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INFORMACIONES

CÉSAR TEJEDOR CAMPOMANES (MADRID, 1937-LOGROÑO, 2005)


INMEMORIAM

José Egido Serrano


Universidad Pontificia Comillas

,
Al final de la Introducción a la Historia de ción profesional!) algún sentido a lo que
la Filosofía de César Tejedor (Madrid, sin duda no lo tiene, y la sensibilidad re-
SM, 1998, p. 9) se puede leer una breve vuelta porque la amenaza común de la
indicación en cursiva, que el autor dejó posible inminencia de la muerte es para
deslizar, sin duda como una austera efu- algunos, entre los que me encuentro, por
sión del afecto esperanzado de un padre desgracia, de una patencia abrumadora.
primerizo y tardío: «Este libro --ciice- Quizá una de las más importantes fun-
está dedicado a Lara. Nacieron al mismo ciones que ha desempeñado la filosofía a
tiempo. Algún día se encontrarán». En las lo largo de la historia ha sido la de consti-
circunstancias actuales, es difícil imaginar tuir una estrategia más o menos sabia de
unas palabras que puedan resultar más reacción ante la evidencia de la muerte.
sobrecogedoras y que expresen mejor el César Tejedor -lo sabemos los que le
desgarro en que nos encontramos quienes hemos conocido en su silencio laborioso,
conocimos y quisimos a César y a Lara, en su conversación apacible, atenta y cor-
nacida hace poco más de siete años (y dial, en su siempre inquieto aunque son-
también a Menchu, esposa de César y riente afán de indagación- dedicó su vida
madre de Lara). En efecto, el 2 de enero a la Filosofía, y la muerte lo alcanzó en un
de 2005 la niña falleció, a la vez que sus breve descanso de .esa, socialmente, tan
padres, en un patético e incomprensible inusual dedicación. Quizá su trato y su tra-
accidente doméstico en Logroño, adonde bajo permanente con la filosofía le ayuda-
se habían desplazado los tres para pasar ron a vivir mejor, a encajar con cierta ele-
los últimos días de sus vacaciones de gancia serena las cosas de la vida (las
Navidad. Las bellas palabras de la dedica- alegrías, los proyectos, los trabajos, las
toria de César a su recién nacida hija Lara esperanzas, y también las frustraciones, la
contenían un extraño enunciado final que soledad, los pesares, las angustias...) y así
parecía una afirmación pero que se refería también a que la muerte, que siempre nos
al tiempo futuro y, por tanto, era (¡ay!, coge de improviso, no lo desbarate nece-
¡sólo ahora lo descubrimos con fatal clari- sariamente todo. A nosotros, compañeros
dad!) nada más que la expresión de una del Departamento de Filosofía del Institu-
esperanza... Lara y la Historia de la Filo- to Gregorio Marañón, colegas de la Sepfi
sofía escrita por su padre no han llegado a (Sociedad española de profesores de Filo-
encontrarse y, si hemos de confiar en las sofía), pero sobre todo amigos suyos, nos
evidencias más seguras, nunca ya se ayuda recordarle como lo que fue siempre
encontrarán. a nuestro lado: una inteligencia inquieta y
Me he vuelto a encontrar con esa nota buscadora, una presencia personal tranqui-
ahora, cuando me aprestaba a preparar la centrada en la lectura, el pensamiento,
este artículo In memoriam de César con el la conversación y la escritura, un trabaja-
corazón de amigo encogido todavía por la dor público (catedrático de Secundaria)
desolación de la muerte repentina, con la que asumió ejemplarmente su función de
mente de colega buscando (¡pura deforma- acompañar a los jóvenes de nuestra tan

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compleja sociedad intentando transmitirles tipo de cuestiones, quizás eternas, desde


lo mejor de nuestra herencia cultural, sin luego actuales, aún vigentes y punzantes.
excluir en absoluto de esa transmisión las Su evolución intelectual ha sido un ejem-
preguntas más actuales y vivas de los plo de sensibilidad muy fina al progreso
grandes científicos, ensayistas y filósofos. de los conocimientos, a la variable modu"
César ha sido un trabajador incansable, lación de las preguntas y, en general, a los
un prolífico escritor 1, un magnífico profe" cambios espirituales de los tiempos. «Las
sor de Instituto, un experto en didáctica de grandes preguntas siempre quedan abiertas
la Filosofía 2 y, durante bastantes años, un ~afirma-. La filosofía que se aprende
entregado colaborador de la Facultad de no es nunca la filosofía definitiva, ni el
Filosofía de la Universidad de Comillas. filosofar puede detenerse jamás. Pero esta
Ya en los años setenta redactó su pri" circunstancia ~ontra lo que pensaba
mer libro de texto de Filosofía de bachille" Kant en su época- no es exclusiva de la
rato para la editorial SM, en clave aún filosofía... También la ciencia se ve sorne"
bastante dependiente de la tradición neo" tida a una continua revolución, a una susti-
escolástica, si bien en la modalidad refor" tución de paradigmas (Kuhn), de tal
mista y aggiornada de que él se había manera que sólo se puede hablar de un
nutrido en sus años de estudiante en Fri" cierto grado de acercamiento a la verdad
burgo de Suiza. Después ha dedicado la o verosimilitud» 3.
mayor parte del esfuerzo de su vida, como La tesis doctoral de César Tejedor
profesor y como escritor, a trasladar a las sobre Spinoza marcó, sin duda, un hito en
mentes de los jóvenes estudiantesespaño" su evolución intelectual. Leyendo ese
les las preguntas más relevantes con que estudio, centrado en lo que él denomina,
se han debatido y todavía se debaten los quizá sin mucho acierto, «una antropolo"
filósofos, los clásicos y también los actua" gía del conocimiento», se nos transparen"
les. A través de las páginas de sus libros ta, al trasluz de los desarrollos del filósofo
de texto, siempre rigurosas y casi siempre judío amsterdamés, el perfil del investiga"
logradamente claras, generaciones de estu- dor objetivo y contenido que busca la
diantes se han podido asomar a temas patentización de la verdad en la expresión
nada fáciles pero sí muy fundamentales desapasionada y rigurosa del objeto reve-
para quien intenta hacerse una idea del lado en su investigación. Tímidamente,
mundo informada, reflexiva y crítica: la César deja ver bastante de su propio pa-
realidad como entorno y como reto cogni" thos intelectual en el análisis y la descrip"
tivo, las dimensiones constitutivas de la ción de un Spinoza que creía,quizás, que
condición humana (conocimiento, deseo, el discurso filosófico, rigurosamente es"
libertad, finitud, comunitariedad, justi" tructurado desde el punto de vista racio"
cia...), la ciencia y su incidencia (la de sus nal, no es tanto un instrumento capaz de
procesos tanto como la de sus resultados) desvelar, como clave de todo, una alteri"
sobre el conjunto de la sociedad humana, dad más O menos trascendente, sino que
la dimensión moral y política, el sentido es, de manera en todo caso más fundamen-
de la vida, etc. Ha trabajado de manera tal, la expresión inmanente y adecuada de
incansable para familiarizar a varias gene" la identidad del ser humano como animal
raciones de adolescentes españoles con los inteligente. «¿No habrá -se pregunta
enfoques y el tono COn que los más desta- César- alguna fuerza interior que impul"
cados filósofos, pensadores y científicos se al hombre en el dificultoso progreso por
(psicólogos, sociólogos, lingüistas, antro- el que llega a comprenderlo todo desde
pólogos, y también economistas, biólogos, Dios? La invitación que se nos dirige, ¿no
matemáticos, físicos, etc.) abordan hoy ese será también una exigencia de nuestro pro-

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pio ser? El hombre es deseo: la fuerza han prometido. Contarán para ello, sin
interior que le impulsa en la aventura dia- ningún género de dudas, con la ayuda de
léctica es el conatus de conOCer. Alcanzar quienes, como amigos y colegas, estamos
la ciencia intuitiva spinoziana es un acto interesados en que no se pierda una heren-
de fidelidad a lo que el hombre es, es sal- cia intelectual que consideramos muy
var al hombre. Como afirma Spinoza, valiosa.
"sólo el conocimiento nos puede salvar"» 4. Como tantos profesores de Instituto,
La pasión por el conocimiento acom- César Tejedor se va a la tumba sin el re-
pañó a César Tejedor todos los días de su conocimiento de la sociedad para la que
vida. Son innumerables los escritos de ha trabajado durante muchos años con
toda naturaleza (artículos de ensayo, in- inteligencia y denuedo. Como tantos filó-
vestigaciones sobre los autores más críti- sofos, atraviesa la laguna Estigia con más
cos de la modernidad, narraciones inclu- preguntas quizá que aquellas a las que
so...) que quedan sepultados en .el disco fue capaz de responder. Como un compa-
duro del ordenador de nuestro malogrado ñero y amigo extraordinario, su de-
amigo, cuya laboriosidad quedó interrum~ saparición nos deja más solos, más tristes
pida bruscamente por la fatalidad. Es de y más pobres en un mundo que, sin él, es
esperar que sus herederos legales investi- un poco peor.
guen esos textos, en los que se oculta sin
duda más de una sorpresa. Algunos ya lo Madrid, 2 de febrero de 2005.

NOTAS

I Ha dejado innumerables ediciones diferentes de de la Filosofía. Aprender filosofía, aprender a filoso-


sus dos libros de texto introductorios a la Filosofía, far (Madrid, SM, 1992).
uno histórico y el otro sistemático. Última versión de 3 Didáctica de la Filosofia, 1992, p. 15.

ambos: César Tejedor Campomanes, Introducción a 4 César Tejedor Camponanes, Una antropología
la Filosofía, Madrid, SM, 1990; Cesar Tejedor Cam- del conocimiento. Estudio sobre Spinoza, Madrid,
pomanes, Historia de la filosofía en su marco cultu- Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas,
ral, Madrid, SM, 1993. 1981, p. 274.
2 Cfr. sus libros Didáctica de la F'ilosofía. Pers-
pectivas y materiales (Madrid, SM, 1984) YDidáctica

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