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Tribunal

Internacional
de Justicia

Derecho
Internacional
Público

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Tribunal Internacional
de Justicia
El nacimiento del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ o CIJ) está ligado
a la Organización de Naciones Unidas (ONU), de la cual es el órgano
judicial principal. Su Estatuto es parte de la Carta de dicha
Organización y está basado en el de la CPJI (Art. 92). De acuerdo con el
Art. 93 de la Carta, todo miembro de la ONU es ipso facto parte del
Estatuto, y aún los no miembros pueden serlo, de acuerdo con las
condiciones fijadas por la A.G. a recomendación del C.S.

Organización
El TIJ no solo es un órgano principal de las Naciones Unidas (UN), sino que
tiene las funciones de un órgano colectivo de carácter judicial, compuesto
por un cuerpo de magistrados o jueces (que forman un cuerpo de
magistrados independientes) y un Secretario. Está organizado de forma
que pueda funcionar de una manera permanente y tiene su sede en La Haya.

De acuerdo con el Estatuto, el Tribunal está integrado por quince jueces


(Art. 3) elegidos a partir de una nómina de candidatos propuestos por los
grupos nacionales de la CPA (Art. 4), se procura que estén representadas las
grandes civilizaciones y los principales sistemas jurídicos del mundo (Art.
9).

Con las personas designadas por los distintos grupos nacionales, el Secretario
General de las NU elabora una lista por orden alfabético que presentará
ante la Asamblea General y el Consejo de Seguridad (Art. 7), quienes
votarán independientemente (Art. 8), debiendo obtener la misma persona o
candidato la mayoría absoluta de votos en los dos órganos (Art. 10).

La duración del mandato de los jueces es de 9 años y son reelegibles, pueden


renunciar y ser separados de sus cargos (Art. 13). Existe en el TIJ la figura
del juez ad hoc, que está prevista para las causas en las que no haya
ningún juez en el Tribunal que tenga la nacionalidad de los Estados
litigantes, caso en el cual cada parte podrá designar uno (Art. 31.3). De igual
manera, si la Corte incluyere entre los magistrados de conocimiento uno de
la nacionalidad de una de las partes, la otra podrá designar un juez de su
elección (Art. 31.2). En consecuencia, los magistrados de la misma
nacionalidad de cada una de las partes conservan su derecho a permanecer
en la vista de la causa, no pudiendo ser recusado (Art. 31.1).

El Tribunal se reúne y funciona en pleno, en salas especiales o en salas de


procedimiento sumario. Lo normal es que ejerza sus funciones en sesión
plenaria, con asistencia de todos los magistrados o al menos con un quórum
de nueve, ya que con menor número no podrá funcionar (Art. 25). Podrán
constituirse salas especiales de tres o más magistrados para determinados
asuntos como los relativos al trabajo, tránsito y comunicaciones (Art. 26). La
sala de procedimientos sumarios se constituirá anualmente por 5 magistrados
y puede, a petición de partes, oír y fallar los asuntos sumariamente (Art. 29).

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Competencia
Es necesario distinguir dos tipos de competencia: la contenciosa y la
consultiva.

Competencia contenciosa del Tribunal

Dentro de ella, distinguiremos la competencia que le corresponde a la Corte


por razón de las personas, y por razón de la materia:

 Por razón de las personas: solo los Estados podrán ser partes en
casos ante la Corte (Art. 34); los particulares (sean personas físicas o
jurídicas) no tienen acceso. Las organizaciones internacionales, pese a ser
sujetos del derecho internacional, tampoco tienen acceso en vía
contenciosa al Tribunal. Son dos los grupos de Estados que pueden
llevar sus diferencias ante el Tribunal:

o los Estados que sean parte en el Estatuto del Tribunal, dentro de


los que se pueden distinguir los que sean miembro de las NU y los
que han llegado a ser partes en el Estatuto por cumplir las
condiciones exigidas por la A.G.;
o los Estados que no sean parte en el Estatuto, en las condiciones
fijadas por el Consejo de Seguridad (Art. 35).

 Por razón de la materia: el Tribunal es competente para entender


en todas las diferencias de orden jurídico que le sean sometidas por los
Estados y en todos los asuntos especialmente previstos en la Carta o
tratados y convenciones vigentes (Art. 36.1). Para ello, es necesario que
las partes en la diferencia hayan manifestado su voluntad de someter el
asunto al Tribunal.

Las formas de aceptación de la competencia contenciosa de la Corte son las


siguientes:

 Por medio de acuerdos especiales, llamados compromisos, con las mismas


características señaladas que en el caso del arbitraje.

 Por medio de tratados o convenciones vigentes en los que se prevé la


competencia del Tribunal para todos los casos que se presenten en el
futuro (llamadas cláusulas compromisorias).

 Aceptación del mecanismo de la jurisdicción obligatoria del TIJ mediante


la aceptación de la cláusula facultativa, prevista en el Art. 36.2 del
Estatuto, que estipula:

Los Estados partes en el presente Estatuto podrán declarar


en cualquier momento que reconocen como obligatoria ipso
facto y sin convenio especial, respecto a cualquier otro Estado
que acepte la misma obligación, la jurisdicción de la Corte
en todas las controversias de orden jurídico que versen sobre:
a) la interpretación de un tratado; b) cualquier cuestión de
derecho internacional; c) la existencia de todo hecho que, si
fuere establecido, constituiría violación de una obligación
internacional; d) la naturaleza o extensión de la reparación
que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación
internacional1.
2

1
Art. 36.2- Estatuto de la Corte Internacional de Justicia.1945
 Por aplicación del principio del forum prorrogatum, fundado en el
consentimiento de las partes. Se trata de la aceptación tácita o indirecta de
la competencia de la Corte, deducida de comportamientos tales como
contestar a una demanda unilateral de otro Estado o realizar otros actos de
procedimiento, la aceptación mediante una carta, etc. que sirven de base
al tribunal para declarar su propia competencia.

Competencia consultiva del Tribunal

Al igual que respecto a la competencia contenciosa, distinguiremos:



 Desde el punto de vista de la competencia en razón de las
personas, las organizaciones internacionales pueden pedir
dictámenes, no así los Estados (aunque sí pueden intervenir ante el
Tribunal mediante exposiciones; Art. 66). La A.G. y el C.S. (así como
también otros órganos de la ONU y sus organismos especializados
que sean autorizados por la A.G.) tienen derecho a pedir dictámenes
a la Corte (Art. 96 de la Carta).

 En cuanto a la competencia en razón de la materia, la Corte es
competente en vía consultiva para pronunciarse sobre cualquier
cuestión jurídica, según el Art. 65 del Estatuto y 96 de la Carta.
Quedan por ello fuera las cuestiones políticas de hecho. Puede
tratarse de una cuestión abstracta o concreta.

Las opiniones consultivas carecen de obligatoriedad, pero, en ciertos


casos, son vinculantes. Por ejemplo, para las cuestiones entre organizaciones
internacionales o entre éstas y Estados, en la interpretación o aplicación del
Convenio de Viena sobre derecho de los tratados entre Estados de 1986.

Procedimientos
Procedimiento contencioso

La iniciación del procedimiento puede producirse por dos vías:



 El asunto se lleva por las partes mediante notificación del
compromiso, que es un acuerdo previo y formal entre Estados para
someter una cuestión concreta al TIJ.

 El asunto se lleva por alguna de las partes mediante solicitud
escrita (demanda) dirigida al Secretario, lo que implica que las partes
han aceptado previamente y de modo general la competencia del TIJ
al haber aceptado en tiempo y forma la llamada cláusula facultativa
prevista en el Art. 36 del Estatuto.

En ambos casos se indica el objeto de controversia y las partes (Art. 40.1).


Una vez incoado, el procedimiento comprende dos fases diferenciadas, una
escrita y otra oral:



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 Fase escrita: basada en el principio de contradicción, se inicia con la
presentación de una memoria y su contestación; eventualmente réplicas y
dúplicas. Las partes invocan todos los elementos de hecho y derecho de los
que pretendan valerse, y se presenta la prueba documental. Mediante
providencias, el TIJ especifica el número de escritos, orden de presentación
y plazos, que son prorrogables mediante petición de parte interesada.

Todos los escritos deben ir acompañados de las correspondientes


conclusiones (enunciado preciso y directo de una petición) y de los
documentos anexos en que se basen las argumentaciones contenidas en los
escritos.

 Fase oral: consistirá en la audiencia que el TIJ otorgue a los testigos,
peritos, agentes, consejeros y abogados (Art. 43.5). En esta etapa, las
partes examinan sus argumentos y pruebas, y el Tribunal puede hacer
preguntas o pedir precisiones. Se presenta la prueba testimonial y pericial;
los debates son públicos.

Finalizado el procedimiento oral y la presentación de su caso por las partes,


el Presidente declarará terminada la vista y el TIJ se retirará a deliberar en
privado y en secreto (Art. 54). La decisión se toma por mayoría de votos de
los jueces presentes y, en caso de empate, decidirá el voto del Presidente
o del Magistrado que lo reemplace.

El procedimiento en vía contenciosa culmina con la sentencia, en la que el


TIJ emite su fallo sobre el asunto, el cual debe ser motivado (Art. 56). El
Reglamento de l a Corte precisa que la sentencia contenga la fecha de
lectura, los nombres de los jueces, de las partes, agentes, consejeros y
abogados, la exposición sumaria del procedimiento, las conclusiones de las
partes, las circunstancias de hecho, los fundamentos de derecho, el fallo, las
decisiones relativas a las costas si las hubiere, el nombre de los jueces que
constituyeron la mayoría y la indicación del texto que hace fe, en el caso de
estar redactado en dos lenguas. Este cuerpo se completa con los votos
particulares de los jueces y las declaraciones de éstos.

El Estatuto prevé que la sentencia tiene fuerza obligatoria solo para las
partes en litigio y respecto del caso decidido (art. 59). Las decisiones son
definitivas e inapelables (art. 60) por no existir un tribunal superior, pero
la sentencia puede ser objeto de peticiones de interpretación (art. 60) y
revisión (art. 61). En este último caso, el Estatuto establece que, para que el
recurso sea otorgado, debe fundarse en el descubrimiento de un hecho de
tal naturaleza que pueda ser factor decisivo y que, al pronunciarse el fallo,
fuera desconocido de la Corte y de la parte que pida la revisión, siempre que
su desconocimiento no se deba a negligencia.

Finalmente, en cuanto a la ejecución de la sentencia, corresponde a las


partes cumplirlas (Art. 94.1 de la Carta). El Art 94.2 de la Carta establece
que

si una de las partes en un litigio dejare de cumplir las


obligaciones que le imponga un fallo de la Corte, la otra parte
podrá recurrir al Consejo de Seguridad, el cual podrá, si lo
cree necesario, hacer recomendaciones o dictar medidas con
el objeto de que se lleve a efecto la ejecución del fallo2.

2
Art. 94.2- Carta de las Naciones Unidas. 1945.
Es importante señalar que, como destaca Barboza, en la práctica
internacional solo Irán (Asunto del personal diplomático y consular de los
EEUU en Teherán, 1980) y Estados Unidos (Asunto de las actividades
militares en y contra Nicaragua, 1986) han desconocido fallos de la Corte.

Procedimiento consultivo

Es bastante formal y parecido al procedimiento contencioso descripto. Se


escucha a los Estados y organizaciones interesadas. Comienza con la
petición del dictamen mediante una solicitud que debe ser escrita, en la que
se formula en términos precisos la cuestión respecto de la cual se hace la
consulta. Con la solicitud se acompañan todos los documentos que puedan
arrojar luz sobre la cuestión (Art. 65.2).

Recibida la solicitud, el secretario del Tribunal procede a notificarla a todos


los Estados que tengan derecho a comparecer ante la Corte (Art. 66.1), a los
que se les notificará además que la misma se encuentra lista para recibir
exposiciones escritas u orales relativas a la cuestión a decidir (Art. 66.2).

Esta última notificación procede respecto a los Estados y todas las


organizaciones que, a juicio de la Corte, puedan suministrar alguna
información relevante.

Luego de la fase escrita y oral, el procedimiento culmina con la emisión del


dictamen. Como se señaló supra, las opiniones consultivas de la Corte
carecen de obligatoriedad y no produce efectos de cosa juzgada.

5
Referencias
Carta de la Organización de Naciones Unidas. Organización de las
Naciones Unidas. San Francisco, 26 de junio de 1945.
Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. Organización de las
Naciones Unidas. 1945

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