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Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la

ocasión de haberme despedido de ti.


Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores,
olvidar los demás.
Espero que leas esto completamente y no lo dejes para después
continuarlo y para cuando hayas terminado de leerlo, espero que hayas
entendido lo que te quise decir.
Esto debe ser una de las cosas que más me costaron y dolieron hacer en
todo este tiempo. Hay cosas que creí que no volverían a pasarme, porqué
creí saber mucho acerca de esto del amor. Creí saber lo suficiente como
para no equivocarme. Sin duda, es evidente que tengo que aprender que
en esto del amor las experiencias a veces no sirven de mucho. Uno vuelve
a caer una y otra vez en los mismos juegos. En las mismas trampas. Y lo
peor de todo, que al darnos cuenta de eso a uno lo hace sentir como una
tonta. Quisiera decirte tantas cosas. Lamentablemente no me queda nada
más que dejarte mis palabras. Quizás critiques el medio. Pero la única
razón es por qué no podía hacerlo de otra manera. Si tal vez me vieras
ahora lo entenderías. Yo soy siempre la que aconseja a todos en temas
del amor. Pero así son las reglas, y así es la tristeza. Yo siempre he dicho,
prefiero un dolor agudo y corto, a uno largo y suave. Ahora solo tengo
que esperar que llegue la hora en que todo pase por fin y volver de
nuevo a empezar. Tal vez un poco más fuerte, porque eso es lo que
dicen, lo que no te mate, sólo te hace más fuerte.
Ya te imagino leyendo esto. Pero no te equivoques, ser fuerte no significa
volverse insensible o frío. Eso es volverse cobarde. Qué es muy distinto a

ser fuerte. Yo podré ser muchas cosas, pero no una cobarde. ¿Sabes
algo? Creo que la única forma que me queda para salir de esto es sin
mentir. No voy a salir a decir que no te amo, porqué es mentira. Y creo
que ya me mentí conmigo mismo al estar contigo. Y al parecer así fue.
No más mentiras. No más engaños. Solo la verdad. Y que sea tal vez lo
que Dios quiera.
Pero bueno No voy a decirte que no te extraño, porque me muero de
ganas de estar contigo. Tampoco voy a decirte que no te necesito,
porqué me haces falta, y tal vez más que nunca. No voy a decirte que no
quiero llamarte, porqué me pongo nerviosa cada vez que tengo el
teléfono en mi mano y mis dedos se van buscando tu número. Tampoco
voy a decirte que no quiero que me llames. Porque en lo primero que
pienso cuando suena el teléfono es en ti. Y para que mentir, si no puedo.
Se me nota. Es algo que no puedo hacer. Lo lógico, es que tenga que
decirte todo lo contrario para hacer las cosas un poco más fáciles. Pero
hay algo más importante que mi orgullo,
No te pedí que me amaras. No te pedí que me quisieras. Nunca te pedí
que me extrañaras. Solo te pedí que estuvieras conmigo, que me dejaras
estar a tu lado, que me dejaras amarte, cuidarte, solo quería ser feliz
contigo, solo pretendía que tu llenaras los espacios de soledad que
habían en mí, que llenaras mis tristezas,

El mundo se me escapó de las manos y para mañana tengo que ir detrás


de él, alcanzarlo y ponerme de nuevo en mi lugar y dejar algunas cosas
atrás. Entre ellas tú. En realidad duele, duele desprenderse de algo que
amas. Pero tal vez sea algo necesario. El tiempo lo dirá. No quisiera hacer
esto, pero sólo me voy a llevar algo que un día dejé en tus manos sin que
me lo pidieras, por eso no puedo reprocharte nada, es mi corazón. No es
que no quiera dejártelo, ojala y pudiera estar contigo para siempre. Pero
es como que necesita algo de arreglos ¿Sabes?,.. Como explicarte,..
Necesito cuidarlo un poco para que se recupere, para que sane y vuelva
a latir. Y vuelva a ser el de antes. Necesito ponerle esas alas que tal vez
sin querer le arrancaste en un descuido. Necesito hacerle entender que
no es que seas una mala persona. Necesito explicarle que el brayan que
conocimos está escondido detrás de algo que no podemos quitar. Y
aunque yo quiera ir y romper eso, no se puede. Tengo que recordarle
que te prometimos no lastimarte.
Como alguna vez te lo dije, me haces sentir chiquita a tu lado? y a la vez
la mujer más afortunada y grande del mundo. Tal vez no me creíste.
Supongo que pensaste que fue otra mentira más. Ya no importa. No
tenías por qué hacerlo. Es demasiado lindo, es demasiado tierno que te
digan eso. Y esas cosas son como que le tienes temor. Mira, vas a
terminar de leer estas líneas y vas a entender que no miento. Que fui
sincera y lo que siento y lo que me pasa hasta hoy lo puedes ver. Lo
estuviste viendo sin darte cuenta. Sin quererte dar cuenta.

Te quedaste en algunos detalles negativos que no me diste oportunidad


de cambiarlos, de acomodar. Pero bueno, es lo que tú elegiste Ojala
pudieras ver el otro lado de las cosas. Ojala pudieras. Ahora te estoy
hablando con lo poco que queda de mí. Nunca hubo cosas que te
dijeron que había. O que te inventaste tú mismo no sé para qué. Tal vez
para buscar una excusa? Ahora ya no cuenta, no te preocupes, ya no
importa, no vas a entender nunca lo que tienes que entender hasta que
una verdad te lastime, y espero no estar ahí cuándo eso pase.
Te dejo mi deseo de que seas feliz. Te dejo mi oración a Dios para que
otra te pueda ver como yo te veo y amarte como te lo mereces, y que
pueda hacerte feliz. Te dejo un grito que siempre quise soltar frente a ti:
TE AMO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡. En el que queda toda mi voz sonando en cada estrella.
Te dejo mi amistad, de esas que no creo que tengas, me digas lo que me
digas. Te dejo mis ganas de cuidarte. Te dejo mis celos, celos tontos que
no eran de desconfianza. Celos que no supiste entender que causabas y
después no te los aguantabas.

Te dejo todas las lágrimas que derramé mientras escribía estas líneas. Te
dejo mi falta de aire, el dolor que en este momento siento, el dolor. Mi
coraje. Todo te lo dejo aquí. Y me quedo con lo que no puede dejar de
sonar en mi alma, dos palabras: TE AMO, que alguna vez me dijiste de
verdad.

Parece que después de todas estas lágrimas estoy un poco mejor. Sentía
la necesidad de escribirte todo esto dedicado a ti. Sé que un día
encontrarás a alguien tan especial que pueda hacerte lo muy feliz que tú
mereces ser. Pensé que yo podía hacerlo, pero no fue así, y lo
lamento. Le pido a Dios que te cuide siempre, porque, aunque ya no
estemos juntos, quiero lo mejor para ti. Ambos necesitamos curar muchas
heridas, pero sé que lograremos hacerlo. Disculpa por todo el daño que
te hice y que te hago. No sé si un día podré remediar todo esto.

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