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Pierre Bourdieu y Loic Wacquant de La Clase Dominante Al Campo Del Poder PDF
Pierre Bourdieu y Loic Wacquant de La Clase Dominante Al Campo Del Poder PDF
DYKINSON
2012
EPÍLOGO.
DE LA CLASE DOMINANTE AL CAMPO DEL PODER 1
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Traducción de Javier Rujas Martínez-Novillo.
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N. del T.: Las grandes écoles son instituciones de educación superior
independientes de las universidades, que reclutan a sus alumnos por medio de
exámenes de selección e imparten formación de «alto nivel». Escuelas de élite,
forman por lo general a los que serán los altos funcionarios del Estado francés. Las
classes péparatoires (o «prépas», como suele abreviarse en el lenguaje ordinario)
son los distintos itinerarios de formación que, después del bachillerato, siguen
durante uno o dos años los candidatos a ingresar en las grandes écoles para
preparar los exámenes de entrada.
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N. del T.: En Francia se usa la expresión grands corps para referirse a los
cuerpos de altos funcionarios del Estado que ocupan puestos de alta
responsabilidad en la función pública (incluye a los miembros del Tribunal de
Cuentas, del Consejo de Estado, de los distintos órganos de Inspección del
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N. del T.: Georges Dumézil (1898-1986), filólogo e historiador de las
religiones y célebre estructuralista francés, dedicó la mayor parte de sus
esfuerzos al estudio comparativo de las mitologías de los pueblos indoeuropeos,
viendo en éstas una estructura común formada por tres funciones en las que
estos pueblos dividirían la actividad humana: la administración de lo sagrado,
del poder y del derecho; la administración de la fuerza física; y la administración
de la abundancia y la fecundidad. Siguiendo su estela, el historiador Georges
Duby (1919-1996), aplicó esta triada a la sociedad medieval, distinguiendo tres
órdenes: los oratores (los que rezan, el clero), los bellatores (los que combaten,
la nobleza) y los laboratores (los que trabajan, el «tercer estado» y funda-
mentalmente el campesinado), constituyendo los dos primeros la clase
dominante de esta sociedad (Duby, 1978).
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N. del T.: En el texto original, traducido al inglés a partir de una entrevista
realizada en francés, los traductores dejan el francés «à composante scolaire»
(«de componente escolar») y añaden entre paréntesis la expresión inglesa
«school-mediated» («mediado por la escuela»). Al disponer en castellano de una
expresión más cercana al francés original tanto en la forma como en el
contenido, hemos preferido traducir directamente el original francés descartando
la traducción inglesa, ligeramente alejada de su sentido original.
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N. del T.: Se llama así a quienes estudian o han estudiado en la École
polytechnique.
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N. del T.: Se llama así a quienes estudian o han estudiado en alguna de las
Écoles normales supérieures.
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N. del T.: Bourdieu se refiere aquí al movimiento estudiantil que desató
tanto en los institutos como en las universidades francesas el proyecto de ley de
reforma de la universidad del conservador Alain Devaquet a finales de 1986 en
Francia. Tras una importante movilización social y diversos altercados violentos,
que se saldaron con la sonada muerte de un estudiante (Malik Oussekine), el
proyecto de reforma es retirado por el entonces primer ministro Jacques Chirac
(durante la presidencia de François Mitterand y la llamada «cohabitación») y
Devaquet presenta su dimisión como encargado de Investigación y Educación
Superior del Ministerio de Educación francés (dirigido entonces por René
Monory). La reforma contemplaba, entre otras, las siguientes medidas: libertad de
las universidades para establecer las tasas de matrícula; posibilidad de selección
de los estudiantes a su entrada en la universidad; y libertad de las universidades
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para establecer sus propios métodos de enseñanza y expedir sus propios títulos,
medida criticada por acrecentar la competencia entre universidades y favorecer
sobre todo a las universidades más prestigiosas y cotizadas.
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ser ellos mismos, esto es, que tengan las actitudes y aptitudes
(formas de ser, acento, porte) que son el sello de su clase u ori-
gen… y su destino. El trabajo de aculturación preliminar que
la familia y el medio de origen llevan a cabo es tanto más indis-
pensable cuanto que lo que debe transmitirse no puede redu-
cirse nunca —especialmente en el caso de las posiciones domi-
nantes— a competencias técnicas. Si fuese suficiente, para
hacer a un físico o a un director ejecutivo, con impartir un
conocimiento apropiado de las funciones glucogénicas del
hígado o de contabilidad financiera, sería completamente dis-
tinto. En realidad, lo que ha de transmitirse es toda una postu-
ra, una forma de ser y de pensar constitutiva de la definición
social del físico o del ejecutivo en un determinado momento,
una definición que implica hoy que deben ser burgueses, edu-
cados, distantes, que les gusta vestirse con traje de tres piezas
y disfrutan de vinos de primera calidad y jugando al bridge, y
así sucesivamente. Por eso es importante seleccionar un habi-
tus predispuesto. Segundo, como ya he dicho, la escuela super-
pone en esta selección efectos de ruptura, de cierre, de consa-
gración, que son cruciales para que los herederos asuman su
herencia (por ejemplo, no deben ser mujeriegos o arriesgar su
posición con un matrimonio desacertado).
Es aquí donde nos encontramos con el molesto problema,
casi siempre planteado de forma inadecuada, de la relación
entre la competencia técnica y la competencia social. Es cier-
to que hay cuerpos técnicos de conocimientos que uno debe
adquirir para ocupar posiciones de poder. Pero la adquisición
de esta competencia técnica es inseparable de la adquisición
de las disposiciones sociales que regirán la utilización de la
técnica – le pondrán límites a su uso y subordinarán los usos
técnicos a determinadas funciones sociales. Es precisamente
la indiscernibilidad de la dimensión técnica y la dimensión
social la que está en la raíz del poder de la consagración edu-
cativa.
LW: En última instancia, la función principal de las grandes
écoles no es tanto la de conferir la competencia social para gobernar
a aquellos que, en cualquier caso, ya la tienen, como la de establecer
una frontera infranqueable entre ellos y todos aquellos a los que
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externo, que cuestiona todos los poderes salvo el que ejercen los
intelectuales. Introducir el capital cultural, mediante los efectos
de consagración, ordenación, etc., es ya complejizar mucho más
las cosas, tanto científica como políticamente.
LW: ¿Por qué llamaste a este libro, que en origen iba a llamar-
se La noblesse d’École, La noblesse d’État? ¿Es porque ves en el
poder simbólico de las grandes écoles una de las dimensiones
fundamentales del papel del Estado en las sociedades avanzadas?
PB: El Estado es en el fondo la gran reserva del poder sim-
bólico, el banco central del crédito simbólico que dispensa
actos de consagración, tales como la concesión un título acadé-
mico, un carné de identidad o un certificado — todos ellos
actos a través de los cuales los poseedores autorizados de una
autoridad acreditada declaran que una persona es lo que es,
establecen públicamente tanto lo que las personas son como lo
que tienen derecho a ser. Estos actos oficiales, y los agentes que
los realizan, son respaldados por el Estado como banco central
de consagración que los garantiza y que, en cierto sentido, los
lleva a cabo a través de la mediación de sus intermediarios legí-
timos. Por ese motivo he reformulado y generalizado la fórmu-
la de Weber para decir que el Estado es el poseedor del monopo-
lio no sólo de la violencia física legítima sino también de la vio-
lencia simbólica legítima.
LW: Durante los tres últimos años, has dedicado tu curso
anual del Collège de France a la cuestión del Estado. ¿Qué te hizo
centrarte en este nuevo tema, sobre el que se ha vertido tanta tin-
ta en los últimos años?
PB: Era consciente desde hacía un tiempo de que finalmen-
te tendría que enfrentarme al problema del Estado. Pero des-
confiaba de este objeto inmenso, envuelto como está en discur-
sos de gran teoría, y quería abordarlo a mi manera, esto es, de
forma oblicua, nunca de frente. Por eso empecé esta investiga-
ción con un extenso trabajo de «sociología negativa» —por
analogía con la «teología negativa»— pensado para cuestionar
todas las presuposiciones ingenuas y eruditas sobre el Estado:
esto es, las representaciones de sentido común y los discursos
periodísticos (por ejemplo, los debates sobre el liberalismo y el
estatismo o sobre la «crisis del Estado de bienestar») así como
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REFERENCIAS
PARTE I
TEORÍA SOCIAL:
ENCARNACIÓN Y PODER
PARTE II
MARGINALIDAD HUMANA:
FORMAS Y MECANISMOS DE RELEGACIÓN
EN LA CIUDAD DUAL
PARTE III
ESTADO PENAL:
LA CONTENCIÓN PUNITIVA COMO POLÍTICA
PARA LA POBREZA
13. ¿Qué tiene que ver el neoliberalismo con esto? Hacia una
economía política del castigo en Grecia, Leonidas K. Che-
liotis y Sappho Xenakis ........................................................... 365