucsl ro SeilOI' obra pc•·sonal del ES(>i•·iLn SanLo·?
Siendo una obra cul extra, o exterio r, es co mún a las tres divi-
nas personas.
4. ¿Por <¡ué, pues, se ah·ibnyc a l Es píritu Santo '!
Se atribuye al Espíritu San to , porque es una obra de amor,
del. mismo modo que las obras de pode t· se atribuyen al Pad re ,
y las de sabiduría, al Hij o.
5. ¿.Qu ién Cl'3 la Vi •·gen María ?
Era una humilde doncella de la tt·ibu de Judá y de la fa milia
de David, que Dios eligió para Madre de s u divino Hijo.
VIDA DE LA SANTISmA VIRGE~ 2'13

1. Vida de la Santísim a Vil·gc n.


Su preexistencia.

(). ¡,l'ué predestinada Mnrí:o Snntísimn n la incompnl'able di~n idnd de Madl'c


de l)ios?
Si: la Sagrada Escritura nos la presenta unida a su llijo en
los eternos decretos de la Providencia. La Iglesia aplica a Maria.
1>or adaptación legiti ma , lo qu e fué escrito propiamente de la
Sabiduría.
El Setio•· me J>Oscyó en c l ¡win ci¡¡io de sus C((llli!los ... IJesdc la ete•·ni-
d act fui o•·denada... , antes ilc que la tie•Ta fuese ltcclw •. - Yo salí <le
la boca del Altísim o, engendrada Jn-ime.-o que nin(¡una ct·ia trn·a ... El
'JUC tne CI'ÍÓ1 l ' e/)O$Ó en mi /abC I'IIlÍCI!lO •.

i. ¿Cómo preparó Dios el cumplimiento de s~• s designios sobre ~Inri a'!


Por medio de las profecías y de las figuras.
8. ;. Cuá1cs son las prorecias qur anunciaron a la ~antisilna \'irgcn?
Las siguientes :
·t• Et~emistades p ondt·é cnh·e ti y l« m ujet·, y ent•·e lit linaje y ~~~
linaje :ella queb•·antm·á /u wbe:n, y tü ¡Joncl•·ús <•sech an:as a >tt cal-
ca,i<w 3 •
'2• Jle aquí que tma l' it'(¡cn concebil·ú, y ¡J«J'Ü'IÍ tm .lfijo, y se•·á ll«·
mallo su nom b•·e J::mma nuel 4 •
3• Asistió la •·eiua a lt• det·erlta con vcsticl~<>'<t ill)t'lldrt : t•odeada ele
ua.-iedad ... Toda la ulo•·io de la hija del •·ey es d e dt·ull·o ... .Pot· esto lo.•
¡meblo• le alabará" clet·uamtnle y pm· •igltJ de •iulo •.
4• ~ Quién es ésta qtte ma•·clta como el alba al lct·mala•·•e, herm osa,
romo la /tma,, escogida, como el sol, let·rible como wa ejl!t·cito de escllll-
dt•oues ot·denado 6 ? - Todrt ct·u ltet·mosa, 11m i9a mia, y m<mcilla tto
ltay en ti'.
D.¡, Cómo sabemos cp1c esla5 p1•orccías se I'efict•cn n J\lol'ia '!
Porque la Iglesia se las aplica en la liturgia.
10. ¿Oc cu:íntas clases son las fi~uras de )laria ?
Unas son pe•·sonales y ot•·as •·cales .
11. ¿Qué personas fueron figuro d~ ~!aria~

Lo rueron : E ca, que rué esposa y virgen en el estado de ino-


cencia; Sm·a, que fué madre del pueblo escogido; JJébot·(r y
Judit., vencedoras del enemigo de Dios; Este,·, que aplacú la
cólera de Asuero , cte.

t Prov., nn, z:, Z3.-: Ecll., XXt\', 5, 12. - 3 Gén., m, U.- .e h:.fa!i, ,.u . H . -
1 Salmo XJ..IT, 10, H, 18. - 7
'Cant.., \'J, 11. - Caot., Iv, 7.
214 \'lOA !>1!: LA SANTÍSIMA VIRGEN

12. ¿ Cu:llcs ructon las cosas t1ue lisu•·:u·on principalmenLc a ~hwia 't
La Santísima Virgen es el Pw·aíso te>TC?tal, jardín de deliciás
del nuevo Adán ; el A;·co i;·i.s, signo de irrevocable pr·opiciaci<in;
la Esculct de Jacob, que un e el cielo y la tierra; el A;·cct de l(t
alian.:.et, hecha de made ra incorTuptible; la Vm·a de Jia1'ón, qu e
sin savia reverdeció, y dió espont.;ineamente la flor l' el fruto de
vi•la; el Vellocino de Gcdéon, empapado del rocío celestial ; la
'J.'ol'l·e de Drwid, ele la c ual penden mil escudos y todas las armas
de los valientes ele Israel ; el 'J.'em.plo, edificado por el Padre ,
san ti ficado po r el Espíritu Santo, habitado por el Hijo, etc.

Ascendientes de la Santísima Virgen.

·lil. ¿Quiénes fueron los pad1·es de la Sanlisima Virgen ·!


La. Sagrada Escritura no los noml.rra ; pero según tradición
adm itida por la Ig lesia , fueron Joaquín y Ana, que eran oriun-
dos de Belén, de' la fam ilia de David, y vi vian en Nazare t.
·J4. ¿Cómo descendían de David'!
Entre las varias inte r·pr·etaciones de las dos genealogías que
expone el Evangelio, hay una se~ n a cual San Joaquín, que no
era otro sino Eliakim o Helí, e ra descendiente de David por parte
de Natán, primogénito del g ra n r·ey; y Santa Ana lo e ra igual-
mente de David por parte de Salomón. Sea de ello lo que fuere,
y aun suponiendo que las dos genealogías se rel1eran a San José,
la Santísima Virgen descendía de David, po rque siendo próxima
paríe n ta de San José, co munes debían set· sus ascendientes.

Épocas principales de su vida.

·t5. ¿ Cu;íles son las épocas tWitH~ipa l cs de la vida de la Santísiu1a Virgen?


Su nacimiento mi lagroso, su present.."\ción en el templo y con-
sagración a Dios, su vir·ginal un i<in con San José, la Encarna-
ción del Hijo de Dios en su casto seno, la visit.."\ción a su prima
Santa Isabel, su viaje a Belén y el nacimiento de su divino Hijo,
su pu rificación, su huida a Egipto, y su estancia en Nazaret.

Nacimiento.
·16. ¿Qué pal'ticula •·icloHI ofl'ccc el nac imicnlo de .:\1aría. Saotísima?
Que fué del todo providencial. Segt'rn testimonio de varios
Pad res de la Iglesia, San Joaquín y San t.."\ Ana, ya muy ancianos,
obtuvieron esta hija bendita po r las oraciones que incesante-
men te ofrecían a Dios.
Í:POCAS I'RtNCtPAl.ES DI': SU \'IDA 21ií

•17. ¡. QuV nomhPc lé dieron '!


El nombr·e de Mm·ía 1 que en hebreo significa sobemna, r eina,
mar de amar·gura, iluminador·a , estrella de la rnai·.
18. ;. Con' icown tO<lo; estos titulo• a la )laoiN' d<• Oios ?
Sí : Mada es la Sober·ana1 la Reina de los 1ingelcs r de los san-
tos 1 la Heina de los m:i r·tires; ella nos diú a Jesucristo, ver·cla-
dero sol de justicia, nos i lul'nina con sns admi r·ables ejemplo~ , y
nos guía por el ma1· pr·oceloso de esta v idn.

P1·esenlación .
19. ;. C:u1'tl (\FI el acontecimiento •nfts notahlo de la infanriu do María Sn n-
lisim3?
La pr·esentacir.n en el templo. Ag r·adecidos a Dios. que había
atendido a sus ruegos ddndol es esta niria, .Joaquín y Ana se la
consagr·ar·on en el templo.
20. (·· P:u·tiripalm Ma1·ia de los scnl im ic n l o~ de s us piadosos p:u.ll·cs?
Sí : pues aunque joven todaví::t, ?lfaria tenía el pleno uso de sus
facu ltades, y ~e ofreciú enterarnente a Dios consagr:i ndole su vir-
ginidad. Pasó los años do su juventud en el templo, ontr·egada a
la oración, a las cosas del sen ·icio do Dios, a los lrahajos pr·o-
pios de su edad, i a la práctica de las más her-mosas virtudes.

DeSJ.IOSo,·íos.

2 1. ¡.Con l(nt· oc3sión saliO ~hu·ia Rantísima d('l tc•np1o '!

Con motivo de sus d espo~o ri os co n San José . Había llegado ya


~l al'ia Santísima a la edad en que, conlormc a la costumbre de
entonces, había de tomar· estado. Se uniú con St1n José quien ,
según la tradiciún, había ofr·ocido también a Dios su virginidad.
'2'2. ¿ Cn:ll ruto el moLh·o 1HIII~ano tlt..' estos dr~po~ol'ios ·?

El cumplionientb de la léy, según l;t cnal MaHa, como hija


única y horeder·a de l o;. hirnes paternos , estaba oiJiigiula a e~co­
ger un <'Sposo de su tribn y familia ; ~ San José era pariente
pr·óximo ( primo her-mano según algunos ), por- se r· sobr·ino do
Santa Ana .
. 23. ¡,Cut•l rut· el moti\·o di\'ino '!
En los designios de Dios estos desposorios tenían por· fin :
1• proteger, a los ojos del mundo, el honor de ~laría r de su
Hijo; 2u dar a rntram bos un custodio fiel r pro tector abnegado ;
3° ocultar al demonio el misterio de la Encarnación ; 4• presen-
216 VIDA DE LA SANTISDIA. VIRGEN

lar en María un modelo per·feclo a las esposas, madres y vír·-


genes.
2~·. ¿ Qué oficio tenia San José '!
El Evan gelio nos dice q ue era ob re ro; es creencia muy gene-
r·al que eje rcía el oficio de carpinte ro.
2-i. ¿ Qué pudo dererwina r a Dios a In elecciGn <le San Josó '!
Sus admirables virtudes. Era un hombre justo ' , un siervo fiel
y prudente •, preparad o de un modo admirab le para ser esposo
de la más santa entre las criaturas .
'.!G. ¡. Cuúl <'S la g loria pl'inci pal de S:m José?
La de haber· sido escogido por Dios para esposo de Mar·ía,
testigo y protector de su virginida d, y tutor del Verbo hecho
carne.

Ammcict ció11.

27. ¿ Quécolcsli al mensaje r ecibio M:or ía San tísima después de sus dcsposo-
a·ios con Son Jos6 '!
El Arc:ínge l San Gab riel le anunció de parle de Dios el mis-
terio de la Encarnac ión.
28. ¿ Con quó p:•lab•·as saludó el ánscl a ~Ia.·i:< '!
El ángel dijo a Maria : (( Dios te salve, ¡ oh llena de gracia!
El Serior es contigo, bendita tír e r·es e ntr·e todas las mujeres 3 . •
29. ¿Cómo acogió ~lal'i:o esta sa lutación?
A estas pala bras, la. hum ilde Virgen se turbó, reconociéndose
indigna de tales alabam.as.
30. ;. Qué le dijo el :in¡;;•l para con(o•'l:.rla ?
« i Oh María! no temas, porque has hallado g racia e n los
ojos de Dios. Sábetc que has de concebir en tu seno, y pal'irá~ ·
un hijo , a qui•m pondrás por· nombre h :sús. Éste ser·á g rand e y
se rá ll amado Il ijo del Altísimo, al cual el Serior Dios dará el
tr·ono de su padre David, y reinará e n la casa de Jacob eterna-
mente. Y su reino no tendrá fin •. »
3 1. ¿Qué erecto produjeron en liaría estas palabras'!
Aumellla 1·on su inqu ieLud, po r·que le parecía imposibl e con-
cil iar· su virginida d con la malet·nid ad divina.
32. ¿ Có mo In tr:mq uili1Ó el ánsel?
Descubri éndo le lodo el misterio : ~ F. l Espíritu Santo deseen-

1 llu., 1, 10. - '! Otltlo de S.n J"o~.- 2 Loe., 1, u. - " Luc., 1. 30-SS.
ÉPOCAS PRINCIPALES DE SU VIDA 217

derá sobre ti', » esto es, por un milag ro de su omnipotencia,


serás madre permaneciendo virgen .
33. ¿Cómo probó el úngel la rcrdad de s us palab ras?
Revelando a Maria el extraordina rio favor concedido a Isabel
Ahí tienes a t~< pa•·ienta Eli.,abct, que en sn veje: h a concebido lam -
bibt un hijo : y la q~<c se llwnabct estth·il, hoy c~<enta ya el sexto mes;
po•·que pw·a Dios nada es imposible 2.
S.\.¿ Qué hizo entonces Mal'ia •
Asintió hum ildemente a la voluntad del Cielo• : « He aquí la
esclava del Señor, hágase e n mi según tu palabra •. »
35. ¿Qué prodigio se obró en aquel momento ?
El misterio de la Enccwncteión. Por ob ra y g racia del Espíritu
Santo, el Verbo se hizo carne, uniéndose en la per·sona del Hijo
de Dios la naturaleza divina y la naturaleza humana.
36. ¿Dónde se verificó este m is terio'/
En Nazaretb, lugar de Ga lilea .

Visitación.
3i. ¡, A dónde fué Maria despucs de la Anunciación ?
Fué con diligenci a a visitar a su prima Santa Isa bel, que vivía
en una ciudad sita e n los montes de Judea •.
38. ¿Qué hi1.0 María Santísima aJ entrar en casa de Zacarias?
Saludó con mucha humildad a su prima .
39. ¿Qué ma•·a,·illas obraron las palabras de Maria ?
1 a Santa Isabel fué llena del Espíritu Santo y r·econoció e n
Maria a la Madre de su Se>ior.
Be>~clila lit c>·es c»l re lod~s las m ujeres, y bendito e.• el (rulfl llc l1t
·oient?·e. Y¿ ele llónllc e< mi lcmto bien que oenga lct mctcb·e cle mi Se1i.o•·
a. vi-sita,·me·~?

• Al compa1-ar a Eva con María, se \'C que l:t primera todo Jo perd ió por
c•·eer a la se•·piente, y que Ma•·ia lo reparó todo con su fe en la palab•·• del
Ángel.
b Nazaret significa {lo•·. - La santa casa desapareció de !\azarct en el
siglo XIII, cuando los musulmanes , duetws de los santos lugares, hubi c1·au
¡>odido p•·ofanarla. Fué h·a nsporlada po•· los imgeles a Oahnacia, y desde allí
a Lorelo , donde se vencr·a- toda \'Ía.
e La Santís ima Virge n e mprendió cs t~ viaje po1· in spiración di\'Ín:1. Su celo
y car·idad le hicie•·on anosll·ar totlos los obsti1culos del largo y tl ificnltoso
camino que había desde Na'l.arel h::.sta !lebrón 1 c iud ad saccl'(lo ta l, situad:¡ e n
la parte meridional de JUtlá, en las mont.1ñas, a diez o doce leguas de Jeru-
salén, y :l cuarc nt~1 i.le Naza1·et.
1
Luc., r, 3S. - ~ Luc., '• 36-37. - 3 Luc. , '• 3S. -.; Luc., r, 42-~ 3.
10. - EXPOS. DOCTRIN'A.
218 VIDA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

2• Su hijo fué purificado de la mancha del pecado original.


Pues lo mismo fue pe•tett•ft>· /(1 voz de tu salutación en mis oídos, que
da•· sctltos de jtÍbilo la criattwc• en mi 1!Íe.JII!'e 1 •
De este modo el Ver·bo encamado principió su misión santif1-
cador,a, dando pOI' medio de Mada la vida de la gracia a su fu tQro
precursor, San Juan Bautista.
40. ¡, Oe qué senlimientos estaba animada l\faría en aquella ocasión ?
De sentimientos de adoración, gozo y gratitud, que expresó
en el subli me cántico del Magníficat.
4>'1. ~ Qué prorecía sublime encierra este cántico ~

Una hum ilde hij a de Judá anuncia la gloria que le tributa1'án


los pueblos de todos Jos tiempos : << Ya desde ahora me llamará n
bienaventurada todas las generaci ones~. »
42. ( Cuánto tiempo pc1·maneció Maria con su prima ?
1

« Detúvose María con Elisabet cosa de tres meses, y después


se vo lvió a su casa'· l>
43. ¿ Qué \• ida huda la Santísima Vil'g(\n en l\a1.arct?
Una vida de retiro, de trabajo y de oración.
114. ¡,Cómo disipó el ;Í¡tgel del Seiior las pet•plejidades de San .José ~1 ver
el ~s!a~o ¡le )l~t·íª?
Revelándole el misterio de la Encarnación : ~ .José, hijo de
David, no te1\gas rec~lo en recibir a Maria tu csppsa en tt• cct~c•:
porque lo que se ha engend rado en su vientre es obra del Espí-
r itu Santo'. »

V-ictje a Belén.

45. ~Con qpé motivo llJ\'O qpc ¡lcja r ~lori~ &u t"flprada d~ Nn~r·et?

Con motivo del viaje que tuvo que em¡)l'ende1· pan~ ir a lklén,
seis meses después de volver de Nebrón. Habiendo ordenado el
(lmper ..dor 1\.l!gLJsto q~1e en s¡1 imperio y reinos aliados ~e v~rifi­
case un einpadt,ooamiento gener·al, cada uno debía inscribi r· ::;u
nombre en la ciudad de su origen; y po r eso José y María fueron
de Nazaret a Belén, cuna de su estirpe.
!\.6. ·¡.Entra ha este edicto de Aug usto en los pla nes de la Pr·ovidencia?
Sí, porque Dios había predicho, por el profeta Miqueas, que
el Mesías naceda \)n Delén, y aquel era precisamente el tiempo
en que María debía darlo al mundo.

1 I.ue., 1, ·H . - :! f_.uc., 1, ~$. - 3 Luc., 1, 5(l. - " ~at., r1 ~O.


f:POCM< I'RINCII'AL"5 UE SU \' liJA 219
4i. t·. OOnde dió a lu~ ~l:n·ia al Uh,ino Ju(;mtc '?
En una g ruta que servia oc establo, situada en las afueras de
Belén.

Pt.t?·ificcteión .
~8. ¿Qué lo izo Maria Saolisima n los cua renta días de nár.iuo su llijo?
Ma ria Santísima fué a Jerusalén, para cumplir la ley de la
Pu1·ificación y de la P•·esentación dP. su llijo.
49. ;. A qué obligaba esta ley ?
Obligaba a toda mujer que hubiese dado a IU7. un nifio varón,
a p•·csenlarse en el templo cuarenta dias después :
lo Para purificar::;e, deb iendo ofrecer en holocausto Lin cd i·-
de ro de un afio y un pichón, o una tórtola, po•· el pecado'. Si era
pobre, ofrecía dos tórtolas o dos pichones, el uno para el holo-
causto y el otro por el pecado.".
2• Para ofrecer el reción nacido. Si el ni1io era primogénito
pertenecía al Señor y se le rescataba pagando cinco siclos de
plata (seis pesetas próximamente).
50.¿ Estaba Maria SanLísi111to sujct.:l a esla ley·!
No, puesto que era la Vi1·gen Purísima, y que 11t> llitbia mo-
tivo de t'C$Catat' por d ine ro al Redentor del liuajé humano.
51. ¿ l'ucs por qué quiso somclc o·sc • ella ·¡
Sometióse Maria Santísima por humildad.
:i2. ;, Qué orfeCió 3 Dios'!
No ofreció un cordero, sino que ofreció, como pobre. dos tór-
tolas; pe•·o hizo donación perfecta del Corder·o que de!Jia bon ·a¡·
los pecados del mundo, y el Hijo que tenia en sus brazos inau-
guró solem nemente el sacrificio del Calvado.
53. ¿A qtlién reveló el Espír·ito :->anto ta pl'csenciu dt!l Mesías en el
lcrnplo ·¡
Al santo anciano ~imeón y a la profeti><a Ana, que con g ran
rervor adora1·on al Dios hecho hombre.
&\. «·, Qué dijo el santo anciano Sime~o ?
Después de haber· bendecido o felicitado a José y a ~!aria, diri-
giéndose a ésta le dijo : 41: Una espada traspasará tu alma ' . » De
este modo, empezó Mada a ser la reina de los 111ártires.
r)::;. ¡, C011lo empezó a cumpli c·sc cs:t dolor·osa pl'ofecia V
13ien pronto la Sagrada ~·amilia tuvo que ltuir a J•:gipto para
librar aiNiño Jesúsdel turordeHerodes. Un ún¡¡e l se apa1·ecióentre

1 LoYft., l:u, ~.- : Le\'lt., xu, 8. - 3 Luc.~ u, u.


220 VIDA DE L.\ SA!'TfSI)I.-\ VIRGEN

sue1ios a San José y le ordenó que t,omase al ni•io y a su madre, y


de noche huyese a Egip to, donde, según opinión común, perma-
neció siete a!los la Sagrada Familia. Un ángel se apa1·eció otra vez
a José y le anunció la muet·Le de lJerodes, ordenándole que vol-
viese a Israel, cumpliéndo se de ese modo estas palabras de Oseas:
« Y de Egip to llamó a mi hijo'. >>
56. ¿Dónde lijó Maria s u residencia al I'OII·e•· a .ludea '!
En Nmmret, su tierra. San José proyectaba e,tablecerse en
Judea. ' Mas oyendo q ue Arquelao• reinaba en Judea en luga•·
de su padre Herodes, temió ir allá; y avisado ent1·e sueños. •·eti-
róse a tierra de Galilea y vino a mo rar en una ciudad llamada
Nazaret ~. »
57. ¡.Cuál es el acontecimiento de la vida de Ma1'ia Santísima en l\azarel de
que hace mención el Evangelio·?
Su ida a Jerusalén con motivo de la fiesta de Pascua, cuando
Jesús tenía doce alios.
58. ¿ Quó s ucedió en eso ocasión?
Sin que sus padres lo advirtiesen, el :\ilio Jesús se quedó en el
templo. Habiéndole enconl!-ado al cabo de t1·es días, su madre le
dirigió esta queja amorosa : « lJ ijo, ¿ por qu é Le has portado así
con nosotros? Mira cómo tu padre y yo, llenos de aflicción, te
hemos andado buscando 3 • »

Relaciones de ~!aria con Jesits durante su vida pitblica.

59. ¿En (JUé circunslancins menciona el E\'~n geli o a la Santísima Virgen


duran te la vida pública de .Jcsi>s?
En t1·cs circunstanci as : 1• En las bodas de Caná, en qu e a
r uego suyo Jesús convirtió el agua en vino.
2• Después de la curación de un pose.;o ciego y mudo.
Todavía estaba él platicando al pt~eb lo, y he aqtti su mad•·c y • 11s
hcrmattos estaba11{11c>·a, que le quel'iau habla•·· Po•· lo que uno le dijo :
Mi>·a qtte /1L mad•·e y tus het·ma>tos están ((l/,i {uc•·a prcynntmtdo po•· ti '1•
Jo En el Calvario, cuando Jesús declaró solemnemen te a \\lada

a ll c-rodcs. al moJ'i J• dcjú lrcs hijos. cnti'C los cua les •·opa••Lió t!l reiuo el
cmpcr:tdOI' Augusto: A J\l'quclao le 1ocó ¡,, Jndca; a ll c•·odcs AnlipHS, la
Gal~lf!;l; ~· n Filipo la ILurea . Pot· SU!ot ct·ucldades , Arquelno fué desiCt'l'ado
por Augusto a Yieo~t, en el Dclfinado. al cabo de die·t :ailos de 1-cinado,
durante los cuales se cree (IUC José y )la ría no lle\·aron al niflo Jesús a Jeru-
sa.léo por lemor de excitar l3s sospechas sanguinarias de este re~· cruel. digno
sucesor de su pad>'<'.
1 0tC3il , x 1, 1. - 2 Mat.., u, ~2, :!3. - J l ..uc., u, 42·48. - 4 Ma.t~, x u , -IC·<J.i.
RELACIONES DE ~HRÍA CON JESÚS DURANTE: SU VIDA PLJUL!CA 22'1

madre de todos los cris tian os, títu lo que poseía rea l m en Le d esd e
la An unciación.
Habiendo mic>•ado, pues , Jc:;üs a m m atl>·e y ctl discípulo que él
$~t m<1dre : J1l rtj e>·, ahí tie>tes (t ltt
amaba , el cwrl t>Siabct etllí , di<e ct
hijo 1 •
60. ¿Qu iénes el'an los hc 1·m~wos de Jesús de que habla el Ev~m¡:;clio'?
E ran sus p r·imos·' . El hebreo no tie ne térm inos propios para
indicar los distintos g rados de parentesco. Con la palab•·a lrcr-
man o se designan todos los mie mbros de la m isma fa mi lia, o
indiferentemente todos los descend ie ntes d e un mismo p'ad re.
Pmeba de q ue Jos parientes de Jesús uo e ran su:; he t·manos es
que en e l Nuevo Testamento a n in~uno se le llama hijo de María
ni de Jo.s é. ·
61. ¿ POl' qué llamó Jesús a ~Jada , en varias circuns tanci~lS, mujer y no
·m adre:)
t• Porque la palabra muje1·, de q ue usó Jesús con su Madre,
es en el lenguaje hebraico un apela tivo de respeto, como d(tma o
señora, en cas te lla no.
2• Para ense riar a los Apúsl.oles y a todos los c ris tianos que la
sola norma que debe segu ir:;e es la vo luntad de Dios, sin atender
a las insp iraciones de la carne y de la sangre. Además Maria
abundaba s iempl'e en los m is mos sen timie ntos que su Hijo.

Ministerio de Maria en la Iglesia naciente.

62. ¿ Adónde so ¡·et.i1·ó i\lat·ia despu és de la asccnsic)n de l ::ict1or· '!


Al cenáculo con los Apóstol es y algunos d iscípulos, pal'a s upli-
car· a l divin o Es píl'i tn que descendiese sob l'e la Iglesia naciente.
Todos los cuales, animados de ttn 1ni.smo e.~J>h· itu., pet·~ct'e~·aban jun-
tos en o>·ación con las m lljtl'<" piadosas, y con M(o•ia la macl>·c de Jesüs,
y cou los hcnnanos de éste' .

11 L~\S pctsooas denomin~1d::ts hcr·rn~ln os y hc1·manas de Jesús son : Santiaso


el Mcn01' 1 apósLol ; José apcll i<!ado el Juslo ¡ .luc.Jas, \lpclstol ; Simón o Simcón,
discípulo de Jesús ; 5tllorn.é y la que e l E,·:• ngclio Jl:una « la o lra )l~u·ía ». -
Su padre era Al feo o Cleofás, hc•·mano inn1ctliato de San José; l' s u rn:td1•e
Maria llamada de Al feo o de Clcof:í$ , que el E\•angclio sc1'tala como hcn oana
l

de la S•mtis irna \"iJ·~cn , e1·a s u cm'1ada. Salote'lt~, una de s us hijns, CJ'a l;•
madre de Santin go el Mayor y de Juan Ei:angelis t;L
Los hermanos ~~ het·manas de Jeslls e r·~tn los sobl'inos y soiJl'in:ts de la San-
tísima. Virgen , por p:u·tc de s~ut José; Sau tiago e l .\layo r y Ju~ln el E,·angelista
e1·an sobrinos segundos.
Los habitantes de cier·tas regiones •le l+:spai•a, tlondc los pa l'icnlcs y amigos
se llaman unos a otros con e l tan c ristiano dictado de h.:t·nw tw , halla r;ín mu y
natm•al que el E,·:mgclio emplee dicha palabt·a pa ra designar a los primos del
Sciío r.
1 Juan. XJx., 1G. - 2 Hechos, t , H.
222 P RERRt>GATIV;\.S Dl!l L A SANTÍSIMA VJ!lCEN

63. ;. neaibió también Mari~ el Espíritu Santo?


Si : lo recibió de nuevo con la plenitud de sus gracias y con el
privilegio de ser mad re de la Iglesia universal, privilegio que ya
se le había otorgadó al pie de la cruz, y que el Espíritu Santo le
confirmó el día de Pentecos tés.
64. ¿Cómo dcsempciló María e l ministerio que le conlil'ió ese p1·ivilcgio?
t • Hasta su muerte , nt> cesó de auxiliar a los Apóstoles , ilumi-
nándol os, compárliendo con ellos las penas, y dirigiendo a Dios
vivas súplicas para el feliz éxito de su apostolado¡
2• Edificando a los fieles con sus vi rtudes; animándolos en las
persecucio nes; cuidando con solicitud de las viudas y d~ las vír-
genes·cristianas. de Je nJsalén ..
6.5. ¿. Cu:índo dejó a .Jerusalén Mal'ia Santísima ?
Cuando los Apóstolés se dispet'saron poi' todo el mundo. Según
tradición, María se fué a vivir a Éfeso con San Juan.
66. ¿Dónde mul'ió la Santísima \ 1ia·gcn '!
Piensan algunos que en Jel'usalén; y otros, que en Éfeso:
61. i: Cu:iJ fué Ja causa de Ja muerte de i\larin Santísima'?
Dicen los comentadores que fué el deseo de ver a Dios y a su
Hijo en el cielo. Su alma salió del cuerpo por efecto del divino
amor, como se desprende suavemente el perfume de la flor a
influjo del calor.
6 Quién es ésta, qué sube po>· el desith'lo , éómo vMita de hamo de los
cwomas ele mi1'1·a y d e iucienso 1 :J

2 . P1·er1;ogativas de ia Santísima Vi rgen.

68. ¿Cuáles son las pl'él'r'osativas dé la Santísima Vitgcn?


Su concepción inmaculada, su santidad perrecta, su tnatet·-
n idad divina, su perpetua virginidad, su asunción y sus títulos
con respecto a noso tros.

Stt inmaculada concepción.

6(). ¿En qué consiste la inmacu lada concepción de Maria'!


En que desde el pi·irner instante de su ser natural, Mal"ia
Saniísi rna fu é pi·esérvada y exen ta de toda mácub de pecado
ot·iginal.

1 Cam., Jll , G.
SU INMACULADA CONCEPCIÓ~

7Q. ¿So debió u g ..ncia y pt•ivilegio especial el quo )lada S:mtisima rucso
eoqcebida ~in prendo?
Ciertamente , pues sin ese p1·ivilegio, hubiera contraído la
culpa original como hija de Adán.
if. ¿ En \'irtud eje qué méritos se ,·ió la !'antisima \'irgen pr~•en·ada del
pecado origina 1?
Por la ap li cación anticipada de los nH!rillos de Jesucri s to, Sal-
,.ador del linaje humano.
í:! . ¿. 1)c qué modo h;. sitio Josuca•isto t·l Htdf.'ntor de )Jaria ~;.ntísima'!
Siendo Jesucristo el Redento1· u ni versal, ha redimido a los
pecado1·es pagando el resc:tle de ell o~, y a sn madre, preserv;.in -
dola del cautiver io del pec¡ldo.
73. ;. F.s In inmaculada concepción dot-:ma dl• re '!
La inmaculada concepción es un dogma de fe divina y cat{¡-
lica, desde la definici<Jn dogmática hecha por Pio IX'.
74. ¡, E•·• eo~oeido en la l~lcsia este dogma an~• de su solemne defini-
c ión~

Sí, po,·qne se halla contenido con toda claridad <'fl la Esca·i-


tura y en la Tr·adiaión.
'7a. ¿Cómo •e halla expresado en la Sagradu E<eritura ~
Según la interpa·etaciün de la Iglesia, María es la muje1· esco-
r¡ ida como el sol\ el /i¡·in t•Jiltc las ospi¡¡as\ la todo /ICI'mosc¿ e n
quien no lwy mcmcillrt', el tctbr•;·náculo sant·i(icaclo ¡!Ol' ct Alti-
simo•, la mt,¡e,· qua 'JIII'ÚJ'allta,•cí lct rnl>rw r/(' ¡, ~··¡·¡Jirmle, qu<'
pondr:i en vano asechanzas a Sil calc.'ltiaa· •.
76. Y l:\ T1 ·~dición, ;. cc)mo Jo expresa._,
Con los testimon ios ue las Ji turgias oa•iental y occiden tal , de
los Padres de l::t Igles ia, de los concilios, de las órdenes religio·
sas, de las univea-sidade~, de los Le•'•logos, de los omdoa·es saga·a -
dos y, po1• fin, de la sede apostólica. Demás de O>Lo, el pueblo
cristiano , que siempre ha tenido 11 na ardiente devoción a la
Santísima Virgen, ha couside rado constanteme nte corlao insepa-
ra!;lles la limpieza ori g inal y la maternidad divina do ~'faría.
77. i. CoO\'Cnia que l\laria rueS(' inmaculadn en 811 COOC('pción '!
Sí, pot·que la mancha de pecado repugna a la dignidad de
~ladre de Dios.
En efecto: 'i" Mada Santísima, como Madre de Dios, es la
más amada, la más perfecta, y po r consiguient e la m:is pum
de todas las criaturas; 2• tenia en la tien·a autoridad sobre PI

1 Bula ltt"l«bilfll, S de Dltlt!rnbro de 185 t. - 2 (':un., \'f, 9. - 3 Cant.,u. :!. - ..; C.'tDt••
1\', i. -- ti f.i;,tulo xLv, 4. - 6 c:~ n .• m , .\:•.
224 PREI\ROCATJV,\S DE LA SANTÍSIMA I"IRCEI>

Hombre- Dios; 3• como :\lad•·e de un hombre que es Dios, de


ella provenía la sang•·e preciosa que rescató al mundo. Pero si
hubiese sido concebida en pecado : a) no hubiera tenido una
pureza perfe cta, l' por tanto hu biera sido en el prime•· ins-
tante de su concepción infe•·ior a los Angeles, y a Adá n y Eva,
que fueron creados en el estado de justicia ; b) la que mandó a
Dios, hubiera estado debajo del imperio del demonio, enemigo
encarnizado de Dios; e) hubiera dado al Redentor u na sangre man-
chada en su origen por el pecado. Todo lo cual •·epugna al recto
sentir : luego convenía que Ma•·ia fuese concebida sin pecado.

Su santidad per fecta.

i8. ¿Cuáles fuel'on, en ~l nr'Í<\ 1 los cfeclos de su concC'pci6n inmacu lada ?


Ju Como Adán y Eva, Maria fué creada en e~lado ele inocencia
y san tidad, y enri<¡uecida con todos los dones sob_renaturales y
con todas las virtudes infusas inherentes a ese estado.
2• Desde el prime•· instante tu,·o el uso de la razón y de la
voluntad, y fué pre~ervada de la ignorancia y de la coocupis-
cenci;:>. Con todo, quede'• sujeta a los padecimientos y a la muerte,
que fueron para ella una fu ente inagotable ele méritos y de gloria.
10. ¿ n.ecibió ~f:u·ía en e l pl'imc1• ins lan tc do s u conce pción I IHI YOl' abun-
dancia de dones celcstiaiC's fJU C ninguna otl'a cl'iatlll'lt '!
Por cuanto era desli uada a ser ~ladre de Dios, con quien debía
permanece•· íntimamente uilida, )!aria: 1• Recibió tal plenitud
de gracia santificante, que supe1·a incompa•·ahlemente en esto
a Lodos los Ángeles y a tod os los Santos.
e Ma ri~, dice San llu cn~'e nlura, es llen~ de GTnci~, es el océano de
las g racias . Como todos l o~ rios d~sembocan e n el mar, del mismo modo
todas las gr:1cias quc hnn •·ccibido los itngcles, los p3lriarc;1S, los pro fe·
tas, los apóstoles, los m;h tircs. los confes ores y las vírge!JeS, residen en
Maria. »
2• Poseyó en g •·aclo eminente todas las gracias gralisdatas, la
ciencia infusa de las cosas sobrenatumles, en una palabra, todos
los dones ccle:;l ialcs.
« L.1 gloriosa Yirgen, en quio·n lin hecho cos~s g randes el que e:; ¡)odc·
roso, brilló con tal esp le ndor de dones celf stí nles. con tal plenitud de
gra~ia e inocencia , que ha sid o como un milagro inefable de Dios, "
por decirl o mejor , In suma de todos los milag•·os, y e n u na pa l~bra , digna
Madre de Dios 1 . •

' nultt. /nl',dnbllll.


SU SA¡.óTIDAO PERFECTA 225
80. ¿ Fué María santificada dtsde el primer inst:anlt' por '!Us disposiciones
propias, esto es, por actos de re, cspcranta y caridad~
Si, porque teniendo el uso de la razón y de la voluntad, se en-
tregó completam ente a Dios por u na caridad perfecta, y con trajo
con Él, por consentimiento recíproco , u na alianza indi ~olu ble y
eterna.
8 1. ¿ Pudo María aumcnl~w la ¡.:a·aci:a qu e poseía ?
Como sólo poseía en cada instante de su vida la plenitud de
g racia re lativa a su estado actual, pudo aume nta•· hasta su
muerte la gracia santificante, obedeciendo con una fidelidad pe r-
fecta a las inspi raciones de la !p·acia actual. Al f1n de su vida, la
gracia, que iba a consumarse en la gloria. e ra tan in tensa en
ell a que s upe ró a cuantas ~racias hayao sido otoq~adas a todas
las de müs cria tu ras. ·
Le• scJICla de los justos, como lr« que ,.esplamlece, ru adtillllte, y c•·cce
l wsl« el clía pe•·fccto 1 •
82. e·. Fuú impecable Maria Santisim:t '!
Sí: en vi rtud de un privilegio especial de Dios qu e la confi rmó
en g racia; y de hecho , nunca cometiú falta al ~.tuna mortal ni
ven ial; s iempre pennaneciú hermosa si u sombm de mancilla
::~ lguna "· Esta es la fe de la Ig les ia, como lo declam el concilio
de T•·c n Lo 3 •
• POI' el hono r del SCIIOI', die~ s~n Agustín' uun e:• se nombre a la
Santísima Virgen tr:1túudosc del pecado. •
&J. Aunque era impecotblc la S:anlío;ima Yirgen. ¿ athJuil'iO llli·r·itos'/
Sí: adquirió mé ritos incalculables cuyo ,·a lor sólo Dios conoce;
pues todos sus actos los c umpli ó libre mente , mo vida po1· la gra-
cia ar.tual, y con una caridad pcrrecta.
Yo soy la ma.d•·<· <let amo•· ltermoso , y del temo•·. !1 de lt• cic11cia , y
de la sct11t(l espera11:w'.
Si. ;.Cita el E ,·,wgc lio algunas pal:\lwas peonuuciatla ~ ¡•OI' Ma•·ia'! .
Cita siete que expresan lod3s sn santidad y lcnHu·a mater-
nal : dos di•·igidas al Án¡.:el Cabl'icl, dos a los homhrcs r tres a
Dios.
Al ángel : ·!• Palabra de castidad : ¿ Cómo lw d.: se,· eso<~ puc$
yo no cono:co V(o·ón alguno''! 2• Palabra de humild e s umisiún
a Dios : .Tláyase en m i ~cgim tn palab•·a• .
A los homb•·es.1• Mal'ia sal uda a Isabel. ¿ En c¡ué térm inos'!

' Ptov., n·, tS. - z Cant ., n·. i. - :1 Ses. VI, can. X'\:111, - ~ Ecll., XXIV, ,.;, -
l.uc., r, S 1. - ' l..uc., 1, 38
PRERROCATI\'A~ DE L.\ S.\:>TÍSHIA VIRC:EN

El Evnh¡;ci io no los c ita ; pet'o pl1edc coñjelLH'árstl qiJe fLié Lllla


palabra de afectuoso rcspclo, que mbvi ó a Sailla Js:lbel a dcé irle:
« Lo íniS•Ilo fué penelrár la voz dll lti safiltaclól! eu mis oídos ,
que dttt saltos de júbilo la triatut-a en mi vientre •. , - 2• Palabra
de éelo c:u'ilalivo y prudente a los s ie1·vos dlllas bodas de Caná:
Hetccd lo r¡ne él os cligtt •.
A Dios. ·1" Pa labra de vivo y hurñiiUo •'ccónoti mienlb: J)H itl11ia
gloJ·ifit'n ul :Scfw¡· ~ . - 2• Palabra d e un corazúll 111alemo aflig ido,
pero resignado: H ijo,,: ]JO•' qué lt• /l((s J>OJ·tado asi ~on nosotJ·os9
Jllil·a cómo tt~ pad,·c y yo, llenos ,¡,. aflicción; 111 liemos cmdaclo
buscando• . - 3• Palabra de compa~i61l y de intercesión en las
bodas de Caná : No tiai!Cn 'Vino''.

!laternidad divina.

S..=>. t. Ou:H es la excelencht de esta p•·erro¡:atlva ?


t • La mate rnidad divina es la razó n de todas las deinás p1'e·
n ·ogativas de Mm·ia, pues explica s u co ncepción inmaculada, s u
san tidad perfecta; su perpetua ''i rg iuidad, su asuhción y sus
títulos respecto de los hombres.
2o La maternidad divina confirió a Mal'Ía una grandeza sin
igual, que, 'al decir d o Santo Tomús, raya con los limites de l b
infi n ilo.
St;. ¿ Et lt a..ía ,.e.xtadcrameotc 11adt•c de l)ios '1
Si, porque e.; madre ele Jesuc ri sto, quien en virlud de !a unión
hipos tá ti ca, es hombre pe rfecto y Dios pe rfecto.
$7. ¿ 1-js tt 1·ticulo de fo la m~ttc eoitlad divinn '!
La Igles ia declara anatema al 4ue no confiese que la San tísima
Virgen es Madre de Dios G. Ella profesa e u sus símbolos que Jesu-
c risto , Hijo único de Dio;,, es hijo de la Vit·gen :\lal'ia.
Es te dogma está !'u ndado adem:is e n la ::iagt·ada Escritut·a.
Vm• ·uil·ye11 concebidt !/ 1""'¡,.,¡ ffll hijo a quie" 1J01tdt·lí" ¡Jot•
>wmbt•t• ÉnmlfoWet', que t•·aclucido si¡¡uific« Dios con 110sott·os •. -- Hl
Santo qttc ti ttaC<'I'IÍ¡ M•r ti 1/ar.tad.u /Jijo de Dios". -~De dund<" ,.,n i
ele
l«•ILO bíe11 que veuya ltt mCidt·e de mi Se•ior a vísÍ/(II·mc ~
10

Virginidad pdl'pctua.

&s. ¡, PornwncciO M:u·ín sicmpt·c yif·gc r) ~


:\laria Santísima fué sie mpre virgen, antes del parlo, en el
parlo y después del pa1·to.
1 Luc., r, 4•1. - ~ Ju;tn , u. l), - ; Lnc .• 1, ·16. - ' J-~ue , u, ·18. - ' Jnan, 11 1 3.
ti Conc. ti<' ~;ro110. - 7 ts:lln11, ' '" , 14. - g llut., 1, '23. - ~ lme., 1, 30. - JO Lue., •, ·fa.
SU ASUXCIÓ:i 227

La Iglesia , intérp•·ete infulible de la T•·adic ión , defi nió como


dogma de fe la perpetua vir¡;iuidad de Maria, en el quinto con-
c ilio general (5;-;3) y eu el concilio de L61r:ili, celebrado en
liem¡)o Ué hia•'lirl I (649).
89. ¿Convenía que :\hwí:l (lCI'Inn nccicsc siempl'e viq;on '!
Si : era sú•i1ainolilc <!l11tvt!nicnté Lahto i·esíJeclo de Dios Cdmo
respecto del hombre.
1• Respecto de Dios, conve nía que e l Verbo se hiciese came
mila¡::~·osamenle, y que e l seno que lo llevó fuese s iempre un
santuario virginal.
2• H.especto de los hombres, conveniaque lns almal; queconsa-
gmn a Dios su virginidad tuviesen e n Mal'ia un modelo y una
p •·otectora, virgen e n Lodo su esplend or y en toda s u integridad.

su asulicioñ.
!10. ¡. Podía el cuc1•po ,. i•·~ioal de Maria padece•· la corrupción del sepulcro?
Convenía que la que fué tabemüculo vi,·o del Dios tres ,·eces
santo, e!;Luvie•·a exe nla de la co rrupción del sepulc ro , lo mismo
que tle la co rmpción del pecado. Así Jo ense1ia la tradi ción de la
Jg lesia, que celebra la flesia tle la Asunción desde muy remota
a ntigü edad.
01. (, Et·a conven iente que ~lat·ia •·esucilasc despuós de tiU muc•·tc ~· fuese
llevada al ciclo ?
Er·a cosa convenienlísima, po rque : 1• ll abiendo sido p rese•·-
vada del pecádo, debía pe•·maóecér in1i1une d~!i castigo del
pecado : o: Tú ére5 pólvo y en poh·o Le converli•·;ls '· »
2• habiendo com1>artido los padeciinienlds d lll ll dit!brt! -Dios,
debía participar limbién s in dillü:iuil de su LriUhfo.
!}2. ¿ CÓIÍlO rué rccibid:i ~l;u'í:i 0 11 el ciblo ·?
1• En tre las aclamaciones do los Ahgeles y dillos S:.ililds.
~ Qui4rt es cst« q~tc sube ele/ ílesler11o. ilima de delic/il.; , a}Jo!JaBa soVi·e
srl amado • '! ~ Tú et•ós la dlor·Íd llc Jer·u,.cilérl, t Í< /u (l/cyt·ld dé fsr·l!el,
lti In ilom·a ele mtest>·O }lttt•blu 3 •
~ Erlli'e las Bendiciones de la Silntíslma Tdnidad : el Padre la
corona cómo a su hija, el llljo co mo a su madre, r t!l Espíritu
Santo como a su esposa.
J·:t r·vy se le·uantu lt su eucuerd¡·~ y le< sctllulü con tJ>'II{Imda i·eu~•'eiléia,
y :ierll.úsd sbbi·e 8tt 1-i·oho : y /w! tméslo "" tl·cJitii jJiu·a la m lulrc Ubl •·éy,
'Jite se scntcl «lit del·echá rlc tl' .

Oén., m, 11. - !cant., ''m, G.- l JuWt, xv, 10. - .; Jlllt\:f., u, u.


2'28 PRf:RROGATIVAS DE LA S.\NTfSmA VIRGEN

Tilulos de ~!aria respecto a nosotr os.

!la.¡, Cu:iles son los litulos de Maria respecto a nosotros ·¡


Maria es a la vez corr·edenl ora, medianera , abogada y madre
nuestm.
9!. ¡, J·:n qué sentido se di ce de Maria &ln tisirna que es nuesh·a corr·cdcn-
tora ?
Aunque Ma1·ía Santísima haya sido también redimida, se la
puedo llamar co¡·¡·cclcnto,·a puesto que ha colaborado en nuestra
salvación : t • pot· haber merecido, con mérito de convenien cia , la
en carnación del Verbo; 2• por haberse asociado a su divin o Hijo
en todas las acciones que tenían por objeto nuestra redención ¡
3• por haber consentido en ser madre del Salvador, y sact·ificado
volunlaria men le a Dios la vida de su Uijo para nuestro rescate.
e Un hombre y una mujer habían coope•·ado a nuestra ¡•uina; convenía
que otro hombre y otra mujer cooperasen a nue5trn rrdrnciún. • (S. B.:n-
NARDO. )

95. ¡, Por qué llam:unos a I\hu·ía nu cst1·a mctlinnCI':l?


María Santísima es nueslt·a mediane¡·a , porque habiéndon os
dado Dios a Jes1is por su mediación , po1· ella tambié n nos comu-
nica todos los dones de la gmcia.
e Maria, dice San Fulgcncio, es la escala celestial, por la cual descend ió
·Dios a la tierra, y met·eció a los hombres el subir al cielo por su medio. »
- San Bernardo llama a )!aria e el canal y acueducto de las gracias •·
96. ¿ Por qué damos o Moría los títulos d e ahogada y patroM .nucstra?
Damos a María Santísima el litulo de ctbogctdc~ nuestra, porque
intercede incesantem ente por nosotros e n el cielo ; y el de nues·
tra patl·ona, porque cuida constantem ente de nosotros.
• Recurrid a Maria, dice San Bernardo, en la certe1.n ele que el Hij o
oi rá n s u ~hd re, y el Padre oiri• al Hij o."
97. ¿Es María Santísima pode•·os:o en el cielo ?
Maria, por su r uego, es todopode rosa con s u Hijo. Ella es,
dice San Anselmo, la omnipoten cia. sttpliccmte .
Pid-e, mctd•·c mia: 1111es no rs •·a:c6~> que yo te hctga voluc¡· el •·ost.¡·o '·
• Todo lo t¡ue Dios puede con su \'Oiunlad, )!aria lo puede con su
stiplica . • (S.. \cusTIN .)
98 . .¿Por qué. ll~mamos a .Mar·i3 m!ldre nuestra ·t
Larnnmos mad,·e nuestra a María Santísima , porque so mos hijos
adoplivos de Dios y hermanos de Jesucris to, qui en, al mori1· en
DE LA DE\'OCIÓ:\ A )lAlliA 229
la cruz, la di<i por madre a todos los hombres en la persona de
San Juan, cuando le dijo : « Ahí tienes a tu madre' . ll
99. ¿Po r qué se la llama Nuestra Scllor~! Reina del cielo y de la tierra. "?
Porque Jesucristo, su Hijo, es nuestro Setior, rey del cielo , .
de la tierra.

3. D e la devoció n a 1\la ri a .

100. ¿.Cómo debemos corresponder a los lilulos de )!aria con relaeion •


fiOSOll'OS '!

Con una fi lial devociún a tan tierna Mad re.


·10 1. ¿ En qué estriba nuestJ·a devoción a la Santísima Virgen'!
En sus títu los de Madre de Dios y Madre de los hombres. Como
Madre de Dios, es· todopoderosa con el corazón de su divino Hijo ;
como Madre nuestra es tá llena de bondad y solicitud en todo lo
q ue nos interesa.
'102. ¿Qué ventajas repo1·ta la dc,·oción a María Santísima ?
1• La Santísima Virgen colma a sus siervos de sing ulares favo-
res. ·
« Maria estú llena de solicitud para lodo el género h umano; desea
para nosotros mayores bienes que los que nosotros mismos podemos de-
searnos. » (S. BERNARDO.)
2" Los confo rta en las tentaciones .
Es terrible como 1<1t ejé•·cito de escrwd·•·o ues ordenado •. - " Dios ha
hecho tan pode rosa a i\laria contra lodos los demon ios, que si uno de sus
siervos asaltado por ellos reclama s u socorro, a la minima indicación de
tan a ugusta Re ina, huyen espantados . » (STA BniGtDA.)
3• Alc;ínzales la g racia do la perseve t·ancia.
• Sin la mcd iacivn de Maria no podemos esper.1r ni obtener por olr~s
\'ias la gracia de la perseverancia. » (S. LtC:ORtO )
4'' Los asiste en el trance de la muerte.
« Cuando los siervos de Maria está n a punto de mot·ir, J.o:lla envia en su
soco rro a San Miguel y a los Angeles de quienes él es jefe, con orden de
defenderlos contra las tentaciones de los demo nios y recibir sus almas. »
(S . Bu ENAVENTURA.)

5• Los introduce en el cielo.


" A todos los que con fía n en la protección de Maria se les abrir;'t la
puerta del cielo . » (S. BUEN,\\'J::N'l'U RA.) • Si somos \'Crdaderos siervos de

l Ju3n, XIX, '27. - 2 Cnnt., n, u.


DE LA SANTfSmA YIRGEN . - 1\ESUMEN

M~ria; y su protétcióü, cbu toda cbrtl:ta &eremos Uel n\lml!t"ll


bblctJ~mos
tic los escogidos.» (S. Ltco tuo.)
IO:J; ¿ Cut! les son lok jll·lnt lli:llcs pr:lt:licas de dc,ocl~n eón c¡ue j:>odeinos
hoo •·ar a la S.antísinl~ Viq;cn '/
1• Acudir a E lla e n cualquier ci rcuns tancia, e i111itar sus vir-
tudes;
2" Hozar· piadosamente las preces que est;in dedicadas a esk'l.
divina Setio ra, singula rm ente el Oficio Pa r·vo y el San to Rosario ;
3• Hcvcstit·;;e con su:; libreas, es deci r, con el escapulario del
Ca rme n y el de la In maculada Concepción;
1,. Visitar con de voción sus santua rios ;
5" Alistarse en alguna cofradía erigida e n s u honor ;
. tJ• Ins pi t·ar a los que nos rodean tierna devoción a Maria San-
tísima.

II EC II OS HISTÓR ICOS

Sat'a. (Gen. , X\'11.) - Débora. (Jueces , 1\'.J - La lllaclrc de Salomón.


(111 n eyes, 11.) - Estcr ante Asuero. (Estc r, X\'.)- Judit. (xt-~111.)

iHiSú ~i EÑ

Vida de la Santísim a Virgen. - Oesdc toda la eternidad la Sonlísima


Vir.;cn fué p•·cUcsl inada •• la dignidad de )JaJrc de Dios. Moisés, Jsaias.
Jla,·iU y !;alomón loablnt·on do Ellrl en sus proreéías. 1;""• liara, IMbor:i, Jmm y
lMcr 1:1 fi¡;u ráron en el .\d ligdcl Testamento.
Su$ padres ¡ Joaqúln y Ana, eran oriundos de B~IGn. úesceiltlientes ile
U~l\ id, y ''i\'ían en Naz.aret. _. Sc::;lm el lt:Stimonio eJe lus santos Pad res, Ubtu·
vic•·ou milagrosamente cstu llija por 13s or·acioncs <JUC hacían a Uio~ . -
~lny joven toda.·i:. , fu •' pl·~lc nl:.dn cti el \émpló í><h- "" t>iadbsa loiadh! y se
consagró al servicio del Sci'tot• con vólo de perpctha vil·ginitlmJ. - Cti~1nd o
lle~ó el momento de lenco• c¡uo aa tk tlel templo, Sa n José fnó designado p•·o-
''idcncialmente conlo esposo SU)'O, para sea· fiel cu stodio de s u \'il·t.ud ~·e l pt·o~
tcctot• del Hijo di\'ino Cll)'ll Mddrb h:lbia Ue kd· Ma l'in.
J::n el anuncio que el Angel Cabriel le hizo de los designios de Dios, c•·eyó
encontrar ia Santísim:1 \"irgcn un Obstáculo a su \' irginidad: pc•'O el ángel la
lraoquiÍizó ai re\·elarlc que 13 Enc~rnaciOo iie obraria po•· la acción omnipo--
tente del J::spiritu S:into. En tonces. )l:iria, sometiéndose al tli,·ino béñepl~ci!o,
rué ~lad re del l'et·bo hecho carne. Con su re en la pal:tbra d~l :mgél, la Santi-
!iil na Virgen reparó la culpa Uc Eva, que ll il_IJia dndo c•·édito n las (H'Oil"ICS:J.S de
lu serpien te inrcrnal. - Su celo )' car·idad la i tnpnllitu·o n :• hacCL' en seguida
ohla vis iüi ;t su ilf•ioha l~nbrli, quU lenf;i eh su s~no :11 IH'cciJ t'sar dé! Mhsías. La
presencia ~~~ ~esú~. a tlliÍCil ,\Joda llcv:tua éh sus enlr,, ~ftS, Sa tllilicó :1 aq uel niño
tic bendición. Al cabo de h·es tncscs, ~!aria volvió a Nazat·ct, do nde llevó una
,.ida r eliradísima. Su estado puso a San José en ¡¡.·andet ¡>eq >lejidades , hasta
(¡u e un ángel se las dcs\'ancció rc,·clándole el n>istci'IC! ~~~ i:t Euc~rrlaéióit.
DE LA SMITÍSIMA ViRGEN. 231
Llegados los días del parlo, un edicto d el cm pera do•· Augusto obligó a
Mal'ia y a San José a cm pi·ctidt!a· uü vláje a BéiCn ; Y a lli en una ga·ula de l:.s
a l'uc•·as de la clutlad nació el Mesías. - Cuarenta dí¡'s después, Mal'ia San -
tísima fué al templó dé Jerusal~ri púa éumplh· con p•·ofunda humildau la ley
J~ Ja i>O tifiC:áCión, y Consagrar· 31 Sciiol' su divino Hijo. Poco después , Hcl·odcs
concibió el designio de malar ai ~il)o jcsiis; y Maria y José tu\1ieron que hu it·
._, Eg iplo, tic do nde volvieron ~l la muerte de este pl'íncipe, fijando su a·csidenCia
en Naz.arct.
Durante la vida pública de JesUs, )ttarja acompailaba a su di\'Íno ll ijo; pero el
E\':ingelio sólo cita su presencia en tres cil·cu nstanci<).S: en las bodas d e Caná;
después d e la curación de u h j_loseso ciégo y mudo, y po•· últimd, en el C"lvario:
.Uesí>ués de lo. asccn:>ión de su divÍnó Hijo al c ie lo 1 Alát:ía s~ r·clir·O al ccn:.'lclJIO
con los Apóstoles. AIH recibió nueva plcrfitud dé {p·acit:is y le fué confÜ·nüulo
el don q he ya se le había o tb•·gádd en el C<~l rario, de se•· madl'e de todd 1:1
Iglesia . H~•sla su mue•·tc rio tésó dé aleiüár a los diseipulos del Salvado•' coii
sus oraciones y ejemplos. Cuando se dispersar on los Ap6stolés, siguió a Saii
Juan a Éfeso, donde füé el consuelo y alegi'ia dé la Iglesia haéicnte. La Sán-
tisima Virgen m u rió en Jerusalén, según úüO~, t> c1l f.:r~Só, según otros.
P rer r ogativas de la SáhHsima Vir g en . - :>u concepción inmacu l:tda, sii
santidad pe,·recta, su inaléfil idail di\·iiiá, su peFpéhia Vü•gin idac.l ·), su ::~sil n ­
ción son las pl'incipales p rerrogativas <ie la Santísima \ii..gen. - La inmat~t::
lada conce1>cicin consiste en la pr·csc•·vación de la mancha origi nal desdé el
pa·imea· instante de su ser natural. Este privilegio es llogmá d e fe dh·iib 1
por estar contenido en la Sag•·ada Esc•·itu ra ~ etl la T rád ición; y d ogma Ue
re católica, porque ha s ido definido por la tgiesia . - La saniill<ui pé•·(ect.a Ue
) Jada es consecuencia de su i nmacu lada concepciOn 1 liUC fué par'a Ella fuenle
de todas las g•·aeias ~ de todos los dones. Es de re que, por un p ri,·ilegio espe·
cial de Dios 1 q ue la confi r mó en ga·acia, la S::mtísima Virgeri no come lió nih·
glrn pecado~· so elevó al más allo gr;~.do de sanlidttd . ~ Lá nir¡íernidad divina es
la razón d e todas las llcmús pt·c•·•·o~ath·:ls de )}aria , cspedahnenlc de aquella
ga·a ndcza s in igual que al deciz· de ~anto Tomás a·a~·3 con lo in1in ito.- La glo -
riosa 1:irginiclad de ) laa·ia fué perpetua. Mada pea·man cció siernpr·e virgen,
antes del parto 1 en .el par' lO, )' después del pal'to, según Jo definie z·on el
qu into concilio general y el de Letrán de M9. - La ,\sunción ~ e la Santi•ima
Vh·gen es de eoseilanza tr·adicional : se celeiH·a esta 11esta desde 1 :~. m<ís l'emota
antigüed ad.
Podemos l lan1ar ~¡ In ~antísima Via·gcn nuestra corredentora, por<¡uc cooperó
a n uestt·a g¡,lvació o; nues h·a ·mediane,·ct, porqu e Dios nos d ió po•· med io llc
l~lla a ·Jesú s, )' nos comunica sus gracias; nuestra abogada, pol'quc in tercede
por nosotros; nucstr-d ,Jatrona, pOI'fJUC siem,we nos pt·otcgc; nuestra Ma<lnt,
pot·que .lesOs desde la Cl'UZ la dtó por madt·c a todo e l género humano 1
l'CJ>l'CSCillado pOt' S~m Juan .
Devoción a 1\Iaría . - Los runda.nl('nlQs d e csla de\'OCiOo son el podcl' y
bondad de Maria. - Esta t ic r·na )Jadee colma de gracias singu la r·cs a sus d c,·o-
tos ¡ les d a fot•t.;:¡Jcza conlr·a las tentaciones, les obtiene la perseverancia, los
asiste en la hora de la muerte y los intr·otlucc en el cielo. - Las pr·incipa lcs
ptttcticas de de\·oción para con i\laria son : invocarla con fr<:cucncia e im itar
sus vic·LudcsJ r ez.ar· su Oficio~· el Santo Hos.al'io , II C\'tt r· e l santo cscapuJ:uio;
\'isitar sus san tua1·ios y pt·o pagar· su cu lto.
232 DE LA SANTiS IMA VIRGEt'( . - CUADRO SINÓPT ICO

CUADRO SIN ÓPT IC O

)f:arin predestinada. a ~;er Madre de Dios.


Su preexistencia

Sus :mtcpaS3dOs
lMar1:' prorctl7.ada ¡)(Ir b :\ia.s, D;wld }' Salomón .
Mnria figurada por E\'a , Déboa-a, JurJlt. y Es·
ter.
SSus padrt!s.
} Xra de la familia do Dnvi.J.
Su nacimiento milagroso.
Su ¡lresont:lti6n e n el templo.
Sus desposorios con San José.
La. anunciación de la Encnr mu;IOn d el VerbO.
Las diferentes époc.:L.;
lAl vis.it.aclón n su vrtma Uabcl.
de BU vJd:' Su viajo a Belén y el nacimiento de Jesús.
Su puriOcaclón :r la pr~cntaclón de Je¡;:(as.
Su huid:' n RgipLo.

. ¡Su cst.:me1a en Na1.aret.


J . F.n las bodas de Can:\.
S u~; re1acaoo~~~eo n. ~u!; Des¡ntés de la curación de un p()SC150.
dur:mteau ndn pubhc:l f: n el Calva rio.

' Ret.l ro e n el Ceo:lcuto.


Su m isión ) Asistencia r protecelón.
en l:t Jglcs.la naciente 1Maria e n Éfe.so con Sao .Jmm.
\ Su bicouenturada muerte.
Coneepe1ón inmaculad>l.
Santidad pcr!eeta.
Sus :Mate rnidAd diYhl3.
prcrrog:l.tlvas VIrginidad perpetua.
) Asunción.
Titulos de Mnrin con relación. a nosotros.
D C\'OOiÓIJ Pundamentos.

Marra
{
VontaJ:t.o¡ •
Prlnelpalca l)ráetie:\1.
CA.PÍTULO XII
VIDA OCULTA Y VIDA PÚBLICA DE .JESUCRISTO

so ~.·\l:UO. - r.
l'ida OctdUt de Jesucristo. - Nath•ida.d. AdorMión de los p:lgtoret. - Cir·
cu nc l ~;lóa.
- Adoración de Jos Magos. - f' rcEcntación de Jcsüs en el tenwto. - Huf~a
a Egipto. ])egollaclón d é los Inocentes. - Jo;st:mcla de J cstl!l en ~az:uc t. YlaJe o. Jeru-
lialén. - Muerte de San José. Su s;¡~onttda d .
H . - Vtda p tiblfca dt Jtsut:rfsto. - 1. Su pre¡>ar:~c l ón. M.lelón del precursor. Dauti!JmO tiC
Jesucristo. Ayu no y tent:tclón. - 2. Elceelóu de lO.tJ Apóstoles. - 3. Doc trht ~t .Jc
.Jesttcrlsto. Forma de s u.s ensofíanzas. Sermones y parábol!\a. - Dogmn , moral y .:ulto.
- 4. ltjeUJJ>Ios y santidad d e J esucristo. - :;, Sus mllagrot;. - ti. Sus profeef:~.s . -
Dh'ioldad de su misión. - i . Sus onemtgo!i.

1. ;, En cu¡ín tos períodos puede divid irse la Ylda de JcsuCJ'isLO?


En dos: t • la vida oculta, que comprende los trein ta primeros
arios; 2• la vida pública, que compre nde Jos tres últimos.

Af\T ÍCULO l. - VI DA OCUt T A DE JES UC RI S TO

2. ¿Cuáles son los hechos principales de la vida oculta de Nuest•·o Scíior ?


Son : su natividad, circuncisión, presentación en el templo,
huida a Egipto, estancia en Nazaret y viaje a Jerusalén.

Natividad de Nuestro Seiior .


. 3. ¿ f)óndc nació .Jesucristo?
En Belén • de J udá .
4. ¿Por <Jué nació Jesucristo en Ocléo ~· no en Naz:arct, donclc viYia n l:l
Santísima \"irgcn )' San J osé?
·t • Porque c uando Jesús estaba para nace r, José y Maria fucr·on a

• Belén, del hebreo bethlehi:me , C:asa del p~u\; s ig nificado ple na mente r ea ·
lizado con el nacimiento de J'e~ las , 1'Ct'lla.dcro pau ,.¡,·o, bajado del cielo.
Belén , llamada antes Efrat:1, es una ciudad pe<ruei'm de la h·ilm d t: Jud:i.
situada sobre una altul'a , a dos leguas Ue Jerusalén, cerca de Hebrón, doo d~
fué sepultada flaq uel.
2.34 )IATI\'JDAD DE )IUESTRO SE:':OR

Belén, ciudad de David, para obedecer al edicto de César Augus to :


2• para que el Salvador diese una prueba de que et·a de la raza
de David; 3• para que se cumpliese la profecía de Miqueas •.
5. ;. De qué modo fueron acogidO!< en Oeféo José y Maña ?
No hallaron dond e alojarse, viéndose precisados a albet·garse
en una gt•uta de las afueras de la ciudad.
6. ¡,Qué acontecimiento OCUI'I'U' en ~u¡nella gruta·!
Un acontecimie nto que es el centro de los tiempos, el término
de la ley antigua y el punto de partida de la nueva. En aquel
pobre establo y en el silencio de la noche, el Verbo de Dios, el
Etel'llo, se hizo nii1o "·
Y pot·ió (~fal'ia) a m hijo ¡n·imogéuito y envolviúlr· en paiialest.
7. ;. 1>01' qué se llama a Jcsl•s hi-jo p1·imoyénilo tle )(aria ?
Esta expt·esión tiene dos sentidos: uno literal y otro esp it·itual.
Litemlment e no quiere decit· que Mal'fa tuvo otros hijos des-
pués do .Jesús, si no qu!) 'hasta ~nlonces no había tenido ni11guno.
Los hebt·eos llamaban primogénito s tanto a los hijos únicos como
a los mayores entre varios hermanos y hermanos. El primogé-
nito tenía ciertos derechos y deberes particulares .
En sentido espiritual esta expreRión significa que Jesús es el
primogénito de la gt·an f¡¡.milia do los elegidos, que Él adop tó po r
hermanos, y cuya madt·e es 1\faría.
8. ;. En qué estado nació Jesús?
En un estado de humillación , pobreza y al¡atimiento.
9. ¿Poi' <ruó quiso nace•· Jesús en tal estado'!
Jesús quiso nacet· en la humillación , pobreza y abatimiento .
para expiar ya desde el principio de su vida en la tierra , el
orgullo, la codicia y la sensualidad .
10. ¡, Qu>éncs rueron después de ~lai'Ía y .losé los primeros adoradore• tlrl
Vcl'bo hurnanado?
Unos pastores que velaban guardando sus ganados en los con-
tornos de Belén.
·11. ;. Cíotno supieron que les habia Mcido un Salvador?
Porque un úngel del Setior sn lrs apareció para anunciarles la
buena nueva.

• Todo t"eposab.1 en prorundo silencio, y ~slaba la nllChe en rnedio de •u


cuando tu \'et'lro, !'cirot·. b•ió ~el cielo y de su tt-ono roa l. ( ¡,. _
car·rer-:~,
t>·oito d1•l domil¡go i¡&(r·p.>¡;IIII'O t(¡: ,Ytu•idatl.)
1 Mtq., ,., 2. - 2 Lue., u, 1.
CIRCUNCISION DE NUESTRO SE~OII 235
P.!.¡, Qué po·uebos tu,·ieron los pastores de la verdad do tal rcn•lación "!
•1• La luz divina que los rodeó; 2• la aparición de una múllitud
de la milicia celestial, que en unión con el Ánge l. alababa a
Dios diciendo : « Gloria a Dios en las altut·as y paz en la tierra a
los hombres de buena vol u nlad ' . »
13. f·· (,}ué nos ensct)a cSle cúnlico de los ~ngcles •t
:-los ensefia : 1• que ('\ Verbo, al enca\·narse, ha dado a Dios
gloria infinita; 2• que el mislet·io del ~ioio Dio:> debe ser para
nosot•·os fuente de paz y felicidad.
14. ¿A quién fue prometida esta paz"!
A. los hombt·es de buena voluntad, esto es, a los de espiritu recto
y corazón dócil.
15. ¡, Quó hicieron los pastores •,,
Como eran hombres de buena voluntad, dieron crédito a la
palabra del Ángel y se apt·esut·aron a ir a Belén para ado1·ar al
Setio¡· en aquel pobre Nitio t·cclinado sobre la paja dél peseb1·e.

Circuncisión de Nuestro Señor.

16. ;, A qué obsel'\';mcia Jcga1 se sujetó el Xii'1o Dios dc~pués de su naci-


miento'!
Ocho dias después de nacido, fué ci rcuncidado confo rme a la
ley de Moisés.
17. ;, Qué significaba la ci rcuneisicio ?
La ci1·cuncisión era signo : 1° de la alianza de Dios con Abra-
hán y sus descendientes; 2" del pecado y de la expiación del
pecado por la sangre.
IS. ¿ Por 'I"Ó quiso el Hijo de Dios sujetarse a ia ley de la ci rcuncis ión?
,\ unque no le obligaba, como tantpoco ninguna oto·a ob~ervancia
legal, quiso someterse a la cit·cuncisión : '1o pam dam os ejemjjlo
de obediencia; 2• para m a ni fesl.at' que era de la ra'l.a de Abrahii n,
y 3• para lomar la apariencia del pecado, del que se hizo expiadot·
universal.
19. ¿Qué otro rilo se observab3 el dia de la cio-euncisión '!
El día de la cit·cuncisión, el padre impo nía un nombt·e al recién
nacido.
20. ¿Qué nombre impusieron al divino t\ iilo el día de la circu ncisión ?
Le impusieron el nomb1·e de Jesús .

1 Lue., u , H.
'

236 ADORACIÓN DE LOS MAGOS

Le ponclt·ás ¡Jot•nomb,.e Jesits: pues éllw el-e .<alt•ar a Sil p11cblo ele SltS
pecados '·
21. ¿Quién le dió este nombre?
San José, representante del Eterno Padr·e.
22. ¿ Por qué se dice que e l nombre de Jesús es como aceite CS}>ctrcido t 9
Porque, como el aceite, el nombre de Jesús es luz, alimento y
remedio , pues ilumina, fortal ece y cura las almas.

Adoración de los Magos.

23. ¡, Qui(!nes vinieron a adot·ar al Niilo Dios dcspuCs de Jos pasto1·es?


Los Magos ven idos de Oriente "·
24. ¿ Quiénes eran los )lagos '!
Eran unos sabios, astrónomos y probablemente príncipes.
25. ¿Cómo eonociCJ'on el nacimiento del Hijo de Dios '1
Por una estrella milagrosa que apa r·eció en el cielo, cuyo
significado conocieron por medio de una revelación di vi na.
26. ¿Babia s ido anunciada esta estrella?
Balaán la había anunciado en estos términos « De Jacob
nacerá una estrella •. >>
27. ¿ El·a una esteella ve1·Uadcra?
Algunos opinan que e ra un meteoro milagroso brillante como
una estrella, que se movía en el espacio como la columna de
fuego del desierto.
28. ¿ A dónde condujo la estrella a los MagoS'!
A Jerusalén directamente, y alli se ocultó a sus ojos.
20. ;. Que hicieron e ntonces los Ma.gos '?
Creyéndose en el término de su viaje, preguntaron a Herodes :
« ¿ Dónde estü el nacido rey de los judíos? porque nosotros
vimos en Oriente su estrella y hemos venido con el fin de ado-
rarle ·•. »
30. ¿Por qué, al oir tal noLicia, se h.ll'bó He1·odes, )' con él tolla Jcrus<1lén?
Porque Herodes, furiosame nte celoso de su poder, ereyó ver
en aquel Ni1io un competidor al trono.
Los habitantes de Jerusalé n , que habían perdido la noción del

~~Magos, del griego 1uágos. Asi llamaban Jos orientales a los sabios, (ilóso-
fos )' •·e~'CS: la tradición nos cnseita que estos tres personajes c1'<1n al mismo
liempo reyes y astr·ónomos. - Vinieron de 01·ientc J esto es de la Arabia, de
la Caldea, o de la Mcsopotamia.
1 ).lat., 1, 2\.-:! Cant., r, 2. - 3 NUm ., xxl\'1 17. - ·~ MAt., u, 2.
PRESENTACIÓN DE J ESÜS EN EL Tl-:lii'LO 237
Yerdadero Mesías, temieron que ocurriesen tumultos y desórde-
nes con motivo del nacimiento del nu evo Rey que venían a ado-
r·ar los Magos.
31. ¿ Qué hizo Herodes?
Pr·eguntó a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas 'e l
lugar· en que debía nacer el Cristo; y habiendo sabido qu e en
Belén de Judá, según la profecía de i\liqueas, llamó en secreto a
los Magos. a,·eriguú cuidadosamente de ellos el tiempo en que la
estrella se les había aparecido, y los encamin6 a Belén, para que
luego pudieran enterarle de todo.
l d, les dijo, e iu{o•·maos ¡mnttrolmcnle de w que h«y de e"'' 11iiw; y
Cll lwbiéndole hallado, datlmc avi;o ¡J(II' (< ¡,.yo la>~•bién a aclo•·<u·lc' .
:.m.¿ Vicr·on nuevarnenLe hl cst l'cll:l los ) lagos al sali 1· de Jcl'usalén •.>
Si : y_al veda se llenaron ele grande gozo.
:l3. ¡,Qué hicieron los )lagos cuando pat·ó la c'trclla en el lug'" tlonde
estaba el Nii1o?
Entraron, se postraron y adoraron al ~irio, y abiertos sus
cofres, le ofrecieron presentes de or·o, incienso y mirra.
:)1. ;. Que simbolizaban estos ¡H·csentcs '!
El or·o significaba que el Nirio era rey ; el incienso, que era
Dios; la mi rra•, que cr·a hombre que había qu erido someterse a
la mu erte.
3ii. ¡, Pasa1·on por Jet·u salé n los )lagos al •·egresar a su patria'!
i\ visados en suerios de que no volviesen a Herodes . regre-
sa ron a su país por otro camino b _

Presentación de Jesús en el templo.

:36. (·.Dónde rué llc,·aUo Jcslas :1 los cu:1rcnta días de su nncimi rnt.o'?
A1 temp lo de .Jerusalén , para ser ofrecido a Dios segú n la ley.

" DHrra, del gri ego. tuy,.rlw: de myt·o,¡, perfume. En Orirnte se en'lple3b:t.
la mirra para cmb..1.lsarnar los t:ad;h·ercs. )J c7.clada con 'ino. constituia una
bebida u;:u·eótica que ofrecían a lo.~ con-.lcnados v3ra atenu3r el scntilnicnto
del dolor; la mir·r-a. es igua!mcnte símbolo del sufrimiento y de la muer·te. Los
)l:lgr.s, al ofrecer mil'l':l al ~nh·:ulor, le reconocían como hombr·c pasilllc ~·
mortal.
t. Se~l•n l;1 tradición. los )1\agos cr·an tres ; fu eron ban li7.:.clos por S:tn lo
'J'OIIl:.IS )' pr-opa.ga ron lrl docl rina (! (') S:th·:Hior. Oe•·r·runnndo su sa ngre J>OI'
1\qu cl :.l qui en hab i~m :1do••:tdo en el pcsr·br·c. Sus r·cli r¡uin:-t, ll c,·:ul:ls de Oriente a
Cons1antinopla po•· Sauta Elcn:~ , fue1·on t•·asladad:1s a ~l i l ín'l )' por último a
Colon ia. <! ll tiempo del cmpcr:uJo•· Federico llarb:tl'l"oj;_•, donde ahor·a se con-
sc•·va n r \'Cneran.
1 Mat., u, 8.
238 PRESEt\TACIÓN DE .JESÚS EN EL T€MPLO

37 . ¿En qué tcmpJo fué preSentado Jcst'!s '!

En el reedificado a la vuelta de la cautividad, cuya gloria clebia


superar, poi' la presencia del Sah·ador, a la del templo de Salo-
món, según lo habían pr·edicho ,\ geo y Malaquías.
Veml•·á el IJesead¡¡ de todas las gentes, dice el Se1lo>' tlé los ejdt·cilo~ ' .
38. ¿Qué hizo Jcs(•s ;ll sCI' ¡>l'csentado en el tem plo'!
Renovó la ofrenda que, al venit· al mundo, había hecho ele sí
mismo al Padre.
Trí ·11o has qwJritlo sac•·i(icio, ni of•·e•i<la... holowusto.s po•· el pecado
no te han ag•·Miado ... Heme aquí 'JIIe vengo, ¡JCu'a étmt¡ili•· ¡oh /Jios! tu
voluntad'.
:39. ¿ Pol' quién fué l'C.Conocido como Mesías'!
Por un anciano llamado Simeón, hombt'e justo y temer·oso de
Dios, y poi' una viuda de edad muy al'anzatla, llamada Ana, qi1e
permanecía constantemente en el tem plo, sirviendo a Dios día y
noche co n ayunos y oracio nes.
40. ¿Cómo r·cconoció Simeón aJ Mt!sías '!
El mismo Espíritu Santo que le haiJía revelado que no mori da
antes de ver al Cristo del Senor, le inspit'v que fuera al tem-
plo el día ele la Presentación. El san to anciano reéonoció al
Mesías, al cual tomó en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo :
Aho1·a., Se;io1·, sacas en pa:. de este 1Hu:ndo ct. tu. siC?'VO, segün lu p ro-
mesa; po•·qt.e ytt mis oj~s han vis t.; tt l • ttlvatl.o•· •Jite 110~ htts dculo, nt
cual tienes destinado para que, " la vista de todos los pueblo~, sect lu:
que ilmnilu~ a los gentiles y la gloria de tu p~teblo d~: I.wttel".
4 1. ¿Qué pl'edijo S i meón a Nat·ia '!
Que Jesús seria para los hombres objeto de co ntradicción.
Este niiw está destinado 1'"''" 1'JtÜICt y part• r esrwreccion de •m•chos en
Ü!'ttet, y ptll'lt se•' el bla?ico de la cont>·tulicci6" ·' .
.1.2. ¿ Po1: qu é es Jesús para los hombres blanco de conll'ad icción?
Porque : ·t• Por la fe que los hombres debe n tener de su divi-
nidad, humilla el oi'gullo de la razón.
Ó·isto cntciftcado es pcwa los juclios motivo de escándalo, y loc<u'ct ct
los gen tiles •.
2• Con sus ejemp los y sus máximas condena la vida del
mundo.
El mu ndo apétecfl las riq tiezas . (( El Hijo del hombre no tieM
donde recli nar su cabeza 6 • »

1
ag., u, s . - 2 llobr., x, &, 7. - 3 Luc., u, :?~·32. -4Lue., 11,3-4. - :ir Co1-.. 1, :?3.
G Luc., IX, :i8.
MATANZA DE LOS I NOCENTES. - HUÍDA A EC!PTO 239
Bi~r1aventumrlqs los pob1·es de espi>•iltt mwque tle ellos es el •·eino d~
los cielo .. 1 •
El mundo ambiciona los honores. << Se ano nadó a si mismo
tomando la fo rma ele siervo • . >>
E l que quim·a ser ent1·e vosotl·os el ¡J1·imoro, hrr de se¡· ''" rs tt·u
escla·vo 3.
El mundo busca los placeres. Jesús es« varün de dolores'» .
¡ Ay de vosott·o• lo• que a ncl,íis ha:·tos! ... ¡ A y de vosot,.os los que
cthm·a r efs 5 .'
43. ¿.Cómo reconoció al ~l csías la profetisa Ana '!
Por revelación del EspiPitu ele L)ios, lo misrno que Simeün.
Alababa ¡1.1 Seño¡•, y hablab:¡. ele 1~1 a tqdps los que esperapan la
reden!)ión ele Israel.
114. ¿ F'ué, pues, o·evelada al pueblo !a veo id:i del Mcsias '!
Los pa,stores , los Magos, Simeón y Ana lo d ieron a conocer
suficien temente.
45. ¿POI' qué ru í~ dCSJ)I'CCi::tdo el Mesi:IS desde su ll ili ez '/
Porque la mayo ría de los .ludios no tenían ] a buena voluntad
que requi eren la fe y las obras de la fe. Esperaban un Mesías qo1c,
al frent~ de Ul1 ejércitp, destropase a ll e•·odes y resl:.\!.>!eciese el
tr·ono de David. Por eso no hicieron caso del pobre Nilio ele qui en
hab(an oído hablar.

ftlatanza de los Inocentes. - Huida a Egipto .


.1_.6. ¿. Qué hi1.o Hcr·odcs viendo que no voh'Ían lps ~lagos?

S~ in·it<i sobrema nera, y mandó mat:j.•· a todos los n1nos que


había en Belén y e n toda su comarca, de dos a•iof; abajo, pen-
sando deshacerse con toda seguri dad del nuevo re y a quie n tanto
temía. ·
~.?. ¿ Cómo pudo cometeo· ll~ o·odes t;on hoo·rible del ito solo por uno •implc
sospecha'!
El hecho no ti ene nada extrmio, si ob~en,amos : '{ • qu!J en la
aqt¡güeclad pagana no se tenia escrúpu lo en matar a los nj•ios
recién nacidos; 2<> que Herodes, príncipe s uspicaz y envidioso,
hizo morir a ocho m iembros de su famil ia.
48. ;. En qué senti do podemos llamtw m:ír·ti t·ct-: a los ni fios in mobdos po1·
lleo·odes '!
En cuanto qu e suf•·ieron la muerte por odio al Salvado r. Basta
q ue hayJ n den·amado sp S<\ngre por É;l, aunqu e inco nscientc-
•nente, para que ~ean considerados en el nt'nnero de aquellos de
1 Mnt., \', 3. - ~ Filip., u . ;, - ~ i\r;tt-., xx. :?i. - 4 lll:tias, r,m
1
3. - r. J_,ue., v1, ?!i.
240 RESIDENCIA DE JESÚS EX :-IAZARET

quienes d ijo el mismo Salvador : « El que perdiere su vida por


amor de mí, la pondrá e n salvo '· »
49. ¡,A qué dió principio la mantanza de los Inocentes ·:
Di6 principio a las persecucion es de los poderC'S humanos con-
tra Jesucristo y sn Iglesia.
50. ;, De quó modo se ~u sL•·ajo el Sal\'ntlo•· a esa mata n~n ·.>

San José, segú n la orden que r·ecibió e n suerios, tomó al Nitio y


a su madre, y huyó a Egipto.
Le•útl late ; toma al nitio, y a su mach·e, y huye a Egipto; porque
l!e•·odcs Ita de buscat· al ni>io pao·a matao·lc• .
51. ¿ Cu:'tnto tiempo pc•·mancciú Jesús en Egipto?
Hasta la muerte de He rodes, o sea cerca de siete años. María y
José, avisados por· un :ingel, volvie ron entonces a su pais; mas
oyendo que Arquelao r·einaba en Judea, ,·inierou a morar en una
ciudad llamada Nazaret, « cumpli éndose de esLe modo el dicho
de los profetas : e¡ Será llamado Nazar·eno 3 . J>

Residencia de Jeslis en Nazaret.

52. ¿ Qué nos dice el E,·angelio de la vida de Jesús en Nn~rct?

Dice que « Jesús crecía e n sabiduría , en edad y en g racia.


delante de Dios y de los hombres' J>, y estaba. sujeto a José y a
Ma ria •.
5:J. ¡,Qué signiri~1n las p:tlabras : Je81is ('I'Ccia en sabidtu·la y en. ytYrcia fJ
Signifl can.que la sabiduría y la gracia, q ue poseia desde el prin-
cipio en toda su plenitud, se manifestaba n en lo c~terio r gmdual-
men te. a medida que c recía.
5\. ;, Qué ,·ida lle,·aba Jesús en L\az.are t '!
Llevaba una vida de humildad, silencio, oración, obediencia y
trabajo.
55. ¿Qué leccionc~ nos da .Tesl:s en s u ''ida oculta '!
Con su vida oculta Jesús nos ense1ia : ·t• Que el valot· del hom-
bre en la presencia de Dios no consiste en el esplendo1· de las obras
y de la fortuna, sino e n la perfección interior; 2• que el hombre
apostó lico debe for·marse e n el recogi mie1lto y en la oración.
5G. ¿Qué virtud cita el ,.;,·~mgel io cou1o practicada po1· .l csús de un modo
e~l1'"30rdína rio?

La de la obediencia, cuyo fundamento está en la humildad.

1
Lua.. IX, :l.S, - :l ~rat., 11, 13. - l :U:-t., JI, ~3.- ' Luc., 11, M. - 1t L\IC., 11, M.
RESIDENCIA DE JESÚS EN NAZARET 241
57 . ¿ A qué li'abajos se dedicó Jestis en Naza1·eL?
Fué obrero como San José, su padre nutricio.
¿No es el hijo del artewno 1 :1
58. ¿Por qué quiso Jesús hum illarse de este modo?
·(o Para obedecer· a la ley impuesta al hombr·e pecador· :
« Comerás el pan con el sudor de tu rostro •. »
2• Para rehabilitar a la clase obrer·a, tan menospreciada entl'e los
pueblos paganos, que reservaban para los esclavos todo trabajo
manual.
59. ¿ Qué hecho parricula1· pasó durante la vida de Jesús en 1\azarel'?
A la edad de doce arios Jesús acomparló a sus padres a Jeru-
salén para celebrar la Pascua. Acabada la fiesta, cuando ya se
volvían, se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtie-
sen. Al cabo de tl'es días de haberlo perdirlo, lo hallaron en el
templo sentado en medio de los doctores, a quienes ora escu-
chaba, ora pr·eguntaba, dejándo los pasmados de su sabidur·ía y de
sus respuestas.
60. ¿Se anigiei'Oll mucho Mal'Ía y José por haber pei·dido a Jcstis?
Mucho, según puede colegirse de las palabr·as que ~1aría
di r·ig ió a Jesús : « Mira cómo tu padre y yo, llenos de alliccióo, te
hemos andado buscando 3 . »
6'1. ¿ Qué respondió .Jesús?
« ¿, Cómo es que me buscabais? ¿ No sabíais que yo debo
atender a las cosas que miran al servicio de mi Pad!'e'? >>
62. ¿Qué enseñanzas podemos saca ,· de csle hecho?
Las siguientes :
t • Que el servicio de Dios debe ser pt·eferido a cualquier otl'a
cosa, y que la autoridad divina está sobre toda autoridad;
2• Que el mayor de los males es perder a Jesús, como lo prueba
la indeciblé pena que experimentaron María y José;
3• Que si tenemos la desgracia de perder a Dios por el pecado,
debemos buscarlo con di ligencia al pie de los altares;
4• Que Jesús se manifiesta a los que, en med io de la tribula-
ción, lo buscan con sinceridad, colmándolos de consuelos, como
hizo con María y José.
En seguida se {11é con ellos, y vino a Naza•·ct, y les estaba sujeto . Y
s~ rnatl1·e cou.se,·vaba todas estas cosas e.n su. cot·azón s.

1 ~(:.tt., XJU, G6. - 2 Gén., tU, 1!), - 3 Luc., u, 48 . - 4 Luc .. 11, 4!1. - :; Luc., 11, ;';l.
11. - EXPOS. OOCTRINA .
242 VIDA PÚBLICA DE JESUCRISTO

Mue>·te de San José. - Su eminente santidad.

63. ¿Se sabe cuándo murió Sa n José?


No se sabe de cierto; pero se cree comúnme n le que fué ~1 fin
de la vida ocu lta del Salvador, po1·que después del viaje a Jeru-
salén para la fiesta de Pascua, el Evangelio no vuelve a hablar
más del santo Patriarca.
64. ¿Cómo acabó su vida San José?
Con una muerte santísima , entre los brazos de Jesús y de
María; por lo que los cristianos le invocan como abogado de la
buena muerte.
65. ¿ Fué ¡p·andc la santidad de San Jos6?
Grandísim a , porque debía ser proporcion ada a la d ignidad
sublime de representa nte del Eterno Padre en la tierra, pro·
lector y padre nutricio del Verbo encarnado , y digno esposo de
la Santisima Vi•·gen María, a q ue Dios lo enalteció. La Madre de
Dios y el Hijo de Dios estuvie•·on sometidos a su au to ridad. G•·a-
cias tan especialísi mas nos inducen a creer que, después de la
santidad de María, la de Sao José es la mayor.
66. ¿Resplandeció la santidad de San José a los ojos de los hombres?
Su vida fué sencilla, modesta y laho riosa ; pero cuanto más
oculta, tanto más sublime fué su santidad.
67. ¿ Con qué lilulo honra la Iglesia a San José ?
El Papa Pio IX lo proclamó solemnem ente, en 1870, Patrón de
la Iglesia universal.
Id a Jo•é'. - Constituy6l o 1>o•· seño,· de su casa, y po•· p>·incipe de
todo lo q11e posela t.

ART. 11. -V I DA PÚBLJCA DE JESUCH Jg T O

1 . Su pr eparació n .

Misión d el precu rso r.

68. & Quién preparó la misión del Salvador ?


Su precursor San Juan Bautista, hijo de Zacarías y de Isabel.
69. ¿ Fué anunciado este p••ecursor por los profelas '1
En el Antiguo Testame nto fué anunciado po r los profetas

1
O~n., xu. 61. - 1 Salmo c1v. tl.
~liStÓN DEL PRECURSOR

Isaías 1 y Malaquías • ; y en el Nuevo , por el mismo pad re del


san lo pl'ecu rsot·.
Y tti ¡oh niño! tú set·ás llamado el p>·o(eta d~l A ltísi!ltO; po•·qtte i>·ds
delante clel Señor a Jn·epa>'a>' stts caminos 3.
70. ¿ Cómo se prepal'ó San Juan Bautista a su misión·¡
Retirándose al desierto desde la tiei'Oa edad, y entregá ndose all í
a una vida austera y peniten te.
Tt·aía Jua•~ ttn vestido de pelos de e<tmello, y wt cinto de cuet·o a ' "'
lomos : y la comida suya e•·an lanaostas y miel silcesll·e •.
71. ¿Cuándo f~é inspirado por Dios para empezar su misión?
El año décimoquiolo del imperio de Tiberio Césat·, gobernando
Poncio Pilato la Judea, hallándose como sumos sacerdotes Anás
y Caifás 5 •
72. ¿Cómo desempeñó su misión?
Predicando, por toda la ribel'a del Jordán, un bau tismo de
penitencia para la remisión de los pecados.
73. ¿ Perdonaba los pecados es~ bautismo?
No : preparaba por la penitencia a recibi r el sacramento del
bautismo que debía instiluit· después Jesucristo.
Yo en uet·dad os batttizo con ag1ta , pe1·o está 11a•·a vcni•· otro más
podet·oso que yo , al cttal no soy yo cligno de desella>· la co>Tea de sus
zapatos; él os batttiza¡·á co11 el Esph-ittt Santo, y con el (uegoG.
74. ¿Cómo fué acogida la misión de S.'n Juan Bautista?
Una gran multitud venía a él para recibi r su bautismo y con-
resar los pecados. Predicaba a todos los propios deberes, según
el estado y condición de cada uno'.
75. ¿Qué les decía?
Les decía : ·1• A Jos rariseos y sad uceos : « 1 Oh r·aza ele víbo-
ras 1 ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que os amenaza?
Haced, pues, ft·utos dignos de pen itencia. Y dejaos de decir· inte-
riot·mente : Tenemos por padre a Abrabáo; porque yo os digo
que podel'oso es Dios para hacet· que nazcan de estas mismas
piedras hijos a Abrahán ' · »
2o A los publicanos : « No exijáis más de lo que está orde-
nado'.» ·
3• A los soldados : « No hagáis extorsiones a nadie, ni calum-
niéis; y co ntentaos co11 vuestras pagas ' 0 • »

1 1&.'\(U, xc., J. - 2: Mataq .. 111, 1. - a Loe.. 1, 76. - 'll:at., Ht,


... - GLuc., m, 1, !!.
- t Luc.. m. 16.- 7 Loe., m, 10·1<1. - •llat.,m, 7·'·-' Lnc., m, U.- lO L\lc., m. H.
244 VIDA PÚBLICA DE JESUCRISTO

4• A las . turbas : « E l que tiene dos vestidos, dé al que no


tiene; l' haga otro tanto e l que ti en e que comer ' . »
5• A Lodos : « Haced penitencia, porque está cerca el reíno de
los cielos. Todo á rbo l que no p roduc~ buen fruto será cortado y
echado al fuego~. »

Bautismo , ayuno y tentación de J esucristo.

76. ¿Cómo empezó Jesucristo su "ida pública?


Yendo a la edad de h·einta a1ios al Jo rdán en busca de Juan ,
para se1· bautizado por é l.
77. ¿Qué sentimiento .experimen tó S~n Juan al \'er la humildad de ,Jesús '/
Aunque no lo había visto nu nca, San Juan t•econoció a Jesús
y e xperimentó un sentimie nto de respeto y adoración; por lo
que opuso dificu ltad en bau tiza l'le , d icie ndo : «Yo debo ser bau-
tizado por ti,¿ y tú vien es a mí 3 ? »
78. ¿Qué le respondió Jesús '!
« Déjame hacer ahora; que así es como conviene que nosotros
cump lamos toda j usticia •. » E~to es, conviene para interés de
nuestro ministerio, que demos ejemplo de humildad, de peni-
ten cia y de s umisión.
79. ¿ Qué pasó después del bautismo de Jesús?
Al instan te que salió del ag ua, se. abrieron los cielos, y' vióse
bajar al Espíritu de Dios· a manera de paloma. Y oyóse un a voz
del cielo que decía : " Este es mi querido hijo, en quien tengo
puesta toda mi complacencia •. »
80. ¿Por qué quiso Jesuc•·isto seo· bautizado ?
Quiso ser bautizado : ·t• por humildad, con fundiéndose de ese
morlo con los pecadores pe ni ten tes; 2• para dal' virtud a las aguas
bautismales, y demostrar que e l bautismo CI·istia no se adm inistra
en nombre de las tres personas de la Santfsima Trinidad; 3• para
au toriza!' la predicación de San Juan, de la que Él e ra objeto;
4• para dar al pueblo u na prueba auténtica de su misión y d ivini-
dad, con el testimonio que en ta l c irc unstancia dió de É l su Pad re
celestial.
81. ¿Adónde.fué Jesús después de recibir el bautismo?
Jesús fué conduc ido por el Espiritu de Dios a l desierto a, donde
ayunó cuarenta días con cuarenta noches.

11 Este desie•'to el'a un luga•· salvaje entre el Jordán y Jel'icó, en el cual \'i\"ió'

dtll'aotc muchos arlos San .Juan B~wtista.


1 Luc., m , 11. - 2 Mat., m, 2 , 10. - ~ M:lt., 1n. li. - 4 Mat., m, 1~. - ~ Mat.,
nt, lG, 17.
BAUTISMO, AYUNO Y TENTACIÓN DE JESUCR.ISTO 245
82. ¿Qué se propuso con tan prolongado retiro l' ayuno tan extraot•dinal'io ?
1° Prepararse de un modo pl'óxirno a su vida apostólica;
2° ense•1ar·nos que la vida cristiana debe set· vida de recogim iento
y de combate.
83. G.Qué pasó después de ese ayuno?
Jesús tuvo hambre, y acercándose Satán lo tentó, para averi-
guar si era el Hijo de Dios, pues igno•·aba el misterio de la
Encarnación .
St. ¿Qué procedimiento empleó~

El mismo que en el parabo tel'l·enal : se valió de la sensuali-


dad, de la presunción y de la ambición.
Sensual idad : Si e>·cs el Hijo de Dios , di que esas pied•·as se convie•··
tan en panes .
Presunción : Si e•·cs el Hijo de Dios, échate de aquí abajo .
Ambición : Todas estas cosas te da>·é, si post>·ándote delm•le de mi me
adorares.
85. ¿Cómo resislió el Señor?
Opouiéndo le las verdades eternas, ex¡n·esadas en la Sagrada
Escritura.
A la sensualidad :No tlc solo pan vive el homb>·e, sino de toda ¡Jolab•·a
qr.e stt!e de la boca de Dios.
A la presunció n : No tcnla•·cís al Se•io•· l-It Dios .
A la ambición : A do.·r.,·ás etl Se;io>· Di.os tl4yo, y a É'l solo se•·vi>·ás ' ·
86. ¿ Por qué q uiso sometcr'Se Jesús a la pr·ueba de la tentación '?
1• Para ense1iarn os que en la tierra ningú n homb•·e puede
verse libre de tal prueba; 2• para merecemos la g1·acia de triun-
far de el la; 3° para enseñarnos con el ejemplo la manera de com-
batir y vencer al enemigo.
87 . ¿Qué electo produj c•·on en la .In cica la predicación y el bau l ismo de Juan?
Atrajeron a las riberas del Jordán una gran multitud , :ívida
de escuchar al santo precursor.
88. ¿Qué hicieron los principes de la sinagoga des pués del bautismo de
Jesús? ·
Mandaron de Jerusalén una dipu tación a San Juan Bautista ,
para pregu ntarl e si él era el Mesías.
89. ¿Se preocuparon de buscar al ver•dader·o ~l esias '!
De ningún modo, pues estaban cegados por sus prejuicios y
pasiones.

l Mat., IV, $~10,


246 ELECCIÓN DE LOS APÓSTOLES
/

90. ¿Qué testimonio dió San Juan de Jesús?


Al dia siguiente de aquella diputación, al ver San Juan ,·enir a
e sus, lo dió a conocer a la muchedumbre d iciendo :
Jle aq~ti el cot·de•·o fl o Dios, ved aquí el que qui ta los pecados del
1r111ndo ... É l es el Hijo de Oio9 1•
2• En o tra ocasión dijo a sus propios discípu los :
J!qucl que c•·ce "" el/lijo, tiene vida elcma; per·o quien no da ct·éllito
alllijo, no re•·á la vida, 1ino que la it·a de Dios permanece sobt·e su
cabeza~.

01. ¿Qué fué después del santo precursor·?


Algunos meses después de ese testimonio, fué encarcelado y
decapitado por o rden de Herodes Antipas, a quien reprendía su
co nducta .
ll2. ¿Qué testi moniodió Jesirs de su precursor?
Jesucristo, viyicndo aun San Juan, alabó su santidad delante de
la muchedumbre.
Sí, cie..tamcnte, yo os lo ascgt.,.o, es más que p•·o(el« .. Ent>·e los nací·
dos de mujet·es niugim ¡JI'o(el« es mayo>· que Juan Bautista•. - Et•a
tma antot·cha g."c m·dfa y bt·illaba '·

2 . E le cc ió n de los Após to les.


9a.¿ Cu:í l fué el primer aclO de Jesús después de su a~uno en el desieJ•to?
La elección de los Apóstoles.
9i. ¿Cuántos eligió?
Doce, cuyos nombres eran : Simón-Pedro y Andrés, su her-
mano, de Cararnaún; Sanliago el Mayor, y Juan su het·mano,
h ijos de Zebedeo, oriundos de Betsaida, j u nto al lago de Genesa -
I'Ct ; ~'eli pe, de la misma ciudad ; Ba•·Lolomé; Mateo, el pu bli-
cano; To más, por sob re nomb re Didimo; !;)an liago el Menor, y
s u her mano Judas, pl'i naos de Nuestr·o Sei\or ; S iu1ón , de Ca n á, y
por último Judas, de Kar·iol, llamado por eso lscariote.
95. ¿Cómo se preparó Jcsi18 para hacer eslá elección·?
e Se retiró a ot·ar en un monte, y pasó tocla la noche haciendo
01·ación a Dios. Así que fué de día, llamó a ~us rtiscípulos, y esco-
gió doce de ent•·e ellos, a los cuales dió e l nombre de apóstoles•. n
96. ¿Por qué procedió el ~alvodor de este modo en la elección de Jos Após-
IOI1ls?
Para derno:;l t'at·nos cuán s ubl i me e:;, a sus ojos, la vocación
a¡)ostólica. El't>clivnmente: los Apóstoles deb ían sct· Jos rundamen-

1 Jua.n, r, !'9, S-t.-' Juan, m, 31. - 2 Luc:., vn~ 'f.!..:,- 4 Juan, v, U.-' Lue., vt, u. 13,
ELECCIÓN DE LOS APÓSTOLES 247

tos de su Iglesia y los predicadores de su Evangelio en todo el


universo.
Sois conciudacla!los de los sa11tos y domésticos ele .nios 1 ¡)!les estáis
edificados sob•·e el (tmdcw1ento de los apóstoles' . - Me se•·ui•·éis de tes-
tigos en Jet·usall!n 1 y en tolla la Judect 1 y SmHcu·ia 1 y lwsta el cccbo del
t1um de •.
97. ¿De qué condición eran los AI>Ósloles •
Eran pescadores o simples obreros, a excepción de San Mateo,
que era publicano>.
98. ¿Qué carácter len ion ?
El Evangelio nos los presenta gene1·al mente como homb res
poco in teligentes, ta•·dos en cree¡· y de carácte1· déb il y limido.
99. ¿En su elección, lu\'O en cuenta Jesuct·isto al¡;umt cit·cunslancia per-
sono!?
Sí : pues lo~ Apóstoles, y aun el mismo Judas en un principio,
eran hombres de buena volunk'ld, vir·tuosos, sinceros; genero-
sos, sencillos de corazón, muy afectos al divino Maestro.
100. ¿Por qué no escogió Jc~ucristo hombres ricos, iluslrados, poderoscs y
Mbílcs en los negocios·? .
Para hacer palpable qne la conversión del mundo era obra de
Dios.
Dios ha escogido a los 11ecios scgím el mu>trlo, pc11·a con(u11dit· a los
sabios¡ y · Dio• ha escogido a los flacos del nnm<lo, ¡Ja>·a con{wuli>· a los
{uc>·tcs•.
101. ¿ Cómo preparó Jesucristo a los Apóstoles par~ su ruturo ministerio?
Eu1pezó pot· instruirlos en su doctrina, iniciarlo:; en la santi-
dad con sus consejos y l'jemplos; y, para· ejercitarlos a su vista
en su futuro ministel"io, les confió algunas misiones, de cuyo
desempe1io les exi ~ia cuenta c uando de ellas vo lvían. Sólo des-
pués de su resun·e~.:ción les inv i ~ lió de todos sus poderes.
102. ¿ Por qué eligió a Judas, que había de hace•·le h·nición ~~
1• Para que se cumplie ran los designios del Eterno Padr·e, el
cual quería que su Hijo 1>adeciese !llnto po•· par·te de sus amigos
como de sus enemigos; 2• pa•·a enseiiarnos a no ma•·avillarnos

• Publicnnos er:m Jos rccntulndor·es de los impuesto.-: púhli~·os. El nombre y


la ()l'ofcsión de publica no Cl'fln odiosos a los judios, que blasonaban de libcrl;u.l,
l' pa~nbnn de 1nala gana los impuestos ordenados por los rotnonos. Pot· eso
los fari1'1Cos se apf'(wecharon pa t·a tentar a Jest'ls, iniCI'I'OI;:;'tndolo acerca del
irl'lpueslo, ~·se escandalizarun p~ti'QUC comia con los public;..nos.
1 EfOI., u. 19, 20. - ! Hecho¡, t, 8. -a 1 COr., 1, $7.
DOCTRINA DE JESUCRISTO

si vemos en la Iglesia ministros indignos; 3• para advertirnos


que no debemos conside1·ar nuestra vocación, por eminente que
sea, como prenda segum de p•·edestinación; 4• para que resplan-
deciese su bondad, que colma de beneficios a los que 81 sabe abu-
sarán de sus g•·acias.

3. Ooct•·ina de J esuc••isto.

103. ¿ Qué t. izo Jcsucl'isto después de elegir a sus Apóstoles'/


Recorrió con ellos, clur·ante tres a1ios, la Galilea y la Judea,
evangelizando continuamente dichos paises.
10~. ¡,Cuál era su manco·n de enseoiar?
En general no daba la demostración de la verdad, seo tan do
p1·incipios y deduciendo co nsecuencias, como hacen los doc-
tores. Jesús probaba la divinidad de su mi$ión con las pi'Ofecias
antiguas que a Él se refel'ian y con los milag•·os que obm ba, y
afirmaba con autoridad la ve1·dad, sin discusión ni razonamiento.
S1• modo de insto·uio·los eo·a con cierln a~<lo>·idccct soberana, y no n le•
maneo·a de sus ese•· ibas y fa•·is eos 1 •
105.;. Qué lenguaje usnba '1
El lenguaje propio de un Dios hecho hombre para iluminar al
mundo y santificarlo. Su palabra era incomparablemente sencilla
y espontá nea, cla•·a, fácil, populal', adaptada al Litlmpo, al lugar
y a las personas; empapada de celestial unción, y era siemp•·e
expresión del amor tierno hacia los hombres.
Jamcis homb>·e cclgomo hcc hablado como e.~te homb•·e'.
106. ¿En qué l"o•·ma dnha gcnc•·almcntc Jes ucl'isto sus cnscila nzas 1
8n forma de scr· mones o di scursos, o de parábolas.
0
107.¿Cu:des son los pr·incipales serlllones o discur·sos ovangelicos
Snn : 1• el sermón de la montaña que es un compend io de la
3

ley cr·istiana; 2• el discurso de Catiu·naún acerca de la divina


Eucaristía •; 3• el del monte- de los Olivos •, en el cual Jesús pre-
dijo la destrucción de Jerusalén y el porveni•· de su Iglesia, y
anunció también el fin del mundo y el juicio final; 4• el discurso
dj)$.¡JUés de la Cena 6 , que l'ué como el testam ento de Jesucristo y
el •·eflejo perfecto de su al ma.

1 Mat., vu, 29. - t Juan, ''11, 4G. - :t llat., '\"•'\"11.- 4 Juan, '\"1. - 5 Mat.., xx1v-xxv.
- • Juan, nv-xvu.
DOCTRINA DE JESUCRISTO 249
108. ;, Qué son parábolas?
Parábolas • son relatos de hechos imaginarios, que inspirados
en la oatur·aleza o en las costumbres de la vida humana, dan a
conocer· una vet·dad religi osa.
109. ¿En cuántas elaS<!s pueden dividirse las pat·:ibolas evangélicas'!
En tres clases : las del reino de Dios, que en la liet·t·a es la
Iglesia; las de la miserico rdia divina, l' las mo•·alcs.
1'10. ¿ Cuáles son las pnt'ábolas del reino d e Dios V
Las del sembrado t", de la germinación de la sctnill a •, de la
cizaña 3 , del grano de mostaza ', ele la levadu ra •, del tesoro escon-
dido ', de la picdt·a preciosa', de la pesca milagt·osa 8 •
·111. ¿ Cuáles son las parábolas de la misct•icot•din divina'!
Las de la oveja perdida •, de la dracma perdida ' 0 , del hijo pró-
digo 11 y del buen pastor".
112 ¿ Cu~les son las parábolas morales?
La del siet·vo sin compasión ' 3, del buen Samaritano", del
t•ico epulón .., del publicano y del far·iseo ••, de los obreros de la
viña 17, de la gran cena 18, de las vírgenes prudentes y de las
necias ••, y de lo:> talentos to.
113. ¿ Cu:ll el'a la nota caraclet•istica de la doctl'ina de Jcsuct•isto?
La doctri na de Jesucristo era antigua y nueva al mismo
tiempo: Mttigu.a, po rque admitía todas las revelaciones ante rio-
res; n·uevc~, pot•que las explicaba y complelalm.
No pcnsl!is q11e yo he venido a destruit· la IA'!h ni los ¡!1'o(etas : ~•o
he venido a d••st>·~til•la, sino a cla•·le s" cumplimic•tlo ••. - Tocio docto•·
ilrstt·uíclo en lo que mi•·a al •·eino ele los ciclo~, es scml.'jlfltle a un pctd•·e
ele familias, que va sacaudo de S~< •·epuesto cosas nucuas y cosas anti-
gm" "·
IH. ¿ No es esencialmente la religión cristiana la misma que la religión pri·
miti\·a y quo la mosnica '!
Sí: pues contiene los mismos dogmas, los mismos deberes l' el
mismo culto esenciales; pero con la perfección y desanollo que

• Parábola, del g t•icgo pm·a, cerca, batlú, echa t·: echar cerca, acción d e
ju ntar, compnt•:tción, onálisis circu nstanciado. El lenguaje pa•·abólico era la
mnne··~, do hnhlnt• de la gente g¡•ave y de los sabios. A l ~unn s de las par[tbolas
do Jcsucl'i sto son , tal vez, vcrdadc•·as histol'ins, v. g•··: la del rico epulón,
del Snmal'itano, del hijo pródigo.
1 ~I:U. 1 .\111, S•ll3. - ;: lbrc., n·, !C-29. - 3 Mat.., XIII, :!1-30. .t )fnt., XIII, 31, 3t.
- • ),t:u.., ,' (m, u.-~ Mnt., xm. H. - 1 M:at., Xlu, .a:,...u. - • Mat., xm, .u, 48.-
t t.ue.. X\', 3·7. 10 Luc., X\', 8·10. - 11 Luc,,X\'• 11·3!. - U Ju•n. x, 1·17.- l3 Ma[,,
XVIII, !S·lG. - 14 Luc., X, 3().17. - tS Luc.,;xn, lt·ll. - ' 6 1..uc., XYIII, 9- l f , - 17 .Yat.,xr,
1·1$. - 11 Lue., x1v, 11-!&. - Jt lfac., xxv, 1-la.- toMa t •• xzv, 14·30.- ti Mat .• v, u.
- 12 llat.., xan, U.
11"
DOCTRINA DE JESUCRISTO

requ erían los tiempos y la calidad del mediador de que Dios se


si rvi ó para ha bla r a los hombres.
115. ¿ Cómo perfeccionó Jesucl'isto el dogma ?
·t • E~clareciendo con luz polen tísima las verdades ya reveladas;
2• popularizan do el conocimient o de los misterios de la Santísimn
Trinidad, de la Encarnación y de la Redención.
1'16. ¿Cómo pc;·feccionó ltl moral?
1• Enseliándon os a amar a Dios, aun a costa de los mayores
sacl'ificios, y a nuestro prójimo, ya sea amigo, ya enemigo.
Amad a or<c•tros enemiyos: haced bie>t a los qr<e os llbO>'>'ecen' .
2• P redicando la abnegación y el amor a la cruz.
Si alouno qtáe•·e veni•· en pos de mf, nilig~<ese a si mismo, y cm·gue con
s u ct"ln:, y $Ígam.e ' ·
3• Dando a la ley del renunciamie nto forma perfecta por medio
de los consejos de pobt·cza, castidad y obediencia.
Si quic•·n Mr pe•·feclo, atllla, y vcwle cuanto tienes, y cláselo a los
pob•·es ... ; ven desp~<és y sl[¡tteme3.
117.¿Cómo perfeccionó el culto?
1• Dándonos una fot·mula de oración que compendia en pocas
palabras todo cuanto podemos pedir a Dios ; 2• estableciend o un
n uevo sacet·docio; 3• instituyendo los sacramentos y el santo
sacrificio de la Misa.
118. ¿Qué particularidad lieoe el sacerdocio instituido por Jesucristo?
Este sacerdocio no está restringido a los padt·es de familia,
como en la religión primiti,•a, ni a los miemb t·os de una sola tribu,
como en la mosaica, sin o que se confiere a lodos aq uellos que,
por divina vocación, son juzgados aptos para el m inisterio de la
palabra y pat·a la dispensación de las cosas santas.
119. ;, A quién est3 confiado el depósito de la verdad en la religión de Jesu-
cristo ? •

A una au toridad inl'ali ble, pt•ivi leg io que no tenían los pati'Íar··
cas, y que tiene una ju ri sd icción mús extensa, maniliesta y cierta
que la sinagoga.
120. ¿En quién reside esta autoridad'!
En el t•omano Pontífice, suceso r· de San Pedro, cabeza de la
Iglesia, y e n los obispos, sucesot·cs de los Apús lo les.

1 lofat., Y, 44. - ! Ya~ XYI. 24. - J )fU., XIX. JI.


,.
EJEMPLOS Y SANTIDAD DE JESUClUS'f'o 251

4. Ejem plos y sa n tidad d e J esucristo .


121. ¿Cómo confirmaba Jesucristo su doctrina ?
Con la santidad de su vida. La moral que ensetiaba Jesucristo
es cier·tame nte la más bella que puede concebit·sc; pero Él fué
el pl'i mero en dat· los más admirables ejemplos de ella.
Jest\s hi:o y enseñó'.
122. ¿ Cómo se presentó Jesús al mundo?
Como perfecto y universal modelo : modelo de todos los hom-
bres, modelo de todas las vir·tudes. Tanto su vida como su doc-
trina no tienen mancha ni sombra alguna. Pudo decir a sus ene-
migos sin temor de se r· desmentido : " ¿Quión de vosotros me
convencerá de pecado '? »
123. ¿Mosto·ad cómo es Jesios modelo de todos los hombres?
1• Aunq ue judío de nación y con el caníctcr de su raza, en
cuanto a la pet•fección no em de su tiempo ni de su país, sino de
todos los tiempos y de tocios los países : es el prototi po, el
Hijo de Dios hecho hombo•c.
2• Puede ser imi tado en todo lugar, en toda época, por todo
hombre, cualquiera que sea su raza y condición. A todos ha
dicho: «. Ejemplo os he dado, para que lo que yo he hecho con
vosotros, así lo hagá is vosotros Lambién 3 • »
124. ¿ Qué virtudes practicó J csucristo en sus relaciones con su Eterno
Pado•c?
Las de religión , oración, obedi encia y pureza de intención.
1• Religión : .Debo empleao·me eu las cosas qtte mí>·au al servicio de
mi Pado·e'.
2• Oración : Po•· la ma ñan«, muy de mado·ugcula, Slllíó {ottwo. a un
lugar solila>·io, y hacia lllli orllcíón •.
3• Obediencia : Se humilló a si mismo haciéndose obedie>ttt hasta la
mueo·le, y muet•te ele co•o¡z6,
'•• P ureza de inlención : Yo 110 busco mi glo•·ia '·
125. ¿ Quo! virtudes practicó Jesucristo para eon el prójimo?
Todas las resu me la caridad : ca ridad admir·able que colmaba
de beneficios aun a sus enemigos, aunque reservando su mayor
ternura y afecto a los pequeños, los pobres, los anigiclos y los
pecador·es.
Manifestó tal caridad, con la benevolencia, la compasión, el
espít'itu de sacrificio, el perdún de las injurias y la generosidad
sin límites.
1 Uoobot, 1, 1.-' Juan, vm, ~G. - :l Juan, xm, 15. - • J~uo., 11, ·40.- s Maro., 1, 86.
- • FlUp., 11, 8. - 7 Juan, vm 60.
252 EJEMPLOS y· SANTIDAD DE JESUCRISTO

1• La benevolencia : Venid a mi todos los qt<e ancláis agobiados con


tt·abaj os y ca>-gas, que yo os ali vim·é 1 •
2• La compasión : Así que la vió el Seño1·, movid<J a compasión, le
dijo : No Uo,·es 2 .
3• El espíritu de sacrificio : Me amó, y se entt•egó a sí m ·ismo p01·
mi 3 .
4• El perdón de las injurias : Padre, perdónales , po•·qtte 110 saben lo
que hacen •.
5• La generosidad sin límites: Tomad, y comed: éste es mi cue,·po•.
Dice al discípulo : Ahí tienes a tt< madt·e 6 .
126 ¿Qué virtudes personales hay que notar en La 1•ida de Jesucristo?
Pl'incipalrnente la pt•udencia y candor, mansedumbre y humil-
dad, paciencia, desp rendimiento de los bienes temporales y mor- -
tificación.
'lo Prudencia y sencillez : Dad al Céscw lo que es del Césw· ' . - Dejad
que vengan a mí los ni1ios a.
2• Mansedumbre y humildad : A¡wended de mi, que soy manso y
humilde de co•·azón •.
3• Paciencia : Cuando los falsos testigos le acusaban, Jesüs pe1·manecía
en silencio 1• .
4o DPsprendimieoto de los bi enes temporales : Las •·aposas tienen
m ad•·igue1·as, y las aves del cielo nidos; liUts tl Hijo del homb1·e ttO tiene
sob1·e qué >·eclina!• la cabeza ' 1 •
5• Mortificación : JeS1ís {tté conducido al desie,·to .. ., y después de ha.be•·
ayunado ct•a•·cnta dias con cua1·enta noches, tuvo lwmbre "·
·127. ¿Qué título damos a .Jesús para expresar su incomparable santidad?
Se le llama el Santo de los sanlos. Este hombre le conviene
adm irablemente : 1• porque la san tidad aparece en Él sin esfuerzo
ni combate, no como cosa adqu irida, sino como cosa natural;
2• porque posee en grado superior todas las cualidades, sin
detrimento una de otra, y sin que haya exceso ni defecto•.

a Jesucristo unió en sí la \'ida activa con la contcmplath·a, un celo ardiente


por la gloria de Dios con la más circunspecta moderación, odio al mal con un
ternisimo amor al pecador, altísima sabidul'ia con nn:t s implicidad profundí-
sima, inalterable igualdad de áuimo con una sensi bilidad \'ivis irna, au steridad
con agradable trato, rnajesta<l con sua\•isima dulzura . Jesucristo es bueno y
compasivo sin debilidad, pródigo del bien sin indiscr·eción. g•·ave s in rigi-
dez, modesto sin arectación, humilde s in bajeza, digno sin allanería, heroico
s in ostentación, fil'me sin obslinación, grande en los op•·obios, tr·anqui lo en
medio de 1as_injurias, sien1pee igual a sí mismo en las situaciones más dive•·-
sas.
1 ~bt., x1, 28.- 2 Loe., vu, 13. - 3 Gól3t., n, 20. -" Luc., xxm. 34. - :s Mat.,
xxvr, 2G. - 6 Juan, XIX, 27. - 7 Mat., xm, Zl. - 8 Mi'lrc., x, 14.- D Mat., xr, 29. -
10 Mat., xxvr, 61-63. - 11 Mat., vul, 20. - U Mat., JV, 1, 2.
MILAGROS DE JESUCRISTO 258
5. 1\lilag l'Os de J esu cristo.
·128. ¿Qué cosa es milagTo?
Milagro es un hecho obrado po•· Dios fuera del orden estable-
cido, y que no puede ser efecto de una causa natural.
·129. ¿Qué se propuso Jes<is al obear milagros?
Se propuso principalmente probar que era el enviado de Dios,
el Hijo de Dios hecho hombre.
Tachado Jesüs de blasfemo por Jos Judíos, porque decía que era ll íjo
de Dí os, les d ijo : Si no hago las obras de mi Pa<ll·e, no me c•·eáis.
Pero si las hago, cuando no qtoe>·á•$ da.·me c•·édito a mí, dúdselo a mis
ob>·C<s, a fin de que conozcáis, y c•·eáis que el Pach·e este> en mí, y yo en
el Padt·e'.
130. ¿De qué milagros de .fes lis nos habla el Evangelio ·?
Ent•·e los muchos milagros que obró Jesús', ademásdelacm·a- ·
ción de siete posesos, el Evangelio cita veintiocho milagros pro-
piamente dichos : diez sobre la naturaleza, quince sob re las
enfermedades, y tl·es sobre la muerte.
131. ¿Cuáles son los posesos ctn•a<los po•· Jesuc••isto ?
El poseso de Cafarnaún •, el endemoniado ciego y muelo\ los
endemoniados gerasenos •, el mudo endemoniado •, la hija ele la
canan e~ ',el hijo lun ático•, la muj er encorvada a causa de un
maligno espíritu 9 •
132. ¡, Cu:íles son los milagros obrados sob•·e la naturaleza'?
El cambio de l agua en vino en Caná ' 0 , las dos pescas mila-
gt·osas 11 , la tempestad apaciguada", San Ped•·o caminando sobre
el mar", las dos mullip licaciones ele panes'", la moneda del tri-
buto halla·cta en la boca ~el pez 10, la higuera seca •• y la trans-
figuración " .
133. ¿ Cuáles son. las qu ioce curaciones que t•efie•·e el Evangelio?
Jesucristo curó al hijo de l ollcial de Cafarnatin ' 8 , a la suegra
ele Simón-Pedro••, al lep1·oso que publicó por todas partes su
curación ••, al paralitico que introdujeron por el tejado en una casa
de Cafarnaún 21 , al hombre ele la mano seca 22 , al cri ado de l Cen-
tu rión 23, al paralítico que yacía en los pórticos ele la piscina p ro-

t Ju:ln, x, 37-SS. - ! Juan , xx1, 25. - 3 Marc., 1, !3 -27. - 'Mat., x.n , 22 - ~:l.­
$ )hU., Ylll, '18 · 3ol. - G i\lnt., TX, 32·34. - 7 11nt ., ~\:''• 22-28.- 8 Mnt., X\' 11 ; 1<1·20 . .. ·
9 J...ue., xm, 11-1 3. - 10 Juan, 11, 1·11.- 11 L·uc., v, 1-ll; Ju:lU, x.x1, 1·13.- J2 Mnt.,
vm, 23 - 27 . - 13 Mat ., .XIV, 22-23. - s.li l lnt. , xn•, 16 - 21 ¡ Mat., xv, S2-38.- tlí Mat.,
XY11 1 23 · 26. - 16 )fa t., XXI, 17·2!?. - 17 Mat., X\'11 , 1 • 0. - 18 Junn, IV, 4G · $4. -

19 MA.t.., vur, 14-16. - 1:0 :U:at., VIU , 1 -4. - 2 1 Mat.., IX, ·1 -1. - u Mat., xu , 9-13. -
23 Mat., vm, 5-13.
254 MILAGROS DE JESUCRISTO

bática de Jerusalén', a la hemorroisa•, al hidrópico•, a Jos dos


ciegos de Nazaret •, al sordo y mudo •, al ciego de Betsaida •,
al ciego de nacimiento', a los die.-; leprosos •, l' a los dos ciegos
de Jericó •.
1~. ¿Cuáles son las •·esurreccioncs mencionadas en el Evangelio ~

La de la hija de Jait·o ' , la del hijo de la viuda de Naín" y la de


0

Lázaro".
135. ¿Qué manifiestan los milagros de Jesucristo?
Manifiestan claramente la d ivinidael ele su podct·, ele su bon-
dad y de su sabidu ría.
136. ¿De qué modo manifiestan los milagros de Jesucristo su poder
dh·ino ~
El podet· ele Jesucristo.es universal : toda la natut·aleza le obe-
dece como a dueño absoluto de todas las cosas. Al obrar los
milagros, no lo hace po•· delegación, sino en nombre propio,
diciendo, pot· ejemplo, al leproso : Quiel'o . Qacda limpio". Una
palabra, un adem;in, una mirada, el solo toca r, le bastan. Este
pode•· de obrar milagros le es tan propio, que lo comunica a
sus discípulos y lo transmite, a través de los tiempos, a todos
los santos cuya memoria ha consagrado la Iglesia :
En mi nombt·e lamcu·án los clemo11ios, dice Jestis, ilablat·án 1111evas
lenguas ... ; )JOndt·úll lns memos sob•·e los enfe•·mos, y qucdat·án éstos
cw·ndos ".
137. ¡,Cómo manifiestan los milagros de Jesucristo su di,•ina bondad·¡
Todos los milagros de Jesús eran beneficios encaminados a
curar· el cuer·po y a santificat· el alma. No hizo ninguno para
castigar· a sus enemigos, ni para satisfacer las exigencias de los
fal'iseos o la vana curiosidad de llerodés, ni para glorificarse a
sí mismo.
El Hijo lkl llombre no ha venid~ pam pet•der Cl ws hombres, sino
pa•·n salvarlO$ u.
138. ¿ Córno rnaniOestan los milagros de Jesucristo su divina sabiduría?
Tales mi lagr·os son una verdadera doctrina, sirviendo todos,
po r tanto, pam ense riarnos alguna verdad . .Jesuct·isto es luz del
mundo, y por eso hace que los ciegos vean 1(1 luz del día. Es
la salud o salvación del mundo, y por eso da salud a los enfer-

1 Juan, •. l·U. - t :llat., u:, tf).t!!, - 1 Luc., xrv, ! ·8. - 4 Wat., a, !t7-31. -
1 Marc., vn, 3'·31. - G ~{ore., \'nt, 22-26.- 7 Juan,u:.- 1 Luc., xt'll, 1'·1!1.-
9 Mat., XX, 29-34. - 10 .Mat., IX, 18·26.- 1l l..tUC., VU1 11·17'. - t2 Juan, XI 1 1•45. -
ll Uat. , vmJ S. - 14 ~Jare., xvr, 11, 18. - U Luc., tx, 66.
PROFECÍ AS DE JESUCRISTO

mos. Es la vida del mundo, y por eso resti tuye los muertos a la
vida, etc.
139. ¿Por qué hubo tantos jud íos que a pesar de ser testigos de los milagro•
del Sah•ador, no se com•il'tiel'on?
Porque no que rían renunciar a sus prej ui cios y posiones. Se
obcecaban volun tariamente para dispensat'Se de creer verdades
que les contrariaban. No pudiendo negar los m ilag ros, los atri-
bu ían al demonio : « É:;te, decían, no lanza los demon ios, sino
por obt·a de Beelzebub, príncipe de los demon ios' · »
Ya el profeta lsaías había anu nciado esa incred ulidad:
Anda, y cLi>·ás a ese pueblo : Oi>·éis y más oi>·éis , y 110 querTéis en·
te11der·; y ver·éis lo que pr·esento a vrtesl1·os ojos, y no qtte!'l·éis haceros
ca>·go de ello •.

6. P•·otecías d e J esu ct·is to .

'140. ¿ A qué se ¡•eOeren las profeclas de Jesucristo•


Se refi eren ya a Ht persona, ya a sus discípu los, ya a la suerte
de l pueblo judío, ya a la historia de la Iglesia. ·
141. ¿ Cuáles son l:ls p•·orccías de Jesucl'islo relativas a su pc•-sona '!
P redijo principalmente su pasión, su muerte de cruz y su
resur·rección.
Mimd que vamos a Jentsalén, clo,de el H ijo del hombre ha de se •·
ent>·egado a los pt·incipes ele los sace>'llotes y a los esc>·ibas, y lo conde-
na•·án a mue>·te, y le enl?·egarán a los gentiles pa·r a que sea escar·ne-
cido, y ctzotc•clo, y C>'llcificado; mas él >·esucita•·á al tc>·ce•· ilíll 3 •
'1 42. ¿Qué p•·edijo Jesucristo tocante a sus discípulos?
P red ij o : 1 o Su vocación al apostolado :
Seguidme, y yo ha1·é que vengáis a se•· pescado•·es de homb>·es ' ·
2• La triple negación de San Pedr·o :
Pu.es yo te asegn•·o con toda ve1·dacl, que esta mísm« noche antes que
cante el gctllo, me has de negw· t?·es veces •.
S• La infame traición de Judas :
Envc>·dad, e·n ve•·darl os digo, que uno de vosot•·os me hcwú l!·aicr9n .. .
Es llquel a quien yo ahol'a daré pcm nwjado . Y habiendo mojlldO ""
pedazo de pan, se lo clió a Juclas, hijo de Simón J.cw·iote •.

t Uat., Xll , 21. - 2 Isafns, VI . 9. - 3 Mat., XX, 18-19 . .;..... A Mat., tv, 19. - 1 Mat .,
X XVI, 34, - G Juan, XllJ, U 1 26.
256 PROFECiA.S DE JESUCRISTO

4• La misión del Espir·itu Santo, que consolará a los Apóstoles


y les enser,ará todas las cosas:
El Pat·acleto •, el Esph•itu Santo, que mi Padt•c envia.·á en mi
nombt·e, os Lo ensetiat•ú todo, y o• t·eco•·dat·á cuantas cosas os te11go
tlichas'.
5• Su apostolado en todas las naciones :
Recibi>·t!is, ~1, la vil·tucl cid Espi•·itu Santo, que descenderá ~ob•·e vox-
oll·os, y me $e>·vi•·éi.s ele testigo• en Jet·usalt!n, y en toda la Judea y Sa-
mm·ia, y hasta el cabo del mundo •.
6• Sus numerosas tr·ibulaciones :
Se aporle>·m·ún de vosot>·os, y os ¡Jet·scutlit·ú••, y os C>lt>·cyctrán a las
sinauouas, y mete•·án en las cá•·celes, !f os 1/eva•·án po•· ft te>·:CI al tt·ibu-
3
nal de los •·cyes y gobe•·nado•·es, por causa de mi nombt•c .
7• Sus victorias por medio del auxilio divino :
En el n11mclo tench·éis u•·atules ttoibulacioucs, pe•·o tened confianza: yo
he vencido al mtmclo 4 •
143. ¿ Qu6 p•·edijo Jesucristo relativamente n la suerte del pueblo judío '1
'l • La loma y destrucción de Jerusalén, con todas las circuns-
tancias de tan gran acontecimie nto•:
Tus enemigos te circrmvalat·án, y te •·odem·án ele contt·amru·o, y le
est•·echa•·átl por todas pm·tes, y te Ctl't'aSat•ún con los hijos tuyos •.
2• La rllina definitiva el el Templo :
Os digo tic cierto q11e no queda•·á de esa f:ibrica pietlr·tr sobre piedra'.
3• La matanza y dispersión de los Judíos po1· lodo el mw1do :
PC!rte mo•·ir·án a filo <le C$pacla; par·te serth~ llcvaclos ccrtttivos a todas
8
las 1wciones; y Jerusalén sc>·á hollada ¡>o•· los gentilco •
4• La suplar.~ción de los Judíos poi' los Genti les :
Asi yo os decla•·o, que vemlrcitl muchos gcrttiles tlel Ot·icttle y clel Occi-
dente, y esta•·án a la mo&a con Aln·alrdu, Isaac y Jacob en el •·eino de
los cielos : mic>~lt·as que los hijos del r·eino s1wún echados (ue•·a a lets
tinieblas 0 •
14.t. ¿Es un hecho providencial la conset·1·ación del pueblo j udío en el
mundo ?
Esta consen·ación es pr·ovidencial, pues la habían anunciado
• Paracleto.- del griego ¡>w·aktctos, de JlW'a, ccr·ca; /;a/eill, llamar :llamado
cerca . El que exhorta, rucuu, inlcrcctl c pot· ott·o: a si pues, 1lm·aclct() sign inca
consolado,., ¡ncdiador, ab~gado, y se aplica u 1·eces a J esucr·i•to. Con todo, el
nombre de paracleto dcsig-n~• rn3s ordinari:uncnle al Espiriln S.1n1o.
t Juan, JUV', !C. - 1 ll«:bOI, 1, 8. - a Luc., XXI, 1!. - ; Juan: XVI 1 IJ. - S lfat., X.XIY;
.Marc.., m1: l,nc., XIX, 4.!·f.l; XXI, 8·2<1. - 6 Luc., XtX, -4~4. - l Ma t., XXIV, 2.- • Lue..,
xXt, 24.- 9 )[31.., vur, ll·lZ.
PI\OFECfAS DE JESUCI\ISTO 257
los profetas y Jesucl'isto, y ningún pu eblo antiguo ha conser-
vado como el judio, aunque disper·so por· todo e l mundo, s u
fisonomía, s us costumbres y su carácte r.
145. ¿Cuúl es el fin providencial de la conservación del pueblo j udío?
Este fin es : 1• dar a la Ig lesia una prueba irrecusab le de la
inspi¡•ación divina del Antiguo Testamento, que este pueblo
conserva en su le ngua ol'iginal; 2• pa tentizar ante e l mundo
entero la prueba más sensible ele la justic ia divina; 3• se r prenda
segura del fin del mundo y de la reprobación de los malos;
porque como el juic io final fué p reclkho con la ruina ele Jeru-
salén, s i se ha cump lido esta profecía, in faliblemente s e cumpli rá
la otra.
146. ¿ Qué predijo J esuco·isto respecto a su Igles ia~

Pred ijo: ·1 ~ La pr·edi cación del Evangelio en lodo e l uni verso.


Se ¡»·edicm·á este Evangelio del •·einv de Dios en todo el muudo 1 .
2• El reinado ele Jesucristo por la Gruz :
Y cuando y o se•·é levantado en alto en la tie•·•·a , tollo lo att·ae•·é a
mi~.

3• Los milagros que Dios ha obrado por medio ele Jos santos :
En ve•·dad, en ve>·darl os digo, qtte quien c>·ee e>t mi, ése hw·ú. tambi~'>•
las ob>·as <¡tte yo hago, y las hw·á todavía mayo>·es 3.
4• El odio con que el mundo persigue i ncesantem en Le a sus
d iscípulos :
Y vosotros vend•·éis a se>' ocliaclcs ele todos por causa de mi n omb•·e·•.
5• La asistencia que presta a su Igles ia : .
Y estad ciertos qt<e yo mismo esta•·é contimtanwnte con vosotl·os hasta
la coust<mación de los siglcs ' .
6• E:l sólido fundamento sobre qu e ha ed ificado su Iglesia :
Y yo te ciigo q~<e tú e>·es Ped>·o, y que soln·e esta pieclra edificaré mi
Iglesia, y las ¡Hte>·tas del infierno no p >·cvulece•·án cont>·a ella •.

147. ¿ Qué qui so probar Jesucristo con s us mi lagros y ¡H·orecias?


Con sus milagros y profecías, Jesucristo quiso probar la clil'i-
n idad de su misión.
Os lo estoy clicienclc, '!J no lo creéis : las ob•·as que yo lwgo en nombre
de mi Pad>·e, ésas están dando tcstt monio lle mi ... C•·eed en mis obras'.
1 ~la t., :<xtv, 14. - :! Juan, xu, 32. - 3 Juan, XI \', 12. - 4 Ma&-. • x, 22. - 1S ~1 at..
xxvm, 20. - 6 Mat., XVJ, 18. - 7 Juan, x, !lli, SS.
258 ENEmCOS DE JESUCRISTO

148. ¿Qué misión había recibido Jesucristo de Dios Padre '1


La misión de salvar al mundo'.
'149. ¿Reconocieron los Judíos la divinidad de su misión?
La mayor pat·te de ellos la desconocieron a c~:w sa de sus malas
dis pos iciones, fomentadas po r los enca r-nizados enem igos del Sal-
vador:
He sido hecho extra>io <t mis l•cnnanos, y (o•·aslc>·o a los hijos de mi
mad1·e. Po>·que me cousumi6 el celo de tu casa: y las afrentas de los
que te :aherúm, recayeron sobt•e mi•.

7. Ene migos de Jesu cl'isto.

150. ¿Cuál rué el enemigo capital de J esucris to'!


l!'ué Satamis, e l cual habiéndo le tentado después del bau tismo,
no lo dejó sino por· alglln tiempo •, y más de una vez volvió a len-
Lado, pal'licularmenle durante la Pasión.
l'a que po1· •·a:ón de haber tl mismo padecido y sido lc>llado, puede
tambiliu da•· la mano o socor1·er a los que so>t tent<ulo•'·
15·1. ¿De quién se si •·vió Sutanús para persegu it· y da•· muerte al Salvadol"l
De los saduceos y fari seos".
152. ¿Quiénes eran los stod uccos?
Una secta de Judíos maler·ialistas que no c reían ni e n los
ángeles, ni en los dernouios, ni en la inmorla lida•t del alma, ni
en la resurrección de los c uer·pos; s61o servían a Dios por las
recompensas terrenas y llnicamente cifraban su felicidad en los
placeres sensuales .
153. ¿ Ent•·e quiénes I'CClulnban sus partidarios ?
En genet·al, e ntre los r icos, los fun cionarios p(rblicos y hasta
entre los miembros de l concilio.
1M.¿ Qu iénes eran los fariseos'?
Una secta de Judíos espiritualistas, en :•pariencia rígidos
cumplidores de la ley, que hacían insoportable ariadiéndole vanas

• Adem:ís de los saduceos r de los fariseos , en e<la época había, entre los
Judíos, dos sectas mñs: la de los Esenios, que IIC\'nbnn una vida austcrisima
'1 tcudian a desechar las cc•·cmonias del culto, consc ••,·:.ndo losdog••las mosai-
cos ; y la de. los IJe,.olliwws, o pa •·litlarios de 11 et·otl~;s , los cunlcs adopta ron,
como este mon:wca, lns costuml;~•es de Roma y las supcl'oticiones idolát ricas.
~t Fariseo , de perouschim, separado. Es un:t de las m:'• s :mti guas e impoc•..
tan Le~ sectas entre los Juüios, así llamada porque los fat•iscos osLentaban su
separación del pueblo pot· el ¡;énero de vida que llevaban . Se oponían princi-
1 Juan, ur, U. - ! Salmo uvm, t·lO. - ' Luc., tv, U. - " Uob., u, lS.
ENEMIGOS DE JESUCRISTO 259

tradiciones, y cuyo espít'itu adul te t·aban con falsas interpreta-


ciones.
155. ¿Era sincera su devoción?
Sólo e ra exterior y co nsis tía en una infinidad de menudas
prácticas que cumplían con vana ostentación; al paso que casi
no cuidaban del precepto de la caridad, y tenían e n poco las
faltas interiores.
156. ¿ Cuál e1•a su carácter?
E ran orgu ll osos, presumidos , despreciadores de los demás,
insensibles con los débiles y necesitados, ambiciosos y avaros.
157. ¿ Có mo adquil"ieron ta nto renombre entre el pueblo"?
Ostentando g rande austeridad en su conducta y halagando
hábilmente los prej uicios y pasiones popula res. ·
158. ¿ Por qué persegulan a Nuestro Se1ior con odio tan implacable?
·l o Porque su san ta vida y su moral condenaban el ot·gu ll o,
la ambici ón y todas las malas concupiscencias que en ellos
había; 2o porque s us milagt·os, en los cuales man ifestaba al
mism-o tiempo su bondad y su porler, atraía n en pos de ÉÍ
numerosas gentes. Todo eso heria e irl'itaba a los fariseos, y les
llenaba de envid ia y de odio fu ribundo.
159. ¿ Cómo trató Nuestro Señor a los fai·iseos ?
Llamó les víboras', hipócritas', sepulcros blanqueados 3 , hijos
del diablo', men tirosos como su padre.
160. ¿ Pot qué NuestJ·o Se1ior, tan manso y tan (>acientc, trató así a Jos
rariseos?
Porqtte nada desagracia tanto a Dios como la di simulación y la
hipocresía, y porque los fat·iseos trabajaban en la ruina de
Israel, o¡.> on iéndose a la propagación del Evangelio.
1G1. ¿ Qué hiciei"OO los (ariseos ptu•a perder a .Jesú s'!
_ Comenzaron por desacred itarle, c;d umn iándo le. Decían que
era samaritano•, violador de la ley de Moisés, amigo de publi-

palmente a los saduceos y admitían la metempsicosis para las a lmas de las


gentes de bien. De este modo •.a·e~'c•·on que San Juan flautista era alglm p•·o--
feta anlisuo (Juan , 1, 21 ). Los fariseos goz3ban de gs·nn créd ito entre el
pueblo , a causa de la ••eput~lción que habían adqu ir ido pol' su cienci::t , por su
piedad, pot· las p•·úcl icas exte riores j' po•· las inle•·pa·etacioncs que daban ~l. la
le)'· Pc•·o .lcsucr·isto deseornasc:wó su hi pocresía y les rep•·ochó el haber· cac..-
gado la ley con una infinidad de p1·ácticas fr ívolas y h:>bel'ia alterado en
art1cnlos importantes .
.. Samaritano, de Samari:1. A la caída del ··eioo de Israel , Jlcvados cauti-
vos Jos Israelitas, la Sama1·ia se ¡·e pobló con gentes idólalras que, a su cu lto
1 M:'l~., XII, 3 1. - ! lfat., X\", 7. - 3 Mnt., XXHI, 27. - 4 Juan, VIII, H.
260 VIDA OCULTA Y PÚBLICA DE IESUCR!STO. - RESUltE.'!

canos, que estaba poseído del demonio y que era enemigo de


Dios. Atribuían sus milagros a la intervención del diablo. Y corno
no les bastaba la calumnia, buscaron medios de dar·l e muerte;
pero .Jesús se les ocultó milagrosamente , por·quc su hora aún
no había llegado.
1G'.!. ¿ Para qué si rvió, en los planes de Dios, el odio de los enemigos de
Jesucristo ?
Dios que, aun dejando a los hombres completa libertad, hace
de ellos lo que quiere, se sirvió del odio de los fariseos para
rescatar a la humanidad mediante el sacrificio del Calvario.

Rf!:SUMEN

l. Vida ocu lta d e .Je~u crl sto. - Nacimiento. - Jesuc•·isto nació


humilde y pobre en llelt!n. ~us primeros adorJdores rucroo )!aria y José, y
dtspués, los pastores, a quienes los .\ngeles anunciaron su nacimiento. A los
ochos días, le circuncidaron y le pusieron por nombre Jesús. Xnestro Se1ior
so sometió \'Oluntaria.mentc a ser circuncidado. a. fin tJ e t.orn:u la semej:'lnza
del r>eMdo, del que se hizo ex piador universal.
Adoración de los Magos. - Los •·eyes Magos, que vin ieron de O•·ienlc
guindos por una estrella miJo&¡a·osn, fuet·on los que, dcf:lpués de Jos pastoa·es,
ador·aron al Niito Dios. Llegados n .fcPusalén , excila r·on involu nt:wiamente la
envidia de Herodes. Cuando salieron de Je•·usa léu, se les apareció de nuevo
la c•t•·clla que los condujo a la gruta de Belén, en donde ndo.·a.·on al Niño
recién nacido,}' le ofrecieron oro, incienso y mirra , reconociendo de este modo
su realeza, su dh·inidad ¡·su humanidad.
Presentación. - Cuarenta días después de nacido, el Niño Jesús fue pre-
sentado en el Templo para Sér ofrecido al Sei>or, y ti hito de si mismo una
oblación \'Oiunt:1ria . Vué reconocido como Mesías por el santo anciano
Sitncón )' la prorelisa Ana.
Huida a Egipt o. - Loa Mngos, avisados en s ucr1os, to•·n:li'OII a su ti ei'Pa
por oll·o camino, y como ll crodes viera buPlad os sus deseos, lleno de cóle•·a,
OPdcnó mata•· a todos los ni•ios de Belén y sus ce•·canias, de dos ~fios abajo,
dando asi principio a la8 persecuciones de los poderl'S hu monos c:onlra Jesu ..
c:ri110 y ~u Iglesia. San José, :.n·isado por el Ángel, lomó al Nil'io y a su madre,
r huyó • E¡;ipto.
hlorada en Nazaret. - A su ••u ella de ES"iplo, la S•Gnda Familia se reti•·ó
a Na1...1ret, en donde el Nit)o .Tcsús c•-ecia en edad, ~abiduría y gracia delante
de l)ios y de los homb•·es y cstab:> sometido a .losll y Maria. A los doce años,
Jesi• s ncompailó a sus padres :> .lel'us:>lén pa•·a In tirsra de Pascua, y allí se

mezclaron ci de los Judíos , deseando ofrece•· sact·ilicios en Jerusalén; pca·o


oponiéndose a ello los ll eb•·cos, ed iiicaron un templo en Ga1•i1.ín. Por eso su
e nemistad era tan a1·raigada, y la mayor injuria que los Judfos podían hacer a
un hombre era llamarle san~arita>lo.
VIDA OCULTA Y PÚBLICA DE JESUCRISTO. - RESUMEN 26-Í
quedó si n que ellos lo advirtiesen. Al cabo de tres oías, 1:> encontraron en el
templo sentado en med io de los doctores, oyéndolos y p1·egmH:indol cs . Este
hecho nos enseña: 'lo que el servicio de Dios debe prcfe1·irsc a otro cualquiera ¡
2o que la mayor desg1·acia es perder a Jesús; 3o <1uc Dios consuela a las almas
que están en la aflicción.
San José. - San José, asistido de Jesús y María, murió antes de la \•ida
pública del Salvado•·· Las inefables gracias que recibió el pad1•e putati,·o de
Jcsüs, suponen en él una santidad s6Jo inrcrio,· a la de la Santísima Vi rgen.
El sumo Pontífice Pío JX lo p1·oclamó solemnemente pah·ón de la Iglesia ;miw
'ICI'Sal.

JI. Vida pilblica de J esuct·isto . - Preparación. - El prccurso1· de


Jesuc1•isto, San Juan Oautista, prepilt'Óse al ministerio por una vida austera y
penitente. Vino por las ribe•·as del Jo1·d•\n , pred icando la penitencia, y admi-
nistrando un. bautismo simból ico que el mismo Jesucristo recibió por huwiJ-
dad . El Salvador se reli1·ó después al desierto para p1·cpai-arse a la vida
pública con la oración y el ayuno. Allí permitió se1· tentado po1· el diablo, de
sensualidad, o1·~ullo y ambición , par-a enseilal-nos cómo debemos cornbati1· y
vencer al enem igo de la salvación. ·
San Juao Bautista, a poco de dar elocuente te.slimonio de .Jesucristo, fué
encarcelado y des pués degol lado po1• ot•den de Herodes Anlipas, cuya mala
vida habia censm·ado.
Elección de Jos Apóstoles. - .resucrislo comenzó s u di vina misión con la
elección de los doce Apóstolcs. Eran sencillos operarios, de <:.11'ác1e1· débil y
tímido, a quienes m{•s tal'Cle la acción 'de la gt'acia habia de transformar y
hacer de ellos márlh·es.
Doctrina de Jesucristo. - Jesús l"eCOI'I'ió COl\ los doce Apósloles dm·ante
tres culos la Galilea y la Judea, pL·edicando el Evangelio. Su pn l ~•bra era sen-
cilla )'persuasiva. Als,unas \ Cccs enseñaba por discm·sos, per·o m ~i.s de ordinario
1

lo hacía po1• parábolas. Sus principales discursos o sermon es son : el de la mon-


taña, el de CafaPna(m , el del monle de los Olivos y el de la Cena . Las parábo-
las et·an relatos má.s o menos imaginarios sacados de la nntu•·alezu y de las cos-
Lumb,•es de la vida humana. Se dividen en t1·cs cl;.ses: pat·~bolas del r·eioo de
Oios, de la di\ ina mise1•icordia )' mot•ales. - La doct1·ina' de r\ucsl!·o Seiior
1

et·a a un mismo tiempo antigua y nueva, y cornprendia los mismos dosmas, los
mismos deberes, e l mismo culto que la r'Ciigión mosaica , pe1'0 con cal·~lcle1· de
mayo1' peefección . Nuestro Scño1· completó la I'C\'elación mosaica e hito popu-
hw e l conocimiento de los pPincipales miste1·ios. Pr·edicó una moral m~ts per-
fcct;:t : el arno1· a los enem igos }' la pl'áCtica del t•euunciamicnto; dió consejos
sublimes sobre la pob1·cza voluntaria , la castidad perfecta y la obed iencia.
Nos ensei\ó la fó1•mula de la OL·ación dominical ; instituyó los sact·amcntos y
el sacl'iflcio de la misa.
Ejemplos y santidad de Jesucristo. - Jesios p1·acticaba lo que ense•iaba ;
pasó su vida en continua OL·ación y perrecta obediencia a la divina volunt:ul, y
fué modelo perfecto y universal de !odas las vil"ludes y de lodos los hombres .
Milagros de J esucri.sto. - .resuc.-isto manifestó su bon~ad, su poder l' su
sabiduría con mih1¡;p·os SOI'pl'enclcntcs, de los cu~\lcs el Evangelio sólo iodica
los p1•iocipales, a sabe,.: la li berlad de siete posesos, die1. prodigios ob1·ados
sobre Ja naturale1.a, quince curaciones mila¡;l'osas y tres resul'recciones.
Profecias de Jesucristo . - Jesús, doctor de la ley nueva , fue tambi6n
262 VIDA OCU LTA Y PÚBLIC,-1. DE JESUCRISTO. - CUADRO SINÓPTICO

divino profeta. Predijo todo lo que le sucederia a ~1 y a sus Apóstoles ; de si


predijo su pasión, su muerte l' resurrección; de sus discípulos, la negación
de San Pedro, la traición de Judas. la ,·enida del Espíritu Santo, las tribula-
ciones y los triunfos de su apostolado. Anunció la triste suerte de los Judíos,
la vocación de los Gen tiles, y el magnifico incremento de su Iglesia.
Jesucristo, por sus milagros l' profecías, di6 re de su misión dil•ina que era
la sah·nción del mundo; pero la mayor par·te de los Judíos, mal dispuestos
p:u-a I'CCibil·l:a, no le reconocieron como tal.
Enemigoa de Jes uc risto . - Fueron los sad uceos, filósofos materia listas de
:~q ue! Liornpo , y los fariseos, hipócl'itas cum pl idores de la ley. Dios se sir-
vió de s u odio pnr·a el r•escate de la human idad por· el sacr·ificio del Ca lvario.

CUADRO SINÓPTICO

N'acimlento en Bel(m.

~
C:inUco de 101 Ángeles.
Adornclóo de ill•rl• 1 do JoM.
Natl'fld.ad Adorac16n de los p:a.slOru.

{ Clrcoodslón do Jou11
l
Su •I¡;nlfte>do.
Le«iones que nos d.3 Jtads.
Jmpo.lefón del nombre de Jesllt.

¡
Llamamiento de 101 lltl$01, JWhnlclat de la gentilidad.
Sefial el: tr:aordlnarl:-. qua obwrvnn.
Su partid:,,
Adoración Dei#])arlelóo do la e&tl·e11tt en Jorue:-. l ~ n.
do los MagO$ Su est:m cl:• en Jorufl.alén.
R ttn.p.'l.rlC'IÓn do In i'tl rí:Utt.
Adot-actón s otrcnda do 10!1 !lfngos.
VitJa ocultn Su regr eso J>Or ot10 tluntno.
do
J eJuerlato Presentación l
( Ofrecimiento ltg:ll dO JCIIÜ& por Maria.

R tQ ¡
Obinel6n de 11 propio q uo Jtotl}& renueva a Au Padre.
M f Pt)r el nnclano Slmeón.
ec:oooc1m1en <101 "' Af Por In protetJsa Ana.
\ Cólera de nerode& burl3do por 101 Magos.
fluida a Egipto Sueño do San JoM.
Partida predpltad.a de ta S.:.¡rada Familia.
1Dtgilello de loe looetnw.

~
VIda de Ol":ldón y tratx.)o.
Jou\a on medio de los docto·
E"tanel~
VIaJe :t Jcru831én.
l ret.

~'
Jc•ó• halhldo e n el tem¡>to.
en N1u.aret.

l
ÉJ>OeR do dlebn muerte.
Muerto de Snn Josó S.1ntldad de San José~
1)1atroolnlo de San Joeé.
VIDA OCULTA Y PÚBLIC.~ DE JESUCRISTO. - CUADRO SINÓPTICO 263

~
Anuoci3dO ~r 161 ~rofetu.

Su
preparadón
El pr6CUnor de Jeat\1

Bautlimo de JelÜ$ :a. orUiu del Jord,n.


lSu rld.a do penlte.nda.
Su mlttón proYidencbl.

Su :ayuno en el d«!!lerto.
1 La triple tenuclón.
\Tes-timonio que dn de Él San Ju:u1 llAUllAU.
Vnclón y ecnellle:z del lenga:aje.

l
Sermón <lol mon<t.
{ Sermones 1'11\l.len do Oatmrnrtón.
Modo Sermón e u el monte ele Ju OllYas.
de exponerla 1 Ol~~euriJO dos¡més (16 la Cena.

Sobro el •·clno de Dlot.

l
\ P~rt\boiM Sob1·e In miK!rh.'Ordla de Dios.
Sobro In mornl.
Perfección \ Ro,·clnclón eompletnda.
Su doaulnó\ del
dogma
l Cunochnlento lo .. m1Jter1os pueSto
llC
al alcance do todos.

~1
Amor do Dlot haua el s:u:rtfício.
Perieedón Amor dt'l pr6Jimo aln e.u1olr ni a Jos
de tntmlgoil.
8111 ean.cteres
la rnor.tl Rtnuocl:unlento r emor a la ero&.
Com·e)oa de pobrez:a, easttdad y obe-
dltn('b.

\ ~~,~~11!" \~~:;!~~e~:::~~~:lwtdOJ.
Sacrlnclo da '" mhla.
Yldn atn tBeha.

l
VIda , Oraetón eontinun.
Jll\bllc:~ SuiJ ejemplos Obodhmcln perfecta.
do Y Caridad &ubllmo.
Jetucrl&Lo '" unt1(ln.;l Modelo de todos loa hombrea.
. Modelo (le todas lna ''lrLudcJ.

, Ul
\ m4~~:~:~
mtln.gro&} en e .nnge 0
/1 g~~!~~~tii.~::.~
Tret r~urr«dontt.
:r~ !.~r::~~~~~.:~turoleu.
Un pOder cltvtno.
l Procltlman

Tocante
l Una bondad diYtna.
Una ub\durla dhlna.
P:.•lón.
ltuerle e.n la c.ruz.
2 tu persona
t Resorreeclón.
Negación do San Pedro.

:t
Toc:ant.e

l Traición de Judu.
tus dlscfpuloa RCCCJJCión del Jo:e¡\frltu 81\nto.
Tl'lbul:lcloncs l' trl untru~.
Tomn y dcstrucc:lón do Joru&f'lén.

l
Sus¡>rofcofaa
Ruina tlollnltl\•n del t<lmJ)IO.
'l,Oetl.llto
Ol8J'M!r&lón do lolt .JudfOJI.
n los Judfos
Vocación de lot (iontllcs.
SuJ>tn'h'CilCI:\ de 1011 .JudíoL
Predtca.elón unlvenol del P.,•nngelio.
Tocante Reinado de Jti11C:rlsto ¡WJr '" crox.
{ Odio del mundo ft IUI dlichJUio&.
m. la Jglt!1a
A,sbtencta perpetull do Dtoa.
La t.al\":atlón del mundo.
Su mlttóo
l E¡lablectda por sus mU3groa y proreclu.
Rechazada de la mayor ¡Jarto de 1ol Jadfot.
Enemtaos de Juucristo : los ~4ueeoe 1 101 tarl~.
CAP.ÍTULO XII I
Cuarto articulo del Simbolo.

Creo eo Jesucristo, que ¡¡adeció debajo del pode1· de Poncio Pilato,


fw! c>·ucifl.cado, mue1·to y sepultado.

DE LA REDENCIÓN
1. ¿ Cuál es el objeto del cuarto articulo del Simboío?
El objeto del cuarto a rtículo del Símbolo es la redención del
gé nero humano por la dolorosa Pasión de Nuestro Selior· Jesu-
cristo.
2. ¿ Qué cosas deben saberse tocante a la Redención?
Dos pr·incipalmente la h istoria y el misterio.

ART ÍCU LO T. - HISTORIA DE .LA R E DENCIÓN

SUliAntO. - J. Preludios de tn Pasión. - Cous¡)lrnción eont1·a el Sah·ttdor. Cen~ cu Beta·


n la. - Eutradn triunfal en Jerus.:dl:o. ÓIUmos dfas del Snh•ador. - Celebrneión de la
Paseua. - Jnst.lt.uctón de la Sngr nd:t F.ncartstia. - Dt!ctmlodo Jc¡a\s dos¡més do la Conn.
Sale pilra e l jardio de 108 Ollvog,
2:. Ln l'1tsión. - La :'lgOn(u. - &1 prendimiento. - Jcsós liC\':tdo auto Jos tl'lbunnles :
Jcsñs cu casa de Anás. Jesús ante el Saneddn , ou casa do Ctdf:ll;. Jno;,uJtos y ult.r:l)Cli.
'rd J•to uegnclóo de SAn Podro . .Mi.Se rnble On de Judas.- Jesús en tos trlbunl.\le& do Pit:t•
tos y HerOdes. lo:s n e,·:l<lo de nuevo a Pilatos. - ¡.~lagoll'l.Clón . - Coron!lclón de C!fJ>Iuas.
- Conden:~.c lóu. - Ejecuciól\ do 1:' sentencia. Je8ús sube 31 Új.l\·ario. Jesl\S crueitlc:tdo.
frl)S bla.stcfnos del Q:¡h·a.rln. l..~os OciOd del Cah•ttrlo. LaJ~ siete ptllabroJ s de JesUs eti la eruz.
3. :ltucrte y ¡¡Cpultnr:). - Ctrennstanclas do ln mucr t;c de JcsOs. Prodigios. La lamr.ada.
- Sepultura de Nuestro Sef1or.
t. Reliquh\8 de Jn l'a.slóu. - l...n verdadera cruz. Los santos el:\\'05. La lnsel'lpclóu. La
Mnta. corona. - La es¡•onja. Bl hierro de la lnnzn. - El velo. Ln. Lúniea Sllgr:ulo. La
mortaja. - JJ:l CSCóilCnl d~l J>ret.CH"IO. La COIUlllU:l do la Oagel:.lclón.
~. Fin d o tos eulp:lbles. - Judas. I>il:ttos. Herodes. Cnlfás. La naclón judia.

1. Prel udios de l::t P asión.


Conspiración contra el Salvador.
a.¿ Qué efecto p··odujeron en el ánimo de los fal'iseos las p¡·ed icaciones de
Jesucl'islo 1
Heridos en su or·gullo, los fariseos resolvieron dar muerte a
J esucr·isto.
CO!'SPli\AClÓN CO~TI\A EL SALVADOR 265
4. ¿Con qué ocasión llegaron a tal extremo?
Con ocasión de la resurrección de Lázaro. Muchos Judíos , tes-
tigos de este milagro , c reye1·on en Jesús; entonces Jos pontí-
fices y los fal'iseos se re uni ero n en consejo y en co nformidad con
el parece,· de Caif{ls, decre ta,·on la muet·te de l Seno,·.
Entonces los pontífices y fa•·iseo• jtmtm·on consejo, y <Lije>·on: 6 Qué
!tacemos~ este homlwc !tace Mttcltos milag•·os. Si le dejamos así, todos
cree>·án en él; y veud•·«n los Homanos, y a>'l'llitw>·áu >tucsll·a ci11dad y
la uaci6>l . En esto, 11no de ello•, llamado Cai{ás, que t>'a el sumo pon-
tifice de aquel año, les dijo: l'osotros 110 entendéis nada t>l esto,,.¡
•·e[lexionáis qote os cou vi<!nc el que mue>·a tm solo !tomb>·c pot· el bien
del pueblo, y no pe>·ezca toda la >!ación 1 •
5. ¿ Cuáodo pensaban ejecut.a r cstn sentencia de rnu crlo '!
Después de la fiesta de Pascua; pues temían que se subleva-
sen los Galileos que e n g ran nú mero concuri'Ían a aquella solem-
nidad •.
6. ¿ Cómo se anticipó la ejecución de sus designios?
Por la pr·opuesta que poco después les hizo Judas de entre-
gar·les a Jt'sús.
7. ¿ De qué modo el consejo de Cai fas y la pl'opuesta do .ludas entraban en
los designios de la Po·ovidenciu ?
El sumo sacerdote ofrecía cada ario el sacrilicio de exp iación
por el pecado. Fué, pue~, Caifás, pontífice de aque l a1io, quien
designó e inmoló, en alguna manera , la víctima divi na que debía
satisfacer por· los pecados do todo e l mundo. Con m consejo fué,
sin saberlo , el instromento de Dios; Judas, con s u oferta , hizo
que e l divino Corder·o fuese inmolado en el día fijado por la ley.
8.¿ En qué ci~unstaocias concibió Judas su inicua a•esolución?
En Betania, cuando Ma da Magdalena derramó, en casa de
Simón el Leproso•, un perfume de gran p t•ec io sob1·e los pies
de l Sulvado t·. «¿Por qué, dijo Judas, no se ha ve ndido este licor
en trescientos deoa1·ios d e plata para darlos a los pobres 3 ? :&
9. ¿ Era en verdad el cuidado de los pobres Jo que hacia hablar así a
Judas?
No : « esto dijo, no I>Orque é l pasase algún cuidado por los

• Simón el l eproso era llamado nsi por la enrermedad de la lepra que había
lcnido y tic l;, que le habín curndo Jesucristo. Ag•·~dccido a t:ll ra\'Or, in\'itó al
Snl\•;•dor· n su mesa, lo que habiendo sabido María ~la gda i CilO, fué a al'l'oja J•se
a los pies de J esús pidiéndole l>C t•dón poi' sus pecados. llallósc de nuevo Jesús
en casa de Simón, siele dfns nnlcs de su muel'te, ~· esta vct, Mnrin )lagda-
lcna tl•ansportada de alegda u consecuencia de su COtl\'ersión • derr~1mó per-
fumes sobre la cabeza de su dh·ino Maestro.
t Juan, xr-. ·li-50. - ! ;\l:at.. xs:,·r, 3·5.- a luan, xu, ;..

12.- ~POS. DOCTRISA.


266 PRELUDIOS DE LA PASIÓII

pobres : sino por·que er·a ladrón mte1·o, y teniendo la bolsa ,


llevaba o def.·audaba el dinero que se echaba en ella' . »
10. ¿Con qué palabras :~labó .lesús la acción de la Magdalena?
« Jesús respondió : Dojadla que lo emplee para hom·a1· de
cmtenwn o mi septtlttwa •. En verdad os digo, que doquiera se
predique este evangelio se ct>lebrará también en memoria suya
lo que acaba de hacer 3 • »

Entrada triunfal de Jesús en Jerusal•n.

11. ¿ Qué hizo Jesús al olro dia de cenar en casa de Simón~


Entró triunfante en Jcr·usalén , según lo habían predicho los
profetas Isaias' y Zacarias •.
Mil·a. que tu Bey venll•·á a ti justo y salvado•·; el vcnllt•á pob>·e y sen-
tado sobre una asna, y $Ob>·e mt pollino hijo de asna.
12. ¿ Por qué quiso el Sal'"do•· hacer esta entrada triunral en Jerusalén?
Para mostrar a sus discípulos que er·a verdaderamente r·ey de
Israel y que comenzaba su reinado de mansedumbre y de humil-
dad, figurado por este modesto aparato con que entt·ó en Jeru-
salén.
13. ¿ Qué significaban el asna y el pollino?
El asna, que había servido ya de cabalgadu r·a, s ign ificaba la
Sinagoga, que ha llevado a los profetas, cuyos escritos guarda
todavía. El pollino, en el cual nadie había cabalgado· aún , signi-
ficaba la Iglesia, que no'llevar·á jamás sino a Jesucr·isto con su
Evangelio, en el que se ven cumplidas las pr·orecias.
H.¿ Cómo fué aclamado Jesús al entrar en Jerusalén?
Jesús rué aclamado por el Mesías. La gente del pueblo que en
gr·an número le precedía y seguía, extendía sus vestidos por el
suelo, y :m'ancando ramas de los árbol es, las esparcía gritando :
lloscmna alllijo ele Davic! •. - Bendito sea el •·eiuo dé nuest>·o p<~cl•·e
Vauid que vemos lkga•· ;•hol'n en la persona de su hijo'.- Bendito sea
e/ que viene e>t uomb1·e del Señot·, el t·ey de ls•·acl~.
15. ¿Cuál rué la actitud de los rariseos?
Se indignaron sobremanera y algunos dijeron a Jesús :
« Maestro, reprende a tus discípulos. » Mas Ji:l les contestó :
.11. En verdad os digo, que si éstos callan, las mismas piedras
danin voces•. »Era preciso que quedase probado que Jesús fu é
condenado a muer·te por ser· el Mesías.

1 Juan, xn, G.- 2 Juau, xn, 7 . - ) Mal., xxv1, 13.- • Caalaa, u;u,
11.- G Zae..,
lX, t . - 1 !13t., .n:J, t . - 1 Mar<:., :u, 10.-8 Juan, 111, U.- t Lue., x.ax, 39-40.
ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS EN JERUSALÉN 267
•16. ¿Con qué sentimientos hizo Jesús esto cntJ•nda Ll'iunfnl '/ .
Con sentimientos de tristeza y dolor, pues veía los espantosos
males que pronto caeríau sobre aquella ciudad culpable.
Al llega•· cc>-ca de Je•·ruall!n, ¡Joniénclose a mi•·a•· esta ci11dad, de-
''''amó lág•·inuts sobre ella, diciendo:¡ Ah, si conocieses tarnbiJn tú, por·
to menos en es le día qtte se le ha dado, to que puede alt·aeo·te la paz
o felicidad! mas cthoi·« está todo ello oculto a ltu ojo;. La 1:\stima es
q11e vendrán w1os dictS sobre ti, e11 que hu enemigos te ci•·crmvalarán,
y te •·odem-án de contramuro, y te est•·eclrará>l por todas pa•·tes, y te
ao·•·asa•·ú•l, con los liijos tuyos, que tend•·ás ence•·•·ados <lenl>·o de ti, y
no deja•·ún en ti pied•·a sob•·e piedra¡ po•· cuanto has 1/f:sconocido el
tiempo en qttc Dios te ha visitado 1 .
17. ¿ A. dónde se dirigió Jesús inmediatamen te?
Al Templo, del cual arrojó por segunda vez a los vendedores,
curando alli a los ciegos y cojos que se le acercaron.
18. ¿ Estn ~isit.a de Jesús ni Templo tenía algún significado especial?
Si, porque como en este día se hacia la elección de los corderos
que se habían de inmolar en la Pascua, el mismo Jesús se pre-
sentó a su Padre celestial como víctima por nuestros pecados.
19. ¿ Cómo se pr-evino Jesús contra la malicia de sus enemigos?
Durante el día, Jesucristo enseñaba en el Templo confundiendo
a los esct·ibas, fariseos y saduceos; y por la tarde, se retiraba
a Betania, a casa de Lázaro, distante media hora de Jerusalén.
'lO.¿ Por qué se iba Jesús todas las t.ardes a Bctania?
Para evilat· que le dieran muerte antes de que fuese llegada
su hora.
2L ¿ Qué anunció a sus Apóstoles el martes por la tarde, al \'olver o
Bctania?
Les anunció la próxima destrucción del Templo, la t•uina de
los Judíos, su segunda venida para el .Juicio final y su muerte
de cruz dos díns después.
22. ¿ Dónde pusó el mjércoles?
Lo pasó en Betania en el silencio y la oración, en celestiales
coloquios con los Apóstoles, con las san tas mujeres que se con-
sagraban a su servicio y con su bienaventur ada Madt•e.
23. ¿ Qué hi 1.0 .Judas el mis mo día '!
Puso en ejecución el sacl'ílego proyecto que su avaricia le
había sugerido, y fué a verse con los príncipes de los sacerdotes
y los magistt-ados para tt·atar de la entrega de Jesús. «¿Qué que-

t Lne., XIX 1 H · ·H .
268 PRELUDIOS DE LA PASIÓN

réis dal'me, les dijo, y yo le pondré e n vuestras manos'? Ellos


se holgaron y se conviniet·on con él en treinta monedas• de
plata'. »

Celebración de la Pascua.
2~. ¿ Qué Apóstoles fueron mand~dos a Jerusalén, la mañana dtl jueves, a
preparar la Pascua?
Perlro y Juan : <<Id, les d-ijo Jesús, a prepararnos lo necesario
para celebl'at' la P ascua. » Dijeron e llos : « ¿Dónde quieres que
Jo dispongamos'?» Respond ióles: « Así que entraréis en la ciu-
dad, e ncontraréis un hombre que lleva un cán ta ro de agua:
seguidle hasta la casa en que entre, y di t·éis al padre de fam ilias
de ella : El Maeslt'O i.e envía a decir : ¿ Dónde está la pieza en
que yo he de comer el c01·dero pascual con mis d iscípulos? Y él
os ensel'iar:í, en lo alto de la casa, una sala grahde bien ade-
rezada : preparad allí lo necesar io. l> Idos que fueron, Jo
hallaron todo como les había dicho, y d ispusieron la Pascua •.
2.5. ¿ Por qué no mandó el Salvador a Judas , que estaba encargado de los
¡¡astos?
Po rque no quería que sus enem igos, introduc idos por el trai-
dor en la pieza donde se celebraba la Pascua, viniesen a turbar
esta úl tima cena en la que iban a cumpli rse tantas maravillas.
26. ¿ Qué pr·ecaución tomó Jesios para ir· al Ceoáculo?
Jesl.is no fué a l Cenáculo bhasta el anochece r·, para que no
lo vie ran.
27. ¿ Cómo se celebraba la Pascua?
Cada familia inmolaba un cordero sin mancha, de un año, lo
asaban y comían su carne con panes á zimos y lechugas amargas,
ceñ idos los r iñones, calzados los pies, con un báculo en la mano
y en actitud de caminantes••.

• Tr·einta monedas e1·a el ¡>Pecio de un cscla\'O, ~· equivalen a 85 pesetas ,


poco más o menos.
b Cenáculo, del latín cama, com ida. E1 ·a una sala., ordina•·ia.rnente la mal'Ot·,
situada en la parte superior de la casa, en donde los Judíos celebraban sus
convites. En una de ellas. que pe•·tenccia a un discípulo, .leslts instituyó la.
Sanlisima Eucaristía. Allí se J'eliJ•aron los Apóstoles después de la mucl'tc del
Salvador•; allí se les apareció la tarde de s u resu rrección , y allí bajó el Espí-
ritu Santo el día de Pentecostés; nll i l;lrnbién San Pedro, después de librado
por un ángel de la pris ión de Herodes . fué a reunirse con los fieles que esta-
ban congr·egaaos, pidiendo a Dios por su libertad.
t He ~quí cómo se celebraba entonces l:l Pascua : En li'CS de los lados de
una mesa hab'ía dispuestos lechos, en los cuales estaban medio acostados los
COt'l\'idados, :lpoyado$1; sob re el codo izqu ie•·do . Los manjares que se servían
tenían un sentido simbólico. - Primero se SCI'\'Ían hierbas atlltu·g:ls )' lechu-
' Mrtt., XXVI, 16; Luc., XXII, 6. - ! Lue., XXn, S· 13. - 3 Éxodo, XII.
CELEBRACIÓN DE LA PASCUA 269
28. ¿ Qué disputa tuvieron los Apóstoles durante 13 Cena?
Después que Nuestro Serior, según costumbr·e, hubo serialado
su puesto a- los conYidados, d iscutieron sobt·e qui~n de ellos era
el mayo r·.
29. ¿Qué lección les dió Jesús?
Una lección de humildad.
Mas Jesris les dijo: Los •·cyes el~ las >wciones las l!·atan con impet·io;
y lo• que tieue11 autoritlatl sob•·e ellc1s, so11 llamatlos bienhecllo•·es. No
habéis tle se•· así oosotros, antes bie>t el mayo•· de entre cosot>·os, pórtese
como el menor : y el q11e tiene l11 ¡¡recedeucia, como si•·vieule. Porque
¡, quiiJ11 es mayo•·, el que está comiendo a la mesa, o el que si>·ve P ,pw
es clar·o que quié11 es tú a Ir. mesa? :Vo obstante, !JO estoy en medio de
vosoh·os como ·u n sü·vicntt: 1• '

SO¿ Coo qué admil·able ejemplo ocompanó J esús esta onseilan1.a?


Levantóse de la cena, tomó una toalla y se la ciñó, puso agua
en un lebrillo y haciendo oficio de escla,•o, lavó los pies a sus
Apóstoles, y aun al mismo· Judas, de cuyo cor·azón se había
apoder-ado Satanás •.
31. Además de la humild3d ;,qué otras virtudes ensenó el S;)lvador en el
la\'ntorio de l os pies?
1• La pureza. q El que acaba 'de lavarse, dijo Jesús a Pedro,
no necesita lavarse más que los pies .. » Después del saludable
bario del sacramento de la Penitencia, pat· a participar de la San-
tísim a Eucaristía, súlo hay que purificarse, con <>1 amo•· y la
oración , de las faltas veniales que pueden mancha•· el corazón.
2<' La caridad fraterna. A.ntes de recibi r la Santa Comunión,
prenda infinita del amo•· de nuestr·o Dios, ¿no es jusio prestar a
nuestros hermanos todos los servicios que reclama una cordial
caridad?

g:ns compest•·es , en memol'i~1 de las n.nicciooes suf•·i das en l~gipto; c•·an con-
dírnentad:•s con una salsa espesn de color rojizo, con vinagre y a,:rua salada,
p:ora 1-ccordar los ladrillos que hacían los Heb•·eos en la eschn·ilud. Después los
comensales bebian el cáli: dt! amargura y se lavaban l:1s m:tno~.- El segundo
SCr\•icio comenzaba por u o clntico de alabanza. Se comían las \'mndas que eran
la parte principal de la cena; después pasaba el ctiti; de ale{lria, se 13\·aban
las m:. nos r conlinuaba el cántico. Estas dos abluciones si~nificnban el paso del
m a•· llojo y el delJord:ín. - t:n el ter<'ero, se comi:o el cordero pascual con
pan :'1timo. Este pan indicu. b:t a los llcbreos que así corno nhandonaron el
logipto p;~gano, asi debían lilll'a•·se de todo rennenro vicioso. J::l· cabeza de
fauli lia dividía ~· distl'ilwia los pnncs, después de moj;u·los en In sa lsa del
p1•imcr servicio o en ot1•a. Bl cot·cle1·o p01scu~l . asndo al fuego sujeto con dos
''at·itns en rorma de CI'U7., hnbí:t de cotncrse sin rompea· ningún hueso; el•·esto
se qucmab~. Una vez termin!'ldo, cil·culab:t el etfli: lle be,Hlid,íu.. y se ter10i~
naba el cantico de alaban:w. (1'omado tlel abate LtoE:TIIE.)
1 Loe.• xxn. !S-:!7. - ~ Juao, XIII, 1. \1. - a Juan, :c:u1, 10.
'1
1
270 PRELUDIOS DE LA PASIÓN

3'2. Dtu·ante la Cena¿ qué condueLa observó Jestis con Judas?


·1• Pat·a hacerle volver e n s í , le recordó con una discreta
alusión la profecía d e David :
Uno que come el pan conmigo, levanta•·á cont1·a mi su calcmia.· 1•
2• Le d ió a conocer su traición y le precl ijo las desgracias que
entmñaba :
E·tl vel'dad os digo que 1mo de vosot•·os me hm·á t>·aición ... pe•·o ¡ay
de aquel homb>·e po•· quien el Hijo del homb•·e se>·á ent?·egado; mejo>·le
(uel'a al tal si no hubiese nacido. -¿Soy qui~á yo, Maesll·o? Y •·espon-
d·ió/e Jesüs : Tú lo has dicho•. Los Apóstoles tu rbados como estaban no
se dieron cuen ta n i de la pregunta ni de la •·es)>uesta .
3• Jesi:ts dió a conocer a Juan qu ién era e l traidor:
Seiio>· ¡,quién es? - Es aquel a qtúen yo ahora dm·é pan mojado.
Y /w.b·ierulomojudo un pedazo de pan, se lo dió a Judas l scm·iote. Y des-
¡ntés que tomó éste el bocndo, se apode>·ó de él Satanás3 .

Institución de la Santísima Eucaristía.

33. Oospués de la Cena, ¿ qué hizo Jesucristo en testimonio de su inmenso


amor hacia Jos hon1bees ? ~

Instituyó la divina Eucat•istía : «.Sabiendo Jesús que era llegada


la hora de su tránsito de este mundo a l Padre, como hubiese
amado a los s uyos, que vivían en el mundo, los amó l1asta
el fin •. »
Los amó hasta el fin de su vida · mortal, hasta el fin de los
s ig los; hasta el fr.n, es ilecir, todo lo que pueden el poder y la
bondad de Dios. ,
34. Cómo instituyó Jesús la Eucaristía?
« 'fomando e l pan d ió de nuevo g racias, lo partió, y dióselo
a los Após to les, diciendo : Éste es mi cuerpo, el cual se da por
vosotros; haced esto en memoria m ia. Del mismo modo tornó e l
cá li z, después qu e h ubo cenado, diciendo : Este e;,iliz es la nueva
a li anza sellctda con mi sangre que se det·t·amat·ú po r vosotros s. »
35. ¿Qué pochw conflr·ió .Jesucristo ~ sus Apóstoles con esL::ts pa labr·as :
lfacect esto en. memoJ•ia. m la?
Les dió el poder de co twet·Lir e l pan e n su cuerpo y el vino en
su sangre, corno Él mismo acababa de hacerlo, a fin de que este
camb io misterioso r·epresentase y continuase el sacrificio de la
cruz que at' cl ia siguiente había de ser ofr·ecido .

1 Juan, xw, tS. - t Mat., xxvi, 21, 2-1, 21i. - 3 .Jmll:'l 1 xm, z:.-27. -:,Juan, x Hr, l.
- ti r...uc., x..xn, l!.l, 20.
DISCURSO DE JESÚS DESPUtS DE LA CENA 271
36. ¿ Cómo era la cena eucal'istica, anticipadamente, un ve1•dadero sacri-
ficio?
En cuanto contenía Jos tres actos -esenciales del saci'ificiu, a
saber: la ofrenda, la inmolación y la comunión .
1• Jesús se oft;eció a su Pad re bajo las especies de pan y vino,
conforme iba pronto a of1·ecerse, victima cruenta, en el Calvai·io .
2• Se inmoló místicamente JlO I' las palabras sagradas que sepa-
raban el cue1·po de la sangre : « Tomad y comed, éste es mi
· cuet·po; lomad y bebed, ésta es mi sangre' . »
3• Dándose en alimento a sus Apóstoles, les hacía participar
de la víctima del sacrificio.
37. ¿Por qué se inmoló el Sa ll'ador misLicamenLe en el Cenácu lo antes de
in molarse realmente e o la cruz?
1• Para atestiguar que su inmolación et·a libre y espontánea;
2• para inaugu rar el sacrificio eucarístico; 3• para ense1lat' a sus
ministros, con su ejem plo, con qué t'eligiosidad deben prepa-
ra rse a él, ofrec~rlo y dat' gr·acias.
38. ¿Cómo terminai'On la celebrac ión de este santo miste,•io .J esuc¡•isto ~·
sus Apóstoles?
Rezando el himno de acción de gracias •.

Discurso de J esús después de la Cona.

39. ¿De qué fué seguida la institución de la Eucaristía ?


Del admirable sermón de Jesús a sus discípulos.
40. ¿ De cuántas pal'les consta el d iscurso de la Cena?
De dos : la primer·a contiene las instrucciones de Jesús a sus
discípu los en el Cenáculo; la segunda, las instrucciones que les
dió yendo del Cenáculo al hu erto de los Olivos.
4'1. ¿Qué cnserianzas contiene Ja primera parLe·?
t • El Salvador da en ella a sus Apóstoles el precepto de la
caridad frale rna.
Un n~tevo mandamie11to os doy, y es r¡ue os amliis w10s "otros; y que
del modo qw~ yo os he <•mallo a vosot•·os, «Si también os «méis •·eci¡n·o-
ccunente3.
2• Predice la negación de San Ped ro y la dispersión de los
Apóstoles.
En ve•·dad, en vel'dad te rligo : No c«nt<wá el gallo sin t¡t<e me hayas
negado t1·es veces ·•. -Todos vosot•·os padece1·éis escándalo po•· oc«sién
de mi esta noche y me abandonaréis •.

1
:Uat., xxvr, 26, 28. - ! Ma.t., xxvr, 30. - 3 Juno, Xlll, 34. -. " Juan, XIII, 38. -
ti Mat., XXVI, 31.
272 PRELUDIOS Dt: LA PASIÓN

3• Les dió a conocer la íntima unión del Padre y del Hijo.


¿Cómo no c•·eiis que estoy en el Paclt·c, y que el Padt·e está en mi,
Ct·eetllo a lo 11te11os JIO>' las obt·as que yo lwgo 1 •
4• Les reveló la unión de las tres personas divinas con el alma
cristiana•.
42. ¿ Qu6 enseñanzas contiene la segunda parte?
·J o Con la alegoría d~ la viria, .J C's ús hizo comprender a los
Apósto les e n qué consiste la vida crislia.na.
Ycr soy le• vid., vosol•·os los sat·mienlos: q>cicn está u>ticlo, pues, con-
m ·igo, y yo con el, ése da mucho f•·uto; pot·quc sin mi nacla podéis hace•·$.
2• Les enseñó los principales f•·utos de esa vida sobrenatural :
El p•·imero es el amor· de Dios hacia el alma y del alma hacia
Dios.
Al modo qtte mi J>ad•·e me amó, así o• lle anwflo yo. Pet•set·e•·ad en
mi amot·. Si obse•·•a•·eis mis 'P''eceptos, ¡Je~scue•·a•·éis en mi am<»·; así
como yo tambiéll he guat·dado los p~cceptos de mi Padre, y pe>·secet·o
en .Sl' CUHO)";t.
r-:1 segundo es el amo•· al pr·ójimo.
El p>·cccpto mio es que os ctméis uuos e• otros, como yo os he amado
a vosott·os ' .
3• Les predijo que estar ían expuestos al odio de l muDdo.
Si el mundo os abo>Tece, $abecl q>w ¡n·imet·o qrce a vosotr·os me abO>Te-
ció a m!... Si me !tan pet·seguido a mi, tcmrlliért os ha>< de pe>·.-eguit· a
vosolt·os•.
4• Les dió a conocer la misión del Espíritu Santo.
Ctuutdu venga el Espíritu de verdafl, él os CIISCtiará todas las ue1·dades '.
5• Los consoló y alentó.
l'oluet•é a uisilo>·os, y cue•t,·o cor·a:ó11 se bntilll·<i '11 go:o, y nadie os
quilat•á UIICdo·o yo:o •.
43. ¿ Cómo terminó Jesucristo el sermón clc la Ceon?
Alzando los ojos al cielo, hizo una admi r·able o•·ación•, en que
pidió a su Pad re tr·es cosas principalmen Le : para sí, la glo ria
que lo es debida; para Jos Apóstoles, la J)resot·vación del ma l, es
deci r, del pecado, y la santificación e n la verdad; para todos s us
h•jos, la g racia de la car·idad fratern a, y una íntima unión , que
sea enlre el los como la prolongación de la misma vida diviua ••.

1 Juan, XI\', 11·12. - 2 Ju.ao, XI\\ 20·%C. - i Juan, X\", a . - ' J11a.n. X\", !1- 10. -
1 Juao, xv, l t . - ' Juan. x<r, 18·!0. - 1 Juan, X\'1, ll, - fJuao, xn, " · - 9 Juan,
.u n.- ro .&bar.o Lut'fk.c : .YOlre-&ignt w.r dtut-1 *'" f.raugflt..
LA PASIÓN 273

2. La Pasión.
La agonía de Jesús en Getsemani.
4~. ¿En <¡ué lugat• pt·incipió la dolot·osísima Pasión de Jesucristo?
E n el huerto ele Getsemaní•, o de lo~ Olivos, lugar· muy cono-
cido de Judas, el traidor.
Adán, desobediente a l mandato de Dios, causó en un j ardín
la ruina del género humano; en un jardín el nuevo Adán lo res-
c.ató con la tri ple pr·otesta de obediencia a sn Padre.
45. Llegado al huerto ¿ qué hizo. Jésus?
1• Invitó a todos sus d iscípulos a orar.
O•·ad pcu·" que no cC!igú·is en tentación 1 .
2• Se adelantó a lgu nos pasos con Pedro, Santiago y Juan, que
quiso fueran testigos ele su agonía.
46. ¿Qué dijo Jesús a estos tres discípulos?
• « !l'li alma siente angustias mor tales : aguardad aquí, y velad
conmigo •. » Y apartándose ele ellos a la distancia de u n tiro ele
piedra, hincadas las rodi ll as, hacía oración , dici endo : «Pad re
mío, si es de tu agrado , aleja de mí este cáliz. No obslan le, no
se haga mi vol un tad, sino la tu ya 3 . »
47. ¿ Cot't'espondieron los Apóstoles tt los deseos de .Jesús?
No : oprimidos po r· el Lt~di o, y abru mad os por la tristeza, se
abandonaro n al sue•io.
Y espeni que alguno se en!l·i•lecicse conmigo, y no ¡,, hubo : y que
alguno me consolase, y no lo hC!llé' .
48. ¿Qué hizO Jesús para excitarlos a \'elaa· y oraa·?
To rnó tres veces a exhortarlos a todos, y en particulal' a Pedro.
Volvió des¡we• e• sus cli.cipulos, y los halló <l~t•·miewlo, y elijo a
Pe'l•·o: 6 Es posible que no hltyáis podido ..e/C!>' w ta hu>'CI conmigo?
Velad y omdpa•·a no cae•· en la tentació'l~.
49. ¿Qué hacia Jesús mientras los Apóstoles dormía n ?
Vuelto hacia su Padre, le dirigía esta plegaria : « Padre mío,
si no puede pasar este cáliz sin que yo lo beba, hágase tu
voluntad". »

11. Getsemauí sign ifica laga,. de aceite. En ese t.u cJ·to de dolor y penitencia,

es adonde el nuevo Ad{m iba a cu1peza1' su pasión pru·a expia1· el pecado


cometido en el ja •'din de las delicias. Alli es a.donde iha a ser cxpl'imido en el
lag:u· de la cólet•a dh·ina, y donde brotaria la sangTe de su ~ucrpo agonizante
como el aceite de la oHnt molida .
t i.uc. :XXJJ , 40. _ t ;\f:l t., XXVI, 08 . - 3 LUC.. XXH, 41, 42. - .4 Salmo LXVJH,Jl.-
1
S A!at., XX\'1, 4.0·41. - G Mat., :tX\'1, 42.
274 LA PASIÓN

50. ;,Qué e:íliz era éste que causaba horror al Snl\'ador? .


Era sobre Lodo la repugnante hez de todas las iniquidades.
51. ¿Por' qué debía beber este cálit?
Porque se había of•·ecido por víctima de nuestro rescate.
Di4S po•· amo•· de tlosot>·os lia h·atarlo a aquel que no conocía cú
pecado, como si hubiese sido el pecado mismo, con el fin de qtul nos-
oll·os vimé•emos a. se•· co•• él justos con la ju<ticia de Dios 1 •
!)2. ¡, A qui én envió Dios en soco•·•·o de Jesús ?
A un ángel que lo confortó'.
53. ¿ Fu6 grande el dolor qu e experimentó?
I!'u é tal que entró en agonía, y « víno le un sudo•· como de
gotas de sang re , que chorreaba hask'\ el suelo 3 • »
M. ¿Qué hizo Jes\1s después de su oración?
Vo lvió a sus Apóstoles, y les dijo : « Levantaos de aquí , y
vamos, que ya el traidor· está cerca'. •
55. ;, Quiénes acompañaban a Judas?
Algunos soldados romanos y siervos mandados por los pontí-
fi ces, los fariseos, los escribas y los ancianos, p•·ovislos de linter-
nas, hachas y armas, a los cuales se juntó una tu rba de gente
arm ada con espadas y con palos.
56. ¿ Quú scoh l había dado Judas para conocco• a Jesús?
Les había dich o : « A qu ien yo besa re, él es, prendedle, y con-
ducid le con cautela•. »
57. ¿Por qué les dijo .Judas que lo llerasen con en u tela?
Porque sabía que su Maestro se había ocultado ya varias veces
a sus furi osos enemigos, y no queria que Jesús escapase de sus
manos, antes de recibir el precio de la lraición.

Prendimiento de J eaús.

58. ¿Cómo so llegó Judas al Señor ?


Con apa•·iencias de amistad : <( Maest1·o mío, le dijo, Dios te
guarde, y lo besó•. »
59. ¿Cómo acogió Jesús a aquel pér fido ?
Con div ina ben ign idad, dici éntlo le : « 1Oh amigo ! ¿a qué has
venido aquí''! ¡Oh Judas 1 ¿con un beso entregas al Hijo del
bombre 8 ? »

\ 11 Oor., l". 21. - ~ Luo., XXII, 4 3.. - a Luc., XXII, 44. - " :U'3r"C. 1 XJV, 42. - S Mare.,
XlT, H.- t llaR., 45. - 1 llat.• x X\"t .60. - • Lur.. xxu , 48.
:t:l\",
- JESÚS LLEVADO .liST E LOS TRI BUNALES
275
60. En el momento de su prendimien to¿ cómo mostró Jesús que era seiior
de los hombl'es y de las cosas?
1 • Haciendo, con sola s u palabra, retroceder y caet· en tierra
a los que venían para prenderlo ; 2• curando a un siervo del
s umo sacerdote, Maleo, a quien Pedro, tirando de la espada,
cortó la oreja; 3• no pet•mitiendo fuesen presos sus Apóstoles;
4• dando a entender a sus enemigos que no tenían sobt·e Él más
potestad que la que quería darles 1•
Todos los días estaba entt·e vosott·os ense•1audo en el tem¡Jlo, y M me
tmmdisleis . He aqui v ttest.·a ho>·a y el pode>· de las tiniebla.s. /?ero e$ •
necesat·io !J>te se cumpla>1las Esct·ittwas~.
61. ¿Qué hicieron los Apóstoles cuando \'ieron maniotado a Jesús?
Todos huyeron, pero Pedro volviendo atrás, siguió a lo
lejos al Ser1 or·, hasta el atrio del príncipe de los sacerd otes , con
otro discípulo, que probablem ente era Ju an.

Je sús llevado ante los tribunal es.

Jesits en casa de Anás y Cai{ás.

62. ¿Adónde llevaron prime•·amen le n .lestis?


Jesús fué llevado primero a casa de Anás ", s uegro de Caifás,
que había sido también sumo sacerdote, hombr·e astuto y alma
de la conspiraci ón.
63. ¿ Po•· qué fué llevado Jesucl'isto a casa de Anás?
Par·a satisfacer el org ullo de este pontífice rencoroso , y darle
ocasión para arrancar de boca del di vino Maestro un testimonio
que pe rmitiese al Sanedrín pronuncia r la sentencia capital.
S.~. ¿Sobro qué interrogó An:ís a Jesi•s?
Sobre s us discípulos y doctrina.
65. ¿ Qu6 le respondió Jesús·¡
Respondióle que habiendo hablado públicame nte a la gente,
debía preguntar a los que le habían oído.
Yo ho p t•cclica<to ¡Jí,blicamente delante d1 tocio el munrlo ... 6 Que me
pt·eguntw ami? Pt·egunta a los que han oulo lo que yo les he c>18et'iado•.

• Se supone que el ¡>alacio de An!1s y el de Cnifús estaban juntos y tenían


un palio comlm ; cslo cxplicn cón"'o San Pedro~ estnndo en casa do Cn irás, po-
día \'Cl' lo que s ucedía en casa de Antís.
1 Juau , xnu, 6 - 10; ll!at., nYI, 61-04.- S M'3re., XIV, <1~; Luc., xxn, U; M:at.,
XXVI, 66. - ' Juan, XTUI, '0.! 1 .
276 LA PASIÓN

66. ¿Qué significaba esta respuesta indirecta de Jesús?


Que no reconocía competente a es te pontífice, pues no ten ía
derecho de interrogarle jurídicamente.
67. ¿Qué ultraje se hizo entonces a Jesús~
Uno de Jos ministros del Templo le dió una bofetada, diciendo :
« .¿Así respondes tú al pontífice'? » ·
68. ¿Qué respondió el mansisimo .Jesús?
«Si yo he hablado mal, manifiesta lo malo que he dicho; pero
si bien,¡, por qué me hieres •? »
69. ¿A qué tribunal envió Anás a Jesús?
Anás hizo que llevasen a Jesús, maniatado como malhecho r
peli groso, al sumo pontífice Caifás, su yerno, a fin de ser presen-
tado an te el Sanedrín • .
70. ¿Quién pt·esidia entonces el Sanedrín?
El sumo sacerdote Caifas, de la secta de los saduceos.
71 . ¿ Po1· qué los enemigos de Jesús le hicieron comparecer ante el Sane-
di·in ?
Porque querían, par·a ocultar su odio inicuo, hacerle conde-
nar· como violador de la ley.
72. ¿Cómo empezó el proceso?
Con la deposición de m ultitud de testigos que los mismos
jueces habían sobornado. Per·o Dios permitió, para confusión de
los far·iseos, que no es tu vieran acordes en sus testimonios. ·
73. ¿Qué contradicción se nota en sus testimonios?
Según uno, Jesús había dicho : t~ Puedo destr·uir el templo de
Dios y reedificar lo en tres días. » Según otro, Jesús había dicho :
« Destruiré este templo que ha ~iqo hecho por mano de hombre,
y en tres días reedificar·é otro qo¡e no será fabricado por mano
. de homb re 3 . »
Además de esas discrepancias, los testigos no referían tal
cual Él la había hecho la profecía de Jesucristo. Había dicho

• Sanedrín. El Sanedl'io e•·a el sup•·emo tribu nal entre los J udíos. Juzgaba
las causas importantes ~ int.erp1·etaba la ley y t.leliberaba sol>l'e Jos negocios
reJigiosos y poliLicos. Para este (in, los setenta y dos miemb1•os del Sanedrín
formaban tres secciones: ·ta la sección de los sace1'dotcs 1 de la cual rormaban
parLe los sumos sact!t'dotes en cjePcicio o dimi siona1•ios y los cabezas <fe las
''einticuatt·o familias sacerdotales; 21l la sccci6n de l.os doctores y de los escri·
bas, homtll'es "ersados en el estud io de la ley; 311 la sccci,;n tle los ancianos,
es decir, de l~s magistrados y de los notables de la nación. - José de Al'i-
ma tea y Nicodemus e1•an miembt~os del !:;aoed¡•in , pero no tomaron parte en
la condenación de Jesús.
1 J'uau, xvm, 22. - 2 Juan, X\•m, 23. - 3 Mat., XX\'1,6 1; Marc., x1v, 68.
'JESÚS LLEVADO ANTE LOS T RIBUNALES 277
hablando de su cuerpo, verdade ro templo de la divinidad
~Destruid este templo y lo levantaré en li'es días' . »
74. ¿Qué delito consti(uían las palabras de los falsos testigos •
Una blasfemia contra el Templo, digna de ser castigada con
la muerte.
75. ¿.Se conrenció Caifás pot• estos testimon ios de que Jesús era blas rcmo?
De ningún modo, porque sabía que Jesús había que rido hablar-
de su resurrección, puesto que al siguiente. día mandó av isar
a Pilatos que el crucificado había dicho en vida : « Después de
tres días resucitaré. »
76. ¿Respondió Jesús a estas acusaciones?
Aunque invita.do por Caifás a justificarse, Jesús g uardó silen-
cio, como el cordero que se deja esq uilar sin quejarse•. Además
era inútil r espon·det· a acusaciones que se destruían por si mismas.
77. ¿Qué hizo entonces Caif;ís para obliga •· a Jesús a hablar ? .~
Le dijo:<< Yo te conju r·o de par·t.e de Dios vivo, que nos digas
si tú eres el Cri ~to, el hijo de Dios•. •
78. ¿Cuál era el fin de esta intimación?
Provocar una sentencia de muerte. Jesús se había declarado
el hijo de Dios. Si negaba que era hijo de Dios, se le condenaba
por impostor; si afirmaba, se le condenaba por blasfemo.
79. ¿Qué respondió Jesús?
Jesús afirmó su divinidad, y en~e1ió además a sus enemigos
q11 e, siendo hijo de Dios, se había hecho hijo del hombre.
Yo .•oy ¡y ·ve1·éis at hijo <lel homb•·e sentado a /(! diest·m de la majes·
tad de Dios¡ y venil· sob•·e las n•' bes del cielo' .
80. ¿ Po1· <¡ué no guar·dó silencio Jesús sabiendo <¡u e la afirmación de su
divinidad le habia ele costa•· la vida?
Jesucristo quiso responder a Caifás : 1• para enseñarnos a
p1·ofesar sin rebozo nuestra fe y sin temor a l•1s persPcuciones;
2• para darnos ejemplo de respeto a la autoridad; por·que aun
cuando la ley fuese vio lada contra Él , qu iso observar sus pres-
cripciones, respondiendo a una inter-rogación que el supremo
represen tan te de la autoridad religiosa tenía de1·echo a hacer .
81. ¿Qué conclusión sacó Caifás de la declaración de Jesús?
Fingiéndose irrilado, desgarró sus vestidu ras en señal de
hor ror, dicienclo : (( Blasfemado !1a : ¿ qué necesidad tenernos ya
de' testigos~ vosotros m ismos acabá is de oir la blasfemia;¿ qué
os parece? A lo que respondieron : Reo es de muerle 5 . »

1 Juan, n, Hl. - % Js ., un, 1. - 3 Mat., xxvr, 63. - ~ liare., xrv, 6!!'. - s )Jat.,
XXVI, GS, GG.
278 LA. PA.SIÓN

8'2. ¿Cómo fué tt·atado Jesús después de esta sentencia?


Jesús fué entregado hasta la mañana a la bmtalidad de la sol-
dadesca y de los criados. Le escupían en la cara, le insultaban y
le herían ; le vendaban Jos ojos y le daban ele bofetadas diciendo :
« Cristo, pt·ofelizanos, ¿quién es el que te ha heri do'~ »
$3. ¿Cuál rué la ma~or pena que experimen tó el !::ialvador?
La tri pie n~gación de San Ped t'O. El apóstol había seguido a su
divino Maestro hasta el atr io del pontífice para conocer la deci-
sión del Saned rin .
«Una criada, acercándosele, le dijo : También tú andabas con
Jesús el Galileo. Pet·o él lo negó en presencia de todos, diciendo :
Yo no sé de qué te hablas. - Y saliendo él al pórtico, lo miró
otra criada, y dijo a los que allí estaban : Éste también se hallaba
con Jesús Nazareno. Y negó segunda vez, afirmando con jura-
mento : No conozco a tal hombre. - Poco después se acercaron
los circunstan tes y dij eron a Pedro : Seguramente eres tú tam-
bién de ellos : po t·que tu misma habla te distingue. Entonces
empezó a echarse sobre si imprecaciones y a j ut·ar que no había
conocido a tal homb t·e. Y al momento cantó el ~allo ~. ll
84.. ¿ Qué hizo Jesús para convertir a su infiel apóstol?
<\ \'o] viéndose el Señor dió una mirada a Pedro. Y Pedro se
acordó de la palabra que el Señor le había dicho : Antes que
cante el gallo, tres veces me negarás. Y habiéndose salido afuera
ll oró amargamen te 3 . »
85. ¿Por qué fué llevado segunda vez Jesucristo delante del Sanedl'in?
Porque la sesión noctu rna era ilegal. Los miembros del g ran
consejo pisoteaban la juslicia, pero aparentaban respetar la lega-
lidad.
86. ¿Qué se hizo en esta sesión?
Se volv ió a preguntar a Jesús si era el Cristo, hijo de Dios.
Respond ió : «Lo soy, como vosotros decís '. » Entonces se con-
fi t'mó la sentencia de muerte.
87. ¿Pod ían los Judíos ejecutar esta sentencia por si mismos?
No: habían pe t·dido todo derecho de vida y muerte, desde qu e
el cetro salió de Judá; pot· lo que era necesaria la in tervención
del procuradot· ¡·omano, Poncio Pilatos. Por eso condujeron a
Jesós al preto rio•.
• Poncio Pi latos gobernó la Judea ent•·e los mios 26 ~ 36 de la e1·a cristiana .
Su Pesidencia a•·din;;u·ia era Cesál'ca de Paleslina, en las ribc•·as del mar. En
las g•·andes solemn idades, pasaba a Je1·usalén, en donde era neces:11'ia la IH'C-
scncia del procu"•doe po1· la inmensa afluencia de foraste•·os y por el espíritu
1 M:tt., x:<vr, 68.- 2 Mat., XX:\'1, 69-74. - 3 LlJC. , xxn, 61, 62.- 4 Lue. , xxn , 70.
JESÚS L LEVADO ANTE LOS TRIBUNALES 279
as. ¿Qué bízo ludas cuando supo que Jesus había sido condenado a nluerle?
t Entonces Judas, viendo a Jesús sentenciado, arrepentido de
lo hecho, restituyó las treinta monedas de plata a Jos príncipes
de los sacerdotes y a los ancianos, diciendo : Yo he pecado, pues
he ve ndido la sangre inocente. A lo q ue d ijei'Oil ellos:¿ A nos-
otros , q ué nos im porta'? allá le las hayas. Mas él arrojando el
dinero en el Templo, se ftlé, y echá ndose un lazo se ahorcó' . »
OO. ¡,Por· qué de\'Ol\'ió Judas las monodas de plata?
Judas sólo se propon fa en su traición el beneficio que sacó,
pensando que Jesús se lihraría de las manos de sus enemigos.
Pe1·o cuando Jo Yió condenado a muerte, se llenó de ,.e,·güenza y
espanto,· y no pudo gua1·dar el dine1·o que le reprochaba su cl'i-
men.
90. ¿ Qué arr·epentinoiento fuó el de Judas?
Fué nn al're penlirniento purame nte humano. 1;sle miserable,
habiendo perdido la re, no concibió ningunn esperanza de per-
dón, ni le conmo,•ió el amor misericordioso que le manifestó
.Jesús la misma noche de su traición.
Am6 la maldició" y le caerá encima; y pues tro quiJo la bendición, ·
ésta ¡.e relit·ará lejos de él'.
91. ¿Qué uso hicieron los príncipes de los sacerdotes del diner·o de Judas?
Estos hipócritas tuvieron escrtipulos de pone•· es le dinero en el
teso ro po¡·qtl C era precio de sang re. Según la precJ icción del pro-
feta Zacal'ias 3 , « compra•·on el campo de un alfare ro para sep ul-
tura de los ex tranjeros; por lo cual se llamó dicho campo Hacél-
dama., esto es campo de sangre ' .

Jésus dcla?lte de Pilatos y Her·odes.

92. ¿Qué hicieron los enemigos de Jesús para im pedir· In s ubl evación del
pueblo?
Como sabían q ue el pueblo de Jerusalén , asl como muchos
foraste•·os, especialmente los Galileos, amaban a Jesús, los fari-
seos hostigarou a una multitud hostil, que po1· la audacia y la
violencia debía impedir· c ualquie r oposición a su proyecto. Se
puede, pues, suponer que esta multitud siguió a Jesús maniatado

inquieto de los Judíos, siempre pronlos a apro\'cchar loda ocasiórl para sacu-
dir el yugo del poder cxlo·anjero. Pilalos habilaba el nnliguo palacio de
lhH·odo8, que se llarn~ba el ¡>l'c1ot•io, cca·ca de la to•·•·c Antonin, al nor·te del
Templo. Cuando llevaron a Nueslr'O Serior· al pr·elo••io, Luvo, JHICS, que alra -
vesar casi toda la ciudad de su•· n norte.
1 Mm'-, xxvn, 3·5. - 2 Salmo ovm, 11.- 3 Zae., xt. 13. - 4 Mat.., X:X\•u, 1, 8.
280 LA PASIÓN

desde ei palacio de Caifás hasta el p•·etorio de Poncio Pilatos, pro-


digándole injurias, budas y golpes.
93. ¿Por qué los acusadores de Jesús no entraron con 1::1 en el pretorio?
Para no contaminarse y poder comer la Pascua. Si huhiese n
entr·ado en la ca"a pagana del gobernado r·, habrían con traído
u na mancha que les vedaba el fes tín sag r·ado. En esto, como
en muchos puntos, los fariseos agravaban el yugo de la ley.
M-. ¿ Cómo empezó la acusación?
Saliendo Pilatos del pretorio, pt·eguntó qué acusación traían
contra Jesús. Los fariseos replicaTon : 11 Si éste no fuera mal-
hechor, no lo hubiér·amos puesto en tus manos. » Esta bi·e,·e y
arrogante respuesta no sufría discusión ni dilación : hubieran
querido la simple conf1 rmación de su se ntencia, seguida de una
ejecución inmediata.
El gober·n ador, poco di spueslo a este papel de ejecutor, les
dijo : "' Pues tomadlo vosot1·os, y juzgadlo segun vuestra lel'· ,
Esta decisión tampoco les daba derecho para t>jecutar la senten-
cia de muerte; así que respon dieron en se~uida : « A nosotros
no nos es permitido matar a nadie •. »
95. ¿Cómo ordenaba Dio• • sus de•iguios In malignidad de los enemigos de
su llíjo?
Jesús había predicho que mori ría en la cr·uz. Si los fariseos
hubiesen aceptado la proposición de Pilatos, de juzgar a Jesús
segü n su ley, no hab r·ían podido infligir a su víctima más que
la excomunión o la fl agelación, pues no tenían el derecho de
vida y muerte. Al insistir· pa ra que Pilatos lo conde1iara a muerte,
lo que pedían era la crucifixión •. Cumplíau, pues, ellos mismos
la profecía de Jesucristo.
96. ¡,Qué hicieron los acusadores viendo que Pi latos no <¡uerla ralla•· sob•·e
acusaciones de OPden religioso'!
· Llevaron la cuestión al ten·eno político , p1·esentando a Jesüs
corno enemigo de los Romanos. « Y comenzaron a acusar·lc
diciendo : A éste le hemos hal lado pervirtiendo a nuestra nación,
y vedando paga1· Jos tributos al César, y diciendo que Él es el
Cristo o el ungido rey de ls1·ael'. »
97. ¿Qué caso hito Pilatos de tales acusaciones?
Ninguno ele la-< dos pnmeras, pues sabia que eran calumnias.
En efecto : cinco días ¡¡ntcs, Jesús habia respondido publ ica-

• Si los Judíos hubiesen estado investidos en aquel !:~ ~poca del de•·echo de
vida y muerte, habl'ian apcc.h·cado a Jesús , según la coslumb•·c de su nación .
t Junn, XvtU 1 U•31,- t LUC., XXII I, %.
JESÚS LLEVADO ANTE LOS TRIBUNALES 281

mente a sus e nemigos que que r·ían sor·pr·ender le : (( Dad al César


lo que es del César. » Per·o el trlulo de rey llamó su atención.
!JS. ¿ Qué interrogatorio hizo Pilatos a Jesús?
o.¿ Eres tú el rey de los Judíos? ... Respondió Jesús: ~li reino
no es de este mundo. Replicó a esto Pi latos : 1, Conque, tú eres
rey? Respo ndió Jesús: Así es como dices, yo soy roy. Yo para
esto nací, y para esto 1•i ne al mundo, para dar· testi mon io de la
verdad : todo aquel que pertenece a la verdad, escucha mi voz.
- Dicele.Pilato s : ¿Qué es la vet·dad? Y dicho esto salió segunda
vez a los Judíos y les dijo : Yo nin gún delito hallo en este
hombre ' . n
99. ¿Cómo acogieron esta dcchu·ación los enem igos de Jesús?
Lanzaron contra Jl'sús una multitud de acu~acioncs, y como
no r·espondiet·a a nada, so encarni1.aron más y más contra Él,
diciendo : « T iene alborotado al pueblo con la doclri na qtte 1!a
scmb1·ando por toda la Judea, desde la Galilea dondo co menzó
hasta aq uí•. »
100. ¿A qué medio recurrió Pilatos para desembarazarse de Jesús?
Oyendo hablar Pilatos de Galilea y sabiendo que Je~ús pet·tene-
cía a la jurisdicción de Tlr rodes•, le r·emilió a este pl'incipe que
con oc~sión de la Pascua se hallaba on .Jerusalé n. Como estaban
enemistadoti, e r·a es to también un medio de reconciliació n.
101. ¿Cómo •cosió Herodes a Jesús?
llerodes., al ver a Jesírs, se alegr'Ó en extremo, porque hacia
mucho tiempo que deseaba verlo. Le hizo varias pn•guntas;
pero Jesús no le con testaba. No obstante, los pl'in cipes de los
sacerdotes y los escribas persistían en sus acusacio nes. Entonces
Herodes con su corte lo despreció; y habiéndole hecho vesti r
una túnica blaoca, se burló de Él y lo envió de nue,•o a Pilatos•.
10'2. ¿ Quó hi1o Pilatos cuando \'oh•ió Jesí•s ?
Pilatos reunió a los pl'incipes de los sacer·dotes, a los magis-
tr·ados y al pueblo , y les dijo : « Vosotros me habéis presentado
e:;te hombre comu alborotador· del pueblo, y he aquí que habién-
dolo yo inlerr·ogado en presencia vuestm, no he hallado en 1::1 nin-
guno de los delitos de que lo acusáis. Pero ni tampoco Herodes;
puesto que os remití a él, y por el hecho se ve qne no le juzgó
digno de muerte. Po r· tan to, después de casti gado le deja ré
libre'. 11

• Herodes Anti1>as, tetrar-ca de Galilea, hijo del homicida de lo. !'antos Ino-
centes, y asesino de San Juan Oautista, era un príncipe sensn31, supersti·
cioso, cobal'de y er·uel.
1 Juan, x vur, Ba·88. - ! Luo., xxu.r, 6. - 3 L\IC,, XXIII, 8-1 1. - ' Lue., xxm, 13·16.
282 LA PASIÓN

103. ¿Satisfizo a los Judíos la criminal debil idad de Pilatos"


Al contt·ario, esto hizo que con más instancia pidierau la
mu erte de Jesús.
10.~ . ¿A qué expediente •·ecur••ió entonces Pilatos para librru· a .Jesús?
El gobern ado r tenía costumbre de conceder·, por· razón de la
fi esta, la libertad de un reo, a elección del pueblo. Y teniendo a
la sazón· en la cárcel a uno muy famoso llamado Darrabás, pre-
guntó Pilatos a los que hab ían concurrido : <q, A quién queréis
que os suelte, a Barrabás, o a Jesús, que es llamado el Cristo''?»
105. ¿ Qué respondió el pueblo a la pres-unta de Pilatos?
El pueblo, instigado con rabia infernal pot· los príncipes de
los sacerdotes y los anciauos, pidió a graneles voces que se le
entregase a Barrabás y que .Jesús fuese crucificado . << ¿Qué mal
ha hecho? les dijo el presidente. l\Jas ellos comenzaron a gritar
m ~s, diciendo : ¡Sea crucificado 2 ! >>
10G. ¿Qué aviso del cielo recibió l'ilatos en esos instmHes ?
Estando sen tado en su lribunal, le envi ó a decit' su mujer • :
« No te mezcles en las cosas de este justo, porq ue son muchas
las congojas que ho y he padecido en sueiios po r su causa 3 . »
107 . ¿ Qué caso hizo Pilatos de este aviso?
Ninguno. Viendo que cada vez crecía el tumu lto, or denó ,
aunque proclamando la inocencia de Jesús, que fuese azotado.

La Oagelación y la coronación de espinas.

108. ¿ Qué ci••cunstancias agrava~•on este s uplicio de Jesús?


Las siguientes : 1• la extr·ema sensibilidad de su carne vi rginal;
2• el estado de agotam iento a que le habían reducido su agonía
y los malos tt·atos que había recibido desde su pt·endirniento;
3" el rigor de la ley romana que no li mitaba, como la judía, el
tfú rnero de azo tes que se podían dar al condenado.
109. ¿Cómo se ejecu tó el suplicio de la flagelación?
Los encargados de ejecutarlo, desp ués de haber· desn udado a
Jesús, lo ataron a la columna que para este objeto se hallaba
levan tada en uno ele los ángulos del patio; y luego armá ndose de
azotes~> lo rodearon, y con rab ia infe¡·nal lo acribillaron a golpes.

a Claudia P1·qcla, a quien,' según una tl'adición, su ca 1·iLativa intcl'\'ención


le me t'cció la gracia de hacerse cristiana.
• Pt'obabl em~n le e•'an estos los azotes que llam"ban Jos l~omanos cscor-
pio'ncs, hechos con til'illas de Cl}ero en cuyas puntas lle\'aban trozos de huesos
quebrados o aguijones de hiel'l'o.
1 Ma'-., XXVI, lf>·li. - 2 Mat., XXVII, 23. - 3 "Mat~, XXVU, 19.
CONDENAClÓN DE JESÚS 283
Sob•·e mis espaldas desca•·ga•·on crudos golpes los JJecadwes : po•·
lat·go tiempo me hicie•·on sen tú · s" injusticia o tiran ia 1 • - Desde la
planta del pie hasta la co•·onilla ele la cabeza no hay p.r¡, él cosa swu,,
. sino he•·illas, y ca•·tlenales, y llaga CO>TOmpida q"e no ha sido ctwada,
ni vendada, ni suavizadC4 con bálsamo 2 •
1'10. ¿Qué oll·o s uplicio tuvo que padecer Jestis ?
«Después de la llagelac.ión, los soldados del presidente, cogiend o
a Jesús y poniéndo le e n el pórtico del pre torio o palacio de Pilatos,
junta1·on alrededor de É l la coho rte o compañía t.oda entera y
desn udándo le, lo cubr ieron con un manto de g rana; entre-
tej iendo des pués una corona de espinas , se la pusieron sobre la
cabeza, y una ca1ia po;· cet•·o e n s u mano de,·echa. Co n la rod illa
hincada en tiei'I'a, le escarnecían, diciendo : << Dios te salve, re y
de los Judíos», y escupié ndole, tomaban la ca1ia, y le herían e n
la cabeza 3 • »

Condenación de Jesús.

111. ¿Qué hizo P ilatos pat•a movet• a compas ión a los J udíos?
Sacó a Jesús consigo afue1·a e nsangrentado, destrozado , con
la co,·ona ele espinas e n la ca beza , las manos a tadas y el manto
de g rana sobr·e las espaldas. Después de 1·epetir por cuarta vez
que no hallaba en Él delito alguno les dijo : « Ved aquí al
hom bre•. »
112. ¿Se compadeciet·on los Judíos a la visLa de Jesús?
Nv : 1uego que lo vieron , alzaron el grito, diciendo : « ¡ Cruci-
fíca le ! crucifícale! » Diceles Pilatos : « Tomadle allá vosotros y
cr ucificadle, q ue yo no hallo en él cl'imen . ll
Res pondié ronle los J u dios : Q Nosotros tenemos una ley, y
segú n esta ley debe mO I'ii·, porque se ha hecho hijo de D ios ~. >l
Al delito <'Ontra el Estado que Pi la tos no q uie re adm ilir, susti-
tuyen el de li to co ntra la religión.
11:l. ¿Qué cfeclo produjer·on en Pilatos las úl~imas palab•·as de los Judíos?
Lo ll e na ron de miedo, po rq ue veía algo di vino en el acusado ,
y además, acordándose del aviso de su mujer, temía in currir e n
la venganza de Dios.
·IH.. ¿ Qoé h izo entonces Pilatos'!
Vo lviend o a e ntrar e n el pretorio, dijo a Jesús : « ¡, De dónde
e res tú ? Mas Jesús no le respondió palab ra . Por ló que Pila tos

i Salmo e xxYIII, a. - 2 18:\Üls, 1, 6.- 3 Arat., xxvn, 27·30. - ' Ju~m, >ax, 6. -
5 Jll:lD , X IX, 8·i,
284 U PASIÓN

le dice : ¿ A mí no me hablas? Pues ¿no sabes que está en mi


mano el c•·ucificarte, y en mi mano está el soltarte? - Respondió
Jesús : No lendl'ias poder alguno sobre mí si no te fuera dado
de arriba. Por tanto, quien a ti me ha ent1·egado es reo de
pecado má s gr·ave 1 • »
115. ¡.Por· quó era Cairás más culpable c1uc Pilalos?
Porque Caifás cometía el pecado con mali c ia consum ada, en
ta nto que P il atos e ra impulsado por el inte1·és.
1'1G. ¡,Cómo ll•iunrm·on los J uclíos do l:os dudas do Pilutos 0
Amenazándo le co n de nu nc ia rle a l emperado•· T iber·io : 11. Si
sueltas a ése no eres amigo de l Césa1·; pues qne cualquiera que
se hace roy, se declara contra el César•. "l::.stas palabras <'ayeron.
como un rayo sobre Pilatos: se vió denunciado a Tiberio, temió
y fué vencido.
117. ¿No lrató aún de salvar a Jcsios ?
Al oir prommcia•· el nombre del Césa•·, sacó a Jesús coni'igo
afuera; y sentándose en su tribunal , en el lugar dicho en griego
Litósl!·otos, y e n hebreo Gabbata•, Pilatos, cuya conciencia no
cesaba de protesta•· con lra la injusticia, dijo a los .Judíos : «Aqu í
te né is a vuest•·o rey. - Ellos emper·o g r·itaban : Qu ita , quftale
d o en med io, cru c ifícale. - Diceles Pil a tos : ¿ A vuestro rey
tengo yo rle crucificar ? - Respondieron Jos pontífices : No lene·
mos rey, sino al César•. »
118. ¿Cómo pr·onunció Pilatos la sentencia'/
Vit>ndo crue nada adelantaba, antes bien que cada vez crecía el
tumulto, se lavó las manos de lante del pueblo, diciendo : «. Ino·
cente sor de la sangre de este justo : allá os lo veáis vosotJ·os. »
A lo cu al respondiendo todo el pueblo, dijo : 1. necaiga su sangre
sobre nosotros, y sobre nuestros hijos•. • Entonces les soltó a
BatTabtis, y a Jesús lo entregó en sus manos para que fuese c•·u·
cificado.
11 9. ¿ Quó cr·imcn cometió Pi latos?
E l do con de na1· a mu erte a aq ue l cuya inoce uc ia había pro·
clamado, y eslo por no desagrada r <~ los J udíos ni incu rrir e n la
desgracia del César:
120. 0 Cómo ruó Pilatos, sin saber·lo. el oo·áculo <le Dios?
Proclamando la santidad y realeza de Je~üs, desde su tribunal,

:a Litóstrotos , pal~bra griega que signillea p<u•ilntnlo tle tnosaioo. - Gab-


bata, palabra hebrea que significa luyar cle<·ado.
1 JuAn, XIX 1
t•tl. - ! J u:\11 1 .XIX 1
J2.- 1 Juan, XIX 1 II·U. - 4 )dat., XXTU, !!.. , 2~,
EJECUCIÓN DE LA S ENTENCIA 285

.en presencia del Sr¡.nedl'in y de una inmensa multilud de Judíos


y ex tranje t'OS de todas las naciones, e n el
día de la mayor SOlem-
nidad del atio.
·121. ¿ Por qué han consignado los Apóstoles en su Símbolo que Jesuc•·is to
padeció debajo ele! pode•· <le Poncio Pilatos9
·t• Porque han querido damos a conocer de modo segu ro u n
acon tec imie nto de tanta g randeza y utilidad, setialand o de una
manera mu y pt·ecisa la época en que se cum pl ió.
2• Porque con esas palabras, han q .. cridn probar el c u mp li -
miento de la profecía qu e de s í m ismo hizo e l Salvador, rt icie ndo:
<< Y le e ntregat·án (al Hijo de l hombre) a los gen li les para que
sea escarn ecido, azotado y crucificado ' . »
·122. ¿Qué c•·imen cometieron los Judíos?
El de re nuncia t·, po r boca de los pontífices, a la realeza espiri-
tual del Mesías, dec larando que no querían otro rey müs que al
César. Ellos mi smos pt·onunciaron su maldición, al desear que
la sangre de Jesús cayese sobre e llos y sobre sus ~ijos.

Ejecución de la sentencia .

Sube Jesús cd Calva;·io.

123. ¿ Dónde convenía que fuese inmolado Jesús ·?


Convenía que lo fuese extramuros de .Je rusalén, para demos-
trar que era Redentor de lodos los hombres, tanto de los Judíos
como de los Gentiles.
121>. ¿Cuál fué el luga•· de la inmol ación?
El Calvario, mon tículo ár ido llamado Gólgotaa s ituado al nor-
oeste extramuros de la ciudad, lugar donrte eran ejecu lados los
ajusticiados. E l Gólgota estaba unido con el monte Moría, donde
fué cond ucido Abrahán para inmola r a s u hijo Isaac.
'125. ¿Cuáles fueron los prepa•·atii'OS de le sa Íida .,
Luego que P il atos fi rmó la sentencia , despojaron a Jesús del
manto de pú1·pur·a y le pusieron sus vestidos. Trajeron l!·es
cruces, una para Jesús, la que probablemente estaba dest inada

11 Gólgota , voz hebrea (J UC s ignifica ooluario, de catvus, calvo; llam<'dO así

por ser :íl'ido y p el~do. Seglm la tr•ad ición , fueron en ten ados en dic ho lu ·
gat• los a·~;stos de Adán; a lo cual alude la palabr•a cal;;m·io . que, por e~ ten-
sión, s ignifica lu{JCH' c.lel c1·tineo . - l ..a iconog1·afia CJ'istiana ha consagrado
esta tradición , colocando 31 pie de la cr·uz una cala\·e ..a ,. dos huesos c,·uzados .
Desde la ciudadela Anton ia, de donde S(llió el Salvador , hasta el Cah·<ll'iO,
había de 600 a 700 met,.os.
1 Mat., XX, Hl.
286 LA PASIÓN

para Barrabás, y las otras dos par·a los criminales en medio de


los cuales debía ser crucificado. Luego se puso en marcha la
comitiva.
'126. ¿Cómo estaba organizado el cortejo?
Al ft•ente, iban el centut·ión y los soldados romanos encat·ga-
dos de man1ener el orden y de ejecutar a los sentenciados; des-
pués, un heraldo quP. llevaba el rótu lo en donde estaba escrita la
causa de la condenación; a con tinuación los condenados cargados
con su cruz; luego, los pontífices y escri bas que seguían a su
víctima, cual tigr·es sedientos de san.gre, y por fin, una muche-
dumbre de pueblo compuesta de curiosos, de personas compa-
sivas y, en su mayor numet·o, de gente sobrexcitada contt·a Jesús
por las calumnias de los far·iseos.
127. ¿Pudo llevar Jesús la cruz hasta el Calva1·io?
Jesús, fallo de fuerzas a causa de los tormen tos, cayó tres
veces en P.l camino del Calvario. Los Judíos, temiendo no pudiese
llegar hasta el fin, obligaron a un extr·anjero a llevar la cruz
detrás de Jesús. Dicho extranjero se llamaba Simón, y era natural
de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo', que después fueron
fervorosos cristianos de la pr·ímitiva Iglesia .
128. ¿Por qué quiso Jesús ser arodado po1· Simón Cirineo?
Para ensenarnos que su cruz era también la de lodos los
hombr·es; por lo que era menester· que la llevase Él con los
hom bres y que los hombres la llevasen con Él.
129. ;, Cuántos encucnta·os tuvo Jesús en Ja vía doiOl'OSa '!
Tres: dos de ell os se han conservado pur trad ición y el tel'cero
Jo cuenta el Evangelio. ·
130. ¿ Cuáles son los encuentros consc1·vados po1·, 11·adición ?
t• El de su Mad r·e Santísima; 2• el de una piadosa muj er lla-
mada Ver·ónica•, que a pesar de la muchedu mbl'e, se acercó
resueltamente a J esus y le enjugó el rostro cubierto de sangre y
de salivas.
·131 . ¿ Cuál es el encuentro que nos rcfie1•e el Evangelio 0
El de las santas mujeres que llorában y plañían. Vuelto
Jesús a ellas, les dijo : « Hijas de Jet·usalén, no lloréis por mí;
llorad por vosotras mismas y po1· vuestros hijos. l> Después de
habe rles predicho los mal es espantosos que iban a caet· sobre

u .Jesús qu iso que su t'OSlro <1u edase irnpl'eso en el lienzo como Lestimonio
de su gt·atitud para con la Verónica.
1 i\I;U'C. , XV, :H.
JESÚS ES CRUCIFICADO 287
Jerusalén, at'iadió : « Si al árbol ver·de lo tratan así,¿ en el seco,
qué se hará' ? » Es decir, si el inocente es torturado de esta
maner·a, solamen te por habt>r tomado la semejanza de pecador,
¿cuál ser·á el pago de los pecadores que volunlal'iarnente muer·en
eu su pecado?

Jesús es ct·ucificado.

13'l. ;. Qué dieron a beber a Jesús en la cumbre del monte Cal~ario?


Vino minado con hiel, brebaje narcótico que pot· compasión
se daba a los ajusticiados, para atenuar el dolot· del suplicio.
133. ¿ to bebió Jes uct·isto?
Lo probó, para gustar la ama r·gu ra de la hiel, segú n la profe-
cía de David •; pero no quiso beberlo, para poder sen tir· mejor
las tortur·as del padecimiento.
13\. ¿Cómo se hizo la crucilixión ·)
Des1>ués de haber sido desnudado Jesús de sus vestidos, se
acostó amorosamente sobre la cruz,. como Isaac sobre la ho-
guera.
Con tm ba"tismo de s•ngr·e I~IJYO ele se•· yo bauti:ado: ¡oh, y cómo
lt·aigo en Jll'ensa el cot·azón, mictllras que no lo veo cttnl]Jlido"!
Eno rmes clavos cosieron sus manos y sus pies al patíbulo de
ignominia, que fué luego levantado y metido en el agujero pre-
parado de antemano. Todo el peso del cuerpo ca t·gaba sobre las
heridas de los pies y de las manos.
135. ¿Qué afrenta aitadieron a este suplicio'!
La de poner a Jesús en medio de dos ladrones, como si fuera
más cu lpable que ellos.
·JaU. ¡. Qué titulo hizo coloc:n· Pilotos so~o·c la cruz?
Estas senci llas palabt·as : « Jest'ts nazat·erto, rey de los Ju-
díos» escri las en hebreo, gl'iego y latín, pat·a que todos pudie-
ran leerlas. De esta suerte, al indicar Pilatos la causa de conde-
nación, proclamaba la rcale~.n de Jesús.
137. ¿Qué reclamación le hicieron los pontiüces respecto o esas palabras?
Pidieron a Pilatos que no escribiera que Jesús e ra rey de los
Judíos, sino que decía de si mismo : « Yo soy el rey de los
J udios •. »
138. ¿Cómo recibió Pilatos lnl r·eclamación ?
Contestiindoles con desdé n : « Lo escrito, escrito. l>

1 Lue., xxm, !S y SJ.- 2 Salmo u~m. !!. -a Luc., xn, GO.- 4 Juan, XIX, 21.
288 LA PASIÓ:'>

139. ¿Qué significaba eata respuesla?


Dicha respuesta, dictada por el mal humor· y por el deseo de
humillar a los pontífices, pero ~u la que se man ifiesta la volun-
tad de Dios, significaba : l!:t que me habéis obligado a condenar
a nruerte es vu estro Mesías; porque para el pueblo de Dios, decir
Rey de los Jud íos y Mesías, er·a lo mismo.
140. ¿Qué har que uotar· durante la Pasión r·cspccto a la r·ealeza de Jesu-
cristo?
Que en medio de lns ignominias de la Pasión, la realeza de
Jesús estuvo siempre rija en la inente de sus perseguidores.
Los pontífices, Pilatos y los blasfemos del C1lvario tuvieron
siempre en la boca, por· designio providencial , las palabras
C1·isto 1·ey, Rey de los Jw.lios, Rey de l s1·ael; Het·odes, man-
dando l'evestir a Jesús la tún ica real, y los soldados del pretorio
tratándole de re y de farsa, proclamaron, a pesar· de sus &urlas,
la realeza de Jesús sobre el mundo entero.
1~1. ¿Qué fué de los \'CSIÍUOS de Jesús?
Los cuatro soldados que lo crucificaron tomaron sus vestidos
e hicieron de ellos cuatro partes, una para cada soldado. La tú-
nica • inconsútil, que era de un solo tejido de ar·riba abajo, no
la quisieron dividir, si no que se dijeron entre sí : « No la
partamos, mas echemos suer-tes para ver de qu ién será' .»
1 t2. ¿Qué hicieron los soldados despu és de repartir·sc tos vestidos de Jcsus ?
Sentáronse a guardar a los crucificados, pam impedir que se
los llevasen antes de morir, de lo que resultó una pr ueba más de
la muerte del Salvador.
143. ¿Quedó satisfecho el odio de los Judíos con haber crucificado a Jesirs?
Poco satisfechos con su brutal triunfo, persiguieron a su
víctima hasta el último instante, p rodig~ ndol"' sat·casmos e
injurias, riéndose de su nombre, de su realeza, de sus palabras
y de sus mi lagros.
144. ¿Quiénes btasrema•·on de .lesüs en el Calvar·io '/
'1• Los tr·anseuntes, repitiendo la calumnia esparcida por los
fal'i$eOs : « Hola, tú que derTibas el templo de Dios y en tres
días lo reedificas, sálvate a ti mismo : si eres el Hijo de Dios,
desciende de la c;·uz ' . »
2• Los príncipes de los sacerdotes, los esc r· ibas l' los ancianos
que se decían cntr·e si : «A ot ros ha salvado y no ¡)uede salvar~e

• Vestido que cubría inmediatamente el cue•·po. E•·n el sí mbolo de la uni-


dad de la Iglesia (lue no admite división.
t Juan, xu. 14; Salmo x:x1, lt. - ' ).(~t .• .xxvn. 40.
EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA 289
a sí mismo: si es el rey de Israel, baje ahora de la cruz y creere-
mos en él ; pone su confianza en Dios : pues si Dios le ama
tanto, librde ahora, ya que él mismo decía : Yo soy el Hijo de
Dios'.,
3• Los soldados que, aludiendo a la escritura colocada sobre
la cabeza de Jesús, se burlaban de É l dicieudo : «Si tú eres el rey
de los Judíos , ponte en ~alvo•. 1l
4• Uno de los dos lad rones que estaban a s u lado, el cual le
decía : a. Si lú e•·es el Cristo, o Mesías, sálvate a ti mismo y a nos-
ott·os •. »
145. ¿Qu ién inspiraba tales blasfemias ?
Satanús. Admirado de semejante heroísmo, tentaba a Jesús por
boca de estos miserabl~s, para saber si era en 1·ealidad el Hijo
de Dios. En otra oca~ión le había dicho él mismo : « Si eres e l
Hijo de Dios, tírate de aquí abajo.» Ahora le dice po1· boca de
sus minisll·os: «Si tú er·es el Hijo de Dios, desciende de la cruz. »
146. ¿ Qu6 hacía Jesús en medio de tales blasfemias?
Oraba y padecía en silencio.
Ct•a11d0 16 maldecían, 1<0 ret.O I'Ilaba maldiciOilU j Cl1Utld6 le atOI' >lle>l-
taban, 110 p>'OI't't<mpía en amettazas'.
14·7. ¿No había m:ls <JUC blasfemos en el Calvu o·io?
Jesús se hallaba rodeado también ele buen núme ro de per-
sonas fiel es, quienes, con su compasión, COilsolaban su vista y
su co•·azón. Se encontraban a poca distancia hombres que cono-
cía, y mujeres que le habían seguido de Galilea para servirle•.
Pr·óximas a la cruz estaban su Madre Santísima, Maria Cleoré,
María Magdalena, Juan, el djscípulo amado, y su madre Salomé,
todos sumidos e n la mayor desolación •.

Las siete palabms de Jesús en La crt,z.

148. ¿ Qué fué la cruz para Jesús?


Adenrás de sei· el altar· de su inmo lación, l'ué la cátedra desde
la cual co n tinuó dándonos sus divinas ensellanzas.
140. ¿ Culil fué In primera palabra de J esios?
Una Ol'ación en ravor de sus ve1·dugos y de los pecadores .
Pad•·e mío, pe.·dónales porque no sabea lo que hacen 1 •
El pecado es una mt:zcla de ignorancia y de malicia; pero el

1 lf.at.., XXVII, of.t... J, - 1 Lue., x.nu, 37. - J Luc.., XXIII, 19, - .; 1 Pedro, U, tl.
- 'Lue., :urn, .. e. - • Juan. xtx, 2-$.- 7 Lue., xxw. u.
13, - EXPOS. OOCTRINA.
290 .LA PASIÓN

Salvador no considera más que la ignorancia , para aplacar la


justicia di vi na.
150. ¿Cuál fué la segunda palabra de Nuestt·o Señor?
Palabra de sa lvación para e l buen ladt·ón. Uno de los dos
malhechores ct·uci'f1cados junto a Jesús, tocado por la gt·acia,
reprendió a su compatie ro por sus blasfemias, se acusó a sí
mismo y proclamó públicamente la inocencia y realeza del
Salvador : « Señor, le d ijo, acuérdate de mí, cuando hayas ll e-
gado a tu reino. »Y Jesús le rt>spo nd ió : En ve1·dad te digo, que
hoy estc¡¡·ás conmigo en el pcwaíso t., es decit•, en el limbo de
los justos, adonde e l Salvador descendió algunos momentos antes
que el buen ladrón .
151. ¿ Cuál 'fué la tercera palabra?
Aquella por la cual hizo donación de su Madre a los hombt·es:
ilfttje¡·, elijó Jesús a Maria, ahí tienes a t-u hijo. Después d ijo a San
Juan : Ahi tienes (t lit mad1·e 2• Juan, al pie de _la cruz, era
ciertamente el rept·esentan te de todos los hombres, porque aún
vi vía su madre, Salomé, la cua l estaba presente en e l Calvario
con las de más santas mujeres.
152. ¿Cuál fué la cual'la palabra de Jestis •¡
Un clamo,· angus tioso hacia su Padre, que no viendo en Él
sino un objeto ele maldición, le había abandonado en cuanto era
posible : El·i, Elí, letmma sabactani! esto es: « Dios mio; Dios
mío,¿ por qué me has desamparaclo 3 ? » Jesús expe ri mentó en
sí mismo el horror que causa el verse abandonado de Dios, lo
que le hizo padecer, durante las tres horas que vi vió crucif1cado,
más que todo cuanto podemos imaginar.
153. ¿ Por qué decian algunos: « A E/.ías llama éste. Dejad., veamos si
viene E lias a lib1·a-rle 4 n ?
Porque, ya fuese por ignor·ar· la lengua siro-caldea, ya fuese
por burla, tomaron la palabra Eli por el nomb re del profeta Elías.
·15~. ¿ Cu:il fué la quinta palabr'a ?
Aquella por la cual manifestó la sed que le devoraba : Tengo
sed 5 •
'155. ¿Qué sed cl'a la que tenia .Jesús?
1• La sed devoradora que experimentan los heridos c uando
han perdido mucha sang re; 2• el celo ardie¡lte de la salv¡¡ción
de las alm~s y la ~anta impaciencia de consumar po r ell as el
sacrificio de su vida.

1 Lue., XXIII, 12, 43. - 2 Juan, XIX, 16 1 27. - 3 Mat., XXVll, 46. - 'Mat., XXVII, 41·49.
- $Juan, xrx, 28.

\
LA MUERTE 7 SEPULTURA 291
156. ¿ Qué dieron de beber a Jesús?
Vinagre, con el cual empaparon una esponja rodeada de
hisopo la que colocaron en el extremo de una car1a '·
157. ¿ Cu~l fue! la sexta palabra de Xuestro Señor?
La qu e anunció el fin de la redención : Todo está ctlm.plido•,
es decir· : Las pr·ofecías se han verificado, el pecado ha sido repa-
rado, la tiranía del demon io abatida, y el hombr·e reconciliado
con Dios.
158. ¿ Cuúl fuá la séptima palabra?
La que Jcs(rs pron unció al expirar : Pcult•e mío, et~ tus numos
encomiendo mi espil·itu •. Éste fué el último acto de amor haci a
su Padr·e celestial, en quien ponia toda su confianza.

3 . La mu erte y sepultm•n.
Circunstancias de la muerte de Jesucristo.

159. ¿Cómo murió Jesucristo?


Después de clamar con una voz muy gr·ande : « Padre mío, en
tus manos encomiendo mi espíl'itu, » inclinada la cabeza
expiró. El Salvado r· quiso expirar dando un gmn grito, para
dar·nos a conoce r que siendo duerio abso luto de su vida, moría
libremente, dando a la muerte poder· para llevar a cabo su
obra. '
Doy mi vida de mi propia volrmtad; y soy clue¡)o ele darla, y due>io
ele •·erob>·at·la '.
100. ¡,Qué otros prodigios ocurrieron en la muerte del Sal<ador?
Desde la hora de sexta hasta la de nona •, es decir, desde la
crucifixión de Jesüs hasta su muerte, las tinieblas cubr·i eron
toda la tiert·a y el sol se obscureció •.
Luego que Jesús expiró, el veló del Templo se rasgó en dos
partes de alto abajo, la tie rr·a tembló, se par·Lieron las piedras,
los sepulcros se abr·ier·on y algunos <le los muer·tos resucitaron,
y se aparecieron a muchos en la ciudad santa.
El cen tur·ión y los que con él estaiJan guardando a Jesús se
llenaron do g ran temor, y decían : « Verdad eramente este

• San Dionisio, miembro tlel Areópago de A lenas y ruturo Uiscipulo de San


Pablo, viajaba entonces por E¡;ipto . Al vel' este renómeno. exclamó : • O el
dios de la nnturalcLa padece, o la máquina del mundo ¡>e•-ecc. » En tiempo de
Tertuliano, se lcit'l. toda\'ía en los arehh·os del imperio roma. no la mención de
estas tiniebla~ inexplicables.
1
Salmo u:vm, "· - '! Ju:ao, :nx ~ 30. - ' J.uc., xxm, ••· - ' Juan, x , 13. -
1 Lue., xxm, H .
292 L.\ MUERTE Y SEPULTURA

hombre et·a Hijo de Dios•. » Todos los que habían sido testigos
de este espectáculo bajaban del Calvario dándose golpes de
pecho.
161. ¿Qué diligencia hicieron los Judíos respecto a los cuet•pos de los ajus-
ticiados?
Para que los cuerpos de los ajusticiados no quedasen en la
cruz el día siguiente, que era el sábado más solemne del año,
los Judíos rogaron a Pilatos que ordenase les rompiesen las
piernas y los quitasen de la ct·uz antes de la puesta del sol.
162. ¿Cómo ejecutaron los soldados la orden de Pilatos?
Cuando llegaron al Calvario rompieron las piernas a los dos
ladrones, que aún respiraban; pero como Jesús había muerto
ya, no se las quebraron, sino que uno de los soldados con su
lanza le abrió el costado, del que salió sangre y agua.
163. ¿ Qué hay que notar eu esto?
En esta circunstancia, contraria a la costumbre, se ve el fiel
cumplimiento de la Escritura, que d ice: No le qu.ebm•·éis nin-
gún hueso •. - Y po•¡d•·á~t sus ojos en mi, a quien t1·aspasa•·on 3 .
164. ¿ Qué significaba la mistet·iosa het·ida del corazón de Jesús?
Significaba : 'l• _Que siendo ese corazó n arca de salvación,
necesitaba una pue•·ta como el arca de Noé; 2• que como
Jesucristo era el nuevo Adán, la. Iglesia, su esposa, debía for-
marse de su costado ; 3• que siendo el sacratísimo corazón de
Dios hecho hombre el depós ito de la gracia, de él debía salir el
agua, símbolo del bautismo, y la sangre, símbolo de la Euca-
ri stía.

Sepultura de Jesús.

165. ¿Qué hizo José de Arimatca, una vez que la muerte de Jesús quedó
comprobada?
Dejando el Calva•·io, se fué lleno de atrev imiento a pedir a
Pilatos el cuerpo de Jesús.
166. ¿ Por qué esta di ligencia?
Po1·que debiendo los ajusticiados ser enterrados, según la
costumiJI'e, junto con los inslrumentos del suplicio en ét lugar
donde morian, se necesilaba un permiso esp~cial para que el
cuerpo de ~esús no fuese enterrado con los de Jos ladrones.
167. ¿Quién et•a José de Arimatea?
Era hombre rico y principal, justo y bueno. Aunque formaba

t Mat., x:x,•n, 54. - t Éxodo, xn , 46. - 3 Zac., x11, 10.


SEPULTURA DE JESÚS 293
parte del Sanedrín, no había entrado para nada en la sentencia
contra Jesús, de quien era discípulo oculto.
168. ¿ Qué acogida le dispensó Pilatos?
Pilatos le otor·gó lo que perlía; per·o exlrnflarlo de que Jesús
hubiera muerto ya, qu iso asegurar·se de ello antes de ordenar la
entrega del cuerpo, y mandó, al erecto, a pr·egun tar al centurión
que estaba de servi cio en el Calvario.
169. ¿Cómo so vet'i0có In sepultura de Jestts?
Al salir· de l palacio de Pilatos, José de Ari matea compró una
sábana blanca, y Nicodemus, su colega en el gr·an consejo, di~cí­
pulo tamb ién de Jesús, se proporcionó una confección de mi rra
y aloé. cosa de cien libras. Subieron al Calvario juntos y
bajaron de la cruz el cuerpo de Jesús. María Santísima que estaba
allí con Juan, Magdalena y otros fieles, r·ecibió en sus br·azos el
cuerpo de su dirunto Hijo. Después lo ungieron con las especies
ar·omálica!>, lo amortajaron con lienzos y cubriéronle el rostro
con un sudario.
· 170. ¿ Dónde colocMon el cuerpo de Jesús·¡
En un S('pulcr·o nuevo de piedra que José de Ari rnatea había
mandado hacer· para sí, y estaba en un huerto perteneciente al
mismo José , muy cerca del lugat· en donde habían plantado
la cruz.
17·1. ¿Cómo cct•t•nt·on el sepulcro?
Tapando la entrada con una grao piedr·a.
172. ¿ Era dcftnith•n aq~tclla sepllllllra?
Dicha sepultu r·a era solamente provisional, pues pensaban,
después de haber· guardado religiosamente el sábado <¡ue comen-
zaba entonces, volver al día siguiente par·a embitlsamar con más
cuidado el cuerpo del SPñor. ~J aría i\lagtlalena y María Cleofé,
después de haber obser·vado cómo habían colocado el cuerpo,
volvieron a la ciudad par·a pr·ovecr·se de pe rfumes y ar·omas co n
el fin do ir· al sepulcr·o muy te mprano al olro día del sábado, en
compariia de otras santas muj eres.
173. ¿ Por quó quiso Jesús set• sepultado?
Para quo no se pudi era negar su mu er te, y su resurrección
fuese más gloriosa.
1 7~. ¡.Qué precauciones tomaron los enemigos de Jesús relalivamente a su
sepultura ?
El mismo sáb:tdo, a pesar de la ganticlad del día, ruer·on a
ver a Pilatos los príncipes de los sacerdotes y los far iseos, y le
rogaron que hiciera custodiar el sepulcro dur·anle tres días
294 REL!Ql!.IAS DE LA PASIÓN

con el fin de que no hurtasen el cuerpo. Pilatos les respondió


que lo g uardasen ellos mismos como qu isier·an; en seguida se
fueron al se pu lcr·o y de~pués dé asegur·arse de la pr·esencia del
cuerpo, sell a r·on el sepulc r·o y pus ieron guardas.
•! 75. ¿Se corrompió el cuerpo de Jesús en el sepulct·o '!
Jesucristo, para man ifestar su virtud divina y con el fin de
q ue no se atribuyese su muer·te a enrennedad natur·a l , pr·eservó
en teramen te su cuerpo de co rrupción.
Mi cal'>te clescansa•·á con la espemnw. Pot·qrte yo sé que no has de
abandona•· tú mi alma en el sepulc•·o : :n i pe>·mirü·ás '<¡11e tu Santo
expe1·iment e la COI'I't'pción ' .

4. He liquias de la Pasió n.

176. ¿Se conset·vatl los objetos que si rviet·on para la pasión de Nuestro Se-
tior?
~ La mayo r parte de esos objetos han sido conservados por la
piedad de los fieles, y en nuestro tiempo. se encuentran expues-
tos a la ve ne ración en diversas igles ias de 1~ cristiandad.
177. ¿Qué ha s ido de la vet-dauera crut?
Gracias a los cui dados de San ta Elena, madre del empe rado r·
Constan! in o. la cruz de N uestro Se rio r rué hallada, en el alio 326,
eute rrada en la colina del Calva r io. ~·l ilagros estupendos la hicie-
ron distingu ir de las ele los lad rones. Buena parte de ella fué
enviada al em.p erador Constantino, otra parte se d ió a la igle-
sia de Santa Cr·uz ele Jerusalén, que había mandado edificar e n
Roma Santa Elena, y la parte mayor se guardó para la igles ia
que la misma santa hizo construir en el Calval'iO . .
El año 6·1 4, la parte conservada en Je ru salén cayó en poder
de Cosroas, re y de los Pe rsas; pe ro catorce aiios m<is ·tarde, el
empera~or Heracl io la rescató y la llevó en triunfo a Jeru-
salén.
Ambos acon tecimien tos se conmemoran en la Jglesia : uno
con la fiesta de la Invención de la Santa Cr·uz, el 3 de rnayo , y el
otro co n la de la J-:x,:Jtación, el,'l 4 de septiembre.
Co n el tiempo se han 1do quitando una infin idad de partícula~
de la verdad era c ruz para dis tribui rlas por toda la c r·islia ndad.
San Lu is recibió una parte cons iderab le, y la depositó en la Santa
Capilla: actualmente se conse rva en Nuestra S... lio ra de París.

t Salmo xv, 9, 10.


RELIQUIAS DE LA PASIÓN 295
1í8. ¿Qué ha sido de los clavos que traspasaron los pies y manos de Jesús?
Los clavos fueron h~llados juntamente con la c ruz y con la
inscripción en el monte Ca h·a rio. Uno de ellos se conserva en
Roma, en la iglesia de Santa Cruz de Jeru~al én, y otro e n Nues-
tra Seliora de París. [! n fragmen to ado t"n aba la co r·ona de hierro
de los reyes Lomba r·dos, y otro está engastado en la clave de la
bóveda del coro de la caled r·al de Milán .
La catedr·al de Tréveris posee un clavo al cual no le falta más
q ue un pedazo en la punta.
'179. ¿.En dónde se consCL'\'U la inscr·ipción que Pilatos hizo colocar ert lo
alto de la c•·u1. ?
En la iglesia de Santa Cnn de Jerusalén, en Roma. Alln se le
notan algunos de los ca:r·acteres de las di versas le nguas en que
fué escrita. ·
·ISO. ¡, Dónde fué a pa1·ar la corona de espinas después de la muerte de .lc-
SUCI'isto '?
Puede c•·eer·se que María Santísima conservó tan precioso
tesoro y que lo coufió a San Juan o a algún otro discípulo del
Salvador. En el año '12:3!), el e rnpe•·ador de Constantinopla, Bal·
duino I l, se la regaló a San Luis, qrre para •·ecibi rla mandó edi-
ficar la San ta Capilla. Esta traslac ión se celebra anualmente en
Pal'is, el '1"1 de Agosto.
La santa corona carece de sus espi nas y se encuentra, desde la
Revo lución, en Nuestra Se rio ra de París. Las espinas ha n sido
distribuidas e ntre di versas igles ias, donde son veneradas en
nu estr·os d ías .
181 . ;. Qué se ha hecho de la esponja '?
U na parle de ell a es tá en la catedral de Venecia; otros peda-
zos hay e n f\orna en las iglesias de Letrán, Santa María la Mayor ,
San M;li'COS, San Silvestre y Sa nta María in 1'¡·a.nstéve,·e.
·182. ¿ Cómo se ha conscrq,do hasl::t nuestros dias el hiei'I"O de la lanza ?
La san ta la nza se conse rvó l)l"imero en la iglesia del Santo
Sepulcro, en Jerusalén; pero cuando la i uvasión de los San ·a-
cenos, fué enterrada secretamente en una de las igles ias de
Anlioquia. Descubierta por los cruzados, ru é llevada a Jeru sal én,
y poco d es pu é~, a Constantinop la. En "1402, el s ultán Hayacelo la
envió al papa Inoce ncio VII I, metida e n un r-ico est uche. En
nues tros días, fo r·ma parle del tesoro de la basílica ele S<Jn Ped r·o.
La punta de la lanza, que pertenecía a San Luis, se perdió e n
tiempo de la Revolución. ·
183. ¿ Dónde está el lienzo con que fué limpiado el rostro de .Jesús'/
En el tesoro de la basílica vaticana.
296 SUERTE DE LOS CULPABLES

181. ¿ Dónde se ''eneran los vestidos de Jesús?


La tónica inconsútil, que había ido creciendo al mismo tiempo
que Jesús, se encuentra en la iglesia de Tréveris, a la que fué
legada po r Santa !~l ena. Ot1·o vestido de l\uestro Señor hay en
Argenteu il, cerca de París.
18:.. ¡, Qué so ha hecho de los sudarios y licn >os co~ <ruo fué amortajado
Jcs{ts? ·
Las iglesias de Turín, Besanzón, Cado u in (Périgord), la
capilla del hospital de Carcasona, la catedral de Oviedo, en
E~pa1ia, se glorian de IJOSeer tan preciosas I'Ciiquias. Algunas
iglesias de Roma guardan pedazos de dichas r·eli4uias•.
186. ¿ Dónde oslá la escalera del pt•eLorio?
La escalera de 28 peldai'los de má1·mol blanco que subió el
Sal vacia r para ir al pretOI'ÍO, fué transpo1·Lada a :Roma por orden
de Santa Elena y colocada en el edificio llamado Escala Santa,
ce rca de San Juan de Lelrán.
18'1. ¿Dónde se halla la columna de la flagclacióo?
En Roma, en la iglesia de Santa Práxedes.

5. S u erte de los c u l pn blcs.

188. ¿Cuál fué la suerte que cordet•on los que se hicieron culpables do 13
muerte de Nues tro Set\or?
1• Judas se ahorcó desesperado.
2• Pilatos , llamado a Roma por habe1· maltratado a los sama-
ritanos, fué destituido y desterrado a Viena, en el Deltlnado, en
donde puso fin a sus días.
3• Herodes Anli pas y su mujer Herodías fue ron desterrados
po r el emperador Calígu la, primero a Lyón y luego a Espa1ia,
donde mu rieron miscrub lemente.
'•" Cail'á s, desposeído del pontificado el afio :l7 po1· Vitelio,
prefecto de Siria, se di6 la muerte, en un acceso de pe:;a-
dumbre.

• Los Judíos tenían costumbre de amortajar a sus difuntos con varios lico·
tos, lo que ejecutaban con rnucho esme•·o. La\'... ban el cucr·po, y después de
rodcnl'lo con perfumes, lo cubr•hm con lienzos~~ luego lo vendaban. Sabemos
que el cuer·po de ~uestro ~ot)or· rué ~HnOI'tajado sc~ún In cosLumbre de los
Judiosj ci.Evairgelio oomiH·a tr·cs de los l icn ·ws fúncbt·cs c¡uc cmpleat·on: la sfi ..
baua, el sruUtr;o y las uerulus . Como <Jesüs l'ué amot•Hijndo por m\lnos ricas al
par que. piadosas, es de crcct• e¡ue emplca l'ian rnuchus uLr·os licn'l.os; por·· lo
que no hay que cxtrat)ar c¡uc varia:; ic;lcsias se ¡;luricn do poseer alguno de
ellos entere o en parte.
LA PASIÓN. - RESUMEN 297
5• La nación j udía fué dispe1·sada po r Tito en el año 70, a
consecuencia de la toma de Jerusalén, y en nu estros días lleva
aún la señal de Caín, asesino de su hermano Abe!•.

RESUMEN

Preludios de la Pasión. - La resurrección de Lázaro puso el colmo al furor


de los fariseos, los cuales resolvie•·on dar mue•·le a Jesús después de la ficsla
de Pascua . l...a oferta sac¡·iJega de .l udas ade lantó la ejecución de sus desig-
nios.
Cinco días antes de Pascua 1 Jesús, ve,·dadei'O rey de ISI'acl, enh·ó L•··iunrantc
en .Je,·usalén en m!!d io de las aclamaciones del pueblo.
El jueves por la ma1lana, envió a Jerusalén a Ped1·o )' a Juan para prepa-
rar la Pascua, que celebi'Ó con sus Apóstoles segün el J'ilo h·ad iciona l.
Dut·an te la cena, les dió lección de humildad y car·idad, y agotó todas sus
ternuras para ver si lograba salvar a Judas .
Al fin de la cena insLitu~ó J esucristo la adm·able Eucaristía y dió a sus
Apóstol ~sel pode•· de celelll'ar los divinos miste•·ios.
Después les habló do los aconlccimientos que iban a cumplirse, do las ma-
ravillas de la vida cristiuna, de las persecuciones que lcodrian que padecer,
de la asistencia que •·ecibirian del Espil'itu Santo, de su victoria sobre el
mundo)' de su glor·ia, que serian la recompensa de sus trabajos.
La Pasión. - Llegado Jesús al huerto do Getsema ni , se apartó de sus dis-
cípulos a una cueva para oea t'. El dolo•· que le causó la pt·evisión de sus do-
lo J•es, }' sob1·e todo la visla de todas las in iqu idades humanas, de que vo lunta-
riamcn1c se había cargado, le hizo caer en agonia tan violenta que sudó sangl'e
por todo su cuerpo hasta correr por tierra. J esús, a pesar de todo, se entregó
enteramenle a la volunlad de su Padre.
Poco después, se vió rodeado el Salvador por ¡¡ente armada que venia capi-
taneada por e l tl'aidor Judas, a la cru c so entregó por s í mismo, después de
manifestarles que lenia poder absoluto sob•·e los hombees y sobre los aconte-
cimientos. Entonces todos sus Apóstoles huyeron, exce pto Pedi'O y Juan , que
le s igu ieron de lejos.

• En el sitio de .Jerusalén perecieron un mi llón y cien mil Judíos ; cien mil


fueron Vend idos como esclavos; se 11egó a d<ll' l i'Cint.;'\ de ellos por un denario.
El número de los que rucl'on CI'Ucificados era tal <¡ue, según dice Jo~efo, f\.tllal'oo
los maderos par·a hacer cruces. Nunca habían llovido sobl'e un pueblo l<un:ulas
de<ventu >'as. Y~ sabemos cuál ha sido la suerle de los Judíos desde aquella
época : su destierro, su dispersión y los mal es que han tenido que padecer ,
su consl;_tncia en atestiguar l:.' s profccias y s u ter<¡ueddd en nega•· su cmnpli-
miento. Er1·ante por toda la tiena, la nación deicida nos recuerda a todos el
castigo de Caín . Los oprobios del Hijo de Dios han caído sobre ella junla-
mente con s us tormentos; sus hijos han recibido Loretada por borctada, des-
pojo por despoj o, flagel;oción por llagelación, cruz por cruz. (Abate Vrcounoux,
Manuel biblique. )
13*
298 LA PASIÓN. RESUMEN

Fué conclucido .resüs p-rimero a casa de Anás, sucg1·o de Caifás y an tiguo sumo
pontílice. Du rante el iúterrogat-orio, un cr·iado lo ultt•ajó bt•utalmente, mienlf·as
que en e l patio le nega ha Pedro pot• primer·a vez. Jesús compar·ecló en seguida
ante el Saned•·ín, donde testigos sobornados depusieron conh·a El. .Jesús
guardó silencio en medio de las acusaciones falsas; no hahló sino pava confe-
sat' su divinid\ld y por t·espeto a la autoridad legítima del sumo pontífice. Su
alirmación fué , con todo, calificada de blasrem ia digna de rnuet·te. Alientt•as
tanto, Pedro reitea·aba sus ncgacioaes; mas habiéndolo mirado Jcs•'•s, el Apóstol
se cotwirtió y llot·ó ;:unat•gamcntc. Después de ser canden;:~. do a mtHwto, Jesús
rué entregado a los lu·utafes soldr.dos h;J.sla el am~m ecee. Al dia siglliente, fué
pr·eseotado de nuevo ante el Sanedl'in, el cual, pa•·a obtene•· la coníh·ruación ~'
ejecución inmediata de la sentencia, conduj o al Rahndor ::11 tl'ibunal del p¡·o-
CU I'ador romano.
Judas, micntr:ls tanto, "iendo las tristes consecuencias de su crünen , fué
al Templo y confesó la inocencia de su maesto•o, y después de al'l'ojar a los
pies de los pon tífices dcicidas el pt'ecio de su t1·tlición, lleno de desesper·aci6n
fuése y se ahorcó.
Habiendo al pr·incipio l'ehusado Pil atos entendet' en asuntos •·el igiosos, los
acusadores de Jesús presenla•·on a ésle como enem igo de los Homanos : pero
a pesar de todo, no pudo el procUI·ador cncont•·ar en Él materia de condena.
ción; por esto lo envió a Herodes para oo tener qu e decid ir &1 la suerte del
J usto. J:Ierodes , conh·a riado con el s ilencio de Jesus, lo 11·ató como loco y lo
volvió a Pilatos. Los enem igos de Jesús pidieron a gPandes •oces su condena-
ción. Pi latos, intimidado, buscó expedientes - pat''3 librarlo; propuso al pueblo
que escogiera enll·e Jeslls ¡· Ilarrabás, r éste fué el lihc•·tado.
En seguida mandó P ilatos notar a Jesios, espe•·ando que el pueblo se con-
tentaría con este castigo. El Salvatlot' soportó con t·esignación di"ina suplicio
tao at.eoz, jt~ntamente con la coronación de espinas y los in sul tos sacrilegos
de los soldados, desencadenados contra 1':1. ·
Pilatos lo p•·csentó entonces al pueblo ; pero como los clamo!'es iban au-
mentando 1 fué vencido Pilatos ). entregó a Jesús al furor de sus enemigos,
después de proclamar su inocencia .
Cargado con la c•·uz, sal ió .Jesús de Jerusalén , ~ subió al Gólgota . En esta
vía dolot•osa, el Sah•ado•· olvidó sus propios padecimientos pal'a consolar e
instru ir"a los que de El se condolían. Llegado a l Ca l va~·io , fué crucificado
entre dos ladt•ones. Mientras N uestro Seilor padecía en la cruz tm·o que
sopo•·tar las blasfemias de los ll•anseuntes, de los príncipes de los sacerdotes,
· de los soldados y del mal ladrón . Algunos fieles consolaban el corazón de
Jesús : enh·e ellos estaban s u Madre Santisima, Maria Cleofé, la Magdalena,
Juan el discíl><tl o amado, y la madl'e de éste, Salomé.
Desde lo alto de la c•·uz J esús elevó al ciclo una oración por sus ve!'dugos.
p•·onuncio una palabra de salvación en favor del lad••ón convertido, dió ~ los
homb1·es por madre a Mal'Ía, en la pe•·sona de San .Juan; luego lanzó un angus-
tioso SJ'ito hacia Dios, dió a conoce•· la sed ard iente que lo devoraba, y des-
pués de a nunciar que todo estaba consumado, entregó su alma en las manos-de ·
su Padre .
La muerte y la sepultura. - J esús expiró dando un go·ande grito , para de-
mostrar que nroría libt·emente. Prodigios estupendos p•·oclamaron e ntonces
su divinidad.
Poco después, los soldados quebrarou las pie•·nas a los dos ladrones para
apresurar su muerte y poder quitar los cuerpos antes que comenzase el aá-
LA P ASIÓN. - RESUMEN 299
bado. Al cuerpo del Salvador lo respetaron : pero su corazón rué :ílra,·esado
con una lan•a, y de él salió sangre y agua : así se cumplieron las últimas
prorecias. Después lo depositaron en un sepulcro nuevo , cerrando la entrada
con una gran piedra. Los Judíos sefiaron el sepulcro )' pusieron guardas.
Reliquias de la Pasión. - Los objetos que sir.·ieron en la pasión del Sal-
vador se conscr.·an casi todos hasta ho~· ¡· se veneran en diversas iglesias de
la cristiandad.
Suerte de los culpables. - .Judas, Pilatos, Herodes, y Ca irás, que tomaron
parte en la mue••te de Nuestro Seño•· , perecieron miseJ·ablemente. la ciudad
deicida quedó aJTasada el n•i o 70, por los soldados do Tito, y la nación ju-
día rué excluida de la alianta dil'i na y dispel'$3 p~u·a sicmp··o.
300 LA PASIÓN. - CUADRO SINÓPTICO

CUADRO SINÓPTICO

. l
Cone:plrnclón
Resu r rceelón de lA\z..1ro.
Decisión del Snocdrio.

, d .¡
eontr·n el Sah'U(lor

I... ntra a trnro 1:.t.1


Otcrta saerflegtt de Judas.
Objfto de Jesu('rlsOO en ese triunfo.
t-\clnmnelón del pueblo.
do Jcsllsen J erua.:tlén Actitud de tos tal'lliCO! y saduceos.
Preludios
1 Su pre¡,arnelón por tos :¡póstolea Pedro y Juan.
Rt fest.fn p."lseual.
Celebración Doble lecdón de J OJ<.l\s : humlldnd y caJ1dQd.
de la Pascua dl~Jna Eucarl$tfa.
{ Tmtltuclón do la
PJ:1t.icl\ de Je.sl\s de~pués do Jn Cena.
'l'•t~U'Zt' de Jesós en el huerto de G-ou-em:mt
· "'
1Ornción
- ¡
y agonin de J cstls.
o La a.gonta
Sucflo de loa ApÓStoles.
o Socorro cel,alloll que recibe Jcsós.
z
•r,·atcióu do Judas..
.,"'"' El prendimiento
1}.Jan lfest.ncló n del poder de
Ab.:mdono de los Apóstoles .
Je~ús.
~

,.,<! .Jcslb es IIO\'Ado a Anl1s.


\ An{l."'' cn\•ia Jest'u al S:tnedrin.
. CtHfás condena a J~l\s como bhu1reruo.
"'
Q El Juicio '¡ J estis el! nevado a l'llatos:.
o Padón Pllatos CD\'Ül Jer \\s a Herodes.

..-
/
o Herodes y Pilatos lo declaran Inocente.
~ F-l age lación y coronoclóo do espinas.

l
•o J esús es J>MPU~SLO " D,_rrub:is .

-
UJ

~
La condenación PUntos entl'ega a Jcsós a pesar de proclamar
8\1 Inocencia.

..,.., J ea\\s sube nl CalvariG.

¡
o
J~sUs ao~ de¡:.nutlallo y crue1t\cado.
<! Los .Judlos lnsuiL<an a su vlcthuo..
La eJecución
Los netes dt.~ipu los y amigos de Jesós ae e~Ol·
"'
"' \ padecen de sus dolort!s.
Las siete palabras de Je.sncristo en la eruz.
Jcst\s entrega volunt:triamente su espíritu a su Padre.
Prodigios en la muerto d o J~&l\a. ·
Muerte Tostllnonto del centu rtón.
y
La lanzada.
seJ>Ultura ,Jc¡;.th es amb3ltamado y de¡)()sitado en el aeputero de Josó de Arlmate3.
1Los fariseos hacen CU!ó'todlar el sepulcro.
La cruz, Jos ehwoi y la ln&crlt)Ción fueron hallados por San la Elena.
Reliquias Lt~s dcml\i bftn 11ido coneer vndas por la ))it.>dnd tle lo~t Oel~.
de l a Pasión 1Principales Ioeall<lados c11 donde se veneran actualmente.
Snerto ) Jud::tS, Pilatos, nerode!i y Cait4s.
de loscult>ables t Maldición de la. n3elón Judia.
NATURALEZA DEL MISTERIO DE LA REDENcióN 301

ARTÍCULO 11. MISTERIO DE LA REDENCIÓN

Stuu.A.JO. - 1. Naturnle:z.:t de-e!lt& misterio. - 2. Necestd:ul de la ltcdonclón. - 3. Cuall·


dttdes de la satl&faeelóu do Jesucrl~ to : voluntaria , cquto:<tlente, eupew:~bundante y uo.l-
var~at - 4 . Virtud del sacritlcio del Calvario. - M~rl tO! do Je~JUCri et.o. - Aplieaciún
de los frutos de la Rcdonefón.

1. Natural eza de este misterio.

189. ¿ Qué es el misterio do la Hedcnción?


1
Es el mister·io d~ Jesu~risto muerto en la cr uz para salvar a
todos los hombres.
190. ¡, Por qué es un misterio esta verdad?
Po rque no podemos comprender cómo un Hombre Dios se ha
hecho víctima por noso L¡·os y ha arrecido por nuestros pecados
una repa1·ación absolutamente igual a la ofensa.
191. ¿ En qué consiste la Redención ?
En el rescate del géne ro humano por Jesuct•isto.
192. ¿ Cuál ha sido el objeto de este rescate?
El li bertarnos de la esclavitud a que nos halJía reducido el
pecado.
193. ¿ Cómo se hace esClavo el hombre por el pecado?
El hombre al pecar se-hace : 1• deudor de Dios, cuya justicia
exige una expiación ; 2• e~cl avo y propiedad de Satanás, que lo
ha co nquistado para el mal.
Tod<> aquel que co·m ele pecado, es esclavo ckt pecado '. - Yq soy
vendido pa.·a se•· esclavo del pecado •, y por consiguiente del maligno,
esto es, de Satanás q ue Dios hace ejecutor de su justicia .
194. ¿ Es de fe que Jesucristo nos ha rescatado?
Sí : porque dice el Apóstol San Pablo : 11. Él se dió a sí mismo
en rescate por todos 3 . » '
195. ¿ Cual es el pr·ecio de nuestro rescate?
La p1·eciosísirna sangre de Jesucristo.
li<tbéis sido comprados a gran p>·ecio ' . - No frústei< t•escalado• con
oro o plata, <¡ue son cosas pe•·ececkt·as; sino con la sa..-gt·e p•·eciosa de
Cristo como de un corde•·o inmacr<lado y sin tacha•.

1 2
Juan, vm, 3t. - Rotn., vu, H. - 3 1 'flm ., u, 6. - " 1 Cor., vi, 20. - 1 1 Ped1'o,
~ 18, 1~.
302 CUALIDADES DE LA SATrSFACCIÓN DE JESUCRISTO

2 . Necesidad de la n e denclón.

1()6. ¿ Era absolutamente neces~ria la Redención?


No : la gracia de Dios bastaba pat·a perdonar los pecados ;
pero qu eriendo Dios qttc su justicia quedase plenamente satis·
fecha determinó que esta satisfacción la ofreciese· un Hombre
Dios.
·197. ¿ Por qué una pura criatura no podía ofrecer esta satisfacción?
P01· dos razones, según eMetia Santo Tomás :
1• El pecado había cot·rompido la natut·aleza humana entera
de modo que el bien de una sola per·sona , y aun el de varias,
no podía compensar equivalentemente el perjuicio sufrido por
Lodas.
2• El pecado cometido contra Dios es, en algú n modo, infinito,
a causa de la infinidad de la majestad di ,·ina : porque la ofensa
es tanto más grave cuanto más elevado esté aquel contra quien
se comete.
1!!8. ¿ Qué se necesitab• para la condignidad de la satisfacción?
Era menester para la condignidad de la satisfacción , que el
acto del que la ofreciese tuviera una eficacia infinita; lo que se
ha realizado en la satisfacción del Hombre Dios, es decir de
Jesucristo.
199. ¿ Cómo nos hn o·escatado Jesucristo?
Padeciendo pot· nosotros como hombre, y dando como Dios
precio infinito a sus padecimientos.
Jesucristo, como Hijo del hombre, podía padecer por los
pecados del hombre; y como Hijo de Dios, podía ofrecer a su
Pad re una satisfacción plena y entera, conforme al estricto rigor
de su justicia.

3. Cualidades de la satisfacción de Jesucristo.

200. ¿. Qué cualidades tiene la satisfacción de Jesucristo?


La salisracción de Jesucristo es voluntaria, equivalente, super-
abundante y universal.
201. ¿Cómo es voluntao:ia esa satisfacción?
Porque se ofreció Jesuct·isto voluntal'iameote' y diÓsu vida de
sí mi~ mo 2 • •

1 hAf:lS 1 LID 1 7• . - 2 Juao 1 X, lS.


CUALIDADES DE LA SATISFACCIÓN DI:: JESUCRiSTO 303
20-2. ¿ Pot· qué es equivalente esa satisracción?
Pon¡ ue los padecimientos y la muerte de Jesús, en virtud de
la ut~ión hipostática, e•·an los padecimientos y muerte del Hijo
de Qi.,s, y pot· tanto, constituían una reparación igual a la
ofenM.
203. ¿ Cómo es supe•·abundante esa satisracción ~
P..wque habi endo podido satisface•· Jesucristo con una sola
go ta de sn sangre, con una lógrima, una ot· ación, pues que la
menot· de sus acciones era infinitamente grata a Dios, ha querido
padecer todo cuanto es posible y de lodos los modos.
Eu. su ntano tiene una 1·nlen.ción abtuulctuli:Jiuw1. - Cuan/o 1nás ha
abwtdtulo el J>ecaclo, tanto má• ha sob•·ectbuudu<lo ¡,. u•·aci<t •.
20.\. ¡. Por qué quiso satisracer Jesuc•·isto superabundantemeote'?
Para demostt·a•·nos el exceso de su amo•· y mc•·ecernos la
gt·acia de santificat· nuestros propios dolores y nuestt·a muet·te.
e Lo que bastó a la justicia, dice San Juan Crisóstomo, no bástó al
amor. •
205. ¿ Quiénes hicieron padecer a Jesus 1
Toda sul' t'Le de personas: los Judíos, los Gentiles, los pr-inci pes
de los sace r·doles, los doctores de la ley, los gt·andcs del pueblo,
sus am igos y sus discípu los, uno de los cuales le hizo traición,
oLL·o le negó y lodos le abandonaron.
206. ¿ En quó padeció Je~ucl'isto?
Padeció:
1• En lodos sus bienes : en su reputación , manchada por la
calumnia; en su honor, blanco de las risas y de los ultrajes; en
la libertad fisica siendo entregado al poder de las tinieblas•; en
los únicos bienes que poseia, los vestidos, apropiándoselos los
soldados.
2• En todas las pat·tes del cueq>o : en la frente, con la corona
de espinas; en el rostro, con las salivas y bofetadas; en las
manos y pies, con los clavos; en lodo el cuer po, por la nagela-
ción que h izo de Él una llaga de pies a cabl'za.
3• En su alma : tristezas mortales y sobre todo el desamparo en
que lo dejó Dios en la cruz-
Padeció Jesús hasta con los dolo res de su Santísima Mad re, a
quien la Igles ia aplica las palabras de Jeremías:«¡ Oh vosotros,
cuantos pasáis por este cam ino, atended y rnirad si hay dolor
como el dolor mío • 1 11

1 Salmo cutx, 7. - 2 Rom., T, ~- - a Luc., uu, U. - ' Lament..,, r, lt.


304 VIRTUD DEL SACRIFICIO DEL CALVARIO

207. ¿ Por qué esta universalidad de padecimientos?
Jesús lo padecio todo, porque como era víctima por los peca-
dos del mundo, debía expiar·los todos.
A él soto te ha cargado el Set1or sob•·e las espaldas la iniquidad de
todos nosot1·os 1 •
208. ¡, Fueron m u~ intensos los padecimientos de Jesús?
Fueron muy vivos, a causa de la extrema delicadeza de sus
órganos, de la sensibilidad de su corazón y del conocimiento
tan perfecto que tenía de las causas que sobre Él atraían tal di lu-
vio de ma les.
209. ¿ Cómo padeció Jesucristo?
Sin murmurat· ni quejarse, antes bien más gozoso de pade-
cet· por los hombt·es de lo que lo fueron más tarde sus Apósto les,
de los que se d ice ¡¡ que estaban aleg•·es, porque habían sido
halla•los rlignos de sufri r ultr·ajes por el nombre de Jesús• ».
210. ¿ Po,· qué quiso Jesús padecer tanto?
to Para darnos a co nocer el hotTOt' infinito que le causa el
p_ecado ;
2• Para inspirarnos a nosotros ese hon·or;
S• Para alentar nos con · su ejemplo a padecer, con el fin de
expiar nuestros pecados y Jos ajenos.
211. ¿ Cómo ha s ido universal la satisracción de Jesucristo?
1• Porque « Jesucri sto ha muel'lo por· todos • ».
Tú has s;do ent>·egado a la mtter te, y con tu sang•·e nos has •·escalado
para Dios de todas las tribus, tengttets, pueblos y naciones 4 •
2• Porque ha satisfecho por los pecados de todos.
Él mismo es la víctima de pt•opiciaci61l po•· nuest>·os pecados, y
po•· tos de todo el munrlo •.

4-. Virtud del s aCJ•ifi cio d e l Calvario.

2 12. ¿Dónde se llevó a cabo nuestra redención ?


En el sacrificio sangi'Íento del Calva•·io.
213. ¿Es más excelente el sac,·ificio del Cal••ario que los de la antigua ley?
El sacrificio del C:alvario supera a los de la antigua ley :
t• Por el sacri ficador. En la antigua ley, el sacrificador· era un
hombre mortal y pecador; en el Calvario, es eterno y el Santo
de los santos.

s Iaataa, uu, G. - 'Beoboi, v. ~l.- 3 U Cor.• v, U . - 4 Apoo., v. Q, -&Juan, u, J.


M1:RJTOS DE JESUCRISTO 305
P oned los ojos en Jesús apóstol y pontífice de t~uestt·a p•·oftsi6n ... él
¡>osee ele>·11amnote el sacerdocio ... A la ce•·tlad tal COIIIO é•te 1>0S co.,vl'1oia
que fuese tllltSII'O pontífice, sa>tto, inocente, inmaculado, segregado de
los ¡>ecado•·e• y s~<btimado sobre los cielos'.
2• Po•· la víctima. En la ley antigua eran animales; en el Cal-
vario, fué el Hombre Dios.
Je.<ttCI'iJlo, ¡Jo>· impul~o de el Espi>·itu Santo, se o[•·eció a 1í mi•mo
ilmtac><lttdo a Dios •.
3• Por los que inte rvinieron en él. En la an tigua ley, eran
los levitas; en el Calvario, fué la Santísima Virgen, qu ie n
uniendo sus padecimien tos a Jos de su !lijo, met·ec ió en algún
modo el título de corredentora.

Méritos de Jesucristo.

214. ¿ Parn quién mereció Jesucristo en su l'asióo ·¡


Mereció para su p•·opia humanidad y para nosotros.
215. ¿Qué mereció para sí~
1• Con s u muerte mereció la resu rrección y la ascensión al
cielo.
2• Por sus hum illaci ones y o prob ios mereció el ser exaltado y
glot·ifi cado y tener« un nombre sobre todo nombre 8 ».
- 3• Pot· el juicio injusto de que fué objeto por pat·te de l mundo,
mereció el poder· judicial , en virtud del cual juzgar·á a todo el
género humano'.
216. ¿Qué mereció Jesucristo para nosotros~
1• Nos libe•·tó del pecado.
No• amó y tlOS lau6 de tl><estt·os pecados con su satlgt•t •.
2• Nos rescató del poder del demonio.
Aho•·a el pt•i,lci¡Jc tlc e• te mundo va a se¡· lanzado {ttc>·a •.
3• Nos 1iI.Jró de la muerte eterna.
El cstipc11tlio y paga del pecado es la mue•·! e¡ em¡¡eo·o la v ida eterna
e• ww y•·acia de lJios po•· Jesucl'i•lo nues t•·o S••loo· '.
4• Nos reconcilió co n Dios s u Padre.
Fui>11os •·econciliados co11 Dios po•· la muel'le de 111 /lijo •.

1 lle~ m, 1: Yll, !i, U . - ! lleb., u:, H . - 2 Ptllp., n, t . - .e Joao, v, 2 ! . -


1 A pot.., 1, 6,- ' Juao, 1U. Sl . - 7 Rom.., '''• !3. - 1
B.oa:a., Y, 10.
306 \'IRTUO DEL SACRIFICIO DEL CALVARIO

5° Nos devolvió los derechos a la herencia ce lestial.


Te11emos la firme upet•atl:a ele eniPat• en el Sancta Sancto•·um o
santuario del cielo poP la sungt-e ele C•·i110 '·

Aplicación de los frutos de la Redención.

'lli. ¿ ,\ qui únes se a¡>lican los fn olo• de In lledcnción? •


A aquellos y solamen te a uquellos quo quieren parti cipar de
ellos, porqu e no conv iene a Dios el sal vn •·nos sin nosotros o a
pesar· n uesL•·o.
La Pasión es una medicina in falible, pero que es menester
Lomat· ''oluntal'iamente para curat'. Es un tesoro infinito de mél'i-
tos, pero del cual es menester lomar voluntariamente, para
tener parte en él.
e Dios que te creó sin ti. dice San i\gustin, no te sah·ará sin ti. •
218. ¡, :\'os dispensa la satisfacción infinila M Jesi" de salisfaccr pcr nues-
pecados?
l ro1
:-lo: debemos hace•· penitencia; pero nuest r·a penitencia, esté-
•·il po1· sí misma, unida por la fe a la sat isfacci ón del Salvador,
participa de su eficacia expiator·ia y borra delante ele Dios la
deuda que hemos con traído.
219. ¿ Los méritos de Jesucristo nos dispensan de ganar olros nosotros.
mismos'!
No: debemos Lr·abaja.- para mer ecer el cielo por n uestr·as bu e-'
nas obras, que si po.- sí m ismas no tien C'n ningún valo r· sob•'e-
natur·al , po.- los méri tos de Jesucri~to se hacen dignas de r ecom-
pensa eterna
220. ¡, Quú significan las palabo·as de ~an Pablo: Cwu¡>lo en mi <at·ne lo q~te
rula qucpatlece,· a C1·ido eu JWO ele au cuerpo místico que es llt lgle.sia :t '!
Significan no que la Pasión de Jesucristo, considerada en sí
misma, sea irnpe•·fecla en algo, porque ella ha real izado pe•·fec-
Lamentc la ob.-a de la r econciliación; sino que·, mir;iudula con
r elaci ón a nosotr os , pide con ro suplcrn<' nlo nuestra penitencia
pe •·sonal. t:n ot•·os térm inos, Jesucristo liene aún algo que pade-
cet· para el per'fecto desa.-rollo de su cuer po místico, que es la
Iglesia; pero no debe padecer en su persona, sino en la de sus
micnrbroR.
221. ;. Qué le ~uccde al que no se aplica los fr·uto> de la Hedención ·?
Que hace inútil para sí la c•·uz de <.:risto 3 • Por consiguiente,

t Ueb., x, 11. - ! Col, 1, t•. - , 1 Cor., 1, 11.


MISTERIO .DE LA REDENCIÓN . RESUMEN 307
se hace esclavo de Satanás, deudor a la justicia rlivina, y pierde
para siempre la patria celestial que le ha reconquistado el Sal-
vador.
Si atgu1!u qw·eJ'e venü· en. ·pos de m.í, 1'eHtínciese a si mismo, lleve su:
cruz cada dia y siga me 1 • - E• una ve1·.tad i>icont>·as table : Qwe si
m.oJ·iJnOs con. él, l .ttnhién. CO?l él vit.•i1·emos :si con él padecemo~, 1·eina.e
1

1·emos lantbiéu con él 2.


«( Si qu ieres reina1· con migo lleva la cruz cOnmigo. Porque. solos los
siervos de la cruz h~lla n el cami no de la bienaventu ranza y de la luz
\"Crdadt!l'(l s. »

RESUMEN

Naturaleza del mis terio de la Redención . -Es el mislet•io de un Hombre


Dios muerto en la cr uz para salva r al génet·o humano pel'tlido pot· la desobe-
diencia de Adán .
Necesidad de la Redención . - Quct·iendo Dios que su justicia fuese com-
pletamente satisfech;J, determ inó que esa satisfacción la orr·eciese un Hombre
Dios. Una pura c•·iahu•a no podía rcunh· Jas cond iciones p•·ecisas para esta
satisfacción. So1arnente JesucJ'islo podía hace do.
Cualidades de la satisfacción de Jesucristo . - La salisfacción de Jest'ts
ha sido uolunJm·la., porque se ha ofrecido libretncntc ¡ equh•ltlenle, porque la
repa ..ación ha iglHdado a la ofensa; supe1·a&wulltnle, po•·quc .lesucr·isto, que
¡>odia haberla lle,·ado a ca bo po•· una sola de sus acciones. ha que•·ido padecer
''oluntariamenlc todo cua nto e1·a posible. P:11·:1 (l;u·nos ¡>t·uct,as de su :l lllOr,
Jcst'•s padeció sin mn•·mu •·a•· ni quejarse, de p:u·te de los Judios, de los
Gentil es 1 de los g•·andes, del pueblo, de sus ::unigos y de sus discípu los; en
su •·cpulación, en su hono•· , e n su libc•·tml risica 1 en cada una de las
pal'tcs de su cue•·po y e•l su alma. La intensidad de sus dol01·cs l'ué extt·erna.
a caus:\ de la delica•leza de sus órganos, de la sensibilidad de su co•·az6n
y de la pc Pfccción de su inte ligencia. La satisfacció n de .Jesucristo ha sitio
univeJ"sal, po•·quc ha padecido po•· todos los pecados )' ha nlllerto po•· tod.os
los hombL·cs.
Virtud del sacrificio del Calvario. - El sact·ificio de la Cl'UZ. consumado
en el Cal\'~u·io, es incort'lpat·ablemenlc más pe1·fecto que tod.os los sact·ificios
rigm·ath·os, a causa del sac•·ificado•·, de la \ ictima, del luga 1· del sacl'iíiclo y
1

1 r.ue., IX, 23. - 2 II 'firn.~ u, 11, 12. - 3 hntt. de Cristo, lib. 111, C.'lp. L\'J, 2.
308 MISTERIO DE L.>\ REDENCIÓN. - CUADRO SINÓPTICO

de los que tomaron parte en él. Tiene doble valor : de satisfacción y de


mérito i n fin itos.
Por su inmolación, ha merecido Jesucristo para sí y paJ'a nosott·os. Para si
ha merecido su triunfo glorioso como homb1·e. A nosotros nos ha merecido el
liberta rnos del pecado, rescatarnos del poder del demonio, reconciliarnos con
Dios y darnos derecho a 1a herencia celestial.
La satisfacción l' los mé•·itos de Nuestro Seiio•· no nos dispensan de ningún
modo de satis racct· poe nucstc·os .pecados y merecer personalmente el ciclo.
Debemos, pues, participar de los fru tos de la Redención, unien<lo nuesll·os
padecimientos y nuestras acciones a los del Sall"adot·.

CUADRO SINÓPTICO

l
Oetlntetón.
Su na.turnleY..a Re~ue del hombre.
Precio de ese rcsca te.

l
Neeesidad Volunt:ul d o Dtr.s de que SC'a sal.lstccba &u justiCIA..
do la Impntonela de In trlatura p:t.l'a t~l sath·racelón.
RodoncJón Condiciones do la s:u.Jsfncclón, que liO hallan eu J esuorlsto.
• Voluntulll.
\ Equlv~tentc.
Cua11dades
ú:'l.rldlhl de Jesucristo.
do la snth;facción ) Sutlcrabund:mte
de Jeauerl&to 1Extensión de sus t>adceimlcntos.
( Unl•orsal J Rescata a todo el g l:nero hntoano.
1Sati~fnco por todos los ]lOO.'\dos.
· , Perfección ele este ~;acrlftclo.

l
t~
S:ltl!faetorto, De nuc~tros poca.do~;. .
librándonos Oe la ctclavltud del domon1o.
Virtud del sacrifteto Su doblo v~lor "' Do la muerte et.ernrt.
do Ja eruz ) " l l
. u.er tor o.
1pPara
:tr a JCS\lCf1St O•
noaotroz.
Aplicación
de sus trucos
¡ Satisfactorios.
Meritorl(\jJ.
CAPÍTULO XIV
Quinto articulo del Símbolo.

Creo en Jesucristo, que desc~ndi6 a los ill{tu·nos, y alle>·ce•·o día •·esucit6


de en ll·e los mue•·tos.

BAJADA DE JESUCRISTO A LOS INFIERNOS. RESURRECCiÓN


Suw.uuo. - J. Bajada de Jauc.rltt.o 4 fot ft1)ttrn0$. - Je:.uerl&lo en tl Jlmbo.
11.- Rc.twrrtee16" tU Jt;ltt(Tf•to. - J. Salida del sepulcro.- Ruurrt«tóu.- A.parldón
del • ngtl. - Lu anLU moje"" en ti ~epulcro. - Vuelta de l.hlgcb.ltna a Jeronll.D.
Aparldóo do d<ll áo~lea.. Pedro 1 Juan Qnto el Eepulero.- S. AfiC'riclooc. do Jeaús rau·
ollado.- Jtstb te ap:arece a ..u bienaventurada :Madre, a M11rfa Mn.sdalen:a, a Ja.s ra.ota.s
mu)e~t. - Incredulidad de IOJ dtselpulos. - La mentlra del Sanedr1o. - J~ds •e
apArato:' S:m Pedro, a los liiAclpuii':W! do Em:.ub, a los A pósloh~·i, n Snnt.o TomA!:. Otr:a.c
a¡larlelonea de Jesl\tt. - J~lt\1 no 10 dt.'):l \'Cr do sus coami.goa. - 4. 'reiiLhuonio de tos
Apóatole.s. Su valór. - 6. Cunllíhulet do1 cuer))O do Jeti11& rcsnch1u.lo. - Ctc:atrlces do
la Paalón. - G. Efectos de ln rmnrrccclóu.

1. ¿ Qué nos enseila el quinto arlículo del Símbolo?


Nos enseña dos verdades : 1• la bajada de Jesucristo a los
infiel"llos; 2• su gloriosa resurrección.

ARTICULO l. - BAJADA DE JESUCRISTO A LOS INFIERNOS

2. ¿ Qu6 rué del cuerpo de .Jcsuct'Ísto después de muerto?


Fué deposilado e n el SPpulc•·o, donde lo c11stodiaron con cui-
dado los soldados que aposló all í la sinagoga.
Allí tenéis la gua•·dia, id y )JOIIedla como os pa.·eua. Con C$0 yendo
allá, Cl8'9"raro" biea el scpulc>-o •el/ando la pied.-a, y po11imdo guardas
de vi.ta 1•
3. ¿ Qu6 rué de su alma?
Descendió a los infie rnos.
P c11et•·a•·é todas las pcwtcs ml!s llo11das de la tie>..-a, y ecllat•é una
mit·ada sob•·c todos los qtte clw·•·men e iluminat•é a to,lns ·los que espe-
•·an en el Se•io•· '.

t llat., xxm, U, 6$.- 2 Eell._ J:J:JY, 45.


310 BAJADA DE JESUCRISTO A LOS INFIERNOS

4. ¿ El cuerpo y el alma de ."uestro Señor permanecieron siempre unidos a


su dh,inidad?
Si : el cuerpo y el alma de :-/uestro Se1ior I)CI"Illanecieron siem-
pr·e hipostáticamente unidos a su divinidad, pues nunca ·deja-
ron de ser el c uerpo y el alma de l Hijo de Dios.
5. ¿Qué quiere decir In pnlnb•·n infie,.nt>?
Signi!ica lugar bajo, inferior, subterróneo.
6. ¿ Cuántas clases de lugares bajos se distinguen '1
Cuatro : el in fiemo, el purgatorio , el limbo • de los justos y el
limbo de los Dil'los.
7. ¿A qué limbo descendió substancialmente el alma de Jesucri sto?
Al limbo de los justos, unidos a Dios por la fe y la caridad.
8. ¿Qué almas estaban detenidas en el limbo de los justos'!
Las almas de todos los que moi'Ían justificados, fueran
Judíos o Gentiles, ya enteramente pueificadas ele sus faltas. ·
9. ¿ Padecian estas almos olguna pena?
Solamente la que les ocasionaba la espera y cautividad.
Poseían la gracia para siempre; estaban segur·as de una felici-
dad sin ~n; soport.nban con resignación su destierro temporal, l'
veían con alegl'ia siemp1·e creciente apt·oximarse el momento de
su liberación.
·JO.¿ Por qué al limbo de los justos se le llama en lo Escritura seno ele
Abrallán?
P.o1·que Abrahán, agradable a Dios sobre todos los patriarcas,
fué constituido pad1·r de los creyentes, de tal suerte que puede
decirse de los que i111itan su fe y obediencia que desr.ansan en
su seno, esto es, donde él mismo descansa.
Mtn·ió dicho mettdigo, y f••é lleuado po•· los ángeles a l seno de
A lwaltún 1 •

1'1. ¿ Poa· qué dcsc~ndió el nlmo de Jesuc•·i sto al limbo'/


·1• Para obedecer u la ley general coufo1·me a la cual las
almas de los justos, después de la muet·te, tenían q ue ir al limbo
hasta que les fuese abie t·to el cielo por el RP.dentor.
2<> Para aguardar el momento de la resurrección.
3• Para cumplir su mis ión de Redenlot· con las al mas de Jos
justos.

• Limb-o, del latfn li»tbus, bo•·dc, po•·que los limbos se a•ept•esentan como al
borde del int.ea·no de los condenados.
1 Lnc.. X'''• !!:.
BAJADA DE JESUCRISTO A LOS INFIERNOS 311
'12. ¿ En qué consistía esta misión?
Esta misión e ra: '1° Anuncial'les la Redención.
C•·isto >ntwió una vez po •· nuest>·o pecado ... , (ué twnbién " p•·edicm·
a tos espil·itus encarcelados 1 .
2• Regocija dos con la conte mplac ión ele su a lma unida a la
divinidad.
Hoy esla•·<is conmigo en el pa>·aiso•. • Al llegar Jcstis a los limbos, se
trocaron éstos en verdade•·o paraíso; porque allí donde estit Jes ti s tsui el
cielo. » (S. J uAN CrusóSTOliO.)
3• Darles la seguridad de que dentro de pocos días, le acom-
pañarían al c ielo en su entrada triunfante.
Y t{¡, m ismo, mediante la >ang•·e de ti< tes tcnnr·nto, has hecho sali>·
a los tuyos, que se h a llaban cuutivos , lid lago o rosa en qrw no h ay
ngu.a.. >i .
·13. ¿ Qué sentimie ntos cxpcri mc nta1·o n las almas de Jos justos al ve1· Ja del
Sah·adol' ? "
1• Se sin tieron ll e nas de alegría y de inefa bles consolaciones.
2• Adoraron a su Sa lvador, transportadas de amor y recono-
cimien to.
B ertdito sea el Seit.O>' Dios ele is >'Ctel , pm·c¡ue ha visitado y •·edim ido
a su pueblo'.
14.. El ~tima de Jcsl1s ¿apareció substancialmen te presente en oh·o lugar que
en el limbo de los justos?
No apareció s ubstancia lmente fuera del li mbo de los justos,
y es probab le que pe rma neció a ll í todo e l ti e mpo que s u cuerpo
estuvo en el sepu lcro; pero 11() se puede dudar de que maui fes-
tase su poder ya en e l pu •·gatorio, ya en el in fierno . .
15 . ¿Cómo manifestó el ~lma de .Jesús su poder en el' pu •·gato•·io'!
Haciendo experime n ta r a las almas qu e e l) é l ~e hal laban Jos -
efeclos de s u misericordia.
16. ¿ Cuáles fueron d ichos erectos'!
Dichos efecto ~ rueron : ·1o e l alivio e n las penas de es las a lmas
santas; 2• la liberación in mediata de .alg unas que pasaron a l
li mbo; 3• la entrada en e l c ielo de g ra n número de ella,, el día
ele la Ascen::ión, cortejando a l Salvador.
17. ¡,Cómo manifestó el alma de .Jesús su poder en eJ infierno de los conde·
na dos?
Por el triunfo que lograba sob re el príncipe de las tinieblas.
Cllncelada la cédula del dec¡·eto fi•· mculo cont>·a n osot>·os .. ., quitóla
de en medio, cnc/ltVÚudO/<t en la C?'UZ . 'f d•oJ>Ojando COO CSlO a los

1 1 Pcdro, Ju, 18, 19.- ~ Luc.,xxlll 1 43. - 3 í'..,¡tc., 1x, 11. - •r. ue., J , 68.
S12 SALIDA DEL SEPULCRO

prüu:ipados y potestttdes in rernales, los sttc6 vaürosamtmle en ptíblico,


y llevól4s delante tle si, t>·it"' {fln•lo de ellos en su propia pet••ontt o por
su pa•ión y muerte 1. /la liPstt·uWo po•· s" muerte al que tetlia el impcl"io
de la mue•·te, es a sabe•·, al diaúlo ' .

ARTÍCULO 11. - RESURRECCIÓN DE J ESU CniSTO

1. Salida del sepu lct•o.

18. ¿ Cuál es el misterio m:is glorioso de 14 •·ida de Nuestro Señor Jesu·


cristo?
El misterio de su resurrección.
Est• es el dia que IICI hecho el Setio•·· Aleg••tmonos y t·egocijémo•tos
en él 3 •
19. ¿ Por qué celeb•·a la Iglesia este misterio con tanta solemnidad?
Porque es el día en que Jesucristo, su divino Esposo, triunfó
de la muerte y proclamó la vida inmortal; el día en que hizo de
este milag•·o la piedra angular del cristianismo; el día en que
rehabilitó a la humanidad entera y le dió, en su persona, pren-
das de la gloria etema.
Be~tdito sea el Dios y Pad•·e de nuesl>"l) Se•io•· Jcsuc•·isto, que JJOr St'
gmn misericordia nos he~ •·eycne•·ado co" 11nC1 viva cspet·at~za d e vida
clet·na, mecliat~tc la •·estii"I"Ccció•t de Jesuc•·isto ... , 7>eu·a alcanzar nlgün
dí a una he•·encia inco•·•·r~ptible, y que 110 pttecle conlamina•·se, y que es
inmarcesible, reseruada en los cielos pa.·a uosoll·o• '·
20. ¿ Cómo resucttó Jesucristo? ·
Por un acto de su omnipotencia di vi na reunió Jeslis su alma a
su cuerpo y salió vivo del supulcro.
21. ¿ Qué día resucitó .Jesucristo?
En la aurora del tercer día después de su muerte•, que era el
primero de fa semana.
2'2. ¿Qué ocurrió en el insta nte de su resunecciótl?
ll Se sintió un g ran terremoto; porque bajó del cielo un ángel
del Señor : y llegándose al sepulcro removió la piedra, y sentóse
encima. Su semblante b•·illaba como el relámpa~o, y era su ves-
tidura blanca como la nie,•e. De lo cual quedar·on los guardas
Lan alerTados, que estaban como muertus •. o

• Nuestr•o Serior·, al tlcch· que pe•·maneceria tr·cs días en el se(lulcro, us~•ba ol


lenguaje comú n <JUC toma por· dia la parle de un cJi(l. Por lo demás, también
hnbia dicho que rcsucitna·ia al tercer día.
1 (:al., 11, H , 16. - t lfob., 11, 1<1..- 3 Salmo CXVIt, íU. - 4 l Pedro, I, 3.-4. - r. )!at.,
U'rUI. !!·4.
LAS SA.NTAS MUJERES EN EL SEPULCRO 313
23. ¿ Vieron los guardas al Salvador resucitado?
No vieron más que al ángel, y huyeron tao pronto como vol-
vieron en sí de su espanto.

2. L as santas mujeres eu e l sep ul c r o.

24. ¿ Por qué fueron las santas mujeres al sepulcro tan de moñona?
Para concluir de amortajar· al Sah·ador, para lo que ya el vier-
nes por la tarde, y el sábado al anochecer, pasada la hora del
descanso sabálicó, se pr·oveyeron de aromas y perfumes.
25. ¿ Cómo hicieron el trayecto?
y
Maria Magdalena la otra María salieron de la ciudad, cuando
aún reinaban las tinie!J ias de la noche y comen~aban a asomar
los primeros albores del día. Las otras mujer·es ll egaron también
al sepulcr·o cuando el sol ya había salido. Como ignoraban que
hubieran puesto guardas y sellado la piedra, se decían unas a
otras mientras caminaban : « Quién nos quitar·á la piedra de la
entr·ada del sepulcro • ~ 11
26. ¿ Qué hizo Maria )lagdalena cuando vió el sepulcro abierto?
Preocupada con la idea de que el cuerpo dé! Salvador había
sido robado, se fué corriendo a buscar a Simón ·Ped r'o y al discí-
pu lo amado de Jesús, y les elijo : «. Hao quitado al Señor del
sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto •. »
27. ¿ Qué les fué re•·elado a las otras santas mujeres?
Después que hubo partido María Magdalena, las otras san-
las lllujeres entraron en el sepulcro, y no hallando el cuerpo de
Jesús, quedaron consternadas, cuando de repente, dos ángeles
en llgura humana, revestidos con hábitos t'esplandecientes, se
les apar'ecieron. Uno de ellos les tlijo : «¿Por' quó buscáis entre
los muertos al que vive? No eslá aquí; ha resucitado. Recordad
que ya os lo tenía dicho eslando lodavía en Galilea. Venid y ved
el lugaa' donde lo habían colocado. Id pronto a decir' a sus discí-
pulos, y a Pedro, que ha resucitado 3 • »
28. ¿ Qué hicieron Pedro J Juan avisados por la )fagdalena ?
Fueron corriendo al se1>u lcr'o. Juan, como corTía más, llegó
antes; se asomó y vió que los lienzos estaban allf, pero no entró.
Simón Pedro llegó des pué-; y entró en el sepulcro, y vió los
lienzos e n el suelo, y que el suclar'io que hab ían puesto sobre la

1
Maro., XVI, S. - 2: Juao, u, 2. - a Ma.t., x:xvnr, fi, 1; Luc., XXI\', 6, ti: Maro.,
XYI1 11 7.
14. - E.'<t>OS. DOCTIUI<A.
314 APARICIONES DE JESÚS RESUCIT ADO

cabeza de Jesús no estaba junto con los lienzos, sino que se


hallaba plegado apa1·te. Juan, entrand o después en el sepulcro, vió
y creyó'·
29. ¿ Qué es lo quo dió a estos dos discípulo s la idea de la resurrecc ión?
Pedro y Juan no habían encontr ado a las santas mujeres
encargadas de anuncia 1·1es la noticia, no habían visto tampoco a
los ángeles; pero habiéndose enterad o del estado del sepulcr o,
concluyeron qu e no había habido robo , como creía la ~l agda­
lena, y que el cuer po debía de habe1· desaparecido por sí
mismo. Entonces se acordaron de las Escritu ras y de las predic-
ciones del Salvador, y se volvier·on a casa admiran do lo que
había sucedido •.

3. Apa r icion es d e J esús r esucita do.


30. ¿ A quién rnvor·eció Jesús con su primera ap31·ición ?
Fué con toda probabilidad a su Santísima Madre.
31. ¿ Qué tiltrlos tenia Mar·ía a tal ravor· ?
1• E1·a su Mad1·e que rida; 2• nadie suspira ba por Jesús con
tan ardiente s votos; 3• nadie había tomado tanta parte en su dolo-
rosa Pasión; 4• nad ie había· conservado en su co razón una fe
tan perfecta en la resurrección del Salvado '' ".
32. ¿ Cómo se dió a conocer Jesús a Maria Magdalen a?
Después que se hubie1·on ido los Apóstoles, Magdale na quedó
sola y llo,·ando fuera del sel).ulcro. Habiénd ose asomado para
mirar dentro, vió a dos ángeles que le dijer·on : t ¿Mujer, por qué
lloras? - Potque han quitado a mi Setior y no sé dónde lo han
puesto •. »
Cuando hubo dicho esto, se volvió y vió a Jesús de pie; pero
sin saber que fuese Él. « Mujer, le dijo .lesús, ¿ por qué lloras?
¿ A qu ién buscas? J> Magdalena, creyendo que era el hortelan o,

• El Espíritu Snntó dice de la mujer fuerte: Dw·an.te la t~oclte >lO se


apa·
gab(Uil l•im¡JCU'C< ( P •·ov., xxx r, 8 ). Es tus palabras se cumplic•·o n en 1<1 ~1ndr·e
de
Jesús. Su cor·azón no sucumbió porque sabía que presto la tumba soltaría
vh·o
a su llijo. La re en la resurr-ecc ión, sin la cu>l, como dice el Apóstol.
nuestra
religión sería vana ( 1 Cor., xv. 17 ), está, por decirlo asi, concentr·nda
en el
alma do Ma•·ía. La ~lad•·e de la Sabiduría consc•·,·a este precioso depósito;
y,
del mismo rnatlo .-¡u e ha tenido oculto en sus castas cnt¡•at'lns al que el ciclo
la tica·•·a no pueden contener , así, por su creencia Hrmc y constante y
en la1
palabras de su Hijo, resume en si misma a toda la Iglesia.
(Uorn GUERANC€R, Amule litw•giqu e.)
1 Juan, x.x, 3·8. - t Ju:.to, XJ, 10 ¡ Luc., xxtv, 12. - a Ju~n, x.x, u.
.1-PARICIONES DE JESÚS RESUCITADO
315
le r·espondió : q Si eres tú el que lo has quita do, dime
dónde lo
has puesto, y yo lo tomaré. »Jesú s le dijo : « 1 ~Iaría !
» Volvién-
do>e hacia Jesús le· dijo : i Rabboni! que significa Maest
t·o. « Ve
a busca r a mis herma nos, dijo Jesús , y di les: Subo a mi
Padr-e y
vuest ro Padre , a mi Dios y vuestr :o Dios •. »
Magdalena se apr·esuró a llevar a los discípulos tan feliz
men-
saje.
83. ¿ Cuándo so npnreció Jesús a las santas mujeres 7
Cuand o, acompañadas de Magda lena, iban a llevar la no
licia a
los discíp ulos. F~staban sobrecogidas de temor y llenas
al mismo
tiempo de grand e alegría. Jesús se prese ntó delante de
ellas en
el camin o y les dijo: «Dios os guard e. » Entonces se.le
acercaron
y le abra1.aron los pies adorándole . Jesús les dijo despu
és : a: No
temáis. Id y decid a mis herma nos que vayan a Galile
a. Allí me
verán s. 1>
Jesús no quiso manifestar·se en Jerusa lén más que a los
Após-
toles y a un corto núme ro de discípulos. A todos los demá
s, los
citó para Galilea.
S~.¿ Ct·cyeron los discípulos n )laf'i:l )lagdal cna y a las oh·as
santas mu-
jeres?
Salvo Pedro y Juan, los demás mirar·on lo que les decían
como
locura, y no lo creyero n. Perma necie ron, como los dos
días pre-
cedentes, desolados, no sabiendo en qué apoya r su fe y
su espe-
ranza en el Maestro que tanto habían amado.
35. ¿ Por qué se apareció Jesucri sto primer o a las santas
mujere s?
Para recompensarlas por su abnegación sin límites.
Habían
venido con Él desde Galilea y puésto se a su servicio.
Lo habían
seguido hasta el Calvario, y despu és de su muerte se
ocupa ron
const antem ente en llevar a cabo todo cuant o reque ría
su sepul-
tur·a; por· esto tuvi eron la dicha de ser las mensajer·as
del mila-
gro de la resur·•·ecció n cet·ca de los Apó~loles, como éstos
fueron
testigos de ella delan te del u ni \'erso ente•·o.
36. ¿ Por qué permit ió Dios In incredulidad de los Apóstoles~
Para dar may;, . autori dad a su testimonio. t\o rindié
ndose
más que a la evide ncia, y esto no sin dificultad , n pesa
r' de la
predicción tan clarn que Je~ ús les había hecho de su
resu rrec-
ción, manifesta•·on que no e•·an de carticter crédulo.
37. ¿ Fueron los miembt·os del Sanedt'in tan inct·édulos
como l.os .l póstoles?
No: pues se vieron obligados a admit ir, aunqu e muy
a pesar

'Juan, xx. 14·11. - t Mn., nvm, 8-10.


316 APARICIOISES DE JESÚS RESUCITADO

suyo, el relato que les fueron a hacer algunos de los guardas del
sepulcro.
38. ¿ Qué hicieron para impedir la creencia en In resurt•ección?
Habiendo •·eunido consejo, die•·on uno. crecido. su ma de dinero
a Jos soldados, di c iéndoles : « Decid que mientras dormíais, .
vinieron sus discípulos y se lo llevaron. Si el gobernador lo llega a
sabet·, nosotros Jo calmaremos y os pondremos en seguro. » Los
guardas propalaron esta mentira que hasta nuestros días tiene
crédito entre los Judíos'· ·
89. ¿Cuál rué el primer discípulo a quien se apareció Jesús el dia de la rcsu·
¡•rección?
Simón Pedro•, a quien si n duda qui so asegurar que había sido
olvidada su tri pie negación y que seguía siendo cabeza de Jos
Apóstoles y futuro fundamento de la Iglesia.
40. ¿ A quién se mostró la tarde del mismo día?
A dos discípulos de Emaús, que habiéndole reconocido en la
fracción del pan, •·eg•·esaron en seguida a Jerusalén, donde
encontraron a los once, y a ,los que con ellos estaban, reuni dos
en el Cenáculo, y a Qtlienes contaron lo que les había sucedido.
41. ¿Qué aconteció miont..as conversaban los discípu los?
Los viajeros de Emaús estaban aún hab lando, cuando ponién-
dose Jesús en med io de los 'discípulos reun idos les dijo : « La
paz sea con vosotros. Soy yo, no temáis.» Turbados y espanla·
dos, creyeron ver un fantasma.« ¿Por qué, •·epuso Jesús, estáis
turbados? Ved mis manos y mis pies, soy yo. Tocad y ved : un
espíritu no tiene ca1·ne ni hueso como veis que yo 1engo. » Y les
mostró sus manos, sus pies y su costado.
Los discípulos se llenaron de con ten lo a l ver al Seño•·. Con
todo, aú n no creían. Jesús les dijo: «¿Tenéis a lgo para comer?»
Ellos le presentaron un pedazo rle pez asado y un panal rle mie l.
Luego que hubo comido, tomando las sob r·as, se las dió y les
reprochó su increrlulidad y dureza de corazón porque oo habían
creído a los que le habían visto resucitado a.
•2. ¿Estaban presentes todos los Apóstoles a esta aparición?
Todos, excepto Tomás Oít.limo.
43. ¿ Por quil se le llama n éste el Apóstol inc•·édulo?
Porque cuando los otros discípu los le d ij er·on : << Hemos visto
al Se1ior, » él les re~ pon~ió : « Si no veo en sus manos la señal

1 Lue., xx1v, 34.. - 2 Lnc., xx1v, 38·41: ll:trc., xvr, H.


llat., xxvnt, J!·16. - t
TESTIMONIO DE LOS APÓSTOLES 317
de los clavos, si no mefo mi dedo en el lugar de los clavos, y mi
mano en su costado no creeré' . »
44. ¿No era esta obstinación de Santo Tomás una insensatez?
Sí: pues! o qu e el número de testigos ele la resurrección se había ·
aumentado, y la fe en dicho mistel'io contaba ya numerosos
adeptos entre los habitantes mejor dispuestos de la ciudad.
45. ¿ Qué hizo Jcs<•s pa1•a con,·ence¡• al discipulo obstinado?
Ocho días despu és de la resurrección , estando de nuevo los
discípulos, y To más con ellos, reun idos en la casa, vi no Jesús,
estando cerradas las puertas, se puso en medio de ·ellos y les
dijo : « La paz sea con voso tros. » Luego dijo a Tomás : « Mete
aquí tu dedo y mira mis manos; da acá tu mano y métela en mi
costado y no quieras ser incréd ulo sino fiel. » Tomás exclamó :
« Señor mío y Dios mío. » Jesús le dijo : « Tomás, porque has ·
visto has ct·eído : bienaventurados los que sin haber visto han
creído 2 • » ·
~jj . ¿Son éstas las únicas apariciones de Jesús?
Se apareció otras ·veces, sobre todo en Galilea, donde había
dado cita a sus discípulos. Se man i fe~tó en las riberas del mar
de Tiberíades 3 , sobre una monta1ia de Galilea 4, y sin duda en
mu chas otras circunstancias. que no menciona (') Evangelio.
Según testimonio de San Pablo, se apa1;eció una vez a más de
quinientos hermanos reunidos, y otra se dejó ver de Santiago •.·
47. ¿ Pot· qué no se apa•·cció a sus enem igos?
1° Porque no quería imponerse por fuerza a unos hombres
que siste málicamen te ht•b ían rechazado todas las gracias y luces
que les había ofrecido.
2o Porque no los hubiera convencido. « Si no escuchan a Moi-
sés y a los profetas, había dicho Él mismo, no creer·án tarn poco,
aun cuando alguno de los muertos resucitare 6 • »

4. Teslimonio de los Após toles.

~8. ¿ Qoé \'alor tieoe el testimon io de los Apóstoles tocante al hecho de la


I'C-Su r•r·ección ?
Este testimonio es absolutamente incontestable, po r·que : t• los
Ap(,sloles no pudieron enga1iarse acerca de este hecho;. 2o no
qu isier·orr engañar; 3• aun cuando lo hubieran que rido, no
habrían podido logrado.

t; Juan 1 XX, 2:i. - 2 Juan, XX1 26·29. - :) JU:ln, XXI, l. - 4 Mat., XXVI11 1 16·20. -
' 1 Cor., xv, &, 7. - 6 Lue., xn, :u.
318 TESTIMONIO DE LOS APÓSTOLES

49. Probad que no pudieron engañarse.


Según las apar·iciones mencionadas en el Evangelio, los Após-
toles afirmaron habe1· visto a Jesucristo. Deci1· que se engaña-
ron, es supone¡• que vic1·on a otra persona o a un fantasma.
Pero e~ te dob le en·o¡· es imposible, po1·que:
1• Jesucristo se manifestó, después de su ¡•esunección, no una
sola ''ez, sino varias veces, por espacio de cuarenta días.
2• Jesucristo no se manifestó solamente a una pet·sona, sino a
varias, separadas y l'euoidas, y hasta a más de quinientas juntas.
3• Jesucristo se manifestó en pleno día, en cit·cunstancias muy
diversas: en un huc1·to, en un camino, en el Cenáculo, a orillas
del lago de Genezaret, sob1·e el monte de los Olivos.
4• Jesucristo se most1·ó, no a gen te$ Cl'édul;rs, sino a personas
suspicaces, ta1·das en Cl'ec1·, con las cuales comió, conversó, y
a las que hizo tocar las llagas de su costado,. de sus pies y de sus
manos.
Admitir que en tales circunstancias, todos los testigos de la
resurrección se engtuiaron, es admiti1· un feo6meno de alucina-
ción que la razón rechaza como absolutamente imposible.
50. Probad que los Apóslolcs no quisieron cnG:•ña>'.
Ningún motivo podía inducir a los Apóstoles a engañarnos;
po1·que de su su percharía no hub ieran podido cspe1·ar sino :
· 1• Por parte de Dios, un riguroso castigo; porque Dios odia la
mentira y aborrece la impostura;
2• Por parte de los J udios, una mue1·te inevitable; porque los
que habían crucificado al Maest1·o no habrían perdonado a los
discípulos;
3• Por pa1'le de Jesucristo, ningún socor1·o, ninguna recom-
pensa; puesto que había muerto ignominiosamente.
· Emp rende¡· tal obra. lleval'la a cabo con tan tos C9mpliccs
admirablemente discretos, y sin interés personal, ¿no seda un
hecho en algún modo tan prodigioso como el de la t·esurrección
misma?
51. Probad que aunque los Apóstoles hubieran querido engañar no habrían
podido.
Para engañar, los Aposlóles .hubieran tenido que quitar el
cuet·po de Jesucristo y hacer creer en sn I'Cl'urrección. Mas
no podían . quitarlo sino por artificio, po1· violencia o por
seducción.
No pudo ser por orliricio. Por·qne, ¿C'ó111o prnetmr hasta el
~CtJUicro a través de la roca y sin dejar ninguna se1ial de su
paso?
TESTIMONIO DE I,OS APÓSTOLES 319

No pudo ser por vio lencia. Po rque, ¿cómo u nos hombres


a yer tan débi les y cobardes podían trocarse de repente en hér·oes,
capaces de acometer· y vencer a los guardas apostados ce1·ca del
sepulcro?
No pudo ser por ~educción . Porque, ¿cómo hubieran podido
unos pob1·es pescado res sobornar a los g uardas con el incen tivo
del oro y de las r iquezas?
5'2. Suponiendo que los Apóstoles hubie•·an quilado el c11erpo, ¿ habl'ian po-
<Edo COO\'Cnccr a los hombres ti c su resu n ccción?
Esto era imposible. En efecto: la resurrección de Jesuc1·islo era
un acon tecim iento impo rtan te y que enlraflaba consecuencias de
la mayor· transcendencia. Ahora bien, los co ntemporáneos, a
qu ienes e ra tan fácil el convencerse de la real idad, ~hub ieran
adm itido jamás un hecho tan ex traordinario, y podemos a1iadi r
tan tangible, sin ser completamente cierro y evidente?
53. ¿ Qué hay que ·pensa•· de la historia in ventada por el Sanedrín?
Que es la mentira más grosera que imaginarse pueda.
¿ Concíbese que soldados escog i do~ entre los más vigilantes,
después de recibir una consigna severa, duerman todos a una y
que ni uno solo despierte al ruido de las operaciones necesarias
para qu itar un cuerpo encer rado en una roca; que sepan lo q ue
ha sucedido en derreuor suyo mientras duermen; que habiendo
descuidado tan grave vigilanc·ia, los hayan dejado en libertad,
y aún más , que se les haya pagado con larg ueza en vez de cas-
tigados?
¿Puede concebi1·se que hombres m iedosos, que habían aban-
donado a su Maestro, desprecien audazmente , co n pelig ro de su
vida, sin interés ningu no, las órdenes de la autoridad pública , y
que después de llevar a cabo este acto, no hayan sido pe rsegui-
dos como cri minales?
En fin, ¿cómo es posible c reer a testigos q u.e duermen?
« Vosotros si que dor míais, dice San Agustín a estos impostores, al
osar presentarnos testigos dor midos. »
54. ¿ Cuál es la prueba más patente de todas las que los Apóstoles han dado
de su sincer·id\ld?
Los Apóstoles padeciei'On los mayores tor mentos y denamaron
su sang re para co nfirmar el hecho de la resurrección. ¿ No es el
caso de decir : <<Creo sin dificultad a tesligos qLte se dejan dego-
lla r '? ll

1 Paacal.
320 CUALIDADES DEL CUE RPO DE JESÚS RESUCITADO

55. ¿Qué gran acontecimiento confirma el testimonio de los .\póstoles?


La conve•·sión del mundo al cl'istianismo. ¿Se puede admitir
que unos miserables alucinados o mentirosos hayan hecho cree•·
e n la resurrección de Jesucristo a m illares de homb •·es, y que
hayan fundado so b1·e es te acon tecimiento la sola rel ig ión digna
de amor y respeto? Esto sería u n milag•·o mayo r que e l de la
•·esurrección, o más b ien, un fenómeno tan ext•·año que no puede
admitirlo el buen sentido.
56. ¿ Por qué ha acomp3•13do Dios de pruebas 1.10 patentes la resurrección
de Jesucristo?
Po•·que este mistel'io es el fundamento del cristianismo. Si
Jesuc•·is to no hubie ra resucitado, su •·eligión sería una impos-
tu ra. Si ha res ucitado, es Dios, y s u rel igión es d ivina.
Pot• es ta razón :
·1• El Sa lvador da constantemente a sus Apóstoles y a sus ene-
migos, como testimonio sup1·emo de su divinidad, su resur•·ec-
ción.
El Hijo del homb1•e lla de se•· tmt•·egaclo a los p•·lucipes tle los sace•·-
c/otes y a los escribas, y le coudenarún a muc•·te ... , mas Jl res11cita•·ú
al te•·cc•· dia ' · - Porq11e así como Jo>aús estuvo tu el vient•·e ele tma
ballena tl·es días y l!·es noches, asi el I:Jijo del homú•·c estani ll'es tlíos
ti
y lf•es n oches en el se O ele la tiert•a •.
2• Los Apóstoles establecen ante todo el hech o de la res ut·r·ec-
ción , como fundamento de la religión cristiana.
Este Jesm es a quien Dios ha •·esucit<"lo, de lo que todos nosoh·os
somos testigos3. - Dios le t·esucitó ele ettll'e lo• tlt!ICI'Ios al te•·re•· día;
y se apat•eció d"rante lll!lchos días a aq11ellos q11e cott él hl<bía•> t:erlitlo
de Galilea a Je•·usalé•t•.

5 . C u a lid ades d e l c u e t·po de Jes lls t•e s u cil¡H\O.

57.¿ Qné cualidades tenia el cuerpo de Jcsuc•·isto ni salir del sepulcro'!


Tenía las cualidades de los cuerpos glo1·iosos : claridad, impa-
sibilidad, agilidad y sutileza.
58. ¿ En qué consistía In clnl'idatl?
Consislia en que e l cuerpo de Jesucristo bri llaba más que el
so l. Fué una tmnsfigurac iüo más admirable <1ue la del Tabo r.
Pero en s u!f a pa ricio nes ve laba e l Set1 or este bril lo, para demos-
tra r a s us d iscípu los que era el ini smo que antes de s u muerte.

1
llat., n, 1S..l9. - 2 Mat., JJI. 40. - ¡ Hecb-. n. 3!. - • Uocb .• x.m', JO, Jl.
EFECTOS DE LA l\ESUl\RECC!ÓN 321
59. ¿ En qué consistía la impasibilida<l?
En que el cuerpo de Jesucristo era inalterable, inaccesible al
padecimiento, y de inmortal juventud.
C•·islo •·esttcitado de entre los tntte>"los no mue•·e ya otra vez; la
mue,.te no tend•·á ya dominio sob•·e él 1 .
60. ¿ En qué consistía la agilidad?
Consi-stía en que el cuerpo de Jesucristo podía moverse con la
rapidez del pensamiento.
61. ¿En que consistía la sutileza?
En que el cuerpo de Jesucl'isto podía atravesar los demás
cuerpos sin resistencia ninguna. Por eso salió del sepulcro
estando la piedra sellada, y entró en el Cenáculo hallándose ce-
l't'adas las puertas.
62. ¿ Por qué quiso Jesucristo conser\'ar en su cuet·po glorioso las cicatt'ices
de su Pasión ?
t • Para darse a conocer a sus Apóstoles y hacer que creyesen
en su t•esurrección.
Mi•·ad mis manos y mis pies, yo mismo soy : palparl y conside•·ad '·
Mete aquí tu dedo, y •·egistl·a mis memos, y trae tu mano, y métela en
mi costado 3.
2• Pat·a su gloria; porque de sus cicatrices salen rayos de luz
que aumentan su hermosura.
3• Para poder mos tradas sin cesat· a su Padre, quien al ver
lo que le ha costado nuestra salvación, se deja aplacat· por sus
ruegos.
4• Para confundir en el día postrero a los malos, que no han
querido buscar asilo seguro en esas llagas que ellos mismos han
abierto con sus crímenes. ·

6. Efectos de la ¡•esurrección.

63. ¿ Cuáles son los efectos de la resurrección de Jesucristo?


La resurrección de Jesucristo es : 1• e l fundamento de nu estra
fe; 2• el modelo de nuestra vida espiritual; 3' la causa de nues-
tra resurrección futura.
64. ¿Cómo es la t·esut·rección de J esucristo el fundamento de nuestJ·a fe?
Porque el hecho innegable de la t·esurrección de Jesucristo es
la prueba mas patente de su divinidad y de la Yeracidad de sus
ensetianzas.

t Rom., vt, 9. - ' Luc., X.XIV, 3!), - 3 Jnan, xx, 27.


14.
' 322 EFECTOS DE LA RESURRECCIÓN

Si C•·istn no ,.~ucitó, vana es nt<est>·a p•·edicación y vana e! también


VtteS lt•a {C i .
65. ¿ Cómo es la resurr·ección de Jesucristo el modelo de nuestra \•ida espi-
ritual?
Del modo siguiente, segun doctrina de San Pab lo :
Jesuc risto ha muerto por· el pecado, pero no ha mu e rto más
que u na vez. Habiendo resucitado, ya no muer·e más, sino que
vive par·a Dios y en Dios. Así delle hacer· el cl'istiano. Por e l bau-
tismo ·ha sido sepu ltado con Jesucr isto; ha muerto a l pecado :
en adelante debe vivir vida d ivina, conformándose con Jesucristo
resucita·1o. Si tiene la desdicha de perder la gr·acia bautismal, le
queda e l bautismo de la penitencia para limp iarse de s us
manchas, y morir sin cesar al pecado, hasta que entr·e e n la vida
eterna y bienave n tul'ada.
En el ba11tisnto hemos quedar/o sepultados con él, nttwiendo al
pecado, a ¡¡,. de que así como Ct·isto •·esucitó de ?ltue>·tc a vida petra
glorÍ(! del Pad•·c, asi también JJ>·ocedamos >tosot•·os con nuevo teno•· de
vi•/(t •. - Si habéis 1'est<citq.dc cot~ Jesucristo, buSC(td las cosa> que son
de a•·•·iba ... , sahOI'eaos en las cosas del cielo, no en las de la tie•·•·a.
Po•·qt<e mt1e1·tos estáis ya, y vuest·r a nueva vitlct ~tá escondida con C•·isto
en Dios 3 .
66. ¿Cómo la resul'I'Ceción de .J esucris to es causa de nuestra futura •·esu ..
rrección ?
Porque Jesucristo , que es el Verbo encarnado, a l resucita r· a
su propia carne, ha comun icado por· ella a toda carne la virtud
de resucitar.
Qt<ien •·esucitó u Jesuc>·isto, nos •·esucita1·á también a t~osot,.os con
Jesús ' .

HECHOS HISTÓRI COS

RESURRECCIONES. - El hijo de la Suoamitis. (IV Reyes, IV, 20·38.) -


Lázaro. (Juan, x r. ) - El hij o de la viuda de Naio. (Luc:, vw, 1'1-'17.) -
La bija de Jairo. (Mat., IX, 18-31.)

1 1 Cor., XV, 14.- \l Rom., VI, 1. - 3 Col., m, 1·3. - 4 li Cór., JV, 1·1.
LA RXSURRECCIÓ~. - RESUME.'( 323

RESUMEN

J. Bajada de .Jesu c risto a los Infiern os. - Después de la muerte de


Jesucristo, su cuerpo fué depositado en el sepulcro l' custodiado por solda-
dos. El alma de Jesucristo, unida como el cuerpo a la divinidad, descendió al
lim bo para consolar a las almas de los justos que esperaban su \'Cn idn.
El a lma de Jesfos manifestó lnmbién su pode•· en el purgnlol'io, haciendo
cxperimentaa· o. los almas que en ~~ se enconlrab:m los erectos de su mise1·l-
cordia. Manifestó su poder en el infierno po•· s u triunfo sobre el príncipe de
las tinieblas.
U . R esui'I'CCClón de J csuc ••t s to. - Salida del sepulcro. - Jesucristo
resucitó a l tercer día por un 3Clo de su omnipolcncia divina.
Las sant as mníeres en ol sepulcro. - Habiendo llegado las san tas mujeres
al sepu lcJ'O, dos ángeles les anunciat•on la rcsurTCCción; dos apóstoles, Pedro
y Juan, avisados por María Magdalena, fu eron al sepulcro pora asegurarse
por si mismos del milagro.
Apariciones de J esús. - Puede crce':Se que Jesucristo se manifestó pri-
mero a su Mad•c San tísima. Después se apaJ'CCió a Maria Magda lena y a las
santas muje•·es, ptll'n t•ecompensnr su abnegación sin Jírnites.
Los Apóstoles, salvo Pedro y .Junn, no crc)·c•·on al principio en In resurrec-
ción de Jesucristo. Dios pct•mitió su incredu lidad a fin de dar más autoridad
a su testimonio. Los miembros tlrl Sanedrin se ,·ieron forzados a admitir el
relato de los guardas, a quient.•s die1"'0n dinero~ 1>nra que hicieran creer al
pueblo que los discípulos de .les(JS habían venido a quitar el cuerpo mientras
ellos dormían.
El día de su •·esu rt•eeción, Jesucristo, después de haberse manifestado a las
sa ntas muje•·es, se apa reció a S..n Pedro, a los discípulos de Ematis y a los dis-
r.ípu los reunidos , menos a Tom3s, que estaba ausente. Ocho días después, se
les apareció de nue•·o Jesús, estando presente Tomás; el dh·ino Maestro con-
veo ció al apóstol incrédulo.
Testimonio de los Apóstoles. - El testimonio do los Apóstoles sobre el
hecho de la rcsur•·ccción es absolutamente incontestable, po•·quo no pudieron
ni quisieron engañar , y porque, aunque hubícl'an querido, no habrían
podido.
Jesucristo ha acompai\ado su resurrección con las pruebas más patentes,
porque este misterio es el fundamento del cristianismo.
Cualidades del cuerpo de Jesucristo resucitado.- El cuet·po dc .l esús, al
sali r del sepulct•o, tenia las cual idades de los cuerpos gloriosos: cla•·idad, im-
pasibil idad, agi lidad y sutileza.
Jesucristo ha querido conser••ar las cicatrices de •u Pasión, para ,darse a
conocer a sus Apóstoles, para su propia gloria, para aplacar la ~ólera de su
Padre, y conrundir en el día postrero a los malo• que no han querido a pro·
"echarse do s u Pasión.
Efect os de la resurrección. - La resu •·r·ccción de Jesucristo es el funda-
mento de nuestra fe, el modelo de nuestra vida e~piritual y la causa de nues-
tra resurrección rutura.
324 LA RESURRECCIÓN. - CUADRO SI!>IOPT!CO

CUADRO SINÓPTICO

El cuerpo y el nlma do Jesncrt.sto quedan unidos a In divinidad.


El cuerpo es pucaro en el $Cpnlcro.
l
Su baJad:\
a 103
infternos ¡
. El nlmn de Jemcrl.sto ltoth•O$ dé su presencia en el limbo.
en el limbo

El alma de Jesucristo
manUle.sta su poder
Su n~l:-lón ent.re las almas de Jos justos.

Aparición del Angel n los


~ l
ScntlmteotiOS quo causa en ell<'ts.
En el Por la dl!imlnuclón de las penas.
tmrgatorlo Por la llberncl~o lnwedlnta do gran
número do almB:~.
En el lnnerno, por el triunfo qt1e obtiene.
gu:,¡rd::~g . i.\liedo de éstos, y su btJida.
Las santKS mu)cre!i en e l

Primeras apariciones
de J C$t\!J
l ~JCpulcro.

A liU Madre.
A Maria Mngdalena.
A li\s sam.ns muJeres.
Tncredultdad ele los d lsclpulos.
Kmbuste del S.·meJrfn.
A San Pedro.
Apariciones de Jest\a A. tos discípulos de Ewtuls.
A tos Apóstoles.
1
A Sauw TonJás.
Su { \ Ni engaftar!o.
Ueaurrecelón No
¡ :t\1 qt1erer engnfbr.

!
Tcsltmonto pudferon NI engafiar ólu.a quo lo hubieran
de los Apóstoles quet·ido.
Lo j Por el martirio.
conOrmaron Por la con,·eralón del m undo.
Cualtd:tdcs del ( Clarid~d.'
CUCl'i)O do JC!IUCl'ISto \ hn~):lglbllldad '
resuci tado ) AQ!IIdad.
t Sutlle~a.
Efeclos
d& la resurrección ¡ Fundamento de nuestm fo.
Modelo do nue.stm vid:\ Cl!pirltuaJ.
Causa de uuestra rcEurrecclón rutura.
CAPÍTULO XV
Sexto arlículo del Símbolo.

Creo que subi6 a los cielos, y e8tá sentado a la diutra de Dios Padre
Todopoderoso.

ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR


SOWABIO, - 1. Permancneln de Jttlll en IR Ucrra d ~spnbl de IU resurrrtclón. - Consti·
tuclón de la Tglesla. - '· Aacenslón. - Por qué &ubl6 al Cielo NIIOJtLro Senor Je1ucrtato.
- a. Jotucrl¡to sent.ndo a la dleatra de Dios Pa.d.re.

1 . P et·manencia de J esús e n la lim·ra d espués


de su r es urrección.
1. ¿Cuánto tiempo quedó .Jesús en In tierra después de 6u resurrección?
Cuarenta días.
2. ¿ Po•· qué quedó Nuestro So~or cuarenta días en In lie•·ra después de su
rcsu r•-cccióo?
Pot· tres razones: 1• Para demostr·ar a sus Apóstoles, con repe-
tidas apariciones, la \'et·dad de su resurrección.
A los cuales se habla manifestado también después de su ¡>asi6n,
dáll(lolt>s m11cha• pruebas lle q11e vivía, apareciéudoseles en el espacio
de cuarenta días y hablá11doles de las cosas tocantes al •·eino de Dios'.
2• Para terminar de instruirlos, dar·les la inteligencia de las
Sagradas Escrituras, y preparados de este modo a la predicación
del Evangelio.
3• Para constituir su Iglesia, confirmando a San Pedro en la
autoridad suprema, dando a sus Apóstoles la misión de enseñar
a·todas las naciones, y el poder de perdonar los pecados, y pro-
metiéndoles el Espíritu Santo, cuya perpetua asistencia les era
necesa ria.
8. ¿En qué circunstancia confi••mó Jesucristo a San Pedro en In autoridad
tUpJ•ema?
En una aparición en la ¡•ibera del mar de Tibe1·íades. Después
1 Becb"' t, !.
326 JESÚS EN LA TI ERRA DESPUts DE SU RESURRECCIÓ N

de la co mida.: que siguió a la pesca milagr·osa, Jesús dijo a Simón


Pedro: «Simón, hij o de Juan,¿ me amas más qu e éstos?» Res-
pondió Pedro : <t Sí, señor·, tu sabes que te amo. » Añadió '
Jesús : « Apacienta mis corderos. » Añadió Jesús nuevamente :
« Simón, hijo de Juan, ¿ me amas'? • Respondió Pedro : e Sí,
Señor, tú sabes que te amo. » « Apacienta mis co rderos, lr le
dijo Jesús, y añadió por tercer·a vez : «Simón, hijo de Juan,
¿me amas? » Pedro se entristeció porque le había preguntado
tres veces : ¿ \\le amas ? y respondió : ( Señor, tú sabes todas las
cosas, tú sabes q ue te amo. 11 Replicóle Jesús : e Apacienta mis
ovejas' . »
u Apacienta mis cor·deros, apacienta mis ovejas »,es decit·: Sé
past,or no sólo -de los fieles, sino también de los mismos pas-
tores.
En esta aparición proporcionó Nuestro Serior a San Ped ro una
ocasión de reparar públicament e su triple negación por una.
tripl e protesta de amor.
4. ¿En quó circunstancia confi rmó J esucristo a sus Apóstoles en 1• dignid3d
de p3stores de la Iglesia?
En ott·a aparición con que los ravoreció en una montaña de
Galilea. Luego que los Apóstoles le hubieron adorado, les dijo
Jesús:
A mi se me ha claúo toda ¡Jotestad en el cielo y en la tier·r·a. Id, pues,
e ittstr·r.Sd a todC<s las nacio•res en el camino de la salud, bcu•lizándolcu
en el n omb•·e del Pad•·e, y del llijo, y del Espírit" .';auto : Emc>ián-
dole. a obse•·•a•· toda1 las co•as qt~e yo os he mundaclo; y estad ciertos
q~<e yo mismo estaré cont inuamente ron vosol!·os hCUila la con$Umaci6tt
ele los siylos •.
Por estas palabras, investía Jesucl'isto a los rutut·os pastores
de la Iglesia del triple poder, 1• de ensellar la verdad t·eve-
lada; 2• de distribuir la gracia de los sacramento s; y 3• de pres-
cribir la r·egla de co ndu cta tal como Él la ha determinado .
5. ;, No hnbia d•do ya J esucristo a los Apóstoles el pode•· de perdona•· los
pecados?
SI : en su primera aparición les confi rió este poder, fr·oto de
la Redención. Soplando sobre ellos, les dijo : « Quedan perdo-
nádos los pecado;: a aquellos a quienes los perdonareis : y que-
dan retenidos a aqúell os a quienes los r·etuvie reis ' · »
6. ¿ Jleo·mooe~ie•·on mucho t!empo los AJ>óSiolcs en Galilea?
Los Apóstoles, después de la segunda aparición, en la que se

1 Junn, z:u, Ui 17. -


4
1 Yat., xxvm, 18-20.- ~ Jna.n, n, 22, 23.
ASCENSIÓN DEL SEflOR 327
halló Santo Tomás, fueron a Galilea, pero volvieron a Jerusalén
a-lgunos días antes de Pentecostés.
7. ¿Renovó Jesucristo sus apariciones mientras los apóstoles estuvieron en
Jerusalén 1
Si: y continuó instruyendo a sus Apóstoles. « Id, les dijo un
día, por· todo el mundo, predicando el Evangelio a todos los
hombr·es. El que creyere y sea bautizado se salvará; pero el qtie
no cr·Pyere se condenará '. »
Al mismo tiempo, les enume ró los prodigios que acompaña-
rían a Jos que creyera n en Él : « Lanzar·án los demonios en mi
nombre; hablarán nuevas lenguas ... , impondrán las manos
sobre los enfer·mos y serán curados •. h
Les dió inteligencia para que entendieran las Escritu r· as, y les
dijo : « Estaba escrito que era necesario que el Cristo padeciese,
que resucitase al tercet· día, y que se predicase en su nombre la
penitencia y la remisión de los pecados por todas las naciones,
empezando por Jerusalén 3 • »
8. ¿ Qué · ¡•ecomendación )' <1ué. promesa hizo Jesucristo a los Apóstoles
mientras comía con cJios en el Cenáculo?
Les dijo « que pe rmanecieran en la ci udad hasta que fueran
reve~tidos de la fo t·taleza ele lo alto'· Juan, les dijo, bautizó en
el agua, mas vosotros seréis bau tizados en el Espíritu Santo den-
tro de pocos días .. . Recibiréi5 el Espíritu Santo, que descenderá
a vosotros, y seréis testigos míos en Jerusalén, en toda la Judea
y Samaria, y hasta las extrem idades del mundo •. »
Esta fué la última comida que tomó .Jesús con sus discípulos.

2. Ascensión del Selio r .


9. ¿Adónde condujo Jesús a sus discípulos después de esta última comida
en el Ceniteu lo 1
Después de esta última comi•ia en el Cenáculo, donde seis
semanas antes había instituido la Sagrarla Eucaristía, « les sáco
afu et'a camino de .Betania 0 , » sobt·e el monte de las Olivas,
testigo de sus dolot·es, al que iba a glorillcar pot· su gloriosa
Ascensión al Cielo.
Sucedió esto un jueves, cuar·enta días después de la· resurrec-
ción, y diez días antes de la ven ida de l Espíritu Santo.
10. ¿ Qué circunstancias acompailaron a la Ascensión del Señor?
Llegados a la montatia, levantó Jesús sus manos, bendijo a sus
discípulos; y al mismo tiempo ellos vieron cómo se·elevaba sobre
1
1tfarc~, XVI, lS, 16. - ! Maro., XVl, 17, 18. - 3 J.uc., XXIV, <lti-47.- 4 Lac., X.XJV 1 ( 9.
- S Heeb., r, 6·8. - 6 Luc., XXIV, 50,
328 ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Jos ai res• , hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Como los
Apóstoles seguían mirando al cielo, dos varones vestidos con
ropas blancas aparecieron junto a ellgs y les dije,·on : « Varones
de Galilea,¿ qué hacéis aquí mirando al Cielo? Jesús, que de
en tre vosotros ha subido al Cielo, volverá de la misma manera
que le habé is visto subir •. »
H . ¿ De qué manera entró Jesucristo en el Cielo ?
J0sucristo entró en el Cielo :
1• Como Rey victorioso, escoltado por los ejérci tos angé licos.
Levantad, oh ¡wíncipes, vttest>·as ¡me•·ta•, y elevaos vosotrcts, oh ptte•·-
las de la ete•-nidad; y enh·a•·á el Rey de la. glo>·ia • .
2• Como tri unfador, llevando consigo a todos los justos del Anti-
guo Testamento rescatados coo su sangre.
Al sttiJi•·se a lo alto llevó consigo cautiva o como en triunfo a una
g•·an multilurl ele cautivos y clerrctmó ms dones sobre los homb>·es s.
3• Aclamado por todas las jeran¡uías celestiales.
L os cttales decían en alta vo• : Digno ~s el Cot•clero, que ha sido sact·i-
ficado, de •·ecibi>· el pode•·, y la divmiclacl, y la sabidtH'ia., V la {c>rtaleza,
y. el hono•·, y la glm·ict, y la bend·i..:i61t • . Ado>·ad al Se>1or, vosot>·os
tocios, oh ángeles suyos 5. •
12. ¿ Para qué subió Jesucristo al Cielo?
Pa1·a su glo ria y nuestro provecho.
13. ¡, De qué n>aoet·a la Ascensión de Jesuc•·isto ha servido para su glorifica-
ción?
Po1·que Jesuc1·isto subió al Cielo : 1• Para gozar del t1·iunfo
que había alcanzado. Su vida y, sob ré todo , su pasión, habían
sido un combate; su resutTección, un a victoria; y su ascensión,
un glorioso triunfo.
2• Para ocupar él lugar que correspondía a su cuerpo glorifi-
cado, que no es otro sino el Cielo.
3• Para ilum inar el Cielo con su gloria.
Y la ciudad rw necesita sol ni luna que alumiH"en en ella; po1·que la
clat·idad. ele Dios la tiene ilttmi>wda, v s11 lumb•·era es el Co>·de•·o•.
H. ¿De qué manera Ja Ascensión de Nuestro Se•ior Jesucristo ha s ido prove-
chosa pa•·a nosotros ·¡
Nos. ha sido p1·ovechosa : 1• Porq ue Jesucristo subió al Cielo
para abrirnos sus puertas cerradas por el pec-ado de Adá n .
Yo voy ·a prepa>·a•· ltiga>· pat·a vosott·os ' .

• Val'ios auto_res de los prime••os siglos afirman que el llijo de Dios dejó
imptesas las huellas de sus pies en la roca del monte de las Olivas.
s Becb., r, 0·11. - 2 Salmo xxm, 7. - 3 Efts., rv, 8 ; Salmo r.xvn, 10. - 4 Apoc.,
Y, a.- 15 Salmo xovr, 1 . - G Apoc., xxx, 23.- 7 Juan, XJv, 2.
JESÚS A LA DIESTRA DE DIOS PAD RE 329
2° Para enviarnos el Espíritu Santo.
Jifas yo os digo la verdad : os co•wiene que yo m e vaya, po>·que si y o
no me voy el Co>ISolad.or o Abogado no vendt·á a vosot>·os; puo si me
voy os lo envicu·•ia •.
3• Para intercedet· por nosotros cerca de su Padre .
Jes11cr isto ent>·6 en el Ciek! m i.mto pa•·a p>'esellla >·se ahora po•· n os-
otros, en el acatamiento ele Dios"·
15. ¿ Dejó Jcsucl'isto con1pletamente la tie•·•·a a l subi•• al Cielo ?
No, sino que se halla al mismo tiempo en la tierra y en el
Cielo ; pues antes de morir fi jó su residencia entt·e noso tros en el
ado r·able sacramento de la Eucaristía.
Sienrlo todas mis delicias el esta,. con los hij os ele los hombres 3 .
16. ¿ Cómo exp1·esan Jos Libros Sa¡;rados la ¡;loria a que Jesucristo l'ué subli-
mado en cuanto hombt•e?
Por estas palabras que ponen en boca del Pad re Eterno :
« Siéntate a mi diestra' . »
3. J esús a la diestr a de Dios Pad r e.
17. ¿ Qul! s ign iOca la cxp1·esión está sentado"?
Esta expresión metafórica significa : 1° que el Salvadot· , des-
pués del gt·an trabajo de la Redención, goza de un reposo inmu-
tab le en la eterna bienaven turanza ; 2o que es Rey y Juez :
Rey de t·eyes, Ju ez de vivos y de mue rtos; un rey, en efecto,
debe sentarse en su trono, y un juez en su tri bu nal.
18. ¿Qué quie•·c decir la expresión esta sentado a la diestm de Dios?
Por esta ex presión metafórica, se en ltende que Jes•JCri sto, como
Dios, es igual en todo a su Pad re; y que su hu manidad goza de
.gloria y poder Jales que la elevan sobre todas las ct•ialuras.
E l Pacl>·e •·es-ucitánd.olo ele enl>·e los mue ..tos, y colocánclolo e~ su
cliest•·a en los cielos, sob•·e todo p1·incipaclo, y potestad, y vi•·lud, y domi-
nación ha puesto todas las cos<~s baj o ·de los p ies de él y le ha consti-
tllído cabeza ele todet la lglcsi<~ así mi lilan te como tri unfante'·

HEC HO HI STÓR ICO


El ias. (IV Reyes, 11.)

a. Las tr·cs pet·sonas de la SanLisima T rinidad debian coopel'31' a la sal\'ación


de los hombres : el Pad 1·c, enviando al Hijo ~· at 1·a~·cndo los homh1·es a este
tJi,·ino Hijo; elll ijo, ensellándoles j' mu1·iendo po1· ellos; el Espíl'itu Santo, aca-
bando la oiH·a de Cr·isto ~· ll enando los corazones de sus di\'inos· dones. Pc1·o el
Espil·itu Santo no debia aparece•· vis iblemente en el mu ndo, s ino después que
C••isto saliera de él.
1 Juan, XVI, i. - ' Ueb., 1X, 24_. - a Prov., YIU, 31. - ' Salmo CJX, l . - $ x rca.,
I, 20·22.
330 LA ASCENSIÓN . - CUADRO SI NÓPTICO

RESUMEN

Permanencia de Jesús en la tierra después de su resurrección . ·- Jesús,


después de su resurr·ección. permaneció aún cuar·enla días en la Lier·•·a, apar·e-
ciéndose a sus discipulos, e inslru)·éndolos. Dur~mte ese tiempo conlir•rnó a
San Ped ro en la dignidad de Cabeza de la Iglesia, ¡· a los olo·os Apóstoles en la
dignidad de pastores de la misma, dándoles el poder de enseñar, de adm inis-
tra r• ]OS SdCI'OllnCDtOS, de goberna1• a Jos Oeles 1 )' prornetiéndoles estar COO
ellos hasta la consumación de los siglos. Por tin, les prometió también enviarles
el Espíritu Sanw.
Ascensión del Señor. - Después c.le su úllima comida en el Cenáculo, con ..
dujo Jesús a sus discipulos al monte de las Olivas. Llegados allí, levantó sus
manos para bendecirlos, y empezó a elev;.u•se a l mismo tiempo por· los air·es, en-
trando en el Cielo corno rey victorioso y t.1·iunrador, en medio de las aclama-
ciones de los ángeles.
Jesús subió al Cielo : ·1• pao·a gozar del to•iunfo que había merecido; 2• pa•·a
OCUpar el lugar que COI'respondia a SU CUCl'])O glorificado; y ao para ilumioar
el Cie1o con su g1oria . También subió al Cielo : 1° pm•a abrir sus puertas a
Jos hombres; 2o pa•·a envial' el Espíritu Santo; 3° pa1·a intercede,• por nos-
otros ceo·ca de su Pado·e. ·
J esucristo sentado a la diestra: <le Dios Padre. - Esla expresión, está
se11tallo, s ignifica: 1• que el Salvador goza en el Cielo de un •·eposo inmutabl e;
2• que es Rey y Juez. Las palabras a la diest•·a de Dios Pad>·c, sígni lican que,
como Dios, J esucri sto es igual en todas las cosas a su Padre, )' que su huma·
nidad goza de gloria y poder tales, que la ele,•an sobo•e todas las criatm·as.

( ¡
Bettmcia deJeslis
1 sobre l.n. tl~rr:l
después
de e.u reeurreeclón
CUADRO SINÓPTICO

E&t:mela de cunrfnta dfas.


l n~trucc l ones a los diach)nlos.
Conlinuaclón do Sn.n Pe'h.·o eomo Cabeza do lA IglC$fn..
Contlrmaclón de los Apójtolcs oomo ¡>:ast.nl'PS.
Poder que se le.a da de enseñar, santiticnr r gobernar.
J>romes.."\ de em·iartcs ot Espírit u Santo.
J esús se tmslad:t al monte de los Olivos.
Se levn.nt.- on el cep:~.cio.
' Como rey victorioso .
..oz J.:ntraenel cielo Como trhmr::ulor .
~ 1 En medio do In& aclamaciones de los Ángeles.

¡
"'
: .l.&cenSión
Pn.ra got3r del trlunro que babia merecido.
ocup:~or el lngnr que com•lene :t un cuOI'J>O
Pnm
o
glorllleado.
"'
.¡ Jest1s JIUbló
nl ciclo
Para tlnmluar el ciclO eon su gloria .
Pt)l':t abrirnos el c iclo.

l
Pam en \' ltt rn o~ el F...~pí rl tu S:anto.
\ Para lutcrccdt!r por nosotros ce•·ca de liU Padre.
,JesUC'J'IStO 5F:s decir, que go:tn de un reposo Inmutable.
Jesucrtuo está
cst6 se1lt.ndo 1Y quo es Rey y Jut!z.
sentado a la tliestrn. E.i decir. que como Dios, es igunl ni Padre.
\ del Padre A In dfestm )
Y c1uc su bumnnhlnd gozn de unu gloria y poder
do Dios
' 1 que la coiOCim sobro todas las crtaturu.
CAPÍTULO XVI
Séptímo articulo del Símbolo.

Creo que desde aUí ha ele venú· a jttzga•· a los vivos y a los mtterto6.

JUICIO UNIVERSAL
SU)lAnto. - l. Segundo advenimiento de Jesucristo. - Glorltt de eate segnndo adveni-
miento. - 2. Señales que preec(loráu :l esté a(hentmlento. - P•·cdiCI\e lón· del .Rvnngello
~ todcn los tmeblos.- El Anticristo. lo~uchB do la Jglcs:la eoucn\ el Anticristo. - Adve-
ninliOnto sóblto de Jesucristo. - 8. El Juicio unlvOrHtl. :\t:mlfeatación de laa ooociene,ias.
La Scntenckt. - Rcoov:tl"'ón del uuiverso.

1. Segund o advenimiento de Jesucristo.

1. ¿Que nos enserh el séptimo ar·ticulo del' Símbolo?


Que Jesucristo ha s ido constituido Juez de vivos y muertos.
2. El pode1· de jutgar, ¿ no pertenece a las tres di\'inas pe1·sonas?
Sí : mas para g lorifi car la human idad de su Hijo, « el Padre
todo el poder de juzgar lo dió al Hijo •. »
Y le lw dctdo la JlOtestad de juzga•· et~ cuanto es Hijo cltllromb>·e '·
3. ¿ Cufmdo juzga 1·á Jcsucl'isto a Lodos Jos hombf'CS?
Jesucristo juzgara cada hombre inmedia tamente después de la
muerte; pero confirmará púb li camente s u sentencia en el juicio
univet·sal, al fin de l mundo.
4. ¿ Vend1•á, como la pl'imcl'a vez, en la humillación y en la pobreza?
No: s ino con gran poder· y majestad y con todo el resplandor
de su g loria.
Y aún os clecla•·o que veréis después a este !fijo del homb•·e que tenéis
delante, sentado a le• diesh·c• de la m(•jestad. de Dios veni1· SQbre las
nt~bes del cielo 3 . - Este Jesíts, que •epat'án•lose de vosott·os se lw subido
(tl cielo, vencl>·á <le la misma sue,·te que le acabáis rle ve1· subi>· allá'.

S Juan, vJ 22. - 2 J·uan, v, 27. - J :\lnt., XXVI, 6-t. - ~ lie<:h .• l, 11.


332 SEGUXDO ADVENIMIENTO DE JESUCRISTO

5. ¿Por qué aparecerá entonces Jesucristo con todo el brillo de su @loria?


1• Para que su santa humanidad, que ha sido ~alurada de opro-
bios, sea glorificada delante de todos los hombres.
Se humilló a sl mismo hctciénclose obeclic >~tc hctstct la muet·te , y
>liue•·te ele c•·uz. Po•· lo cual también Dios lo emalxó sob•·e todas lcts
cosas, y le clió nombt•e sitpet·io•· a todo 110mb•·c, a fitl ele que alnomb•·c
ele Je~Íis se cl11ble toda •·oclilla en el cielo, en le• ¡¡,.,.,.a p en el in{iuno,
y toeltt lengua confie.•e, que d s...tOI' Jemc•·islo e•IÚ Cll la gloria ele Dio•
Padre 1 •
2<> Pa1·a consolar y regocijar a sus fieles siervos, que adora1·on
a su Dios en la humillación de la came :
Entonces se •·egocijat·on las vh·genes al sonido ele m1ísicos inst>·umen-
tos, y tambié•• los jóvenes a w1a con los ftliCicmos . Yo cambic••·é m
llanto en gozo, !1 los consolaré, y los llenm·é ele alcg•·lc•, et~ cambio de
Sil pasado dolo•· t.

3• Para confundir· a los malos. que han negado y blasfemado


esa misma humanidad :
Decían mientt·as violan : A •·mtmos. pt<es, la:os al justo, visto que no
es de provecho ¡Jat•a nosolt'Os ... Examinémoole a fuerza de af•·entas y de
tormentos... Condcm!moslc a la 111ús infame muoJ•te3. Entonces cti,·án:
Insensatos de ••osott·os. s..
teno•· de vida 11os pat·ecía una neceducl,
y Sil mue•·tc u11a ignomú¡ia; luego clescan•iados hemos ido del camino
de la ve~·dad : no 110s /&ti alumb•·aclo la lm de la j usticia, 11i pa•·a nos-
otl·os ha nacido el so l ele ln intelige·ncia • .

2. Seña les pt·ecn t·so•·ns del segu nd o ndvenintiento


de J esucristo.
6. ¿Cuándo sucederá el juicio unh·ersal ?
« En cuan lo al dia y a la hora, nadie sabe nada: ni los Angeles
tle l cielo, ni el Hijo , si no el Padr·e•. »
El Hij<J ,.le Dios, s.eg(rn su humanidad, no conoce ese dia sino
por· revelación; pero como no debe comuni ca rnos esa revelación,
para nosotros es como si lo ignorase.
7. ¿Indicó Jesucristo al~unos signos po-ecursores del juicio?
Sí: inolicó se•iales remotas y señales próximas.
8. ¿Cuáles son las señolea •e motas del segundo ad,·enimienlo de Jesucristo ?
Las se1iales •·emotas ~on : 1• La pr·edi caciún del Evaogelio a
lodos los pueblos :
Entr·e tanio se ln'Crlicw·á este Eva11g•lio, del •·eino de Dios en t()(/o el
mwttlo, en tes timo11io ]Jl!l'll todas las nacÍOIIC$ y o•lltowcs veudrá el fitt 0 •

t Flllp., n, 8~11. - t Jerem., J:JXI, 13. - : Sab.. u, U, 10, tO. - 4 Sab., T, 4, 6. -


t }(are., :un, 3!. - l llat-.1 1XIV 1 l o&.
'

SEGUNDO ADVENIMIENTO DE JESUCRISTO 333


2• Una disminución general de la fe, y una corrupción de
costumbres semejante a la que precedió al diluvio'.
Pero cuando viniere el Hijo del hombt·e, &Os parece que hallará {e
•obre la liet•t•a • ~
3• La aparición del Anticristo, el ser más impío y perverso
que jamús se hnb1·á visto.
El día del Sciio•· ttO venclt·á lfasta que ¡n·imc>·o haya acontecido la
apostas la casi ¡¡enc•·al de los fieles y apa>·eciclo el l>om b>·o del pecado, hijo
de la pct·clición, el cual se oponcL>·á a Dios, y se al:a>·á cont>·a todo lo
que se dice Dios, o se uclo>·a, hasta llegm· a ]JO>W>' su Cl.<icnto en el te>n-
plo de Dios dando a entende>· que es Dios 3 •
El Anticristo se dará tal maña pa•·a imita•· el poder divino,
que muchos de los mismos elegidos se1·fan seducidos si posible
fuera •.
Vendrá cOtl el pode•• de Satanás, co11 toda suerte de tnilaq•·os , ele
señales y de p>·odigios falsos. Y con todas las ilusio11co que pueden con-
ducir a ¡., it>iq11idad a aquellos que se pcrde>·án, por 110 llabc>· •·eciúido
y lt>nado a la ve>·dad a {i•l de salva•·••· Po•· eso Dios ''" envim·á o per-
mitirá que obro en ellos el a>·ti{icio del e•·•·oo·, con que c•·ca•• a lamen-
tit·a. Pa>·a que sean CMJdet!ados todos los que 110 c•·eyet·on a la ve>·dad,
sino que se complácieo·on en le. mllldad o inj11sl icia ~.
9. ¿ De quú monc•·n inlervcnd•·á Dios en la luchn Sll lli'Ctnn '/
Su~citando hé1·oes de la fe cuyos milagros cclipsa•·án los
falsos prod igios del hombre de penlición. Henoc y Elías, a
quienes Dios sacó de este mundo sin haced es pasar po•· la
muerte, volver·án a la tierra y sostendrán a la Iglesia en esta
terrible pt·ucba •.
El primero 1epresentará a la religión primili'"a, y el se,"Undo,
a la religi~n mosaica; y ambos se unirán para dar testimonio de
la divinidad de Jesucristo.
Henoc predicará la penitencia a las naciones, y Elíns conver-
ti•·á a los .1 udios a la verdadera fe. La C011versión M I pueblo
judio la da Snn Pa~lo como señal del fin de los ti empos'·
·10. ¿ Cu~ l scPá el lindel AnLicl'islo?
« El Seno•· .Jesús lo mala •·á con el resuello de su boca, y lo
destrui1·ti con el re1<p landor de su pr..sencia 8 • »
11. ¿Cuólcs sc••:\n las sco"ia lcs pró<imas del •iltimo juicio?
Jesucristo Nuestro Se11or las enumera en los términos siguien-
tes:

i ll.at.., SXIV, l7 St. - ! Lae... Xf'lll, S. - l ll Tesal., 11, l, 4, - ~ lSat., x :: nv, 'U. -
5 11 Te•l., U, t•ll. - e Apoc..1 XJ, 3. - 1 Rom., XJ, U. - t 1J Tesil., 11, 8.
EL 1UICIO UNI'VERS..\L

<1. Veránse fenómenos prodigiosos en el sol, la luna y las estre-

llas, y en la tierra estarán consternada s y atónitas las gentes por


el estruendo del mar y de las olas. Los hombt·es se secarán de
temor y de sobresalto, por las cosas que han de sobrevenir a
todo el universo, pot·que las virtudes de los cielos, o es(e1·as
celestes, estarán bamboleando' . »
12. ¿Será súbi to el advenimiento de Jesucristo?
« Como el relámpago que sale del oriente y se deja ,·er en un
instante hasta el occidente, así será el advenimien to del Hijo del
hombre•. J>
13. ¿ De que vend,•á p¡•cecdido Jesucri~to?
De su gloriosa Cruz.
Et~tonces apa•·ece•·4 e11 el cielo la sc1ial del Hijo dtl llomln·e, a c11ya
oista todos los pueblos de la tie•·•·a p>-or•·wnpi..tm en llantos; y ve1·án
venir al !fijo del hombre sob•·e las ""bes resplandecien tes del cielo con
g•·an pode•· y majestacl3 .
14. ¿Cómo se reunirán los muertos?
« Jesucristo enviará a sus ángeles, que a voz de trompeta
sonora congt·egarán a sus elegidos de las cuatro partes del
mundo, desde un ho l'i zontedel cielo hasta el otro 4 .ll

3 . El Juicio universal.

15. ¿ Dónde se celebrar~ el juicio?


Nada se sabe de cierto sobre este pat'ticular •.
16. ¿ Quó se entiende po•· la expresión los vh•os y los 11wcrtos f
Pot· los vivos se entiende los buenos, y por los muertos, los
malos.
17. ¿ Qué hará Jesucristo antes de juzgar a los hombres?
Separará a los l)llenos de los malos como el paslor sepam las
ovejas de los cabritos, y colocará las ovejas a la derecha y los
cabritos a la izquierda •.
18. ¿Quiénes serán los asesores del di\ ino Juez ?
Los Apóstoles.
Por eso yo os p>·eparo el •·eitlo celestial, como mi pa.il•·c me lo p1·cpm·ó

• El valle de' Josarat, en donde Dios, sc~tún el profeta Jocl (m, 2), rcunil'i
a todos los pueblos para juzgarlos, no parece ser un lugar real deterlllinatlo
por la Sasrada Escritura : la p>labra Josa{al significa dh•isión del juicio.
1 Luc., XXI, ,$.!!'6. - 2 )lat., XXIV, 27. - :1 l1nt., XXIV, 30.- 4 Mt'lt., XXtv 81. - 1 Ma t..,
1
xxv, n , u.
/
.l
EL JUICIO UNI VERVAL 335 1
a mí : ¡Jara que comáis y bebáis ct mi mesa en mi •·ei11q, y os 1enteis
solll'e tl•otros, ]JC<>'a juzgm· a las doce t?·ibus de Is•·ael'.
19. ¿Cómo se instruirá la causa?
Ab iertas como li br·os, las conciencias patentizarán a los'.ojos
de la muched umbre todos los actos de la vida •.
Y vi ct los muertos g>·anrles y peque1los esta•· delante del t>·ono, y
ab1·ié•·onse los lib•·os de las conciencias, y ab•·ióse tambie'11 ot•·o lib•·o,
que es el de la vid", y {uet•on juzgados los mtu.>·tos pot• las cosas esc?'itas
en los lib•·os, segím sus ob•·as 3 •
20. ¿ Podt·án los pecado•·cs aplaca•· al Juez?
No : porque Dios es para el pecador « un·j uez severo que no
se aplaca con regalos ni admi te excusas, sino que juzgará rectí-
simamente' ».
21 . ¿Qué sentencia pronunciará el soberano Juez?
A los buenos dirá : « Ven id benditos de mi Pad re, a tomar
posesión del reino celest·i al que os está preparado desde el prin-
cipio del mundo. >>
Y a los ma los : « Apartaos de mí, malditos: id al fuego eterno,
que fué destinado pat1l el d iablo y sus ángeles •. »
22. ¿ En qué so fundará esta sentencia?
Para los buenos, en la caridad que ejercitaron con Je;;u¡;risto
en la persona de los pobres, desgr·aciados y enfermos :
Po •·qtte yo tuve hamb•·e y me di~teis de come•·; tuve sed y me d·isteis
de bebe•·; era pe•·eg•·üw y me hospedaslei$; estando des-nudo me cubl'is·
teis; enfermo y me visitasteis; enca>·celado y vin·isteis a vet'tne y conso-
Jarm'.lo.
Para los malos, en la dureza de su corazón :
Pol'que tuve hambre, y 110 me disteis de come•·; sed y no me disteis
ele bebe•· ; e•·ct pe•·eg•·ino y no m e •·ecogisteis ; clesmtdo, y no me ves lis·
teis; en{e,.,no y ellcltrcelaclo y 110 me visitaste·is '·
'23. ¿Qué lección nos da .Jesucristo al funUamenta l' su sentencia en esas
obras?
Que aunque no excluya las demás obras buenas, las obt·as de
misericordia son preferidas por Él.
24. ¿ Tardará mucho en ejecntat·se esta sentencia·?
No : se ejecutará sin di lación.
Y en consecuencia i>·án éstos a·l ele•·•w srtplicio, y los justos a lct
vida ete••t~a 8.

1 Luc., xxn, 29, 30. - t 1>roa:1 DJts h·~ . .- 3 Apoe., xx, 1!!. - .i Kemp., t, xx1v. -
5 Mat., xx.v, lH, U . - a ·Mat., XX\', 361 SG. - 7 Mat., XXV, 42, 43. - 8· Mat., XXV, 46.
336 EL JU ICIO : u NIVERSAl.. - RESUMEN

25. ¿Qué será después del unive1•so?


Se1·á 1'e novado y purificado .
Etllonces, los cielos, c<m espanto>o esll'~<enclo, pasc"·án de u na pa1·te a
oto·a, los elomentos con'el ardo•· del fuego se clisolvei'Cí••; y la tier>·a y
las oln·as que hay en ella se>'Ú>I abt·asaclas. Bien que espe>"a>ltOS, con-
fon ne a s~<S p>'O>nesas, nuevo~ cielos y n«eva tie1·ra , cloncle habit.;o·á
eternamente la j usticia 1 •
26. ¿Qué gloria está reservada a Jesucristo después del l>lti mo juicio'/
Cuando el diab lo haya sido precipitado e n el estanq ue de
fuego y azufre •, todas las cosas estarán sujetas al Hijo, « y Él
mismo quedará sujeto, en c·uanto hom bt·e, al que se las sujetó
tod as, a fin de que e n todas las cosas, todo sea de Dios 3 • »
Seo·á el Pad1·e del siglo venidero, el P ríncipe de paz• . Y su •·eino no
tendrá fin G.

HECHOS HI STÓRICOS
Los Egipcios ahogados en el ma 1· Roj o. (~xodo, XIV.) - La cizaña y el
buen gra no. (M•t., xm , 24-30.) - Los peces buenos y los peces malos .
p Jat., XIII , 47-49.) . •

RESUMEN

Segundo advenimient o de Jes ucr isto . - JesucPi sto, al fin de los tiempos,
volve r·ú a la tierra para ejct·cer· su poder de Juez sober·ano. El podcr ·de juzga1'
pe1·Lenece a las t1•es divinas personas; mas pa•·a gJo,·ificar a In human idad de
su Hijo, el Pad 1·e ha dejado en manos del Hijo todo j uicio. - El p1·imcr· ad-
venimi ento de Jcsuc,·isto se verificó en la humillación; m3s en e l segundo,
aptu·ece•·á Jesnc•'isto lleno de glo1·ia l' majeslad , a fin de que su sarna huma-
nidad sea glol·ificada , consolados sus fieles sict·ros, )' con fundidos sus enem i-
gos.
Señales del segundo advenimiento d e J esucristo . - Jes(>s mismo nos ha
dado a conocet· las scf1::iles p1·ccnr·sot·as del juicio un i\'CI'Sal. Ésl:ls son de dos
clases : I'Cmolas y próxhllas. Las señales t•ernolas son : 1~ la predicación del
Evangelio a todas las naciones; 2o la pérdida casi genen•l de la fe; 3o la apari~
ción del Antic•·isto. El Anlicrislo scr:í el se•· más per,·eJ'SO que jam~\s se haya
visto. lla •·á tales prodi gios <¡ue Jlega•·á a seducir a muchos hombres; pero
Oios· suscilat•á luh·oes de la re , cuyos mi lag•·os cclipstu·án los ralsos mi lagros
del homb1·c de perd ición. Henoc y Elias I'Oil'el·án a la tierra y sostend>'án a la
lglesi:'l con su .Pl'Cdicaciñn y sus milagros. Las sefwles PI'ÓXimas serán s•·andes
lrastornos en la nal ul'aleza. Los hombres estarán sobrecogidos de Sl'an tenor,
y po1· fin , apa1·eced JcsucPisto prccetlido de su c1·uz glol'iosa.

1
Il Pedro, m, '10, 13. - 2 Apoc., XX, 1). - 3 l Cor., :tv, 28. - -' le.1la.s, IX, G. - li Luc.J t , 33.
EL JUICIO UNIVERSAL . - CUADRO SINÓPTICO 337
El juicio universal. - Todos los hombres ser-Jo o·eunidos ante la presencia
rlel Juet; los buenos ser:ín colocados a la derecha y los malos a la i•quierda
Los Apóstoles serán los asesores del dh•ino Juez. Los conciencias de IO-
dos ser:ín abiertas y estnr;\n patentes a Jos ojos de todos. El sobeo·a no Juez
dirá a los buenos: « Venid, benditos do rn i Padr·c, a poseer· el r•eino de los
ciclos; » y a los malos: • Apartaos de u\í, malditos, id ni ruego ctcr·no.; La
seoHeocia de unos y otros se fundará en las obras de misericordia , lo cual
nos manifiesta que dichas obo':ls ocupan a los ojos de Jesuco·isiO un lugar pre-
rer·cntc, sin exclusión de lns demás obras buenas. L.a sen tencia será cjccu-
1ada inmediatame nte. El universo seo•it luego pul'ificndo y renovado; y todo
quedal'á sometido al l lombo·c Dios, cuyo o•eino no tendo·á fin.

CUADRO SINÓPTIC O

Jeaucrltto Jues de ,.lvos Gloria dol ¡egundo adn.n lmlento.


y muertos 1llo1fYOJ de este se¡ondo adven1tn1<mto.
~
ProdlcRelón del Bnmgcllo a 1.odo1 Jos J)Ucblos.

m de
senntc• \
l:!esundo •
ROniOt.a\8
lDisminución gencrA.I do la te.
Apartclóo ele! A.nt.for1JtA>,
E ad<enlmleniA> (
$U
S~ñGlOI en el elelo.
Próxhnu
l SeOaiCI eobre la tlern.
E!'ipanto de los hombrea.
~ Rcpcutlnn nparielóo de Jcsuerlisto, precedido do su entt glol'los:t.
o Reunión 1Los buonos a la dCI'CChn.
o tle todos 101 hombros Lot uutlOI a la 1.tqulertb.
l..os Ap6t&o1er, a..;:e;ores del tcberaDO JueJ.

.,...
t:>
:UaDUbl.actón de las eonc.fenc:lal.
.. El Julelo
UUl\'Otl-lil
\
\ Sentcneln ~ Lo.11 buonos son llamados Agoz..-.r d?11'0inocelestlal.
dol sobomno .Juez [,os mnlo3 ~:oo eontiOIIIUioa nl lnhurnu,
ModvO-'I do lt\ s.ootouciB: las obra& tlo Clll'ld:td.

t Renonelón del unlverso.


binado glorloso T SID OD del Uombre Dtoo.

15. - EXPOS. DOCTRINA.


,
SECCION JII
DEL ESPÍRITU SANTO Y DE LA OBRA DE LA SANTIFICACIÓN

Esta última sección com r•·eode cinco capítulos, que ti enen por
objeto: 1• el Espíl'itu Santo ; 2° la Iglesia y la co munión de los
santos; 3• el perdón de los pecados; 4•Jaresut'l'e cción de la carne;
5• la vida perdurable.

CAPÍTULO XVII
Oc~avo ar~iculo dol Símbolo.
Ct·eo en el Esplt•it" Santo.

DEL ESPÍRITU SANTO


Souato. - 1. Dh1n1dad del Ellpfrttu Santo. - 2. l tf.o=tón del Eaplrltu Saoto. l!i•lóll
vitlble. Pentecostb. Traostorm!leión de loe A póltolot. Mb1óo tnvlliblc. - 3. Dontl5 1
t rutot del R3plrlto Santo. - Deberes p:ara con el E:spfritu Santo.

1. Divi n ida d d e l E s píritu Santo.


1. ¿Quién es el Espil'itu San to ?
El Espí•·itu Santo es la te•·ce,·a pe1'Sona de la Santísima Trinidad.
2. ¿ Qu6 es creer en el l::spiritu Santo'/
Es c ree,· q ue e n Dios hay una pe•·sona, la terce ra, llamada
Espíritu Santo, que procede del Pad t·e y del Hijo, y tiene con ellos
una misma natu:·ale7.a y una misma divi nidad'·
3. ¿Es Dios el Espi•·ilu Santo, como el Padre
r el tt ijo?
Sí : es Dios como el Padre y el Hijo. La Sagrada Escl'itura Jo
llama Dios, en el sentido a bso lu to de la palabra• , y en varios
pasajes le atribu yo las propiedades y operaciones que no convie·
nen más que a Dios 3 •

1 Vhte: Ml.ttcrlo de lo S<wtfslma TrhJfdod, pág¡• .¡¡.u. - ! Uecb., ~. 3, •· -


J Sab., J, 1 ; Salmo xxxu, 6 ; ll~b., 1 , 16 : u , 4 : l Cor., n , 10; m, JG.
)IISIÓN DEL ESPIRITU SANTO 339
Por eso, el Espíril u Santo es adorad o y glorificado juntam ente
con el Padr·e l' el Hijo' ·
4. ¿ Por quién ha sido neiada la divinidad del Esplrilu Santo?
Por el heresiat·ca Macedonio, que fué conden ado en el concilio
de Const:•otinop la, el año 381.
5. ¿ Qué distíngu e al Espíritu Santo como persona dh•ioa?
El proced er a la vez del Padre y del Htjo, por vía de vol untad o
de amo r ; mientr as que el Ilijo procede de sólo el Padre, por vía
de enleod imient o, y el Padr·e no pt·ocede de nadie.
6. ¿ Qué et•t•or niega la \'Crdad eatólicn sobro In procesió n del
Espíritu
Santo?
El de los Gr·iegos ci,.máticos, que pretend en que el Espírit u
. Santo procede únicam ente del Padre, y no admite n que proced a
juntam ente del Padre y del Hrjo.
7. ¿Por quó se llama Espi>'itu • la tercera persona de la Santísim
a Trini-
dad?
Porque es como el soplo de amor del Padre y del Hijo. Con
esto se da a entend er que por este amor recipro co, que es la ter-
cer·a pe rsvna, el Padre y el ll ijo están más u11idos que lo estarían
dos person as que tuviesen una misma respira ción.
8. ¡, Por qu6 este Espíritu so llnma San lo P
Porque no sólo es la misma sanlida d. como el Padre y el Hijo,
sino porque a Él so atribuy e la santificación de las almas.
Ilobéis •ido sa.,li(icados, habéis sido justificados e•~ el 110111b>·e de
Nuest>·o Seiio•· Jesuc1•isto, y po1· eL E splrit" de 1111est;·o Dios •.

2 . l\lls i ón d e l E s ptritu Santo.

9. ¿. Qué se entiende diciendo que el Espíri tu Santo ha sido enviado


Padre y el !lijo? por el
Entién dese que se ha revelado al mundo po•· obras de san ti-
ficación.
10. ¿ Acaso el Padro y el Hijo no han operado en esas obras?
Si : han operad o lo mismo que el Esph·ilu Santo, pues las ope-
racione s ad cxll·a de Dios son comu11es a las tres personas di vi-

11 Espíritu , del
hHín spiritu.s . sop1o, espiración . La palnl)l'a espit·itrt , co
cu:mto Uesignn una sustancia inrnate1·ial , COll\'ienc excch·nt
cmen le a toda la
esencia di>ina. llas co>n el nombre de Espíritu Santo, indicamos
mente a Ja lei'Ccra per-sona de la :::,anlísima Tl'iniU:.d.
especial-
1 ShuboJo do Ntcc:l.. --: 1 r Co1·., v1, 11.
340 &IISIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

nas. Mas, por apropiación, se atribuye la creación al Padre, la


redención al Hijo, y la santificación al Espíritu Santo'.
1'1. ¿ Cu<iles son las principales circunstancias en quu el Espíritu Santo se
hn manircstado visiblemente?
1• En el bautismo de Nuestro Se1ior Jesuct·isto, en forma de
paloma•.
2• El día de Pentecostés, en forma de lenguas de fuego 3 .
12. ¿Cómo se prepararon los Apóstoles para recibir al Espíritu Santo?
Después de la Ascensión, se ¡·etira•·on con los discípulos al
Cenáculo, y durante diez días pe•·manecieron allí encerrados ,
«perseverando juntos en oración con las mujeres piadosas y con
María la madre de Jesús, y con los hermanos de éste•. »
18. ¿ Qué día rccibico·on el erecto de las promesas divinas?
El día de Pentecostés. A las nueve de la mañana, « sob revino
de repente del cielo un viento impetuoso que soplaba, y llenó toda
la casa donde estaban. Al mismo tiempo vi r ron aparecer unas
como lenguas de fuego, que se repartieron y se asentat·on sobre
cada uno de ellos. Entonces fueron todos llenados del Espíl'i tu
Santo, y comenzaron a hablar en diversas lenguas las palabras
que el Espirilo Santo ponia en su boca •. »
·J.t.. ¿ Qué s ignificaba aquel viento impetuoso?
Significaba el soplo de la gracia que tan g•·an cambio iba a
operar en Jos Apóstoles.
15. ¿ Qué significaban las lenguas de ruego?
Significaban : ·¡o el don milagroso concedido a los Apóstoles,
de hablar las diversas lenguas de los puo:blos que habían de e,·an-
gelizar; 2• la acción del Espíritu Santo que los iluminaría, los
purificaría y los abr·asal'fa en el fuego de la caridad divina.
16. ¿ Qué cambio operó el Espirito Santo en los Após toles?
Ilízolos muy otros de lo que an tes eran.
Eran ignorantes, y el Espí r·itu Santo les enset16 toda verdad•.
E1·an muy imperfectos y estaban sujetos al pecado, y el Espíritu
Santo les purificó el corazón y los confirmó en gmcia, de tal modo
que fueron la sal de la tierra y luz que brilla delante de los hom-
bres le~tigos de sus buenas obras'.
Eran flojos y tímidos, y el Espíritu Santo los llenó de fuerza y
valo•· para sufrir· toda l'lase de tormentos y la misma muer·te, en
testimonio·a Jesucristo hask1.las extremidades de la tierra 8 .

t Y~\:1,!:0 : Jlli>ltrfo de la s.wtl$t ma Trinidad, ¡1:i,g. 61.- !! ll:tt.., m , 16. - 3 Hoeb.,


0 He<:h., n, ,, t . - 6 Junn, X\'1, 11. - ' Mal.., "'• 18-JG. -
u, l·G. - 4 Hccb., J, 14. -
1 Uedi., 1, 8.
MISIÓN DEL ESPÍRITU SANTO 341
17. ¿Qué hicieron Jos ApósLolos después de reci bir al Espirilu Sanlo?
Se dispersaron por todo el mundo , y en pocos años fundaron
muchas Iglesias•.
·18. ¿ nabí a ejercido ya el Espíritu Santo su influencia en el mundo antes
de la venida de Jesucristo?
Si : ya había ejercido su misión de sanli flcador e inspirador :
1• Desde el principio del mundo, e1·a el alma de la sociedad de
los hijos de Dios.
Los oond11jo el Espí•·it11 del Seii01· : así fuiste hi el contluctor de tu
pueblo, a {ill de adqu.il·iJ·te un >10mb re glot·ioso 1 •
2• Él era quien hablaba J)Ot' los profetas, e inspiraba a los escr i-
tores sagrados.
Po1·que 110 tt·aetl SIJ o•·igen las p1'o{ecfas de la voluntatl de los homb1·es,
sino que los vai'Ofl<lS santos de Dios lwblar011 siendo i111pírados del
Espíritu Santo •.
19. ¿ Cu:íl es la misión im•isiblo del Espir•ilu Santo en la Iglesia'!
1• El Espll'itu Santo gobierna a la Iglesia.
Velad sob1·e vosotJ·os y sob1·e todt• la grey, en la cual el Espll·it11 Santo

• San Pedro, cabeza del colegio apostólico, fundó la Iglesia de .lerusollin, resi-
dió siete ai1os en Anlioquía, pt·edieó en ,·arias pnt·les del Asia Menor, y final-
mente, el ntio 1,4 estableció HU sede en Roma, tlondc fué Cl'llciticado cabeza
abajo, el 29 de .Jun io del mio G7.
San P•blo, convertido milagrosamenl e por Dios y agregado a los doce Após·
toles para trabajar en la conversión del mundo 11agano, después de numero-
sas correrías por Asia ~ Europa, rué a Roma a unirse con San Pedro, en
cura compaitia mtU'ió decapitado, por orden de Ne1-ón.
Sau Andrés, heo·mano de San Pedo'O, evangeli%ó varias pro,•incias del Asia
Menor, la '"frncia y la Maccdonin . y fué ct·ucificado en Patt·as, cíudod situada
en la Acaya , a In entt•ada tlel golfo de Col'inlo.
Santiago el )layo•· ochó la sem illa de la re en España , y volvió a Judea.
donde el rey Herodes Agripa Jo mandó deeapilar, hacia el ailo 44.
San Juan, hermano del anterior, fundó ''arias Iglesias en el Asia :Menor,
ealu,·o desterrado al¡¡ún tiempo en la isla de Palmos, y murió en .;;reso.
Sanliago el Menor, llamado el .1uslo, rué el prime•· obispo de Jtrnsalén,
donde murió npodt•cado pot• los .1udíos, después de ntTojado desde Jo al lo del
Tem plo, el nilo ü'l.
San Judas Tadeo, hermano del precedente, y como él pri.rno hermano del
Sal\'ador, C\'angeli7.Ó la )lcsopotamin, y murió m~\t•ti1· en Persia.
San Felipe evangelitó el .lsia superior y la Escilia, donde se cree que rué
apedreado.
San Barlolomó llc\'Ó la lot del E1•angclio a Armenia l' a la India occidenlal,
donde rué desollado vivo.
~a n to 'Tomás se inl crnó aún m{•s en la India, donde fué martil·izado.
San Maleo predicó en Egiplo y F.liopía.
";on !;imón, después de haber prcdi<ado en Etiopía, Arabia y Mesopotamia,
padeció el martirio en Persia.
San l latias, elegido en el Cenáculo para reemplazar a Judas, predicó el
Evangelio t n la Cólquida y en las coslas del mar Caspio.
1 rsaras, t.xrn, u. - 2 u Ped., J, 21.
342 MISI ÓN DEL ESPÍRITU SANTO

os ha ins tituido obispos, r>ao·a apacetdao· la Iglesia de Dios, que ha


ganudo Él con s" p•·opia sanyo·e 1•
2° Él la asiste para que sea infalible en su ense•lanza.
Ha r>a•·ecido al Es¡>kit11 Sat1to y a nosot•·os • ...
3° Él distribuye en la Iglesia los dones llamados g ratisrlatos.
Así el nno t•ecibe clcl Esph·itu Santo el hablm· con sabidtwia, ol!·o
t•ecil•e del mismo Es¡>lriltt cl lwblat• con ciencia 3 ...
4° Él mantiene a la Iglesia im·encible en medio de los ataques
de sus enemigos.
Yo t·oyao·é al Patlt·e y os clao·á otro Consolatloo·, ¡>ara que esté con
vosoto·os ete•·t~amente '·
20. ¿ Qué es el Espío•itu Snnlo en el alma de caua fiol ~
El principio de su vida sobrenatural. Po r eso so llama Espíri tu
vivificador.
21. ¿Cómo da el Espil'ilu Sanlo al alma la vida sobrcnalural ?
Confi•·iéndole la g1-acia sant•ficante, que la purifica del pecado,
la hace ~anta y agradable a Dios, y le comunica una 1·ida ,.e,·da-
demrnente di vi na.
22. ¿ Qué es, considerado a la luz de la fe, el c•·istiano adornado coo la
gracia ?
Considerado a la luz dH la fe, el cristiano ado rnado con la gra-
cia es un ma•·avilloso compues to de dos vidas : Jo. vicia natural,
qu e consiste en la uni ón .d el alma con el cuer po, y la vida sobre-
natural, que consiste en la uni ón del alma con ol Espíritu ::>anto;
y así como el cuerpo es vivificado por el alma, así el alma lo es
por el Espíritu Santo , el cual es, valga la expresión, el alma de
nuest1-a alma.
23. ¿ Cuáles son los principales ope•·aciones del Espiritu Santo en el alma
del justo?
·to Infunde en ella el espíritu de o ración.
El Espíril~< ayucla a tltt•st•·a flaqtteza; ptws no sabiend~ qué hemos
de ¡>edi;· en JJUC•II·as OJ•ctciones, ,.¡ como couviene, el mismo Esph·itu
hace llttestras peticio•1cs colt ytmici-•s que sou illtxplicables •.
2o Le recuerda su título de hija de Dios.
El mism~ Espi•·it•• de Dios está dando testi•••ouio a •mesll·o es¡>i>·itu,
dll qt.e somos hijo• de Dio$. Y sicudó hijos, somo$ tambiéll heo·edm·os :
he•·cdc•·os de Dios , y cohe•·ede•·us con C•·islo , con IC&I, no obstaute , que
pade:camo~ con Él," ¡; .. de que seamos co" Él alu•·ificados•.

1 Ueeh., xx, ! 8 . - 'lleeb., Xl', 28 : Concilio do Jerua.léo. - 3 J Cor., xu, S-11.


' Juan. SIV, 16. - 5 Rom .. vw, te. - 1 Row .• nn, 1&, 11.
DONES Y FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO 343
3° Es para ella fuente de luz, cons nelo y fo rtaleza .
Cttanclo venga el Espil·itu ele ve•·dacl, él os enseña•·á todas las ve•·-
clades ' ·
• ¡O h luz beatísi ma, penet.-a en lo mús inti mo de los corazones de t us
fieles ! Consolado•· pel"fecto, del alma re fugio suave y d ulce re fri¡¡el"io.
Si n tu ayuda, n o hay en el hombre nada ino<·e nte '· »
24. ¿ PaPticipa el cucPpo del justo de la pecsencia del Espil•itu Santo en el
alma?
Por su p1·esencia en el alma, el Espíritu Sa nto santifica a todo
el ho mbre, de tal modo que el c uer po q ueda co nver-tido en su
templ o.
¿No sabeis que vuest.··os c<tt•·pns so>~ t..,<plos del Espil·iltt Santo, qr<e
Ji.a bita en vosotl·¡¡s, el cual habéis •·ecibido ele Dio~, y que ya no sois ele
vosnt>·os . puesto que {1ús"leis c·omp>·Cidos a g;·an ¡n·ecio 9 Glo•·í{icad Cl
Dios, y llevaclle en vuest1·o cue1·po 3 .

3 . Dones y fru tos de l E s píritu Santo.

25. ¿ Qué comunica el Espit•itu Santo al alma junto con la g•·acia santifi·
cante?
Le comunica sus dones.
26. ¿Qué son los dones del Espíritu San to?
Los dones del Espíritu Santo son h ~ bit os sobrenatu rales qu e
pe rfeccionan al alma y la disponen a hacer con pron titud cuan to
se refiere a la salvación.
~7. ¿Cuántos, J cuáles, son los dones del Espíritu Santo?
S iete, a saber· : sabiduría, eu len di rniento, consejo, fo rtaleza,
ciencia, piedad y teniot: de Dius•.
28. ¿ Son eslos dones necesarios para la sah·ación?
Sí ; p11es nad ie puede ll ..gar a l cielo sino mov ido y cond ucido
por el E"-p íri lu Santo : pero el Espí ril.u Santo nos mueve y con-
duce por sus don es.
29. ¿ Qué orden se ha de seguio· en la enumeración de los dones del Espi·
•·itu Santo? ·
Cuando se aplican a Jesuc risto, se ern pieza por la sabidu ría, y
se acaba POI' el temo•·; pues. como d ice San Bernardo, «el Hijo
de Dios baja, corno po r siete g radas, desde la mansión de la
e tP.r·na paz hasta el fondo de este valle de lágrimas. »
Cuando se ap li can al bombre, se emp ieza po r el temor, y se

1
Juan, xvt, 13. - i Prasa Veni .-anc~ Spirttu1. - 3 1 Cor., \'J, 19·20. - " ltafaw, Xl1 2·3.
344 DEBERES PARA CON EL ESPÍRITU SANTO

acaba po1· la sabiduría; pues el homb1·e se eleva, como po1· siete


gradas, de;de el valle de lágrimas a la monta1ia de la etema paz.
SO. ¿ Qué producen en el alma del justo los dohes del Espíritu Santo?
Las vir tudes llamadas fnltos del Espf1·i tu Santo.
31. ¿Por qué se llaman f¡•u tos estas virtudes?
Porque, unida el alma justa a Jesncr islo po1· el Espíritu Santo,
como el sarmiento a la cepa •, produce naturalmente estas virtu-
des, d11 igual manera que el árbol bueno produce frutos buenos •.
32. ¿Cuáles son los f•·utos del Espíl'itu Santo?
Son doce principales, enumerados por San Pab lo, a saber :
caridad, gozo, paz, paciencia, benign idad, bo ndad , longanimi-
dad, mansedumbre, fe, modes tia, con tinencia y castidad 3 .
Todos estos frutos ordenan la vida del cristiano , inter·ior o
exteriormente.
33. ¿ Qué dones particulares infunde a veces ei·Espiri tu Santo en las almas ?
Los dones llamados gratuitos o g1·acias gmtisdatas.
34. ¿Por qué se llaman así estos dones?
Porque no son necesarios para la salvación, y no se conceden
sino a muy pocas personas, y principalmente para la santificación
de los demás.
35. ¿Cuáles son estos don es?
Los nueve siguientes : don de hablar con sabidul'ia, dón de
hablar con ciencia, don de hab la1· con fe, don de cu r·ar, don de
milag1·os, don de profecía, don de discreción de espíritus, don de
lenguas y don de in terpretación ' .

~- Debe•·es par a con el Espíritu Santo.

36. ¿Qué deberes tenemos para con el Espíritu San lo?


Nuestros deberes para con el Espíritu Santo son: ·¡ o Tributarle
el mismo culto que al Padre y al Hijo, por ser con ellos un solo
y mismo Dios.
2• Invoca r sus luces y su fuei'Za antes de nuestras principales
acciones, y sobre todo cuando nos pr~par·amos para recibir los
sacramen tos.
3• Ser dóciles a sus inspi raciones, y t'rabaja1· más y más cada

1
Juan, xY, J·S. - t ~1:lt., vn, 17. - 3 Gál., v , Z2, n. - ~Véase: cóp. x, no 68 ;
l Cor., m, 8·10 .
DEL I!:SP(I\JTU SANTO . - RESUMEN 345
día en la santificación del templo de nuestra alma, donde le gusta
recibir nuestras adoraciones.
4• Respetar nuestro cuet·po conset·vándonos muy put·os.

HECUOS HISTÓRICOS
Ananias y Safira. (Hechos, v, 1-12.)- Simón el Mago. (Hechos, vm, 18.)
E l centurión Cornclio . (Hechos, x.)

RESUME N

Divinidad del Espiritu Santo. - El Esph·itu Santo es la te•·cern persona do


la Santísima Tl'inidad, que pl'occdc del J>ad •·o y del Hijo, y posee con ellos
una misma divinidad. - El heresiarca Macedonio negó la divinidad del
Espirilo Santo; y los cismáticos griegos niegan que procede a la •·ez del
Padre y del Hijo.
ftlisión del Espiritu Santo. - Diciendo c¡uo el Espíi'Ílu Santo ha sido en-
viado por el Padre y el Hijo, so entiendo que se ha revelado al mundo por
obras de santificación.
El Esph·itu Santo se ha manifeslado •·isiblcmen te en dos ocasiones princi-
pales: en el bautismo de Nucstr·o Se1ior Jesucristo, y el rlia de Pentecostés.
En este día, los Apóstoles rccibic•·on el efecto de 13s promesas divinas, y el
Espíritu Santo, bajando sobre ellos en forma de lenguas de fuego. los hizo
hombres nue•·os: les enseñó toda •·erdad, los confirmó en gracia, l' los llenó
de valor• y fortalew.
Desde J osucl'i sto, ol Espil'i tu Santo es quien gobier·na u la Iglesia, la asiste
para que sea infalible, distribu ~o a algunos de sus rnicmbros los dones gra-
tisdatos, y la conscr\•a invencible en medio de las incesantes acometidas de sus
enemigos.
El Espír·itu Santo es el p•·in ci pio de la vida sobrenatur al en ol a lma del
justo: es, s i vale decirlo, el almn de nucslt'U alma. 'üuobiéo nueslr'O cuerpo
es, en cierto modo, templo ~u yo. Sus principales operacione s en nuestra alma
soo : infundirle el espirilu de oración, recordarnos que somos hijos de Dios,
! ser p:rra nosotros fuente de luz, consuelo) ' fortaleza.
Dones y frutos del Espíritu Santo . - El Espíritu Santo nos comunica sus
done•, que perfeccionan nuestra alma y la disponen a seguir sus mociones.
Estos dones son sí e te, a saber: sabiduría, entendimi ento, consejo. rortalez.:t,
ciencia, piedad )' temor de Dios, los cualts producen en el alma lo s virtudea
lla1nadas fn,tos del Espíritu Sunto, que son: caridad, gozo paz, pociencia,
1
longanimidad , benignidad, bondad, m:\nscc.Jombre, fe, modestia • con tinencia
y castidad. El Espirilo Santo ínfunde a •·ecrs en las almas dones particulare s,
llamados grali$dato•.
Dabores para coo1 el Espiritu Santo. - Debemos: 1• tri bulario el culto
que , como a Olos, lo es debido ; 2o invocar aus luces y su ruerza ; 3o trabajar
por santificar más y más cada día el templo de nuestra alma ; 4• conservar
nuestro cuerpo muy puro.
15.
346 DEL ESPÍRITU SANTO . - CUADRO SINÓPTICO

CU ADRO SINÓPT ICO

' Doftnlclón.
01\•lnldftd del Eltlfrltu Santo.
Pl'o«lllón <h:l Podre y del Ui)o.
Misión de S.'\m tnene lóo.
Mnntfest.:tcloues
principales
l
~n el baut ismo do Nuestro Seft(ll·.
El dia de l' cmcc••Sl~ll.
Su neclón . Les en•crtó t<Hh• verdad".
sobre {Mi coullrmó en araeta.
tos Apó:stotes \ l.CJ8 llenó de rueru.
llltlón ( J,a goblerm,.
del Su acctón J La bace tnttllble.
o
foo E<~pfrlto Santo aobre b lgl~la ! Dlnrtbuye 101 tlonet !lanudO$ gr.ttlsdatos.

..
:<;
... La ron...~na contra 101 enemlgoo:o•

......
foo
Su aeción.
sobre
el flel ¡ Infunde en el alma ti e.-pfrltu de or:adóa.
lA reruerda el titulo do blJ., de Dio!.
lA llena de lu&. tuen;." y consueto.
Nue.Lro cuer,lO u l:lmblén en algón modo au
t.cmplo•

"' ~:~n~~·,:·lcnto.
..
l
..:: ConseJo.
LOs siete dones FOI't.•loza.
Donot y rrntos Ciencia
del Ple•l:ttl.
J~llltrll. u Snnto Temor do Dtoe.
\ C:u-Jdad , go1.0, J)ltt. (lftcfcnela , lonttanlmldatl.
Loa doce trutos / ·Benignidad. bondad. m:m11edumbre, te.
l1ode5'1a, eontlncnell•. ca!ltld:ul.
Tribuu.r le el tulto qué lo ti debido.
DebertJ. para con 1n•ocar su luz y su fueru.

t
el El-pfritu S.1oto Santificar el t emplo de nuestra ah'DL
Reepetar aue&tro cuerpo.
CAP ÍTULO XVIII
Nove no artic ulo de l Slmb o lo.

Creo en lec santa lgle&itc católica, la comtm


ióll de los Santo s.

LA IGL ESIA Y LA r.üMUNIÓN DE LOS SANTOS


1. ¿Cuá ntas parus comprende el.no,·eoo articu
lo del Símbolo?
Dos : la primet·a trata ele la Igles ia, y la segu nda,
de la Comu-
nión de los Santos.

ARTICULO l . - Df; LA IGLES IA CATÓLICA

SuwAt.IO. - l. De la oatura ltu de J.a Iglella


. - Definic ión. - D1vl!tó n. - Imtit.u clón. -
2. NecesidMl de pe rtenece r a la Jgle~l n. -
Cucr,,o y nlma do la Tglcsln . - Qulénc 1 no
peruuu~~en a la lgltt..la. - Sl.gnlllcacl(ua de e~u máxtnUL : e Puera do la
tal'r3c1óa. • - 3. Propiedartes de la lglttfa (gletla no hay
. - V'h<tbihclad. Perpet uidad. lndcrce ttbllida
Jofnllbllldnd. - 4. Co.rnct eres do la Jglc•Jin d.
. - Naturalc1:a de estos eara.ct ertl. Unidad
Santida d. <!atnlJcldlld. Apo..tollchla d. - Oi'f'lDid ..
ad de la lgl«la romana . - Au,.enc:Ja. de
ettoíl <"araet em en la! Igleüa. s dlahlen
t.tt. - $. Jte¡pnt .,.la a nta,m::as objeclonca eontrt\
Ielesfa. - 6. ConaUc.uclón de la J glt~la. - la
:El cuerpO @OO.Ia.l 1!11 la I¡le.-la : Jo& pauore
lot ftelea. - .Autorld.1d en b. ta:lesla. - a.
De 13 autorld :ld del Rom:m o Ponttft<'e. - Do
lt\ amortdad do lot oblt¡>OI. - De 101 coneiiiO
I. - 1. Rel:lclones e ntre Ja lglosin. y ol
Mt t:\do. - lndcpe ndeocl a y dea-eebOS de
la Igle¡la . - El ccurum o. - Onlóa de
Jstetia y dtl Bau.do. - El liberali smo. la

1 . De la nntm ·nlez n de la Ig lesia .


Delinicióo.
2. ¿ Qu6 es la Iglesia católica?
La Iglesia• católica es la socie dad de los homb res
bauti zado s'
que profe san la doctr ina de J esuc ri ~to, y están
some lidos a los
pasto res legítimos, princ ipalm ente al Sum o J>onl
ífice.
S.¿ Por qué se dice que la Iglesia es una so<'ictl
acLV
Porq ue tiene totlo;> los el~mentos rons titutivos
de lal.
• Iglesi a, de una palabra griega que significa asamb
lea.
1 Se <la e l nombr e de crhtia n.o•
a 1.od01 lO! quo estdo bautlzn.dos : católic os
T hereJa . Pe-ro 101 óntCO' qa.e rerc~M 1 ci&.m•ttc:os
a"n a la I11Jie~la do Jes-ueTliW son
lut eot6lfr o..
DE LA NATURALEZA DE LA IGLESIA
4. ¿ Cu51es son estos elementos?
Son los cuatro siguientes : ·1• autoridad que tiene derecho de
mandar; 2• miembros múltiples unidos entr·e sí; 3• fin común a
todos los asociados; y, 4• medios comunes pat·a conseguir este
fin.
5. ¿ Qué se enUende por los 1>a1to>·cs legítimo• t
Entiéndanse los obispos legítimamente constituidos que per-
manecen sometidos a la autoridad del Papa, los cuales son, de
derecho divino, pastores de los fieles que el Papa confía a su
solicitud.
6. ¿ Por qué se aOade !J principalme,.te al Sumo Pontl{ice t
Porque la obediencia al Sumo Pontífice es el lazo visible que
une a todos los cri stianos, - pastores y fieles, - en un solo
cuerpo ; pues el Papa es qu ien mantiene la unidad ele la fe , del
culto y del gobierno. El que obedece al Papa está en la Iglesia;
el que se aparta de él estü fuera de la Iglesia.
7. ¿Qué más significa la palabra lgletiat
Significa también : 1• la sociedad de los católicos de una pro-
vincia, como la Macedonia •, o de una población, como Éfeso!, y
entonces se trata de una Iglesia part·icula1· ¡ 2• el lugar en que los
fieles se congregan.
8. ¿ Qué es cr eer en la santa Iglesia católica ?
Es creer que Jesucristo ha instituí do y fundado por sus Após-
toles una sociedad cuyos miembros profesan su doclrina, parti-
cipan de sus sacramentos, y están sometidos a los pastores que
Él ha establecido.
División.

9. ¿ Ue cuántas manet•as puede ser considerada In Iglesia?


Tomada esta palabr·a en sentido amplio, la Iglesia puede sPr
considerada de t1·es maneras : '1° po r su relación co n la historia;
2• sPgún la situación de sus miemb ros ; 3• como sociedad.
10. ¿ Cómo se divide la lgle8ia por su relación eon la historia?
En Iglesia pall·im·cal, mosaica y cristiana.
11. ¿Cómo se dil•idc la lgle8ia según la situación d~sus miembros?
En Iglesia militante, ptwgante y ll·üm{cmte, ~egúo que sus
miemb ros se hallan en la tierra, en el purgatorio o en el cielo.
12. ¿ Cómo se divide In J¡¡lesin en cuarilo socied:od?
En Iglesia docente y en Iglesia discente: la primera co mprende

1 n Oor., ~J.- 1 Apoo.., n. 1.


INSTITUCIÓN DE LA IGLESIA 349
el cuerpo de los obispos uniclos al Papa, y la segunda, el cuerpo
de los fieles, por oposición al de los pasto1·es'.
Los si m ples sacerdotes, aun los encargados de u na pa1·roqui a,
pertenP.cen, como los sim ples fi eles , a la Iglesia discente.

Institución.

1a. La Iglesia instituida por Jesucristo, ¿existía ya de algún modo en los


siglos anteriores?
Sí: preexistió en la sociedad religiosa formada por los hijos de
Dios, desde Adán hasla_i\loisés, y desde Moisés hasta Jesucristo.
14.¡. Qué nombres se dan a lns dos rases de esla sociedad r~ligiosa?
Los nombres de Igles ia patl'ia1·cal y de Igl t>s in mosaica.
15. ¿ Qué hay de comú n entre estas dos Iglesias y la de .Jcsucl'islo?
Que todas tres profesan la misma 1·eligión , con los dogmas, la
moral y el culto que la constituyen esencialmente, y reconocen
al mismo Dios como auto r, y al mismo Cristo como Salvador.
lr.$ucristo aye•· y hoy, el mismo también en los siglo& •.
16. ¿ En qué se direreocian estas tres Iglesias?
En que la Iglesia patriarcal es como la infancia rle la sociedad
religiosa, la Igle.;ia mosaica la adolesceuda, y la Iglesia católica
la edad perfecta.
En otros términos, la sociedarl de los hijos de Dios, aunque en
el fondo ha sido siempre la misma, se ha ido desarroll>mdo pr·o-
gr·esivamente lo mismo re.;pecto del dogma, dt! la moral y del
culto, que re~pecto de la autoridad doctrinal y gubernamental.
17. ¿ La existencia de la Iglesia cotólica ¿es un hecho histórica?
Es un hecho histórico permanente del que cada siglo, desde
Jesucristo hasta nuestros días, es una nueva cumpi'Obación .
·JS. ¿ lla sido la Iglesia instituida por el mismo J csuc>·isto?
Sí : el mismo Jesucristo ha instituido la Iglesia, dando a su
religión forma social.
19. ¿ Por qué ha querido Jesucristo dar a su religión rorma social?
Para conservar inlacto hasta el fin de los siglos el tesoro de
verdades que Él ha revelado, y los medios de l'alvación que Él ha
instituido.
20. ¿Cuáles son Jos miembr·os con que Jesucristo quier~ rormar su J¡¡Jcsia ?
'l'odos los homb1·es.
Id, dice a sus Apóstoles, i>rstr·uícl a tocl"s las naciones, bautizán-

' Hecb., n, u. - t Hab., xuJ. 8.


350 DE IGLESIA EN GE~ERAL

®uu en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Esph·itu Santo; eme-
•iándoles a obset·vat· tod4s Las cosas que yo os lle manclado '.
21. ¿A qué autoridad ha sometido Jesucristo los miembros de su Iglesia'/
A la autoridad de sus Apóstoles.
22. ¿ Qué poder les ha dado?
Les ha dado un triple porler• :
1• El poder de ensenar.- lmt>·uícl a todtts las naciones'.
2• El poder de santificar a las almas. - Recibid rL Espíritu S4nto.
Q11eciMl pet·®noAos los ¡Jecaclos a aquelws a quienes los pct·don4reis •.
3o El poder de gobernar a los fieles imponiéndoles leyes. - Todo Úl
que at4reis sobt·e 1« tiet·ra, set·cí eso mismo at«clo en el cielo3.
23. ¿No sometió Jesucs•isto a los mismos-Apóstoles a una autoridad supe-
•·ior ?
Sf: los sometió a la aulorid ad de uno de ellos, S't món Pedt·o.
T!í et•es Pedt·o, y sob•·e cslt• piedra eclificaré mi Jgle,;ics ... Y a ti te
dm·é l«s llaves del •·ei110 de los cielos. Y todo lo que atares sobre la
lier1·a, será letmbién «lado en los cielos •.- ConJi•·ma a ttts hermanos•
en la •·erdad. - Apacienta mis cordet·os... Apacie11ta mis ovejas•: es
decir los simples fieles l' los pastores del rebaño.
U. Ln autoridad conferida a los Apóstoles y a Pedro, ¿debia acabar con
ellos?
No : había de se r· Lt•ansmitida a los obispos, sucesores de los
Apósloles , y al Pontífice Romano , sucesor de Pedro, porque se
establecía no para ellos personalmente, sino para la Iglesia, que
debe subsistir siempt·e.
il/ iract que yo estoy coa vosolt·os todos los días hasta la consumación
de los sigws '.
25. ¡, Qué unidad establecen los pastores de la Iglesia en la sociedad de los
fieles?
Como doctores est:tblccen la unidad de fe; corno santificadores,
la unidad de culto; como legisladores, la unidad de d isciplina y de
gobierno.
'26. ¿ Qué fin ha señalado Jesucristo a su Iglesia ?
Como fin próximo, la santidad de sus miembros en esla vida;
y corno fin ültimo después de la muerte, la gloria de la visión
beatífica.
27. ¿ Qué medios ha establecido Jesucristo para conse~uir este fin?
La fe, la obediencict y la gt·acict : fe a las verdades que nos

• Este triple poder se designa en el lenguaje teológico por los nombres de


mogisle,·io, nl.in.islet'i.u O Sttce;·docio 1 e impel'iO O (JObiCJ'nO.
1 Mar.., U\'Jll,
19, tO. - t Jutn, xx, 23. - a Mat... xvm, 18. -" M.a.t., xvr, lS.ta. -
1
Loo.. xxn. n.- 'Juan, ur. ts, lf. - ' Y:;.~ xxvu1, '"·
NECESIDAD DE PERTENEC ER A LA JCLES!A
351
enseñan los pastores de la Igle,.ia; obedienc ia a las leye.c; que nos
im ponen; gr.1cia que nos comunican en la administ1·ación de los
sac,·amentos.
El que c>·eye•·c y (tte>·e ba11tizcu.lo, será salvo; mt&s el q11e tlo c>·eyere,
se•·á condena® •.
28. ¿ l\o se dan a In lglesin en la Sagrado Escrittll'3 nombres que expresan
S.U CUI'llCICI'' SOCial ?

Sí :se la llama ciudad', reino •, edificio•, aprisco•, cuerpo•, etc.


Tolas estas expresio nes suponen relaciones de unidad, manteni-
das po1· una autorida d única, pa1·a un fin cvmú n.

2. Necesid ad de pe¡·tene ce •· a la Igles ia .

Del cuerpo y del alma de la Iglesia.

'29. ¿ Cómo eslá consliluida la Iglesia en cuanto n su organismo ?


La Iglesia, po r ser un OI'ganismo vi,•o, 1iene, co,no toda pe¡·-
sona humana, dos pal'l•'S : una inlerio1·, que es el alow, y otra
exterior, que es el cue•·po.
30. ¿ En qué consiste el alrnn de la Iglesia •?
Consiste en la g raci a snntirh.:a nte, co n las virtudes infusas y los
don es del Egpíritu Santo.
31. ¿ Qué es el cuerpo do la Iglesia ?
La soci ~dad vis ible co mpuesta de los q nc profesa n ex teriOI'-
mente la ,.c,·dader a doct i·ina de Jc;;ucrist o, participan de sus
sacramen tos. y oloedecen a lO$ pastore;; po1· li:l e~tablecidos.
El Papa es como la cabeza de este cuerpo, los obispos , los
mi embros principa les, y los fieles. los mi e u1 bros secundat'ios.
3'2. ¿En qué situncióo puede uno halla&·se respecto al cuerpo y al alma de la
Iglesia?
1• Se puede pe1·tenece r al alma sin pe1'lenecer al cuerpo, como
los if!fieles que están en g racia.
2• Se pue.le pertenec er al cuerpo sin pertenec er al alma, como
los fieles qu e están en pecado mortal.

• No se ha de considerar el alma de la Iglesia corno una sociedad : la socie·


dad interior de los sontos; y el cuerpo de la Iglesia como olra sociedad: la
sode.l .. d cxterio•· de los lieles. La Ig lesia no forma sobre la tlel'ra más que una
socicdnd, que es visible.
t Maro., X\'1, lG. - '1 3Jn., V, U.- 3 M3t., XII I, 33.- 4 llat.. XVI, 18. - $ Juaa, %1
te.. - • Etes..; 1, n.
352 QUI ÉNES NO PERTENECEN A LA IGLESIA

3• Se puede pertenecer al cuerpo y al alma, como los fieles que


están en gracia.
4• Se puede no pertenece!' ni al cuerpo ni al alma, como los
infieles que están en pecado mortal.

Quiénes no pertenecen a la Iglesia.


33. ¿ Quiénes son los que no pertenecen a la Iglesia ?
Los que no pe•·tenecen a la Iglesia son :
1• Los infieles, que no han recibido el bautismo.
2• Los /¡e¡·ejes, qu e han roto los vínculos de la fe.
3• Los cismcít~cos, que se han separado de la autoridad legi-
tima.
4• Los e.:ccomulgltdos, a quiene~ la Iglesia ha arrojado de su
seno.
5• Los ltpóstatas, que han abandonado públicamente a la Igle-
sia.
3~. ¿ Quó se entiendo poo· infieles?
ln{wles son los que no han recibido el bautismo. Tales son los
judío~, mahometan os, brahmanes, budistas, idólatras, los que en
paises cristianos no han sido bautizados por la incul'ia o impiedad
de sus padres, y finalmente los catecúmeno s•.
35. ¿ Cu:\ntas especies de infidelidad se distinguen?
Dislinguens e tres especies de infidelidad : '1 • la infidelidad
positivlt, que consiste en ne,o-arse a abrazar la fe, conociéndol a;
2• la in fidelidad p1·ivativ<t, que consiste en la ignorancia culpable
de la fe, por· descuido en conocerla; 3• la infidelidad negativa,
que consiste en la ignorancia involuntaria de la fe.
36. ¿ Qué se entiende por herejes?
Herejes son los bautizados que niegan uno o varios artículos
de fe enseñados por· la Igle~iab, como Jos protestantes.
37. ¿Por quó pcPmite Dios q ue haya herejías?
Dios permite las het·ejías : 1• Pam probar la fe de los fieles.
Es ••ecesat·io qote haya tamb1é>1 herejúu, para que loB que son 7woba-
dos, sean manifiestos ent>·e uosotros 1 •
2• Para separar de la l¡:;lesia las ramas muer~as que la afean .

• Los que se ins~ruyen en las rerdadcs do la fe y se prcp01•an par'a el bnu·


tismo se cucn1:tn cnll-e los infie les, no por·que no lengau h• fe, sino po1~ no
habe1· recibido aün eJ sacramento deJa regeneración, que ha de incorpor:u'-
los a la Iglesia.
• Aquí no se trnta de los herejes y cismáticos ocultos, que siguen pertene-
ciendo al cueo·po de la Iglesia , s ino de los hco·cjes y cismáticos públicos.
t I Cor., X 11 10.
QUIÉ;-;ES KO PEnTENECEN A LA IGLESIA 353
Todo sa1·miento qu,e no dic•·c fruto en mi, mi Pad>·e lo quita•·á.'.
3• Para que brillen con más esplendo t· las verdades dt> la fe.
En efecto : las herejías han sido ocasión para los doctores cató-
licos de aclal'ill' con más viva luz los dogmas impugnados , y para
la Iglesia, de fijados con más precisión l' claridad.
38. ¿Qué se entiende por cism:'tticos?
Cismáticos son los que so separan de la Iglesia católica negán-
dose a reconocer y obedecer a sus pastores, como los griegos y
los rusos.
39. ¿ Cuáles son los principales cismas?
Los principales son" :
'1° El de los Novucianos (siglo 111) que tu\'O por autor·es a
Novaciano, sacerdote de noma, y a l'\ovato, sacer·dote de Car-
tago. El primero se separó del Papa San Cornelio, )'el segundo,
de su obispo San Cipriano.
2• El de los G•·iegos (siglos IX y x) que fué iniciado por
Focio, y consumado por Miguel Cet·ulat·io, arzobispo do Constan-
tinopla lo mismo que Focio.
3• El cisma de Inglatcaa (siglo lí.VI ) en el •·cinado de
Enrique VIII, fundador do la Iglesia anglicana.
4• El cisma de t790, en Francia, ocasionado por la consti tu-
ción ..:ivil del clero, condenada po r Pio VI.
40. ¿ Qué se entiende por excomulgados ?
Excomul(Jados son los que, por algún crimen grave, han sido
segregados del seno de la Iglesia y privados de ~us bienes espiri-
tuales, como los que entran en las sociedades secretas.
4.1. ¿ Qué se entiende po•· apóstatas?
ApóstcLLas son los que han renegado pot· completo de la re cató-
lica, después de haberla profe..<:adob.
~2. ¿ Son los pecadores miembros de la l¡¡lcsin?
Si, porque el pecado, si no es un pecado público do he rejía o
de cisma, no quebranta los víncu los sociales qu e unen a los
miembro:< de la Iglesia entre si.
Jesucristo dió a entender que en el seno de la Iglesia hay justos

a No mcncionnmos aquí el ll:unndo g;·an cisma tle Occicle,tc 1 que di\•idió a


la Iglesia en el siglo x1v, pot• cspncio de cuarcnto ai,os; pOl'fJIIC no rué uo
cisma propiamente dicho, pues se reconocía h• autoridad del Papa. y ei erroa·
sólo •·ersaba sohre el sujeto eu quien residía el poder.
• Los apóstatas dejan de pertenecer a la Iglcsio cuondo su a¡>OsLasía es pi•-
blica, es decir, maniresLada ¡>Or actos aotic.\tólicos.
' Junn, xv, 2.
354 NECESIDAD DE PERTENECER A LA IGLESIA

y pecador·es, cuando la compar·ó a la ~·ed en qu e se cogen buenos


y malos peces', al sem.b1·aúo en que la cizaña crece junto con E>l
trigo\ y al ¡·cbaiio en qu e los cabritos están ·mezclados con las
o,·ejas•.

Significación de esta máxima : • Fuera de la Iglesia n o hay salvación. ,

43. ¿ Es necesario perlenccer a la Iglesia para sah·arse •¡


Sí, por<1ue es tan impnsible salva•·se separado de la Iglesia
como separado de Jesucrislo.
« Nadie puede sal v~ rsc si no tiene a Cristo por c~be1ro ; y n~die ti ene n
Cristo por· cabeza, si no pertenece a sn cuerpo, que es la Iglesia . • (SAN
AGUSTÍ:-1.)
44. ¿ Es de fe que fuera de Jesucrislo no hay salvación?
Sí, pues está escl'ito :
No hay salud en 11inyitn ot>·o; J•O>·quc 110 hay otr·o nombr·e debajo
del cielo, dttdo a los hombr·es, rn qtte 110s se" trecescu·io ser· salvos•.
45. ¿ Cómo nos eoseila Jesucrislo que fuera de la Iglesia no hay salvación?
Por estas palabr·as del Evangelio:
Si alurmo no oyer·e lt la fyl•sict, te1110 como un gentil y p11blicano•.
- Quien n vo~·~olros oye, a. mi •ne oye; y quien a vo.~~~h·os rlesp1·ecia, "
m í me tlespt•ecia. Y el q11e a mí me dcspt·cci«, de.<pl·ccitt a Aquel que me
ent,ió 8 .
46. ¿ l'or qué se ha de obrar la sah·ación por medio de la lgle•ia?
Po r·.¡ue la Iglesia es un>t. misma co~a con Jcsucri!'lo : es el
mismo Jcsucr·is to qun pr·o longa su c ncar·nación en tre los hombres.
En e fecto : 1 o la l gle~ia es la esposa <le .Jesucristo'; corno Eva, la
madr·e de los "i"ienles, ha uacido del coslado del nne,·o Adán,
mientras dor·mía en la Cruz; 2:" la Iglesia es el cue1·po de Jesu-
cristo•, el complement o de Cristo•, su de~al'l'ollo' ; :.J• la rni~ión
0

de la Iglesia es la rni ~ rna que.la de Jesucr·isro. « Como e l Padre


me envió a mi, así tambi én os e n vio yo a ,·oso tr·os ". »
Jesucri sto es Doctor·, Santificador· y Rey , y ha asociado a la
Iglesia a su magis1 cr·io, a su ministerio ~acer·dot.:rl y a su realeza.
Por tanto, la Iglesia es el mismo Jesu cristo que s i¡:ue ,·iviendo en
el seno de la human idad enseirándo la, SJnlilicándo la y gobel'!lán-
dola.

1
1 lol:lt.~ XIII, 41. - % l:fU-. XIII U. - ~ lolat., XXV. 3!. - ~ Rf'th., lV, lf. - llat..,
xvnr, 11. - • Luc.. x. IG. - 1 Eroa., v, :¡.21. - ' Ues.. ,., 23. - 9 Etc!., r, 23. -
to Efes., rv, 12.- 1 ~ Juan, xx, 21.
. PROPIEDADES DE LA IGLESIA 355

Po r eso, salvarse por medio de la Iglesia, es salvarse por medio


de Jesucr is to.
47. ¿ Para qu ién no ha¡• sa lvación fuera de la Jglesia?
Para quien permanece voluntariamente fuera de la Iglesia, sin
pr·ofesar la fe que el!a ensefta, sin part ic ipar de s us sacramentos,
y s in obedece r a ~ u s leyes.
48. ¿ Es esto justo ?
Sí, po rqu e el que dPsp recia a la T~lesi a, desprec ia a Jesu cr is to ,
. au to r· d o~ la salvación. Es, pues, justo que no queriendo en tra r· en
el A1·w de salvación, perezca en el naufr·ag io; que no quer iendo
habitar en la Casa de Dios, en la Ciudad santa, sea excluido de la
mans ión de la luz y relegado a las tinieblas que ha preferido.
49. ¿ Es posible 1a salvación para los que csloí n involuntariamente ruera de
la Igles ia?
Sí, con tal que s irvan a Dios lo mejo r· qué puedan, cumpl iendo
los deberes que les pr·~scr i be s u conciencia.
« Los que ignora ndo invenciblemente la religió n católic.1, guardan la
ley natural.. . , y está n dispuestos a obeder-er a Dios, pueden conseguir la
vida eter·na, mediante la' acción de la lu1. y de la g n•c ia d ivi na ; pues Dios,
en su s uprema bondad y cl~meocia, n o puetle consenti r que sea c:rsti~ado
co n pcuas 'eternas el 4ue no se ha apm·tado de .1!:1 con fallas \'Oiunta rias ' · »
Los tales tie nen impl ícitamente el deseo de perll' necer a la Igle-
sia, y este deseo equiva le a la inco rporac ión rea l. Pueden, pues,
salvarse ; y no será fupr·a de la lgle~ia, sino d.,ntro de la Iglesia,
a cuya a lma perte necen•.

3. Propiedades d e la Iglesia.
50. ¿ Cu,ilcs son las propiedades de la Iglesia?
Las propiedades de la Iglesia son: 1• la visib il idad; 2• la per-
petuidad; 3• la indefectibi li Jád; '•"la infalibilidad .
Visibilidad .
·5'1. ¿ En qué consislc la ,;isibil iuad de la Iglesia ?
Consiste en que la lgle;ia apar·ece manifi estam en te a los hom -
b r·es : 1• como soc iedad, y '2• como sociedad establecida po r Jesu -
cristo.

:1. Convie ne a<h·ertir que en las sectil s hcrélic.as o c ism{tticas hay muchos in-
dtriduvs que sólo son her·cjes o cism~Hicos matel'ialmcntc; pues po1· hallarse
e n un csl:.u.lo de ignot·ancia invencible, no son ro,·mahncntecul pables de cism~t
o herejía.
1 Eucfcllcn do Su Santidad Pfo IX, del l O de Agost<J de 18G3.
356 PROPIEDADES DE L.\ IGLESIA

52 ¿ Cómo se prueba la necesid3d de la ,·isibilidad de la Iglesia?


1• Por la S·rgr·ada Escritura. La lgle::;ia , según la predicción de
lsaías, es la monlmi.c' preparada para morada del Señor, estable-
cida sobre la cima rl e los montes, elevada sobre las colinas, a la
que afluirán las naciones, para en ella aprender la ley del Altí-
simo'. La Iglesia, es el so l en que Dios ha puesto su tabern:i-
culo\ la ciudad colocada sobr·e un monte•, la lámpa1·a en el can -
delero•, el ¡·edil en que no hay más que un pasto•·•, etc.; nom-
bres todos que expresan la visibilidad de la Iglesia.
2• Por las razones que de la misióü de la lglesra se deducen . Su
misión es continuar en la ti erra la obra de Jesucl'isto , enseriando
a los hombres, santiric(J ndolos e imponién cl oles leyes cuya obser-
vancia los conducir·á a la vida eterna. Mas lodo esto supone que
la Iglesia es una sociedad visible, y que los hombres pueden
verl a y oirla , ¡·econocer su autoridad divina, y recurrit· a su
magisterio, a su sacer·docio y a su autoridad ; por·que si la Iglesia
no ruese visible, ¡,cómo podrían los hombr·es estar· obligados, bajo
pena de condenación, a pertenecer a ella?
53.¿ Por· quién ha sido negado la visibilidad de lo Iglesin?
Por· los pretensos r·erormadores de l siglo XV I.

54.¿ Con qué fin sostenían csla opinión ?


Con el de responder a los que les preguntaban dónde estaba
In Iglesia. antes de Lutero. Creían evadir esta cuestión impor-
tuna, pr·eteodiendo ralsamente que la verdadera Ig lesia, aquella
a que J\uestro Se1ior Jesucrbto ha prometido la perpetuidad, la
inderectibilidad, la infalibilidad, la santidad, ele., es una Iglesia
invisible.

Perpetuidad .

55. ¿ En qué eunsistc In pc•·pclu idnd de la lglcsin?


En que la Iglesia debe dumr sin interru pción hasta el fin del
m undo.
56.¿ Debe la lglesin ser perpetua?
Sf: " Dios la ha fundado para la eternidad •. » La Iglesia, por
oposición a la Sinagoga, es una Alianza elcl'lla', un Testamento
ClCI'llO 8 •
El Diotr del cielo suscitcu·ú un •·eino que mmca sm·ú clest,·uido y que
srtbsisti,·á etm·nomenteo.

s I~atns. u, 2, 3. - ! ~almo xvm, ¡, - ~ )lat., v. 14. - 4 lhrcoA. 1v, tl. - 5 Juan.


x, 14.- f Sslmo n\·u, 8. - 7 Jcr., XXXII¡ 40. - 8 Bebr., :rm, !0. - t Dan.. U, f~ .
INFALIBILIDAD 357
57. ¿ Por quién ha sido negada la perpetuidad de la Iglesia?
Por muchos herejes antiguos y modemos, que han soJiado
con una nueva institución religiosa, que ellos llamaban el rei-
nado del Espíritu Santo, el reinado de los Santos en la tierra, etc.

I ndefectibilidad.
58. ¿ En qué cons iste la indefectibilidad de la Iglesia?
En que la Iglesia debe conse1·vae inmutablemente cuanto ha
rectbido de su divino Fundado r : dogmas, moral, saCJ·amentos y
organización social .
59. ¿Debe se•· la Iglesia indefectible?
Si: « Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella' · ''
Mas si la Iglesia variase, si no permaneciese siem p1·e con10
Jesucristo la ha hecho, dejaría que contra ella prevaleciesen
les puertas del in fiemo, es decil·, el poder de los demonios coli-
gados pat·a desl r u irla.
60. ¿ Pues no ha habido cambios en la Iglesia en el curso de los lieiY>pos?
La Iglesia ha podido admitir, en el curso de los s iglos, cambios
discipli narios reclamados por el bien de las almas; pe1·o nunca
ha cambiado nada en lo que la constituye esencialmente.
61 . ¿ Por qu ién ha sido negada la indefeclibi lidad de la Iglesia?
Por los protestan tes, que pretenuian que la Iglesia visible
puede ser idólatra y herética, per·der su constitución y desapa-
recer.
I nfalibilida d.
6'2. ¿ En qué consiste la infalibilidad de la Iglesia?
En el pri vilegio que tiene de no poder enga1iarse ni engañar,
cuando ensetia la doctri na de Jesucl'isto.
63. ¿ Cómo se peueba la inlalibilidad de la Iglesia?
1• Por la Sag,·ada Escr·itur·a. - Jesucristo J)rornetió a sus
Apóstoles que estal'ia co n ellos hasta la consumación de los
siglos •; que el Espíl'i tu Santo que les había de enviar, estaría
eten 1amente con ellos y les enseñad a todas las c.osas 3 . Mas si la
Iglesia pud iese errar· en la re y en la moral , estas declaraciones
y estas promesas serían vanas.
La Iglesia clcl Dios vivo es columna ·y fanllcunento de la ve>·dall'.
2• Por la T radición. - Todos los Padn' s de la Ig lesia han
ense1iado unón irnemente la infalibilidad de la Iglesia.

' Mat., xv1, 18. - 2 Mat., x_x nu, 20. - 3 J uao, xv1, 13. - " 1 'l'Jm., m, Hi.
358 PROPIEDADES DE LA IGLESIA

« Los Apóstoles, dice San T•·eneo, deposit.1ron la \'Crda~ plena y entera


en el seno de la Iglesia, y sólo en él puede ser hallada. Los sucesores
de los Apóstoles conservan nuesh'a fe y nos exponen la Escritura sin
pclig•·o. ,
3• Por la razón leológica. - Hay obligAción de escuchar a la
Iglesia como a l mismo Jesucristo. Pero no es pos iule que Dios
nos obli gue a escuchar· a u na autoridad fali ble. Luego la Iglesia
ha de ser infalible en su enserianza.
6~. La infalibilidad de la Iglesia¿ supone. por ,·enlura, la inspiración del
Espíritu Santo?
No, porque al tesoro de la revelación que la JgiPsia tiene en
depósilo, no se añade nada nu evo. La infalib•lidad supone sola-
men te la asrstencia div in a que preserva a la Igles ia de todo
error .
()5.¿ Qué cosas son objeto de la infal ibilidad de la Iglesia?
1 • Todas las verdades reveladas conte nidas en la Sagrada Escri-
tura y en la Tradición.
2< Todas las verdades que, sin ser reveladas formalmente, tie-
nen con las verdades revo ladas intima conexión. Si la Iglesia no
fuese infalible acerca de estas ve•·dades, no podl'ia. conservar
fielmente el depósito ele la t·e,·elación.
Por tanto, la Ig lesia puede fallar , sin incunir e n ert·or :
Sobt·e las conclu,ioncs leo lógi<'as, es decir, sobre la;; verdades
que se deducen de la revelación por medio de un raciocinio•.
Sob•·e Jo~ hechos dogmóticos, por ejemplo, la autenticidad de
los Libros Santos, la legitimidad de los concilios.
Sobre los textos dogmáticos de origen humano, es decir, sobre
el sentido natural de las palabras que expresan la verdad o el
error.
!:iobt·e la sanli clad de los di runtos canonizado~.
Sob re los eslatulos de las órdenes reli giosas, sob re la disci-
pl ina general, sob re la lilur·giab.
Sobre los punlos de la ciencia humana que se relacionan con
el dogma<.

• •\si, de la necesidad ele la gracia en general, la lglc•ia ha podido deduci•· y


detinil· In necesidad de la g•·acia P•'e\·eniente.
" 'l'odo lo que ·la Iglesia n¡wuciJtl, dccl'cla y sancionn en cstDs m<ltcl'ins, está
confol'me con lu fe, piedad )' fWIHt IIIOI'al. i\las no JII'Clcndc en naodo alguno deci-
día· c¡ue no se pueda inL•·oüucil· ninguna modilh:ación, si las cil'cunstancias
lo exigieren.
• La Iglesia no es inraliblc en el dominio de las cosas puramen1e ma1erialcs.
en las ciencias matemáticas, risicas, etc. Pero si Ja ratón hu_mana, so pre-
CARACI'ERES DE LA IGLESIA 359
66. ¿ Cómo ejerce la Iglesia su infalibilidad ?
De dos modos : uno o1·dina1·io y cotidiano, que consiste en la
predicación untinime y conslanle de los paslo r·es de la Iglesia, y
en la prescripción de las prácticas del cu lto que suponen la
creencia en los dogmas •; otro axt>·ao¡·dinm·io y solemne, que
consiste en las definiciones de los Pap<•s y de los concilios.
67. ¿ En quién •·es ide la infalibil idad de la Iglesia?
Reside o en el cuerpo episcopal unido al Sumo Pontífice, o en
el Sumo Ponlifice solo cuando habla ax ccí.thed·¡·(tb ..
68. ¿Por quién ha sido negada la inf"libilidad de la Iglesia?
Por los protestantes, qu e pretenden que la lectura de la llibl ia
bas1a a cad;.~ fiel pa1·a ll~gar al conocimiento cierto de las ver-
dades de la fe.
69. ¿ Cu:\1 es la obligación del cristiano tocante a las ,.e,-dades enseñadas
· por la Iglesia?
Debe asentir a ellas s in reserva, con una fe llena de amor·.
70. ¿ Qué conducta se debe seguil· en lo referente a las conh·o\'crsias en
materia de fe ?
Se ha de huir de las novedades y recibir con humilde y fi lial
docil idad las decisiones de la Iglesia y de sus Pontífices.
« At~neos en todo a Jo que es de re; huicl ele las novedades; seguid
1 ~ tradición de la Iglesia; no recibáis sino lo que ella recibe; condenad
lo que ella condena ; aprobad lo que e lla aprueba, tan lo por los conci lios
como por los S u mos Pon~ifices; prestad le en todo pronta y l>trfecta
obed i~ncia·. , (S. J.-B. DE LA SALLE.)

4. Caracteres de la Iglesia.
Naturaleza de estos caracteres.
71. ¿ Ha instituido .lesuc•·isto ral'ias Iglesias?
Jesucristo ha instituido una sola lglesia.
1'i< e•·es Pecl>·o; y sob>·e esta ¡,ierl!·a edi{icat·é tni Jyle~ict 1 •
72. ¿ Pues no ha~' ,·ari:ls sociedades reli giosas que reclaman cada una pa1·a
sí el honot· de ser la verdade1·a Jglesia de .Jesucl'isto'!
Sí : la Ig lesia t'01Jtat1C~ y Oll'aS muchas, de las que unas llevan
el nombre común de lglesiets p1·otestantas, y las otras el de Iglesia
g•·iegct.
texto de ciencia 1 con LJ'adice a lar(), la Iglesia puede)' debe condena¡· esas con-
clusiones mal llanlada& científicas que se oponen a Ja •·e"elación.
• Asi, la ado1·ación de la :5ag•·o.tda Eucaristía supone el dogma de la p•·esencia
•·eal.
• Ex cáthedra, desde la cáted•·a (de San Ped ro). Cuando habla ex cáthedra,
es decir, ·cuando habla como sucesor de San Ped1'0, y en virlud de la s uprema
autoridad apostólica .
t Mat., XVJ 1 18.
360 CARACTF .RES DE LA IGLESIA

73. ¿ Es necesario que entre estas sociedades religiosas se pueda discernÍ!"


cuál es la verdadera Iglesia de Jesucristo'
Si, p!Jt·que los hombres no pueden salva rse fuer·a de la ver-
dadera Igles ia.
7~. ¿ Cómo se puede disceroi•· la ''erdader a l¡¡lesia de Jesucristo?
Por medio de los car·acleres di s lintivos o notas <le que Jesu-
c ris to ha provisto a su Iglesia.
75. ¿ Cuáles son estos ea.rnclerc:~ '!
Los que profesamos en .el Símbolo de Nicea, a saber : uni dad,
san tidad, catolici dad y apostolicidad. ·
76. ¿ Son estos caractere s necesarios a la verdadera Iglesia?
Si : t • porque poseyéndolos Jesucris to en cuanto Cabeza ele la
Iglesia, deben hallarse en su Iglesia, que es una misma cosa con
Él ; 2• porque la Iglesia no se concibe sin estos caracter es.
77. ¿Cómo se hallan en Jesucl"isto los mismos ca••acteres <¡u o en su
Jglesia ?
'1° Como Dios, es uno con el Padre y el Espíritu San to. Como
Hombre-Dios, une en si en la unidad de persona la natm·al eza
divina y la na turaleza h umana . .
2• Es la misma santida d, el ol'igen de toda santida d.
3• Es la luz que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo '· Ha muerto po1· todos, para la salvació n de todos •.
4• Es el Apóstol po r excelen cia; h u sido enviado por· s u Padre,
y ha e11viado Él mismo a sus A póstoles pa1-a enseñar· y bautizar
a todas lns gentes 3 •
78. ¿ J>or· qué no so concibe ltl Jt:lesia sin estos ca t•acler·cs ?
Porque: ·L• Si la Iglesia no fuese 11na, no seria verdade ra, pues
la unidad es carácte r disti ntivo do la verdad.
2° S i la Iglesia no fuese santa, sería improp ia para eumplit· su
misión, c¡ue es santific ar a los hombre s.
3• Si no fuese católica , si no se acomod ase a todas las razas,
paises y gob•ern os, no podría oft·ccer a todos Jos hombre s, como
quiere Jcsucl"is to, medios de salvació n.
4• Si no fuera ctpostótica, es decir ·f undada en los Apóstoles,
no provend ría de Jesu cri s to ni t>Ot' su doctrin a ni por s u
misión.

Unidad.
79. ¿ Quó se •·ec¡u íc•·c P"'a <¡u e In Iglesia de Jcsucl'isto posen In unidad?
~e requiet·e que lodo$ los fiel e,; : 1• profesen una sola y misma
fe; 2o observe n una sola y misma ley, y particip en de los mis•nos

' Ju:\n, r, 1». - 2 I Tlm., u, <1. -


a Mat.., :xx,·m, 19.
CARACTERES DE LA IGLESIA: 361
sacramentos; 3• estén sometidos a una sola y misma autoridad
suprema, que tiene por misión conservar a la fg lesia una e inva-
riable en cuanto la constituye esencialmente.
Un 3olo Seiim·, tma sola {e, t<n solo bautismo'·
SO.¿ Posee la Iglesia romana • la unidad'
Sí, porque : 'l• todos sus hijos profesan el mismo C1·edo;
2• todos reconocen los mismos mandamientos de Dios y de la
Iglesia, y reciben la vida de los mismos sact·amentos ; 3• todos
obedecen a la misma autoridad supl'ema, que es el Papa.
81. ¿ Ha s ido siempre la Iglesia a·omana invariable en su doctrina?
La lgle~ia romana no ha variado nunca en su doctrin a; profesa
hoy día la misma que ha profesado en todos los siglos pasados :
su fe es la de los Apóstoles.
8'2. ¿ Cómo ha manten ido la Iglesia romana su unidad invariable?
Rechazando sin contemplación alguna de su seno a todos los
enemigos obstinados de su unidad, herejes y cismáticos.
Al-que no ·eswche t• lalylesiu, ten/o po•· gentil y pu/Jtica.?o'. - Fluye
del he•·e}e 3 .
R3. ¿ Cu;\1 es el principio fundamental de la Iglesia para mantenerse inva-
riable en la fe?
Que no se debe in novar nada, y que se ha de tener como de fe
lo que en la Iglesia se ha cr·eído en todas partes, siempre y por
todos.
84. ¿No ha introducido la Iglesia algu nas veces dogmas nuevos, por ejem-
plo, el de la Inmaculada Concepción y el de la Infalibilidad Pontificia?
Estos dogm as no ~on nuevos : se hallan en la Sagr·ada E~cri ­
tura y en la Trad ición, y la Iglesia no ha hecho máti que declarar·
los y proclamados en el momen to oportun o.
85 . Entonces, ¿cómo se explica la dil'crsidad de opin iones que en algunos
puntos ha¡• entre los teólogos católicos?
Teniendo en cuen1a que esas opi nion es no tienen po r objeto la
su,tancia de la fe, los dogmas revelados y defi nidos, s ino sola-
mente algunos puntos sobre los cuales la Igles ia no ha dado su
fa llo.
• La l~l esia ttuicre en las cosas necesar·i as la unirlad; en las dudosas,
deja la li/Je•·tad. y en todas, recomienda la caridttd. • (S. AGUSTÍN .)

• La Iglesi3 de Jesucris to se llama 1·omana, po1·que su je1•arca supremo


reside en Roma,cuyo obispo es.
1 P.tes., IV, S . - : Mat., XVIIl, 11. - 3 1.'it(), Ill 1 10.
16. - EXPOS. DOCTRtNA.
362 CARACTERES DE LA ICLESIA

Santida d.
86. ¿ Qué se requiere para que la Iglesia sea santa P
Se rcquiet·e : 1• que no reconozca olt·o fundador que al mismo
Jesucri sto , el Santo de los .santos; 2• que en su doctrin a, en
sus sact·amentos y en sus leyes, pt•oponga a los homb t·es los
medios más perfectos de santificación ; 3• que haga realme nte
virluo~os a los que guarda n sus manda miento
s, y santos emi-
nentes a los que siguen sus consej os; 4• qu e por las obras exlra-
ordinat·ias de celo y caridad , y por los milagros que se hagan
en ~u seno, manifie ste que Dios está con ella.
Jest~c•·isto amó a Stl Iglesia , y se· er~tt·egó a si mismo
po•· ella, pm·a
santificm·la ... , 1Ja>·a p!'CSentárscla a si mismo Jglesia glo1•iosa, que
no
tenga mancha ni ar1·uga, ni co•a semejan te, sino que sea santa
y sin
mancilla 1 •
87. ¿Es la Iglesia romana sanl<l en su fundado r ?
Sí, porque no admite por fundad or sino al Santo de los san-
tos, al hijo de Dios hecho homb re, mientr as que lns sectas disi-
dentes se refieren por su origen , y mucha s por su nombr e, a
hombr es posteriores a Jesucl'isto, como Focio, Miguel Cerula-
rio, Lutero , Cal vino, Enriqu e VII I, cuyo carácte r y conduc ta no
son nada recomendables.
88. ¿ Es la Iglesia romana santa en s u doctrina ?
Sí, porque en sus dogma s, en sus precep tos morales y en su
culto y discipl ina todo es propio para aparta r del mal y hacer
practic ar las más subida s vi t·tudes.
89. ¿ Cuáles son los erectos de esta doctrina ?
Todos los que han observado sus manda miento s han sido bue-
nos y virtuosos, y los que han seguido sus consejos han brillado
con el resplando•· de una eminen te santida d.
90. ¿ Se bn manifestado por obras extraord inarias la santidad de
la Iglesia
romana ?
Sí : 1• po•· la mat·avillosa convet-sión de los paganos de los
primer os ~iglos, de los bárbar os de la edad mE'dia, y de muchos
otros pueblos infieles; 2o po r los innum erables milagros que,
desde los Apósto les hasta el día de hoy, se han obt·ado en su
seno.
91 ¡,Qué ha hecho la Iglesia pura implan ta•· en el mundo lo vcrdndet
lización? •a civi-
Ha regene rado la familia y la socieda d.
92. ¿ Cómo ita regcncs·ndo la familia ?
Aboliendo la poligam ia y el divot·cio, y haciendo a la mujer
1 Et., v, 25-J7.
CATOLICID AD 863
la compañe ra del hombre y la reina del hogar , y al nit1o una
cosa sagrada.
93. ¿ Cómo ha regenerado la sociedad?
Suprimi endo progresiv amente la escla1· itud, imponien do a los
soberan os la obligació n de goberna r paternal menle a sus pue-
blos, y a los pueblos la obligació n de obedece•· fielmente a los
soberano s, como a deposita ri os de la autoridad de Dios.
9~. ¿ lln contribuid o In Iglesia constantem ente al progreso de la humani-
dad?
Sí: ·Jo Al progr!l$0 mate1·ial, t•ehabilit ando el trabajo ma nual,
exclusiv amen te re~crvado en la an tigüedad a los esclavos , y
difundi endo los verdader os principio s de la economí a política.
2" Al progreso intelectual, por la fundació n de univc1-sidades
y escuelas de primeras letras, y po•· la protecció n d ispensada a
los sabios. ·
3• Al pt·ogreso a1·tístico, por tantas obras maestras de arqui-
tectura, escultur a, pintura, música y poesfa, creadas por los
at·tistas católicos .
95. ¿ Qu6 ha hecho ln Iglesia por los pobr·cs?
Ha inspirado el respeto y la caridad que les son debidos, como
también la fundació n de los innumer ables es tabl ecim ie ntos
donde hallan refugio los n i ti os abandon ados , los hu érfanos, los
enfermos y los anciano.s , estableci mientos que el paganism o
no conoció jamás.
Catolicida d.
96 . ¿ Qué se requiere para que ln Iglesia sea católica •?
Se requ iet·e : •J• que se halle extendid a simultán eamente y
s iempre por la mayor parle de los paises co nocidos; 2• que
exceda por su difusión a las sectas he réti cas y cis máticas; 3• que
tenga una fuerza expansiv a un iversal.
Pues en la Iglesia y por la Iglesia debe Jesucristo bendeci•· a todas las
naciones de la tie•·•·a ', •·ecibi•· e>t he•·e11cia todas las >wciones de la
tierra•, v clomimw ele tm ma•· a ot>·o 3 ¡en ella y por ella, desde ltt salida
a la puesta del sol el ttombre del Setlor &e>·á g•·anclc enll·e las gentes,
v en todo lttgar se sacrificar·á y •e ofrcce>·ti a su nolltb>·e una oblaciórl
pu•·a•.
La Iglesia es la montaña a !le~ que ha ele henclli>· toda la tiel·r·a, el
reino celestial suscitado por· Dios, que sttbsistircí etn·llttmellte •.
L.~ Iglesia es la encargada de pr·eclicar· el Evangelio ¡>or·todo elmtmdo
•,

• Católíoa. del gl'i cgo catliolicoa, universal.


1 Gt:n., Xltt, 18 . - 2 S31mo, u, 8 . - ' Salmo, LXXt, 8. - 4 N~laq., 1, 11. - ¡ Dao.• u,
3&, ... - ' lbt.., IIrY, 14.
CARAC1'ERES DE LA IGLESIA

y la que ha de servir de testigo a Jesucristo hasta las extremidades de


la tier,.a 1 • ·

9i. ¿ Posee la Iglesia romana la catoliciélat¿?


Tan esencial le es este carácter qne de él ha tomado su
nombre.
• Se la llama católi ca, decía San Cirilo, porque e lla sola tiene el privi-
legio de ser conocida en todo el universo, y de tener sübditos en todas las
p¡u·tes del mundo. ,
En sus principios la Iglesia no podía hallarse ex tendida por
la mayor parte de los países conocidos :· pero ya poseía este prin-
cipio de difusión que esl.á en ella 1·adical y ftmdamentalmente,
como el árbol en la simiente. Desde que fué establecida po r· los
Apóstoles en el mundo entero, no ha cesado de hacer oir su voz
y de a ven tajar en número a todas las sectas disidentes, aun
tomadas colectivamente.
Es semejante, dice Jewcristo, a un gt•ano de mostaza ..., la más
pequeiia de todas las semillas ... , y que llega a se.,. más gt·ande que todas
las plantas'·

Apostolicidad.
98. ¿ Qué se requiere para que la fglesia sea apostólica?
Se requiere : 1• que no cese de enseriar la doctrina de los
Apósto les; 2• que la misión de Jos pastores que la enserien y
gobiernen proceda siempre y sin interrupción de los Apóstoles,
con el consentimiento del suceso r de Pedro, centro y cabeza de
la Iglesia.
Como mi Pad•·e me envió, as! os envio también a voJOlJ•osa - Q~<icn no
entJ·a po•· la puc•·ta en el r•p•·isco <le las ovejas, sino que sube ¡JO>' ot•·a
parte, el tal es un tacl•·ón y salteado•·'·
99. ¿Posee la Iglesia romana la apostoliridaél?
Sí, pues, 1• nunca ha enseñado otra doctrina que·Ja de los
Apóstoles; 2• su misión proviene de Jesucristo, por los Após-
toles; pues los doscientos sesenla y dos Papas que han ocupado
la sede de Roma, son sucesores del Apóstol San Pedro, y todas
las demás sedes episcopales han sido fundadas o por los Após-
toles en un ión con San Pedro, o por los Papas herederos de
Pedro.
Divinidad de la Iglesia romana.
100. ¿ Es divina la Iglesia 1'0mana?
Si , po rqu e ~us cm·acte•·es, su propagación y SLl adm irable

l Hecb., 1, S. - 2: Marcos 1 tY, SI, 32. - 3 Juan, xx, 21. - 4 Juan, x, l.


FALTA DE ESTOS CARACTERES EN LAS IGLESIAS DISIDENTES 365

estabilidad, son mi lagros que atestiguan que es una creación de


Dios en el orden sobrenatu r·a l.
101. ¿ Por qué los caracleres de la Iglesia son milagros ?
Porque es imposible explital'los natu ra lmente. l!'ue1·a de la
Iglesia romana, e n ninguna par·te se halla una ~ociedad reli-
gi o~a que lleve ya cerca de ve inte s iglos de existencia, subsisra
una e invariable e n su enseñanza, fecunda en héroes de santidad
y en prodigios extrao rdin a rios, y se extienda a todos los Jugares,
g obernada po r una dinastía incomparab le de pontífices que, jun-
tamente con la autoridad doctr·inal, perpetúan la autoridad de
que emana todo poder reli gioso.
102. ¿ Po•· qué la propagación de la Iglesia es un milagro ?
Por·que es im•posib le e xplicer que sin el socorro de la omnipo-
tencia d ivina, u nns cuantos hom bres s in fortuna, si n elocuen-
cia, sin instrucción algu na ca.si todos, que pred icahan unos
dogmas incomprensibles, una moral austera, y la a dor·ación y el
amor· a un crucificado, y ten ían en contra suya a todos Jos poderes
humanos, hayan pod ido funda r un reino espirilual que hoy en·
dia cuenta con casi trescientos millones de súbditos.
103. ¿Por qué es un milagro la estabilidad de la Iglesia ?
Porque es imposible explicar que sin la intet·vención constante
de Dios, la Ig lesia, perseguida sin cesar, y sin más armas que la
palab ra, haya triunfad o siempre de sus enemigos y quede e n
pie, cuando en de n·edo r suyo lodo pasa y se derrumba.
« La Iglesia lleva señales vis ibles de su origen celestia l. Su admirable
p •·opagación, s u em inente santidad, su inagotable fecundidad para el
bien, su unidad católica y su inmutable estabilidad, son un poderoso y
perpetuo argumento de crediLiliclacl , testimonio inefutable de s u m isión
dh,ina 1 • »

Falta de estos caracter es en las Iglesias disidentes .

El p1·otestantismo.
1M. ¿ Posee el protestantismo • la unidad ?
y ha ocasionado real-
No : e l l·ib1·e exarnenb debía ocas ionar·
mente, e n tre los protestantes, divisiones e innumerables varia-

• El protestant ismo se ll ama así por la p>·otesta de los príncipes luteranos


contra un decr·eto de la dieta de Espira (15'19), que or·denaba que el culto ca-
tólico habia de ser libee en los paises en que dominaba la Refor·ma.
b El libre examen es la JibeJ ·ta<.l <¡uel según Lutero y sus secuaces, tiene
cada cua l de interpretar la Biblia como mejor le pa•·ezca, y acomodar sus
ca·eencias a esa inte,•pretación.
1 Cooc. del Vattc:mo, Const. Dti Filfus, cap. 111.
366 - CARACTERES DE LA IGLESIA

ciories en la doctr ina•. Se hallan divididos en multitud de sectas


que no tienen vínculo algu no entre sí, a no ser el odio a la Igle-
sia católica.
105. ¿ Posee el protestantismo la santidad 9
El protestanti$mO no posee la santidad ni en sus fundadores ni
en su doctrina ni en sus r·esultados.
t o En sus fundadot·es. - Lutero , Cal vino, Zuinglio, etc. se
han distingu ido po r toda clase de viciosb.
2• En su doctrina. - Ha rechazado los más poderosos medios
de santificación : la abstinencia, el ayuno, las mortificaciones,
los votos religiosos, el culto de la Santísima Vir·gen y de los san-
tos, la confesión, la comunión, etc.
3• En sus resul tados. - En el protestantismo, la acción del
Espíritu Santo no se ha manifestado nunca por las .virtudes
heroicas que hacen san tos a los que las practican, ni por u n celo
puro , constan le e invencible en propagar la fe, ni por medio de
milagros.
El protestantismo no sólo no ha hecho nada por la civilización,
sino que la ha estorbado. En el siglo xvt, cubrió a Europa de
sangre y de ru inas; y desde hace dos siglos, es el auxiliat• de las
sectas masónicas, que son las causantes de una mu ltitud de
desórdenes y revolucio nes.
106. ¿ Posee el protestantismo la catolicidad 9
No, porque el protestantismo, desde que apareció en el
siglo xvr, no ha sido nunca una religión una e invariable, exten-
dida por doquiera. Cada secta pt· incipal se halla casi exclusiva-
mente circunscrita a un lugar deter·minado : los luteranos en
Alemania, los calvinistas en Ginebra y Francia, los anglicanos en
Inglaterra, los pres bi terianos en Escocia, los mormfl.nes en Amé-
rica, etc. El protestantismo es radicalmente impotente para for-
mar una sociedad universal, cuyos miembros estén todos unidos
entre sí.
107. ¿ Posee el protestantismo la apostolicid<UL'
No, porqu e, ·1o ha abandonado desde el principio gran parte
de la doctrina de los Apóstoles; 2• tiene un ori gen puramente

• « El diablo anda entre nosot1·os, decía Lutero: hay tantas creencias como
cabezas. »
• El histol'iador pl'olestante Cobbett d ice : «El mund o no ha visto jamás, en
un mismo siglo, una colección de miseJ•ables tales como LutCl'O, Cal vino,
Zu inglio, etc. El solo punto .de doct•·ioa en que convenían Cl'a 1• inutilid<ld de
las buenas ob•·as, y su vida prueba la since•·idad con que p•·ofcsaban este
princ ipio. »
FALTA DE ESTOS C.~RACTERES EN LAS IGLESIAS 'DISIDENTES 367

humano y no apostólico : sus minist1·os no tienen ninguna


misión legitima, y no pueden decir que son e nvi ados por los
Apóstoles y sus sucesores, para t>nsel'iar y bautiza,· a las gentes.

La Iglesic~ g·¡·iega.

'108. ¿Posee la Iglesia griega • la. 11nidad?


No , porque en realidad no forma una sola Iglesia. El cisma
gl'iego está dividido en doce Iglesias inde pendi entes b, sin vínculo
entre sí, sin autoridad sup re ma para juzgar en última instancia
sobre las matenas de doctrina o disciplina.
En Rusia, todo depende de la voluntad del zar, y en los Esta-
dos musu lmanes se recu rre al gobierno turco para la resolución
de los asun tos difíciles•.
·109. ¿ Posee la Iglesia gri ega la santidad 9
La Iglesia g riega no posee la santidad ni e n sus fundadores ni
en sus resultados.
·1• En sus fundadores. - Focio y llliguel Cerulario no se sepa-
raron de la Iglesia romana sino para satisfacer su ambición y su
insaciab le deseo de dominar.
2• En sus resullados. - La' líe n-a en que florecieron San Cirilo,
San Juan c ,·isóstomo, San Gregorio Nacianceno y San Basilio, se
ha vue lto estéri l en santos y en ob ras gJ·and es, y los milagros no
ma nifi estan ya en ell a la asistencia divina. El cle,·o , mal prepa-
rado a sus funciones, vive en un e~tado de abyección y e uvil eci-
mien'to que le q ui la por parte del pueblo toda la consideración e
influencia de que tendría necesidad para informarlo en la práctica
del Evangelio.
HO. ¿ Posee la Iglesia griega la catolicidad?
No, po1·q ue se hall a red ucida a una parte del ÜI'Íen te, princi-
_palme nl e Grecia, Rusia y Tlu·quia.

• El cisma griego , que comenzó en tiempo de f ocio (siglo IX ), no se con·


smnó hasta 105'•, s iendo Miguel Cerula•·io pat•·i:ll'ca de Constantinopla.
b Los c uatro patriarcados de Constantinopla, Alejandi'Ía , Antioquia y Jeru-
salén: el sanlo s ínodo ruso; las dos sedes melropolitanasde Chipre y Carlo-
witt (Austl'ia); los dos oiJispados del mo nte S inaí y de 1\lonteneg••o; e l santo
s ínodo helénico, ~~ las dos lglesias de Rumania y de Bulgaria.
e-En cua nto a la \Uriac;rión en la docll·ina, es de nola rqu e los G1·iegos, en
1'.!7~ en el concilio de Lyon, y en 1439 en el de l'lo•·encia , reC<Jnocieron la
supt·emacia del Papa y la procesión del Espil·itu San to, qui e:c Pat1·e Filiuque
p,.ocecti.t; mas luego l'echat<'ll'OU nuevamente estos dogmas, y siguen rechazán-
dolos todavía.
368 RESPUESTA A ·us OBJECIONES CONTRA LA iCLESIA ROMAl\A

111. ¿ Posee la Iglesia griega la apostolicidad 9


No, porque, 1 o ha abandonado la doctrina de los Apóstoles
sobre la procesión del Espíritu Santo y sobr·e la supremacía de
los suceso r·es de San Ped r·o; 2• desde que ha Ce$ado de esta r· en
comunión con el sucesor: de Pedro, sus pasto r·es han perdido
toda misión y toda jurisdicción, y han cesado de ser los legíti-
mos herederos de los Apósto les.

5. Respues ta a algunas objeciones contra


la lg lesia romana.

112. Cierr.os escándalos y desórdenes mencionados por· la historia, ¿ no


aminoran la santidad de la Iglesia católica?
No : 1• Por·que en la Iglesia r·ornana, el mal no proviene de su
doctr·ina, como sucede en las sectas heréticas, sino solamente
del abuso de la libertad y de la infidelidad .a la g racia.
2• Po rque la Iglesia es la primera en condenar1 y reprimir. en
cuanto puede, los vicios que se introducen en tre sus miembr·os.
3• Porque la protección incesante de Dios a su Iglesia, aun en
medio de los escándalos y desórdenes, pr·ueba que la Iglesia
nunca ha perdido el carácter de santidad que le imprimió Jesu·
cr·islo; pues junto con los abusos, de~ór·denes y profanaciones,
que po r· cierto se ex.ageran considerablemente, existe el bien,
que no se tiene en cuenta y que siempre ha superado al mal.
« Tu ojo malévolo no ve más que la paja en nuestra casa; si q uiere-s
ser de Jos nuesll·os, pronto verás también el trigo . » (S. AGUSTÍN.)
113. ¿ No ha habido papas escandalosos?
Tres o cuatro, que habiendo vivido en épocas calamitosas, son
un borrón en la historia de l Papado; per·o ha ele tenerse muy en
cuenta que nin guno de esos Pap3S ha enseñado ni instituido
cosa alguna aten tato ria a la santidad de la lg le?ia.
114. ¿ No se acu sa a la Iglesia romana de intoleran te?
Si por intolerancia se entiende la proscripción del error , la
Iglesia es in tolerante, y debe sedo : sino , no sería la Iglesia del
que dijo a Pilatos : ((Yo he nacido y ven ido al mundo para dar
testimoniu de la verdad '. »
Mas si por· intolerancia se entiende la falta de mansedumbre
y caridad eon los que están su roidos en el error, la Iglesia nunca
ha sido intoleran te : ha sido perseguida y pa sufrido con

1 Jua~ xvm, 37.


RESPUESTA A LAS OBJECIONES CONTRA LA IGLESIA RO~IANA 369
paciencia la persecución ; pero ella no ha perseguido nunca a
nadie.
• Matad el error; pero amad a los extraviados. » (S. AGUSTÍN.)
115. ¿ Pues no se aducen algu nos hechos que podrían probnr la intolerancia
de In Iglesia, aun con las personas?
Los enem igos de la Ig lesia a legan pr-in cipalmente co ntra ella
la Inquisición, la guerra de los Albigenses, las guerras religiosas
del siglo XVI y la noche de San Bartolomé; pero la historia
imparcral ha dado buena cuenta hace ya mucho tiempo de esas
acusaciones.
1• La Inquisición.
Todo pueblo católico , para mantenerse en la verdad y con-
serva r· la unidad nacronal, puede y debe cas tigar rig u r·osamente
a los lurbuleulos t¡ue pretendan inll·oducir el cisma o la herejía.
Esto es lo qu e precisamente ocurría en la edad media.
Ma~ para entender en e l c rimen de herejía, par·a juzgar a los
herejes y, en caso de pertinacia, entrega rlos a la autoridad secu-
lar, se requería un tribunal compuesto de teólogos. Eso era la
Inquisición. Los horrores que se le imputan, son pura invención
totalmente contraria a la ver·dad. E n los pueblos que la adopta-
ron, cumplió- su m isión co n nrás equ idad e indul gencia que
pud ie ra haberlo hecho cualqu ier· tribunal civil. La Inquisi.:ión
romana e n particular fué mud elo de suavidad.
La Inqu isición espa1iola dependía del poder real , y seria
injusto hacer a la Iglesia responsable de todos sus actos. Adr más,
ha sido muy calumniada. Por· otra parte, drspensó a España el
inapr·eciable servicio de salvar su nacionalidad, am enazada por
los Judíos y los ~loros, y de pr·eservarla de las sangrientas guerras
que, durante el siglo xvr, devastaron todo el resto de Europa•.
2• Los A lbigensiJ$.
Los Albigenses cometían toda suerte de atrope llos y crueldades
contr·a lo; católicos, en los esr ados del conde de 'rotosa. La cru-
zada ordenada contra ellos po r Inocencio 111, después de agota-
dos todos Jos medios pacíficos, no fue más que un a cto de legi-
tima defensa de la sociedad cristrana. Si los cruzados no $iguie-

• « Cuando razonamos sobro la Inquisición, hemos de separa >' y d istinguir


con toda cxaclitud la parte que corresponde al Gobierno. de la que pertenece
a la ts tcsin. Todo lo severo y espantoso que cuenta la historia, y sobre todo la
pena de mucrlc, pertenece al Gob>erno. Por el contrario, toda la clemencia,
que lnn impo•·tanle plpel tlcscmpcñn en el tribunal d e la Inquisición, es obra
de la lglc•ia, que sólo interviene en los suplicios para s uprimirlos o mitigar-
l()s. > (0E MAISTRE.)
16"
370 RESPUESTA A LAS OBJECIONES CONTRA LA IGLESIA ROMAl'U

ron en toda ocasión las recomendaciones de clemencia y mode-


ración de Ioocencio 111, no se ha de culpar· por ello al Sumo Pon-
tífice.
3• Las guet·ras de t·eligión en el siglo XVI.
Estas guerras fue ron suscitadas por Jos protestantes que cubrie-
ron a Europa de ruinas y de sangre. Si los gob iernos católicos
los hubie1·an vencido desde el principio, el mundo moderno se
habría librado de muchos males.
4• La noche 4e San Bat·tolomé.
El p1·oyeclo de los hugonotes, dueños de París, era secuestrar
a Cal'los!X eimplanlaren Francia un Estado calvinista. Carlos IX
f¡·ustr•ó s u conspir·ación , ordenando su matanza. Pero el cler·o
fra ncés, lejos de coadyuvar a tan odioso medio de defensa, in ler·-
vino en muchos si tios par·a salvar la vida ele los hugonotes •.
116. ¡. Acnso no fué un nbuso de su poder, el que, en la Edad media, los Pa-
pas depusieran a los reres ?
Los Papas, como custodios de la fe y la mor·al, tienen el dere-
cho de intervenir en los asuntos políticos. Además, durante la
Edad media, al ejercer este derecho, obraban según el deseo de
los pueblos, y salvaron a Eu r·opa del despotismo y la barbm·ie .
117. ¿No se manifestó In Iglesia hostil a la ciencia, condenando a Gali leo?
La Ig lesia no ha cesado nunca, desde su origen, de favo rece¡•
las c iencias , las letras y las a r·tes, y de honra¡· y recompensar· a
sabios, poetas y artistas: la instrucción popular es obr·a suya:
ella fundó las universidatles de la Edad media, o las enriqueció
de pl'ivilegios.
Por tanto, si el Santo Oficio b contlenó a Galileo, no fué a causa
de su cienci a . Si el ilustre sabio no se hubiera salido del terreno
de la pura c iencia, le hub iemn dejado lan tranqu il o como a l ca r-
denal Nicolás de Cusa y al canónigo Copér·nico, q ue a ntes que é l,
enseñar·o n la rotación de la tierra. Mas Gali leo, para defende1·se
mejo r· de Jos sabios contemporáneos suyos, que se apoyaban en
la Sagrada Escritur·a, sostuvo que las afirmaciones de los Libr·os

• E!l muy de notar que los enemigos de la Iglesia, que tan falsamente la
:1cusan de injusticia y crueldad, no dicen ni siquiera unn palabra para cen-
surar a los gobiernos pr'Otcsrantcs <JIIC durante tanto tiempo y tan horri ble-
mente han pel"seguido n los cntólicos, en Aleman ia )' sobr·c todo en Inglaler'r'tL
Lo mismo hacen con lns in iquidades que cont•·a la Iglesia han comelido los
revolucionarios de fines del siglo xvm, y sus continuado•·cs del XIX.
• Y no el Papa hablando como docto•· 11nil'crsa l de la Iglesia. El papa Ur·-
bano Vlll oo confirmó ni lirmó la sentencia, que no tenia m:ís que las lirmas
de los cardenales.
RESPU¡,:s'TA. A LAS OBJECI ONES CONTR A LA.
IGLESI A RO)IA:-IA 371
Santos, tomadas en su sentido natural o pr·opio , podían
ser falsas,
y lo eran realm ente. Era aquel la pr·ecisamente la época
en que el
libre exame n pt·otestante Lt•ansfor·maba a su sabot· el sentid
o lite-
ral de la Biblia en sentid o figurado, para mutila r la doctr
ina cris-
tiana. -
118. ¿ No rué Galileo puesto en el tormen to y tratado
como un crimim al?
Cuant o se ha dicho acerc a de los malos tt·atam ienlos
sufridos
por Galile o, es pura fábula ; pues se le trató con much
a conside-
ción. Antes de su conde nació n había sido pensio nado por
el papa
Urbano VIII, y siemp r·e tuvo much os amigos entre los
carde nales
y los sabios religiosos de su época .
1·19. Y el Syllabus •, ¿no es una pl'ucbn de que la Iglesia
conciliable de la liberta d, el progreso y la ci•·ili>ación es enemiga il're·
•¡
La libet·tad que la Iglesia conde na en el Syllabus es el
preten -
dido der·ec ho de no obede cer a nadie y de no depen der
sino de
sí mismo. -El pt·ogt·eso que prosc ribe la Iglesia, es la
tende ncia
a la soberan ía ind ivid ual po r la destrucción ele toda
autor-idad
divina y hu mana . - La ciuili: ación por la Iglesi a recha
zada, es
el triu nfo de la rebelión de la •·azón contr a Dios, y ele
los senti-
dos contr a la t•azón : el im pt!rio de la apostasía y del clesen
fr·eno.
La Iglesia dE-clara que la liberta d « debe move rse
en la esfera
ele la verda d y del bien ' »;q ue la liber-tad de pensat·
mal y do
obt·ar mal es una libert ad de perdic ión; que no hay
progr·eso y
civilización sin obediencia a la autori dad de Dtos y a
todo poder
que eman a de Dios.
1\!0. Pero con no hablar mits que del cielo y de la bienav
cnturanztt eterna ,
¡, no mueve la Iglesia u las socieda des n tlespr·eciar
y descui dar la prospe ri-
dad materi al?
La misión de la Iglesi a, su fin propi o y especial, es condu
ci r·-
nos a todos a la eterna biena ventu ranza . Por· consi guien
te, debe
record at· incesa nteme nte a los homb res, demasiado inclin
ados a
olvida r su ultimo fin, esta verda d : « Busca d, pues,
pl'imera-
mente el reino de Dios y su justic ia•. »
12'1. ¿ Acaso esta pt-edicación no es un obstáculo p:11'a
la pt·osperidad mate-
rial?
Ni mucho menos . Buscando a ni<' todas las cosas el rci
no de
Dios y su justic ia, hal lamos la pro~peridad pot· atiwli
dttra:
porqu e un pueblo es tanto más rico, cuant o rnás labori
oso y eco-

• El Syllab us es una lista de ochenta proposiciones conden


Pio IX, en 186i. Dichas propos iciones enuncian los er•r•ores adas por el papu
sociedad moder na, tocante a los derechos de Oioo y de corrien tes en la
la l~lesia.
1 ~- ~. León XTlf, Rnt"ll'llf'~ lmmQrfA I" ,..,.,_ -
' \hu .• "''· U.
372 RESPUESTA A LAS OBJECIONES CONTRA LA IGLESIA ROMANA

nómico es, y la riqueza está tanto mejor reparlida, cuanto más


justicia y caridad hay entre los homb•·es. Pues bien, el trabajo
y la economía, la justicia y la caridad son virtudes que la Iglesia
no cesa de recomendar'. Por eso, las naciones en que ha reinado
verdaderamente la fe católica, han sido sie mp•·e las más próspe-
ras•.
122. Si así es, ¿ por qué las· naciones en que domina el catolicismo so o a
veces menos prósperas que algunas naciones protestanles y cismálicas?
La Iglesia romana había civilizado al mundo antes de la apal'i-
ción del cisma g•·iego y del protestantismo. Después de su apa-
rición , los pueblos católicos no hao dejado de goza¡· de gran
prosperidad , sobre todo en las épocas en que la reli¡.dón ha
es1ado floreciente en ellos. Luego la decadencia o inferioridad de
algunos de ellos no se ha de aLI'ibuir al catolicismo; sino a otras
causas.
1'23. ¿Cuáles pudieran ser estas causas?
La principal E'S el espír itu revolucio nario, caracterizado por el
desprecio de la autor·idad : desprecio de la autoridad divina, des-
precio de la autoridad política, desprecio de la au torid.. d paterna.
Las naciones en que domina la herejía o el cisma, - Ingla-
terra, Ho landa, Alemania, América del Norte, Rusia, - han con-
servado del catolicismo, en sus instituciones y costumbres, el
descan~o domin ical, la o•·ación publica, el respeto del Santo
Nombre de Dios, el res peto de la autoridad,- lo que las hace
establ e~ y prósperas•. En este sentido ~on católicas, al paso que
los gobiernos de casi todos los paises católicos son protestantes
o mnsones.
1'H. ¿ Por qué condena la Iglesia la sociedad de los masones, funclacla ,
según ellos dicen, para la felicidad de los pueblos?
Porque con el hipócrita disrraz de la fi lantropía. esta secta
tenebrosa es la reunión de todas las impiedades, crímenes e
infamias de las sectas anteriores •; porque es la sinagoga de
Satanás 3 ; porque su designio es reemplazar el cristianismo por

• « ¿ No es digno de toda admiración que la religión c ristiana, cu~1o único


objeto parece ser la felicidad de la vida futura , nos haga lambién felices en
la presenle? » (MON1'ESQurEu.)
• Mas s i las naciones protestantes o cismáticas d isfrutan de la prosperidad
que proviene de la estabilidad de las instituciones politicos, en otros aspectos
son inferiores a las naciones católicas, en las cua les la masa del pueblo es ge-
neralmente más reliz, gracias a la benéfica acción que en ellas ejet·ce todavía
la Iglesia, no obslante las tr·abas que por todas partes se le ponen.
1 Vé:u;e la admlr«tblc Encicllca de S. S. León X tir, sobro la Condfci6n ct.e los Obreros.

-:- ' Grogorlo XVI. - 3 Plo, IX.


RESPUESTA A LAS OBJECIO:-<ES CONTRA LA IGLESIA ROMANA 37:1
el naturalismo, la moral católica por la mal llamada moral inde-
pendiente, el progr·eso del espíritu por t-1 pr·ogreso de la materia,
la escuela, la ciencia y las artes cristianas por un realismo
abyecto 1 ; porque los sectarios de la masonería son aquellos
hornb1·es perversos contra los que los Apóstoles avisaban a los
fieles que se previnieran.
En erecto, los Apóstoles nos die1·on a conoce•· :
Sus jefes. - Los jud íos, los cil:cullci.o<os•.
S u impicrltld.- f!enega>·án del Se>lor qu« los •·escató 3 .
- Blasfeman
de todo lo que no conocen; y abuscm, como b•·uto• animales, de todas
aquella.• co.•as que conocen p01· nr:ún lla/rp•u/ 4 •
Su hipocresía. - T•cnen apariencia <1• pio<lad, pe•·o l'enrmciatr<lo 11 sr<
e~pb·itu t .
Su avaricia.- Son codiciosos•. - Usondo de palab•·ns fingida! hw·ún
tráfu:o de ' 0.o.ot•·o." J>O)' a.ua.ric!a 7• - En:reiiufl cosas que tto cuu.vienen
1

con el evangelio, por amo•· de una torpe ganancia •.


Su soberbia. - Son altuturos, sobe1·bios ... , hinclraclos •. - Despre-
cian las potestades, osados, ¡>agados de si mismos lO,
Su corropci~n. - Son más amado•·es ele ele/cites que de Dios"· -
Ponen su felicidad e1l pu•n•· carla dia ent>•c ¡>lace>·es 1 siendo la misma
ho1'1'UI'a y strciedad, t•egoldattdo deleite~, mosl>·anrlo s~< disoluci611 en
los conuites qae cl'lcbt·a" con vosot>·os " · - Son semutclcs 13 •
Su du•·ezu de cor·azón. - Svn ingt·ato•, facinc•·usos 1 rlesualttt•crliU1 dos1
i mplacables, calwnu i11do•·•s . disolutos 1 fieros, in/mm rmos, lmido•·es..,.
Su g ran medio de seducción. - P•·omeltm libe•·tácl, Clla>ldo ellos m is-
mos son esclc,bos ele la co•·•-upción 15 •
Se ruinu. - Olas b1·auas ele la mal'1 que at•t•njan las es¡mmas ele s11s
to•·pe:a$1 ex!ralaciont·s e>-ra11res, a quienes está •·esr~·vnda, o ha de seguir,
'"'" teneiii'Osl•i"'" tempestad que ha de durar pa•·a •iemp•·e 11 •
1'25. La perpetua hostilidad de que ha sido objeto la Iglesia, ¿ no es una
prueba de que su enser)anza repugna a la razón ?
No, porque si su ense1ianza y sus leyes no salisflciest>n las
necesidades y las aspiraciones de nuestra naturaleza, la Iglesia
no habría hallado siempre y en todas partes, en lo más sano de la
human idad, el amo r· ardien te y generoso de que hu sido objeto.
126. Entonces , ¿ poi' !(né se odia y pc1·sigue wn cncnrnizadamente a la
'I glesia?
La Iglesia no es odiada y perseguida sino porque condena el
orgullo, las pasiones sensuales y todas las injusticias.

1 s. ~. XIII. Cart• al poeb1o Uallnno aobre la mMonerfA. - 1 Tito. 1, 10. -


Lf,1n
1 U Ptd .. 11, 1. - " Judat, 10. - S U T1m., 111, 6, - 1 U Tlm., 111, !. - 7 U Ped, n. 3.
- 1 Tft.• 1. 11. - t 11 Ttm.,. u 2-4.. - 10 U Ped .. n. 10.- tt U Thn., 111, .a.- 11 U Ped., u,
u.- ta Judu. lt. - t4 u Ttm. w, t, 3, 4. - U 11 Ped.., u, 11. - 11 Judu, u.
374 CONSTITUCIÓN DE. LA IGLESIA

La Iglesia no es odiada y perseguida sino po1·que es la vercla-


del'a Igle!'ia de Jesucristo, que habiéndola hecho a su imagen
y semejanza, es odiado y perseguido en ella, como lo fué durante
su vida terrena.
S·i me han pe1·seguido a mí, también os ha•~ de pe>'.leqait· a'v()Sot?·os 1 •

6. Constitución de la Iglesia.
'127. ¡, Qué hay que considerar en la constitución de la Iglesia?
Como la Iglesia es una sociedad, h3y que considerar en ella :
·1• el cuerpo social; 2• el principio de vida que anima al cuerpo,
es decir, la autoridad.

El cuerpo social en la Iglesia.

Los pasto•·cs de la Iglcsi.a .


128. ¿Cuál es el pasto•· supremo de la Iglesia?
Nuestro Santísimo Padre, el Papa•.
129. ¿ 0uién es el Papa?
El vi<'ariob de Jesucl'isto, el suceso r de San Pedro, la cabeza
visible ele la Iglesia .
130. ¿ Cuál es la cabeza invisible de la Iglesia?
La cabeza invisible de la Iglesia es Nuestro Se1ior .J esucristo,
que está incesantemente en ella para dirigirla y asistida.
El Padre le ha constituido cabeza de toda la Iglesia•.
131 . ¿ Necesila también la Iglesia una cabeza visible?
Sí , porque es una sociedad visib le.
132. ¿ Qué se enlicndc d iciendo que el Papa es el Vicario de Jesucristo?
Que es su lugarteniente y lo representa en la lien·a.
133. ¿Qué se enliende diciendo que es el sucesor de San Pedro?
Que ha ht>redado la au toridad de San Pedro, cabeza de los
Apóstoles, y je1·arca supremo ele la Iglesia universal.
13~. ¿Por qué -es el Papa el sucesor de San Pedro?
Porque es el obispo de la Iglesia de Roma.
San Pedro fué el fundador y el pl'imer obispo de la Iglesia de
Roma; y en la ciudad de Roma estableció la sede del gob iemo de
la Iglesia universal. Por eso, los obispos ele Roma son los suce-
sores legítimos de San Pedro, y los herederos ele toda su auto-
ridad.

• Papa. tlel griego pap¡1as, pa<h·e .


b Vicario 1 de vices aget·c, hacer las veces de otro, ser suplente suyo.
1 Juan, xv, 20. - 2 Et_
., r, 22.
EL CUERPO SOCIAL E N LA IGLESIA 375
135. ¿ Qu6 otros nombres se dan al Papa?
Llámasele también Pctdre Santo, porque es el padre común de
los pasto•·es y de los fieles; Sttmo Pontífice•, porque es el príncipe
de los pontífices, el obispo de los obispos; Patl'iarca ecuméllico,
o u ni ve1·sal, porque su poder es mayo1· que el de lodos los
demás.
136. ¿Oc quién o·ecibe el Papa su poder espiritual?
Recibelo inmediatamente de Jesucristo.
·137. ¿ Qui6ncs son los cooperadoo·es del Pa pa en el gobieo·no do In Iglesia ?
Po·incipalmente los carde nalesh, cuya co•·poa·ación •·ecibe el
nom ln·e de Sacro Colegio.
138. ¿ Cui•ntos son los cao·dcnales?
El papa Sixlo V determinó que fueran setenta, divididos en
tres ordenes: seis cardenales-obispos, cincuenta cardenales-pres-
bílct·os y catorce cardenales-diáconos•.
·139. ¿ Cuial es 13 importancia de 13 dignidad cardenalicia?
1• Es la más elevada en la Iglesia, despué3 de la del Sumo
Ponlíficed.
2• Los cardenales son los consejea·os ordinal'ios del Papa•.
3• E~t:in e ncargados de las di ve¡·sas cong regacio nes ro manas
qu e , a las ó•·denes del Papa, se reparte n los asuntos del gobie rno
de la Jglesiu.r.

• Pontifico, del talín Po>tli(ex, de po>ttcm (acc>•e, hocea· puente. • El Pon -


Líficc, dice S;..n Bc •·n:ardo~ es un puente entre l)ios y el p•••\jimo. •
• Cardenal, del lnHn cm·do 1 gozne. • Como la puel'ta de una casa gira
sobre sus go~nes, de igual manera, la Sede Apostólica, <tu e es la puerta de
to~a la Iglesia, gia•o <obre los cardenales, y es por ellos sostenida. • {EUGE·
NIO 1r, Const. t\"on nttdlOCJ'i.)
• Los cardenales-obispos se llaman asi, porque son los obispos de las seis
diócesis que circundan a Roma: Ostia, Porto. l'alestrina, Albano, Sabina ¡·
frasca ti. - l.os eudenales-presbileros •e llam3n •••· poo-quc el titulo de la
iglesia que les está eucomendada es sólo r>resbilerol, es decir, que dicha igle-
sia estaba anlcs ndmiuistrada por un presbile!rO. Los cardenales- presbíteros
son casi todos obispos. - Los caa·denales - diáconos se llama n a si, por<1ue su
titulo es sólo una dinconia. es decir , un o ratorio •·cgcn tado untes por un diá-
cono.
• Los ca a•d ent~le~ ocut>t~n el primer lugar después d~l P~ pn como dignata-
rios de In Iglesia , mas no como pasto•-es, a tncnor; {IIIC sean también obispos.
• Las reu niones del Suca·o Colegio, presid idas por· el Pap.•, se ll<unau consi$-
tot'ios. l~n ellas se tratan los gr;.tndes iotcr·cscg de In Iglesia, y son p,·econita-
clos, es decir canón icamente instituidos por el P;tpa, los obispos.
t llay once congr<.•gacioncs principa les. a saiJ(·•· : 1• la del San lo Oficio,
encar~•da do la defensa de la re y costumbres; de lo relath·o al privilegio
Paulano y a lo$ impedim•ntos de mixta reli¡¡ión y tlisparídad de culto; y de
lo rela1h·o n indnl~encias; - ~· la CoruisloJ·ial, enc:l.rgada de los asuntos
co.unstori31es; e•-ección de diócesis; constitución de cabildos; elección de
obispos, admini•Iradores apostólicos, coadjutores y auxiliares de los obis-
pos, y régimen general de cada diócesis; - 3o la de los Sacramentos, encar-
376 CO!>STITUCIÓN DE LA IGLESIA

4• A la muerte del Papa despachan los negocios urgentes que


se refieren al gobierno de la Iglesia, y administr·an el dominio de
San Pedro.
5• A ellos solos per tenece en la actualidad el derecho de elegir
al nu evo Papa•.
6• Entre ellos se le elige ordinar· iamente.
140. ¿ Quiénes son después del Papa los paslores legítimos de la Iglesia ?
Los obi~posb canónicamente instituidos.
141. ¿ Quiénes son los obispos?
Los obispus son los sucesores de los Apóstoles, encargados por
el Espíri ru Santo del gob ieruo espiritual de las diócesis, bajo la
au lori dad de l Papa.
14.'2. ¿ Por qué son los obispos los sucesores de los Apóstoles ?
Po rque la misión de enseñar a Iodas las gentes ha~ la la consu-
mación de los siglos, que recibieron los Apósloles, debía transmi-
tirse a hombres 1·eveslidos del mismo carñc1e1· y de la misma
autoridad.
143. ¿ Qué se entiende ~· obispos canónicamente instituidos?
Aqu ..llos a qui,..nes el Sumo Poolífice ha encomendado el
gobierno de un a diócesis.
1M. ¿ Luego de solo el Papa reciben los obispos e l poder· de gobernar sus
diócesis?
Si : de solo el Papa, y sólo él tiene derecho de de ponerlos de
sus sedes.
Los gobiernos a quienes la Santa Sede ha concedido el pr·ivi-
legio de proponer los individuos para el epi~copado no hacen
más que presentarlos ni Papa a fin de que él lo:< eliJa; pero no
les confier·en ninguna jur·isdicción espirilual ni les pueden quitar
sus poderes.
gndn de la legislarión sobre la disciplina de los s iete sacramenlos; - 4• la
del Concilio, enca rg;ula de lo •·ererenlo a la disciplinn del clero sec:ular y del
pueblo cristiano: - 5° la de lleligiosos, encarg.. da do lo8 asunt.o~ refe1·eotes n
lO• los los religiosos de ••ito la lino;- 6• la de Propagand" Fide, encargada de
\odo lo rererente a la conservación y propagación de la re en los paises que le
est:ín encomendados; - i • la del Índice, encargada de •·i~ilor sobre los libros
pelí~rosos. y condenHios ; - 8t la de Ritos, encargada del estudio y deter-
minución de lo rererente a los ritos y ceremonias tle la Iglesia ha tina; - 9- la
Cernnonial, enca rgada de lo relalivo a las ceremonias en la Capil! ,, y Corre
Pontilicin;- 10• la de Negocios f:clesiá ... ticos Exh·om·ct;n(u·ios, cncafl!'adn do
lo• negocios retacionndo• con los leyes civiles que J>Ó•· •nedio del Cal'flcnnl
~C•'I'Clario de 1!::-;tado someLO n su cx:.uncn el Sumo Pt.nHificc ¡ - 11o la de Estu-
dio&, enc:,r\tada de los o~Ludios de h•s Univer~idodcs PonlHicias.
• El lu:.:ar en que so cnciCI'I'n n para proceder n la elección se IJama ci}n-
clave. También se da e•te nombre a l• asamblea de los ca•denates en éJ reu-
oidos.
• Obispo , del ~iego epucopo1, vigilante, inspector.
EL CUERPO SOCIAL DE. LA IGLESIA 377
145. ¿ Son todos los obispos iguales entre si ?
Todos son iguales en cuanto al carácte r, pues to cios poseen la
plen itud del sacerdocio; pero c ie rtas sedes e piscopales llevan
anejos tí tul os que o s on meramen te ho noríficos, o clan derecho a
juri,;dicción más extensa.
111-6. ¿ Cuáles son esos títulos?
Los de a1·zob-ispo o mel1·opolitano, p1·imado y pat?·ia1·ca.
147. ¿ Qu é obispos se llaman a>·zobispos o metl·opo!itanos '?
Los obispos que está n a l freu te •no sólo de una diócesis, sino
de toda una provincia eclesiástica, cuyos obispos se llaman suf¡·a-
gáneos del arzob ispo.
148. ¿ Cuales son los principales derechos de los arzobispos?
Los s iguien tes : 'l• convocar y pr·esid ir los conci lios ele su p ro-
v incia eclesiástica; 2• juzgar e n e ll a las causas en apelación ;
3• hacer· la visita pastora l en las diócesis sufragán eas , cuando
concurran algunas c ircunstancias que señala el derecho ; 4" lleva r
· el paliob en la> diócesis d e que so n metropol itanos.
149. ¿ Qué se entiende por pJ•imados t'
Los obis pos c u ya a utoridad se exti ende a todos los a r·zobispos
y obispos de un reino o comarca deter·minada.
150. ¿ Qué se entiende por ?Jat>'iao·cas?
Los ob ispos cuya jurisdicción, supe rior a l;l de Jos arzob is pos y
primados, se extiende a todo un pueb lo o a una región muy
extensa.
151. ¿ Ejel'cen jurisdicción todos los patriarcas y primados?
Hoy día no suelen te ne r más qu e c ierta p rimacía de honor, y
en c uanto patria rcas o primados, no tienen jur isdicció n propia-
mente d ich a. Así, e l p ri mado de Espa iia, qu e es e l arzobi ~po ele
To ledo, no tie ne jurisd icc ión alguna sobr·e las demás d iócesis del
Rein o.
152. ¿Qué se entiende por obis]Jos titula•·es?
Aqu ellos obispos a quienes el Papa da e l titulo de Ig lesias a ntes
flo recie ntes, que se hallan en países que han vuel.to a caer en la
infidelidad .

a Metropolitano , del grie¡;o me/eJ' 1 mac.h·e, )' polis, ciudad.


b .Pa ho. del lalin 1J(t.lliwn, 1n anto , c:•pa. El palio es una handa de lana
blanca ado,•nad;;t con cruces de sc,l-t n.eg¡•¡,, y bendecida por el Sumo Pnntífice
sobre el St!pu lcro dt! San Pet.l 1'0. El Pap" la envía a los arzobi~pos en seria l de
participación en el ¡;obierno supet•ior de la Iglesia. A veces también la otorga,
por privilegio, a alguoos obispos.
378 CONSTITUCIÓN DE LA IGLESIA

·153. ¿ Qué se entiende por vica•·ios apostólicos ?


Los obispos titulares que, en virtud de la misión que reciben
del Papa, gobiernan a cristianos en países infieles.
1M. ¿ Qué se entiende por legados?
Los prelados enviados por el Papa para representarlo y ejercer
en su lugar la jurisdicción, donde él no puede¡ ,. en persona.
155. ¿ Qué se entiende por p•·c(cctcs apostólicos?
Los prelados misioneros de países infieles que pueden conferir
las órdenes menores, administrar el sacramento de ia confi rma-
ció n , y ejercet· cier't a j urisd icción eclesiástica.
·156. ¿ Qué se en tiende por aballes ?
Los superiores ele los monasterios e1·igiclos en abadías. Pueden
conferir las órdenes menores a sus súbditos, oficiar de ponti-
fical' etc. a'
157. ¿ Cuáles son los auxiliares de los obispos en el gobierno de las diócesis?
El cabildo catedral , el provisor y el secretario ele cámara,
segú n los casos.
158. ¿ Qué se entiende por cmiónigos •?
Los sacerdotes que componen el cabildo catedra l. Son los con-
sejeros del obispo para cie1·tos asuntos, y tienen oficialmente
encomendada la di vina salmodia.
159. ¿Cuáles son los principales derechos de los cabildos catedrales?
Los $iguientes : 1• as istir al obispo cuando oficia de pontifical;
2• seguirlo in mediatamente en dignidad en los actos públicos;
3• cuando la sede queda vacante por muerte del obispo, ejercer
la j ut·isdicción ordinaria, con obligación de nombrar, en el plazo
de ocho días, el vicw·io capitule~,. que ha de ad,ninistrar la dió-
cesis hasta que el suceso r haya tomado posesión.
160. ¿ Cuáles son los pastores de segundo orden•
Los cu1·as e, o pá1Tocos, a quienes, bajo la autol'idad de los obis-
pos, está encomendado el gobierno de las parroquias.
161. ¿Por qué se llarnan los curas coope•'adores de los obispos •¡
Porque, como ellos, son min istros de la salvación de las almas.

• En España se llaman también abades los p•·csidentes ele los cabildos cole-
giales, que tienen anPja la cura de al01:1S . si n más autm'ifl::td o jtu·isdicción
que la directi{a y económ ica de su iglesia y cabildo. ( Conco•·clato de 1851,
a•·t. 22.)
b Canónigo , del griego ca1wn, l'egla , porque pl'im itivamcnte los canónigos
eran clél'igos que vivían en comuni dad y couforme a l'eglas llamadas cánones.
e Cura, del l:ltin cw·a, cuidado. Al cura está encomendado el cuidado de
las almas de su parroquia.
EL CUERPO SOCIAL DE LA IGLESIA 379
i62. ¿ De quién reciben inmediatamente los curas sus poderes?
Recíbenlos inmediatamente de los obispos.
16:1. ¿Pueden los curas tener auxiliares?
Cuando la parroquia es muy extensa, los curas tienen por auxi-
liares a oll"os sacerdotes , llamados coadjuto,·cs .
16~. ¿ Son los curas los únicos cooperadores de los obispos?
No : todos los sacerdotes enca rgaLios de algún ministerio rela-
cionado con la salvación de las almas, como los r.apcllanes, son
tambi én coope1·"dores de los obispos.

Podet de ju,·isdiccióll.

·165. ¿ Oasla ser obispo o sacerdote para ser legitimo pastor·?


No : además se req-uiere haber recibido del Papa el cargo de
la diócesi::, o del obispo, el de la parroquia. En oll·os términos,
además del podc1· de o1·den, se necesita el pode1· de jw·isdicción.
166. ¿ Qué es el poder de orden?
El poder de o1·den es el que se confiere al obispo por la consa-
gración episcopal, al sacerdote por la o¡·denaciói1, y a~í en las
órdenes i nferio1·es '.
167. ¿ Quó os el poder· ele jurisdicción?
La potestad pública de regir o gobernar a los ri eles en or·den a
la bienavcnlur·anza eterna.
•168. ¿ Qué determina el poder de jur•isdiccióo ?
Delel'lnina con toda precisión el territorio , las cosas y las per-
sonas sob t·e que los obispos y los sacerdotes han de ejet·cer su
ministerio.
169. ;, Oc <1uién reciben los sacerdotes el poder de jurisdicción?
Del obispo de la diócesis.
1i0. ¿ \' los obispos ?
Del Papa.
171. ¿Y el Papo?
De ,Jesucri sto, Hijo de Dios, hecho hombre.
172. ¿ Quú sel'ia el obispo que no hubiese recibido del Papa poderea espir·i-
tunles?
Sería un obispo in truso o cismático.
173. ¿ Y el cura que no hubiese recibido los poderes dol obispo legitimo?
Un cu ra intruso o cismático.

t Vbn el Sacfamento dd Orden , 111• Parte.


380 CO:SSTIT1JCIÓN llE U IGLESIA

174. ¿ Se han dado olguna vez inlrusiones de este género?


Si : particularmente en Franc·ia, cuando lns obispos y sace•·-
doles, que durante la Revolución presta.-on juramento a la const~­
tuci6n ciuit del cle ro, ejercieron su mintslerio con tra la prohi-
bición del Papa.
175. ¿ Se pueden reeibh• los saco·amentos administrados por un pastor in -
truso 1
No : excepto la absolución, cuando, en <·aso de enfermedad
mortal, no se tiene a mano un ministrb digno, y se puede hacer
sin escándalo.
Los fieles.
176. ¿Cómo se llaman los cl"istianos que no son pastores en la Iglesia?
Lltimanse {iclcs legos o sil•tl}lemen te fieles .
•177. ¿ Parl icipan los fieles de la autoridad ecl<siitslien?
No li··nen pa r·te alguna en ella; pe.-o pueden serie muy útiles,
par·ticula•·mente cuando por su talento se hallan en disposición
de defender a la Religion y a la Iglesia de las impugnaciones de
sus enemigos.
178. ¿ Qué les recomienda la Iglesia en este caso?
Que obren siempre con reserva y prude ncia, que pidan con-
sejo a los obispos, y que nunca se aparten de las normas que les
tt·aceo .
La autoridad en la Iglesia.
179. ¿ Qué autoridad ha dado Jesucristo a su Iglesia?
Le ha dado la tri ple autoridad doctl·inat, sace1·dotal y pasto1·al;
pues siendo doctor, pontíllce y •·ey, ha encomendado a los pasto-
res de su Iglesia que adoctrinen a los fieles, los santifiquen por la
arl rn inislración de los ~acramentos, y los guíen por el camino de
la salvación. Por eso, todos han de estar perfectamente unidos y
sometidos a la Iglesia, si quieren participa•· de su vida, y log.-ar
su salvación '.
• No puede tener a Dios por padre , quien no ti ene a la Iglesia por
madre. o (S. CIPRIANO.)
180. ¿ A quién perlenece la auloridad eo la Iglesia ?
Pe1·tenece al Pontifica Rornano principal y absolutamente, y a
los obispos, secundaria y dcpcndientemente del Pontífice Romano;
pues sólo a ellos dijo Jesucl"islo, en la persona de Ped ro y d!J los
Apóstoles : <i ld , instruid a todas las gen tes, ... enseriándoles a
observar todo lo que os he mandado •. »
1 Mat.,
1 Toeame a la a.utorldl\d aacerdotal, t,· fanse los SaeramtniOI, 111• Pan.e. -
SXVIII, lt, 20.
DE LA AUTORID AD DEt. P ONTfFICE RO!IANO 381

181. Y los pastores de segundo orden , ¿ no tienen ninguna autoridad


?
Particip an de la autorid:od del obispo, en cuanto que de él
reciben el der·echo de in$trui r y gouel'lla r a las ahnas C>~ nfiadas
a su solicitu d; pero no ron ni jueces de la fe, ni conse¡e ros ni
asesore s necesarios del obospo en la adminis tración de la doóce-
sis•. Por tanto, no pel'lenccr::n a la Iglesia docente si no a la dis-
cente.
De la autorida d del Pontlfice Romano.
P1·imado de San Pcd,.o .
182. ¿ Por qu6 posee el Poolifice Romano la suprema autoridad en la Iglesia ?
Por(] ue !'oienoJo el sucesor do San Ped ro, tiene eu la Iglesia el
primado que Jesucns to confirió a San Ped r·o.
e El bienaven turado Pedro, pl'incipe y cabeza de tos Apósloles, ... si;tue
vivi• ndo, g<?bcmaodo y ,juz)!ando en sus suc~sores, los obi spos de la
1
Santa Sede romana por· ól esta blecida l' consagra da con su sango·c • •
183. ¿ Es de re que Jesucristo conOrió el primado a San Pedro·¡
Sí : el concilio Vaticano decla•·a anatem a al que lo nirgue.
e Si alguno dijere que el b ieon•·cnlu rado npó~tol Pcrh·o n o fué coosli-
luido, por Cristo Nuestro Señor, príncipe de los Apóstoles y c.1be1.1 visible
e
de toda la Iglesia militante , o que el mi•mo Ped1·o no recibió directa
ioon cd iatnmcntc de Cristo Nuestro Señor, m:\s que un ¡>rimado de honor,
y no de verdader a y pt·opia j~risdicción, sea anatenu •. •
1M. ¿ Qué nos enseña el Evangelio acerca de esto?
Nos ensetia : 1• Que .lesucr isto pt'eparó esta pri macía dando a
Simón, hijo de Jona, un nombre nuevo, el nombre de Ceras, o
Pedro•, nombre que es pre•·•·ogaliva de Cristo•.
2• Que le prometi ó la pl'imacia cuando le dijo : « Tú eres
Pedro, y sobre esta piedra edificar é m i Iglesia •. »
3• Que le confirió la pr·imacía cuando, después de la Resurre c-
ción, le dijo:« Apacien ta mis corder·o s; apacien ta mis ovejas•. 1)
185. ¿ i'\o ngurn siempre San Ped•·o el primcl'O en los E.'vangelios y en los
Becl•o1 ?
San Pedro figura ~iemp1·e el primero , aunque no te nía ni la
pr ioridad de edad, ni la priorida d de vocación, ni la pl'io ridad de
7
ciencia. Él e.; el primero que se lee en la lista de los Al>óstoles ,
el primero en confesar· la fe; el primero que vió al Salvado r resu-

• El error conlrario, llam3do p»'Ci bite,·iani uno , ha sido condcnt'ldo por la


Iglesia.
1 Conc. V:u.lc:t.no, Const. Pa•tor reu-rmlf. dp. n. -
2 Ctlne. Vnt .• Conet. Pa1tor zter-
4 Hech., IV, ll. - S 1ftl.t.., XVJ 1 18. - GJuan, XXI, la, 17. -
nus, eit.J). t. - 3 JU30, 1, 42. -
7 lfa1.., x, ! ; llarco!, m, lf; Lucu, vt, H.
882 CONSTITUCIÓN DE LA IGLESIA

citado; el pl'imero que dió testimonio de Él delante de todo el


pueblo; el primero qu e confirmó la fe con un milagro; el pri-
mero en convertir a los Judíos; el pri mer·o en recibir· a los Gen-
til es; el primero que habló en el concilio de .Jer·usalén; el pri-
mero a quien se presentó Pablo antes de come nzat· su apostolado,
pa ra que quedase establecido para siempr·e qu e por· muy docto y
muy santo que un o sea, aunque fuese otro :San Pablo, hay que
someter'Se a Pedro.
186. ¿Ha creído siempre la Iglesia en la primacía de Sao Pedro?
Sí : los Santos Padr·es, testigos e inlérpretrs de las creencias
primitivas_, llaman a San Pedro el primer pontífice de los cri stia-
nos , el doctor de todo e_l univei'So, la cabezo., el príncipe de los
Apóstoles.

Pe1·pett,idad del p1·imado de San Ped1·o en los Por.tifices


Rom'anos.
187. ¿ Es de fe que los PontlOces Romanos son de derecho divino los suce·
sores de San Pedro en el primado sobre toda la Jgluia?
Sí: como lo ha definido el concilio Vaticano.
« Si alguno dijere que no por 1~ in stitución de Jesucr·isto o de derecho
divin o tiene el b ieu:l\•euturndo Pcd r·o sucesores per·pctuos en el primado
sobr·e toda la Iglesia, o que el Pontífice n oma no no es e l sucesor del
bienaventurado Ped•·? en el mismo pri mado, sea non tema ' · •
•188. ¿ Por qué debía San l>edro tener sucesores perpetuos en el primado
sobre toda la Iglesia ?
Porque no para él, sino para toda la· lglesia, se había instituido
el primado. La Iglesia es un reino, y ha de lener rey; una fami-
lia, y necesita un padre; una casa, y necesita un jefe; una barca,
y necesita un piloto; un cuer· po, y necesita una cabeza; un edi-
ficio, y neces ita un fundamento .
189. ¿ Ll n reconocido siemp•·o la t.·ad ición católica en el Pontífice Romano al
sucesor de San Pedro ?
Sí: desde los tiempos apostólicos hasta nuestt·os días, el obispo
de Roma ha sido ¡·econocido como superior a los demás obispos,
como el centro y cabeza esencial de toda la lgle.•ia, por se:· el su-
cesor de San Pedro en la sede episcopal de Roma.
« Con esa lgl_esia, dice San lrcneo, deben necesariamente unir·se y con·
fomurse, a causa de su pt·inci11ado superio•·, tod:~s J,,g Ig lesias, es decir,
todos los fieles, d0(1uicr·a se hallen. , - • Donde cslt• Pedro, alli está la

1 Concilio V:u.ic.'loo, Const., Pattor wltrllul, dp. u.


DE 1..A AUTORIDAD DEL PONTÍFICE ROMANO 383
I¡rlesia, D dice San Ambt·osio. - Y San A¡rus tin: « Roma ha hablado,
la causa ha terminado . »
'190. ¿ flan ejercido desde el principio y durante todo el tr·anscurso de los
siglos , los obispos de Roma, la s u premacia en toda la Iglesia ?
Sí : desde Jos primeros siglos, aun durante las persecuciones,
se ve a San Clemente inlerve11ir en Corinto, a San Víctor en Asia,
y aSan Esteban en África . Cuando las persecuciones ter·minaron,
esa s upremacía adq uirió más esp lendo1· : se les consu lta de todas
partes ; dan leyes y decretos que obligan univ(' r·salmente; convo-
can y presiden los concilios; a ellos se apela de las se ntencias de
los obispos y patl'iat·cas; de¡;onen a los .obispos indignos, resta-
blecen en sus sedes a los injustamente desposeídos, o les dan
asilo en Roma; condenan a los herejes, y fallan en último recurso
acerca de las materias eclesiásticas .
El Papa está en todo, interv iene en todo, lo mir·a todo , y es
mirado por todos •.

A uto1·idad doct?·inal del Pape~.

191. ¿En qué consiste, en punto a doctrina, la pl'Íinacia del Ponlifice ro-
mano?
En que es el principal doctor, custod io l' defensor de la verdad
revelada.
192. ¿ Qué se sigue de esto ?
Que al Papa co rresponrle 'lo defin ir todo 'lo que Jesucristo
ha mandado creer, hacer y evitar· para ir a l cielo; 2° setialar y
condena r todos los en·ores contrarios a la revelac ión .
193. ¿ Es el Pa pa infalible en s u ensc11anza ?
Sí : el concilio Vaticano declar·a anatema a qu ien se atreva a
negar esta Ye r·dad.
« Es un dogma d ivina mente t·evelado que el Ponlifice Romano, cuan.do
habla ex cáthec!?·a, es deci•·, c uando desempetiando el cargo de Pontífice
y Doctor de todos los cristianos, en virtud de su s upre111a auto ridad
apostólica , define que una doctrina tocante a la fe o las costumbres ha
de ser recibida por la Iglesia uni,·crsal , -goza plenamente, por la asis-
tencia divina que le fu é prometida en la pe t·sona del b ienaventu rado
Pedro, d.c la infalibilidad de que e l divino Redentor ha querido que esté
prov is ta su Iglesia cuando define su doctL·ina acerca de la fe o las cos-
tumb•·es; y que por consiguiente tales definiciones del Pontífice Romano
son il'reformables por s i mismas, y no en virtud del consentim iento de
la J¡rlesia • . •

' De Ma.lstro, Du Pape. - 2 Cone. Vntlcano, Conat. Pastor xttrJUL8, cft.p. rv.
384 CONSTITUCIÓN DE LA IGLESIA

194. ¿Está probada la infal ibilidad del Papa por la Sagrada Escrilura ?
Sí, porque al Papa, en la persona de San Pedro, dijo Jesu-
cristo q ue e ra la piedra fundamental de la Iglesia, contra la que
no prevalecerían las pue1·tas del infierno; q ue todo Jo que atase
en la tien ·a, sería atado· en el cielo; que su fe no fa ltaría; que
confirmase a sus herma nos; q ue e ra el pastor de los co1·deros y
de las ovejas. Pero todo es to se1·ía falso si el Papa, sucesor de San
Ped ro, pudiera equ ivocarse cuando, en v'irtud de su sup rema
autoridad apostólica , defi ne que una doctrina sobre la fe o las
costumbres debe ser recibida por la Iglesia universal.
195. ¿ Eslá probada la infalibi lidad del Papa por la tradición católica?
Sí, po1·que lodos los Padres de la Iglesia han ad m itido esta
infal ibilidad.
« Has de saber, dice Sao Jerón imo, q ue la fe r omana es inaccesibk a
la herejía . » - • Las causas acerca de la fe, dice San Bernardo, de~en
ventila rse cu el tribunal en que la re n o p uede sufrir ni ngún men oscabo,
lo q ue es prerroga tiva de la San la Sede. •
Los Padres del cua1·to concilio de Constantinopla declaran que
« en la Sede Apostólica, la religión católica se ha co nse1·vado
siemp1·e inmaculada 1>.
P rueba de esta vt> rdad es que e n todos Jos ti empos, se han
so metido al j uicio del Papa todas las discusiones relativas a la
rel •gi<ín, y su j uicio se ha reco nocido siempre como in-evocable.
196. ¿ Por qué ha de ser el Pa pa in fal ible?
Para que los cris tianos, dirigi dos po1· su a uto ridad, es tén segu-
ros de 110 extraviarse e n el camino de la salvación.
,197. ¿ Se ha de con fundir la infalibilidad con la impecabilidad?
No : la ill falibilidad es el pri vilegio de 110 poder enga!'im·se ni
e ngañar a los dem:is al ense1iar; mi en 11·as que la im pecabiliJad
es el privilegio de no poder ofender a Dios. El Pa pa es infali ble,
mas no im llecable.
198. ¿ Cual es el objelo de la infalibilidad pontificia?
El mismo q ue el de la infalibilidad de la Iglesia•.
199. ¿ En qué consisi.e la a•islencia divina peomelida al Sumo Ponlifice?
Para él consiste en la preservación de t0do er ro1· e n la ex posi-
ción del depósito de la fe; pero no en re•·ib n· la revelación de

• Véase : In{alibi/i<la<l tle la l g/c.<ia, p:í¡;. S;;7. - La infalibilidad del Papa,


lo mismu que Ja de la Iglesia no Liene poi' objeto las rnal e J· i~t S pu •'amcnle
1

científicas , si uo las Yerdades dogmáticas y morales, es deci r , lo que Jos


hombres deben creer, hacer y evita¡· pa1•a conseguir la salvación.
DE L A AUTORIDAD DEL PONTÍFICE ROMANO 385

nueva doctrina. El Papa es tan sólo el intérpr·ete de la verdad ya


revelada: explica y define, pero no innova nada.
200. ¿ Qué se requiere para que una decisión del Papa sea considerada como
in ralible?
Requi é rese : 1• que e l Papa hable como docto l' publico; y no
como pe rs•>na p r·ivada o como doctor particular en una obra de
teo logía; 2• que ob r·e en la plenitud de su autoridad , es decir,
que imponga una obligac ión absoluta e irr·e,•ocable; 3• que defina
una doctrrna como d ivinamente ee,·elada ; 4" que defina que ha
de ser recii.Jida por la Iglesia universal. Faltando alguna de estas
cond iciones, la seritencra no se considera como infalible.

Auto1·idad gubenramerttal.

~01. ¿En qué consisle, en lo gubernamental, la autoridad del Romano Pon·


tífice ?
Consiste eo el pleno poder de jurisdicción en todo lo concer-
niente a la disci pi i na y gobier·no de la Iglesia.
• Enseñan;10s y declaramos . dice el santo conci lio Vaticano, que la
Iglesia romana tiene por institución divina el principado de poder ordi-
nario sobre todas las Iglesias, y que este poder ''erdadcnuncnte episcopal
del Pon tífi ce Romano, es inmediato; que los pastores y los fieles, tanto
cada uno de por si como todos juntos, sca11 cuales fueren su rilo y digni-
dad, le eslán sujetos por el debe•· de La sttbo•·dinación je~·á•·qttica y de
ve•·dade•·a obediencia, no sólo en lo conceroienle a la fe y las coslumbree,
sino lnmbién en lo que pe,.tenece a la disciplina y gobie,.no de lc• Iglesia
extendida por todo el orbe, para qoe guardando la unidad de comun ión
y de la profesión de una misma fe con el Pontífice Romano, la Iglesia de
Crislo sea un solo rebaño con un solo Pastor supremo . Tal es la doctrina
de la verdad católica, de que nadie p uede apartarse sin perder la fe y la
salvación ...
« Por lanlo, si alguno dijere que el Romano Pontífice sólo tiene a su
cargo la inspección y la dirección, y no el pleno y supremo poder de
jurisdicción sobre la Iglesia unh•ersal, no sólo en lo coucernien te a la fe y
las coslurubres, sino también eu lo qÚe pertenece a la disciplina y gobierno
de la Iglesia extendida por lodo el orbe; o que sólo tiene la parte p rin-
cipal y no toda la plenitud de ese podet· supremo; o c¡ue ese poder que
le pertenece no es ordina,·io e inmediato, !auto sobre todas las Iglesias
y sob1·e cada uua de ellas, como sobre todos los pastores y sobre todos
los fieles y s,¡bre cada uno de ellos : sea anatema ' · »

1 Cone. Vaticano, Const., Pattor ~te rnn~. Cá!l. m.

17. - EXPOS. DC>CTAINA.


386 t:ONSTITUCIÓN DE LA IGLESIA

202. ¿ Qué se sigue de esta declaració n del concilio Vaticano?


Que el Papa posee en su plenitud el triple 1>oder legislativo,
ejecutivo y judicial.
203. ¿ Qué puede en vir·tud de su poder legislalivo '
Puede dar a toda la Jgle&ia las leyes necesari as al bien espil'i-
tual de las almas.
20.~. ¿ Qué puede en vir tud de su pod.er ejecutivo, o admin istrativo?
Puede gobemar como soberano a la Iglesia , conf01·me a las
leyes establecidas.
205. ¿ Qué puede en 1•irtud de su poder judicial y C<lllrcitivo 7
Puede juzgar a los infractores de la ley, y fulminar contra
ellos penas espirituales o temporales.
200. ¿ No ha sido este poder impugnado por· alg unos autor es?
Algunos autor·es han enseriado que la lglf'sia no ti ene sino un
poder pe1·suasivo y no coercitivo o coacti1•o; mas e•o es un error
condenado por la cl octl'ina y práctica de la Iglesia. Ciertamente la
Iglesia no puede emplear· la violencia para hacer que los infieles
abracen la fe; pec·o puede r<!ducir y castigat· con penas materia-
le,; a sus hijos rebeldes. S uárez piensa que esto es de r~. Pío IX
!la co ndenado la sigo iente pr·oposición : « La Iglesia no tiene
der·echo de repl'imi a· con penas temporales la violación de sus
leyes r. >>
207. ¿ Cu:íles son las IH'incipnlcs penas espirituales, o censuras , que p uede
impo ner· el Sumo Ponlifice?
La excomunión, el en tredicho y la suspensión.
208. ¿ Qué es la exconumiún ?
Es la c~nsu ra que separa totalmente al cristiano del cuerpo'de
la Iglesia, y lo priva de todos sus bienes espirituales•.
209. ;. Qué es el ent,edi<'lto?
Es la censura que pa·oh iiJe par·a ciertos luga1·es o personas el
uso de los di vinos olicios, de los sact·amentos o de la sepullura
eclesiá;;tica.
210. ¡, Qué es la suspen•ió"?
La censura que pr'iva a un eclesiástico del uso o ejercicio de
una orden, oficio o beneficio.
211. ¿Qué penas !cm¡>arales puede iuOigir el Sumo Pontífice?
Las penitencias públicas, la pérdida de los bienes, el destierro,
la detención,. etc.
• Cuando la excomunión prh·nha solamente de In rcccpcíón de Jos sacra mentos
y de la elección pasi\'a a los beneficios. se llamaba ,e,oo·. llo¡· dia ya no
existe, d esde la Cousritución lt postolica: sediJ de Pio IX .
t Enctcllca Quanla eura, 8.
DE LA AUTORIDAD DEL PONTIFJCE RO)IANO 387
2"12 . ., CuMes son los caracteres del poder del Papa en la l"lesia?
El poder del Papa es : ·t• Pleno : en las cosas que son de
derecho eclesiástico, no hay nada que el Papa no pueda, cuando
la necesidad lo exige;
2• Sup1·emo : el Papa no tiene superior en la tierra, pues
depende sólo de Dios; ·
S• Uni~·e¡·sat: se extiende a todos, pa~lores y fieles;
4• Ol'(lin.at•io: es inherente a la dignidad de l Sumo Pontífice,
y no accidental, o recibido po r delegadón o mand.olo;
5• inmediato : p uede ejercerlo sobre lodos, o ra po t· sí mismo ,
ora po r· delegado,; elegidos por é l'.
" El Papa, co mo vicario de Jesucristo, cabeza visible de la Iglesia y
sucesor de San Ped ro , tiene una autoridad que se exr irnde a toda la
Jgle.ia •; por tanto, todos los fieles, que son sus miemb•·os, deben 1nirarlo
como a su p.dre, y considerar su palabra como la ••oz de que Dios se
sirve para declararles sos órden.s. • (S. J.-B. DB LA S.ILLE.)

Pode•· temporal del Papa.

213. ¿ Qué es el porler temporal del Papa ?


Es la autol'idad civi l ejercida po r el Papa en los Estados de la
Ig lesia.
214. ¿ Qu ó ol'isen Líene este poder ?
1• Ya e n la mi~ma é poca de las persecuciones, y a ntes de
Constantino, Jos Papas habían recibido de la ti bemlidad de los
fieles cuantiosos bienes, que emplearon en mantener el culto y
aliviar a los pobres. Este patrimonio fué aumentado por Constan-
tino y sus sucesores.
2• Cuando el imperio romano fué deslrufdo por los bárbaros,
Roma, abandonada po•· los emper·adores de Oriente, se arrojó en
brar.os de los Papas que la salvaron de los furor·es de Atila y Gen-
serico, y la leva nta ron nueve veces de sus ruin:~s. Asi se fundó
providenc ia lmente la soberanía ternponll fle la Santa Sede,
dura nte el Pon tificado de Gregorio JI (7'!5-731).
3• Ame nazado po r los Lombardos e n la segun da mitad del
sig lo v tu , e l Papado recurrió s ucesivamen te a Pip in o y Cado-
magno, que además de obligar a los invasores a devolver las ciu-
dades y prin cipados q ué habían arrebatado , at~mer.taron los

• Esta auloridad se extiende a todos los que cst:in bautizados, aunque sean
herejes o cismáticos.
1 Cooclllo Vallcano. CoD.it. Pa.Jtor sttunu... dp. u1.
388 CONSTITUCIÓN DE LA IGLESIA

dominios pontificios cediendo generosamente las provincias que


acababan de conquistar.
4• En el siglo x11, el dominio tempo1·al sa aumentó con el terri-
torio legado a la Santa Sede po r la condesa Malilde .
215. ¿ Es legítimo este pode•·?
Sí, por·que se funda en los mejor·es títulos que se pueden invo-
car:
1• En la elección y el anhelo de los pueblos que, abandonados
por los emperadores de Oriente, se acogieron al amparo de los
Sumos Pontífices.
2• En las justas c.onquistas de Pipino y Car·lomagno, y en la
libre concesión de la condesa Matilde.
3• En la prescri pción más de diez veces secular.
4• En el derecho público eut·opeo, que, en los congresos y tra-
tados, ha reconocido siemp re los Estados Pontrficios.
5• En los inapreciables servicios que los Papas han prestado a
Italia, y en la saludable inOuencia que su independencia tempo-
ral les ha permitido ejercer en el mundo entero.
~16. ¿ Es necesario este poder?
En el estado prescnll) de las cosas humanas el'la soberanía
tempor·al es absolutamente necesaria par·a el bien de la Iglesia y
el libre gobierno de las almas'·
217. ¿Cuál es la situación del Papa si n o es soberano temporal?
No goza. de la indef)end encia que le es necesa r·ia par·a ejercer
plenamente su autoridad doctri nal y legislativa.
• En Roma, no hay para el Papa otro destino posible que ser soberano
o cautivo. • (Pio IX.)
218. ¿Tiene la soberanía temporal del Papa carácler sagrado ?
Tiene un cat'ácter· sag r·ado e in vio lable, porque está ligada con
los mós grandes i nter·cses de la religión .
219. ¿ Oe qué especie es el cl"irnen de los usurpadores de los Estados de la
Iglesia ?
Es un sacrilf•gio. Por· eso el concilio de Trento ha fulminado
excomunión contra todo cristiano que atente contra dichos
Estados directa o i fldirectamente.
Oe la autoridad de los obispos.
220. ¿Tienen ·Jos obispos, por• der•echo divino, el poder· de enseñar y gober··
nnr n los fieles?
Sí, porque, de der·er·ho div ino , son los sucPsores de los Após·

' Pto IX a tos oblspoa pr..ootee eo Ro~ en 1862.


LOS CONCILIOS

toles, como el Papa. es el sucesor de San Pedro, cabeza. de los


Apóstoles.
2-21. ¿Cómo se prueba ese poder?
1• Por· la Sagrada Escritur·a. A los obispos se dijo en la persona
de los Apóstoles :
Como mi Parit·e me etwió, a.•í os envio también a vosott·os • - Id,
1

p11es , e inslrt<íd a todas las nociones ... yo es ta•·é contimu.m ente con
vosotros ha.•ta la cotlS<tmación de los siglos •. - Todo Lo que atcweis en.
la tie•·ra, sc•·á eso mismo atado e" el cielo •.
2• Por la LI·a.dición católica., qu e siempre ha reconocido que el
cuerpo episcopa l unido al Sumo Pontíflce posee la. aulol·i dad
doctl'inal y gubernam en tal necesar·ia para ense r1 ar y gobernar a
la Iglesia..
22'2. ¿ Son los obispos jueces de la re en sus diócesis?
No so n jueces defin ilivos sin apelación, porque separada mente
no son infalibles; pero esto no obstante , son jueces verdaderos,
cuyas decisiones han de seguirse en el fuero ex temo, mientras
no sean r·evocada s por la Santa Sede.
2'23. ¿ Son los obispos pl'incipcs espirituale s de sus diócesis?
Sí : y para gober·narlas tienen el poder legislati~o, administ l·a.-
Hvo, y el judicial y coactivo.
224. ¿ Quó diferencia hay enL•·e lu autoridad del Para y la de los obispos·?
El Papa posee la autorida d eclesiástica. principal y absol uta-
mente, mientras que los obispos no la poseen más que secunda-
ria y dependie ntomente cl~;l Papa. El Papa ejerce su aulol'idad
sobre toda la Iglesia, al ¡)aso que los obispos la ejercen solament e
dentro de los límites de .-us dióce.~is.
225. ¿ Qué tienen de comú n la autoridad del Papa y la do los obispos?
Que así como el Papa es el pa,;to t· y cabeza de toda la Iglesia,
los obispos son los pastores y cabezas de sus Iglesias y diócesis
respecti vas.

Los concilios.

2'26. ¿ Qué se llama concilio?


Llámase concilio la asamb lea de obispos congt·egados para
Lt·atat· asu ntos religiosos.
227. ¿ Tienen los obispos derecho a reunirse en concilio?
Si, porque el derecho de reuni ón es un derecho natural, de

t Juan, xz, 21 . - 1 ~at., nvm, lt, 20. - a llat~, XTrn, 18.


S90 . CONSTITUCIÓN DE LA IGLESIA

que todo el mundo goza, y con mayor razón los pastores de las
almas.
228. ¿ Cuán tas clases hay <le concilios?
Dns: concili·• general, o ecumé nico, que representa a toda la
Iglesia; y concil io par-ticular, que r'ep resenta a una o varias pro-
vincias t-Clesiásticas.
2-29. ¿ Qué es concilio ecuménico, o ~eneral?
Aquel en que el Papa y los obispos se congre¡!an, per-sonal-
mente o por repr·csentación, para deliberar y juzgat· sobre la doc-
trina y la disci11lina.
230. ¿ Qué condiciones se requieren para el concilio ecuménico •
E<Lan .-inco: 1" El conci lio general ha de set· convocado por el
Su mo Pontífice, o si no, co n su consentim ie nto.
'2• Todos lo~ obispos que PjPrcen j ur·isdicción han de ser convo-
cados al co ncilio, porque todos tienen igual derecho a juzgar· en
las cosas de la fe. No es necesario que todos los obispos, ni aun
siquiera el mayor núrnero, asistan al concilio. Además, la con-
firmación dada por el Papa a las dl!cisiones del concilio resuelve
todas las dificultadi!S que pudieran surgil· a causa del escaso
número de los asisten tes.
::3• El Papa, por sí o por s us legados, ha de presidi r el concilio.
4• En las delibe r·aciones del concilio ha de haber la más e nlet·a
libertad.
& Las decisiones del concilio bao de se r· confi rmadas por el
Papa.
231. ¿ Son necesorios los concilios generales?
No son absolutamente necesarios, porque la autoridad doctri-
nal o gubern amen tal del concilio general no es m:~yor que la del
Papa solo.
232. ¿Y son í1Lil cs?
En ciertas épocas son muy útiles. pot•que la doctr·ina cDtólica
se proclama en ellos con mayor solemnidad, el pueblo se penetra
mejo1· de que la doctrina definida es la de toda la Iglesia, y el
Papa recibe el auxilio de más luces humanas.
233. ¿ Cuántos conrilios ecuménicos ha habido?
Además del concilio de Jerusalén, celebrado por· los Apósto-
les, ha habido ha~ta la fecha, diez y nueve concili os ecumén•cos,
Jo~ oc ho príme ros e n Ol'iente, y los otros e n Occidente.
1• 1!:1 conci lio de Nicea (3'25), e n que fué co nden ada la he rejía
de Arr-io, que ne~aba la divinidad de l Verbo.
2• El concilio de Constantino pla (38'1), en que fué condenada la
LOS COKCILJOS 391

herejía de Macedonio, que negaba la divinidad del Espíritu Santo,


y la de Manes, que profesaba el dualismo.
3• 1::1 concilio de Éfeso ( 431), donde fue condenada la herejía
de Nestono, que negaba la unidad de pe•·sona en Jesucristo y la
matemidad divina, y la de Pelagio, que negaba la nece~idad de
la ge;ocia.
4• El concilio de Calcedonia (451}, donde fué condenada la
herej ía d~ Eutiques, que negaba la dualidad de naturalezas en
Jesucristo.
5• El segundo ele Constantinopla (553), donde ru ó condenada
la hc•·cjía d,, los ll·es Capítulos, que no era otm que la de Nes-
torin.
6• ~ 1 tercer·o de Constantinopla ( 680), donde rué condenada la
herejía de los monotelitas.
7• El stgundo de Nicea ( 787 ), donde rué condenada la herejía
de los iconoclastas, o d ..structores dt~ imá¡¡enes.
8• El cuarto de Constantinopla (869-1:170), donde rué condenado
y depuesto Focio, el autor del cisma griego.
9• El conci lio de Lell·án ( 1·123l, donde fué ralific;1do el conco r-
dato de \Vor·ms, con quo había termin ado la guerra de las inves-
Lidu ras. ·
·10• El scgu ndo de Letrá n ('1 139) , donde fu er·o)n co ndenadas las
hr t••·jías do Pedro de Bruys y de Arnoldo de lkcscia, sobre el
Baulrsmo y la Eucarislía.
11• El tercer·o de Letrán (1'179) , donde rué reglamen tada la
eleccoón de los Papas.
·12• El cuar·to de Letrán (1215), donde rucr·on condenadas las
hPreJfa, de lo~ V;oldenses y Albigenses, y decla•·adas oiJiigatorias
para todo fi,•J cl'istiano la cout-..soón anual y la comunión pascual.
13• El concilio de Lyón (1215), donde fu6 excomulgado el
emper ad.,r· l?edcrico JI, como hcr·eje y expolta•lor de la Iglesia.
11•• El segundo de Lyón ('1274), donde los griegos •·econoc,eron ,
de acuer·do con la I glesia r omana, la doblo procesión del Espí-
ritu San to.
15• El concilio de Viena, del Del flnado ( '13'11-13·12), donde fué
abolida la or·den de los Templarios.
16• El co ncilio de Flor encia (1-139-'1412), donde la I glesia griega
se unió de nuevo a la Iglesia r omana.
17• El quinto concilio de Letrán ('1512 ) , cuyo objeto fué el r es-
talllecimiento de la disciplina en la Iglesia.
1R• El concilro de. Trento (154:}-1563), donde fueron condena-
dos los cJTores de Lutero, CaJvino y Zuinglio.
392 RELACIONES ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO

19o El concilio del Vaticano (1869-1870), donde fué proclamada


la infalibilidad pontificia.
Algunas sesiones del concilio de Constanza ( 14'14) y del de
Basilea (1431} son consideradas como ecuménicas.
23~. ¿ Qué es concilio pnt·ticuh11·?
Aquel en q .. e se congregan los obispos <l e una nación o p•·o-
vincia para deliuet·al' y juzgar sobre la doct•·ina o la disciplina.
235. El concilio nacional o provinci•l ¿ es inf•liblc ?
No, a menos que sea expresamt'nle confi1·mado por el Sumo
Pontífice, lo que haría obligatorias para todos los fieles las deci-
siones confirmadas.
236. ¡,Cuáles son los concilios pn•·ticulares cuyas cnseilnnzas han llegado n
IC I' dogmas de fe?
El de Milevi (4'16), aprobado por Inocencio I, que condenó los
errores de los pelagianos sobre la gracia, y el segundo de
Orange (529}, aprobado por Bonifacio II (530), que condenó los
errores de los semipelag•anos.

Fo1·ma del gobiemo en la lglesic~.

237. ¿Cuál es, seg<•n lo e¡ u e antecede. la forma dcl gobict·no en 1• Iglesia?


Es la forma pum y simplemente monárquica, pues el Ponliflce
Romano posee la plenitud de la autoridad : él es el centro · y
cabeza esencial de toda la Iglesia.
238. Esta monarqui• ¿ca absoluta, en el sentido que vulgarmente se da a
esta pal•br• ?
No, porque el Papa no puede mudar nada en lo que es de
derecho divino : de ese peligro lo preserva su infalibilidad.
239. ¿ llny aristocracia en el gobierno de la lglesi• ?
Sí, porque el episco pado es de institución divina, y el Supremo
Pasto r no puede gobe•·nar la Iglesia sin él.
2-10. ¿ Ha¡• democracia en la Jglesin?
Si, porque el hombre del más humilde origen puede llegar a
las dignidades más elevadas. Ha habido grandes papas y grandes
obispos que por su ol'igen eran de condición muy oscura.

7. Relaciones entre la Iglesia y e l Estado.


'H1 . i. Qué se requiCI'O para que la Iglesia pueda cumpl it• eficazmente su mi-
sión ?
Se requiere : 'l• qu e ejerza con ente•·a independencia los de•·e-
chos que ha recibido de Jesucristo; 2• que sea ayudada por el
poder civil.
INDEPENDENCIA Y DERECHOS DE LA IGLESIA 393

Independencia y derechos de la Iglesia.

2·\ 2. La Iglesia l' la sociedad civil ¡,son dos sociedades distintas?


SI, po rque se diferencian por su or·igen, por· la autoridad que
las ri ge, por su objeto y po r su fin .
2~3. ¿Cómo se diferencian po•· su origen?
La Iglesia ha sido fundada por un acto libre del Hombre-Dios;
la sociedad civil resulta de las tendencias y necesidades naturales
del hombre. La primera pr·ocede de Dios, en cuanto autor de la
gracia; y la segunda procede de Dios, en cuanto autor de la
na tu raleza.
2M.¿ Cómo se diferencian por la autoridad que las ••igc?
La Igl esia se gobiel'lla, conforme a la voluntarl de Jesucristo,
por San Ped r·o y sus suceso re~, por los Após to les y sus suceso-
res; la sociedad civil se gobiema po r poderes de formas diversas
según los tiempos y lugares, y que aunque ricnen su autoridad
de Dios, deben su origen a hechos puramente humanos, como la
conquista, la elección, ele.
245. ¿ Cómo se diferencian en su objeto?
La Iglesia tiene por obJelo la verdad reli gio~a y la vi r·tud, y la
sociedad civil, intereses lempo r·ales y terrenos.
UG. ¿Cómo se diferenci ~n en •u nn?
La Iglesia tiene po r· fin conducir· al homb r·e a la dicha eterna,
y la sociedad civil tiene 1>or fin inmediato la prosperidad tem-
poral.
e Dios ha dividido el gobierno del género humano eolr~ dos poderes : el
poder cclcsi(astico y el po~er ci-il ¡ •l primero incumben las cosas divinas,
al segundo las humanas. • (S. S. LEó~ XIII.)
247. ¿ A"en!Jljao las cualidades de la Iglesia a las de In sociedad civil?
Sí, por·que la Ig lesia es una soc iedad religiosa y sobrenatural,
mi en tras que la sociedad civ il es pr·ofana y nalu•·al. La Iglesia es
una sociedad universal, inmutable e inmortal, mientras que la
sociedad l'ivil es parlicula•·, variable y temporal.
2A8. ¿ Es la Iglesia independiente del Estado?
Sí, porque, 1• de Jesucf'isio y no del Estado, trae su or igen, su
autoridad, su objeto y su fin; 2o Jesucristo ha querido que la
Ig lesia fu ese como Él independiente de Lodo poder tel'reno.
Se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tiet·ra. Jd, pues, y
en.,eñad ... 1 • - u No hay católico que pueda ig no•·na· que Jesucristo, al

1 llat.. xrvm, 18, 19.

17.
394 REUCIO:!IES ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO

i nstituir su l¡r'esia, dió a los Apóstoles y a sus sucesor·es nn poder inde-


pendiente rle todo otro podo·r· 1 • •
U9. ¿ ~hmircstaron los Apóstoles su independencia frente al Estado?
Sí, por·que cuando el consejo de lo~ Judíos les pr·ohihió ense-
riar en Pl nombr·e de Jesús, re,pondr eron v:•ler,samen te : « Es
menest•· r· obedecer· a Dios antes que a los hornbr·es'. »
250. ¿ lin o•civindicado sicmpo-e la Iglesia su independencia ?
Siempre, en todas rJartes y con invencihl~ conslancia, la Igle-
sia ha proclamado y r·eivindicado su ind .. pendencia contra todas
las toran ías.
~5·1. ¡, Es ronto·al'ia a los vco·dadeo·os inrco·cscs del Estado la independencia
de la lgtcsin V
No , porque la I::tlesia Pjerce su poder en un ord en de cosas
distinto de el del Eslado. El fin prúximo y pr·incipal de la lgle.•ia es
procurar a los hombres los bienes celestiales y eternos, y el del
Estado es atender· a los intereses terTo.: nos.
Dad al Césa•· lo que e.1 (t<l C•'sar, y a Dio.< lo qu.e es ele Dios 3. - • La
Iglesia ret·onocc y declara quE> cu •nto es de orden r.ivil se hal•a bajo la
potestad l' la suprema aulttri(hul de los príncipes de la !icrra •. •
~5'.!. ¿Qué derechos tiene la Iglesia, en virtud de su independencia soberano
• en Jas mntc•·ins c:--pi •·itualcs?
La Iglesia liene todo~ los derechos cuyo ejercicio es necesario
para el cump li miento de su fin , que es la santificación de las
almas y su felicidad eter·na.
Esos derechos son por consiguient e :
1• Propagarse por· toda la tier-ra par·a predicar la fe;
2• Co r)slituit'.Se doquiera haya fie les, '1 eslablecer 9n esos luga-
res diócesis y parroquias;
3• Reclamar la libre comunicació n de los obispos y de los
fieles con el Sumo Pontífice, y convocar los concilios y demás
asambleas eclesiásticas ;
4• Cond enar los e!'r·o r·es contrarios a la fe, proh ib ir los li bros
que los conlienen, e imponer penas a los que los propagan ;
5• For·m·•r y educar· al cler·o, y exigir que se le deje completa
libertad para escogel'lo;
6• Velar por la enseñanza religiosa y mo ral, tanto e n la familia
como en las escuelas, ense riar· todas las ciencias, abrir· escuelas,
elegir· los m:restros, prescl'i bir programas y métodos, crear· uni-
versidades y conferir grados;

1 Plo VI. Drc•e del 10 de )fan., de L779 " Lula X\'L - ~ JiecbOIL, .... 29. - 3 M:u..,
·'-xu. 21. - 4 S. S. Lt tln XII l.
EL CESARISMO 395
7• Deter minar las condiciones para la validez y licitud del con-
trato matrimonial;
8• Adquir1r y poseer bienes muebl es e inmuebles para la cons-
tr ucción de los templos, sostenimiento del culto y clero, propa-
gación de la fe, fundación de escuelas, y alivio de los in fo•·tunios
humanos en asilos, hospitales y dem ás establecimientos de
cal'i Jad;
9• Establecer en su seno ó rdenes relig iosas que se consagren a
la oración , p•·edicación, educación de la in rancia y j uventud;
cuidado de los enfer mos e imposibil itados, etc.
253. ¿ Tiene In Iglesia In supremncin sobre el Estado?
Si, po rque el fin a que tiende la Iglesia es el más noble de
todos.
2.». ¿ En qué esltí subordinado el Estado a la Iglesia ?
En las cosas espirituales y en cuauto a ella~ se refiere.
2:>5. ¿ Qué derecho pertenece al Papa en •·irtud de eslo supremacía?
El de anular las leyes o ac•os gubernamentales pe•·judiciales a
la salvación de las almas, o lesivos de los derechos natu•·ales de
los ciudadanos.

El cesa?'ismo.
256. ¿ Cómo se llama la doctrina que p•·etende s ubo••d inar lo Iglesia al Es-
tado?
Ll ámase ccscwismo•.
257, ¿ Por <1uién ha sido sostenida esta doctrinn?
De una manera más o meoos com¡.~leta , ha sido sostPnida por
Marsilio de Padua en el siglo XIV, por los ¡·eformadores del
siglo XVI, por los galicanos parlamentarios, por los jansenistas,
por los josefistas, po1· los autores de la Constitución civil del
clero e n 1790, 'l' en nuestros días por los llamados cató! icos vie-
jos, por los políticos de la escuela liberal, y por todos los revolu-
cionarios.
258. ¿ Cu:ll es In fórmula del cesarismo?
La fórmu la moderna del cesarismo es E'sta p•·oposición del Syl-
labus, condenada po1· Pío I X : «La Iglesia no es una verdadera
y perfecla sociedad plenamenle li bre : no goza de sus de rechos
prop ios y constantes que le ha conferido su divino Fundado1·:
per1enece al poder ci1•i l definir cutiles son los derechos de la
Iglesia y en qué límites puede ejercerlo~. •

• Los Césares de la Roma pa~;ana se arrogaban el poder supremo eo todo,


lo mismo en lo reli¡rioso que en lo político.
396 RELACIONES ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO

259. ¡. Qué se ha de pensar del poder civil que practica el cesarismo?


1• Que es injttsto 1 pues priva de libertad a un poder soberano
en el dominio que le es propio ;
2• Que es impío, pues en la Iglesia, obra de Dios, persigue al
mismo Dios;
3• Que es maléfico , pues priva a la sociedad de inmensos e
inapreciables beneficios;
4• Que es insensctto 1 pues destruye la autoridad religiosa que
es la salvaguardia de la suya propia.

Unión de la Iglesia y del Estado .

260. ¿Basta que el Estado respete la libertad y derechos de la Iglesia?


No : el Estado debe también ayudar, proteger y defender a la
Iglesia.
261. ¿ En qué se funda este deber?
En la obligación que incumbe a la sociedad civil de profesar
la religión. En efecto : las naciones dependen de l Criador, y por
tanto, le deben, como naciones, adoración, amor· y obediencia, lo
mismo que los individuos . Además, han de tr·ibutar a Dios el culto
que le es debido tanto pon¡ue es su deber·, como porque conviene
a sus intereses, pues la religión es la primera condición del
orden polílico y social.
• Una sociedad bien ordenada sin religión, es cosa imposible '. »
262. ¿ Y qué religión debe proresar la sociedad?
Es evidente que la religión verdadera, la religión cristiana.
Debe reconocer por rey a Jes uo:l'isto, a qui en Dios su Padre, e( ha
dado todas las naciones por het·encia\ a qu ien todos los reyes
de la tierra adorarán, y todas las naciones ~ervirá n 3 • » Y co mo
Jesucristo ha fu ndado una Iglesia, y sólo en ella qu iere ser ser-
vido y ado t· ado, la sociedad debe seguit· las ensetianzas de esta ·
Iglesia, que es la Iglesia católic-a.
263. Entonces¿ cuál es la principal obli gación de los jefes de Estado?
El practicar .ellos mismos la reli gión católica, y como tienen
las riendas del poder, protegerla y defenderla.
264. ¿Tiene el Es tado el deber y el derecho de proscribir el cisma¡· la herejía?
Sí : tiene !al debet• y derecho, tanto para el bien de la nación
como para el de los mismos fieles ; porque la un idad religiosa es
/
el principal ru nd~.tmenlo de la unidad sociaL

·t S. S. León XHI. - 2 S:tlmo n, 8. - 3 S<l.lmo J...x.x.J, 10.


EL LIDERALISYO 397
265. ¿En qué caso puede el Estado tolerar los cultos disidentes?
Cuando esos cultos han adquirido cierta existencia legal con-
sagrada por e l tiempo, concedida por tratados o con veníos •.
200. ¿ Puede el Estado emplea r la ruerza para obl iga•· a los ciudadanos a
pt·acLic:u la religióo católica?
No, po rque ((la Iglesia acostumbra a veJa¡• con el mayor cui-
dado por que nadie sea forzado contra su voluntad, a abrazar la
fe católica, y cuida de no olvidar esta prudente adrei'leocia de
San Agustín : « La fuei"La puede lograr Lodo del hombre : todo,
menos la re'. »
267. ¿ Con qué fin puede emplea•· el Eslado la rucrza?
Pa•·n imp\)d ir o t·ep¡·im i¡· la impiedad exte•·io1· y pública que
amenaza la fe de los nacos, e introduce la tu1·bación y el desor -
de n en la sociedad civi l y ¡·eli~iosa .
Si se ca~ligan los atentados contra la autoridad públira, y con-
tra las leyesen que se funda la segu¡·id<~d de los c iudadanos,¿ por
qué no se han de poder castiga¡· los que son contra Dios, la reli-
gión, la morat y las verdades sin las cuales no hay sociedad prós-
pe,·a? ¿Acaso no es Dios el primer sobemno, y su ley la más ,
respelabltJ de todas?
208. ¿ Puede el Eslado srpn1·nrse de la Islesia?
No, porque no puede s ustraerse a la realeza de J esucl'isto.

El libe•·alismo.
2C!l. ¿ Cuál es la doctrina que prelendc que el Estado no tiene el derecho
ni el deber de unirse a la Iglesia para protegerla?
El 1ibemlismo.
\!iO. ¿ En qué se runda principalmente el liberalismo~?

En que la sociedad moderna se basa en la libertad de con-


c ie nc ia, de c ul tos, de palnbra y de p re nsa.
271. ¿ Por qué es e l libet·ttli smo r·ondenable?
1• Po1·que niega toda subordinación del Estado a la Iglesia;
2• Porque confunde la libertad con el der·echo. Ln libertad
sólo es derecho cuando se mueve en la esfe ra de la verdad y del

• • Si bien es verdad que la Iglesia jutga que los diversos cu llos no pueden
equipar::u-sc con la verdadera •·cli¡.dón, no por eso contlem' a lo~ jefes de Es-
tndu que ya para pt'OCur'a r un bien rnayot•, ya p<H'3 C\'il:w un rnn l , toleran en
la t>r·áclica In e •ex is tencia de dil·c •·sos cullos. • {~. f;, LI(ÚS X111.)
• El liber·<•lismo, e u cuan lo doCII·inll condenada por la Iglesia y po•· la sana
razón, tiene dh·crsas formas. Aquí no se le consitlera más quo como sislcma
opuesto a la unión de la 1glesia y del l!:stado.
1 S. S. I.A>óo XIII.
398 EL LIBERALISMO

bien. Si redunda en mal, ya no es derecho, sino violación del


derecho; y desde el momento en que es per·jurlicial a los intere-
ses mo rales y religiosos de la nación, penenece al poder civil
t·ep ri mi r· sus manifestacio nes ;
3• Porque desco noce la realeza ~ocia! de Jesucristo, r ealeza que
Jesucristo ha transmitido a su Iglesia •;
4• Porque rechaza los beneficios de esta realeza social. Así
como el cuerpo del hombre no vb·e sino pot· su unión con el
alma, asila sociedad no vive vet·daderamenle sino por su unión
con la Iglesia, que le comunica la ,·ida moral.

IIECDOS IIISTÓRICOS
Ar ca de Noé. (Gen., vt, vu.)- na rra de Pedro. /Junn, xxr , 1 -17 .) -
La vid. (J uan, xv, ·1-7 .) - El gr·:1no de n>ostaza. (Mal., xut, 3·1, 32.)
Visión de Sao Pedro. (llechos, x.)

• Los partidarios del liber~lismo invocon a veces en apo)"O de su doctrina


est3S palabras del Salvatlor: Jl}¡ J'Cino n.o eA de este mundo (Juan, xvur, 36);
pero se e 1uh·oca.o. NucstJ·o Ser,or no quiso decir « que su reino no Licoe
nada exterior ni terreno, que no tiene nada que "e'' con este mu ndo, ni po·
de•· nlguno que ejerctH' en lo ticrTa, ni menos que esté aubor•d inat.lo a los r·ci·
nos de e-Le muntlo, que c·ccibn do ellos su poder, y no ~''"S'" n in gún de•·echo
respecto de el los. Al cont•·n.t·ío, es evidente •tuc Xucst•·o 5er,OI' coloca s u reino
sobre cualquier o~ro, y que cnti'C su realeza¡· la del mun•lo e•~nblece una di-
rcrcncin igual a 1:.. que existe entre el :.1lma y el cuerpo, entre el ciPio y la
~icro·a. Lo que con estas polnbrns quiso dar a enlcndnr n flilatos es que los
rrincipes de la tierra no tiene n que temer de su parte. ninguna ri\·alidad ; que
su aulo•·itJad es de otra n:~turalet:l; t¡ue Él no tiene el mismo lio, los mismos
medios ni el mismo cspil"itu que ellos. ( Ab. BACUEZ. )
DE LA IGLESIA . - RESUMEN 399

RESUMEN

De la Iglesia católica. - La Iglesia católica es la sociedad de los hornbres


bautrzados, qne pl'ofesan la docl••ina de Jesucristo,)' csl:ín sometidos a los pas·
tores legitirnos, p r·incipalm cnte al Papa.
La Igltls ia se divitle, 1o en lglesia patrüu·cal, mosaica y cristiana, s i se consi-
dera po1· su ,•elacil,n con la h isttwia; 2o en fglcsia tHilitante, pw·gante y
tri.un{anle, si se consitle•·a seg,ín la :~itu.aci.ón de $US miembros j 3° en Ig lesia
cl.ocente y· cli.scente, s i se considera canto sociedad.
La lgl•~sia ha sido lnstilnirla por t-l mismo .Jesucl'isto que dió a s u r<>ligión
for•ma sociaL Los elernen los de esta sociedad son : 1° auto•·idall con el dere-
cho de mandar ; 2o rniembl'os múltiples unidos entt·e si; So fi n común a todos
los otsociaclos; 4o medios comunes pa1·a logra•' el fin .
•lesuc•·isto sometió Jos miembi'OS •.le s u lglt·~ia a la autol'i dad de los Apóstoles
)' sus sucesores, que son los obi:;po::;. Somet ió los miSt(IOS ,\póstolt!S a la autori-
dad tlc uno tle ellos, Pt·tll•o; )' po1· consiguier•le, los obispos al sucesor de San
Pcd•·o, es dl~ci r, al Pontifi c~ Romano. Los Apóstof,..s f'(!Cibicl'on de Jcsucl'isto
el tri ple poder de enseilao·, santifica r a los fieles y gobe o·nao· las almas.
La Iglesia tiene po·· fin próxii(IO )a santidad de sus miembros en esta \'ida 1
y por On últirno la glo r ia del cielo en la oto·a .
Necesidad de pertenecer a la Iglesia. - La Iglesia, por ser un organ ismo
vh'O, tiene lo mismo que una pe•·so na humana, uoa pa•·te interior, el alma,
y olra exll.•rior, el t:ttt:J'JJO . El alma Ue la Iglesia consiste en la g l'acia sau tifi-
cante, junto con las vir•tudes infusas )' los dones del Espí1·itu Santo . El cuCr po
de la Ig lesia consiste en la proresión exteo·ioo· de la veo·dadco·a doctrina de .f~­
suceisto, la partiCipació n a sus ·sacramentos, y la obediencia a los pastores
legit irnos.
No peo•tenecen al alma de la Iglesia los que se hallan en pecado mortal. No
pertenecen al cue1•po los infieles, herejes, cism<.hicos, excomu lgados y {,póstatas.
Fue1·a de la Iglesia no ha)' salvación, po.~que no puede h:;bel'la fuel'a de J~
sucrislo, )' la I.;lcsia for·ma un todo con Je~mcristo. El que \'Oiuntariameo te
permanece fuera'de la lgh·sia, sin profesar la fe que ella enseria, s in partici-
par de sus s;lcramcntos, y sin obedecer a sus pastores, no puede sah·arse.
Pet'O el que in\•olnutat·iamenle está fuera de Ja J¡:;Jesia y sine a Dios lo mejor
que puede, cumpliendo los deberes que le d icta su conciencia, pertenece al
alma de la Iglesia. y puede salvao·se.
Propieda des de la Iglesia. - Las propiedades de la Iglesia son la vis ibili-
dad, la perpetuidad, la indefectibilidad y la infalibil idad .
La visibili1tad consiste en que la Iglesia se ofrece maninestamenle a los ojos
de los hornbr es, 1• corno sociedad, y 2.• como sociedad fundada por Jesu-
cl'isto.
La 1>e>·petuidad consiste en que la Iglesia debe durar sin interrupción hasta
el Jin del mundo.
La ·it~de{ectibilidad consiste en que la Iglesia dehe conservar inrnutable-
menle los dogmas , rnoral, sacramentos y organización social que ha recibido
de su divino Fundador.
La infalibilidad cons iste en el privilegio que "se le ha concedi do de no po-
der ent;aiia rse ni engat1ar cuando enseria la doctrina de .Jesucristo. La infali ..
bilidad tiene por objeto: 1• todas las verdades reveladas contenidas en la
400 DE LA iGLESIA. - RESmfEN

Sagrada Escritura y en la Tradición; '.!• ·todas las verdades que sin ser formal-
mente reveladas, guardan con las •·eveladas íntima conexión . La infalibilidad
reside tanto en el cuerpo episcopal unido al Sumo Pontífice, como en el
Sumo Pontífice solo, cuando habla ex cathecl,.a.
Caracter es de la Iglesia . - Es necesario poder discerní •· seguramente la
verd:\dera Iglesia de .Jesucristo. Este discernimiento se logTa por medio de los
cal'aclercs distinli\'OS con que Jesuct•ist.o ha atlor•uado a su Iglesia. Estos ca-
•·acteres son : la unidad, la santidad , la catol icidad y la aposLOiicidad . La ver-
dade•·a Iglesia ha de lene•· estos caracteres, 1o porque poseyéndolos Jesucristo
en cuanto cabeza de la Iglesia, también los debe posee•· la Iglesia, que es
una misma cosa con Él; 2o por·que sin c.stos ca•·acteres no se concibe la Iglesia.
Pa•·a que la Iglesia sea una se requiere: 1o qne los fleJes profesen una sola
y misma re; 2o que obser·vcn una sola y misma lc~r, y participen a los mismos
sacr·amenlos; 3o que estén somclidos a una sola y rn istn:l autoridad suprema.
- La Iglesia Romana posee esta unidnd. Por mantenerla, ha separado s iem-
pre sin miserico•·dia de su seno a Jos her·ejes y cism;'tlicos .
. Pa1·a que la 1glesi~ sea santa se requiere: 1o que no ¡•econozca otro funda-
dor que Jesucristo 1 el Santo de los santos; 2o qtrc proponga a los hombres los
med ios más perfectos de santificación; 3o que realmente haga santos a los que
guardan sus man<lamienlos, y crninent.emente san los a Jos que siguen sus con -
sejos; t\,o que por l t~s obras ex traord inarias de celo y car·idad y pot· los milagros
que se realiz:m en su seno, manifieste que Dios está con ella. - La Iglesia
Romana posee la santidad, pues no admite otro fundador que Jesucristo; es
santa en su doctrina 1 en su mora l y en su disciplina; ha man irestado su san-
tida(l por las obras extraordinar•ias que ha realizado, y por los milagros obrados
en su seno. Además ha regenerado la familia y la sociedad, l' ha contribuido
sin cesar al prog•·eso de la humanidad.
Para que la l ~ l esia sea eatñlícase requie•·e : ·Jo que se halle siempre y simul-
táneamente extendida po.- la mayor pa•·te de los paí<es conocidos; que por su
difusión aventaje a las sectas heréticas y cismáticas; 3o que tenga una fuerza
de ex pansión universal. - La Iglesia Romana posee la caLolicidad, y este
carácte.· le es tan esencial y está tan universalmente reconocido, que de él ha
tomado su nornb1·e.
Para que la Iglesia sea apostñlica se requie•·e: 1• que no cese de enseñar la
doctrina de los A1>étstoles; 2o que en lodos los tiempos,~· con el consen1imiento
del suceso.- de Pe<ko, cabeza de la l~lesia, sea •iempre ensc•iada y gobernada
por pastores cuya misión 1wvvenga s in inte.-ru pción de los Apóstoles . - La
Iglesia Roma na posee la apostoli cid"d; pues nunca ha ense~lado otr·a doctrina
que la .de los Apóstoles, y su mi•ión procede de Jesuc•·isto, por los Apóstoles.
La Igl esia Homana (>S dtvina J por9ue stis Cal't1ClCI' CS, su PJ'Opagación )' su
inmutable estabilidad son milagros que atestiguan ser ella c••eación de Dios
en el o•·den sobrenatt11·al.
Los caracte.-es de la verdadera Iglesia no se hallan ni en las sectas protes-
tantes ·ni en el cisma griego.
Estas Islesias no tienen ni la unidad de doctrina ni la unidad de gobierno.
No poseen la santidad ni en sus fund;;1d01'es, ni en sus doctt·inas 1 ni en los
resultados que han producido. No tienen la catol icidad de tiempo ni lugar, y
son impol<!ntes 'pa•·a ro.·mar• una socit·dad unh·c•·sal cuyos miembr·os estén to-
do-; unidos cnt1·e si. No poseen la apostolicidad, pues hnn abandonado uua
parte de la doctl'ina de los Apóstoles, y tienen un origen puramente humano
LD9. apostólic9,.
DE LA IGLESIA. - RESU)J EN 401
Respuesta a algunas objeciones. - Contra la santidad de la Iglesia Romana
•e han objetado algunos escándalos y do·sórdenes que ha habiolo entre el clero;
ciertos hechos que parecen ser erecto de excesi\·a intolcr~ncin. ciertas doctri-
nns que se afJrma ser opuestas n los prog resos de Ja ci\tili7.nción. Pero estas
ObJeciones se basan o en inconcebibles exager·aciones , o en \'Ca·dnd c,·os Cl'l'or es,
o en In ratsa inlerpr·ctación tic lo que debe seo• el vcrdad eo·o lli'Ogo•cso l' la ver-
dador·a civilización .
Cons titución de la Iglesia. - Pué~losc considerar en la Igles ia: 1• •1 cuerpo
socia l ; 2• el pl'incipio de ''ida, o la autoridad.
El cue>'}>O •ocioJ. - El cuerpo •ociol en la Iglesia es el conjunto de los pas-
tores y de los fieles. - El pastor supremo de la Iglesia es el Papa, ''icario de
Jesucristo, sucesor de San Pt>dro, ~·cabeza ,·iSible de la Iglesia.- La dignidad
de cardenal es ll más elevada en In Iglesia después de la del P.~pa: los carde-
nales son los consejeo·os ord inarios del Papa, po•esiden l"s congo·egaciones A

roma nas, y tienen actualmente dct·ccho exclusivo de tlcgir ~1 nuevo Papa . -
Los obispos , sucesores de los ApósLolcs , son los encnt·g:nlos ¡lo r· el Espil'itu
Santo del gobieo•no espiritual de lns diócesis , bajo 1~ au lol'idnd del l'apa: reci-
ben de solo el Pap'l el podeP de gobe o•nar a los fieles; son lodos iguales eo
eunnto al ca rácter ; pero a ciert..•ts sedes episcopales \'an anejos títulos honorí-
ficos o ju1·isdicción más exlcns..,. - Los provisores son los auxiliares del
obispo eo el gobierno de la dióce•i•. Lo• co"""igo1 son sacerdotes nombrados
por el obispo. para rormar el c.,bildo catedral. Los cw·or son los sacerdo'tes que,
bajo la autoridad del obispo, tienen a su cargo el ¡;obierno d,· las parroquias.
Cuando la pat·roquia es impoa·tnnl c, tienen auxilia1·cs llnm.nlos cnadjutores.
Además del ¡JOde•· de O>'dtn eonr.,rido al obispo por la con~ngo·acióo episco-
pal, )' al st~cerdote por la oo·denacióo saceo•tlolal , pal'a seo· postores legitimos
han de lenco· el pode>' de j'lll'isrlicción. - E l pedco• de j uo·i >tliccióll es la
polestnd' pública de •·egir o gober·na•· a los fieles en 01-dcn n la bicna\'entu*
r~ntn eterna. Los simples sacerdotes reciben la jurisdicción del obispo, el
obispo, del Papa,)' el Papa, de Jesucristo.
Lo" cristianos que no son p,11tores en In I¡;lesio, son llomodos fieles. Los
fieles no tienen parte alguno en la autoridad eclcsi:islica, pero pueden serie
de muy útil auxilio.
Lo autoridad en la Iglesia.- El Papa posee la autorodad suprema, porque
siendo el sucesoo· de San Pedro. liene en la lgl•sia la primacin que Jesucristo
confll'ió al pl'incipe de los Apóstoles. Los pon linces romanos han ejercido esta
supo·emncín soberana desde el oo·igen tle la Iglesia y en lodo el cuo·so de los
siglos.
t.a autol'idad docl>'inal del Sumo Ponlifice consisle en que es el po·incipal
doctor y el principal cu.todio y derensor de la ,·erdad o•evelada. Es dogma divi-
n•mcnle re,·elado que el Pontilice Romano es inralible cu•ndo hablan ctillu:-
dt'Q.. Es nece....~rio q,ue el Papa po~ea. este prh·ilegio para que los cristi;.nos
estén seguros de que, dirigidos por él, oo pueden exll".-·ial'lie en el camino de
la sah·ación.
La autoridad gub•mtame111nl del J'apa consiste en el pleno poder de juris-
dicción en lodo lo conceo·nieute a la disciplina y a l gobieo•no de la Iglesia. Ue
donde se • igue que el Papa poseo plcnamenle, 1• el podco· lcgislati•·o, que le
confieo·c el derecho de da o• leyes; 2• el t>odeo· ejeculi\'O, t>oo· el que gobierna
sobco•all .. onenle a Id Iglesia ; 3• el poder judicial y coercitivo, en vi rtud del
cunl puede j uzgar a los ior,·actores de las leyes de la Iglesia.
En virtud de su p oder lempol'«l, el I'apa ejerce eo los Bstadoa de la Igle&ia
402 DE LA. IGLESIA.. RESUliEN

la autoridad ci,•il: Esta soberan!a temporal es legitima y se runda en los me-


jores títulos que se pueden alegar. Además, en el estado presente de los asun-
tos humanos, es absolutament.e necesaria parad bien de l• Iglesia y el libre
gobierno de las alm•s.
Los obispos son los jueces do la fe en sus diócesis; pPro no dcfinilJ\'amenle
y sin apcl;~ción, po•·quc considc•·:u.los cada uno do po•• s í, no so n in l"~dibl cs .
Los obispos son los princit>os cspi o·ituales de sus diócesis, y como el l'ap:t ,
pero bajo su dependencia, poseen el ll•iple poder lcgi•lalivo, administrativo y
judicial.
Los obispos tienen el derecho de reunirse en concilio par:1 deliber:1r y juz-
sar sobre las materias de doctrina o disciplina cristiana. - llay dos clases de
CO>~ciliOJ: el concilio ecumb•ico, que representa a lOdo la Iglesia, y el conci-
lio portic1dcu·, que representa una o ,•arias pro,:ineias.
Relaciones de la Iglesia y del Estado. - Para que la Iglesia desempeñe
eficazmente su misión so a·cquiCJ'C: 1° que eje na con cntc •·n indepeodenciu
los derechos que ha •·ecibido do Jesucristo; 2• que el poder civil le preste •n
oyuda.
La Tylesia. y el Estallo son dos sociedades distintas, pues se diferencian en
1u origen, en la <tUlOI'idt•d <¡u e las rige, en su objeto y en su fin. - La Iglesia
debe ser independU!IIIe del Es todo, porque su origen, su autoridad . su obJeto
y su fin pro\·ienen de Jesucristo que ha querido que, como t.l, su Iglesia rueso
independiente de todo poder terreno. Como consecuencia de esta independen-
cia, la Iglesia posee todos los derechos cuyo ejereirio le es necesario para .J
cumplimiento de su fin. que es la santificac•ón y felicidad eterna de las almas. -
Y como el fin de la Iglesia es noble sobre todos, síguese que tiene supremada
sobre el Estado.
La doctrina que subord ina In Iglesia al Estado, llamnda ccsa.l'ismo, ha sido
condenada por la l¡¡lcs ia. - El pode•· civi l que p•·actica el cesa•·ismo es al
mismo tiempo iujusto, impfo, maléfico e inscn~ato.
1\o le hasta al Eslado respetar la libertad y los de•·echos de la Iglesia: debo
también ayudarla, protegerla )' derenderla. Este deber se rumia en la obliga-
ción que incumbe a la sociedad civil, de prorcs•r el catolirismo. - E.l J::slado
tiene el derecho y el deber , tanto para el bien de la noción como para el de
lOS lielcs, de pro~cribir el CÍSIIll\ )'la herejía; por-que )a unidad religiosa CS el
rundnmeuto principal de la unidad soci;ol. Con lodo. el Estado puede tolc•·ar
los cultos disidentes cuanclo hnn :1dc1uir·ido cierta t>Xistcncia legal cons.~grada
por el liernpo. o concedida por· tra lodos o convenios.
Ln docll·ina que pretende que el Estado no licnc el dCI·echo ni el deber de
un ir•se a Ja Jglesia pal'il prot(lgt•r·la 1 se ll amo. libet•alismo, l' es conden3ble,
porque desconoce la sobcrnnia de Jesucristo, so~crania que Jesucristo ha
transmitido a su l¡;le.ia.

'
DE LA ICLESIA. - CUADRO SINÓPTICO 403

CUADRO SINÓP TI CO
Deftmc.lól1.
lllletln J):\tl' lttr C:\1, lnO&.'llt"{¡, Cl'ftUI31lll.
1)o In Tglc&l:\ )
c.nóllca
01\•I!!IÓI'l

Tmitltución.
l IQIC81:t millt..'\~liC, ¡•tli'Q'tUilO, trl unt 1m ta..
l gtc~l n. docen te e Jgl('!lll -.JIII.cnto.J
·
1 Tri¡>le pod<n· •Indo
\ Ffn de la lgletul..
n. loa Apóstoles y a sus iluetSOra

Dos JIClrtel ~Cuerpo de la Iglesia.


Ntee:ild:td en la Jgletb Alm:a de la Jgtt'Sb.
\
do perteneeer Quléoes no perttnetttl :al cuerpo.
3 l:l I~~Cietf:t. / Qua.,oee no J)(!rttuecen al atu.~:a de La lgle!la.
Fuera ele la lgle.la, no hny s::ah·aelóo.
\, Bu qué scuUtlo debe enten·h:rse est:l m:.'lxhnn.
r VI.Sibllldnd, J)OrJ)Ctu ld:ul, i n•leteetlbllld"d·
1
Pro¡liC(Iodea
do In lgtcsla tnr:tllb11t<lad 1
1En q uién rcslde
l
l ObJeto de h\ lnfn llbllfdnrt.
En el cuor¡)o cplseopnl unido al
Papa,
En el Pap... , halJIAD(lonedlht.dra.
Unld.1d, '"ntld11d. tatollddild, aJ)O!itollelda(l,
N~ldnd par.a l.a Jgle:..b de tener esos C"aracteru.
(.:OndldonM para quo 1:1 Jglesb pueda atrlcxafnetos.
La (gtesla rorrun:. po..ee eso& earact.ere~.
Ct\ne~res Dh·ioh.la.d de la ' De iU!I ear:t.cteres.
do In Jslesla lglesh1 rom:n11,, De i U propagación.
f'C!i UIHtnLO 1 Do au Inmutable estnbllldnd.
l;':~lln do los cu:ata·o Cl\mctet·es en ln'4 lit.'Ct{¡s d llldcntct.
Fatsednd (lo l:tll objoclonoa tnvoc:tdtUI on cont.t"d do la filntidad do ltt
Iglttiló\,
E l Pap3..
El cuerpo socl.al
1Loo obl•poo.
Paa&.orw de st,guodo
en la l&lt~~la
1Podor do Jurüdr«lóo.orden.

ConstU.ue'ón ·
1 Loo ftel...

El Pontfnce
romano
1)rhuael:.. del Pa¡:~a.
1Su autorltlntt doctrinal.
Su :mtorhl1•d gu bernament..'ll.
1m ¡KKIOI' COIIIJ)Oro,),
L:.. nutodd:u'
Sn l n~~o! tm: l ón d lvin:t.
M '" ' " " ' / ou In lglc"ltl
' '"" obll!pos
Concilios.l Su nu torldnd doetrlnnl.
Su liULorhlnd g'ltbornnmmatal.

forma del gobierno en la l&le&ta.


Distinción do la rg1Hb r del Estado.
Independencia 1 derteboi de la lgtesla.
Subonllnaclón del Kt~ado a la Iglesia.
ltelaetones ful~ad de 13 doctrln:t del cesarismo.
\
do la ls;th·al:a t {De t C9¡>et..'lr tos <lerechos do 13 lgletla.
y del Rct;ldo ~ Deberes Uel Estado llo A.fUt1:arl:l y Jlrotcgerla.
Do defenderla.
Der«hos y dobOI'fl del l~st ado rela th•Bmouto Al olt nH\ y n la bcrejfn.
Fa'J ~dntl del llbttt'\lliluno.
404 UNIÓN DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA

ARTÍCULO ll. - DE LA COMUl\'JÓ){ DE LOS SANTOS.

auw.t.mo. - l. Unión do loiJ miembros do In Tgtcsln. - Sua trOll dltoronti!s esrado!l. -


:t. Bienes esplrll.uaiCil do In I Q:l osln. - S. Comnnie;\clón 110 CllOI biC'ncs cs¡liritualee. -
Rohleloncs entre los llclcs flo In tlon·a. '! los santos del cielo. cutro IO.!I 11o1ea do In tterl'lL
y hls almas del l)urgatllrlo, 1 do los netos entro ¡(. - Mcdl(ln do la parUelpaolón en
lO&blanca de 1:1 Iglesln. - t>n.rtlclpactóD de los pceadorea. - Qu16les oo partlelp:tu.

1. Unión de l os miembr os de In Ig lesia.


2i\l. ¿ Qué es la comunión de los santos '!
La comunicación de los bienes espit•ituales entre los miem-
b•·os de la Iglesia.
273. ¿ Quiénes son micmi)I'OS de la Iglesia?
Todos los que se hallan un idos entre sí y con una sola y m isma
cabeza, que es Jesucristo. ·
Así, nosot ..os, aunque seamos muchos, {ot·mctmos en Ct·isto un solo
c~tet·po, siendo torios reci procamente m~mbt·os los tmos de los otros ' .
27,. ¿En cuántos estados direreotes se hall>n los miembros de la Iglesia?
.
En tr·es estados direrentes : unos están aún en el campo de
batalla luchando generosamente contra los e nem igos de la salva-
ción; otros que han sal ido victoriosos de la lid, pero heridos,
está n curándose de sus herid as, an tes de goza r' de los frutos de la
victoria; y fin almen te, ot1·os están ya gozando de la gloria de los
triunfadores.
27;). ¿ Qué nombre reciben los fieles que se hallan en el primer estado?
El nombre de Iglesia militante.
La vida del lrombt•e sobt•e la tie•·•·a es tilla p1wpetua y u erra •. - Tra-
baja como buetuoldado de Ct·isto 3,
276. ¿ Y los que se hallan en el segu ndo estado?
El de Iglesict p•w{JMI.te.
Set·á salvo, si bien como q uien pasa pOt' el (11eyo'.
277. ¿ Y los que se hallan en el tercer estado?
El de Jglesict tt·itm(ante, que también se aplica a los ángeles.
¡Oh co~án bell•• es la yntc>·aci61l ca.•ta con escla•·ecida vi•·tud! ... Coro-
tWíla t>·iun(a elet'1UIIIICille, yanando el pt·emio Cl~ los combates por la
casticlaíl "·
278. ¿Serán tres I¡;lcsins dirc,·entcs?
Iglesia, porque sólo hay « un
No : no son más que una ~o l a
mediado r entre Dios y los hombres : Jesul'r isto hombre• ».

t Uom .. xu, ~. - :Job. vn, 1. - a 11 Tlm., u, 3. - " 1 Cor., m, 16.- 5 Sab., 1v,
1, 2. - ' 1 Ttm., u,¡,
BIENES ESPIRITUALES DE LA IGLESIA 405
279. ¿ Por qué se llaman también santos loa miembros do la Iglesia mili-
tante?
Porque han sido santificados en el bautismo, y es tán llamados
~la santidad.
Soi~ tllinaje e.cogido, ... gente !anta •.
280. ¿Cómo ae hallan unidos entre si los miembros de la Iglesia?
Como los hijos de uno. misma fami lia., los ciudadan os de una
misma ciudad, los súbflilos de un m ismo reino, las piedr·as de
un mismo edtllcio, los miembros de un mismo cue1·po.
2. Bienes espirituale s de la Ig lesia.
281. ¿ Qué •·csulta de esta unión?
El constituir en tre los miembros de la Igle~ia como un patri-
monio de familia o capital social, y el hacer que el bien de cada
uno redunde en provecho de todos los demás; de la misma
manera qn e e n un cuer·po organizado las operaciones de un
rniembr·o ti e nden al bien de los otros mi em bros , y en una fami-
lia, lo que ap r·ovecha a uno ap r·ovecha a todos.
28'2. ¿ En qué consisten los bienes de la Iglesia?
Los bienes espirituales de la Iglesia consisten en los méritos
de .Jesucristo, de la Santísima Virgen y de los santos, en el santo
sacr·ificio de la Misa , y en las oraciones y buenas obras de los
fieles.
283. ¿ Cómo pueden entrar los méritos en el tesoro eomún do la Iglesia ?
En toda obra meritol'ia hay dos parles : una pc1·sonal, propia
del que hace la buena obr·a, y otra ''euersiblc y aplicable a los
que no han merecido por sí mismos.
La parte reversible es a la vez satis(a.clol·ia, en cuanto al canza
de Dios la remisión tola! o parcial de la pPna temporal debida
por el pecado, e impetJ·ato¡·ilt, en cuan lo alcanza de Dios nuévas
gracias.
Esta pat·te re versible es la q ue enlra e n el tl'sor·o de la Tglesia.
284. ¿ Cu:'onla es la riqueza del tesoro de los ~licnes espi rituales de la Iglesia ?
Es inestimable : pues se compo ne de los mérilos in{i11itos de
Je.<ucrislo, de los incompa.·ables de la Santísima Vit·gen, y de los
su¡:¡embundantes de los santos del ciclo y de lo:; justos de la
tierra. '
285. ¿ Qu6 se entiende por mél'itos s uperabundante s de los sa ntos?
Los qu e rcsl:•n a los san los o a los jusi os de la rien·a, después
que han satisfecho todas sus deudas con la di,·ina justrcia.

l 1 Ped .. n, Q,
406 CO)JUNICACIÓN DE LOS BIENES ESPIRITUAL ES

S . Com un icació n de los bien es espl r ltu nl es.


286. ¿ Cómo se ayudan mutuamente los miembros de la Iglesia?
Comunicá ndose los bie ues espirituale s que encierra el tesorQ
de la Ig lesia.
287. ¿ Cómo se comun ican los fieles de la tierra y Jos santos?
Los fieles honn•n a los santos con el cullo que les tributan, y
les d i r·igen omciones ; y los santos inle r·ceden con Dios por· los
fieles de la tierra, y por· los méritos de Jesucristo y los suyos
propios, les alcanzan gracias abundante s.
Cuando Nicanor acometió a Judas lfacahco, éste tu1•o una 1•isión en la
qu e Onias, sumo sace•·doto yn difunto, le dccia mostl'áorlole el profeta
Jet·em ias : É~te e• el ve>·clacle>·o tunante de S liS hermanos y del p11ebto de
ls>·aol : é$/e es J••·emius, profeta <le Dios, q11e rr1eya incesantemente
po>· el pueblo y p01· toda la ciudad satlta 1 •
288. ¡, Cómo se comu ni""n los fieles de la tierra y las almas del Purgatorio ?
Los fieles d~ la lierra in terceden por las almas del Purgato r·io,
pidiendo a Dios que las libre o alivie.
La Iglesia hace 1•or ellas a Dios esta oración : e Acuérdate, Señor, de
tus siervos y siervas que nos han pt·ecedido con la señal de la fe y duer-
men el s ueño do la paz. Te tognmos, Sd\o •·, que les concedas el lu¡;nt· del
refrigcd o, de la luz y de la paz~. •
F.s piadosa creencia que las almas del Purgatorio ruegan tam-
bién por los fieles de la tierra, en e;;pecial por los que, apia-
dados de su sue t·le, trabajan po r libradas.
289. ¿ Cómo se comunican los sa ntos del ciclo y las almas del purgatorio?
Los san1os auxilian a las ánimas benditas, sugiriendo a los
fi eles de la tierra el pensamien to de que intercedan por ellas; y
las almas del puq~alorio con el culto que rinden a los sanlos de l
cielo, les l)roporcio nan aumento de gozo y felicidad. •
'lOO.¿ Cómo se comunican enh·c si los fieles de la tierra?
lntercedte ndo unos p01: otros, pidiendo a Dios la conversión
de Jos pecadores , la pe rse1•erancia de los ju~tos, la exallación de
la Santa lglesia, y la cesació n de las azotes q ue afl igen a la huma-
nidad. Además, ias gracias que cada cua l recibe aprovecha n a
todos. •
291. ;. Conocemos la medida e u que los miembros de la Iglesia participan de
su tesoro espi•·ituo l ?
Lo ignoramos . Dios no nos ha revelado los secretos de la sabi-

l JI llacab., xv. u. - ~ C.noo do J:a ltlsa.


COMUNICACIÓN DE LOS BIENES ESPIRITUALES 407

duría con que aplica, a los que los necesitan·, los méritos comu-
nicables de este tesoro.
Mas no se puede dudar que la med ida de esta aplicación
depPnde en gran par'le de las disposiciones de cada uno. En una
sociedad indu~trial o come r·cial, la participación en Jos benefl·
cios está en proporción con lo que ha pues to cada asociado, y
con su trabajo. Lo mismo ha de se r· en la com·u n·ión de tos scm-
tos : cuanto más se da, más se recibe; cuanto más méritos
adquiere uno de por sí, más participa de los méritos de los
demás. Las almas del Purgatorio que vivieron más santamente,
tienen mayor parte en los sufragios de la Iglesia militante; l' en
la tierra, los cr·islianos diligentes y re rl'oro.os reciben más que
los negligentes.
292. ¿ Participan los pecadores de los bienes espirituales de la Iglesia 9
Sí : exceptuando los bienes para cuya participació n se requiere
el estad<? de gracia, que se reservan para los justos. Pues los
pecadores, aunque miembros estériles que no producen fruto
alguno ni para sí ni para Jos demás, no dejan de ser miembros
de la Igles ia , y como tale<, tienen parte en la con. un ión de los
san tos, y pueden recibir, por los méritos de sus herma11os, gra-
cias de conversión.
293. ¿Qu iénes son los que no tienen p¡u·te ~l g-una en la comunión de los
santos ?
Los infieles, herejes, cismáticos, apóstatas y excomulgados,
pues como no pertenecen a la Igles ia, no ti enen parte alguna en
sus bienes espirituales.
U8CUOS HI STÓR ICOS
Judit intercede por su pueblo. (Judit, rx.) - Este r ha.ce p~n i tencia y
ora . (Estcr, XIV.) - Judas ~Iacabco manda oft·ccor un sacr·ilicio por los
sollados muertos en batalla. (JI Mac., xu, 43-46. \
408 COMUNIÓN DE LOS SANTOS. CUADRO SINÓPTICO

RESUMEN
Unión de los miembros de la {glesia. - Por cmnunió,. ele los santos se
entiende la comun i<:~lción d e bienes cspil'itunlcs en t re Jos miembros de Ja lg iE' ..
si a mutuamente unidos entre si ~· a una sola y misrna Cólbcza, que es J csu-
cr·islo. Jl :iii~HlSe en Lt'es eslados difer·eules , según per tenezcan a la Iglesia m'i-
litantc. a la pu•·gante o a la td unfa.nte .
Bien es espirituales de la I gles ia. - . De la unión de estos miembros entre
si o•esulta qu e el bien de catla uno redunda en po·o vecho, de los deoniis. Los
bienes espirit uales de la Iglesia son los mé•·ilos de .Jesuco•isto, de la Santisima
Vi r·gen y de los santos, el santo sacr·ificio de la mrsa, las ot'aciones y buenas
obras de los fieles. La riqueza de esle tesoro es inestimable.
Comunicación de los bienes espi r ituales. - los fieles de la tierra dirigen
oraciones a los santos , y Cslos les alcanzan por los mél'itos de Jesucr·i sto y los
suyos propios, gr acias abundantes. Los fieles de la tierra interceden por las
almas del Pu o·gatoo•io, pidiendo a Dios que las libre o las alivie, y es pi;odoM
Cl'eencia que las almas del Purgatorio naegan también por los m iembros de la
lJlesia m ilit.;on te. Los santos del cielo a)·udan a las a lmas del Purgatorio. Tam-
bién Cxiste la comunión d e bienes espi•·il uales ent1·e los Ocles d e la tiel'l'a ¡
pues iuteJ'Ceden uno~ poe Oli'OS, y las gracias que cada cual r·ecibe y Jas buenas
obras que hace 1 apr·ovcchan a todos. - Ignort1mos la medida en que los miem·
bt·os de la Iglesia pa•·Licipao ele su teso1·o espiritual ; pero no cabe dud(l que
la m edida de esta apliéación depende en gPan pao•te de las disposiciones de cada
uno. - Aunq ue los fieles que se hallan en pecado mortal, no producen nin·
gl1n h·uto n i para ellos ni para Jos demús, no por eso dejan de ser mi emb,·os
de la Ig lesia~ y como tale~ enLJ·~m en la comunión de los santos, y por los lné·
rilos de sus hel'manos pu eden r eci bir .grncias de C00\1Cr·s jó n . - Los infieles ,
her·ejc-s, cismúticos, at>óstat.a.~ ~, exco mu lgados no . llenen pa1·te alguna en la
comunión de los santos.

CUADRO SI NÓPTICO

f . ~Los tres est.'ldos \ Jgicsla mlllt::~nte.


~ Unión de los mlornbros de la Jglesi:\ f do sus miembros Igtes~::l P\!rg::mte.
ct)

-el
l Igtesm tnunf::mt.e.

3"' Los bienes esplriuw.tes d o la i.Qlesl:t


\ Los tnél'ltos de Cristo Nuestro Scfíor .
~os m érlt.o:t de 1:\ Virgen S::mtf&lma y do los Santo.s.
11<.1.asl':mto
1
fi.nc rHic lo de la 1:nls.1 .
bucoas obras de los flotes.
Entro los Santos y los fieles de In tlern'l.
Comunicación
do Jos bienes esplrltu:.tles
l
Los quo ele olla están excluidos : lntlelos,
E nu·c lo3 ncles r l::ts ::tlm:ts dot ¡nu-g:no,·lo.
Do los fieles entre s i.
hC' rej~;~s. clsuu\licos, apó~t.'\t.'\S, y cxeo~
mulsta<los.
CAP ÍTU LO XIX
Décimo artículo del Simbolo.

Creo en el perdón de los pecados.

DEL PERDÓN DE LOS PECADOS


SuxAtuO. - l. Del perdón de IM pecadt~e. - El poder de perd(ln:n 101 pteados peruneee
:a. DfOil, a Jt.suerlsto. - EJercicio do ate pold.er por JcAuerlsto. - Tr~~on&mlslóo do eeto
poder a los Al)ó.t~lolel',, a la Igletlt\ - 2. Exten!ilón do O&t.O poder.- CondleiOI\ell del perdón
dO lO.! J>CCados. - a. Cómo ¡:Hlrdona In Iglesia IOI J)CeadOI y Ja peun t.etnporal.

1. D el p e t•d ón de l os pecados.

1. ¿Qué es creer en el perdón de los pecados ?


Es c¡·ee¡• que Jesucristo ha dado a su Iglesia el poder de per-
donar los pecados.
2. ¿ Qué es perdonar los p~cados?

Es •·emitir-los, bon'<~I·Ios, aniquilarlos t>n cuanto a la mancha


y a ia pena eterna, como si nunca ' e huhieran cometido.
Atonqrto vuest>·os pecados o~ hayan teñido como la y•·mu,, quedm·dn
' 'Ue•lras alm.rs blancas como la nieve'· - Desvanecí como a ttube 1111

maldades, y como ct nie lila tus ¡>ecados •.


3. ¿ A quiéu perleuece el poder de perdonar los pecados?
Este podct· ve1·tenece ~ólo a Dios, p01·que s61o al ofendido per-
tene.·e p.. •·donar la ofo::nsa; de la misma manera que sólo al ac:ree-
dor pertenece dar al deudor por 1i b1·e li f' la deuda.
Yo mismo soy el que bon'O trts iniquidaclcs po•· amo>· de mi mismo~.

~- ¿ No tiene 1\ucslro Se•)or Jesucristo el poder de perdonar los pecados?


Si: Je~ucristo tiene este poder. ·to En cuanto Dios, porque es
igual al Padre.
Todo lo q•te hace el Pado·c, lo hace i[JJWlmc¡¡te el Hijo •. - Toclcts tus
cosas son. m las~.

1 l-·3f:a...;, r, 18. - 2baíns:, XLIV, u. - 3 l~atu_, XLIII, f~. - " Juao, v, lt. - ' Juan,
XVII, 10.
18. - EXI'OS. VOCTOINA.
410 DEL PERDÓN DE LOS PECADOS

2• En cuanto hombre, porque ha recibido este poder de su


Pad re.
Pues pw·a qtte sepáis que el Hijo del homb>·e tiene en la tie>·•·a potes-
tad de pe>·dona.-los pecados, levántate, dijo entonces al pa.·alítico, loma
tu lecho, y vete a ttt casa' ·
3• En cuanto Salvador, porque ha adquirido este poder a costa
de su sangr·e.
He aqttí el Co•·de>·o de Dios : he aquí e.l que quita los pecados del
mundo• .
5. ¿Ejerció Jesucristo este pode•· en la tierr~ ?

Lo ejerció en varias circunstancias, principalmente cuando


dijo al paralitico : r¡_ Ten confianza, hijo mío, que perdonados
te son tus pecados 3 , ~ y a Maria Magdalena : r¡_ Perdonarlos te son
tus pe¡:;ados... Tu fe te ha salvado :. vete en paz'. »
6. ¿ A quién comunicó Jesucristo el poder de perdonar los pecados?
A los Apóstoles. El mismo día de la Resurrección, les dió el
poder de resucitat· a las almas sepultadas en el pecado, cuando
les dijo : « La paz sea con vosotros. Como mi Padre me envió,
así os envío también a vosotros. » Dichas estas palabras alentó,
o di1·igió el aliento, hacia ellos; y les dijo : « Recibid el Espíritu
Santo. Quedan perdonados los pecados a aquellos a quienes los
perdonareis, y quedan ¡·ete11idos a los que se los retuviereis $. >>
7. ¿ l'or qu é les dijo : « Recibid el Espíritu Santo? »
Porque, como el pecador es justificado po r la gracia del Espí-
ritu Santo, era preciso que los Apóstoles lo recibiesen primero,
para comunicarlo luego a los que pidieran la remisión de sus
pecados. En virtud de esa gracia de la justificación, no sola-
mente dejan de ser imputados los pecados al pecador, sino que
son quitados de l alma, la cual siendo así purificada, se hace
amiga de Dios y templo del Espíritu Santo.
8. ¿ No ha dado Je3ucristo más que a los Apóstoles el poder de perdonar los
pecados ? -
Lo ha dado también en ellos a su Iglesia, para que siempre
haya entre los hombres un ministerio de reconciliación 6 •
9. ¿ Es de fe que l~ Iglesia tiene pode•· para perdonar los pecados ?
Es verdad de fe católica defi niela pot· el concilio de Tren lo.
« Si a lguno pretende , d ice el concilio, que estas palabras del Salvador,
« Recibid e l Es pi rilo San to; quedan perdonados los pecados a aquellos
« a quienes IÓs perdonat·eis; y quedan retenidos a los que se los retu-

1 Mat., lX, 6. - :! Juan, 1, 2!l. - 3 Mat., IX, 2:- 4 Lue., vu, 48, 50. - :; Juan, xx,
21 ..22, 23. -e tr Cor., v, 18.
EXTENSI ÓN DEL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS 411

viereis , • no se hao de entender "del poder de pe•·donar y retener los


pecados en el sacramento de la Penitencia, como siemp•-e loba entendido
la Iglesia desde el principio ... : sea anatema 1 • •
•JO. ¿ Quién tiene en la Iglesia pode•· de perdonar los pecados ?
El Papa, sucesor de San Ped t•o; los obispos, sucesores de los
Apóstoles; y los sacerdo tes aprobados por los obispos.

2. Exte nsión d e l pode t· de pe1·doua t· los peca dos.


11. ¿ llasta dónde llega el poder que de perdonar los pecados tiene la Igle-
sia ?
No tiene límites: es absoltdo, es decir, sin reserva ni restric·
ción; y unive•·sctl, es to es, que alcanza a todos los pecados sin
excepción, por muchos y enor mes que sean.
7'odo lo que desatat·cis sob•·e la tie•·•·a, se•·á eso mismo desatado en
el cielo •. - No te digo que pc•·dooes hasta siete veces, sino hasta setenta
veces siete, o cuantas te ofendicl'C •.
12. ¿Pues no dice el mismo Jesucristo que hay pec,dos irremisibles1
Cierto : Nuestl·o Se•lot• Jesucr·islo declar-ó que la blasfemia
contm el Espíritu Santo es irr·emisible•. Pero eso es por· las
malas disposiciones del pecador, que r esiste obstinadamente a la
gracia , y no porq ue tal ¡)ecado sea absolutamente irremisible,
pues si el blasfem o se an·epinliese humildemen te, tu Iglesia
podría perdooárselo como perdona todos los demás.
13. ¿ Pone Dios cond iciones al pc••dón de los pecados?
Sí: como duello de sus dones, no concede la remisión de los
pec:Ados sino con las condiciones deler·minadas por su sabi·
dui'Ía, y rehusa el penlún a los que no tienen las disposiciones
debidas.
11\.. ¿i\ quién pertenece ju7.gal' de estos disposiciones ·?
A los mi nistros de la Iglesia, a qui enes Jesucr·islo dió el poder
de retener y de perdonar· los pecados. « Los pecados quedan rete-
nidos a los que se los retuvie reis.»
15. ¿ Conceden estas disposiciones al pecador, el derecho al perdón?
En modo alguno : pues aunque son condición necesaria que
Dios exige, la remisión es don mer·amente gr·atuito de la mise-
r icord•a de Dios, que perdona por los méritos de Jesucristo,
<t. po r· cuya sangre logramos la redención y el perdón de los
pecados, po r la$ ri quezas ele su gracia'. >>
• El pecado cont•·• el Espi•·ilu Sa nto de que hoblo ~~lo pasnje del Evange.
lio (MaL, xn , 31) consiste, co"'o se deduce po•· el contexto, en atribuí•·
maliciosamente al demonio los mi lag••os del Sal\'ador.
1 Se:t., XIV, can. 111. - t lr:U. 1 XVUI, 18. - 2 M.aL.1 X\'lll• 22. - ' Et,1 t, 7.
412 CÓMO PERDONA LA IGLESIA LOS PECADOS

3. Cómo perdona la Iglesia los pecados y la


pena temporal.
16. ¿ Cómo perdona la Iglesia los pecados?
Q¡·dinal"iamente lo~ perd<lna po t· los sacramentos del Bautismo
y de la Peniter.cia ; exr.epcionalrnente, por la Ext· emaunción; e
indirectamente, por los demás sact·ame ntos, según la op inión
más común y probahle.
17. ¡. Cuáles son los pecados que hay obligación de someter al poder de las
llaves •?
Todos los pecados mortales, aun los que han sido borrados por
la contrición.
18. ¿ Existe la misma obligación respecto de los pecados veniales?
No, porque pueden ser pe r·donados po r· otro~ medios'.
19. ¿ Qué pena perdona siemorc la Iglesia al absoh•er al pecador ?
La pena eterna merecida po r el pecado mortal.
20. ¿ Puede la Iglesia perdonar también la pena temporal debida por el pe·
cado?
Si : tiene el poder de perdonarla en todo o en parte, lo que
hace por la penitencia sacramental o pot' las indulgencias.
21. ¿ En qué w funda el podeo· de conceder indulgencias?
En estas palabras de Jesucristo : e( Todo lo que desatareis sobre
la tierra, será desatado en el cielo~ . »

!lECHOS HISTÓl\ICOS
Serpiente de bronce. (Núm., xxi,7-9.)- Penitencia de Davi<l. (11 R ey .,
· xn.) - Generosidad de la Magdalena. (Luc ., vn, 36-50.) - Arrepenti-
miento de Sa~ Ped ro . (Marc., xtv, 66-72; Juan, XXI, 15·'17.) - El Buen
Ladrón. (Luc., xxm, 40-43.)

RESUMEN

Del perdón de los pecados . - Perdonar los pecados es remitirlos, aniqui-


larlos en cuanto a la m:mcha y a 1:1 pena etet·na . como si nunca se hubier·an
cometido. - El porlel' de peo·dona r los pecados per·tenece a solo Dios. Nuestro
Seilor Jesuc1·isto tiene este podet·: 1° eo cuan ro Dios, p01·quc es igmll a su
Padre; 2o en cuanto hombre, porque lo ha recibido de su Padre: 3o en cuanto
Salvador, por·que lo ha adquirido a costa de su sango·c. - .Jesucr•isto ha comu-

• Poder de las llaves , esto es t)Oder de abl'i•· o cerra•· el o·eino de los cielos.
1 VéMO: 111 11 pnrtt, Sacramen.to<lt la Penllencfa. - 2 Vé:l$0 : liP t)artc, lndtdgen.c:lar.
DEL PERDÓN DE LOS I'ECADOS. - CUADRO SINÓPTICO 413
o ieado este poder a sus Apósloles, y en ellos a la Iglesia , para que siempre
ha)'a entre los hombres un minosterio de reconciliación.
Extensión del poder de la Iglesia. - El poder de la l~lesia pa•·a perdonar
los pecn•los no tiene límites: es absoluto y universal. - Nuestro !-;er'1or Jesu-
cristo dtclató que la t..lasf<·mia contra el Espil'itu Santo es irremisibiP; pero
oso depende de las mnlns disposiciones dd qu~ lo comete; y la Iglesia podría
pcrdonnl'lo si el blasfemo se al'l'~piuticse.
Cómo perdona la Iglesia los pecados. - Ordin<wiaoucntc, por 'los sacra-
mentos del Bautismo y de la Penitencia; acepcio>Wituenle, por el de la Ex-
trtm<auneión.
Al absoh·er al pecador, la Iglesia perdona si•mpre la pena eterna. Además
puede perdonar en todo o en parle la pena temporol d<bod.o por el pecado,
como en erecto la perdona por la penil<!ncia sacramental y por las indul¡¡en-
cins.

CUADRO SINÓPTICO

1\n qn6 cons1~1e la remttlón de 101 pecados.

l
Kl poder de Te-mltir 101 pec;;~.d01 561o pe:-t.e-nece A Otot.

Crt· to ~ue!tro Seftor En cu3oto Dtos.


ue:ne bte poder Ku c:u.:tnto hll'mbre. por baMrlo rectbldo de au Padre-
1\EmSIÓN F.o cuanto SalTador.
DI 1..08 Poder eomunletdo a 101 Apóstol'" r a la lglei13 : absoluto, unlf'ti'!Al.
PJ,OADOS Lo. (los; Por el Dambmo.

l l
peta t Por el itU!t•:uncuto do la Penltcnel:e.
La lglesl:t romllo La penn T~3 pena eMrnt'l, nbsolvlcndo al pecAdor.
del >OCndo l.,.'\ ¡>eoa WtnflOrnl. f~l l ' In ¡Jo4ml:enela flacra-
1 mema! o por la• lndulgcncaaa.

. .
CAPÍTULO XX
Undécimo articulo del Símbolo.

Creo en la resr¿rrección de la carne.

DE LA RESURRECCIÓN DE LOS CUERPOS


Stt1>u mo. - 1. De la l"CSUrrccclón. Prucb:t.S de la resurroer1ón. - 2. E¡:tado de 101
cuerpos rcsuclt.adoJO. - OnLet do lO!! cuerpos de l os j u&LOll : lm¡,ulbllldad, clar1dad 1 ngf.
Udad r euUleu. La aureola. - EaUtdo d.o los cuerpos de loa réprobOs.

1 . Oe la r esurrecció n.

'1. ¿Qué nos enseña e l undécimo articu lo del Símbolo?


El undécimo ar-tículo del Símbolo nos enseña que al fin de l
mundo, antes del último juicio, el alma de. cada hombre se
un irá a su propio cuerpo ; para no volverse a separar. Todos
r·esucitarán : tan lo los que hayan muer'to antes de aquellos tiem-
pos, como los que mu er·an entonces.
2. ¿ Por qué se dice la resu rrección de la ""''""?
Porque en esta segu nda unión del alma y del cuerpo, éste, y
no el alma, es el que revive.
8. ¿ Cómo ·se prueba el dogma de la resurl'CCCiÓO?
Pruébase : ·t• Por la enscrianza de la Iglesia , que lo afirma en
sus Símbol os, y qu e ha definido , en el cua1'to concilio de Letrán,
que lodos los hombres resucitarán con sus pr·opios cuer·pos.
2• Por la Sagrada Escritura :
Sé que mi Redel! lO>' t>i~c, y q~~e yo he de •·cs1u:ila•· del poh•o de la
tict·•·a e•• el itltimo tlia, y de mteco he de se•· revcslitlo de esta piel mía,
y en esta mi ca.·ne ut>ré n mi Dios :a quien he ele ••e•· yo mismo en pe•·-
sona, y no 110 r med io d e oll·o, y t< q11ie>1 con/empltii'IÍII los mismos oj os
• mios. Esta es le• espe•·a11:c• que en mi pecho tengo clc¡Jositacla 1 •
Y la muchecl111nb•·e rlc los que d11e•·men o dcscn nso n en el polvo ele la
tie•·•·a, clespel'la•·á : ttnos pu•·c• la vi ele• ete•·na, y olt·os pa•·a le& ·igno-
minia, la cual reml!·ú11 sicmp•·e ele/ante de si • .

' Job, xrx, ::5-~7. - t D:tn., xu, !.


DE LA RESURRECCIÓ:-1 415

Ti<, oh pct•uc>•sísimo príncipe, nos qttitas la vida prc~cntc; pero el


R ey del Uni11C>'sO nos •·esucitcwá algún dlct ¡Ja>·a la vida etm·na, ¡Jo•·
h ube•· m~te>·to en dc{et~'a ele sus Leyes '·
Todos li1s que e•tán en los srpulct·os oit·lin la voz del 1/ijo ele Dios; y
sald,.án los qtte hiciet•on bue>IUS ob>·as a t•estu:ita•· pat'U la vida
eterna; pero los que las hicie•·on malas, t·csucitcu-án pcu·a se•· con·
clcnados:.
Quien come mi carne !J bebe mi sa>lg>·e, tiene vida etc>'IICI ¡ y yo ln
•·c.ucíta•·é en el último dia ~.
Dice/e Je.ícs (a ~Jar ta) : Tu het·ma>lO •·esucilat·á. Res]JÓIIllclc Ma1·ta :
!líen sé que •·csucitm·á en la •·csu•·•·eccióll uohc•·~l, que se•·:\ en el último
día' .
Si los t~llte>·tos 110 •·esucila>t, tampoco C•·ioto t·esucitó ... Pm·o C•·isto
ha •·esucitarlo de entt·e lo.• mtwl"los, y ha venido a ser como las ¡¡•·ún•cias
de los difunto~. Po•·que a>l co>no ¡Jor un ltowb•·e ,·ioo la muerte a l
mundo, por 1111 lwmb•·e dt·bc ,·coi•· también lo. >'e.~w·¡-ección <le los 11111e>·-
tos Que asi con•o en Adán mllc>·c" todos, asl c11 C•·isto todo,• sct·án "iui-
ficados•.
En un m omento , en un ab>·i•· y ce>Tcn· de ojos , ltl son de la tiltimlt
ll·ompeta : po>·que •ona•·á la t>·ompeta, y los ''"w•·tos •·esucitcu·ón cit un
0
estado tiiCOI"I'U]Jtible: !f entonces 110SOII'OS SCI"CillOS imntttados .
4-. ¿ Puet.IC probarse po1·la •·az.óu la conveniencia de la resurJ'CCcióu?
Si : la razón suministra tre;; principales ar·¡::umento.: de co nve-
niencia e n favor del dogma de la res u r·r·ccci6n .
1• El destino del alma del hombre es esrat· un ida al cuerpo,
que es su complement o natural : por eso desea eslade unida y
repugna el esta•· de él sepamda ; luego, después de la muerte
ha de aspirar a volverse a uni r· con él, para no quedar incom-
pleta; pues si el cuerpo no -resucitase, el hornbt·e, ob ra predilecta
de Dios, permanecer ía etcl'llamente en un estado coutrana-
lu t·al.
2•Siendo el cuer·po en este mundo el inslrumenlo natural del
alma para el bien o ¡¡ara el mal, es justo que pat"licipe de las
recom pensas o de los cas tigos de la otra vida.
3• Si el hombre, que es el resumen de la creación, no resuci-
tase, fal tar·ia du r·ante toda la eternidad un g rado en la escala de
los seres : el g rado que media entre los espín tus y los cuerpos.
5. ¿ Orreco la maleria imágenes de la resurrección?
Sí : el árbol que privado, al par·ccer, de vida du r·ante el
in viemo, renace en la pr·imavet·a; el g rano de tr·igo que. después
de haberse pod rido en la tien a, produce en el c~ lio lozana
4 Ju~n, xr, !3, !.a. -
1 Jl llae.• VH, 9.- ' Jt1:1n, ''• ,8, :o. - t Junn, vt, 6ii. -
1 1 ~r., xv, 16·22. - & 1 Cor., X\', U.
416 ESTADO DE LOS CUERPOS RESUCITADOS

espiga; la oruga que sepu 1tada en su capullo, sale de él convertida


en mariposa, son ot¡·as tantas figuras de la resurrección del
hombre.
• Dins, antes de consignar en las Escrituras la creencia en la futu ra
reSUITección de los cuerpos , la depositó en sus obras; y antes de ense-
ñarla por su palabra, la manifestó por su poder. » (TEIITULIANO .)
6. ¿ Es posible la •·esur•·ección de los mue>·los, dada la deslr·ucción que se
opera en los cuerpos después de la muerte, y sob•·e todo después de tantos
siglos?
Sí, porque aunque nuesi ra razón extrañe el prodigio de la
resurrección al fln de los tiempos, hay que tener presenie que a
la om nipotencia de Dios le será tan fácil reunir los elementos
esenciales de nuestros cuerpos como !tJ fué fácil sacarlos de la nada.
Huesos éwidos ... Esto dice el Seiim·: ... Poncl>·é soln·e vosot1·os ne•·vios ...
y os cu.b>·il·é d.e piel, y os da.-é espí,.it", y vivi•·éis, y sabt•éis que yo soy
el Seño•·'.
7. ¡,Cómo se verificará la resurrección?
Puesta el alma en presencia de los elementos de su cuerpo
reunidos por el poder de Dios, se unirá a ello<, y los o·rganizará
en cue rpo humano comunicándoles la vida, movimiento y sen-
timiento propios de este nuevo estado.
Se ha de tener en cuenta que no es necesario que resucitemos
con todos los átomos que en el momento de la muerte compo-
nían nuestro cuerpo; por·que como la materia de nuestro cuerpo
es nuestt·a por estar informada por nuestm alma, y ésta no
cambia, poco importa la cantidad de átomos nuestros que se
hallen.
8. El cuerpo resucitado ¿ se1•á pa•·a cada homb•·c suslancial mente el mismo
que antes tt:oía?
Sí, pues s~ ¡·econstituirá con los elementos que esencial-
mente fo•·mabao el cuerpo al tiempo de morir.

2. Estado de los cuer pos r esu c itados.


9. ¿En qué estado resuci tará Dios a Jos cuerpos?
Es de su poner que los resucitará en el estado de integridad y
completo crecimiento en que fueron creados Adán y Eva.
10 ¿En qué consistirá este estado de iolegridad y completo crecimiento?
1• En q11e los cuerpos resucitados carecer·án de' lodo defeclo
físico, y tendrán completos todos sus miembros y órganos; 2• en

1 Ez.eq., xxxvu, t, ~. 6.
ESTADO DE LOS CUERPOS RESUCITADOS 417

que, según la gPneral opinión de los doctores, ·tendrán el creci-


m iento propio de la edad viril.
11. ¿Serán todos los cuerpos igual es?
No : conservarán las dif~rencias ind ividuales que llevan todas
las obra< divrnas.
12. ¿Estarán los cuerpos sujetos a las funciones de la vida vegetativa?
No : en esto se parecerán a los put·os espít·itus.
De.<pués de la •·esu•·•·ección, los homb•·es .. . se•·lin como los á11geles. ele
Dios en el cielo t.
13. ¿ En qué se diferenciarán los cuer·pos de los justos y los de los réprobos ?
El alma, transfigurarla por la gloria celestial, comunicará a
los c uerpos de los justos cu"lidades 4ue no tendnin los de los
réprobos.
Todos a la ve•·dad •·esurita•·emos, mas no todos se•·emos mudados ' ·
14. ¿Qué nos cnseíia el apóstol San Pablo tocante a este c;,mbio?
Después de comparat· el cuer·po del justo a la simiente que
arrojada en la tierra no germina si pr·irllet·o no se pudre y
muere, dice : ce Se sie mbr·a en co rrupción, resucitará en inco-
rrupción. Es semb rado en vi leza, resucitará en gloria. Es sem-
brado en naqueza, resucitará en vigor·. Es sembrado cuerpo ani-
mal, resucitar·á cuerpo espiritut1l •. »
Es· muy conveniente que nuestra carne, purificada y consa-
grada por los sacr·amentos, alimentada con el cuerpo y ~angre de
Jesucristo, y hecha temp lo del Esp ír·rtu Santo, sea glorificada un
día, y no se quede para siempre sumida en el polvo y abyección
del sepulcro.
15. ¿ Cu ir lcs serán las dotes de los cuerpo• gloriosos ?
Las dotes de los cuerpos gloriusos serán impasibil idad, clar·i-
dad, agilidad y sutileza. .
16. ¿ Qué es la impasibilidad ?
Es la cu"lidad sobrenatural que hace al cuerpo inaccesible a
los padecimientos y a la mue1·te.
17. ¿Qu iere esto decir que los cuerpos g lorificados serán insensibles?
. No, pues los sentidos, afinados y perfeccionados, disfru larán
los más puros goces que puede ofrecer la naturaleza, tamb ién
tran sfigurada.
18. ¿ Qué es la cla>·idad ?
Es la cualidad sobrenatural que comunica al cuerpo una luz
resplandeciente. El cuerpo br·illará con la claridad que le comu-

1 Mat·. , nu, no. - 2 1 Cor., xv, 61. - 3 ICor., :nt. U·U.


418 ESTADO DE LOS CUERPOS RESUCITADOS

nique el alma, así como el alma bienaven turada br·illa con la cla-
ridad que r·ecibe de Dios.
1
Los j " stos •·cs¡>lamloce•·áu como el sol en el reino de Sil Pad•·e .
19. ¿ Qué es la agilidad V
Es la cualidad sobr·eoat ural que hace al cuerpo tao rápido
como el pensamie nto.
20. ¿ Qué es 1~ sutileza 9
Es la cualidad sobrenat ural en cuya virtud el cuerpo puede atr·a-
vesar· la materia sin dividirla , como la luz ah·aviesa un cr;istal.
21. ¿Por quú se dice que estas cualidades son sob•·enatu•·alcs?
Por·que en el cuerpo glorioso , estas cualidad es emanan del
' alma tr11nsrormada por la visión beatifica.
22. ¿Cuál sc•·á el tipo de los cuerpos gloriosos 1
El cuerpo de J esu~:l'isto, « q ue transfor mará nue~tro vil
cuerpo, y lo hará confot·m e al suyo glorioso, con la misma vir-
tud con que puede sujetar a sn imperio todas las cosas•. :a
23. ¿No tienen algunos bienavenLut•ados, además de estas cualidades esen-
ciales, a todos comunes, cie•·to grado de gloria pa ••ticulat•?
SI : la aureola •.
2.\. ¿ Qué es la ~ureola ?
La cttweolct es el gozo accident al qu e en virtud de una victo-
ria insigne, redu nda del alma sobre el cuet•podel bienaven turado
comunic ándole un respland or particula r.
25. ¿Cuántas clases de au•·eolas hay ?
•rr·es, COI'I'espo nd ientes a otr·as tres insig nes victor·ias sobre
los enemigo s de la salvación . Son las siguiente s : ·1• la de los
má r·tires, que han tr·iunfado del mundo; 2• la de los vírgenes ,
que han tr·iunfado de la car ne; 3" la de los doctores qu e han
triunfado del demon io, disipand o las tinieb las del error.
26. ¿ Cómo ser:in los cuerpos de los réprobos?
Serán inmo r-tales como los ele los bienaven turados, pero no
tendt·án las cualidad es gloriosas . ·
27. ¿ Por qué estar:i.n privados de las cualidades gloriosas1
Porque sus almas, malditas por· Dios, y de ÉL separada s, nece-
srtl'iamen te han de hacer m iserab les los cuer·pos que les es tán
unidos.
28. ¿Qué tendrán en ,·ez de la impasibilidad?
Estar·án siemp1·e padec•endo lor·mentos indecible s.

• A•n·oola e<>>-ona . corona de oro.


1 }lo t., %DI, 48. - t FUI p., IU, 21 •.
RESURRECCIÓN DE LA CARNE . RESUMEN 419
29. ¿ Y en vez de la claridad?
Espesísimas y eternas ti nieblas.
30. ¿ Y en vez de la agilidad?
La dificultad que para moverse experimenta el pt·isionero car-
gado de pesadas cadenas, o el paralítico totalmente pl'i vado de
movimiento.
31. ¿ Y en vez de la sutileza?
La tosquedad propia de la más grosera materia.

HECHOS JIISTÓRICOS

Esperanza de Job . (Job, xtx.) - Visión de Ezequiel. (Ezeq ., xxxvu.) -


Resu rrección de Lázaro. (Juan, xr.)

RESUMEN

Resurrección. - Al fin del mundo , cada alma se \'olverá a unir a su propio


cuerpo. - Esta verdad se prueba por la enseoianza de la Iglesia, por la Sa-
grad~ EsÚitura, y por la razón.- Coutra la •·esuo·cección se objeta la dispersión
de los elementos de nuesll'os cuerpos, después de la mucl'le; pero los que tal
discurren olvidan que Dios todo lo puede, y si pudo crear nuest•·os cuerpos
de la nada, no le se•·á más difici l reunir los elemeutos esenciales de nuestros
cuerpos, por dispe•·sos que estén. ·
Estado de los cuerpos resucitados. - Es de cree•• que todos los cuerpos,
aun los de los condenados, rcsu citao•iln en el estado de integridad y total cre-
cimiento en qne rueron creados Ad5n y Eva. Pero los cueo·pos de los justos
tend••án cualidades que faltarán a los de los réprobos .
Los cuerpos de los justos serán: '1• impasibles, es deci o•, inaccesibles a los
padecimientos; 2• •·esplandecientes, es decir, que ho•illar·án con la claridad que
les comunicará el alma; 3° ágiles, es deci 1', r~·lpi üos como el pensam iento ;
.\o sutiles J es decit', que podrán atra.,.esa r In malcl'i~', como la luz al.l·a,·icsa el
cristal. - Además de estas cualidades, algunos cue•·pos tendrán un g rado de
gloria particular, que es la "'"·eola. llay to·es clases de "'"'eola :·la de los múr-
tires, la de los vírgenes y la de .los doctores.
Los cuerpos de los téprobos ser[m inmortales; pero en lu gar de la impasi-
bilidad, est<H'5 n s iempre padccicnao to•·mcntos indecibles; eo lugar de Ja cla-
r idad, tend rán espcsisimas y elcrnas tin ieblas; en luga r de la a gilidad , expe-
rimentarán para moverse la dificultad de un prisio.nero o un para liti co; y en
ve1. de la sutileza , tendrán la tosquedad propia de la más grosera materia.
420 RESURRECCIÓN DE l.A CARNE. - CUADRO SINÓPTICO

CUADRO SINÓPTICO

( Bn q_ué ®nsla\4.
ROfnrrecdón 1 Por la lgl,.la.
J Vt.rdad establecida Por In F.~rttura.
\ f Por la mbmn mtón.
( Jmpt1Sibles.
\ t..,umln111ot.
Cuerpoe ( ÁKIIOI.
de los juatos Sutlle•.
Aul'l'loln do 1015 márttrea, vlrsenes y
1 ch~ttoros .

Snlttot ll todos 1011 tormentos.

l 1'entbrQIOI.
rn..-•ulol e lncapactt: de moverse.
Temlrt\n la to-t.Jned:ad vropla : de la
1 mU grosera materta.
CAPÍTULO XXI
Duod écimo articulo del Credo.
Creo en la vida perclumble.

DI': LA VIDA ETEHNA


So>u.R10. - L:\ vlrla f't<.'rn.1. - LAI pourlrue:rfM. - El pnrt:tatorlo. - l. La muerte. -
Qué Hlbemot toc~mt.e a la IIHll'rle. Qué lgnoranH'II. l_¿n mmtLC d e l Juno. t.a wuerte del
¡~e•·:ulnr. - 2. IJCI ju;cln. J t'sncrlw•, jllf"t tltlpremo.. lulelo p:trLh:nlnr. Uót1de y em\ndo HO
\'t-ri Oca. S· nH•ncln ln·e'I'OC~>blo .•rulclo u nh'onal. Mulh'O• do t'~>Le Jnktn.. - a. 11<!1 ¡¡u1·~atoreo.
- Su cu:ln.antll\.- Penu d el IIUt'¡atorir,, - P··n•t d~ d efl•l. Pena de f('lllhl '· lnten ...ldad
de t-Uat pe1 a«. Razorws que debe-n neonrnoe a alhl:.r • Jas alu1al d~l l•tH'I •lJ·r1o.liMtot.
- 4. Del d.-lo. - Su eJtstendl\, - La ftllrlet.d tlt-1 f'lelo. f!xf'ndó •• de t11d01 lO!' malrt.
Poa~lón de t.odot lO$ blenu. Vh10n lntuilln. Feth·ld:ul a.e~•ldeu1al - On:tguatdad do
J)rcmlo eutre 101 ettgldos.- 6. F.l ll•ubo de h"~S n lno<~ . - L:u nlmns <l~ lo• ulnoa: muerto•
l!lo hal.wr JJfdo t'eFI'C II<'l':ldO!:I. - Son cxctu ldn~ cto In vlrta etonta. - No &ln•l•·eeo In ~na
d~ aentl•lo. Aunqn., ¡lth'ndas do 1 ~ \'Isla de Ololl. KOznn do !elle irlod MLur:1l.-
6. Ot!L
inOer11o. - Su exlitencla. - Las ¡wnu del tnnerllo. t>e.na de dal'lo. Pena de sentido.
Pena;¡ aocldenta,H. - ren•t propo:•rt:looada5 a la n:tturarez.a y ndwero de los pcead01.
- Eternidad de ata¡ pen.u. Refutación de ob;eelontt.

De la vida eterna en general.

1. ¿ Qu6 es In vida eterna?


Es la vida que debe seguir a la presente, y no acabar jamás.
2. ¿ Es la eternidad la misma pnra todos los hombres·¡
No: es una vida relicisima para Jos justos, y de espantosos tor-
mentos par·a Jos malos.
3. ¿ Qué significa, propiamente hablando, esta expresión : la vida perdu-
rable ~
Significa la dicha sin fin de Jos justos, así como se llama
mue1·te etema el desgraciado estado en que se hallan los conde-
nados.
'· ¿ Qué otras verdades presupone el dogma de lo vida P"durable?
Este dogma supone las verdades que Ee llaman posll·imerias
del hombre, que son : muerte, juicio, gloria e infierno.
Todo hombre debe morir antes de entrar en la eternidad; su
alma debe ser juzgad(; para recibi r la sentencia que fije su
422 DE LA MUERTE

suet·te eterna; recibirá por premio el cielo, si está en gracia de


Dios, o se rá castigada con el infi,e1·no, si está en pecado mo rtal.
.5. ¿ Poo· qué estas veo·dades se llaman post>·imel'ias del hombre?
Porque la mu erte es el postrer o tiltimo instan te de la vida del
hombre; el juicio la última sentencia que fija su suerte; el ciclo
la última recompensa del justo, y el infierno el último castigo
de los malos.
6. ¿ No hay oto·a verdad que es como el complemento de las postrimerías?
Sí : el dogma del ptwgato1·io, lugar a donde van las almas que
tienen algo que expia r antes de gozar· ele la visión beatífica.
7. ¿ Es útil pensar a menudo en IHS posh·imel'ias?
Es un pensamiento muy saludable, que mueve a las almas efi-
cazmen te a huir· del pecado y practicar la virtud.
En todas tus «ccion.cs, acuch·date de tl.s ¡Jost•·ime>·ías, y mmca jamás
peca1·ás '·

1. n e la mu erte.
S.¿ Qué es la muerte?
La muerte es la separación temporal del alma y del cuerpo.
9. ¡, Por qué es la muerte una separación ?
Porque la muel'te no hace más que desunir las partes de que
está compuesto el hombre, pet·o no las destruye. La muerte no
destl'uye el alma, que por ser una substancia simple y espiri- ·
tual , es naturalmente inmortal. No destt·uye los elementos del
cuer po, pues nada de cuanto Dios ha creado vuelve a la nada.
•JO. ¿ Poe qué hemos dicho que es tempoo·al esta separación?
Po rque el día de la resurrección, él alma volvet·á a j untarse
con su propio cuerpo.
·11. ¿ Oc qué despoja la muerte al hombre ?
La muerte de~poja al homb re de todo lo que posee en este
mundo, y reduce su cuerpo a polvo.
Pe1·o el homb>·e , tma vez mue>·to 1 ¡¡ clescm·nado y consumido 1 dime 1
6 qué se hizo de él'?
12. ¿ Qué nos •nseña la re tocante a la muerte?
Nos enserla : ·Jo qne la muerte es inevitable.
Polvo e>·es, y a se•· polvo to>·na•·ás3.
2° Que la muerte es castigo de l pecarlo.
La mue>"te se fué p1·opogando en todos los homb>·cs, po>· aquel solo
Adán en quien todos 11eccu·01t' .

1 Rcll., vu, 40. - t ,Job , x1v, 10. - 3 Gén., rn, 19. - 4 Rom., v, U.
DE LA MUERTE 423

So Que moriremos una sola vez.


Está. dec>·ctado a los hombt·es el mot•it• tma sola vez 1 •
4• Que la muerte fija irrevocablem ente nuestra suerte.
Si el á•·bol ct~ye>·e ht~cia el Mediotlill o llllcia el No•·te, cloquie•·a que
caiga, allí qrterlm·á •. - Jllienh·as tenemos tiempo, hagamos bien a
totlos 3 , porqu e viene la noche de la muer·te, cuando naclic puede h·a-
boja•·'.
13. ¿ Quiénes son los que niegan estas dos 1Ht imas "erdades de nuestra santa
re ?
Los parlidar·ios de la metPmpsicosis •, los cuales pretenden
que las almns pasan por una serie indefinida de existencias,
transmi gran no de un cuer po a otro más o menos per·fecto, según
que hayan vivido con mayor o menor santidad en el cuerpo pre-
cedente.
·1~. ¿ Conocemos la hora de nuestra muerte?
Dios se ha reservado el secreto no solamente del tiempo y del
lugar de nu est•·a muerte, sino también de la man er·a como hemos
de mo•·it· y del es tado en que se encontrará nuestra alma en
aquella hora decisiva. ·
Velad vosoh·os, ya que 110 sabéis n i el clia tJi la hora•.
15. ¿ Por qué permite Dios que ignoremos la hora de nuestra muerte?
Para enseñarnos que siem pre debemos estar dispuestos a com-
parecer delante de Él.
Estad sinnp•·e p•·eveni<los, po•·que a la llot·a que m enos pensáis vend•·á
el Hijo delllon.b••e•.
16. ¿ Es la muel'te igual para lodos los hombres?
No : pues la del justo es preciosa a los ojos del Set1 or ', y la de
los pecado•·es es funestisirna s.
17. ¿Por quó es preciosa la mue•·te del justo?
1• Porque la muet·te es el término de su deslten·o.
¡Ay ele mi, que m¡ destie•·•·o sella p rolo11gado 0 !
2o Po t·quc lo saca de su pr·isión.
10
Saca rlc esta cá•·ut ll mi al11w pa1·a que al11be ttt santo 110mbre . -
¡ 011 qué hombre tan in(eli: soy yo! 6 Quién me lib•·a•·á. de este c11erpo
de 1»11erte 11 '!
3• Por·que lo introduce en la morada de la luz y de la feli-
cidad.
• Me~empsicosis, del griego '"cta, después; J>SIIkhi:, alma: error de los
que profesan la transmigración de las almas a otros cuerpos después de la
muerte.
1 llebr..,.. u. ti. - ! "Juau. :.x, 4 . - 6 llat., U\', IS.
Jo.:cl., :u, l . - :J GAJ., v1. 10. -
- ' Luo., xu. •O. - 7&lmo cxv, u. - s S3lwo xxxm, 2:l. - t Salwo cxu, 6. -
11 Rom., vn, 24.
to Salmo cxu, 8.-
..
424 DEL JUICIO

Amaneció la luz al justo, y la olPg>·ía a los de recto co•·a.ón •.


18. La muerte ¿es para el justo una ver.ladera mue•·te?
No: pu es para el justo, morir es t> ntrar e" la verdadera vida.
No >n<Wi>·é, sino que >•ivi>·é 11 publit·w·é lus obras del Seño•·•.
19. ;. Por qué es horrible la muerte del pecador ?
1 • Porque para él la muerte es la pérdida eterna de todo lo que
ha amado.
&Conque, a~i me ha de sepa•·a•· de todo la ama>·ga mue1·te 3 ?
2• Porque lo precipita en la muerte eterna.
Hor>·emLa co'a es por ciet·to w e•· en manos dtl Dios vivo' .
20. Ya que l• muerte decide de nuestra sue•·te etema, ¿qué debemos ha-
cer?
Debemos: 1• Pensar a menudo en la muerte. Nada hay más
salud ·ble que este pensamiPnto para desa,.;il• nuestra alma. de los
bienes co t·rupto res de la tierra, e inclinarla a r·educir el <;uet·po a.
servidumbre, pues dentro de poco esos bienes le será n qu itados
y el c11erpo será pasto de los gusanos.
He dicho ct la potl•·edumbre : Tú e•·es mV,,ad•·e; y a los gusanos :
VosotJ·os soi$ mi m
- at"h·e y nd htn·mana:..
2• Persuad ir·nos íntimamente de que la muer·te está cerca.
En ve•·ilad que ~:omo una somb•·a pasa el hombt·e •. - Estoy cie•·to de
que p•·onto saldré de él (el ctte>·po) 1 .
3• Poner pronto en orden nuestra concienc ia.
Dispón de las cosas de tu casa; porque vas a mori•·, y estás al {i11 de
tr~ vid·• 8.

4• Estar s iemp re dispuestos a comparecer delante de Dios, pues


la muerte vendr:i como un ladrónn .
5• Desear· artl ie ntemente e l morir· con la. muerte de los san tos.
¡Ojalá pueda yo log•·a•· el mori•· como los justos, y que sea mi fi.n
semejante at suyo ' 0 ! ·- Deseo verme libre de las atadr<ras de este cuer·po
y esta>· con C•·isto 11 •

2. Del juicio.

21. ¿ Qué es el juicio?


Es la sentencia por la cual fija. Dios la suerte eterna de cada.
uno.

1 SAlmo :u::vr, 11. - 2 Salmo cxvn, 17.- 3 I Royos, X\'. 33. - "Hcbr., x, 31. - $Job,
'XVII, 14.- GSalmo x:o.:xvm, i. - 7 ll Pedro. I, 14. - 8 lula&, x.xxnu, 1. - o Mat.,
xx1v, 43. - lO Nt,m .. xxm. 10.- 11 Flllp., T, !?3.
JUICIO PARTICULAR 425
2'2. ¿ De qué será precedida esta sentencia?
De un examen rigurosisimo en el que cada cual debe dar cuenta
de sus obras.
Dame cuenta de tu admi>listt·ación 1•
23. ¿Qu ién es el juez supt•cmo?
Nuestro Señor Jesucl'isto, constituido, por el Padre, j uez de
vivos y muertos •.
Siendo canto es {01·:oso, que todos compat•euamos ante el t>·ibunal de
Ct·isto, pat·t< qne cada 11110 >·ecibt< et pago debido a las buenas o malas
acciones que ht<bt•á hecho mienh·as ha estado •·cuestitlo de su cue>'PO •.
24. ¿Cuántos juicios hay?
Dos: el juicio particular y el juicio universal.

Juicio particular.

~. ¿ Qué es el juicio particular?


J::s d que se verifica en el mismo instante de la muerte.
26. ¿ Por qué se llama particular?
Porque el alma compar·ece sola delante de Jesucristo.
27. ¿ C6mo sabemos que hay un ¡ uicio pnt·Licu lar?
Lo sabemos por la enser)auza de la I gle:;ia, intérprete infalible
de la Sagrada Escritura y ele la Tmd ición católica.
28. ¿Qué nos euset\a la Sng•·uua Esc•·ilura >obre el juicio particu lar '1
Nos en~eiia C<·que es co~a muy fácil para Dios, en el día d•' la
muerte, fiar a cad.t uno según ~us obr·as• •, y .. que los hombres
mueren una sola vez, y que en lieguida son juzgados• •·
29. ¿ Qué nos enseña In Tradición católica?
Nos enseña, par ticularmen1e ¡...or· !Joca de San Agus tí n, C< que
l a~almas son juzgadas lan pronto comn salen del cue•·po , antes
de llegar· a aquel olro juicio en que han de ser· ~enlenciat.las des-
pués de estar de nuevo unidas a sus r especti vos cue r·pos. »
30. ¿ Dónde y cuándo se verifica el juicio particu lar'!
l::n el mismo momento )' lugar en que el alma se separa del
cuerpo.
SI. ¿ Sobre qué es juzgada el alma?
Sobre el bien y el mal que haya hecho.
82. ¿Quién hace de testigo~ do acusador en c~c juicio'?
No ha)' más acusadores ni L.:st•gos que la m isma alma.

' l;uc.. xv1, '· - 2 Juan, v, U.- aU Cor., ,., JO. - • F.cll., %J, t8.- 5 Rebr.; u:, t7.
426 EL JUICIO

33. ¿ Cómo es el alma su propio testigo ?


La conciencia, súbitamente iluminada por· vrvrsrma luz, le
presenta Lodos los a··to< de su vida con todas sus circunstancias :
la menor buena acción, el pecado más insig nifi can te, se mani-
festarán cla r·amenl e.
Y cualqu iera q~<e dic•·e ele bebe•· a uno· de estos peque•laelos utt 11aso
ele ctgrta f•·esca, solamente poo· •·azóa de se•· discípulo mío, os doy mi
polabra que no pe•·clcrá sr. •·ecompensa 1 • - Yo os digo que h~sta ele
crwlqr.ie>·a palab•·a ociosa que /l(tbla•·en los llomb•·cs, !Ion ele dar cuenta
en e~ día del juicio •.
S,. ¿ Cómo es el alma su propia acusadora~
Porque queda plenamente convencida de su culpabilidad, y
juzga sus actos con la más estricta justicia.
35. ¿ Qué sentencia pronunt in entonces el juez s u¡ll'omo?
Una sentencra de vida o de muerte, ciefinitiva e irrevocable.
7'ú eres, oh Seño•·, el due1io de la 11ida o ele In mtlc•·te 3, - Tu justicia
es ete•·na j1•sticia 4 •
36. ¿Adónde ,.• el alma después del juicio?
Va inmediatamente al purgatorio si le queda algo que expiar·,
al cielo si está enteramente pura, o al infierno si se halla con uno
o más pecados graves de que no quiso an ·epcntirse antes de
morir.
Juicio universal.
37. ¿Qué es el juicio tmiu8>'&al•?
Es el que se verificará al fin de los tiempos y en el que el hom-
. bre será juzgado, no como individuo sino como parte del género
humano.
38. ¿ Por qué ha de haber un juicio universal?
Pam que se haga plena y r ntera justicia re~pecto de Dios, res-
pecto de Jesucr·isLo y I'Cspecto de los hombres, buenos y malos.
39. ¿ Por qué res pecto de IJ ios?
Porque habiendo sido públicamente acusada su Providencia,
conviene que sea públicamente justificada, y apar·ezca llena de
glori a la sabiduría con que ha ordenado todos los aconteci-
mientos.
Leuúntate, o~ Dios, y ju:ga tu causa •.
40. ¿ Por qué. respecto de .Jesucristo?
Po rque como Jesucri s'to ha sido hum illado, dosconocfdo y con-

1 lfM., x. 4! . - 1 Mnt., xu, 3fi.- ) Sab. . :xv1, 13. -" ~'lml') cxvnr. 14'2. - 5
Véa.!e :
Stgunda. 't:tnida de Jt#"UéltJlO, J)~. u~. - 6 Salmo LXXIII,''·
DEL PURGATORIO 427
• denado en su persona y en los miembros de su Iglesia, conviene
que aparezca como soberano juez y rey de r·eyes.
Os dcclcu·o que ve,.éis después a este Hiio del homb>·e que tenéis delante,
senta•lo a la diest ..a. de lt• majcsta'l ele Dios, ·ue1ü>• sob>·e las nubes del
ciclo 1 •
M. ¿ Por qué respecto de los justos?
Po•·que habiendo sido menospreciados y L•·atados de insensa-
tos, conviene que sean glorificados y reconocidos como los solos
ve1·daderos cuerdos.
ÉstiJs so" los que en ott·o tiempo {tte>'tnt el blanco de mtest>·os escar-
t~ios, y a quienes p>·opnníamos cO>IlO un ejempl«>· de op>·obio. ¡ f>lstmsatos
de nosot>·os 1 Su te no •· de vida nos pa•·eci« mw necedad, y su mtte>·te,
tt>l« iyuomi11it<; m imd cómo son cO> ttados en elnúme>·o de los hijos de
Dios, y cómo sr. S!!C>'le es es tar con los santos~.
42. ¿ Por qué respecto de los l>ec.ulot•cs ?
Porque habiendo sirio los unos o>'ados e insolentes en sus crí-
menes, y habiendo los otros ocultado sus iniquidades y to rpezas,
conviene que los primeros sean abatidos y humillados, y los últi-
mos <·ubiertos de coufusión y vergüenza.
d De qué nos ha seo·vido la sobe•·bia? O ¡,qué p>·occcho nos ha tmido
la utultt ostentación de nrtcst>·as •·iqttews? Pasa>·on co"'o so mb>"lt todas
t&qttallftS cosas"· - Nadt& t:stci cncttbie>·to, que no se ltet!JU ele dcscub>·i>· ;
ni oculto, que no se ltayt• de sabe•·•.
63. ¿Difieren en cuanto a la sentencia los juicios particuln t· y universal ?
No : la sentencia del seguudo no set·á sino la coofil'lnación
solemne del primero. Sólo que como ya se hab•·á erectuado la
r·esurrección, esta última sentencia se dará al hombr·e entero,
cuerpo y alma, pues el cuer·po debe •·ecibi r la pa•·te que le co n·es-
ponda de premio o castigo.
44. ¿Cómo debernos prcp{wat·nos ni ju icio'?
J uzgá ndonos con •·igo r n nosotros mismos para no ser juzga-
dos•.

3. De l purgato ri o.
4:>. ¿ Qué es- el purg:~torio?

E:s un lugar de padecimientos en donde las almas de los justos


acaban de expilw sus pecados, antes de entra•· en el cielo.
66. ¿ Cómo se puede 1>t•obar In existencia del purga(o•·io?
Pl'imeramente, por la Sagmda Escrilu•·a.

1 llal-., XX:VJ. Gl. - ! Sab., v , 3, .. , 1, - J Sab., ,., ~ 9. - .¡ l.fat.., x, !G. - ' 1 Cor., XT, IJ.
,
428 DEL PURGATORIO

Es 1m sa>llo y saludable pensan~iento el •·ogar po!' los difuntos, a fin


de que s•an libres de las )Jtttas 1Le s~ pecados'. - A quinl hablare
cont7·a el Espíritu Santo, despreciando su gracia, tto ~e le perdonará
tti c11 esta vida ni e>t la ot•·a•.
De este último texto resulta que hay pecados remis ibles en
la otra vida. ~las como eso no puede ser ni en el cielo ni en el
inficr·no. sígu<'se que ha de ser en el lugar que nosotros llama-
mos purgatorio.
Asegí<~··•le tle cie••to que ele cllli no salcl>·ás hasta que pagues el icltimo
ma•·avcdí 3 •
JI ay, pues, un lugat· del cual no se sale sino l!espués ti e haber
sntisfecho plenamente á la justicia tlivina. Y corno ese lugar no
e5 la tierra, tie ne que se r el pu rgatorio.
El apósto l San Pablo habla de ohra~ a las cuales se mezclan
algunas impe rlecciones. F.l que hace tal es obra~ <l sc•·cí setlvo, JJCI'O
como pasetndo po•· el fucyo • », e< decir que no entrará en el
cielo sino despué,; de haber· expiado por el fuego del purgatorio
las faltas que ha cometido.
•1. ¿De qué otra manera se confirma la existencia del purgatorio?
Po r· las en,-eñanzas de la Iglesia. <l La Iglesia cató!ica enseña,
dice el conci li o de Trenlo, qu•l hay un purgato rio y que las almas
allí de tenidas r·eciben alivio por los sufr·agios dll los fie les, prin-
cipalmente po r el ~anlo sacl'ificio de la misa. J>
Por la pr· áctica de la Igles ia. - 1,1 Iglt>sia, consecuente con su
doctrina, se ha mostrado siempre llena de solicitud por el alivio
de las almas que penan en el purgatorio. -En el santo sacri-
ficio de la misa, suplica a Dios que les otorgue la ent rada en el
lugar del refl'igerio, de la luz y de la paz•.- Cada atio, el día
sig uiente a la fiesta de todos lo$ Santos, c1- lebra la cournemom-
ción de todos los fieles d 1fun tos. - Ha establocido un oficio de
difu ntos, y en su liturgia ruega a men udo po•· lo~ que pasar·on a
mejor vida. _:_En pre~encia de los restos mo r·tales de los finados,
eleva fervientes y conmovedoras pleparias a Dios. - Concede
numerosas indulgencias que les son aplicables.
48. ¿ Confirma la tradición de los santos Padres el dogma del purgatorio?
Los santos Padrt'S confit·man con su te.limonio el dogma del
purgato r·io. «El alma, cuando haya salido del cue:·po , no podrá
llegar· a se r ·participante de la divinidad, dico San Gregorio de

1 JI Yac., xu. 46. - · t ~lat., xn,


U. - 3 Ma,., v, 2&. - ~ 1 Cor., m, 16.- s )femcoto
de 1011 dlfuotos.
DEL PURGATORIO 429
Nisa, sino después de borradas sus fallas por el fuego del purga-
tor-io. •
49. ¿ No corrobora también la razón la exi•tencia del purgalorio?
La •·azQn corr,bo•·a también la ex istencia clel purgatorio.
E n P.feclo : hay almas jnslas qu e, sali das de e~lc mun do con fal -
Las lige•·as o sin hah"''' satisfecho a la ju,lida div ina po r la pena
tcn1poral debirla· al pecado, so n deudoras a Dio• de una pena
temporaL Pero como tales almas no pueden i•· in11tediatamente al
cielo, en donde no eulrará nada manr.haclo ', ni se•· pr.•cipiladas
en el inlie•·no, porque no merecen la ele•·na condenación, es
necesario que haya un lugar intermedio enu·e el cielo y el
inliemo, en dondtJ las alma~ acallen de purificarse.
50. l.n cre~ncia de los pueblos ¿no depone también en ro vol' del dogma del
put·go tol'io 1
E n lod~s las antiguas Ira liciones de los pueblos, y en particu-
lar en los sacri ficios Ofi"I'Cido,; por los difuntos, se encuentran
se1iales de la c•·eencia en un lng:u· de expiación del cual se sale
d••spués de un tiempo más o menos largo.
51.¿ Cuáles son las penas del purgatorio?
Son de dos cla~es : la pena de daño• y la de sentido.
52. ¿ En qué consiste la pena de datlo?
Con,iste e n la p1·i vación de la vista de Dios.
58. ¿ Es esta la ma~or de las penas de las almas del purgato•·io 7
Si, a causa de la intensidad de su fe y de su caridad. E l cono-
cimiento que tienen de Dios es tau perfecto, y tan fuerte el amor
que le p•·ofesan, que el no verle les causa tormentos inexpli-
cables.
Dios mio, oh mi Dios, a ti aspi•·o ... De ti está sedienta el alma mia ' ·
- ¡Oh, quién me die1·a alas como n la paloma 1la>·a echa.· a vola•· y
lw lltll" •·eposo 3 !
M. ¿ En qué consiste la pena do sentido?
Con~i ste e n el padecimiento físico, producido por un fuego
r·eal cuyo mi~ter·ioso poder obra sobre el alma como si estuviera
unida a su cuerpo.
La existencia de un fuego real en el pu rgatorin es general-
mente admirida por los teólogos, y su opinión está fundada sob re
numerosos testimonios de los ~antos Padres, de man era que, por
lo menos, seria ternera r·io ad mi Lir dtJdas so bre este part icular·.

• Daño, del la lin danmum, pérdida.


t Apoe., XXI 27. -
2 S:stmo un, 1. - a Salmo uo·. fL
1
430 DEL PURGA'fORIO

55. ¿ Conocemos nosotros la intensidad y duración de las penas del purga·


.tol'io?
No : es pa1·a nosotros un mist~rio. Lo más que podemos decir
es que esas penas son proporcionadas al número y a la gravedad
de los pecados que deben ex piarse, y que las a lmas no quedan
lib1·es sino cuando han pagado hasta el último cuad1·ante '·
56.¿ Exceden esas penas a los padecimienlos dé la tierra?
« El fuego del purgato1·io, dice San Agustín, es más tenible
que todo cuanto el homb1'e puede padecer en esta vida. >> « Todas
las negligencias de esta vida, dice San Bernardo, las pagaremos
allá centuplicadas.·» ·
57.¿ Padecen las almas del purg~to•·io sin ningún consuelo?
1• Tienen el consuelo de la esperanza.
2• La idea que tienen de la santidad y justicia de Dios les hace
padecer con amor los tormentos que ~irven para purificarlas.
58.¿ Pueden merecer po•· sus padecimientos ?
No pueden adquiri1· ninglin mérito para sí mismas. Si las almas
del purgatorio pudiesen merece1· se abrasarían en un fuego ,de
con trición tan activo, que ·consumiría en un momento todas sus
manchas. Mas, segú n el sentir general, pueden obtener algunas
gracias para los fieles que viven sobre la tierra.

Alivio de las almas del purgatorio.

59. ¿De quié n pueden ••ecibir al ivio las almas del purgalor•o •¡
De los fieles de la Iglesia militante.
60. ¿Por qué debemos alivio•· a las almas del purgalorio'! .
Por· que a ell o nos obligan : 1• la r·eligión; 2• la justicia y el
agradecimiento; 3• la ca ridad; 4• nuestros !_ntereses personales.
6'1. ¿ Cómo nos ol)liga la religión?
Porque agradamos mucho a Dios y procuramos gr·andemen te
su gloria s<~tisfaciendo a su justicia po r almas que le son infini-
tamente querid as.
62. ¿Por qué a veces nos obl iga la jusllcia a alivia•· a las benditas ánimas?
Po1·que puede haber en el pur·gatorio almas que penan por
pecados que nosotros les hemos hecho cometer.
63. ¿ Po •· qué nos obliga algunas veces la g•·atitud?
Porque ¡)u'ede haber en el pu rgatorio almas a las qu e somos
deudores por beneficios que nos han hecho. •

t Mat,, v, 26.
DEL CIELO 431
64,. ¿Cómo nos obliga la cal'idad?
Po r·que las almas del purgatorio tienen tanto mayor derecho a
nuestra conmiseración cuanto m;,is padecen y más gralas son a
Dios. Socorrerlas es practicar eminentemente la caridad con el
prójimo, tan r·ecomendada por Nuestro Señor.
Compadeceos de mí, a lo menos vosott•os que sois mis amigos, compt•-
cleceos de mí, ya que la numo del Seño•· me ha het·ido 1 •
65. ¿Cómo nos obliga nuesteo iolet·és ¡>ersonal?
Porque Dios nos devo lver·á el bien que hagamos a esas almas,
y ellas tamb ién, llenas de a¡;wadecimiento, rogar·án por nosotros.
66. ¿Cómo podemos aliviar a las almas del purgatot·io?
Podemos: ·J• poe las tr·es grandes obras de la vida cristiana :
oración, ayuno y 1imosna; 2• por medio de las indulgencias~;
3• po r· la sagrada comunión y sobre todo por el san to sacr1ficio de
la misa.
67. ¿ No podemos hace•·, cu fa,·o•· de los difuntos, la piadosa cesión de to-
das nu.estras satisfacciones?
Sf : y esta cesión constituye un acto heróico de caridad que la
Iglesia desea que practiquemos, pues a ello nos an ima con nume-
rosas indulgencias y favores .
68. ¿ Qué deben1os hacer p:.11'a C\•itar el pm·gatoa·io '!
. Debemos: ·1• ev itar todo pecado , po r leve que sea; 2• expiar
por la penitencia los pecados de que ya hemos obten ido el
perdón.
4 . D el cielo.
69. ¿ Qué es el ciclo?
El cielo es el lugar en donde los ánge les y santos gozan de
felicidad perfecta y eterna, viendo y poseyendo a Dios.
70. ¿ Cómo se llama también el ciclo?
Se llama también paraíso', reino de los cielos, ciudad santa,
Jer usalén celestial, patria bienaventurada, mansión de la gloria,
vida eterna, etc.
71. ¡, Cómo se pr ueba la existencia del cielo?
Se prueba : ·J• Por la Sagrada Escritura, que a cada paso habla
de la bienaventuranza celestial, del reino de los cielos, de la vida
eterna;
2• Por la enseñanza de la Iglesia, que la afirma en todos sus
Símbolos y en su liturgia;
• Paraíso, de una palabra griega que significa ja•·din de delicias.
1 Job, XIX, 21. - 2 VétUIC : Jnd1d!70nc.ias, ]>árto 11[•.
432 DEL CI ELO

S• Por la razón, que demuestra la n ecesidad de otra vida en


donde la virtud sea plenamente recompensada;
4• Por la c reencia unánime de los pueb!os en una vida futura
en la que los buenos g-ozar·án de perfecta felicidad.
72. ¿ En qué consiste la dicha péPfecta para la cl'iatura r·aélonal?
Consiste : t • en la exención de todo mal; 2• en la posesión
etema de todo bien .
73. ¿ Ex iste el rnal en el ciclo?
E n e l cielo n o hay ni mal físico ni mal mo r·al.
No hay mal fi sico. - l'ecl aq"i el ta bernáculo de Dios enl!·e los
' /wmb>·es, y el Señor mo•·a•·á con ellos. Y ellos se•·án su pueblo,. y el
mismo Dios, habitan-do en m eclio de e/lns, se•·cí st• Dios . Y Dios enjuga•·á
de sus ojos toda' las lágrimas ; ni hab•·á ya muerte. n ·i llanto, ni ala-
ri<:W, ni ha/n-á más dolor po•·que las cosas de antes son pasadas 1 •
No hay mal moral. - No se oi>·cí ya hablar más de iniq~tidad en tr<
tie•..-a, es decir·, la tie rra d~ los vivos, el cielo • ..
74. ¿ Son impecables los bienaventu rados?
Sí : t• po r·que viendo a Dios cara a cara, en su infinita h er·mo -
sura, le aman de tal modo qu e no pueden ya separarse de É l;
2• porq ue e l pecado . mal so berano, es incorupa tible cou la pe r-
fecta I.Jienaventu r·anza.
75. ¿ Cómo es el cielo la posesión de t.odo bien?
Porque los bienaventurado5 poseen a Dios, que es el b ien
supre mo.
76. ¿ Por· qu é poseen a Dios los biena,·enturados?
Porque lo ven, y vié ndulo, lo aman. De esle modo hay unión
perfecta e ntre ello~ y Dios. Ellos a111arr a Dios con ar11o r· soberano,
y Dios les ama con arno r· i nl i rd to . Dios se da totlo a el ros, •·omo
ellos se dan todo a Dios ; Él es su posesión, su herenc ia por toda
la ete rn iJad. ·
¡Oh Dios 'de mi COJ'azón, Dios q11e eres la h e•·encia mitt po•· toe/a la
CICI'I!idlld3 /
77 . ¿Cómo ven a Dios los bienaventUJ·ados?
Lo ven intui trvamen te, es decir, directam ente, tal co mo es, del
modo que Él se ve a s í mismo; y no ya como en este mundo, a
través del ve lu de las c riaturas y de las obscuridade$ de la fe.
Al¡wesent~ no 1wmos a Dios • iuo como e 1t ttlt e.<pl'jo, y bojo imágenes
obscw·as ; ]Jero entonces lo ve J·emos cara a ccu·ct 4 . Saben,os, sí, que

1 A.J)()C., x:u, 3, 4. - ! rsafus: , 1.x. 18. - 3 S:thno l.XX11, 26. - 4 t Cor., x 111, l2.

1
DEt- CIEt-0 -i 33
cuando se manifestad• cl~rametlle Jesucl"isto, se•·emos semej cmtes a él
¡¡loria, ¡Jo>·qú.e le ve•·emos como él es._
en 1•
78. ¿ Cómo se manifiesta Dios a los bienaventurados ?
Iluminando s us inteligenc ias con luz ·sob re natural que llama-
mos luz de la gloria, la c ual es un dou especial de Dios.
En tu IJ•z vemmos la luz •.
79. ¿Participan los bieoayentUI·ados de la ciencia infini ta de Dios ?
Sí : g racias a la visión intuitiva, participan de dicha ciencia en
g r·ado fin ito, e~. verdad, y propo rcionado a los mét·itos de cada
uno, pero e n una med ida super·io r· a cuanto podemos co ncebir .
80. ¿ Qué efecto produce en los bienaventu•·ados la visión intu itiva y la po-
sesión de Dios ? -
Los bienaventurados, viendo y poseyendo a Dios, que es
la ve rdad, he rmosura y bondad infinitas, gozan de Él con gozo
inefable.
Quedcu·án emb>·iagculos con la abtmda>wia de tu casa 'y les ha•·Cts bebe•·
en el to•·•·ente de 1us delicias 3 .
8·1. ¿ A qué vi1·tudcs corresponden la visión, posesión y goce. de Dios?
Corresponden a la fe , esperanza y caridad , de las que son
recompen sa. La visión sucede a la fe y hace desaparecer de ella
las obscuridades; la posesión sigue a la esperanza y pone fin a su
expectación ; el goce da a la caridad su t.i ltima perfección.
82. ¿ Podernos concebir en este mundo la dicha del cielo?
No : porque esa dicha sobrepuja a n uestros conocimientos , y
no púdemos comparar los b i ene·~ de la tierra con los del cielo.
· Ni ojo alguno vió, ni o•·eja oyó, n i pasó a homb•·• pot· pensamiento
cuáles cosas tiene Dios p•·epc11·adus pa>·a aquellos que le aman 4 •
s:J. Además de la fel icidad esencial que po·ocu•·a a los bienaveotut'ados la
visióo bealilica, ¿no hay pa 1·a ellos una rdicidad accidcr:tal?
Sí : hay una felicidad accidental , y gozos qu e provienen de la
contemplación de la sucr·atisima human idad de Nuestro Sei•or
Jesucristo , de la vista de la Sa~ttis1ma Vil gen, de las relaciones
incesantes que tienen e ntr·e sí y con los ángeles. Se conocen , se
am an, viven en las más du lces relacio nes de fraternidad. Cada
uno participa de la dicha de todos, y todos de la de cada uno.
Reinan con Cristo sob re loda la c reación visible.
84. ¿ Se r econoce l'án los bienavt1nturados en el cielo?
Es creencra de los docto res y santos q ue los afectos lo'gitimos
de la tie_r·m l'ev ivtJ n en el cielo, y qutJ los qut: se han conocido y

1 1 Juan, UJ , 2·. - i ' S"-111)0 XXXV, IU. - .a Slll i.DO XXX\', fL - 4 l Cor., II, 9 ,

19. - !:::<.POS. I)OCTili NA.


Dt-:1.- CIELO

amarlo en esta vida, tienen la dicha de recon ocerse y amavs


e en la
otra.
85.,¿ Pndeccn los elegidos po•· I'CI'SC separados de los
<1110 les esluvie ron uni-
dos en la lie•·ra po•· los lazos de la sangre o de la amisla
d?
No pueden expe•·imenlar dolor , porquE) la fel icidad perfec
ta de
que gozan no se concil ia con ningú n dolor.
86. ¿ La felicidad del cielo es la misma pnra lodos los
elegido s?
Es la m isma e n su objeto, tocant e a la felicid ad esenc ial
: todos
ven, poseen y gusta n del mism o Dios; pero no todos
gozan de
estos bienes en el mism o g rado, si no más o menos
, según la
divc•·sidad de sus mél'ilos. Tamb ién hay difere nda en
la felicidad
accide ntal : así los ví1'genes Lendl'(ill una alegrí a espec
ial que no
gusta rán los santn s que no han conse rvado la virgin idad
, ni aun
los más elevados en la gloria.
Cada uno ?·ecibi•·tí st< ¡n·opio salario a medid a de "'
h ·abajo 1 • - Ett
la casa de mi Pacll'e hay nu•clu u mo>·acla~ '·
87. Esa direren cia en In recompensa , ¿ perjud ica a
la felicida d de los que
tienen menos glorio.?
No, porqu e están exenlos de envid ia y llenos de amor
a la
justic ia. Viénd ose tan dichosos como son capac es de
serlo, DO
desea n ser· nada más que lo que son.
88. ¿Cons iste la felicidad y l'eposo ele•·no de los sao1o1, en
o la inercin? la inmovilidad
No : en el cielo, la actividad de la cr·iatu ra racion al llPg~
a su
mayo r g rado; sus facullades se eje1·citan allí en toda su
plenit ud,
desem baraz adas de las trabas de las imper feccio nes y
necesidades
matel'iales de la vida prescn te .

L.' acción y el reposo , el deseo y 13 posesi ón, que son
incom patible s
en In vidu tempO I'~Ii, sel'án unn sola y mi~ m u cosa
en la vid3 fulura .
(S. lnEN EO.)
89. ¿ Quiénes van al cielo?
Los c¡ue están eo estado de g1·acia, li mpios de todo pecad
o aun
venia l, y han satisf echo a la justic ia divina por la pena
tempo ral
deb ida al pecado.
!1(). ¿ Qué debemos hacer para ir at cielo?
Debemos : 1• Pensa r en él a me nudo y desea rlo con
todo el
ardo r de nuest •a alma.
¡Oh cuán o.mallles sott l11s mo•·arlas, Snio•· <le los ejé1'cit
os ! Mi a lm a
su.•td•·a y paduc detir¡uios. ansiao .lo estar en los
att·ios del Se~io•··
T··anspó•·tanse <le go:o mi cOI'lt:ó ll ¡¡ ctw•·po, contem
plando al Dios
vivo 3•
1 Cor.. m, 8, - t Juaa, XI\·, 2. - , S3lmo I.xxxm, 1, z.
LIMBO 01~ LOS NIÑOS 435
2• Vivir con la mayor pureza.
Bienttve>tttwa<ks los qttc tienen pm·o su corazón; po>·que ellos verán
a Dios 1 •
3• Rt>primir nuestras pasiones, practicando generosamente las
virtudes cristianas.
Elt·eino de los ci,los •e alcanza a viv" {rter:a, y los que se la hacen
a si mismos so>t los que lo ar>·ebatan •.
4• No poner nuestra dicha en las criaturas, ni usar de ellas
sino según los des>gnios de Dios.
Los que go:an del mundo 'i<an como si tro go:as'm de él; porque la
escena o apariencia de este mundo pasa en un momeuto 3.
5• Sufl'ir· con pacienci~ todas las tribulaciones.
Es p>·eciso pasa>· po•· mttcllas t>·ibrrlaciones pa•·a ent?·m· en el •·ei11o
ele Dios•.
6• Ser fieles en las cosas más pequeñas.
Yc• que has sido fiel "" ln poco, yo te cottfia>·é lo mue/ro: veu a tomcu·
pat·te e>l el gozo de 111 se>1ot· 6.
7• Ser fie les hasta ia muer·te.
Sé fiellrast ct la mrrco·le, !J le cllt>•ti la coo·ona ele la vida eten1a 6 •

5 . Limbo de los n ifios.


91. ¿Qué es el limbo de los nio)os ·?
Es el lugar en donne so n det en idas las almas de los niños
muertos sin haber· sido r·egenerados.
92. ¿ Están excluidos las almas de esos nirlos de la "ida eterna ?
Están excluidas de la vida eterna, que consiste esencialmente
en la visión intuiliva de Dios.
A~í lo han definido var·ios concilios contr·a los pelagianos y
calvinis~s.

En 11erdad, te digo que quien 110 m•cic1-e ele ttuevo, no ptteele rer e
•·eino de Dios'·
93. ¿ Padecen las almas de dichos niños la pena de sentido?
La mayor pat·Lc de los leólugo:; dicen que no; por·que la pena
de sentido se impone a causa de la delectación bu~cada en el
pecado. Per·o en la culpa or·iginal no hay delectación.
9\. ¿ Padecen la pena de dar)o ?
Sí, pues se hallan pr·ivada~ ~e la vista de Dios; per·o esta pri-
1
Mnt.., ''• 8. - z llnt., xr, 1,,- a 1 Cor., ''rr, 31. - ,. H:!tbos, xn·, :?J. - Gll.:l.t., :rx,·,
8
ti. - Apoe., u, 10. - 7 Jn11n, m, a.
DEL INFIERNO

vación no va acompañada de sentimie nto y desespe•·ación como en


los rép robos. Segun San to Tomás, no pueden ~en ti •· pena por no
posee r al bien soberano, porque no lo han conoc1do nunca ni le
han estado unidas po1· la re y la caridad. No solamente no parle~
cen por la privación de la vis1ón i11tuiliva, sino que gozan de una
dicha natu ral.
95. ¿Por qué permite Oios que esas 11 lmas sean conclenadas a no vcl'lc
nunca ?
En su infinita sabidul'ia, Dios ha establecido como ley gene1·al
que los hombres se salven por medio de la Igles ia : mas para que
ningún ni1i0 muera sin bautismo, Dios tendl'ia qu e mu lli plica1·
los milagros, esto es, suspende r aquell a ley general : pe1·o esto
no conviene, por ser cont1·ario al o rden establecido por su divina
Providencia , según el cual el mila::r·o sólo interviene como
m edio excepcional . Hay sin duda otras razones que Dios sabe, y
q ue no alcanza. a comp re nder nuestra ig noranl!ia; pero, como
sabemos que « todos los caminos del Sefio1· son m isericordia,
verdad y justicia' », no hemos de pretender escudririarlas.

6. Del inlle r•n o.

96. ¿ Qué es el infierno?


Es el lugar donde Jos r·éprobos son condenados a padecer eLe•·-
namente con los demonios.
f17 . ¿Con qué otros nombres se designa el infierno?
El infierno de los co ndenados es llamado también, e n la Escri ~
tura Sagr·ada , el pozo de l abismo, el g ran lago de la cólera do
Dios, el es~nque de ruego y azurre, ele.
98. ¿ Cómo se prueba la existencia del infierno ?
Pr·uébase:
1• Po•· la Sagrada EscriLura, que p1·oclama esta verdad en un
sinnúmero de pasajes.
Ate•·•·ados han sú.to en Sióll los pec11doo·es : el tembloo· se ha. apode-
rado de los hipóc•·ila&. ¡, Q«ién de VO$Oit·o• podt·á llabrttn· e•• un (ue~o
devo•·ado•·P ¡, Qtlién de vosoh·os p,dd1 moror ent>·e los a1·din·•s sempi-
teo·nos•?- 'l'emed al que después de quitao· la vicln, puede aoTojcw al
infie•·¡¡o : cr és te es, os •·cpito, a quien llai11Jis de temer'. - Los hi;os riel
t•eino ( los J udoos) se>·án cch culos (uc>·a a las tinieblas: al U se•·á el llanto
y el crují;· de clU!ntes•.
2<> l'tH' la enscrianza de la lglP~ia, que ha clP.finiclo cslc dogma

l 1'obÍII If, 111 . 2. - 2 ["l\hlll, XXXIII. 14. - :1 loiiC.. !(11, ;,, - ,¡ Mnt... \'Uf, 12.
DEL INFIERNO 437
en var·ios concilios, y en pa rt i«ular en el de f<'IOI·encia, que dice:
«Definimos que las alma' de los que mueren en pecado mortal,
o con sólo el pecado or·iginal, descrenden en seguida al inllerno,
para ser al lí castigadas. aunque con penas diferentes . »
3o Po r· la r·azón, que reclama que el mal sea castigado y el bien
recompensado en otra vida. En efecto : la ju,ticia divina exige
que nada quede impune; pero la tr·ausgresión de la ley queda a
menudo sin castigar en esta vida, o no es castigada sino de una
manera incompleta; luego es necesar·io qne después de la vida
presen te, los pecadores que hab iendo ofendido gravemente a
Dios mueren sin querer pedirle perdón, expíen sus iniqu idades
con suplicios.
4• Por la tradición de los pueblos, que siemp r·e y en todas partes
han creído en la existencia de un lugar de tormentos para los
hombres perversos.
99. ¿ Dónde est.á s ituado el in fiemo?
La Iglesia no ha dellnido nada r·especto a este particular; pero
se puede creer que se encuentra situado en las profundidades de.
la tierra, según las pah¡bras de los Libros Sagrados, r·ellri éndose
al castigo de Coré y de sus partidar·ios.
La tie•·•·a se hu11dió debajo de los pies de aquéllos, y (<b>·iendo su boca
se los t>·agó con ~·<.; tiendas y todos sus ltabe1·es; y c~<bierlos de t·ien·a
baja•·on uiuos al infierno 1 •
100. ¿ Cuáles son las pea as esenciales de los r•ép.r obos?
La pena de dario y la de sentido.
101. ¿ En qué consislc la pena de da•lo?
En que los condenados f'Stán privados de la vista de Dios por
toda Ja eternidad. Dicho castigo es la condenación propiamente
dicha y el mayor de los tormentos.
·102. ¿ Por qué la privación de la vis la de Dios es el mayor de los lormcntos?
Porque Dios es el bien soberano, el bien supremo del hombre.
Después de la muerte, el alma del pecador se dirigirá hacia Dios
por nna inclinación violenta e irresistible; pero Yiénclo~e recha-
zada y desterr<Jda para siempre de su presencia, experimentará
un ho r·rible pacleci.m iento; é;;te e$ e! gu~a r!O que nunca muere\
el cual la roerá en una eterna desesperación.
100. ¿Por· qué padecen los condenados esta pena?
Porque como se han apartado obsli nadamente de su fin último,
que es Dios, es n'atural que carezcan de la vista de Dios.
·----- - - - - - - - - - - - - - - - - -
1 Ntlm., X\'1 1 31-33. - t M<trc., JX, 1().
438 OEL INFIERNO

1M. ¿ En qué consiste la pena de sentido?


Consiste prin•·ipalmente en el tormen to del fu ego.
105. ¿ Es ,·e•·dadero ese fuego?
Si: es un fuego ve•·dade ro y real, sostenido y ali mentado por la
omnipt>tencia ele D i o~ . E~e fuego ejerce su acción sobre los demo-
nios y sobre las almas separadas de los c uerpos; después del
juicio universal ato1·menta•·á a las almas y a los cue1·pos".
106. ¿Por qué padecen esta pena los condenados?
Po1·que habiendo buscado su dicha en las ct·iaturas, en ellas
deben encontf'~¡· su castigo.
107. Además de estas penas, ¿ no hay para los condenados otras penas ac-
cidentales?
Si: hay penas que provienen: ·¡o de la hO tTib le compaliia de los
demonios y condenados; 2• de los s up licios correspondientes a
las diferentes especies de pe..:aclos.
Tie•·•·c4, o región, de -mise•·ia y ele tinieblas ... , cloude todo está 3in
o•·den, y en "" caos u hot·rm· sempite>·no '. - Po•· aquellas cosas e11
que uno peca, pcw esas mismas es atormentado •.
108. ¿ Quiénes van al infierno?
Todos los que muere n e n pecado mor·tal, aunque no sean cul-
pables más que de uno solo.
109. ¿ Son iguales las penas del infierno para todos los condenados?
La justicia pide que dicha's pe nas sean propo•·cionadas a !a
naturaleza y n úmero de los pecados de cada uno. Mas para todos,
el infierno es el conjunto de todos los males sin mezcla de bien
alguno, así como el cielo es para los bienaventurados la reunión
de todos tos bienes sin mezcla de mal alguno.
110. ¿ Cuánto tiempo dut·a't-án las penas del infierno?
Las penas de l infiel'llo no tendrán fin ni alivio alguno.
111. ¿ Cómo se prueba la etel''nidad de las penas del infierno'!
1• Po t· la Sagrada Escl'itura.
Y saldt•án a. ve1· los cadávet•es de los que pt·evat·iccwon cont•·a mi;
euyo gusano 110 muet·e nunw, y cuyo fuego j «más se apaga•·á 3 . - Apa•·-
I«OS de mí, malditos, id al fuego ete•·no ... Y estos i>·á•• al ete>·no su.pli-
cio'. -El Señm· .Tesüs vend•·á con llctmas de {u.ego a totna•· t·engama
ele los que no conocie>·on a Dios, y ele los que no obedecen al evangelio
ele n•testro Seii.ot• Jesuct·isto, los cuctles su.f•·il'(m tCI penCI de nua Pierna

• Según decisión de la S. Penitencial'ia , del SO de Abt•il de1890, no puede


d;u·sc l;l absolución al penitente que después Ue haber sido ln stl'tlido, persis-
tiera en sost.cnea· que el fuego del infierno no es real, s ino mctafól'ico.
1 Job, x. 22. - 2 Sab., XJ, 11. - 3 Is.'lf:t.S, LX'''• 2t.- ' lt:u.. , x:n•, 41, '116.
DEL INFIERNO 439
condenación'· - Les está •·esc•·vada tma teneb•·osísima tempestad que
ha de dw·ar 11w·a siemp>·e •. - El humo de sus to1•mentos estm·á subiendo
po•· los siglos de los siglos 3.
2o Por· la enserianza de la Jglesia, que la afirma como dogma de
fe católica, en el Símbolo de San Atauasio :
• Y los que bubier·eo obrado bien irán a la vida eterna; mas los que
hayan obrado mal irán al fuego eterno. »
El quinto concilio ecuménico condenó el error de los or·igenis-
tas , que enseriabán que los tormentos de los conde n ado~ eran
temporales :
• Si alguno d ice · o piensa c¡ue el castigo de los de monios y de los
bomtores irn~íos es temporal y que acabará algirn día , o que habrit un
restablecimiento de los demonios y de los hombres impíos, sea anatema. •
·112. ¿Cómo se confirman las cnscf1anzas de la fe'/
1o Po r· la tr·adicióñ de los puelJios. Esta creencia se encuentra
' expr·esamente mencionada en los 111ósofos y poetas g riegos y
latinos•.
2° Por la r·azón, que no encuentra en el dogma de la eterni-
dad d'e las penas nada que no esté conforme con s us principios.
En efeclo: el pecado tiene mal icia inflnita en su objeto, que es
Dios, po r consiguiente merece pena infin ita; mas como esa
pena no puede ser infinita en intensidad, tiene que serlo en
d uración.
La pena debe durar tanto como el pecado; pero como el
peeadu no puede ser borrado en el infie rno, po rque al condenado
le e>< imposible hacer penitencia por no tener ni la voltllllacl de
convertirse . ni la ~racia ele la conver-.;ión, síguese que la pena
debe dura r eler·namente. ·
Repugna que los buenos y los malos tengan un mismo fin,
porque el vicio y la virtud son de tal manera contrarios, que no
pueden producir· Jos 10ismos efectos. Ahora bien, si las penas de l
infierno no fue ran eternas, Jos malos llegarían a gozar algún día
de la eterna felicidad corrro los buenos, de sue1·te que no habría
en tre ellos diferencia esencial; lo cual no puede admitir la

• « Los viles f;~cincr·oso~, Uice Pl~tón, cuya alma pei'Vcrsa ha merecido ser
incurable, se hallan red ucidos a sCI'\'ir de espa ntajos¡ ~· sus castigos, que lo•
atonHentan. sin. cw·w·los 1 no son útiles mús <¡ue a lo:t testigos de su espantm;a
y dolm·osa eteJ·njtlalt. »-~ Los cr·isLianos, dice Celso, tienen ra1.ón de pensar
que los ma los cxpcrimeot~u-án suplicios ctcr·nos. Además, est.e sentirnicnto les
es comUn con todo el mundo. " - J..os poetas t'CJH·esentan a los répr•obos del
Tár·ta r·o, Prometeo, Teseo, Tántalo, Sisifo, lxión, las Dauaides, como dcsti·
nados a pac.fecer etel'nameutc.
1
It Tes .• '· S, 9,- ~Judas, 13. - 3, AIJOC., xn·, 11.
440 DEL INFIERNO

razón. - No se puede suponer que los malos set·án an iqui lados,


porque Dios no aniquila ning una cosa de las 'que ha creado.
113. ¿ Qué incita a los impios a negar el infierno'!
El amor de l vicio.
« Si quisieran abrazar la 'virtud se p•rsuad11·iau en ~~guida de <¡u e hay
iuliemo, y depondt·ían tod;os sus dudas. » (S. JUAN Cnt~óSl'OM . )

Ob jeciones cont ra el infierno.

·11!>. ¿ No es L•·alar a Dios de juez cruel al suponer que condena a la pobl'e


criatUJ·a por un solo pecado tnol'lal ?
E l númet·o de pecados cometidos por el condenado es aquí cosa
acct"So t·ia. Dios perdona setenta veces siete veces, es decir,
indefiuidamente, a Lodo el que se arrepie nte de s us c rímenes. Si
alguno e;; condenado por un solo pecado H10 t'tal, es que ha
muerto volu .. tariamente en la impenitencia final , con conoci-
mien Lo l' aceptaciún de todas sus consecuencia«. Po1· tanto, él
mismo es quie n se condena. y se convie rte en su propio verdugo,
rié ndose de la j usticia de Dios y desprec iando su misericord ia.
1'15 . ¿Es posible que un D ios infinitamente bueno deje p:;vlcccJ' ctcr·namente
a SU CI'ÍaLUI'a? '
La bondad de Dios es insep&rah le <re su sabiduría y de su jus-
ticia. Porque es bueno con bondad infinitamente sab ia y justa,
ha dejado abrirse el infiet·no para excitar a los hombres al bien y
tragar a los que hasta la última hora han desp t·eciado su amoe".
1·J 6. ¿No dcMa perdo nar Dios después de una expiación suficiente?
El pet·dón no se concede sino al atTepenlimien to. Pero el con-
denado ni puede ni quiere arrepentirse. La mue rte lo ha fijado
etel'llarnente en e l mal. El in fiemo es su centro de atracción; le es
tan imposi!.le e levarse hacia Dios ¡.¡or un buen movimiento, como
a la piedra subi r por los aires por ~í misma.
'117. ¿ Po•· qué no deja Oios al condenado la libe•·tacl delrnél'iLO, ni le of•·ecc
g1•acias de com•et•sión, como las orl'cce a l pecador eu la tierl'a?
Está muy puesto en razón que el tiempo ele prueba se liouile a
la vida J)resente. S i despué~ ele ella, hubiera otro tiempo de
prueba, no hay razón para que a éste no siguiera otro, a éste
utro, y así sucesivamen te. De ilonde resu lta1·ia que e l ma.lo podl'ia
burlarse indefinidamente de la justh:ia de Dios y pisotear su
amor.

• «. Quien me h~ h(.:cho es la justicia eterna y e l pdnu•,· m nm·, ,. dice Dante


hablando del inliern(l.
DEL INFIERNO 441
118. Pues si Dios prevela que algunos seres ae condenarían, ¿ por qué loo
ha creado?
Porque en el plan admirable de la creación, su s ue rte se halla
ligada ul bien universal.
Qu ere1· que Dios no crease a los condenatlos es quere1· que n o
c rease a la humanidad de la cual un número tan considerab le
d ebía gozar de la dicha eterna. En efecto: los homb res descie nden
po1· gene1·ación unos de otros; la condenación de cierto número
de ellos no podía impedi1'Se sino por la no existencia de sus ante-
pasados. Querer que Dios no crease a los condenados, sería que-
re r q ue no manifestase sus atributos de paciencia, miserie9rdia y
j us tic ia, que no manift!slase las maravillas de s u gracia en la
santificación de Jos elegidos , en medio de las luchus que tie nen
que sostener contra los ma los. En una palabra, so1·ía querer que
Dios no obrase fuera de si mismo.
La ete1·na condenación de los malos es sin duda un misterio.
P .. ro la Prov idencia queda suficientemente justificada desde que
sabemos que quiere la salvación de todos los hombres, que a
todos sin excepción da los medios para conseguirla, y que los
q ue se condenan se pierden únicamente por su culpa.
119. ¿Qué debemos hacer para no ir al infierno?
Debemos : ·t• Baja r a él a menudo con el pensamiento durante
la vida, pa1·a no bajar des pués de la muerte;
2• Pedir a Dios que nos preserve de él, dicié ndol e con el Real
Profe ta :
No me trague el abismo clel ma1·, ni el pozo cie>Te •ob1·e mí '" boca 1•

HECH OS HISTÓRICOS
MuBnT~. -Muerte de Jaco h. (Gén., xr..1x.) - ~fuerte de Tobias. (Tob. ,
XIV. ) - Mnl'lirio del santo anciano Ele• zar. (Il Mac., v1, 18-31.) - Mar-
tirio de lo~ siete hermanos Macaheos . (II Mac., v11.) - ~l u crlc de Saül.
(1 Reyes, xxx1.) - Terrible muerte do Autioco. (11 Mac., IX, 17-28.) -
Muerte de Ba ltasar. (Dan., v.)
J UICIO. - El siervo bueno y el malo. (Lucas, XII, 37, 47.) - El siervo
desapi•dado. (Mat., nm, 23-35.) -El rico que no piensa más que en
goz•r. (Lucas, xu, 16-21.)
PURGATORIO. - Sacdflcio de J udas )JacabPO. (ll Mac., XII, ·ia-46.)
CIELO. - Muerte de Lázaro. (Lucas, xv1, 20-22.)
IN FI ERNO. - Mues·t~ del ri co ep ul ón. (Lucas, xv1, 19·31.)

' Salmo LXVJn, 16.

19.
DE LA VIDA ETERN A. - RES U~I I':N
442

RESU )IEN

sevuiró a la presen te
De la vida eterna . - Ln vida eterna es la vida que
lin . El dogma do la ,·ida cte• ·na supone cuatro l'c•·dad cs que
J que no tendrá.
e,)' que son la muerle , el JUicio, el cielo
se llaman las posh·im erias del hombr
o. Dichas vc•·dad cs se comple tn n con el dogma del purgato•·io.
y el infiern
del alma y del cuerpo .
La muerte . - t.a muc•·lc es la scpa•·a ción tempo•·al
la muerte es ine1·ita ble; 2• que es el castigo tfel
La re nos enseria : 1• que
cad:t uno; t~:o que fljn
pecado: So que no ocut'l'il•lt más <JU~ tltlll soJa ' 'CZ
pa Pa
suerle. Dios per·mit e CJ UC ignor·cr nos In hor•a en que
irre\·oeablcmente nuestra
s prepara do~. La muerte del justo
sucedCI'Ú, con el r.n de que siempr e estemo
dclant() de Dios; la del pecnllor · es ho1 ·rvr •osn, pori'JUC lo entrcgit
'es pr·cciosa
ctcr·no. t>uesto que Ja
e o las manos del Dios vh·o, que lo condenar.l al fuego
nu csi 'O
J dCt~ Lino eterno , debemo s pensar• co ella a menud o y
mucr·te decide
eswr siempre p•·cpn•·ad os.
fija a cada uno su
El juicio . - El juicio es la senten cia por la cual Dios
. Es do dos mnnet>r ss: pa•·licu hu· y n1lh•ersa l.
s ueNe eterna
te :,1 In rnue••tc. Se vcl'irlca
El juicio pa rliculur es el que sigue inmedi atamen
del cuerpo.
en el mismo lugar e instante en que el alma se separa
SUJH'em o pronun cia entonc es es tlcfinitiva e irrc\'O-
l.a scntencía qu e el juez
o al inficr•no.
eablc. El alma ,.a in rnedhttamente al cielo. al pur'(f<Horio
el 'tu e se har:i al lin de los tiempo s. Dicho juicio debe
El juicio uni,•e•-sal es
derech os de lu justicia , tocante a
celebra rse pum satis face•· plenam ente los
·islo, u los justos y a los pecado res. Este juicio no será más que
Dios, a Jesucr
nte como se ,·critica rá después de la
la conrirrnación del primero; solame f¡tle,

ión , tecucrá sobl'c el hombr e enter·o , cuerpo y alma; porqu e el


res urrecc
.
cuerpo debe tener parte en la recomp ensa o en el castigo
o es un lugar de torrnen to en donde las
El purgat orio. - El pu rsatori
de eot•·n•· en el ciclo.
almas de los justos acaban de expiu•· s u~ pecados antes
anu de la Iglesia , por
Se prueba su existencia por la Escritu ra, por J., ense11
- La~ penas del purgatorio
la t1·adi ción de los santos Padres y po1· In razón.
decir, la priraci ón de la vista de Dios, y la de sentido , es
son la de dai\o, es
real. 1\o conoce mos la inten-
decir, el padeci miento produc ido por un ruego
ón penas ; sólo sabemo s qu e son muy sra ndes y
sidad ni· la dur<~ci de dichas
ad de las rallas que hny que expiar.
propor cionad •• al número y graved
orio, porque a etlo
Nos debem os esrona r por aliviar a las almas del purgat
o el agrade cimien to , In caridad y nuestro
nos obligan In religió n, la j usLicin
int.ei'és . - Los medios por los cuales podem os aliviar las son: 1• la ora-
propio
la sagrad a comun ión y el
ción, el ayuno y la limosn a; 2- las indulg encias ; 3o
hay que absten erse de las
santo snc••ificio de In misa. - Para no ir a l pUI·galol'io
por la peniten cia , la pena debida a los pecados ya
menor es rollas, y expiar,
pc•·don ados .
s y santos gozan de reli-
El cielo. -· El ciclo es el luga •· en donde los ángele
a y eterna . - Su existen cia •e prueba por la Escritu ra, por la
eidad perrect
lot razón )' por la crccnci il unánim e de los pue-
ensclh• nza ele la Jglcsia , po•·
En el ciclo los elegido s están exento s de todo mal rísico y mo•·ul, x
blos.-
d esencial que les pro-
poseyendo • Dios poseen todo bien. Además de la rclieida
DE LA VIDA ETERNA. - RESUJ!EN 443
poreiona la visión beatífica , tienen alegria• que les provienen de la visto de
la
santa humanida d de Nuestro Señor, de la vista de la Santísima \"irgen,
de
las relaciones que tienen entre si y con Jos ángeles. - Aunque la felicidad
del cielo es la misma para todos en cuanto a su ObJeto, no todos gotnn de
esos
bienes en igual gr·ado. Para ir al cielo hay que pensar· a menudo en
él ~­
desearlo, practicar la ,-irlud , evitar el pecado, l' ser fieles hasta la muerte.
El limbo. - El limbo de los niños, es el luga r• en donde son detenidas las
almas do los nil)os <¡ue han muel'to sin haber· sido r•egcncrados por el
bau-
tismo. Dichas almas están escluidas de la •·ida eterna; pero no padecen la pena
de sentido, y aunque se hallan privadas de la vista de Dios, gozan probable-
mente de una felicidad nart11·ol.
El infierno. - 1::1 infierno es el lugar en donde los r·épl'•bos están conde-
nodos a padecer etername nte; se prueba su existencia por la Escritura ,
por
la ense~nnta de la lgle•ia, por· la ra1.ón ¡• por· la trnd ición de los pueblos
.-
Las penos del in tierno son los de dru)o )' de sentido. La pl'i mera es el mayor
de
todos los tormento s de los condenados. La segunda consiste en la peua
del
ruego. Este ruego es •·erdadero y real, y por un erecto de la omnipote ncia
de
Dios, ejerce su acción aun sobre las substnncias espiritua les. Adcm:is
de estas
penas, hay allí penas nccidcntn les, <1110 pr·ovicncn de la hor·l'iblc sociedad
de
los demonios y de los condenad os. y suplicios cor·rcspondientcs a las diferente
s
especies de pecados. Todas estas penas no son i~uoles para todo•: lo justicia
pide que sea n pr-opor·cionatlas n la noltl l':"~lcz.a)' número de los pecados
ele cado.
uno. - Ln eternidad de ln s pt:'nas dt!l inON·no se p•·ueba poP In Escr+itm·n
, por
la enser)onta de la l¡;lcsia , por In tradición de los pueblos-y por la ratón.
Las objeciones que se suscitnn contro la eternidad de las penas del infierno
no son más que solismas sugeridos por• el amor al ,•icio.
DE LA VIDA ETERNA. - CUADRO SINÓPTICO

CU ADRO SINÓPTICO
Qa4 e1 la -.tda eterna.

La muen.e
1Bnsenan.uu de la !e act.n::a. de la muerte.
Y:ue.rte del Ju.stn.
Muerte del peeador.
1Neeeshlad de pre¡.ara~ 6 la muer-te.
~ffruO lnmedlntAmcnte A la. muerte.

ltl Juicio
Jutelo particular
l Sentencln dcnnltiYA.
El

Al
~ 1 m:'

nn do 108
VIl on
o ni tul\cruo.
~gu l dn

tlompos.
al tmrgaoorlo, al e!elo

Juicio unh·ers~l
1Lalo r ecla
Ju»dcln \ Cou respecto n Dios
mn f Con respecto a Jesucristo.
Con I'Oii(}eCto a Jos hombres.
)
Con.,rmaclón del Juac.lo partlcuhtr.
. Parla M•crttura.
\ Por la e01eti1nu do la TgiHta.
Por l:t trodlelon do kliil Padres.
1 Por Jo rat.Oo.
De daDo.
Penas
l Oc aoutJdo.
El pursotorlo \ DélK!•· de rtltgl6n,
Moth·os -ae alh•lar De juJtiCI:\ o do tlgradcchulento.
las almas que ¡mdec::en 1De cu•·ldttd.
De tnteJ'('I ¡)CMlQDRI.
\ Oroelón, A)'U•lO y llm01na.
Modios de aliviarlas Jndulgcnctnll.
f Comun ión. 1neriOclo do In misa.
Por In €scru.ur:,,

El cielo
\ Exl!tencia probada
l Por In
Por In
Por In
enl!lefl:HIUl do In Iglesia.
rnr.óll.
c:rttncla do loe pueblos.

( Pellcld:ld ~el Excnrlóo do &odo m:~.l, y posesión de todo


bien.
cielo
l
Ver 1 - · a 0t01 1 gozar de Jlt.
Sxclu¡lón de la vb:lóa beatlftea.
El limbo E:xenrlón de la peoa de eenddo.
dtlot nltlol 1Goce probable de una le.Uddad natural.
\ Por la Eecr1rnra.
Por lll e.nedlnou de lA Iglesia.
Exlst.enela probada
Por la rnl.On.
1 Por la tradiC-Ión d& los pueblOi..
In todna.
El lnRel'no. Penas
l De da.no: mayor d&
Do .wmlldo : fuego material.
Eternidad deJas penas ) Por In to.
probada Por In t rndlclóu do los pueblos.
f Por lll rn t.ón.
FatUidad de laa objoclonot tol'muladna en eontl'a del lntlemo.
,
EP ILOGO
BELLEZA DEL DOGMA CATÓ LI CO

Gozo incomparab le es para noso tros, católicos , el tener la per-


fecta cer·teza de que poseemos la verdad plena y en ter·a llCerca de
las cosas que más le importa al hombre saber en e~te mundo.
La CP r· tidumbre de nu estra fe es razonable, pues estriba en
rev .. Iaciones cuya ex istencia se halla atesti¡wada por innume-
rab les prodigios , y, por estar fund«da en la veracidad de Dios,
sobrepuja a cualquier otra certidumbre.
Con el estudio deteroido del Sírnbolo, nuevas luces alumbran
nuestra mente, y nuestr·a alma se ve sob recogida de admiración
siempre cr·eciente, segú n vamos ahondando más ym:is en dicho
estudio; con lo cual 1!!- razón confi rma nuestra fe y aflanza nu es-
tra adhesión a Jos dogmas revelados.
Nuevo motivo de adhe rirnos más y más a la palabra divina
tendremos si com pararnos estos dogmas con las especulaciones
refigiosas y fllosóficas engen d1·adas por la humana inteligencia.
En efecto, i cuántas aberraciones, cuántas incoherencias, ·cuántas
variaciones en esas .doctrinas ! al paso que no se encuentra en
nuestro Símbolo ni contradicción, ni error·, ni mácula alguna;
sino que todo en él es unidad y armonía, que son el sello de la
ver·dad.
Tal conexión existe entre los misterios cristianos, que el negar
uno, es negar todos los demás; lo que se ha visto a las claras en
el protestantismo, el cual con rechazar, en un principio, tan sólo
el dogma de las indu lgencias, ha ven ido a parar lógicamente y
por gr-auos, al r·acionalismo más completo.
Cada misterio implica todos los demás, y todos. se concentran
en uno solo. El de la Encarnación, verbigracia, nos presenta al
Verbo de Dios, Hijo eterno y sabiduría del Padre, segunda per-
sona de la Santísima Trinidad, hecho homb re en el purísimo seno
de una Virgen inmaculada, para restablecer a la especie humana
446 F;I'i ~OGO

en la justicia original de la que habíamos decaído por el pecado


del primer hombre. Este mislel'io s u pone evidentemente el de la
Santísima Trinidad, del pecado original y de la Inmaculada
Concepción.
A su vez, en el misterio de la E ncarnación estriban el de la
Redención que se obró en la cr·uz ; el de la regeneración del
mundo por la grac ia, regeneración de que es prototipo Jesucristo
en cuanto Homb re- Dios, y principio en cuanto es. Redentor del
género humano; el miste r·io de la Igles ia que es su cuerpo mís-
tico, una extensión de la Encarnación, su r·ein o, que É l mismo
vivifica por med io de los Sacramentos, que gobier·na inte rior-
mente por el Espír itu Santo y exterio r·mente po r· los jefes espiri-
tuales vis ibles que J!:t estableció. Por fin, en t:l misterio de la
Encamación estri ba el de la vida futura, el juicio, la resurrección
de la carne, la vida perdu r·able, que hallan su explicación en el
poder de autoridad y e n la g lor ificaciún ~el Hom bre-Dios.
Semejante unidad y armonía se notan entre el dogma por una
parte, y la rrio r·al y cu lto por· otra. De todo lo cual se deduce que
la doctrina cristiana es, eñ su conjunto , un edificio de maravi-
llosa belleza, por· lo que debemos exclamar con el Salmista :
o: ¡ Qué admirab les so n, oh Dios mío, tus tes timonios! por eso los
ha obser·vado e xactame nte mi alma. » (SALMO cxvm, 129.}


,
T All L A ANAL 1T l CA
Los ndmcrot in,tican la página.

Almn de Jesucristo, véase ENCAn·


A NACrOs .
Ananias ~ Misael , Azarios.- J)reser-
Aarón. -llisión de Aarón.118 El ... \'3dos del fuego en el horno. 149.
terdocio f'C .. Cr\'otdo ¡1 su f::unilin. 121. Angeles. - Existeucia de los áo;;e ·
- i\ao·óu, nK"''" dclllcsías, 1G'7. les, 61.. Su n:ttul'atcza, ().;. Estado
Abad. - Quó ~•. 378. primilivo . OO. Pl'uebn, 06. 1\ngcles
Abel. - Saco·lfocoo rl c Abe! , 1 0~. Su blH'n o~ . Gi. J<'r':J J'Cjui:l cclcslia l , GS.
ofo•enda rué aco1Hn a Dios. 105. - .\ ngcl Cuslodio, 70. :;;us sen •icios
Abe!. figura del llosias. ·t61. p:wa con el hombre, i J. i\uest ros
Abrabao.- \'ocad .. n deAbrah:ín, 111. deberos para con él, it. Angeles
Promes:,s de Uios, 111. ~ct'tal de m alos, 72. S u castigo, i2. Su pO·
alia111.a, 111. Fe de •lbrah:ín, •112. ~us deo·, •73. Su acción sobre el hombre,
vil·tudes, 11 2. - Abrah¡\n, Ot;lH'a del i3. Poo· (¡ ué tolera Oios la acción
MePías. '163. diabólica , 74. - Véa•e DE)IONIO,
Actci y potencia. - Definición, 29, TENTACIÓN.
llamada a. Ana. - Aua, madre de Samuel, su
Adán. - Su creación, 78. Prueba, 83. cántico. 135. Aoa reconoce al Me-
Es11do pdmítivo, 85. Tenlncióu y sías, 239.
ca ida, 8'7. Ca•ti 6o, 89. - t>:>pel de Anunciación . - Mensaje del arc:ingel
Ad án en la t•cl i ~i ó n p1•imitiva, IOi. San G:tbl'iel. 216. Tuo·bacii>n de la
- Adán, fig nt•n del )fesías, •JGJ. S u•a Vi•·gen, 21 (i. Su consentim iento,
Advenimiento de Jesucristo. - Pri- 217. "jccución del mi sterio de In
mer ad,•euimienlo~ 2J3. Se~undo acl· Encarn~•cióu, 217.
veoimiento. :131. Gloria de es le ad - Anticristo. - !>u aparición, 333. Su-
''4?nimienlo. 332. ~eriales del :-:egundo pre•na lucha dt•l Anticristo contra
ath•enimicnto. 332. ScJiales remolas, Dios, 333. fin del Anlícristo, 333.
932. Seitalcs próx imas , 331. Apocalipsis. - Libro profól ico, 8.
Agonía de J esús. - (;elhscmaní, 273. Aporinarismo. - En ((li Ó consistía
llamada a. Oo·acióo de Jesús, 2i3. es le cro-or , 207.
Surito de lo~ Apóstoles, '.!73. An~el Apóstata. - Qué se entiende por
en,'i3do para con(ortar a JPsa·,~, 274. apóstata, 353, llamada b.
Albigenses. - Con testación • la nb- Apostolicídad . - :o<ecesidad de este
jeción contra In sa ntidad de la Igle- c::u·áclc•· pa ra la verdnd~ ra Jglesia,
s ia sarocl:ode In guel'ra de los albi- S60. Cond idones para qu e la l ~ lesia
genses, 369. sea apostólica, 364.. La Iglesia ro-
Alma. - Definición. 78. Espiritual i- mana posee la apl)slolidtlad, 364.
dad, 79. Liberhut,SO. lnmoo·ta lidad. Apóstolos. -Elección de los Apósto-
81. Relaciones del alma con el les. 2.\6. Su condición, car.icter, y
cuer·po, 82. Papel que corre•ponrte coalidades, 21'7. De qué manera los
al alma, 82. - Vease ESPIRITUALI- preparó J esucristo , 2~'7. Por qu é
OAD , Lmt:RTAD, INMORTALI DAD. - escogió Jesucristo n .ludas, 2.\7.
448 TABLA .ANALfTICA

Contienda que se levantó durante flce, SSL Su autoridad doctrin al


la Cena , '26!!. Discurso de .lcsíos a 88::1. Su au too•idn~ gubernativa. 385:
los Apóstoles después de la Cena, Autoo·i~ad de los obispos, 388.
271. Los Apóstoles abandonan a
Jesús, 275. Cambio que el E•piritu
Santo produjo en los Apó• toles, 340. B
Obras de los Apóstoles, 341, llamada
a.- Serán lns asesores do Jcsucl'isto Babel (Torre de). - Eu1prcsa inspi-
en el día del juicio. 33~.
•·ada poo· el orgul lo , 110. Conrus ión
Apetito sen sitivo. - Definición y snb- de lenguas, 110.
di\'isioncR, 86, Jlamada a.
Bajada de Jesucristo a los infiernos.
Arbol. - Ao·bol de la ciencia del bien -El alma de Jesucristo en el limbo
y del mal, 83. - Arbol de la vida, de los patria reos, 310. Motivos de su
figura del Mesia•, 170.
presencia en dicho limbo, 310. Gozo
Arca. - Construcción del orca de
Noé, 107. A•·ca de la Alia nza, 120. de las almas de los Justos . 3'11. El
Su hi stol'irt, 120. llamada a. Poo• qúé
nhna de Jesús man iresló también su
lleva este nombre. ·121. poder en el purgalorio l' en el in -
fieo·uo, 3 11.
Arco iris. - Señal de la :.lianu de Bautismo. - Carácter que imprime,
Dios con los hombres, 109.
·l. Bienes que comunica. 2. Bau·
Ar-rio. - En qué consistía su error,
tisnoo de !';an Juan, 2<13. Por qué
5<\. 206. q• •iso r·ecibir·lo Jesuc•·isto, '244.
Arzobispo . - Qué es un arzobispo, Belén - Viaje de Mao•ia SaoiÍ>ima :1
377. S us pl'incipales de•·echos . 377. 13dén, 218. 13e l ~n. casa de pan. 233,
Ascensión . - Circunslandas tlue la llamada a. Por qué nació Jesucristo
acompao\aron, 3'27. E•llrada deJe- en Belén, 233. Los p.• stores d• Uelén,
sús ~n el cielo, 328. La A~censióo P• ilueros ador:.dores tle Jesús, 234.
ha glorificado a Jesucristo, 3'28. Betania. -Comida en casa de Simón
Tiene lrunbién por motl\•o OIIC$lro el Leproso, 265, llamadn a. Estancia
provecho, 328. J'eslls sc ut:,do a la de J esús en Betania,267.
derecha d• Dios Padre, 829.
Ateísmo. - En qué consisle, 37.
Enormidad de este error, 37. Tiene
por causa la per•·ersión de la menle e
y del cor•:ón, 38.
Atributos divinos. - Definición, 27, Cabildo. - Quí en~s los componen,
División, 28. Al !'i bu los ~bsolntos, 28. 878. Sus proncipales derechos, 878.
Infinidad , 28. Unidad, 28. Simplici- Cailás. - Aconseja se dé muerle a
dad , 28. lnd••p•ndencia , 29. lnmu- Je•ús, 265. Jesús en casa de Ca ir:ls,
labilid •d, 29. Eternidad, 29. Inmen- ~76. Culpabilidad de Caifás, · 28i.
sidad, 29. Inteligencia, 29. Volunoad, Castigo de Ca irás, 296.
30. - Atribulos relati\·os 30. :5an1i·
1
Caln. - Sacrificios de Ca in, 1o.\. Dios
dad, 30. .Ju-ticía, 30. Veracidad. 30. desecha su orrenda, 105. Crimen de
~J iserico1·dín 1 80. 01nni prescncia, 31, Caín, 105. Conducta de sus descen-
llamada a. Sa biduría, SL Uondad, dieollcs, 106.
31. Oumipotencia , 31 . Calvario. -Está situado fuera de los
Aureola. - Qué es la aureola, '18. muros de Jerusalén. 285. Jesús s ube
Las tres el••~• de aureola, 418. al Cah·:orio, 285. Encuenlros de Je-
Autenticidad de Jos Libros Sagra- sús en la vía dolorosa , 286.
dos. -Demostrada pnr la razón, 9. Cam . - Culpable conducta de Cam,
Autoridad . -Autoridad de los Libo·os ·109. Maldición de Noé, 109. Poste-
Sagrados, 8. Qué es p¡•cciso para rid ad de Ca m reducida a esclavi tud,
que un libro óe pueda t~n-. poo· li- . 110.
bro sagrado), 8. Verdad histórico de Canaén. - Maldecido por Noé, 109.
los l.ibros Sagrados, demostrada por Tierro de Canaán prometida a la pos-
la razón, 9. Autoridad de la Tr•di- teritlad de Abrah:ín, 1'11. Suerte de
cióo, 11. Autoridad de la Iglesia. los pueblos cananeos, 13& Conqui•ta
80. Autoo·idad del romano Ponli- de la licro·a prometida, 1~.
TABLA ANALITICA 449

Canónigo. - Qué es un canónigo, Ciro. - Puso término a la cautividad


378. de Babilonia. 15.
Canon de los Libros Sagrados. - Cisma. - En quó con•i•le, 353. 367.
Qur es, 8, llamada c. Pl'incípalcs crsrn:18, 3."'l3. El cisu1a
Caracteres de la Iglesia. - Cu:\leo griego no posee ni In unidad ~6?; ui
son, SGO. Su necesid.od , ROO. J·:•to• la san/ ídatL 3ü7; ui la cawllculall
c:u·t,CLCI'CS en Jí'sucl'isto 1 aoo. No se 3ti7; ni la apostoticíclatl, 300.
concibe la lgle~ia sin estos ca•·.-ctc ~ Comunicación do idiomas. - Defini-
re8, 360. ción, 20'2. En qué es t:\ fundada la
Cardenales. - Sus atribuciones, 375. comunicación de idiomas, 20-2. Re·
Su nlunero, 3i5, Jlamad:.t c. lmpor· gtas que se han do se¡uir, '20-1.
tanci• de su cargo, 375. Comunión de los sanlos. - Unión
Catecismo. - Definición, H. ~~~ im- de los miembr-os de la Iglesia, 4().\..
portancia, 15. Bienes espil'ituales, 403. Cómo en-
Catolicidad. - 1\eccsidad de c~tc ca· tr·n.n los mér·itos cu el tesoro CO·
r.'tclc•· pura la ver•daclcra lglr8i:•, :iOO. mún, 405. Comunicación dP los fi~ ..
Condicione• para que la l~l csia ,ra les con los !m o tus del cu•lo, 406. Con
cnlólica , Sti3. La Iglesia •·onuHw l:os almas del pu •·galo•io, ~{)6 Oc
posee la catoli cidad, 364. los fieles cnt•·o si, ~Oli. ~¡. d•da de
Cautividad de Babilonia. - P•·incipio dicha comunicación, 406. Quiénes
de la cauth•idnd, ·145. )lioi steri~ pro· no tienen en ella lHII'le niut;un:l, 40i.
fútllO de Ezequiel y Daniel en me- Concepción (lnu•acol.tda). - len qué
tlio de las tribus e:-.uth·~,s. liS. Tutfta
consiste C!'le priniP~ro, ~2'-2. Do;:ru1a
de U.•bilonia por Ciro. l;jO. Hcgr<RO definido por Pio IX. contenido en
de lo c•utiwidad, 1;;o. la f'o•g•~.Jd.a 1-:scrilura y Tradición.
Causas. - Diferentes causas : <>fl- 22·t Conw~nicncia
de esta prerroga-
c•entc, rnalea·lal, formol)' final, '.22, th·~, 22.3. J~recLos en M:u·iaSm•, 224.
llamada b. ConcPpción de:: <.:r·islo Nucs~r·o. ~e-
Cena. - P•·cpa•·ación do la Cena, 200. 1)01' po•· Olle•·ución del Espll'l tn
Cvnti··•Hin de los Apósloles du•·autc ~anto, 2 12.
In Con<~, 269. Lección que les d:o Concilio. - Definición. 389. Diferentes
.Jcs•"•s, 269. Institución de la F.uca- clases, 390. Pr·incipalc.s condiciones
risti:•, 270. La Cena tucaristica es rcqueridns para t¡uc tte<~ cc:umfnico,
\'\!r<hu.lcr-o sacrHicio. 271. Oi:o~curso 890. Concilios genera le~ que se han
de Jc•<•• después de la Cena. 271. celebrado. 3'.)(). Concilio pa•·ticular,
Cenáculo.- Qué era el Cenáculo, 268, nacional . 3\~2.
llamada b. Ultima Cena, 200. Apa- Concupiscencia. - En qué consist<;,
riciótl de Jeslas •·esuciaado ~n el Ce- SG. llatnada b. l'n ~1 c•lado P•'l flll·
náculo, 316. Vcn •da del Espíritu ti,·o Adán uo estaba f'ujc•o a la cou-
Sa nto. 3t0. cupist·cncit'. 86. E~tu\'o suj eto a
Cesarismo. - Qué es esta docll'ina, ella después de su caída, 89; y asi-
39~. Su fó•·mu la, 39:.. luju8ticia dtl mi:-mo sus d~~ct•n •licntcs. 90. La
pode•· 11úhlico que p•·actica el CC"<•- concupiscencia incotnpatible con l:t
•·isuw, 300. · ,·olnntad hum.n1a de Jesuc•·•slo, 196.
Cielo. - Qué es el cielo. 1\31. l'•·uo- liaría ~·· fuéo prt• ...e•·\·:ul~ d~ la coo -
b.•s de su existencia. 4:!1. Lo• bien· cupiscE:llcia d~c.le su primer ins-
3\'enturados poseen a Oios, 43Z. Lo tanLe, 'H4.
von.432. Gozan de Dio<, 433. En qué Congregaciones. - Prim·ipales con-
cunsistesu felicidad, o\33. En el cielo g•·egacione~ romanH~,:Ji:),IJamada/.
nos r•·conocerc.>mos, 4a4.. Cóu10 nos Corazón de J esucristo. - Su pcrlec-
diS¡)•HHh··~mos para ir :al ciclo, 11-:J'\.. cióu. 197.
Circuncisión. - Seil<~l Uc la aliauz:t ~te Cordero. - El cor·dcr·o pascu;1l lif:n•·a
IJ ios con Ab•·ahán, '111. E•·a 1,, prin- del ~lcsias, 'líO. Como flcbia co-
cipal p•·escdpción rel i¡;iosa do la ley m..:rse el cot·Uc••o pascual, 268, lla-
anti~ua, ·12ü. Qué significaba l• cí~­ mada c.
cuncisión, 235. Por quC se sornetló Coronación de espinas. - C•·ueldad
elllijo de Dios a esta observancí•,235. de este suplicio, 28:!.
450 TABLA ANALITICA

Creación. - Nociones gener•ales , 57. fundudot• del reino de Israel, HO.


Narración, 58. Orden d e la crea- Su gloria como conqu istador, '140.
ción, 59. Advertencias acerca del Piedad de David, HO. Penitencia de
relato mosaico, 60. Fin de la crea- Davi.l, 141. - Da••id, figura del
ción, 61. Plan de la creación, 61. Mesías, 169.
Deber del hombre relarivameote a Deismo.- En qué consiste este error,
la creación, 62. E t·rores sobre la SI.
c reación , 62. Demonios. - Sus nombr·es, 72. Su
Cristiano. - Definición, 1. Dignidad, núrnca·u 1 72. Su j•·re, ,2, ~u castigo,
1. Títulos, ~. Deberes, '2. Serial, 3. 72. (;onducta de los demonios para
Cristo. - Significación de la p:tlabt•a con Dios. 72; para con los áogelea
Cristo, 98, 190. Cómo conviene al buenos, 72; entre si, 73. Su poder
Hijo de Dios. ·190. sobre la naturaleza, 73. Su acción
Cruz. - La setlal de la CL'U7. recuerda sobr·e los hombre•, 78. Por qué lo·
al crisLíano su dignidad , 3; sus tí- ler·a Dios esos munCJM del demo-
tulos gloriosos, 3; sus deberes, 3. nio, 7~. - Véase T ENTACIÓS.
t:s u o si m bolo, 3. Su virtud, 4. Dereclro. - Det•echo político en la
Jesús condenado a morir en 13 cruz, ley mosaica, ·128. Oo•recho ci,•il,128.
2M. La crut a cuestas, 286. Jesús Derecho militar, 130. Oerecho pe-
muere en la cruz, '291. Reliquias nal, 131.
de la verdarlera cr~z, 29.~. Derechos. - De la lglesío, 39.\. Del
Cualidades do los cuerpos resucita- papa, 395. De lo• cu rdenalcs. 375.
dos. - Los cuerpos gloriosos len· Do los obispos, 388. Do los cabildos.
drán : impasi bilidad, ~17; claridad, 371!.
'4c17; agilidad, 418; sutileza, 418. Los Determinismo. - En qué consiste
cuerpos de los réprobos pri••ados de Cste error, 80.
las cualidades d• los cuerpos glorio· Deuteronomio . - Libro de Moisés, 7,
sos. 4•18. llamada c.
Cuerpo. -- Estt·uctura admh·able del Diluvio. - Cor rupción de los hombres
cuerpo hu umno, 78. Quú lo dis- antes del diluvio, 100. Dios rntHlda
tingue del cuet·po de los animales, n Noé construir· el .trca,107. El di-
78. Relaciones del :~lrna con el lu•·io. 108. Sacrificio de 1\oé al salir
cuerpo , 8'2. Papel del cuerpo en el del orca, 109. Arco iris setlal de
compuesto humooo, 82. El cuerpo olionta, 109.
de Jesuca·islo era verdndcro y real, Dios. - Su existencia, ~l. P•·uebas que
199. Cómo fué ro,.mado, ~OO. Su per- sumi ni sll·a la •·ozón, 22. P•·ueba fi-
fección, ~OO. Esu•ba suj eto a los pa· s ica, 22. Prueba" mela físicas, 'l8.
decimi ('ntos, 200. Pruebas u1o•·alcs. 2.4. No111bres divi-
Cura párroco. - Qué es, 378. Los nos. 20. Naturaleza de Dios, 27. Atri·
curas párrocos son los coopet·adores butos dh·i oos, '27; absolutos, 28¡ rc-
de los obispos, 378. Curas intrusos, lat ivos , 30. Su Providencia, 33.
379. E•·roressobre Dios: :ttcísmo,37 j pan-
teismo, as; pol iteh.rno,38 j dualismo,
39 j OtllUI'~tli S{UO, $9; deísmo 1 a9 j
]) r3cionalis•no. 39; positivismo, 40;
pesitnismo, 40.- Véare PRoVIDEN-
Daniel.- Daniel en la cautividad,l48 . CIA.
Pone de manifiesto su sabiduría, Divinidad de Jesucristo. - Demos·
1<\S. Explicación de los suetlos de trada por la santiclnd de su vida,
NabncodorroSOt', '1 ~8. Milagt•os que 193, ~51; por"" docii'Íno, 193; por
Dios operó en tiempo de Ounicl, H9. su~ m ilagr·os, 1\l4, 2:i:l, 3·l0; pot• su s
- rrorccla de 'Oanicl, 177. P•~urccías 1 19i., 2rJá; po•· su lglcsi:1 ,
Darvinismo. - En qué consiste este 19~: por el culto que ••·le lrilmla. 19l.
error, sa.
ll•m•d• a. Doctores. - CuáleS son los doctores
de la Iglesia, 10.
David. - Familia de Da•·id ,140. Da-
vid sucesor· de Saúl, '140. Oc qué Doctrina. - Delinición de la doctrina
manera lli'Cpnra Dios a David para cristian:t, 4. SUs CtiOutes : S~:~grado.
la realeza, 160. David vcr·dadero Escl'i tura, 5. 1'1•adición, 9. Excelen-
TABLA ANALÍTICA 451
cia de la doctrina cristiana. H. Obli- postática, 203. Maravillas de la En-
gación de e~tudiar la 'do.;tri na cris - ca o•nación , 203. Conveniencias do la
tiana, 12. Oi:-oposiciones necesari;;t s Enc::u·nación. 205. Err•ores sobre la
p:-u·.- ese estutlio, 13. División de la Encou·nacióo : Arrio, Apolinar, Ser-
doctt·ina cr·istiana, 15. Ooctl•loa de gio , Gnósticos , Nestorlt,, Eutiqu{>S,
Jesucristo, 248. Principales discur.. 206. Advertencias acerca de estos
s os e\•angél icos, 248. Parábolas, 24-9. Ct'I'OI'eS , 2()8,
Cao·acteo·es de la doctri na de Jesu- Enoc. - Arrebatado m ilailrosamente
cdsto , 249. Pel"fección de esta doc- del · mu ndo, 107. Volverá para com ..
trina, 250. Sirve de prueba de la di- batir al Antic risto.107 , 333.
vinidad de Jesuco•isto, ·193. Epistolas de los Apóstoles. - Hay
Dones. - Dones sobrenatura les d~ veintiuna. 8.
nut)str·os pr·i mer·os padr·es, 85. Do· Errores. - Eo·roo·es acerca de la Reve-
nes preh·rnatu r·ales, 85. Ciencia de lació n : racional ismo, deísmo, natu-
Adán y Eva, 86. Dom inio d e la vo- ralismo, protesta ntismo, 5. -Erro-
luulad sobre el apetito sP.OSitivo, 86. res acerca de Dios: ateísmo. 37 ; pan-
I ncorl'loptibi:idad, 87 . l nmortal ida•l teísmo, 38; poli teísmo, SS ; d ui.l li s-
del cuerpo, 87. Oones que adol'n:m mo, 38; Jtatu•·•disrno , 39; deisrno, 39 ;
el alma de Je•ucristo. 198. nones racio nalismo, 39; positi\•ismo,40; pe-
del Espíritu ~anto , 343. Dones gra- s iwismo, 40. - E1•rores acerca de la
tu i los, ·I!J8. 34.1. Sa nlisima T I•inid.td : d e Sabelio,54 ;
Dualismo o maniqueísmo. - Defini- de Arrío, M: de Macedonio, M; de
ción, 39, llama•la a. Con!=:ecuencia F'ocio, 5>1.. - Errores <•ce•·ca de la
de este eo.,.oo·, 39. Rerutación , 39. c1~eac i ó n cond Pnados po1· e l conci1io
del Vaticano. 62. - Errores aceo'ca
de la Enca rnación : de los arl'ia-
E nos , 206; de los apolinaristas, 207 ;
de los monole lilas , 207 ; de los guós..
Eclesiastés. - 7, llamada (. ticos, '107; de los nestorianos, 207;
Eclesiást ico. - 7. llamada q. de los e utiquia nos, '207. Adverten cia
Egipto . - Sco·vidu mbre de Egipto, aceo·ca de estos errores, 208. Er roo·es
113. Salid a de Egipto , 117. Huida aceo·ea de la Iglesia : protestantis ·
de .lesús a E&ipto, 239. Rego•eso, 'MO. mo, 356, 357, 359; cesarismo, 395.
Eleazar. - ):J uer·e vlctima de su f1de- Es dras. - Di•·ige la segun da sa li da de
1idad a la ley, 153. los j udíos pa o·a J eo·usalén, 151. Tra-
Elías. - Po•ofeta de Israel , 143. Es baja poo· la prosperidad del pueblo
arrebatado a l cielo . ·143 . Volveo•á a l judío, 151.
fin de losticmpos. 'l43,333. Converti rá Especie humana. - Unidad de la es-
a los JUdíos a la ver·dadera fe, 333. pecie humana po·oclamada por la re y
Emaús. - Apar ición de Jesús a dos con fir·mada por la ciencia, 84:-.
discípulos, 316. Espiritualidad del alma. - Qué
Encarnación . - Definición de este se entieude por espio·itu•lidad del
mislerio, 189. Su revelación, 189. alma, i9. Pr'uebas, 79. Error del
Nombo·es del Hijo de Dios hecho mater ial ismo, 79.
hombt•e,·189. Enscilanzas de la Iglesia Espíritu Santo. - Procesión del Es-
acerca de la Encarnación, 192. Dua- píritu San to 49. Nombr-es propios
1

li~l ad de natur·alezns en Jesuc1 ·isto, del Espíritu Santo, 51. Nombres


·192. Natuo·ale1.a divina, 192. Na tu- apropiados, 51. El Espíritu Santo en
rale7.a humana, '1 94. Alma de J esu- el ~ol ma del j usto, 53 , 342. Eo·o·oo· de
cristo. 194 Entendimiento. ·195. Vo- )laccdonio, 54; de Focio, 5-~ . Di·
lu ntad , Hl5. Cor·azún , ·19i. Gracia, vini d" d del E~pio·itu Santo, 338. Mi-
dones y ,,il·tudcs de .J esuc¡·isto, 198. s ión visible del Espíritu Santo, 340.
Cueo·po de.Jesucrislo, 199. Unión hi- Pentecostés, 340. ~1 isión invisible
postática , 200. Ca rácter· de la un ión de d el Espíritu Santo relativamente a
las dos naturalezas, '200. Consecuen- 'la lgle•ia,. R41. El Espíl'itu Santo en
cias de la unión hiposL;íLica, '101. Co· el alma de los lieles, 3.12. E l cueo·po
muuicación de idiomas, 202. l rn:l- de los justos es en cierto modo el
gen en el hombre, de la unión hi- templo del Espíritu Santo, 343. Lós
452 TABLA ANALITIC.'

siete dones del Espíritu S.1nto, 313. dre, 129. Reparto de los bienes, 129.
los doce frulOS del E-•pirílu Santo, Pre-:cripcioues relativas al m::atri·
3H. Gracias gratisdatas. 3H. Nue•- monio, 129.
l 1'08 dcbere.i pa•·a cvn el EspÍI·itu Fariseos. - Quiúnes eran, 259, lla-
Sa nto, ilM. rn:Hta a. Cómo los tt·ató .lcsucl'isto,
Estado. - La Iglesia difiero do la so- 2.59. Cond uela dO los f;trÍSPOS pao•a
ciec.lad ci\ il pna· !IU ori~cn. 3!>3; po•·
1 cool J esucd•Lo. 2.~9 Actitud de los
su auooridad .:l9J; por su objeto. 393; rariscos en la rntmda h•iunft.to le de
por su Jin , 39.:3. La lg1;•sia es iude- J esuco·isto en Jeo·usalén , 266.
pendienlc del Estado, 393. Esta in- Fatalism o. - En qné consi.s te esto
delwndencia no es corllrarltl a los error, SO.
irolereses del Estado. 39\. Derechos Fieles. - Quiénes se llaman focles
que emanan de la independenci3. •le en la Iglesia. SSO. !So tienen parte
In l~lesia, 39.\. Unión de la Iglesia alguna en In autoridad eclesiás-
co n el Estado, 396. tica. 380. Su deber en materia de
Es ter. - Ester .,lva al pueblo judío re, 3;;9, 380.
en Persia. '15 1. Este•·, figua•n de la Fiestas. - Po·incipoles fiestas en la
S•• Vio·gen, '213. le)' antigun , 12:). fiesta de Pascua ,
Eternidad. - Oc Dios, '20. Oo las pe- 125; de Pcntccoslé~, 12~,; de los Ta·
nas del infic•·no, 438. Pr·ucbnA : por be1 nácu los, 12G; de la Expiación,
la Sagrada Escriluo'A, ~;¡g: poo· la 1'26.
enscr'1a nz.a de la l~lesia, 439; por· la Figuras mesiánicas. - Qué se en-
lradicióro de los pueblos, 439, porla tiende por nHuras mesiánicas, 160.
razón, 439. Contestación a las obje- Figuras person.. Jes.161. fo"i¡;uras rea-
ciones. 440. les, 170. Personas y cosas que han
Eucaristia. - Su ioslilu ción, 270. La ligurado a la Virgen Santísima, 213,
cena eucarística rué uo vcrdadel"o 214.
soca•i licio, 271. Flagelación de N. - S. Jesucristo. -
Eotiques. - En qué cons iste su Cómo le ru ó inlligido este suplicio,
eo·o·or, 207. 283.
Eva. - l:reación de Eva, 8~. l'oo· •1ué Forma s ubstancia l. - El alma es
hi>.o Dios el cueo·po do Eva de la ro1•ma subattnncial , del cuerpo , 82,
substancia de Adán, 8\.. E\'8 cotne llamada a.
el ro·ulO prohibido e induce a Adán Francmasonería. - Por qué la con-
a comerlo tambi~n. 88. dena la Iglesia, 3i2.
Evangelio. - Predicación del evan- Frutos dol Espíritu Santo. - Hay'
gelio por Jesucristo, 218 ; por los doce principal-a, 3U.
Apóstoles, 3\1. Los cuatro evange- Fuego. - R<•alidad y acción del ruego
lios, 8. del purgatorio. 4~9. Del infierno. 438,
Examen (libre).- Rebelión do la ,.,._ llamrula a. (nt~ ns idud y du1'3.Ción,
zó n contl·a l)ios, 5. - Sus conse- 430, 4<1$.
cuencias. 365, llam ada b.
Excomunión. - Qué es, ~53, SSG.
txodo. - Libro de Moisés, 6, ll a- G
onnda d.
Expiación. - Fiesta de la expiación Gabriel ( ao•cángel ). - Anuncia :o
de los pecados. 1~6. Expiación aan- Daniel la época de la venida del
gdenta del Cah·ario, U7, 291, 30-2, )fl'si~s, 70, 177 ; a Zaca1'Í.:lS el na.-
201. eimieuto de S;.•n Juan llautista, 70.
Su emhajada a María. 216.
GaUiea (P·•i• de). - Vida oculta de
Jcso'os en Nnza o·et de Ga lilea. 240. En
F Galilea es.·o~c n s us Apóstoles, '2116.
P red icación, 180, :MS Milagros (en
Familia. - Derechos del l>t•d o•e •obo-e Ca ná: CnJn l'llll(ln, Naín 1 e tc .), '25.~.
.SUb llijos en la ley ••,OtHtica, 12$. Uc- Apariciones de Jesús resucitado,
beres de los pado·cs para con sus hi- 317. 325.
jos, 128. Límites del poder del pa- Galileo. - Su condenación no prueba
TABLA ANALITICA 453

que la l glosia sea 'hoslil a la cien- mosaica,150. i';u tuo•bación a la lleg~da


cia, SiO. l'ué tra1.1do con todo mi- d11 Jos o'C)'CS Mago•. 237. Su conduela
ramiento. 371. p:.ra con e11vs. 231. )l3nda m3l~•r a
Gedeón. - libertador de l•rael, 13-\. los s;.rolos lnoccnle;. ~1. llii·•• de
- Figuo•a ,Jel ~lesías. lf>S. llco·odes, 2:!0. JJ.unada a. - llerodes
Genealogía . - P1·ofecins ~ ·oncernie n . Antrp;1s Sf' htu·J .• de .Je~ir ~ )' vuelve
tes ~ los c:wocrcres ~cne.dó~ico~ del a r uand:t~ ·lo a Pilatos, 281 .
Alesías. 175. El Salva,Jor descieudc Hom bre. - Co·ención del hoonlll'e. 77.
de David, 214. 23t. Cuerpo hum:. no, i8 . .\lm ... i8. Re-
Génesis. -- l..ibro de ~lois«ls, 6, lla- lnciooe.; del alma con l'l cuerpo, 8-2.
mada c. El houab1•c conlpcndio del unh·erso,
Getsemani. - Jardín donde Jesús pa- 82. P r'ucbn del p.-imcr hoon lwc,-83.
deció su ngoni:.a. 273, llamnda a. C•·e:tción tic Eva . S-1. Institución del
Gloria. - Tiene Dios dos clases de m:-•t•·i •nonio, St. E.... tado primith·o
gloria: inlrinse<-a, Gt; extrínseca, de nu~tslro~ prilneros pad1-es, 85.
GL Dios saca su gloria t's.lrinseca de ~mes sobf't.lnaturales. S.l; l•rcterna·
sus criALu••as, 61. Gioria dtJ Jos es- tnrale.s,s;). Tentación. 87. Cailla, 87.
cogidos . MU, 4(J$. Gr·avcdad del pecad() do nut•stros
Gnósticos. - En qué consistía su he- p•·irrw•·os pad•·es,8S. C~tsli¡.fo. SQ. Po•·
,..,¡ía, 207. qué perdonó IJ•os al holnbl'(', y oo
Gobierno do la Iglesia.- Forma mo- al ao¡;el rebelde, 93. - ll•se•·icor·
nár<¡uica, 39-l El P.Jp:t •• la ca beta vi- dia tic Oio~ par~• con el hombre cul·
•ible de la lj¡lt•sia, 374. Los obispos pable, OO. -- l'éase AUlA, !'~CADO.
Lienen n !\U ca¡•go el gobhl1'no c~pi­
rilual de sus diócesis, dc¡>eod iente-
meote del Papa, SiG. I
Gólgota. - Nombre hebraico del Cal-
\'ario, 28:), llamada a.
Gracia. - Gracia de unión en Jesu- Idolatría. - l.os desccndicnl esde Koé
cristo, 198. Gracia habi tu al , 198. se cn h·egn n u la idolatl'ia, 110. Cuál
Go·~cia actual. 19S. - l.:o ¡¡o·acia en fué la causa de cll:o. 110. ldol~t.-ia
~lar·ia Santrsima., 224-. Gr'tlci:1 santifi- entre los Iso-a~ lilas, 119. Cnsligo, '1 19.
canle en el alma del fi~l, 3\2. Iglesia. - Oelinición, $4.7. Oh·isión,
Guerras de religión. - Contestación 318. lnstilucióo. iU9. Nccesiolod de
a b obj(\ción contra la sa utid:.ad de pc1·tenece•· a la rt;lesia,l)t, Alu1a tic
h\ Iglesia sa..;ada de las guc1'1'as do la Igl esia, :J.il. Cueo·po de la Igle-
. r~ligióo, 370. sia, 3:> 1. Quiénc~ no pt'J'lt•nccen a In
Iglesia. 3:\2. !\cntido de c•la máxi-
ma : Fuer.t de la l;;lcsia no hay sal-
H •·ación, 3:í\ . l'ropiedadcs •le la Igle-
sia, 3.35; visibilodad, :nu: perpctHi-
Hébreos. - l'ucblo esco~ido, 11·1. ~li­ da•l , 356; in<leiCctibilid;ul, 357; in·
J:.gros que hizo Dios pa1·¡, saC<~I'los r•• libilida,l, 3.37. C:t l'.tCh.'I'OI de la
de la ser\'idumbre de E~ipto. 1 18; Iglesia, 3:>9 ~ uoidad, 360; a;uJl.idad,
p:.raconserv arlos ~n el dt>~iet•to, 118; 00::!; coalolidd:1d, 3ti3; a~lolicitf~tl.
Ca•liGOS contru los Hebreos pr.-·ari· 36\. Di•·inidad de la l¡;lc•i.r pro-
cadorcs, 1 I!J. Mila gr·os p:u·a inlr'O- bada pOI' CblO~ C<ll":tClt!l't'8, SU p1'0-
ducio• a los lh·br•eos en la ticro·a de J):tJ.pCÍÓI11 su i nmut3blc cstnhilirlad,
Caoa:ín, 133. Cobi,..r·no de los Juc· ;3Gl. . .\u~c11ri.t de los c:u·:•ctcrcs dis-
ces, 13\. Los llebreos sobernados tntth·os l'n el J)I'OlC:StantL.. mo, aG5;
por reyes, 136. cu la ig lt!sia ¡::rieg:..367. Coulc.bl..1.•·ión
Herejes. - Definición, :J,;2. Por qué a al~un;ts objt•cioncs contr2 13 lgle·
permite Dios las hco·cj ías, 352. - si;\ .~omnn:,, 368. Constilución d~ la
Véase Ennou&S. Iglesia, 37~ El cueo·po social en la
Herodes. - E!" norol,r\rilo 'e~ •le los J¡;lcsia : los pastm·es, :ii4 . los fid~s.
Judíos, 1~-.G. Crueldades con que :JSO. Tl'iplo autorid•d en 1~ Iglesia :
quoere afo.rnzar su poder, 156. Su doctrio~l. s.1cerdotal, gubernath·a ,

actitud rehath·ameote a la religión 380. Autoridad del pon1ílicc romano,


TABLA ANALÍTICA

381 ¡ de los obispos, 338. Conci lios, ángel que en el hombre, 65. Enten-
389. Forma de gobierno en la Igle- dimiento del hombre , 79. Ciencia
sia, 392. Independencia ~ de•·echos de Ad<í n y E""• 86. Perfección del
de la lgl ~sia, 393. Un ión de la Igle- entendi miento humano de Jesucr·is-
sia y del Esta el o , 396. to, 19:>. Ciencia beatífica, in rusa, ad-
Iglesia griega. - No posee ni la uni- qui,.ida, 195.
dad, 367; ni la santid~d, 007; ni la Intolerancia. - Contrstaci6n a la ob-
catolicidad, 3157; ni la apostolicidad, jeción sacada de la supuesta intole-
3M. Llamadas a, b, e, 367. rancia de la Iglesia, 368.
Ignorancia re!•giosa. --fuente de los Isaac. - Especial protección de Dios
m<•)'Or·es males, 'l2. a Isaac, ·112. Isaac, figuM del Me-
Imp ecabilidad. - Voluntad humana s ías. ·164-.
de Jesús, impecable a causa de su Israel (Reino de). - Cisma de las
un ión person al con el Verbo, 196. diez: ll'ibu s, 14·2. Jeroboán, pz·ímer
Ma1·ía impecable por un prh•i legio rey de Israel, 14-'.!. Conducta de los
especial, 225. re)'cs de 1s1·ael y su castigo, 1-lil.
Indefect ibilidad. - En qu é consi.te, Profelas de !s1·ael, 143.
357. La Iglesia es indqfectible, 357.
Quiénes la han negado, 357.
Infalibilidad. - En qué consiste la in-
falibil idad,357. Cómo se prueba,357. J
Su objeto, 35!!. Cómo la ejeroe la
Iglesia, g:,9. En quién resi·le . 359. J acob. - Sus doce hijos, 113. Profe-
Quiénes la han negado, 359. En cía reh1tiva al Mesías, 114. - Jacob,
qué consiste lo iofalibil idad del papa, fi¡¡u1·a del Mesías, 16-1.
383. La definió el conci li o del Va- Jardín de los Olivos . - Jesús em-
ticano. 383. Eslá demoslrada po•· la pieza allí su pasión, 278. Cae en
Sag1'<lda Escritu1·a, S8-1; por la Tra- agonía, 274.
dición c~ttól ica, 3&\. Distioción entre Jerarquía. - Jerarquías angélicas,
la infalibilidad y la impecabilidad, 68. División en nueve cor·os: SPI'a-
384; entre Ja in falihilidad y la ins· fines, Quer·ubines, Tr·onos, Oomina-
pi ración di\'ina , 358, SR!\·.. Rcq,dsi- cionrs, Virtudes, PotesLalles, Pr•in ~
tos para que sea inf~·lible una deei· cipados, Al'<!flll¡;eles, Angeles, 69.
sión del Papa, 385. Je1·arquia ecclesiástica, 374.
Infieles. - Definición, 35'2. Tres cla- Jerusalén. David la eri~e en
ses de infidel idad, 35'2. capital del reino, '140. Figura de la
Infier no. - Qué es el infiel'no, 436. Iglesia y del cielo, 140. IJestrucción
Pruebas de su ex istencia, 436. Pena de Jer·u salén por· t\abuco•lonosor·,
de da11o, 4::!7 . Pena de sentido, 438. 145. Reconsll·ueción de Jea·us;tléu
Penas accidentales, 438. Penas p1·o- po1• Nehemias, ·J5L Viaje de Jesús
porcaonadas a los pecados de cada a Jl!ru~a lén a la edad de doce :1ños,
uno. 436. r.·uebas de la elel·nidad 24·1. Entl·ada Ll'innfante d e Jesús an-
de las p('nas, 438. Contestación a a1· tes de su Pasión , 266. Cast.i go pre~
gunas objeciones coott·a el i a11ierno, dicho por .Jesús, 267. Toma de J e•·u-
440. Qué hay que hace•· para evi- sa lén ¡JOI' T iLo, '297, lla10ada a.
tado, 4·tl. J esucristo. - Es el punto céntl'ico del
Inocentes (Santo~). - Matanza man- plan divino, 98. Por qué tiene Je-
dada p01' llel·odes , 239. sucristo tan g rande par·Lc en la his-
Inspi ración. - La Sag•·ada Escl'iLm·a tol·ia de la humanidad, 98. Nomb1•es
fla sido escrita po•· inspiración del Hijo de Dios hecho hombl'c, 190.
del Espíritu Santo, 5. llamada a. Vi •·tud del nombre de Jesús , 'l!JO.
Di rea·encia ent1·e la inspiracaón ~· la· Significa.ción del nombr·e de C1•isto.
rc\•clación, 8 . La in(;,_d i bi l id~ad eh 190. .Jesucl'isto rey, poolífice y pro-
la Igle:;ia no supone la inspiración} reta,190. Es hijo 1iuico de Dios, 19·1.
358. Él mismo afir·rrH su dtvin id<td, 193 .
Integridad de los Libros Sagrados.- Pl'ncbas, 'IU3,19·~. Altna de .Tesucl'isto,
Demostrada por la r(lzón , 9. 194-. ~~~enten dim i ento humano, 19á.
I nteligencia. - Más perfecta en el Voluntad di\'ina y voluntad humana.
TAOLA ANALÍTICA 455
196. Coo•atón de Jesuco·isto, 197. Gra- do res , 145. Fin de este reino, 145.
cia, dones )' virtudes de Jesucri sto, Profetas de Ju dá, 146.
198. Su cuerpo', 199. Unión hipostá- Judas. - Por qué escogió Jesucri sto
tica, ~OO. Con~ecuencia s de esta a Judas poo· apóstol , 247. To·aición
unión, 20!. Vida oculta de Jesu- de Judas , 265. 266. Conducta deJe-
CI'isto. 23:J Nacimiento, 233. Cil'cun- sús pao·a con .Tudas duo·ante la Cena,
cisión, 2:!5. Adoración de los Hcyes 270. Judas ento·ega a J esús, 27/i.
i\laa:os. ~36. Presentació n en el Tem- ~luerte de Judas, 279.
plo., 238. Uuida a Egipto, 240. Es- Judíos (Véase HEun~os ). - Los Judíos
tan cia de ,Jesús en Nazar·et, 240. Vitla cautivos en llabilon ia , 148. Duo·antc
pública de J esucl'isto, ·.H.2. llautismo, el domin io de los Persas, Griegos J
244. Ayuno l' tentación, US. Elec- Egipcios,15·1 . Oc los Sil'ios, ·152. Oe
ción de los Apóstoles, 246. Doch·i na los Homanos, ·156. Po·ofecías con·
de Jesucristo, 248. Sus ejemplos y ceJ•nient.es a la reprob~h.:ión de los
sant id;.td. 25 1. Milagros . '153. Pa·ofe- Judíos l' sn COO\'CI'Sión al fin de los
cías, 2.55. l::nern it;os de JesuCI'isto, tiempos, ·183. P o·orecías de Jesucristo
258. Pasión de Jesuco·isto, 261>. En- ace•·ca de la suerte del ¡>ucblo judío,
h·ada to·iun rante en .Jeo·usa lén, 266. 256. Castigo de este pueblo deicitla,
Institución de la Euca•·istía, 210. 297, llamada a. Motivo providen-
Agonia, 273 . .lesús en casa de Anás cial de la conseo•vación del pueblo
y Caifás, 2i5. !\cgación de S:m Pe .. judío, 257.
d ro, 278. Jesús ante rila tos, 2.80; ¡¡n te Jueces . - fueron los libeo•tadores de
Herodes, 28 1. Flagelación, 2.82. Co- ls o·ael , 134. Jueces más notables,
ro nación de espinas , 2.83. Condena- 'liH.
ción a tflUt>rtc , 283. La cruz a e ues· Juicio. - El Pad o·c ha puesto todo
Las 285. Ct•ucirixión , 2~7. Las sh•te
1
j uicio en manos del Hijo, 331 . Dos
palabras de Jesús en la co·uz, 2.89. clasesdejuicio, 425. Ju icio particular,
Muerte y sepultut·a, 291. Jesús baja 425. Testigo y ncusador en e~te jui-
a los inO eri)OS, 309. HcsurJ•ccción, cio, 425 ..Juiciogeoea·a1,33~,426. Mo-
3·12. Avad ciones, 3l4. Ascensión, liros del juicio gcnc¡·al,t\.'26. Po1· qu é
325 .Jesús está· sentado a la dc•···cha vend1·á Jesuc1·isto en el esplendor
de Oios Pad .-e, 329. S•gundo adve- de su glo ria , 332. Scloa les remotas del
nimiento de Jesucristo , 331. dia del juicio, ~2. Pa·óxim~s , 33í..
Job. - Su her (lica paciencia, '114., Advenirniento repent ino tle Jesu-
Job, Ogu 1':l del Mesías, 165. CI'isto. sa~.. Scp:ll·ación de los bue-
Jonás. - Figu ra de l Mesias, 170 . nos y ele los malos, 334. Los Após-
J osé.- José, hijo de .J:ocob, figuo·a del toles ;:tsPsorf's del $OIJcr·ano .Jucz,33i-.
Mesias, 165. José , esposo de :'\la•·ia Scn tcncin, 335. Renovación de1 uni-
Santísima, 215. Su s adrnirables vi ¡·- verso , 336.
ttades, 2 l6. :'u muea·te, 24:2. Su emi- Jurisdicción (Poder de). -Su nece-
sidad para seo· pastor le~ili mo, 379.
nenlc santidad, Z4'l.
Qué es este poder, 379 . De quién
Josué. - Josué se apode.-a de la tieo'l'a lo o·eciben los pasto Pes, 379.
po•ometida. 133. Predicció n de Josué
antes de mori e, ·134 ..Josué, figot·a
del Mesías, 167.
Juan Bautista (San ). - Es po·ccur- L
sor de Jesuc•·islo, 242. Fué anun-
ciado por los profetas, 242. De <tUé Legados. - Qu iénes se llaman lega-
mane•·a se pt•epar·ó "su rl'l isión, 243. dos , 378.
Sus ensc1ianzas , 2..W. Testimonios Levitas. - Empleos de los levitas,
que da J uau de J esucristo, 246. Su '122.
mu c¡·Le, 246. Test imonio que da Jc.. Levítico. - Libo·o de ~lo isés, 7, lla-
suc•·isto de ~a o Ju;.tn , 246. mada a .
Judá (reino de) . - Contraste entre el Ley mosaica. ~Por qué ha d:odo Dios
reino de .ludá y el de lso·ael , '144. la ley escl'ila, 119. Legislación rcli -
Conducta de lus o·eyes de Judá, 144. g insa, ·120. El sa nltta l'io, 120. Minis-
Castigo de los prindpes prevarica- ti'OS del culto, 121. Sacl'ifocios, 123.
456 TABLA ANALfTICA

S,1bado, 124. Ficslas, 12.';. Prescr-ip- der·rama sobre los pies de Jcst'••, 265.
ciones J'Ciigiosns p;t~·ticn larcs. 12.6. Permanece .,¡ pie de la crut. 289.
Le¡¡isl"cióo social, 128. Dei"I'Cho po- A) uda 3 sepullaraiSe nor. 293. Vuelve
lfhco, 128. Derecho d•·il. 1~. L:o ra- al sepulcro, 31:l. Jesios resucilado
mtlio, ·128. El p•·ójin10. 1 :!9. l.. a Jli'O- se le aparece, 311.
pio•tlad, ·130. De• echo m il iltu·, 130. Materialism o. - U•flnición, 79. 1\e-
Dc•·ccho penal,131. Excelencia de l:t fulnción, í 9. E••t•o•· g••osero <¡uo <ln-
le)' mosaica, 131. geudra, i9.
Liberolismo . - Qué .- entiende Matrimonio . - Institución, M. La
por liberalismo. 397. Por que es dig- S.1nti$ima \ irgen contrae tnatrimo-
no de ser condenado el libc•·a lismo, nio con San Jo~é, 215.
397. ntelquisede c . - Fi~lll'a del Mesías,
Libortad. - El :tima está dotada de •163.
libcrt.1d . 80. Lo demuestran l:o :'::t- Meslas prometido. - Fué promel ido
~rrada t.:scritura. SO; la razón, 80. a Adán, 99. A Setn, 99. .\. á~roh:in,
Errores opuf'stott : fatalismo, dclcr· 99. A Isaac, 1011. A Jacob, liJO. A
minismo, 80. Contrstación a la obje- Judá , 100. A Moia<'s, 100. A David,
ción socada de la p•·escicncia r!e 100.
Dios. SO. Libct·tad en la volunlad M oslas preparado. - Motivo• pt'Ovi-
hum~ma de Jesucr·islo. 196. denciales de la d•lat.•d• expccUición
Limbo. - L•mbo de lO!' ¡>ah•iarcas, del llesias, 103. Oc• qué manera prc·
310. Por qu~ bajó al limiJO el paró Dios la venida del Mesíao, 103.
alma tic .lesucriRto, 310. l..in tbo de llí•toria de esta pt•cparación . 10\.
los nii•os, 435. !':.•lado del alma d e Deslle Atlán hasta Moislis. - Los lll'i -
los niftos en el limbo 435. 1 u1el'os pOJtritH'C.'l8, 10t.. Co1·rupción
Libros Sagrados. - llé11$e S•on•o• de los homb•'Cs, 106. El dilu•·io, 107.
ESCRITIJM. TE.~TA!I&~'TO. L:o torre de Babel, 110.1dolalri a uni-
,r,.t~al , 110. Vocación de Ahraháo,
11'1. lsoac y Jacob, '112. Job, 114.
Jlcligión pall'iUI'COl, 114.
\\'1 11esdc ,l/niiJ·és hasta IJavitL. - )fisión
de lloisés . 117. Los Hebreos en el
desierto, 118. La ley mosaica, 119.
Macabeos. - llartirio de los siete
hc1'1nanos ~r:tcah('OS, 15\. Los ~ l nc:t· \'ktudo•s y gloria de )loisc's, 13'2. Jo-
bcos (lt·fi cndcn al pueblo \lt· Oios y suó, 1<l3. Los Ju eces. ·1 3~. 11ul, 135.
Lo~ r e¡·es, 135. Saill, 135. - Véase
la ley santa del Sc•\o o·, ·15~. Tl'iuufo
LEV !IOS.,CA.
de Ju•las ~lacabeo. 15i. Su glo•·iosa
muerle. 155. Reinado de los as mo-- Destl• /)owid ha.,a la cautivitlad tle
neo,., 155. /Jabilonia. - oa,id. 140. ""lomon,
~lagos ( Heyos).- Quiénes eran lo"
141. Cis111a de los diet lribuo, 142,
11cy• s ~lagos, 2;J6. Lus ~l a¡¡os en Jc· 1\cinu de l >~·acl, 142. Los p•·oretas
a·u~alén. 236. Pr·cscutes de Jos Ma~ de l$l'.lel , 143. Tobías, HS. llcino
goa "1 :\hio .lc,t'oo, 237. de Judi•, 144. Los p1'0re1as. de Judá,
Mal. - Exi•tenci., del "'"1 objetada 1 !6.
contr.l la PrO\'ith.'nci:l, a.J. ltio~ no Des,/c {,, cautiuidad. de Babilonia
es el autor del uml, 3.'). t::xplkación llaMa Jesucristn. - La cauti,•idad
del rna l risico, 35. Del n,al 1110ml , de Oahi loni a , HS. D;~nicl, Hll. 11e-
OO. Cómo saca D•o~ el b•en dt·l 111al. ~ ~·eso de loa caulividad, 150. Zot'Obnbcl,
aa. . lj(). Esd•·as,151. J.os jodios du ron le
la tlou.itlacióu de Jos Pers.1s, 1~1.
Maná. - Ali•nento de los llchreos •"
el desiertu, 111:!. figuo·a del Me.ias, Ester, 151. Nclwrnias . 151. Los ju·
171. . dius c.lurante 1:~ dun1inación tle los
~laniquelsro o. - l!t'Mc DUAI.ISMO. Gde¡;o~, 151; •lo los E¡;ipciotf, ·151;
Maria. - Sq;nilicadón tJc t'Sle de los ~il'ios, 152. L.os Macabcus, '151-.
nombre. 215. l~!'(te nombre conn•ni.t El •·cinado de loa As111oneo•. 155.
a lo )ladre de llios. 215. - r¿cue ~..t~~judivs dur~ule la domin:•ción de
VIRGf::< . lo• llumanos. 1;;(;, llerodes, '156. Mi-
blarla Magdalena. - Per·fumt!S que sión p•·o•·idencial d~ los cualro impe-
'fABLA ANALf'fiCA 457
ríos, 1(>7. Estado del mondo ;.la ve- social, 128. Excelencia de la ley
nida del Mesías, '157. mosaica, 131. Virtudes y gloria de
Mesías prefigurado. - De las figuras Moisés, 13\!. Moisés, figura del Me-
mesiánicas en general, 160. - El sías, 166. - l 'é<11e L EY !IOSAICA.
illc1ia~ figurado por las pers&n~ : Monoteli~s. - En qué consistía su
Adán , 161 ; Abel, 161; ){oé, 162 ; er1-or, 207. ·
Abrah:ín, 163; Melquisedec, 163; &luerte. - Separ:~eicin temporal del
Isaac, 16~ ; Jacob, 16l , José, •JG5; alma y del cuet·po, 42~. Qué enseña
Job, 165; Moisés, 100; Aarón, 167; la re tocante a la muet·te , 422. La
Josué, 167; Gedeón, ·168; Sansón, mue•·te del justo es p••cciosa, ~23.
168; David, 169; Salomón, 169; Jo- La del pecado•· espan tosa, 424. Ne-
nás, 170. - POI' hechos simbólicos : cesidad de prepararse a la muerte,
el 61'1>ol de vida, •170; el cordero 424-.
pascual, '170; el rnaná, 171; la ser -
piente de br·onco, •17-1.
Mesías predicho. - De los profetas,
·174. De las profecías, 175. Profecías N
relativas a los caracteres genealógi-
cos y per'Sonalcs del Mesías, '175; la Nabucodonosor.- Daniel explica los
época de su v~nida, 177 j su naci- sue1los de .'/abucodonosor, 148. Cas-
mienlo e inrancia, 179 ; su ,·ida p•·•- tigo del orgullo de este rey, 149. Pu-
blica, ISO; su l'asicin, 181; su vida blica un edicto en favor de los Ju-
gloriosa, 183; la reprobación de los díos, 149.
Judíos, 183; la ' 'OC.1ción de los Gen- Naturaleza . - Naturale~ de Dios, 27.
tiles, 18\. Qué podemos conocer de Dios en la
Met empsicosis. - En qué consiste este ' tida presente, 27. Naturaleza angé..
error·, 42;1. lica , 6~. Naturaleza del hombre, 78.
~ligue! (Arcángel Snn). -Combate a Dos natut·nlet.as en Jesucristo, 192.
Lucifer· al ft·entc de los Angeles bue- - lféase EI(CARNACIÓN.
nos, 70. Naturalismo . - En qué consiste este
Milagro. - Delln ición, 253. Milagt·os er•r•ot·, 39.
por los que Dios conset·vó a su pue- Nazaret.- Casa de la Sagrada Fami-
blo en el desierto, '118; por los que lia , 217, llamndn b. - Estancia de
lo in tr·odujo en la tierra de promi- Jesús en Nazar·ct , 2~0. Incidente de
sión, ·1<l3. Fin que se propuso Je- la vida de Jesús dumnte su estancia
sucrblo al hace•· milagros, 253. Mi- en Na~ret, 241. Lecciones que de
Jagros mencionados en el E\•angelio, e~ te hecho se derívan, 2U.
253. Los milagros de Jesucristo ma- Nestorio. - Negaba la unión hipostá-
niUeslao su poder dh•ino, 25.t; su tica , m. Su condenación, m.
bondad dh•ina, $~;su sabiduría di- Noé . - Fué hallado justo, ·J07. Cons-
vina, 25.\. Prueban la divinidad de trucción del arca, 107. Cl dilu,•io,
su misión, 2.57. 108. Ncxí erise un altar al Señor,109.
Misericordia. - M isericor..Ua de Dios Su sacrificio ea acepto a Dios, 109.
para con el hombre después de su lli.ión de Noé en la •-eli gión primi-
caída, 96. Le promete un Redentor, tivo, 109. l'r'Ofecia de Noé, 109.
96. Noé figura del ~lcs íns, 162.
Misión. - De Moisés, 1'17.- De Jesu- Nombres divinos. - Nombres que
cristo, 258. - De la Iglesia , 256. el conocirnicolo de l:ts cl'iatut·tts,
Misterio . - Definición, 44. Existencia nos pet•mitc dnr· a Dios 2G. Nom-
del mister·io, 44. Mistet•ios de la re- bres que la Sagr·ndn Esct·itura da a
ligión, 45. l'r·incipales mistel'ios, 45. Dios, 2G.
Misterio de In Santísima T r inidad, Nombres do las personas divinas . -
45. De In Encarnación, 188. De la Nomb1·es p1·opios, 00; apropiados,
Redención , 3()1 . roo. Nombres propios de la pr·imero
Moisés.- Dios elige a Moisés, '1'17. persona, 50. ;>(ombre~ apropiados al
Designios de Dios en la misión que Padre, 51. Nombres propios de la
le con lía, 118. Ley mosaica, 119. Le- segunda persona, 51. Nombres apro-
gislación r eligiosa, 120. Le¡¡isloción piados al llijo, 51. Nombres propios
20. - EXPOS. DOCTRINA.
TABLA ANALITICA

de la tercera pct-sona, 51. Nombres Dios. 249; de la misericordia divina,


apropiados al Espíritu Santo, 51. 2-\9. P•rábolos •nora les, 249.
Nombres del Hijo de Dios hecho Pascua. -Fiesta principal de los Ju-
hombre. - Po•· qué el Redento1· es díos, 125. Cómo se celebr-aba, 26$,
llamado Mesías, 99. Signí Acacióo llamada c. Ultima pascua de Cl'isto
del nomb•·e de Jeslis, IDO. Vi l'Lud de Nuest•·o Se•io•·, 268.
c•te nomb•·e , 1110, 2~6. Nomb1·cs da- Pasión. - l'••ofccia• •·elali\'aS a la Po·
dos a Jcsuc•·isto como Snlv{ldOI'1 100. s ión , 18 1. Con!Jph·ación contra el
De qué manera con\ ieo e e) nombre
1 Salvado•·, 26~. EnL•·ada triunfante en
de Ct·isfo a :\ucstro Sei•o•·, 1!!0. J erusalén, 2GG. UlLima pascua, 268.
Institución de lo Eucaristio, 270. Ago-
nía de Jesús, 273. Llegada de Judas,
su pérfido beso, 27&. Su prendimiento
o 274. Jesüs en casa de Aoás, 275;
eu casa de Caif;is, 276. Negación de
Obis pos. - Qué son los obispos, 3i6. San Ped•·o, 278. Jesús delante de Pi-
Obispos canónicamenle instiLuidos, latos, 279; delante de Herodes, 281.
37G. Oc quién reciben los obispos La flagelación, 282. La col'onación
el pode•· de gobernar, 370. Los obis- de espinas , 28ll. Condenación deJe-
po• iguales entre si en cuanto a l s ús, 28.~. Jes,·•s sube ol Col vario, 285.
carácter , 877. Oc In autoridad de S imón Ci rineo le a¡•uda a llevar
los obispos, 388. Son jueces de la fe, la CI'U7., 2&3. Encuentros de JesUs,
389. Tienen el triple poder lcgis- 286. Crucifixión, 287. Las siete pa-
lati;·o, administrath·o )' judicial, 389. labrJs de Jesús en la cruz, 289.
Obispos intrusos , 3i!l. Muerte de Jesús, 291. Sepultura ,
Obsesión. - Qué es, 7~. 292. Relit1uios de la Pasión, 29~.
Operaciones. - Dos clases de ope•·•- Fin desastroso de los culpables, 296.
ciones en Uios, 51. Las opcracioneti Pastores do la Iglesia. - Se les debe
extol'iores pe•·lcnccen en comú n a obcd ioncia, 35'1. El papo, 374, 381.
las lrcs pe1'Sonas divin as, 5 1. Opera· Los obispos, 376, 388. Pastores de
cioucs en..lesuca·isto, '202 , llnrnaüa a. segundo orden, tl78.
Patriarcas. - f.ongcvidacl de los pri-
meros patria1•cos, '106. Motivo pro-
p ,·ideneial, ·100. Qué son los patri31'·
cas en la Iglesia, 377. Su jurisdic-
Padres de la Iglesia. - Quiénes son ción, 3í7.
llamados padres, 10. Principales Pecado. - Pecado original, 90. Por
padres de la Iglesia, 10. qué se 113m3 asi, 90. Es pecado
Palio. - En qné consiste, 377, lla- ,.c,·dad~ro, 90. Dios no es injusto
mada&. al castigar a la posteridad de Adán,
Pantelsmo. - Oelinición , :JS. Es un 91 . Existencia del pecado o•·iginal
ateísmo disrraz3do , 38. probada JlOI' la Sllgl·ada Escritura,
Papa. - Qu ién es el papa, :374. Di- 9'2 . Este dogma se halla en la tra-
fc•·onles nombres q ue se le dan, a7::;. dición do los pueblos, 92. Por qu é
P1·imacia del pontífice roma no, 382. perdonó l)ios a 1hom b•·e, y no al ~ n-
Infalibilidad del pa1)1). deO o ida 1>0r el gel rebelde, !la. Cómo era borrado el
concilio del \'aticano, 383; demos- pecado o•·iginal en la religión pri-
trada por la Sagrada Escritura, 38~: tniti\·a, 115, 126. De la remisión
por la Tradición, 38\ . Su objeto. 38\. de los pecados, 410. Extensión de
Autoridod gubernati1•a. 385. Poder este poder, ~ 11 . A quién ha sido
legislativo, ejecutivo)' judícin l, 38G. dado, 411. Cómo remite la Iglcsi> el
Caracteres del poder del papa en la pecado y los penas dol pecado, 4'12.
Iglesia, 387. Poder tcmpo••al, 387. Su Pedro (San). - .J esucristo lo elige po•·
leGitimidad , :lSS. Sn nccc•ídad en apóstol , 2·\6 . .Jesucristo le p•·edicc
el estado act.uul de las cosas huma- s u negación , 271. T riple negación,
nas, asa. 278. Apnl'ición de .lesucrisl<> a San
Parábola. - Qué se entiende por Pedro, 316. Jesucristo confía a San
para bola. 249. Parábolas del reino de Pedro la suprema autoridad , 3'.!6.
TABLA ANALÍTICA 459
Primacia de San Ped•·o , 350, 381. Profetas. - Qué es un p•·ofeta, 174.
Penas. - La Iglesia tiene derecho de Profetas mayo•·es y menores, 174.
intligi r penas, 380. Penas cspidtoa- Samuel establece escuelas de pro-
les, o censul'aS : exconnm ióo , cntl·e· fetas, 135. - P•·ofetas de Israel, 143.
dicho , suspensión, 386. Penas tem- Profetas de Judil, '146.
porales, 386. Profecías. - Definición , ·175. _Profe-
Pentateuco. - Los cinco lib•·os de cías mesiáoicas,175. Su di,risión, 175.
Moisés, 6, llamada b. - Véase MESIAS PREDICHO. - Pro-
Perfecciones divinas. - Véase ATRI· fecías que a nuncian a la Virgen San ~
BUTOS OIYINOS . tisima, 2·J3. Prorecías de Jesucristo
Perpetuidad. - En qué consiste la coneernien1es a su per·sona, 255;
perpetu idad de la Iglesia, 356. Quié. a sus discipulos,255; a la suerte del
ues han negado esta propiedad, 357. pueblo judio, 256 ;"a su Iglesia, 257.
Persona. - Definición; 47. Las tres Propiedad. - P rincipales prescrip-
personas divinas no son más que un ciones de la ley mosa ica sobre la
solo ~ mismo Dios, 47 . ~on iguales, propiedad, 130.
47. Son disti ntas, 48. -La natura-
leza humana en Jesucristo no est;'i
Propiedades de la Iglesia. - Visibi-
dot¡da de personalidad, 201, lla- lidad, 355. Perpetu idad, 356. Inde-
fectibilidad, 357. Infalibilidad, 357.
mada " · Unidad de persona en Je-
suc•·isto, 201. Esta unidad no des- Protestantismo. - No posee la uni-
L•·uye la distinción de las naturale- dad, 365; ni la santidad, 366; ni la
zas, 201. catolicidad, 366; n i la apostolicidad,
Pesimismo. - En qué consiste este 366. Niega las propiedades de la
error, 40. Iglesia, 356, 357. 359.
Pilatos. - Jesús delante de Pilatos, Providencia. - Detlnición , 32. Prue-
279. Debil idad e iniquidad de Pila- bas por la Escritura y por la razón ,
tos, 2.!:12, 281.. Su castigo , 21l6. 32. Actos que la P•·ov idencia supone,
Poder. - Pode•' de orden, de j uris- 33. De qué modo se ejerce la Provi-
dicción . i379. Pode1• legislativo , eje- dencia en el orden natural, 34; en
cutivo y judicial del Pa pa, 386. Po- . el orden sob,•cnatural, 3d·. Nuestros
der de rem iti•· los pecados, 326, 409, deberes para con ella, 34. Falsedad
41 1. Poder temporal, 387, 383. de la objeción contra la Providen-
Politeísmo. - Definición, 38. Sus cia; sacada del mal , 35. - l'ease
principales formas : demonolaLI'Ía, MAL.
ztlolatrja, anh·opolalria, sabeísmo, Prueba. - De los ángeles, 66. Su
fetichismo, 38. objeto, 66. Rebelión de los ángeles
Posesión (del demonio).- Qué es, 74. malos, 67. Prueba de nuestros pri-
Positivismo. - En qué consiste este meros padres , 33. Su objeto , 83.
ereor, 1..0, Triple prueba que encerraba la pro·
Postrimerías. - Muerte, juicio , in~ hi bición de Dios, 83. Caída de Adán
ficrno y glol'ia , 1-21. y Eva, 87.
Precursor. -San .luan Bautist.a p•·e- Purgatorio. - Qué es el pUJ•gato-
curSOI' de Jesucrislo, 242. Anunciado r io, 427. Existencia probada por la
por los profetas, 242. Cómo cumplio Sagrada Escl'i tura, 42i: por la ense~
su mis.ión, 243. - Véase JuAN JlAu- 1'la nza de Ja Jglesia, .'\.28; por la t1·a~
'fiS1'A. dición , 1\.28; por la T'azón, 429; por
Presbit erianismo. - En qué consiste, la c•·eencia de los pueblos, 429. Pe-
::l$·1, llamada a. nas del purgatorio : de daño, 429;
Presentación . - Presentación de Ma- de sentido, ~:29. Intensidad y dura-
ria en el Templo, 2·15. Pt·csentación ción de estas penas , ~ 30. Motivos de
de Jesucristo en el Templo, 219, 239. aliviar a las almas del purgatorio,
Ofrenda presentada por Ma•·ia, 2·19. 430. Medios, 43·1. Qué se ha de hacer
Primado . - Qut! es un primado , 377. para no il· al ¡>u•·ga to•·io, 43·1.
Promesa. - Principales promesas del Purificación. - Maria se somete a Ja
Mesfas, 99. Caracteres de las pro- le)' de la pu rificación, 219. A qué
mesas mesiánicas, ·tOO. P•·omesas de obligaba esta ley, 12G, '.H9. Or••enda
Jesucristo a su Iglesia, 326, 357. de María, 219.
460 .J'Al)LA ANALÍTICA

llnmada a.. Escalera del pr·etorio,


R 296. Columna de In llngelación, 296.
Remisión de los pecados. - El poder·
Racionalismo. En qué cons is te de rem itiJ· los pecados pe•·tenece n
este errol', 39. Dios, 409; a .Jesucr·isto, ·109. Tr·ans·
Rafael ( Ar•ciongel ). - Guia del joven misión ele este poder· a los Apósto -
Tobías , 70, 144. les, 4·10; a la Iglesia, 4·10. Extensión
Redención. - Naturale1.a tic este mis- tle este poder·. ~- 11 . Condiciones pa•·a
terio, i.IO l. Nece•idad de la Reden- la t·emisión de los pecados, 4'1'1 .
ciún , 302. Cualidades de la satisFac- Córi"JO rem ite la I r;lcsia los pecados
ción de Jesucr·isto, 302. Virlud del y la pena de ellos, M2. .
sacrificio del Calvario, 30\·. .MGI'itos Resurrección de J esucristo. - Su
de Jesucristo, 305. Aplicación de Jos salida del sepulcr·o, 3·12. Las san tas
fr•utos de la Redención, 306.- Jlé«se mujeres en el sepulcro, 3·13. Apari-
::;1\ 'rJSFACCIÓN. ciones de Jesús resucitado, ~l14. Em-
Relaciones entre la Iglesia y el Es- buste del Sanedr·in , i.IIG, 319. Valor·
ta do. -la lglesia y el Estado se di· del testimonio de los Apóstoles, 3 17.
fet•encian en su o1•igcn , en Ja aulo- No pudieron engai\arse, 3'1 8. N,o
l'idad que los gobierna, en su objeto quisiea·on engafiar, 3J8. No hubie•·"n
y en su tln, 302 . .Jesuc•·isto ha queJ•id o podido engañar, 3 18. Dc•·•·am~u·on
la independencia de la Igles ia, 003. su sangre en confil'mación de su
Uer·echos de la Iglesia , 39·~. Supr·e- testimonio,319. Cualidades del cuer-
macia de la Iglesia sobre el Hslado, po de Jesús resucitado : clal'idad,
395. El Est,ldo debe ayudar, prote- impasihilidad, agilidad y sotil c-ta,
SC'' l' defender a la Iglesia, 396. En 320. Cicatrices de la Pasión, 321.
qué casos puede toler·ar el Estado Erectos de la resur·r·eccióo, 32-l.
los cu llos disidentes, a97,11amada a. Tiempo que pel'maneció Jesucristo
Religión . - Defin ición, 96. Hel is ión en la tierra después de la resun•ec-
natlu·al, 97. Es insuficiente, ú7, a55. ción, 325.
Religión sobrenatm·al, 97. Desar'l'ollo Resurr ección de los cuer pos. -
p1·orp·csi,·o de la vel'dadcra religión , Dogrl'la de la rcsurt•ección, 4·14. Prue-
97. . bas con que se conOrrna , 4·14. Su
Religión patriarcal. - Qué se en- co nven iencia, ·1:15. Su posibilidad,
tiende por t>eligión palriat'Cill, 1'1t1·. 416. Estado de los cuerpos resuci·
Sus principales clogmM, 1H. Qué tados, 416. Cualidades de los cuer~
comprcoc.lia la 'lnm·a.t, '114. En qué pos glol'iosos, •\'17. Las aureolas, .~·JS.
consistía el c-u lto, 115. Estado del cuer·po de los répr•obos,
Religión mosaica. - El santuario, 418, 4'19.
·120. El arca de l;l alianza, ·120. Ali - Revelación. - Defin ición, 4. Su posi·
nistros del culto, 121. Sac•·iHcios, bilidad, 4. La r•evelación es un he-
·123. El s:íbado, 124. Los fiestas, 125. cho, 5. Obl isación de creer en la re-
Ci•·cuncis ión, 126. OrrccimienLo de velación, 5. El'rores : t·acionalismo,
los prirnogénitos, 126. Alimentos p1•otestantismo, !J. Hcvclación pri-
pr•ohibidos a los llebr·eos, 127.lmpu- miliva, mosaica,eYangélica,5. Dónde
rczas Jegales,127. Votos autorizados está contenida 1a revelación , 5. La
por la ley , ·127. lg1esia deposi t.. .'l.r·ia de la verdad re-
, Religión cristiana. - Es el pe~·rec­ velada, 1'1.
ciooamienlo de la religión pl'imitiva Rut. - Episodio de Rut, ·135.
~ de la patl'iár·cal , 249. Jesucl'isto
pcrreccionó el dogma, ~50; la mol'al,
250; el culto , 250; el sacet•docio, 250. S
Reli<¡uias de la Pasión. - La verda-
dera c•·uz, 20l~ .. Cl:wos, 295. Inscrip-
ción de la cruz , 293. Corona de es ~ Sábado. - Celcbr·ación del sitbado,
pi nas, 295. Esponja, 2%. lliet·ro de 1U. A•1o sabático, ·125. Ailo j ubilal',
la lanza, 290. Velo con que fué Jiln- 12.~ .
piado el rosli'O de Jesí1s, 295. 1',·,_ Sacerdot es. - Los sacerd otes de la
nica , 29ü. Sudar·ios y sábanas, 290, l'eligión pl'imitiva, 115. Los saccrdo-
TABLA ANALÍTICA _461
tes de la religión mosaica, 121. f'a· una satisfacción plena y entera, S0'2.
milia sacerdotal. 1~1. l' reo·o-os•th·as La satisfacción ,le Jesucristo es ¡·O·
del sumo S:ocerdote, 121. !'unciones ltmta,.ia, ~; ~¡uit"«lente, :m; su-
de los saceo·dotes, 122. l.os ucerdo· verabmuiante, a0.1; uuh•t'I'Sal, :KU .
tes de la nueva ley, 230, :Ji\1, ~ 11. t.a satisraccióo de Jc~ ucril3LO no nos
Sacri ficio. - Jlelioicion , 12:1. nire- exime de la oiJi if.t:•cilln de satisfacct·
t·cntcs especies de sac•·iflcios en la por nues li'OS prc"Mios, 30ü.
ley anl igua 123. Saca·ific io~ CI'U CO·
1 Saúl. - P•·imcH' 1'0)' de h P:tcl , ·t:r;.
Los, ·12:3. Sncrilicios inc!t·ucnlos, I~.M . No quiea·c clcpcntiN· tlel ¡woret~' ~:t ­
Fin de l:o institución de los sncl'i li- muel, 136. Lecciún c¡ne de éste re-
cios, 1~4. La Cena eucarislica ru é cibe, ·136. S uerte des,.,·,¡ des pués de
,·crdndcro sacl'ificio, '2i l. El sacrifi· hnbe•·le rechnz~do Dios, ·JaG.
cio del Cal .-ario es el más excelente Setenta. - Versión de los Scten!a,
de todos los saco·ificios, 301. 15'2, llamada a.
Saduceos. - Quiénes eran, '.!.;s. Símbolo. - Definiciou , 18. Por qué
Sagrada Escritura. - IJefinición, 5. se llama asi, !8. Por qué com-
))i\üión , 6. Libros de que consta, pusieron el Símbolo los A¡>ostoles,
7. Su autoridad, S. - l'o!ass Tes- 18. Símbolo de Nic~a. ·19; de Cons·
'fAMENTO. tnntinopla , ·JO ; do San Alnn:osio, ·JO,
Salomón. - Sa lomón sucede u O:ovill, Vcrd::ldes conlcnid:ls en el S ímbol o,
•141. Conslo·ucción del teanplo, ·142. 20. Oi\'isión del srmuolo, 20. Debe-
Extravíos de Salomón, ·142. Casti¡;o, res del crisli:ono con a·especto al
-142. Salomón, 6g-ura del Mesías, 169. Si m bolo, 20.
Salvador. - Por qu~ se llama así Simeón. - Este santo anciano reco-
Jes ucristo, 190. noce al Mesía s, 219,238. Predicción
Samaritanos. - Enemistad de los Sa- que hace a M:u'ia, ~.
moritaoos coo los Judíos, 21>9, lla· Simón el Cirineo. - A)'U<la a Jesús a
rnada n. IJe\·ar )a CI'U1., 2$ti.
Samuel. - Destierra la idolatría de las Syllabus. - Qu6 e•, 371, llamada a.
tl'ibus do Israel, 1:)5. Fuud:o escuelas No conden~' la \'CI'd:ulel':l Jibet'~d,
do pa·oretas, 135. Da a los lsa·:oelitas el verdadea'O progreso ni la " "''da-
un rey , ·186. dera ci\'iliz;oción, 371.
San Bartolomé ( la noche de). - Con·
testación a la objeción sac:ada do In
noche de San Bartolomé, a7.
Sanedrín. - Jesús es presentado al '1'
Sanedrín, 2iG. De quien se compo-
nía este tt·ibunal, 276, llamada a. Tabernáculo. - San!u;orio de los
Historia in,·entada por el Sanedrín Hebreos antes do la consh·ucción
nccrea de Ja resurrección de Jesu- del Templo, 120. Fiesta de los Ta-
ca·isto , 319. bea·náculos, 126.
Sansón. - Libe•·Lador de Is rael , 131·. Templo do Salomón . - Su consto·uc·
l'i gua·a del Mesías , 168. ción, ·142. Es enll~g:•d o a las Jlarnas.
Santidad. - Atribulo de Dios, 30. San· ·145. ncconst r·ucc ióu al I'Cfp·esar de
tidad de Jesucristo, 2;;1. Es dechado la cauti\'id,u.l, "Jr,O. P•·cdicción clel
para lodos los hombres, 21>1; dechado proreta A¡;co , J;;o, - lluina defini-
de todas las virtudes, 21>!. - S.'nti- ti\'a del Templo, 2.',¡;,
dad de la \'irgcn Santísima, 2-2.1. Tentación. - Cómo lienta el demonio
Inmaculada en su concepción, 22'2. a los hombres, i:J. )l edios para \'CD·
lanpec.1ble por especial prh·ilcsio, cerla, í3. - Forma que tomó el de-
223. Santidad de la Jgles ia, n ecesi- monio para tenta r· a Eva, 87. -53-
dAd de este cm·áctcJ·, 3GU. l~t I ~Je .. t.an:ís tient:a :1 Jf':;:ncristQ en el de-
sia roman:1 es santa eo su Fundn· sierto, 2..\~. l'or• quó c¡uiso Jesucr·isto
doa·, 362 ; en s u docll'ina , 3ü~. !:i:on- sc1· lentndo, 2<'\5.
tid:•d manifcslad a con. ob• ·~·~ c:ct •·a· Tostamonto. - Antiguo Test:om enlo,
ordi nat·i:H;, 362. 6. Libr·os hisl ÓI'ÍCOiJ, (); morales, 7:
Sntislncción de Jesucristo. - Sólo p•·ofético!S, 7. ::\uC\'0 Testamento, 7.
Jes ucris to potlia ol'recea· a au Po.d a·c Libros llistól'icov, 8; morales. S ;
462 TABLA A!'IALÍTICA

proféticos, 8. Inspiración de los Li· Adoración de los rey"s Magos, 2.'!6.


bros Sagrados, 5, llamada a. Presentación en el Templo , 238.
Tobías. - Su conducta antes ~~~ la Matanza de los Inocentes, 239. lluida
cautividad, '143. P1·uebas a que se a Egipto, 210. \'ida de Jesús en
~ió sometido, '14>1.. Recompensa, 114. Nazarct, 2~0. l' ioje a Je•·usalén, 241.
Tradición. - Oefinición. 9. Dónde Vida pilblíca de J esucrislo. - Po·o·
cs tún contenidas las cn!Sei'~ttmms de fccias •·clnth·as u la vida pública Je
la Tradición, ·10. Su autol'idatl, ·11. Jcsuc,•isto, '180. p,.orecías relativas a
Trinidad (Santísima ). - Definición la Pasión y a su vid:o gloriosa , 181.
del misterio, 44. Su re\·elacióo, 45. - Misión del p••ccu•·so•·, 242. llau·
.Exposición,~. Personas di\ inas, 4-7.
1 tismo, 2.t ~.. Ayuno en el desierto, 2t\5.
Procesiones divinas, ~8. Relaciones Tentación , 245. Elección de los Após-
divi nas, 49. Nombres propios )' no m· toles, 246. Doctrina de Jesucristo,
bres apropiados, 50. Misiones dh·i- 248. Ejemplo• y santidad de Jesu-
nas, 51. Inteligibilidad de este mis· cristo, 251. Sus milagros, 253. Sus
terio, 53. Errores acerca de la San- prorecias, 255. Sus enemigos, 2.58.
tísima Trinidad , M; do Sabclio, M; Su Pasión, 2&t.
de Ml'io, ;;t ; de Macedonio, 54; de Vida eterna. - Qué .es,.~'.!'!. Postri·
Focio , 5>1.. medas, 421. .
Virgen (San tísima).- Vida de la S:on -
tfsima Virgen, 213. Ha sido profeti-
u zada y figurada, 213. Sús antepa-
sados, 211. Nacimiento, 211. Pre-
Unidad. Atributo di•·ioo, 28. sentación, 215. Desposorios, 215.
Unidad de la Iglesia : necesidad de Anunciación, 216. Visitación, 217.
esle carácter, 360. Qué es preciso Viaje a llelén, 218. Purificación, 219.
para que la Iglesia sea """• 360. La Relaciones de la Virgen Sant.isima
Iglesia romana posee In unidat!,36 1. con'Jesils durante la vida públ ica de
De qué modo la ha conservado. 361· éste, 220. Mada al pie de la cruz,
Unión hipostática . - l·:n <1ué con- 290. Misión de Muria en la Iglesia
•iste , 200, llamada a. No destruye naciente, 221. S us prerrogativas,
la disti nción de las naturalezas, 201 . 222. Inmaculada concepción, 222.
Consecuencias de la unión hipostá- Sant idad perfecta, 22.-1,. Materni-
tica, 201. Comunicación de idiomas, dad divina, 226. Virginidad perpo·
202. Imagen de la unión hipost.ítica, tua, 22G. Asunción, 227. Títulos de
203. )!aria para con nosotros, 2'1.8. De·
l'OCión a. Maria, 229.
Visibilidad. - En qué consiste 1•
V visibilid>d de la Iglesia, 355. Necesi-
dad de esta propiedad, 356. Quiénea
Veracidad de los Libros Sagrados. la han negado, 356.
- Demostrada por In razón, 9. Visitación. - P1'0digios ocurridos cu
Ve•·acidad del testimonio de los la visita de ~l:u•ia a su prima Sunta
Apóstoles, y pruebas de ella , 3'17. lsnbel, 217. El .\faguíficat, 218.
Vicarios. - Qué se entiende por vi- Voluntad . - Voluntad de los ángeles,
carros apostólicos, 378. 65. Dominio de l:o voluntad sobre
Vida oculta de Jesucristo. - Profe- el apetito sensith·o en nuestros pri·
cías relalh·as a la ''id3 oculta, 179. 1a1eros p3dret, 86. Dos \'oluntadee
N3cimiento, 233. Adoraciún de los en Jesucristo, 195. Perrección de la
pastores, 23'\.. Cir\!unciaíón, '135. voluntad lo u mana en Jesucristo, ·196.
3? 170. - TOURS, J>dP ilENTA DE NA"K

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