Está en la página 1de 4
- Nueva Revista : DE POUILIGCA, CULTURA Y ARTE 7 LA BIBLIOTECA DE eer ; . ® 1002: Libros — seleccionados Sone on blah 00144 S wn 2 fy P y W, es, ee Sy PD CIEN VOLOMENES sus composiciones cancioneriles). Las Coplas a la muerte de su padre son cifra y simbolo de la mejor poesia espafio- la de todos los tiempos. Han conseguido (junto con algu- nos pasajes del Tenorio de Zorrilla y del Don Mendo de Mufioz Seca, y algunas piezas infantiles de Rubén) la mas preciada de las inmortalidades: la de ir pululando de boca en boca en la memoria de la gente, que puede recitar de memoria al menos una 0 dos de sus estrofas, cinceladas por su autor con una elegancia, una sencillez y una capa- cidad de sintesis paradigmdticas. Nunca el motivo eterno del ubi sunt? ha conocido unos niveles interpretativos tan altos y tan hermosos como en las Coplas de Manrique. Hay un libro de Pedro Salinas, Jorge Manrique o tradicién y originalidad, que resume a la perfeccién lo que supone y lo que aporta la escritura manriquefia y, en especial, sus Coplas a las letras universales. Luis Alberto de Cuenca 1499 Fernando de Rojas, La Celestina La Celestina es una obra-isla desde el punto de vista tea- tral, que me parece, amén de pertinente, el mas intere- sante. Rodeada de agua por todas partes, de nada que permita explicarla en su radical y soberbia singularidad, como si de nada procediera, ni siquiera de su autor, ni condujera a nada, se levanta solitario e inaccesible este monumento literario y teatral —sobre todo teatral— que alcanza las alturas de las creaciones miticas. NUEVA REVISTA - 144 109 LA BIBLIOTECA DE OCCIDENTE EN CONTEXTO HISPANICO El primer prodigio es la creacién de ese gran personaje que acaba apoderdndose también del titulo. Y siendo de los raros que pasan a la lengua como nombres comunes. Cualquier hispanohablante, aunque no haya lefdo un solo libro y menos esos, entiende lo que es ser un quijote, un donjudn o una celestina... Y poco ma: cance, un lazarillo, pero no un segismundo ni una anaozo- , con menor al- res ni un maxestrella, etc. El checo Jirf Veltrusky elige con astucia La Celestina para demostrar su tesis de que el drama se lee exacta- mente igual que la novela y el poema, como pura literatu- ra. No es verdad, pero sf un buen estimulo para descubrir, a la contra, la apabullante y misteriosa teatralidad de la obra. Qué importa que fuera escrita para ser lefda en voz alta. Lo que cuenta es que rezuma teatro por todas sus costuras, que esta pidiendo a gritos —y consiguiendo a yveces— escenarios y actores en los que revivir. La Celestina es un clasico entre los clasicos. Eso nadie lo duda, pero quizds tampoco acierte nadie a explicar el porqué. Ademas de la creacién de ese personaje gigantes- co que rebasa la talla de la obra y se escapa de ella, nada justifica el lugar eminente que ocupa, con toda pero enig- miAtica justicia, en nuestra cultura: ni la diccién, excelente pero no sublime, ni la ficcién, que deja mucho que dese- ar, con una trama regida por la casualidad y unos perso- najes —los demas— olvidables fuera del universo magico de la obra. Ante las especulaciones sin cuento que ha suscitado el concepto de cldsico, la idea més sencilla y cierta es la de algo que sigue vivo, en uso. El concepto se torna atin 110 NUEVA REVISTA = 144

También podría gustarte