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PORTADA

DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO:
RESUMEN
La evolución tectónica de la cuenca Neuquina, desarrollada a través del Mesozoico y Cenozoico,
abarca unos 220 m.a. El inicio del rift en el Triásico tardío fue provocado por un colapso
extensional del orogeno permo-triásico. Este periodo de extensión fue motivado por un campo de
esfuerzo extensional de orientación suroeste-noreste, e influenciado por inhomogeneidades
estructurales inherentes al sustrato. A partir del Aaleniano la subsidencia controlada por fallas fue
reemplazada por subsidencia de carácter regional. Varios episodios de inversión tectónica
modificaron la forma del depocentro y rejuvenecieron las áreas de aporte sedimentario. La
inversión mas significante ocurrió en el Oxfordiano tardío - Kimmeridgiano temprano, cuando se
formó la Dorsal de Huincul. Este diastrofismo del Jurásico tardío, marca una reorganización
fundamental de los campos de esfuerzo extensionales, relacionados con la fragmentación del
sudoeste del Gondwana y la apertura atlántica. La extensión acaecida durante el Jurásico-Cretácico
tuvo orientación noroeste-sudeste. Esta historia de evolución tectónica se refleja en un marco
estructural complejo con al menos dos intervalos de roca generadora de hidrocarburos y
numerosas rocas reservorio.
INDICE, CONTENIDO O TABLA DE CONTENIDO

LISTA DE TABLAS Y FIGURAS (GRAFICOS)


INTRODUCCIÓN:

La cuenca neuquina del centro-oeste argentino está rodeada por el macizo norte patagónico, la
Sierra Pintada y la cordillera andina (Figura 1). Es una cuenca triangular-formada que cubre más de
160,000 km2 que contiene una sucesión sedimentaria Mesozoico-Cenozoica (Figura 2) de al menos
7 km de espesor. Un período prolongado de hundimiento extensional dio lugar a varios intervalos
de roca fuente y depósitos jurásicos y cretácicos. El Neuquen representó alrededor del 44% de la
producción petrolera argentina en 1992 (Instituto Argentino del Petróleo, 1993). Más de 100,000
km de reflexión sísmica han sido adquiridos y más de 1300 pozos de exploración perforados desde
que comenzó la exploración en 1904 (Uliana y Legarreta, 1993).
Figura 1—Ubicación de la cuenca de Neuquén en el
centro-oeste argentino, mostrando su relación con la
Sierra Pintada, el macizo norte patagónico, y la
Cordillera Andina más joven al oeste.

La evolución tectónica y estratigráfica de la cuenca de


Neuquén comenzó durante el Triásico Tardío y Jurásico
Temprano como resultado del colapso extensional del
cinturón orogénico Pérmico-Triásico (ver Dewey, 1988).
Sin embargo, la cuenca tiene un ancestro aún más largo
(tankard et al., 1995).

La cuenca mesozoica de Neuquen tiene un complejo


marco estructural que fue afectado primero por la
extensión noreste-orientada en el Triásico y Jurásico
temprano y luego por la extensión noroeste-
dirigida relacionada a Jurásico tardío-
Fragmentación cretácica de Gondwana
occidental y la apertura del Atlántico. La
estructura más llamativa es la dorsal de Huincul, o arco. Se atribuye a la inversión
Kimmeridgiana de una depoaxis de grieta anterior; esta deformación se conoce
como el evento Araucaniano.

La importancia de la inversión de Huincul es que marcó la reorganización de los


campos de esfuerzo mesozoico y coincidió con el inicio de la división a lo largo de
la costa oriental de la Argentina y la margen conjugada de Sudáfrica.
Numerosos estudios han abordado la evolución estratigráfica de la cuenca de
Neuquen (p.ej., Marchese, 1971; Digregorio y Uliana, 1980; Gulisano et al.,
1984a,b Mitchum y Uliana, 1985; Legarreta y Gulisano 1989; Legarreta y Uliana,
1991; Uliana y Legarrets 1993). Estudios recientes han comparado la sucesión
jurásico-cretácica con las cartas mundiales sobre el nivel del mar (comparar
Legarreta y Uliana, 1991, con Haq et al., 1987). El objetivo del presente
documento es abordar el marco estructural de la cuenca de Neuquen y la forma en
que su evolución afectó a la sedimentación.

ENTORNO GEOLÓGICO
La Patagonia conserva una larga historia de formación de cuencas fanerozoicas.
En la época tardía del Pérmico-Triásico Temprano, las cuencas del Paleozoico
fueron sometidas a un episodio de inversión de compresión ancha-extendida que
era relativamente selectiva. Las bandas de deformación visibles incluyen las
Sierras australes, Sierra Grande, Precordillera, Sierra Pintada y Patagonia del Sur
(véase Cobbold et al., 1986 . Este período de construcción de montaña fue un
precursor del magmatismo intermedio y ácido de la era Pérmico-Triásica (Rapela y
Kay, 1988; Kay et al., 1989; Uliana et Al 1989). El Grupo Choiyoi (Figura 2) es una
suite de rhyolite- ignimbrite de enormes proporciones que está estrechamente
asociada con la tectónica extensional y la deposición de Molasse. Uliana y
Legarreta (1993) atribuyen estas asociaciones al colapso extensional.
La cuenca de Neuquen registra al menos 220 m.y. de hundimiento de la cuenca.
El relleno conservado de la cuenca consiste en una sucesión triásica-cenozoica
superior de 7000 m de espesor es puntuada por varias incoherencias que reflejan
subsidencia intermitente, así como varios episodios de inversión estructural
(Figura 2). La estructura de inversión más llamativa es la dorsal Huincul, o arco, de
la edad temprana Kim m eridgian. La inversión estructural era un componente
importante de la formación de trampas de hidrocarburos.
Hay seis etapas principales de la evolución de la cuenca. (1) La extensión Norian-
Sinemurian fue acompañada por la deposición de Molasse. (2) La ampliación
renovada en el Pliensbachian-Toarcian implicaba las fallas extensionales que
partitioned la cuenca en varios despocenters de la falla-controlada. Esta fue
también la época de la deposición de roca fuente de Los Molles. (3) La
subsidencia regional de Aalenian-Oxfordian resultó en la amalgamación de los
depocenters de grietas anteriores. (4) El último Oxfordiano y el temprano
diastrofismo e Inversión de Kimmeridgia y Araucania marca una reorganización
fundamental de los campos de estrés extensional. (5) El hundimiento renovado en
el Jurásico Tardío-Cretácico Temprano fue iniciado por procesos extensionales.
Varias inconformidades registran un hundimiento intermitente de una cuenca
épica.
El Vaca Muerta es un prolífico intervalo rocoso de origen. (6) En el Cretácico-
Terciario Tardío, la cuenca del Neuquén fue sometida a un crecimiento progresivo
del pliegue andino y del cinturón de empuje y a la reactivación de fallas
extensionales más antiguas en sentido inverso.
Los principales elementos tectónicos que componen la cuenca de Neuquen se
resumen en la Figura 3. Los ingredientes esenciales que forman esta arquitectura
tectónica incluyen procesos extensivos triásico-jurásico, Múltiples episodios de
inversión mesozoica y cenozoica, y desarrollo de la franja andina y la cuenca
terciaria tardía. Este marco estructural controla la distribución de los yacimientos
de petróleo y gas.
Gráfico 2—Columna Tectonostratigráfica de la cuenca de Neuquén que
muestra las fases principales de formación de la cuenca-. La estratigrafía
inconformidad-asesoramiento se basa en la estratigrafía sísmica, el control
de pozos, los informes de exploración propietarios y la literatura. Los Molles
y Vaca Muerta son los principales intervalos de roca fuente. La curva relativa
del nivel del mar se basa en el Haq et al. (1987) y se ajusta al calendario de la
DNAG (Decenio de la Geología de América del Norte). A-G, marcadores de
sísmica.
SUBSIDENCIA TRIASSIC-JURASSIC
RUPTURA TEMPRANA
El primer episodio de ruptura es de la edad Triásico-Sinemuriana Tardía (Figura 2).
Se caracteriza por fallas extensionales normales sótano-implicadas que unieron
una suite de medio-grabens discretos (Figuras 4A, B). Estas cuencas contienen
gruesas acumulaciones de sedimentos gruesos de grano-grueso que fueron
depositados en ambientes continentales, volcánicos y materiales volcánicos. En el
suroeste, estas rocas se cultivan en las gamas de Chacaico y Sanico y en la
región de Piedra del águila (Digregorio y Uliana, 1980; Gulisano y Pando, 1981).
Su distribución más amplia (Figura 4B) se refleja en los datos sísmicos de la
reflexión y en los pozos de exploración. Aunque una variedad de nombres
formales se han asignado a estas rocas, la agrupación menos formal como pre-
Cuyo distingue estos depósitos continentales de los depósitos marinos sucesivos
del Grupo Cuyo (Figura 2). Estos estratos pre-Cuyo subyacen a algunas de las
partes más profundas de la cuenca de Neuquen. Por esta razón son los menos
estudiados y generalmente de espesor desconocido.
ESTILOS ESTRUCTURALES
Una serie de estilos estructurales superpuestos afectaron a la cuenca de Neuquen
a lo largo de su evolución (Uliana y Legarreta, 1993). Las principales tendencias de
fallas son norte-sur, ENE-WSW y noroeste-sureste (Figura 4A) Del Triásico Tardío a
Jurásico Temprano, un sistema de fallas extensionales desarrollado que formó la
cuenca inicial de Neuquén. Datos de afloramientos y pozos sugieren que durante
este tiempo un sistema extensional estaba activo y la acumulación controlada de
los sedimentos del grupo Cuyo pre-Cuyo y amante (Figuras 4B, C). En la parte
meridional de la cuenca, las fallas extensionales noreste-suroeste y ENE-WSW
están subparalelas al río Limay. Se cree que los diversos depocentros han sido
conectados por un sistema de falla de transferencia (Figuras 4A B, C).
En la zona dorsal de Huincul y hacia el margen sur de la cuenca, varios bloques de
falla se sumergen hacia el norte a lo largo de un sistema de fallas normal que es
interceptado por fallas de transferencia en escalón. Esto se observa en las zonas
de El Sauce, Barda Colorada-Plaza Huincul y Challaco (Figura 4A). En la mitad
oriental de la cuenca, el subsidencia fue controlado por un sistema de falla
extensional orientado noroeste-sureste; ejemplos incluyen las fallas de Bajada
Vidal, Entre Lomas, Gobernador Ayala y Rie Colorado (Figura 4A). Este sistema de
fallas marca la ruptura entre la plataforma y la cuenca interior.
Estos principales rasgos regionales se muestran en las secciones sísmicas de
Bajada Vidal y Entre Lomas (Figuras 5, 6 La falla de Bajada Vidal se sumerge hacia
el oeste hacia la base y ha generado un medio-Graben estrecho a lo largo de
huelga. Bien y datos sísmicos sugieren que más de 1500 m de sedimentos de
sinergia de los grupos pre-Cuyo y bajo Cuyo se acumularon en la mitad-Graben
(Figuras 4B, C). La falla de Bajada Vidal tiene unos 70 km de longitud y parece
conectarse con la falla de la Estancia Vieja (Figura 4A). Hacia el norte, la falla de
Entre Lomas se compensa con la falla de Bajada Vidal y es de polaridad opuesta
(Figuras 4A, 6). Como resultado, esta falla ha generado un medio-Graben estrecho.
Estos estrechos y profundos saltos Entre Lomas y Bajada Vidal sugieren un
componente de hundimiento transtensional. Las fallas en las áreas de Gobemador
Ayala y Río Colorado se fusionan hacia el oeste con el sistema extensional norte-
sur (Figura 4A).
Figure 4—Marco estructural y paleogeográfico de la cuenca temprana de Neuquen. (A)
arquitectura extensional de la fase Triásica tardía-Jurásica de la fisura. Abreviaturas: A, anelo; BC,
Barda Colorada; BV, Bajada Vidal; CC, gama Cara Cura; Ch; Chacaico; CL, Catan Lil; CSN, Chihuido
de la Sierra Negra; Co, Challaco CV, Cordillera del Viento; dch, dorsal de los Saus; El Lomas EV,
Estancia Vieja; GA, Gobernador Ayala; Ha, Huantraico; PA, Piedra del águila; PH, Plaza Huincul; RC,
Rio Colorado; RN, Negro Rio; Sa, Sanico; SR, Reyes range; Tres Chorros; VM, Vaca Muerta. (B)
Reconstrucción paleogeográfica temprana de la grieta. (C) Palogeografía tardía del Grupo de Baja
Cuyo mostrando despocentros aislados de la grieta. (D) Fase posfisura del Grupo Alto Cuyo en la
cual los depocentros previos controlados-por falla fueron amalgamados en un descenso de
velocidad.

Estas características regionales principales se muestran en las secciones sísmicas de Bajada Vidal y
Entre Lomas (Figuras 5, 6 La falla de Bajada Vidal se inclina hacia el oeste hacia la cuenca y ha
generado un estrecho semi-graben a lo largo del rumbo.

Los datos de pozo y sísmicos sugieren que más de 1500 m de sedimentos de sinrift de los grupos
pre-Cuyo y Cuyo inferior se acumularon en el semi-graben (Figuras 4B, C). La falla Bajada Vidal
tiene aproximadamente 70 km de largo y parece estar conectada con la falla Estancia Vieja (Figura
4A). Hacia el norte, la falla Entre Lomas es offset con la falla Bajada Vidal y tiene una polaridad
opuesta (Figuras 4A, 6). Como resultado, esta falla ha generado un semi-graben estrecho. Estos
canales estrechos y profundos, limitados por fallas, entre Lomas y Bajada Vidal sugieren un
componente de la subsidencia transtensional. Las fallas en las áreas de Gobemador Ayala y Río
Colorado se fusionan hacia el oeste con el sistema extensional norte-sur (Figura 4A). Las fallas del
Chihuido de la Sierra Negra pertenecen a un basamento alto que limita los sedimentos del Grupo
Cuyo inferior al norte (Figuras 4A, C). La deposición de Cuyo también se vio limitada en el centro de
la Cuenca por una horst que coincide con la Dorsal de los Chihuidos (Marchese, 1971).

En la parte occidental de la cuenca, un sistema de fallas extensional de norte a sur controlaba la


depositación de los sedimentos del Grupo Cuyo. Un importante lineamiento estructural marca un
eje depositacional, desde la Cordillera del Viento hacia el sur a lo largo de Tres Chorros, Chacaico,
Catan Lil y Sanico. Al norte, esta tendencia se extiende hasta la provincia de Mendoza (Manceda y
Figueroa, 1993).

Desde el inicio del Jurásico temprano, la evolución de la cuenca de Neuquén se caracterizó por una
subsidencia regional interrumpida por una inversión periódica.

CONCLUSIONES

La evolución tectónica de la cuenca de Neuquén involucró varios episodios de subsidencia


extensional e inversión estructural cuando la litosfera patagónica se ajustó a dos reorganizaciones
del campo de esfuerzos regional. Esta cuenca, junto con otras cuencas mesozoicas de la Patagonia,
está unida tectónicamente a las que se configuraron durante el Paleozoico.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

ANEXOS:

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