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la Elección

tico
Cambio Holístico
CONTENIDO

PARTE I

LECTURA

PARTE II

PRÁCTICA
LA ELECCIÓN

Que yo sepa he estado dos veces a punto de


morir. ¡que yo sepa, si! Porque a lo mejor he
estado un montón de veces apunto de cruzar al
otro lado y no me he enterado. Si esto lo leyera
mi madre diría ¡exagerada, a punto de morir no!
Bueno para mi si lo fueron. Y eso es lo que
cuenta mi propia percepción.
La primera vez
que pensé que estiraba la pata
fue cuando me atropellaron. Tenía 8 años. Me
trasladaron en ambulancia al hospital y yo solo
pensaba y repetía que no me quería morir.
Imagínate con ocho años tener la muerte
merodeando por tu lado.

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La segunda vez tenía 25 años. Fue por un
neumotórax. Puede que te digas ¡Por un
neumotórax no vas a morir! Pues yo te digo que
puede que sí, y más si no te lo detectan. Estuve 3
meses danzando, es un decir, del trabajo a la
universidad, de la universidad a casa con este
neumotórax. ¡Ah! por cierto para quien no sepa
que es, así dicho de calle, es que un pulmón se te
encoge y no puedes respirar.
Fui a muchos médicos públicos y privados y al
final la doctora de cabecera vio clarísimo lo que
tenía y me mandó con un volante urgente para
urgencias.
Con la operación no acabó todo, no había manera
de que mi pulmón se sanara. Así que estuve 21
días ingresada en el hospital. En esos 21 días
¿sabes lo que merodeaba por mi cabeza? La
cruda realidad.

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No había vivido la vida.

Si así de claro. Tenía 25 años, miraba hacia atrás


y no había hecho nada. Había hecho un montón
de cosas pero ninguna de ellas dignas para decir
“ si esto se acaba aquí estoy orgullosa porque al
menos he hecho… ¿?” … nada. Un vacío.
No tenía hijos.
No estaba con el amor de mi vida.
No tenía una casita bonita en el campo.
No había encontrado lo que me gustaba hacer en
la vida, mi propósito de vida.
No había estudiado nada que me gustase. Estaba
haciendo lo que mis padres creyeron mejor.
No había escrito un libro.
No había ido ni a Australia ni a Bali.

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Fue como una ducha de agua fría.
Ahora que miro atrás doy gracias de aquellos 21
días. Me hicieron abrir los ojos y reflexionar
sobre cómo estaba viviendo mi vida.
Tengo que decirte que cuando no morí y todo
salió bien no cambié en nada mi vida. Mi vida
siguió igual con las mismas incoherencias.
Trabajaba de lo mismo, estudiaba lo mismo e
incluso estaba con el mismo chico que sabía
perfectamente que no era el amor de mi vida.

Así que mi vida me puso en


jaque otra vez.

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Enfermé más y más. Nada grave a puertas de la
muerte, pero si crónico y molesto.
Hubo un día que puse punto y final. La
incomodidad era tal, que dije ¡basta!. Cómo
cuando das un manotazo en la mesa y tomas la
firme decisión,

una decisión visceral

en la que te pones manos a la obra. Las cosas


que no quería fueron desapareciendo poco a poco
de mi vida. Primero fue el chico, luego terminé la
universidad y di portazo a todo lo relacionado con
ello. El siguiente cambio fue mi trabajo.
Todo este cambio no fue en dos semanas, ni en
dos años. Más bien aún estoy en ello. Cambiando
cosas.

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Puede que empezara hace diez años ya.
Tampoco este proceso de cambio ha sido liviano,
con una dirección fija y paso firme. ¡No! ¡Qué va!
Todo lo contrario. Ha sido una montaña rusa.
Pero tengo que decirte que estoy muy orgullosa
de haberme subido en esta montaña rusa, porque
tal como dice el libro Conversaciones con Dios

“Adelante, haz todo lo que de verdad


quieres. Tienes muy poco tiempo,
¿Cómo puedes pensar en malgastar un
solo instante en hacer algo en la vida
que no quieres hacer?, eso no es
vivir… eso es morir…”

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Si, si quieres relee la frase. Tienes que pensar
que si no has visto esta película o leído el libro,
esta frase se la dice Dios al protagonista. Es una
vocecita que oye constantemente. Léela como si
fuera Dios quien te estuviera dando un enorme
consejo.

“Adelante, haz todo lo que de verdad


quieres. Tienes muy poco tiempo,
¿Cómo puedes pensar en malgastar un
solo instante en hacer algo en la vida
que no quieres hacer?, eso no es
vivir… eso es morir…”

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Bien, quiero mostrarte un ejercicio que a mí me
funcionó. Un ejercicio que me hizo poner el foco
de atención en lo que si quería y en lo que no
quería.
Este ejercicio dice así:

Cuando tengas un rato para ti tranquila,


escribe lo que te gustaría que dijeran
en tu funeral.
A mi me gustaría que dijeran….. Escribe “ TU
NOMBRE fue una persona…..

¡escríbelo! Antes de
continuar leyendo.

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Hazlo bien que si no, no tendrá sentido que estés
dedicando tu tiempo a esto. No funcionará. Así
que haz que funcione. Venga escribe ahora…
¿Ya lo has escrito? Te muestro lo que a mí me
hubiera gustado que dijeran

“Teresa fue una persona entregada a sus amigos,


entregada a sus familiares. Vivía para hacerles
felices. Todo el mundo recuerda a , Teresa, lo buena
persona que era. Siempre anteponía las
necesidades de los demás a las suyas…. Que gran
persona era…Siempre se sacrificaba. Era
encantadora y muy querida.”

¡vaya coñazo de vida


no!
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No digo que sea tu caso, pero hay muchas
personas que les gustaría que dijeran eso en su
funeral. Si es así te diría…Enserio estás dejando
de disfrutar de tu vida, de hacer lo que a ti te
gusta y anhelas para que en tu funeral digan esto
de ti? ¿Para que la gente guarde un buen
recuerdo de ti? El primer año básicamente porque
luego se van olvidando.
Piénsalo, si es así, que seas consciente que
habrás gastado tu vida en la tierra para que la
gente te recuerde así.

Además no está reñido vivir tu vida como desearías


con ser querida o sentirte querida. Nada reñido,
mientras no hagas daño a nadie.

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Ahora tengo claro que no quiero que digan esto
de mí. ¿Sabes que quiero que digan?

“Teresa lo ha petao” Me encanta leerlo. Si, “Teresa


lo ha petao”. Esta frase me indica que habré
disfrutado la vida, que habré experimentado lo que
he querido, no habré tenido miedo a fracasar, porque
en el fracaso está el aprendizaje, en las victorias
está el aprendizaje. Experimentar la vida es el
aprendizaje. Así sí, no quiero mirar atrás y solo
recordar, como cuando estaba a punto de morir, lo
que no hice.

Quiero tener en mi
mente lo que si he
hecho y he disfrutado.

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Si hoy muriera podría ver que
Estoy con el amor de mi vida.
Tengo dos hijos que quiero un montón.
Un trabajo que me llena.
He encontrado mi propósito.
Estudio lo que me gusta, lo disfruto y con ello, con lo
que aprendo y me funciona ayudo a personas a vivir
mejor.

Así que doy gracias cada día que me levanto por un


día más.

¿Quieres saber cómo


llegué a pensar así y
empezar hacer
cambios en mi vida?.

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Ahora sí, de verdad coge papel y
lápiz y escribe de puño y letra una
carta dirigida a ti misma. Empieza
como moriste y ves desarrollándola
hasta el día de hoy.
"Yo elegí morir muy viejecita con plena salud,
rodeada de lo que me hacía sentir bien. Viajé
mucho, estudié y disfruté mucho. Tuve hijos, una
casita en el campo, conocí gente inspiradora, leí
todo lo que quería leer. Estudié y aprendí todo lo que
me inspiraba. Mi camino ha sido abundante de paz,
inspiración, dinero y felicidad. Ayudé a todo aquel
que quiso."

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Yo, te la he resumido. No tiene que ser resumida,
cuanto más detalle contenga mejor. ¡No te cortes!

Escribe del día de tu muerte hasta el


día de hoy. Con el máximo detalle
que te apetezca, lo que te gustaría
vivir y experimentar en tu vida. No lo
que crees que va a pasar, sino lo que
a ti te gustaría.
Ahora es el momento…. ¡Escribe!

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¿Ya la has escrito?
Tienes que escribirla sino no vale! No va a hacer
efecto. Es como si te tomas unas bolitas de
homeopatía después de comer, no hacen efecto.
Bien, ahora que ya la has escrito, ¿qué has
experimentado?. ¿De qué te has dado cuenta?

Si lo has hecho detalladamente:


Sabes cómo quieres morir
Sabes en lo que quieres trabajar
Sabes de qué gente quieres estar rodeada
Sabes a dónde quieres viajar
¡Sabes que quieres hacer antes de morirte!
Incluso si la has escrito muy detalladamente
sabes cuales son los siguientes pasos a dar que
te acercan a la vida de tus sueños.

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Si por un momento estás pensando…. Tú lo has
dicho la vida de mis sueños, no de mi realidad. ..¿Me
permites que te haga una pregunta?

¿Y quién te lo impide?

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A continuación tienes una meditación guiada.
Escúchala un momento que estés tranquila, que
nadie te moleste, que no haya móviles cerca de ti
que pueden molestarte, ponlo en modo avión.
Disfrútala.

Todos los derechos resrvados Cambio Holistico.

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