Las enfermedades profesionales en nuestro país han sido normadas por la Ley 16.

744 de
“Accidentes del trabajo y enfermedades profesionales” promulgada en 1968, enfocada en los
problemas de salud formados por accidentes de trabajo, lo cual engloba a todos los accidentes o
enfermedades laborales provenientes directamente del trabajo, aquí no solo se incluyen las
enfermedades de dolores físicos, sino que también las psicológicas, las cuales actualmente existen
derivadas primeramente de problemas psicosociales por parte de los trabajadores y sus problemas
producidos por el exceso de trabajo.

Según la ley anteriormente nombrada existe como única patología psiquiátrica de origen laboral la
Neurosis, la cual entenderemos como: “El conjunto de enfermedades que se presentan sin tener
necesariamente manifestaciones físicas”1. Por lo tanto, la neurosis laboral es entendida como “La
enfermedad desencadenantes de neurosis profesionales a todos aquellos trabajos que expongan a
riesgo de tensión psíquica excesiva a una persona y que tengan una relación de causa – efecto
comprobable”2. Es decir, dicha enfermedad es a causa o por ocasión de las funciones desempeñadas
por parte del trabajador, las cuales pueden producir alteraciones somáticas o psíquicas afectándolo
en volúmenes importantes y puede, incluso, causar su incapacidad o hasta la muerte. Dicha
enfermedad es causada por la exposición del trabajador a generar estrés psicosocial, por lo tanto,
el principal factor de riesgo de neurosis en los trabajadores es el estrés laboral.

Los principales factores que generan la enfermedad son externos al trabajador, pueden ser; la
sobrecarga de trabajo, ambiente laboral negativo o inadecuado, turnos, falta de sueño, exigencia
física, hostigamiento laboral, entre otros. El estrés da por consecuencia de factores psicológicos del
trabajador o por excesos a los cuales se encuentras sometido, lo cual le crea una presión
desestabilizándolo y creándoles falencias. Por lo tanto, una principal causa de neurosis laboral en
los trabajadores es el desequilibrio que tiene el profesional entre sus responsabilidades y la
capacidad que tiene sobre estas.

La neurosis puede ser incapacitante para los trabajadores, lo cual puede erradicar en problemas
como trastornos de adaptación, de somatización y ansiedad, depresión reactiva y dolor crónico,
entre otras. Las personas que poseen neurosis laboral pueden desencadenar en actos graves por
dicha enfermedad como lo son; el ausentismo laboral, disminución de su rendimiento, accidentes
laborales, desconcentración y ansiedad.

Dentro de la Ley 16.744 son las mutuales de seguridad las que tienen la responsabilidad de calificar
las enfermedades de los trabajadores en donde las enfermedades psiquiátricas deben ser evaluadas
por los profesionales correspondientes. Cuando se ha diagnosticado al trabajador con
características que producen estrés laboral, es el empleador quien debe resguardar y velar por la
integridad física y psíquica del trabajador. En nuestro país se puede ver que existe un alto nivel de
estrés laboral, lo cual, al no acudir a un especialista para poder tratarlo se puede caer en el
fenómeno de “Burt out” donde todo se torna incontrolable, es por eso que es de vital importancia
tratar dichos fenómenos, con el objetivo de apoyar y entregar ayuda al trabajador.

1
https://www.achs.cl/portal/ACHS-Corporativo/newsletters/pymes-achs-al-dia/Paginas/La-neurosis-como-
enfermedad-laboral-y-su-prevencion.aspx
2
https://www.achs.cl/portal/ACHS-Corporativo/newsletters/pymes-achs-al-dia/Paginas/La-neurosis-como-
enfermedad-laboral-y-su-prevencion.aspx
Dicha ley fue promulgada hace mas de 50 años, por lo cual las enfermedades y la realidad laboral
de nuestro país son es las mismas, se han realizado varios cambios, lo cual pone en duda si la
intervino de las enfermedades psiquiátricas son efectivas. Sería necesario una actualización de la
legislación que sea suficiente para abarcar la realidad de actual de nuestro país. En relación a la
salud mental chilena se puede ver que dicha ley presenta insuficiencias, lo cual genera un obstáculo
para la intervención adecuada de dichos trabajadores. Por lo tanto, la realidad chilena actual obliga
a poner atajo a los excesos de las empresas en relación a la vida y la salud de los trabajadores.