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Patologias Biologicas Del Concreto
Patologias Biologicas Del Concreto
1 GENERALIDADES
A manera de ejemplo, la vegetación situada sobre una estructura puede retener agua sobre la
superficie del concreto, conduciendo a la saturación del material y por lo tanto a causar daños
físicos por acción de ciclos de humedecimiento y secado o daños por congelamiento y
deshielo. Esa misma vegetación, también puede causar daños mecánicos por penetración de
las raíces de plantas, arbustos y árboles, a través de juntas, fisuras y puntos débiles, que al
crecer generan fuerzas de expansión que incrementan la figuración y el deterioro.
Del mismo modo, los organismos y microorganismos de origen animal, pueden afectar la
superficie y el interior de la masa del concreto, por acciones físicas (p. e. cambios de humedad
que causan manchas y cambios de color); por acciones mecánicas (sobrecargas por la
presencia de incrustaciones y capas de colonias establecidas) por acciones químicas (agresión
química por fluidos orgánicos como la sangre, los jugos gástricos, los lixiviados de
descomposición, u otros; o materiales excretados como el estiércol o la orina); o por acciones
biológicas o microbiológicas (p. e. bacterias que consumen algunos compuestos del concreto)
Por lo anterior, el deterioro de origen biológico debe ser identificado, estudiado, prevenido y
tratado, con la misma importancia que cualquiera de los otros mecanismos de daño que se
han estudiado hasta el momento. Sin embargo, la patología moderna del concreto tiende a
asociar este tipo de deterioro más con la acción de los microorganismos que de los
organismos. Pe ello, se definirán algunos conceptos básicos como biorreceptividad,
La biorreceptividad del concreto, como la de cualquier otro material, hace referencia al estudio
de todas aquellas propiedades del concreto que contribuyen o favorecen la colonización,
establecimiento y desarrollo de microorganismos de origen animal o de origen vegetal, y que
afectan su durabilidad como material de una construcción. Pero además, para que la
biorreceptividad del concreto funcione, se requieren cuatro condiciones: presencia de agua,
disponibilidad de nutrientes, condiciones ambientales apropiadas, y superficie de colonización
(ver figura 2.54)
Figura 2.54
Todas las formas de vida conocidas en la tierra, necesitan del agua para crecer y reproducirse.
De manera que, para que haya deterioro biológico se requiere agua; y esta puede proceder de
fuentes externas (humedad del medio ambiente) o estar presente en los poros del concreto
(humedad relativa efectiva).
De igual modo que con el agua, los microorganismos forman colonias donde hay fuentes
disponibles de nutrientes. El medio ambiente puede ser una fuente, las sustancias que se
depositan o impregnan la superficie del concreto pueden ser otra fuente, y el mismo concreto
puede constituirse también en una fuente de alimentación.
El medio ambiente contiene muchos gases (ver tabla 2.1) y partículas que pueden servir como
alimento de diferentes microorganismos. Por ejemplo, las bacterias autotróficas se alimentan
del CO2 atmosférico. También, muchos 174 contaminantes del aire o del suelo, como los
hidrocarburos de aceites lubricantes y gasolina, pueden ser utilizados como alimento de
microorganismos.
Entre las sustancias depositadas o impregnadas, la materia orgánica siempre ha sido fuente de
alimento para las bacterias heterótrofas y los hongos. De igual manera, la descomposición de
un cierto y determinado microorganismo puede ser fuente de alimento para el crecimiento
posterior de otros géneros.
Para ciertos microorganismos, la cal y algunos minerales que contiene el concreto, también
pueden constituir fuente nutritiva.
Aunque el microclima que rodea la superficie del concreto, es determinante para el desarrollo
de microorganismos, hay ciertos géneros que pueden sobrevivir por largos períodos de tiempo
en condiciones muy adversas. Por ejemplo, la presencia de oxígeno no siempre es necesaria o
determinante, pues las bacterias anaeróbicas viven con concentraciones de oxígeno inferiores
a 0.1 mg/l; mientras que las aeróbicas lo hacen con concentraciones de oxígeno superiores a
1g/l.
La capa biológica o biocapa se puede definir como la película o costra que se forma sobre la
superficie de concretos y morteros, como consecuencia del asentamiento y presencia de
microorganismos con actividad metabólica; cuyo ciclo de vida, también favorece la formación y
espesor de la biocapa (por excreción de sustancias como polisacáridos y productos ácidos), y
por la descomposición de microorganismos muertos.
De acuerdo con varios autores, la biocapa sobre concretos o morteros puede formarse
desarrollando la siguiente secuencia:
Entre los mecanismos de deterioro biológico del concreto, están el biodeterioro del
concreto, la biodegradación de hidrocarburos y la biocorrosión de los metales.
Entre los organismos que fomentan el deterioro microbiológico del concreto, se pueden
distinguir géneros y especies principalmente de origen vegetal. Entre ellas, se encuentran
las bacterias, los hongos, las algas, los líquenes y el musgo.
2.6.5.1 Bacterias
En general, las bacterias son microorganismos cuyo tamaño es del orden de una micra o
menos y están constituidos por una sola célula rudimentaria. Algunas son patógenas para
los seres vivos del reino animal y otras no. Según su forma se distinguen en cocos, bacilos,
vidrios y espirilos. Además, pueden ser aeróbicos (si utilizan el oxígeno para sus procesos
vitales) o anaeróbicas (si necesitan un ambiente carente de oxígeno). Como bacterias
dañinas para el concreto, en virtud de los procesos químicos que se derivan de su
metabolismo, se distinguen las siguientes:
Son bacterias que necesitan compuestos de carbono más complejos que el CO2
atmosférico para su metabolismo y usualmente el producto de su metabolismo son ácidos
orgánicos. Entre ellas, se encuentran las sulfobacterias y las nitrobacterias. Las primeras,
son bacterias que oxidan el azufre a sulfato, el cual al combinarse con la pasta de cemento
de un concreto, forman el sulfato de calcio, con el consecuente daño por ataque de
sulfatos. Las segundas (nitrobacterias), son bacterias que transforman el amoníaco
presente en la atmósfera en nitritos y nitratos que se combinan con la pasta de cemento
para formar nitrato de calcio, con el consecuente ataque de sales.
Son bacterias que reducen los sulfatos existentes en las aguas y los transforman en
sulfuros de hidrógeno y gas sulfhídrico (H2S), que causa biocorrosión en el acero de
refuerzo. Estas, son bacterias anaeróbicas. La temperatura +optima para su crecimiento
está en el rango de 25 a 44 °C, con pH que puede variar entre 5.5 y 9.0, siendo el óptimo
un pH casi neutro de 7.2.
2.6.5.2 Hongos
La mayor parte del material biológico que se encuentra en suspensión en la atmósfera son
esporas de hongos. Las especies que se encuentran en el aire y su concentración,
dependen de la temperatura, el régimen de lluvias, los vientos dominantes, la
estacionalidad del clima y las variaciones de oscuridad y claridad. Los hongos que se
encuentran en el suelo, usualmente se desarrollan mejor en ambientes húmedos y
abarcan especies de los géneros Aspergillus y Penicillium. De acuerdo con la clasificación
taxonómica, los hongos de superficie pertenecen a la categoría “fungi”, dentro de los
cuales los más comunes son los hongos simples, los mohos, los fermentos y las levaduras.
183 Se estima que hay aproximadamente unas 80,000 especies diferentes de hongos y por
ello su forma y tamaño puede ser muy variado. Por lo tanto, los hongos encontrados en un
determinado ambiente pueden ser muy diferentes en tipo y número de aquellos
encontrados en otro ambiente. Los hongos, son de los organismos que más rápidamente
proliferan y algunos de ellos producen hasta cinco tipos de esporas.
En general, los hongos son vegetales inferiores, cuyo cuerpo (talo) puede ser unicelular o
estar formado por filamentos microscópicos llamados hifas, que absorben los nutrientes y
además se entrelazan para formar un entramado llamado micelio. Son organismos
carentes de clorofila y por lo tanto heterótrofos (no sintetizan sus propios nutrientes),
obligados a vivir sobre materias orgánicas en descomposición, como parásitos a expensas
de organismos vivos, o en simbiosis con algas.
Las algas son plantas celulares acuáticas provistas de clorofila, con tallos de figura de cintas,
filamentos o ramificaciones, sostenidos por una base común. Los líquenes son organismos
vegetales que resultan de la simbiosis de un alga y un hongo. El hongo cede al alga, el agua y
sustancias minerales, y toma de estas las sustancias orgánicas. El musgo, es una planta briofita,
con hojas provistas de pelos rizoides, de textura blanda, de forma no muy definida y altura
limitada, que crece en lugares sombríos sobre la corteza de los árboles, las piedras y materiales
de construcción como el concreto.
Las algas, los líquenes y el musgo, generalmente se asocian a ecosistemas acuáticos, pero
también se encuentran en medios terrestres, donde el agua se retiene o la evaporación se
atenúa por estar al abrigo del viento o la luz solar. Por tanto, la humedad del sustrato de
invasión es crucial para su colonización. Su crecimiento no es uniforme y frecuentemente
forman manchas en las superficies donde se desarrollan.
Las algas usualmente captan calcio y magnesio de la pasta de cemento y los incorporan al ciclo
de su metabolismo; esto causa la formación de pequeñas cavidades o perforaciones sobre la
superficie colonizada.