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“Francisco de Miranda”
Área Ciencia de la Salud.
Programa Nacional de Formación de Terapia Ocupacional.
U.C: Proyecto Comunitario
Docente: Licda. Yaritza Munelo
II FASE.
FUNDAMENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
Desde esta perspectiva, lo señala Moyles (1990) enfocando que los individuos
tanto adultos como niños, pueden jugar conforme a su propio estilo extrayendo de
esa experiencia cualquier aprendizaje para el que estén dispuestos en ese momento
dado. Manifiesta también el autor, que los docentes que ejercen en la educación
infantil, deben convertirse en los iniciadores que hacen posible el aprendizaje,
proporcionando situaciones en las que puedan atender todas aquellas necesidades
de aprendizaje que los niños y las niñas en sus edades de desarrollo presenten y a
su vez que sean capaces de ampliar aún más dichos aprendizajes.
Por otro lado, la teoría piagetiana de Piaget (1956), enfatiza que el juego
forma parte de la inteligencia del niño, porque representa la asimilación funcional o
reproductiva de la realidad según cada etapa evolutiva del individuo. Asocia tres
estructuras básicas del juego con las fases evolutivas del pensamiento humano: el
juego es simple ejercicio (parecido al anima); el juego simbólico (abstracto, ficticio);
y el juego reglado (colectivo, resultado de un acuerdo de grupo). Piaget se centró
principalmente en la cognición sin dedicar demasiada atención a las emociones y
las motivaciones de los niños, presentando una teoría del desarrollo por etapas,
donde cada una supone la consistencia y la armonía de todas las funciones
cognitivas en relación a un determinado nivel de desarrollo.
Entre tanto, Gross (1902) señala la teoría del juego como anticipación
funcional que es objeto de una investigación psicológica especial, siendo el primero
en constatar el papel del mismo como fenómeno de desarrollo del pensamiento y
de la actividad. Por ello, el juego es una preparación para la vida adulta y la
supervivencia, porque contribuye en la preparación del niño en la realización de las
actividades que desempeñará cuando sea grande. Esta tesis de la anticipación
funcional ve en el juego un ejercicio preparatorio necesario para la maduración que
no se alcanza sino al final de la niñez.
Bajo este contexto, al finalizar la etapa preescolar el niño debe adquirir una
serie de habilidades psicomotrices como autocontrol de su cuerpo, habilidades de
locomoción, percepción de su esquema corporal, lateralidad y temporo-espacial
mejora en la capacidad coordinativa, además de favorecer la confianza, seguridad,
adquisición de normas de comportamiento en grupo (compartir, esperar turno,
respetar lugares, aceptar reglas), ejercitar la memoria, la capacidad de
concentración, observación, resolución de problemas, entre otros.
Ley para las personas con Discapacidad. Gaceta Oficial Nº 38.598 del 5 de enero
de 2007.
Artículo 4. Principios.
Los principios que rigen las disposiciones de la presente Ley son: humanismo
social, protagonismo, igualdad, cooperación, equidad, solidaridad, integración, no
segregación, no discriminación, participación, corresponsabilidad, respeto por la
diferencia y aceptación de la diversidad humana, respeto por las capacidades en
evolución de los niños y niñas con discapacidad, accesibilidad, equiparación de
oportunidades, respeto a la dignidad personal, así como los aquí no enunciados y
establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en los
tratados, pactos, convenios, convenciones, acuerdos, declaraciones y compromisos
internacionales e intergubernamentales, válidamente suscritos y ratificados o
aceptados por la República. (p.4).
Se establece a través de este artículo los derechos que tienen las personas
con diversidad funcional, entre las cuales se toman como referencia en la
investigación la cooperación entre los participantes, compañeros de clase, docentes
y familiares, integración en el contexto donde se desenvuelven, participación activa
en cada una de las actividades, respeto a las capacidades, oportunidades y dignidad
sin que exista discriminación alguna; por lo tanto, es importante que todas las
actividades que se realicen para mejorar la calidad de vida, representen un factor
de promoción de salud, rehabilitación y habilitación que resulte vital para garantizar
el bienestar físico, psíquico, emocional y todo esto se logra a través del movimiento
del cuerpo con actividades físicas adaptadas a las necesidades y potencialidades
de los preescolares.