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LA EQUIDAD DE GÉNERO

Tradicionalmente conocemos que la diferencia de género ha sido marcada


fuertemente desde el inicio de la sociedad, en la vida social, económica y política.
Desde aquel entonces, la mujer no tenía derecho a ni a ser escuchada, ni a opinar, ni
mucho menos a elegir su papel en la familia o en la sociedad, pues existía una
división de trabajo muy diferenciada; el hombre se dedicaba al trabajo y la mujer al
cuidado de la casa y de la familia.

Esta forma de vida ha sido infundida a través de las diferentes generaciones, sin
embargo con el pasar del tiempo las mujeres han demostrado tener la suficiente
capacidad de actuar en la vida social y económica, logrando excelentes resultados,
derivados de la toma de decisiones en el sector político, en las entidades económicas
y en los importantes aportes en la ciencia y tecnología.
Dicho esto, en el presente texto les profundizaré sobre este tema, en la cual
conoceremos qué es equidad, la idea errónea que se tiene de equidad e igualdad,
además de cómo afecta el machismo a nuestra sociedad, y de la toxicidad de algunos
movimientos radicales que buscan “la igualdad de género”.
En primer lugar tenemos que saber qué es equidad de género; pues significa que
tanto los hombres como las mujeres, tenemos la misma posibilidad de goce del
ejercicio pleno de nuestros derechos humanos, pudiendo contribuir con el desarrollo
nacional, político, económico, social y cultural, en este sentido, la equidad de
género está orientada básicamente a ofrecer oportunidades justas a mujeres y
hombres.
Continuando, igualdad y equidad son conceptos diferentes aunque se han manejado
como sinónimos; en sentido estricto, la igualdad parte de la idea de dar un trato
idéntico, haciendo caso omiso de las diferencias existentes por motivos biológicos,
psicológicos, intelectuales, económicos, políticos, etcétera; mientras que la equidad
parte del supuesto de que existen serias desigualdades en el orden de lo real, por
ejemplo, hombre y mujer son por naturaleza diferentes; siendo que este principio
atiende a las características y circunstancias de cada individuo, por lo que en donde
existe la equidad, hay también la justicia.
Todos los esquemas mentales, en este caso el machismo, limitan nuestra capacidad
de aprender y de cambiar, porque frente a una determinada situación, reaccionamos
con el esquema y dejamos de ver lo específico de la nueva situación. Cambiar es muy
difícil; cambiar a otro lo es más. Por eso, es tan importante que nos demos cuenta del
efecto de esos estereotipos, en este caso del machismo, para no reproducirlo ni como
mujeres ni como hombres porque alimenta una forma de relacionarse que perpetúa la
discriminación y la violencia.
El primero en usar el término “feminista” para designar a las mujeres que luchaban por
sus derechos fue el escritor francés Alexandre Dumas hijo. En 1872, publica “El
hombre-mujer”, en el que se burlaba: “Las feministas, perdón por el neologismo, dicen:
todo lo malo viene del hecho de que no se quiere reconocer que la mujer es igual al
varón, que hay que darle la misma educación y los mismos derechos que al varón”.
A partir de ese neologismo, la palabra se difundió como una manera despreciativa de
designar a las mujeres que luchaban por sus derechos.

Debemos saber que la igualdad entre hombres y mujeres no existe en realidad, esto
es así debido a que poseen características biológicas distintas y roles diversos, es por
eso que en un término de mayor evolución conceptual aparece la equidad de género.
La perspectiva o equidad de género pretende que se consideren estas diversidades
dando así a cada uno el tratamiento y acceso a derechos que en el caso particular
requieren. Lo anterior no puede traducirse en tratar igual a todos, puesto que no nos
encontramos en las mismas condiciones y esto sería injusto, no obstante, cabe aclarar
que los derechos humanos son iguales para todos, al menos formalmente, pero se
requiere de su especificidad para hacer visible la distinta forma en que impactan las
violaciones a unas y a otras personas. Cuando se habla de derechos de las mujeres
no se trata de establecer un catálogo distinto, o la idea de superioridad, sino de hacer
visibles los contrastes y aspectos en los que se ven más desfavorecidas a fin de lograr
la igualdad en el plano formal y material, como menciona Hanna Arendt "todos tienen
derecho a tener derechos".

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA:
¿Igualdad o equidad de género? (17 de Jun de 2019).Recuperado de

https://www.milenio.com/opinion/varios-autores/derechos-humanos/igualdad-o-equidad-de-
genero

Paopunket. (17 de Jun de 2019)."Equidad de Género”. Recuperado de

https://www.zonaeconomica.com/paopunket/equidad-genero

Vaccaro S. (17 de Jun de 2019). El origen de la palabra “feminista”. Madrid. Recuperado de

http://www.amecopress.net/spip.php?article11964

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