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Perspectiva Geográfica

ISSN 0123-3769 (Impreso) - 2500-8684 (En línea)


Vol. 21 No. 1 de 2016
Enero - Junio
pp. 151-178

Análisis geo-histórico del proceso de


urbanización en América del Sur: de la
ciudad indoamericana a la ciudad neoliberal
Geo-Historical Analysis of the Urbanization Process in South
America: From the Pre-Columbian to the Modern Neoliberal
Period
Jorge Andrés Rivera Pabón1

Para citar este artículo utilice el nombre completo así:


Rivera, J. (2016). Análisis geo-histórico del proceso de urbanización en América del Sur: de la
ciudad indoamericana a la ciudad neoliberal. Perspectiva Geográfica, 21(1), 151-178.

Resumen

Este artículo examina, desde una mirada diacrónica, estructural y endógena,


el proceso de urbanización en América del Sur, teniendo como principales
elementos de análisis la estructura del poblamiento y las dinámicas urbanas
acaecidas desde la fase de desarrollo precolombino hasta el periodo actual,
de orden neoliberal; para ello, se desarrolla una metodología cualitativa
que utiliza como técnica investigativa la revisión documental de información
histórica, geopolítica y cartográfica, y, como fuentes primarias, el trabajo de
campo y la fotografía.

Palabras clave: América del sur, geo-historia, procesos de poblamiento,


urbanización.

1 Doctor en Geografía, Planificación Territorial y Gestión Ambiental, Universidad de Barcelona. Docente del Departamento
de Historia y Geografía, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Caldas, Colombia. Miembro del Grupo
de Investigación Territorialidades. jorgeandres.rivera@ucaldas.edu.co; http://riverapabon.blogspot.com.co/
Abstract

This paper examines from a diachronic, structural and endogenous view


the South American urbanization process, taking as main analytic elements
the settlements’ structure and the urban dynamics, occurred from the pre-
Columbian development stage, to the contemporary period, the neoliberal
order. For that purpose, a qualitative methodology is developed that uses
the historical, geopolitical and cartographic documental information review
as research techniques, and includes fieldwork and photography as primary
sources.

Key Words: South America, geo-history, human settlement processes,


urbanization.

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Introducción co-geográfico de la geografía ra-
dical3, siendo estos complementa-
A través del presente análisis dos por el acervo teórico de otras
geo-histórico se intenta identificar ciencias sociales, la arquitectura
los factores estructurales que dan y el urbanismo4. De esta forma, el
singularidad y atributos comunes análisis se inscribe y gravita en la
a la urbanización en Suramérica, línea argumentativa de la geografía
desde sus albores, en la época pre- histórica, al auscultar la influencia
colombina, pasando por su reconfi- de las formas espaciales “hereda-
guración en el marco de la domina- das” en las nuevas producciones
ción colonial, y ulteriormente por del espacio.
las diversas fases de instauración
del capitalismo, concluyendo en
su último acápite de globalización
fases de crecimiento”. De manera complementaria,
neoliberal; es decir, a través del es- se destacan los argumentos planteados por uno de
tudio diacrónico de las dinámicas los autores emblemáticos de la Geografía Histórica
a nivel continental, como es Pedro Cunill Grau.
endógenas y de las interdependen- Precisamente, este autor ha abordado el estudio de
cias establecidas entre la región y los tipos de poblamiento, las redes urbanas y el hábitat
subintegrado de las ciudades latinoamericanas (citado
los cambios en el orden económico con base en: Hiernaux, D; Lindón, A. 2006, p. 107).
mundial. Para este fin, se conside- 3 A través del análisis dialéctico del materialismo
ran como fundamentos teóricos el histórico-geográfico, se indaga en la evolución de los
procesos de poblamiento y urbanización en América
enfoque historicista de la geografía del Sur en relación con las fases del desarrollo de
cultural2 y el materialismo históri- la economía mundo: precolonial, colonial, nacional-
republicano y de globalización neoliberal. Igualmente,
se incorpora como factor clave para comprender la
2 Una de las bases interpretativas del artículo es el lógica de funcionamiento del proceso de urbanización,
estudio histórico de los aspectos socio-espaciales el papel de la acumulación capitalista (citado con base
que dan singularidad a los procesos de urbanización en: Santos P, J. M. 1992, p. 10). En este orden de ideas,
en América del sur. Para tal efecto, se contempla se examina el rol que cumplen los agentes sociales en
la tendencia historicista de la escuela de geografía la dinámica inmobiliaria y el crecimiento urbano, la
cultural de Berkeley, la cual dejó una influencia decisiva segregación residencial, etc. (citado con base en: Lois,
en la América hispánica-tropical, verbigracia, el aporte R.C. 2012, p. 28).
intelectual de James Parsons, quien estudió en su 4 En el estudio urbano para el subcontinente, se valora
obra sobre la colonización antioqueña en el occidente la influencia que han tenido desde la década de los
colombiano, el desarrollo económico y urbano de setenta las orientaciones críticas de arquitectos,
Medellín a partir del paso de la actividad artesanal a urbanistas, sociólogos y economistas como Roberto
las grandes compañías de textiles, metalúrgicas, de Segre, Jorge Enrique Hardoy, Nora Clichevsky y José
cementos y bebidas, entre otras. En definitiva, como Luis Coraggio, en Argentina; en Ecuador, Fernando
lo hace notar Horacio Capel (2002, p. 30), desde la Carrión; en Colombia, Orlando Sáenz, Fabio Velázquez
tradición de la geografía cultural se generó una serie y Jacques Aprile-Gniset, entre otros. En Brasil, Chile
de estudios dedicados a los paisajes culturales, al igual y España, respectivamente, Fernando Henrique
que “a la evolución histórica de la ciudad y las etapas Cardoso, Enzo Faletto, Manuel Castells y Jordi Borja,
de la formación del plano urbano, con las principales entre otros.

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En suma, el objetivo de este artí- ceso que se desarrolla desde hace
culo es presentar un análisis mul- más de veinte siglos y en el que
titemporal del proceso de urbani- actualmente participan los descen-
zación en Suramérica, que permita dientes de los centros ceremonia-
avanzar en la comprensión crítica les”.
de su evolución, tal como se esbo-
za de manera detallada a continua- De igual modo, los geógrafos Ma-
ción. ría Asunción Martín Lou y Eduar-
do Múscar (1992, p. 86) esbozan,
1. La ciudad indoamericana con relación al modelo de ocupa-
ción precolombino en América del
La existencia del fenómeno urbano Sur, que debido a la extensión del
en el continente americano, contra- subcontinente, este estaba habita-
rio a lo que se piensa usualmente, do por pueblos de características
es un proceso de larga duración, diferentes. En general, se estable-
que encuentra sus raíces más pro- cen tres grandes áreas que reflejan
fundas y antecedentes iniciales en el grado de desarrollo social de los
las ciudades construidas hace 2000 grupos humanos que las ocupaban,
años, en una serie de regiones den- cuya organización será un aspecto
samente pobladas y con una tra- decisivo para el establecimiento
dición agrícola propia de los de- del modelo colonial subsiguiente
nominados pueblos testimonio5 de (Figura 1).
las sociedades imperiales ameri-
canas6. Justamente, tal como lo in- Así, en la estructura de poblamien-
dica el arquitecto y especialista en to de los pueblos originarios se
las ciudades precolombinas, Jorge distinguió el incaico, que se exten-
Enrique Hardoy (2009, p. 35), “el día desde la cordillera de los An-
proceso urbanístico en América no des hasta la fachada pacífica. Por el
nació con la conquista. Es un pro- contrario, en el resto de la región,
a pesar de la amplia distribución
5 Los pueblos testimonio son los sobrevivientes de las de comunidades indígenas, no se
altas civilizaciones autónomas que sufrieron el impacto
de la expansión europea, son el producto de la acción presentó un modelo de dominación
traumatizante de aquella expansión. Entre estos se espacial, entre otras razones por
cuentan los localizados en el Altiplano Andino (Bolivia,
Perú, Ecuador). Citado por: Ribeiro D. En: Segre, R. el nivel primario de organización
1996, p. 13, 14. que las caracterizaba. Ahora bien,
6 Citado con base en Hardoy, J. E. En: Segre R. 1996, p.
45.
para el área nuclear centro andi-

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na sobresale como característica vecho para el centro, en este caso
fundamental las localizaciones en Cuzco, capital del imperio. Este
altura, como es el caso de Machu modelo de ocupación espacial cen-
Pichu. Aparte de esta condición, trípeto se articuló a través del siste-
el territorio incaico funcionaba de ma de caminos y conexiones entre
acuerdo con el esquema centro-pe- los poblados precolombinos.
riferia, que generaba mayor pro-

Figura 1. Espacialidad de las civilizaciones prehispánicas, red de caminos y modelo


centrípeto de dominación espacial.
Fuente: Martín y Múscar (1992, pp. 67, 83, 89).

Lo enunciado indica que en el mar- to interno, al tener sus centros de


co del desarrollo autárquico de los gobierno en zonas del interior, aun-
grupos indígenas en Suramérica que también se constituyeron asen-
se produjeron unas formas de or- tamientos costeros de máxima im-
ganización social y territorial que portancia, por ejemplo, Chan Chan
tuvieron como corolario espacial en el Perú.
la preponderancia del poblamien-

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Tabla 1. Suramérica. Patrones de asentamientos humanos y morfología urbana en el
periodo precolombino
Características generales
Entre las numerosas expresiones urbanas preincaicas del litoral peruano destacan Chan
Chan, la capital Chimú, que fue, entre los siglos XII y XV, una ciudad de considerable
superficie y población, formada por once compactos conjuntos amurallados en cuyo
interior sus constructores ordenaron regularmente viviendas, plazas, calles, templos,
palacios, de formas y disposición estandarizadas. Los incas formaron, además, otras
ciudades, siendo la más destacada Cuzco, que irradió influencia junto con otros
centros originarios (Pisac, Chinchero, Ollantaytambo, Machu Pichu, etc.).

De interés son también las ciudades que construyeron en su expansión territorial,


como fueron Huánuco Viejo, Cajamarca, Vilcashuaman, Tumebamba, Quito. No hay
que olvidar los Andes menos poblados de Colombia, con centros de poblamiento
Chibchas y Guane de la cordillera Oriental, Quimbaya en las laderas de la cordillera
Central, etc.
Patrones de asentamientos humanos - Morfología urbana

Centro ceremonial de Tiahuanaco


(al sur del lago Titicaca):
Posiblemente haya sido el primer
intento planeado de diseño
urbano de escala monumental en
Suramérica.

Machu Pichu: Careció de un


trazado general y su desarrollo
estuvo basado en la repetición
de ciertos elementos similares
que se diferenciaban según los
barrios o sectores de vivienda que
constituían la ciudad.

Varios de estos sectores fueron


construidos en relación a rocas,
algunas de ellas cuidadosamente
pulidas.

Fuente: Elaboración propia con base en Hardoy. En: Segre (1996, p. 46 y 47). Hardoy (2009, p. 419). Martín y
Múscar (1992, p. 88). Cunill (1981, p. 212). Fotos: Jorge Andrés Rivera.

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En consecuencia, producto de una xtaposición entre la estructura de
larga tradición de manejo, uso y poblamiento ancestral indígena y
apropiación del territorio por las el sistema de ocupación espacial
comunidades indígenas en Améri- ibérico. En este sentido, una expli-
ca del sur, se configuró una distri- cación de enorme capacidad acla-
bución espacial del poblamiento, ratoria sobre esta transposición es
en especial en el área centro-andi- la realizada por el geógrafo Pedro
na, que se constituye en la estruc- Cunill Grau, en su texto La Améri-
tura originaria y columna vertebral ca Andina:
del sistema actual de ciudades, toda
vez que, como lo enuncia Hardoy: La época de conquista y coloni-
“los españoles emplazaron muchas zación española dejó un esque-
de sus primeras fundaciones sobre ma de distribución geográfica
las ciudades indígenas y los territo- de la población de estas nacio-
rios más densamente poblados que nes, bastante parecido al pobla-
acababan de conquistar” (2009, p. miento indígena a finales del
14). siglo XV. Por ello, las mayores
concentraciones de población
A continuación, con el propósi- se encuentran superpuestas a
to de poner en evidencia tanto la las antiguas concentraciones de
superposición del sistema urbano población indígena: cordillera
colonial sobre el territorio ances- del litoral venezolano, Andes
tral indígena y sus asentamientos colombo-ecuatorianos, Sierra
humanos, como la nueva constitu- y Altiplano peruano-boliviano,
ción de una amplia red de poblados Depresión Central chilena. A la
de carácter litoral, se presentan las vez los españoles fomentaron el
especificidades de la ciudad ibérica poblamiento vertical y perifé-
en Suramérica. rico en el litoral, buscando una
mejor localización de sus puer-
2. La ciudad suramericana en la tos para asegurar el vínculo con
época de la conquista y colonia la metrópoli (1981, p. 92).
ibérica
Ciertamente, tal como se expone
En Suramérica se identifica, desde para el área andina, las formas de
la fase de penetración europea en organización territorial de las cul-
el territorio indoamericano, la yu- turas precolombinas cambiaron

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después del momento de contacto la fundación de los puertos de Olin-
o “impacto” de la expansión euro- da, Porto Seguro, Espíritu Santo,
pea desde finales del siglo XV. Por Iguaracu, Santa Cruz Calabria, Il-
eso, tras la imposición del paradig- heus y San Vicente. Para esta em-
ma civilizatorio ibérico se generó, presa de instauración colonial, la
en primer lugar, la destrucción de corona Lusitana recurrió al sistema
los espacios urbanos indígenas de capitanías, otorgando enormes
precedentes, sobre los cuales se extensiones a capitales privados y
erigió la nueva ciudad colonial de órdenes religiosas. Así, los dona-
altura7, y, enseguida, se instauró tarios se dedicaron a la plantación
un modelo de ocupación predomi- azucarera, gestando y consolidan-
nantemente costero, revelado en do con el tiempo ciudades con gran
la conformación de una serie de dinamismo, como Salvador de Ba-
ciudades portuarias para extraer a hía, Recife, Pernambuco y Río de
través de ellas la riqueza de los te- Janeiro. A continuación, se descri-
rritorios dominados. be la especialización funcional del
sistema de ciudades de suramérica
Esta condición de poblamiento li- en la fase colonial.
toral también se dio en Brasil, con

Tabla 2. Funciones urbanas y características del sistema de asentamientos en el periodo


colonial
Funciones urbanas Observaciones generales
Ciudades gestoras de Se presentan pruebas escritas en los relatos de cronistas
exploraciones y nuevas de viajes, como Ruy Díaz de Guzmán, sobre el papel
fundaciones que cumplió Asunción (1537) como ciudad gestora
de avanzadas colonizadoras y de nuevas fundaciones;
igualmente, Martín Alfonso de Souza escribió acerca
del rol de San Vicente y de Río de Janeiro, en 1532, en
la conquista de nuevos territorios en Brasil.

7 Algunos ejemplos de “ciudades coloniales de altura”, superpuestas sobre un espacio prehispánico son: Pasto (2594 m)
y Bogotá (2630 m), en Colombia; Riobamba (2754 m), Latacunga (2771 m) y Quito (2818 m), en Ecuador; Huaraz (3091
m), Huancayo (3271 m), Cuzco (3399 m), Jauja (3410 m), Juliaca (3823 m), Cerro de Pasco (4338 m), en Perú, y La Paz
(3632 m), Oruro (3703 m) y Potosí (4040 m), en Bolivia.

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Funciones urbanas Observaciones generales
Ciudades portuarias y Estas ciudades “comenzaron como puerto de enlace
comerciales y terminales de las grandes rutas oceánicas”. Los
principales puertos como El Callao, Buenos Aires,
Río de Janeiro y Bahía, se constituyeron en centros
comerciales y llegaron a convertirse en grandes ciudades.
Por ejemplo, entre 1638 y 1642, Río de Janeiro y la
Bahía de Guanabara establecieron anualmente hacia
Portugal un promedio de 20 a 25 carabelas cargadas de
azúcar. Por otra parte, El Callao fue punto clave para
el transporte de la plata por el Pacífico, y las ciudades
con función comercial en Argentina se correspondían
con las instaladas en el interior como apoyo de las rutas
terrestres, situación de La Rioja y Mendoza, o las que
jalonaron el camino desde el Alto Perú hasta el río de
la Plata, como Salta, Tucumán, Santiago del Estero y
Córdoba, al igual que la consolidación posterior de
Rosario como gran puerto fluvial interior.
Las ciudades que fungían como epicentros de regiones
Centros agrícolas, especializadas en la producción agropecuaria estuvieron
ganaderos y mineros: amparadas en el modelo colonial de explotación
Ciudades residencia de económica del espacio rural, como las “chacras”. Las
grandes propietarios plantaciones de azúcar, cacao o tabaco se localizaron
en los terrenos bajos de las costas atlánticas de Brasil y
Venezuela (Pernambuco, Olinda, Coro), y pacíficas de
Ecuador (Guayaquil). Por el contrario, muchas ciudades
andinas deben su origen y prosperidad a la explotación
de riquezas mineras, ejemplo de ello son Huancavelica,
Oruro, Potosí y cientos de pequeños centros urbanos
que servían a la minería de la plata, el oro y el cobre.
A partir de la necesidad de tejer redes en medio de la
Poblados de enlace y compleja orografía andina para conectar las ciudades del
centros de tránsito litoral con las capitales de altura se forjó un rosario de
ciudades que jalonaban rutas interiores. Como ejemplo
destaca la que surgió en los valles y altiplanos del Reino
de Nueva Granada, como núcleos de interrelación entre
el Caribe y el Pacífico. Bogotá incentivó, por ejemplo,
el surgimiento de muchos de estos núcleos; igual rol
cumplió Quito, desde donde partieron estímulos, que
explican fundaciones de varias ciudades del suroeste
colombiano como Pasto, Popayán y Cali.

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Funciones urbanas Observaciones generales

Pueblos de indígenas Los sistemas tradiciones de cultivos obligaban la


dispersión de los indígenas, por lo que las nuevas
instituciones coloniales exigieron la concentración
de ellos en las cercanías de ciudades y villas: “es
necesario que los indios se repartan en pueblos
que vivan juntamente y que allí tenga cada uno su
casa habitada con su mujer e hijos… La población
indígena debía colaborar en las tareas productivas de
los españoles bajo un trato servil, motivada, además,
por compromisos espirituales”. Los pueblos de indios
tuvieron gran desarrollo en las regiones con alta
densidad de población aborigen; en este sentido, las
regiones andinas, el noroeste argentino y la región
guaranítica fueron las que más testimonio han dado de
esta manifestación.
Fuente: Elaboración propia a partir de Abreu (2013), Fridman (s,f.), Hardoy. En: Segre (1996, pp. 37-39). Martín,
Múscar (1992, pp. 111-132). Cunill (1981, pp. 224, 225).

Figura 2. Principales ciudades fundadas en la primera etapa de la Colonia (1496-1550).


Estructura administrativa colonial, siglos XVI y XVII.
Fuente: Martín y Múscar (1992, pp. 99, 117).

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Finalmente, la metamorfosis física plazados los templos sagrados por
sufrida por los poblados precolom- las iglesias cristianas, y las residen-
binos condujo a una transforma- ciales autóctonas por los cabildos y
ción cultural indígena, al ser reem- casonas europeas.

1535. La cuadrícula de Pizarro sobre


Plano de la Plaza de Cuzco incaico. Las Lima Prehispánica.
líneas finas señalan el trazado del centro de la
actual ciudad, originado en los primeros años
de la colonia. Construcciones Incaicas:
a- Palacio de Viracocha Inca, b- Palacio
de Pachacuti, c- Escuela de los nobles,
d- Palacio de Amarucancha, e- Palacio de
Huascar, h- Hatum Cancha, 1- Aucaipata
(Plaza de Armas), 2- Cusipata, 3- El cauce
del Huatanay. Construcciones coloniales:
A- El Cabildo, B- San Francisco, C- La
Merced, D- La Universidad y la Campaña, Lima colonial. Usos del suelo en la
E- La Catedral, F- La Sagrada Familia. primera mitad del siglo XVIII.
Reconstrucción de Harth Terré E.
Figura 3. Cuzco y Lima. Morfología urbana e imbricación de la ciudad precolombina
y colonial.
Fuente: Hardoy (2009, pp. 385, 390), Múscar (1992, pp. 66, 132).

3. La ciudad suramericana en el “emancipatorios” desde la primera


periodo republicano mitad del siglo xix, cabe consignar
como factor sobresaliente la repro-
En cuanto a esta nueva etapa his- ducción de las formas coloniales
tórica, iniciada con los procesos de uso del territorio bajo la nueva

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división de Estados Nacionales. las ciudades portuarias, que, en los
A este tenor, los diferentes países últimos tres decenios del siglo xix
“descolonizados” entraron en una cobraron mayor importancia y se
fase de conflictos en torno al mode- convirtieron en centros de atrac-
lo de gobierno, la orientación eco- ción y arraigo; al mismo tiempo la
nómica y los nexos comerciales en agricultura, en diversas áreas rura-
esta nueva etapa “autonómica”, lo les, también conglomera y cohe-
cual finalizó en un desplazamiento siona población, posibilitando un
de la supremacía colonial ibérica a floresciente periodo fundacional de
la dominación del librecambismo centros urbanos de carácter interior
mercantilista inglés y, posterior- en territorios baldíos allende las
mente, norteamericano. zonas de explotación de herencia
colonial. Así se origina un avance
En medio de este complejo panora- significativo en la ocupación de los
ma social, económico y político de espacios vacíos: sur de Chile, sur y
nueva dependencia (1830-1860), a norte de Argentina, las tierras pau-
nivel de la urbanización se intensi- listas, Paraná, Mato-Grosso, Río
fica la primacía y concentración de Grande do Sul en Brasil, etc.
poderes en las ciudades capitales,
de modo que no se producen cam- Luego, entre 1900 y 1930, sobre-
bios sustanciales con relación a las vino la introducción al capitalismo
modalidades de la colonia. Hasta comercial del resto de los países
cierto punto, la diferencia con las de América del Sur, replicando el
formas precedentes se empieza a modelo de relaciones comerciales
desencadenar con el aluvión de in- inequitativas y permitiendo el ac-
migrantes al área austral del conti- ceso monopólico de los principales
nente en Argentina, Uruguay y sur recursos naturales a los países de-
de Brasil, a partir de 1870 y 1880, sarrollados.
cambiando la dinámica de urbani-
zación que hasta ese momento se En esencia, esta etapa, señalada de
había adelantado con avances sin- manera certera por el economista
crónicos entre los diversos países Paul Singer como de “dependencia
de América de sur. consentida” (cit. en: Faletto, 2007,
p. 51), forjó la concentración de
Sin duda, la recepción de estas diás- amplios beneficios económicos y
poras le dieron un nuevo impulso a políticos a los grupos dirigentes de

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la región, al permitir la interven- el periodo finisecular un intercam-
ción británica en las economías na- bio desigual entre los productos de
cionales. A renglón seguido, se ob- exportación e importación, siendo
serva en la Tabla 3 la vinculación las ciudades los espacios de aco-
de los países del sur con los merca- pio, distribución y comercializa-
dos europeos, concretándose desde ción de esta dinámica económica.

Tabla 3. Modo de articulación de Suramérica al periodo del capitalismo comercial,


1860-1930
Tipo de producción
Región y países Procesos y relaciones socio-
– actividades
suramericanos económicas en los sistemas urbanos
económicas
Argentina, Uruguay Sector agropecuario Fusión de intereses entre la burguesía
exportador comerciante platense y los propietarios
ganaderos del interior; experimentaron
un fuerte crecimiento económico
cuyo sector terciario se concentró casi
exclusivamente en las capitales, ya en
situación privilegiada al ser puertos de
exportación.
Chile Auge productivo Relación entre el sector empresarial
centrado en la minería minero extranjero y la naciente
burguesía nacional –como ejemplo se
produjo el desarrollo de las empresas
salitreras en Antofagasta y Tarapacá–.
Brasil Sector agrícola Imbricación entre la burguesía
exportador, emergente y los capitales extranjeros
posteriormente para el desarrollo de una nueva
complementado con la agricultura de exportación (café),
minería además de la industrialización de la
minería en Minas Gerais, con epicentro
en Bello Horizonte.
Países del interior Permanecieron casi Sus respectivas sociedades estuvieron
de Suramérica y los al margen de la nueva dominadas por la oligarquía
del norte del área estructura económica. terrateniente, así su sistema urbano
Andina: Bolivia, Vinculación tardía estuvo reducido a la herencia de la
Paraguay, Perú, a través de la colonia española.
Ecuador, Colombia, explotación agraria y
Venezuela minera.
Fuente: Elaboración propia con base en Castells (1974, p. 74), Santos (1973, pp. 49-51).

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4. La ciudad suramericana en la la coalescencia entre el poder ga-
fase de modernización monal y los “nuevos empresarios
agrarios”, quienes usufructuaron
En este periodo, ante la ruptura de las mejores tierras de cultivo, en
los mecanismos del mercado inter- detrimento de las formas tradicio-
nacional y la limitación de las im- nales de producción campesina,
portaciones en el contexto de la cri- lo que originó la pauperización de
sis económica de 1929, se produjo esta población y su diáspora masi-
un redireccionamiento del modelo va a las ciudades.
productivo en los diferentes países
de la región, al impulsar la expan- De esta forma, se puede afirmar
sión de la industria para dejar atrás que el crecimiento urbano durante
la histórica dependencia del sector esta fase tuvo como factores deter-
primario de la economía. Sin em- minantes, más que la atracción de
bargo, esta ilusión de autonomía población ejercida por los puestos
no pasó, en palabras de Singer (cit. de empleo en las industrias, otros
en Faletto, 2007, p. 52), de ser una condicionantes de orden econó-
nueva etapa de “dependencia tole- mico8 y político9 que precipitaron
rada”, en razón a que la impronta las migraciones rural-urbanas en
de desarrollo nacional a través de una intensidad dramática. Un co-
la industrialización continuó requi- rolario espacial de estos procesos
riendo la adquisición extranjera de de desplazamiento de población
bienes de capital, de equipos y tec- campesina a la ciudad ha sido la
nología, y de capital de inversión. localización de estos grupos en los

Además, aunque el Estado ejecutó 8 La descomposición de las estructuras rurales por


intervenciones “modernizadoras” la monopolización plutocrática produjo como efecto
colateral un crecimiento inusitado de las ciudades
tanto en el ámbito urbano, con la en una proporción que superó la creación de empleo
industrialización, como en el rural, formal y la prestación institucional de servicios sociales
básicos a la nueva población urbana. Por esta razón, se
con la implementación de la “re- desencadenó una ampliación de las áreas de exclusión
volución verde”, los principales y tensión social constituidas por los inmigrantes rurales
en situación de desempleo.
beneficiados de estas acciones con- 9 Como reflejo de los factores políticos, sobresale el
tinuaron siendo las élites naciona- caso de “La violencia” en Colombia, periodo avieso
que causó fuertes procesos de desplazamientos
les; por consiguiente, el resultado rurales hacia las principales ciudades del país. Este
de esta monopolización, en el caso fenómeno ha quedado constatado en el incremento de
la población urbana (12,8 % en 1938 a 40 % en 1968).
de la agroindustrialización, fue Citado con base en: Santos, M. 1973, p. 33

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inquilinatos y los empobrecidos alejadas y mal comunicadas, donde
arrabales periféricos. se han extendido los denominados
“barrios de invasión”, áreas carac-
Justamente, en representación de terizadas de manera inexacta desde
la “ciudad precaria y excluyente”, la planificación urbana como “zo-
se observa en la siguiente figura nas subnormales”, siendo estos,
el caso del desarrollo marginal en precisamente, “normales” a la pro-
Bogotá, fenómeno localizado tanto ducción de la ciudad no incluyente
en el interior de la ciudad, en áreas del modelo de desarrollo subordi-
constituidas por edificios vetustos nado y dependiente que les dio ori-
del centro histórico, como en zonas gen.

Figura 4. Bogotá. Configuración de la ciudad marginal en la década de los sesenta del


siglo xx.
Fuente: Revista Escala, año 12, N.° 83. s.f.

En consecuencia, la naturaleza en la construcción de áreas “infor-


desigual de la ciudad del periodo males” con gran precariedad social
de modernización configuró una y urbanística, cada vez más repre-
espacialidad segregada, expuesta sentativas en el conjunto urbano,

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y, de otro lado, la consolidación plificada en las extensas barriadas
de fragmentos de ciudad “formal”, periféricas y las zonas de tugurios
planificados bajo los preceptos del del centro para los grupos sociales
urbanismo racional funcionalista de rentas bajas, junto a la localiza-
(zonning), con áreas industriales, ción concentrada en el extremo de
sectores de servicios y zonas resi- la ciudad compacta de los grupos
denciales. Como resultado de estos sociales de mayores ingresos, ante
procesos urbanos de inequidad, su traslado definitivo a nuevos ba-
se formó una sectorización resi- rrios planificados de alto standing
dencial por clases sociales, ejem- –cono de riqueza–.

Tabla 4. Patrón de segregación del periodo de modernización en Suramérica


Patrón de segregación durante
Expresión gráfica
el periodo de modernización
Se configuró un espacio urba-
no altamente diferenciado, con
barrios exclusivos para las cla-
ses medio-altas (cono o zona de
privilegio –verde oscuro–), zo-
nas residenciales planeadas para
la clase obrera (verde medio) y
áreas de autoconstrucción para
la población no incorporada a las
actividades económicas formales
(verde claro).
Fuente: Tomado de Sabatini y Cáceres (2005, p. 4).

Por demás, aunque la extensión del de supermanzanas, la construcción


desarrollo urbano planificado no de unidades habitacionales y la or-
fue predominante en la morfología denación de los barrios populares,
de las ciudades, comparado con el entre otra clase de obras interesa-
crecimiento informal, se destacan das en lograr una imagen urbana
ciertas intervenciones, como los equilibrada, mas no en atender los
bulevares arbolados, los ejes de cir- problemas sociales de los grupos
culación jerarquizados, el trazado menos favorecidos.

166 Jorge Andrés Rivera Pabón


Como evidencia de esta apertura de estas ideas se elaborarían nume-
inicial a una nueva forma de pensar rosos proyectos urbanos, la mayo-
la ciudad moderna en Suramérica, ría de los cuales no tendrían mayor
se reconoce que el mismo Le Cor- trascendencia, y otros, como en el
busier diseñó los croquis de urba- caso de Brasilia, llegarían con el
nismo para Bogotá, Río de Janeiro, tiempo a concretarse.
Sao Paulo y Buenos Aires; a partir

Figura 5. Brasilia. Monumentalidad y zonificación urbana. Áreas funcionales de


carácter institucional, ejes de circulación vial jerarquizados, etc.
Fotos: Jorge Andrés Rivera.

Más tarde, desde las décadas de los pitales multinacionales, aspectos


setenta y los ochenta, se produce que han tenido efectos visibles en
en el ámbito económico un nuevo la reconfiguración de las ciudades
ciclo de recesión que marca la cri- de Suramérica, como se expone a
sis del proyecto de modernización continuación.
nacional a través de la industriali-
zación, vía sustitución de importa- 5. La ciudad suramericana en el
ciones. Esta situación da lugar a un periodo neoliberal
proceso de reorientación de la po-
lítica económica, conocida como En primer lugar, es menester indi-
el “neoliberalismo”, que centra car que el modelo neoliberal se ca-
su atención en la liberalización de racteriza por la flexibilidad de in-
las importaciones, la eliminación tervención de los agentes privados
de las medidas proteccionistas y en la prestación de los diferentes
el fomento a la radicación de ca- servicios y actividades requeridos
por la población (empleo, seguri-
10 En 1956 se decidió trasladar la capital federativa
brasileña de Río de Janeiro hacia el oeste con la dad social, vivienda, etc.). De otro
fundación de Brasilia (capital nacional desde 1960). lado, como lo enuncia el geógrafo
Citado con base en: Martín L., M. A.; Múscar B., E.
1992, p. 211. David Harvey en su libro Breve

Perspect. geogr. Vol. 21 No. 1. Año 2016 enero - junio, pp. 151-178 167
historia del neoliberalismo, el rol nacionales hacia los países acree-
del Estado se circunscribe a velar dores, al igual que el pago de los
por los derechos de propiedad pri- intereses que habían sido diferidos
vada a partir de mediante el otorgamiento de nue-
vos créditos. De esta manera, con
crear y preservar el marco ins- el fin de responder a la incapacidad
titucional apropiado para el de- de pago del endeudamiento entre
sarrollo de estas prácticas. Por Estados, se traspasó esta deuda a
ejemplo, tiene que garantizar la la banca internacional. Sobre este
calidad y la integridad del dine- aspecto, Faletto asevera que “la
ro. Igualmente, debe disponer banca privada multinacional des-
las funciones y estructuras mi- plazó a los prestamos gobierno a
litares, defensivas, policiales y gobierno, e incluso a los bancos in-
legales que son necesarias para tergubernamentales como el Banco
asegurar los derechos de propie- Mundial, el Banco Interamericano,
dad privada… (2009, p. 6). etc.” (2007, p. 53).

En otras palabras, el Estado debe Además de lo anterior, se impuso,


abandonar las políticas de inter- como condición sine qua non y
vención keynesianas y entregar a punto de partida para la renegocia-
los grandes conglomerados multi- ción de la deuda, asumir la doctri-
nacionales del sistema financiero, na económica neoliberal de desre-
de servicios e industria el cumpli- gulación, privatización e inversión
miento de sus funciones o compe- extranjera; esto ha generado en la
tencias de provisión social y mane- estructura territorial el reforza-
jo de las áreas estratégicas de las miento de la histórica primacía y
economías nacionales. hegemonía de las capitales o de
Otro aspecto central en el origen las principales ciudades en el con-
del neoliberalismo en la región texto de la articulación económica
sudamericana fue la pesada carga nacional-internacional, como tam-
de la deuda externa, situación que bién, el consecuente desequilibrio
hizo que los bancos centrales de los urbano-regional en cada país. Di-
países prestamistas –en particular chas circunstancias se deben, entre
los Estados Unidos– mantuvieran otras razones, a que las compañías
la exigencia de efectuar una ma- financieras trasnacionales efectúan
yor transferencia de los excedentes la gestión e inversión del capital

168 Jorge Andrés Rivera Pabón


globalizado en aquellas ciudades hipervaloración del suelo en secto-
donde se ha centralizado el poder res de la ciudad estratégicamente
a escala nacional y se han fortale- ubicados, por el interés manifiesto
cido sus vínculos con la economía de inversiones futuras y la segura
mundial; a la par, estas cuentan con obtención de ganancias. Entre ellos
las infraestructuras adecuadas y la sobresalen, primero, la despose-
formación de capital humano com- sión territorial de la población de
petente para obtener los beneficios ingresos medio-bajos, que históri-
y tasas de retorno esperadas de las camente ha vivido en barrios del
inversiones. espacio intraurbano, al igual que
de las comunidades campesinas
Por otra parte, sobre las repercu- que han habitado en los espacios
siones de la aplicación irrestricta rurales.
de las medidas neoliberales en las
ciudades del continente, se iden- Sobre estas dinámicas de elitiza-
tifican, con diferentes grados de ción, el arquitecto y urbanista Er-
intensidad y presencia espacial, nesto López-Morales (2013), en
los fenómenos de gentrificación su texto sobre la Gentrificación en
o aburguesamiento de los centros Chile, plantea nuevas perspectivas
históricos, de las áreas rurales de análisis con base en una lectu-
campesinas cercanas a la ciudad y ra crítica de los aspectos teóricos y
de otras zonas expuestas a la espe- empíricos de este fenómeno. Entre
culación inmobiliaria y la rentabi- sus principales aportes formula que
lidad financiera del negocio priva- más allá de los cambios estéticos
do de la construcción; así mismo, relacionados con la transformación
la ocurrencia del proceso de metro- física del espacio aburguesado, es
polización e interconexión superla- insoslayable entender su carácter
tiva de las ciudades, y por último, estructuralmente económico-polí-
en algunas urbes suramericanas, la tico, ya que este es un problema de
renovación de las antiguas zonas extracción y distribución desigual,
francas, portuarias, industriales y tanto de la ganancia obtenida por
manufactureras en crisis. el uso del suelo, como del acceso
a los bienes públicos urbanos; todo
En este orden de ideas, los cambios ello posibilitado y, a veces, condu-
urbanos están relacionados con la cido por el Estado.
presión económica que produce la

Perspect. geogr. Vol. 21 No. 1. Año 2016 enero - junio, pp. 151-178 169
Al mismo tiempo, en el espacio y Buenos Aires13, se viene adelan-
metropolitano se viene presentan- tando la conversión de los antiguos
do con intensidad la gentrificación puertos, polígonos industriales y ta-
rururbana, dinámica territorial que lleres de manufacturas del periodo
está relacionada con la conversión de impulso “modernizador” –que
a valor de cambio de atributos na- han quedado abandonados como
turales y sociales, tales como las testimonio del fin de las políticas
funciones ecosistémicas del entor- keynesianas de apoyo a la indus-
no y la calidad ambiental, junto a tria nacional–, a áreas de servicios
la belleza escénica del paisaje rural, culturales y de ocio (museos, ga-
la experiencia directa con el ima- lerías de arte, librerías, restauran-
ginario campestre y la idealización tes, etc.), al igual que a viviendas
bucólica del espacio campesino. exclusivas tipo loft o a empresas
En efecto, este fenómeno se ha in- de Innovación y Desarrollo (I+D,
crementado desde la década de los tecnologías de la información, las
noventa gracias al desarrollo de los telecomunicaciones y el diseño de
megaemprendimientos inmobilia- vanguardia).
rios (denominados “clubes de cam-
po, barrios cerrados, ciudades-pue- Este tipo de intervenciones de re-
blo, miniciudades”, etc.), siendo en novación urbana ponen en eviden-
general un proceso “no planificado cia, por un lado, la estandarización
y de alta complejidad”, tal y como lo y banalización arquitectónica, tras
han definido diferentes investigado- la repetición de los estilos y dise-
res del crecimiento de las metrópo- ños en las construcciones, y, de
lis del continente (Janoscka, 2002; otro, el papel fundamental que tie-
De Mattos, 2004; Prévôt-Schapira, ne la planificación urbana posmo-
2002; Ciccolella, 2004, entre otros). derna, que “no piensa la ciudad en
su totalidad”, sino que favorece el
Además, en algunas ciudades, trabajo fragmentario de actuacio-
como Bogotá11, Santiago de Chile12 nes puntuales. De este modo, se
11 En Bogotá, nace el Centro Creativo Textura como una
iniciativa de reciclar una antigua fábrica textil para dar con salas de teatro y galería de artes visuales. Véase:
paso a talleres para artistas y salas de exposición. http://www.m100.cl/
Citado en: http://www.centrocreativotextura.com/que- 13 El proyecto Puerto Madero S.A. implicó la recuperación
es/# de 170 hectáreas, transformando este espacio en
12 El centro cultural Matucana 100 ocupa las un exclusivo centro residencial, gastronómico y de
dependencias de las antiguas bodegas de la Dirección negocios de la ciudad de Buenos Aires. Citado en:
de Aprovisionamiento del Estado. Este espacio cuenta http://www.puertomadero.com/

170 Jorge Andrés Rivera Pabón


propugna idealmente la producción de empresas internacionales en su
de un espacio urbano contemporá- gestión inmobiliaria, mercadeo y
neo, futurista, con la participación construcción (Figura 9).

Renovación antiguo Puerto Proyecto Hotel Bacatá. Ur- Lima, Perú. Agentes
Madero, Yuppie-ficación. banalización arquitectónica. privados: Centro comercial
Buenos Aires, Argentina. Bogotá, Colombia. Larcomar, Miraflores.
Figura 6. La ciudad neoliberal. Renovación urbana y ur-banalización.
Fotos: Jorge Andrés Rivera.

En este sentido, al abordar una de una morfología urbana dual o “hí-


las características fundamentales brida”, con un crecimiento interno
del modelo de la ciudad neolibe- o centrípeto (recentralización de la
ral, como es la relación entre el élite, junto a la densificación de los
papel del mercado y la configura- barrios tradicionales), y un desa-
ción urbana, se observa que, ante rrollo urbanístico disperso, difuso
la monopolización de la oferta re- o centrífugo (avance de los guetos
sidencial por los agentes privados pobres al espacio metropolitano,
(sistema financiero, promotores, más los condominios neo-rurales o
empresas inmobiliarias y construc- segundas residencias rururbanas de
toras), tanto para los sectores de la confort14).
población de mayores ingresos –en
14 La dispersión de las élites fuera de las áreas
las áreas o cono de privilegio de tradicionales de concentración es un cambio que se
la ciudad compacta y en las zonas deriva de la concentración del capital y la aparición de
los grandes proyectos inmobiliarios en el marco de la
rururbanas gentrificadas–, como liberalización de los mercados del suelo. Hay ciudades
para las clases sociales de bajos más avanzadas en este proceso y otras que casi no lo
muestran aún, pero es posible identificar esta tendencia
recursos económicos –en las peri- general en la ciudad latinoamericana. También, los
ferias urbanas de esfuerzo popular propietarios de terrenos periféricos han asumido
que sus propiedades ya no están indefectiblemente
y los bordes de desarrollo espontá- destinadas a alojar actividades con baja capacidad de
neo e informal–, se ha constituido pago por el suelo, como la vivienda popular, sino que
pueden acoger barrios cerrados, shoppings, grandes

Perspect. geogr. Vol. 21 No. 1. Año 2016 enero - junio, pp. 151-178 171
Sobre este aspecto, el economista ingresos, siendo las respuestas del
Pedro Abramo propone una nueva sector inmobiliario para este seg-
categoría explicativa del fenómeno mento social cada vez más sofisti-
urbano latinoamericano, la ciudad cadas, con urbanizaciones de altos
“com-fusa”: estándares arquitectónicos, dota-
das de seguridad privada, cerra-
el funcionamiento del mercado mientos, centros comerciales, etc.
del suelo en las grandes ciuda- Segundo, los sectores medio-bajos
des latinoamericanas promue- de la población adquieren también
ve, de forma simultánea, una sus viviendas en el mercado for-
estructura de ciudad compacta mal, aunque condicionados por las
y difusa. Ello apunta a que las opciones existentes; así, el resulta-
urbes latinoamericanas tienen do de la acción privada para estos
una estructura generada por un estratos lleva a la conformación de
uso del suelo que se compacta tejidos urbanos caracterizados por
y se difunde, o se difunde y se la alta densidad y las reducidas di-
compacta. En este sentido, la mensiones de las viviendas, patrón
producción de la estructura ur- que se repite tanto en los centros
bana en América Latina concilia como en los barrios residenciales y
las formas compacta y difusa de edificios de interés social periféri-
uso del suelo y, de esta forma, cos.
promueve una forma particular:
la ciudad “com-fusa” (2012, p. En tercer lugar, los grupos socia-
36). les excluidos y pauperizados han
construido, al margen del mercado
Dicho de otro modo, la máxima fle- formal, una proporción significati-
xibilidad para la actuación privada va de las ciudades; es decir, que los
ha traído grandes impactos como la sectores más pobres de la sociedad,
mayor desigualdad socioespacial tanto de manera individual como
urbana. Primero, el mercado for- colectiva, y perfectamente organi-
mal dirige su oferta a la reducida zada, han efectuado las invasiones,
proporción de población de altos las parcelaciones clandestinas y la
autoconstrucción de viviendas y de
supermercados, parques, oficinas u otros proyectos
los servicios domiciliarios urba-
“modernos”, como los que se observan dispersarse por nos.
la periferia de las ciudades latinoamericanas (Citado
con base en: Janoscka, 2012).

172 Jorge Andrés Rivera Pabón


Conclusiones ceso milenario precolombino fue
abruptamente transgredido por el
Después de este amplio recorri- pensamiento europeo de privatiza-
do geohistórico por el proceso de ción, expoliación y dominación del
urbanización en América del Sur, espacio geográfico y la vida social
se destaca, en primer término, el que lo había integrado.
carácter centrípeto e interior del
modelo de ocupación espacial y En efecto, proporcional al grado
de poblamiento precolombino, de avidez económica ibérica, se
expresión de sistemas geopolíti- desarrolló el proceso de reduc-
cos centralizados y jerarquizados, ción de pueblos y asentamientos
constituidos por una organización originarios, además de un ímpetu
social y territorial colectivista e in- fundacional que constituyó en tan
tegradora. Por el contrario, el pe- solo la primera mitad del siglo xvi
ríodo colonial subsiguiente se ca- una nueva configuración territorial
racterizó por una ocupación litoral, americana. En este contexto histó-
periférica y desintegradora de la rico, los núcleos urbanos actuaron
territorialización indígena prece- como motor del desarrollo de sus
dente, configurando un patrón de respectivas áreas de influencia, por
poblamiento centrífugo que gene- lo que los espacios organizados a
ró desbalance y descompensación su alrededor estuvieron sujetos a
entre las dinámicas franjas de ac- los avatares de su evolución. De
tividad perimetrales y los amplios hecho, durante la época colonial
espacios interiores vacíos. los espacios regionales fueron ac-
tivados conforme se abrían las po-
Este cambio en el uso del espacio sibilidades de explotación de los
geográfico se explica, entonces, recursos naturales encontrados,
por la naturaleza expoliadora y circunstancia que dio lugar a la ge-
extractivista que sustentó ideoló- neración de ciclos económicos ca-
gica y económicamente la inter- racterísticos (azucarero, aurífero,
vención ibérica en Suramérica, al entre otros) que demandaban orga-
tener como gran propósito cubrir nizaciones territoriales propias.
sus necesidades, ajenas a las de la
población raizal, y entender el te- Entre tanto, en las postrimerías
rritorio como proveedor o produc- decimonónicas se presenta el sur-
tor de materias primas. Así, el pro- gimiento de un eje de crecimiento

Perspect. geogr. Vol. 21 No. 1. Año 2016 enero - junio, pp. 151-178 173
alternativo que suplantó las anti- empezó a decaer a partir de los se-
guas zonas de dominación colonial tenta, lo que derivo, entre otros as-
instaladas en los andenes costeros. pectos, en las fuertes migraciones
Justamente, la apertura del mun- de la época y en la conversión de
do agrícola y ganadero potenció algunas zonas urbanas en áreas-re-
espacios que habían permanecido fugio de la pobreza. Así, la morfo-
marginales o poco afectados por el logía urbana exhibió en los bordes
desarrollo económico. En otras pa- y periferias de las ciudades los es-
labras, durante el siglo xix ocurre pacios de lucha y esfuerzo popular
la fundación de diversos centros por la vivienda y el hábitat digno,
urbanos de carácter interior, prin- mientras que las élites se consoli-
cipalmente en el Cono Sur. Esta daban a nivel residencial en una
“conquista” de territorios conti- zona compacta de gran calidad ar-
nentales allende de la localización quitectónica y urbanística –cono
literal del período colonial, está de riqueza–.
relacionada con los proyectos eco-
nómicos manejados por las élites Finalmente, con el devenir de los
nacionales para ampliar la frontera años noventa, la universalización
agrícola; para ello se estimula y fa- del neoliberalismo ha hecho que
vorece la inmigración europea. el modelo de gestión y desarrollo
urbano cambie sus objetivos y, por
Más tarde, dos hechos desencade- tanto, sus estrategias y formas de
nantes ocurren simultáneamente: actuación y la espacialidad de estas.
la depresión económica de 1929 Es así como el interés de la ciudades
y la necesidad de adaptación a las del subcontinente por ser visibles en
circunstancias de la crisis a través el contexto global las ha llevado a
de nuevas medidas y estrategias, olvidar sus responsabilidades socia-
como la determinación de dar co- les con el conjunto de la ciudada-
mienzo a la industrialización vía nía, y, por otro lado, han pasado de
sustitución de los productos que actuaciones de urbanismo a escala
mayoritariamente eran importados de ciudad –liderados por el Estado
por los países de la región. Sin em- como agente urbano– a proyectos
bargo, tras la falta de inversión es- inmobiliarios icónicos relacionados
tatal, aunado al aumento de la deu- con el establecimiento de edificios y
da externa, el modelo de desarrollo zonas urbanas para centros de nego-
nacional “autónomo” y moderno cios corporativos, firmas internacio-

174 Jorge Andrés Rivera Pabón


nales del comercio, cadenas hotele- co. Dicho de otro modo, en pala-
ras, etc. –con intervención principal bras del destacado geógrafo David
del mercado–. Harvey: “el objetivo es generar en
el proceso de urbanización una si-
De esta forma, se hace evidente el nergia suficiente para que tanto los
tránsito del paradigma funcional intereses privados como los esta-
racionalista del periodo de moder- tales puedan crear igualmente las
nización –con sus instrumentos rentas monopolistas” (2005, p. 46).
técnico-políticos, como la zonifica-
ción y el Plan Regulador– al urba- Dedicatoria
nismo empresarial, inspirado en la
planificación flexible, la identifica- Este escrito, producto de un pro-
ción de oportunidades de negocio ceso de reflexión sobre la realidad
en el tratamiento de áreas “promi- territorial de Suramérica, está de-
sorias” de la ciudad y la asimila- dicado a la memoria de Ana María
ción del modo de funcionamiento Patiño, mi abuela.
privado por parte del sector públi-

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