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Análisis Geohistórico Del Proceso de Urbanización en Suramerica
Análisis Geohistórico Del Proceso de Urbanización en Suramerica
Resumen
1 Doctor en Geografía, Planificación Territorial y Gestión Ambiental, Universidad de Barcelona. Docente del Departamento
de Historia y Geografía, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Caldas, Colombia. Miembro del Grupo
de Investigación Territorialidades. jorgeandres.rivera@ucaldas.edu.co; http://riverapabon.blogspot.com.co/
Abstract
Perspect. geogr. Vol. 21 No. 1. Año 2016 enero - junio, pp. 151-178 153
En suma, el objetivo de este artí- ceso que se desarrolla desde hace
culo es presentar un análisis mul- más de veinte siglos y en el que
titemporal del proceso de urbani- actualmente participan los descen-
zación en Suramérica, que permita dientes de los centros ceremonia-
avanzar en la comprensión crítica les”.
de su evolución, tal como se esbo-
za de manera detallada a continua- De igual modo, los geógrafos Ma-
ción. ría Asunción Martín Lou y Eduar-
do Múscar (1992, p. 86) esbozan,
1. La ciudad indoamericana con relación al modelo de ocupa-
ción precolombino en América del
La existencia del fenómeno urbano Sur, que debido a la extensión del
en el continente americano, contra- subcontinente, este estaba habita-
rio a lo que se piensa usualmente, do por pueblos de características
es un proceso de larga duración, diferentes. En general, se estable-
que encuentra sus raíces más pro- cen tres grandes áreas que reflejan
fundas y antecedentes iniciales en el grado de desarrollo social de los
las ciudades construidas hace 2000 grupos humanos que las ocupaban,
años, en una serie de regiones den- cuya organización será un aspecto
samente pobladas y con una tra- decisivo para el establecimiento
dición agrícola propia de los de- del modelo colonial subsiguiente
nominados pueblos testimonio5 de (Figura 1).
las sociedades imperiales ameri-
canas6. Justamente, tal como lo in- Así, en la estructura de poblamien-
dica el arquitecto y especialista en to de los pueblos originarios se
las ciudades precolombinas, Jorge distinguió el incaico, que se exten-
Enrique Hardoy (2009, p. 35), “el día desde la cordillera de los An-
proceso urbanístico en América no des hasta la fachada pacífica. Por el
nació con la conquista. Es un pro- contrario, en el resto de la región,
a pesar de la amplia distribución
5 Los pueblos testimonio son los sobrevivientes de las de comunidades indígenas, no se
altas civilizaciones autónomas que sufrieron el impacto
de la expansión europea, son el producto de la acción presentó un modelo de dominación
traumatizante de aquella expansión. Entre estos se espacial, entre otras razones por
cuentan los localizados en el Altiplano Andino (Bolivia,
Perú, Ecuador). Citado por: Ribeiro D. En: Segre, R. el nivel primario de organización
1996, p. 13, 14. que las caracterizaba. Ahora bien,
6 Citado con base en Hardoy, J. E. En: Segre R. 1996, p.
45.
para el área nuclear centro andi-
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Tabla 1. Suramérica. Patrones de asentamientos humanos y morfología urbana en el
periodo precolombino
Características generales
Entre las numerosas expresiones urbanas preincaicas del litoral peruano destacan Chan
Chan, la capital Chimú, que fue, entre los siglos XII y XV, una ciudad de considerable
superficie y población, formada por once compactos conjuntos amurallados en cuyo
interior sus constructores ordenaron regularmente viviendas, plazas, calles, templos,
palacios, de formas y disposición estandarizadas. Los incas formaron, además, otras
ciudades, siendo la más destacada Cuzco, que irradió influencia junto con otros
centros originarios (Pisac, Chinchero, Ollantaytambo, Machu Pichu, etc.).
Fuente: Elaboración propia con base en Hardoy. En: Segre (1996, p. 46 y 47). Hardoy (2009, p. 419). Martín y
Múscar (1992, p. 88). Cunill (1981, p. 212). Fotos: Jorge Andrés Rivera.
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después del momento de contacto la fundación de los puertos de Olin-
o “impacto” de la expansión euro- da, Porto Seguro, Espíritu Santo,
pea desde finales del siglo XV. Por Iguaracu, Santa Cruz Calabria, Il-
eso, tras la imposición del paradig- heus y San Vicente. Para esta em-
ma civilizatorio ibérico se generó, presa de instauración colonial, la
en primer lugar, la destrucción de corona Lusitana recurrió al sistema
los espacios urbanos indígenas de capitanías, otorgando enormes
precedentes, sobre los cuales se extensiones a capitales privados y
erigió la nueva ciudad colonial de órdenes religiosas. Así, los dona-
altura7, y, enseguida, se instauró tarios se dedicaron a la plantación
un modelo de ocupación predomi- azucarera, gestando y consolidan-
nantemente costero, revelado en do con el tiempo ciudades con gran
la conformación de una serie de dinamismo, como Salvador de Ba-
ciudades portuarias para extraer a hía, Recife, Pernambuco y Río de
través de ellas la riqueza de los te- Janeiro. A continuación, se descri-
rritorios dominados. be la especialización funcional del
sistema de ciudades de suramérica
Esta condición de poblamiento li- en la fase colonial.
toral también se dio en Brasil, con
7 Algunos ejemplos de “ciudades coloniales de altura”, superpuestas sobre un espacio prehispánico son: Pasto (2594 m)
y Bogotá (2630 m), en Colombia; Riobamba (2754 m), Latacunga (2771 m) y Quito (2818 m), en Ecuador; Huaraz (3091
m), Huancayo (3271 m), Cuzco (3399 m), Jauja (3410 m), Juliaca (3823 m), Cerro de Pasco (4338 m), en Perú, y La Paz
(3632 m), Oruro (3703 m) y Potosí (4040 m), en Bolivia.
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Funciones urbanas Observaciones generales
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división de Estados Nacionales. las ciudades portuarias, que, en los
A este tenor, los diferentes países últimos tres decenios del siglo xix
“descolonizados” entraron en una cobraron mayor importancia y se
fase de conflictos en torno al mode- convirtieron en centros de atrac-
lo de gobierno, la orientación eco- ción y arraigo; al mismo tiempo la
nómica y los nexos comerciales en agricultura, en diversas áreas rura-
esta nueva etapa “autonómica”, lo les, también conglomera y cohe-
cual finalizó en un desplazamiento siona población, posibilitando un
de la supremacía colonial ibérica a floresciente periodo fundacional de
la dominación del librecambismo centros urbanos de carácter interior
mercantilista inglés y, posterior- en territorios baldíos allende las
mente, norteamericano. zonas de explotación de herencia
colonial. Así se origina un avance
En medio de este complejo panora- significativo en la ocupación de los
ma social, económico y político de espacios vacíos: sur de Chile, sur y
nueva dependencia (1830-1860), a norte de Argentina, las tierras pau-
nivel de la urbanización se intensi- listas, Paraná, Mato-Grosso, Río
fica la primacía y concentración de Grande do Sul en Brasil, etc.
poderes en las ciudades capitales,
de modo que no se producen cam- Luego, entre 1900 y 1930, sobre-
bios sustanciales con relación a las vino la introducción al capitalismo
modalidades de la colonia. Hasta comercial del resto de los países
cierto punto, la diferencia con las de América del Sur, replicando el
formas precedentes se empieza a modelo de relaciones comerciales
desencadenar con el aluvión de in- inequitativas y permitiendo el ac-
migrantes al área austral del conti- ceso monopólico de los principales
nente en Argentina, Uruguay y sur recursos naturales a los países de-
de Brasil, a partir de 1870 y 1880, sarrollados.
cambiando la dinámica de urbani-
zación que hasta ese momento se En esencia, esta etapa, señalada de
había adelantado con avances sin- manera certera por el economista
crónicos entre los diversos países Paul Singer como de “dependencia
de América de sur. consentida” (cit. en: Faletto, 2007,
p. 51), forjó la concentración de
Sin duda, la recepción de estas diás- amplios beneficios económicos y
poras le dieron un nuevo impulso a políticos a los grupos dirigentes de
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4. La ciudad suramericana en la la coalescencia entre el poder ga-
fase de modernización monal y los “nuevos empresarios
agrarios”, quienes usufructuaron
En este periodo, ante la ruptura de las mejores tierras de cultivo, en
los mecanismos del mercado inter- detrimento de las formas tradicio-
nacional y la limitación de las im- nales de producción campesina,
portaciones en el contexto de la cri- lo que originó la pauperización de
sis económica de 1929, se produjo esta población y su diáspora masi-
un redireccionamiento del modelo va a las ciudades.
productivo en los diferentes países
de la región, al impulsar la expan- De esta forma, se puede afirmar
sión de la industria para dejar atrás que el crecimiento urbano durante
la histórica dependencia del sector esta fase tuvo como factores deter-
primario de la economía. Sin em- minantes, más que la atracción de
bargo, esta ilusión de autonomía población ejercida por los puestos
no pasó, en palabras de Singer (cit. de empleo en las industrias, otros
en Faletto, 2007, p. 52), de ser una condicionantes de orden econó-
nueva etapa de “dependencia tole- mico8 y político9 que precipitaron
rada”, en razón a que la impronta las migraciones rural-urbanas en
de desarrollo nacional a través de una intensidad dramática. Un co-
la industrialización continuó requi- rolario espacial de estos procesos
riendo la adquisición extranjera de de desplazamiento de población
bienes de capital, de equipos y tec- campesina a la ciudad ha sido la
nología, y de capital de inversión. localización de estos grupos en los
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y, de otro lado, la consolidación plificada en las extensas barriadas
de fragmentos de ciudad “formal”, periféricas y las zonas de tugurios
planificados bajo los preceptos del del centro para los grupos sociales
urbanismo racional funcionalista de rentas bajas, junto a la localiza-
(zonning), con áreas industriales, ción concentrada en el extremo de
sectores de servicios y zonas resi- la ciudad compacta de los grupos
denciales. Como resultado de estos sociales de mayores ingresos, ante
procesos urbanos de inequidad, su traslado definitivo a nuevos ba-
se formó una sectorización resi- rrios planificados de alto standing
dencial por clases sociales, ejem- –cono de riqueza–.
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historia del neoliberalismo, el rol nacionales hacia los países acree-
del Estado se circunscribe a velar dores, al igual que el pago de los
por los derechos de propiedad pri- intereses que habían sido diferidos
vada a partir de mediante el otorgamiento de nue-
vos créditos. De esta manera, con
crear y preservar el marco ins- el fin de responder a la incapacidad
titucional apropiado para el de- de pago del endeudamiento entre
sarrollo de estas prácticas. Por Estados, se traspasó esta deuda a
ejemplo, tiene que garantizar la la banca internacional. Sobre este
calidad y la integridad del dine- aspecto, Faletto asevera que “la
ro. Igualmente, debe disponer banca privada multinacional des-
las funciones y estructuras mi- plazó a los prestamos gobierno a
litares, defensivas, policiales y gobierno, e incluso a los bancos in-
legales que son necesarias para tergubernamentales como el Banco
asegurar los derechos de propie- Mundial, el Banco Interamericano,
dad privada… (2009, p. 6). etc.” (2007, p. 53).
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Al mismo tiempo, en el espacio y Buenos Aires13, se viene adelan-
metropolitano se viene presentan- tando la conversión de los antiguos
do con intensidad la gentrificación puertos, polígonos industriales y ta-
rururbana, dinámica territorial que lleres de manufacturas del periodo
está relacionada con la conversión de impulso “modernizador” –que
a valor de cambio de atributos na- han quedado abandonados como
turales y sociales, tales como las testimonio del fin de las políticas
funciones ecosistémicas del entor- keynesianas de apoyo a la indus-
no y la calidad ambiental, junto a tria nacional–, a áreas de servicios
la belleza escénica del paisaje rural, culturales y de ocio (museos, ga-
la experiencia directa con el ima- lerías de arte, librerías, restauran-
ginario campestre y la idealización tes, etc.), al igual que a viviendas
bucólica del espacio campesino. exclusivas tipo loft o a empresas
En efecto, este fenómeno se ha in- de Innovación y Desarrollo (I+D,
crementado desde la década de los tecnologías de la información, las
noventa gracias al desarrollo de los telecomunicaciones y el diseño de
megaemprendimientos inmobilia- vanguardia).
rios (denominados “clubes de cam-
po, barrios cerrados, ciudades-pue- Este tipo de intervenciones de re-
blo, miniciudades”, etc.), siendo en novación urbana ponen en eviden-
general un proceso “no planificado cia, por un lado, la estandarización
y de alta complejidad”, tal y como lo y banalización arquitectónica, tras
han definido diferentes investigado- la repetición de los estilos y dise-
res del crecimiento de las metrópo- ños en las construcciones, y, de
lis del continente (Janoscka, 2002; otro, el papel fundamental que tie-
De Mattos, 2004; Prévôt-Schapira, ne la planificación urbana posmo-
2002; Ciccolella, 2004, entre otros). derna, que “no piensa la ciudad en
su totalidad”, sino que favorece el
Además, en algunas ciudades, trabajo fragmentario de actuacio-
como Bogotá11, Santiago de Chile12 nes puntuales. De este modo, se
11 En Bogotá, nace el Centro Creativo Textura como una
iniciativa de reciclar una antigua fábrica textil para dar con salas de teatro y galería de artes visuales. Véase:
paso a talleres para artistas y salas de exposición. http://www.m100.cl/
Citado en: http://www.centrocreativotextura.com/que- 13 El proyecto Puerto Madero S.A. implicó la recuperación
es/# de 170 hectáreas, transformando este espacio en
12 El centro cultural Matucana 100 ocupa las un exclusivo centro residencial, gastronómico y de
dependencias de las antiguas bodegas de la Dirección negocios de la ciudad de Buenos Aires. Citado en:
de Aprovisionamiento del Estado. Este espacio cuenta http://www.puertomadero.com/
Renovación antiguo Puerto Proyecto Hotel Bacatá. Ur- Lima, Perú. Agentes
Madero, Yuppie-ficación. banalización arquitectónica. privados: Centro comercial
Buenos Aires, Argentina. Bogotá, Colombia. Larcomar, Miraflores.
Figura 6. La ciudad neoliberal. Renovación urbana y ur-banalización.
Fotos: Jorge Andrés Rivera.
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Sobre este aspecto, el economista ingresos, siendo las respuestas del
Pedro Abramo propone una nueva sector inmobiliario para este seg-
categoría explicativa del fenómeno mento social cada vez más sofisti-
urbano latinoamericano, la ciudad cadas, con urbanizaciones de altos
“com-fusa”: estándares arquitectónicos, dota-
das de seguridad privada, cerra-
el funcionamiento del mercado mientos, centros comerciales, etc.
del suelo en las grandes ciuda- Segundo, los sectores medio-bajos
des latinoamericanas promue- de la población adquieren también
ve, de forma simultánea, una sus viviendas en el mercado for-
estructura de ciudad compacta mal, aunque condicionados por las
y difusa. Ello apunta a que las opciones existentes; así, el resulta-
urbes latinoamericanas tienen do de la acción privada para estos
una estructura generada por un estratos lleva a la conformación de
uso del suelo que se compacta tejidos urbanos caracterizados por
y se difunde, o se difunde y se la alta densidad y las reducidas di-
compacta. En este sentido, la mensiones de las viviendas, patrón
producción de la estructura ur- que se repite tanto en los centros
bana en América Latina concilia como en los barrios residenciales y
las formas compacta y difusa de edificios de interés social periféri-
uso del suelo y, de esta forma, cos.
promueve una forma particular:
la ciudad “com-fusa” (2012, p. En tercer lugar, los grupos socia-
36). les excluidos y pauperizados han
construido, al margen del mercado
Dicho de otro modo, la máxima fle- formal, una proporción significati-
xibilidad para la actuación privada va de las ciudades; es decir, que los
ha traído grandes impactos como la sectores más pobres de la sociedad,
mayor desigualdad socioespacial tanto de manera individual como
urbana. Primero, el mercado for- colectiva, y perfectamente organi-
mal dirige su oferta a la reducida zada, han efectuado las invasiones,
proporción de población de altos las parcelaciones clandestinas y la
autoconstrucción de viviendas y de
supermercados, parques, oficinas u otros proyectos
los servicios domiciliarios urba-
“modernos”, como los que se observan dispersarse por nos.
la periferia de las ciudades latinoamericanas (Citado
con base en: Janoscka, 2012).
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alternativo que suplantó las anti- empezó a decaer a partir de los se-
guas zonas de dominación colonial tenta, lo que derivo, entre otros as-
instaladas en los andenes costeros. pectos, en las fuertes migraciones
Justamente, la apertura del mun- de la época y en la conversión de
do agrícola y ganadero potenció algunas zonas urbanas en áreas-re-
espacios que habían permanecido fugio de la pobreza. Así, la morfo-
marginales o poco afectados por el logía urbana exhibió en los bordes
desarrollo económico. En otras pa- y periferias de las ciudades los es-
labras, durante el siglo xix ocurre pacios de lucha y esfuerzo popular
la fundación de diversos centros por la vivienda y el hábitat digno,
urbanos de carácter interior, prin- mientras que las élites se consoli-
cipalmente en el Cono Sur. Esta daban a nivel residencial en una
“conquista” de territorios conti- zona compacta de gran calidad ar-
nentales allende de la localización quitectónica y urbanística –cono
literal del período colonial, está de riqueza–.
relacionada con los proyectos eco-
nómicos manejados por las élites Finalmente, con el devenir de los
nacionales para ampliar la frontera años noventa, la universalización
agrícola; para ello se estimula y fa- del neoliberalismo ha hecho que
vorece la inmigración europea. el modelo de gestión y desarrollo
urbano cambie sus objetivos y, por
Más tarde, dos hechos desencade- tanto, sus estrategias y formas de
nantes ocurren simultáneamente: actuación y la espacialidad de estas.
la depresión económica de 1929 Es así como el interés de la ciudades
y la necesidad de adaptación a las del subcontinente por ser visibles en
circunstancias de la crisis a través el contexto global las ha llevado a
de nuevas medidas y estrategias, olvidar sus responsabilidades socia-
como la determinación de dar co- les con el conjunto de la ciudada-
mienzo a la industrialización vía nía, y, por otro lado, han pasado de
sustitución de los productos que actuaciones de urbanismo a escala
mayoritariamente eran importados de ciudad –liderados por el Estado
por los países de la región. Sin em- como agente urbano– a proyectos
bargo, tras la falta de inversión es- inmobiliarios icónicos relacionados
tatal, aunado al aumento de la deu- con el establecimiento de edificios y
da externa, el modelo de desarrollo zonas urbanas para centros de nego-
nacional “autónomo” y moderno cios corporativos, firmas internacio-
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