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E u ro E c o

Diciembre, 2016
Revista digital de Ecografía Clínica Volumen 7, número 4
Caso clínico diagnostica de rotura mio-tendinosa del gemelo interno
de la pierna derecha.
Rotura fibrilar frente a trombosis venosa
profunda distal: dos patologías distintas
coincidentes
Carmen Castillo López, Carmen Reyes Madridejos, Jorge
Reguera Rodríguez, Esperanza Villar Coloma, Federico
Alcántara Alonso

Centro de Salud Mar Báltico. Madrid

Paciente de 47 años de edad, con algunos anteceden-


tes familiares de cáncer de colon. Antecedentes persona-
les médicos-quirúrgicos sin interés.
Acude al centro de salud por aparición de dolor brus-
co en el gemelo derecho tras jugar al pádel; es intenso e
impide la extensión de la rodilla. Figura 2.
Durante la exploración física encontramos dolor mus-
cular intenso, sobre todo en la región medial del gemelo
derecho, que empeora con la flexión y la extensión.
Se le diagnostica de posible contractura muscular y se
pauta analgesia con paracetamol, ibuprofeno y reposo.
A los dos días se le ve en la consulta. Persiste el dolor
intenso.

Figura 3.

Posteriormente aporta estudio ecográfico del radió-


logo, que informa de la presencia de una rotura fibrilar
de 5,2 cm de largo y 7 mm de espesor elíptico, y de un
hematoma en el gemelo interno, a la altura del tercio
Figura 1. medio de la pierna derecha.
Un mes después, debido a que persisten las molestias
Se le realiza exploración ecográfica en atención pri- y, sobre todo, a la aparición de edema, el paciente acude
maria (AP). En ella se identifica una lesión hipoecoica a un traumatólogo, que solicita un eco-doppler del miem-
elíptica, que se extiende desde el tercio proximal al me- bro inferior derecho. En dicha exploración se describe la
dial del gastrocnemio interno de la pierna derecha y se lesión muscular como una imagen isoecoica que sugiere
afila hacia la región distal; es compatible con rotura com- estar evolucionada; además, se observan alteraciones de
pleta (figuras 1, 2 y 3). Se realiza también eco-doppler la permeabilidad del trayecto venoso profundo de la ve-
con el que se visualiza la colapsabilidad de los vasos fe- na poplítea y gemelar.
morales hasta el hueco poplíteo (figuras 4 y 5). Se le Se efectúa una nueva exploración en AP, que confirma
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tanto la evolución favorable de la rotura fibrilar (se vi- fasciales posteriores del gemelo interno distal, como se-
sualiza como una imagen isoecoica) (figura 6) como la cuelas de rotura previa, cambios fibrocicatriciales y mí-
presencia de lesiones hipoecoicas y falta de permeabili- nima cantidad de líquido; vena compresible a la altura
dad en los vasos distales (figura 7). del hueco poplíteo, sin trombos; persisten los cambios
postrombosis en las venas gemelares.

Figura 4.
Figura 7.

Tras 3 meses se suspende el tratamiento con hepari-


na y el cirujano vascular indica estudio completo etioló-
gico de la trombosis.

COMENTARIO
La trombosis venosa profunda (TVP) y la rotura fibri-
lar son dos procesos distintos con tratamientos diferen-
tes, que pueden coincidir. La dificultad en el diagnóstico
hace que a veces se precise de expertos sobre todo en las
TVP distales.
Enfermedad tromboembólica venosa
El término “enfermedad tromboembólica venosa”
Figura 5. (ETEV) se refiere a varios procesos patológicos, entre los
que destacan la TVP, el tromboembolismo pulmonar
(TEP), la hipertensión pulmonar tromboembólica cróni-
ca y el síndrome postrombótico. Su importancia reside
en que es una patología que precisa un periodo de recu-
peración largo, de 3 a 6 meses, y que un diagnóstico tard-
ío o no bien realizado puede ocasionar una enfermedad
más grave e incluso un desenlace fatal.
La incidencia del primer episodio de TVP es de
1,2/1.000 habitantes/año y afecta a 3-5 % de la pobla-
ción general.
Es difícil establecer su prevalencia en el ámbito del
deporte, aunque de forma empírica parece ser similar a
la del individuo que no hace deporte. Sin embargo, el ám-
bito del deporte y de su entorno ofrece condiciones de
riesgo que pueden ser factores que precipiten su presen-
cia: la contusión sobre el lecho vascular, el reposo de los
Figura 6. viajes, la deshidratación, la masoterapia mal orientada,
ciertas medicaciones o una predisposición genética1.
Ante el diagnóstico de trombosis venosa profunda La vena poplítea divide el sistema venoso profundo
distal se instaura tratamiento con enoxaparina a dosis inferior en sistema venoso profundo distal y proximal.
terapéuticas y se le deriva a Cirugía Vascular. Por ello, las TVP de las extremidades inferiores se clasifi-
Aquí una nueva exploración ecográfica describe alte- can, según su localización, en:
raciones morfológicas y de ecoestructura de fibras mio- • Distales:
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- Infrapoplíteas (se describe una incidencia de lla, permite no solo un adecuado diagnóstico y trata-
12-33 %). miento de la TVP, sino además detectar otras lesiones
- Incluyen las venas gemelares (gastrocnémicas), el que puedan simular la TVP. Su diagnóstico es importan-
tronco tibio-peroneo (tibiales posteriores y pero- te, ya que puede cambiar significativamente el trata-
neas), las tibiales anteriores y las venas sóleas. miento y pronóstico del paciente. Así, diagnosticar pre-
- Son asintomáticas en 75 % de los casos. cozmente una TVP infrapoplítea disminuye la frecuencia
- Solo 5 % dan lugar a TEP o síndrome posflebítico. de propagación proximal, las secuelas y el riesgo de TEP.
- Sin tratamiento, 20-30 % progresan al territorio
proximal. Tabla 1. Criterios de Wells.
• Proximales:
Parálisis, paresia o reciente inmovilización con férula
- Su incidencia es de 50-54%. +1
de los miembros inferiores
- Incluyen la vena iliaca externa, la vena iliaca inter-
na, la vena femoral común, la vena femoral pro- Encamamiento superior a 3 días o cirugía mayor con
funda, la vena femoral superficial y la vena poplí- anestesia general o regional en las últimas 12 sema- +1
tea. nas
- El 90 % de los TEP son causados por émbolos pro- Hinchazón global de la pierna +1
cedentes de TVP proximales1,9,10.
La ETEV es una enfermedad multifactorial y comple- Aumento unilateral del diámetro de la pantorrilla su-
perior a 3 cm (medido 10 cm por debajo de la protu- +1
ja, en la que la interacción de factores genéticos (estima-
berancia tibial)
dos en 60 %) y ambientales, el uso de anticonceptivos
orales, el embarazo, la inmovilización o el cáncer, entre Sensibilidad con la palpación, localizada a lo largo del
+1
otros, determinan en cada individuo el riesgo de trombo- sistema venoso profundo
sis2,10. Edema con fóvea limitado a la pierna sintomática +1
Nuestro paciente presentaba edad mayor de 40 años,
inmovilización prolongada y traumatismo. Además debí- Venas superficiales colaterales (no varicosas) +1
amos descartar alteraciones congénitas o adquiridas de Neoplasia activa (en tratamiento inferior a 6 meses) +1
hipercoagulabilidad.
El diagnóstico alternativo es tanto o más probable que
Los signos principales de la TVP son tumor, rubor, ca- -2
el de TVP
lor y dolor. El dolor suele ser el primer síntoma; de inicio
insidioso o espontáneo y con sensación de pesadez o ten- Probabilidad clínica alta si ≥3; moderada si 1-2; baja si 0
sión en la extremidad, en muchas ocasiones se acompaña
de impotencia funcional. El signo de Homans solo aparece Para la exploración utilizaremos transductores linea-
en un tercio de casos de TVP y el edema inicialmente es les de alta frecuencia4;9.
blando y con fóvea. Afecta a los territorios distales a la En la pantorrilla debemos explorar en cortes trans-
obstrucción venosa. Se trata, por tanto, de una sintoma- versales y con maniobras de compresión intermitente
tología inespecífica1,6,12. con el paciente sentado en la camilla con las pierna col-
En un paciente que presenta edema doloroso del gando o con las rodillas flexionadas en pacientes enca-
miembro inferior, la TVP suele ser el diagnóstico de pre- mados9,10. Además, el estudio sistemático de la pantorri-
sunción hasta que se demuestra lo contrario4. Se basa en lla permite ver otras lesiones que pueden simular clíni-
la evaluación del riesgo (tabla 1), la valoración clínica y camente la TVP.
las exploraciones complementarias. Actualmente, la es- Las venas tibiales posteriores se localizan en el tercio
cala de probabilidad clínica que más se utiliza en la prác- distal de la cara interna de la pantorrilla y las podemos
tica diaria es la de Wells, descrita en 1995, validada y seguir en sentido caudal. Las venas peroneas se localizan
simplificada posteriormente. Esta escala estratifica a los en la cara póstero-externa del tercio medio, debajo del
pacientes con sospecha de TVP en 3 grupos con diferen- gemelo externo. Las venas musculares discurren en el in-
tes probabilidades pretest: alta (85 %), moderada terior de los vientres musculares9,10.
(33 %) y baja (5 %)8. Se realiza barrido con una enérgica compresión con-
El dímero D es un producto de la degradación de la tinua, colapsando las venas, de manera que si hay trom-
fibrina y se halla en la circulación sanguínea tras la lisis bosis se visualizará mejor, como una imagen nodular hi-
de esta mediada por la plasmina. Su determinación no poecoica en el interior de una vena aumentada de volu-
permite diagnosticar una TVP, pero una probabilidad men. Es más fácil detectar trombos que tratar de com-
pretest baja y un resultado negativo sí que permiten ex- probar la permeabilidad de todas las venas.
cluir la enfermedad sin necesidad de recurrir a técnicas Los criterios ecográficos mayores son:
más específicas12. • Material ecogénico intraluminal
La ecografía doppler de los miembros inferiores es la • Falta de compresibilidad de la vena, preferiblemente
técnica de elección ante la sospecha de TVP proximal, en el eje transversal.
pues posee alta especificidad y sensibilidad en pacientes • Ausencia de flujo sanguíneo con doppler color9.
sintomáticos, aunque disminuye la sensibilidad en TVP Aunque el signo principal de la trombosis es la falta
distales y pacientes asintomáticos1. El estudio completo de compresibilidad de la vena con ecografía en modo bi-
ecográfico del miembro inferior, incluyendo la pantorri- dimensional, debemos tratar de visualizar el trombo y si

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hay dudas utilizar el doppler color con maniobras de hasta los 6 meses, dado que el riesgo de hemorragia
compresión manual distal para aumentar el flujo. es de 2 % al año.
El diagnóstico diferencial de la TVP debe realizarse Es decir, en el deportista que presenta un proceso de
con celulitis, tromboflebitis superficial, rotura de quiste ETEV el tratamiento debe mantenerse al menos 3 meses,
de Baker, hematoma muscular, esguince de tobillo o de y se debe considerar una duración de hasta 6 meses1. Se
rodilla, edema de estasis, síndrome postrombótico, artri- prolonga la duración de tratamiento si persisten los fac-
tis y linfedema6. tores de riesgo para el hecho trombótico11,12.
El tratamiento debe ser ambulatorio, excepto para las Además se debe pautar el uso de una media de com-
razones expuestas en la tabla 2. presión hasta la raíz del miembro afectado, evitando la
excesiva compresión y variándola en función de la evolu-
Tabla 2. Criterios de exclusión de tratamiento ambulatorio. ción del edema del paciente.
Debe iniciarse cuanto antes la movilización de forma
Falta de colaboración o dificultas para el seguimiento
activa de la extremidad afectada. El reposo debe ser rela-
Dolor intenso tivo desde el primer día; aunque no se ha demostrado la
necesidad de reposo, hay que individualizar la recomen-
Pacientes con sospecha de enfermedad grave subya-
dación en función del dolor y el edema1.
Absolutos

cente o neoplasia
A pesar del tratamiento anticoagulante, 30-50 % de
Alto riesgo de hemorragia (HTA maligna, úlcera pépti- pacientes con TVP desarrollarán síndrome postrombóti-
ca, cirugía reciente, alteraciones de la coagulación, co (SPT), que puede ser grave en 20 % de los casos.
trombocitopenia) Los factores de riesgo de SPT grave son14:
Flegmasia cerúlea o alba dolens • TVP proximal.
• Índice de masa corporal elevado.
Enfermedad grave que requiera ingreso
• Edad avanzada.
Pacientes sin diagnóstico claro • TVP proximal con pobre recanalización en el eco-
Sospecha de embolismo pulmonar doppler y dímero-D elevado al cabo de un mes de la
TVP.
Sospecha de progresión rápida o trombosis de la vena • Tratamiento anticoagulante inicial insuficiente.
cava inferior
• TVP ipsilateral recurrente.
Síndrome posflebítico • Falta de eliminación del trombo.
Relativos

Alergia, contraindicación o limitaciones al uso de he- • No uso de medias de compresión gradual ni deambu-
parina de bajo peso molecular (trombocitopenia, obe- lación temprana.
sidad mórbida) • Aparición temprana de síntomas de SPT tras la TVP.
En el curso de la evolución del cuadro, cuando se re-
Recidiva de TEP
inicia la actividad se debe1:
Tratamiento fibrinolítico • Preservar al individuo de traumatismos directos o in-
directos que precisen un nivel de hemostasia fuera de
Riesgo de TVP recurrente (TVP previa, embarazo)
la normalidad.
TVP bilateral • Evitar ejercicios isométricos de elevada intensidad en
la extremidad afectada o que soliciten un aumento de
la presión diafragmática importante.
Se emplean antagonistas de la vitamina K (AVK) con
• Determinar el grado de actividad en función del pro-
intervalo terapéutico de índice internacional normaliza-
ceso de recuperación, determinado por las pruebas
do (INR) entre 2 y 3, o nuevos anticoagulantes orales
complementarias (dímero-D, calidad del trombo) y
(NACO) o HBPM ajustadas al peso del paciente.
por el nivel de anticoagulación y asociado a aspectos
La anticoagulación a largo plazo debe durar al menos
que caractericen su actividad física habitual.
3 meses en todos los casos. Después de este tiempo, la
necesidad de continuarla depende de los riesgos de re-
currencia, hemorragia grave y preferencias del pacien- Rotura fibrilar
te14: La rotura de fibras musculares se produce por un es-
• En los pacientes con un desencadenante transitorio la fuerzo físico violento sin calentamiento previo. Aparece
recurrencia es menor (3 %) con respecto a un episo- dolor y hemorragia, cuya cuantía depende de la magni-
dio espontáneo (10 %); el tratamiento de 3 meses tud de la rotura. Es más frecuente en los gemelos3.
con AVK, NACO o HBPM disminuye en 90 % el riesgo La clasificación de las lesiones musculares permite
de recurrencia. distinguir entre las que no afectan a la fascia (sangrado
• En pacientes con factor de riesgo mayor, como tras intramuscular) y las que se acompañan de rotura de la
intervención quirúrgica, el riesgo de recurrencia es misma (sangrado intermuscular)5.
menor de 3 %, por lo que puede suspenderse a los 3 Se distinguen 3 grados: pequeña rotura, rotura par-
meses. cial y rotura completa.
• En los moderados, el riesgo es algo mayor (5 %), por En la llamada “pierna del tenista” o tennis-leg, una de
lo que se debe considerar mantener el tratamiento las lesiones más frecuentes en deportistas aficionados de

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mediana edad, se produce una rotura del gemelo interno 3. Fernández Rodríguez T, Herzog Verrey R, Joleini Joleini S, Sal-
con desinserción del músculo de la aponeurosis adyacen- cedo Joven I, Sáez Fernández AL, Vicente López O. Trombosis
te común con el sóleo. A veces no hay un traumatismo venosa profunda tras “tennis leg". EuroEco. 2013;4(4): 91-93.
4. Selfa Moreno S. Hospital Lluís Alcanyí Xàtiva (Valencia). Dia-
evidente y es en estos casos cuando puede confundirse
gnóstico diferencial del dolor agudo en la pantorrilla “Más
con una TVP; por otro lado, un 10 % se complican con allá de la trombosis venosa profunda”. Hospital Lluís Al-canyí
una TVP distal (infrapoplítea)10. Xàtiva (Valencia).
La incidencia de lesión fibrilar es mayor en los mús- 5. Jiménez Díaz JF. Lesiones musculares en el deporte. RICYDE.
culos poliarticulares en condiciones de acumulación de 2006;2:55-67.
fatiga y con condiciones ambientales desfavorables5. 6. Garzón Hernandez JM. Área Sanitaria II (Cangas del Narcea)
La sintomatología de la rotura fibrilar se caracteriza Asturias. Explorando las piernas ¿Tiene una trombosis veno-
por la aparición de dolor repentino, agudo e intenso, lo- sa profunda? AMF.2010;6:260-5.
calizado en un punto muy concreto. Suele impedir cual- 7. Astudillo C. Indicaciones del ultrasonido musculoesquelético
diagnóstico. Rev Med Cli Condes. 2013;24:88-97.
quier movimiento con el músculo afectado. En los casos
8. Fuentes Camps E, Del Val García JL, Bellmunt Montoya S,
leves (roturas pequeñas), el dolor es la única señal; en Hmimina Hmimina S, Gómez Jabalera E, Muñoz Pérez MA. Es-
casos más graves, con desgarro de todo un músculo, apa- tudio coste efectividad del proceso diagnóstico de la trombo-
rece también un hematoma (colección de sangre) bas- sis venosa profunda desde la atención primaria. Aten Prima-
tante aparatoso, secundario a la hemorragia interna5. ria. 2015 2016;48:251-7.
En las roturas fibrilares encontramos ecográficamen- http://dx.doi.org/10.1016/j.aprim.2015.05.006
te una alteración de la ecoestructura fibrilar normal, con 9. Paolinelli P. Ultrasonido Doppler de extremidades inferiores
aspecto hipoecoico mal definido. para el estudio de la insuficiencia venosa. Rev Chil Radiol.
En caso de rotura o elongación lo primero que hay 2009:15:181-9.
10. Fernández-Rodríguez T, Oviedo-García A, Tolmos-Estefanía
que hacer es detener la actividad y descansar unos días.
MT, Rodríguez-Lorenzo A. Cartas clínicas. Trombosis venosa
Se debe aplicar hielo o compresas frías sobre la zona do- profunda tras tennis leg. Papel de la ecografía en AP. Semer-
lorida durante 10-15 minutos. Posteriormente se coloca gen. 2014;40:155-69.
un vendaje compresivo alrededor del músculo afectado. 11. Weinmann EE, Salzman EW. Trombosis venosa profunda. Rev
Después de unos 20 minutos se quita el vendaje, se deja Cubana Med 1996;35:126-31.
descansar 5 minutos y se vuelve a poner. No se debe 12. Gabriel Botella F, Labiós Gómez M. Nuevos criterios para el
aplicar calor. diagnóstico y tratamiento de la trombosis venosa profunda
No hay consenso respecto a la aplicación de profilaxis de los miembros inferiores. An Med Interna. 2004;21:400-7.
farmacológica y se aconseja tratar en función del riesgo 13. Lozano Sánchez FS. Nuevos anticoagulantes orales en el tra-
tamiento de la trombosis venosa profunda. Angiología. 2012;
individual de ETEV.
64:212-7.
14. Reina Gutiérrez L, Carrasco Carrasco JE, en nombre del Gru-
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1. Drobnic F, Pineda A, Escudero JR, Soria JM, Souto JC. Consell sa. Recomendaciones sobre profilaxis, diagnóstico y trata-
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