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El Estado

Moderno

Historia del
Derecho

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El Estado Moderno
Cuando se plantea el estudio del Estado, podemos encontrar al menos dos
posiciones disímiles sobre el modo de abordarlo. Por un lado, aquellos que,
como Georg Jellinek o Hans Kelsen, emprenden la dilucidación de los
elementos característicos del Estado más allá de las particularidades
históricas. Desde esta posición es posible escudriñar, a partir de una teoría
general del Estado, los elementos, funciones, fines y clasificaciones del
Estado como fenómeno universal, es decir, aplicables a todo tiempo y lugar.
Por otra parte, Hermann Heller propone un tratamiento del Estado como
fenómeno histórico concreto, situando su nacimiento en el Renacimiento
occidental.

En esta sección abordaremos, primero, el concepto y los elementos del


Estado, luego, su formación según el pensamiento de Hermann Heller y,
finalmente, vislumbrar el aporte de algunos de los principales teóricos del
Estado moderno, desde Maquiavelo hasta Hegel.

Sin embargo, el estudio de la teoría del Estado no puede dejar de lado su


dimensión histórica. En este sentido, el surgimiento de las ideas políticas
modernas se vincula a la consolidación, en España, Inglaterra y Francia, del
Estado moderno, desde un régimen absolutista en sus orígenes hacia otro
liberal.

Georg Jellinek aborda en su teoría general del Estado el estudio de los


elementos característicos de todo Estado, como modo de organización
política. Para este autor, el Estado es una “comunidad con un poder
originario y medios coactivos para dominar sobre sus miembros y sobre su
territorio, conforme a un orden que le es propio” (Jellinek, como se cita en
López, 1973, p. 218). A partir de esta definición, podemos identificar algunas
características propias del Estado:

a- Es una comunidad, es decir, un conjunto de seres humanos que llevan una


vida en común, organizados en una sociedad1.

b- Existe un poder originario y medios coactivos de dominación. Este


segundo carácter indica que no toda comunidad es un Estado, sino que debe
existir una dominación política, manifestada tanto en un poder concreto
como en medios coactivos efectivos de dominación.

1
Evitamos aquí las distinciones sociológicas entre comunidad y sociedad.

2
c- La dominación es ejercida sobre sus miembros. Esta idea se asocia con la
concepción weberiana del Estado como aquel que tiene el monopolio de la
fuerza legítima sobre los miembros que lo componen.

d- La dominación es ejercida sobre su territorio.

e- Conforme a un orden que le es propio. Esta característica está vinculada


al carácter normativo, asociado a la autonomía organizativa del Estado.

Ahora bien, de estos caracteres deriva, por un lado, la


distinción entre el Estado y otras formas de organización
política. Pero, además, el Estado se presenta como un
fenómeno universal, que cuenta con determinados
elementos y que presenta características generales. El
estudio y análisis crítico de estos elementos resulta de
fundamental importancia para la comprensión del Estado. A
diferencia de Georg Jellinek y de Hans Kelsen, Hermann Heller
no se propuso abordar una teoría general del Estado, sino que
sostuvo que el surgimiento del Estado en cuanto forma de
organización política se produjo en un lugar y tiempo
determinados. Para Heller, con el Renacimiento, en Europa se
desarrollará un pensamiento empírico sobre lo político, por
lo que el Estado moderno nació a partir del proceso de
acumulación de poder que los príncipes llevaron a cabo,
“contra el Emperador, y la Iglesia, en lo exterior, y con los
poderes feudales organizados en estamentos, en lo interior”
(Heller, 1988, p. 31).

Heller aborda un estudio de la teoría del Estado a partir del análisis de la


historia de los Estados europeos, contrastando los marcos conceptuales con
descripciones de los factores reales que incidieron en su formación.
Influenciado por las teorías de fines del siglo XIX y principios del XX la
concepción helleriana se sitúa claramente en la Alemania de entreguerras.

Para Heller –al igual que para Max Weber−, el surgimiento del Estado no
puede basarse en una única causa, ni siquiera en una causa preponderante,
sino más bien en una multicausalidad. El Estado moderno surgirá como
Estado absoluto a partir de la unificación territorial, política, jurídica y
militar, con la configuración de la burguesía como clase dominante y la
consolidación de un régimen de estratificación clasista frente a la
estratificación estamental propia del feudalismo2.

2
Aunque muchas veces no suele reconocerse explícitamente, es notable, en este sentido,
la influencia del pensamiento weberiano y marxista en la obra de Hermann Heller.

3
Con el surgimiento de la burguesía como nuevo sector social en ascenso el
Estado encontró un nuevo tipo de estratificación social: la estratificación
estamental propia de la sociedad feudal fue reemplazada por una
estratificación clasista, que encontró su justificación en los pensadores
liberales de la Ilustración.

El paso de la sociedad feudal al Estado moderno implicó la unidad del poder


político bajo la monarquía absolutista, ante las pluriarquías medievales. El
poder de los señores feudales, sumado al de la Iglesia y al del emperador,
implicó en la Edad Media la coexistencia de polos de poder que fueron
unificados con el surgimiento del Estado.

Esta unificación fue acompañada por una agrupación territorial, bajo una
única jurisdicción y un solo derecho que garantizaría la resolución de los
conflictos y la regulación social, política y económica.

La organización estatal debió contar, entonces, con un ejército


profesionalizado y un cúmulo de funcionarios que conformaron un aparato
burocrático encargado no solo de llevar adelante la vida institucional estatal,
sino de velar por sus finanzas y por el cumplimiento de las obligaciones
impositivas de los súbditos.

Ahora bien, ¿qué ideas políticas sirvieron de fundamento y legitimación del


Estado moderno? En la materia se abordará el estudio de algunos de los
pensadores más importantes en relación a este interrogante.

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Referencias
Castro de Achával, M. (2007). Introducción a la teoría del Estado. Córdoba,
AR: M.C.A.

Heller, H. (1988). Teoría del Estado. Buenos Aires, AR: Fondo de Cultura
Económica.

López, M. J. (1973). Manual de derecho político. Buenos Aires, AR: Kapelusz.

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