Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde los pilares arrancan pequeñas columnillas de forma intermitente, creando un ritmo
dentro del templo. Estas columnillas finalizan en una pequeña moldura o modillón y esa línea de
imposta comienza el arco fajón o perpiaño, tirantes estructurales que refuerzan la cubierta de
cañón derivando las fuerzas a las naves laterales y luego a los contrafuertes externos, dando
solidez al conjunto. Este tipo de templos solían ser oscuros e iluminados por luz artificial que
ayudaba al misticismo de la eucaristía y a la meditación.
La parte más importante de la iglesia, la cabecera o altar mayor, posee una serie de
novedades como la construcción de un coro elevado para el clero de la diócesis y un pasillo
semicircular cubierto con una bóveda anular, que conectaba las naves laterales y permitía una
circulación a través de las capillas absidiales que podemos observar al fondo. Este hecho nos
permite decir que estamos ante una iglesia de peregrinación.
Todos estos rasgos y características nos hacen hablar de un edificio religioso encuadrado
en el estilo Románico, San Foy de Conques. Este estilo, estuvo dedicado al estamento clerical en
exclusiva, construyéndose en esta época una gran cantidad de catedrales que seguían un patrón
medido y pensado, donde los elementos sustentantes y sustentados se organizasen entre sí
siguiendo un módulo, en este caso la proporción aurea o número de Dios.
Algunas iglesias que pertenecían o se encontraban en el trayecto que recorría una de las
cuatro rutas de peregrinación, una serie de caminos que conectaban Francia y España, a raíz de
la costumbre medieval de visitar los lugares que poseían reliquias de los Santos. Estos caminos
eran Vézelay, Arlés, Le Puy y Tours, en estas rutas se recogían a los peregrinos de toda Europa
para llegar a Santiago de Compostela.