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“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”. Apocalipsis 1:7
El Pantocrato
Vamos en esta noche, hermanos, a continuar con la ayuda del Señor, el estudio que hemos comenzado del libro del Apocalipsis; estamos en el primer capítulo. Apocalipsis capítulo 1;
esta vez llegamos al versículo 7. La vez pasada vimos la presentación de Dios por Cristo, por su ángel a Juan, a las iglesias, y entonces vimos como Juan alababa al que nos amó y nos
hizo reino y sacerdotes para Dios su Padre, y por eso es que dice allí al final del verso 6: “A él sea gloria e imperio”, aquí vemos claramente, podríamos decir, con toda desfachatez dando
gloria al Hijo en aquel tiempo, donde Israel solamente conocía a Dios en el Padre, pero no había conocido a Dios en el Hijo, y aquí Juan es uno de los que más claramente confiesa la
divinidad del Hijo. Así comienza su evangelio: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). En su primera carta dice: “Pero sabemos que el
Hijo de Dios ha venido, y nos ha dardo entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y la vida eterna” (1
Juan 5:20); o sea, el Dios verdadero, el único Dios verdadero, el Padre, es conocido por medio del Hijo; en el Hijo conocemos al Padre, no se puede conocer al Padre sin el Hijo; y aquí
también en Apocalipsis, así como en el evangelio y en la epístola, ahora dice: “A él sea gloria, (viene hablando del Hijo) e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
Y entonces teniendo nuestra atención en él, confiesa lo siguiente, esto todavía antes de explicar lo que le pasaba en la isla de Patmos; eso lo va a empezar a decir desde el verso 9,
pero él está tan embebido de aquel a quien vio y en cuyo nombre está hablando y a quien está glorificando, que dice: “ He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le
traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por el. Sí, amén ”. Entonces Dios el Padre habla por Juan y dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es
y que era y que ha de venir, (el pantocrato) el Todopoderoso”. Aquí, como vimos la vez pasada en el examen textual de los distintos manuscritos, la versión más fiel, más pura y más
antigua es la que les acabo de mencionar que algunas Biblias lo dicen así: “ Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso ”; eso ya
lo vimos con detalle una vez pasada, por lo tanto, ahora vamos a concentrarnos, más que en el comentario textual, en la exégesis.
Sobre el tiempo del arrebatamietno
Me perdonan lo que voy a hablar esta noche, y lo digo muy a propósito así por lo siguiente: Yo sé, y ustedes también saben, que en la historia de la iglesia respecto de la segunda
venida del Señor Jesucristo ha habido muchas consideraciones, muchos puntos de vista, y todavía en la historia de la iglesia no nos hemos podido poner de cuerdo todos los hermanos
respecto a la segunda venida del Señor, de manera que sabiendo que eso es así, de ninguna manera voy por mi parte a pretender dar el punto final, pero tampoco puedo dejar de ser
responsable, puesto que el Señor me indicó enseñar el Apocalipsis, enseñar lo mejor que lo entienda; así que le ruego que usted no me siga a mí, sino que siga la Biblia misma; lo que yo
le diga, usted no lo trague entero, sino júzguelo por medio del Espíritu Santo a ver si es así o no es así; porque en este punto en que estoy por entrar, yo sé que en la historia de la iglesia
ha habido el punto de vista que habla que la segunda venida del Señor está dividida en dos partes: una secreta y otra pública y que habrá un arrebatamiento secreto antes de la venida
gloriosa y manifiesta del Señor Jesús.
Pretribulacionismo . Ese es un punto de vista que es popular en un sector del pueblo de Dios; ese punto de vista fue por primera vez expresado en la era patrística por Efraín
el Sirio, como en el año 374, la manera como él veía los asuntos; pero en sus escritos él no da una prueba muy profunda; él simplemente da la conclusión sin hacer la demostración, por
lo menos en lo que ha llegado a nosotros de sus escritos; es él quien en la historia de la iglesia en el siglo IV, por primera vez mencionó este asunto de un rapto antes de la gran
tribulación. Después ya por el año 1754 un pastor bautista llamado John Gill fue el segundo que expresó ese punto de vista, de un arrebatamiento antes de la tribulación, en un
comentario extenso que él hizo sobre todo el Nuevo Testamento; era raro porque entre los bautistas ese no era el punto de vista tradicional, pero este hermano, John Gill, lo vio así, lo
enseñó así. Después en 1810, un jesuita en Chile de apellido Lacunsa, también enseñó ese punto de vista de un arrebata miento antes de la gran tribulación; algunos han acusado a
Lacunsa de que para tratar de evitar la interpretación protestante que decía que el Papa era el anticristo, él trató de cambiar la escatología y él entró por ese camino. Yo no lo acuso de esa
manera porque yo directamente no he leído a Lacunsa, sino acerca de él; entonces solamente les cuento lo que algunos dicen, pero sin refrendarlo. Después, unos poquitos años después
de él, otro hermano llamado Edward Irving, como en 1812, más o menos, también enseñó el punto de vista pretribula cional, o sea, una venida del Señor en dos partes: una parte secreta
tomando un rapto, el rapto a sus escogidos. Hay distintos puntos de vista. Después una mujer llamada Margaret McDonald, en 1816, enseñó la misma cosa y parece que ella tuvo unas
experiencias místicas donde ella lo interpretó así. Por fin en 1820, llegó un hermano muy serio, un precioso hermano, el hermano John Nelson Darby, de la línea de los Brethren o de los
hermanos de Plymouth, él había sido anglicano, creo que hasta un arzobispo anglicano, renunció al punto de vista anglicano y a la organización anglicana porque comenzó a ver un poco
mejor el cuerpo de Cristo, y él enseñó ya por primera vez de manera sistemática, de manera documentada, porque las anteriores menciones eran puntos de vista rápidos sin mucha
sustentación; quien primero elaboró una sustentación profunda, digamos que fue el esquematizador del dispensacionalismo, fue el hermano John Nelson Darby; él fue uno de los
ancianos de los Brethren en Plymouth, una ciudad al sur de Inglaterra; sin embargo, durante la misma época del hermano Darby, que fue el primero que sistematizó el dispensacionalismo
y el pretribulacionismo, otro de los ancianos que pertenecía a la misma iglesia en Plymouth con Darby, el hermano Benjamín Newton, no concordó con el hermano Darby en su punto de
La Iglesia y la tribulación
“9Entonces (está hablando el Señor Jesús a los cristianos, a los suyos) os entregarán a tribulación, (¡ah! muchos dicen: tranquilo, hermano, usted no va a pasar por eso, usted no va a
sufrir nada; pero ¿cuántos han sufrido tribulación ya en estos 21 siglos?) y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10Muchos tropezarán entonces, y
se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos; 12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos
se enfriará. 13Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el
fin. 15Por tanto”. ¡Ah! por tanto quiere decir que esto que va a decir a continuación está relacionado con lo que venía diciendo hasta aquí, y le está hablando a los cristianos; algunos
dicen: le está hablando a los judíos; no, le está hablando a los cristianos que creen en Cristo; ya no hay judío ni gentil. “15Por tanto, cuando veías en el lugar santo la abominación
desoladora”. ¡Ah! así es que el Señor está diciéndole a Sus discípulos que en el fin verían la abominación desoladora; algunos pensarían que no la iban a ver, pero aquí el Señor no dijo
que algunos, no, aquí dijo cuando veáis, está hablando la instrucción normal, Él no está queriendo engañar ni enseñar torcidamente, ni dar una imagen equivocada; porque es que el
Señor no enseña según Darby, ni según Newton, no, el Señor enseña como es; entonces hay que seguirle a Él. “15Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de
que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), (por eso les dije a los hermanos que leyeran ese trabajo sobre Daniel) 16entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 17El que
La Iglesia y el sufrimiento
Vamos a 2 Tesalonicenses. No se puede ver todo, pero vemos lo que podamos. A los mismos que les escribió la primera le escribió la segunda y no le va a contradecir lo que dijo la
primera vez, sino que se lo va a clarificar, porque algunos podían entender mal. Vamos a leer 2 Tesalonicenses 1:3. Por favor hermanos, no me sigan a mí, sigan sus Biblias: “3Debemos
siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, (eran los mismos de antes, los tesalonicenses) como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de
vosotros abunda para con los demás; 4tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y
tribulaciones que soportáis”. Oiga, desde el principio lo normal para la iglesia, son los sufrimientos, las persecuciones y las tribulaciones; eso es lo normal. ¿Saben qué enseña San
Pedro? Que nos armemos del pensamiento de sufrir; dice Pedro: “Puesto que Cristo ha padecido por vosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento” (1 Pedro
4:1).
¿Qué pasa al que le enseñan que no va a sufrir? Lo están desarmando, porque lo que Pedro dice es que nos armemos del mismo pensamiento, la disposición a sufrir. Lo normal en
toda la historia de la iglesia, es el sufrimiento de la iglesia, la persecución contra la iglesia, la iglesia en tribulación; y dice el verso 5: “5Esto (o sea las tribulaciones y persecuciones que
soporta la iglesia) es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. 6Porque es justo delante de Dios pagar
con tribulación a los que os atribulan, (¿por qué el mundo va a ser atribulado? Porque el mundo atribula a la iglesia; la iglesia es atribulada por el mundo; por eso el mundo es atribulado
por Dios) 7y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, (¿cuándo? ¿Cuando nos va a dar el Señor reposo de la tribulación, cuándo?) cuando se manifieste (no es secreto)
el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8en llama de fuego, para dar retribución (al mismo tiempo que a nosotros nos hace descansar de la tribulación, a ellos les
retribuye al mismo tiempo; ¿cuándo? cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo, en llama de fuego) a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, (¿cuándo? Note ese cuando otra vez, es el mismo tiempo, viene
hablando del juicio, de la retribución contra los impíos y en ese mismo cuando) 10cuando venga en aquel día (para retribuir a unos y recompensar a otros) para ser glorificado en sus
santos y ser admirado en todos los que creyeron (esa es la transformación del cuerpo) (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). 11Por lo cual asimismo oramos
siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, 12para que el nombre de nuestro
Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo” .
Eso venía diciendo Pablo; pero él no le puso capítulos a sus escritos; él siguió diciendo: “2:1Pero con respecto a la venida (la palabra aquí es parousia) de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestra reunión con él, (¿cuándo seremos reunidos con Él? Cuando seamos arrebatados a recibirlo en el aire; entonces ¿de qué viene hablando? Oigan, hermanos, con respecto a la venida
del Señor, la parousia, y nuestra reunión con él [la palabra es episinagogia, o sea, reunión en lo alto] ese es el arrebatamiento; nuestra reunión con él en lo alto es el arrebatamiento,
cuando lo recibamos en el aire) os rogamos, hermanos, 2que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, (el que tenía la iglesia primitiva, que tenía él) ni os conturbéis, ni
por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. (Que ya llegó, dice en el griego) 3Nadie os engañe en ninguna manera;
porque no vendrá (viene hablando de la venida del Señor y de nuestra reunión con él en lo alto) sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de
perdición, 4el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto, tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” .