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Los sindicatos, después de reunirse con sus afiliados, informan y llegan a acuerdos
previos tomando en cuenta las necesidades que existen en el ámbito laboral,
negocian en nombre de estos los salarios y condiciones de trabajo, dando lugar al
contrato colectivo de trabajo.
Luego esta fue sucedida por el derecho sindical, a finales del silgo XIX, siendo
Inglaterra el primer país en reconocer la importancia de los sindicatos.
Sin embargo, es a partir del año 1958 con la caída de la dictadura del General
Marcos Pérez Jiménez, y la llegada al poder de Acción Democrática que el
sindicalismo se convierte en un actor importante en la sociedad venezolana.
La muerte del General Juan Vicente Gómez (diciembre de 1935) fue el hecho que
permitió la creación formal de las organizaciones sindicales. A partir de 1936, con
el gobierno de Eleazar López Contreras, se inició una campaña por parte de las
organizaciones políticas y del propio presidente de la República, tendente a lograr
la sindicalización masiva de los trabajadores. La idea fue acogida prontamente e
incluso superó con creces las expectativas de quienes la habían auspiciado y
propagado.
La importancia de unirse en sindicatos cobró fuerza entre los obreros llegando a
lograrse la estructuración de una federación obrera de Venezuela, cuyo objetivo era
extender su acción a todo el país. El I Congreso de Trabajadores de Venezuela se
comenzó a organizar a mediados de 1936 y sus promotores fundamentalmente
fueron la Confederación Sindical Obrera de Venezuela y la Asociación Nacional de
Empleados (ANDE), que invitaron a todos los sindicatos del país a que formaran
federaciones regionales y eligieran sus delegados para este evento nacional.
Tras la Revolución de Octubre, en 1945, sale del mando Medina Angarita y asume
el Poder AD, lo que fortaleció las organizaciones que controlaba este partido,
superando así las dominadas por los comunistas (CUTV).
En la segunda mitad del siglo, Pérez Jiménez toma el poder y tres meses después
dicta un decreto que disuelve a la CTV y sus federaciones. Aparecen desde el poder
persecuciones de diversa índole. La tortura, el exilio y la clandestinidad se
convierten en sinónimos en una constante del movimiento sindical. Sólo las
organizaciones más fuertes sobreviven, entre ellas, algunos sindicatos nacidos bajo
los auspicios de la Fraternal Unión de Dirigentes de Acción Social Católica y del
Círculo Obrero de Caracas, promovidos por el padre Manuel Aguirre Elorriaga.
La CTV por su afinidad política principalmente con el partido AD, y también con
COPEI, goza de un importante poder en las instancias gubernamentales. Incluso la
CTV llega a ser propietario de uno de los bancos más importantes del país, el Banco
de los Trabajadores de Venezuela (BTV), el cual fue posteriormente intervenido
debido a la corrupción en la que cayó.