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Nombre: Rafael Manuel Apellidos: Guzmán Pérez Historiografía I

Curso: 2016-2017
Archaeology in the making, conversations through a discipline

La obra titulada “Archaeology in the making, conversations through a


discipline” aparece gracias a la colaboración de diversos arqueólogos que mantienen
conversaciones sobre arqueología, con respecto a nuestro trabajo conoceremos las ideas
de Lewis Binford, Michael Shanks y Bill Rathje quienes deliberarán sobre ciertos
temas.
Al tratarse de conversaciones y plasmarlas con las propias palabras de los
autores no es necesario emplear bibliografía, aunque podemos suponer que las hipótesis
que aparecen a lo largo del debate posteriormente serían plasmadas en las obras de sus
respectivos autores.
A lo largo del documento encontramos palabras relacionadas con la propia
disciplina, en este caso la Arqueología. Podemos decir, que esta obra, aunque intenta
usar símiles contiene algunas palabras que al encontrarse relacionadas con la propia
ciencia deben tenerse al menos ciertos conocimientos básicos de la materia. De otro
modo, también encontramos diferentes referencias a corrientes de estudios
arqueológicos que también irían destinados a unos lectores que tuvieran conocimientos.
Esta forma de hablar no debe extrañarnos ya que se supone que estas conversaciones
tienen lugar entre investigadores dentro del ámbito universitario. A modo de
conferencias. Encontramos una serie de palabras clave, entre ellas destacan:
• Arqueología conductual (de comportamiento).
• Antropología.
• Arqueología marxista.
• Nueva Arqueología.
• Registro arqueológico.
Esta obra se encuentra dividida en capítulos en función del autor que lleva a
cabo las conversaciones. Además, cuenta con un prefacio y una introducción en los que
se trata el contenido del texto, así como los participantes y las circunstancias en las que
surge la obra. Principalmente, trata de las diferentes corrientes arqueológicas que han
surgido a lo largo de la Historia.
En el primer capítulo encontramos un intercambio de ideas entre Lewis Binford
y Michael Shanks sobre la mejor forma de llevar a cabo la Arqueología. Se ha
observado que el estudio de la información obtenida en las excavaciones es subjetivo, es
decir, depende del interés que mueva al arqueólogo a estudiar unos u otros aspectos.
Para poder hacer llegar su conversación al máximo de público posible los expertos usan
el sistema judicial como metáfora.
Binford defiende la necesidad de continuar aprendiendo, para exponer nuevas
formas de realizar los estudios arqueológicos. De este modo, el debate pasa a centrarse
en la forma o diferentes formas de afrontar una excavación en función del objetivo de
ésta. Binford explica a Shanks qué un historiador debe identificar el/los motivo/s por el
que un individuo se comporta de una manera y no de otra comprendiendo las diferentes
formas de entender una misma situación y aplicándolo a la arqueología, se trata de la
ciencia de las humanidades.
Es en este punto donde interviene un tercer especialista Bill Rathje. Éste se
cuestiona sobre la mejor forma de encajar el estudio de los motivos de una acción para
cada individuo. La respuesta de Binford se basa en el pensamiento de que un individuo
con un comportamiento redundante dentro de un grupo da lugar a una repetición de la
actividad, pero el estudio no debe quedarse en averiguar el motivo, debe ir más allá,
explorar qué ha sido lo que ha motivado a un individuo a comportarse así. No se
necesitan cientos de hipótesis sino sólo aquellas que nos permitan ampliar el
conocimiento dentro del estudio arqueológico. En definitiva, es cierto que se presta más
atención a unos temas de estudio que a otros y precisamente esto es con lo que los tres
investigadores pretenden acabar. Para ello tienen claro que deben seguir aprendiendo y
estudiando teniendo en cuenta que no disponemos de fuentes que relaten los datos que
se quieren extraer para el estudio arqueológico. Atendiendo a las propias limitaciones
que pueda presentar cada espacio de trabajo.
Para Binford tanto la nueva Arqueología como la procesalista había fracaso en
su intento por avanzar en los estudios arqueológicos ya que al no mejorar las estrategias
de estudio no lo hacían los conocimientos. Era necesario que hubiera más
investigadores y menos personas que impusieran sus creencias ortodoxas, que distan
mucho de la realidad ante la que se puedan encontrar. Hacer una buena investigación,
según el propio Binford, consiste en lanzar una hipótesis atendiendo a las propias
limitaciones de tu conocimiento, pero avanza hasta tal punto de apuntar la dirección en
la que continuar el estudio para obtener más datos y no conformarse con lo descubierto
hasta el momento.
Con respecto a la comunidad arqueológica Binford afirma que cada escuela se
especializa en exportar su modelo de estudio sin pararse a pensar en si las circunstancias
de un lugar y otro son iguales y, por ende, la forma de registro sirve tanto para un lugar
como para otro. No paran a pensar en la singularidad de los grupos, no existe una única
verdad. La ciencia debe desentenderse de cuestiones políticas y centrarse en comparar
“los patrones de diferenciación de género, así como la organización” ya que existen
diferentes deducciones sobre atribuir determinados espacios en función del género. Es
complicado obtener datos suficientes como para poder realizar una afirmación firme
sobre este asunto. La desigualdad social, por ejemplo, parece afectar a todas las
comunidades, pero, hay que analizar a quienes afecta en cada caso y de que modo.
En este punto de la conversación Shanks pregunta a Binford si podemos plantear
una serie de preguntas que puedan aplicarse en cualquier excavación. De nuevo, la
respuesta varía, siempre se deben tener en cuenta los datos ante los que nos
encontramos, pero siempre podemos tener en cuenta el número de estudios llevados a
cabo con las mismas referencias para poder llevar a cabo macroestudios, atendiendo al
registro arqueológico.
Para los investigadores, es necesario extrapolar estos conocimientos dentro de la
comunidad universitaria. Proporcionar una buena base sobre la que los nuevos
arqueólogos puedan realizar avances en la disciplina. En este punto comienzan a
discutir cuáles deben ser los conocimientos básicos que deben enseñarse para formar a
un buen estudiante. Principalmente deben enseñarle a ser razonables, críticos con la
información ante la que se encuentren para luego realizar una interpretación de aquello
ante lo que se encuentren. No siendo positivo para el desarrollo de una buena
investigación metodológica usar sólo sitio arqueológico de referencia.
En el siguiente mapa conceptual explicare con detalle las ideas principales de los
3 investigadores:

ARQUEOLOGIA

Cuestiones Objetivo

Foro

Mejora la
practica
Arqueológica
Estudiadas por:

Problema Subjetividad
Historia Oral Arqueología
Se centran
Buscan en:

Hacer una
Arqueología
Critica

Limitaciones

Mejorar estrategias
Integrarlas en el ámbito
científico y la Universidad

A lo largo del extracto de esta obra sólo encontramos dos imágenes. La primera
se encuentra en la portada y está compuesta por varias partes, en ella se observa una
excavación en lo que parece ser época contemporánea, una serie de paisajes y
construcciones y, por último, un dibujo que podría reflejar como se llevaban a cabo
antiguas excavaciones. La otra imagen es un retrato dibujado de Lewis Binford.
Teniendo en cuenta que artículo recoge una serie de conversaciones es lógico que no
aparezcan imágenes de otro tipo. Incluir el retrato de Binford nos hace reconocer a uno
de los autores de la conversación.
En lo que respecta a la descripción topográfica y cronológica del documento
podemos decir que estas discusiones tienen lugar en el seno de la Universidad de
Stanford, desde el año 2002 hasta 2011.
En lo que respecta al soporte material, al encontrarnos ante un libro que ha sido
publicado y editado lo normal es que lo encontremos en papel. Aunque si bien es cierto
a la hora de redactar nuestro trabajo el segmento que hemos tratado lo hemos obtenido
en formato digital. Así pues, no debemos descartar que además de encontrarse en papel
de forma física podamos hallarlo en formato digital a través de las redes.
A continuación, pasaremos a tratar la adscripción historiográfica del texto.
Parece ser que la línea que más coincide con lo que relata el documento es la
Arqueología postprocesualista, una corriente de la que Binford fue partícipe. Esta
corriente deriva de la desfasada Arqueología procesual.
La Arqueología procesual pretende estudiar la cultura, ya sea en sus diferencias
o en sus semejanzas o en observar cómo se influyen entre ellas. En una cultura todos los
individuos que la comparten interfieren en ella pudiendo alterarla, ya que al estar
conectados si hay una novedad por parte del ser humano este la aplicará a su vida
cotidiana convirtiéndose en parte de su cultura.
La Nueva Arqueología basa sus estudios en analizar “situaciones donde poder
observar el comportamiento y las ideas junto con la cultura material. Siendo posible
establecer correlaciones a través de las que inferir el comportamiento social y la
ideología de manera fiable a partir del registro arqueológico”. Para que se lleve a cabo
un buen análisis hay que establecer una deducción lógica en función de los datos. Éstos
pueden dividirse en tres, según el propio Binford: objetos culturales, elementos
culturales y ecodatos, estableciendo lo que hemos denominado como contexto. A cada
contexto pertenece una estructura, un tipo determinado de organización. Si desvelamos
la estructura por la que se rige podemos averiguar que evolución presenta respecto de
otras. Esto se debe al proceso de adaptación de los seres humanos con el medio.
Mientras tanto, la Arqueología postprocesualista defiende que no pueden
establecerse verdades absolutas que puedan extrapolarse de unos escenarios a otros.
Cada yacimiento es único por lo que, debe procederse a su estudio, dando paso a nuevas
teorías explicativas que hasta el momento habían sido desestimadas. Es necesario
afrontar todas las alternativas a la hora de realizar un estudio arqueológico. Esto no
quiere decir que carezca de rigor científico por ser más relativista, sino todo lo
contrario, es necesario ser especialmente riguroso a la hora de llevar a cabo el
procedimiento arqueológico para poder realizar un buen estudio de los datos que arroje
la excavación.
Por último, para finalizar con la reseña sobre este artículo expondremos nuestra
propia valoración personal sobre el contenido del mismo.
En primer lugar debemos destacar que se trata de un artículo que sigue una línea
bastante lógica en sus conversaciones. Los tres investigadores van relatando los
problemas que debe de ir superando la Arqueología. Principalmente debe tener en
cuenta las propias limitaciones de la disciplina y acudir a otras para solventar estas
carencias. Es por ello que la mayoría de explicaciones de las anteriores corrientes
historiográficas han quedado obsoletas por lo que, no debemos dar por concluido este
trabajo ya que si algo nos ha enseñado la historiografía es que continuamente aparecen
nuevas corrientes destinadas a realizar estudios más exhaustivos y completos que los
anteriores. Dando respuesta a las preguntas que no haya sido posible explicar. Las
distintas teorías y la continua renovación de estas van encaminadas a suplir los defectos
de las anteriores, evolucionando a medida que lo hace nuestro conocimiento o nuestro
modo de pensar.

Binford, uno de los principales investigadores que participan en las


conversaciones, defiende que no se podrá avanzar a pesar de las innovaciones teóricas
que se hagan si no van acompañadas de auténticos profesionales que no se respalden
detrás de cientos de análisis subjetivos.

La práctica arqueológica debe respaldar a la teórica encontrar un apoyo mutuo


entre los restos obtenidos y las hipótesis que se realizan. Para ello, podemos acudir a las
teorías de otros registros, basándonos en el porcentaje en el que coinciden los datos que
arroja el escenario y la teoría usada para explicarlo.
Parece que, lo que principalmente defiende Binford es el uso de las deducciones
basadas en la lógica y que puedan ser comprobadas o defendidas. Parece ser que
Binford experimenta una evolución personal ya que años atrás defendió la aplicación de
la Nueva Arqueología, pero, posteriormente, defiende la corriente Postprocesualista.
Ésta a diferencia de la Nueva Arqueología no defiende verdades absolutas como ocurre
con el caso de otras ciencias, como pudieran ser las matemáticas. En las excavaciones
hay un número exponencialmente grande de variaciones. Lo que puede dar lugar a la
aplicación de nuevas explicaciones o a discutir que explicación puede acercarse más
dentro de las posibles respuestas.
Los otros dos investigadores parecen seguir la línea de pensamiento de Binford,
o al menos parecen apoyar la lógica de los argumentos expuestos. Ya que, al menos en
el extracto que hemos analizado ninguno se muestra totalmente reacio a sus
deducciones. Posiblemente esto se deba a que pertenezcan a la misma escuela, la
anglosajona.

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