Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ISSN: 0718-1361
revlimite@uta.cl
Universidad de Tarapacá
Chile
∗
Rosario Herrera Guido
RESUMEN
ABSTRACT
∗
Psicoanalista. Licenciada en Filosofía (UMSNH, México). Maestra en Psicología (UAQ,
México). Doctora en Filosofía (UNED, España). Doctora en Psicoanálisis (CIEP, México).
Profesora e Investigadora de la Facultad de Filosofía (UMSNH). Directora de la Revista
Internacional de Filosofía y Filosofía de la Cultira Devenires, Facultad de Filosofía.
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (México). Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores. E- mail: rherrera@zeus.umich.mx
105
Revista Límite Nº 12, 2005
1. PROEMIO
2. EL PSICOANÁLISIS Y LA POÉTICA
el ensayo y la novela), abriendo una dimensión poética que promueve que las
palabras digan más de lo que el sujeto ha querido decir, y con ella la dimensión de
la verdad. Parafraseando a Blas Matamoro, el psicoanalista, como el poeta, sabe
que las palabras saben más que ellos. Y es que el inconsciente es precisamente ese
desconocimiento del sujeto que dice no saber, y al que hay que creerle, pues no
sabe de su sufrimiento mientras no pueda decirlo, es decir, hasta que las palabras
lo digan, siempre en el límite de lo indecible del deseo inconsciente. En cuanto a
la asociación libre, Lacan ha dicho que la regla fundamental del psicoanálisis
permite que la palabra progrese a fin de abrir las compuertas del ser y llegue a
realizarse algo de la verdad del sujeto. Se puede hablar entonces de una poética
del inconsciente, sin olvidar que la palabra, al mismo tiempo, en ese libre discurrir
pone entre paréntesis al ser, suspendiendo la ley de no-contradicción 1 .
1
Jacques Lacan, Los escritos técnicos de Freud, Barcelona, Paidós, 1981, pp. 41-2.
2
Es a Roman Jakobson a quien se debe el descubrimiento del paralelo
condensación=metáfora y desplazamiento=metonimia, a partir de las figuras retóricas
(también poéticas), que desarrolla en su texto sobre las afasias. Ver en Jakobson, R., "Dos
trastornos del lenguaje y dos tipos de trastornos afásicos", en Fundamentos del lenguaje,
Madrid, Ayuso, 1980.
Rosario Herrera Guido
No sería suficiente este espacio para referirme a todas las menciones que
Freud hace, a lo largo de su voluminosa obra, a expresiones y asociaciones ligadas
a la poesía y la poética. Valga sólo un breve recorrido para alumbrar un poco más
lo que pretendo mostrar a fin de comprender.
3
Jacques Lacan, "El atolondradicho", en Escansión 1, Barcelona, Paidós, 1981, p. 390.
Lacan se refiere a la lógica del significante. Sin embargo, si el significante no significa
nada, en la medida en que otro significante tiene que venir a significarlo (como mostrara
San Agustín en su diálogo De magistro), es necesario que un operador produzca algún
efecto de significancia; este operador es el analista, que es un sujeto-supuesto-saber, pues
en la medida en que no sabe (y como Sócrates enseña preguntando), permite que la cadena
significante se deslice abriendo la dimensión de la polisemia, dando lugar a un efecto
poético.
Revista Límite Nº 12, 2005
Sí, tan intraducibles son los sueños como los poemas, pues en ambos
participan, aunque en un nivel distinto, los procesos inconscientes. A ello se debe
también que los usos del lenguaje sean fenómenos nacionales o regionales. No hay
inconsciente colectivo, como pensara Jung. La diferencia entre la creación poética
(tan singular) y el discurso de la psicosis, es que el poeta pone a circular sus
versos e imágenes poéticas, hace lazo social con ellos. Por ser intraducibles los
sueños como los poemas, el psicoanalista francés Serge Cottet afirmaba en una
conferencia impartida en la UNAM, que las interpretaciones psicoanalíticas eran
por lo regular nacionales. En realidad, todas las formaciones del inconsciente
(sueños, chistes, lapsus y síntomas), están expuestas a tal imposibilidad. Más no
por ello el psicoanálisis abandona el campo de la interpretación, pues es a esta
imposibilidad de la verdad, a la que debe su existencia.
4
Sigmund Freud, "La interpretación de los sueños", en Obras Completas, Buenos Aires:
Amorrortu, 1979, t. IV, nota 4, p. 121.
Rosario Herrera Guido
5
Jacques Lacan, Escritos, México: Siglo XXI, 1980, t. 1, p. 180.
Revista Límite Nº 12, 2005
incapaz de velar, habitado por un sueño ignoto y un niño que no despertará jamás,
aunque parezca estar dormido. La metáfora del sueño no resucita al niño, sólo es,
como la poesía, la estela del hijo perdido para siempre, que hace oír al deseo. Dice
Lacan:... En ese mundo sumido en el sueño, sólo una voz se hizo oír: Padre ¿acaso
no ves que ardo? La frase misma es una tea, por sí sola prende fuego a lo que
toca, y no vemos lo que quema, porque la llama nos encandila ante el hecho de
que el fuego alcanza lo Unterlegt, y lo Untertragen, lo real. 6 Una sola frase,
metáfora de la realidad, suspendida por la espada de la muerte, retorna para
incendiar el deseo de un padre, atravesar el Hades y prender lo real. Sueño
paradigmático en el que una metáfora incendia el duelo de la noche, y la muerte es
más brillante por un encuentro fallido que se desvanece en las sombras evocando
la nada.
6
Jacques Lacan, El yo en la teoría de Freud (Seminario 2), Barcelona: Paidós, 1987, p. 67.
Rosario Herrera Guido
7
Platón, "Cratilo o de la exactitud de las palabras", en Obras Completas, Madrid, Aguilar,
1974, pp. 551. Luego de indagar lo que las palabras pueden contribuir a dilucidar la verdad,
Sócrates termina desconfiando de ellas y conminando a Cratilo a que no parta de los
nombres sino de las cosas mismas.
8
Jacques Lacan, Radiofonía y televisión, Barcelona, Anagrama, 1980, p, 45. Para
simplificar he interpretado la frase que a la letra dice: Mi experiencia no toca al ser sino
para hacerlo nacer de la falla que produce el ente por decirse.
9
Octavio Paz, El mono gramático, Barcelona: Seix Barral, 1974, p. 85.
Rosario Herrera Guido
10
Martin Heidegger, Arte y poesía, México: F.C.E., 1978, pp. 125-48.
Revista Límite Nº 12, 2005
objeto que causa su deseo, el poco de real que cae de cada frase. Porque como
diría Octavio Paz: las palabras sólo nos dan la estela de las cosas. El ser en
psicoanálisis es el objeto causa del deseo, el objeto perdido que causa el deseo. Es
un objeto indecible, pues pertenece al ámbito del Ello y de las pulsiones, que se
resisten a la nominación. No hay otra vía más que la poética para intentar bordear
lo real. Ya en la "Conferencia 31" de las "Nuevas conferencias de introducción al
psicoanálisis", Freud sostenía que la única forma de acercarse a ese innombrable
es a través de metáforas. 11
11
Sigmund Freud, "Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis, (1933), en Obras
Completas, Bs. As.: Amorrortu, 1979, t. XXII, p. 68.
12
Rosario Herrera, "Tiempo y (po)ética en psicoanálisis", en El tiempo, el psicoanálisis y
los tiempos, México. FMP, 1993, pp. 215-228.
Rosario Herrera Guido
de la experiencia poética).
(po)ética del psicoanálisis, que abre la dimensión ética del deseo hacia una estética
como creación de nuevos significantes y realidades.
CONCLUSIONES